0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas4 páginas

Como Lo Explica El Primer Capítulo Del Libro de

Cargado por

Jhon Tenesaca
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas4 páginas

Como Lo Explica El Primer Capítulo Del Libro de

Cargado por

Jhon Tenesaca
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 4

Como lo explica el primer capítulo del libro de Apocalipsis, el apóstol

Juan tuvo una visión acerca de los tiempos del fin, previo al regreso
de Jesucristo. Parte de la instrucción que Juan recibió fue: “El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El que venciere,
no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apocalipsis 2:11). El orden
de estas ciudades corresponde a “la ruta por la cual un mensajero de
Patmos [donde Juan recibió la visión] habría llevado el pergamino”

Tratar de entender lo que significan estos mensajes para los


cristianos ha sido confuso. Estas siete Iglesias nombradas por su
ubicación, no eran la totalidad de las congregaciones de la Iglesia de
Dios en el primer siglo. Había congregaciones ubicadas en Corinto
(Corintios 1:2), Filipos (Filipenses 1:1) y Colosas (Colosenses 1:2),
sólo por nombrar unas pocas ciudades adicionales en donde existían
Iglesias de Dios en el Nuevo Testamento.

¿Entonces por qué Dios el Padre, el autor de este mensaje


(Apocalipsis 1:1), escogió estas siete Iglesias? ¿Qué relevancia tienen
para nosotros estos mensajes hoy en día? Como veremos, Dios
escogió estas siete Iglesias para dar instrucciones a su pueblo a
través de los siglos.

Ya que estas instrucciones son históricas y proféticas —a Juan le fue


dicho que escribiera acerca de “Escribe las cosas que has visto, y las
que son, y las que han de ser después de estas” (apocalipsis 1:19)—
esta información debe ser entendida desde más de una perspectiva.
Aquí hay tres maneras de entender esta parte de la escritura.

Instrucciones para las Iglesias del primer siglo

Las siete Iglesias de Apocalipsis 2 y 3 eran congregaciones de la


Iglesia de Dios en el primer siglo. Ubicadas en Asia Menor (hoy en
día Turquía), estas Iglesias representaban comunidades de
antiguos cristianos —no edificios ni sitios de reunión.

Al referirse a cada una de estas congregaciones, Dios dijo que Él


sabía de sus obras. Conocía sus retos y cómo estaban respondiendo a
ellos. El los exhortó a que se arrepintieran de sus errores y a que
permanecieran fieles para poder recibir la salvación. Aunque las
circunstancias no fueran las mismas, este mensaje fue similar para
cada una de las Iglesias.

Al examinar más de cerca estos mensajes, es interesante notar que


Dios entendía claramente las dificultades y las influencias que los
miembros de las congregaciones de cada ciudad debían soportar y
resistir. Por ejemplo, Él sabía que los miembros de Éfeso habían
perdido su “primer amor” y que estaban resistiendo a la influencia
negativa de los nicolaítas (Apocalipsis 2:4,6). Dios también sabía de
la “tribulación y la pobreza” por la cual atravesaban los de Esmirna
(Apocalipsis 2:9).

Una lección muy importante de Apocalipsis 2 y 3 es que Dios estaba


al tanto de los problemas que las Iglesias y sus miembros
enfrentaban en el primer siglo. Muy parecidas a las cartas que Pablo
escribió a las congregaciones en otras ciudades, estos mensajes
cortos a las siete Iglesias tenían el propósito de fortalecer a los
miembros en estas ciudades para que se aferraran al camino de vida
de Dios para que fueran recompensados en el futuro.

Historia progresiva de la Iglesia

Los eruditos que estudian la Biblia se han dado cuenta que los
mensajes a las siete Iglesias implicarían una historia progresiva de
las cosas: “y las que han de ser después de estas” (Apocalipsis 1:19).
Algunos la han descrito como el desarrollo cronológico de la Iglesia o
eras de la Iglesia.

Refiriéndose a esta perspectiva, el fallecido profesor Dr. John F.


Walvoord escribió: “Muchos expositores creen que, además de la
implicación obvia de estos mensajes, las siete Iglesias representan el
desarrollo cronológico de la historia de la Iglesia visto de manera
espiritual. Señalan que Éfeso parece caracterizar el período
apostólico en general y que la progresión del mal que culmina en
Laodicea parece indicar el estado final de la apostasía de la Iglesia....
el orden de los mensajes a las Iglesias parece ser divinamente
seleccionado para dar proféticamente el movimiento de la historia de
la Iglesia” (John Walvoord, The Revelation of Jesus Christ [La
revelación de Jesucristo], 1989, pp. 51-52).

Otro erudito, C.I. Scofield (1843-1921), editor de la Biblia de Estudio


Scofield, da una explicación similar:

“De nuevo, estos mensajes en sus propios términos van más allá de
las asambleas locales mencionadas. Se puede observar que Éfeso
(Apocalipsis 2:1-7), aunque una Iglesia local en los días del apóstol,
es típico del siglo primero como un todo; Esmirna (Apocalipsis 2:8-
11) caracteriza a la Iglesia bajo persecución, por ejemplo, desde 100-
316, d.C.; Pérgamo (Apocalipsis 2:12-17), “donde mora Satanás” es
sugerente de la Iglesia que se mezcla con el mundo, por ejemplo, en
la Edad Media; Tiatira (Apocalipsis 2:18-29 revela cómo el mal
avanza en la Iglesia y la idolatría se practica; Sardis (Apocalipsis 3:1-
6) es representante de la Iglesia que está como muerta, pero aun así
tiene una minoría de hombres y mujeres de Dios, como durante la
Reforma; Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13) muestra avivamiento y un
estado de avance espiritual; Laodicea (Apocalipsis 3:14-19) es
ilustrativo del estado final de la apostasía que experimentará la
Iglesia visible” (Scofield Study Bible [Biblia de Estudio de Scofield],
Apocalipsis 1:20).

Si bien la Biblia no nos da fechas específicas para los períodos o eras


del desarrollo de la Iglesia y muchos de estos períodos se
sobreponen, existen indicadores de este progreso histórico en los
mensajes a las Iglesias. A continuación están algunas de estas
aparentes indicaciones del desarrollo histórico de la Iglesia:

Éfeso, la primera Iglesia que se menciona en los mensajes a las siete


Iglesias de Apocalipsis, fue el centro del ministerio de Juan al final
del primer siglo. La isla de Patmos, donde Juan tuvo la visión
mencionada en el libro de Apocalipsis, estaba a sólo 89 kilómetros de
Éfeso. Es bien sabido que Juan predicaba acerca del amor —algunos
se refieren a él como el apóstol del amor— para ayudarles a los
cristianos de la época a recuperar su “primer amor” (Apocalipsis 2:4;
1 Juan 3:10-11, 14, 16-18, 23).

A Esmirna, la segunda Iglesia mencionada, le fue dicho que tendría


“… tribulación por diez días” (Apocalipsis 2:10). Acerca de este
versículo Adam Clarke manifestó: “Como los días en este libro son lo
que comúnmente se conocen como días proféticos, cada uno
correspondiente a un año, entonces diez años de tribulación pueden
significar diez años de persecución; y este fue el tiempo exacto que
duró la persecución durante Diocleciano, en la que todas las Iglesias
en Asia se vieron gravemente afectadas. Otros entienden la
expresión como implicando frecuencia y abundancia, como lo hace
en otras partes de las Escrituras” (Adam Clarke
Commentary, [Comentario de Adam Clarke], Apocalipsis 2:10).

Independiente del significado exacto de los “diez días” en Apocalipsis


2:10, la historia muestra que la Iglesia de Dios sufrió gran
persecución en sus primeros siglos. Como se mostró, está implícito
en el mensaje a Esmirna y también en el tercer mensaje (a Pérgamo)
en el que Dios se refiere a “ni aun en los días en que Antipas mi
testigo fiel fue muerto entre vosotros” (Apocalipsis 2:13).

Los mensajes a las últimas cuatro Iglesias hablan del regreso de


Cristo —lo que indica que por lo menos un remanente de Tiatira,
Sardis y Filadelfia todavía existirán, junto con Laodicea, en el tiempo
del fin (Apocalipsis 2:25; Apocalipsis 3:3, 11,20). Como antesala de
que la historia se acerca a su final antes del regreso de Cristo, a
Filadelfia le es prometida protección “yo también te guardaré de la
hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para
probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10).

Advertencia para los cristianos a través de los siglos


La tercera forma en que los mensajes a las siete Iglesias pueden ser
entendidos es a manera de consejos y advertencias para los
cristianos a lo largo de todos los tiempos. La respuesta de cada
Iglesia al consejo que le es dado puede ser entendida también como
actitud. La relevancia que tienen estos mensajes para los cristianos a
lo largo de la historia, se vuelve obvia al final de cada mensaje a las
siete Iglesias: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
Iglesias” (Apocalipsis 2:7,11, 17, 29; Apocalipsis 3:6, 13, 22).

Aunque hay explicaciones más completas disponibles en los artículos


de cada congregación con respecto a la relevancia de cada mensaje,
a continuación verá un resumen abreviado de las lecciones que
podemos aprender de las instrucciones que Dios le dio a cada
Iglesia:

 Éfeso (Apocalipsis 2:1-7): No pierda el amor por la verdad de


Dios ni por su pueblo.
 Esmirna (Apocalipsis 2:8-11): Permanezca fiel ante la tribulación
y la pobreza.
 Pérgamo (Apocalipsis 2:12-17): Resista a la influencia de
Satanás, incluso hasta la muerte, de ser necesario.
 Tiatira (Apocalipsis 2:18-29): Resista las falsas enseñanzas.
 Sardis (Apocalipsis 3:1-6) Permanezca celoso y puro en su modo
de proceder.
 Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13): Persevere y camine a través de
las puertas que Dios abre.
 Laodicea (Apocalipsis 3:14-22): No se vuelva tibio en el camino
de vida de Dios.

Abuso de las eras de la Iglesia

De la misma manera que gran parte de las enseñanzas de la Biblia


han sido incomprendidas y mal aplicadas, algunos han tergiversado
los mensajes a las siete Iglesias para decir que cierta organización o
grupo de personas representan una era de la Iglesia en particular,
por ejemplo Filadelfia; en tanto que otros creyentes representan otra
era, como Laodicea. No importa lo que digamos los seres humanos,
debemos recordar que Cristo será el verdadero juez (Hechos 10:42;
Hechos 17:31; 2 Timoteo 4:1).

En cuanto a juzgar a los demás de ser laodicenos, es irónico observar


que la característica principal de los de Laodicea era juzgar mal su
condición espiritual. De nuevo, la enseñanza vigente para nosotros
en la actualidad, es escuchar y aplicar todos los mensajes que les
fueron dados a las Iglesias. El curso prudente de acción es prestar
atención a todos los mensajes y dejar que Cristo se encargue del
juicio —¡un papel que sin duda va a cumplir!

También podría gustarte