AMOR A DIOS
LA IMPORTANCIA DE AMAR A DIOS
Los temas sobre madurez cris ana comienzan con el Amor a Dios porque este tema ocupa una posición
central en la enseñanza y en la vida cris ana. Todo lo demás incluyendo el amor al prójimo debe brotar de
una ferviente adhesión a Dios mismo. Aún a los cris anos más comprome dos les falta entender
plenamente esta verdad. Los cris anos necesitan ayuda para que el amor a Dios llegue a ocupar el lugar
central en sus vidas como debe ser.
METAS E IDEALES
Muchas veces los cris anos ignoran la importancia del Amor a Dios porque no comprenden cuál es la meta
que debe mo var la vida cris ana. Dios creó al hombre con un propósito o meta. El hombre ene que tener
una meta y enfocar sus energías para conseguirla, De hecho, Dios nos dio la capacidad para alcanzar el ideal
que Él quiere para nuestra vida.
El ideal y la meta máxima para el hombre está contenido en el primero y principal mandamiento: "Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”, (MT. 22:34-37), Cualquier meta
en la vida cris ana debe basarse en este mandamiento que lo abarca todo. El comer, el beber, el trabajar, el
jugar, el orar, el amar a los demás, todo debe estar al servicio del ideal de Amar a Dios. Las metas
par culares adquieren su sen do y valor en cuanto formen parte de este ideal que lo unifica todo.
La fuente de todas las desgracias humanas es el descuido de este ideal. El hombre fabrica otros ideales.
Algunos desean éxito, fama, comodidad. Otros subordinan todas las metas a conseguir conocimientos,
ciencia, poder polí co, revolución social, o la adquisición de un tulo profesional.
Todavía otros se entregan al cuidado de sus hijos con la esperanza de que su descendencia sea feliz, mejor
educada y con más éxito que sus padres. Pero ninguno de esta ideales podrá dar al hombre la felicidad
defini va.
Muchos de estos ideales son legí mos siempre que estén subordinados al supremo ideal cris ano de Amar a
Dios primero y sobre todo, Pero los hombres pocas veces buscan este ideal divino. Los hombres se
equivocan en dos sen dos:
1ro.- Algunos hacen a un lado el ideal cris ano y persiguen sus propios ideales independientes. Sus vidas
siguen un curso contrario al plan de Dios para el hombre.
2do.- Otros cometen un error más su l. Ellos subordinan el Amor a Dios a otros ideales dispersos escogidos
según su elección personal. Estos hombres se dicen cris anos, pero el cris anismo es una de tantas
ac vidades y compromisos, puesto al servicio de cualquier cosa. Así el plan de Dios no puede realizarse en
ellos. Han caído en el error de no tener un ideal central, que unifique su vida.
La vida sin un ideal que unifique y centre a los demás es una vida de confusión y contradicción. Dios quiere
que el hombre tenga un ideal que unifique y abarque todo: Amar a Dios con todo el corazón, alma y fuerzas
y que todo quede subordinado a este plan divino.
MEDIOS Y FINES
Los cris anos fallan al seguir el verdadero ideal de vida porque creen que el Amor a Dios es un medio para
conseguir algo y no lo toman como un fin en sí mismo. Por ejemplo: muchos cris anos cometen el error de
tomar su amor a Dios como algo que les sirve para su realización personal.
Un individuo usualmente se convierte en un cris ano comprome do porque llega a comprender que las
necesidades más profundas en su vida no las puede llenar ninguna fuerza sino sólo Dios. Este mo vo es
honesto y aceptable, incluso el curso de iniciación acentúa las promesas de Dios, de darnos vida y vida en
abundancia, Sin embargo, conforme una persona crece en la vida cris ana, su gra tud por la misericordia de
Dios debe entrar a un nivel más profundo.
Comienza a percibir la majestad, la gloria y la san dad de Dios, se da cuenta de que el Amor a Dios es el
propósito y el fin de toda la existencia humana. Así hay un pasar de la gra tud al amor, se ve a Dios ya no
como un medio, sino como un fin. Amar a Dios es un fin, ene sen do en sí mismo. Sin embargo, muchos
cris anos nunca dan este paso de dar gracias a Dios por lo que El ha hecho, a alabarlo por ser El quien es.
Si muchos cris anos fallan por ver a Dios como un medio para conseguir su realización personal, otros fallan
por subordinar el Amor a Dios, al amor al prójimo. Estos cris anos saben que Dios es más que un medio
para su realización personal, pero lo u lizan también como un medio para poder amar y hacer el bien al
prójimo. Para muchos de estos cris anos el evangelismo o la acción social suplantan a la oración como
centro de su vida cris ana; la intercesión suplanta a la alabanza como centro de su oración.
Es cierto que las necesidades humanas son grandes y Dios llama intensamente a los cris anos a que se
interesen por su solución. Los hombres tampoco pueden amar a Dios si no aman a los demás hombres
creados a imagen de Dios. Pero el Amor a Dios siempre esta primero. Los cris anos deben amar a Dios por El
mismo. No lo aman Únicamente para que Él les dé la capacidad de amar a otros, o para conseguir que
escuche sus oraciones de intercesión. “Ama al Señor tu Dios” es el primero y principal mandamiento, el
segundo es “Ama a tu prójimo”, es semejante al Primero. Pero el segundo está subordinado al primero.
QUE SIGNIFICA AMAR A DIOS
Muchos cris anos están confundidos acerca del lugar que debe ocupar el Amor a Dios en sus vidas, porque
no en enden lo que significa el Amor a Dios, Un error muy común es creer que el amor a Dios equivale a
una experiencia emocional ya sea de gozo de po espiritual o un hermoso y constante sen miento acerca de
Dios.
Los cris anos que creen eso están en un error, porque sus emociones y sen mientos son variables y pasan
rápidamente de un alto nivel a un nivel bajo, y entonces siempre estarían amando a Dios de una manera
inconstante y pueden caer en un estado de desánimo por sen rse incapaces de amar a Dios todo el empo.
Un segundo error es ver el Amor a Dios como una obligación rígida que ene que vivirse con fría severidad.
Para estos cris anos el Amor a Dios es un mandamiento impersonal que hay que cumplir como una carga
que se nos ha impuesto.
Por sobre estos errores, el Amor a Dios se expresa y se encarna en una relación personal y comprome da.
Esto es algo di cil de entender para el hombre actual porque la sociedad moderna ofrece pocos ejemplos de
relaciones personales basadas en un compromiso. El ejemplo más común sería el matrimonio. Si el amor del
esposo depende sólo de las emociones posi vas, entonces este amor variaría mucho cada día. Para que
permanezca el amor en el matrimonio debe estar basado en algo más firme que las emociones. Por otra
parte, un hombre no puede tomar su matrimonio como una serie de normas, reglamentos y
responsabilidades que ene que cumplir como un frío deber, Su amor debe ser profundamente personal
abarcando todos los aspectos de su vida. Lo que caracteriza la clase de amor que une al matrimonio es el
compromiso (alianza), esto no se basa sólo en emociones, sino en una decisión de darse plenamente el uno
al otro. Este amor es personal, no es un adherirse a reglas o normas, sino un comprometerse profunda y
totalmente a una persona. La relación personal incluye también las emociones, aun cuando la relación o
compromiso no se base en ellas.
Del mismo modo la relación con Dios debe ser un compromiso personal de amor. Es un amor
comprome do. Es una firme decisión por la que el hombre responde y se une a Dios, incluyendo las
emociones humanas, pero sin depender de ellas. Es también un amor personal: Es algo que envuelve toda la
persona en una unión total.
La relación del cris ano con Dios difiere de la relación entre esposo y esposa en un aspecto muy importante:
La persona con la que se ha unido el cris ano es el Creador y Dueño del universo. Dios y el hombre no están
unidos como dos iguales, hay una diferencia infinita. Nosotros debemos responder con temor y obediencia a
este Dios de grandeza, de poder, de gloria y san dad. Pero el amor a Dios no se impone, El no presiona, sino
que nos llama a responder y obedecer libremente, nos llama a ofrecer nuestra vida como una ofrenda de
amor, un sacrificio vivo (Rom. 12:1), nos llama a que ordenemos nuestra vida de modo que pueda girar en
torno a Él.
Por lo tanto, los cris anos deben usar todo su empo, su dinero y sus acciones para servir y glorificar a Dios.
Esto no significa que ya no pueda tener un carro, o ropa atrac va, o un viaje de vacaciones, u otras cosas
deseables. Sin embargo, el criterio para tener estas cosas agradables debe seguir el plan de Dios y no la
voluntad humana. Dios da a los cris anos las cosas que ellos necesitan. Los hombres deben poner su
atención y empeño en complacer a Dios y dejar que El ponga su atención y empeño en complacerlos a ellos.
Cuando los hombres entran en esta relación comprome da y personal con el Creador y Señor del universo,
ellos pueden estar seguros que El proveerá a sus necesidades y dará cumplimiento a sus legí mos deseos.
MODOS PRACTICOS DE AMAR A DIOS
Si los cris anos desean entender lo que significa el Amor a Dios, deben dar los primeros pasos para expresar
y nutrir su amor por Dios. Estos pasos o acciones están al servicio del ideal cris ano de amar a Dios sobre
todas las cosas.
1.- ORACIÓN PERSONAL
La primera y más importante acción para crecer en el amor a Dios es la prác ca regular de la oración
personal. En la oración, los cris anos pueden comenzar a experimentar a Dios en una forma nueva y
personal, aprender a apreciar su poder, san dad y gloria. La oración no siempre es una experiencia donde
intervienen las emociones. Los cris anos demuestran un verdadero y ferviente amor a Dios si permanecen
fieles al empo de la oración personal sin importar el estado emocional en que se encuentren. Perseverando
en oración tanto en empos de gozo, como en empo de aridez, es como el cris ano demuestra su
profundo compromiso de amor con Dios. El cris ano aprende que con frecuencia Dios trabaja más
poderosamente durante el empo cuando la oración es más di cil.
2.- ORACIÓN EN GRUPO
Los cris anos deben expresar también su amor a Dios a través de la oración comunitaria de la Iglesia, Dios
ha hecho de la Iglesia, “Un Templo Santo” (Ef.2:21) (1 Ped. 2:5), esto significa que la Iglesia (asamblea) es el
lugar apropiado para dar culto a Dios. Por lo tanto, un cris ano que quiere amar a Dios y vivir en su
presencia, se reunirá regularmente con otros cris anos para el culto en común y para la oración, Esto se
realiza en grandes asambleas, así como también en el servicio ordinario en pequeñas reuniones porque
Jesús dijo: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos” (Mt, 18:20: Jn.
4:19.23).
Los cris anos deben par cipar de los sacramentos como una forma donde se expresa el amor a Dios. El
culto en comunidad une a los cris anos con otros para expresar el Amor a Dios por medio de la Alabanza.
3.- HERMANOS Y HERMANAS
Un cris ano puede también amar a Dios compar endo sus pensamientos, experiencias, dones y
necesidades con otros cris anos. Los primeros cris anos se reunían diariamente en el amor de una familia
espiritual: “La comunidad de los que habían creído eran un solo corazón y una sola alma y nadie decía que
las cosas eran propiedad suya, sino que todo era propiedad común.” (Hechos 4:32]. Del mismo modo, los
cris anos de hoy deben expresar su amor a Dios relacionándose unos con otros con verdad, afecto y
compromiso.
4.- LA SAGRADA ESCRITURA
En la oración el cris ano habla y escucha a Dios. Leer la Biblia es una forma de escuchar a Dios. Cuando un
cris ano lee con regularidad la Sagrada Escritura y con fe de que es la Palabra de Dios, Dios puede revelarse
más plenamente y aumentar el fervor y la dedicación del cris ano.
El cris ano debe acercarse a la Biblia con el deseo de aprender, con el deseo de que el Espíritu Santo forme
su mente de acuerdo con las verdades del Reino de Dios. Así los cris anos pueden expresar amor a Dios,
leyendo la Sagrada Escritura cada día humildemente y con fe.
5.- EL DINERO
Otra forma de amar a Dios es usar los recursos económicos para servir a los intereses del Reino de Dios.
Amar a Dios significa entregar todo en sus Manos, incluyendo dinero y propiedad. Dos formas específicas de
como el cris ano puede usar su dinero para servir al Reino de Dios es dando el diezmo y ofrendas
voluntarias. El diezmo es la prác ca de dar la décima parte del ingreso para la obra del Señor. Las ofrendas y
la limosna es el acto de ayudar a los pobres y necesitados. El cris ano debe sen rse responsable de las
necesidades de sus hermanos y hermanas en Cristo.
Administrar el dinero de una manera sabia y generosa es una forma de expresar el compromiso de amor a
Dios.
6.- EL USO DEL TIEMPO
A veces los hombres guardan con más celo su empo que su dinero. Entregar nuestro empo y energía a
Dios es otra forma prác ca de amarlo. Los cris anos no deben gastar todo su empo libre en gustos
personales o en recreaciones. Ellos deben usar gran parte de su empo en el servicio cris ano, ya sea en las
obras de la comunidad, la atención cris ana de la propia familia o extendiendo el Reino de Dios entre los no
conver dos. La oración, la lectura bíblica y el discipulado cris ano debe tener gran prioridad en el horario
cris ano. Si un cris ano no se ha entregado a Dios en este aspecto, él está descuidando una importante
forma de amar a Dios.
7.- DECISIONES
La manera como una persona hace decisiones, revela cuáles son sus valores y prioridades. Si es
independiente centrado en sí mismo preguntará ¿Qué es lo que quiero hacer? ¿Qué es lo que agrada más?
Si depende de otras personas preguntará ¿Qué es lo que quiere Juan que yo haga? ¿Qué es lo que le agrada
a Juanita? Pero los cris anos que han entregado su vida y se han comprome do con Dios preguntarán ¿Qué
quiere Dios que yo haga? ¿Cómo puedo agradar al Señor?, Amar a Dios significa hacer decisiones de
acuerdo con su voluntad.
8.- EL ESPIRITU SANTO Y LA PACIENCIA
Una pregunta final puede desalentar aún a personas que han entendido lo que significa amar a Dios: ¿Cómo
puedo yo en mi debilidad amar a Dios, como Él debe ser amado? Hay que recordar que nosotros crecemos
en nuestra relación con Dios. Un cris ano no aprende a amar a Dios totalmente en un día, o en un curso de
iniciación, o en un curso de crecimiento.
Crecer en el amor a Dios es un proceso que abarca todo el empo de la vida cris ana. Dios es paciente con
el hombre y quiere que los hombres sean pacientes con ellos mismos. Y aún más el cris ano no crece en el
amor a Dios por esfuerzo propio, aunque se requiere de su esfuerzo, el progreso del amor a Dios depende
primeramente de que el cris ano se abra al Espíritu de Dios que habita en él. Si un cris ano intenta vivir el
ideal del amor a Dios en sus propias fuerzas se desalentará, se frustrará, se impacientará. Los cris anos
deben creer que el Espíritu Santo vive en ellos y está ac vamente transformando sus vidas. Para crecer en el
amor a Dios, los cris anos deben aprender a descansar diariamente en el poder del Espíritu Santo.