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Cipriano de Cartago

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Cipriano de Cartago

- Su nombre era Cecilio Cipriano Tascio. Era de la Iglesia latina, el siglo III.
- Fue ordenado sacerdote enseguida y nombrado obispo de Cartago en el año
248/249.
- Vivió en el tiempo de las persecuciones de Decio (logro huir, pero era para poder
seguir dirigiendo la Iglesia) y Valeriano (en esta última murió el 14 de septiembre
de 256).
- Mantuvo una fluida correspondencia epistolar con Novaciano (presbiterio y luego
obispo cismático de Roma), por problemas teológicos y pastorales, nunca se vieron.
- Sabemos de él por un breve texto de su obra Ad Donatum, Acta de su martirio y
Vita Cypriani, que es más un panegírico por su diácono Poncio.
- Sus obras son:
o Ad Donatum, una apología de su conversión al cristianismo dirigida a un
eximio y culto amigo de Cartago, correspondencia epistolar de 81 cartas.
o De lapsis (Sobre los apostabas, en 251): para fundamentar una normativa
uniforme del tratamiento de los lapsi. El escrito consta de 36 capítulos.
 Introducción habla de su alegría agradeciendo a Dios el final de la
persecución, encomia a los confesores por su perseverancia en la
persecución, pero defiende que también la huida es un medio
adecuado para conservar la fe.
 La parte principal expone el contraste entre este comportamiento
recto y el de los lapsi. Primero razona la persecución como prueba de
la fe, como castigo por las anomalías existentes en la Iglesia y cómo
consonante con los vaticinios de la Sagrada Escritura. Señala después
que hay que hacer cuatro apartados en lo tocante al comportamiento
respecto de los lapsi:
1) Se debe actuar con toda severidad contra los que se
doblegaron de inmediato a la orden de sacrificar; se puede
tener cierta indulgencia sólo con los que cedieron bajo la
presión de las torturas.
2) Por eso, tampoco los confesores pueden readmitir a la
ligera a los pecadores.
3) La readmisión injustificada o incluso contra la voluntad
del obispo acarrea el castigo de Dios; a veces ya aquí, en
la tierra, como Cipriano expone sirviéndose de varios
ejemplos.
4) También los libellatici han pecado, pues según el
certificado han apostatado; por consiguiente, deben hacer
penitencia.
5) La conclusión reglamenta con detalle los tiempos de
penitencia, exhorta a la conversión y promete a los
arrepentidos la gracia de Dios.

o De unitate ecclesiae (La unidad de la Iglesia, en 251):


 Habla del primado del Obispo de Roma y de San Pedro como el
origen de la unidad de la Iglesia.
 La totalidad del tratado, motivado por la rabiosa actualidad de las
divisiones en Roma y en Cartago después de la persecución de
Decio, ofrece una eclesiología de la unidad siguiendo la intención de
construir una sistematización.

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