La educación cómo práctica de libertad
Paulo Freire (1965)
Paulo Reglus Neves Freire fue un pedagogo, educador y filósofo brasileño. Es
considerado uno de los pensadores más notables en la historia de la pedagogía a nivel
mundial, tanto por su representación de la pedagogía crítica, como por su
orientación marxista. Es conocido por su influyente trabajo, llamado la Pedagogía del
oprimido (1969), que generalmente se considera uno de los textos fundamentales del
movimiento de pedagogía crítica.
El texto recopila mensajes dejados por Paulo Freire, que destacan la importancia de la
educación bajo una visión que la relaciona a la acción y reflexión para transformar el
mundo. Freire defiende una idea de la educación que tiene que ver con liberar al
oprimido a partir de su alfabetización, en este orden de ideas, comprende que los
métodos de alfabetización tradicionales son domesticadores y se asumen como un
regalo de "los que saben" a "los que no saben" en lugar de un derecho fundamental.
En sus planteamientos, Freire enfoca en la educación el acto de concienciación, que
implica alfabetizar al sujeto partiendo desde su contexto y el diálogo con los otros, de
forma que aprender una lengua no se trate de decodificar los planteamientos escritos e
impuestos por instituciones de poder, sino de garantizar que el sujeto conozca su
historia, su posición social y política, y como participar en estos dos ámbitos.
Añadiendo su praxis a la educación, Freire también cuestiona las convenciones de la
educación tradicional (a la que se refiere como "bancaria") sosteniendo la importancia
de acabar con la relación de poder entre el educador y el educando.
La pedagogía libertaria de Paulo Freire sigue siendo de vital importancia en el contexto
latinoamericano, donde las inequidades sociales, la exclusión y la falta de acceso a la
educación de calidad continúan siendo desafíos significativos. Freire nos enseñó que la
educación no es simplemente un acto de depositar conocimiento en las mentes de los
estudiantes, sino un proceso de diálogo y liberación que empodera a las personas para
transformar sus realidades. En una región marcada por profundas disparidades
económicas y sociales, la pedagogía freiriana es una herramienta indispensable para
fomentar la conciencia crítica y la acción transformadora.
Al seguir con la pedagogía libertaria de Freire, podemos abordar las estructuras de
poder injustas que perpetúan la marginalización y la opresión. En América Latina,
donde la desigualdad es palpable en todos los aspectos de la vida, la educación
basada en los principios de Freire es fundamental para desafiar el status quo y
promover la justicia social. Al priorizar el diálogo horizontal, el respeto mutuo y la
participación activa, esta pedagogía no solo enseña contenidos académicos, sino que
también capacita a los estudiantes para convertirse en agentes de cambio en sus
comunidades.
En resumen, seguir con la pedagogía libertaria de Freire en Latinoamérica es esencial
para construir sociedades más justas y equitativas. Al empoderar a los individuos para
que cuestionen las injusticias y participen activamente en la transformación de sus
realidades, esta pedagogía no solo ofrece herramientas para el desarrollo personal,
sino que también promueve el bienestar colectivo y la construcción de un futuro más
inclusivo y democrático para todos.