CIENCIA POLITICA
INTRODUCCIÓN
La historia de Roma abarca dos períodos clave: la República y el Imperio. La República
Romana, que se estableció alrededor del 509 a.C., fue una forma de gobierno donde el
poder residía en el Senado y los magistrados elegidos. Este sistema republicano
permitió a Roma expandirse y consolidarse como una potencia en el Mediterráneo. Sin
embargo, hacia el siglo I a.C., las tensiones internas y las guerras civiles
desestabilizaron la República, dando lugar al surgimiento del Imperio Romano en el 27
a.C., bajo el control de un solo gobernante, el emperador Augusto. Este cambio
institucional marcó el inicio de una nueva era de centralización del poder y expansión
territorial.
DESARROLLO
La República Romana (509 a.C. - 27 a.C.)
Durante la República, Roma era gobernada por un sistema político mixto, que
combinaba elementos democráticos, aristocráticos y monárquicos. El Senado,
compuesto principalmente por aristócratas, tenía un papel dominante en la toma de
decisiones. Además, se elegían anualmente dos cónsules que tenían el poder ejecutivo, y
otros magistrados como los pretores y tribunos, que representaban los intereses del
pueblo.
Uno de los pilares de la República fue la expansión territorial, que le permitió a Roma
controlar la península itálica y gran parte del Mediterráneo. Las guerras púnicas (264-
146 a.C.), contra Cartago, son un ejemplo clave de este proceso. Roma no solo
consolidó su hegemonía en el Mediterráneo occidental, sino que comenzó su expansión
hacia el este, enfrentándose a los reinos helenísticos.
Sin embargo, esta expansión también generó profundas tensiones sociales y políticas.
La acumulación de tierras en manos de unos pocos, la explotación de los territorios
conquistados y el creciente poder militar de los generales provocaron un debilitamiento
del sistema republicano. Las reformas de los hermanos Graco (Tiberio y Cayo) y los
enfrentamientos entre optimates (nobleza) y populares (partidarios de las reformas
sociales) son algunos ejemplos de los conflictos que marcaron esta etapa. Finalmente,
las guerras civiles entre Julio César y Pompeyo, y luego entre Octavio (futuro Augusto)
y Marco Antonio, llevaron al colapso del sistema republicano.
El Imperio Romano (27 a.C. - 476 d.C.)
Con la victoria de Octavio en la batalla de Actium (31 a.C.) y su ascenso al poder como
Augusto, comenzó el Imperio Romano. A diferencia de la República, el Imperio se
caracterizó por la concentración del poder en manos del emperador, quien controlaba
tanto el ejército como la administración civil.
El período de paz y prosperidad conocido como la Pax Romana (27 a.C. - 180 d.C.)
permitió una consolidación del poder imperial y una expansión territorial sin
precedentes. Durante este tiempo, Roma se extendió desde Britania hasta Mesopotamia,
y desde el Danubio hasta el norte de África. La administración del vasto Imperio se
apoyaba en una red de carreteras, una burocracia eficiente y un ejército profesional.
Sin embargo, a partir del siglo III d.C., el Imperio comenzó a enfrentarse a una serie de
crisis. La presión de los pueblos bárbaros en las fronteras, las luchas internas por el
poder, y la creciente dificultad para controlar un territorio tan vasto, provocaron una
lenta decadencia. El Imperio fue dividido en dos partes en 395 d.C., y mientras el
Imperio Romano de Occidente cayó en 476 d.C., el Imperio Romano de Oriente,
también conocido como Imperio Bizantino, continuó hasta 1453.
DATOS IMPORTANTES
La República Romana y el Imperio Romano son dos períodos fascinantes de la historia,
llenos de curiosidades. Aquí tienes algunos datos curiosos sobre ambos:
República Romana (509 a.C. - 27 a.C.)
1. Origen del Senado: El Senado romano, aunque era una institución
importante durante el Imperio, se originó en la República Romana. Inicialmente, solo
los patricios (nobles) podían ser senadores, pero con el tiempo los plebeyos (ciudadanos
comunes) también fueron admitidos.
2. Cónsules en lugar de reyes: Después de la caída de la monarquía romana,
la República Romana fue gobernada por dos cónsules elegidos anualmente. Esto fue
para evitar que una sola persona tuviera demasiado poder, como lo habían hecho los
antiguos reyes.
3. Dictador temporal: En tiempos de crisis, la República Romana nombraba
a un dictador con poderes absolutos, pero solo por seis meses. El ejemplo más famoso
es Cincinato, quien después de resolver una crisis, renunció al poder y regresó a su
granja.
4. Luchas de clases: Hubo una serie de luchas entre los patricios
(aristócratas) y los plebeyos (ciudadanos comunes) por los derechos políticos. Estas
tensiones llevaron a la creación de la Ley de las XII Tablas, el primer código legal
romano, para dar más derechos a los plebeyos.
5. Triunfos romanos: Los generales que lograban grandes victorias militares
eran premiados con un “triunfo”, un desfile por las calles de Roma. El general desfilaba
en un carro, y detrás iban sus tropas y prisioneros. Era uno de los mayores honores en la
República.
Imperio Romano (27 a.C. - 476 d.C. en Occidente)
1. El primer emperador: Aunque Julio César fue fundamental para el fin de
la República, no fue emperador. Fue su sobrino nieto, Augusto (anteriormente conocido
como Octavio), quien se convirtió en el primer emperador romano en el 27 a.C.
2. Arenas y gladiadores: El Coliseo en Roma es el anfiteatro más famoso
del Imperio, y fue escenario de combates de gladiadores, ejecuciones públicas y otros
espectáculos. Los gladiadores eran, a menudo, esclavos o prisioneros de guerra que
luchaban por su libertad.
3. Pax Romana: Durante los primeros siglos del Imperio, se vivió un
período de relativa paz conocido como la Pax Romana (27 a.C. - 180 d.C.), durante el
cual el Imperio Romano alcanzó su mayor expansión y prosperidad.
4. Extenso sistema de carreteras: Los romanos construyeron una vasta red
de carreteras que conectaban las diversas partes del imperio, facilitando el comercio, la
administración y el movimiento de las legiones. La frase “Todos los caminos conducen
a Roma” se originó a partir de esta infraestructura.
5. División del Imperio: En el año 285 d.C., el emperador Diocleciano
dividió el Imperio Romano en dos mitades para hacerlo más fácil de gobernar. Esto
llevó a la creación del Imperio Romano de Oriente (Bizancio) y el de Occidente, siendo
el de Oriente el que sobrevivió hasta la caída de Constantinopla en 1453.
6. Ingeniería avanzada: Los romanos fueron grandes ingenieros y
arquitectos. Construyeron acueductos para llevar agua a las ciudades, como el Aqua
Appia en Roma, y perfeccionaron el uso del hormigón, lo que les permitió construir
estructuras impresionantes como el Panteón.
7. El Senado y los emperadores: Aunque los emperadores tenían el poder
supremo, el Senado romano continuó existiendo bajo el Imperio, aunque su influencia
disminuyó drásticamente. Algunos emperadores, como Calígula y Nerón, despreciaban
al Senado y tomaban decisiones sin consultarlo.
Estos períodos de la historia romana dejaron una profunda huella en la cultura, el
derecho, la ingeniería y la política del mundo occidental.
CONCLUSIÓN
La historia de Roma, desde la República hasta el Imperio, es un relato de expansión,
poder y transformación política. La República Romana, con su sistema de gobierno
relativamente inclusivo y su política expansionista, sentó las bases de la hegemonía
romana. Sin embargo, las tensiones internas y los desafíos sociales precipitaron su
colapso, dando lugar al surgimiento del Imperio, un sistema centralizado bajo la figura
del emperador. Aunque el Imperio alcanzó su mayor esplendor durante los primeros
siglos, las crisis políticas, económicas y militares llevaron finalmente a su
fragmentación y caída. No obstante, el legado de Roma, tanto en términos de
instituciones políticas como culturales, perduró y sigue siendo fundamental en la
historia occidental.