PROBLEMÁTICA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA
La imposición de la prisión preventiva en la actualidad se mantiene como una
problemática del ámbito de derecho procesal penal, manifestándose en una
inadecuada aplicación por parte de jueces, debido a que muchas veces se
aplica sin que concurran los presupuestos materiales, principios y sus
requisitos establecidos en la norma, sin realizar un análisis pormenorizados de
los mismos expidiendo prisiones preventivas arbitrarias (Dominique Palacios,
2021, pág. 3).
Es una medida coercitiva de tipo personal, muchas veces aplicada sin observar
los requisitos y presupuestos establecidos en el Código Procesal Penal, la
Casación 626-2013 de Moquegua, y el acuerdo plenario 01-2019, lindando con
la arbitrariedad con lo cual vulnerando los derechos fundamentales como son
libertad, presunción de inocencia y dignidad de la persona humana. Teniendo
en cuenta el hacinamiento penitenciario que se refleja en servicios sanitarios
precarios, privación de servicios de salud óptimos, alimentación, los cuales son
de conocimiento publico (Dominique Palacios, 2021, pág. 5).
La finalidad de un proceso penal es la determinación de la comisión de un
hecho delictivo, determinar si la persona imputada es responsable de dicho
acto o no. La antigua corriente procesal tenía como finalidad la sanción,
quedando rezagada por una mayor insistencia en el respeto de derechos y
garanticas personales, plasmándose estas ideas en los conceptos de
presunción de inocencia y debido proceso, en concordancia con el artículo 2,
inciso 24e) de la Constitución Política del Perú (Missiego del Solar, 2021, pág.
126).
Un mandato de prisión preventiva implica perder la libertad personal
ambulatoria que se encuentra inmersa en un proceso penal, por ello al
momento de dictar esta medida la persona no tiene una sentencia
condenatoria, dicho mandato estableciendo su internamiento en un penal, por
un plazo determinado hasta la resolución jurídica del proceso (Missiego del
Solar, 2021, pág. 127).
Las condiciones para la aplicación de la prisión preventiva se encuentra
tipificado en el artículo 268 del nuevo Código Procesal Penal a diferencia del
Código de Procedimientos Penales, el primero mencionado presenta pausas
que el juez debe tener en cuenta como el peligro de fuga o peligro de
obstaculización, con la intención de evitar que el juez interprete a su criterio
estas dos situaciones, fundamentándose en el artículo 269 y 270 del Nuevo
Código Procesal Penal, sin embargo a pesar que el Nuevo Código Procesal
Penal indique los requisitos a considerar para establecer el peligro de fuga u
obstaculización, los jueces siguen utilizando diferentes criterios para valorar
estos factores, condicionando este resultado no a los requisitos procesales,
sino al juez que le toca ver su pedido de prisión preventivo, por tal motivo los
jueces supremos fijaron criterios que debían aplicarse para la imposición de
una medida tan grave, plasmándose en el Acuerdo Plenario 1-2019/CIJ-116
(Missiego del Solar, 2021, págs. 127-129).
En relación al peligro procesal, los jueces tienen criterios sesgados, usando el
análisis del llamado peligrosísimo procesal bajo criterios subjetivos sin tener en
cuenta la realidad social y económica del país, nuestra economía es una
economía informal donde más del 70% vive en la informalidad, sujetos a
subempleos como los moto taxistas, taxistas informales, comerciantes
ambulantes en las diferentes áreas o rubros, los cuales no podrán sustentar su
arraigo laboral, en relación al arraigo domiciliario, muchas personas viven en
casas alquiladas, alquileres de boca, en casa de familiares o parejas, sin
considerar la zona en donde viven, muchas personas migran de su zona de
origen por diversos motivos entre ellos económicos, políticos, educativos entre
otros (Dominique Palacios, 2021, págs. 33-34).
Sobre el peligro procesal de fuga, se debe tener en cuenta el arraigo que tenga
el imputado en el lugar donde es juzgado, determinándose por la residencia
habitual, domicilio, asiento familiar, las facilidades que el imputado pueda tener
para abandonar el lugar, en los casos donde el procesado sea inquilino no
contaría como arraigo domiciliario, por dicha razón el juez entendería que
pueda eludir la justicia o junto a otros criterios subjetivos como, si es un hombre
joven que aún no trabaja esto demuestra que al no tener arraigo laboral tendría
la disponibilidad de disponer de una fuga, en caso viva en provincia esto podría
ser motivo que busque trabajo en otras ciudades generando sus ausencia en el
proceso penal, por ello muchas veces los jueces fundamentos su decisión en
meras suposiciones o conjeturas subjetivas sin que exista de manera objetiva
el peligro de fuga (Dominique Palacios, 2021, pág. 11).
Los jueces competentes para declarar fundado dicho requerimiento muchas
veces lo realizan sin que existan los presupuestos procesales de forma
objetiva, siguiendo en muchos casos la no verificación de la concurrencia de
los fundados y graves elementos de convicción a que alude el código procesal
penal teniendo la calidad de sospecha fuerte que lo vincule al delito materia de
imputación, debiendo existir una imputación necesaria, suficientes elementos
de convicción obtenidas de manera licita que permita al juez aplicar
razonablemente si el procesado es responsable del ilícito penal, en relación a
la prognosis de la pena en muchos de los casos solo consideran la pena
abstracta establecida en el tipo penal sin realizar una dosificación en relación a
la pena y el caso en concreto, revisar los atenuantes, agravantes, condiciones
personales, habitualidad entre otras reglas (Dominique Palacios, 2021, pág.
32).
El acuerdo Plenario 1-2019/CIJ-116
El acuerdo Plenario 1-2019/CIJ-116, del 10 de setiembre del 2019, describe los
requisitos que debe tener en cuenta el juez al dictar dicha medida, no solo
describe sino que recuerda los ya establecido en el Nuevo Código Procesal
Penal, debido a que muchos jueces tenían una particular interpretación de los
artículos 269 y 270 del citado código, ocasionando en un primer momento la
expedición de mandatos que meses después era revocado por la sala Penal,
considerando de no adecuados dichos fundamentos, incluso llegando a
instancia constitucionales por la emisión de medidas que habían vulnerado los
derechos y garantías del imputado (Missiego del Solar, 2021, pág. 129).
Entre los aspectos que se enfoca este acuerdo plenario es la razonabilidad del
tiempo de duración de las audiencias, en donde el juez decidirá si acepta o no
el requerimiento formulado por el Ministerio Publico, señalando que tanto la
defensa técnica como el Ministerio publico deben enfrentar su argumentos
basándose en aspectos centrales que guarden relación con el tema en debate,
es obligación del juez controlar los tiempos, sin dejar que los sujetos
procesales extiendan sus argumentos en maratónicas presentaciones. Otro
elemento importante es establecer lo que se discute que es establecer si
procede o no el pedido, en este caso no se debe discutir si la persona es o no
responsable de los hechos de imputación, ni la pena que debe aplicarse,
llevando este tema a la razonabilidad del plazo de duración de la prisión
preventiva. Según el Acuerdo plenario citado anteriormente señala que el plazo
que debe estar condicionado a los criterios que puedan surgir en el proceso en
particular y no estrictamente a los plazos máximos que señala el código
(Missiego del Solar, 2021, pág. 132).
La aplicación de la Prisión Preventiva durante la emergencia sanitaria.
La emergencia sanitaria que se dio desde marzo del 2020 trajo consigo una
serie de medidas que impactaron en el día a día de los ciudadanos. A partir de
ellos se comenzaron a emitir resoluciones judiciales disponiendo detención
domiciliaria, en términos simples procedía dicha medida cuando se cumplía los
tres requisitos de la prisión preventiva, presentando un factor extra vinculado a
la salud del sujeto, a través de lo dispuesto en el artículo 290 del nuevo código
procesal penal prescribe en sus primeros incisos lo siguiente: Se impondrá
detención domiciliaria si el imputado es mayor de 65 años, adolece de una
enfermedad grave o incurable, sufre grave incapacidad física permanente que
afecte sensiblemente su capacidad de desplazamiento, es madre gestante. Sin
embargo, debido a la emergencia sanitaria y la precoz gestión de salud
penitenciaria fue motivo para dictar detención domiciliaria no necesariamente
por convicción sino por necesidad, teniendo el factor extra el de salud
(Missiego del Solar, 2021, pág. 133).
La situación que el estado enfrento producto de la emergencia sanitaria, los
riesgos que producía su gravedad y la manera en la propagación del virus
género que desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos(CIDH)
se exhortara la implementación de mecanismos, protocolos, medias que
pudieran garantizar la salud adecuada de las personas, resaltando aquellas
personas que se encontraba sentenciados e impuesto pena privativa de
libertad o recaiga una medida de prisión preventiva. Según el INPE, hasta
diciembre de 2019, existía un exceso de 55 411 internos generando una tasa
de sobrepoblación del 138%, suponiendo una incapacidad de atención de
necesidades, sin dejar de mencionar que de dicho total 34 879 aún se
encontraban en calidad de procesados (Calderón Cotrina & Jaramillo Saboya,
2022).
Modificatoria de acuerdo al Decreto Legislativo N°1585
De conformidad con la última modificación al artículo 283 del nuevo código
procesal penal sobre la cesación de la prisión preventiva y revisión de oficio, de
acuerdo al decreto legislativo N° 1585 publicado el 22 de noviembre de 2023 1,
la misma que señala que el imputado privado de su libertad puede solicitar al
juez de investigación preparatoria el cese de su prisión preventiva o que esta
pueda ser cambiada por una medida de comparecencia, la cual puede
accionarse todas la veces que sea conveniente con la finalidad de seguir su
proceso de presunta comisión del delito en libertad, la misma que solo es
posible interponer su solicitud cada seis meses y después de tres días mas de
cumplida la medida de prisión preventiva, esta puede ser revisada por el juez
que la impuso. También es oportuno mencionar que esta solicitud es posible
accionarla cada seis meses y durante el tiempo que dure la medida impuesta
en contra del privado de su libertad.
La revisión de esta medida puede ser posible cada seis meses y después de
los tres días de cumplida la misma de oficio por el juez que la impuso con el
propósito de revisar en la audiencia respectiva si los elementos de convicción
descritos en el artículo 268 del texto procesal penal fueron los idóneo para
determinar la medida coercitiva y si existiera nuevos elementos de convicción
que pudieran determinar que tal medida es necesaria o ser prolongada de
conformidad con el artículo 274 del código adjetivo penal o pueda ser cambiada
por otra medida, permitiéndole a la persona privada de su libertad que pueda
1
El Peruano (2023, 22 de noviembre). Decreto Legislativo N° 1585. Diario oficial del bicentenario 2237339-3.
https://busquedas.elperuano.pe/dispositivo/NL/2237339-3
continuar con el proceso en libertad, esta revisión será posible siguiendo el
plazo prescrito en la norma que para su accionar hay que esperar que trascurra
los seis meses, y tres días después para que el juez a cargo de dictar la
medida pueda convocar a la audiencia de revisión y cesación de prisión
preventiva, donde deben concurrir el representa al ministerio público que es el
fiscal quien solicito la medida en contra del imputado privado de su libertad, el
abogado que ejerce la defensa técnica del imputado, la presencia del imputado
en su lugar de detención.
El juez de la investigación preparatoria que decreto la medida impuesta al
imputado durante el desarrollo de la audiencia de cesación y revisión de la
prisión preventiva revisara los elementos de convicción que fueron
argumentados por el fiscal para determinar la medida hace seis meses atrás y
si hubieran nuevos elementos de convicción propuestos por el representante
del ministerio público que señale que la medida debe continuar será el juez
quien analizara si los mismos son suficientes como para continuar con la
medida o que esta puedan determinar la cesación de la misma, además tendrá
en cuenta otros presupuestos como el tiempo de la medida impuesta y
cumplida hasta la fecha, sus rasgos personales y del proyecto de vida que
quedo truncado por la medida al imputado, todo ello con el propósito si es
posible que el privado de su libertad recobre la misma y si fuera favorable el
cese de la medida lo instara a que siga su proceso en libertad, imponiéndole la
medida de comparecencia consistente en que el imputado pueda estar
presente en todas las citaciones que el caso lo amerite y/o también de algunas
reglas de conducta como evitar ausentarse del país, no acudir a lugares de
dudosa reputación, no entrevistarse con las personas que son parte del
proceso como peritos, testigos y entre otros que serán llamados o solicitados
durante el desarrollo de proceso en su contra, todo para evitar la
materialización del presupuesto de peligro obstaculización de la investigación
que tiene abierta en su contra por el fiscal que lo investiga por el presunta
comisión de un delito que supera la prognosis de la pena; en caso de que el
imputado haga caso omiso a las advertencia impuestas y señaladas por el juez
que decidió variar su detención preventiva para que lleve su proceso en
libertad, el juez revocara la medida perdiendo el beneficio por desacato o
desobediencia al autoridad judicial, y este vuelva al centro reclusorio por su
falta de colaboración al proceso en su contra, la finalidad de esta modificatoria
a la norma es que las personas privadas de su libertad puedan tener una
segunda oportunidad a que se le revise su expediente judicial y su carpeta
fiscal que contiene los elementos de convicción que determino su privación de
libertad y si estos fueron los idóneo como para determinar tal medida coercitiva
de privación de su libertad.
En el caso que el juez de la investigación preparatoria señale que le medida de
prisión preventiva debe cesar el representante del ministerio público puede
apelar a esta decisión dentro del plazo de tres días de haber sido válidamente
notificado con la resolución que indica y sustenta el cese de la medida, dejando
expedito el derecho del imputado a que pueda recobrar su libertad, teniendo en
cuenta que la interposición de la solicitud de cesación de prisión preventiva
haya sido interpuesta por el imputado en prisión, si esta decisión fuera contraria
a los intereses del imputado puede interponer su apelación siguiendo el trámite
y plazo de ley.
Ante la evidencia que la resolución que señala la cesación de la medida fue de
oficio por el juez que impuso la medida, y este resolviera que la cesación de la
medida debe terminar o debería de continuar o prolongarse, el imputado y el
fiscal pueden apelar dentro del plazo de ley, ante la evidencia que la resolución
señala el cese de la prisión preventiva a favor del imputado, indicando con ello
que el imputado no podrá salir en libertad hasta que se resuelva la apelación
interpuesta por el fiscal, de conformidad con el artículo 284 del nuevo código
procesal penal.
También es preciso señalar que ha sido modificado el artículo 268 en relación a
los presupuestos que deben cumplirse para dictarse la medida de prisión
preventiva en su primer literal a) nos habla que la persona que se le emputa un
delito debe tener fundados y graves elementos de convicción como para
imputarle la comisión de un delito en razón a las pruebas típicas (documentos,
las actas, entre otros) y pruebas atípicas ( los videos, los audios, los mismo que
serán ingresados al desarrollo del proceso a través de las actas) que pudiera
existir en su contra que demostrarían que la persona a imputársele es
presuntamente culpable del delito en cuestión; en el literal b) señala que la
prognosis de la pena que antes era de cuatro años ahora con la modificación
es a cinco años, esto indica que el delito debe superar esa cantidad de años o
que tenga como pena mínima de 5 años a más; y en el tercer literal c) señala
que el juez debe tener en consideración las características personales del
presunto autor o participante del delito cometido, como identificar sus
antecedentes penales, su grado de instrucción, si tiene trabajo conocido, si
cuenta con residencia habitual para evidenciar su arraigo personal y laboral, su
situación económicas o si tuvo carencias en la vida, entre otros rasgos
personales que lo obligaron a delinquir, y que con ello evite materializar los
presupuestos como el peligro de fuga o el peligro de obstaculización de le
investigación en su contra, en caso existiera el cumplimiento de los
presupuestos antes descritos, el juez de la investigación preparatoria dictara la
medida de prisión preventiva solicitada por el representante del ministerio
público y/o en el caso contrario resolverá solo la imposición de una medida de
comparecencia o el cumplimiento de determinada reglas de conducta, todo ello
se ajustara de acuerdo a lo alegado de forma oral por el fiscal o por la defensa
técnica del imputado en la audiencia de prisión preventiva.
Referencias
Calderón Cotrina, R. O., & Jaramillo Saboya, F. W. (10 de Junio de 2022).
Aplicación de la prisión preventiva y su problemática frente a la
emergencia sanitaria por COVID-19 en el Perú. Derecho, Revista de la
Fcaultad de Derecho y Ciencias Politicas, 10(1o). Obtenido de
https://revistas.upt.edu.pe/ojs/index.php/derecho/article/view/620/616
Dominique Palacios, L. (2021). La Prision Preventiva problemas en su
aplicacion . Trabajo academico para optar el titulo de Segunda
Especialidad en Argumentacion Juridica, Pontificia Universidad Catolica
del Peru, Lima-Perú. Obtenido de
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/2206
0/DOMINIQUE_PALACIOS_LUIS1.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Missiego del Solar, J. (diciembre de 2021). Uso y Abuso de la Prision
Preventiva en el Proceso Penal Peruano. Ius et Praxis(53), 125-135.
doi:https://doi.org/10.26439/iusetpraxis2021.n053.5073
El Peruano (2023, 22 de noviembre). Decreto Legislativo N° 1585. Diario oficial
del bicentenario 2237339-3.
https://busquedas.elperuano.pe/dispositivo/NL/2237339-3