Caruso,M y Dussel (2001) De Sarmiento a los Simpsons. Kapelusz. Buenos Aires.

Yo, tú, él: ¿quién es el sujeto? La educación es, una

actividad humana con una dimensión de futuro. El filósofo inglés McIntyre (1990) dice: “la educación para un puesto o
plaza social, o la educación de las capacidades inherentes al individuo”. En los sistemas educativos modernos ha
primado la primera visión. El sistema educativo y los docentes trabajan con identidades supuestas. La escuela trata de
contener al niño, de iniciar al infante, de socializar al adolescente. La infancia se ve acorralada por una temprana
juvenilización, es decir, una tendencia a la desaparición de la infancia. Se subrayan los efectos del consumismo y de las
nuevas relaciones paterno-filiales en la construcción de teorías por parte de los chicos, sobre la sexualidad y la
procreación. En, términos pedagógicos, la infancia como una posición desigual para acceder al conocimiento está en
discusión. La proliferación de medios de comunicación pone al alcance de los chicos grandes masas de información y
maneras novedosas de procesamiento. Baquero y Narodowski, investigadores argentinos, critican esta postura. Otras
investigaciones dicen qué significa aprender en la sociedad de la información. El acceso es heterogéneo depende de la
clase social y sexo ya que las valoraciones que se hacen de la información son distintas. La discusión manifiesta de la
infancia o la niñez, que está en la base de la tarea escolar. El sentido popular lo expresa de diversas maneras: “los chicos
son más inquietos, más cuestionadores, más desinhibidos, aprenden más rápidos, en síntesis, ya no vienen como antes.

La identidad adolescente/juvenil ocupa lugar distinto. La juventud, la adolescencia, es producto de la escolarización

masiva, ha abierto un intervalo entre la primera infancia y la asunción de responsabilidades completas en el mundo
laboral y social. Según Beatriz Sarlo (1994) La juventud, hoy es más prestigiosa, como conviene a las culturas. La
juventud es un territorio en el que todos quieren vivir indefinidamente. Para analizar estos conceptos hay que revisar: el
concepto de sujeto. Hablar de sujeto es para caracterizar a las personas, a la gente, a los individuos o a los integrantes
del sistema educativo, la comunidad educativa.

Sujeto/ Subjetividad: Conceptos para la identidad. El sujeto es el que

conoce, es activo, es el que transforma y el objeto es pasivo y es transformado. El movimiento de conocer va del S al O.
Es una concepción ingenua del sujeto epistémico. Nuestro hablar se forma por un sujeto y predicado. El sujeto puede ser
implícito y explícito. Cuando está implícito se llama tácito. El sujeto es una construcción explícita de la constitución de
redes de experiencias en los individuos y en los grupos. Tales redes tienen una cualidad: no son permanentes ni
definitivas y las experiencias que podían ser positivas pueden ser consideradas posteriormente como negativas o
viceversa.

El sujeto se constituye. El sujeto se constituye. Eso significa que el sujeto de forma central, la relación entre libertad y
necesidad Nuestra experiencia la formamos como podemos.Para otros, hay margen de libertad que determina el orden
de la subjetividad. El origen de la visión del sujeto epistémico y del sujeto sintáctico se relaciona con Rene Descartes
(1596-1650): pienso, luego existo. Él buscaba la existencia de Dios. Pero fue el punta pie de la concepción moderna del
conocimiento. Su herramienta fundamental fue es la razón, con la que es posible conocer el mundo. El sujeto está
determinado por una serie de factores: posición social, familiar, su historia particular, su ideología. Este sujeto es libre y
es la posibilidad para saber y darse cuenta de que espacio ocupa. Esa libertad no es enteramente libre ni absoluta. Por
otra parte, el psicoanálisis informó que ese sujeto no es sólo no es autónomo. Sino que no está claro quién es. Al
hombre se le escapa en su personalidad el inconsciente. (Freud, 1893). Así, a la vieja idea que el sujeto estaba
determinado socialmente se agregó la idea de que no controlaba su voluntad. Otra crítica al sujeto cartesiano fue
realizada por el politólogo argentino Laclau, se preguntaba: que ha quedado de la confianza del sujeto como sede de la
razón. Primero, el sujeto se constituye, , la razón se construye. La razón se construye pasa a ser el resultado más que una
realidad diaria. Un segundo argumento, es que el exceso de racionalidad organizativa lleva a irracionalismos. El nazismo
y los campos de concentración, son una muestra de ello. Otro ejemplo, algunos autores de la escuela o escuela activa
plantearon que los efectos de la educación basada en la razón eran poco satisfactorios para una sociedad racional.
(Luzuriaga y Jesualdo). Laclau plantea que, el sujeto se va produciendo cuando organiza sus experiencias. En esta visión,
el sujeto no es externo a la estructura. Sabemos que el presente cambia, que la estructura nunca se completa. Ya no
creemos en el sujeto de la razón completa en sí mismo y con la herramienta que le permite conocer-gobernar el mundo.
La realidad ya esta allí y es completa o es algo fuera del sentido que le damos. Ejemplo: si ponemos a dos psicólogos
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educativos, frente a un niño que realiza conductas imitativas frente a la televisión, el piagetiano dirá que es parte de la
función simbólica y el conductista dirá que es una imitación que produce un aprendizaje dentro del esquema de
estímulo-respuesta. El hecho es el mismo, el sentido que se le da puede variar. La realidad no es el conjunto de todos los
hechos sino las formas en que los diversos aspectos de la experiencia humana se entrelazan y el sentido que adquieren.
Otro ejemplo, muy actual en el año 1995, muchos docentes acordarían que es bueno que el docente esté estimulado y
que a una mejor tarea le corresponda una mejor remuneración. En el marco de las condiciones docentes de ese
momento, salarios bajos, pluriempleo, políticas del gobierno nacional al respecto sino que aparece una oposición
porque se puede pensar que esta propuesta, más que una reestructuración global para mejorar el trabajo docente, tiene
como objeto una reducción de sueldo, cargos o presupuesto. Las medidas más de lo que dice la medida sino de su
contexto. La realidad no es independiente del sentido que le demos a las cosas. Las decisiones no siempre son
racionales, ni conscientes pero en ellas se producen esos sujetos. Es decir, el sujeto se produce en relación con las
estructuras pero no depende totalmente de ellas. En la toma de decisiones nuestra experiencia no es una continuidad
sino que hay rupturas. Las identidades políticas que cada sector promovió, entonces, nos muestran la tensión entre lo
que uno es y el lugar que ocupa.

El sujeto en las redes de experiencias. Los sujetos se construyen en las experiencias, entre ellas la escolar. ¿Qué se
entiende por experiencia? Cuando se habla de experiencia de educación popular, Dewey propone un nuevo concepto
de experiencia “da por resultado una visión general concreta y una determinada capacidad organizada para la acción”.
La experiencia se realiza sobre los objetos particulares, genera “una visión general concreta”. “La experiencia misma es
incompleta y por esa razón es inevitable e irremediable el error” De esta manera Dewey quiere vincular el hacer y el
pensar.... esta íntima conexión entre el obrar y el sufrir o padecer es lo que llamamos experiencia”. Dewey-1986. De la
posición de Dewey hay dos elementos. La experiencia no es exclusivamente empírica.: las cosas que nos pasan siempre
las pensamos desde una red de conceptos., red de experiencias previas. Dan significado a las experiencias nuevas. En
toda experiencia hay elementos conceptuales que la organizan. El segundo elemento, para Dewey, hay una conexión
fundamental entre el hacer y el pensar; el pensamiento es una acción en un plano no material. Este concepto de
experiencia no solo liga lo conceptual y lo empírico, sino que une las acciones y los pensamientos. Aprender nuevos
conceptos puede cambiar la manera de ver las cosas y las cosas que hacemos según nuestra visión. Cuando aludimos al
sujeto como “red de experiencias” nos referimos a esta compleja unión entre modos de ver el mundo y modos de actuar
sobre él.

Sujeto, Poder y Deseo. Lo social plantea que este mundo está poblado por otros sujetos, otras redes de experiencia. La
construcción de la experiencia, del sujeto, de la subjetividad está atravesada por las relaciones de poder. El sujeto se
inscribe en las relaciones de poder que la atraviesan y la constituyen. En la obra de Foucault es central para pensar la
cuestión del poder. Su concepción de la relación entre sujeto y poder queda clara la definición: “El sujeto constituye “la
intersección” entre los actos que han de ser regulados y las reglas de las que ha de hacerse”. Su sujeto es una
“intersección” entre esta posibilidad general de regulación y las regulaciones que terminan imponiéndose. El
psicoanálisis plantea que hace que los sujetos se sacudan y produzcan nuevas redes de experiencias. Por ejemplo: es el
deseo. Uno plantea que tiene deseos de: determinadas cosas, de relacionarse con una persona, de comprar algo, de
tomar venganza, de enseñar alguna materia. Siempre aparecen nuevos motivos, nuevos motores que implican nuevas
redes de experiencias a partir de modos de ver y de actuar. Ejemplo: cuando el alumno cumple todas las demandas de la
realidad se dice que se ha sobreadaptado, que no tiene más capacidad de imaginar, de crear, de pensar en contra de lo
pensado, de jugar. El sujeto es algo que está inscripto en las estructuras: sociales, políticas, psicológicas, escolares; estas
nunca están dadas de una vez y para siempre, por la que las experiencias que se construyen sobre ellas son una
compleja trama entre deseos, posibilidades e historias. Las experiencias son el resultado del poder, del deseo que nos
plantea una nueva tensión. Lo sentidos que le damos a las cosas, que suplementan a la que percibimos como realidad,
cambian en función de cómo la fuerzas del deseo y del poder, del poder del deseo y del deseo de poder se posicionan e
interactúan- Las identidades son intentos de organización de las experiencias que no tenían garantía ni de permanecer
ni de cambiar. Son provisorias y son relacionales: se definen por la particular inscripción del yo en una estructura. A
diferencia del sujeto cartesiano, la identidad del sujeto contemporáneo no está garantizada porque es un espacio de
confrontación y de historia. Las identidades educativas han sido ricas y variadas y estuvieron marcadas por una
característica: la fuerza de la cultura escolar. Como la educación iba a redimir o salvar a la población de la ignorancia y
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barbarie, se les pedía a los sujetos sociales: gauchos, obreros, cirujas, amas de casa, católicos o protestantes. Que
dejaran su cultura y concurrieran a construirse otra identidad. Hoy, esa legitimidad está en crisis. En las sociedades
contemporáneas es una fractura de las autoridades tradicionales. En el mundo católico se habla de la autoridad
espiritual del Papa como institución. Los argumentos se mezclan con críticas culturales más profundas sobre los
cambios de valores y la era que se avecina. En este cruce de experiencias, en tensión, se ubica la interacción de las
identidades educativas, que tienen efectos disímiles entre docentes y alumnos. La crisis del 80 plantea con más fuerza la
importancia de la sindicalización docente. Luego, época de huelgas y crisis salariales en 1988 se realizó una protesta en
la Marcha blanca. Luego, hubo otra gran crisis educativa entre 1988 y 1991. Se fractura la imagen del docente, se
sospecha de algunos no querer trabajar y otros como las pocas figuras públicas que permanecen. En 1990, podría
sostenerse que las redes de experiencia que constituyen a los docentes y estrategias que aportan, como los avances en
una regulación de su trabajo por parte de las autoridades educativas. Vía reestructuración del Estatuto. Del Docente. O
cursos de perfeccionamiento. La identidad docente también se realiza en el aula. La mayoría de los docentes-
educadores tenemos acerca de los comportamientos de los alumnos teorías espontáneas o más elaboradas, que
mezclan: discursos científicos, periodísticos, morales y ejemplos para reproducir el sistema docente/alumno en las
escuelas. Por otro lado la cultura adolescente y juvenil se va fortaleciendo, por medio de la música, de la comida rápida y
en algunos casos, el cambio por el manejo del dinero.Los jóvenes se identifican con ciertas zonas de consumo.Hay una
subcultura de los adolescentes y jóvenes, ir al shopping, ir a bailar. Las identidades educativas en las escuelas de hoy, se
extiende en la escuela media y abarca a la educación terciaria y universidad. En muchos casos se desconoce o se
desvaloriza la sociabilidad y la cultura juveniles. El aspecto escolar que los adolescentes y jóvenes valoran es la
posibilidad de encuentro con sus pares en recreos con la gente que conocen. Los jóvenes valoran la escuela como
extensión de la sociabilidad que se genera fuera de ella. Hay una dificultad de la escuela de plantear otro diálogo entre
las redes de experiencia de los sujetos juveniles y los sujetos docentes. Es necesario reformular las identidades en un
panorama en que la escuela y la cultura proveen experiencias distintas. Para algunos, autores, está en crisis el sujeto
moderno y el escolar, para Vattimo, el sujeto está en desaparición como tal. La escuela es un lugar, donde transitan los
saberes. Saberes, conocimientos científicos y todo otro conjunto de cogniciones que no son científicas pero son
validadas, necesarias, eficaces. Los saberes integran redes de experiencia de los sujetos y van transformándose por
experiencias nuevas, entre ellas la escolar. La cultura infantil y juvenil se construye diariamente, con la convivencia de la
familia y de la televisión, las discotecas. Esa cultura es día a día y por ende difícil de olvidar. Asistimos a una época donde
las identidades sociales se han fragmentado y diversificado, articulan la identidad escolar. Es una época de revisión del
lugar del alumno.