Es importante la adaptación de la estructura organizacional
a nuevas tendencias, ya que es esencial para la
supervivencia y el crecimiento de cualquier empresa ante
un cambiante entorno actual.
Mayor agilidad y flexibilidad: Las estructuras tradicionales, que por lo
general son rígidas, pueden limitar la capacidad de una empresa ante una
respuesta rápida a los cambios del mercado y las nuevas oportunidades
que se presentan. Al adoptar estructuras más ágiles y flexibles, como las
organizaciones en red o los equipos autogestionados como el ejemplo del
propósito al final del video, las empresas pueden tomar decisiones más
rápidas y adaptarse a las nuevas realidades con mayor capacidad.
Fomento de la innovación: puesto que las estructuras más modernas
fomentan la colaboración, la creatividad, la toma de riesgos, entre otras
cosas, lo que es fundamental para impulsar la innovación. Al romper silos
y crear un ambiente de trabajo más dinámico, las empresas pueden
desarrollar nuevos productos y servicios que puedan satisfacer las
necesidades cambiantes de los clientes.
Bueno, adaptar la estructura organizacional es una inversión a largo plazo
que permite a las empresas mantenerse competitivas e innovadoras, pero
siempre orientadas al cliente. Esto es un proceso continuo que requiere
una evaluación constante del entorno y estar dispuestos a cambiar a las
nuevas tendencias.