SOLA FE, SOLA GRACIA
TEXTO: Romanos 5:1-2
INTRODUCCIÓN
A menudo hablar de las doctrinas o del Evangelio de la Gracia, tendemos a relacionarlo con el calvinismo o el
movimiento reformado. Aunque parece broma, muchos cristianos tristemente desconocen que las doctrinas de
la Gracia están presente en todas las Escrituras, desde el AT, no es que sea una doctrina perteneciente a equis
o “ye” denominación o movimiento religioso.
La doctrina de la justificación es la esencia misma del Evangelio, desde el AT la Escritura revelaba la condición
del ser humano, el profeta Habacuc ya lo había mencionado “más el justo vivirá por la fe”. Y esto es lo que
descubrió el reformador Martín Lutero, lo que llevó a denunciar las falsas doctrinas de la iglesia romana, el 31 de
Octubre de 1517 justo en la puerta de la iglesia de Wittenberg, cuando fue convencido por las mismas escrituras
respecto a la salvación.
Cabe mencionar que este evangelio de Gracia es muy chocante incluso para el mismo movimiento evangélico,
porque en el Evangelio de la Gracia no obra la justicia del hombre, quita toda su justicia y sus méritos y lejos de
decirnos cuan buenos somos, nos deja a la luz lo que realmente somos y eso puede ser chocante, ofensivo e
incómodo.
¿Qué significa ser justificados por la fe y salvados por la Gracia?
JUSTIFICADOS
¿Qué significa ser justificados y/o que es la justificación?
La justificación en el sentido teológico, es la condición contraria a la condenación, es un término digamos, legal,
¿en qué sentido? La humanidad ha quebrantado la ley de Dios, ha despreciado su gloria, hemos violado su ley
divina y por ende nos hemos convertido en criminales que merecemos pagar, tenemos una deuda enorme con
Dios.
¿Cómo así que yo soy un criminal? Podría decir alguien por ahí, yo no he matado a nadie, no he violado ni
robado a nadie, me he portado bien, tengo mi religión y he cumplido con ella, tengo un buen corazón, soy noble
y no hago daño a nadie, ¿Por qué tendría que sentirme culpable?, ¿Por qué tendría que sentirme mala persona
cuando toda mi vida he sido lo contrario? He ayudado a los pobres, siempre estoy cuando me necesitan, ¿Cómo
te atreves a decirme que soy malo y compararme con un criminal?
Puede que seamos buenas personas en el sentido moral, social y humano de la palabra, no hay duda que hay
muchas personas que son excelentes seres humanos, su comportamiento y conducta puede que sea intachable,
incluso mejor que la de un cristiano, un ser humano caritativo, dulce, tierno, empático, generoso, pacifico, etc,
pero lo cierto es que sin Cristo, ante Dios, eso no es válido, no es suficiente para obtener su favor y su
misericordia, la Biblia enseña que no, no alcanza nada de eso, ante Dios nuestras mejores obras son nada sin
Jesucristo. Y que conste que no soy yo el que dice tal cosa, puede que sea fuerte, chocante, incomodo, puede
ser que te ofendas, pero esa es la triste realidad del ser humano sin Cristo y su justicia, leamos ISAIAS 64:6 “6
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos
todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 7 Nadie hay que invoque tu
nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste
marchitar en poder de nuestras maldades.”.
Somos infractores de la ley de Dios, nuestro pecado nos hace que rechacemos someternos al Señorío de Dios,
y los que pecan, merecen un juicio retributivo de Dios, Dios es Santo y su santidad exige que los infractores de
su ley paguen, fíjese lo que dice el apóstol Juan al respecto, 1 JUAN 3: 4 Todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.”
Ante Dios, no existe una sola buena persona, es por eso que el Evangelio de la Gracia incomoda a muchos,
incluso a evangélicos que afirman creer en la Biblia. Sin embargo, esta doctrina viene desde el Antiguo
Testamento, leamos SALMOS 14:1-3 “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen
obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No
hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”, de ahí el apóstol Pablo usa este mismo salvo en su carta a
los Romanos 3:10-12. No hay nadie bueno con excepción de Dios.
GENESIS 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.”
“Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande y que toda inclinación de su corazón
tendía siempre hacia el mal” (NVI)
Al leer esto nos da una escena nada favorecedora en nuestra condición para con Dios, ante el Señor éramos
unos impíos, unos criminales dignos de todo castigo, usted y yo debíamos pagar, pero, ¿Cómo? ¿Quizá mediante
una buena religión? ¿Mediante acciones buenas? ¿Qué debo hacer para merecer el favor de Dios, a saber su
Gracia, su perdón, su salvación? ¿Qué debo hacer para que Dios me justifique y yo pueda ir al cielo?
La respuesta es: usted no puede hacer nada, absolutamente nada, no hay obra humana que pueda justificarle
su maldad ante Dios, no existe una sola religión en el mundo que pueda darle entrada al cielo, usted puede
latigarse en la espalda todo lo que usted quiera, usted puede caminar de rodillas y desangrarse, nada de eso
puede ayudarle a obtener el favor de Dios, incluso puede ofrecerse en sacrificio si quiere, nada eso podría
justificar su pecado ante Dios mucho menos salvarle.
Cuando el hombre pecó contra Dios, quedo separado de Dios para siempre, hay un gran abismo entre Dios y los
hombres, un gran muro que separa al Dios Santo y al hombre pecador.
ISAIAS 59:2 NTV “Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, él se alejó y
ya no los escuchará.” 8No saben dónde encontrar paz o qué significa ser justo y bueno. Han trazado caminos
torcidos y quienes los siguen no conocen un momento de paz. 9 Por eso no hay justicia entre nosotros y no
sabemos nada acerca de vivir con rectitud. Buscamos luz, pero solo encontramos oscuridad; buscamos cielos
radiantes, pero caminamos en tinieblas. 10 Andamos a tientas, como los ciegos junto a una pared, palpando
para encontrar el camino, como la gente que no tiene ojos. Hasta en lo más radiante del mediodía, tropezamos
como si estuviera oscuro. Entre los vivos, somos como los muertos. 12 Pues nuestros pecados se han
acumulado ante Dios y testifican en contra de nosotros. Así es, sabemos muy bien lo pecadores que somos.
13 Sabemos que nos hemos rebelado contra el Señor y también lo hemos negado; le hemos dado la espalda
a nuestro Dios. Sabemos que hemos sido injustos y opresores, preparando con cuidado nuestras mentiras
engañosas.”
Estamos en problemas, parece que no hay esperanza entonces, si mi religión, si mis buenas acciones, si mis
obras de caridad, no sirven para ser justificados, ¿Cómo pues puede alguien ser perdonado e ir al cielo?
POR LA FE
Justificados pues por la fe, dice la otra parte del versículo 1, si hay esperanza, si hay un remedio para nuestro
problema con Dios. La Sola Fe en Jesucristo, ¿o sea cómo? ¿Me estás diciendo que ninguna de mis buenas
acciones me salvan ni justifican con Dios, pero que con solo decir “creo”, ya es suficiente?, si y no, el ser
justificado por la sola fe en Jesucristo, conlleva algo muy importante para ser justificado por la fe.
Pero antes de explicar esto veamos lo siguiente:
Nosotros no podemos salvarnos por nuestros propios méritos, eso lo tenemos claro, ya aprendimos que no existe
nadie bueno ante Dios, entonces Dios tomó la iniciativa de la siguiente manera:
Dios hizo el cargo de nuestra deuda sobre la persona de Cristo, esa deuda impagable Jesus, la cargo sobre sus
hombros, esto es la expiación sustitutoria, Cristo murió en lugar de los pecadores, asumiendo la pena y el castigo
que nosotros merecíamos.
El vino como un sustituto a pagar esa deuda que debíamos pagar usted y yo, leamos ISAIAS 53: “4 Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de
Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra
paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
La sustitución se hizo visible en el Jardín del Edén cuando fue Dios mismo, quien cubrió la desnudez de Adán y
Eva cuando estos transgredieron el mandato de Dios, algunos creen que esto era un cuadro de lo que la
humanidad necesitaría para restaurar su relación con Dios. Con el tiempo, Dios otorgó su ley, o la Ley Mosaica,
para demostrarle a la humanidad que no podría alcanzar a cumplirla jamás. Por ello Dios ofreció un sustituto
para poder pagar el precio de sus pecados mediante sacrificios de animales sin defecto, el animal moría en el
lugar del transgresor, permitiéndole quedar libre de su pecado, a saber justificado, y mediante la fe en ese
sacrificio, el pecador quedaba totalmente justificado de su maldad.
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, poco antes, ellos debían celebrar la pascua, ahí tomarían un cordero
sin mancha que les libraría del destructor que esa noche visitaría al primogénito de cada egipcio, la manera de
evitar al destructor era tomar un cordero macho, sacrificarlo, y poner la sangre en los dinteles de sus puertas
“"Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y
no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto" (Éxodo 12:13).
Entonces, Jesus fue el sustituto que se ofreció una sola vez y para siempre que cargaría con los pecados del
mundo, leamos 2 Corintios 5:21 dice: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él".
Juan el Bautista lo identificó como el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, como nosotros no
podíamos salvarnos ni justificarnos a nosotros mismos, Jesus lo hizo por nosotros. Leamos también, 1 PEDRO
2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”
1 PEDRO 3:18 “18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;”
¿Entonces somos justificados solo por creer en El?
Como les decía, si y no, creer en Jesus, conlleva un reconocimiento de nuestra incapacidad de salvarnos, de
reconocer que ante Dios somos pecadores y somos insuficientes para poder heredar la vida eterna, es reconocer
y aceptar que somos enemigos de Dios, dignos de su ira, pero que necesitamos un Salvador, necesitamos a
alguien que nos redima. Y ese salvador, ese sustituto, fue Jesucristo,
Eso es lo que implica creer en Jesucristo, y al creer en El cómo Salvador personal, somos justificados en esa fe,
fíjese lo que dice Juan 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron,
a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados
de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
El apóstol Pablo expresa claramente también lo que implica creer y ser justificado, ROMANOS 10:9 “9 Si declaras
abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. 10
Pues es por creer en tu corazón que eres hecho justo a los ojos de Dios y es por declarar abiertamente tu fe
que eres salvo.”
Entonces, tomando como base estas referencias bíblicas, siendo culpables, somos declarados inocentes, siendo
culpables todo queda cancelado, leamos COLOSENSES 2:13 “13 Ustedes estaban muertos a causa de sus
pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo
al perdonar todos nuestros pecados. 14 Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó
clavándola en la cruz. “
Y nada, pero nada hemos hecho nosotros ni para merecer la justificación, mucho menos para lograrlo, y esto es
lo que choca con todas las religiones en el mundo, incluso con algunos sectores de la iglesia evangélica, el
hombre quiere poner su granito de arena, siente que debe hacer algo para merecer la salvación, no es suficiente
la Gracia, Cristo mismo no es suficiente. Pero negar el evangelio de la Gracia, es prácticamente negar el sacrificio
de Cristo, decir que yo tengo que aportar a mi salvación, de lo contrario puedo perder mi salvación, es negar el
sacrificio de Cristo, es decir que el sacrificio de Jesus es insuficiente para salvarnos, y eso, es herejía.
Pero gracias a Dios por su inmenso amor que nos demostró y Pablo nos da esa bendita esperanza, EFESIOS 2:8-9
“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. 9 La salvación no
es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. (NTV)
RESULTADOS DE LA JUSTIFICACION
“Tenemos paz para con Dios por medio de Jesucristo”
La justificación por la fe nos reconcilia con Dios, nos pone en paz con Dios, después de ser enemigos, ya no más
condenación para los que han sido justificados por la fe en Jesucristo (ROMANOS 5:8 NTV) “Por lo tanto, ya no hay
condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; 2 y porque ustedes pertenecen a él, el poder[a] del Espíritu que da vida
los[b] ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.”
¿Quién de nosotros aceptaría que en su propia mesa se sentara algún criminal buscado por la interpol, por la
justicia, o alguien que nos ha hecho daño, que nos odia o nos rechaza y humilla cada que se le presenta la
oportunidad? Humanamente, yo creo que nadie, sin embargo, Dios si lo hizo con nosotros. Nos perdonó, nos
rescató, nos hizo sus hijos, nosotros no “aceptamos a Cristo”, fue Cristo quien nos aceptó como sus hijos, como
lo leímos en Juan 1:12.
¿Cómo se aplica en nosotros la justificación? ¿Cómo podemos ver la justificación en nuestras vidas diarias?
Fíjese como era antes nuestra naturaleza y como vivíamos: EFESIOS 2:1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais
muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales
también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”
Estábamos muertos y Dios nos dio vida, nos rescató de nuestra vana manera de vivir, vivíamos como cualquier
hijo de vecina, nos emborrachábamos, mentíamos, nos íbamos de antro, vivíamos el sexo libre sin ningún
remordimiento y no sentíamos que hacíamos mal, el pecado nos parecía normal, seguíamos la corriente de este
mundo, adoptábamos ideologías opuestas a las Escrituras y la religión nos parecía, buena, importante si éramos
religiosos pero tomándolo a la ligera o bien, nos parecía locura.
Ahora fíjese los resultados de nuestra justificación por la fe, y la salvación por su Gracia. EFESIOS 2: 4 “Pero Dios,
cuya misericordia es abundante, por el gran amor con que nos amó, 5 nos dio vida junto con Cristo, aun cuando estábamos
muertos en nuestros pecados (la gracia de Dios los ha salvado), 6 y también junto con él nos resucitó, y asimismo nos sentó al
lado de Cristo Jesús en los lugares celestiales”. “12 En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía
de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza. 13 Pero ahora, en Cristo
Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. NVI
Dios nos resucito, nos dio vida, y ahora ya no somos los mismos, nuestras vidas son diferentes, el pecado ya no
nos parece gracioso o normal, incluso nuestro modo de pensar ha sido moldeado y ahora nuestra mente es una
mente bíblica, porque al ser justificados Dios nos ha dado la mente de Cristo dice 1 CORINTIOS 2:16.
Ahora somos hijos de Dios adoptados por la sola Gracia de Cristo, ¡ese es el resultado de haber sido justificados
por la fe”!, ahora tenemos paz para con Dios, por medio de Cristo Dios nos hizo libres de la esclavitud del pecado,
por eso cuando usted y yo cuando fallamos a Dios, nos duele, nos importa, lloramos, porque tenemos ahora el
Espíritu de Dios, que nos constriñe, nos redarguye, ya no somos los mismos.
Y si aún no nos queda claro aún, leamos COLOSENSES 1:20 “y por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas,
Tanto las de la tierra como las del cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz. 21 En otro tiempo ustedes,
por sus actitudes y malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. 22 Pero ahora Dios, a fin de presentarlos
santos, intachables e irreprensibles delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte. NVI
El Salmo 103 nos dice que Dios ha olvidado nuestros pecados y rebeliones y los ha alejado asi como el oriente
está lejos del occidente, hermano esto es Gracia. Hemos sido reconciliados con Dios para siempre a causa de
la justificación por fe y no depende de los esfuerzos humanos.
CONCLUSIONES
Somos justificados solo por la fe mediante Jesucristo, y es solo por Gracia que hemos sido salvados. No hay otra
manera, no hay otro camino de salvación, solo a través de la sola Fe en Cristo, y su sola Gracia, hoy día tenemos
la plena seguridad de nuestra salvación en Jesucristo, y no es que seamos buenos, mucho menos que lo
merezcamos, siendo culpables, somos inocentes, “justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo”.
No despreciemos una salvación tan grande como la que Dios nos ha dado a través de la sola Fe en Jesucristo,
la salvación es algo imposible de alcanzar si la buscamos por nuestros propios esfuerzos, sin embargo Dios nos
ha justificado por la fe en Cristo y por Gracia, hoy somos salvos.
SOLA FIDE, SOLA GRATIA, reza dos de las 5 solas de la Reforma Protestante y es lo que hoy también
abrazamos y creemos.