Disfunción hipotalámica
Diabetes
La diabetes es una enfermedad endocrina caracterizada por la
falta de insulina en sangre, una hormona producida por el páncreas
que se encarga de permitir que la glucosa (procedente de los alimentos)
entre en las células y les suministre energía.
Cuando la producción de insulina se ve afectada, la glucosa se
encuentra circulando libremente por la sangre, lo que puede derivar en
consecuencias graves para la salud. Este exceso de azúcar en sangre
provoca:
Pérdida de peso involuntaria
Mucha sed
Aparición de llagas que tardan en cicatrizar
Infecciones recurrentes
Fatiga y debilidad
Visión borrosa
Cetonas en la orina: productos que genera el cuerpo cuando, al no tener
insulina, no puede conseguir energía de la glucosa y tiene que degradar masa
muscular y grasa para obtener esta energía.
Mucha hambre
La diabetes puede derivar en complicaciones graves a largo plazo:
enfermedades cardiovasculares y de la piel, depresión y daños en los
riñones, ojos, oídos, nervios, etc. Puede incluso provocar la muerte.
Hay dos tipos de diabetes que se diferencian por la causa de su
aparición:
1.1 Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 surge durante la infancia y es debida a que el sistema
inmune, a causa de algún trastorno genético, empieza a atacar a las
células productoras de insulina del páncreas. Esto provoca que el cuerpo
no disponga de suficiente hormona y haya un exceso de azúcar en
sangre.
1.2. Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 es la más común y está relacionada con el sobrepeso,
apareciendo generalmente a partir de los 40 años de edad. En este caso,
el problema está en el hecho de que las células se vuelven resistentes a
la acción de la insulina y el páncreas no puede producir la cantidad
necesaria de la hormona. Esto acaba causando también que haya un
exceso de azúcar en sangre.
2. Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es una enfermedad endocrina común que
ocurre cuando la glándula tiroides produce demasiada cantidad
de hormonas. Estas se encargan de mantener unos buenos niveles de
energía durante el día, regular el ritmo circadiano, quemar el exceso de
grasa, etc.
Cuando los niveles de estas hormonas son demasiado altos, el
metabolismo de todo el cuerpo se acelera. Suele ocurrir cuando el
propio cuerpo incita la producción de tiroxina (la principal hormona
tiroidea), hay tumores en la glándula tiroides, exceso de yodo en la
dieta, infecciones víricas, etc.
Esta situación tiene los siguientes síntomas para el cuerpo:
Pérdida de peso involuntaria
Taquicardia (más de 100 latidos por minuto)
Dificultad para conciliar el sueño
Nerviosismo
Ansiedad
Temblores
Piel delgada
Fragilidad del cabello
Sensibilidad al calor
Irritabilidad
3. Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es también una enfermedad endocrina que
afecta a la glándula tiroides pero, en este caso, aparece cuando esta
no produce suficiente cantidad de hormonas. Es el trastorno de la
tiroides más común.
Te recomendamos leer: “Las 6 diferencias entre hipertiroidismo e
hipotiroidismo”
Cuando no hay suficientes hormonas tiroideas en el cuerpo, el
metabolismo no puede ser controlado adecuadamente. Suele ocurrir
cuando el sistema inmune ataca a las células de la tiroides que
producen hormonas, por una extirpación de la tiroides, déficit de yodo
en la dieta, estar sometido a radioterapia, presencia de tumores en la
glándula tiroides, etc.
El hipotiroidismo hace que el organismo se ralentice. Esto provoca los
siguientes síntomas:
Aumento de peso
Ritmo cardíaco lento
Somnolencia
Mayores niveles de colesterol en sangre
Ronquera
Depresión
Dolor en las articulaciones
Sensibilidad al frío
Rigidez muscular
Estreñimiento
Hinchazón de la cara
4. Enfermedad de Addison
La enfermedad de Addison es un trastorno endocrino potencialmente
mortal que ocurre cuando las glándulas suprarrenales, ubicadas
encima de los riñones, no producen suficiente cantidad de
hormonas. Estas son básicamente el cortisol y la aldosterona,
encargadas de degradar grasas y de aumentar la presión sanguínea,
respectivamente.
Esta enfermedad puede aparecer en todos los grupos de edad. Su
desarrollo es lento y los síntomas tardan en notarse, aunque cuando
aparecen son los siguientes:
Pérdida de peso involuntario
Disminución del apetito
Fatiga extrema
Presión sanguínea baja
Dolor abdominal
Depresión
Caída del cabello
Hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en sangre)
Oscurecimiento de la piel
Irritabilidad
5. Enfermedad de Cushing
La enfermedad de Cushing es un trastorno endocrino que
aparece cuando las glándulas suprarrenales producen
demasiada cantidad de hormonas, especialmente cortisol. Esto
provoca que el metabolismo de las grasas en el cuerpo se vea afectado.
Suele surgir cuando el propio cuerpo, a causa de algún defecto genético,
produce más cortisol del que necesita. También puede ser causado por
el uso de determinados medicamentos.
Los síntomas de la enfermedad de Cushing son los siguientes:
Formación de una joroba de grasa entre los hombros
Redondeamiento de la cara
Aparición de estrías
Cicatrización lenta de heridas y picaduras
Formación de acné
Aumento de peso
Osteoporosis (debilitamiento de los huesos)
Mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2
6. Acromegalia
La acromegalia es una enfermedad endocrina que ocurre cuando
la glándula pituitaria produce demasiada cantidad de hormona
del crecimiento en la fase adulta. A diferencia del gigantismo que
veremos a continuación, esta aparece en personas de edad media.
El desarrollo es lento y de no tratarse puede resultar mortal. La
acromegalia suele identificarse en primer lugar por un aumento del
tamaño de las manos y de los pies. Posteriormente se pueden observar
los siguientes síntomas:
Facciones faciales más grandes, con protuberancias
Piel más gruesa y áspera
Sudoración excesiva
Formación de verrugas en la piel
Lengua más grande
Disfunción eréctil
Movilidad reducida
Agrandamiento de los órganos
Fatiga y debilidad
Ronquera
Voz más grave
7. Enanismo
El enanismo es una condición física en la que las personas
afectadas tienen una estatura menor a los 1,47 metros, siendo
los 1,22 metros la estatura promedio. Una de las causas que conducen
al desarrollo del enanismo es una deficiencia en la hormona del
crecimiento, producida por la glándula pituitaria.
Además de esta baja estatura y de tener las extremidades cortas, el
enanismo puede venir acompañado de diversas complicaciones:
Dificultad en el desarrollo de las habilidades motrices
Artritis
Presión sobre la médula espinal
Recurrentes infecciones de los oídos
Aumento de peso
Dolor de espalda
Problemas respiratorios
Arqueamiento de piernas
8. Gigantismo
El gigantismo es un trastorno endocrino que aparece cuando
hay un exceso de hormona del crecimiento, pero, en este caso,
durante la niñez. Esto es lo que lo diferencia de la acromegalia.
El crecimiento excesivo hace que el niño sea extremadamente alto para
su edad. Esto viene acompañado de otros síntomas:
Retraso en la pubertad
Problemas de visión
Prominencia frontal y mandibular (frente y mandíbulas que sobresalen)
Dolor de cabeza
Espacios entre los dientes
Manos y pies desproporcionadamente grandes
Facciones faciales más marcadas
Problemas de sueño
Cambios en la voz
9. Hipogonadismo
El hipogonadismo es una enfermedad endocrina en la que las
gónadas (ovarios y testículos) producen poca cantidad de sus
correspondientes hormonas. Sus características dependen, por lo tanto,
del sexo de la persona.
9.1. Hipogonadismo masculino
Los testículos se encargan de producir testosterona, una hormona vital
para el desarrollo de los caracteres sexuales y para la producción
correcta de esperma.
Cuando los testículos, ya sea por un defecto genético o por lesiones o
infecciones, dejan de producir testosterona, hay distintas
manifestaciones:
Poco desarrollo muscular
Dificultad para que aparezca vello facial
Poco desarrollo de los genitales
La voz no se vuelve grave
Agrandamiento de las mamas
Disminución del apetito sexual
Problemas de crecimiento
9.2. Hipogonadismo femenino
Los ovarios se encargan de producir estrógenos, unas hormonas que
regulan el desarrollo tanto de la menstruación como de los caracteres
femeninos.
Cuando los ovarios no producen suficiente cantidad de estas hormonas,
hay distintas consecuencias para la mujer. Si el hipogonadismo se
desarrolla durante la infancia, la niña no empezará a menstruar y tendrá
problemas tanto de crecimiento como de desarrollo de las mamas.
Si de lo contrario, el hipogonadismo aparece ya en la edad adulta, la
mujer sufrirá sofocos, cambios de humor, disminución de la energía e
irregularidades en la menstruación.
10. Síndrome del Ovario Poliquístico
El síndrome del ovario poliquístico (POQ) es un trastorno
endocrino frecuente en mujeres que se encuentran en edad
reproductiva. Se desarrolla cuando la mujer tiene niveles excesivos de
andrógenos, una hormona masculina.
Esto hace que se formen folículos en los ovarios, unas pequeñas
acumulaciones de líquido que impiden que los óvulos sean liberados de
forma regular. Consecuentemente, habrá irregularidades en los períodos
menstruales.
De este trastorno pueden derivar complicaciones que se vuelven
especialmente graves si la mujer padece obesidad:
Cáncer de endometrio y de cuello uterino
Esterilidad
Elevada presión arterial
Diabetes tipo 2
Sangrado anormal
Inflamación del hígado
Abortos espontáneos o nacimientos prematuros
Hipogonadismo hipogonadotrópico
El hipogonadismo es una afección en la cual los testículos en los hombres y los ovarios en las
mujeres producen pocas o ninguna hormona sexual.
El hipogonadismo hipogonadotrópico (HH) es una forma de hipogonadismo que se debe a un
problema con la hipófisis o el hipotálamo.
Causas
El HH es causado por una falta de hormonas que normalmente estimulan los ovarios o los
testículos: Estas hormonas incluyen a la hormona liberadora de gonadotropina, la hormona
foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (HL).
Neoplasia endocrina múltiple (NEM) I
La neoplasia endócrina múltiple tipo 1 (MEN) es una enfermedad en la cual una o más
glándulas endócrinas son hiperactivas o forman un tumor. Pasa de padres a hijos
(hereditaria).
Las glándulas endócrinas más comúnmente involucradas incluyen:
Páncreas
Paratiroides
Hipófisis
Causas
La causa de la NEM I es un defecto en un gen que porta el código para una proteína llamada
menina. La afección hace que muchos tumores de diversas glándulas aparezcan en la misma
persona, pero no necesariamente al mismo tiempo.
El trastorno puede ocurrir a cualquier edad y afecta a hombres y mujeres por igual. Un
antecedente familiar de este trastorno eleva el riesgo
índrome de insensibilidad a los
andrógenos
El síndrome de insensibilidad a los andrógenos (SIA) se presenta cuando una persona que es
genéticamente masculina (tiene un cromosoma X y un cromosoma Y) es resistente a las
hormonas masculinas (llamadas andrógenos). Como resultado, la persona tiene algunos de
los rasgos físicos de una mujer, pero los caracteres genéticos de un hombre.
Causas
El SIA es causado por anomalías genéticas en el cromosoma X. Estas anomalías hacen que
el cuerpo sea incapaz de responder a las hormonas que producen una apariencia masculina.
El síndrome se divide en dos categorías principales:
SIA completo
SIA parcial
En el SIA completo no se desarrolla el pene ni otros órganos corporales masculinos. Al nacer,
el niño luce como una niña. Esta forma completa del síndrome se presenta hasta en 1 de cada
20,000 bebés nacidos vivos.
Insuficiencia suprarrenal: se produce porque las glándulas suprarrenales no
producen la cantidad necesaria de corticoesteroides, lo que genera sensación de
fatiga, debilidad general, deshidratación, dolor abdominal y otros síntomasEste
trastorno ocurre cuando la corteza suprarrenal no produce suficientes
corticoesteroides. También en este caso el tratamiento es el aporte exógeno de la
hormona deficitaria.
Hipotiroidismo: en este caso el problema es que no se producen suficientes
hormonas tiroideas, lo que conlleva un enlentecimiento general del sistema
metabólico, ocasionando un sensación continua de fatiga, hipotensión arterial,
frecuencia cardiaca baja, sobrepeso, etc. Se suele tratar administrando hormonas
tiroideas para cubrir las necesidades del organismo.
Pubertad precoz: es más frecuente de lo que se cree y se produce porque la
hipófisis se anticipa al momento en que debe iniciar la producción de las hormonas
que inducen la liberación de hormonas sexuales por parte de las gónadas, lo que
implica que los cambios físicos asociados a la madurez sexual se producen antes
de lo que cabría esperar. Sin embargo, con el tratamiento adecuado pueden tener
un desarrollo normal.
Síndrome de McCune-Albright
Es una enfermedad genética que afecta los huesos, las hormonas y el color (pigmentación) de
la piel.
Causas
El síndrome de McCune-Albright es causado por mutaciones en el gen GNAS. Una
pequeña cantidad, pero no todas, de las células de la persona contienen este gen defectuoso
(mosaicismo).
Esta enfermedad no es hereditaria.
Síndrome de secreción inadecuada de la
hormona antidiurética
El Síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética (SSIHA) es una afección en
la cual el cuerpo produce demasiada hormona antidiurética (HAD). Esta hormona ayuda a los
riñones a controlar la cantidad de agua que su cuerpo pierde a través de la orina. El SSIHA
provoca que el cuerpo retenga demasiada agua.
La HAD es una sustancia producida naturalmente en una zona del cerebro
llamada hipotálamo. Después es liberada por la glándula pituitaria en la base del cerebro.
Causas
Existen muchas razones por las cuales el cuerpo necesita fabricar mucha HAD. Las
situaciones comunes en la que la HDA se libera en la sangre cuando no debería producirse
(inadecuada) incluyen:
Medicamentos, como ciertos fármacos para la diabetes tipo 2, anticonvulsivos,
antidepresivos, fármacos para la presión arterial y del corazón, fármacos para el
cáncer, anestesia
Síndrome de Zollinger-Ellison
Es una afección en la cual el cuerpo produce una cantidad excesiva de la hormona gastrina.
La mayoría de las veces, un pequeño tumor (gastrinoma) en el páncreas o en el intestino
delgado es la fuente de la gastrina excedente en la sangre.
Causas
El síndrome de Zollinger- Ellison es causado por tumores. Estos crecimientos por lo general
están localizados en la cabeza del páncreas y en la parte superior del intestino delgado. Los
tumores se denominan gastrinomas. Los niveles altos de gastrina ocasionan la producción de
demasiado ácido gástrico.
Los gastrinomas aparecen como tumores únicos o varios tumores. Entre la mitad y dos tercios
de los gastrinomas únicos son tumores cancerosos (malignos). Estos tumores frecuentemente
se diseminan al hígado y a los ganglios linfáticos cercanos.
Muchas personas con gastrinomas tienen varios tumores como parte de una afección
denominada neoplasia endocrina múltiple tipo I (NEM I). Pueden desarrollarse tumores en la
hipófisis (cerebro) y las glándulas paratiroides (cuello), así como en el páncreas.
CONTINÚE LEYENDO
Hipófisis e hipotálamo
El hipogonadismo masculino significa que los testículos no
producen suficiente cantidad de la hormona sexual masculina testosterona
El hipogonadismo es un trastorno en el que las glándulas sexuales –las
gónadas– no fabrican suficiente (poca o ninguna) cantidad de hormonas
sexuales. En los hombres, los testículos producen testosterona. Las
hormonas producidas por las gónadas femeninas (los ovarios) son
fundamentalmente estrógenos y progesterona, aunque también se
segrega una pequeña cantidad de testosterona.
Las hormonas sexuales femeninas regulan el ciclo menstrual y el
embarazo, los caracteres sexuales secundarios, y actúan en otros
órganos y sistemas del cuerpo. La testosterona es responsable de
desarrollar –por sus efectos androgénicos– los órganos reproductores
como los testículos y la próstata, además de ser responsable de los
caracteres sexuales secundarios (vello corporal, voz masculina…).
También tiene efectos anabólicos: es importante para mantener la masa
muscular y la masa ósea.
Las gónadas funcionan como una parte del eje hipotálamo –hipófisis–
gónadas. El hipotálamo es un pequeño núcleo en el cerebro. Ahí se
fabrica una hormona llamada hormona liberadora de hormona
luteinizante (LHRH) u hormona liberadora de gonadotrofina (GnRH). Esta
hormona actúa sobre la glándula pituitaria o hipófisis, estimulándola para
que segregue otras dos hormonas, la FSH y la LH (hormona folículo-
estimulante y hormona luteinizante): son las gonadotrofinas, que
estimulan a las gónadas para que produzcan sus hormonas.
El hipogonadismo puede suceder por un funcionamiento anormal del eje
hipotálamo-hipófisis-gónadas, o bien por un problema de las propias
gónadas. No es un problema muy frecuente. Puede pasar a cualquier
edad y en personas de cualquier raza y procedencia. Hay distintas
formas de hipogonadismo, que se pueden tratar con hormonas en forma
de parches, inyecciones o pastillas.
Enfermedad de Addison
Es un trastorno que ocurre cuando las glándulas suprarrenales no producen suficientes
hormonas.
Causas
Las glándulas suprarrenales son pequeños órganos que secretan hormonas y que se
encuentran en la parte superior de cada riñón. Estas glándulas están conformadas por una
parte externa, llamada corteza, y una parte interna, llamada médula.
La corteza produce 3 tipos de hormonas:
Las hormonas glucocorticoides (como el cortisol) mantienen el control del azúcar
(glucosa), disminuyen (inhiben) la respuesta inmunitaria y ayudan al cuerpo a
responder al estrés.
Las hormonas mineralocorticoides (como la aldosterona) regulan el equilibrio de
sodio, agua y potasio.
Las hormonas sexuales, andrógenos (masculinas) y estrógenos (femeninas),
afectan el desarrollo sexual y la libido.
La enfermedad de Addison resulta de un daño a la corteza suprarrenal. El daño hace que
dicha corteza produzca niveles hormonales demasiado bajos.
Este daño puede ser causado por lo siguiente:
El sistema inmunitario ataca por error las glándulas suprarrenales (enfermedad
autoinmunitaria)
Infecciones como la tuberculosis, VIH o infecciones micóticas
Hemorragia dentro de las glándulas suprarrenales
Tumores
Los factores de riesgo para la enfermedad de Addison de tipo autoinmunitario incluyen otras
enfermedades autoinmunitarias:
Hinchazón (inflamación) de la glándula tiroides que con frecuencia lleva a una
reducción en la función tiroidea (tiroiditis crónica)
La glándula tiroides produce un exceso de hormona tiroidea
(hipertiroidismo, enfermedad de Graves)
Erupción que produce picazón con ronchas y ampollas (
Tanto la pancreatitis aguda como la crónica pueden provocar que
el páncreas produzca menos enzimas necesarias para descomponer y procesar
nutrientes de los alimentos que ingieres. Esto puede provocar desnutrición, diarrea
y pérdida de peso, aunque sigas consumiendo los mismos alimentos o la misma
cantidad de alimentos.
Si las células productoras de insulina en el páncreas se dañan, podría desarrollar
diabetes. La diabetes tipo 2 se desarrolla cuando el páncreas no puede
producir suficiente insulina para manejar el azúcar en la sangre. La obesidad
empeora la diabetes tip
¿Qué es el hipotiroidismo?
El hipotiroidismo, o tiroides hipoactiva, ocurre cuando la glándula tiroides no produce
suficientes hormonas tiroideas para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Su tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la parte delantera de
su cuello. Produce hormonas que controlan cómo el cuerpo usa la energía. Estas hormonas
afectan a casi todos los órganos de su cuerpo y controlan muchas de las funciones más
importantes de su cuerpo. Por ejemplo, afectan su respiración, frecuencia cardíaca, peso,
digestión y estados de ánimo. Sin suficientes hormonas tiroideas, muchas de las funciones
de su cuerpo se vuelven más lentas. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar.
¿Qué causa el hipotiroidismo?
El hipotiroidismo tiene varias causas. Incluyendo:
Enfermedad de Hashimoto: Trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario
ataca la tiroides. Es la causa más común
Tiroiditis: Inflamación de la tiroides
Hipotiroidismo congénito: Hipotiroidismo presente al nacer
La insuficiencia hipofisaria es un trastorno poco frecuente en el cual la
hipófisis no produce una o más hormonas, o bien la cantidad que produce
es insuficiente.
La hipófisis es una glándula del tamaño de un frijol (o poroto) que está
ubicada en la base del cerebro. Forma parte del sistema endocrino del
cuerpo, que comprende todas las glándulas que producen y regulan las
hormonas. A pesar de su tamaño pequeño, la glándula hipófisis produce y
libera una serie de hormonas que actúan en casi todas las partes del
cuerpo.
Cuando presentas insuficiencia hipofisaria, tienes un suministro escaso
(deficiencia) de una o más de las hormonas que produce la hipófisis. Estas
deficiencias hormonales pueden afectar las diversas funciones habituales
del cuerpo, como el crecimiento, la presión arterial o la reproducción. Por lo
general, los síntomas varían según la hormona u hormonas que te falten.
Si tienes insuficiencia hipofisaria, probablemente necesitarás tomar
medicamentos por el resto de tu vida. Los medicamentos ayudan a
reemplazar las hormonas faltantes para poder controlar los síntomas.
Qué es la hormona del crecimiento?
La hormona del crecimiento (HC) es una sustancia corporal que ayuda a los niños a crecer y a
desarrollarse como deben. La fabrica la hipófisis, ubicada en la basa del cerebro.
¿Qué es una deficiencia de la hormona del crecimiento?
Una deficiencia de la hormona del crecimiento es cuando el cuerpo no fabrica una cantidad
suficiente de esta hormona como para que un niño pueda crecer a un ritmo normal.
Hay dos tipos de deficiencia de la hormona del crecimiento:
Deficiencia de la hormona del crecimiento congénita: es el tipo de deficiencia con la que
nacen algunos bebés. También pueden tener problemas con otras hormonas. Aunque nazcan
con esta afección, algunos bebés parecen estar creciendo con normalidad hasta que tienen
entre 6 y 12 meses de edad.
Deficiencia de la hormona del crecimiento adquirida: ocurre cuando el cuerpo deja de
fabricar una cantidad suficiente de hormona del crecimiento como para crecer con normalidad.
Puede empezar en cualquier momento de la infancia.
Carencia de las gonadotropinas (hormonas foliculoestimulante y
luteinizante)
En las mujeres premenopáusicas, la carencia de estas hormonas provoca la interrupción de
los periodos menstruales (amenorrea), infertilidad, sequedad vaginal y pérdida de algunas
características sexuales femeninas.
En los hombres, este déficit da lugar a un menor tamaño (atrofia) de los testículos, a una
disminución de la producción de espermatozoides con la consiguiente infertilidad, a
disfunción eréctil y a la pérdida de algunas características sexuales masculinas.
En los niños, las deficiencias de estas hormonas conducen a retraso en la pubertad. La
carencia de ambas hormonas también puede aparecer en el síndrome de Kallmann , los
afectados por dicha enfermedad también pueden sufrir labio leporino o fisura o hendidura en
el paladar, daltonismo e incapacidad para percibir los olores.
Carencia de la hormona estimulante del tiroides (TSH o tirotropina)
Hipopituitarismo (insuficiencia
hipofisaria)
Por
Ian M. Chapman
, MBBS, PhD, University of Adelaide, Royal Adelaide Hospital
Última revisión completa ago. 2019
HACER CLIC AQUÍ PARA LA VERSIÓN PARA PROFESIONALES
DATOS CLAVE
El hipopituitarismo (insuficiencia hipofisaria) se debe a una menor actividad de la
hipófisis que da lugar a la carencia de una o de más hormonas hipofisarias.
Los síntomas del hipopituitarismo dependen de la hormona que escasee e incluyen:
baja estatura, infertilidad, intolerancia al frío, fatiga e incapacidad de producir leche
materna.
El diagnóstico se basa en la medición de las concentraciones de las hormonas
hipofisarias en la sangre y en los resultados de las pruebas de diagnóstico por la
imagen realizadas en la hipófisis.
El tratamiento está dirigido a contrarrestar la carencia hormonal con sustancias
sintéticas, pero puede requerir la extirpación quirúrgica de algún tumor hipofisario o la
radioterapia.
La hipófisis y el hipotálamo
VIDEO
La hipófisis (glándula pituitaria) es una glándula del tamaño de un guisante, ubicada en la
base del cerebro. Secreta una serie de hormonas que controlan la función de la mayoría de
las demás glándulas endocrinas. (Véase también Introducción a la hipófisis .)
Causas
El hipopituitarismo es un trastorno poco común. Puede ser consecuencia de varios factores,
como determinados trastornos inflamatorios, un tumor hipofisario o un aporte insuficiente de
sangre a la hipófisis.
Causas que afectan principalmente a la hipófisis
Tumores hipofisarios
Un aporte inadecuado de sangre a la hipófisis (debido a hemorragia grave, trombos,
anemia u otros trastornos)
Infecciones
Trastornos inflamatorios (como la sarcoidosis )
Inflamación de la glándula pituitaria debido a la administración de fármacos
consistentes en anticuerpos monoclonales como parte de un tratamiento contra el
cáncer (ipilimumab o fármacos relacionados)
Radioterapia (como la necesaria para tratar un tumor cerebral)
Extirpación quirúrgica del tejido hipofisario
Trastornos autoinmunitarios
Lesiones quirúrgicas de la hipófisis o de los vasos sanguíneos o de los nervios que la
conforman
Causas que afectan principalmente al hipotálamo y que, por consiguiente,
influyen también en la hipófisis
Tumores del hipotálamo
Trastornos inflamatorios
Traumatismos craneales
Las deficiencias de las hormonas hipotalámicas
Síntomas
Los síntomas dependen de las hormonas hipofisarias que escaseen.
Aunque en ocasiones los síntomas comienzan de forma repentina y alarmante, por lo
general son graduales y pasan inadvertidos durante mucho tiempo. Los síntomas dependen
de las hormonas hipofisarias que escaseen. En algunos casos, disminuye la producción de
una sola hormona hipofisaria, aunque lo habitual es que se reduzcan las concentraciones de
varias hormonas al mismo tiempo (panhipopituitarismo o insuficiencia hipofisaria global). La
producción de las hormonas del crecimiento, luteinizante y foliculoestimulante suele
disminuir antes de que lo hagan las hormonas estimulante del tiroides
y adrenocorticotrófica (hormona adrenocorticotropa o corticotropina).
Carencia de la hormona del crecimiento
En niños, la falta de la hormona del crecimiento (somatotropina) suele dar lugar a un
crecimiento general inadecuado y a una estatura baja . En los adultos, la carencia de esta
hormona no afecta a la estatura porque los huesos ya han terminado de desarrollarse. Los
adultos por lo general no tienen otros síntomas que no sean una energía a veces reducida.
Carencia de las gonadotropinas (hormonas foliculoestimulante y
luteinizante)
En las mujeres premenopáusicas, la carencia de estas hormonas provoca la interrupción de
los periodos menstruales (amenorrea), infertilidad, sequedad vaginal y pérdida de algunas
características sexuales femeninas.
En los hombres, este déficit da lugar a un menor tamaño (atrofia) de los testículos, a una
disminución de la producción de espermatozoides con la consiguiente infertilidad, a
disfunción eréctil y a la pérdida de algunas características sexuales masculinas.
En los niños, las deficiencias de estas hormonas conducen a retraso en la pubertad. La
carencia de ambas hormonas también puede aparecer en el síndrome de Kallmann , los
afectados por dicha enfermedad también pueden sufrir labio leporino o fisura o hendidura en
el paladar, daltonismo e incapacidad para percibir los olores.
Carencia de la hormona estimulante del tiroides (TSH o tirotropina)
La carencia de la hormona estimulante del tiroides (tirotropina) provoca una menor actividad
de la glándula tiroidea (hipotiroidismo ), lo que da lugar a algunos síntomas tales como
confusión mental, intolerancia al frío, aumento de peso, estreñimiento y sequedad de la piel.
Sin embargo, la mayoría de los casos de hipotiroidismo se deben a un problema originado
en la propia glándula tiroidea y no a una menor concentración de las hormonas hipofisarias.
Carencia de la hormona adrenocorticotrófica (ACTH)
La carencia de la hormona adrenocorticotrófica (ACTH) deriva en hipoactividad de la
glándula suprarrenal (enfermedad de Addison ), lo que se manifiesta como fatiga,
hipotensión arterial, bajos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre y baja tolerancia al
esfuerzo. Este trastorno constituye la deficiencia de hormona hipofisaria más grave. Si el
organismo no es capaz de producir esta hormona (ACTH), puede acaecer la muerte.
Carencia de prolactina
La carencia de prolactina disminuye o inhibe la capacidad del organismo de producir leche
después del parto. Una de las causas de este trastorno y de otras carencias de hormonas
hipofisarias es el síndrome de Sheehan, una complicación del parto poco frecuente. Por lo
general, el síndrome de Sheehan es el resultado de un sangrado excesivo y de
un choque (shock) durante el parto, que dan lugar al deterioro parcial de la hipófisis. Los
síntomas incluyen fatiga, pérdida del vello púbico y de las axilas e incapacidad para producir
leche. No se conocen los efectos que produce la carencia de prolactina en los hombres.
Deficiencias del hipotálamo
El hipotálamo es una pequeña región del encéfalo cercana a la hipófisis. Produce hormonas
e impulsos nerviosos que controlan la hipófisis. Por tanto, los tumores que afectan el
hipotálamo pueden causar deficiencias de hormonas hipofisarias. También pueden alterar
los centros que controlan el apetito, lo que lleva a la obesidad.
Apoplejía pituitaria
La apoplejía pituitaria es un grupo de síntomas que aparecen a causa de un bloqueo del
flujo de sangre en la pituitaria, lo que resulta en una destrucción del tejido y hemorragia.
Muy a menudo, la apoplejía pituitaria se produce en una persona que tiene un tumor
hipofisario. Los síntomas incluyen dolor de cabeza agudo, rigidez de la nuca, fiebre,
defectos del campo visual, y problemas con los movimientos oculares. La hemorragia causa
inflamación de la glándula pituitaria, que presiona sobre el hipotálamo, provocando
somnolencia o coma. La glándula pituitaria puede dejar de producir hormonas de repente,
especialmente la ACTH, lo que da lugar a una presión arterial y niveles de glucosa en la
sangre bajos.
Diagnóstico
Análisis de sangre para determinar los niveles hormonales
Pruebas de diagnóstico por la imagen
Puesto que la hipófisis estimula otras glándulas, la presencia de un déficit de hormonas
hipofisarias suele dar lugar a que estas otras glándulas produzcan una menor cantidad de
hormonas. Por esta razón, se debe considerar la posibilidad de una disfunción hipofisaria
cuando se estudia una carencia en otra glándula, como la tiroidea o las suprarrenales.
Cuando los síntomas indican una hipoactividad de varias glándulas, se sospecha
hipopituitarismo (insuficiencia hipofisaria) o un síndrome de insuficiencia poliglandular .
Una evaluación generalmente comienza midiendo los niveles sanguíneos de las hormonas
que la glándula pituitaria produce (normalmente, la hormona estimulante del tiroides, la
prolactina, la hormona luteinizante y la hormona folículo estimulante) al mismo tiempo que
mide los niveles de la hormona producida por los órganos diana (normalmente, la hormona
tiroidea, testosterona en los hombres, y estrógenos en las mujeres).
Por ejemplo, cuando el hipotiroidismo se debe a una insuficiencia hipofisaria, la
concentración de la hormona tiroidea es baja, al igual que también es menor, o
inadecuadamente normal, la hormona estimulante del tiroides (tirotropina), producida por la
hipófisis. Por el contrario, si el hipotiroidismo está causado por una insuficiencia de la propia
glándula tiroidea, la hormona de esta glándula presenta una concentración baja, mientras
que el nivel de la hormona estimulante del tiroides es alto. A veces, los médicos inyectan
una versión sintética de una hormona liberadora de tirotropina; se trata de una hormona que
estimula la liberación de la hormona estimulante del tiroides y la prolactina de la parte
anterior de la hipófisis. La respuesta del cuerpo a esta inyección puede ayudar a los
médicos a determinar si la glándula pituitaria u otra glándula es la causa de la deficiencia de
la hormona.
Es difícil evaluar la producción de la hormona de crecimiento por parte de la hipófisis dado
que no existe una única concentración sanguínea capaz de reflejarla con exactitud. El
organismo produce la hormona del crecimiento (somatotropina) en varias ráfagas a lo largo
del día y la utiliza con rapidez. Por esta razón, la concentración sanguínea en un momento
dado no es indicativo de que la producción sea normal durante todo el día. En su lugar, se
miden las concentraciones del factor de crecimiento insulinoide de tipo 1 (IGF-1) en la
sangre. La producción del IGF-1 está regulada por la hormona del crecimiento y su
concentración cambia lentamente en proporción a la cantidad total de la hormona del
crecimiento secretada por la hipófisis. En los bebés y en los niños pequeños, se mide la
concentración de una sustancia similar, la proteína de tipo 3 ligada al factor de crecimiento
insulinoide (IGF-binding protein type 3, IGFBP-3, por sus siglas en inglés).
Dado que las concentraciones de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante fluctúan a
lo largo del ciclo menstrual, es difícil interpretar los resultados en las mujeres. Sin embargo,
si no se sigue ningún tratamiento con estrógenos después de la menopausia, es normal que
los valores de estas hormonas sean altos.
La producción de la hormona adrenocorticotrófica (ACTH) se determina midiendo las
concentraciones de la hormona sobre la que influye (el cortisol) en respuesta a estímulos,
como puede ser una inyección de ACTH sintética (prueba de estimulación con ACTH) o un
valor bajo de azúcar en sangre después de inyectar insulina (prueba de tolerancia a la
insulina). Si la concentración en sangre del cortisol no se modifica y la de la ACTH es normal
o baja, se confirma la existencia de una producción inadecuada de la ACTH.
Una vez confirmado el hipopituitarismo en los análisis de sangre, la hipófisis se examina
mediante una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética nuclear (RMN),
con el fin de detectar posibles anomalías estructurales. La TC o la RMN permiten observar
determinadas zonas (localizadas) de crecimiento anómalo de tejido, así como un aumento o
una reducción del tamaño de la hipófisis. Los vasos sanguíneos que irrigan la hipófisis
pueden analizarse mediante angiografía cerebral.
Tratamiento
Tratamiento de la causa
Restitución de las hormonas que se encuentran en concentraciones demasiado bajas
El tratamiento va dirigido a combatir la causa de la hipoactividad pituitaria, siempre que sea
posible, y a compensar la deficiencia hormonal.
Tratamiento de la causa
Cuando la causa de la deficiencia de la hormona pituitaria es un tumor, su extirpación
quirúrgica se considera a menudo el primer tratamiento más adecuado. La extirpación del
tumor también reduce cualquier síntoma de compresión y los problemas de visión causados
por el tumor. Generalmente todos, excepto los tumores más grandes, pueden extirparse por
medios quirúrgicos a través de la nariz (vía transesfenoidal).
También se puede irradiar la hipófisis mediante supervoltaje o haces de protones para
destruir el tumor. Puede que la intervención quirúrgica no sea suficiente para eliminar los
tumores grandes y los que se extienden más allá de la estructura ósea situada en la base
del encéfalo donde se sitúa la hipófisis (la silla turca). Si se da este caso, se utiliza radiación
de supervoltaje después de la intervención con el fin de eliminar las células tumorales
residuales.
A la larga, la irradiación de la hipófisis puede causar una lenta pérdida de cualquier función
hipofisaria remanente normal. La pérdida puede ser parcial o completa. Por lo tanto, la
actividad de las glándulas diana se suele evaluar cada 3 o 6 meses durante el primer año y,
posteriormente, una vez al año, durante por lo menos 10 años desde la finalización del
tratamiento.
Los tumores que producen prolactina se tratan con fármacos que actúan como la dopamina,
como, por ejemplo, la bromocriptina o la cabergolina. Estos fármacos reducen el tamaño del
tumor a la vez que disminuyen la concentración de prolactina.
Sustitución hormonal
El tratamiento también se centra en la sustitución de las hormonas deficientes, por lo
general no sustituyendo las hormonas hipofisarias sino mediante la sustitución de las
hormonas diana. Por ejemplo, si existe carencia de la hormona estimulante del tiroides
(tirotropina), se administra hormona tiroidea. Si el déficit es de la hormona
adrenocorticotrófica (ACTH), se administran hormonas corticosuprarrenales, como
la hidrocortisona. Pero, si las hormonas que faltan son la luteinizante y la foliculoestimulante,
se administran estrógenos, progesterona o testosterona.
La única hormona hipofisaria que puede administrarse es la hormona del crecimiento
(somatotropina), lo que se hace mediante inyección. Cuando se administra a niños con
carencia antes de que se cierren los cartílagos de crecimiento de los huesos, se logra que
no tengan una estatura excepcionalmente baja. En la actualidad, la hormona del crecimiento
también se utiliza para tratar a ciertos adultos con déficit de esta hormona, con el fin de
mejorar la composición corporal, aumentar la densidad ósea y mejorar la calidad de vida.
NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: Hacer clic aquí para
la versión para profesionales
La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmunitario que puede
causar hipotiroidismo (en inglés), o la disminución funcional de la tiroides. Con
esta enfermedad, el sistema inmunitario ataca la tiroides. La tiroides se daña y no
puede producir suficientes hormonas tiroideas.
La tiroides es una glándula pequeña con forma de mariposa en la parte frontal del
cuello. Las hormonas tiroideas controlan la forma como el organismo usa la
energía, por lo que afecta casi todos los órganos, incluso la forma como late el
corazón. Si no hay suficientes hormonas tiroideas, se disminuyen muchas de las
funciones del organismo.
PATOLOGÍAS ENDOCRINAS Y CORONAVIRUS
25 de mayo, 2020 ·Tratamiento y Recuperación
Las enfermedades endocrinas son un grupo de trastornos que pueden incluir problemas con
una o más de las ocho glándulas principales del cuerpo, como la tiroides, la glándula pituitaria,
la glándula suprarrenal y el páncreas. En este contexto de pandemia, conoce cómo el
coronavirus puede incidir en estas patologías
La doctora Verónica Araya, endocrina y diabetóloga de Clínica Ldetalla la relación, las
potenciales consecuencias y principales cuidados que se deben tener en el caso de pacientes
con trastornos endocrinos y el coronavirus:
Hipotiroidismo: Es la patología endocrina más frecuente, por lo tanto, un alto porcentaje de la
población de Chile la padece. Sin embargo, pese a ser una enfermedad crónica, este grupo de
pacientes no presenta un riesgo aumentado de presentar una infección grave por COVID
19 respecto de la población general.
Frente a la infección, se debe mantener el tratamiento con hormona tiroidea en la forma
habitual, independiente de otras terapias que se le puedan indicar y realizarse un control con
su endocrinólogo para chequear los niveles hormonales una vez dado de alta.
Hipertiroidismo: Enfermedad tiroidea por exceso de producción de hormonas tiroideas. Al
igual que en el hipotiroidismo, estos pacientes no presentan un riesgo aumentado de
presentar una infección grave por COVID 19 respecto de la población general. Sin
embargo, una infección grave puede descompensar un hipertiroidismo que no se
encuentra bien controlado, lo que puede derivar en complicaciones adicionales y agravar la
evolución.
Es importante que, los pacientes no suspendan ni disminuyan su tratamiento y se
controlen con su endocrinólogo para revisar los niveles de hormonas tiroideas y realizar los
ajustes en el tratamiento si es necesario, ante la eventualidad de un contagio con COVID-19.
Cáncer de tiroides: Pacientes portadores de cáncer de tiroides tampoco presentan
mayor riesgo de infección grave. Pacientes tratados, con terapia de sustitución con
hormona tiroidea y en control, deben mantener su plan de seguimiento con su endocrinólogo.
Los pacientes que han sido diagnosticados en este periodo y que no han sido
operados, deben discutir con su endocrinólogo el plan a seguir. La inmensa mayoría de
los cánceres de tiroides tienen un comportamiento benigno, lo que permite que la cirugía se
pueda diferir en meses, manteniendo un seguimiento estrecho.
Tiroiditis subaguda: Corresponde a una inflamación de la glándula tiroides que,
habitualmente, se presenta en personas sin enfermedades a la tiroides. Uno de los
factores que favorece el desarrollo de esta inflamación son las infecciones respiratorias
virales. Por lo tanto, es factible que pacientes que han sufrido la infección COVID 19,
puedan evolucionar posteriormente con este cuadro.
Ante la presencia de aumento de volumen y dolor cervical anterior, irradiado a la región
retroauricular o nuca, que dificulta tragar, acompañado de fiebre, palpitaciones, temblor,
debe consultar con un endocrinólogo.
Insuficiencia suprarrenal: Patología crónica que se produce por la falta de producción de
cortisol por las glándulas suprarrenales. El cortisol es la hormona encargada de responder
frente a situaciones de estrés importante. Por esto, deben recibir en forma permanente y sin
interrupciones Hidrocortisona que es la terapia de sustitución.
Los pacientes que sufren esta patología, no presentan mayor riesgo de infección grave por
COVID-19 que la población general. Sin embargo, pueden sufrir una descompensación
grave si, frente al cuadro infeccioso, no se toman en forma inmediata las medidas de
ajuste de dosis.
Se debe realizar el aumento de dosis de la Hidrocortisona de acuerdo a lo indicado por su
endocrinólogo y mantener una hidratación adecuada. En caso de presentar náuseas,
vómitos o imposibilidad de ingerir el medicamento, debe concurrir a un servicio de
urgencia para recibir el tratamiento endovenoso. Debe mantenerse en contacto con su
especialista tratante.
Déficit de hormonas derivado de enfermedades de la hipófisis: Estas pueden derivar
de tumores, cirugías, radioterapia entre otras. En general, esto afecta al funcionamiento de
la tiroides, suprarrenales, ovarios, testículos y también producir alteración en control de
la diuresis (volumen de orina) que corresponde a la diabetes insípida.
Tampoco presentan mayor riesgo de sufrir una infección grave por COVID 19, excepto que,
por su enfermedad de base presenten un estado de inmunodepresión. Las recomendaciones
para la sustitución de hormona tiroidea e Hidrocortisona son las mismas que las señaladas
anteriormente. El reemplazo de las hormonas sexuales (estrógenos, testosterona) debe
mantenerse, aunque no es de vital importancia y podrían suspenderse en el periodo de mayor
compromiso.
El tratamiento de la diabetes insípida debe mantenerse ya que, su interrupción y sin la
ingesta de agua suficiente puede llevar a una deshidratación severa y compromiso
neurológico por aumento de los niveles de sodio. Ante cualquier aumento de la frecuencia
y aumento del volumen urinario acompañado de aumento de la sed, debe contactar a su
endocrinólogo. Inmediatamente.