2 Corintios 12:9
En los últimos días he estado escuchando una frase “si sana a alguien,
por qué no me sana a mi” y lo he escuchado varias veces, cuando el
pastor me dijo que quería que el tema sea consecutivo el tema del día
de oración e intercesión, si no me equivoco fue el último día que
escuche “por qué él y a mí no” y pensando en que decir y en el culto de
hoy se viene a mi mente “bástate mi gracia”.
Que tiene que ver esto con intercesión y con el devocional anterior de
tomar la cruz y seguir a Cristo.
Bueno, anteriormente mencione el tomar la cruz como un acto de amor
y servicio hacia mi hermano, olvidarme de mi necesidad por un
momento y estar en el lugar de mi hermano o la persona que está en
necesidad.
Es normal, siento yo preguntarse ¿y yo? Y siento también que es parte
de un proceso, de vivir mi situación, hacer preguntas con el fin de que
mi fe y mi esperanza esté cimentada en Jesús.
Es aquí donde llega 2 corintios 12:9 (leer versión NTV 12:110)
Pablo comprende que su aguijón o espina tiene un por qué y la
respuesta de Dios es “mi gracia es todo lo que necesitas”
Nuestra necesidad no esta escondida para Dios, obviamente debemos
tener confianza para decirle a nuestro Padre de que tenemos necesidad
y ahí recuerdo el salmo 37:4 “deléitate asimismo en Jehová y te
concederá las peticiones de tu corazón” es decir, volvemos a lo anterior,
lo que necesitamos en toda situación es su gracia, yo dejo que su poder
se perfeccione en mi situación y en mis debilidades, yo me deleito, mi fe
crece, mi paciencia aumenta, yo amo a mi hermano a mi hermana y ese
amor se evidencia cuando yo oro por él o ella .
El servicio y el amor hacia nosotros es soportar, soportaos unos a otros
esa cruz que lleva cada uno, ese peso se aliviana, yo me siento
acompañada y su poder se perfecciona.
