El fin de Todo
Genesis 1
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 corintios 12
2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el
cuerpo, no lo sé;
si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el
tercer cielo.
3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo
sé; Dios lo sabe),
2 Pedro 3
10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual
los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo
serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas.
11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no
debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual
los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo
quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus
promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
Cielos nuevos y tierra nueva
Isaías 65
17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo
primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os
gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado;
porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
Apocalipsis 21
1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la
santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran
voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo
estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los
ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Los herederos
Mateo 5
2 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus
discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados
hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la
justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Lo que hay que vencer
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos;
porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Romanos 8
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos
con Cristo,
si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él
seamos glorificados.
Juan 15
18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes
que a vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo;
pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso
el mundo os aborrece. 20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho:
El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido,
también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra,
también guardarán la vuestra. 21 Mas todo esto os harán por causa
de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
Mateo 24
9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis
aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos
tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se
aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán
a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de
muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, este será
salvo. 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
El consejo de Dios a sus santos
Colosenses 3
1
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las
cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y
vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo,
vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
Salmo 73
25
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Eclesiastes 1
2
Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades,
todo es vanidad. 3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo
con que se afana debajo del sol?
Filipenses 3
7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las
cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo,
Las promesas de Dios
Apocalipsis 21
14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce
nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Apocalipsis 3
12
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y
el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual
desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Solo los que venzan y los que no
7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él
será mi hijo. 8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre,
que es la muerte segunda.
1 corintios 6
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No
erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni
los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Dios.
Galatas 5
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de
Dios.