MATERIAL SOBRE EL TEMA 1.
EL DERECHO ECLESIÁSTICO DEL
ESTADO
Sumario.- 1. Introducción:. El factor social religioso y su dimensión jurídica. 2.
Modelos de los Estados respecto al factor religioso. A). Evolución histórica de las
relaciones entre poder político y poder religioso en Europa; B.) modelos actuales de
relación de los Estados con las confesiones religiosas. 3.- Concepto y objeto del
Derecho Eclesiástico del Estado
1. Introducción
¿A qué llamamos Derecho eclesiástico del Estado? Una primera respuesta podría ser la
siguiente: la regulación jurídica del factor religioso en España.
El factor social religioso y su dimensión jurídica.
Lo religioso está presente en la vida social. En la vida de la sociedad hay factores de
índole política, de índole económica, de tipo cultural y también de tipo religioso. En
definitiva, lo religioso forma parte de la sociedad. Partiendo de esta premisa, las
creencias religiosas no son algo que se quede únicamente en el mundo interior de cada
individuo en el ámbito de su pensamiento o conciencia, sino que su creencia, lo natural
es que lo proyecte en su vida social y además incidir en ella, como de hecho se observa
en la vida diaria. Y es algo que se repite en la historia de la humanidad.
Por eso ,esas manifestaciones tienen que ser tenidas en cuenta por el jurista y así,
podemos concluir que estamos en presencia de un factor social religioso que
calificamos de factor social activo.
El factor social religioso es un factor social activo, en cuanto que incide en la creación,
modificación o extinción de relaciones jurídicas intersubjetivas, afecta a la vida personal
y social y, por ello, precisa de una regulación jurídica tendente a la solución de los
problemas que genera o puede generar.
Esa posibilidad de ser factor social activo puede darse, y de hecho es la primera
manifestación del mismo, en el seno de los propios grupos o confesiones religiosas. La
pertenencia a una confesión religiosa implica la asunción por parte de quien a ella se
adhiere de unos derechos y obligaciones que vienen plasmados en sus propios
ordenamientos jurídicos o derechos religiosos.
De ahí la importancia que ya desde ahora tiene que se sepa diferenciar entre Derecho
Eclesiástico del Estado (que es un derecho estatal, producido por normas del Estado o
que tienen relevancia en él porque el mismo Estado les concede esa relevancia) y los
Derechos religiosos, como es el Derecho canónico (que sólo tiene vigencia en el ámbito
de la Iglesia católica y es aplicable únicamente a los bautizados en la misma),
Nuestra atención debe fijarse, pues, ahora en los supuestos en que la actividad de ese
factor social se produce en el seno de la sociedad civil y la dimensión jurídica que esa
actividad pueda tener. Y ello nos lleva a preguntarnos: el fenómeno religioso ¿Ofrece
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una dimensión social tal que sea susceptible de ser organizada y regulada jurídicamente
de acuerdo con los principios y normas de nuestro ordenamiento jurídico, del
ordenamiento jurídico español?
Esta pregunta tiene su respuesta en la resolución de supuestos como el velo islámico, el
permiso para no trabajar por ser día de descanso para los adventistas del séptimo día,
alimentación en la cárcel.....) y algunas manifestaciones de esa incidencia social que
deben tenerse en cuenta resulta incontestables:
a) Toda creencia religiosa comporta, esencialmente, una moral 1, con tendencia a
convertir esa moral en una moral social, informadora de la vida política y social de la
comunidad e inspiradora de las normas jurídicas que la rigen y de las instituciones que
la representan. Por ello, el Derecho no puede permanecer ajeno a tal significativo valor
social.
b) Lo religioso, como específico fenómeno social, tiende a manifestarse a los demás
(mediante lo que se ha dado en llamar proselitismo o extensión de su doctrina); tiende,
igualmente, a la vivencia en común mediante la constitución de grupos de carácter
religioso
c) A través de sus diferentes formas históricas, lo religioso en general ¾y para
determinados países en particular concretos credos religiosos¾ constituyen un elemento
definidor, explican su historia y alguna de las características propias de su civilización.
d) Lo religioso aparece como una dimensión personal y valor realizable al lado de otros.
e) Consecuentemente, resulta muy difícil encontrar un ordenamiento jurídico estatal que
no contemple de algún modo ciertos aspectos referidos a las prácticas religiosas de los
ciudadanos aunque sólo sea para garantizar respetuosamente su ejercicio. Se produce,
así, un reconocimiento de la importancia y trascendencia del factor religioso en cuanto
factor social al servicio del pleno desarrollo de la persona.
f) Finalmente, refiriéndonos ya a un precepto concreto del ordenamiento jurídico
español, el artículo 16 C.E2, coherente con la Declaración Universal de Derechos
Humanos y demás Convenios y Tratados internacionales de Derechos Humanos
ratificados por España (a los que haremos referencia en el estudio de la siguiente
lección, dedicada a las fuentes del derecho eclesiástico español), se produce:
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Moral social ,ej. Ser honesto en el manejo del dinero. Moral religiosa: los islámicos no
pueden prestar dinero con intereses. Moral Jurídica, no se puede vender un producto escondiendo su
defecto…
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Título I. De los derechos y deberes fundamentales
Capítulo segundo. Derechos y libertades
Sección 1.ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas
Artículo 16: 1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades
sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público
protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3.Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias
religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la
Iglesia Católica y las demás confesiones
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El reconocimiento del derecho de libertad religiosa (individual y comunitario),
que como derecho fundamental poseerá una dimensión institucional, que lo convertirá
en principio informador central de nuestro ordenamiento.
Con una dimensión garantista y de promoción (art. 9.2 CE)
Con posibilidad de cooperación con los grupos religiosos (art. 16.3 CE)
En orden a potenciar y hacer efectivo y real “el libre desarrollo de la
personalidad”.
2. Modelos de los Estados respecto al factor religioso.
A. Los sistemas de relación en la historia.
¿Cuáles han sido las políticas que han adoptado respecto a la religión y, por ello, que
hayan podido determinar un concreto sistema de Derecho eclesiástico?:
a) El monismo imperialista.- En la polis griega y la civitas romana el poder político
asume la religión como función del Estado, lo que lleva a la inexistencia de un vínculo
eclesiástico distinto del vínculo civil y a la instrumentalización política de lo religioso.
b) El dualismo cristiano. Frente a la manera monista de entender lo religioso propia de
la época imperial romana, se erige la doctrina cristiana resumida en la frase evangélica
«al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»: significa someter las
cuestiones civiles a la autoridad civil (y la consiguiente obediencia a la autoridad civil
sobre las cuestiones de índole civil) y las religiosas a la autoridad
c) El constantinismo político o cesaropapismo. Es la manera tardo imperial de entender
las relaciones entre el Imperio y la Iglesia, basada en la asimilación del cristianismo
como religión oficial (previo tránsito por estadios de tolerancia y apertura a la libertad
de culto) y en la asunción por el Emperador de las potestades propias de la máxima
autoridad eclesiástica: el Papa.
d) El dualismo gelasiano. Fue la primera exposición doctrinal del dualismo formulada
por un Papa, Gelasio I (494 Como), quien en misiva dirigida al Emperador oriental de la
época exigió el reconocimiento por parte de los emperadores de la potestad de los
sagrados pontífices en asuntos religiosos, aún más, por su condición también de
emperadores cristianos les advirtió de su deber de someterse al poder moral de la
Iglesia.
e) El hierocratismo. El núcleo doctrinal del hierocratismo, también conocido como
potestas ecclesiae in temporalibus, o «agustinismo» político se basa en la superioridad
del poder espiritual sobre el temporal y el sometimiento del Estado a la Iglesia. Esta
doctrina acaba desembocando en una concepción monista de lo político y lo religioso.
f) La reforma protestante y sus consecuencias (S. XVI-S. XVIII). La doctrina
protestante, cuyo núcleo consiste en combatir la Iglesia jurídica y jerárquica, con el
Papa a su cabeza, con el resultado de la integración de la estructura eclesiástica en la
organización estatal, propia de los Estados protestantes.
g) El regalismo. En los Estados católicos el confesionalismo se traduce doctrinalmente
en el «regalismo», que tiene las siguientes características:
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Mantenimiento dogmático del principio dualista de separación
La Iglesia mantiene una potestas indirecta ecclesiae in temporalibus, que le
permite ejercer una potestad sobre las cosas temporales que resultan necesarias para el
fin espiritual, partiendo de la premisa de la superioridad del orden espiritual sobre el
orden temporal y material.
Como contrapartida el Estado se arroga derechos inherentes a la majestad en lo
que constituye un Ius (maiestatica) circa sacra, expresado, entre otras, en las siguientes
figuras:
Patronato regio (ius nominationis): derecho a intervenir en el nombramiento de
obispos y otros prelados de la Iglesia.
Pase regio (placet o exequatur regio): ningún documento proveniente de la Santa
Sede podía publicarse o ejecutarse en España sin autorización real.
Recurso de fuerza en conocer (ius apellationis): posibilidad de recurrir ante los
tribunales del Rey cualquier sentencia de los tribunales eclesiásticos.
Ius advocatione: derecho a controlar la pureza de la fe a través del Tribunal de la
Santa Inquisición
Ius supremae inspectionis: control sobre la organización y disciplina de la
Iglesia
Ius dominii eminentis control sobre el patrimonio de la Iglesia.
h) De la tolerancia a la libertad religiosa: las declaraciones de derechos (2ª mitad s.
XVIII). La elaboración dogmática de la libertad religiosa y de los derechos
fundamentales se debe a Escuela racionalista del Derecho natural y al correspondiente
político de la Ilustración:
i) Separatismo liberal (s. XIX en adelante). La consolidación de las libertades
individuales supone el paso del pluralismo cristiano al pluralismo religioso y a la
separación entre el Estado y las Confesiones
B. Los modelos actuales.
Contemporáneamente, los modelos de Estado en orden a la consideración del factor
religioso oscilan entre la tolerancia y la libertad, y se caracterizan por la complejidad de
soluciones en las relaciones institucionales entre el Estado y las Confesiones religiosas.
Se podrían identificar en la actualidad los siguientes modelos:
a) Modelo confesional: En este modelo, el Estado se identifica ideológicamente con
determinada confesión, situando sus dogmas y preceptos por encima del propio Derecho
del Estado. Las demás confesiones religiosas, o no se reconocen, o son discriminadas,
debiendo ejercer su culto en un ámbito estrictamente privado. Este modelo es propio de
los Estados islámicos, y también históricamente lo fue de los Estados cristianos
(católicos y protestantes). España tras la guerra civil con el régimen de Franco siguió el
modelo confesional.
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b) Modelo formalmente confesional. Se produce una defensa eficaz de la libertad
religiosa, compatible con el mantenimiento de cierta identificación ideológica con
determinada confesión, que es tratada con preferencia frente a las demás confesiones
reconocidas Ej Gran Bretaña, Países nórdicos.
c) Modelo de cooperación. Imperan en él los principios de libertad religiosa y laicidad o
aconfesionalidad del Estado, junto al principio de cooperación con las confesiones, que
permite establecer acuerdos con aquéllas que tengan mayor arraigo social. Este modelo
está constitucionalizado en España, Italia y Alemania.
d) Modelo de separación. Respetando los principios de libertad religiosa y laicidad del
Estado, no considera específicamente a las confesiones, que son consideradas como
simples asociaciones sometidas a las normas generales del ordenamiento (al derecho
aplicable a las asociaciones en general). Los ejemplos que pueden citarse son Francia y
USA.
3. Concepto y objeto del Derecho Eclesiástico del Estado
Todo ello ha determinado la aparición del Derecho Eclesiástico del Estado y que ha
sido definido como el “conjunto de normas jurídicas del Estado a propósito del
fenómeno religioso”, o “conjunto de normas del ordenamiento jurídico del Estado que
regulan la dimensión social del factor religioso”.
¿Cuál será el objeto de esta disciplina?
Será el estudio orgánico y sistemático de los preceptos jurídicos (normas y principios)
que regulan el fenómeno religioso en la vida social) y los comportamientos que tienen
relación con tal fenómeno.
¿Qué objetivos perseguimos con el estudio del Derecho eclesiástico del Estado?
A) De la dimensión individual del derecho con su contenido y límites, el matrimonio, la
objeción de conciencia, la enseñanza de la religión, la asistencia religiosa...
B) De la dimensión colectiva e institucional. La posición del Estado ante el hecho
religioso, relaciones de cooperación con las confesiones, posición de éstas en el
ordenamiento español, el régimen económico, patrimonial y fiscal.
En definitiva, de las relaciones entre la sociedad política y la sociedad religiosa
(representada ésta por las confesiones religiosas en tanto instituciones que asocian a los
miembros de una misma creencia religiosa)
C) El derecho de libertad religiosa y sus manifestaciones (fundamentalmente en el
derecho español, pero también con alguna referencia al derecho comparado).
Ello nos hace tener una importante reflexión y es que el derecho Eclesiástico del Estado
se caracteriza por su multidisciplinariedad y por ello en su estudio han de tenerse
presentes los principios y normas de otras ramas del derecho.
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