0% encontró este documento útil (0 votos)
14 vistas9 páginas

46 VCocodrilos México

Cargado por

Ana Mendoza
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
14 vistas9 páginas

46 VCocodrilos México

Cargado por

Ana Mendoza
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 9

Los Cocodrilos de México Como Recurso Natural.

Presente, Pasado y Futuro

Crocodiles of Mexico as a Natural Resource. Present, Past and Future


Gustavo Casas
Andreu
Instituto de Biología,
Univ. Nal. Autó. México
Apartado Postal 70-153,
04510, México, D. F.,
México

RESUMEN
Después de 1970 la información publicada sobre los cocodrilos de México como recursos naturales, es muy escasa.
En México, se conocen tres especies: Caiman crocodilus chiapasius, Crocodylus acutus y Crocodilus moreletii. Su
captura comercial, se remonta al año de 1870, con un máximo entre 1930 y 1950. En años recientes se han
estudiado algunas poblaciones de Crocodylus y se sabe que varias se encuentran en buenas condiciones y otras se
han extirpado; se desconocen por completo las existencias de Caiman. Desde 1923 se viene realizando protección
e investigación en los cocodrilos de México; no se tienen resultados de las vedas y disposiciones aplicadas en el
pasado. Actualmente, los cocodrilos están protegidos por la Norma Oficial Mexicana para las Especies y
Subespecies de Flora y Fauna. Las especies de México se encuentran en el Apéndice 11 de la Convención Sobre
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES). La especie que ha ofrecido
mejores resultados al cultivarse es Crocodylus moreletii. No existen en el país zonas de refugio natural para este
tipo de animales. Al futuro se requieren evaluar las poblaciones naturales y determinar el impacto de las vedas y
disposiciones aplicadas en el pasado; pugnar por el establecimiento de áreas de protección natural; evaluar la
información existente sobre el cultivo de los cocodrilos de México y los requerimientos de investigación más
apropiados. Se requiere de la formación de recursos humanos en este campo.

Palabras clave: Cocodrilos, México, Recursos Naturales.


ABSTRACT

Since 1970, information on Mexican crocodiles as a resource, is very scarce. Crocodiles have been exploited
since 1870, with a peak captura between 1930 and 1940, affecting for sure their natural populations. Some natural
populations of Crocodylus have been studied in recent times, several of them in hearty condition. We do not know
the status of the natural populations of Caiman in México. Since 1923, crocodiles have been protected and
subjected to research. At present, crocodiles are protected by the Norma Oficial Mexicana for the flora and fauna
species. There are just a few publications on conservation of Mexican crocodiles. The species of México are
considered under the Apendix II of CITES. Crocodylus moreletii is species that offers the better chance of farming. In
the close future it will be imperative to survey the natural populations of the country and determinig the impact of the
past conservation measurements. It is necesary to stablish more natural areas for the preservation of crocodiles. In
order to know better the farming technics for Mexican species, it is necesary to evaluate the publised information, to
stablish new lines of research in this field. It is necesary to offer environmental-crocodile education and divulgation
for a better understanding of crocodiles in nature.

Key words: Crocodiles, México, Natural Resources.


Introducción

Desde que en el año de 1970, Casas y Guzman presentaron el primer resumen sobre el status de los
cocodrilos de México, en el que hacen un análisis de estos animales como recurso natural, solamente se han
publicado los trabajos de Alvarez del Toro (1974), Herrera (1989) y Casas (1993), en los que se presentan algunos
datos nuevos, pero sin profundizar en el status de las especies.

Los cocodrilos, aunque en veda permanente en el país desde el año de 1970, se han seguido explotando
furtivamente (Herrera, 1989), pero en menor escala que en el pasado; el deterioro de su habitat y la presión por el
crecimiento demográfico humano, son factores que inciden en detrimento de sus poblaciones; finalmente la
experiencia con estos animales y el conocimiento acumulado sobre ellos a nivel mundial en los últimos 30 años, es
considerable. Por lo anterior, se consideró interesante evaluar, en que condiciones se encuentran los cocodrilos de
México al presente y que medidas serian recomendables al futuro para su adecuada conservación.

Características del Grupo

y Especies en México

Los cocodrilos se han clasificado en tres familias y ocho géneros, cuyas 23 especies (King y Burke,
1989) varían en tamaño, habitat, preferencias alimenticias, comportamiento reproductivo, etc.
Desde el punto de vista ecológico, se consideran como especies clave que mantienen la estructura y función
del ecosistema por las actividades que realizan, tales como la depredación selectiva de especies de peces y otros
animales, reciclamiento de nutrimentos y mantenimiento de refugios con agua durante las sequías.

Todos los cocodrilos son depredadores acuáticos muy eficientes. Aún cuando son considerados dentro de los
reptiles, los cocodrilos pueden mantener la temperatura de sus cuerpos dentro de límites estrechos, por medio del
comportamiento, asoleándose cuando están fríos o buscando la sombra cuando están calientes.

Metabólicamente son también muy eficientes y tienen reflejos rápidos y una alta habilidad locomotora en tierra,
la que les permite, inclusive, correr erectos sobre sus dos extremidades posteriores, o bien, nadar rápidamente en
el agua impulsados por su poderosa cola.

Los cocodrilos presentan pautas de comportamiento complejas, con interacciones sociales, jerarquías de
dominancia, vocalizaciones, alimentación coordinada y cuidado maternal.

Las hembras pueden poner de 10 a 40 huevos con cascarón duro en un nido excavado en el suelo o en un
montón de vegetación acumulado por la hembra, en la mayoría de las especies, ésta permanece cerca del nido
para protegerlo contra depredadores. Al nacimiento, las crías producen una vocalización que induce a la hembra a
ayudarlas a salir del nido, inclusive acarreándolas en su boca para depositarlas en el agua. Las crías permanecen
cerca de la madre por varios meses, obteniendo protección por la proximidad de ella. Al ir creciendo las crías se van
dispersando y son cada vez mas independientes, no obstante, un gran número de ellas mueren al ser depredadas
por otros animales, e inclusive por otros cocodrilos, o bien por efectos del ambiente, como las bajas temperaturas.

Las crías que logran sobrevivir alcanzan la madurez en un período de entre 5 y 15 años dependiendo de la
especie. En general, las hembras crecen más lentamente que los machos, los que a su vez llegan a ser más
grandes que las hembras. Los cocodrilos son muy longevos en condiciones naturales y hay registros de la
sobrevivencia por varias décadas de algunos de ellos.

Existen muchas otras características sobre los cocodrilos, sin embargo, éstas son las más sobresalientes y que
han determinado el por qué de la persistencia de este grupo tan antiguo y de la gran plasticidad de sus poblaciónes,
la que les ha permitido, en algunos casos, recuperarse desde casi el agotamiento por explotación, hasta producir
altas tasas de captura comercial; no obstante, la captura y muerte continua de adultos puede llevar rápidamente a
sus poblaciónes al agotamiento, particularmente si se combina con la destrucción del habitat.

Para su estudio, el Orden Crocodylia, se ha dividido (King y Burke, 1989) en tres grandes grupos o familias:
Alligatoridae (Aligators y Caimanes sudamericanos), Crocodylidae (Verdaderos Cocodrilos, lagartos y caimanes de
la costa del Pacífico de México), y Gavialidae (Ghariales o Gaviales de la India). En México sólo se encuentran
representantes de las dos primeras familias (Smith y Smith 1977), con las siguientes especies:

FAMILIA ALLIGATORIDAE

Caiman crocodilus chiapasius

(Caimán huesudo de Chiapas)


FAMILIA CROCODYLIDAE

Crocodylus acutus (Caimán)

Crocodylus moreletii ( Lagarto)

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Caiman crocodilus es una de las especies más ampliamente distribuidas del nuevo mundo, encontrándose
desde el sur de México hasta el centro de Brasil y norte de Bolivia; en particular en México, C. c. chiapasius se
distribuye sobre la costa del Estado de Chiapas y la suroriental de Oaxaca (King y Burke 1989).

Crocodylus acutus tiene también una gran distribución en América, incluyendo el extremo sur de la península
de Florida, las costas del Pacífico de México, América Central y el norte de Sudamérica, así como las islas del
Caribe (Thorbjarnarson, 1989); en México se localiza desde el Río Fuerte en el norte de Sinaloa, hacia el sur, en
toda la costa del Pacífico de México, entrando hacia el continente en grandes ríos como las cuencas del Santiago y
el Balsas (Casas y Reyna, 1994), no siendo muy claros sus límites norteños en la costa del Golfo de México,
aunque se establece que se puede encontrar desde el Río Palizada en Campeche y por toda la costa de la
Península de Yucatán.

Crocodylus moreletii se distribuye sobre la vertiente del Atlántico, desde el centro de Tamaulipas y de ahí hacia
el sur, por la costa del Golfo de México hasta el norte de Guatemala y el Centro de Belice (Ross, 1987).

MODIFICACIONES EN LAS POBLACIONES

NATURALES

Los cocodrilos han sido explotados desde tiempo inmemorial como fuente alimenticia o medicinal o
cazados cuando representaban un peligro para los humanos o su ganado; existen algunos registros
históricos que nos hablan de las grandes concentraciónes de cocodrilos que había en algunas regiones
del país (Del Barco, 1988); sin embargo, la captura comercial de cocodrilos se inició en México en la
década de 1870, habiéndo información sobre la importación de pieles de cocodrilos de México por parte
de compañías de los Estados Unidos (Thorbjarnarson, 1992).
A partir del año de 1937, se lleva el registro de la explotación de pieles de lagarto en las diferentes Oficinas de
Pesca del País y los datos que se conocen fueron interpretados como índices del estado de la poblaciones
naturales (Casas y Guzmán, 1970). Entre 1937 y 1946 se registraba la captura y explotación de estos animales en
37 localidades del País, mientras que entre 1957 y 1966 solamente para 13 localidades, registrándose finalmente
de ocho localidades en 1967. De esos datos se pudo determinar que la explotación fue intensa y sostenida hasta el
año de 1950. Las únicas oficinas que habían registrado explotación de cocodrilos hasta esas fechas y por más de
30 años fueron: en el Golfo de México y Caribe, Frontera y Villahermosa en Tabasco, Ciudad del Carmen, Palizada
y Campeche en Campeche y Chetumal en Quintana Roo; en la costa del Pacífico solamente Acapetahua y
Tapachula en Chiapas (Casas y Guzmán, 1970).

El desarrollo de granjas de camaronicultura en México, pueden también, estar amenazando y disminuyendo a


las poblaciones naturales de cocodrilos, ya que los terrenos utilizados para ello, son tambien hábitats para estas
especies, por lo que es conveniente verificar el efecto de esas granjas sobre este recurso. La utilización de lagunas
costeras con finas turísticos, como construcción de marinas, áreas para hotelería y la contaminación de suelo y
agua por las poblaciones ribereñas pudieran ser también, factores que ponen en peligro a las poblaciones de
cocodrilos.

ESTIMACIÓN DE LAS POBLACIONES ACTUALES

Desde el año de 1970 en que la Secretaría de Industria y Comercio promulgó una veda permanente para la
captura de los cocodrilos de México en general, no se tienen noticias sobre el efecto de la misma en las
poblaciones naturales.

En 1988 dentro del Instituto de Biología de la Universidad Naciónal Autónoma de México se forma un grupo de
investigadores, que inician los trabajos sobre diferentes tópicos de la Biología de los cocodrilos, incluyendo el
realizar evaluaciónes de poblaciones naturales. Los resultados que ha tenido dicho grupo es que en varios cuerpos
de agua tanto de la costa del Golfo de México como de Pacífico existen áreas en que los cocodrilos (Crocodylus)
han sido prácticamente extirpados, pero hay otros en que las poblaciones dan muestras de cierta recuperación y en
algunos casos estas paracen encontrarse en condiciones de conservación aceptable (Casas, Reyna y Méndez,
1990; Méndez y Casas, 1992) . Las únicas poblaciones en que se tienen datos cuantitativos sobre las poblaciones,
son las localizadas en: cuenca media del Río Santiago en Nayarit, Jalisco en la que se han contado más de 30
adultos de C. acutus de gran tamaño (Casas, 1994); desembocadura del Río Cuitzmala, Jalisco, donde la población
de C. acutus puede llegar a superar los 350 individuos, incluyendo a crías, subadultos y adultos (Casas y Méndez,
1992; De Luna 1995); se tiene información confiable sobre C. acutus de la costa del Estado de Jalisco, Michoacán
(Cedeño, 1995) y Oaxaca; también hay registros de la existencia de estos cocodrilos por los lugareños de diferentes
localidades del País.

En el Lago de Catemaco, se ha estimado una población de más de 20 individuos y más de 40 en Laguna de


Nixtamalapan, y otras no estimadas en Nanciyaga Catemaco en San Andrés, Tuxtla, y en la Laguna de Macay, Isla
en Veracruz (Pérez-Higareda et al., 1991), de C. moreletii y en la Laguna de las Ilusiones, en Villahermosa,
Tabasco, el número de cocodrilos de esta especie llega a los 60 animales (A. Cabrera, com. pers). Zigler (1995)
registra una población de esta misma especie que se reintrodujo al Rancho Alejandría en el Municipio de Juárez en
Chiapas. Casas (en prensa) menciona la existencia de poblaciones no estimadas en las cercanías de Martínez de la
Torre, en la Laguna de La Mancha y en los pantanales de la desembocadura de los ríos Acula y Papaloapan en
Veracruz. Para otras áreas de la vertiente del Golfo de México, por comunicación con habitantes de la región, se
sabe que existen poblaciones importantes de C. moreletii en los pantanos de la costa de Tabasco y Campeche.

Se desconoce por completo cual sea el estado actual de las poblaciones naturales de Caiman crocodilus de las
costas de Chiapas y Oaxaca.
Protección de los Cocodrilos de México
ANTECEDENTES SOBRE INVESTIGACIÓNY PROTECCIÓN

Aún cuando la captura de cocodrilos se inició alrededor de 1870 y tuvo su esplendor ya en este siglo en las
décadas de los años treintas y cuarentas, las primeras leyes y disposiciones reglamentarias para la captura de
cocodrilos se establecen en 1923, ya que en la Ley de Aguas se vedan, por primera vez, las especies de cocodrilos
de México entre octubre y febrero de cada año.

En 1927 se establece una talla mínima de captura (1.80 m) y se deroga la época de veda. En 1930 y muy
posiblemente debido a la intensa explotación de los cocodrilos, se establece una veda total para las especies del
Golfo de México y se determina una nueva talla mínima (1 m), con una veda total por cinco años para los Estados
de Oaxaca y Chiapas en la costa del Pacífico. En 1933 se vedan por cinco años los cocodrilos del Nayarit y Sinaloa
y entre este año y 1939 hay un sin número de disposiciónes por cuanto a tallas mínimas y vedas locales.

Para 1940 se establecen dos zonas de veda: Zona A; Estados de Tamaulipas, Veracruz hasta Alvarado,
Yucatán, Jalisco Colima y Michoacán, de 18 de marzo a 31 de diciembre de cada año. Zona B; Estados de
Veracruz, desde Alvarado, hacia el sur, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. También se modifican las tallas
mínimas de captura.

Desde el año antes citado y con modificaciones por cuanto a la temporada de captura y cambios en las tallas
mínimas, las disposiciones se mantienen hasta el año de 1970 en que por medio de la Secretaría de Industria y
Comercio, se establece una veda permanente para la captura y aprovechamiento de las especies de México. Esta
veda total permanece vigente hasta nuestros días. Las leyes y disposiciones antes citadas, dejan entrever, la gran
preocupación por la conservación del recurso, no obstante, el conocimiento que se que se tenía sobre el mismo, era
muy limitado, no tan sólo en México, sino en el resto del mundo.

Finalmente el Gobierno de México, vuelve a reglamentar en 1994, en la Norma Oficial Mexicana para las
especies y subespecies de la flora y fauna del País (NOM-059-ECOL-1994), determinando a las dos especies del
Género Crocodylus como especies raras y a Caiman como especie sujeta a protección especial, la cual abre la
posibilidad de utilización y conservación de las especies, pero siempre bajo normas estrictas. La investigación
realizada para la conservación de los cocodrilos de México es muy limitada. Schmidt, en 1924, publica los primeros
datos útiles para la conservación aunque los hace en Centroamérica y los primeros registros que se tienen fueron
los artículos que Martín de Lucenay (1942a, 1942b) publica en la Revista General de Marina, haciendo referencia,
por primera vez, a la crianza artificial, alimentación, comportamiento e importancia comercial de C. moreletii en
Laguna Verde, Veracruz.
Smith y Taylor (1950), en su gran obra sobre los anfibios y reptiles de México, publicada en los boletines de la
Smithsonian Institution, presentan por vez primera la distribución de las especies de cocodrilos de México, datos de
gran importancia para el manejo y conservación de estos recursos. Miguel Alvarez del Toro en su libro sobre los
"Reptiles de Chiapas" (1960) presenta un cúmulo importante de datos sobre la historia natural de las especies que
se encuentran en ese estado y que de hecho corresponden a las del país.

En 1970, Casas-Andreu y Guzmán-Arroyo hacen una síntesis sobre el conocimiento de los cocodrilos de
México, que publica el Instituto Naciónal de Investigaciónes Biológico Pesqueras (ahora Instituto Naciónal de la
Pesca), adicionando nueva información y haciendo por primera vez un análisis sobre el recurso y su conservación,
en el que tratan de identificar cual era el estado de las poblaciones de cocodrilos para esas épocas. Howard Hunt
(1973) describe por primera vez la anidación y nacimiento de crías de C. moreletii en cautiverio. Alvarez del Toro
(1974), publica un libro en que adiciona información a su obra antes citada, agregando un capítulo sobre el cultivo
de cocodrilos. Después de un gran lapso, sale a la luz en los Anales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología
de la UNAM (Casas y Bahana, 1986), un artículo sobre la anidación de C. moreletii en México, que contiene datos
importantes sobre la reproducción de la especie.

Finalmente Casas, Reyna y Méndez (1990), determinan el Status y Distribución de C. acutus en el Pacífico de
México. Thorbjarnarson (1990), resume la información existente sobre C. acutus en toda su área de distribución.
Méndez y Casas (1992), hacen una evaluación sobre las poblaciónes de la misma especie en la costa de Jalisco;
Casas y Méndez (1992), presentan datos sobre la ecología de una población de la costa del mismo Estado y Casas
(1994) publica los resultados de una evaluación de las poblaciónes de C. acutus en el Río Santiago en Nayarit.

En los últimos años se han publicado resúmenes de congresos y varias tesis de licenciatura sobre diferentes
tópicos del cultivo de C. moreletii y del estudio de algunas poblaciónes de C. acutus, pero, al no haber cristalizado
en publicaciónes, es difícil el obtenerlas y consultarlas.
ESTADO ACTUAL DEL MANEJO DEL RECURSO

Oficialmente los cocodrilos se encuentran en veda permanente desde 1970, no obstante, la captura clandestina
se da en muchas localidades del país (Herrera, 1989). Desde luego esto ha determinado que no se realice ningun
manejo sobre el recurso.

También existe captura incidental, cuando se realiza la pesca de diferentes especies de peces por medio de
atarraya o chinchorro en las lagunas costeras o esteros de las áreas tropicales del país, sin embargo, este tipo de
captura no parace afectar de manera importante a las poblaciones naturales.
MEDIDAS VIGENTES PARA SU PROTECCIÓN

Políticas Nacionales

Como ya se señala anteriormente, en los artículos reglamentarios de la Ley Federal de Pesca promulgada en el
año de 1970, se establece la veda total para la captura de cocodrilos en el territorio nacional. En 1994 se incluyen
en la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-ECOL-1994) como especies raras o sujetas a protección especial.

Acciones a Nivel Internacional

En el año de 1991, el Gobierno de México signó la "Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres", más comunmente conocida como "ClTES" que en su Artículo II
establece sus principios fundamentales, los que están contenidos en tres apéndices, y que afectan al comercio con
cocodrilos a nivel mundial. Dichos apéndices son:

1. El Apéndice I incluirá todas las especies en peligro de extinción que son o pueden ser afectadas por el
comercio. El comercio en especímenes de estas especies deberá estar sujeto a una reglamentación
particularmente estricta, a fin de no poner en peligro aún mayor su supervivencia y se autorizará solamente bajo
circunstancias excepcionales.

2. El Apéndice II incluye a:

a) Todas las especies, que si bien en la actualidad no se encuentran necesariamente en peligro de extinción,
podrían llegar a esa situación, a menos que el comercio en especímenes de dichas especies esté sujeto a una
reglamentación estricta a fin de evitar una ulilización incompatible con su supervivencia; y
b) Aquellas otras especies no afectadas por el comercio, que también deberán sujetarse a reglamentación con
el fin de permitir un eficaz control del comercio en las especies a que se refiere el subpárrafo (a) del presente
párrafo.

3. El Apendice III incluirá todas las especies que cualquiera de las Partes manifieste que se hallen sometidas a
reglamentación dentro de su jurisdicción con el objeto de prevenir o restringir su explotación y que necesitan la
cooperación de otras Partes en el control de su comercio.

De acuerdo con los apéndices antes señalados, las tres especies de cocodrilos existentes en México se
encuentran en el Apéndice I y por lo tanto el comercio mundial con ellas se encuentra totalmente restringido.

A nivel internaciónal existe un Grupo de Especialistas en Cocodrilos (Crocodile Specialist Group o "CSG") que
con apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos (UICN) ha producido
una publicación: Crocodiles An Action Plan for their Conservation (Thorbjarnarson, 1992), la que describe como se
encuentra el Status de conservación de las 23 especies del Orden Crocodylia en el mundo. Los objetivos de ese
plan son:

1. Resumir la información del status actual de las poblaciones naturales de cocodrilos.

2. Resumir información sobre los programas de manejo actuales.

3. Priorizar a las especies, en función de las necesidades de acciones de conservación.

4. Desarrollar una lista de prioridades de proyectos de conservación para cada especie.

RESULTADOS DE ACCIONES PROTECCIONISTAS

a) Veda Permanente de 1970. Debido a que se desconocía el Status de las poblaciones cuando, se inició esta
veda, no hay certidumbre por cuanto a que las poblaciones detectadas en los últimos años sean producto de la
misma. La existencia actual de las poblaciones de la costa de Jalisco, se ha atribuido a varios factores (Méndez y
Casas, 1992): en primer lugar, es muy posible que tiempo atrás, la disminución de las existencias naturales hiciera
incosteable la captura comercial; al haber otras fuentes de ingreso en esos lugares como el turismo, la pesca, la
tortuga marina, la agricultura y el aumento de comunicaciones, la presión cle captura sobre estos animales se vió
disminuida; finalmente, es posible que la veda hubiese jugado algún papel en la recuperación de ciertas
poblaciones.

b) La adhesión de México a la CITES tiene poco tiempo, por lo que el efecto de esta acción en las poblaciónes
naturales de cocodrilos no es detectable todavía.

El Cultivo de Cocodrilos

El cultivo de cocodrilos se viene realizando de tiempo atrás como una alternativa para su conservación y
explotación intensiva. Su desarrollo preliminar fue principalmente sobre la base de las experiencias con Alligator
mississippiensis en los Estados Unidos y más recientemente complementado con múltiples resultados obtenidos en
otras especies y lugares del mundo (Ross et al., 1989). De hecho, en la actualidad existen granjas productoras en
muchos lugares del mundo.

Las prácticas de cultivo que se han establecido en función del conocimiento de los cocodrilos son dos (Ross et
al., 1989): por un lado el Cultivo Cerrado en granjas conocido internacionalmente como "Farming" y que consiste en
tener adultos reproductores encerrados en acuaterrarios para su reproducción y producción de crías y el sucesivo
crecimiento de las mismas hasta su tamaño comercial o de repoblación para fines conservaciónistas; por otro lado
se encuentra el Semicultivo conocido internacionalmente como "Ranching" que consiste en la extracción de huevos
de nidos naturales para su incubación artificial, nacimiento de crías y su sucesivo crecimiento en cautiverio, para su
utilización comercial o reintroducción al medio natural.

En el caso del cultivo cerrado no es muy necesario el conocimiento de las existencias naturales del recurso,
mientras que para el semicultivo, se requiere del monitoreo sistemático de las poblaciones de las que se extraen los
huevos para incubar, para su con servación en estado óptimo.

En México se han llevado al cabo experiencias sobre el cultivo de C. moreletii que parece ser la especie que
mayores posibilidades de cultivo presenta, no obstante, las publicaciones y conocimiento divulgativo de las
prácticas de crianza realizadas son muy limitados. Esta especie, conocida en sus áreas de distribución como
"lagarto" se reproduce bien en cautiverio (Hunt, 1973; Alvarez del Toro, 1974), se pueden incubar sus huevos,
obteniéndose crías que pueden ser alimentadas y mantenidas en buenas condiciones (Casas, 1977). No obstante
lo anterior, el conocimiento sobre sus poblaciones naturales es casi inexistente, las condiciones de mantenimiento y
buena salud de los reproductores, las tasas de fertilidad, incubabilidad, natalidad y crecimiento se conocen sólo
parcialmente (Aguilar, 1994); la investigación sobre dietas y enfermedades es nula y el parasitismo sólo es
parcialmente conocido. El diseño de estanquería para esta especie tampoco ha sido realizado.

Se sabe de la existencia de granjas pertenecientes al gobierno federal o estatal, como la ya desaparacida de


Buenavista en el Municipio del Centro en Tabasco, que perteneció al gobierno del estado, en la que se cultivaba C.
moreletii y la cual tenía la infraestructura mínima para el desarrollo de investigación e inclusive de producción con
fines conservacionistas o comerciales; hay dos granjas pertenecientes al gobierno federal, en que se mantienen
ejemplares de C. moreletii en instalaciones inmediatas a la Laguna de Chacagua, en el Estado de Oaxaca y otra
granja en la Laguna de Alcuzahue, en las cercanías de Tecomán, Colima, en la que también existen un par de
adultos de C. acutus; desafortunadamente ambas granjas se encuentran en pésimas condiciones de mantenimiento
y por lo tanto los resultados que se han obtenido son muy pobres, inclusive, hay la sospecha de la escapatoria de
adultos y crías (Thorbjarnarson, 1992), lo cual debe tornarse en cuenta, en virtud de que se introdujo esta especie a
una vertiente fuera de su distribución natural.

Las únicas dos granjas privadas de tipo comercial se encuentran, una en las cercanías de Cancún Quintana
Roo (Crococún) en que se produce C. moreletii y la otra 20 kms al suroeste de Culiacán, Sinaloa (León, 1995) en
que están cultivando C. moreletii y en forma experimental C. acutus. Se desconocen los resultados obtenidos por la
primera granja, pero en la situada en Sinaloa, León indica que en 1995 contaban con cerca de 4,000 Crocodylus
moreletii, después de iniciar sus operaciones en 1990 con 365 animales.

Aún cuando se está llevando al cabo el cultivo de (Caiman crocodilus en Colombia y en Venezuela, en México
se realizaron algunas experiencias hace ya varios años, sin embargo, no se tiene información sobre su cultivo al
presente en México.

ZONAS DE REFUGIO NATURAL

Hasta el momento actual no existen zonas de refugio natural específicas para los cocodrilos en México. Dentro
del Sistema Nacional de Areas Naturales Protegidas (SINAP) de nuestro país, se encuentran: Campeche, Sistema
Estuarino de Laguna de Términos; Chiapas, Cañón del Sumidero; Nayarit, Sistema Estuarino Teacapán-Agua
Brava; Oaxaca, Chacagua; Quintana Roo, Sian Ka'an; Tabasco, Laguna de Chaschoc, Cañón del Río Usumacinta,
Laguna de Mecoacán y Río González, Delta del Grijalva y Usumacinta, Pantanos de Centla; Veracruz, El Morro de
la Mancha; Yucatán, Ría Lagartos, Ría Celestum. En estas áreas protegidas deben existir poblaciones de lagartos y
caimanes y pueden ser sitios adecuados de refugio.

Alternativas para la Protección

y Fomento del Recurso

Los recursos cocodrileros de nuestro país, a pesar de que se empezaron a explotar desde hace más de un
siglo , aún son muy desconocidos , siendo urgentes y prioritarias algunas acciónes para su conservación y una
utilización sostenible.

Distribución Geográfica. La distribución geográfica general de las especies es conocida en general, sin
embargo, para un adecuado manejo, es necesario el conocer con detalle cual es la distribución actual en
comparación con la original. El establecer los límites geográficos de cada especie tanto latitudinal como
altitudinalmente es un imperativo del presente.

Evaluación de Poblaciones Naturales. Con base en las experiencias que ya se han tenido para algunas
entidades federativas por parte de los investigadores de la UNAM, iniciar un programa de evaluación general de las
poblaciones naturales del país, con lo que se determinarán los índices de densidad de las poblaciones de cada
especie en los diferentes lugares del país. Con ello se podrán establecer regiones prioritarias para el estudio y
manejo de las existencias. En caso de que se encontraran localidades con poblaciones abundantes, realizar
estudios detallados de las mismas, de tal manera que permitiesen el planteamiento de programas de utilización
sostenible del recurso, o bien, del semicultivo de las especies utilizando nidos naturales, inclusive, de ambas
acciones.
Veda Total. Valorar el efecto de la veda total establacida en 1970. Determinar si el efecto ha sido positivo o
negativo para las poblaciones naturales de cocodrilos. Lo anterior se podría obtener al evaluar las poblaciones
naturales, de acuerdo con lo descrito en el párrafo anterior.

Zonas de Refugio Natural. Propugnar por el establecimiento de áreas de protección natural para las especies
de cocodrilos, tomando como base al Sistema Nacional de Areas Protegidas (SINAP) y de ser necesario, estimular,
inclusive, el desarrollo de otras áreas.

Cultivo de Cocodrilos de México. Se requiere hacer una evaluación de la información existente sobre el cultivo
de C. moreletii ya que existen ciertos campos, como el diseño ingenieril de instalaciones, condiciones de salud de
adulto y crías, incubación, natalidad, crecimiento, dietas, enfermedades y parásitos, etc. que no se conocen o son
mal conocidos. No existe un buen conocimiento de los requerimientos para el cultivo de C. acutus por lo que será
necesario investigar al respecto. Hay experiencia importante sobre la crianza artificial de Caiman crocodilus en
Colombia y Venezuela, por lo que sobre la base de ese conocimiento se podrían evaluar las probabilidades de este
tipo de prácticas en México.

Formación de Recursos Humanos. Es necesaria la formación de científicos y técnicos en esta área, ya que son
muy escasos en la actualidad en México. Lo anterior se puede lograr mediante la impartición de cursos y cursillos
sobre Biología, ecología, manejo de poblaciones, conservación, cultivo, etc., a diferentes niveles, o con estancias
de entrenamiento en diferentes centros del país o del extranjero, etc. para las personas interesadas.

Educación Ambiental y Divulgación. El conocimiento sobre los cocodrilos y su ambiente es importante de


divulgar entre la población en general, tanto a nivel regional, estatal y nacional. Por otro lado, la divulgación a nivel
de publicaciones, videos y multimedia, puede ser de gran importancia en la conservación del recurso

Dedicatoria

Es para mi motivo de orgullo, el poder dedicar esta contribución a la Dra. Leonila Vázquez García,
quien fue mi admirada profesora, compañera de trabajo y verdadera amiga.

LITERATURA CITADA

Aguilar, M. X.,1994. Efecto de la temperatura de incubación sobre la determinación del sexo en Crocodylus acutus y
C. moreletii Tesis de Maestría en Ciencias (Biología), Facultad de Ciencias, Univ Nal. Autón. México: 1-63.

Alvarez del Toro, M., 1960. Los Reptiles de Chiapas. Inst. Zool., ICACH. 20 p.

Alvarez del Toro, M., 1974. Los Crocodylia de México. Inst. Mexicano de Recursos Naturales Renovables. 70 p.

Casas, A.G., 1977. Notas preliminares de un estudio sobre la cría en cautiverío de Crocodylus moreletii en la
Estación de Biología Tropical "Los Tuxtlas", Ver. México. Biología, CNEB. México, 7(1-4): 1925

Casas, A.G., 1993. Los Cocodrilos en México. Nozootros, Bol Asoc. Zool. Criad. Ac. Rep. Mexicana, Año l (3): 9-10.

Casas, A.G., 1994. Crocodylus acutus Surveys on the Santiago River. Croc.Spec.Group Newsletter, 13 (1): 13-14.

Casas, A.G. (en prensa). Crocodylus moreletii (lagarto). In E. Gonzalez, R. Dirzo y R.C. Vogt (Eds.), Historia Natural
de Los Tuxtlas. CONABIO UNAM, México.

Casas, A.G., y M. Guzmán, 1970. Estado Actual de las Investigaciones Sobre Cocodrilos Mexicanos. Boll Inst. Nal.
Invest. Biol. Pesqueras, Ser. Div. (3): 1-52.

Casas, A.G. y F.R. Méndez, 1992. Observaciones sobre la ecología de Crocodylus acutus en el Río Cuitzmala,
Jalisco, México. Rev. Soc. Mex. Hist. Nat., 43: 71-80.

Casas, A.G., T. Reyna y F. Mendez, 1990. Estado actual de Crocodylus acutus en la costa del Pacífico de México.
Rev. Soc. Mex. Hist. Nat., 41: 57-62.

Casas, A.G. y T. Reyna, 1994. Climate and distribution of Crocodylus acutus in the Mexican Pacific Coast.
Biogeographica, 70 (2): 69-75.
Casas, A.G. y A. Rogel, 1986. Observaciones sobre los nidos y las nidadas de Crocodylus moreletii. An. Inst. Cienc.
del Mar y imnol., Univ. Nal. Autón. México, 13(1): 323-330.

Cedeño, V.R., 1995. Distribución y situación actual de Crocodylus acutus Cuvier (1807) (Reptilia:Crocodylidae), en
la costa de Michoacán, México. Tesis de Licenciatura, Fac. Biología, Univ. Michoacana de San Nicolas de
Hidalgo, Michoacán, México.

Del Barco, M., 1988. Historia Natural y crónica de la antigua California. Univ. Nal. Autón. México, Inst. Inv. Hist.,
México. 482 p.

De Luna, C. O., 1995. Fluctuación de la densidad de una población de Crocodylus acutus en Cuitzmala, Jalisco,
México. Tesis de Licenciatura, Esc. Ciencias, Univ. Autón Estado de México, México.

Herrera, O.P., 1989. Situación actual del comercio de cocodrilianos en el sureste de México. Tesis de Licenciatura
en Biología, ENEP-Iztacala, Univ. Nal. Autón. México: 1-73.

Hunt, R.H. 1973. Breeding morelet's crocodile Int. Zoo. Yb., 13: 103-105.

King, F.W. y R.L. Burke, 1989. Crocodilian, Tuatara, and Turtle Species of the World. A taxonomic and geographic
reference. Association of Systematic Collections, Washington, D.C. xxii + 216 p.

León, F. , 1 995 . Uno de los pocos criaderos comerciales de cocodrilos en México. Croc. Spec. Group Newsletter,
14 (3): 18-19.

Martín de Lucenay, A. 1942a. Nuestra riqueza pesquera, el cocodrilo mexicano. Sría. Marina, Rev. Gral. de Marina,
da
2 . Epoca (6): 24-27.

Martín de Lucenay, A., 1942b. El cocodrilo mexicano III. Organización sensorial y facultades intelectuales del
lagarto. Sría. Marina. Rev. Gral. Marina. 3a. Época (3): 27-29.

Méndez de La Cruz, F. y G. Casas A., 1992. Status y distribución de Crocodylus acutus en la Costa de Jalisco,
México. An. Inst. Biol., Univ. Nal. Autón. México, Ser. Zool. 63 (1): 125-133.

Pérez Higareda, G., A. Rangel y H.M. Smith, 1991. Maximum sizes of Morelet's and American crocodiles. Bull
Marylandl Herp. Soc. 27: 34-37.

Ross, C.A., 1987. Crocodylus moreletii Duméril and Bibron. Catalogue of American Amphibians and Reptiles. Soc.
Stud. Amph. Rept., 407: 1-3.

Ross, C.A., D.K. Blake y J.T.V. Onions, 1989. Farming and Ranching. ln Ross, C.A. (Ed.), Crocodiles and Alligators.
Facts On File, New York, Oxford: 202-215.

Schmidt, K.P., 1924. Notes on Central American Crocodiles. Field, Mus. Nat. Hist., Zool. Ser., 12 (6): 77-96.

Smith, H.M. y R.B. Smith, 1977. Synopsis of the herpetofauna of México. Vol. V. Guide to Mexican Amphisbaenians
and crocodilians. Bibliographic Addendum II. John Johnson, North Bennington, Vt.

Smith, H.M., R.B. Smith y E.H. Taylor, 1950. An Annotated checklist and key to the reptiles of Mexico exclusive of
snakes. Bull. U.S. Nat. Mus. Washington, D.C., 199: i-iv, 1-346.

Thorbjarnarson, J.B., 1989. Ecology of the American crocodile, Crocodylus acutus. In: Crocodiles. Their ecology,
management, and conservation. IUCN Publication New .Series 228259.

Thorbjarnarson, J.B. (Compiler), 1992. Crocodiles. An action plan for their conservation. IUCN/SSC Crocodile
Specialist Group. 136 p.

Zigler, L. 1995. La recuperación de Crocodylus moreletii en el NW del Estado de Chiapas. Croc. Spec. Group
Newsletter, 14 (3): 18.

También podría gustarte