LL59-2023 16 Messina+Fajardo+
LL59-2023 16 Messina+Fajardo+
Abstract – The purpose of this study is to carry out an analysis of the investiture speech of Rodrigo Chaves
Robles, delivered after taking office as the 49th President of the Republic of Costa Rica, on May 8, 2022. To
this end, we will follow a personal methodology that, even with its limitations and without having to be
considered exclusive, lends itself effectively to achieving our objective. In this way, it will be possible to
observe the dynamics of the political, social and linguistic dimensions and, on the other hand, it will be
possible to observe the inclusion in the text of different semantic-pragmatic resources and rhetorical-
discursive strategies that entail an evident persuasive perlocutionary intention of the addressee.
1. Introducción
El estudio que se propone a continuación pretende sustentar determinadas nociones acerca
del análisis del discurso político que se tratarán respetando determinados apartados. En la
introducción se explica la metodología empleada; también, se justifica la posición que
toma al respecto el analista. En el segundo apartado, se presenta el cuadro teórico que
respalda el tema desarrollado. A seguir, se procede con el análisis específico que tiene en
consideración el contexto social, político y económico. Tras las conclusiones, se
proporciona la bibliografía y un apéndice en el que se aporta la alocución analizada.
1.1. Metodología
Para llevar a cabo el objetivo central, a saber, analizar el discurso seleccionado, se seguirá
una metodología, la cual se plasma en un esquema (Figura 1) claro y detallado,
condensado en tres niveles (aspectos generales, aspectos analíticos, otros). En cada uno de
ellos es posible observar operativamente la dinámica de las dimensiones política, social y
lingüística.
En una suerte de doble hermenéutica, el análisis va a dar origen a un metatexto
derivado de un texto enhebrado obtenido como resultado de un proceso previo de
deshilvanado del discurso original, normalmente oscuro, como se verá más adelante. Es
necesario señalar, por otra parte, que más allá de las restricciones que este enfoque pudiera
presentar, permite, sin embargo, realizar un examen que tiene en cuenta tanto la macro
como la microestructura en su globalidad.1
1
Esta propuesta metodológica se ha desarrollado en Messina Fajardo (2021a). Para una aproximación a la
didáctica del discurso político ver: Messina Fajardo, 2021b, 2023 y Messina Fajardo et al. 2022.
248 LUISA A. MESSINA FAJARDO
Por otro lado, está claro que todo análisis político es crítico por definición, pues, en su
intento se desata un doble propósito, automático, de revelación de lo oculto o implícito y
de lo que se manifiesta explícitamente, cumpliendo así los objetivos del análisis.
funciones del discurso político: persuadir, pero también convencer (Albaladejo 1999); el
uso de unidades fraseológicas en el lenguaje político (colocaciones, locuciones y paremias
(Messina Fajardo 2021a, Messina Fajardo y Ávila 2022b). Otras investigaciones
importantes que sustentan este análisis son: Bolívar (2002, 2018), que ha estudiado la
descortesía y la interacción en el discurso político; Chilton (2017), que se ha centrado en
las funciones del discurso político; Van Leeuwen (2007), que se focaliza en el elemento de
legitimación del discurso y Mendizábal (2018), que centra su interés en el discurso en
Latinoamérica.
El esquema que sirve de molde no posee un enfoque unidireccional, pues se nutre de tres
orientaciones desarrolladas por tres estudiosos, a saber, Norman Fairclough (1989, 2003),
quien en su enfoque dialéctico-relacional o del cambio socio-cultural y cambio en el
discurso va más allá de los horizontes del análisis del discurso incorporando elementos de
la lingüística funcional sistémica, haciendo posible que el ACD se reformule y se conciba
como un puente entre los análisis lingüísticos y los sociales; el enfoque histórico de Ruth
Wodak, quien siguiendo el camino arado por Fairclough, reconoce la importancia de
explorar el carácter histórico de estos; y, finalmente, el enfoque socio-cognitivo de van
Dijk, centrado en el eje sociedad-cognición-discurso, y en la importancia dada al contexto,
destacando la importancia de la ideología como concepto predominante (Messina Fajardo
2021a, p. 39).
Por otro lado, la metodología adoptada tiene en cuenta el concepto de
macroestructura y microestructura de van Dijk (1980), para quien el texto organiza su
contenido en el plano global en dos tipos de estructuras: la macroestructura (estructura
semántica del conjunto del texto) y la microestructura (la forma en que se organiza la
información en el texto). La macroestructura textual (núcleo informativo, asunto, tema) es
el contenido semántico global (introducción, desarrollo, conclusión) que representa el
sentido de un texto, aspecto necesario que permite la unidad comunicativa. La
microestructura expresa gramaticalmente la ordenación de las ideas, la cohesión y el
establecimiento de relaciones semánticas. Implica el uso del léxico, la morfosintaxis, la
sintaxis; la construcción sintáctica adecuada de oraciones y párrafos; además, es
importante el uso de conectores: coordinantes, subordinantes, locuciones (Messina Fajardo
2021a, p. 73).
A continuación, se proporciona la Figura 1 que corresponde al esquema o molde
que incluye las pautas a seguir para llevar a cabo el propósito.
Aspectos analíticos
Contexto Análisis en el que se conjuguen
aspectos de carácter histórico y
teórico
Estructura del texto Macroestructura integrada por tres
partes: introducción, desarrollo y
conclusión.
Forma y contenido Apartado central del análisis que
consiste en “desambiguar” y
“descifrar” el mensaje político, se
presta atención a la coherencia y
cohesión del texto. En esta fase el
lenguaje expresa los matices de las
ideas contenidas en el discurso.
Conclusiones Se presentan en dos vías. En la
primera se pone de manifiesto la
conclusión a la que el actor político
llega al final del discurso analizado.
La segunda comprende la postura del
analista a título personal.
Otros
Referencias Comprende las fuentes consultadas
y empleadas para el análisis.
Apéndice/Anexos Se proporciona la versión original
del discurso analizado de manera
íntegra.
Figura 1
Esquema para el análisis del discurso político.
Fuente: Elaboración propia.
Título: Discurso del presidente Rodrigo Chaves Robles tras ser investido como el 49º
presidente de la República de Costa Rica, el 8 de mayo de 2022.
Fuente: https://delfino.cr/2022/05/este-es-nuestro-tiempo-discurso-de-investidura-
del-presidente-rodrigo-chaves-robles
Resumen: Con el discurso de investidura pronunciado por Rodrigo Chaves Robles
en la sede de la Asamblea Legislativa, este toma posesión de su cargo como 49º Presidente
de la República de Costa Rica por un período de cuatro años. El nuevo mandatario afirma
la necesidad de un cambio histórico en el país, comprometiéndose a liderar un Gobierno
responsable y enfocado en fortalecer la democracia. Para ello, destaca los desafíos más
importantes que tiene Costa Rica —y la humanidad en general—, como son la lucha
contra la pobreza, el desempleo, la violencia de género, la corrupción, así como el fomento
de la innovación, el turismo y la educación de calidad. En definitiva, se trata de un
discurso político formal en el que Chaves se dirige a la nación por primera vez. Por tanto,
su objetivo principal es inspirar y persuadir a la población, comprometiéndose férreamente
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 251
la República de Costa Rica
Contexto espacial, temporal e histórico: Durante las décadas de 1980 y 1990, Costa Rica
se caracterizó por ser un país con una gran estabilidad democrática, fomentada por un
sistema político estrictamente bipartidista dominado por el Partido Liberación Nacional
(PLN) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). No obstante, a partir de 1998, el
contexto político experimentó un fuerte cambio. El descontento y la desafección del
pueblo costarricense resultó en dos fenómenos relevantes: el crecimiento de la abstención
y el surgimiento, o resurgimiento, de nuevos partidos, entre los que destacaron el Partido
de Acción Ciudadana (PAC) y el Partido Liberación Nacional (PLN).
En las elecciones de 2014 se produjo la definitiva consolidación del sistema
pluralista tras la victoria de Luis Guillermo Solís, candidato del PAC. Este hecho se
manifestó en la formación de la Asamblea Legislativa, altamente fragmentada y sin
mayoría. El Gobierno se vio envuelto en una crisis fiscal que le supuso una gran pérdida
de votos. Los resultados electorales, a pesar de verse afectados en las siguientes
elecciones, no derivaron en un cambio de partido. Finalmente, el candidato del Partido de
Acción Ciudadana para las elecciones de 2018, Carlos Alvarado, fue nombrado presidente
de la República.
Este segundo mandato de este partido se caracterizó por sus crisis internas, lo cual
conllevó un fuerte declive en las últimas elecciones presidenciales de 2022.
Especialmente, el descontento generalizado con el Gobierno supuso la aparición de otros
nuevos partidos políticos, entre los que destacaron el Partido Progreso Social Democrático
(PPSD), encabezado por Rodrigo Chaves.
Este candidato inició su vida política en 2019 como ministro de Hacienda de
Carlos Alvarado. Sin embargo, a los seis meses de postularse en el cargo, fue cesado por
el presidente a causa de una petición de veto a una ley, que había sido aprobada
recientemente, sobre la inaplicación de la regla fiscal en los gobiernos locales. Chaves, no
se detuvo, pues, decidió continuar en política, presentándose como candidato del PPSD.
Su campaña electoral para las elecciones de 2022 estuvo marcada por fuertes polémicas —
como las acusaciones por acoso sexual a mujeres, así como por un tono incendiario—; sin
embargo, ello no evitó su posterior triunfo electoral. En la primera ronda, ninguno de los
candidatos obtuvo al menos el 40% de los votos, por lo que se convocó una segunda ronda
entre los dos candidatos más nominados —Rodrigo Chaves del PPSD y José María
Figueres del PLN—, de la cual salió vencedor el primero con un 53% de los votos.
Su ceremonia de investidura se llevó a cabo en presencia de los representantes de
los poderes de la República, de las delegaciones internacionales y demás autoridades
costarricenses. En esta ocasión, Rodrigo Chaves pronunció el discurso que se analizará a
continuación.
Estructura del discurso: El neopresidente comienza su alocución con una
introducción (L.1-17)2 en la que se centra en la responsabilidad histórica3 y política que se
2
En el apéndice final se facilita al lector el discurso completo. Se ha enumerado para poder hacer referencia
a la línea exacta en que se halla el fragmento citado a manera ilustrativa.
3
Apelar a la historia de un país es un tópico o estrategia discursiva frecuente en el discurso político. Esta
estrategia se escoge para ilustrar cómo los políticos rememoran la historia y todo lo que consideran que
han hecho como nación por el “bien de la humanidad” (van Dijk 2003).
252 LUISA A. MESSINA FAJARDO
4
Es evidente el sentido descalificante del adversario político en esta parte del discurso. Hoy en día, el insulto
y la descalificación nutren la lengua de los políticos, tanto en los foros y mítines políticos, como también
en los debates televisivos y los medios digitales (Twitter, Facebook, WhatsApp, etc.) (Messina Fajardo
2021a; Messina Fajardo, Di Lodovico 2022).
5
Con estas palabras “rescate de la democracia”, Rodrigo Chaves declara explícitamente la falta de
democracia vivida en Costa Rica antes de su llegada al Gobierno. Sin duda, asistimos a una forma de
deslegitimación del adversario político.
6
La autorreferencialidad (“primero yo y solo yo), es una tentación fuerte presente en el ser humano que tiene
repercusiones en todos los ámbitos, sobre todo, en el de la política. Algunos políticos parecen más
preocupados por ellos mismos y por el poder que por los proyectos o por el bien de los ciudadanos. Para
ellos es importante hacer oír solo su voz (la propia voz) reclamando una acción al servicio del bien común.
Las posiciones de los demás, en vez de contrastarse constructivamente, se descalifican, llegando a veces al
insulto.
7
Las palabras proferidas: “humilde”, “pueblo”, “consejero”, “facilitador” delatan un marcado carácter
populista del discurso de Chaves.
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 253
la República de Costa Rica
3.2.1. El destinatario
8
Recurrir a la religión, a las creencias, a la fe, es un uso estratégico de lenguaje inclusivo.
9
El político debe tener en cuenta la figura del destinatario de su discurso, casi siempre los ciudadanos;
puesto que ellos pueden decidir con su voto los resultados de unas elecciones. Es esta capacidad decisoria
que poseen que hace que se conviertan en el centro de la atención de las estrategias persuasivas del
discurso político.
10
Las muletillas son aquellas palabras que se van filtrando a lo largo del discurso de manera involuntaria;
son voces que se repiten con más frecuencia de lo que sería necesario. Algunos ejemplos son: “¿vale?”,
“¿me explico?”, “¿verdad?”, “¿no?”, “este”, “prácticamente”. Suelen encontrarse al final de las frases y
párrafos, especialmente en la lengua hablada. Sin embargo, en el discurso político, pueden aparecer
muchas más que nacen como fruto de una ideología transmitida implícitamente; entre estas podemos citar
“país”, “pueblo”, “ciudadanos”, pero también pronombres como “yo”, “nosotros”, que aunque no son
verdaderas muletillas, cumplen esta función a causa del uso reiterado que se produce.
11
Se pueden distinguir dos tipos de discursos políticos: Discurso político externo, el que usa el emisor cuando se
dirige a los ciudadanos durante los mítines, declaraciones a periodistas y sesiones parlamentarias, recogidos,
normalmente, en los medios de comunicación. En esta categoría, el lenguaje puede ser accesible, usado para
referir hechos favorables, se presenta rico de coloquialismos, de fraseologismos, y se emplea la función poética;
pero, también, el lenguaje puede ser ambiguo, como cuando el orador se enfrenta a situaciones comprometidas, en
estos casos se presenta perifrástico, eufemístico, y se emplean otras figuras para disfrazar la realidad. Discurso
político interno: es cuando el orador se dirige a otros políticos, normalmente en sesiones parlamentarias o
comisiones; tiene menos alcance en los medios de comunicación. Se recurre a un lenguaje más unívoco, esto es,
más técnico (Messina Fajardo, 2016).
12
El discurso de investidura, aunque se dirige a toda la ciudadanía, se pronuncia delante del Parlamento. Es
evidente que su interlocutor es bastante amplio y heterogéneo. Se caracteriza por la recurrencia a
254 LUISA A. MESSINA FAJARDO
determinadas estrategias que presentan numerosos recursos lingüísticos bien precisos. Son textos bastante
elaborados que suelen ocuparse de asuntos cardinales, como la nación, la economía, las políticas sociales,
el terrorismo, el empleo, etc. Se suelen recoger en los medios de comunicación a fin de que todo el mundo
tenga acceso a su lectura.
13
La manipulación política, como sostienen van Dijk y Rodrigo Mendizábal (1999), se pone de manifiesto
también a través de la sintaxis con el uso de pronombres, modificando el orden de las palabras, empleando
categorías sintácticas diferentes, alternando las construcciones pasivas con las activas, nominaciones,
cláusulas cerradas, sentencias complejas y otras maneras de expresar significados subyacentes en
estructuras de oración.
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 255
la República de Costa Rica
El discurso incluye elementos de logos, pathos y ethos utilizados para persuadir y generar
una respuesta emocional en la audiencia.14
En términos de logos (razón y lógica), en el texto se utilizan argumentos y datos
para respaldar las afirmaciones. Se mencionan estadísticas sobre la educación (L.23,
L.30), el desempleo (L.36), la pobreza y la corrupción en el país para mostrar la necesidad
de un cambio. Además, se indican los informes y fallos de instituciones como el Estado de
la Nación (L.66) y la Sala Constitucional (L.56) para respaldar las críticas hacia la
situación actual. En cuanto al pathos (emoción y conexión emocional), el discurso utiliza
un lenguaje emotivo para generar empatía y despertar sentimientos en la audiencia. Se
manejan palabras como “solemnidad” (L.1), “gravedad” (L.1), “dolorosa imagen” (L.23),
“humildad” (L.6, L. 99) y “esperanza” (L.33, L.79, L.169, L.185) para transmitir la
importancia del momento y el compromiso del orador con el pueblo. Además, se
mencionan situaciones difíciles y problemas que afectan a la población, como la falta de
empleo, el hambre y la falta de oportunidades, para apelar a la compasión y al deseo de un
cambio. En cuanto al ethos (credibilidad y confianza), el discurso busca establecer la
autoridad y la confianza del orador, quien menciona su elección como presidente y la
responsabilidad histórica que implica. También hace referencia a la voluntad del pueblo y
su determinación de cumplir con su mandato. Se menciona la humildad, la honestidad y el
compromiso con la democracia como principios fundamentales del liderazgo. Además, se
cita a figuras históricas15 como José Martí (L.90) y Margaret Mead (L.108) para respaldar
los argumentos y mostrar una conexión con valores compartidos.
Atendiendo a las funciones del lenguaje (Manuel Alvar 1986), es posible identificar las
siguientes: antes que nada, una función emotiva, la cual se refiere a la expresión de
emociones, sentimientos y actitudes del hablante. En el texto, se pueden encontrar marcas
de subjetividad como “me honro” (L.2), “el país se podría desmoronar” (L.17) “dolorosa
imagen” (L.23), “con vergüenza, con impotencia y con justo enojo” (L.49), “las
indignantes listas de espera” (L.52) “esperanza” (L.33, L.79, L.169 L.185), “valentía”
(L.87), “convicción” (L.100), entre otras. En segundo lugar, también está presente la
función fática, la cual se refiere al establecimiento y mantenimiento de la comunicación
14
Persuadir, pero también convencer, son dos objetivos clave del discurso político (Albaladejo 1999).
El orador procura persuadir a su interlocutor para que actúe en consecuencia e inducirlo a que cambien su
modo de opinar.
15
Es frecuente, en el discurso político, apelar a la fuerza regeneradora del mito del pueblo, de sus héroes, de
sus líderes.
256 LUISA A. MESSINA FAJARDO
16
A este propósito, los recursos lingüísticos empleados (cambio semántico, la ampliación semántica y
repeticiones innecesarias, entre otros aspectos gramaticales, con la función de manipular constituyen la
“neolengua” del discurso político; entendida como como “un tipo de discurso que se origina en el poder,
que impone formas de pensar y busca modelar la consciencia de los ciudadanos” (Chumaceiro, Álvarez-
Muro 2021).
17
La metáfora es un recurso necesario para comprender la realidad, a través de conceptos básicos, y
estructurar conceptos complejos en términos de otros más asequibles (Lakoff, Johnson 1980). Steen
(2001) añade a los aspectos cognitivo y semiótico de la metáfora la dimensión comunicativa y su
naturaleza social.
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 257
la República de Costa Rica
tiempo constante; por último, aparece otra metáfora que concibe al país como una casa
que se debe cuidar: “No solo vamos a ordenar la casa. ¡La vamos a reconstruir!”.
Asimismo, a lo largo del discurso es muy recurrente el uso de hipérboles para
recargar una idea o situación con el fin de enfatizarla o llamar la atención. Un ejemplo de
ello es la expresión “desafíos importantísimos” (L.2) con la cual se exagera la importancia
de los retos a los que se enfrenta Chaves. Con la expresión “responsabilidad histórica”
(L.1) también se recarga la magnitud de la responsabilidad asumida; con “un Fiel
Mandatario” (L.6) se subraya la lealtad y compromiso del mandatario al afirmar que es
“fiel” en todos los aspectos; con “un cambio histórico” (L.11) se agiganta el impacto y
alcance del cambio que se busca realizar; con “apagón educativo” (L.24) se aumenta el
impacto de la interrupción educativa causada por la pandemia de COVID-19; con “las
viejas prácticas que tanto nos cobra” (L.15) se infla el costo negativo de las prácticas
antiguas; con “el país se podría desmoronar” (L.17) se exorbita el posible colapso del país
si la clase política falla; con “democracia bicentenaria” (L.42) se recarga la duración de la
democracia para resaltar su importancia histórica; “con vergüenza, con impotencia y con
justo enojo” (L.49) se enfatizan las emociones asociadas a la falta de calidad en los
servicios públicos y la corrupción; con “la patria es dicha, dolor y cielo de todos” (L.90) se
amplía la extensión de esta como fuente de felicidad y sufrimiento; con ”fantasma de las
ilusiones incumplidas” (L.126) se encarece la negatividad de las ilusiones que no se han
cumplido; con “un país ingobernable” (L.84) se ensancha la dificultad de gobernar; con
“construyen la patria día con día” (L.113) se enfatiza el papel de los ciudadanos en la
construcción diaria de su propia nación.
Otra figura estilística destacable es la antítesis, la cual se emplea para contrastar
dos ideas o conceptos opuestos con el objetivo de resaltar sus diferencias. Por ejemplo,
“zonas rurales y urbanas” (L.26); “dichas y dolores” (L.90), “cielo y dolor” (L.90),
“desapego y desconfianza” (L.44), “cambio histórico y viejas prácticas” (L.15), “vida o
muerte” (L.54), entre otros. Para destacar los problemas y retos presentes, utiliza la
antítesis contrastando la situación actual con el futuro que se pretende construir: “nivel
educativo ejemplar y calidad de la educación deteriorada” (L.21), “conectividad a Internet
y falta de acceso a la tecnología” (L.27), “país que tiene capacidad de alimentarnos y
hambre” (L.40), “atención médica que significa vida y listas de espera de la Caja
Costarricense de Seguro Social” (L.54), “institucionalidad fuerte y corrupción infame”
(L.49) y “realidad del país e idea de una casa ordenada” (L.139).
Por otro lado, son varias las anáforas empleadas, entendidas como recurso de
repetición: “es un país” (L. 39, L.42) para describir y resaltar las contradicciones y
desafíos que se enfrentan; o “vean en mí” (L.132, L.135) tratando de captar la atención del
público. Se utiliza la anadiplosis al repetir la palabra “país” al final de una frase y al
comienzo de la siguiente, creando un efecto de énfasis en la situación de hambre: “Es un
país cuyo suelo tiene la capacidad de alimentarnos a todos y a todas, pero es también un
país donde el hambre se posa en la mesa de cientos de miles de personas” (L.40). En el
presente discurso también se recurre al paralelismo, basado en la repetición de estructuras
gramaticales o palabras similares con el fin de enfatizar ideas o crear un ritmo en el
discurso. Algunos ejemplos son “con reverencia y humildad digo” (L.6) y “con humildad,
pero, sobre todo, con la convicción” (L.99).
El presidente emplea la figura de la personificación, con la que se atribuye voz al
pueblo como ente individual, resaltando su papel en el proceso electoral y su capacidad de
exigir cambios: “la voz del pueblo que demanda desde las urnas” (L.12); también presenta
al país como un sujeto que experimenta emociones: “país de las zonas rurales que ven con
tristeza y desamparo” (L.60), encarnando la situación desfavorecida de estas.
258 LUISA A. MESSINA FAJARDO
Por otra parte, para ilustrar de forma más clara la situación actual de Costa Rica y
llamar la atención de la audiencia, utiliza el oxímoron “el grito sordo de una democracia”
(L.147), y expresiones como “un diálogo respetuoso y atento” (L.135), “una
institucionalidad fuerte y robusta” (L.48), “un país cuyo suelo tiene la capacidad de
alimentarnos” (L.39) o “el rostro de un país” (L.20).
En muchas ocasiones se sirve de la exclamación y la interrogación retórica, a fin de
reproducir un tono más enérgico que resalte la determinación y el compromiso de
reconstruir el país. Esta figura también es empleada en el discurso, con la finalidad de
generar una reflexión en el lector y crear un efecto persuasivo, como en “¿Seremos,
compatriotas, capaces de hacer historia? ¿Seremos capaces de llevar realmente a Costa
Rica hacia el futuro que merece? ¿Seremos capaces de hacer que las personas que habitan
en este gran país vuelvan a soñar, y no solo a soñar, sino a tener la oportunidad de
construir en realidad ese sueño?” (L. 74).
Se incluyen algunas cifras durante el discurso, como “durante los próximos cuatro años”
(L.5), “cerca del 60% de las personas con edades entre los 18 y 22 años” (L.30), “casi un
millón de personas atrapadas en el empleo informal” (L.38), entre otras. Las cifras o
juegos de números (van Dijk 2003) se emplean en el discurso político para enfatizar cómo
los políticos construyen sus planteamientos a partir de la utilización de datos estadísticos
que puedan proporcionar credibilidad y dominio de la problemática.
Para incrementar la eficacia comunicativa de sus discursos, los políticos se sirven
de unidades fraseológicas, tales como las colocaciones, las locuciones y las paremias. Se
trata de estructuras lingüísticas estables compuestas por un mínimo de dos palabras que
permanecen fosilizadas en un idioma y participan en una interacción verbal (Messina
Fajardo 2021a). En cuanto a estas, algunas presentes son: “listas de espera” (L.52),
“ordenar la casa” (L.146), entre otras. Por último, aparecen dos paremias cultas (citas):
“La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie” (L.90) (cita
de José Martí); y “Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y
comprometidos puede cambiar el mundo; de hecho, es lo único que tiene” (L.108) (cita de
Margaret Mead). Los políticos suelen recurrir al empleo de estructuras lingüísticas
estables no solo porque el discurso gana rapidez y eficacia, sino también porque con su
uso se establece una relación de convivencia y complicidad cultural con el interlocutor
(Messina Fajardo 2021a, p. 60).
dirige a la juventud: “¡Jóvenes! Sé que deben estar cansados de escuchar que son el futuro
de la Patria, cuando su futuro les viene hipotecado desde la cuna”. También invoca a las
mujeres: “Mujeres, ustedes son parte de ese latir incesante de la Patria”; involucra en su
deber a los adultos, a los pueblos indígenas, a la población LGBTIQ, a las universidades
públicas, a los empleados públicos, al sector privado, a los inversionistas, a la comunidad
internacional. No deja sin mencionar a ningún sector de la sociedad, y como suele ocurrir
en todo discurso populista, el orador se despide dándole gracias al Señor porque afirma:
“nuestra tradición es y será pacifista”, pues, en “Costa Rica, gracias a Dios, no existe un
solo soldado armado y adiestrado como tal, no tenemos un cañón, menos un tanque de
guerra […]. No somos una amenaza militar”. Por último, confiando en la eficacia de la
fraseología, cierra su discurso, pronunciando tres eslóganes: ¡Costa Rica, lo mejor está por
venir! Que Dios les bendiga y que Dios bendiga a Costa Rica. Que vivan siempre el
trabajo y la paz. Muchas gracias”.
Rodrigo Chaves se presenta como el principal motor de cambio de Costa Rica. Considera
que su elección como presidente de la República supone un punto de inflexión en la vida
del país; diferenciándose de las viejas prácticas llevadas a cabo por los partidos
tradicionales. De esta forma, se muestra como la alternativa a los mismos, como “lo
nuevo” frente a “lo viejo”, tratando de captar la atención de la población que siente
desafección hacia la política, por motivo de la crisis social, económica e institucional que
se está atravesando.
Al tratarse de un descontento transversal —tanto en la izquierda como en la
derecha—, Chaves trata de centrarse más en problemas cotidianos y pragmáticos que en
temas ideológicos. Por tanto, se observa que su arenga no ostenta una fuerte carga
ideológica, lo cual le permite atraer al electorado de todos los sectores.
Como se ha afirmado anteriormente, el texto analizado presenta ciertos elementos
propios de un discurso populista. Esto queda reflejado en la forma en que el presidente
busca establecer una conexión emocional con la población, enfatizando en las dificultades
y las preocupaciones de las personas comunes y prometiendo soluciones sencillas a
problemas complejos. De hecho, se observa que, durante todo el discurso, Rodrigo Chaves
se centra en criticar a los gobiernos anteriores, sin proponer ninguna solución concreta.
Además, presenta un “ellos”, que son los partidos tradicionales, como culpables de los
problemas del país, estableciendo la dicotomía típica del populismo: “nosotros-ellos”. Sin
embargo, es cierto que no utiliza un tono incendiario, sino tranquilizador. Por
consiguiente, el presente discurso se caracteriza por su formalidad y solemnidad, así como
por el uso de un tono familiar, que le permite acercarse más al público.
4. Conclusiones
Rodrigo Chaves posee todas las características del actor político. Su ethos marca su
mensaje. Está totalmente inscrito en el discurso porque participa plenamente en la
creación y difusión de un mensaje preciso. Esta categoría de personaje público,
normalmente, poseen un repertorio de acciones y pasiones, que les permite alcanzar sus
objetivos llegando incluso a anticipar los resultados previstos. Como se ha mencionado, a
lo largo del análisis, los enunciados políticos son el resultado de una serie de interacciones
estratégicas, con el fin de manipular, seducir y convencer a la audiencia. Por lo cual, la
260 LUISA A. MESSINA FAJARDO
Bionota: Luisa A. Messina Fajardo es doctora en “Estructura y función de las unidades lingüísticas estables:
fraseologismos y paremias” - Universidad Complutense de Madrid (Doctorado Europeo con calificación
SOBRESALIENTE cum LAUDE). Es profesora titular (sector L/Lin-07) de Lingua, Cultura e Istituzioni dei
Paesi di Lingua Spagnola, y ejerce en el Departamento de Ciencias Políticas - Università degli Studi di
Roma Tre. Se ocupa de temas lingüísticos, en particular del estudio de la fraseología y paremiología de la
lengua española y del análisis del discurso político. Ha participado en numerosos congresos nacionales e
internacionales y ha publicado alrededor de ochenta trabajos científicos, entre ellos recordamos:
Paremiografía, paremiología y literatura, Edizioni Nuova Cultura, 2012; “Análisis del discurso femenino”,
Opción. Año 36, 2020; “Somatismos fraseológicos del español de Venezuela: estado del arte y análisis
lingüístico, metafórico y pragmático”, eHumanista/IVITRA 19, 2021; Tensione e tregua nel discorso
político, Generis Publishing, 2021 y Herramientas teóricas y prácticas para el estudio del discurso político,
Generis Publishing, 2021.
Bibliografía
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Sitografía
Anexo
Discurso del presidente Rodrigo Chaves Robles tras ser investido como el 49º presidente de la
República de Costa Rica, el 8 de mayo de 2022.
(1) “Con la solemnidad, gravedad y sentido de responsabilidad histórica que la época nos impone, me honro
en recibir esta banda presidencial en tiempos de desafíos importantísimos, no solo para el futuro de
nuestro país, sino para el destino mismo de la Humanidad.
(4) El pueblo costarricense, al elegirme, puso en mis manos la responsabilidad de conducir el destino patrio
durante los próximos cuatro años.
(6) Con reverencia y humildad digo: tienen y tendrán en mí, durante todo ese periodo, a un fiel Mandatario;
es decir, a alguien que, a partir de este instante y hasta el 8 de mayo de 2026, aspirará, con todos mis
esfuerzos a acatar a cabalidad el mandato de ustedes, cumplir y hacer que se cumpla la voluntad del
Pueblo Soberano en todos los quehaceres del Estado, dentro del marco riguroso del Derecho que nos rige.
(11) El momento que vivimos es crucial. Somos los llamados a realizar un cambio histórico. Y ese llamado
se impone con la fuerza de la voz del pueblo que demanda desde las urnas una enorme obligación a toda la
clase política, lo que incluye, por supuesto, a los tres poderes de la República.
(15) Es el momento de dejar atrás las viejas prácticas que tanto nos cobra, y con toda razón, el pueblo
costarricense. Aquí no hay distingos entre oficialismo y oposición: si una vez más la clase política falla, el
país se podría desmoronar.
(18) Nos estamos viendo ante un espejo cuya imagen no nos gusta, porque nos presenta dos caras que no
parecen conciliarse.
(20) En ese espejo nos encontramos ante el rostro de un país cuyo nivel educativo había sido ejemplar en la
región latinoamericana, pero cuya calidad de la educación se ha ido deteriorando, lo que compromete, a
mediano y largo plazo, la prosperidad de nuestra nación.
(23) El Octavo Informe del Estado de la Educación nos ha confrontado con esa dolorosa imagen. La
pandemia del COVID-19 causó un “apagón educativo” que cayó como un mazazo repentino sobre miles
de niños, niñas y adolescentes.
(26) Pero esto no hizo más que evidenciar las diferencias que ya existen entre las zonas rurales y urbanas,
entre quienes gozaban de conectividad a Internet y quienes no tenían acceso a la tecnología que les
permitiera seguir asistiendo a la escuela o al colegio desde sus casas. En resumen, los menos beneficiados
y la clase más vulnerable de nuestra Patria.
(30) No es casualidad que, en 2020, antes de la pandemia, cerca del 60% de las personas con edades entre
los 18 y 22 años dijera no haber finalizado la secundaria.
(32) Vemos en ese mismo espejo el rostro de la gente trabajadora, de gente que se ha preocupado por
formarse con la esperanza de que sus familias tengan el nivel de vida que anhelan, que se merecen, o que,
a pesar de no contar con estudios formales, han utilizado su ingenio y su capacidad de trabajo para salir
adelante.
(36) Pero al mismo tiempo es el rostro de cientos de miles de personas que ven acabar el día sin un empleo
con el cual enfrentarse a las necesidades personales de la mañana siguiente. Es también el rostro de casi un
millón de personas atrapadas en el empleo informal.
(39) Es un país cuyo suelo tiene la capacidad de alimentarnos a todos y a todas, pero es también un país
donde el hambre se posa en la mesa de cientos de miles de personas, que no ganan lo suficiente ni siquiera
para comprar los alimentos de la canasta básica.
(42) Es un país cuya democracia bicentenaria, de comprobado arraigo en nuestra cultura cívica, ha cautivado
a los pueblos del mundo. Pero a su vez, vemos en ese espejo en el que nos miramos, desapego y
desconfianza de los partidos y la política tradicional, que no implica renuncia ni negación alguna a los
valores democráticos, sino que, por el contrario, expresa el deseo de una vivencia más auténtica de la
Democracia y supone una valoración más genuina y trascendente de sus prácticas fundamentales.
(48) La imagen reflejada es la de un país que, a lo largo de las décadas, ha construido una institucionalidad
fuerte, robusta, pero que durante los últimos años ha visto, con vergüenza, con impotencia y con justo
enojo, cómo las instituciones no han sabido brindar servicios públicos de calidad ni limpiar sus estructuras
del lastre infame de la corrupción.
(52) Las indignantes listas de espera de la Caja Costarricense de Seguro Social, las que por años han
sometido a miles de costarricenses, no solo es una violación sistemática al derecho a la salud, sino que son
humillantes y angustiantes para quienes la atención médica significa vida o muerte.
Ni los fallos de la Sala Constitucional han hecho mover los cimientos de la Caja.
Nos miramos con asombro en ese espejo porque no es la Costa Rica que deseamos.
No deseamos el país donde las calles nos gastan el reloj de la vida en presas interminables.
264 LUISA A. MESSINA FAJARDO
(60) No deseamos el país de las zonas rurales que ven con tristeza y desamparo, a lo lejos, cómo las puertas
del desarrollo y de la economía solo crecen en la zona central del país.
(62) Este es el espejo en el que nos estamos mirando todos y todas, costarricenses. Un espejo lleno de
contradicciones, de sueños que se niegan a formar parte de nuestra realidad, de sueños que no tienen los
zapatos para correr y mucho menos las alas para volar.
(65) Esas contradicciones son más que cifras en estudios académicos. Son más que los alarmantes datos que,
año tras año, nos da a conocer el Estado de la Nación.
(67) Esas contradicciones nos duelen, nos lastiman. Esas contradicciones hacen que la vida de nuestros
ciudadanos sea más dura, más difícil de lo que debería ser en un país democrático, pacífico y rico como el
nuestro.
(70) Esas contradicciones duelen en el pan ausente sobre la mesa, duelen en los y las jóvenes que deben
tomar la difícil decisión de dejar sus estudios para contribuir con el sustento
familiar, o, peor aún, en los y las jóvenes que han caído en el agujero sin fondo de la drogadicción, o que han
pasado a engrosar las filas del crimen organizado.
(74) ¿Seremos, compatriotas, capaces de hacer historia? ¿Seremos capaces de llevar realmente a Costa Rica
hacia el futuro que merece? ¿Seremos capaces de hacer que las personas que habitan en este gran país
vuelvan a soñar, y no solo a soñar, sino a tener la oportunidad de construir en realidad ese sueño? Ese es el
gran desafío que debemos vencer.
(78) Sé muy bien que el reto parece durísimo. ¡Y lo es! Pero, compatriotas, no caigamos en la trampa de la
desesperanza.
(80) No nos dejemos vencer por la oscuridad que algunos han querido vendernos, como si quisieran
hacernos pensar que el cambio y el progreso no son posibles.
(82) Figuras prominentes de la clase política dirigente, con ligereza, y quizá como excusa para no haber
tomado las decisiones que correspondía tomar, nos han hecho creer que Costa Rica es un país
ingobernable.
(85) ¡No! No se trata de ingobernabilidad, sino de tomar las decisiones que son necesarias tomar, sin
importar lo complejas y controversiales que puedan llegar a ser. Es una cuestión también de valentía,
aunque estas decisiones vayan en contra de los intereses de pequeños grupos, los que han utilizado su
influencia y poder para beneficiarse por medio de políticas públicas que no han hecho más que disminuir
el bienestar de la mayoría.
(90) “La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie”, nos dijo José Martí, con
palabras que nos hablan no desde el pasado, sino desde una actualidad tremenda, desde la lucha
permanente por el anhelo del bien común expresado en la voluntad ciudadana.
(94) Tengo muy claro que si pongo por delante el faro de esa voluntad ciudadana nunca me perderé.
(96) Si pongo por delante el camino que me han trazado cada uno de los hombres y mujeres que votaron por
mí, y también quienes no lo hicieron, jamás usaré la excusa de que este país no puede gobernarse, porque
la orden del pueblo es que gobierne.
(99) Y que lo haga con liderazgo, con energía, con decisión, con humildad, pero, sobre todo, con la
convicción de que cada una de mis decisiones y las de mi equipo tienen como guía una voluntad que ha
hablado, que nos demanda, que nos exige actuar por el bien de la mayoría.
(102) Digo esto, por supuesto, teniendo más presente que ninguno, que el cambio que exige el país no se
trata de una ambición ni de un proyecto personal de un hombre llamado Rodrigo Chaves, sino del rescate
de una democracia, y eso nos compete a todos.
(105) En la extensa historia de más de 200 años de vida democrática del país, este posible accidente
histórico, este, para muchos, impredecible revés de los órdenes políticos, viene a plantear la posibilidad de
cambiar definitivamente el curso de nuestras vidas.
(108) Como dijo Margeret Mead, “Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y
comprometidos puede cambiar el mundo. De hecho, es lo único que tiene”.
(111) Este cambio no puede ser alcanzado por la voluntad de una sola persona, sino por el carácter de los
miles de costarricenses que, con su trabajo honrado y entrega incuestionable, construyen la patria día con
día.
(114) Costarricenses que han demostrado incontables veces la grandeza de su espíritu, al dejar en alto
nuestro país en las disciplinas más variadas del deporte, en las formas más bellas del arte y en los más
innovadores de los descubrimientos e investigaciones científicas.
(117) Costarricenses que, desde las más diversas y complejas condiciones, el día de hoy procuran, con el
mejor de sus esfuerzos, con la franqueza de sus acciones y el compromiso de sus labores, el sustento
honrado de sus mesas y la modesta tranquilidad de sus familias.
(120) Sé que en este momento muchos de estos valientes costarricenses deben estar viendo o escuchando
este discurso desde sus hogares, preocupados más por el hambre que arremete
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 265
la República de Costa Rica
contra sus cuerpos que por la posible virtud que puedan encontrar en las palabras de este servidor que hoy
les habla.
(124) Estoy consciente de que mi elocuencia debe ser la mejora de las condiciones de miles de costarricenses
y no la belleza de un discurso.
(126) Sé también que muchos otros, desencantados por el fantasma de las ilusiones incumplidas de
gobiernos anteriores, no se tomarán la molestia de acompañar con oído atento las palabras sencillas de este
hombre que hoy decidieron nombrar con tan alto honor.
(129) A todos ustedes me dirijo y les digo, véanme como lo que soy, un instrumento humilde para cumplir
con el mandato del pueblo, un pueblo que unido puede lograr el cambio inaplazable que nos impone la
historia.
(132) Vean en mí a un consejero, el cual, en el uso total de sus facultades, procurará no menos que lo mejor
en la administración de este Gobierno que nos une a todos y a todas, y ninguna otra cosa más que un
futuro de paz, dignidad y trabajo para las generaciones venideras.
(135) Vean en mí un facilitador, quien por medio de un diálogo respetuoso y atento, buscará la conciliación
de un pueblo que al día de hoy se encuentra dividido entre diputados, sindicatos, empresarios e
instituciones que por años han minado el desarrollo los unos a los otros para obtener algún beneficio a
costa de la mayoría.
(139) Hoy les digo que la idea que nos quieren vender de una casa ordenada se esfuma ante la realidad del
país. ¡La realidad es muy distinta y es una realidad que nos resulta innegable! Por más que algunos quieran
continuar estafándonos.
(142) Hoy enfrentamos con valentía la inminente obligación de reparar el país y luchar con la convicción de
que Dios nos ampara y que es solo por medio del trabajo honrado de nuestras manos y no por el espíritu
indolente del conformismo que lograremos construir una patria digna para nuestros hijos e hijas.
(146) No solo vamos a ordenar la casa. ¡La vamos a reconstruir! ¡Este es el signo de nuestros tiempos, es la
urgencia inaplazable por el cambio, el grito sordo de una democracia que no dejaremos desaparecer!
(149) ¡No voy a aceptar la derrota, no tenemos por qué aceptar la derrota! No la aceptaré nunca porque sé
que la riqueza de este país va más allá de su diversidad ecológica; va más allá de su cultura y tradiciones
únicas en el mundo; va aún más allá de su historia irrepetible.
(152) Es su pueblo el que hace rico a este país. Mi pueblo, ustedes son los que agrandan nuestra patria.
(154) Pueblo que conoce tan bien como yo que existe una necesidad de más empleo, de bajar el costo de la
vida, de más tranquilidad en nuestros hogares y calles, de volver a soñar, de volver a confiar, de volver a
creer que todavía existen líderes políticos que procuran lo mejor para el país.
(158) ¡Es la necesidad fundamental de una patria como la nuestra! ¡Es la certeza llana de que nuestra
democracia es fuerte y de que no será abatida! Costa Rica es una gran fuerza colectiva que late como un
corazón lleno de esperanza.
(161) Esta fuerza colectiva palpita en cada esquina de nuestra nación, en la prisa permanente de las calles, en
el oleaje mercantil de los puertos, en las oficinas y su vaivén de papeles y computadoras, en la brisa dulce
del campo que nos alimenta, en el cálido aroma del hogar donde se crían nuestros hijos e hijas.
(165) A esta juventud me dirijo y les digo: ¡Jóvenes! Sé que deben estar cansados de escuchar que son el
futuro de la Patria, cuando su futuro les viene hipotecado desde la cuna. Una niña nace hoy en Costa Rica
y, en lugar de llevar un bollo de pan bajo el brazo, lleva un pagaré firmado con una deuda de miles de
dólares. A esos jóvenes les vamos a deshipotecar el futuro. Construiremos su mañana con un presente
próspero y lleno de oportunidades.
(170) Mujeres, ustedes son parte de ese latir incesante de la Patria. No toleraremos el acoso que sufren cada
día y en todos los espacios de la sociedad.
(172) No es posible que las mujeres tengan miedo de andar solas en la calle, no es posible que las mujeres
sientan miedo en su propio hogar, en su propio trabajo, en un parque, en un concierto.
(175) Por eso, mi primer compromiso político como presidente electo será detener la discriminación y el
acoso contra todas las mujeres en todos los ámbitos de nuestra patria.
(177) A los adultos mayores, fuerza inextinta de nuestra nación, les debemos más de lo que podríamos
nombrar porque los beneficios que hoy gozamos como país son fruto de sus esfuerzos. No serán
abandonados más, porque merecen una vejez justa, ustedes quienes con su labor construyeron las bases de
esta su Patria.
(181) A nuestros pueblos originarios, que dichosamente hoy, por primera vez en la historia costarricense,
cuentan con la representación de una diputada indígena, les quiero decir: ¡Serán incluidos! Repararemos
esa deuda histórica que nos llena de vergüenza y que nos ha separado como si fuéramos distintos, cuando
en realidad somos todos costarricenses con anhelos y esperanzas comunes.
(186) A la población LGBTIQ le aseguro que no vamos a retroceder en el reconocimiento de los derechos
que han logrado a lo largo de sus luchas por la equidad y el aprecio por la diversidad, luchas que yo
266 LUISA A. MESSINA FAJARDO