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LL59-2023 16 Messina+Fajardo+

Este estudio analiza el discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles, el 49º presidente de Costa Rica, enfatizando su intención persuasiva y el contexto político, social y económico del país. Se emplea una metodología que considera tanto la macroestructura como la microestructura del discurso, destacando la importancia del lenguaje como herramienta de acción política. El análisis revela los desafíos que enfrenta Costa Rica y el compromiso del presidente para liderar un cambio significativo en la nación.
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Este estudio analiza el discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles, el 49º presidente de Costa Rica, enfatizando su intención persuasiva y el contexto político, social y económico del país. Se emplea una metodología que considera tanto la macroestructura como la microestructura del discurso, destacando la importancia del lenguaje como herramienta de acción política. El análisis revela los desafíos que enfrenta Costa Rica y el compromiso del presidente para liderar un cambio significativo en la nación.
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Lingue e Linguaggi

Lingue Linguaggi 59 (2023), 247-266


ISSN 2239-0367, e-ISSN 2239-0359
DOI 10.1285/i22390359v59p247
http://siba-ese.unisalento.it, © 2023 Università del Salento
This work is licensed under a Creative Commons Attribution 3.0

ANÁLISIS DEL DISCURSO POLÍTICO


Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles –
49º presidente de la República de Costa Rica
LUISA A. MESSINA FAJARDO
UNIVERSITÀ DEGLI STUDI DI ROMA TRE

Abstract – The purpose of this study is to carry out an analysis of the investiture speech of Rodrigo Chaves
Robles, delivered after taking office as the 49th President of the Republic of Costa Rica, on May 8, 2022. To
this end, we will follow a personal methodology that, even with its limitations and without having to be
considered exclusive, lends itself effectively to achieving our objective. In this way, it will be possible to
observe the dynamics of the political, social and linguistic dimensions and, on the other hand, it will be
possible to observe the inclusion in the text of different semantic-pragmatic resources and rhetorical-
discursive strategies that entail an evident persuasive perlocutionary intention of the addressee.

Keywords: discourse analysis, strategies, rhetoric, persuasive.

1. Introducción
El estudio que se propone a continuación pretende sustentar determinadas nociones acerca
del análisis del discurso político que se tratarán respetando determinados apartados. En la
introducción se explica la metodología empleada; también, se justifica la posición que
toma al respecto el analista. En el segundo apartado, se presenta el cuadro teórico que
respalda el tema desarrollado. A seguir, se procede con el análisis específico que tiene en
consideración el contexto social, político y económico. Tras las conclusiones, se
proporciona la bibliografía y un apéndice en el que se aporta la alocución analizada.

1.1. Metodología

Para llevar a cabo el objetivo central, a saber, analizar el discurso seleccionado, se seguirá
una metodología, la cual se plasma en un esquema (Figura 1) claro y detallado,
condensado en tres niveles (aspectos generales, aspectos analíticos, otros). En cada uno de
ellos es posible observar operativamente la dinámica de las dimensiones política, social y
lingüística.
En una suerte de doble hermenéutica, el análisis va a dar origen a un metatexto
derivado de un texto enhebrado obtenido como resultado de un proceso previo de
deshilvanado del discurso original, normalmente oscuro, como se verá más adelante. Es
necesario señalar, por otra parte, que más allá de las restricciones que este enfoque pudiera
presentar, permite, sin embargo, realizar un examen que tiene en cuenta tanto la macro
como la microestructura en su globalidad.1

1
Esta propuesta metodológica se ha desarrollado en Messina Fajardo (2021a). Para una aproximación a la
didáctica del discurso político ver: Messina Fajardo, 2021b, 2023 y Messina Fajardo et al. 2022.
248 LUISA A. MESSINA FAJARDO

1.2. Concepto de neutralidad o no neutralidad

El concepto de neutralidad o no neutralidad en la producción de conocimiento (Messina


Fajardo 2021a) es una cuestión importante que ha sido desarrollada y reflexionada
profusamente (Habermas 1981, 1984, 1989, 1994; Sousa Santos 2006, 2009). En este tipo
de ejercicio es necesario poner de manifiesto la inevitable imparcialidad de las
conclusiones del analista, pues la visión del investigador, como la del emisor del discurso,
a menudo, pasa por el filtro de la ideología.
Existen esquemas metodológicos que permiten mantener una coherencia y
consistencia epistémica; sin embargo, sería una falsedad sostener la existencia de total
neutralidad por parte del analista. Creemos que la ausencia de posicionamientos explícitos
en la tarea de análisis crítico del discurso podría atentar contra la congruencia del proceso
en ejecución. A este respecto, Charaudeau se pregunta:

Si bien el investigador, como es sabido, no está exento de posicionamiento ideológico, e


incluso político, ¿debe acaso hacerlo valer en su trabajo de investigación? ¿debe, por ejemplo,
construir sus objetivos de investigación en función de una finalidad axiologizada? La ética del
investigador exige que no se confunda discurso de análisis crítico con discurso de denuncia
(Charaudeau 2009, p. 256).

Por otro lado, está claro que todo análisis político es crítico por definición, pues, en su
intento se desata un doble propósito, automático, de revelación de lo oculto o implícito y
de lo que se manifiesta explícitamente, cumpliendo así los objetivos del análisis.

2. Marco teórico: lenguaje y discurso político


Una tradición de estudios, que abarca la filosofía del lenguaje, la hermenéutica, la
semiótica, la etnometodología y la pragmática, ha corroborado el hecho de que el lenguaje
no es solo un sistema de signos empleado para describir el mundo, sino también es un
medio a través del cual los individuos pueden actuar e interactuar en la sociedad. Gracias a
estas investigaciones se ha podido reconocer el discurso como medio de acción y de
intervención política. De ahí que el lenguaje no solo sirva como vehículo reservado a la
transmisión de información, sino que, fundamentalmente, se considere como un
dispositivo que permite construir y modificar las relaciones de los individuos o grupos
sociales definidos. El estudio realizado se enmarca en el análisis crítico del discurso
(ACD), un campo interdisciplinario que describe e interpreta las disertaciones a través de
un vínculo estrecho entre las estructuras de la lengua y las estrategias discursivas con el
contexto de su enunciación, así como con el proceso sociopolítico que conlleva.
Los fundamentos teóricos que sustentan esta investigación son los siguientes: el
contexto sociopolítico como elemento generador de representaciones ideológicas
(Fairclough 1989, 1992, 1995, 2003); el vínculo entre las estructuras lingüísticas y la
manipulación política (van Dijk, Rodrigo Mendizábal 1999); las estrategias o tópicos
discursivos, discurso e ideología, discurso y poder (van Dijk 2003, 2005, 2009); el
marcado carácter populista del discurso a través del uso del léxico (Connet 2023); el
reconocimiento de la presencia frecuente de campos conceptuales y de metáforas en el
discurso político (Álvarez-Muro, Chumaceiro 2021, Messina Fajardo 2019a, 2019b); la
dimensión comunicativa y la naturaleza social de la metáfora (Steen 2001); el empleo de
la descalificación y el insulto (Álvarez-Muro, Chumaceiro 2012; Messina Fajardo 2021a);
la presencia de las funciones del lenguaje en el lenguaje político (Alvar 1986); las
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 249
la República de Costa Rica

funciones del discurso político: persuadir, pero también convencer (Albaladejo 1999); el
uso de unidades fraseológicas en el lenguaje político (colocaciones, locuciones y paremias
(Messina Fajardo 2021a, Messina Fajardo y Ávila 2022b). Otras investigaciones
importantes que sustentan este análisis son: Bolívar (2002, 2018), que ha estudiado la
descortesía y la interacción en el discurso político; Chilton (2017), que se ha centrado en
las funciones del discurso político; Van Leeuwen (2007), que se focaliza en el elemento de
legitimación del discurso y Mendizábal (2018), que centra su interés en el discurso en
Latinoamérica.

2.1. Esquema para el análisis del discurso político

El esquema que sirve de molde no posee un enfoque unidireccional, pues se nutre de tres
orientaciones desarrolladas por tres estudiosos, a saber, Norman Fairclough (1989, 2003),
quien en su enfoque dialéctico-relacional o del cambio socio-cultural y cambio en el
discurso va más allá de los horizontes del análisis del discurso incorporando elementos de
la lingüística funcional sistémica, haciendo posible que el ACD se reformule y se conciba
como un puente entre los análisis lingüísticos y los sociales; el enfoque histórico de Ruth
Wodak, quien siguiendo el camino arado por Fairclough, reconoce la importancia de
explorar el carácter histórico de estos; y, finalmente, el enfoque socio-cognitivo de van
Dijk, centrado en el eje sociedad-cognición-discurso, y en la importancia dada al contexto,
destacando la importancia de la ideología como concepto predominante (Messina Fajardo
2021a, p. 39).
Por otro lado, la metodología adoptada tiene en cuenta el concepto de
macroestructura y microestructura de van Dijk (1980), para quien el texto organiza su
contenido en el plano global en dos tipos de estructuras: la macroestructura (estructura
semántica del conjunto del texto) y la microestructura (la forma en que se organiza la
información en el texto). La macroestructura textual (núcleo informativo, asunto, tema) es
el contenido semántico global (introducción, desarrollo, conclusión) que representa el
sentido de un texto, aspecto necesario que permite la unidad comunicativa. La
microestructura expresa gramaticalmente la ordenación de las ideas, la cohesión y el
establecimiento de relaciones semánticas. Implica el uso del léxico, la morfosintaxis, la
sintaxis; la construcción sintáctica adecuada de oraciones y párrafos; además, es
importante el uso de conectores: coordinantes, subordinantes, locuciones (Messina Fajardo
2021a, p. 73).
A continuación, se proporciona la Figura 1 que corresponde al esquema o molde
que incluye las pautas a seguir para llevar a cabo el propósito.

Aspectos generales del discurso


Título Identificación del discurso.
Generalmente este se asocia con el
contexto en el que se desarrolla.
Ejemplo: Discurso de toma de
posición, Discurso con motivo del
Bicentenario de la Independencia.
Resumen Referencia de dónde es tomado el
discurso que se analiza. Ejemplo:
publicación editorial, página web,
canal YouTube, redes sociales,
prensa.
Palabras clave Descriptores que se emplean para
asociar tema o ideas centrales del
discurso.
250 LUISA A. MESSINA FAJARDO

Aspectos analíticos
Contexto Análisis en el que se conjuguen
aspectos de carácter histórico y
teórico
Estructura del texto Macroestructura integrada por tres
partes: introducción, desarrollo y
conclusión.
Forma y contenido Apartado central del análisis que
consiste en “desambiguar” y
“descifrar” el mensaje político, se
presta atención a la coherencia y
cohesión del texto. En esta fase el
lenguaje expresa los matices de las
ideas contenidas en el discurso.
Conclusiones Se presentan en dos vías. En la
primera se pone de manifiesto la
conclusión a la que el actor político
llega al final del discurso analizado.
La segunda comprende la postura del
analista a título personal.
Otros
Referencias Comprende las fuentes consultadas
y empleadas para el análisis.
Apéndice/Anexos Se proporciona la versión original
del discurso analizado de manera
íntegra.

Figura 1
Esquema para el análisis del discurso político.
Fuente: Elaboración propia.

Tras haber aclarado los aspectos teóricos y metodológicos, se presenta, a continuación, el


análisis vero e proprio plasmado en el esquema antes descrito.

3. Análisis del discurso de Rodrigo Chaves Robles


3.1. Aspectos generales

Título: Discurso del presidente Rodrigo Chaves Robles tras ser investido como el 49º
presidente de la República de Costa Rica, el 8 de mayo de 2022.
Fuente: https://delfino.cr/2022/05/este-es-nuestro-tiempo-discurso-de-investidura-
del-presidente-rodrigo-chaves-robles
Resumen: Con el discurso de investidura pronunciado por Rodrigo Chaves Robles
en la sede de la Asamblea Legislativa, este toma posesión de su cargo como 49º Presidente
de la República de Costa Rica por un período de cuatro años. El nuevo mandatario afirma
la necesidad de un cambio histórico en el país, comprometiéndose a liderar un Gobierno
responsable y enfocado en fortalecer la democracia. Para ello, destaca los desafíos más
importantes que tiene Costa Rica —y la humanidad en general—, como son la lucha
contra la pobreza, el desempleo, la violencia de género, la corrupción, así como el fomento
de la innovación, el turismo y la educación de calidad. En definitiva, se trata de un
discurso político formal en el que Chaves se dirige a la nación por primera vez. Por tanto,
su objetivo principal es inspirar y persuadir a la población, comprometiéndose férreamente
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 251
la República de Costa Rica

a mejorar el futuro de la república.


Palabras clave: pueblo, país, compromiso, cambio, futuro, desafío, democracia.

3.2. Aspectos analíticos del discurso

Contexto espacial, temporal e histórico: Durante las décadas de 1980 y 1990, Costa Rica
se caracterizó por ser un país con una gran estabilidad democrática, fomentada por un
sistema político estrictamente bipartidista dominado por el Partido Liberación Nacional
(PLN) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). No obstante, a partir de 1998, el
contexto político experimentó un fuerte cambio. El descontento y la desafección del
pueblo costarricense resultó en dos fenómenos relevantes: el crecimiento de la abstención
y el surgimiento, o resurgimiento, de nuevos partidos, entre los que destacaron el Partido
de Acción Ciudadana (PAC) y el Partido Liberación Nacional (PLN).
En las elecciones de 2014 se produjo la definitiva consolidación del sistema
pluralista tras la victoria de Luis Guillermo Solís, candidato del PAC. Este hecho se
manifestó en la formación de la Asamblea Legislativa, altamente fragmentada y sin
mayoría. El Gobierno se vio envuelto en una crisis fiscal que le supuso una gran pérdida
de votos. Los resultados electorales, a pesar de verse afectados en las siguientes
elecciones, no derivaron en un cambio de partido. Finalmente, el candidato del Partido de
Acción Ciudadana para las elecciones de 2018, Carlos Alvarado, fue nombrado presidente
de la República.
Este segundo mandato de este partido se caracterizó por sus crisis internas, lo cual
conllevó un fuerte declive en las últimas elecciones presidenciales de 2022.
Especialmente, el descontento generalizado con el Gobierno supuso la aparición de otros
nuevos partidos políticos, entre los que destacaron el Partido Progreso Social Democrático
(PPSD), encabezado por Rodrigo Chaves.
Este candidato inició su vida política en 2019 como ministro de Hacienda de
Carlos Alvarado. Sin embargo, a los seis meses de postularse en el cargo, fue cesado por
el presidente a causa de una petición de veto a una ley, que había sido aprobada
recientemente, sobre la inaplicación de la regla fiscal en los gobiernos locales. Chaves, no
se detuvo, pues, decidió continuar en política, presentándose como candidato del PPSD.
Su campaña electoral para las elecciones de 2022 estuvo marcada por fuertes polémicas —
como las acusaciones por acoso sexual a mujeres, así como por un tono incendiario—; sin
embargo, ello no evitó su posterior triunfo electoral. En la primera ronda, ninguno de los
candidatos obtuvo al menos el 40% de los votos, por lo que se convocó una segunda ronda
entre los dos candidatos más nominados —Rodrigo Chaves del PPSD y José María
Figueres del PLN—, de la cual salió vencedor el primero con un 53% de los votos.
Su ceremonia de investidura se llevó a cabo en presencia de los representantes de
los poderes de la República, de las delegaciones internacionales y demás autoridades
costarricenses. En esta ocasión, Rodrigo Chaves pronunció el discurso que se analizará a
continuación.
Estructura del discurso: El neopresidente comienza su alocución con una
introducción (L.1-17)2 en la que se centra en la responsabilidad histórica3 y política que se

2
En el apéndice final se facilita al lector el discurso completo. Se ha enumerado para poder hacer referencia
a la línea exacta en que se halla el fragmento citado a manera ilustrativa.
3
Apelar a la historia de un país es un tópico o estrategia discursiva frecuente en el discurso político. Esta
estrategia se escoge para ilustrar cómo los políticos rememoran la historia y todo lo que consideran que
han hecho como nación por el “bien de la humanidad” (van Dijk 2003).
252 LUISA A. MESSINA FAJARDO

le ha otorgado tras su triunfo en las urnas. Seguidamente, aborda el desarrollo (L.18-138),


presentando la imagen de un país en deterioro, tanto a nivel educativo como económico,
social y político. Por tanto, en esta parte del discurso, Chaves aborda varios temas que
reflejan la realidad y los desafíos que debe enfrentar; resalta la necesidad de cambiar el
rumbo de la nación y de superar las contradicciones existentes. Finalmente, se encuentra la
conclusión (L.139-240), en la que se plantea la posibilidad de hacer historia y llevar a
Costa Rica hacia un futuro mejor. Chaves expresa su compromiso de ser un líder que
trabajará por el bien de la mayoría e insta al pueblo a mantenerse unido.
Forma y contenido: Rodrigo Chaves Robles comienza su discurso haciendo
referencia a su elección, consecuentemente, a la responsabilidad otorgada por la voluntad
de toda la población (L.1-17). Se compromete a cumplir con su mandato, abordando los
grandes retos que el país tiene por delante. Chaves apela al momento actual, el cual
considera “crucial” para realizar un cambio histórico que suponga un nuevo rumbo para la
República, dejando atrás las viejas prácticas. A continuación, trata de escenificar la
situación actual a través de una metáfora; “Nos estamos viendo ante un espejo cuya
imagen no nos gusta, porque nos presenta dos caras que no parecen conciliarse” (L18-22),
dos caras opuestas, equivalentes a las dos caras de Costa Rica. Por una parte, un país
caracterizado por sus grandes avances educativos, su gente trabajadora, su potencialidad
económica y su longeva democracia. Pero, por otra parte, un país cuya calidad educativa
se encuentra en decadencia, con una creciente desigualdad social, unos crecientes datos de
desempleo, así como una democracia en peligro (L.23-73). Por consiguiente, considera
que este es el mayor reto al que se enfrentan, y confía en la gran capacidad de todos para
superar la dificultad (L.74-101). En este sentido, afirma que se trata de un desafío difícil,
pero no imposible, como otros dirigentes políticos4 han hecho creer hasta ahora. No es una
cuestión de ingobernabilidad, sino de esperanza, valentía, lucha y sacrificio; poniendo
siempre por delante la voluntad del Pueblo Soberano y el bien común.
En cuanto al cambio que exige la República (L.102-119), este es responsabilidad
de todos, ya que se trata del “rescate de la democracia”5 (L.104), no de un proyecto
personal o de partido. Por tanto, para abordar este cambio con éxito, apela a todos y cada
uno de los costarricenses, cuya actuación, voluntad y unidad considera imprescindibles. Se
centra también en él mismo,6 en el papel que debe desempeñar y en la imagen que ofrece
(L.120-138). Se presenta a todos como “un instrumento humilde para cumplir con el
mandato del pueblo” (L.129), como “un consejero” (L.132), y como “un Facilitador”
(L.135).7 Para concluir, destaca el gran reto que tienen por delante: reparar el país (L.139-
229). Se dirige a su gente costarricense, enfatizando la necesidad de la fuerza colectiva y

4
Es evidente el sentido descalificante del adversario político en esta parte del discurso. Hoy en día, el insulto
y la descalificación nutren la lengua de los políticos, tanto en los foros y mítines políticos, como también
en los debates televisivos y los medios digitales (Twitter, Facebook, WhatsApp, etc.) (Messina Fajardo
2021a; Messina Fajardo, Di Lodovico 2022).
5
Con estas palabras “rescate de la democracia”, Rodrigo Chaves declara explícitamente la falta de
democracia vivida en Costa Rica antes de su llegada al Gobierno. Sin duda, asistimos a una forma de
deslegitimación del adversario político.
6
La autorreferencialidad (“primero yo y solo yo), es una tentación fuerte presente en el ser humano que tiene
repercusiones en todos los ámbitos, sobre todo, en el de la política. Algunos políticos parecen más
preocupados por ellos mismos y por el poder que por los proyectos o por el bien de los ciudadanos. Para
ellos es importante hacer oír solo su voz (la propia voz) reclamando una acción al servicio del bien común.
Las posiciones de los demás, en vez de contrastarse constructivamente, se descalifican, llegando a veces al
insulto.
7
Las palabras proferidas: “humilde”, “pueblo”, “consejero”, “facilitador” delatan un marcado carácter
populista del discurso de Chaves.
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 253
la República de Costa Rica

la importancia de sus contribuciones en diferentes ámbitos y sus desafíos diarios: a la


juventud, a las mujeres, a los adultos mayores, a los pueblos originarios, a la población
LGBTIQ, a las universidades públicas, a los empleados, al sector privado, a los
inversionistas, a los sindicatos, e incluso a las fuerzas de la oposición, los traficantes de
drogas, los corruptos y la comunidad internacional. Finalmente, se despide aludiendo a
Dios8 como fuerza promotora, prometiendo lo mejor para Costa Rica, alabando el trabajo
y la paz, y agradeciendo que lo hayan elegido presidente de la República (L.230-240).

3.2.1. El destinatario

Cabe detenerse en la figura del destinatario9 o destinatarios, a fin de determinar de qué


tipo de discurso se trata. En este caso, Rodrigo Chaves se dirige a la totalidad de la
población costarricense, lo cual queda reflejado casi al finalizar el discurso, cuando apela a
la fuerza colectiva y al pueblo unido (L.152-222). Presta especial atención a sus electores,
que lo han elegido y, para ello, emplea la palabra “pueblo” tan reiteradamente que parece
una muletilla10 (L.4, L.9, L.12, L.16, L.43, L.98, L.130, L.136, L.152, L.154, L.181,
L.207, L.210, L.212). De esta forma, Chaves se compromete a gobernar por y para todos
y, además, trata de mostrar su agradecimiento. Por consiguiente, se puede afirmar que se
trata de un discurso político externo.11 El presidente se dirige a todos los costarricenses
como su mandante y establece su compromiso de gobernar en consonancia con sus deseos
y demandas. Además, el lenguaje utilizado es accesible, rico en coloquialismos y figuras
retóricas —metáforas, anáforas, eufemismos…— las cuales serán analizadas a
continuación.

3.2.2. Tipología. Temas y tópicos discursivos

Como se ha señalado antes, se trata de un discurso de investidura12, que tiene un marcado


carácter oratorio, emitido por un candidato que asume el Gobierno tras haber sido

8
Recurrir a la religión, a las creencias, a la fe, es un uso estratégico de lenguaje inclusivo.
9
El político debe tener en cuenta la figura del destinatario de su discurso, casi siempre los ciudadanos;
puesto que ellos pueden decidir con su voto los resultados de unas elecciones. Es esta capacidad decisoria
que poseen que hace que se conviertan en el centro de la atención de las estrategias persuasivas del
discurso político.
10
Las muletillas son aquellas palabras que se van filtrando a lo largo del discurso de manera involuntaria;
son voces que se repiten con más frecuencia de lo que sería necesario. Algunos ejemplos son: “¿vale?”,
“¿me explico?”, “¿verdad?”, “¿no?”, “este”, “prácticamente”. Suelen encontrarse al final de las frases y
párrafos, especialmente en la lengua hablada. Sin embargo, en el discurso político, pueden aparecer
muchas más que nacen como fruto de una ideología transmitida implícitamente; entre estas podemos citar
“país”, “pueblo”, “ciudadanos”, pero también pronombres como “yo”, “nosotros”, que aunque no son
verdaderas muletillas, cumplen esta función a causa del uso reiterado que se produce.
11
Se pueden distinguir dos tipos de discursos políticos: Discurso político externo, el que usa el emisor cuando se
dirige a los ciudadanos durante los mítines, declaraciones a periodistas y sesiones parlamentarias, recogidos,
normalmente, en los medios de comunicación. En esta categoría, el lenguaje puede ser accesible, usado para
referir hechos favorables, se presenta rico de coloquialismos, de fraseologismos, y se emplea la función poética;
pero, también, el lenguaje puede ser ambiguo, como cuando el orador se enfrenta a situaciones comprometidas, en
estos casos se presenta perifrástico, eufemístico, y se emplean otras figuras para disfrazar la realidad. Discurso
político interno: es cuando el orador se dirige a otros políticos, normalmente en sesiones parlamentarias o
comisiones; tiene menos alcance en los medios de comunicación. Se recurre a un lenguaje más unívoco, esto es,
más técnico (Messina Fajardo, 2016).
12
El discurso de investidura, aunque se dirige a toda la ciudadanía, se pronuncia delante del Parlamento. Es
evidente que su interlocutor es bastante amplio y heterogéneo. Se caracteriza por la recurrencia a
254 LUISA A. MESSINA FAJARDO

designado por elección popular o representativa. Así lo expone claramente el presidente:


“El pueblo costarricense, al elegirme, puso en mis manos la responsabilidad de conducir el
destino patrio durante los próximos cuatro años” (L.4), y promete: “Con reverencia y
humildad digo: tienen y tendrán en mí, durante todo ese periodo, a un fiel mandatario”
(L.6).
En cuanto a los temas tratados, este discurso aborda varias cuestiones
trascendentales, según el presidente, para el destino de la humanidad. Chaves considera
que los principales retos del país son: la educación y las disparidades presentes entre las
zonas rurales y urbanas, especialmente agravadas por la pandemia de COVID-19; el
empleo y la pobreza; la corrupción y la necesidad de fortalecer las instituciones y brindar
servicios públicos de calidad; la falta de desarrollo equitativo en todo el país, a causa de la
concentración de la economía en la zona central; así como se propone prestar atención al
descontento hacia la política tradicional y a la búsqueda de una democracia más auténtica
y participativa.
Por último, el discurso también centraliza la atención en la importancia de “tener
esperanza en el cambio”; busca transmitir esa esperanza enfatizando que la transformación
y el progreso son posibles. Se menciona la necesidad de tomar decisiones valientes y se
llama a la unidad y al trabajo conjunto para lograr alcanzar las mejorías que el país
necesita. Por consiguiente, en esta alocución es posible identificar algunos de los tópicos
discursivos señalados por van Dijk (2003), como la responsabilidad histórica, el sentido
del deber y la solemnidad al asumir un cargo tan significativo.

3.2.3.Carga ideológica, manipulación y abuso de poder

En cuanto a la presencia de manipulación13 y abuso de poder a través de la palabra, puede


decirse que son numerosas las técnicas retóricas empleadas para persuadir a la audiencia y
generar un sentido de adhesión y confianza hacia el orador.
Por un lado, en el inicio del discurso, “con la solemnidad, gravedad y sentido de
responsabilidad histórica que la época nos impone” (L.1), se utiliza un tono grandilocuente
y pomposo para generar una sensación de importancia y autoridad, lo cual puede ser
manipulador al intentar dar la idea de que el orador tiene la solución a los problemas. Por
otro lado, Chaves trata de establecer una conexión emocional con el pueblo utilizando la
elección como un mandato que justifique su poder y autoridad: “el pueblo costarricense, al
elegirme, puso en mis manos la responsabilidad de conducir el destino patrio” (L.4). El
orador se presenta como el único capaz de responder a las demandas del pueblo y se
adjudica una obligación sobre toda la clase política, sin especificar las acciones concretas
que se llevarán a cabo. Además, a fin de fomentar la idea de que él es el único capaz de
realizar el cambio en el país, establece una dicotomía entre las “viejas prácticas” (L.15) y
las del nuevo Gobierno encabezado por él, deslegitimando así a los demás actores
políticos. El discurso analizado no presenta una fuerte carga ideológica, por su carácter

determinadas estrategias que presentan numerosos recursos lingüísticos bien precisos. Son textos bastante
elaborados que suelen ocuparse de asuntos cardinales, como la nación, la economía, las políticas sociales,
el terrorismo, el empleo, etc. Se suelen recoger en los medios de comunicación a fin de que todo el mundo
tenga acceso a su lectura.
13
La manipulación política, como sostienen van Dijk y Rodrigo Mendizábal (1999), se pone de manifiesto
también a través de la sintaxis con el uso de pronombres, modificando el orden de las palabras, empleando
categorías sintácticas diferentes, alternando las construcciones pasivas con las activas, nominaciones,
cláusulas cerradas, sentencias complejas y otras maneras de expresar significados subyacentes en
estructuras de oración.
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 255
la República de Costa Rica

solemne y formal de toma de posesión; pero sí se encuentran algunos ejemplos que


demuestran la presencia, implícita, de una concreta ideología. En primer lugar, se subraya
la importancia de la democracia y el respeto a la voluntad del pueblo. En segundo lugar, se
insiste en la responsabilidad histórica que se le ha concedido como presidente de la
república. En tercer lugar, se menciona la necesidad de realizar nuevas acciones que
permitan borrar aquellas que han perjudicado al país, reprueba a la vieja clase política y,
asumiendo una postura crítica, aboga por un cambio que conduzca a la prosperidad del
país.

3.2.4. Carga retórica: Logos, pathos y ethos

El discurso incluye elementos de logos, pathos y ethos utilizados para persuadir y generar
una respuesta emocional en la audiencia.14
En términos de logos (razón y lógica), en el texto se utilizan argumentos y datos
para respaldar las afirmaciones. Se mencionan estadísticas sobre la educación (L.23,
L.30), el desempleo (L.36), la pobreza y la corrupción en el país para mostrar la necesidad
de un cambio. Además, se indican los informes y fallos de instituciones como el Estado de
la Nación (L.66) y la Sala Constitucional (L.56) para respaldar las críticas hacia la
situación actual. En cuanto al pathos (emoción y conexión emocional), el discurso utiliza
un lenguaje emotivo para generar empatía y despertar sentimientos en la audiencia. Se
manejan palabras como “solemnidad” (L.1), “gravedad” (L.1), “dolorosa imagen” (L.23),
“humildad” (L.6, L. 99) y “esperanza” (L.33, L.79, L.169, L.185) para transmitir la
importancia del momento y el compromiso del orador con el pueblo. Además, se
mencionan situaciones difíciles y problemas que afectan a la población, como la falta de
empleo, el hambre y la falta de oportunidades, para apelar a la compasión y al deseo de un
cambio. En cuanto al ethos (credibilidad y confianza), el discurso busca establecer la
autoridad y la confianza del orador, quien menciona su elección como presidente y la
responsabilidad histórica que implica. También hace referencia a la voluntad del pueblo y
su determinación de cumplir con su mandato. Se menciona la humildad, la honestidad y el
compromiso con la democracia como principios fundamentales del liderazgo. Además, se
cita a figuras históricas15 como José Martí (L.90) y Margaret Mead (L.108) para respaldar
los argumentos y mostrar una conexión con valores compartidos.

3.2.5. Funciones del lenguaje

Atendiendo a las funciones del lenguaje (Manuel Alvar 1986), es posible identificar las
siguientes: antes que nada, una función emotiva, la cual se refiere a la expresión de
emociones, sentimientos y actitudes del hablante. En el texto, se pueden encontrar marcas
de subjetividad como “me honro” (L.2), “el país se podría desmoronar” (L.17) “dolorosa
imagen” (L.23), “con vergüenza, con impotencia y con justo enojo” (L.49), “las
indignantes listas de espera” (L.52) “esperanza” (L.33, L.79, L.169 L.185), “valentía”
(L.87), “convicción” (L.100), entre otras. En segundo lugar, también está presente la
función fática, la cual se refiere al establecimiento y mantenimiento de la comunicación

14
Persuadir, pero también convencer, son dos objetivos clave del discurso político (Albaladejo 1999).
El orador procura persuadir a su interlocutor para que actúe en consecuencia e inducirlo a que cambien su
modo de opinar.
15
Es frecuente, en el discurso político, apelar a la fuerza regeneradora del mito del pueblo, de sus héroes, de
sus líderes.
256 LUISA A. MESSINA FAJARDO

entre el emisor y el receptor. En el texto, se pueden encontrar vocativos como


“compatriotas” (L.74 y L.78), “costarricenses” (L.53, L.62, L.112, L.114, L.117, L.120,
L.125, L.184), “a todos ustedes” (L.129, L.231), que buscan establecer una conexión
directa con los destinatarios y mantener su atención durante el discurso. En tercer lugar, se
manifiesta la función conativa o apelativa, la cual se utiliza para influir o persuadir al
receptor y lograr una respuesta o acción específica. En el texto se pueden identificar
elementos conativos en frases como “es el momento de dejar atrás las viejas prácticas”
(L.15), “¿Seremos, compatriotas, capaces de hacer historia?” (L.74), “no nos dejemos
vencer por la oscuridad” (L.80), “Este cambio no puede ser alcanzado por la voluntad de
una sola persona” (L.111), “este es el signo de nuestros tiempos” (L.146), “No solo vamos
a ordenar la casa. ¡La vamos a reconstruir!” (L.146), “¡No voy a aceptar la derrota, no
tenemos por qué aceptar la derrota!” (L.149), que buscan motivar a los receptores a
realizar cambios y acciones concretas. Además, la utilización de la primera persona del
plural también es muy recurrente y produce un efecto extraordinariamente inclusivo.

3.2.6. Figuras retóricas

Las figuras estilísticas presentes contribuyen a la expresividad y al impacto emocional. En


varias ocasiones, se recurre a la enumeración de determinados término o expresiones con
el fin de resaltar su importancia. Por ejemplo: “solemnidad, gravedad y sentido de
responsabilidad histórica” (L.1), “con reverencia y humildad” (L.6), “con liderazgo, con
energía, con decisión, con humildad” (L.99), “un futuro de paz, dignidad y trabajo”
(L.134), “de más empleo, de bajar el costo de la vida, de más tranquilidad en nuestros
hogares y calles, de volver a soñar, de volver a confiar, de volver a creer” (L.154), entre
otros.16
También, el empleo de metáforas17 pretende crear una imagen más vívida y
transmitir un significado más profundo. Por ejemplo, Chaves hace referencia a “banda
presidencial” (L.2) como símbolo del cargo; recurre a una metáfora del ámbito de los
medios de transporte en la expresión “conducir el destino patrio” (L.4) ̶ como si la nación
fuese una vehículo ̶ , representando así la responsabilidad de dirigir el rumbo del país. En
la afirmación “el país se podría desmoronar” (L.17), Costa Rica se presenta como una
estructura física que puede colapsar, transmitiendo la gravedad de la situación. Con “un
espejo cuya imagen no nos gusta” (L.18) se compara la realidad, haciendo alusión a una
imagen poco deseada; también se utiliza “el rostro de un país cuyo nivel educativo había
sido ejemplar” (L.20) para simbolizar el decrépito estado de la educación; el hambre se
personifica como un ave que “se posa en la mesa” (L.40), creando una imagen visual de
escasez alimentaria. También representa al país como un reloj que consume el tiempo de
las personas en atascos con la siguiente expresión “un país donde las calles nos gastan el
reloj de la vida en presas interminables” (L.58), dando la sensación de una pérdida de

16
A este propósito, los recursos lingüísticos empleados (cambio semántico, la ampliación semántica y
repeticiones innecesarias, entre otros aspectos gramaticales, con la función de manipular constituyen la
“neolengua” del discurso político; entendida como como “un tipo de discurso que se origina en el poder,
que impone formas de pensar y busca modelar la consciencia de los ciudadanos” (Chumaceiro, Álvarez-
Muro 2021).
17
La metáfora es un recurso necesario para comprender la realidad, a través de conceptos básicos, y
estructurar conceptos complejos en términos de otros más asequibles (Lakoff, Johnson 1980). Steen
(2001) añade a los aspectos cognitivo y semiótico de la metáfora la dimensión comunicativa y su
naturaleza social.
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 257
la República de Costa Rica

tiempo constante; por último, aparece otra metáfora que concibe al país como una casa
que se debe cuidar: “No solo vamos a ordenar la casa. ¡La vamos a reconstruir!”.
Asimismo, a lo largo del discurso es muy recurrente el uso de hipérboles para
recargar una idea o situación con el fin de enfatizarla o llamar la atención. Un ejemplo de
ello es la expresión “desafíos importantísimos” (L.2) con la cual se exagera la importancia
de los retos a los que se enfrenta Chaves. Con la expresión “responsabilidad histórica”
(L.1) también se recarga la magnitud de la responsabilidad asumida; con “un Fiel
Mandatario” (L.6) se subraya la lealtad y compromiso del mandatario al afirmar que es
“fiel” en todos los aspectos; con “un cambio histórico” (L.11) se agiganta el impacto y
alcance del cambio que se busca realizar; con “apagón educativo” (L.24) se aumenta el
impacto de la interrupción educativa causada por la pandemia de COVID-19; con “las
viejas prácticas que tanto nos cobra” (L.15) se infla el costo negativo de las prácticas
antiguas; con “el país se podría desmoronar” (L.17) se exorbita el posible colapso del país
si la clase política falla; con “democracia bicentenaria” (L.42) se recarga la duración de la
democracia para resaltar su importancia histórica; “con vergüenza, con impotencia y con
justo enojo” (L.49) se enfatizan las emociones asociadas a la falta de calidad en los
servicios públicos y la corrupción; con “la patria es dicha, dolor y cielo de todos” (L.90) se
amplía la extensión de esta como fuente de felicidad y sufrimiento; con ”fantasma de las
ilusiones incumplidas” (L.126) se encarece la negatividad de las ilusiones que no se han
cumplido; con “un país ingobernable” (L.84) se ensancha la dificultad de gobernar; con
“construyen la patria día con día” (L.113) se enfatiza el papel de los ciudadanos en la
construcción diaria de su propia nación.
Otra figura estilística destacable es la antítesis, la cual se emplea para contrastar
dos ideas o conceptos opuestos con el objetivo de resaltar sus diferencias. Por ejemplo,
“zonas rurales y urbanas” (L.26); “dichas y dolores” (L.90), “cielo y dolor” (L.90),
“desapego y desconfianza” (L.44), “cambio histórico y viejas prácticas” (L.15), “vida o
muerte” (L.54), entre otros. Para destacar los problemas y retos presentes, utiliza la
antítesis contrastando la situación actual con el futuro que se pretende construir: “nivel
educativo ejemplar y calidad de la educación deteriorada” (L.21), “conectividad a Internet
y falta de acceso a la tecnología” (L.27), “país que tiene capacidad de alimentarnos y
hambre” (L.40), “atención médica que significa vida y listas de espera de la Caja
Costarricense de Seguro Social” (L.54), “institucionalidad fuerte y corrupción infame”
(L.49) y “realidad del país e idea de una casa ordenada” (L.139).
Por otro lado, son varias las anáforas empleadas, entendidas como recurso de
repetición: “es un país” (L. 39, L.42) para describir y resaltar las contradicciones y
desafíos que se enfrentan; o “vean en mí” (L.132, L.135) tratando de captar la atención del
público. Se utiliza la anadiplosis al repetir la palabra “país” al final de una frase y al
comienzo de la siguiente, creando un efecto de énfasis en la situación de hambre: “Es un
país cuyo suelo tiene la capacidad de alimentarnos a todos y a todas, pero es también un
país donde el hambre se posa en la mesa de cientos de miles de personas” (L.40). En el
presente discurso también se recurre al paralelismo, basado en la repetición de estructuras
gramaticales o palabras similares con el fin de enfatizar ideas o crear un ritmo en el
discurso. Algunos ejemplos son “con reverencia y humildad digo” (L.6) y “con humildad,
pero, sobre todo, con la convicción” (L.99).
El presidente emplea la figura de la personificación, con la que se atribuye voz al
pueblo como ente individual, resaltando su papel en el proceso electoral y su capacidad de
exigir cambios: “la voz del pueblo que demanda desde las urnas” (L.12); también presenta
al país como un sujeto que experimenta emociones: “país de las zonas rurales que ven con
tristeza y desamparo” (L.60), encarnando la situación desfavorecida de estas.
258 LUISA A. MESSINA FAJARDO

Por otra parte, para ilustrar de forma más clara la situación actual de Costa Rica y
llamar la atención de la audiencia, utiliza el oxímoron “el grito sordo de una democracia”
(L.147), y expresiones como “un diálogo respetuoso y atento” (L.135), “una
institucionalidad fuerte y robusta” (L.48), “un país cuyo suelo tiene la capacidad de
alimentarnos” (L.39) o “el rostro de un país” (L.20).
En muchas ocasiones se sirve de la exclamación y la interrogación retórica, a fin de
reproducir un tono más enérgico que resalte la determinación y el compromiso de
reconstruir el país. Esta figura también es empleada en el discurso, con la finalidad de
generar una reflexión en el lector y crear un efecto persuasivo, como en “¿Seremos,
compatriotas, capaces de hacer historia? ¿Seremos capaces de llevar realmente a Costa
Rica hacia el futuro que merece? ¿Seremos capaces de hacer que las personas que habitan
en este gran país vuelvan a soñar, y no solo a soñar, sino a tener la oportunidad de
construir en realidad ese sueño?” (L. 74).

3.2.7. Otras estrategias discursivas

Se incluyen algunas cifras durante el discurso, como “durante los próximos cuatro años”
(L.5), “cerca del 60% de las personas con edades entre los 18 y 22 años” (L.30), “casi un
millón de personas atrapadas en el empleo informal” (L.38), entre otras. Las cifras o
juegos de números (van Dijk 2003) se emplean en el discurso político para enfatizar cómo
los políticos construyen sus planteamientos a partir de la utilización de datos estadísticos
que puedan proporcionar credibilidad y dominio de la problemática.
Para incrementar la eficacia comunicativa de sus discursos, los políticos se sirven
de unidades fraseológicas, tales como las colocaciones, las locuciones y las paremias. Se
trata de estructuras lingüísticas estables compuestas por un mínimo de dos palabras que
permanecen fosilizadas en un idioma y participan en una interacción verbal (Messina
Fajardo 2021a). En cuanto a estas, algunas presentes son: “listas de espera” (L.52),
“ordenar la casa” (L.146), entre otras. Por último, aparecen dos paremias cultas (citas):
“La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie” (L.90) (cita
de José Martí); y “Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y
comprometidos puede cambiar el mundo; de hecho, es lo único que tiene” (L.108) (cita de
Margaret Mead). Los políticos suelen recurrir al empleo de estructuras lingüísticas
estables no solo porque el discurso gana rapidez y eficacia, sino también porque con su
uso se establece una relación de convivencia y complicidad cultural con el interlocutor
(Messina Fajardo 2021a, p. 60).

3.3. Conclusiones del actor político

El actor político llega a la conclusión de que el país se enfrenta a desafíos importantes y


que es necesario realizar un cambio sustancial. Rodrigo Chaves reconoce la
responsabilidad política e histórica de liderar la nación, y se compromete a acatar el
mandato del Pueblo Soberano. Chaves recoge sus ideas y afirma que lo que le espera es
una tarea ardua. Retoma todos los temas enfrentados como la educación deteriorada, el
desempleo, la pobreza, la corrupción y la debilidad de sus instituciones democráticas.
Reitera que dicha tarea no es únicamente suya, sino de la totalidad del pueblo
costarricense, al que considera el principal motor de cambio. Por tanto, el presidente hace
un llamado a la unidad y al trabajo conjunto, e insta a no aceptar la derrota y a luchar por
una patria digna reflejada en un futuro de paz, decoro y trabajo para las generaciones
venideras. Habla de “fuerza colectiva [que] palpita en cada esquina de nuestra nación”; se
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 259
la República de Costa Rica

dirige a la juventud: “¡Jóvenes! Sé que deben estar cansados de escuchar que son el futuro
de la Patria, cuando su futuro les viene hipotecado desde la cuna”. También invoca a las
mujeres: “Mujeres, ustedes son parte de ese latir incesante de la Patria”; involucra en su
deber a los adultos, a los pueblos indígenas, a la población LGBTIQ, a las universidades
públicas, a los empleados públicos, al sector privado, a los inversionistas, a la comunidad
internacional. No deja sin mencionar a ningún sector de la sociedad, y como suele ocurrir
en todo discurso populista, el orador se despide dándole gracias al Señor porque afirma:
“nuestra tradición es y será pacifista”, pues, en “Costa Rica, gracias a Dios, no existe un
solo soldado armado y adiestrado como tal, no tenemos un cañón, menos un tanque de
guerra […]. No somos una amenaza militar”. Por último, confiando en la eficacia de la
fraseología, cierra su discurso, pronunciando tres eslóganes: ¡Costa Rica, lo mejor está por
venir! Que Dios les bendiga y que Dios bendiga a Costa Rica. Que vivan siempre el
trabajo y la paz. Muchas gracias”.

3.4. Conclusión personal del analista

Rodrigo Chaves se presenta como el principal motor de cambio de Costa Rica. Considera
que su elección como presidente de la República supone un punto de inflexión en la vida
del país; diferenciándose de las viejas prácticas llevadas a cabo por los partidos
tradicionales. De esta forma, se muestra como la alternativa a los mismos, como “lo
nuevo” frente a “lo viejo”, tratando de captar la atención de la población que siente
desafección hacia la política, por motivo de la crisis social, económica e institucional que
se está atravesando.
Al tratarse de un descontento transversal —tanto en la izquierda como en la
derecha—, Chaves trata de centrarse más en problemas cotidianos y pragmáticos que en
temas ideológicos. Por tanto, se observa que su arenga no ostenta una fuerte carga
ideológica, lo cual le permite atraer al electorado de todos los sectores.
Como se ha afirmado anteriormente, el texto analizado presenta ciertos elementos
propios de un discurso populista. Esto queda reflejado en la forma en que el presidente
busca establecer una conexión emocional con la población, enfatizando en las dificultades
y las preocupaciones de las personas comunes y prometiendo soluciones sencillas a
problemas complejos. De hecho, se observa que, durante todo el discurso, Rodrigo Chaves
se centra en criticar a los gobiernos anteriores, sin proponer ninguna solución concreta.
Además, presenta un “ellos”, que son los partidos tradicionales, como culpables de los
problemas del país, estableciendo la dicotomía típica del populismo: “nosotros-ellos”. Sin
embargo, es cierto que no utiliza un tono incendiario, sino tranquilizador. Por
consiguiente, el presente discurso se caracteriza por su formalidad y solemnidad, así como
por el uso de un tono familiar, que le permite acercarse más al público.

4. Conclusiones
Rodrigo Chaves posee todas las características del actor político. Su ethos marca su
mensaje. Está totalmente inscrito en el discurso porque participa plenamente en la
creación y difusión de un mensaje preciso. Esta categoría de personaje público,
normalmente, poseen un repertorio de acciones y pasiones, que les permite alcanzar sus
objetivos llegando incluso a anticipar los resultados previstos. Como se ha mencionado, a
lo largo del análisis, los enunciados políticos son el resultado de una serie de interacciones
estratégicas, con el fin de manipular, seducir y convencer a la audiencia. Por lo cual, la
260 LUISA A. MESSINA FAJARDO

construcción de legitimidad y autoridad propia es el resultado de una compleja táctica


calcada en el discurso mismo.
En este estudio se ha revisado el concepto de análisis crítico del discurso político,
basado en el desvelamiento de estrategias lingüísticas que se emplean con la finalidad de
imponer formas de pensar y modelar la consciencia de los ciudadanos. Se ha
proporcionado una herramienta metodológica, respaldada por tres enfoques propuestos por
tres analistas del discurso como Fairclough, Wodak y van Dijk, que ha permitido analizar
hondamente el texto.
Desde el punto de vista lingüístico, se han detallado algunos recursos léxico-
semánticos, demostrando que esta forma de discurso se vale de estrategias, tales como la
ampliación semántica, el uso de metáfora, el empleo de figuras retóricas, el manejo de un
léxico populista que abarca, a su vez, el mito del pueblo y de sus héroes; además, se han
puesto de manifiesto el recurso a cifras empleadas para otorgar mayor credibilidad y a
fraseologismos para crear complicidad cultural entre el político y el destinatario.
Asimismo, desde el nivel del análisis del contenido, en el que se han identificado
las técnicas persuasivas, se ha podido evaluar la retórica utilizada por el líder político,
cuyo objetivo es influir en la opinión pública y generar confianza. En definitiva, la labor
realizada ha permitido comprender a fondo el mensaje transmitido por un líder político,
sus intenciones y prioridades, en un preciso contexto histórico y social.

Bionota: Luisa A. Messina Fajardo es doctora en “Estructura y función de las unidades lingüísticas estables:
fraseologismos y paremias” - Universidad Complutense de Madrid (Doctorado Europeo con calificación
SOBRESALIENTE cum LAUDE). Es profesora titular (sector L/Lin-07) de Lingua, Cultura e Istituzioni dei
Paesi di Lingua Spagnola, y ejerce en el Departamento de Ciencias Políticas - Università degli Studi di
Roma Tre. Se ocupa de temas lingüísticos, en particular del estudio de la fraseología y paremiología de la
lengua española y del análisis del discurso político. Ha participado en numerosos congresos nacionales e
internacionales y ha publicado alrededor de ochenta trabajos científicos, entre ellos recordamos:
Paremiografía, paremiología y literatura, Edizioni Nuova Cultura, 2012; “Análisis del discurso femenino”,
Opción. Año 36, 2020; “Somatismos fraseológicos del español de Venezuela: estado del arte y análisis
lingüístico, metafórico y pragmático”, eHumanista/IVITRA 19, 2021; Tensione e tregua nel discorso
político, Generis Publishing, 2021 y Herramientas teóricas y prácticas para el estudio del discurso político,
Generis Publishing, 2021.

Correo electrónico de la autora: [email protected]


Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 261
la República de Costa Rica

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de-investidura-del-presidente-rodrigo-chaves-robles (18.06.2023)
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 263
la República de Costa Rica

Anexo
Discurso del presidente Rodrigo Chaves Robles tras ser investido como el 49º presidente de la
República de Costa Rica, el 8 de mayo de 2022.

(1) “Con la solemnidad, gravedad y sentido de responsabilidad histórica que la época nos impone, me honro
en recibir esta banda presidencial en tiempos de desafíos importantísimos, no solo para el futuro de
nuestro país, sino para el destino mismo de la Humanidad.
(4) El pueblo costarricense, al elegirme, puso en mis manos la responsabilidad de conducir el destino patrio
durante los próximos cuatro años.
(6) Con reverencia y humildad digo: tienen y tendrán en mí, durante todo ese periodo, a un fiel Mandatario;
es decir, a alguien que, a partir de este instante y hasta el 8 de mayo de 2026, aspirará, con todos mis
esfuerzos a acatar a cabalidad el mandato de ustedes, cumplir y hacer que se cumpla la voluntad del
Pueblo Soberano en todos los quehaceres del Estado, dentro del marco riguroso del Derecho que nos rige.
(11) El momento que vivimos es crucial. Somos los llamados a realizar un cambio histórico. Y ese llamado
se impone con la fuerza de la voz del pueblo que demanda desde las urnas una enorme obligación a toda la
clase política, lo que incluye, por supuesto, a los tres poderes de la República.
(15) Es el momento de dejar atrás las viejas prácticas que tanto nos cobra, y con toda razón, el pueblo
costarricense. Aquí no hay distingos entre oficialismo y oposición: si una vez más la clase política falla, el
país se podría desmoronar.
(18) Nos estamos viendo ante un espejo cuya imagen no nos gusta, porque nos presenta dos caras que no
parecen conciliarse.
(20) En ese espejo nos encontramos ante el rostro de un país cuyo nivel educativo había sido ejemplar en la
región latinoamericana, pero cuya calidad de la educación se ha ido deteriorando, lo que compromete, a
mediano y largo plazo, la prosperidad de nuestra nación.
(23) El Octavo Informe del Estado de la Educación nos ha confrontado con esa dolorosa imagen. La
pandemia del COVID-19 causó un “apagón educativo” que cayó como un mazazo repentino sobre miles
de niños, niñas y adolescentes.
(26) Pero esto no hizo más que evidenciar las diferencias que ya existen entre las zonas rurales y urbanas,
entre quienes gozaban de conectividad a Internet y quienes no tenían acceso a la tecnología que les
permitiera seguir asistiendo a la escuela o al colegio desde sus casas. En resumen, los menos beneficiados
y la clase más vulnerable de nuestra Patria.
(30) No es casualidad que, en 2020, antes de la pandemia, cerca del 60% de las personas con edades entre
los 18 y 22 años dijera no haber finalizado la secundaria.
(32) Vemos en ese mismo espejo el rostro de la gente trabajadora, de gente que se ha preocupado por
formarse con la esperanza de que sus familias tengan el nivel de vida que anhelan, que se merecen, o que,
a pesar de no contar con estudios formales, han utilizado su ingenio y su capacidad de trabajo para salir
adelante.
(36) Pero al mismo tiempo es el rostro de cientos de miles de personas que ven acabar el día sin un empleo
con el cual enfrentarse a las necesidades personales de la mañana siguiente. Es también el rostro de casi un
millón de personas atrapadas en el empleo informal.
(39) Es un país cuyo suelo tiene la capacidad de alimentarnos a todos y a todas, pero es también un país
donde el hambre se posa en la mesa de cientos de miles de personas, que no ganan lo suficiente ni siquiera
para comprar los alimentos de la canasta básica.
(42) Es un país cuya democracia bicentenaria, de comprobado arraigo en nuestra cultura cívica, ha cautivado
a los pueblos del mundo. Pero a su vez, vemos en ese espejo en el que nos miramos, desapego y
desconfianza de los partidos y la política tradicional, que no implica renuncia ni negación alguna a los
valores democráticos, sino que, por el contrario, expresa el deseo de una vivencia más auténtica de la
Democracia y supone una valoración más genuina y trascendente de sus prácticas fundamentales.
(48) La imagen reflejada es la de un país que, a lo largo de las décadas, ha construido una institucionalidad
fuerte, robusta, pero que durante los últimos años ha visto, con vergüenza, con impotencia y con justo
enojo, cómo las instituciones no han sabido brindar servicios públicos de calidad ni limpiar sus estructuras
del lastre infame de la corrupción.
(52) Las indignantes listas de espera de la Caja Costarricense de Seguro Social, las que por años han
sometido a miles de costarricenses, no solo es una violación sistemática al derecho a la salud, sino que son
humillantes y angustiantes para quienes la atención médica significa vida o muerte.
Ni los fallos de la Sala Constitucional han hecho mover los cimientos de la Caja.
Nos miramos con asombro en ese espejo porque no es la Costa Rica que deseamos.
No deseamos el país donde las calles nos gastan el reloj de la vida en presas interminables.
264 LUISA A. MESSINA FAJARDO

(60) No deseamos el país de las zonas rurales que ven con tristeza y desamparo, a lo lejos, cómo las puertas
del desarrollo y de la economía solo crecen en la zona central del país.
(62) Este es el espejo en el que nos estamos mirando todos y todas, costarricenses. Un espejo lleno de
contradicciones, de sueños que se niegan a formar parte de nuestra realidad, de sueños que no tienen los
zapatos para correr y mucho menos las alas para volar.
(65) Esas contradicciones son más que cifras en estudios académicos. Son más que los alarmantes datos que,
año tras año, nos da a conocer el Estado de la Nación.
(67) Esas contradicciones nos duelen, nos lastiman. Esas contradicciones hacen que la vida de nuestros
ciudadanos sea más dura, más difícil de lo que debería ser en un país democrático, pacífico y rico como el
nuestro.
(70) Esas contradicciones duelen en el pan ausente sobre la mesa, duelen en los y las jóvenes que deben
tomar la difícil decisión de dejar sus estudios para contribuir con el sustento
familiar, o, peor aún, en los y las jóvenes que han caído en el agujero sin fondo de la drogadicción, o que han
pasado a engrosar las filas del crimen organizado.
(74) ¿Seremos, compatriotas, capaces de hacer historia? ¿Seremos capaces de llevar realmente a Costa Rica
hacia el futuro que merece? ¿Seremos capaces de hacer que las personas que habitan en este gran país
vuelvan a soñar, y no solo a soñar, sino a tener la oportunidad de construir en realidad ese sueño? Ese es el
gran desafío que debemos vencer.
(78) Sé muy bien que el reto parece durísimo. ¡Y lo es! Pero, compatriotas, no caigamos en la trampa de la
desesperanza.
(80) No nos dejemos vencer por la oscuridad que algunos han querido vendernos, como si quisieran
hacernos pensar que el cambio y el progreso no son posibles.
(82) Figuras prominentes de la clase política dirigente, con ligereza, y quizá como excusa para no haber
tomado las decisiones que correspondía tomar, nos han hecho creer que Costa Rica es un país
ingobernable.
(85) ¡No! No se trata de ingobernabilidad, sino de tomar las decisiones que son necesarias tomar, sin
importar lo complejas y controversiales que puedan llegar a ser. Es una cuestión también de valentía,
aunque estas decisiones vayan en contra de los intereses de pequeños grupos, los que han utilizado su
influencia y poder para beneficiarse por medio de políticas públicas que no han hecho más que disminuir
el bienestar de la mayoría.
(90) “La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie”, nos dijo José Martí, con
palabras que nos hablan no desde el pasado, sino desde una actualidad tremenda, desde la lucha
permanente por el anhelo del bien común expresado en la voluntad ciudadana.
(94) Tengo muy claro que si pongo por delante el faro de esa voluntad ciudadana nunca me perderé.
(96) Si pongo por delante el camino que me han trazado cada uno de los hombres y mujeres que votaron por
mí, y también quienes no lo hicieron, jamás usaré la excusa de que este país no puede gobernarse, porque
la orden del pueblo es que gobierne.
(99) Y que lo haga con liderazgo, con energía, con decisión, con humildad, pero, sobre todo, con la
convicción de que cada una de mis decisiones y las de mi equipo tienen como guía una voluntad que ha
hablado, que nos demanda, que nos exige actuar por el bien de la mayoría.
(102) Digo esto, por supuesto, teniendo más presente que ninguno, que el cambio que exige el país no se
trata de una ambición ni de un proyecto personal de un hombre llamado Rodrigo Chaves, sino del rescate
de una democracia, y eso nos compete a todos.
(105) En la extensa historia de más de 200 años de vida democrática del país, este posible accidente
histórico, este, para muchos, impredecible revés de los órdenes políticos, viene a plantear la posibilidad de
cambiar definitivamente el curso de nuestras vidas.
(108) Como dijo Margeret Mead, “Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y
comprometidos puede cambiar el mundo. De hecho, es lo único que tiene”.
(111) Este cambio no puede ser alcanzado por la voluntad de una sola persona, sino por el carácter de los
miles de costarricenses que, con su trabajo honrado y entrega incuestionable, construyen la patria día con
día.
(114) Costarricenses que han demostrado incontables veces la grandeza de su espíritu, al dejar en alto
nuestro país en las disciplinas más variadas del deporte, en las formas más bellas del arte y en los más
innovadores de los descubrimientos e investigaciones científicas.
(117) Costarricenses que, desde las más diversas y complejas condiciones, el día de hoy procuran, con el
mejor de sus esfuerzos, con la franqueza de sus acciones y el compromiso de sus labores, el sustento
honrado de sus mesas y la modesta tranquilidad de sus familias.
(120) Sé que en este momento muchos de estos valientes costarricenses deben estar viendo o escuchando
este discurso desde sus hogares, preocupados más por el hambre que arremete
Análisis del discurso político. Discurso de investidura de Rodrigo Chaves Robles – 49º presidente de 265
la República de Costa Rica

contra sus cuerpos que por la posible virtud que puedan encontrar en las palabras de este servidor que hoy
les habla.
(124) Estoy consciente de que mi elocuencia debe ser la mejora de las condiciones de miles de costarricenses
y no la belleza de un discurso.
(126) Sé también que muchos otros, desencantados por el fantasma de las ilusiones incumplidas de
gobiernos anteriores, no se tomarán la molestia de acompañar con oído atento las palabras sencillas de este
hombre que hoy decidieron nombrar con tan alto honor.
(129) A todos ustedes me dirijo y les digo, véanme como lo que soy, un instrumento humilde para cumplir
con el mandato del pueblo, un pueblo que unido puede lograr el cambio inaplazable que nos impone la
historia.
(132) Vean en mí a un consejero, el cual, en el uso total de sus facultades, procurará no menos que lo mejor
en la administración de este Gobierno que nos une a todos y a todas, y ninguna otra cosa más que un
futuro de paz, dignidad y trabajo para las generaciones venideras.
(135) Vean en mí un facilitador, quien por medio de un diálogo respetuoso y atento, buscará la conciliación
de un pueblo que al día de hoy se encuentra dividido entre diputados, sindicatos, empresarios e
instituciones que por años han minado el desarrollo los unos a los otros para obtener algún beneficio a
costa de la mayoría.
(139) Hoy les digo que la idea que nos quieren vender de una casa ordenada se esfuma ante la realidad del
país. ¡La realidad es muy distinta y es una realidad que nos resulta innegable! Por más que algunos quieran
continuar estafándonos.
(142) Hoy enfrentamos con valentía la inminente obligación de reparar el país y luchar con la convicción de
que Dios nos ampara y que es solo por medio del trabajo honrado de nuestras manos y no por el espíritu
indolente del conformismo que lograremos construir una patria digna para nuestros hijos e hijas.
(146) No solo vamos a ordenar la casa. ¡La vamos a reconstruir! ¡Este es el signo de nuestros tiempos, es la
urgencia inaplazable por el cambio, el grito sordo de una democracia que no dejaremos desaparecer!
(149) ¡No voy a aceptar la derrota, no tenemos por qué aceptar la derrota! No la aceptaré nunca porque sé
que la riqueza de este país va más allá de su diversidad ecológica; va más allá de su cultura y tradiciones
únicas en el mundo; va aún más allá de su historia irrepetible.
(152) Es su pueblo el que hace rico a este país. Mi pueblo, ustedes son los que agrandan nuestra patria.
(154) Pueblo que conoce tan bien como yo que existe una necesidad de más empleo, de bajar el costo de la
vida, de más tranquilidad en nuestros hogares y calles, de volver a soñar, de volver a confiar, de volver a
creer que todavía existen líderes políticos que procuran lo mejor para el país.
(158) ¡Es la necesidad fundamental de una patria como la nuestra! ¡Es la certeza llana de que nuestra
democracia es fuerte y de que no será abatida! Costa Rica es una gran fuerza colectiva que late como un
corazón lleno de esperanza.
(161) Esta fuerza colectiva palpita en cada esquina de nuestra nación, en la prisa permanente de las calles, en
el oleaje mercantil de los puertos, en las oficinas y su vaivén de papeles y computadoras, en la brisa dulce
del campo que nos alimenta, en el cálido aroma del hogar donde se crían nuestros hijos e hijas.
(165) A esta juventud me dirijo y les digo: ¡Jóvenes! Sé que deben estar cansados de escuchar que son el
futuro de la Patria, cuando su futuro les viene hipotecado desde la cuna. Una niña nace hoy en Costa Rica
y, en lugar de llevar un bollo de pan bajo el brazo, lleva un pagaré firmado con una deuda de miles de
dólares. A esos jóvenes les vamos a deshipotecar el futuro. Construiremos su mañana con un presente
próspero y lleno de oportunidades.
(170) Mujeres, ustedes son parte de ese latir incesante de la Patria. No toleraremos el acoso que sufren cada
día y en todos los espacios de la sociedad.
(172) No es posible que las mujeres tengan miedo de andar solas en la calle, no es posible que las mujeres
sientan miedo en su propio hogar, en su propio trabajo, en un parque, en un concierto.
(175) Por eso, mi primer compromiso político como presidente electo será detener la discriminación y el
acoso contra todas las mujeres en todos los ámbitos de nuestra patria.
(177) A los adultos mayores, fuerza inextinta de nuestra nación, les debemos más de lo que podríamos
nombrar porque los beneficios que hoy gozamos como país son fruto de sus esfuerzos. No serán
abandonados más, porque merecen una vejez justa, ustedes quienes con su labor construyeron las bases de
esta su Patria.
(181) A nuestros pueblos originarios, que dichosamente hoy, por primera vez en la historia costarricense,
cuentan con la representación de una diputada indígena, les quiero decir: ¡Serán incluidos! Repararemos
esa deuda histórica que nos llena de vergüenza y que nos ha separado como si fuéramos distintos, cuando
en realidad somos todos costarricenses con anhelos y esperanzas comunes.
(186) A la población LGBTIQ le aseguro que no vamos a retroceder en el reconocimiento de los derechos
que han logrado a lo largo de sus luchas por la equidad y el aprecio por la diversidad, luchas que yo
266 LUISA A. MESSINA FAJARDO

respeto y que garantizo seguirán incólumes en sus victorias.


(189) A las universidades públicas, origen de gran parte de la fuerza que ha movido el país y que, no dudo,
nos posicionará en lugares inimaginados, les digo: respetamos su autonomía, pero también reconocemos
que autonomía no significa ni permite despilfarro.
(192) Es una ardua tarea la de forjar el futuro de la juventud, que requiere eficacia y eficiencia en el uso de
los recursos públicos.
(194) A los empleados públicos les digo que la responsabilidad de sus posiciones carga el peso de darle a la
patria el compromiso y dedicación de servir a sus conciudadanos y apoyarlos, pero que sepan que el abuso
y el aprovechamiento no serán tolerados.
(197) Al sector privado, fuerza primordial del motor de nuestra economía, les digo: les dejaremos trabajar.
Quitaremos también los obstáculos que históricamente han impedido a los y las emprendedoras tomar el
lugar que se merecen como piezas clave del desarrollo del país. Sí les dejaremos trabajar, pero también les
decimos a aquellos empresarios que han extraviado el norte de la ética: ¡No corrompan a nuestros
funcionarios! ¡Eso no lo permitiremos! Tampoco esperen que el Gobierno les regale a algunos lo que es de
todos: ¡Se acabaron los monopolios privados! Se acabaron los privilegios de las políticas públicas para
favorecer a unos a costa de la mayoría.
(205) A los inversionistas, el país se hace responsable de sus deudas, nunca hemos fallado en pagar, haremos
lo que tengamos que hacer para honrar nuestras obligaciones con nuestro pueblo, con nuestros empleados
públicos y con nuestros acreedores.
(208) A nuestros sindicatos, les recordamos que el tema no es gobierno o sector privado, sino una búsqueda
ecuánime pero firme del bienestar de todas las personas que laboran en el país.
(210) Las fuerzas de la oposición también son fuerzas del pueblo. Son también ese latido común que nos une
como país. Construyamos puentes que recuperen la tan lastimada confianza del pueblo en sus líderes
políticos. Demostrémosle a Costa Rica la mayor valentía de todas: la capacidad de sentarnos a la mesa,
mirarnos a los ojos con transparencia y llegar a consensos que le traigan paz, tranquilidad y desarrollo a
nuestra nación.
(215) También tengo algo que decirles a quienes usan nuestro territorio como puente para exportar y
almacenar drogas: dense por notificados. ¡Busquen otro territorio! No toleraremos su presencia en nuestra
patria.
(218) A los corruptos, a los que dirigen el crimen organizado, a los que atemorizan a nuestra ciudadanía en
las calles, no les daremos tregua.
(220) Si el Estado no puede garantizar la seguridad de sus habitantes, hemos fracasado como país, y el
fracaso no es admisible para quien sirve a la Patria con amor.
A la comunidad internacional, le recordamos que nuestra tradición es y será pacifista.
En Costa Rica, gracias a Dios, no existe un solo soldado armado y adiestrado como tal, no tenemos un
cañón, menos un tanque de guerra o un avión de combate, ni barcos artillados o acorazados surcan
nuestros mares. No somos una amenaza militar para absolutamente nadie.
(227) Y es en fidelidad a esta tradición pacifista y civilista, que llamamos a las potencias del mundo y demás
gobiernos a un compromiso real por la concordia, la razón, la Paz y el respeto por la dignidad humana.
Oremos por la solución pacífica de la guerra de Rusia contra Ucrania.
A ustedes, a todos ustedes, me dirijo parafraseando al poeta T. S. Elliot, diciéndoles que lo que muchas
veces llamamos el comienzo es a menudo el final y que llegar a un final es muchas veces volver empezar.
Es decir, el fin de un gobierno se convierte en nuestro punto de partida.
Con el temor de Dios, que considero es la base para la sabiduría de un gobernante, les termino diciendo:
Este es nuestro tiempo. Estamos trabajando, decidiendo, mejorando.
¡Costa Rica, lo mejor está por venir
Que Dios les bendiga y que Dios bendiga a Costa Rica.
Que vivan siempre el trabajo y la paz. Muchas gracias.”

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