INTRODUCCIÓN
La delincuencia juvenil según la información obtenida a través de los periódicos de
diferentes países vecinos al nuestro se nota que la actividad sobre los menores
infractores y el alarmante social es un problema existente alrededor desde 5 años,
que el Ecuador sólo se unió a finales del año pasado tras observar los índices
delictivos con participación de menores. Por lo que es necesario un cambio hacia el
tratamiento que se da al menor, en especial la disminución de la edad penal de 18 a
16 años, puesto que se argumenta que a esta edad ya se tiene plena capacidad,
voluntad y conciencia para la determinación de los actos.
Debemos tener en cuenta que Ecuador se rige a la Convención de los Derechos del
Niño que señala que primero se debería agotar otras medidas que no sean la
privación de libertad de un joven. Este instrumento detalla que el internamiento debe
ser de ‘ultima ratio’, por el menor tiempo posible, pero que genere resultados socio-
educativos en el adolescente tomando alternativas tales como; la imposición de
reglas de conducta, amonestación, orientación y apoyo psicológico, la reparación
del daño a través de una indemnización y servicio a la comunidad.
DESARROLLO
A mi manera de pensar podría decir que si los menores de edad pueden recibir un
derecho político al poder ejercer el voto facultativo en la elecciones, y se le
considera que es lo suficientemente consciente de la realidad social, debe recibir
una contraprestación de igual manera, al ser imputable de sus acciones ya que se
presume que esa voluntad y conciencia debe ser aplicable en todos los ámbitos de
su vida, no sólo en los que le convengan al menor y a la sociedad. Cierto es que el
ejercicio del derecho político del voto es facultativo para los menores de edad que
están entre las edades de 16 y 18 años, pero no puede ser facultativo de éstos la
inimputabilidad por la consumación de delitos graves. Siguiendo esta misma línea
de pensamiento, si un joven de 16 años es capaz de decidir sobre temas
relacionados con su sexualidad, posibilidad de llevar a término un embarazo o no y
transformaciones permanentes en cuanto a su sexo, porque se puede decir que no
tienen una conciencia y voluntad cuando comete un delito.
Los jóvenes actualmente con tanta disponibilidad de información por todos los
medios (televisión, Internet, celulares, prensa, etc.) están al tanto de una enorme
variedad de situaciones que acontecen en ese instante en otras partes del mundo
por lo que conocen perfectamente que matar a otra persona es delito y que si
realizan dicha acción serán reprimidos con una pena de acuerdo con su acción.
¿Cómo se puede pensar que un menor de edad en estos tiempos no conoce que
matar es un delito? ¿Qué nos hace pensar que los menores de edad no tienen la
voluntad de cometer dicho delito? Para resolver este problema, no sólo se puede
ver desde un punto de vista jurídico en el sentido de que se determine que si deben
ser imputables y que se les castigue con una pena privativa de libertad. No es
cuestión de encerrar a una persona en un a prisión y botar la llave, por el contrario,
se tiene que investigar el tema de fondo del problema, para erradicar dicho
problema o al menos tratar que se solucione parcial o definitivamente. En el caso en
concreto, se debe tomar en cuenta las razones por las cuales se han aumentado en
los menores de edad la autoría de los crímenes y a su vez que medidas preventivas
y sancionadoras se deben tomar con dichos jóvenes infractores. En concreto mi
hipótesis sostiene que los menores de 18 y mayores de 16 años pueden ser
imputables bajo ciertas condiciones:
Tienen ambos elementos, tanto cognoscitivo como volitivo al momento de actuar,
estableciendo plena conciencia de sus actos.
Al otorgar el derecho al voto se está rompiendo el sistema de pesos y contrapesos
que rige en el derecho penal, puesto que los adolescentes tienen igualdad de
derechos y obligaciones.
El Derecho Ecuatoriano debe avanzar paralelamente al resto de legislaciones no
sólo latinoamericanas sino a nivel mundial, las cuales están cambiando y
reformando los códigos penales y de niñez y adolescencia para que los menores
adultos sean imputables de sus propios actos.
“No todos los delitos precisan del mismo grado de inteligencia para ser
comprendidos, generalmente un menor comprenderá que no debe quitar la vida a
nadie, en cambio lo más probable es que no alcance a entender el significado de la
figura estafa. “ (M Gallegos Carrera)
Teniendo en cuenta este enunciado podemos decir que desde una temprana edad
el menor conoce la figura del homicidio, asesinato y robo, haciéndolo acreedor de
un conocimiento que restringe sus acciones de una manera lógica, puesto que sabe
que matar o robar a una persona es algo que está mal y que no se debe hacer.
Razón por la cual no se puede beneficiar de un trato preferencial cuando realiza
dichos actos atentatorios contra la vida humana.
Los tipos de delitos cometidos por los jóvenes se presentan en la siguiente tabla
desde el año 2014 que se creo la DINASED hasta la presente fecha en el País.
INFRACCIÓN MENORES 15 A 16 AÑOS 16 A 17 AÑOS TOTAL
DE 14 AÑOS
Homicidio y 2 13 87 102
asesinato
Tentativas de 1 12 51 64
asesinato
Robo con 2 325 412 739
violencia
Podemos concluir que los delitos contra la propiedad son de mayor ocurrencia, pero
utilizando la violencia, lo cual podemos inferir que los adolescentes si demuestran
señales de conocimiento y voluntad al cometer los delitos, pero debemos tener en
cuentas que estos mismos adolescentes siembra su criminalidad en otros
adolescentes ya que al ver que no tiene una correcta sanción carcelaria incentivan a
mas adolescentes a cometer delitos y ser contratados para cometer el estilo
sicariato.
CONCLUSIONES
1. En conclusión, un adolescente mayor de 16 años tiene un pensamiento más
abstracto en donde no sólo puede entender las cosas más complejas y
formular hipótesis, sino que ya goza con una capacidad intelectual capaz de
comprender que toda acción tiene una reacción y por lo tanto una
consecuencia, y al estar hablando del ámbito penal, la misma acción tiene
una sanción que será impuesta por una autoridad competente. Por lo que, el
menor tiene las capacidades físicas e intelectuales suficientes para
comprender el delito y las consecuencias que éste acarrea.
2. En relación a como se va desenvolviendo el mundo actualmente entorno al
uso de adolescentes para el cometimiento de delitos, más que una
posibilidad es una necesidad de los países cambiar la legislación interna para
que los jóvenes sean imputables por sus actos y no se queden en una mera
responsabilidad.
3. Somos conocedores que el sistema carcelario de nuestro país se encuentra
colapsado, y en ningún momento, la intención de esta posición de
imputabilidad es que los menores se junten con la población general. Sino
por el contrario, continuar con la educación de los mismos, tal como lo manda
la Constitución, y puedan rehabilitarse dentro de lo posible, pero que sean
considerados plenamente imputables puesto que su edad y madurez da para
que conozcan, entiendan y decidan sobre los delitos.
4. Concientizar a la sociedad específicamente de los lugares ya conocidos en
que viene los adolescentes infractores ya que el factor social es muy
influyente puesto que éste determina muchos aspectos de nuestra vida y lo
que se considera bueno o malo, dependiendo de las costumbres, creencias y
crianzas que los rodean.