Un Espiritu Suave & Apacible (S - Virginia Lefler
Un Espiritu Suave & Apacible (S - Virginia Lefler
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Un Espíritu Suave y Apacible - Edición Revisada
Versión en español del libro
A Gentle & Quiet Spirit - Revised Edition
Derechos de Autor Reservados del año 2006. Ninguna parte de este libro
puede ser duplicado, copiado, interpretado, reproducido, o guardado
mecánicamente o electrónicamente sin el permiso escrito y especifico por
Virginia A. Lefler.
Se cubre tanto en este pasaje que seria fácil no ver la mejor parte. Metido en
el centro de éste pasaje se encuentra “ésta si que tiene mucho valor delante de
Dios.”
De Gran Valor
¿Te puedes imaginar algo que sea valuable delante de Dios? El es el
creador. ¿No lo tiene él todo? Leemos en la Biblia que él no necesita nada
(Hechos 17:25); sin embargo, 1ª Pedro 3:4 dice que hay algo que es de
mucho valor para él.
La palabra Griega traducida “gran valor” es polutelés.
Definición: Polutelés (pol-u-tel-és) lo máximo o el limite, refiriéndose a un precio;
extremadamente costoso, demasiado caro, demasiado precioso. 1
6. Considera las cosas que te encantan más. A través del día de hoy, considera a Dios encantado
contigo de esta manera.
7. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a entender cuanto él valora un espíritu suave y
apacible.
Cuando yo era niña, vivía cerca de un manantial donde mi papá nos llenaba
garrafones de agua. Alguien había puesto un dique de concreto en la tierra
alrededor del manantial para que el agua se pudiera sacar fácilmente. Me
encantaba ir allá. Era un lugar pacífico donde el agua constantemente
burbujeaba de entre la tierra y se desbordaba. Me desconcertaba como año
tras año el agua seguía saliendo. Había una fuente invisible bajo la tierra que
como niña, yo no podía comprender. Me acuerdo de ese manantial cada vez
que leo esta definición de “tranquilidad que sale de adentro.” El espíritu
apacible también tiene una fuente invisible. Viene de una confianza profunda
en el amor de Dios, en su protección y en sus promesas.
Hay muchas cosas que enfrentamos a diario que nos demuestran si tenemos o
no ésta clase de espíritu. ¿Te describen las palabras “tranquilidad que sale de
adentro?” ¿O te describen mejor “llena de tensión?” La tensión, y no la
tranquilidad, es como se describen muchas mujeres hoy en día. Piensa en la
semana pasada, ¿Como fue para ti y para los de tu hogar? ¿Fuiste “no
perturbada” por los eventos que enfrentaste y fuiste “no perturbadora” a los
que te rodeaban? ¿Alzaste tu voz en algún momento o perdiste el control?”
¿Fuiste pacífica mientras hacías tus quehaceres? Estoy asumiendo que haz
estado ocupada. No me refiero a que si tienes o no una vida de ocio; me
estoy refiriendo a una cualidad interna.
De nuevo, Jesús es el ejemplo perfecto de esuquios. Montones de gente
seguído lo rodeaban, gente necesitada, con hambre y enferma (suena como
una familia ocasionalmente). Lucas 8:42 dice, “Jesús se puso en camino y las
multitudes lo apretujaban.” Dice poco después que una mujer lo tocó, y Jesús
tomó el tiempo para investigar. No igual a sus discípulos, los cuales
impulsaban a Jesús que hiciera retirar a la gente necesitada (Marcos 6:36),
Jesús se mantenía tranquilo entre la muchedumbre. También leemos de un
instante cuando Jesús dormía en un barco durante una tormenta. Se puede
ver la paz increíble de Jesús y su confianza en Dios mientras que trata con el
miedo de sus discípulos (Mateo 8:23-26).
Jesús confiaba completamente en Dios. Considera este pasaje siguiente:
Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió me ordeno que decir y
cómo decirlo. Y se muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo
es lo que el Padre me ha ordenado decir.
Juan 12:49-50
2. Jesús se describe a sí mismo como humilde en el siguiente versículo. Ahora, con la definición
Bíblica en mente, ¿como es que ésta cualidad hace a Jesús más accesible?
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y
encontraran descanso para su alma.
Mateo 11:29
3. ¿Puedes pensar en otros momentos en la vida de Jesús en que le hubiera sido difícil no usar el poder
que el tenía a su disposición?
4. ¿Te describe a ti la frase, “tranquilidad que fluye de adentro” o estás llena de tensión?
6. ¿Es tu matrimonio pacífico? (Si eres soltera, ¿tienes paz como mujer soltera?)
7. Escribe una oración pidiendo a Dios que te ayude a crecer en un espíritu suave y apacible.
Un Corazón Nuevo
…si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el
comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y
respetuosa.
1ª Pedro 3:1-2
Según este pasaje, una esposa puede ganarse a su esposo en una manera muy
peculiar – ¡sin palabras! Yo he pensado que “sin palabras” tiene que ser la
instrucción más difícil en la Biblia. ¡Yo casi siempre tengo algo que decir!
Yo he tratado de ganarme a mi esposo con muchas palabras, y de vez en
cuando lo he logrado; sin embargo, muchas veces ha causado situaciones
muy tensas. He tenido muchas discusiones con Dios acerca de la parte, “sin
palabras”. “Dios ¿Y que tal si Jim se equivoca?” “¿Que tal si no entendió lo
que le dije? ¿Se lo diré de nuevo, porque parece no comprender mi punto de
vista? Ocasionalmente trate el método “sin palabras” pero lo hacia con un
espíritu amargo, mejor conocido como “la ley del hielo”.
En realidad, “sin palabras” solo tiene poder si es combinado con una
conducta íntegra y respetuosa. Según este pasaje, te puedes ganar a tu esposo
con integridad y respeto. La integridad y el respeto tienen que ser visibles.
No se trata del conocimiento – se trata de tu vida. Yo he visto a mi esposo
cambiar su modo de conducta cuando le he respondido con respeto.
La integridad y el respeto en realidad son clave para un espíritu suave y
apacible. Me tomó mucho tiempo para entender esto. Recuerda que praús es
más que el comportamiento externo de una persona – es primeramente
nuestra actitud hacia Dios. Considera la versión de la Biblia de Las Américas
en 1ª Pedro 3:3-4:
Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos
lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y
sereno, lo cuál es precioso delante de Dios.
1ª Pedro 3:3-4(LBLA)
Miedo, temor, y terror, no son palabras con sentido atractivo. Al leer ésta
definición me hizo reflexionar en mí caminar con Dios. Esta definición
describe a una mujer que toma muy en serio su relación con Dios, una mujer
que tiene un temor de Dios. Ella tiene un temor sano de no agradarle, pero a
la vez no se retira de él por miedo. Así que, “¿debo temer a Dios o amarlo?
¡Las dos cosas! Dios ha demostrado un amor increíble por nosotros y tiene
nuestra eternidad en sus manos.
A veces nos hace bien mirar lo contrario de algo para poder obtener mejor
entendimiento. Un ejemplo de la irreverencia es la historia de Uza en 2ª
Samuel 6:1-19, cuando David trasladaba el arca de Dios. (Si no recuerdas la
historia, toma unos minutos ahora mismo y léela.) El arca de Dios era un
cajón de madera cubierto de oro puro por fuera y por dentro (Éxodo 25:10-
16). Se consideraba algo muy santo. David decidió mover el arca, pero en
lugar de pedir a los hombres de la tribu de los Coatitas que la movieran, la
puso sobre una carreta nueva tirada por bueyes. Cuando los bueyes
tropezaron, Uza extendió sus manos y sostuvo el arca de Dios. Uza murió
por su “hecho irreverente.”
Uza es un ejemplo de la irreverencia. Yo antes pensaba, “Pobre Uza, ¡solo
trataba de ayudar! ¿Por qué tuvo que morir? Después de estudiar la
reverencia hacia Dios, empecé a entender. Dios había sido muy claro como
se debía mover el arca. A cada punto, las instrucciones de Dios fueron
ignoradas. La indiferencia de Uza a la palabra de Dios fue “irreverente.”
Ser indiferente a la palabra de Dios respecto al matrimonio sería irreverente.
Dios ha dicho claramente cómo una esposa debe seguir la dirección de su
esposo. Más hoy en día, éstas escrituras frecuentemente son ignoradas. ¡No
seas como Uza! No te acerques a la irreverencia. No toques el papel del
líder en tu matrimonio. Tal vez no caigas muerta al instante, pero alguna
parte de tu matrimonio sí morirá.
Ha habido muchas veces en mi matrimonio cuando he tomado el papel de
líder porque quería ser buena ayudante. A veces me negaba a someterme a la
dirección de Jim porque pensaba que yo tenía una mejor idea. Mantenernos
fuera del papel de líder puede ser bastante desafiante. Esto toma reverencia
hacia Dios, porque tu esposo puede equivocarse como lo hizo David. ¿Que
tal si tu esposo se equivoca? En realidad, la mejor pregunta sería: ¿Que
pensará Dios de ti, si tú asumes el control? ¿Estarás dando honra a Dios?
¿Que hubiera sucedido si Uza hubiera dejado que el arca cayera al suelo?
Bueno, yo no sé la respuesta a esa pregunta, solo sé que Uza no debió
tocarla. David no estaba obedeciendo a Dios, pero de todas maneras, Uza no
debía de haber tocad el arca. Después David comprendió la seriedad de éste
mandato de Dios (1ª Crónicas 15:1-2); sin embargo, Uza ya no existía para
gozar la celebración.
Dios nos ha dado instrucciones muy específicas de cómo ser esposas santas
para que podamos recibir las bendiciones de un gran matrimonio. El desea
bendecirnos, pero tenemos que confiar en él. Si no estás completamente
entregada a Dios en tu vida, encontrarás muy difícil crecer en un espíritu
suave y apacible. Es una aplicación de confianza. Hay algunas preguntas
que tenemos que resolver en nuestra mente antes de poder tener completa
confianza en Dios: ¿Dios sabe de lo que esta hablando? ¿Es en serio lo que
él habla? Las escrituras que se encuentran en la Biblia acerca de las mujeres,
¿Son aplicables para la mujer de hoy, o son solo guías culturales de hace
miles de años?
Hay muchas historias Bíblicas que demuestran la seriedad de las cosas que
Dios habla. Uza es sólo uno de esos ejemplos. También aprendemos mucho
de las enseñanzas de Dios poniéndolas en práctica en nuestras propias vidas.
Considera estas escrituras:
El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios, reconocerá si mi enseñanza proviene
de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
Juan 7:17
Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella,
no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
Santiago 1:25
Uza podía haber pensado que las instrucciones acerca del arca eran arcaicas,
tal vez nunca había oído hablar de ellas. ¡Pero pronto se dio cuenta que las
instrucciones de todas maneras le aplicaban a él!
Ambos, hombre y mujer han batallado en desempeñar su propio papel desde
el principio. La independencia de Eva en el Jardín del Edén causó su caída,
luego ella pasó la culpa (Génesis 3:1-13). Eva, en su corazón no confió en
Dios, ni tampoco se entrego á Dios en sus hechos.
Las mujeres, a través de los siglos han tenido la misma lucha que tenemos tú
y yo. Queremos amar y ser amadas, y queremos la seguridad para nuestras
familias. Queremos sentirnos importantes y valoradas. Las mujeres de la
Biblia tenían estos mismos deseos. Las escrituras tienen el mismo poder para
nosotras hoy en día, y las promesas de Dios todavía son verdaderas.
Considera estos versículos en relación a tu matrimonio:
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
Hebreos 13:8
Jesús le respondió, - Escrito está: “No sólo del pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.”
Mateo 4:4
Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien
en prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que
despunte el día y salga el Lucero de la Mañana en sus corazones. Ante todo, tengan
muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación
particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana,
sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.
2ª Pedro 1:19-21
2. Considera los versículos siguientes que contienen la palabra fobos en su contexto original. ¿Eres
reverente con Dios?
5. Escribe una oración pidiendo a Dios que te ayude a crecer en tu reverencia hacia él.
Te pongo este versículo para que puedas ver la seriedad del significado de
esta palabra en el griego. Somos llamados a fobeo para con Dios, y las
escrituras también dicen que una esposa debe fobeo a su esposo. Como
Cristianas, veneramos el nombre del Señor, pero ¿veneramos y respetamos
también a nuestros esposos como nos instruye Efesios 5:33?
Estás demostrando reverencia hacia Dios cuando respetas a tu esposo
profundamente. Hay una conexión definitiva. Dios nos ha dado una
instrucción, y si eres tentada a pensar que no te aplica, recuerda a Uza. No
dice que respetes a tu esposo sólo si piensas que el se ha ganado tu respeto.
He conversado con hermanas que están llenas de amargura por sus
matrimonios. Algunas contemplan el divorcio, porque los esposos no
cambian. Algunas se sienten atrapadas y viven en la soledad con sus
esposos. Luchan para respetar a sus esposos y no entienden la conexión entre
su falta de respeto y su soledad.
En los primeros años de mi matrimonio, cuando teníamos conflictos sin
resolver, pensaba yo que había cometido un gran error y me había casado con
el hombre incorrecto. Con el tiempo fui viendo que no se trataba de que
necesitaba un esposo diferente, pero de que yo necesitaba ser diferente. Yo
tengo un esposo maravilloso quien merece mi respeto. Cuando empecé a ver
cuanto más respeto debía tener yo para con Dios y para con mi esposo,
empecé a ver que el problema no era lo que hacia mi esposo, sino lo que
hacia yo. Cuando empecé a poner de mi parte, me sorprendieron los cambios
en mi matrimonio y en mi esposo.
Uno de los ejemplos más desafiantes que yo he visto en la Biblia sobre el
respeto, es donde Sara llama a Abraham su Señor.
Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. [kurios].
1ª Pedro 3:6
Definición: Kurios (ku’-ri-os) supremo en autoridad, Dios, Señor, maestro.11
5. Escribe una oración pidiendo a Dios que te ayude a respetar a tu esposo según las instrucciones en
Efesios 5:33.
Esta clase de demonios solo puede ser expulsada a fuerza de oración,” respondió Jesús.
Marcos 9:29
3) Consagrada para Dios – Tito 2:3
El tercer versículo que habla de la mujer siendo reverente es Tito 2:3.
A las ancianas, enséñales que sean reverentes [jieroprepes] en su conducta, y no
calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno…
Tito 2:3
Ser consagrada para Dios significa que eres totalmente devota a él. Algo que
ha sido consagrado ha sido apartado para un solo propósito. Igual como los
artículos santos que eran parte de la adoración en el templo, eran usados
solamente para ese propósito.
Este es un llamado especial para las ancianas. Dios quiere que sean apartadas
para su santo propósito, el cual en parte es el gran llamado de instruir a las
mujeres jóvenes cómo amar a sus esposos y a sus hijos.
Cuando nuestros hijos crecieron y formaron sus propias vidas, me sorprendía
al ver cuanto tiempo adicional tenía. Considere muchas maneras de cómo
utilizar este tiempo. Podía estudiar una nueva carrera, empezar nuevos pasa
tiempos, viajar, etc., y he gozado de algunas de estas cosas. Sin embargo,
Dios dice que este es un tiempo especial para crecer en la reverencia.
Aunque no seas anciana, tal vez eres la mujer “mayor” en tu grupo de
ministerio y a la que otras mujeres buscan para pedir consejo y ayuda. El
respeto para con tu esposo debe ser un respeto adaptado a una mujer
profundamente espiritual. Tu “caminar” debe ser más fuerte que tu hablar.
Entonces serás una mujer digna de ser imitada.
Tito 2:3 dice que se “enseñe” la reverencia. No es algo que ya sabemos sin la
ayuda de otra persona. Yo agradezco mucho a mis hermanas Cristianas que
me han enseñado a ser a mejor esposa. En la iglesia somos bendecidas de
gran manera en tener mujeres que toman el tiempo para enseñarnos y
ayudarnos a crecer espiritualmente. Yo especialmente agradezco los
corazones abiertos de las mujeres que me han ayudado. Me han enseñado a
ser abierta y honesta y me han brindado amistad y dirección. Yo
personalmente, quiero poner todavía más de mi parte en enseñar y entrenar a
otras mujeres, y quiero seguir creciendo en reverencia hacia Dios y en respeto
para con mi esposo.
6ª Hoja de Trabajo – Apartada para el Propósito de Dios
1. Si eres “anciana”, ¿como puedes ser más devota con Dios en tu manera de vivir y en lo que
enseñas?
La segunda clave para este nuevo corazón hacia el cual nos esforzamos, es la
integridad. La palabra Griega traducida “integridad” es agnos.
…al observar su conducta íntegra [agnos] y respetuosa.
1 Pedro 3:2
Definicion: Agnos (ag-nos’) inocente, modesto, perfecto – casto, limpio, puro. 13
Dios conoce los motivos de mi corazón. Mis motivos pueden ser tan
profundos, que son difíciles de discernir. Puedo empezar con motivos puros,
pero a lo largo del camino, encuentro que me he perdido. Y al final, termino
con un motivo completamente diverso. Soy tentada a obtener algo más de
ello, ¡tal como la venganza! Es difícil mantenerme motivada en agradar a
Dios si hay dolor de por medio. Cuando me siento maltratada por mi esposo,
fácilmente puede caer en la costumbre de lastimarlo a él. A veces eso viene
en forma de “la ley del hielo”, o a veces en palabras fuertes y dañinas. Tengo
que examinar mis motivos constantemente y recordarme a mi misma porque
es que hago lo que hago.
La Amargura
Pienso que el desafío más grande que he tenido en tener motivación pura, ha
sido el de la amargura en mi corazón. Había tiempos que dejaba pasar algún
incidente, solo para después reaccionar exageradamente hacia otro incidente
de menos importancia, porque había amargura guardada en mi corazón.
La amargura es un pecado feo y peligroso en una relación. Palabras
sinónimas de amargura son: resentimiento, desagrado, malhumor, cólera,
rencor, y hostilidad. Parece que no hay límite para la cantidad de amargura
que puede contener el corazón. Considera el versículo siguiente:
Los de corazón impío abrigan resentimiento…
Job 36:13
La pureza me trae paz. He tenido que luchar contra mi pecado para llegar a
donde estoy ahora, pero la lucha valió la pena. Empecé a luchar contra la
persona que debo luchar – contra mi misma.
7ª Hoja de Trabajo – La Integridad
1. ¿Cuales son los desafíos que enfrentas en la pureza de tus hechos para con tu esposo?
3. ¿Eres más apta a demostrar respeto en una forma obligatoria, o lo haces de corazón?
4. ¿Le demuestras más respeto a tu esposo cuando están en público que en privado?
6. Lee el Salmo 139 y escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a crecer en la integridad.
Hay muchas escrituras que nos enseñan la importancia de vivir una vida
Cristiana entregada a Dios; sin embargo, hay varios versículos que son
dirigidos específicamente a las esposas:
Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos…
1ª Pedro 3:1
Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.
Efesios 5:22
Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus
esposos en todo.
Efesios 5:24
Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.
Colosenses 3:18
¿Cuales son tus obstáculos para seguir el ejemplo de Jesús? En primer lugar,
somos influidas de muchas maneras sobre cómo vemos nuestro papel de
esposas. Cuando leemos sobre la historia de la mujer o vemos algún
documental acerca de la mujer en los países extranjeros, esto puede poner en
duda el papel de la esposa. A mí me parece para dondequiera que yo vea,
alguien ésta describiendo el papel de la esposa en una manera negativa. El
siguiente párrafo es un extracto del libro “Un Matrimonio Hecho en el Cielo
o Demasiado Cansada para un Romance” escrito por Erma Bombeck:
El sacerdote era Polaco, y entre su acento y el Latín de la Misa, me esforzaba yo a interpretar
sus palabras. Luego fuerte y claramente lo escuché amonestar, “Tu Bill, debes ser la cabeza
de tu hogar, y tu, Erma, debes ser el corazón.”
El estaba soñando. ¿Con quien pensaba que trataba aquí…con un niño que escogía un cinco
sobre un diez, porque era más grande en tamaño? Yo había visto el “detalle del corazón”, y
no luché cuatro años conjugando verbos para ponerme a llorar sobre las puntaciones altas de
los juegos de boliche de mi esposo. Tal vez podría convencer a Bill que él fuera el corazón…
o por lo menos que nos tomáramos turnos de vez en cuando.
“Ahora los declaro marido y mujer.”
Con la excepción posible de escuchar, “¡Hemos despegado!” (refiriéndose al despegue de un
cohete con rumbo a la luna), y “¡Nuestro país esta en guerra!”, hay muy pocas frases más
fuertes.15
Los versículos siguientes son ejemplos de la palabra ezer usado para describir
a Dios como un ayudante:
No hay nadie como el Dios de Jesurún, que para ayudarte [ezer] cabálga en los
cielos, entre las nubes, con toda su majestad.
Deuteronomio 33:26
Mi ayuda proviene del SEÑOR, creador del cielo y de la tierra.
Salmos 121:2
Dios nos ayuda porque es fuerte, capaz y bondadoso. El tiene algo que
ofrecernos y necesitamos su ayuda. Nosotras tenemos mucho que ofrecer a
nuestros esposos, y ellos necesitan nuestra ayuda. ¡Dios mismo lo dice!
La definición bíblica de lo que significa ser un ayudante es en realidad un
contraste a lo que dice Erma en su libro y lo que dice “La Guía de la Buena
Esposa”. Los pensamientos de Dios muchas veces no son los de nosotros.
“Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos”, afirma
el Señor. “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más
altos que los cielos sobre la tierra!”
Isaías 55:8-9
Esta es la actitud que debemos tener como Cristianos en todos los aspectos de
nuestras vidas, lo cuál también incluye nuestro papel en el matrimonio. Esta
actitud de humildad es para ambos esposo y esposa. Nuestros esposos
también tienen instrucción especial para dirigir:
Tuvieron además un altercado sobre cuál de ellos sería el más importante. Jesús les
dijo, “Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad
sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores. No sea así entre ustedes. Al contrario,
el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve. Porque,
¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está
sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve.”
Lucas 22:24-27
Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre
ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los
demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para
dar su vida en rescate por muchos.
Mateo 20:26-28
Esposos, ámen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella.
Efesios 5:25
Tenemos que dejar que Dios, no la opinión popular, defina nuestros papeles.
Si ves lo que la opinión popular ha traído a los que siguen estas ideas
modernas, no es muy atractivo – ni en la calidad ni la longevidad de las
relaciones. Dios nos ha preparado para un gran matrimonio si confiamos en
él para que dirija nuestros papeles. El no desea humillarnos, pero sí quiere
que seamos humildes. El ser sumisa no tiene nada que ver con tu importancia
o con tu inteligencia. En realidad, demuestra una gran fuerza interna (praús)
y confianza en Dios. Ciertamente Jesús es inteligente, importante y espiritual,
pero aun así, él dejo que Dios dirigiera su vida. También puso en Dios su
fuerza y su confianza. Dios pudo hacer cosas increíbles a través de la vida de
Jesús porque Jesús se sometió a Dios. La respuesta de Dios para con Jesús
fue de exaltarlo hasta “lo sumo.” (Filipenses 2:9)
Mi esposo también desea edificarme, animarme y protegerme cuando soy
humilde y busco su dirección. El me honra en muchas maneras. Yo tenía
muchos temores acerca de la sumisión desde el principio de mi matrimonio y
estos temores eran sin fundamento. Hemos oído tanto acerca de los derechos
de la mujer en nuestra cultura que el ser humilde en nuestro papel como
esposas se ha convertido en algo ofensivo. Así como he ido aprendiendo a ser
humilde y a confiar en Dios en mi papel como esposa, he sido bendecida en
muchas, muchas maneras. Una de esas bendiciones ha sido tener paz o el
tener una tranquilidad interna (esuquios) que no tenía antes de empezar a
confiar en las escrituras. Cuando era arrogante e inflexible, no había paz -
¡ni en mi vida ni en la de mi esposo!
8ª Hoja de Trabajo – Temor a la Degradación
1. ¿Piensas que el papel de una esposa es inferior al papel del esposo?
2. ¿Que o quien ha tenido la influencia más negativa acerca de cómo ves tu papel? ¿Que o quien ha
tenido la influencia más positiva acerca de cómo ves tu papel?
3. Considera los versículos siguientes. ¿Piensas que Jesús hubiera podido lograr el trabajo que Dios le
dio si no se hubiera sometido completamente a la dirección de Dios?
…pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él
me ha ordenado que haga.
Juan 14:31
Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió me ordenó qué decir y
cómo decirlo. Y sé muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo
es lo que el Padre me ha ordenado decir.
Juan 12:49-50
4. ¿Tienes miedo ser humilde? ¿Cuál es tu desafío más grande en ser humilde con tu esposo?
Yo, SEÑOR, te ruego que me ayudes; por la mañana busco tu presencia en oración.
Salmo 88:13
2) Temor a la Negligencia
Si me someto a su dirección, ¿puedo confiar en que el cuidará de todas mis
necesidades? ¿Y que tal si me ignora?
¿Te sientes descuidada por tu esposo? En respuesta a este temor, la meta de
muchas mujeres es de ser fuertes, confiadas y realizadas para no tener que
depender de un hombre. Sería bueno poder ser fuerte, confiada, y realizada,
pero, en primer lugar, la independencia va contra la idea de que “dos se
convierten en uno”. Esto no trabaja. La independencia dentro de un
matrimonio destruirá la relación intimida.
¿Si encuentras negligencia en tu matrimonio, como respondes a ello?
¿Sabías que hay un deseo profundamente arraigado en un hombre para
agradar a su esposa?
Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa;
1ª Corintios 7:33
¿Crees que tu esposo se preocupa por agradarte? ¡La Biblia dice que si!
¿Con qué clase de hombre te casaste? ¿Era negligente contigo cuando
andaban de novios? Espero que no haya sido así. La mayoría de nosotras no
nos casaríamos con alguien que fuera egoísta o negligente. Yo me casé con
un hombre que le encantaba hacer cosas por mí, llevarme a diversos lugares y
demostrarme su amor.
Así pues, si te sientes descuidada, ¿como puedes hacer conexión con ese
deseo de tu esposo de agradarte? Quiero que consideres que tal vez, hay algo
que puedes hacer para acercarte más a tu esposo. He notado una respuesta
común en muchas esposas. Muchas veces, después de una discusión, la
esposa se retira emocionalmente de su esposo. Lo que quiero decir es que
ella tiene sus sentimientos lastimados y espera que él le pida disculpas. Yo
también he respondido en ésta manera. Había veces que Jim y yo
discutíamos por la mañana. Al final del día, Jim actuaba como si nada
hubiera sucedido, pero yo todavía seguía pensando en la discusión. Yo
seguía lastimada y sentía que me debía pedir disculpas. A veces duraba días
sintiéndome lastimada. Si teníamos otro desacuerdo durante esos días, me
sentía todavía más dolida.
He visto esta respuesta en muchas esposas. A menudo, el patrón se repite
una y otra vez. Lo que estoy tratando de describir es una separación
emocional, no física. Sucede de esta manera; después de un desacuerdo, la
esposa le da la espalda emocionalmente a su esposo. Como él no le pide
disculpas, ella toma un paso emocional retirándose de él. Cuando el no
responde como ella espera, ella toma otro paso. Después de muchos años de
lidiar con esto, la esposa se pregunta que ha sucedido porque se siente sola y
descuidada. Este distanciamiento no es la única razón por la que la esposa se
siente descuidada, pero sí es una área que puede afectar el acercamiento para
con el esposo.
Por lo general, si te estás separando de él en forma emocional, él no va a
seguirte. Esto no trabaja de esa manera. Si tu vas rumbo a una dirección
contraria a la de él porque te sientes lastimada, es muy probable que él ni
entienda lo que esta sucediendo. Este proceso puede convertirse en un espiral
hacia abajo en una relación.
Nuestra sensibilidad nos puede servir para bien en muchas maneras, pero
también puede servirnos de obstáculo. Si te sientes sola, ¿esperas algo de tu
esposo? Animo a las esposas que se acerquen a sus esposos. Esto toma
vulnerabilidad, pero hará crecer la intimidad de gran manera. Abandona los
sentimientos lastimados y acércate a tu hombre. ¡El ni recuerda porque estás
tan alterada!
Otra solución al problema de la soledad, es de mirar el nivel de respeto que
tienes para con tu esposo. Cuando yo estaba recién casada, fije una dinámica
en mi matrimonio que hizo mucho daño a mi relación con mi esposo cuando
yo me portaba irrespetuosa, controladora, o exigente. El mundo dice que éste
cambio sucede porque “se termina la luna de miel”. Yo creo que sucede
porque la esposa se sale de su papel. Después de 30 años de casados, cuando
estoy en mi papel como lo define la Biblia, he tenido muchos grandiosos días
de “luna de miel”.
El nivel de respeto que le des a tu esposo puede tener un impacto enorme en
el acercamiento del uno para con el otro. Puedes pensar que tu esposo no
escucha ni una sola cosa que le dices, pero tus palabras pueden crear una
tensión en tu relación y poner una distancia entre los dos que te haga sentir
sola y descuidada por el.
Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio.
Proverbios 21:19
¿Quieres una mejor amistad con tu esposo? Este versículo dice que la llave
para ello es un corazón puro y el tener gracia al hablar. Ya hemos estudiado
acerca de la integridad y el poder del corazón puro, ¿pero que significa tener
gracia al hablar?
La palabra “gracia” sencillamente significa “favor.” El hablar con gracia
significa demostrar favor al hablar. Considera las maneras en que Dios nos
demuestra su gracia o su favor. El favor de Dios resulta en bondad,
compasión, perdón, amor, paciencia, lealtad, etc. Considera como le hablas a
tu esposo. ¿Le demuestras favor con tus palabras? Cuando hablas acerca de
tu esposo, ¿hablas con favor acerca de él?
Un gran ejemplo bíblico de una mujer que tenia gracia es Ester. Ella fue
llevada al palacio del rey cuando era joven. Siendo una joven judía, dudo
que soñaba en convertirse en la nueva novia de un rey pagano que acababa de
despedir a su reina del trono.
Los padres de Ester habían muerto cuando ella era niña, y Mardoqueo, su
primo, la había adoptado y criado en su hogar. (Ester 2:7-15) Mardoqueo
estaba inquieto porque se la habían llevado. El se paseaba diariamente frente
al patio del harén para saber cómo le iba a Ester y cómo la trataban. (Ester
2:11) Leemos que Ester obedeció las instrucciones de Mardoqueo, y tomó
los consejos de otros que la rodeaban.
Ester se convirtió en la nueva reina, pero algo sucedió que estremeció su
mundo. Su esposo, el rey, hizo una “mala” decisión y dio permiso a un
hombre malvado para que matara a los Judíos – lo cual incluiría a Ester. De
modo que Ester tenía que convencer a su esposo para que cambiara ésta
decisión. Ella necesitaba ganárselo. ¿Te puedes relacionar? Bueno, tal vez
no estamos en el mismo nivel como Ester, pero pienso que el concepto es el
mismo. En su temor, ella buscó la ayuda de Dios, y pidió a otros que la
acompañaran a buscar la ayuda de Dios. Ayunó y oró y se presentó con el
rey.
Yo creo que el rey estaba bastante cautivado por ella, porque dos veces le
ofreció hasta la mitad de su reino (Ester 5:3,6). Para tener una idea de
cuanto es lo que el tenía, dice en Ester 1:4 que durante ciento ochenta días
mostró la enorme riqueza de su reino y la esplendorosa gloria de su
majestad. Más cuando el rey ofreció a Ester la mitad de su reino, ella solo
pidió su presencia para una cena. ¡Wow, estoy impresionada!
Yo antes pensaba que Ester le había dado miedo cuando el rey le dio la
oportunidad de que le pidiera lo que fuera y ella solo pidió su presencia para
una cena. Al contrario, ahora creo que ella se refrenó y demostró mucha
gracia (bondad, cortesía y compasión). En otras palabras, ella le hizo un
favor (le mostró gracia). No se quién hubiera estado allí cuando ella de frente
se acerco a el por primer vez en su sala, (Ester 5:1) pero tuvo que haber
funcionarios a su alrededor. También tenia que haber guardias para proteger
al rey y quitarla de enfrente de él si él lo hubiera deseado. ¡Cuan embarazoso
hubiera sido si ella le hubiera contado la situación allí mismo! El acababa de
firmar la autorización de la muerte de su reina. ¡Ay, que embarazoso! Ester
estaba esperando el momento adecuado para hacer su petición, por eso lo
invitó a cenar.
Al cenar esa noche, ella decidió que el momento todavía no era adecuado, y
volvió a invitar al rey a cenar para la siguiente noche. Ester había estado
ayunando por tres días. Yo creo que el Espíritu la detuvo, porque aún había
cosas que Dios tenía que poner en lugar. La siguiente noche durante la cena,
ella hizo su petición, y lo hizo con mucha gracia. No solo se convirtió en un
gran ejemplo para las mujeres de Persia y de Media, de cómo respetar a sus
esposos, sino también para nosotras. Ester es un gran ejemplo de una santa
mujer casada con un hombre incrédulo. Ella influyó en su esposo porque
estaba llena de gracia y espiritualidad.
Considera el impacto de Ester en su relación con su esposo si ella hubiera
hecho su petición con una actitud. Considera como ésta escena se viera en un
programa de televisión. Tal ves seria algo así como: “!¿Haz perdido la
cabeza?!” O, ¿que tal si Ester hubiera ido al rey con sus sentimientos
lastimados y no hubiera refrenado sus emociones? El se hubiera sentido
atacado. Por supuesto, este no era un típico matrimonio Cristiano. El era un
rey pagano y poderoso. Ella podía haber hecho mucho daño a su relación con
el rey si no hubiera tenido gracia. El respeto y gracia que ella demostró los
acerco más el uno al otro. Yo creo que Ester se ganó a su esposo de una
manera grandiosa, aparte de habérsele concedido su petición.
Su gracia demostró respeto para con el rey. (Recuerda que respeto o fobeo
significa “estar asustada, estar alarmada, estar en temor; por ejemplo,
venerar, tener miedo, reverencia.”). Tu esposo no tendrá la misma poderosa
posición como la tenía el rey, pero igual puedes tratarlo con el respeto que se
merece un rey, y tu gracia tendrá la misma clase de influencia.
Hay muchos aspectos del hablar con gracia. Le demuestro favor a mi esposo
con mis palabras cuando son compasivas, bondadosas, respetuosas,
consideradas, positivas, animantes, verdaderas, y de agradecimiento. El
hablar con gracia no es un tema que se resume fácilmente.
Es difícil crecer en tu hablar con gracia a menos que trabajes con tu corazón.
Considera este versículo:
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que
es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la
boca.
Lucas 6:45
3. ¿Estas dispuesta a ser vulnerable con tu esposo? ¿Qué impacto tiene esto en tu relación con él?
5. Escribe una oración a Dios pidiéndole que te ayude a enfocarte en las palabras y en la actitud para
con tu esposo, para que puedas ver cualquier área en la que puedes ser más respetuosa y tener más
gracia para con él.
Si Jim tiene una opinión diferente a la mía, yo le digo lo que pienso, pero es
mi meta siempre hacerlo en una manera respetuosa. En el pasado cuando
hemos discutido sobre algún tema y gastado horas y a veces hasta días
volviendo al mismo tema, nos ha hecho profundo daño a los dos. Las cosas
que ya estudiamos acerca de la integridad y la reverencia es lo que me ha
ayudado llegar a la convicción que necesito parar mi maldad y darle a Dios
todo lo que yo no puedo controlar.
Siempre ayuda mucho estudiar acerca del hablar con santidad. Todos
necesitamos tener más cuidado en nuestro hablar.
Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y
su religión no sirve para nada.
Santiago 1:26
Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra
ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus
palabras se te condenará.
Mateo 12:36-37
1. ¿Te encuentras en una relación abusiva? Si es así, escribe una oración pidiéndole a Dios que te
ayude a ser abierta y buscar ayuda.
3. ¿Sabes de algún área en la cual debes tener mejor dominio propio en tu hablar?
4. ¿En la relación con tu esposo, ¿te enojas fácilmente? Considera los siguientes versículos:
Los insolentes conmocionan a la ciudad, pero los sabios apaciguan los ánimos.
Proverbios 29:8
El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla.
Proverbios 29:11
5. La discordia puede hacer nuestras vidas desgraciadas en medio de grandes bendiciones. ¿Tu hogar
es conocido como un lugar pacífico, o un lugar de discordia? Considera el siguiente versículo:
Más vale comer pan duro donde hay concordia que hacer banquete donde hay
discordia.
Proverbios 17:1
6. ¿Eres rápida para el pleito?
Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito.
Proverbios 20:3
7. ¿Has tenido conversaciones que pueden ser calificadas como terribles insensatas?
Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina; sus
primeras palabras son necedades, las últimas son terribles sandeces.
Ecclesiates10:12-13
8. ¿Le has expresado enojo recientemente a tu esposo? Si es así, ¿como impactó a tu relación con él?
9. Lee el Salmo 141:3. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te de palabras sabias que te traigan
una relación más pacífica con tu esposo.
Por mucho tiempo pensé que 1ª Pedro 3:6 aplicaba exclusivamente a mujeres
con esposos no creyentes, y no me beneficié de la sabiduría de éste pasaje.
En realidad, ésta escritura está escrita a toda esposa Cristiana. El pasaje
empieza sencillamente, “Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos.”
Luego, los siguientes versículos proporcionan sabiduría para tener éxito al
practicar la sumisión, cómo debemos pensar acerca de la sumisión, y cómo
enfrentarla al estar en una situación menos que ideal.
Me puedo imaginar a un grupo de esposas escuchando este mensaje acerca de
que las esposas deben someterse a sus esposos y respondiendo, “Puedo
someterme a mi esposo si es un hombre de Dios, fiel y santo, pero ¿que tal si
es un hombre mundano? No tengo que someterme entonces, ¿verdad?”
Pedro quería aclarar cualquier confusión que pudiera haber. Animaba a las
esposas que enfrentarían éste desafío diciéndoles como podían influir en sus
esposos incrédulos.
En el primer versículo, la palabra traducida del griego “no creen en la
palabra” es apeitheo.
Definición: Apeitheo (a-pi-the’-o) desobediente, no obedecer, incrédulo.19
Pedro nos dice que nos sometamos a nuestros esposos “de modo que si”
algunos de ellos son desobedientes a Dios, podamos influir en ellos por el
ejemplo de una vida íntegra y reverente. En el versículo 6, Sara es exaltada
como un ejemplo para nosotras. Ella era la esposa de Abraham. El era un
hombre de fe, pero aún Abraham tuvo tiempos en que batalló para tener
confianza en Dios. Así que, si estás casada con un hombre de fe como era
Abraham o no, puedes aprender grandes lecciones de las santas mujeres del
pasado.
Hay dos ‘condiciones’ para convertirnos en hijas de Sara. Eres su hija sí: 1)
haces el bien, y 2) si vives sin ningún temor. El temor puede afectar
grandemente en nuestros matrimonios. Nuestros temores pueden causar
muchas “peleas” con nuestros esposos. Puedes llamarle una discusión, un
tropiezo, un desacuerdo, o cualquier otro término que desees, pero me refiero
a un conflicto entre esposo y esposa que causa tensión y les roba el gozo.
Una manera en que podemos pelear es enviando un mensaje fuerte y claro,
“¡Me saldré con la mía o ya veras!” Como Cristianas, sabemos que esto no
está bien. Otra manera más creativa que por fuera parece ser aceptable es el
tomar control de la situación. ¿Cómo nos portamos cuando tomamos el
control? Regañamos a nuestro esposo, discutimos, lo mandamos, le ponemos
un ultimátum, nos enojamos, le exigimos que haga lo que deseamos, o lo
tratamos con “la ley del hielo”, etc. El propósito de poner un ultimátum es
para hacer que las cosas se hagan a nuestra manera. “¡Si no haces lo que yo
quiero, entonces haré…!” Tal vez tendrá la forma de un coraje o de tratar a
tu esposo con frialdad. Aunque éstas formas estén en extremos opuestos, las
dos son maneras de controlar. Hacemos estas cosas para forzar a nuestros
esposos para que cambien su comportamiento.
Tal vez estás pensando, “Entonces, ¿cual es tu punto? Mi punto es que si
vives de esta manera en tu matrimonio, estás fuera de tu papel como esposa.
He encontrado que casi siempre han ido las cosas de mal en peor cuando trato
de dirigir mi matrimonio. Dios no diseñó el matrimonio de esa manera.
En 1ª Pedro 3:6, Sara se menciona como ejemplo para nosotros, así que
vamos a ver su matrimonio. Su esposo Abraham deseaba tener un hijo, pero
ella no podía quedar embarazada. Me imagino que Abraham estaba muy
alegre cuando Dios le hizo la promesa que tendrían un hijo (Génesis 15:4).
Sara seguramente sentía mucha presión cuando pasaban los meses y no
quedaba embarazada. Después de diez años de esperar que se cumpliera la
promesa, (Génesis 16:1-3) Sara se dejó llevar por el miedo, y tomó control de
la situación. Le dice a su esposo que duerma con la sirvienta. (Sara tenía que
estar demasiado decepcionada para este punto.) Razonó tal vez que podía
tener familia a través de su sirvienta.
En vez de resolver el problema, la decisión de Sara multiplicó los problemas.
Serían otros trece años de espera para Sara, y para entonces, su vientre había
muerto (Romanos 4:19). Pero Dios entonces bendijo a Abraham y Sara con
un hijo, y en algún punto del camino, Sara aprendió a confiar completamente
en Dios y en su esposo. Yo creo que el silencio de las escrituras acerca de la
reacción de Sara cuando Dios después probó a Abraham pidiéndole que
sacrificara a su hijo Isaac (Génesis 22) es un tributo a ella a su confianza en
Dios y en su esposo. No se entrometió para quitarle el control a Abraham.
Ya no se dejaría llevar por el miedo. Como ejemplo, Dios la exaltó para
nosotras como una mujer que se hizo hermosa ante los ojos de Dios,
sometiéndose a su esposo. Dios nos llama a que sigamos su ejemplo.
Agradezco tanto lo realista que es la Biblia. No es un cuento de hadas acerca
de personas irreales, sino que se trata de personas con batallas reales, como
Sara. Ella batalló igual que tú y yo, pero superó el miedo con la fe. Se
convirtió en el ejemplo para nosotras de como no dejarnos llevar por el
temor. Aunque le tomó bastante tiempo – ¡tenía más de 90 años cuando al
fin fue madre y vio su fe reconocida por Dios! Ojalá nosotras no tengamos
que esperar tanto tiempo para que Dios vea nuestra fe, pues tenemos el
ejemplo de Sara que podemos seguir. Pero no importa cual sea tu edad o
cuánto tiempo tengas de estar casada, Dios te llama a que superes cualquier
temor que tengas a la sumisión.
También las mujeres solteras pueden enfrentar muchos temores a la
sumisión. Una respuesta común (sea la mujer soltera o casada) es el tratar de
controlar a los hombres que existen en sus vidas. Si tienes novio y deseas
una profunda amistad con él, tendrás que superar tus temores a ser sumisa.
Claro que como mujer soltera, no estás bajo la dirección de tu novio, como
una esposa lo está con su esposo, pero de todas maneras, se te puede hacer
difícil confiar en su dirección.
En el libro de Rut, leemos acerca de Orfa, una joven viuda. Era la otra nuera
de Noemí. Considera como ella trató con sus temores. En el primer capitulo
de Rut, cuando la oportunidad para otro matrimonio le parecía débil, ella
temía que no volvería a tener otro esposo y dejó a Noemí y a Dios. Habían
dos redentores parientes ricos (solteros disponibles); que se mencionan al
final del libro de Rut (Rut 3:12), pero Orfa ya no estaba allí porque había
regresado a Moab. Dios tenía un plan para su vida, pero sus temores la
llevaron hacia otra dirección.
¿Le das lugar al miedo? Recuerda tu último desacuerdo con tu esposo, (o con
tu novio). ¿Cual fue el tema de la discusión? ¿Estabas tratando que él hiciera
algo que pensaba que no era importante? ¿Por qué no estabas de acuerdo con
él? ¿Estabas motivada en alguna manera por el temor? ¿Te dijo algo que
despertó en ti un temor de ser controlada o lastimada en alguna forma?
Cuando he hablado acerca del tema del temor con otras mujeres, algunas me
han dicho que ellas no discuten por tener temor. Una amiga me dijo que ella
discutía por enojo, no por temor. Le pregunté que porque fue el enojo en su
ultima discusión con su esposo. Me dijo que estaba enojada porque creía que
lo que su esposo estaba haciendo no era bueno para sus hijos. Le ayudé a ver
que ella tenía miedo que algo fuera a lastimar a sus hijos. Aparentaba ser
enojo, pero el enojo venia por el miedo. Así es como ella trataba con el
temor, exhibiendo enojo y fuerza.
Si piensas que tu esposo está cometiendo un error, ¿cómo le respondes?
¿Discutes con el? ¿Tomas el papel de dirigir y lo empiezas a mandar? Yo
pienso que haciendo un autoanálisis te ayudaría a poder descubrir cuál es el
verdadero temor. Si puedo entender que es lo que temo, esto me ayudará a
deshacerme de mi respuesta incorrecta.
Por ejemplo, ¿alguna vez han discutido acerca de cómo llegar a algún lugar?
¿Pensabas que llegarían tarde, o que sabías un mejor camino? ¿Qué pasa si
llegan tarde porque tu esposo no tomó la ruta más rápida? ¿Tienes miedo que
esto refleje mal en ti?
Personalmente, a mi no me gusta llegar tarde. Tampoco me gusta conducir
rápido para llegar algún lugar porque vamos tarde. Mi esposo es un hombre
muy ocupado y muchas veces trata de hacer más de lo que el tiempo le
permite. Seguido sale de casa más tarde de lo previsto y a veces se encuentra
absorto en la conversación que se le pasa la salida. ¿Puedes ver el potencial
para crear un conflicto respecto a ésto? Tuvimos muchas discusiones acerca
del llegar tarde, pero no pude cambiar yo esto en mi esposo. Esta es un área
que he tenido que entregar a Dios completamente. Me ayuda a no tratar de
controlar ésto pensando en lo que podía ser el escenario de peor caso. La
mayoría de las veces el resultado es insignificante. A menudo llegamos unos
minutos tarde, pero ¿que importa si es así? Prefiero llegar tarde que ser
exigente con mi esposo y hacerlo sentir que no lo respeto. Lo que sí hice, fue
que muchos de nuestros viajes fueran tensos. Ahora, seguido llegamos tarde,
pero tenemos un viaje pacífico.
Tal vez encuentras que los desacuerdos con tu esposo son generalmente
acerca del mismo tema. ¿A que le temes? He encontrado que los temores
que se despiertan en mí, causan desacuerdos con mi esposo en ciertas
situaciones. Después de identificar mi temor, puedo tratar con él más
efectivamente.
Algo que ayuda es ver el impacto que tiene nuestro temor. Podemos cometer
locuras por causa del temor. ¿Tienes miedo de lo que piensa la gente? He
visto mujeres que corrigen la manera de hablar, de comportarse, la selección
de comida, y algunas otras acciones de sus esposos en público, porque les
importa mucho lo que pueda pensar la gente de ellas. ¿Te preocupas más por
lo que piensa de ti una persona desconocida que lo que piensa de ti tú esposo?
¿Y que tal las veces cuando hay consecuencias más significativas? Por
ejemplo, una amiga estaba en desacuerdo con su esposo acerca de la ofrenda
porque estaban pasando por una situación financiera muy difícil. El no estaba
dando el diezmo y eso era en contra de las convicciones de ella. Pelearon por
varios días y los dos se dijeron muchas palabras duras y amenazantes. El ser
exigente ¿es la solución? Ella quería agradar a Dios, pero sin la pureza de
corazón, Dios no se agrada.
Otra amiga tenía problemas porque su esposo no tenía una buena relación con
su hijo adolescente. Ella había hecho una lista de cosas que su esposo no
hacía bien. Había tanta tensión entre la esposa y el esposo que no podían ni
estar en el mismo cuarto juntos. Traté de explicarle a ella lo destructivo que
sería para su hijo vivir en ese ambiente en su hogar. Tenemos que empezar
con las cosas que podemos controlar. Sería más beneficioso para su hijo
vivir en un hogar alegre, aunque de alguna forma faltara algo en la relación
con su padre, que en un hogar donde su madre es miserable porque intenta sin
éxito cambiar a su esposo. Hay muchas trampas en el intento de cambiar a tu
esposo.
También podemos pagar un precio muy alto si le damos lugar al temor. Sara
decidió que su sirvienta debía tener el hijo de Abraham. ¿Te puedes imaginar
el impacto que tuvo esa decisión en la vida personal de su matrimonio? Ella
multiplicó los problemas, y luego le hecho la culpa a Abraham por todo.
(Génesis 16:5)
Muchas mujeres con las que he hablado dicen que ellas tienen que tomar el
papel de dirigentes porque sus esposos no lo hacen. Yo les digo que es como
cuando alguien te abre la puerta – a veces tienes que esperar un poco para
permitir que la persona llegue a la puerta. Hay varias razones por que los
hombres no dirigen. Una de ellas es porque las esposas son impacientes y no
les dan el tiempo suficiente. Yo puedo decidir rápido lo que debe suceder,
pero no es mi lugar dirigir a Jim, y no tengo que solucionar las cosas por él.
(Igualmente, puedo hacer rápidamente una mala decisión.)
Otra razón es cuando una esposa se opone a su esposo tan a menudo, que él
se da por vencido y deja de intentar de dirigir. Muchos hombres se dejan
llevar por la ociosidad, tal como la televisión o el entretenimiento, otros, a
sus carreras o a los deportes, y algunos, a la preocupación del ministerio. En
otras palabras, dejan de dirigir. ¿Es eso santo? No, pero la alternativa no es
muy buena tampoco – ¡puede luchar contra ti! Si él es un hombre que evita
el conflicto, es más probable que no lo haga.
Si te opones a su dirección, se puede poner inseguro. El necesita saber que le
tendrás misericordia si comete un error. ¿Y que tal si comete un error? ¿No
has cometido alguno tú también? Yo sí. Afortunadamente, la mayoría de las
veces se pueden corregir. Luego, lo intento de nuevo, pero con un poco más
de experiencia. Vuelvo a decir, ayuda mucho entender que és a lo que le
temes cuando él comete un error.
Otra razón por la que él puede ser poco dispuesto a dirigir su matrimonio es
por la crítica. Es difícil hacer algo si te critican a cada paso. Un área en la
cuál tengo opiniones fuertes es cómo conseguir un buen negocio. Cuando
Jim y yo comprábamos o vendíamos un carro o cualquier otra cosa, lo
observaba y luego después lo criticaba. “¿Por qué no le ofreciste menos?”
“¿Por qué no aceptaste esa oferta?” “No te van a ofrecer otra como esa.”
Te podrás imaginar que ésta no era una buena dinámica para nosotros.
Después de una ocasión, me miró a la cara y me dijo, “Sería mucho más fácil
si estuviera tratando con una sola persona.” Entendí su punto. Ciertamente,
yo no deseaba ser una espina en sus negociaciones. En mi orgullo, yo pensé
que sabía mejor que él. Pero aún si yo tuviera mejores habilidades de
negociación, la solución no sería hacerlo a fuerzas. Mis críticas le estaban
haciendo daño.
Nosotras podemos hacer las cosas muy difíciles para nuestros esposos y
luego nos preguntamos cuál es el problema y porque no quieren dirigir.
Aunque él sea un dirigente renuente, si dejas de entrometerte y tomar control,
con el tiempo, él podrá hacer su trabajo.
John Gray da su perspectiva en su libro Los Hombres Son de Marte, Las
Mujeres Son de Venus:
Generalmente hablando, cuando una mujer ofrece sus consejos no solicitados o trata de
“ayudar” a un hombre, no tiene idea lo crítico y sin amor que le suena a él. Aunque su intento
es cariñoso, sus sugerencias son ofensivas y dañinas. 20
3. ¿Fue motivado por un temor tuyo? Si es así, ¿era un temor racional? ¿Cuál sería el escenario del
peor caso si ese temor se realizara?
5. ¿Se detiene tu esposo de dirigir? Si es así, ¿sientes que tienes que dirigir tú en su lugar? ¿Como
impacta esto tu relación? ¿Qué tomará para que te detengas y dejes que él dirija?
6. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a superar cualquier temor que tengas acerca de
la dirección de tu esposo.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Filipenses 4:6
- Capítulo 5 -
¿Porque Yo?
¿Batallas con la idea de tener que hacer cambios? ¿Piensas, “Por qué tengo
que cambiar yo, porque no mi esposo?” Después de todo, él es el dirigente
en nuestro matrimonio – ¡el también debería ser el primero en cambiar!”
Algunas de mis amigas creen que el problema más grande en sus
matrimonios es la manera de ser de sus esposos, no la de ellas. No estoy en
desacuerdo con ellas. Algunos de sus esposos sí necesitan cambiar, pero
¿que es lo que los va hacer que cambien? ¿Los cambiarán los regaños, las
discusiones, o el tratar de hacerlos cambiar a la fuerza, o solamente los hace
miserables a los dos? Yo pienso que es maravilloso como Dios ha
autorizado a la mujer en esta manera. El nos pide que seamos humildes,
íntegras, y reverentes, lo cual puede que por fuera aparente una posición
débil, pero en realidad, Dios nos ha dado una manera increíble de poder
influir en nuestros esposos. Si quieres tener progreso, tienes que cambiar lo
que puedes. Dale a Dios algo que pueda bendecir, fielmente obedeciendo la
Biblia.
Durante la mayoría del tiempo que me esforzaba en cambiar como esposa, mi
esposo no decía, “quisiera que cambiáramos juntos.” Eso hacía las cosas más
difíciles porque yo sabía que él tenía cosas en que trabajar. (¡Es más fácil
trabajar con los problemas de él que con los míos!) Así que mis tiempos de
oración eran muy críticos para mi. Me ayudaron a quitar la vista de mi
esposo y poner el enfoque en mis propias debilidades.
Uno de mis obstáculos más grandes era el sentir que no era justo. Cuando me
ponía a orar y a meditar, trataba de imaginarme lo que diría Jesús acerca de
mi “no-es-justo”. Me imaginaba yo al pie de la cruz de Jesús diciéndole a él
que no era justo que yo tuviera que ser la que cambiara. Jesús respondía
diciéndome que él tampoco estaba en la cruz porque fuera algo justo.
Entonces me decía que cargara con mi cruz y lo siguiera. La cruz tiene un
tremendo impacto en mi duro corazón. En mis primeros años como discípula
de Jesús, se me enseño que debía ir a la cruz para buscar fuerzas cuando
estuviera en una batalla espiritual. Trato de ser lo más realista que puedo,
imaginándome allí en frente de Jesús conversando con él mientras él carga
con mi castigo. Esto siempre le da una perspectiva diferente a mis problemas
y me da las fuerzas que necesito.
Durante algunos tiempos de más desánimo, le dije a Dios que no dejaría mis
tiempos de oración hasta que él me llenara de gozo. Eso se escucha como
algo muy exigente de mi parte, pero era más una exigencia para mí que para
Dios, porque yo era la que tenía que cambiar. Este fue un tiempo de lucha
contra mis emociones. Dios siempre ha contestado esas oraciones. El Salmo
31:7 dice, “Me alegro y me regocijo en tu amor, porque tú has visto mi
aflicción y conoces las angustias de mi alma.” Yo creo que el gozo es un
gran indicador de que si estamos verdaderamente entregadas a Dios.
Después de mi oración, yo continuaba mi día con un corazón alegre.
Determiné que sería santa y, si había pecado contra Jim, haría las cosas bien
con él.
Es una gran tentación poner mi enfoque en mi esposo en vez de en mí, pero
ese no es el plan de Dios para cambiar mi matrimonio. El dice que necesito
ganarme a mi esposo sin palabras, con la pureza y reverencia de mi vida.
Recuerda que el tener miedo no es el problema. El problema es resignarte a
ello. Es importante tratar de solucionar las cosas que te dan miedo. Hay
algunas maneras efectivas para que puedas hacerlo.
Ora y Ayuna
Una de esas maneras es a través de la oración – entrégale tu miedo a Dios.
Tus oraciones dicen mucho de ti. He aprendido por mis experiencias que si
oro a Dios antes de hablar con otras personas, estaré en forma y mucho mejor
emocionalmente.
¿Que le pides a Dios en oración? ¿Oras, “Señor, cambia a mi esposo” o,
“Señor, cámbiame a mi.?” A veces he orado para que mi esposo cambie, y
Dios ha contestado algunas de esas oraciones. Pero mientras más edad tengo,
más seguido oro para poder cambiar. A veces soy movida a orar por algún
problema, pero mi meta más alta es orar para tener cambios en mi vida. ¡Eso
sí es algo que puedo controlar!
Otra manera de tener ayuda con los problemas es el ayuno. (Algunas
mujeres que conozco no pueden ayunar debido a problemas de salud, así
que habla con tu doctor si no estás segura de tu salud.) Si no puedes
ayunar de alimentos debido a problemas de salud, elige otra cosa que tenga
un impacto grande en tu forma de vida. Al hablar con muchas mujeres acerca
de los problemas matrimoniales, he encontrado muy pocas que han ayunado
por sus matrimonios. El ayuno ha sido una ayuda efectiva para poder dejar la
amargura, el desánimo, y el temor. Oro para tener fuerza espiritual durante
mis ayunos. Por lo regular, ayuno de una puesta del sol hasta la puesta del sol
del día siguiente, y solamente tomo agua. Si es un día de trabajo, a veces
tomo jugo.
Las primeras veces que ayuné, fue bastante difícil. Mis músculos espirituales
eran débiles y batallaba mucho para negarme a mi misma. También, mi dieta
no era muy saludable y me faltaba el dominio propio. (Es difícil ayunar
cuando comes mucha comida chatarra.) Pareciera que cuando he ayunado en
un día de trabajo, alguien trae un pedazo de torta hecho en casa e insisten que
lo pruebe para que les diga si me gusta. Una vez me dejé vencer y lo probé.
Otras veces les he dado las gracias y he dejado el pedazo de torta en mi
escritorio todo el día. Al principio quería poner la comida fuera de mi vista
debido a la tentación, pero comencé a ver un claro retrato de mis debilidades
y lo fácil que me dejaba vencer. Estaba perdiendo la batalla contra Satanás.
Esa idea me daba coraje y más vigor. Llegué a la convicción que aunque
estuviera rodeada de alimentos, no los comería. Mis músculos espirituales se
han fortalecido.
En la vida, el hambre es una de las fuerzas más poderosas y negar el hambre
te puede ayudar con otras cosas que son difíciles de negar, tal como tus
emociones y el pecado. El ayuno te puede fortalecer. No es una herramienta
para manipular a Dios, sino un tiempo para que te humilles y pidas a Dios
que te de fuerzas y dirección. Considera este pasaje en Isaías 58 acerca del
ayuno:
El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar
las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? ¿No es
acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin
techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz
despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el
camino, y la gloria del SEÑOR te seguirá. Llamarás, y el SEÑOR responderá; pedirás
ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!” Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la
lengua maliciosa, si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del
desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas, y como el mediodía será tu noche.
El SEÑOR te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos.
Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.
Isaías 58:6-11
Cuando ayunaba por mi matrimonio, una de mis metas era deshacerme del
“dedo acusador y la lengua maliciosa.” El versículo 11 describe como deseo
ver mi matrimonio: “un jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no
se agotan.”
También he ayunado un día por semana por un período de tiempo, regresando
a Dios una y otra vez en oración hasta ver progreso. Cuando he orado por
dirección en mi vida, Dios siempre ha contestado esa oración rápidamente.
Una mañana oré para que Dios me diera dirección y esa noche una amiga me
recomendó un libro. Fui a mi casa esa noche y lo ordené. Aprendí mucho de
ese libro. Fue una oración contestada. Necesitamos ir a Dios y pedirle
ayuda.
He tenido progreso, pero aún hay veces que veo mis defectos como esposa.
La integridad es el desafío más grande. A veces sé lo que debo hacer, y lo
hago, pero no de corazón. Esta no es una manera divertida de vivir. Así que,
¿como le hacemos para que nuestros corazones estén de acuerdo con los
hechos? Lo que he encontrado es que cuando mi corazón no quiere estar de
acuerdo, tengo que orar y ayunar. No deseo someterme a mi esposo
solamente por deber. Quiero hacerlo con un corazón puro y obedecer a Dios
con gozo mientras vivo la vida de un discípulo de Jesús. Esto trabaja en
todos los aspectos de mi vida, sea en el área de someterme a la dirección de
mi esposo, en perdonar, o en evangelizar. No es aceptable que haga las cosas
solamente por deber, porque sé que sentiré desánimo si no tengo una
motivación de corazón al obedecer a Dios. Así que ayuno y oro, pidiéndole
a Dios ayuda para cambiar mi corazón. Dios desea darnos un nuevo corazón.
Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón
de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.
Ezequiel 36:26
Recuerda la Misericordia
El crecer en el entendimiento de la misericordia de Dios me ha ayudado
durante tiempos de desánimo. He encontrado que hay dos obstáculos que
muchas de nosotras enfrentamos en el esfuerzo por ser suaves y apacibles.
La primera está en ver la verdad de éstas cualidades. Describen una mujer
fuerte y pacífica, no débil o pasiva. Sin embargo, si sobrepasas el primer
obstáculo y decides que quieres éstas cualidades en tu vida, encontrarás que
no son fáciles de obtener. Allí es donde enfrentamos el segundo obstáculo: la
tentación de pensar que estas cualidades no son alcanzables. Boté este libro
tres veces cuando lo escribía porque me sentía como una hipócrita. Tuve la
tentación de dejarme vencer. La fuerza interior y la paz no vienen
fácilmente, y cuando algo no es fácil, puede haber la tendencia de abandonar
la meta. Allí es donde nos puede ayudar la misericordia de Dios.
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y
hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Hebreos 4:16
Este versículo dice que podemos acercarnos a Dios con confianza a la hora
que lo necesitemos, pero puede ser desafiante tener confianza cuando te
encuentras en necesidad. De todas maneras, Dios quiere que sepamos que
podemos tener confianza en su gracia y misericordia en estos tiempos.
Imagina por un momento que has estado tratando de crecer en un espíritu
suave y apacible, y has perdido la batalla todos los días de esta semana.
¿Como te sentirías? ¿Quisieras mejor olvidarlo todo y decir, “Esto
sencillamente no es para mi? ¡Yo no puedo ser suave ni apacible!” ¿O
regresarías a Dios en tu tiempo de necesidad y le pedirías por su misericordia
para que pudieras empezar de nuevo?
Personalmente, yo me puedo desanimar y apenarme por mis fallas
espirituales. Sin embargo, un mejor entendimiento de la misericordia de Dios
me ha ayudado a seguir adelante. Un espíritu suave y apacible es una meta
bastante alta y es fácil desanimarte y abandonar la lucha espiritual. Pero si te
acuerdas que Dios es misericordioso, podrás seguir trabajando en tu meta.
No te desanimes más todavía si batallas con esto. Determina que vas a crecer
espiritualmente. No te dejes vencer en tus esfuerzos para conseguir éstas
cualidades maravillosas. Se tomará tiempo para desarrollarlas. Si
experimentas fallas mientras te esfuerzas a crecer en un espíritu suave y
apacible, recuerda que Dios es rico en misericordia (Efesios 2:4). Es como
tener un cheque en blanco que podemos escribir “en nuestro tiempo de
necesidad.”
Dios quiere que también nosotras seamos ricas en misericordia (Mateo 18:21-
35). Mi temor de hacer algo incorrecto puede influir hasta en mi relación con
Jim. A veces tengo miedo que él vaya hacer algo incorrecto. Esto puede
causar momentos tensos entre los dos. Afortunadamente, Dios no es como
un policía que nos “para al lado del camino” cada vez que hacemos algo
incorrecto para darnos una infracción de tráfico. Y, si te presentas en el
tribunal y te declaras culpable, él quita los cargos. La única estipulación que
él tiene para nosotras es que también demostremos la misma clase de
compasión a los que nos rodean, y eso incluiría a nuestros esposos.
¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el
SEÑOR: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:8
¡Yo amo la misericordia! ¡Por lo menos, amo recibirla! Sin embargo, éste
versículo habla de tener misericordia. ¿Amas tenerle misericordia a tu
esposo y a otros? ¿Amas tener ese cheque en blanco que puedes escribir cada
vez que alguien necesita poca o mucha misericordia?
Continúa En El Crecimiento
Es importante continuar creciendo y cambiando no importa cuanto tiempo
tengas de ser Cristiana.
Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud,
entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la
constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto
fraternal, amor. Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e
improductivos. [Frase subrayada por el autor para acentuar.]
2 Pedro 1:5-8
8. ¿Cuáles de las cualidades nombradas en 2ª Pedro 1:5-8 (fe, virtud, entendimiento, dominio propio,
constancia, devoción a Dios, afecto, o amor) beneficiaría más a tu matrimonio en este tiempo?
Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a crecer en esa cualidad.
…perseveren en la oración.
Romanos 12:12
Capítulo 6 -
Auto-Evaluación
¿Como podríamos crecer en integridad y reverencia? Y ¿como podemos
desarrollar un espíritu suave y apacible? ¿No puedo solamente decir unas
cuantas oraciones y ayunar por algunos días? Por muchos años en mi
matrimonio, me esforzaba mucho para respetar a mi esposo, pero no siempre
se sentía respetado. Yo necesitaba ayuda práctica. Enseguida encontraras
unas preguntas que me han sido de provecho al evaluar donde estoy en mi
relación con mi esposo. Estas preguntas me ayudan a determinar si estoy
permaneciendo en mi papel de esposa y si dispuestamente estoy siguiendo la
dirección de mi esposo. Me ayudan a evaluar si estoy tratando de controlar a
mi esposo en alguna forma. Las preguntas se traslapan algo, y también se
fortalecen unas a otras. Después de evaluar donde estoy, puedo ver si en
algúna área necesito ser más entregada a Dios.
Recuerda que una esposa de espíritu suave y apacible es entregada a Dios
primeramente y luego a la dirección de su esposo. Es importante que
recuerdes las cosas que has estudiado acerca de la vida íntegra y reverente.
Sin una motivación pura para agradar a Dios, será difícil progresar. Quiero
animarte a que te hagas estas preguntas y, tal vez, repasar tus respuestas con
una amiga cercana y espiritual.
¿Soy “mandona” con mi esposo?
Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.
Efesios 5:22
Eres mandona si exiges a tu esposo que haga lo que tú deseas. Esta es una de
las formas más obvias de controlar a tu esposo. Es lo contrario a la sumisión.
¿Eres mandona? Puedes ser una esposa mandona y no darte cuenta. Algunas
de mis amigas más mandonas no piensan que lo son. Te sugiero que veas los
programas de televisión como Home Improvement o Everybody Loves
Raymond, poniendo atención a cuando la esposa se porta exigente e
irrespetuosa. Las películas también son buenos recursos para esta
observación, por ejemplo, la película Moonstruck o My Cousin Vinny.
Cuando he visto estas películas con mis amigas, nos reímos más fuerte
cuando vemos nuestro carácter en el de las actrices. El carácter de ser
mandona es más obvio cuando lo ves en otra persona.
¿Usas frases exigentes cuando hablas con tu esposo? ¿Dices cosas como
“Deberías hacer esto…” o “Porque no haces esto…?” Cuando pones
atención a tus exigencias, ¡las veras por todos lados! Aquí están algunas
“frases exigentes” que he escuchado a las esposas decir a sus esposos:
En una celebración: “Dile a los niños que ya no hagan eso.”
En la tienda de comida: “No compres esa marca.”
En un servicio de la iglesia: “Ya vamonos.”
En casa de una amiga: “Mete al perro a la casa.”
Yo he dicho cosas similares. Puedo ser una pequeña dirigente. Saca la
basura, ya es tiempo de irnos, has esto, trae lo otro, ve allí, etc. El portarte
como el jefe comandante puede crear una dinámica muy mala en tu hogar.
No es el papel que Dios te ha dado, y es un ejemplo terrible para tus hijos y
todos los que te escuchan.
Pagarás un precio por ser mandona con tu esposo. Los hombres no desean
ser mandados por sus esposas. Responden con enojo y frustración o con
indiferencia. El puede dejar de dirigir y dejar que su esposa se encargue de
los asuntos del hogar. Al ser mandona con tu esposo, esto los sacará a los dos
del papel que Dios les ha dado de muchas maneras y hace daño a su
matrimonio.
Si rutinariamente mandas a tu esposo, podrás encontrar que es difícil dejarlo
de hacer. Se tomará mucha fuerza interna (el espíritu suave) para superar los
pensamientos y sentimientos que respaldan esta forma de ser. Tendrás que
dejar salir cualquier temor que pueda estar detrás de esta forma de ser.
Para que puedas superar el ser mandona, un buen lugar para empezar es ¡no
decir ni una palabra! Aprende a pensar en lo que vas a decir antes de hablar.
Puede ser necesario que ores y ayunes para superar esto. Tal vez estarás
pensando, “Pero él necesita que yo le diga lo que tiene que hacer” o, “No
hará nada si no le digo lo que tiene que hacer.” Recuerda a Uza – ¡no lo
toques! No es tu lugar dirigir o mandar a tu esposo. Ponte en contacto con
tus temores y salte del papel de “dirigente.”
Un espíritu suave y apacible te ayudará a permanecer en tu papel. Praús
(suave) describe a una mujer fuerte que es sumisa a la dirección de Dios y a
la dirección de su esposo. Esuquios (apacible) describe a una mujer pacífica.
Recuerda que todo esto no tiene nada que ver con tu importancia o la
importancia de tu esposo. La relación del matrimonio es una relación muy
especial y permaneciendo en tu papel creará una relación más cercana. Al no
ser mandona, demuestras confianza en tu esposo, y la confianza es una
enorme expresión de amor (1ª Corintios 13:7)
13ª Hoja de Trabajo – Superando el Ser Mandona
Muchas mujeres se proponen cambiar a un hombre, y cuando lo han
cambiado, no tienen gusto de él. - Marlene Dietrich
1. ¿En que área eres mandona con tu esposo? ¿Qué impacto tiene en tu esposo el que seas mandona?
2. Si te has dado cuenta que eres mandona, pregúntate ¿por qué? ¿Estás reaccionando a un temor?
3. Durante las próximas 24 horas, pon atención a tus conversaciones con tu esposo y anota si eres
mandona con él en cualquier manera. Haz una lista de las áreas en las cuales tiendes ser mandona
para que puedas orar por dejar de serlo.
Si le dices a tu esposo lo que te tiene que regalar o lo que tiene que hacer por
ti, y luego él te da lo que deseas o hace lo que le pides, no sabrás si actuó por
amor o si solo lo hizo para mantener la paz. Yo prefiero que Jim me regale
algo que el ha escogido para mi, a que me regale algo que yo lo haya
obligado a comprarme para mantenerme feliz. Y ¿cuán feliz puedo ser si sé
que solo me regala lo que le pido para mantenerse fuera del “corral?” ¡Que
insatisfacción! Si no es un obsequio que viene del corazón, ¿me sentiré
verdaderamente amada?
No estoy diciendo que no le digas lo que te gusta, pero hay una gran
diferencia entre “lo que me gusta” y “tienes que hacer esto o me pondré
molesta.” En el último caso, lograrás el regalo que deseas, pero harás mucho
daño a tu relación íntima con tu esposo.
A veces mi esposo me pregunta que deseo para alguna ocasión especial.
Usualmente, le doy varias ideas, pero me encanta especialmente cuando le
sale una idea completamente suya. En algunas ocasiones, no ha sido muy
creativo, pero en otras, ¡me ha sorprendido en grandiosas maneras! Cuando
soy agradecido con él por lo que hace por mi, aunque no sea mi primer deseo,
es una gran manera de animar su creatividad. También nos acerca más.
14ª Hoja de Trabajo – Dejando Ir las Expectativas
1. ¿Tratas de orquestar lo que tu esposo te obsequia o lo que hace por ti? Si es así, ¿te molestas si no
satisface tus expectativas?
3. ¿Frecuentemente le expresas gratitud a tu esposo por las cosas pequeñas que el hace por ti?
¿Están mis palabras llenas de gracia?
El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar tendrá por amigo al rey.
Proverbios 22:11
Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su
recompensa.
Proverbios 12:14
Nuestras palabras nos juntan o nos apartan. Proverbios 12:14 lo dice bien –
tus palabras pueden llenar tu vida de cosas buenas. En el Capítulo 3, vimos
el ejemplo del hablar con gracia de la Reina Ester y el impacto que eso tuvo
en su vida. Jesús también es un gran ejemplo de alguien que hablaba
palabras llenas de gracia.
Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de
su boca. “¿No es éste el hijo de José?”, se preguntaban.
Lucas 4:22
2. Proverbios 17:27 - ¿Puedes refrenar tus palabras cuando estás en desacuerdo con tu esposo?
3. 1ª Tesalonicenses 5:18 - ¿Le comunicas a tu esposo lo agradecida que estas por las cosas que el
hace para ti y por los obsequios que te hace?
4. Santiago 3:17 - ¿Hablas con sabiduría? ¿Describen tus conversaciones con tu esposo las palabras
siguientes: pura, amante de la paz, considerada, sumisa, llena de misericordia, imparcial, y sincera?
7. ¿Cuándo es que tu esposo necesita más ánimo? ¿Encuentras difícil animarlo durante esos tiempos?
8. ¿En cual de las áreas mencionadas arriba del 1 al 6 necesitas más crecimiento?
9. Lee la oración de David en Salmos 19:14 y escribe una oración pidiéndole a Dios que tus palabras
sean agradables a él.
Nuestras emociones, aunque son partes grandiosas de nuestro ser, son un gran
desafío al vivir vidas de “auto-dominio, rectas y santas.”
La palabra griega traducida “auto-dominio” en el versículo mencionado
arriba es sofronos.
Definición: Sofronos (so-fro’-nos) seguro (sano) de la mente, moderado en opinión o pasión,
discreto, templado.21 Se sugiere ejercitar el auto-refreno que gobierna a toda pasión y deseo,
capacitando al creyente para ser formado a la mente de Cristo. 22
Cuando leo acerca de la vida del apóstol Pablo, no pienso de sus sufrimientos
como “ligeros y efímeros.” El enfrentó muchos problemas serios, pero tenía
una perspectiva espiritual que le ayudaba a enfrentarlos lleno de fe.
Tú y yo necesitamos esa misma perspectiva espiritual. Te ayudará a bajar la
velocidad de la “marcha” y tener más gracia. Entonces podrás mostrar más
bondad, cortesía, gratitud, compasión, etc. Creciendo en estas cualidades
puede traer mucho más romance a la vida de muchas parejas.
16ª Hoja de Trabajo – Controlar tus Emociones
1. ¿Eres conocida como una mujer emocional?
5. Lee 1ª Pedro 1:13. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a crecer en el dominio
propio.
Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
1ª Pedro 4:7
¿Trato a mi esposo como a uno de los niños?
…y que la esposa respete a su esposo.
Efesios 5:33
No es mi papel portarme como una “madre” con mi esposo. Esta es otra
forma de ser mandona, pero con un sabor un poco diferente. Es cuando dejas
que te superen los instintos maternales. He escuchado mujeres decir que
tienen 3 hijos, cuando en realidad solo tienen dos, porque incluyen a sus
esposos entre los niños. Esto construye una dinámica extraña entre el esposo
y la esposa cuando ella toma el papel de “madre” con su esposo. Esto es muy
irrespetuoso y naturalmente, impide que se desarrolle una verdadera relación
intima en el matrimonio.
¿Has escuchado el dicho, “Si mamá tiene frío, todos tenemos que ponernos
suéter?” Imagínate a un niño decir a su mama, “Tengo calor” y ella
contestarle diciendo, “No, hace frío, ponte un suéter.” Podemos hacer esto
también con nuestros esposos. Claro, a un niño, puedes tener que ayudarle,
pero tu esposo no es un niño. El puede hacer su propia decisión en cuanto su
ropa. Si le da frío, puede decidir a la siguiente vez llevar una chamarra. Yo
no le digo a mi esposo la ropa que debe usar ni cuando debe cortarse el pelo o
lo que debe comer. Muchas veces, él me pide consejo acerca de su ropa o de
su pelo. Le doy mi opinión con alegría, pero no quiero hacerlo con toque de
“madre”.
Tengo una amiga cuyo esposo tenía problemas con su salud y tenía que
descansar con frecuencia porque se fatigaba. Ella se frustraba porque tenía
mucho quehacer. Sin embargo, cuando él ofrecía su ayuda, ella respondía,
“No, estás muy cansado.” Entonces tenía que hacerlo todo ella sola. Trataba
de ser sensitiva, pero ella decidía por él cuando estaba muy cansado. El
podía hacer esa decisión por sí mismo. Aprendió a aceptar la ayuda cuando
su esposo se ofrecía y encontró que no se estresaba tanto.
He visto a una amiga discutir con su esposo acerca de la comida que él
deseaba ordenar mientras comían en un restaurante. Mientras visitaba a otros
amigos, miré cuando la esposa quitó un filete del plato de su esposo después
que él se había servido, porque pensó que debía primero haberle ofrecido el
plato de carne a sus invitados. Ella actuaba así por vergüenza, pero sus
hechos solo empeoraron la situación. Sintió que él se portaba irrespetuoso
con sus invitados, pero ella se portaba muy irrespetuosa con su esposo al
quitarle la autoridad del momento. Como los invitados, mi esposo y yo en
realidad no pensamos nada de que él se hubiera servido primero, pero los
hechos de ella cambiaron el ambiente inmediatamente.
Otra amiga me preguntó que como podía ayudarle a su esposo a tener una
mejor dieta. Ella se preocupaba mucho por los hábitos de comer de su
esposo, y seguido tenían desacuerdos acerca de lo que él comía. Le pregunté
que si estaba teniendo éxito en sus intentos de cambiar los hábitos de comer
de su esposo. Me contestó que no. Al contrario, seguido tenían desacuerdos,
y él de todas maneras comía lo que deseaba. Mi consejo fue que tratara de
cocinar comidas más saludables y que tratara de siempre tener disponible
bocados saludables, pero aparte de esto, que mejor lo dejara en paz. Ella no
estaba alcanzando ninguna meta. Solo estaba empeorando las cosas.
Quiero distinguir entre el portarme como una “madre” con mi esposo, y el
cuidar de él. Y no estoy hablando si tu esposo le gusta que lo cuides. Mi
esposo le gusta que lo cuide, pero no que lo trate como un niño. También a
mi me gusta que el me cuide. Cuidarnos el uno al otro es una parte divertida
de nuestra relación. Las mujeres tenemos un lado protector, pero tenemos que
tener cuidado y asegurar que no entramos a ese papel de “madre” con
nuestros esposos.
Como esposas, a veces batallamos para saber cuál es nuestro papel.
Deseamos ayudar, pero cuando empezamos a desempeñar el papel de madre
con el esposo, demostramos que no entendemos sus necesidades más
íntimas. En este punto de su vida, el necesita una compañera, no una madre,
y tu necesitas una relación cercana e íntima con él, no una relación de madre
e hijo. Dios ha diseñado al matrimonio para que sea una relación íntima.
Muchas mujeres desean un matrimonio más cercano pero no entienden como
han dañado la intimidad de la relación. Tienes una elección. Puedes
enfocarte en hacer que tu esposo luzca mejor y haga mejor, o puedes gozarte
en la relación que Dios te ha dado.
Es provechoso recordar que tu esposo manejaba su vida antes que se casara
contigo. El se vestía, se alimentaba y se iba a su trabajo todos los días. No se
casó contigo para tener quién le dijera lo que tenia que hacer. El plan de Dios
es mucho mejor que eso. Dios nos ha hecho para que tengamos una relación
íntima con nuestros esposos.
17ª Hoja de Trabajo – Separando el Papel de Madre y Esposa
¿Por que trabaja una mujer por diez años para cambiar los hábitos de un hombre, y luego se queja que
no es el mismo hombre con quien se casó? - Bárbara Streisand
1. ¿Tratas a tu esposo como a uno de los niños
2. ¿Tratas de controlar lo que come o como se viste? Si es así, ¿se irrita tu esposo cuando lo
haces
3. Durante esta siguiente semana, anota cualquier área en la cual te portas como una “madre”
con tu esposo.
¿Me someto completamente a su dirección?
En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y
recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen
más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.
La mujer debe aprender con serenidad, con toda sumisión. No permito que la mujer
enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime. Porque
primero fue formado Adán, y Eva después. Además, no fue Adán el engañado, sino la
mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado. Pero la mujer se salvará siendo
madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad.
1 Timoteo 2:9-15
Esta es una de esas escrituras “explosivas” para nosotras hoy en día. Yo creo
que ésta escritura te librará cuando la obedezcas. El versículo 11 dice que
debemos aprender con serenidad y con toda sumisión. ¿Te es irritante esa
instrucción? Si es así, respira profundamente y suelta despacio la respiración,
luego por favor sigue leyendo.
Esta es la contraparte a no ser mandona. El no ser mandona es el principio,
pero todavía falta algo – la sumisión. Necesitamos, no solo dejar de mandar
a nuestros esposos, sino también necesitamos estar dispuestas a dejarnos
guiar por ellos. Como ya hemos visto en el Capítulo 3, la sumisión es el
camino de vida para un Cristiano. Esto no es solo para las esposas. Sin
embargo, las esposas tenemos un llamado especial a someternos a nuestros
esposos.
He escuchado pláticas acerca de que si la escritura arriba mencionada fue
dirigida a una enseñanza cultural a las mujeres de ese tiempo y, es posible
que en parte haya sido. Sin embargo, pienso que es interesante que en los
versículos 13-14, se menciona a Eva como el ejemplo de porque debemos de
aprender con toda sumisión. Eva no tenía limitaciones culturales en el Jardín
del Edén. No podía poner la culpa de su pecado en una cultura social, ni en
sus padres, ni en Adán (aunque sí trato de culpar a la serpiente.) Yo pienso
que los matrimonios modernos aún tienen la misma batalla que tuvieron
Adán y Eva en su relación y que Satanás todavía hace todo lo posible por
causar conflicto en nuestros matrimonios.
Este no es el único lugar que se encuentra en la Biblia donde se enseña acerca
de la “completa sumisión”. En Efesios 5:24 también dice que debemos
someternos a nuestros esposos “en todo.” Es mi meta serle completamente
sumisa a mi esposo, no solo el 90%. Estoy dispuesta a seguir aprendiendo lo
que eso significa y como puedo seguir creciendo en la sumisión. Todavía
encuentro áreas en las cuales necesito entregarme más a su dirección.
Ahora, se que la idea de ser completamente sumisa puede ofender a algunas
de mis lectoras. No me refiero a convertirme en un robot ni a deshacerme de
mi cerebro.
“No Puedo”
Hay veces que le digo a mi esposo, “no puedo”. El es un hombre muy
motivado y de negocios. Casi siempre tiene un horario bien ocupado. A veces
es celosísimo al hacer los planes de la semana, y le tengo que decir que no
creo poder hacer todo lo que ha planeado. Tengo algunas limitaciones físicas
por problemas de mi espalda, y hay cosas que no puedo hacer. Trato de
comunicárselo en una manera respetuosa. No le digo que no haga algo. No
es mi lugar dirigir su horario, pero puedo dejarle saber cuando el mío está
sobrecargado.
“No Lo Haré”
Hay veces que una esposa debe decir a su esposo, “No lo haré”. Safira es un
ejemplo de esto. (Hechos 5:1-10) Su esposo, Ananías, le pidió que mintiera
acerca de un donativo que hicieron a la iglesia. En Hechos 5:9, Pedro le
pregunta a Safira, “¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al
Espíritu del Señor? Es claro que Pedro pensaba que Safira no debería
haberse puesto de acuerdo con su esposo para decir esta mentira. Las
escrituras son bien claras al decirnos que debemos decir la verdad. Safira
debía haber dicho a su esposo, “No, no mentiré. No te mentiré ni a ti, ni por
ti.” Su esposo hubiera visto su integridad y reverencia para con Dios. Ella
podría haberle salvado la vida. Ciertamente, por lo menos hubiera salvado la
suya. (Hechos 5:8-9) Pero recuerda que un “no” de todas maneras debe ir
enmarcado con pureza y reverencia. Considera el siguiente versículo:
Con paciencia se convence al gobernante. ¡La lengua amable quebranta hasta los
huesos!
Proverbios 25:15
7. Escribe una oración a Dios pidiéndole que te ayude a crecer en la sumisión para con tu esposo.
Otro aspecto importante de lo que tu esposo dirige son los niños. Esta es un
área a la cual podemos reaccionar fuertemente por los muchos temores que
tenemos acerca de nuestros hijos.
Jim fue muy estricto con nuestros hijos cuando se trataba de temas de la
seguridad. El estaba del lado conservador, y a veces yo sentía que era muy
cauteloso, pero yo sabía que le haría un gran daño a su dirección si yo me
oponía. De vez en cuando, mis hijos se quejaban conmigo que Jim no los
dejaba hacer algo. Yo les reafirmaba la decisión de Jim, y trataba de darles
una perspectiva positiva de la preocupación de Jim por la seguridad de ellos.
Mirando atrás, pienso que Jim fue sabio en estas cosas. Entre nuestros dos
hijos, de percances de niños a lesiones de deporte, hicimos más de quince
viajes al cuarto de emergencias.
Había veces que mi esposo tenía dificultad al comunicarse con nuestro hijo
menor cuando era adolescente. Cuando yo trataba de “ayudarles” a arreglar
las cosas entre ellos, me encontraba en medio de sus conflictos. Casi siempre
empeoraba las cosas. Aprendí a ocuparme y salirme del cuarto cuando
empezaba a crecer la tensión entre ellos dos. A veces me iba a orar.
Mientras más refrenaba yo mi lengua, mejor salían las cosas. Había menos
confusión sobre cuál era el problema. Cuando tenía alguna preocupación
acerca de algo que estaba sucediendo entre mi esposo y mis hijos, se lo
mencionaba a mi esposo en privado.
En una ocasión, cuando empezaba a crecer la tensión entre los dos, me salí
del cuarto y decidí ponerme a leer un rato. Me quedé dormida y después de
despertar, encontré a Jim en su estudio, tirado en el piso bocabajo y en
silencio. Le pregunté que si estaba enfermo y me respondió, “No, estoy
orando.” Ahora, yo nunca había visto a mi esposo orar de esa manera, así
que estaba intrigada. Le pregunté que acerca de qué, y me contestó que
acerca de nuestro hijo. Me sentí muy animada. Yo no estaba interfiriendo y
Jim estaba llevando su oración a Dios más profundamente. Desde ese día,
empecé a ver cambios grandes en la relación entre ellos. De vez en cuando
tenían situaciones que resolver, pero Jim empezó a ser mucho más efectivo
como padre cuando yo me quite del camino y lo dejé hacer su trabajo de
padre.
¿Que pasa si tu esposo hace una decisión con respecto a tus hijos y no estas
de acuerdo? Vamos a suponer que tu hijo adolescente pide permiso para
quedarse en la casa de un amigo el sábado, y tu esposo lo aprueba. Pero tu
hijo tiene un proyecto escolar para entregar el lunes que se le olvidó
mencionar a su padre. Tienes dos elecciones. Una, puedes decir a tu hijo,
“¡No, tú no vas a ningún lado! Tienes tarea este fin de semana.” En ese
instante, acabas de vetar la decisión de tu esposo.
Otra posible solución es decirle a tu esposo en privado que la tarea no está
terminada. (Sugiero que hagas esto en privado si tiendes discutir con tu
esposo.) Lo último que los hijos necesitan es ver a sus padres discutir acerca
de las decisiones familiares. Mis hijos sabían que yo apoyaba la decisión de
mi esposo si había una diferencia de opinión. Mencionaba a mi esposo que
había otra cosa que considerar, o miraba yo a mi hijo y le preguntaba si había
mencionado su tarea.
Tu esposo puede decidir si la tarea es una prioridad importante o no. Si ha
estado tratando de ayudar a su hijo adolescente a ser más responsable, puede
ser que lo deje sentir las consecuencias de no hacer la tarea a tiempo. Tal vez
tu hijo reciba un grado bajo por trabajo incompleto o de trabajo no entregado,
pero puede ser que aprenda una lección de valor. ¿Cual sería la lección más
costosa: 1) la madre que es la que manda en el hogar, o 2) un grado bajo en la
tarea?
Si tu hijo entra al cuarto donde están tú y tu esposo y pide permiso para hacer
algo, ¿quien hace la decisión? ¿Te pones de acuerdo con tu esposo en su
decisión, o tiendes hacerla tú? Si tú eres la que hace todas las decisiones
respecto a tus hijos, ¿pregúntate porqué? ¿Confías en la dirección de tu
esposo?
Ayudará a tu esposo sentirse más como el dirigente si buscas su consejo
cuando tus hijos te piden permiso para hacer algo. Hay varias maneras de
hacerlo. Por ejemplo, puedes decir a tus hijos que hablarás con su papá y
después les darás la respuesta. Otra manera es mandarlos a que ellos mismos
le pidan el permiso. Esto funcionó muy bien para nuestra familia. El
resultado fue que mi esposo seguido me pedía consejo antes de darles su
respuesta. Nos unimos más. Había veces que mi esposo no estaba en casa o
no estaba disponible, entonces yo hacía la decisión. Pero si él estaba
disponible, yo prefería que él hiciera las decisiones. Esto ayudaba a poner las
relaciones en orden en el hogar. Si yo no respetaba a su papá como el
dirigente del hogar, era menos probable que lo hicieran ellos.
No estoy diciendo que nunca debes hacer las decisiones sobre lo que hacen
tus hijos. Pero si haces todas las decisiones, estas hiriendo la relación entre
ellos y su padre.
La fuerza interna de un espíritu suave te puede ayudar a superar los temores
de la maternidad. Podemos darle a nuestros esposos consejos valiosos
mientras ellos hacen las decisiones para la familia, pero se debe hacer en
forma respetuosa con el entendimiento que estamos para apoyar y ayudar, no
para dirigir ni dominar en el matrimonio. Manteniéndote fuera del papel de
padre y dentro del papel tuyo traerá grandes bendiciones para tus hijos.
19ª Hoja de Trabajo – Entregando La Dirección
1. ¿Tu esposo dirige el hogar?
Si tienes hijos:
8. Escribe una oración pidiéndole a Dios que guíe a tu esposo mientras dirige la familia.
2. Si a los dos se les hace una pregunta, ¿normalmente quien es el que contesta?
3. ¿Tu esposo es un dirigente renuente? Si es así, generalmente hablas más tú que el?
4. ¿Interrumpes a tu esposo, contestas por él o terminas sus frases? Si es así, ¿porque lo haces? ¿Que
impacto tiene esto en tu esposo o en la comunicación entre ustedes?
¿Pido Ayuda?
Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los
pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.
2 Corintios 11:3
Una lección que podemos aprender de Eva es el de pedir ayuda. ¿Le pides
consejo a tu esposo antes de hacer una decisión? Eva perdió la protección de
su esposo cuando hizo la decisión de comer del fruto prohibido.
A Jim le encanta ayudarme a resolver mis problemas, y también es muy
objetivo acerca de mi horario. Pero me tomó años para llegar al punto en que
le podía pedir consejos. Después de llegar a esta nueva convicción, un día le
pregunté a Jim que si pensaba que era buen tiempo para tomar una clase de
tapicería en el colegio de la comunidad. Era algo que había estado pensando
por varios años, y me atraía mucho. Pero Jim sintió que estaba muy ocupada
y que sería mejor que esperara para otro tiempo.
Antes de preguntarle, había pensado lo que le diría si su respuesta era que
no. Yo deseaba responderle con rectitud. Para darte una idea del cambio que
había sucedido en mi – al principio de mi matrimonio, terminé un empleo sin
siquiera consultar con Jim. ¡Solo llegué a la casa y le dí el anuncio que había
dado mi aviso! Yo era peligrosamente independiente. Como Eva, perdí la
protección de mi esposo cuando hacía decisiones independientes. Jim volvió
a decirme que “no”, acerca de la clase de tapicería la siguiente temporada de
colegio. Dejé pasar algo de tiempo y le volví a preguntar. Entonces me dijo
que sería muy buen tiempo para hacerlo. Sentía que ahora yo tenía mejor
control de mi horario, y que ahora seria un buen tiempo para hacer algo así.
Agradezco el consejo de Jim acerca de mi horario. En aquel tiempo, a
menudo me sentía abrumada porque trataba de hacer demasiado. Jim y yo
discrepábamos sobre lo que intentaba lograr. Solía llenar demasiado mi
horario. El sentía que yo hacía mucho por otra gente pero no cuidaba a mi
propia familia. A menudo estaba agotada cuando Jim llegaba del trabajo
porque había hecho demasiado en el día. No sabía decir no. Cuando mi
familia llegaba del trabajo y de la escuela, yo ya no tenía energía para ellos.
Y cuando me sentía agotada, era más probable que entrara en algún
desacuerdo con Jim.
He aprendido a obtener ayuda de Jim en las cosas que deseo hacer, sea de
trabajo o de diversión. Es usualmente muy positivo al ayudarme con mi
horario. Si el no quiere que haga algo, confío en su consejo, aunque sea algo
simple, como el no querer que salga a comprar el mandado cuando ya es
noche. Confío en su decisión. Puede ser que así es como Dios me está
protegiendo de algún mal.
Si alguien me pide consejo sobre algo, casi siempre le pregunto, “¿Que
piensa tu esposo? La respuesta frecuente que recibo es, “No le he
preguntado.” Entonces le animo que averigüe lo que él piensa que ella debe
hacer y me llame después. Una de las cosas más grandiosas que puedo
enseñarle a una joven esposa es que busque la dirección de su esposo y que
confíe en él. Deseo ayudarle a que tenga éxito en la relación en la que Dios
le ha llamado a ser completamente sumisa. También le ayudará a desarrollar
una relación más íntima con él si confía en sus consejos.
Una preocupación que tienen muchas esposas es, “¿Y que tal si se equivoca
al aconsejarme?” Tal vez eso suceda. ¿Pero es esa una buena razón para
desatender a la Biblia? ¿No cometemos todos errores?
Una vez, una esposa joven me llamó para pedirme consejo. Su esposo ya le
había dado su opinión, y yo pensé que fue muy buen consejo. Pero ella de
todas maneras deseaba saber lo que yo pensaba que debía hacer. Yo sentía
que debía tomar el consejo de su esposo. Deseaba asegurarse que estaba
eligiendo la decisión más “espiritual”, pero al rechazar la dirección de su
esposo, estaba haciendo la decisión no espiritual.
No estoy diciendo que nunca debes pedir consejos de otra gente, pero
necesitas reconocer que si siempre estás juzgando la dirección de tu esposo,
eso tendrá un impacto negativo en la relación como pareja.
Si eres independiente, acuérdate de Eva. No te deshagas de la protección de
tu esposo y del gozo de dejar que te ayude con algo que deseas hacer.
Pidiéndole su ayuda te protegerá contra las malas decisiones y les ayudará a
crecer en su matrimonio.
21ª Hoja de Trabajo – ¡Pedir Ayuda!
1. ¿Te sientes agotada por todo lo que tratas de lograr?
¿Puedes disculparte fácilmente? Cuando sabes que has sido irrespetuosa con
tu esposo, ¿puedes pedirle disculpas? Decir, “discúlpame, te falté al respeto,”
trabaja muy bien. Tendrás que humillarte, pero recuerda que Dios da gracia a
los humildes (Santiago 4:6). Por eso es que la humildad es una fuerza – Dios
está a tu lado. También suavizarás el corazón de tu esposo.
Trato de hacer esto de inmediato cuando veo que estoy siendo irrespetuosa.
Si es más rápido mucho mejor, porque entonces ¡hay menos daño que
reparar!
22ª Hoja de Trabajo – Corrigiendo las Cosas
1. ¿Se te hace difícil pedir disculpas?
¿Tengo temor de algo?
Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son
hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.
1 Pedro 3:6
La siguiente vez que tengas un desacuerdo con tu esposo, hazte esta pregunta:
“¿Tengo temor de algo? Si puedes descubrir algún temor subyacente, estarás
mejor equipada para saber que es lo que debes superar. También puede
ayudarte a descubrir algo nuevo acerca de tí misma.
23ª Hoja de Trabajo – Superando El Temor
1. ¿Cuáles son tus temores más grandes?
• Ser pacifica.
“…no amenazaba…”
Hay muchas maneras en que amenazamos a nuestros esposos. “Te voy a
dejar de amar. ¡Nunca vuelvo a tocar un tema contigo! ¡Ya no te tolero!
¡Me voy a separar de ti! ¡Me voy a divorciar de ti!” Todas son amenazas.
Dios desea bendecírte con un buen matrimonio. El tiene grandes planes para
tu vida, pero necesitas estar dispuesta a sufrir de una manera justa. El sufrir
produce algo bueno en nosotras. La paciencia en el sufrimiento realmente es
uno de los frutos del Espíritu.
La Paciencia
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia [macrotumia]
amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
Gálatas 5:22-23
4. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a tener una respuesta justa cuando te sientes
lastimada.
2. Lee en Lucas 18:1 y en Gálatas 6:9. Si no obtienes resultados rápidos, ¿te desanimas? ¿Cuando es
más probable que te desanimes?
3. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a no desanimarte de ninguna manera mientras
que te esfuerzas a desarrollar un espíritu suave y apacible.
Jesús les contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin
desanimarse. -- Lucas 18:1
NOTAS FINALES:
____________________________
1 W.E. Vine, Diccionario Expositivo de Vine de las Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento
(Tarrytown, NY: Compañía Fleming H. Revell, 1981).
2 en la misma obra.
3 en la misma obra.
4 en la misma obra.
5 en la misma obra.
6 James Strong, Concordancia Exhaustiva de Strong (Nashville, TN: Editores Biblia de las Cruzadas,
Inc. ).
7 Vine.
8 en la misma obra.
9 Strong.
10 John Gray, Ph.D., Los Hombres Son de Marte, Las Mujeres Son de Venus (Nueva York, NY:
Harper Collins, 1992), p.15
11 Strong.
12 Vine.
13 Strong.
14 en la misma obra.
15 Erma Bombeck, Un Matrimonio Hecho en el Cielo o Demasiado Cansada Para un Romance (Nueva
York, NY: Harper Collins, 1993), pp. 6-7.
16 Strong.
17 John Eldredge, Salvaje en el Corazón (Nashville, TN: Editores Thomas Nelson, 2001), p. 51.
18 Robert Lewis y William Hendricks, Oscilación de los Papeles (Colorado Springs, CO: Navpress,
1991), p.99.
19 Strong.
20 Gray, p. 21.
21 Strong.
22 Vine.
23 Strong.
El "yo interno" contribuye a la formación de un espíritu suave y apacible, valioso delante de Dios, al ser un reflejo de la integridad y el respeto que se viven internamente. Un espíritu suave y apacible no se trata solamente de un comportamiento externo, sino de una actitud interna hacia Dios, que se manifiesta a través de acciones respetuosas y íntegras . Es importante construir un cimiento sobre la integridad y el respeto, trabajando desde el "yo interno" para desarrollar estas cualidades . Este desarrollo no es inmediato, requiere tiempo de introspección y oración para lograr cambios profundos en el carácter . Además, un espíritu suave está vinculado a una fuerza interna y paz que provienen de una relación cercana con Dios, lo cual es extremadamente valioso para Él . Asumir una actitud de confianza y entrega hacia Dios permite crecer en este espíritu, considerado de gran valor (polutelés) para Dios .
El respeto en la dinámica de la sumisión matrimonial juega un papel crucial para lograr una relación armoniosa y edificante. Según Efesios 5:33, la esposa debe mostrar un "respeto profundo" por su esposo, lo que implica una reverencia orientada por el corazón, no solo por obligación . Este respeto es necesario para fomentar un ambiente donde ambas partes se sienten valoradas y apoyadas, y es clave para la sumisión que se espera de las esposas dentro de un matrimonio cristiano . La falta de respeto, incluyendo ridiculizar o no valorar al esposo, puede dañar significativamente la relación marital . Además, el respeto es visto como un reflejo del amor y devoción a Dios, ya que la sumisión se fundamenta en una estructura espiritual y no en el control unilateral del esposo . Por tanto, el respeto mutuo y la disposición de someterse, basados en confianza y reverencia hacia Dios, son elementos esenciales para una relación conyugal saludable y conforme a los principios bíblicos .
La fe contribuye a un matrimonio saludable ayudando a superar los desafíos con una actitud paciente y positiva. Las escrituras resaltan la importancia de virtudes como el amor, la devoción a Dios, la paciencia y la humildad, las cuales son fundamentales para el crecimiento personal y mutuo en el matrimonio . La fe en Dios y su guía en momentos difíciles permite superar miedos y fortalecer el vínculo con el esposo . Además, las virtudes como el respecto mutuo, la comprensión y el apoyo recíproco en la toma de decisiones y en las tareas cotidianas son esenciales para la paz y estabilidad del hogar . El ejercicio de estas virtudes, incluido el amor y el afecto, asegura un ambiente de cooperación y desarrollo continuo dentro del matrimonio .
El temor puede tener un efecto perturbador en la comunicación conyugal al intensificar los desacuerdos. A menudo, el enojo en las discusiones deriva del miedo a no ser comprendido o a la percepción de pérdida de control . Este miedo se traduce en comportamiento defensivo o agresivo que puede llevar a discusiones acaloradas, reduciendo la efectividad de la comunicación y provocando más tensiones .
Las expectativas no satisfechas en celebraciones especiales dentro del matrimonio pueden llevar a tensiones y conflictos. Estos conflictos surgen cuando se intenta tomar el control de la situación en vez de colaborar y apoyarse mutuamente. Las diferencias pueden convertirse en disputas que causan resentimiento y distanciamiento entre los cónyuges . Para manejar mejor estas situaciones, es crucial fomentar una comunicación efectiva, donde se eviten palabras insensatas y se empleen respuestas suaves para calmar desacuerdos . También es importante que las esposas respeten el papel de liderazgo de sus esposos y que resuelvan desavenencias con un comportamiento íntegro y respectuoso, lo cual apoya una dinámica de respeto y armonía . Al desarrollar un espíritu de humildad en el matrimonio y confiar en las enseñanzas que se predican sobre roles y sumisión, se puede propiciar una relación más robusta y satisfactoria ."}
Las experiencias del día a día pueden afectar significativamente la construcción de un espíritu apacible en un matrimonio debido a las tensiones y presiones cotidianas, como las obligaciones laborales y familiares, que pueden llevar al distanciamiento y al conflicto . Esto se manifiesta en reacciones emocionales intensas, como la ira, que son opuestas a un espíritu apacible . Un espíritu suave y apacible requiere un compromiso continuo con la integridad y el respeto, y con un cambio interno centrado en la gentileza y en ser pacífico . Para mitigar esta influencia, es esencial trabajar primero en el "yo interno", desarrollando un cimiento de integridad y respeto . Además, es importante enfrentar los temores personales y no permitir que estos influyan negativamente en la relación . Practicar el control emocional, hablar con gracia y enfocarse en ser pacífico pueden reducir los conflictos y fortalecer el vínculo matrimonial . La paciencia y la perseverancia, así como buscar la ayuda divina para superar los desafíos diarios, son también fundamentales para mantener un espíritu apacible .
Una esposa puede ganarse a su esposo sin palabras a través de una conducta íntegra y respetuosa, comportándose de manera que refleje un espíritu apacible y suave . Este enfoque se basa en vivir de tal manera que su esposo pueda observar una conducta que es buena y piadosa, de manera que esto pueda lograr un cambio en él sin necesidad de confrontación o palabras . El poder de esta acción radica en el impacto que puede tener el ver un ejemplo viviente de respeto y rectitud, que a menudo es más elocuente y persuasivo que las palabras y puede llevar al esposo a reflexionar sobre su propio comportamiento .
Jesús se describe a sí mismo como humilde en Mateo 11:29, utilizando la expresión "apacible y humilde de corazón," que en griego se traduce como "praús," una cualidad que denota fuerza bajo control, poder sometido y una disposición a aceptar las decisiones de Dios sin resistencia . Esta humildad no implica debilidad, sino una fuerza interna que lo permitía ser accesible y cercano a las personas, pues no respondía con mal, sino que se sometía al plan de Dios . Su humildad hacía a Jesús accesible porque, al no imponer su poder sino más bien ofrecérselo a Dios, las personas podían acercarse a él sin temor .
Los desafíos principales al intentar cambiar a un esposo incluyen el riesgo de empeorar la relación a través de regaños, discusiones, o intentar forzar un cambio, lo que podría hacer miserables a ambas partes . En lugar de ello, las mujeres deben enfocarse en cambiar lo que pueden en sí mismas, cultivando un espíritu suave y apacible basado en la humildad y la integridad, lo cual puede influir positivamente en el esposo . La mejor estrategia es desarrollar un temor reverencial hacia Dios, enfocándose en el propio crecimiento personal y la actitud, lo que puede crear un ambiente propicio para el cambio en ambos. Este cambio debe buscarse desde el interior hacia el exterior, siendo genuino y no meramente superficial . Además, es vital trabajar en la comunicación basada en palabras llenas de gracia y respeto hacia el esposo, lo que puede ayudar a construir una relación más armoniosa .
El uso de palabras llenas de gracia, como lo ejemplifica Ester, puede tener un impacto positivo significativo en las relaciones matrimoniales al fortalecer el respeto y acercamiento entre los cónyuges. Esther, a través de sus palabras bondadosas y cuidadosas, logró influir en la decisión del rey favorablemente, lo cual demuestra que hablar con gracia puede facilitar la comunicación y evitar conflictos que dañen la relación . Las palabras llenas de gracia promueven la bondad, el respeto y el favor, lo que, en el contexto matrimonial, crea un ambiente más armonioso, hace que los esposos se acerquen más y se sientan valorados y entendidos . La gracia al comunicar necesidades o deseos puede transformar el ambiente en el hogar, permitiendo que las solicitudes se perciban como actos de amor y no de imposición, lo que a su vez fortalece el vínculo matrimonial .