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Un Espiritu Suave & Apacible (S - Virginia Lefler

El libro 'Un Espíritu Suave y Apacible' de Virginia Lefler explora la importancia de cultivar un espíritu suave y apacible en el contexto del matrimonio y la vida cristiana. A través de experiencias personales y referencias bíblicas, la autora anima a las mujeres a encontrar valor en estas cualidades, desafiando la percepción de que son débiles o inalcanzables. El texto también ofrece recursos y ejercicios para ayudar a las lectoras a reflexionar y crecer en su espiritualidad y relaciones.

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Un Espiritu Suave & Apacible (S - Virginia Lefler

El libro 'Un Espíritu Suave y Apacible' de Virginia Lefler explora la importancia de cultivar un espíritu suave y apacible en el contexto del matrimonio y la vida cristiana. A través de experiencias personales y referencias bíblicas, la autora anima a las mujeres a encontrar valor en estas cualidades, desafiando la percepción de que son débiles o inalcanzables. El texto también ofrece recursos y ejercicios para ayudar a las lectoras a reflexionar y crecer en su espiritualidad y relaciones.

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Un Espíritu Suave & Apacible

Por Virginia Lefler

Silverday Press
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Un Espíritu Suave y Apacible - Edición Revisada
Versión en español del libro
A Gentle & Quiet Spirit - Revised Edition
Derechos de Autor Reservados del año 2006. Ninguna parte de este libro
puede ser duplicado, copiado, interpretado, reproducido, o guardado
mecánicamente o electrónicamente sin el permiso escrito y especifico por
Virginia A. Lefler.

Publicado por Silverday Press - www.SilverdayPress.com


P.O. Box 1011, Downers Grove, IL 60515
Impreso en los Estado Unidos de América

Toda referencia a las Escrituras Bíblicas, ha sido tomada de la SANTA


BIBLIA, NUEVA VERSION INTERNACIONAL®, NVI®, a menos que se
indique de otro modo. Derechos de Autor ©1973, 1978, 1984 por la
Sociedad Internacional Bíblica. Usado con permiso de Zondervan. Todos
los derechos de Autor son reservados.

Escritura Bíblica tomada de la NEW AMERICAN STANTARD BIBLE®,


Derechos de Autor © 1962, 1962, 1963, 1968, 1971, 1972, 1973, 1975, 1977,
1995, por Lockman Foundation. Usado con permiso.
Numero de control de la Biblioteca del Congreso: 2011901226
ISBN 13: 978-0-9729903-6-3
Contenidos
Romeo & Julieta – Sin el Veneno
Una Nueva Perspectiva
Temor a la Sumisión
Las Hijas de Sara
¿Porque Yo?
Auto-Evaluación
Cuando Hay Dolor
Felices Para Siempre
Gracias especiales a Juana Orzechowski y a Wendy Ellis por la traduccion y
las correcciones.
Romeo & Julieta – Sin el Veneno
En el año 1972, yo tenía veinte años y mi novio tenia veinticuatro. Nos
habíamos conocido en una tarea de trabajo en el Centro de Nebraska para la
Educación Continua. Poco sabíamos lo apropiado que “Educación Continua”
describiría nuestra relación a través de los años.
El movimiento de la liberación femenina estaba en su apogeo. Yo no estaba
lista para quemar mi brazier, y algunas de sus ideas me sonaban razonables.
Jim y yo ya hacíamos planes para casarnos. Yo deseaba un matrimonio
moderno – todo debía ser justo. Yo no seria una “alfombra” para mi esposo,
ni usaría la palabra “obedecer” en mis votos de boda. Jim y yo nos casamos
en Septiembre de ese año.
El primer año de nuestro matrimonio fue maravilloso. Compramos nuestra
primera casa ese año y todavía pudimos ahorrar para alguna emergencia.
Asistíamos regularmente a los servicios de la iglesia y a los estudios
Bíblicos. Durante este primer año, Jim era mi mejor amigo.
Nuestro primer hijo nació en el quinto año de casados, y dos años después
nació nuestro segundo hijo. Al sentir crecer las responsabilidades y las
exigencias de la vida, me sentí menos y menos “enamorada” de mi esposo.
En vez de acercarnos más uno al otro, empezamos a distanciarnos. Por fuera,
aparentábamos tener un buen matrimonio. Construimos un hermoso nuevo
hogar y amábamos a nuestros dos adorables hijos. Disfrutábamos de muchas
actividades con amistades y familiares. Pero había un conflicto continuo en
nuestra relación que no sabíamos como resolver.
Yo todavía pensaba que un matrimonio moderno era lo que yo quería.
Deseaba ser una buena esposa para Jim, pero me era más conveniente buscar
consejo para mi matrimonio en la revista para mujeres, Ladies Home Journal,
que en la Biblia. Yo pensaba que el propósito de la Biblia era de enseñar
doctrina religiosa. Yo no tenía la menor idea que las Escrituras eran la llave a
una relación íntima y agradable con mi esposo. ¿Qué Jesús y Pablo no eran
solteros? ¿Que podrían decir ellos que me ayudara? Esto eliminaba una gran
parte de la Biblia.
Los conflictos continuaron. Cuando yo leía acerca de los frutos del Espíritu –
amor, gozo, y paz – estaba más cerca al lado vacío que del lleno,
especialmente en mi matrimonio. Mi matrimonio no reflejaba la rectitud de
la cual yo leía en las escrituras. Luego, agradecidamente, después de once
años de casados, aprendimos lo que en verdad significaba ser discípulos de
Jesús. Empecé a leer la Biblia con un nuevo propósito. Incluso, encontré que
Jesús y Pablo tenían algunas cosas profundas que decir acerca del
matrimonio.
Si me hubieras conocido en aquel tiempo, no me hubieras descrito como una
persona suave y apacible. No recuerdo la primera vez que leí 1ª Pedro 3:1-6,
pero si recuerdo algunos de mis primeros pensamientos como una esposa
joven y recién casada: “¿Porque no me hizo Dios como Melanie en “Lo que
el Viento se Llevo” - mansa, de tono suave y apropiado? ¿Porque habría de
querer Dios que yo fuera de cierta manera y luego poner en mí un espíritu tan
diferente?” ¿Fue solo que me toco la mala suerte? – ¿como el no haber tenido
dientes rectos? Por lo menos para eso podía ir al ortodoncista.
Tengo que decir que mi matrimonio ha sido una aventura. He tenido una
fuerza enérgica en mí para encontrar esa dicha marital, que siempre he
descrito a mis amigas como Romeo y Julieta – sin el veneno. Ya tengo más
de treinta años de casada. He disfrutado muchos años como discípula de
Jesús y he visto a Dios ayudarnos a Jim y a mi a crecer mucho más cerca el
uno del otro en nuestro matrimonio. Dios ha bendecido nuestro matrimonio
de muchas maneras.
Después que Jim fue nombrado Anciano en la iglesia, de vez en cuando
dábamos clases de matrimonios, compartiendo lo que habíamos aprendido.
Al tratar de ayudar a otras parejas casadas, nos dimos cuenta que había un
estancamiento que nunca habíamos podido superar en nuestro propio
matrimonio. Era una frustración para los dos. Cuando mirábamos que no
podíamos progresar en esta área, nos enfocábamos en otras cosas como en
nuestros hijos, nuestros trabajos, o en el ministerio. Pero tarde o temprano
nos encontrábamos de nuevo en el mismo punto de conflicto. Otra vez
estábamos allí, y habíamos perdido nuestro caminar feliz. Nos reunimos con
otra pareja una noche para hablar de los conflictos que estábamos teniendo y
recibir consejo. Al describir y explicar lo que nos sucedía, nos dijeron que ya
era tiempo para un nuevo crecimiento.
En ese tiempo yo había orado mucho a Dios que me ayudara a crecer
espiritualmente más ese año que cualquier otro año desde que me había
convertido en una discípula. Yo había experimentado mucho crecimiento
espiritual durante mis primeros años como discípula, pero ya tenia tiempo
que no me acercaba a las escrituras o a mis tiempos de oración con el énfasis
en mi propio crecimiento espiritual. Yo no tenía ninguna idea como Dios
contestaría mis oraciones por mucho crecimiento, pero Dios vio muchas áreas
en mi vida que yo podía mejorar. El estaba por ayudarme a hacer unos
cambios profundos en mi carácter. Era como si Dios hubiera prendido un
letrero de neón señalando que mi matrimonio era el lugar donde yo debía
crecer. Así que comencé un estudio profundo acerca del matrimonio.
Al hablar con otras mujeres de lo que yo estudiaba, descubrí que muchas
mujeres hacen frente hoy a un dilema en vista de la enseñanza bíblica acerca
del tema de un espíritu suave y apacible. Quieren agradar a Dios, pero
piensan que estas cualidades no son atractivas o alcanzables. Algunas
compartieron que ven lo suave y apacible como cualidades débiles o pasivas.
Algunas otras sentían que estas cualidades eran inalcanzables debido a su
propia personalidad sobresaliente.
Entonces, ¿que puede hacer la mujer Cristiana moderna? Pues, ¡toma animo
porque te tengo buenas noticias! La verdad es que estas cualidades son
asombrosas, tanto atractivas como alcanzables. Podemos aclarar estas malas
interpretaciones mirando al contexto original en el griego. Además, muchas
mujeres se sorprenden al encontrar que “suave” y “apacible” no son
cualidades femeninas. Estas cualidades ayudaron a Jesús a vivir una vida
recta y poderosa. Así que, ¡ponte lista para fortalecer tus músculos
espirituales!
Yo te comparto estas cosas como un consejo entre hermanas – no como
consejera profesional. Espero que estas escrituras bendigan tu vida como lo
han hecho en la mía. La mayoría de este libro está escrito desde la
perspectiva de una esposa, pero un espíritu suave y apacible es para todas las
mujeres, sean casadas o solteras.
Te animo que uses las páginas del diario que se encuentran al final de cada
capitulo para que hagas apuntes, escribas oraciones, y anotes tu progreso. Te
serán un tesoro cuando regreses a ellas para buscar ánimo.
Otros Recursos: Te invito a escuchar una lección introductoria de 35
minutos que habla acerca de los desafíos que afrentamos al convertirnos en
mujeres de espíritu suave y apacible. Esta audio lección y otros recursos
están disponibles en el www.SilverdayPress.com y es completamente gratis.
¡Que Dios te bendiga mientras creces en un espíritu suave y apacible!
Virginia Lefler

1ª Hoja de Trabajo – Definiciones


1. Antes de comenzar este estudio, escribe tu definición de “suave” y “apacible”.
- Capítulo 1 -
Una Nueva Perspectiva
Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no
creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que
por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. Que la belleza de
ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos,
joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que
procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que
tiene mucho valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas
mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara,
que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el
bien y viven sin ningún temor.
1ª Pedro 3:1-6

Se cubre tanto en este pasaje que seria fácil no ver la mejor parte. Metido en
el centro de éste pasaje se encuentra “ésta si que tiene mucho valor delante de
Dios.”
De Gran Valor
¿Te puedes imaginar algo que sea valuable delante de Dios? El es el
creador. ¿No lo tiene él todo? Leemos en la Biblia que él no necesita nada
(Hechos 17:25); sin embargo, 1ª Pedro 3:4 dice que hay algo que es de
mucho valor para él.
La palabra Griega traducida “gran valor” es polutelés.
Definición: Polutelés (pol-u-tel-és) lo máximo o el limite, refiriéndose a un precio;
extremadamente costoso, demasiado caro, demasiado precioso. 1

Polutelés significa lo máximo o el límite. En otras palabras, esto es lo


máximo en la lista de lo que Dios considera ser lo más precioso para él.
¿Que piensas que Dios valora? ¿Hubieras nombrado el espíritu suave y
apacible como una de las cosas que Dios valora en lo máximo?
¿Qué es algo de máximo valor para ti? Yo tengo mi anillo de compromiso
que es un diamante y me encanta. Lo trato con gran cuidado por su valor y
por su significado sentimental. Tengo muchas otras cosas que valoro y
protejo, pero no están en lo máximo de mi lista. Mi familia es lo máximo en
mi lista. Yo daría mi vida por ellos. Son invaluables para mí.
A veces no es claro a lo que nos referimos con la palabra “gran”. Si eres
soltera y yo te busco una cita con un hombre que no conoces y te digo que
este es un “gran” hombre, probablemente me harías algunas preguntas. “¿Que
tiene de ‘gran’?” O, “¿Que tan ‘gran’ es?”
Muchas veces usamos la palabra “gran” casualmente. Tal vez decimos que
es un “gran” día, pero solo estamos casualmente comparando los últimos
días. Sin embargo, Dios no usa la palabra “gran” casualmente. Polutéles
significa lo máximo o el límite refiriéndose al valor. Esta palabra Griega
también se usa en Marcos 14:3-5.
… llego una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso
[polutelés], hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramo el perfume sobre la
cabeza de Jesús…podía haber sido vendido por muchísimo dinero…
Marcos 14:3-5

Este pasaje nos da más entendimiento sobre la palabra polutelés. Este


perfume valía más que los ingresos de un año. Yo, personalmente, nunca he
gastado más de la mitad de lo que ingreso en un día para comprar un
perfume. La mayoría de los perfumes hoy cuestan entre $25 y $100. El
perfume más caro que yo he visto costaba $400 por onza. Pero aún la
comparación de ese perfume, no se acerca a uno que costara más de un año
de ingresos.
Si tu tuvieras un frasco de perfume que costara más que tus ingresos de un
año (o que pudieras ganar en un año) ¿como lo cuidarías en comparación a
tus otros frascos de perfume? Y ¿cómo lo describirías en comparación a tus
otros perfumes? Yo probablemente repetiría la palabra “muy” varias veces
para dejar bien claro cuán valioso es – “que es muy, muy, muy caro este
perfume.” Cuando se compara el perfume que fue derramado sobre Jesús con
cualquier otro perfume, es en gran medida el más valioso.
Cuando Dios dice polutelés en 1ª Pedro 3:4, el esta diciendo de GRAN valor
o MUY preciado. ¡Esto es lo máximo en su lista! Un espíritu suave y
apacible es de increíble valor para él.
2ª Hoja de Trabajo – De Gran Valor
1. ¿Que es lo que tú más valoras?

2. Según 1ª Pedro 3:1-6, ¿que es lo que Dios valora?


3. ¿Te sientes valorada grandemente por Dios?
4. ¿Has buscado constantemente obtener las cualidades de un espíritu suave y apacible?

5. ¿Qué impacto hace en ti el sentirte valorada?

6. Considera las cosas que te encantan más. A través del día de hoy, considera a Dios encantado
contigo de esta manera.

7. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a entender cuanto él valora un espíritu suave y
apacible.

Dedíquense a la oración, perseveren en ella con agradecimiento.


Colosenses 4:2
Suave
La palabra Griega traducida “suave” o “humilde” es praús. Hay tres
escrituras en el Nuevo Testamento donde se usa la palabra praús en su
contexto original.
Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y
consiste en un espíritu suave [praús] y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante
de Dios.
1ª Pedro 3:4
Digan a la hija de Sión: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde [praús] y montado en un
burro, en un burrito, cría de una bestia de carga.”
Mateo 21:5
Dichosos los humildes [praús], porque recibirán la tierra
como herencia.
Mateo 5:5
Definición: Praús (prah-us) Antes que nada, es como respondemos a Dios. Es un
temperamento de espíritu que acepta las decisiones de Dios como buenas, sin conflicto o
resistencia y el cuál esta cercanamente ligado a la palabra humildad. Es solamente el corazón
humilde el que es praús, y que no lucha contra Dios. Praús es lo contrario a la altivez y al
interés-propio.
El significado de praús no se traduce fácilmente del Griégo, pues los términos de suavidad y
humildad, comúnmente usados, sugieren debilidad, mientras que praús ni se acerca a esos
significados. Comúnmente se asume que cuando un hombre es humilde o suave, es porque no
puede ser de otra manera, pero nuestro Señor fue praús porque tenía los recursos infinitos de
Dios a su disposición. 2

Praús significa el poder bajo control, o el poder sometido o rendido. Se toma


gran fuerza interna para ser praús. La palabra “humilde” lleva mucha
referencia a las acciones de una persona, mientras que praús tiene más que
ver con la condición de la mente y el corazón. 3 El uso moderno para las
palabras “suave” y “humilde” es el de ser débil, falto en espíritu y coraje. El
no tener fuerza interna y dejarse llevar fácilmente, es como algunos perciben
un espíritu suave y apacible. Tal vez así es como percibió Pilato a Jesús en
Mateo 27:13-14, pero Jesús no respondía a Pilato porque tenía fuerza interna.
Considera a Jesús en el versículo siguiente. Imagina este instante:
Digan a la hija de Sión: “Mira, tu rey viene hacia tí, humilde [praús] y montado en un
burro, en un burrito, cría de una bestia de carga.”
Mateo 21:5
¿Te imaginaste a Jesús viéndose dócil mientras que montaba el burro
entrando a Jerusalén? Lee de nuevo la definición de praús y piensa en Jesús
entrando a Jerusalén. Cuando dice que Jesús era praús, está describiendo su
actitud hacia Dios. Jesús sabía que estaba por ser crucificado, y aún así
estaba dispuesto a entrar a Jerusalén. El era praús.
Cuando Jesús fue arrestado, el dijo en Mateo 26:53, “¿Crees que no puedo
llamar a mi Padre y al instante pondría a mi disposición más de doce legiones
de ángeles?” Una legión es un ejército de hasta 5,000 hombres.4 Jesús está
diciendo que él podría haber llamado a más de 60,000 ángeles. ¡Una sola
legión hubiera sido suficiente! El tenía un poder infinito que nosotros no
podemos ni imaginar. Considera esto por un momento: Jesús era humilde
(praús), porque tenía increíble poder a su disposición, y escogió no usarlo. A
lo contrario, se sometió a Dios y se dispuso a si mismo para el plan de Dios
en su vida. El era humilde para con Dios.
¿Fue así como describiste tú a la mujer “suave” en la primera hoja de
trabajo? Después de estudiar la palabra griega praús y encontrar que
describe a una mujer fuerte y no a una mujer débil, ha cambiado
drásticamente mi manera de entender este pasaje. Lo encuentro mucho más
atractivo.
Apacible
La palabra en el Griego para “apacible” es esuquios.
Definición: Esuquios (e-sú-ki-os) tranquilidad que sale de adentro de una persona,5 en paz y
sin perturbar, pacífica y reservada.6

Cuando yo era niña, vivía cerca de un manantial donde mi papá nos llenaba
garrafones de agua. Alguien había puesto un dique de concreto en la tierra
alrededor del manantial para que el agua se pudiera sacar fácilmente. Me
encantaba ir allá. Era un lugar pacífico donde el agua constantemente
burbujeaba de entre la tierra y se desbordaba. Me desconcertaba como año
tras año el agua seguía saliendo. Había una fuente invisible bajo la tierra que
como niña, yo no podía comprender. Me acuerdo de ese manantial cada vez
que leo esta definición de “tranquilidad que sale de adentro.” El espíritu
apacible también tiene una fuente invisible. Viene de una confianza profunda
en el amor de Dios, en su protección y en sus promesas.
Hay muchas cosas que enfrentamos a diario que nos demuestran si tenemos o
no ésta clase de espíritu. ¿Te describen las palabras “tranquilidad que sale de
adentro?” ¿O te describen mejor “llena de tensión?” La tensión, y no la
tranquilidad, es como se describen muchas mujeres hoy en día. Piensa en la
semana pasada, ¿Como fue para ti y para los de tu hogar? ¿Fuiste “no
perturbada” por los eventos que enfrentaste y fuiste “no perturbadora” a los
que te rodeaban? ¿Alzaste tu voz en algún momento o perdiste el control?”
¿Fuiste pacífica mientras hacías tus quehaceres? Estoy asumiendo que haz
estado ocupada. No me refiero a que si tienes o no una vida de ocio; me
estoy refiriendo a una cualidad interna.
De nuevo, Jesús es el ejemplo perfecto de esuquios. Montones de gente
seguído lo rodeaban, gente necesitada, con hambre y enferma (suena como
una familia ocasionalmente). Lucas 8:42 dice, “Jesús se puso en camino y las
multitudes lo apretujaban.” Dice poco después que una mujer lo tocó, y Jesús
tomó el tiempo para investigar. No igual a sus discípulos, los cuales
impulsaban a Jesús que hiciera retirar a la gente necesitada (Marcos 6:36),
Jesús se mantenía tranquilo entre la muchedumbre. También leemos de un
instante cuando Jesús dormía en un barco durante una tormenta. Se puede
ver la paz increíble de Jesús y su confianza en Dios mientras que trata con el
miedo de sus discípulos (Mateo 8:23-26).
Jesús confiaba completamente en Dios. Considera este pasaje siguiente:
Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió me ordeno que decir y
cómo decirlo. Y se muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo
es lo que el Padre me ha ordenado decir.
Juan 12:49-50

El sabía que el mandato de Dios lo llevaría a la vida eterna, en otras palabras,


lo regresaría al cielo. El confiaba en Dios completamente, incluyendo que
decir y como decirlo. ¡Que nivel de confianza más notable!
Hay muchas escrituras que nos dan dirección en que decir y que no decir,
como decirlo y como no decirlo. Es mi meta llegar a confiar en Dios
completamente, pero ocasionalmente mi falta de tranquilidad me demuestra
que no lo estoy haciendo. Cuando me encuentro en una situación tensa es
cuando soy más capaz de decir o hacer cosas que después lamento. En estos
momentos, casi siempre puedo ver que no estoy confiando en Dios de alguna
manera. Considera las siguientes escrituras:
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él,
para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13
Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante el. ¡Dios es
nuestro refugio!
Salmos 62:8
No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.
Juan 14:1

El espíritu apacible no es una cualidad “ligera”. Viene de una confianza


profunda en el amor de Dios, en su protección y en sus promesas.
3ª Hoja de Trabajo – Suave y Apacible
1. ¿Han cambiado tus definiciones para suave y apacible de lo que escribiste en la 1ª Hoja de trabajo?
Si es así, ¿cómo cambiaron? Vuelve a escribir las definiciones de acuerdo a lo que acabas de
aprender.

2. Jesús se describe a sí mismo como humilde en el siguiente versículo. Ahora, con la definición
Bíblica en mente, ¿como es que ésta cualidad hace a Jesús más accesible?

Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y
encontraran descanso para su alma.
Mateo 11:29

3. ¿Puedes pensar en otros momentos en la vida de Jesús en que le hubiera sido difícil no usar el poder
que el tenía a su disposición?

4. ¿Te describe a ti la frase, “tranquilidad que fluye de adentro” o estás llena de tensión?

5. ¿Que es lo que te causa la mayoría de tensión?

6. ¿Es tu matrimonio pacífico? (Si eres soltera, ¿tienes paz como mujer soltera?)

7. Escribe una oración pidiendo a Dios que te ayude a crecer en un espíritu suave y apacible.

…los que buscan al Señor, nada les falta.


Salmos 34:10
Resumen
1ª Pedro 3:1-6 describe a una mujer asombrosa. Ella es una mujer de gran
fuerza interna, quien tiene una relación cercana con Dios. Ella confía en la
dirección de Dios, y la paz desborda de su corazón. Ella es tanto praús como
esuquios.
¿Fue esta una perspectiva nueva para ti, lo de “suave,” “apacible,” y de “gran
valor”? Si es así, leer todo esto solo una vez probablemente no será
suficiente. Romanos 12:2 dice, “No se amolden al mundo actual, sino sean
transformados mediante la renovación de su mente.” La renovación de la
mente es un proceso. Por eso es que necesitamos leer la Biblia a menudo.
A través de este libro, repasaré las definiciones de suave y apacible. Sin una
meta clara de lo que estamos tratando de alcanzar, sería difícil progresar.
Estas cualidades increíbles están disponibles para todas nosotras. Si tenemos
la perspectiva de Dios de lo invaluable que son estas cualidades para él, nos
motivará cuando se nos haga difícil. Uno de mis libros de referencia describe
a praús como, “gracia labrada del alma.”7 Labrada en este contexto significa
tejido en una tela, como el hilado de una tapicería o una hermosa costura. Es
un proceso que toma su tiempo, pero es tiempo bien empleado.
- Capítulo 2 -

Un Corazón Nuevo
…si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el
comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y
respetuosa.
1ª Pedro 3:1-2

Según este pasaje, una esposa puede ganarse a su esposo en una manera muy
peculiar – ¡sin palabras! Yo he pensado que “sin palabras” tiene que ser la
instrucción más difícil en la Biblia. ¡Yo casi siempre tengo algo que decir!
Yo he tratado de ganarme a mi esposo con muchas palabras, y de vez en
cuando lo he logrado; sin embargo, muchas veces ha causado situaciones
muy tensas. He tenido muchas discusiones con Dios acerca de la parte, “sin
palabras”. “Dios ¿Y que tal si Jim se equivoca?” “¿Que tal si no entendió lo
que le dije? ¿Se lo diré de nuevo, porque parece no comprender mi punto de
vista? Ocasionalmente trate el método “sin palabras” pero lo hacia con un
espíritu amargo, mejor conocido como “la ley del hielo”.
En realidad, “sin palabras” solo tiene poder si es combinado con una
conducta íntegra y respetuosa. Según este pasaje, te puedes ganar a tu esposo
con integridad y respeto. La integridad y el respeto tienen que ser visibles.
No se trata del conocimiento – se trata de tu vida. Yo he visto a mi esposo
cambiar su modo de conducta cuando le he respondido con respeto.
La integridad y el respeto en realidad son clave para un espíritu suave y
apacible. Me tomó mucho tiempo para entender esto. Recuerda que praús es
más que el comportamiento externo de una persona – es primeramente
nuestra actitud hacia Dios. Considera la versión de la Biblia de Las Américas
en 1ª Pedro 3:3-4:

Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos
lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y
sereno, lo cuál es precioso delante de Dios.
1ª Pedro 3:3-4(LBLA)

El “yo interno” es tu verdadera persona. En los primeros años de mi


matrimonio, trataba yo de ser suave y apacible, pero esto era generalmente de
breve duración. Hacia bien mientras los días eran suaves y no había presión,
pero luego cuando algo sucedía que me trastornaba, mi reacción no era de
autodominio. ¡Una vez estaba tan enojada que de pura rabia, lance una carne
asada congelada a través de la cocina! Haciendo algo por rabia es lo
contrario a ser entregada y pacífica. Después de un episodio de rabia, me
sentía tan culpable y prometía a mi misma que no volvería a suceder. El
problema era que yo no sabía como construir ese cimiento sobre el cual hacer
este cambio. Primero tienes que trabajar con el “yo interno”. El espíritu
suave y apacible se trata tanto del “ser” como del “hacer”. Yo necesitaba
empezar con un cimiento de integridad y de respeto para poder empezar a
desarrollar un espíritu suave y apacible. Yo necesitaba un corazón nuevo.
Quiero advertirte que no brinques a la parte “de hacer” muy rápido. Podrías
leer este estudio rápidamente y no tomar el tiempo para considerar como
necesitas cambiar. Cambios profundos de carácter toman tiempo. Toma
tiempo en completar las hojas de trabajo, y ponte en oración acerca de estas
áreas de tu vida. Es importante primero entender la parte del “ser”. Como
ya he dicho, he tratado de ponerme un espíritu de suavidad y apacibilidad por
fuera, envés de hacerlo por dentro – tu sabes, la idea de hacer algo con
falsedad pero que aparenta ser verdad. Sin embargo, cambiar de adentro
hacia afuera es mucho más efectivo. Jesús les advirtió a los Fariseos acerca
de limpiar el vaso por dentro y dejarlo sucio por fuera. (Mateo 23:26) Ellos se
enfocaban más en sus acciones que en el corazón que estaba detrás de sus
acciones. Así que primeramente, absorbe todo lo que puedas respecto al
corazón que necesitas tener.
La Primera Clave – La Reverencia

Hay tres versículos en el Nuevo Testamento específicamente dirigidos a las


mujeres o las esposas acerca de ser reverentes.
1) La Reverencia Para Dios – 1ª Pedro 3:2

En 1ª Pedro 3:2, la palabra Griega traducida “reverencia” es fobos.


…al observar su conducta integra y respetuosa [fobos].
1ª Pedro 3:2
Definición: Fobos (fo-bos’) miedo, temor, o terror, un miedo reverencial hacia Dios como
una motivación controladora de la vida en los temas espirituales o morales. No es
simplemente un miedo de su poder o de su retribución justa, sino, un temor sano de no
agradarle. Es un miedo que influye la disposición y la actitud de la persona cuyas
circunstancias son guiadas por la confianza en Dios. Este temor reverencial hacia Dios nos
inspira un esmero constante al tratar con otros, en su reverencia.8

Miedo, temor, y terror, no son palabras con sentido atractivo. Al leer ésta
definición me hizo reflexionar en mí caminar con Dios. Esta definición
describe a una mujer que toma muy en serio su relación con Dios, una mujer
que tiene un temor de Dios. Ella tiene un temor sano de no agradarle, pero a
la vez no se retira de él por miedo. Así que, “¿debo temer a Dios o amarlo?
¡Las dos cosas! Dios ha demostrado un amor increíble por nosotros y tiene
nuestra eternidad en sus manos.
A veces nos hace bien mirar lo contrario de algo para poder obtener mejor
entendimiento. Un ejemplo de la irreverencia es la historia de Uza en 2ª
Samuel 6:1-19, cuando David trasladaba el arca de Dios. (Si no recuerdas la
historia, toma unos minutos ahora mismo y léela.) El arca de Dios era un
cajón de madera cubierto de oro puro por fuera y por dentro (Éxodo 25:10-
16). Se consideraba algo muy santo. David decidió mover el arca, pero en
lugar de pedir a los hombres de la tribu de los Coatitas que la movieran, la
puso sobre una carreta nueva tirada por bueyes. Cuando los bueyes
tropezaron, Uza extendió sus manos y sostuvo el arca de Dios. Uza murió
por su “hecho irreverente.”
Uza es un ejemplo de la irreverencia. Yo antes pensaba, “Pobre Uza, ¡solo
trataba de ayudar! ¿Por qué tuvo que morir? Después de estudiar la
reverencia hacia Dios, empecé a entender. Dios había sido muy claro como
se debía mover el arca. A cada punto, las instrucciones de Dios fueron
ignoradas. La indiferencia de Uza a la palabra de Dios fue “irreverente.”
Ser indiferente a la palabra de Dios respecto al matrimonio sería irreverente.
Dios ha dicho claramente cómo una esposa debe seguir la dirección de su
esposo. Más hoy en día, éstas escrituras frecuentemente son ignoradas. ¡No
seas como Uza! No te acerques a la irreverencia. No toques el papel del
líder en tu matrimonio. Tal vez no caigas muerta al instante, pero alguna
parte de tu matrimonio sí morirá.
Ha habido muchas veces en mi matrimonio cuando he tomado el papel de
líder porque quería ser buena ayudante. A veces me negaba a someterme a la
dirección de Jim porque pensaba que yo tenía una mejor idea. Mantenernos
fuera del papel de líder puede ser bastante desafiante. Esto toma reverencia
hacia Dios, porque tu esposo puede equivocarse como lo hizo David. ¿Que
tal si tu esposo se equivoca? En realidad, la mejor pregunta sería: ¿Que
pensará Dios de ti, si tú asumes el control? ¿Estarás dando honra a Dios?
¿Que hubiera sucedido si Uza hubiera dejado que el arca cayera al suelo?
Bueno, yo no sé la respuesta a esa pregunta, solo sé que Uza no debió
tocarla. David no estaba obedeciendo a Dios, pero de todas maneras, Uza no
debía de haber tocad el arca. Después David comprendió la seriedad de éste
mandato de Dios (1ª Crónicas 15:1-2); sin embargo, Uza ya no existía para
gozar la celebración.
Dios nos ha dado instrucciones muy específicas de cómo ser esposas santas
para que podamos recibir las bendiciones de un gran matrimonio. El desea
bendecirnos, pero tenemos que confiar en él. Si no estás completamente
entregada a Dios en tu vida, encontrarás muy difícil crecer en un espíritu
suave y apacible. Es una aplicación de confianza. Hay algunas preguntas
que tenemos que resolver en nuestra mente antes de poder tener completa
confianza en Dios: ¿Dios sabe de lo que esta hablando? ¿Es en serio lo que
él habla? Las escrituras que se encuentran en la Biblia acerca de las mujeres,
¿Son aplicables para la mujer de hoy, o son solo guías culturales de hace
miles de años?
Hay muchas historias Bíblicas que demuestran la seriedad de las cosas que
Dios habla. Uza es sólo uno de esos ejemplos. También aprendemos mucho
de las enseñanzas de Dios poniéndolas en práctica en nuestras propias vidas.
Considera estas escrituras:
El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios, reconocerá si mi enseñanza proviene
de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
Juan 7:17
Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella,
no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
Santiago 1:25

Uza podía haber pensado que las instrucciones acerca del arca eran arcaicas,
tal vez nunca había oído hablar de ellas. ¡Pero pronto se dio cuenta que las
instrucciones de todas maneras le aplicaban a él!
Ambos, hombre y mujer han batallado en desempeñar su propio papel desde
el principio. La independencia de Eva en el Jardín del Edén causó su caída,
luego ella pasó la culpa (Génesis 3:1-13). Eva, en su corazón no confió en
Dios, ni tampoco se entrego á Dios en sus hechos.
Las mujeres, a través de los siglos han tenido la misma lucha que tenemos tú
y yo. Queremos amar y ser amadas, y queremos la seguridad para nuestras
familias. Queremos sentirnos importantes y valoradas. Las mujeres de la
Biblia tenían estos mismos deseos. Las escrituras tienen el mismo poder para
nosotras hoy en día, y las promesas de Dios todavía son verdaderas.
Considera estos versículos en relación a tu matrimonio:
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
Hebreos 13:8
Jesús le respondió, - Escrito está: “No sólo del pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.”
Mateo 4:4
Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien
en prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que
despunte el día y salga el Lucero de la Mañana en sus corazones. Ante todo, tengan
muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación
particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana,
sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.
2ª Pedro 1:19-21

Haremos bien en prestar atención a las escrituras relacionadas al matrimonio.


Aún aplican a nosotros hoy en día, y tienen las respuestas a cualquier
problema que podamos enfrentar. Dios tiene grandes planes para tu
matrimonio. Confía en él.
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su
Dios, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo cuanto hay en ellos, y que
siempre mantiene la verdad.
Salmo 146:5-6

Al mirar yo a través de los 30 años de mi matrimonio, puedo decir por


experiencia personal que Dios sabe lo que dice. Me ha ayudado a construir un
matrimonio íntimo y cercano. Mis temores que fueron estimulados por el
movimiento de la liberación de mujeres habían sido infundados. Amo mucho
mi papel en mi matrimonio y estoy enamorada de mi esposo. Todo esto ha
sucedido porque lo he hecho a la manera de Dios, no a la mía. Tuve que
crecer en mi reverencia hacia Dios para ganarme las cosas que él ha
prometido. Y aunque a veces ha sido difícil, las bendiciones han mostrado
que vale la pena esforzarse.
4ª Hoja de Trabajo – Reverencia Para Dios
1. Escribe la definición de “reverencia” (fobos).

2. Considera los versículos siguientes que contienen la palabra fobos en su contexto original. ¿Eres
reverente con Dios?

Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que


contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de
nuestra santificación.
2ª Corintios 7:1
Ya que invocan como Padre al que juzga con imparcialidad las obras de cada uno,
vivan con temor reverente mientras sean peregrinos en este mundo.
1ª Pedro 1:17
3. ¿Es tu reverencia a la palabra de Dios obvia para tu esposo?

4. ¿Confías en la palabra de Dios respecto al matrimonio?

5. Escribe una oración pidiendo a Dios que te ayude a crecer en tu reverencia hacia él.

Oren sin cesar.


1ª Tesalonicenses 5:17
2) El Respeto Para Tu Esposo – Efesios 5:33
El segundo versículo que habla acerca de la reverencia es Efesios 5:33. La
palabra en el Griego es fobeo. Fobeo se puede traducir “reverencia” o
“respeto.”
…y que la esposa respete [fobeo] a su esposo.
Efesios 5:33
Definición: Fobeo (fo-beh’-o) estar asustada, estar alarmada; tener temor, es decir, venerar;
tener miedo, miedo, reverencia. 9

En este versículo, fobeo es traducido “respeto.” ¡Quedé bastante sorprendida


cuando leí la definición de fobeo! ¿Que significa respetar a tu esposo?
Cuando yo era adolescente, cantaba las palabras de la cantante Aretha
Franklin: “R-E-S-P-E-T-O, averigua lo que significa para mí.” Yo sabía lo
que esa palabra significaba para mí, pero no era a lo que Dios se refería. Yo
he sentido este tipo de respeto (fobeo) para Dios, pero nunca recuerdo haber
tenido temor para con mi esposo. Ha habido veces que le he tenido desprecio
a mi esposo en vez de temor. Me ha tomado bastante tiempo para llegar a
entender el impacto que esto ha tenido en mi relación con Jim, y lo difícil que
sería para él dirigirme o simplemente influir en mi manera de pensar.
Yo había aprendido como demostrar un respeto de obediencia a mi esposo,
pero aún eso era difícil a veces, porque yo conocía sus debilidades mejor que
nadie. Así que fue un desafío bastante grande para mí, leer el significado de
fobeo. Esta definición se trata del corazón más que de los hechos. Decidí
que necesitaba ayunar y orar, porque quería empezar a ver lo mejor en mi
esposo y responderle de una manera que demostrara un respeto y temor
profundo de mi corazón.
Así que, prácticamente, ¿que significa en realidad respetar a tu esposo?
Cuando se respeta a una persona profundamente, se le habla de tal manera
con un tono de voz que hace obvio a cualquiera que escucha, el respeto que
se le tiene a esa persona – especialmente a tu esposo. Esto significa no hablar
de una manera humillante, degradante o exigente. Respetas sus ideas y sus
decisiones. Cuando tú tienes temor reverente a alguien, buscas sus consejos
y dejas que tu vida sea influida por ellos. Significa que escuchas sus
consejos, aunque conozcas sus debilidades.
El autor llamado John Gray, quien escribió el libro Los Hombres Son de
Marte, Las Mujeres Son de Venus, entrevistó a 25,000 personas que fueron
participantes en sus seminarios de relaciones. El declaró lo siguiente:
La queja más frecuentemente expresada por los hombres respecto a las mujeres es que ellas
siempre están tratando de cambiarlos. Cuando una mujer ama a un hombre, se siente
responsable en asistirlo en su crecimiento y trata de ayudarlo a mejorar la manera en que el
hace las cosas. Ella forma un comité de “mejoramiento del hogar”, y él se convierte en su
enfoque primario. No importa cuanto él resista su ayuda, ella persiste – esperando cualquier
oportunidad para ayudarle o decirle lo que haga. Ella piensa que le esta ayudando a crecer,
mientras él siente que ella lo está controlando. En realidad, lo que él desea es la
aceptación.10

¿Estás tratando de poner a tu esposo en forma? ¿Te puedes imaginar que


frustrante sería para él no sentirse aceptado por ti? Cuando no aceptas algo
de él y te conviertes en un comité de “mejoramiento del hogar”, esto los
puede llevar a algunos momentos infelices en su matrimonio. Yo he
escuchado a muchas esposas describir entre lágrimas, sus matrimonios
desdichados, y la culpa se la echan a los esposos. Siempre hay algo que ellos
necesitan cambiar y todas ellas luchan para respetar a sus hombres. Muchas
trataban de demostrar respeto a sus esposos, pero en vez de llegar a ser más
respetuosas, muchas veces se hacían amargadas. Intentaban cambiar a la
persona incorrecta. ¡Ellas eran irreverentes con sus esposos, y luego se
preguntaban que había pasado con su dicha matrimonial! Como sucedió con
Uza, la irreverencia tiene su precio.
Casi toda mujer que conozco cercanamente, tiene desafío hasta algún grado
en demostrar esta clase de respeto a su esposo. Este es un llamado bastante
alto. Algunas mujeres de gran espiritualidad, quienes son devotas en sus
vidas con Dios, aún luchan con esto. El ser religiosa ciertamente no significa
que automáticamente respetarás a tu esposo. Posiblemente es más desafiante
porque puedes sentirte autosuficiente cuando tu esposo no alcanza tus
expectativas.
¿Te ves como una mujer “espiritual?” ¿Qué tanta influencia tienes con tu
esposo? ¿Siente tu esposo que lo respetas profundamente, o se ha convertido
en tu proyecto de “mejoramiento del hogar?” ¿Tu matrimonio es unido y
alegre?
En el siguiente versículo fobeo es traducido como “reverencia”:
Las naciones se han enfurecido; pero ha llegado tu castigo, el momento de juzgar a los
muertos, y de recompensar a tus siervos los profetas, a tus santos y a los que temen (o
veneran) [fobeo] tu nombre, sean grandes o pequeños, y de destruir a los que
destruyen la tierra.
Apocalipsis 11:18

Te pongo este versículo para que puedas ver la seriedad del significado de
esta palabra en el griego. Somos llamados a fobeo para con Dios, y las
escrituras también dicen que una esposa debe fobeo a su esposo. Como
Cristianas, veneramos el nombre del Señor, pero ¿veneramos y respetamos
también a nuestros esposos como nos instruye Efesios 5:33?
Estás demostrando reverencia hacia Dios cuando respetas a tu esposo
profundamente. Hay una conexión definitiva. Dios nos ha dado una
instrucción, y si eres tentada a pensar que no te aplica, recuerda a Uza. No
dice que respetes a tu esposo sólo si piensas que el se ha ganado tu respeto.
He conversado con hermanas que están llenas de amargura por sus
matrimonios. Algunas contemplan el divorcio, porque los esposos no
cambian. Algunas se sienten atrapadas y viven en la soledad con sus
esposos. Luchan para respetar a sus esposos y no entienden la conexión entre
su falta de respeto y su soledad.
En los primeros años de mi matrimonio, cuando teníamos conflictos sin
resolver, pensaba yo que había cometido un gran error y me había casado con
el hombre incorrecto. Con el tiempo fui viendo que no se trataba de que
necesitaba un esposo diferente, pero de que yo necesitaba ser diferente. Yo
tengo un esposo maravilloso quien merece mi respeto. Cuando empecé a ver
cuanto más respeto debía tener yo para con Dios y para con mi esposo,
empecé a ver que el problema no era lo que hacia mi esposo, sino lo que
hacia yo. Cuando empecé a poner de mi parte, me sorprendieron los cambios
en mi matrimonio y en mi esposo.
Uno de los ejemplos más desafiantes que yo he visto en la Biblia sobre el
respeto, es donde Sara llama a Abraham su Señor.
Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. [kurios].
1ª Pedro 3:6
Definición: Kurios (ku’-ri-os) supremo en autoridad, Dios, Señor, maestro.11

¿Porque le llamaba Sara a Abraham su señor? ¿Era esto solamente algo


cultural? Yo no lo creo así. Este versículo nos dice que hay dos cosas que
Sara hizo para ser hermosa ante Dios: 1) Ella obedeció a Abraham, y 2)
llamaba a Abraham su señor. Llamar señor a Abraham era algo que salía de
su corazón, no solo de su boca. Sara había aprendido a valorar lo que Dios
valora. Yo creo que por eso Dios la levantó como un ejemplo para que
nosotras lo siguiéramos. ¿Has pensado alguna vez de tu esposo como
“supremo en autoridad” en tu vida?
Sara es un buen ejemplo, pero es fácil no hacerle caso a alguien que vivió
hace miles de años, en el yermo y en una cultura diversa. Hoy en día, si
buscas bien, encontrarás muy pocos ejemplos significativos de mujeres que
profundamente respetan a sus esposos. Considera las películas populares y
personajes de la televisión. Actitudes irrespetuosas y descaradas parecen a
veces ser divertidas, y palabras humillantes son la mayor parte del diálogo.
Hace poco vi un anuncio que promocionaba un programa de televisión que
decía, “detrás de cada hombre excitante está una mujer que le patea el
trasero.” Tal vez esto se oiga divertido por la televisión, pero la falta de
respeto no será divertido en tu matrimonio. Jim y yo nos bromeamos muchas
veces y nos gusta reír mucho. Hay muchas maneras de reír y divertirse que
no son irrespetuosas.
Recientemente conversaba con una camarera quien me contaba que acababa
de casarse la semana anterior. Me contaba que ella y su esposo siempre
pasaban el tiempo bromeando pero que ella siempre tenía la ultima palabra.
Decía que ella lo desafiaba a que el pensara de una cosa más que decir
después de ella, pero que el no podía. Ella tenía mucho que decir y de
ninguna manera era en nada respetuosa para su nuevo esposo. Sé que ella
trataba de ser divertida, pero me daba tristeza escucharla hablar de esa
manera. La invite a un retiro de matrimonios que se aproximaba. ¡Se río y
me dijo que todavía no lo necesitaba!
Otro día observe a una pareja de mediana edad comprando comida. Cuando
el preguntó si compraban brócoli para la cena de esa noche, ella puso cara de
irritada y le contestó con tono irritado que habían comido brócoli la noche
anterior. Entonces el sugirió que compraran elote. Ella no le contestó sino
que le dio una mirada áspera y siguió caminando.
Estoy segura que esta clase de falta de respeto ha cobrado un alto precio en su
matrimonio.
Estamos rodeadas de la falta de respeto. Es rara la vez que he conocido a una
mujer que respeta a su esposo como las escrituras lo mandan. Aún en las
reuniones de la iglesia, he visto mujeres que ruedan sus ojos al hablar con sus
esposos, discuten con ellos, los interrumpen, o contestan por ellos. He
escuchado a mujeres Cristianas hacer comentarios ásperos o despectivos
respecto a los hombres. Una esposa dijo en una reunión, “Sabemos que los
hombres solo usan la mitad del cerebro.” Ella trataba de ser divertida, pero no
creo que los hombres que escucharon lo que dijo, pensaron que fue muy
divertido. Hemos sido tan influidas por el mundo a nuestro alrededor.
Necesitamos tomar unos pasos hacia atrás y examinar nuestras palabras y el
nivel de respeto que tenemos hacia los hombres en nuestras vidas.
Nuestro mundo desesperadamente necesita ejemplos de mujeres que tengan
un respeto increíble para con sus esposos y la dirección de ellos. No solo eso,
sino que tu esposo necesita ser animado y edificado. El también tiene un
gran llamado por parte de Dios. Su papel es igual de desafiante que el tuyo, y
necesita tu apoyo y tu respeto. Claro, será difícil tenerle esta clase de respeto
si no tienes una profunda confianza en Dios. Por eso tuvimos que estudiar
primero nuestra reverencia para Dios.
5ª Hoja de Trabajo – El Respeto Para Tu Esposo
1. Escribe la definición de respeto (fobeo).

2. ¿Respetas a tu esposo profundamente? Describe de qué formas lo respetas.

3. ¿Cuando es que se te hace más difícil demostrarle respeto?

4. ¿Cómo demuestras falta de respeto?

5. Escribe una oración pidiendo a Dios que te ayude a respetar a tu esposo según las instrucciones en
Efesios 5:33.

Esta clase de demonios solo puede ser expulsada a fuerza de oración,” respondió Jesús.
Marcos 9:29
3) Consagrada para Dios – Tito 2:3
El tercer versículo que habla de la mujer siendo reverente es Tito 2:3.
A las ancianas, enséñales que sean reverentes [jieroprepes] en su conducta, y no
calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno…
Tito 2:3

La palabra Griega traducida “reverente” en este versículo es jieroprepes.


Definición: Jieroprepes (jie-ro’-pre-pes) adaptado a un carácter sagrado, lo que es adecuado
en personas, hechos o cosas consagradas a Dios.12

Ser consagrada para Dios significa que eres totalmente devota a él. Algo que
ha sido consagrado ha sido apartado para un solo propósito. Igual como los
artículos santos que eran parte de la adoración en el templo, eran usados
solamente para ese propósito.
Este es un llamado especial para las ancianas. Dios quiere que sean apartadas
para su santo propósito, el cual en parte es el gran llamado de instruir a las
mujeres jóvenes cómo amar a sus esposos y a sus hijos.
Cuando nuestros hijos crecieron y formaron sus propias vidas, me sorprendía
al ver cuanto tiempo adicional tenía. Considere muchas maneras de cómo
utilizar este tiempo. Podía estudiar una nueva carrera, empezar nuevos pasa
tiempos, viajar, etc., y he gozado de algunas de estas cosas. Sin embargo,
Dios dice que este es un tiempo especial para crecer en la reverencia.
Aunque no seas anciana, tal vez eres la mujer “mayor” en tu grupo de
ministerio y a la que otras mujeres buscan para pedir consejo y ayuda. El
respeto para con tu esposo debe ser un respeto adaptado a una mujer
profundamente espiritual. Tu “caminar” debe ser más fuerte que tu hablar.
Entonces serás una mujer digna de ser imitada.
Tito 2:3 dice que se “enseñe” la reverencia. No es algo que ya sabemos sin la
ayuda de otra persona. Yo agradezco mucho a mis hermanas Cristianas que
me han enseñado a ser a mejor esposa. En la iglesia somos bendecidas de
gran manera en tener mujeres que toman el tiempo para enseñarnos y
ayudarnos a crecer espiritualmente. Yo especialmente agradezco los
corazones abiertos de las mujeres que me han ayudado. Me han enseñado a
ser abierta y honesta y me han brindado amistad y dirección. Yo
personalmente, quiero poner todavía más de mi parte en enseñar y entrenar a
otras mujeres, y quiero seguir creciendo en reverencia hacia Dios y en respeto
para con mi esposo.
6ª Hoja de Trabajo – Apartada para el Propósito de Dios

1. Si eres “anciana”, ¿como puedes ser más devota con Dios en tu manera de vivir y en lo que
enseñas?

La Segunda Clave – La Integridad

La segunda clave para este nuevo corazón hacia el cual nos esforzamos, es la
integridad. La palabra Griega traducida “integridad” es agnos.
…al observar su conducta íntegra [agnos] y respetuosa.
1 Pedro 3:2
Definicion: Agnos (ag-nos’) inocente, modesto, perfecto – casto, limpio, puro. 13

Somos llamadas a ser modestas, inocentes, y puras. Esto incluye nuestro


modo de vestir, el entretenimiento que buscamos, nuestra forma de hablar,
etc. Filipenses 4:8 nos dice que consideremos lo puro (agnos). Tito 2:3-5
instruye a las ancianas que enseñen a las mujeres jóvenes a ser puras
(agnos). Sin importar edad, género, o estado civil, todo Cristiano debe vivir
una vida íntegra (2ª Corintios 6:17 - 7:1).
¿Como percibes a una persona íntegra? ¿Igualas a la integridad con la
ingenuidad y la vulnerabilidad? La mujer de hoy es bombardeada con la idea
que una mujer de mundo es una mujer fuerte. Yo pienso que una mejor
palabra para describirla es “endurecida.” Al convertirte más al corazón de
Dios es como te haces fuerte. Somos puras como él cuando damos la espalda
al pecado (1ª Juan 3:2-3). Dios nos promete un espíritu de poder, amor y
dominio propio. (2ª Timoteo 1:7).
Yo he visto el impacto que las acciones puras y los motivos puros tienen en
mi propio matrimonio. He visto a mi esposo cambiar su dirección y su tono
de voz cuando le he respondido respetuosamente durante una discusión. Lo
he “ganado” con integridad y reverencia. Ocasionalmente, aunque trató de
ser respetuosa, la situación no siempre se ha resuelto. Más mi respuesta
respetuosa, sí ha prevenido que nos enredemos más profundamente en un
desacuerdo.
Yo quiero tener una meta más grande que la de resolver una situación. Deseo
ser íntegra y reverente para agradar a Dios. También, hay otra cosa que
necesito considerar; es posible que yo esté equivocada de algo que pienso que
debe suceder, aunque al momento tenga fuertes emociones acerca de ese
asunto. ¡Imagínate estar equivocada acerca de algo y tener tan fuertes
emociones que aparte de todo eso, te portas irrespetuosamente!
Ha habido veces que he tenido gran falta de respeto al discutir con mi
esposo. He cerrado y golpeado puertas, he lanzado cosas, y he dicho palabras
bastante impuras. Me he sentido justificada en mis acciones. Pero he
aprendido que es completa deshonra hacia Dios cuando me he portado de esa
manera. Aunque te encuentres en medio de dos aguas, la integridad siempre
es el camino correcto. Dios honrará esa decisión y tu esposo también se
impresionará. Honra a Dios con tus hechos y con tus reacciones. A veces
siento que se toma toda la fuerza que puedo reunir para escoger hacer el bien
en vez de seguir mis emociones, pero cuando si lo hago, encuentro que Dios
trabaja rápido y efectivamente.
Aparte de tener hechos puros, necesitamos tener motivos puros. Aquí es
donde a veces se pone un poco difícil. ¿Por qué hago lo que hago? ¿Son
mis motivos puros?
A cada uno le parece correcto su proceder, pero el SEÑOR juzga los corazones.
Proverbios 21:2

Dios conoce los motivos de mi corazón. Mis motivos pueden ser tan
profundos, que son difíciles de discernir. Puedo empezar con motivos puros,
pero a lo largo del camino, encuentro que me he perdido. Y al final, termino
con un motivo completamente diverso. Soy tentada a obtener algo más de
ello, ¡tal como la venganza! Es difícil mantenerme motivada en agradar a
Dios si hay dolor de por medio. Cuando me siento maltratada por mi esposo,
fácilmente puede caer en la costumbre de lastimarlo a él. A veces eso viene
en forma de “la ley del hielo”, o a veces en palabras fuertes y dañinas. Tengo
que examinar mis motivos constantemente y recordarme a mi misma porque
es que hago lo que hago.
La Amargura
Pienso que el desafío más grande que he tenido en tener motivación pura, ha
sido el de la amargura en mi corazón. Había tiempos que dejaba pasar algún
incidente, solo para después reaccionar exageradamente hacia otro incidente
de menos importancia, porque había amargura guardada en mi corazón.
La amargura es un pecado feo y peligroso en una relación. Palabras
sinónimas de amargura son: resentimiento, desagrado, malhumor, cólera,
rencor, y hostilidad. Parece que no hay límite para la cantidad de amargura
que puede contener el corazón. Considera el versículo siguiente:
Los de corazón impío abrigan resentimiento…
Job 36:13

Estamos sin Dios, cuando estamos amargadas. La amargura es un pecado


cambiante porque es fácil disfrazarlo. Puedo sentir que estoy bien y que
estoy justificada cuando tengo este pecado en mi corazón. El versículo usa la
palabra “abrigar”. Un abrigo esconde y protege. Así que, aunque te sientas
bien al proteger la amargura en tu corazón, es peligroso. Literalmente, estás
lejos de Dios cuando estás amargada.
Si has dejado crecer la amargura en tu corazón por muchos años, te puede
tomar bastante tiempo para levantar todas las capas. Si estás dispuesta a
recibir consejo y lo buscas, estoy segura que Dios te ayudará a superarlo.
Teniendo por entendido que no está bien abrigar la amargura en tu corazón, y
proponerte a cavar hasta sacarla de allí, son dos cosas muy distintas.
¡Tenemos que “abandonarla”! (Efesios 4:31)
Después de estudiar la reverencia y la integridad por muchos días, no sentí
que cambiaba, y decidí hacer un ayuno de alimentos por un día. Al final del
día, todavía me sentí frustrada. Tenía muchos pensamientos respecto a
porqué mi esposo tenia la culpa tanto como yo. Estaba luchando con la
amargura. Oré mucho ese día y le pedí a Dios que me ayudara a ser más
reverente. Decidí ayunar otro día más la siguiente semana.
No entiendo completamente el significado del ayuno, pero si sé que es un
tiempo en que necesito ser humilde ante Dios. Después del segundo día de
mi ayuno, empecé a detenerme antes de faltar al respeto. A veces estaba
solamente en mi corazón, y a veces estaba en mis hechos, pero era
emocionante ver mi progreso. He ayunado en otras ocasiones con este
propósito.
Después de unos meses de ver progreso, orando una mañana, le pedí a Dios
que me ayudara a ver cualquier cosa impura que hubiera en mi actitud para
con mi esposo. Antes de comer mis crepas esa mañana, tuve 3 pensamientos
críticos hacia Jim que Dios me reveló. Sentí convicción y ánimo a la vez. La
convicción fue en que todavía habían cosas que salían de mi corazón, pero
animada por que Dios había contestado mi oración tan rápido. Me anima
mucho saber que Dios escucha mis oraciones y las contesta tan claramente, y
eso también me conforta. Yo quiero tener un corazón puro, y Dios quiere
que yo ayude a Jim. Tal vez Jim nunca hubiera sabido lo que yo tenía en mi
corazón hacia el, pero hubiera sentido el efecto. Antes de estudiar acerca de
la reverencia, probablemente no hubiera sentido convicción de mis actitudes
irrespetuosas, por que a diario eran parte de mis pensamientos.
Es solamente por reverencia hacia Dios que empezaré ese trabajo difícil para
crecer en la integridad. El crecimiento en la integridad significa que hay que
pecar menos, y eso puede ser bastante desafiante, especialmente en el
matrimonio, por que el matrimonio es una relación de veinticuatro-horas-al-
día, siete-días-a-la-semana. El nivel de integridad en tu matrimonio dice
mucho acerca de tu reverencia para con Dios y el respeto para con tu esposo.
Si no amas a tu esposo, entonces no estas reverenciando a Dios. Recuerda
que la definición de “reverencia” es: un temor sano de no agradarle. Es un
temor reverencial para Dios que nos inspira un esmero constante al tratar
con otros, en su reverencia. Esto significa que como me siento y como me
porto con mi esposo tiene mucho que decir de mi reverencia hacia Dios.
Considera el versículo siguiente con respecto a tu esposo:
Si alguien afirma: “Yo amo a Dios”, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el
que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha
visto.
1ª Juan 4:20

La pureza me trae paz. He tenido que luchar contra mi pecado para llegar a
donde estoy ahora, pero la lucha valió la pena. Empecé a luchar contra la
persona que debo luchar – contra mi misma.
7ª Hoja de Trabajo – La Integridad
1. ¿Cuales son los desafíos que enfrentas en la pureza de tus hechos para con tu esposo?

2. ¿Luchas con estos obstáculos en tu integridad?


• Amargura: Job 36:13; Hechos 8:23; Efesios 4:31-32
• Enojo: Santiago 1:19-20; Mateo 5:22
• Pensamientos Impuros: Proverbios 15:26; Tito 1:15-16
• Falta de Misericordia: Miqueas 6:8; Mateo 8:35
• Obediente en Hechos pero no de Corazón: Isaías 29:13;
1ª Pedro 1:22
• Arrogancia: 1ª Samuel 2:3; Proverbios 8:13
• Palabras Pecaminosas: Proverbios 10:19; Salmos 64:3;
Colosenses 3:8

3. ¿Eres más apta a demostrar respeto en una forma obligatoria, o lo haces de corazón?

4. ¿Le demuestras más respeto a tu esposo cuando están en público que en privado?

5. ¿Te sientes justificada cuando respondes a tu esposo de una manera injusta?

6. Lee el Salmo 139 y escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a crecer en la integridad.

Estén alerta y oren para que no caigan en tentación.


Mateo 26:41
- Capítulo 3 -
Temor a la Sumisión
Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son
hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.
1ª Pedro 3:6

¿No te parece interesante que el pasaje en 1ª Pedro 3:1-6 termina


animándonos que vivamos sin ningún temor? Dios se está asegurando que
todo el tema sea cubierto, porque hay muchos temores acerca de la sumisión.
Es importante recordar que la sumisión no es un mandato solamente para las
esposas. Cuando vemos la Biblia, encontramos que la sumisión se nos
requiere a todos. Primeramente debemos someternos a Dios (Hebreos 12:9,
Santiago 4:7), luego también somos llamados a someternos a las autoridades
públicas (Romanos 13:1, 1ª Pedro 2:13), a los dirigentes en la iglesia
(Hebreos 13:17), a los que colaboran en el arduo trabajo de Dios (1 Corintios
16:16), y unos a otros (Efesios 5:21). La sumisión es nombrada como una de
las cualidades de la sabiduría que desciende del cielo (Santiago 3:17). Una
vez más, Jesús es nuestro ejemplo:
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y
lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente
sumisión.
Hebreos 5:7

Hay muchas escrituras que nos enseñan la importancia de vivir una vida
Cristiana entregada a Dios; sin embargo, hay varios versículos que son
dirigidos específicamente a las esposas:
Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos…
1ª Pedro 3:1
Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.
Efesios 5:22
Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus
esposos en todo.
Efesios 5:24
Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.
Colosenses 3:18

La sumisión no es un tema popular hoy en día. Es muy mal interpretado por


la mujer moderna de hoy, y sus ideas son contrarias a lo que leemos en la
Biblia. Muchas mujeres de hoy sienten fuertemente la necesidad de
levantarse y luchar por sus derechos. Yo en realidad no quiero quitarle a
nadie sus derechos – esa no es la intención de este estudio. ¡Podríamos perder
todos nuestros derechos y aún no ser sumisas!
Podemos tener muchos temores acerca de la dirección de nuestros esposos
para con nosotras. Sólo porque somos Cristianas no significa que somos
exentas al temor, pero vivir como Jesús, nos puede ayudar a superarlo.
¿Cuales son algunos de los temores de este aspecto? Los tres que yo quiero
tratar son: 1) temor a la degradación, 2) temor a la negligencia, 3) y temor al
abuso. Es importante que desafíes tu manera de ver estos temores para ver si
tienen algún impacto en tu relación con tu esposo. Vamos a ver lo que dicen
las escrituras acerca de estos temores.
1) Temor a la Degradación
¿Estas diciendo que como dirigente, un esposo es más inteligente, importante,
o espiritual que yo? ¿Me veré estúpida si me someto? ¿Tendré que vivir mi
vida a través de él? ¿Perderé mi amor propio? El temor a la degradación es
tener miedo de perder tu dignidad o tu prestigio, o de ser humillada.
La palabra en el Griego que es traducida “someterse” es jupotasso.
Definición: Jupotasso (ju-po’-ta-so) obedecer, someterse uno mismo a…14

La palabra jupotasso significa ponerse uno mismo bajo la dirección de otro.


Es un acto voluntario. Si te humillas tú misma en una situación, esa es tú
opción. Considera el ejemplo de Jesús:
“Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla.18 Nadie
me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para
entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento
que recibí de mi Padre.”
Juan 10:17-18

¿Cuales son tus obstáculos para seguir el ejemplo de Jesús? En primer lugar,
somos influidas de muchas maneras sobre cómo vemos nuestro papel de
esposas. Cuando leemos sobre la historia de la mujer o vemos algún
documental acerca de la mujer en los países extranjeros, esto puede poner en
duda el papel de la esposa. A mí me parece para dondequiera que yo vea,
alguien ésta describiendo el papel de la esposa en una manera negativa. El
siguiente párrafo es un extracto del libro “Un Matrimonio Hecho en el Cielo
o Demasiado Cansada para un Romance” escrito por Erma Bombeck:
El sacerdote era Polaco, y entre su acento y el Latín de la Misa, me esforzaba yo a interpretar
sus palabras. Luego fuerte y claramente lo escuché amonestar, “Tu Bill, debes ser la cabeza
de tu hogar, y tu, Erma, debes ser el corazón.”
El estaba soñando. ¿Con quien pensaba que trataba aquí…con un niño que escogía un cinco
sobre un diez, porque era más grande en tamaño? Yo había visto el “detalle del corazón”, y
no luché cuatro años conjugando verbos para ponerme a llorar sobre las puntaciones altas de
los juegos de boliche de mi esposo. Tal vez podría convencer a Bill que él fuera el corazón…
o por lo menos que nos tomáramos turnos de vez en cuando.
“Ahora los declaro marido y mujer.”
Con la excepción posible de escuchar, “¡Hemos despegado!” (refiriéndose al despegue de un
cohete con rumbo a la luna), y “¡Nuestro país esta en guerra!”, hay muy pocas frases más
fuertes.15

Yo me gozo en leer los libros de Erma – es muy divertida. Pero éste es un


ejemplo de una persona influyéndonos acerca de nuestro papel como
esposas. Cuando leemos algo así como el libro de Erma, es fácil dejarnos
alborotar en una manera negativa. Yo quiero decir, “¡Sí, estoy contigo
Erma!” Si mi papel incluye ponerme a llorar cuando mi esposo hace puntos
altos en sus juegos de boliche, yo tampoco quiero eso. Yo tengo más que
ofrecer que eso.
Considera el extracto siguiente de un artículo titulado “La Guía para la Buena
Esposa” de la revista Housekeeping Monthly, del 13 de Mayo, 1955:
Escúchalo. Tú tendrás una docena de cosas importantes que contarle a él, pero el momento de
su llegada no es el tiempo. Déjalo hablar primero – recuerda que los temas de su conversación
son más importante que los tuyos.

No estaba anotada la información sobre quién había escrito el artículo. No


todo el artículo era malo, pero el tono en general de lo escrito era degradante
al decir que tu esposo es importante y tu no.
Mi propósito al incluir éstas referencias es demostrar que somos influidas en
muchas maneras por las percepciones de otra gente acerca del papel de la
esposa. ¿Quien formó tu manera de pensar acerca del matrimonio? ¿Fue
acaso Hollywood, tus padres, o Dios? Tal vez fue una combinación de todos
estos. O tal vez cuando niña, viste un matrimonio que te trajo mucho dolor.
Una respuesta que yo tuve a las ideas negativas acerca de la mujer sumisa fue
el tratar de definir mi propio papel para poder protegerme. Sin embargo,
como ya he dicho, mi modelo no trabajó muy bien. Desde entonces, he
aprendido que Dios tiene un plan increíble para los papeles del esposo y de la
esposa.
Luego Dios el SEÑOR dijo, “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una
ayuda [ezer] adecuada.”
Genesis 2:18

La palabra Hebrea traducida “ayudante” es ezer.


Definición: Ezer (e-zer’) asistir, ayudar.16
Las dos referencias siguientes me han ayudado a entender mejor esta palabra
Hebrea:
Esta palabra es generalmente difícil de traducir. Significa algo mucho más poderoso que
“ayudante”; significa un “salvavidas.” Esta frase solo se usa en otro lugar refiriéndose a
cuando se necesita la ayuda de Dios desesperadamente. Eva es una donante de vida, es aliada
de Adán.17
Para la mayoría de la gente, un ayudante es un subordinado, un asistente sin autoridad.
Solamente acompaña a uno y espera que alguien importante le diga lo que debe hacer. Si el
Creador del cielo y de la tierra es ayudante, pienso que está claro que no hay ninguna
vergüenza en ser ayudante. 18

Los versículos siguientes son ejemplos de la palabra ezer usado para describir
a Dios como un ayudante:
No hay nadie como el Dios de Jesurún, que para ayudarte [ezer] cabálga en los
cielos, entre las nubes, con toda su majestad.
Deuteronomio 33:26
Mi ayuda proviene del SEÑOR, creador del cielo y de la tierra.
Salmos 121:2
Dios nos ayuda porque es fuerte, capaz y bondadoso. El tiene algo que
ofrecernos y necesitamos su ayuda. Nosotras tenemos mucho que ofrecer a
nuestros esposos, y ellos necesitan nuestra ayuda. ¡Dios mismo lo dice!
La definición bíblica de lo que significa ser un ayudante es en realidad un
contraste a lo que dice Erma en su libro y lo que dice “La Guía de la Buena
Esposa”. Los pensamientos de Dios muchas veces no son los de nosotros.
“Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos”, afirma
el Señor. “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más
altos que los cielos sobre la tierra!”
Isaías 55:8-9

Otra manera de superar tu temor a la degradación es de seguir el ejemplo de


Jesús en la humildad. Considera el pasaje siguiente:
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quién, siendo por naturaleza
Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se
rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los
seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo
obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le
otorgó el nombre que está sobre todo nombre…
Filipenses 2:5-9

Esta es la actitud que debemos tener como Cristianos en todos los aspectos de
nuestras vidas, lo cuál también incluye nuestro papel en el matrimonio. Esta
actitud de humildad es para ambos esposo y esposa. Nuestros esposos
también tienen instrucción especial para dirigir:
Tuvieron además un altercado sobre cuál de ellos sería el más importante. Jesús les
dijo, “Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad
sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores. No sea así entre ustedes. Al contrario,
el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve. Porque,
¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está
sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve.”
Lucas 22:24-27
Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre
ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los
demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para
dar su vida en rescate por muchos.
Mateo 20:26-28
Esposos, ámen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella.
Efesios 5:25

¡Esto sí me encanta oírlo! Se me pide que me someta a mi esposo al cuál se


le pide que me dirija entregándose por mí, sirviéndome y amándome. (Esta
es la versión condensada.) ¿Es esta una descripción de tu matrimonio?
Ojalá, pero si no lo es, Dios tiene un plan para ayudarte a traer un cambio.
Recuerda que “suave” (praús) significa un temperamento de espíritu que
acepta las decisiones de Dios como buenas, sin conflicto o resistencia y el
cuál está cercanamente ligado a la palabra humildad. Es solamente el corazón
humilde el que también es suave, y que no lucha contra Dios. Una persona
humilde está en una posición poderosa. Dios dice que él está de lado de la
persona humilde (Santiago 4:6). Considera las siguientes escrituras acerca de
la humildad:
El dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino.
Salmos 25:9
Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.
Santiago 4:10
Recompensa de la humildad y del temor del SEÑOR son las riquezas, la honra y la
vida.
Proverbios 22:4

Tenemos que dejar que Dios, no la opinión popular, defina nuestros papeles.
Si ves lo que la opinión popular ha traído a los que siguen estas ideas
modernas, no es muy atractivo – ni en la calidad ni la longevidad de las
relaciones. Dios nos ha preparado para un gran matrimonio si confiamos en
él para que dirija nuestros papeles. El no desea humillarnos, pero sí quiere
que seamos humildes. El ser sumisa no tiene nada que ver con tu importancia
o con tu inteligencia. En realidad, demuestra una gran fuerza interna (praús)
y confianza en Dios. Ciertamente Jesús es inteligente, importante y espiritual,
pero aun así, él dejo que Dios dirigiera su vida. También puso en Dios su
fuerza y su confianza. Dios pudo hacer cosas increíbles a través de la vida de
Jesús porque Jesús se sometió a Dios. La respuesta de Dios para con Jesús
fue de exaltarlo hasta “lo sumo.” (Filipenses 2:9)
Mi esposo también desea edificarme, animarme y protegerme cuando soy
humilde y busco su dirección. El me honra en muchas maneras. Yo tenía
muchos temores acerca de la sumisión desde el principio de mi matrimonio y
estos temores eran sin fundamento. Hemos oído tanto acerca de los derechos
de la mujer en nuestra cultura que el ser humilde en nuestro papel como
esposas se ha convertido en algo ofensivo. Así como he ido aprendiendo a ser
humilde y a confiar en Dios en mi papel como esposa, he sido bendecida en
muchas, muchas maneras. Una de esas bendiciones ha sido tener paz o el
tener una tranquilidad interna (esuquios) que no tenía antes de empezar a
confiar en las escrituras. Cuando era arrogante e inflexible, no había paz -
¡ni en mi vida ni en la de mi esposo!
8ª Hoja de Trabajo – Temor a la Degradación
1. ¿Piensas que el papel de una esposa es inferior al papel del esposo?

2. ¿Que o quien ha tenido la influencia más negativa acerca de cómo ves tu papel? ¿Que o quien ha
tenido la influencia más positiva acerca de cómo ves tu papel?

3. Considera los versículos siguientes. ¿Piensas que Jesús hubiera podido lograr el trabajo que Dios le
dio si no se hubiera sometido completamente a la dirección de Dios?

…pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él
me ha ordenado que haga.
Juan 14:31
Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió me ordenó qué decir y
cómo decirlo. Y sé muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo
es lo que el Padre me ha ordenado decir.
Juan 12:49-50
4. ¿Tienes miedo ser humilde? ¿Cuál es tu desafío más grande en ser humilde con tu esposo?

5. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a ser humilde.

Yo, SEÑOR, te ruego que me ayudes; por la mañana busco tu presencia en oración.
Salmo 88:13
2) Temor a la Negligencia
Si me someto a su dirección, ¿puedo confiar en que el cuidará de todas mis
necesidades? ¿Y que tal si me ignora?
¿Te sientes descuidada por tu esposo? En respuesta a este temor, la meta de
muchas mujeres es de ser fuertes, confiadas y realizadas para no tener que
depender de un hombre. Sería bueno poder ser fuerte, confiada, y realizada,
pero, en primer lugar, la independencia va contra la idea de que “dos se
convierten en uno”. Esto no trabaja. La independencia dentro de un
matrimonio destruirá la relación intimida.
¿Si encuentras negligencia en tu matrimonio, como respondes a ello?
¿Sabías que hay un deseo profundamente arraigado en un hombre para
agradar a su esposa?
Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa;
1ª Corintios 7:33

¿Crees que tu esposo se preocupa por agradarte? ¡La Biblia dice que si!
¿Con qué clase de hombre te casaste? ¿Era negligente contigo cuando
andaban de novios? Espero que no haya sido así. La mayoría de nosotras no
nos casaríamos con alguien que fuera egoísta o negligente. Yo me casé con
un hombre que le encantaba hacer cosas por mí, llevarme a diversos lugares y
demostrarme su amor.
Así pues, si te sientes descuidada, ¿como puedes hacer conexión con ese
deseo de tu esposo de agradarte? Quiero que consideres que tal vez, hay algo
que puedes hacer para acercarte más a tu esposo. He notado una respuesta
común en muchas esposas. Muchas veces, después de una discusión, la
esposa se retira emocionalmente de su esposo. Lo que quiero decir es que
ella tiene sus sentimientos lastimados y espera que él le pida disculpas. Yo
también he respondido en ésta manera. Había veces que Jim y yo
discutíamos por la mañana. Al final del día, Jim actuaba como si nada
hubiera sucedido, pero yo todavía seguía pensando en la discusión. Yo
seguía lastimada y sentía que me debía pedir disculpas. A veces duraba días
sintiéndome lastimada. Si teníamos otro desacuerdo durante esos días, me
sentía todavía más dolida.
He visto esta respuesta en muchas esposas. A menudo, el patrón se repite
una y otra vez. Lo que estoy tratando de describir es una separación
emocional, no física. Sucede de esta manera; después de un desacuerdo, la
esposa le da la espalda emocionalmente a su esposo. Como él no le pide
disculpas, ella toma un paso emocional retirándose de él. Cuando el no
responde como ella espera, ella toma otro paso. Después de muchos años de
lidiar con esto, la esposa se pregunta que ha sucedido porque se siente sola y
descuidada. Este distanciamiento no es la única razón por la que la esposa se
siente descuidada, pero sí es una área que puede afectar el acercamiento para
con el esposo.
Por lo general, si te estás separando de él en forma emocional, él no va a
seguirte. Esto no trabaja de esa manera. Si tu vas rumbo a una dirección
contraria a la de él porque te sientes lastimada, es muy probable que él ni
entienda lo que esta sucediendo. Este proceso puede convertirse en un espiral
hacia abajo en una relación.
Nuestra sensibilidad nos puede servir para bien en muchas maneras, pero
también puede servirnos de obstáculo. Si te sientes sola, ¿esperas algo de tu
esposo? Animo a las esposas que se acerquen a sus esposos. Esto toma
vulnerabilidad, pero hará crecer la intimidad de gran manera. Abandona los
sentimientos lastimados y acércate a tu hombre. ¡El ni recuerda porque estás
tan alterada!
Otra solución al problema de la soledad, es de mirar el nivel de respeto que
tienes para con tu esposo. Cuando yo estaba recién casada, fije una dinámica
en mi matrimonio que hizo mucho daño a mi relación con mi esposo cuando
yo me portaba irrespetuosa, controladora, o exigente. El mundo dice que éste
cambio sucede porque “se termina la luna de miel”. Yo creo que sucede
porque la esposa se sale de su papel. Después de 30 años de casados, cuando
estoy en mi papel como lo define la Biblia, he tenido muchos grandiosos días
de “luna de miel”.
El nivel de respeto que le des a tu esposo puede tener un impacto enorme en
el acercamiento del uno para con el otro. Puedes pensar que tu esposo no
escucha ni una sola cosa que le dices, pero tus palabras pueden crear una
tensión en tu relación y poner una distancia entre los dos que te haga sentir
sola y descuidada por el.
Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio.
Proverbios 21:19

¿Tus palabras hacen que tu esposo se acerque o se separe de ti? Si te sientes


descuidada y sola, debes evaluar tus palabras y considerar su impacto.
El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar tendrá por amigo al rey.
Proverbios 22:11

¿Quieres una mejor amistad con tu esposo? Este versículo dice que la llave
para ello es un corazón puro y el tener gracia al hablar. Ya hemos estudiado
acerca de la integridad y el poder del corazón puro, ¿pero que significa tener
gracia al hablar?
La palabra “gracia” sencillamente significa “favor.” El hablar con gracia
significa demostrar favor al hablar. Considera las maneras en que Dios nos
demuestra su gracia o su favor. El favor de Dios resulta en bondad,
compasión, perdón, amor, paciencia, lealtad, etc. Considera como le hablas a
tu esposo. ¿Le demuestras favor con tus palabras? Cuando hablas acerca de
tu esposo, ¿hablas con favor acerca de él?
Un gran ejemplo bíblico de una mujer que tenia gracia es Ester. Ella fue
llevada al palacio del rey cuando era joven. Siendo una joven judía, dudo
que soñaba en convertirse en la nueva novia de un rey pagano que acababa de
despedir a su reina del trono.
Los padres de Ester habían muerto cuando ella era niña, y Mardoqueo, su
primo, la había adoptado y criado en su hogar. (Ester 2:7-15) Mardoqueo
estaba inquieto porque se la habían llevado. El se paseaba diariamente frente
al patio del harén para saber cómo le iba a Ester y cómo la trataban. (Ester
2:11) Leemos que Ester obedeció las instrucciones de Mardoqueo, y tomó
los consejos de otros que la rodeaban.
Ester se convirtió en la nueva reina, pero algo sucedió que estremeció su
mundo. Su esposo, el rey, hizo una “mala” decisión y dio permiso a un
hombre malvado para que matara a los Judíos – lo cual incluiría a Ester. De
modo que Ester tenía que convencer a su esposo para que cambiara ésta
decisión. Ella necesitaba ganárselo. ¿Te puedes relacionar? Bueno, tal vez
no estamos en el mismo nivel como Ester, pero pienso que el concepto es el
mismo. En su temor, ella buscó la ayuda de Dios, y pidió a otros que la
acompañaran a buscar la ayuda de Dios. Ayunó y oró y se presentó con el
rey.
Yo creo que el rey estaba bastante cautivado por ella, porque dos veces le
ofreció hasta la mitad de su reino (Ester 5:3,6). Para tener una idea de
cuanto es lo que el tenía, dice en Ester 1:4 que durante ciento ochenta días
mostró la enorme riqueza de su reino y la esplendorosa gloria de su
majestad. Más cuando el rey ofreció a Ester la mitad de su reino, ella solo
pidió su presencia para una cena. ¡Wow, estoy impresionada!
Yo antes pensaba que Ester le había dado miedo cuando el rey le dio la
oportunidad de que le pidiera lo que fuera y ella solo pidió su presencia para
una cena. Al contrario, ahora creo que ella se refrenó y demostró mucha
gracia (bondad, cortesía y compasión). En otras palabras, ella le hizo un
favor (le mostró gracia). No se quién hubiera estado allí cuando ella de frente
se acerco a el por primer vez en su sala, (Ester 5:1) pero tuvo que haber
funcionarios a su alrededor. También tenia que haber guardias para proteger
al rey y quitarla de enfrente de él si él lo hubiera deseado. ¡Cuan embarazoso
hubiera sido si ella le hubiera contado la situación allí mismo! El acababa de
firmar la autorización de la muerte de su reina. ¡Ay, que embarazoso! Ester
estaba esperando el momento adecuado para hacer su petición, por eso lo
invitó a cenar.
Al cenar esa noche, ella decidió que el momento todavía no era adecuado, y
volvió a invitar al rey a cenar para la siguiente noche. Ester había estado
ayunando por tres días. Yo creo que el Espíritu la detuvo, porque aún había
cosas que Dios tenía que poner en lugar. La siguiente noche durante la cena,
ella hizo su petición, y lo hizo con mucha gracia. No solo se convirtió en un
gran ejemplo para las mujeres de Persia y de Media, de cómo respetar a sus
esposos, sino también para nosotras. Ester es un gran ejemplo de una santa
mujer casada con un hombre incrédulo. Ella influyó en su esposo porque
estaba llena de gracia y espiritualidad.
Considera el impacto de Ester en su relación con su esposo si ella hubiera
hecho su petición con una actitud. Considera como ésta escena se viera en un
programa de televisión. Tal ves seria algo así como: “!¿Haz perdido la
cabeza?!” O, ¿que tal si Ester hubiera ido al rey con sus sentimientos
lastimados y no hubiera refrenado sus emociones? El se hubiera sentido
atacado. Por supuesto, este no era un típico matrimonio Cristiano. El era un
rey pagano y poderoso. Ella podía haber hecho mucho daño a su relación con
el rey si no hubiera tenido gracia. El respeto y gracia que ella demostró los
acerco más el uno al otro. Yo creo que Ester se ganó a su esposo de una
manera grandiosa, aparte de habérsele concedido su petición.
Su gracia demostró respeto para con el rey. (Recuerda que respeto o fobeo
significa “estar asustada, estar alarmada, estar en temor; por ejemplo,
venerar, tener miedo, reverencia.”). Tu esposo no tendrá la misma poderosa
posición como la tenía el rey, pero igual puedes tratarlo con el respeto que se
merece un rey, y tu gracia tendrá la misma clase de influencia.
Hay muchos aspectos del hablar con gracia. Le demuestro favor a mi esposo
con mis palabras cuando son compasivas, bondadosas, respetuosas,
consideradas, positivas, animantes, verdaderas, y de agradecimiento. El
hablar con gracia no es un tema que se resume fácilmente.
Es difícil crecer en tu hablar con gracia a menos que trabajes con tu corazón.
Considera este versículo:
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que
es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la
boca.
Lucas 6:45

Si te sientes sola, quiero animarte a que analices 1) si eres emocionalmente


vulnerable con tu esposo y 2) si hablas con gracia a tu esposo. Poniendo
estas dos cosas en práctica te puede ayudar a crear acercamiento entre los dos
y superar la negligencia.
9ª Hoja de Trabajo – Temor a la Negligencia
1. ¿Te sientes descuidada o sola en tu matrimonio? Si es así, ¿es éste un patrón nuevo o te has sentido
así desde el principio en tu matrimonio?

2. ¿Te escondes emocionalmente después de un desacuerdo con tu esposo?

3. ¿Estas dispuesta a ser vulnerable con tu esposo? ¿Qué impacto tiene esto en tu relación con él?

4. ¿Calificarías la comunicación con tu esposo como llena de gracia; (bondad, cortesía,


agradecimiento, y compasión)?

5. Escribe una oración a Dios pidiéndole que te ayude a enfocarte en las palabras y en la actitud para
con tu esposo, para que puedas ver cualquier área en la que puedes ser más respetuosa y tener más
gracia para con él.

Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia…


Salmos 32:6
3) Temor al Abuso
El abuso es un tema bastante serio. El temor al abuso cubre un amplio rango
de temas, desde el ser aprovechado hasta el maltrato físico. Si me someto a
él, ¿me usará? ¿Me usará como alfombra? ¿Y qué tal si me lastima?
Conozco mujeres que nunca han sido abusadas pero aún tienen este miedo, y
esto afecta sus matrimonios. Como generalmente no confían en los hombres,
no siguen la dirección de sus esposos. Cuando me casé, no quise usar la
palabra “obedecer” en mis votos de boda. Quería una forma de protección al
empezar mi matrimonio.
Mis temores estimulados por el movimiento de la liberación femenina, creo
una mala dinámica en mi matrimonio, y esto no era justo para mi esposo. El
no había hecho más que demostrarme su amor antes de casarnos.
Básicamente, yo estaba diciendo que no confiaba en mi esposo ni en el plan
de Dios de que mi esposo sería el dirigente en nuestro matrimonio.
El Abuso
El abuso es una realidad en algunos matrimonios. Quiero decir de antemano
que no soy una autoridad en el tema del abuso. He estado muy cerca de
mujeres que están en relaciones abusivas y he sentido la carga de su dolor,
pero eso no me hace una experta en el tema. Se han escrito libros acerca del
abuso, pero éste no es uno de ellos. El propósito de este libro es ayudarte a
crecer en un espíritu suave y apacible. Esas cualidades tal vez no impacten a
un esposo abusivo. Crece en las maneras que puedas, pero sé abierta y busca
ayuda si estás en una relación abusiva.
En mi limitada experiencia, he visto que a veces es difícil para que una
esposa abusada sea abierta y busque ayuda. Se sienten desconcertadas sobre
el abuso, y emergen muchas emociones. Algunas mujeres sienten que no hay
otra opción para ellas y se quedan allí en el abuso año tras año. Si tienes
alguna necesidad en esta área, por favor busca ayuda.
El alcoholismo y la adicción a las drogas son formas de abuso. Si tu esposo
tiene problemas con el alcohol o las drogas, o cualquier otra forma de
adicción, es muy importante que seas abierta y busques ayuda. Hay formas
de ayuda disponible para mujeres que enfrentan desafíos de está clase. Te
animo que busques a alguien que tenga experiencia en ayudar parejas que
tratan con la dependencia química u otras formas de adicción. Es posible
que seas co-dependiente. Eso puede hacer difícil éste tiempo de
recuperación. Mujeres que viven con estos desafíos se les hace difícil saber
cuando deben o no someterse a sus esposos. El apoyar la adicción de otra
persona no es de lo que se trata la sumisión.
Peleas Verbales
Tal vez tú nunca hayas tenido abuso físico, pero hay otra área de abuso – las
peleas verbales. En un desacuerdo, nuestras palabras pueden ser bastante
abusivas y dañinas. Tal vez haz vivido en un ambiente donde se han abusado
uno al otro verbalmente por muchos años. Ocasionalmente, el abuso verbal
en un matrimonio es más problema de uno que del otro, pero en la mayoría
de parejas que hemos ayudado mi esposo y yo, el problema es tanto del
esposo como de la esposa.
En los primeros años de mi matrimonio, yo tenía un temperamento fuerte y
me sentía libre de pelear verbalmente con mi esposo. Alzaba mi voz y decía
cosas groseras y crueles. Ahora que miro hacia atrás, no entiendo porque me
sentía justificada al hablar tan terrible. Hoy tengo una profunda convicción
que el haber tenido batallas verbales con mi esposo es impío. Las peleas
verbales son una perdida de tiempo precioso y una herramienta de Satanás
para atacar al matrimonio.
No estoy diciendo que no hay tiempos para el desacuerdo, pero tu tono de
voz puede hacer mucha diferencia.
La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva hecha leña al fuego.
Proverbios 15:1

Si Jim tiene una opinión diferente a la mía, yo le digo lo que pienso, pero es
mi meta siempre hacerlo en una manera respetuosa. En el pasado cuando
hemos discutido sobre algún tema y gastado horas y a veces hasta días
volviendo al mismo tema, nos ha hecho profundo daño a los dos. Las cosas
que ya estudiamos acerca de la integridad y la reverencia es lo que me ha
ayudado llegar a la convicción que necesito parar mi maldad y darle a Dios
todo lo que yo no puedo controlar.
Siempre ayuda mucho estudiar acerca del hablar con santidad. Todos
necesitamos tener más cuidado en nuestro hablar.
Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y
su religión no sirve para nada.
Santiago 1:26
Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra
ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus
palabras se te condenará.
Mateo 12:36-37

¡Alabado sea Dios por su misericordia y perdón! Ciertamente he necesitado


mucho el perdón de Dios por mis palabras descuidadas y llenas de enojo.
Quiero animarte a que consideres maneras en las que puedes crecer en el
hablar santamente. Hay mucha bendición que viene por el arrepentimiento en
esta área. Considera estos versículos:
En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.
Proverbios 18:21
No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto
fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, el que quiera amar la vida y
gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir
engaños;…
1ª Pedro 3:9-10
Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo.
Proverbios 16:24
El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias.
Proverbios 21:23

Tratar de cambiar un ambiente cargado de emociones en un hogar puede ser


muy desafiante. ¿Sabes como calmar el ambiente con tu esposo? Muchas
veces sabemos como alterarlos, pero necesitamos aprender como cambiar un
momento que va hacia una mala dirección. He encontrado algunas cosas que
son efectivas y te las quiero compartir.
Si me siento lastimada por un comentario, una respuesta que a veces uso es
decir, “¡Auch!” He encontrado que esto me ayuda mucho a apaciguar la
presión del ambiente. Mi esposo ha respondido rápidamente con una
disculpa a esta forma de respuesta. Es una respuesta suave, pero comunica
mucho. Otra manera de apaciguar el ambiente con mi esposo es de afirmarle
lo que ya es obvio. Si mi esposo me expresa que no se siente respetado, le
reafirmo mi respeto. Si no se siente amado, le reafirmo mi amor. Le digo
cosas específicas. Tal vez necesito aceptar que algo que dije o hice lo
desanimó, pero puedo seguir reafirmando mi amor y respeto. Esto ayuda a
calmar la situación, y entonces es más fácil resolver el problema del
desacuerdo. Otra cosa que encuentro que ayuda a calmar un día tenso cuando
las cosas no van bien para él es darle un abrazo y decirle cuánto lo amo.
(Después compartiré más acerca de esto.) Tal vez yo no pueda resolver su
problema, pero puedo darle mi amor y apoyo. Puedo notar un mejoramiento
obvio en el ambiente cuando hago estas cosas. Estas respuestas – el decir
¡auch!, reafirmar lo que es obvio y animarlo cuando las cosas no van bien –
no son mis respuestas naturales. He tenido que aprender a hacer esto.
(También después compartiré más acerca de esto.)
Creo que la comunicación es uno de los aspectos más desafiadores del
matrimonio. La respuesta suave e íntegra puede ser bastante efectiva al tratar
las diferencias. Puedes convertirte en una fuerza poderosa y sanadora en tu
matrimonio con las palabras que dices.
(La siguiente hoja de trabajo cubre otros aspectos de las peleas verbales.
Asegúrate de contestar las preguntas y considera como te aplican estas
escrituras.)
10ª Hoja de Trabajo – Temor al Abuso
El Abuso:

1. ¿Te encuentras en una relación abusiva? Si es así, escribe una oración pidiéndole a Dios que te
ayude a ser abierta y buscar ayuda.

2. ¿Tienes peleas verbales con tu esposo?

3. ¿Sabes de algún área en la cual debes tener mejor dominio propio en tu hablar?

4. ¿En la relación con tu esposo, ¿te enojas fácilmente? Considera los siguientes versículos:

Los insolentes conmocionan a la ciudad, pero los sabios apaciguan los ánimos.
Proverbios 29:8
El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla.
Proverbios 29:11
5. La discordia puede hacer nuestras vidas desgraciadas en medio de grandes bendiciones. ¿Tu hogar
es conocido como un lugar pacífico, o un lugar de discordia? Considera el siguiente versículo:

Más vale comer pan duro donde hay concordia que hacer banquete donde hay
discordia.
Proverbios 17:1
6. ¿Eres rápida para el pleito?

Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito.
Proverbios 20:3
7. ¿Has tenido conversaciones que pueden ser calificadas como terribles insensatas?

Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina; sus
primeras palabras son necedades, las últimas son terribles sandeces.
Ecclesiates10:12-13
8. ¿Le has expresado enojo recientemente a tu esposo? Si es así, ¿como impactó a tu relación con él?

9. Lee el Salmo 141:3. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te de palabras sabias que te traigan
una relación más pacífica con tu esposo.

¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore.


Santiago 5:13
- Capítulo 4 -
Las Hijas de Sara
Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son
hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.
1ª Pedro 3:6

Por mucho tiempo pensé que 1ª Pedro 3:6 aplicaba exclusivamente a mujeres
con esposos no creyentes, y no me beneficié de la sabiduría de éste pasaje.
En realidad, ésta escritura está escrita a toda esposa Cristiana. El pasaje
empieza sencillamente, “Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos.”
Luego, los siguientes versículos proporcionan sabiduría para tener éxito al
practicar la sumisión, cómo debemos pensar acerca de la sumisión, y cómo
enfrentarla al estar en una situación menos que ideal.
Me puedo imaginar a un grupo de esposas escuchando este mensaje acerca de
que las esposas deben someterse a sus esposos y respondiendo, “Puedo
someterme a mi esposo si es un hombre de Dios, fiel y santo, pero ¿que tal si
es un hombre mundano? No tengo que someterme entonces, ¿verdad?”
Pedro quería aclarar cualquier confusión que pudiera haber. Animaba a las
esposas que enfrentarían éste desafío diciéndoles como podían influir en sus
esposos incrédulos.
En el primer versículo, la palabra traducida del griego “no creen en la
palabra” es apeitheo.
Definición: Apeitheo (a-pi-the’-o) desobediente, no obedecer, incrédulo.19

Pedro nos dice que nos sometamos a nuestros esposos “de modo que si”
algunos de ellos son desobedientes a Dios, podamos influir en ellos por el
ejemplo de una vida íntegra y reverente. En el versículo 6, Sara es exaltada
como un ejemplo para nosotras. Ella era la esposa de Abraham. El era un
hombre de fe, pero aún Abraham tuvo tiempos en que batalló para tener
confianza en Dios. Así que, si estás casada con un hombre de fe como era
Abraham o no, puedes aprender grandes lecciones de las santas mujeres del
pasado.
Hay dos ‘condiciones’ para convertirnos en hijas de Sara. Eres su hija sí: 1)
haces el bien, y 2) si vives sin ningún temor. El temor puede afectar
grandemente en nuestros matrimonios. Nuestros temores pueden causar
muchas “peleas” con nuestros esposos. Puedes llamarle una discusión, un
tropiezo, un desacuerdo, o cualquier otro término que desees, pero me refiero
a un conflicto entre esposo y esposa que causa tensión y les roba el gozo.
Una manera en que podemos pelear es enviando un mensaje fuerte y claro,
“¡Me saldré con la mía o ya veras!” Como Cristianas, sabemos que esto no
está bien. Otra manera más creativa que por fuera parece ser aceptable es el
tomar control de la situación. ¿Cómo nos portamos cuando tomamos el
control? Regañamos a nuestro esposo, discutimos, lo mandamos, le ponemos
un ultimátum, nos enojamos, le exigimos que haga lo que deseamos, o lo
tratamos con “la ley del hielo”, etc. El propósito de poner un ultimátum es
para hacer que las cosas se hagan a nuestra manera. “¡Si no haces lo que yo
quiero, entonces haré…!” Tal vez tendrá la forma de un coraje o de tratar a
tu esposo con frialdad. Aunque éstas formas estén en extremos opuestos, las
dos son maneras de controlar. Hacemos estas cosas para forzar a nuestros
esposos para que cambien su comportamiento.
Tal vez estás pensando, “Entonces, ¿cual es tu punto? Mi punto es que si
vives de esta manera en tu matrimonio, estás fuera de tu papel como esposa.
He encontrado que casi siempre han ido las cosas de mal en peor cuando trato
de dirigir mi matrimonio. Dios no diseñó el matrimonio de esa manera.
En 1ª Pedro 3:6, Sara se menciona como ejemplo para nosotros, así que
vamos a ver su matrimonio. Su esposo Abraham deseaba tener un hijo, pero
ella no podía quedar embarazada. Me imagino que Abraham estaba muy
alegre cuando Dios le hizo la promesa que tendrían un hijo (Génesis 15:4).
Sara seguramente sentía mucha presión cuando pasaban los meses y no
quedaba embarazada. Después de diez años de esperar que se cumpliera la
promesa, (Génesis 16:1-3) Sara se dejó llevar por el miedo, y tomó control de
la situación. Le dice a su esposo que duerma con la sirvienta. (Sara tenía que
estar demasiado decepcionada para este punto.) Razonó tal vez que podía
tener familia a través de su sirvienta.
En vez de resolver el problema, la decisión de Sara multiplicó los problemas.
Serían otros trece años de espera para Sara, y para entonces, su vientre había
muerto (Romanos 4:19). Pero Dios entonces bendijo a Abraham y Sara con
un hijo, y en algún punto del camino, Sara aprendió a confiar completamente
en Dios y en su esposo. Yo creo que el silencio de las escrituras acerca de la
reacción de Sara cuando Dios después probó a Abraham pidiéndole que
sacrificara a su hijo Isaac (Génesis 22) es un tributo a ella a su confianza en
Dios y en su esposo. No se entrometió para quitarle el control a Abraham.
Ya no se dejaría llevar por el miedo. Como ejemplo, Dios la exaltó para
nosotras como una mujer que se hizo hermosa ante los ojos de Dios,
sometiéndose a su esposo. Dios nos llama a que sigamos su ejemplo.
Agradezco tanto lo realista que es la Biblia. No es un cuento de hadas acerca
de personas irreales, sino que se trata de personas con batallas reales, como
Sara. Ella batalló igual que tú y yo, pero superó el miedo con la fe. Se
convirtió en el ejemplo para nosotras de como no dejarnos llevar por el
temor. Aunque le tomó bastante tiempo – ¡tenía más de 90 años cuando al
fin fue madre y vio su fe reconocida por Dios! Ojalá nosotras no tengamos
que esperar tanto tiempo para que Dios vea nuestra fe, pues tenemos el
ejemplo de Sara que podemos seguir. Pero no importa cual sea tu edad o
cuánto tiempo tengas de estar casada, Dios te llama a que superes cualquier
temor que tengas a la sumisión.
También las mujeres solteras pueden enfrentar muchos temores a la
sumisión. Una respuesta común (sea la mujer soltera o casada) es el tratar de
controlar a los hombres que existen en sus vidas. Si tienes novio y deseas
una profunda amistad con él, tendrás que superar tus temores a ser sumisa.
Claro que como mujer soltera, no estás bajo la dirección de tu novio, como
una esposa lo está con su esposo, pero de todas maneras, se te puede hacer
difícil confiar en su dirección.
En el libro de Rut, leemos acerca de Orfa, una joven viuda. Era la otra nuera
de Noemí. Considera como ella trató con sus temores. En el primer capitulo
de Rut, cuando la oportunidad para otro matrimonio le parecía débil, ella
temía que no volvería a tener otro esposo y dejó a Noemí y a Dios. Habían
dos redentores parientes ricos (solteros disponibles); que se mencionan al
final del libro de Rut (Rut 3:12), pero Orfa ya no estaba allí porque había
regresado a Moab. Dios tenía un plan para su vida, pero sus temores la
llevaron hacia otra dirección.
¿Le das lugar al miedo? Recuerda tu último desacuerdo con tu esposo, (o con
tu novio). ¿Cual fue el tema de la discusión? ¿Estabas tratando que él hiciera
algo que pensaba que no era importante? ¿Por qué no estabas de acuerdo con
él? ¿Estabas motivada en alguna manera por el temor? ¿Te dijo algo que
despertó en ti un temor de ser controlada o lastimada en alguna forma?
Cuando he hablado acerca del tema del temor con otras mujeres, algunas me
han dicho que ellas no discuten por tener temor. Una amiga me dijo que ella
discutía por enojo, no por temor. Le pregunté que porque fue el enojo en su
ultima discusión con su esposo. Me dijo que estaba enojada porque creía que
lo que su esposo estaba haciendo no era bueno para sus hijos. Le ayudé a ver
que ella tenía miedo que algo fuera a lastimar a sus hijos. Aparentaba ser
enojo, pero el enojo venia por el miedo. Así es como ella trataba con el
temor, exhibiendo enojo y fuerza.
Si piensas que tu esposo está cometiendo un error, ¿cómo le respondes?
¿Discutes con el? ¿Tomas el papel de dirigir y lo empiezas a mandar? Yo
pienso que haciendo un autoanálisis te ayudaría a poder descubrir cuál es el
verdadero temor. Si puedo entender que es lo que temo, esto me ayudará a
deshacerme de mi respuesta incorrecta.
Por ejemplo, ¿alguna vez han discutido acerca de cómo llegar a algún lugar?
¿Pensabas que llegarían tarde, o que sabías un mejor camino? ¿Qué pasa si
llegan tarde porque tu esposo no tomó la ruta más rápida? ¿Tienes miedo que
esto refleje mal en ti?
Personalmente, a mi no me gusta llegar tarde. Tampoco me gusta conducir
rápido para llegar algún lugar porque vamos tarde. Mi esposo es un hombre
muy ocupado y muchas veces trata de hacer más de lo que el tiempo le
permite. Seguido sale de casa más tarde de lo previsto y a veces se encuentra
absorto en la conversación que se le pasa la salida. ¿Puedes ver el potencial
para crear un conflicto respecto a ésto? Tuvimos muchas discusiones acerca
del llegar tarde, pero no pude cambiar yo esto en mi esposo. Esta es un área
que he tenido que entregar a Dios completamente. Me ayuda a no tratar de
controlar ésto pensando en lo que podía ser el escenario de peor caso. La
mayoría de las veces el resultado es insignificante. A menudo llegamos unos
minutos tarde, pero ¿que importa si es así? Prefiero llegar tarde que ser
exigente con mi esposo y hacerlo sentir que no lo respeto. Lo que sí hice, fue
que muchos de nuestros viajes fueran tensos. Ahora, seguido llegamos tarde,
pero tenemos un viaje pacífico.
Tal vez encuentras que los desacuerdos con tu esposo son generalmente
acerca del mismo tema. ¿A que le temes? He encontrado que los temores
que se despiertan en mí, causan desacuerdos con mi esposo en ciertas
situaciones. Después de identificar mi temor, puedo tratar con él más
efectivamente.
Algo que ayuda es ver el impacto que tiene nuestro temor. Podemos cometer
locuras por causa del temor. ¿Tienes miedo de lo que piensa la gente? He
visto mujeres que corrigen la manera de hablar, de comportarse, la selección
de comida, y algunas otras acciones de sus esposos en público, porque les
importa mucho lo que pueda pensar la gente de ellas. ¿Te preocupas más por
lo que piensa de ti una persona desconocida que lo que piensa de ti tú esposo?
¿Y que tal las veces cuando hay consecuencias más significativas? Por
ejemplo, una amiga estaba en desacuerdo con su esposo acerca de la ofrenda
porque estaban pasando por una situación financiera muy difícil. El no estaba
dando el diezmo y eso era en contra de las convicciones de ella. Pelearon por
varios días y los dos se dijeron muchas palabras duras y amenazantes. El ser
exigente ¿es la solución? Ella quería agradar a Dios, pero sin la pureza de
corazón, Dios no se agrada.
Otra amiga tenía problemas porque su esposo no tenía una buena relación con
su hijo adolescente. Ella había hecho una lista de cosas que su esposo no
hacía bien. Había tanta tensión entre la esposa y el esposo que no podían ni
estar en el mismo cuarto juntos. Traté de explicarle a ella lo destructivo que
sería para su hijo vivir en ese ambiente en su hogar. Tenemos que empezar
con las cosas que podemos controlar. Sería más beneficioso para su hijo
vivir en un hogar alegre, aunque de alguna forma faltara algo en la relación
con su padre, que en un hogar donde su madre es miserable porque intenta sin
éxito cambiar a su esposo. Hay muchas trampas en el intento de cambiar a tu
esposo.
También podemos pagar un precio muy alto si le damos lugar al temor. Sara
decidió que su sirvienta debía tener el hijo de Abraham. ¿Te puedes imaginar
el impacto que tuvo esa decisión en la vida personal de su matrimonio? Ella
multiplicó los problemas, y luego le hecho la culpa a Abraham por todo.
(Génesis 16:5)
Muchas mujeres con las que he hablado dicen que ellas tienen que tomar el
papel de dirigentes porque sus esposos no lo hacen. Yo les digo que es como
cuando alguien te abre la puerta – a veces tienes que esperar un poco para
permitir que la persona llegue a la puerta. Hay varias razones por que los
hombres no dirigen. Una de ellas es porque las esposas son impacientes y no
les dan el tiempo suficiente. Yo puedo decidir rápido lo que debe suceder,
pero no es mi lugar dirigir a Jim, y no tengo que solucionar las cosas por él.
(Igualmente, puedo hacer rápidamente una mala decisión.)
Otra razón es cuando una esposa se opone a su esposo tan a menudo, que él
se da por vencido y deja de intentar de dirigir. Muchos hombres se dejan
llevar por la ociosidad, tal como la televisión o el entretenimiento, otros, a
sus carreras o a los deportes, y algunos, a la preocupación del ministerio. En
otras palabras, dejan de dirigir. ¿Es eso santo? No, pero la alternativa no es
muy buena tampoco – ¡puede luchar contra ti! Si él es un hombre que evita
el conflicto, es más probable que no lo haga.
Si te opones a su dirección, se puede poner inseguro. El necesita saber que le
tendrás misericordia si comete un error. ¿Y que tal si comete un error? ¿No
has cometido alguno tú también? Yo sí. Afortunadamente, la mayoría de las
veces se pueden corregir. Luego, lo intento de nuevo, pero con un poco más
de experiencia. Vuelvo a decir, ayuda mucho entender que és a lo que le
temes cuando él comete un error.
Otra razón por la que él puede ser poco dispuesto a dirigir su matrimonio es
por la crítica. Es difícil hacer algo si te critican a cada paso. Un área en la
cuál tengo opiniones fuertes es cómo conseguir un buen negocio. Cuando
Jim y yo comprábamos o vendíamos un carro o cualquier otra cosa, lo
observaba y luego después lo criticaba. “¿Por qué no le ofreciste menos?”
“¿Por qué no aceptaste esa oferta?” “No te van a ofrecer otra como esa.”
Te podrás imaginar que ésta no era una buena dinámica para nosotros.
Después de una ocasión, me miró a la cara y me dijo, “Sería mucho más fácil
si estuviera tratando con una sola persona.” Entendí su punto. Ciertamente,
yo no deseaba ser una espina en sus negociaciones. En mi orgullo, yo pensé
que sabía mejor que él. Pero aún si yo tuviera mejores habilidades de
negociación, la solución no sería hacerlo a fuerzas. Mis críticas le estaban
haciendo daño.
Nosotras podemos hacer las cosas muy difíciles para nuestros esposos y
luego nos preguntamos cuál es el problema y porque no quieren dirigir.
Aunque él sea un dirigente renuente, si dejas de entrometerte y tomar control,
con el tiempo, él podrá hacer su trabajo.
John Gray da su perspectiva en su libro Los Hombres Son de Marte, Las
Mujeres Son de Venus:
Generalmente hablando, cuando una mujer ofrece sus consejos no solicitados o trata de
“ayudar” a un hombre, no tiene idea lo crítico y sin amor que le suena a él. Aunque su intento
es cariñoso, sus sugerencias son ofensivas y dañinas. 20

Es importante escuchar la perspectiva del hombre. Nosotras somos su


ayudante (ezer) pero ¿que clase de ayuda necesita? Necesita tu amor y tu
apoyo mucho más que tus instrucciones de cómo dirigir. Necesita tu ayuda,
pero esa ayuda debe primero ser en forma de seguir su dirección con gozo y
respeto. Ninguna otra cosa le demostrará más apoyo o le servirá más de
ayuda.
Tu papel de esposa o ayudante no es para que le señales su desobediencia,
debilidades o errores, ni tampoco es tu lugar mejorarlo. Una amiga muy sabia
me dijo una vez que ese trabajo es reservado para el Espíritu Santo, no para la
esposa. Mi amiga, cuyo esposo no estaba dando el diezmo, temía que esto la
pondría en una mala relación con Dios, y por el temor, se puso muy fuerte e
irrespetuosa con su esposo. 1ª Pedro 3:1 dice que los esposos pueden
ganarse, no con palabras, sino por el comportamiento y la conducta íntegra y
respetuosa de las esposas – no a la fuerza.
Cuando una esposa es controladora y agresiva, su esposo no se siente
respetado, y ella, a menudo se siente sola. Yo he sentido esa soledad, y Jim
ha tenido tiempos en que no se siente respetado. Su queja más frecuente
acerca de nuestro matrimonio a través de los años, era el no sentirse
respetado. Yo no tenía idea a lo que se refería, porque yo creía que lo
respetaba. Yo no veía estos temas del control como falta de respeto.
Para ser hijas de Sara, aparte de no abrirle paso al temor, necesitamos elegir
hacer lo que es correcto. Eso si es algo que puedo controlar – ¡mis propios
hechos! Pero es mucha la tentación de enfocarme en los defectos de mi
esposo en vez de en los míos. Pero ese no es mi llamado como hija de Sara.
He encontrado que si quito el enfoque de mi esposo y sirvo a Dios en una
manera pura y reverente, soy mucho más feliz. También puedo influir mucho
mejor en mi esposo.
A veces quiero que mi esposo sea fuerte espiritualmente para yo no tener que
trabajar tan duro para ser Cristiana. Eso sería ideal y se facilitan las cosas
cuando mi esposo es fuerte espiritualmente; sin embargo, podría haber
ocasiones cuando no lo sea y Dios desea que yo permanezca en curso.
Si las cosas no van bien en mi matrimonio, mi primera línea de defensa es
evaluar como estoy yo en mi papel. ¿Le estoy poniendo mucha presión a mi
esposo de alguna forma, tal vez abriéndole paso al temor? ¿Estoy haciendo
lo que es correcto? Cuando doy un paso atrás y hago un auto evaluación, casi
siempre encuentro algo que puedo mejorar. Cuando no veo nada que puedo
mejorar, si le doy tiempo a mi esposo, siempre se arregla la situación.
He tenido pláticas con esposas que desean que alguien hable con sus esposos
porque creen que ellos no están bien espiritualmente. Mi respuesta a esto es
tratar de ayudar a la esposa a evaluar como está reaccionando ella con su
esposo. En la mayoría de las situaciones, ella se sentía perturbada e infeliz
con su esposo porque él no le ponía atención, o ella se sentía emocionalmente
decaída porque él no estaba bien espiritualmente. Así que ahora, no sólo
estaba enfrentando el primer problema que le estaba causando desánimo y
pérdida de fe, pero encima de eso, la esposa ahora estaba molesta con él.
Muchas de estas esposas encontraron que si estaban más animadas y se
enfocaban en amar más a sus esposos, todo se resolvía. Este es un tiempo en
que de verdad puedes ser su ezer (alguien quien ayuda a una persona en su
tiempo de desesperación).
Por lo regular, no es nuestra primera reacción elegir hacer lo que es correcto.
Nuestras emociones o nuestros temores nos empujan en otra dirección. Aquí
es donde el espíritu suave y apacible nos ayuda. Nos da una fuerza interna
que nos ayuda a enfocarnos en lo correcto y una paz que viene del saber que
Dios es el que está en control – no nosotras.
11ª Hoja de Trabajo - Las Hijas de Sara
1. ¿Temes someterte a la dirección de tu esposo? Si es así, ¿cuales son los temores más grandes que
tienes para someterte a él?

2. ¿Cuál fue el tema del último desacuerdo con tu esposo?

3. ¿Fue motivado por un temor tuyo? Si es así, ¿era un temor racional? ¿Cuál sería el escenario del
peor caso si ese temor se realizara?

4. ¿Cómo impactó a tu esposo ese desacuerdo?

5. ¿Se detiene tu esposo de dirigir? Si es así, ¿sientes que tienes que dirigir tú en su lugar? ¿Como
impacta esto tu relación? ¿Qué tomará para que te detengas y dejes que él dirija?

6. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a superar cualquier temor que tengas acerca de
la dirección de tu esposo.

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Filipenses 4:6
- Capítulo 5 -
¿Porque Yo?
¿Batallas con la idea de tener que hacer cambios? ¿Piensas, “Por qué tengo
que cambiar yo, porque no mi esposo?” Después de todo, él es el dirigente
en nuestro matrimonio – ¡el también debería ser el primero en cambiar!”
Algunas de mis amigas creen que el problema más grande en sus
matrimonios es la manera de ser de sus esposos, no la de ellas. No estoy en
desacuerdo con ellas. Algunos de sus esposos sí necesitan cambiar, pero
¿que es lo que los va hacer que cambien? ¿Los cambiarán los regaños, las
discusiones, o el tratar de hacerlos cambiar a la fuerza, o solamente los hace
miserables a los dos? Yo pienso que es maravilloso como Dios ha
autorizado a la mujer en esta manera. El nos pide que seamos humildes,
íntegras, y reverentes, lo cual puede que por fuera aparente una posición
débil, pero en realidad, Dios nos ha dado una manera increíble de poder
influir en nuestros esposos. Si quieres tener progreso, tienes que cambiar lo
que puedes. Dale a Dios algo que pueda bendecir, fielmente obedeciendo la
Biblia.
Durante la mayoría del tiempo que me esforzaba en cambiar como esposa, mi
esposo no decía, “quisiera que cambiáramos juntos.” Eso hacía las cosas más
difíciles porque yo sabía que él tenía cosas en que trabajar. (¡Es más fácil
trabajar con los problemas de él que con los míos!) Así que mis tiempos de
oración eran muy críticos para mi. Me ayudaron a quitar la vista de mi
esposo y poner el enfoque en mis propias debilidades.
Uno de mis obstáculos más grandes era el sentir que no era justo. Cuando me
ponía a orar y a meditar, trataba de imaginarme lo que diría Jesús acerca de
mi “no-es-justo”. Me imaginaba yo al pie de la cruz de Jesús diciéndole a él
que no era justo que yo tuviera que ser la que cambiara. Jesús respondía
diciéndome que él tampoco estaba en la cruz porque fuera algo justo.
Entonces me decía que cargara con mi cruz y lo siguiera. La cruz tiene un
tremendo impacto en mi duro corazón. En mis primeros años como discípula
de Jesús, se me enseño que debía ir a la cruz para buscar fuerzas cuando
estuviera en una batalla espiritual. Trato de ser lo más realista que puedo,
imaginándome allí en frente de Jesús conversando con él mientras él carga
con mi castigo. Esto siempre le da una perspectiva diferente a mis problemas
y me da las fuerzas que necesito.
Durante algunos tiempos de más desánimo, le dije a Dios que no dejaría mis
tiempos de oración hasta que él me llenara de gozo. Eso se escucha como
algo muy exigente de mi parte, pero era más una exigencia para mí que para
Dios, porque yo era la que tenía que cambiar. Este fue un tiempo de lucha
contra mis emociones. Dios siempre ha contestado esas oraciones. El Salmo
31:7 dice, “Me alegro y me regocijo en tu amor, porque tú has visto mi
aflicción y conoces las angustias de mi alma.” Yo creo que el gozo es un
gran indicador de que si estamos verdaderamente entregadas a Dios.
Después de mi oración, yo continuaba mi día con un corazón alegre.
Determiné que sería santa y, si había pecado contra Jim, haría las cosas bien
con él.
Es una gran tentación poner mi enfoque en mi esposo en vez de en mí, pero
ese no es el plan de Dios para cambiar mi matrimonio. El dice que necesito
ganarme a mi esposo sin palabras, con la pureza y reverencia de mi vida.
Recuerda que el tener miedo no es el problema. El problema es resignarte a
ello. Es importante tratar de solucionar las cosas que te dan miedo. Hay
algunas maneras efectivas para que puedas hacerlo.
Ora y Ayuna
Una de esas maneras es a través de la oración – entrégale tu miedo a Dios.
Tus oraciones dicen mucho de ti. He aprendido por mis experiencias que si
oro a Dios antes de hablar con otras personas, estaré en forma y mucho mejor
emocionalmente.
¿Que le pides a Dios en oración? ¿Oras, “Señor, cambia a mi esposo” o,
“Señor, cámbiame a mi.?” A veces he orado para que mi esposo cambie, y
Dios ha contestado algunas de esas oraciones. Pero mientras más edad tengo,
más seguido oro para poder cambiar. A veces soy movida a orar por algún
problema, pero mi meta más alta es orar para tener cambios en mi vida. ¡Eso
sí es algo que puedo controlar!
Otra manera de tener ayuda con los problemas es el ayuno. (Algunas
mujeres que conozco no pueden ayunar debido a problemas de salud, así
que habla con tu doctor si no estás segura de tu salud.) Si no puedes
ayunar de alimentos debido a problemas de salud, elige otra cosa que tenga
un impacto grande en tu forma de vida. Al hablar con muchas mujeres acerca
de los problemas matrimoniales, he encontrado muy pocas que han ayunado
por sus matrimonios. El ayuno ha sido una ayuda efectiva para poder dejar la
amargura, el desánimo, y el temor. Oro para tener fuerza espiritual durante
mis ayunos. Por lo regular, ayuno de una puesta del sol hasta la puesta del sol
del día siguiente, y solamente tomo agua. Si es un día de trabajo, a veces
tomo jugo.
Las primeras veces que ayuné, fue bastante difícil. Mis músculos espirituales
eran débiles y batallaba mucho para negarme a mi misma. También, mi dieta
no era muy saludable y me faltaba el dominio propio. (Es difícil ayunar
cuando comes mucha comida chatarra.) Pareciera que cuando he ayunado en
un día de trabajo, alguien trae un pedazo de torta hecho en casa e insisten que
lo pruebe para que les diga si me gusta. Una vez me dejé vencer y lo probé.
Otras veces les he dado las gracias y he dejado el pedazo de torta en mi
escritorio todo el día. Al principio quería poner la comida fuera de mi vista
debido a la tentación, pero comencé a ver un claro retrato de mis debilidades
y lo fácil que me dejaba vencer. Estaba perdiendo la batalla contra Satanás.
Esa idea me daba coraje y más vigor. Llegué a la convicción que aunque
estuviera rodeada de alimentos, no los comería. Mis músculos espirituales se
han fortalecido.
En la vida, el hambre es una de las fuerzas más poderosas y negar el hambre
te puede ayudar con otras cosas que son difíciles de negar, tal como tus
emociones y el pecado. El ayuno te puede fortalecer. No es una herramienta
para manipular a Dios, sino un tiempo para que te humilles y pidas a Dios
que te de fuerzas y dirección. Considera este pasaje en Isaías 58 acerca del
ayuno:
El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar
las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? ¿No es
acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin
techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz
despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el
camino, y la gloria del SEÑOR te seguirá. Llamarás, y el SEÑOR responderá; pedirás
ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!” Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la
lengua maliciosa, si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del
desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas, y como el mediodía será tu noche.
El SEÑOR te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos.
Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.
Isaías 58:6-11
Cuando ayunaba por mi matrimonio, una de mis metas era deshacerme del
“dedo acusador y la lengua maliciosa.” El versículo 11 describe como deseo
ver mi matrimonio: “un jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no
se agotan.”
También he ayunado un día por semana por un período de tiempo, regresando
a Dios una y otra vez en oración hasta ver progreso. Cuando he orado por
dirección en mi vida, Dios siempre ha contestado esa oración rápidamente.
Una mañana oré para que Dios me diera dirección y esa noche una amiga me
recomendó un libro. Fui a mi casa esa noche y lo ordené. Aprendí mucho de
ese libro. Fue una oración contestada. Necesitamos ir a Dios y pedirle
ayuda.
He tenido progreso, pero aún hay veces que veo mis defectos como esposa.
La integridad es el desafío más grande. A veces sé lo que debo hacer, y lo
hago, pero no de corazón. Esta no es una manera divertida de vivir. Así que,
¿como le hacemos para que nuestros corazones estén de acuerdo con los
hechos? Lo que he encontrado es que cuando mi corazón no quiere estar de
acuerdo, tengo que orar y ayunar. No deseo someterme a mi esposo
solamente por deber. Quiero hacerlo con un corazón puro y obedecer a Dios
con gozo mientras vivo la vida de un discípulo de Jesús. Esto trabaja en
todos los aspectos de mi vida, sea en el área de someterme a la dirección de
mi esposo, en perdonar, o en evangelizar. No es aceptable que haga las cosas
solamente por deber, porque sé que sentiré desánimo si no tengo una
motivación de corazón al obedecer a Dios. Así que ayuno y oro, pidiéndole
a Dios ayuda para cambiar mi corazón. Dios desea darnos un nuevo corazón.
Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón
de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.
Ezequiel 36:26

Recuerda la Misericordia
El crecer en el entendimiento de la misericordia de Dios me ha ayudado
durante tiempos de desánimo. He encontrado que hay dos obstáculos que
muchas de nosotras enfrentamos en el esfuerzo por ser suaves y apacibles.
La primera está en ver la verdad de éstas cualidades. Describen una mujer
fuerte y pacífica, no débil o pasiva. Sin embargo, si sobrepasas el primer
obstáculo y decides que quieres éstas cualidades en tu vida, encontrarás que
no son fáciles de obtener. Allí es donde enfrentamos el segundo obstáculo: la
tentación de pensar que estas cualidades no son alcanzables. Boté este libro
tres veces cuando lo escribía porque me sentía como una hipócrita. Tuve la
tentación de dejarme vencer. La fuerza interior y la paz no vienen
fácilmente, y cuando algo no es fácil, puede haber la tendencia de abandonar
la meta. Allí es donde nos puede ayudar la misericordia de Dios.
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y
hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Hebreos 4:16

Este versículo dice que podemos acercarnos a Dios con confianza a la hora
que lo necesitemos, pero puede ser desafiante tener confianza cuando te
encuentras en necesidad. De todas maneras, Dios quiere que sepamos que
podemos tener confianza en su gracia y misericordia en estos tiempos.
Imagina por un momento que has estado tratando de crecer en un espíritu
suave y apacible, y has perdido la batalla todos los días de esta semana.
¿Como te sentirías? ¿Quisieras mejor olvidarlo todo y decir, “Esto
sencillamente no es para mi? ¡Yo no puedo ser suave ni apacible!” ¿O
regresarías a Dios en tu tiempo de necesidad y le pedirías por su misericordia
para que pudieras empezar de nuevo?
Personalmente, yo me puedo desanimar y apenarme por mis fallas
espirituales. Sin embargo, un mejor entendimiento de la misericordia de Dios
me ha ayudado a seguir adelante. Un espíritu suave y apacible es una meta
bastante alta y es fácil desanimarte y abandonar la lucha espiritual. Pero si te
acuerdas que Dios es misericordioso, podrás seguir trabajando en tu meta.
No te desanimes más todavía si batallas con esto. Determina que vas a crecer
espiritualmente. No te dejes vencer en tus esfuerzos para conseguir éstas
cualidades maravillosas. Se tomará tiempo para desarrollarlas. Si
experimentas fallas mientras te esfuerzas a crecer en un espíritu suave y
apacible, recuerda que Dios es rico en misericordia (Efesios 2:4). Es como
tener un cheque en blanco que podemos escribir “en nuestro tiempo de
necesidad.”
Dios quiere que también nosotras seamos ricas en misericordia (Mateo 18:21-
35). Mi temor de hacer algo incorrecto puede influir hasta en mi relación con
Jim. A veces tengo miedo que él vaya hacer algo incorrecto. Esto puede
causar momentos tensos entre los dos. Afortunadamente, Dios no es como
un policía que nos “para al lado del camino” cada vez que hacemos algo
incorrecto para darnos una infracción de tráfico. Y, si te presentas en el
tribunal y te declaras culpable, él quita los cargos. La única estipulación que
él tiene para nosotras es que también demostremos la misma clase de
compasión a los que nos rodean, y eso incluiría a nuestros esposos.
¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el
SEÑOR: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:8

¡Yo amo la misericordia! ¡Por lo menos, amo recibirla! Sin embargo, éste
versículo habla de tener misericordia. ¿Amas tenerle misericordia a tu
esposo y a otros? ¿Amas tener ese cheque en blanco que puedes escribir cada
vez que alguien necesita poca o mucha misericordia?
Continúa En El Crecimiento
Es importante continuar creciendo y cambiando no importa cuanto tiempo
tengas de ser Cristiana.
Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud,
entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la
constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto
fraternal, amor. Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e
improductivos. [Frase subrayada por el autor para acentuar.]
2 Pedro 1:5-8

Recién me convertí a Jesús, era más obvio lo que necesitaba cambiar en mi


vida, y yo trabajaba duro para hacer esos cambios. Generalmente, mi
matrimonio era mucho más feliz. Pero como ya he dicho, llegábamos a un
punto al cuál regresábamos una y otra vez. Continuábamos bien por un
tiempo, luego topábamos de nuevo contra la misma pared.
Durante este tiempo de mi vida, yo oraba a Dios para que me ayudara a
crecer espiritualmente. Yo no tenía ni idea lo que necesitaba cambiar, pero
Dios empezó a enseñarme varias áreas en mi relación con Jim que
necesitaban crecimiento espiritual. Durante ese año, había días que me sentía
abrumada por mi pecado, pero me recordaba a mí misma de mi oración. Dios
me dió las fuerzas para hacer profundos cambios en mi carácter. Es muy
regocijante cambiar para Dios. Hechos 3:19 dice que vienen tiempos de
descanso con el arrepentimiento. He tenido esos tiempos de descanso. Dios
también dice que él nos exaltará si nos humillamos delante de él. (Santiago
4:10)
Considera como te impactan las cualidades mencionadas en 2ª Pedro 1:5-8 en
relación a tu matrimonio y porqué es importante que continúes creciendo en
ellas.
La Fe: Puede ser que estés batallando con tener fé en el plan de Dios para el
matrimonio, o tal vez tengas poca fé en que tu matrimonio pueda cambiar.
Podrás ser fiel en otras áreas de tu vida, pero por alguna razón, cuando se
trata de tu matrimonio, batallas para creer en lo que puedes crecer. La fé
hace una gran diferencia en como enfrentamos nuestros desafíos. Recuerda
que nuestra fé es en Dios y en su poder, no en nosotras mismas.
La Virtud: Tal vez necesitas crecer en virtud para con tu esposo y dejar de
decir y hacer cosas injustas.
El Entendimiento: Puede ser que necesites crecer en el entendimiento de las
escrituras y aprender el plan de Dios en vez de dejarte llevar por ideas que se
difunden de Hollywood que parecen buenas.
El Dominio Propio: El autodominio es útil para refrenar de tus palabras y
también te ayudará a contener tus emociones.
La Constancia: La constancia te ayudará a sobrepasar los tiempos difíciles.
La Devoción a Dios: Tener devoción a Dios significa que te convertirás más
al carácter de Dios. Dios es santo. Nunca tiene amargura y siempre
perdona. Si vas a ser santa, tienes que deshacerte de cualquier amargura que
tengas para con tu esposo y amar mostrando misericordia. Hay muchas
cualidades santas que podemos añadir a nuestro matrimonio.
El Afecto: El afecto es una cualidad que tranquiliza en un matrimonio. ¿Estás
creciendo en el afecto para con tu esposo?
El Amor: El amor es la joya de la corona en este pasaje. No hay mejor lugar
para el crecimiento en el amor que con el hombre a quien le prometiste tu
amor con un solemne juramento en el día de tu boda.
Dos versículos antes de éste pasaje se encuentra ésta declaración: “Su divino
poder,…nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como
Dios manda.” Tenemos todo lo que necesitamos para ser santas en nuestro
matrimonio. El versículo 8 dice que si estas cualidades abundan en nosotros,
seremos útiles y productivas. La siguiente vez que te encuentres con un
desafío en tu matrimonio, pregúntate cual de éstas cualidades estás
necesitando. ¿Será que necesitas más fe, constancia, amor, etc.? Dios desea
bendecirte con éstas cualidades, y quiere que pongas todo esfuerzo para
añadirlas a tu vida.
Si estás casada, tu matrimonio es lo que más refleja tu relación con Dios.
¿Este es un llamado bastante alto, no es así? Pero Dios te ayudará porque el
desea que tengas éxito. Yo estoy sorprendida al ver cómo Dios bendice mi
vida y mi matrimonio, mientras me esfuerzo a crecer en estas áreas. Desde
mi punto de vista, no me glorío en lo que he logrado. Me glorío en el Señor
porque es capaz de cumplir lo que ha prometido.
Dios mismo diseñó esta increíble relación que él llama ‘matrimonio’. Nos
dio nuestro papel como esposas. Tenemos que confiar en que él nos ama y
nos valora. ¡Dios desea bendecirnos!
Sigo tratando de crecer en amor para con mi esposo. Estoy encantada con lo
que Dios ha hecho en mi matrimonio. Quiero animarte a cavar
profundamente, orar a menudo, y cambiar lo que puedas. Las recompensas
son grandes.
12ª Hoja de Trabajo – Haciendo Los Cambios
La gente más infeliz es la que le teme al cambio. - Mignon McLaughlin

1. ¿Cuanto tiempo tienes de ser Cristiana?

2. ¿Buscas activamente el crecimiento espiritual?

3. ¿En cual área de tu matrimonio te gustaría ver crecimiento o cambio?

4. ¿Alguna vez haz ayunado por tu matrimonio?

5. ¿Oras por los desacuerdos que tienes con tu esposo?

6. ¿Eres rápida para pedir misericordia cuando la necesitas?

7. Lee Miqueas 6:8. ¿Amas el mostrarle misericordia a tu esposo?

8. ¿Cuáles de las cualidades nombradas en 2ª Pedro 1:5-8 (fe, virtud, entendimiento, dominio propio,
constancia, devoción a Dios, afecto, o amor) beneficiaría más a tu matrimonio en este tiempo?
Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a crecer en esa cualidad.

…perseveren en la oración.
Romanos 12:12
Capítulo 6 -
Auto-Evaluación
¿Como podríamos crecer en integridad y reverencia? Y ¿como podemos
desarrollar un espíritu suave y apacible? ¿No puedo solamente decir unas
cuantas oraciones y ayunar por algunos días? Por muchos años en mi
matrimonio, me esforzaba mucho para respetar a mi esposo, pero no siempre
se sentía respetado. Yo necesitaba ayuda práctica. Enseguida encontraras
unas preguntas que me han sido de provecho al evaluar donde estoy en mi
relación con mi esposo. Estas preguntas me ayudan a determinar si estoy
permaneciendo en mi papel de esposa y si dispuestamente estoy siguiendo la
dirección de mi esposo. Me ayudan a evaluar si estoy tratando de controlar a
mi esposo en alguna forma. Las preguntas se traslapan algo, y también se
fortalecen unas a otras. Después de evaluar donde estoy, puedo ver si en
algúna área necesito ser más entregada a Dios.
Recuerda que una esposa de espíritu suave y apacible es entregada a Dios
primeramente y luego a la dirección de su esposo. Es importante que
recuerdes las cosas que has estudiado acerca de la vida íntegra y reverente.
Sin una motivación pura para agradar a Dios, será difícil progresar. Quiero
animarte a que te hagas estas preguntas y, tal vez, repasar tus respuestas con
una amiga cercana y espiritual.
¿Soy “mandona” con mi esposo?
Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.
Efesios 5:22

Eres mandona si exiges a tu esposo que haga lo que tú deseas. Esta es una de
las formas más obvias de controlar a tu esposo. Es lo contrario a la sumisión.
¿Eres mandona? Puedes ser una esposa mandona y no darte cuenta. Algunas
de mis amigas más mandonas no piensan que lo son. Te sugiero que veas los
programas de televisión como Home Improvement o Everybody Loves
Raymond, poniendo atención a cuando la esposa se porta exigente e
irrespetuosa. Las películas también son buenos recursos para esta
observación, por ejemplo, la película Moonstruck o My Cousin Vinny.
Cuando he visto estas películas con mis amigas, nos reímos más fuerte
cuando vemos nuestro carácter en el de las actrices. El carácter de ser
mandona es más obvio cuando lo ves en otra persona.
¿Usas frases exigentes cuando hablas con tu esposo? ¿Dices cosas como
“Deberías hacer esto…” o “Porque no haces esto…?” Cuando pones
atención a tus exigencias, ¡las veras por todos lados! Aquí están algunas
“frases exigentes” que he escuchado a las esposas decir a sus esposos:
En una celebración: “Dile a los niños que ya no hagan eso.”
En la tienda de comida: “No compres esa marca.”
En un servicio de la iglesia: “Ya vamonos.”
En casa de una amiga: “Mete al perro a la casa.”
Yo he dicho cosas similares. Puedo ser una pequeña dirigente. Saca la
basura, ya es tiempo de irnos, has esto, trae lo otro, ve allí, etc. El portarte
como el jefe comandante puede crear una dinámica muy mala en tu hogar.
No es el papel que Dios te ha dado, y es un ejemplo terrible para tus hijos y
todos los que te escuchan.
Pagarás un precio por ser mandona con tu esposo. Los hombres no desean
ser mandados por sus esposas. Responden con enojo y frustración o con
indiferencia. El puede dejar de dirigir y dejar que su esposa se encargue de
los asuntos del hogar. Al ser mandona con tu esposo, esto los sacará a los dos
del papel que Dios les ha dado de muchas maneras y hace daño a su
matrimonio.
Si rutinariamente mandas a tu esposo, podrás encontrar que es difícil dejarlo
de hacer. Se tomará mucha fuerza interna (el espíritu suave) para superar los
pensamientos y sentimientos que respaldan esta forma de ser. Tendrás que
dejar salir cualquier temor que pueda estar detrás de esta forma de ser.
Para que puedas superar el ser mandona, un buen lugar para empezar es ¡no
decir ni una palabra! Aprende a pensar en lo que vas a decir antes de hablar.
Puede ser necesario que ores y ayunes para superar esto. Tal vez estarás
pensando, “Pero él necesita que yo le diga lo que tiene que hacer” o, “No
hará nada si no le digo lo que tiene que hacer.” Recuerda a Uza – ¡no lo
toques! No es tu lugar dirigir o mandar a tu esposo. Ponte en contacto con
tus temores y salte del papel de “dirigente.”
Un espíritu suave y apacible te ayudará a permanecer en tu papel. Praús
(suave) describe a una mujer fuerte que es sumisa a la dirección de Dios y a
la dirección de su esposo. Esuquios (apacible) describe a una mujer pacífica.
Recuerda que todo esto no tiene nada que ver con tu importancia o la
importancia de tu esposo. La relación del matrimonio es una relación muy
especial y permaneciendo en tu papel creará una relación más cercana. Al no
ser mandona, demuestras confianza en tu esposo, y la confianza es una
enorme expresión de amor (1ª Corintios 13:7)
13ª Hoja de Trabajo – Superando el Ser Mandona
Muchas mujeres se proponen cambiar a un hombre, y cuando lo han
cambiado, no tienen gusto de él. - Marlene Dietrich

1. ¿En que área eres mandona con tu esposo? ¿Qué impacto tiene en tu esposo el que seas mandona?

2. Si te has dado cuenta que eres mandona, pregúntate ¿por qué? ¿Estás reaccionando a un temor?

3. Durante las próximas 24 horas, pon atención a tus conversaciones con tu esposo y anota si eres
mandona con él en cualquier manera. Haz una lista de las áreas en las cuales tiendes ser mandona
para que puedas orar por dejar de serlo.

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán;…


Mateo 7:7
Mis expectativas, ¿son exigentes?
Las expectativas también son otra forma de tener control. Esta forma de
control puede suceder sin palabras y aún ser exigente. Esto sucede cuando
una esposa tiene una expectativa de que el esposo tiene que satisfacer o pagar
un precio. Si su cita, su cumpleaños o su viaje de aniversario no sale como
ella desea, pone a su esposo “en el corral.” Ella siente que él sabe lo que ella
desea pero no cumple las expectativas, así que ella se distancia de él y se
comporta voluble.
Yo he escuchado unas respuestas muy emocionales cuando las expectativas
no han sido satisfechas. “El piensa que no soy importante.” “El no considera
mis necesidades.” “El no me ama.” A veces las palabras son expresadas con
lágrimas, a veces con enojo. Considera este versículo:
La sanguijuela tiene dos hijas que sólo dicen: “Dame, dame.”
Proverbios 30:15

Si le dices a tu esposo lo que te tiene que regalar o lo que tiene que hacer por
ti, y luego él te da lo que deseas o hace lo que le pides, no sabrás si actuó por
amor o si solo lo hizo para mantener la paz. Yo prefiero que Jim me regale
algo que el ha escogido para mi, a que me regale algo que yo lo haya
obligado a comprarme para mantenerme feliz. Y ¿cuán feliz puedo ser si sé
que solo me regala lo que le pido para mantenerse fuera del “corral?” ¡Que
insatisfacción! Si no es un obsequio que viene del corazón, ¿me sentiré
verdaderamente amada?
No estoy diciendo que no le digas lo que te gusta, pero hay una gran
diferencia entre “lo que me gusta” y “tienes que hacer esto o me pondré
molesta.” En el último caso, lograrás el regalo que deseas, pero harás mucho
daño a tu relación íntima con tu esposo.
A veces mi esposo me pregunta que deseo para alguna ocasión especial.
Usualmente, le doy varias ideas, pero me encanta especialmente cuando le
sale una idea completamente suya. En algunas ocasiones, no ha sido muy
creativo, pero en otras, ¡me ha sorprendido en grandiosas maneras! Cuando
soy agradecido con él por lo que hace por mi, aunque no sea mi primer deseo,
es una gran manera de animar su creatividad. También nos acerca más.
14ª Hoja de Trabajo – Dejando Ir las Expectativas
1. ¿Tratas de orquestar lo que tu esposo te obsequia o lo que hace por ti? Si es así, ¿te molestas si no
satisface tus expectativas?

2. ¿Hay tensión en tu matrimonio en los días de celebraciones especiales?

3. ¿Frecuentemente le expresas gratitud a tu esposo por las cosas pequeñas que el hace por ti?
¿Están mis palabras llenas de gracia?
El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar tendrá por amigo al rey.
Proverbios 22:11
Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su
recompensa.
Proverbios 12:14

Nuestras palabras nos juntan o nos apartan. Proverbios 12:14 lo dice bien –
tus palabras pueden llenar tu vida de cosas buenas. En el Capítulo 3, vimos
el ejemplo del hablar con gracia de la Reina Ester y el impacto que eso tuvo
en su vida. Jesús también es un gran ejemplo de alguien que hablaba
palabras llenas de gracia.
Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de
su boca. “¿No es éste el hijo de José?”, se preguntaban.
Lucas 4:22

Hay muchas cosas asombrosas acerca de la vida de Jesús – su amor por la


gente, los milagros que hacía, y su resurrección de entre los muertos. Pero el
hablar de Jesús también era asombroso porque estaba lleno de gracia. El
hablar con gracia es asombroso, y tiene un impacto poderoso en los que lo
escuchan. ¿Estás asombrando a alguien al hablar con gracia?
Cuando yo empecé a tener más gracia al hablar, eso tuvo un efecto muy
positivo en mi matrimonio. La gracia impacta la manera que respondo y la
manera en que hago mi pedido.
Un aspecto importante de la gracia, es como comunicas tus necesidades.
Puedes estar preguntando como vas a conseguir ayuda en tu hogar si ya no
vas a mandar a tu esposo. La respuesta a esa pregunta es hablar con gracia.
Muchas veces he deseado que mi esposo averigüe lo que yo necesito.
Pensaba que esto significaba que estaba más conectado con mis necesidades
y que era un mejor esposo – que demostraba su cariño para mí. ¡Era una de
esas ideas que venían de Hollywood! De todas maneras, tuve algunos
momentos tristes porque él nunca captó esta idea. Para cuando le decía lo
que necesitaba, por lo regular, yo ya tenia una mala actitud, y el respondía
defensivamente porque se sentía atacado. He encontrado que si con gracia le
comunico mi deseo, el hace lo posible por cumplir. Esto es más evidencia
para mí que un esposo tiene una inclinación natural a querer agradar a su
esposa.
Aprendiendo a pedir con gracia lo que deseas o necesitas, en vez de mandar a
tu esposo, puede cambiar dramáticamente el ambiente en tu hogar.
Mandar: “Amor, la basura esta llena. Sácala.”
Con Gracia: “Amor, ¿puedes sacar la basura?”
Otra parte de hablar con gracia es el tono de voz que usas. El tono tiene tanto
que ver con la gracia como las mismas palabras.
Con sarcasmo: “Amor, ¿seria demasiado pedirte que sacaras la
basura?”
Tono impaciente: “Amor, (suspiro) ¿podrías sacar la basura?
A veces cuando vamos a tener invitados, mi esposo me pregunta como me
puede ayudar. Hasta dice a veces, “Dime lo que puedo hacer para ayudarte.”
Pero aún cuando me dice de esa manera, trato de comunicárselo en forma de
pedido.
Tenemos vidas bastante ocupadas y es fácil sentirnos presionadas y empezar
a mandar. El hablar con gracia producirá un ambiente mucho mejor que el
que resultará si mandas a tu esposo. Podrás todavía sentir la presión de tener
que cumplir con muchas quehaceres, pero tendrás un mejor ambiente en que
vivir. El hablar con gracia tiene grandes recompensas.
15ª Hoja de Trabajo – El Hablar Con Gracia
El Refuerzo Positivo es darle a tu esposo un abrazo cuando te ha lavado la ropa. El Refuerzo Negativo
es decirle que uso mucho detergente. - Dra. Joyce Brothers

Considera cada uno de estos versículos que te ilumine en tu manera de


hablar con tu esposo:
1. Proverbios 16:24 – ¿Puedes catalogar las palabras que hablas a tu esposo como amables o dulces?
¿A quién es más probable que hables en tono dulce?

2. Proverbios 17:27 - ¿Puedes refrenar tus palabras cuando estás en desacuerdo con tu esposo?

3. 1ª Tesalonicenses 5:18 - ¿Le comunicas a tu esposo lo agradecida que estas por las cosas que el
hace para ti y por los obsequios que te hace?

4. Santiago 3:17 - ¿Hablas con sabiduría? ¿Describen tus conversaciones con tu esposo las palabras
siguientes: pura, amante de la paz, considerada, sumisa, llena de misericordia, imparcial, y sincera?

5. Proverbios 12:18 – ¿Piensas antes de hablar?

6. Efesios 4:29 - ¿Se siente generalmente tu esposo animado por ti?

7. ¿Cuándo es que tu esposo necesita más ánimo? ¿Encuentras difícil animarlo durante esos tiempos?

8. ¿En cual de las áreas mencionadas arriba del 1 al 6 necesitas más crecimiento?
9. Lee la oración de David en Salmos 19:14 y escribe una oración pidiéndole a Dios que tus palabras
sean agradables a él.

…llamen, y se les abrirá.


Mateo 7:7
¿Me controlan las emociones?
En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación
y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en
este mundo con justicia, piedad y dominio propio…
Tito2:11-12

Nuestras emociones, aunque son partes grandiosas de nuestro ser, son un gran
desafío al vivir vidas de “auto-dominio, rectas y santas.”
La palabra griega traducida “auto-dominio” en el versículo mencionado
arriba es sofronos.
Definición: Sofronos (so-fro’-nos) seguro (sano) de la mente, moderado en opinión o pasión,
discreto, templado.21 Se sugiere ejercitar el auto-refreno que gobierna a toda pasión y deseo,
capacitando al creyente para ser formado a la mente de Cristo. 22

El auto-dominio envuelve refrenar no solo nuestros hechos, sino también


nuestros pensamientos. ¿Estás segura en las cosas que piensas? ¿Tus
pensamientos son sanos? ¿Permites que la amargura, o los pensamientos
críticos y enojados vivan en tu mente?
He tenido que batallar contra mis propios pensamientos de amargura. Escribí
las palabras de Job 36:13 en varias tarjetas: “Los de corazón impío abrigan
resentimiento.” Las puse al lado de mi teléfono, al lado de mi cama, en mi
espejo, y en mi cartera. Cada vez que miraba este versículo, miraba en mi
corazón y en mi mente para ver que era lo que estaba pensando y sintiendo.
¿Eres moderada en tus opiniones y pasiones o te controlan tus emociones?
Las emociones descontroladas son lo contrario a un espíritu suave y apacible.
Recuerda la verdadera definición de estas cualidades – el poder bajo control y
la tranquilidad que sale desde adentro.
La palabra emoción viene de movimiento interno. Dios nos dio la habilidad
de sentir y de expresar nuestros sentimientos. No somos seres mecánicos.
¡Eso es bueno! Pero cuando somos conducidas por nuestras emociones, ¡eso
no es bueno!
Podemos usar esta fuerza emocional para tratar de mover a nuestros esposos.
He escuchado a muchas esposas decir, “Solo quiero que sepa como me
siento.” Por lo regular, decían esto cuando se sentían lastimadas por algo que
el esposo hizo o no hizo. Tus sentimientos pueden ser muy fuertes para tu
esposo. Puede sentirse atacado y reaccionar defensivamente. Si te sientes
sola y descuidada por tu esposo, tienes varias maneras que puedes expresarlo.
Una manera es, “Me siento triste (o enojada) porque no me estás dando el
tiempo que necesito de ti.” La otra manera es, “¿Cuándo podemos pasar
tiempo juntos? Te extraño.” Considera el nivel de respeto en estas opciones.
La primera es conducida por las emociones, pero la segunda, por gracia.
Si solo expresas como te sientes, entonces él tiene que adivinar como corregir
la situación. Puede estar pensando, “Estoy haciendo todo este trabajo con la
casa tratando de hacerte feliz, y ahora, ¿sientes que no hago lo suficiente para
ti?” En el pasado, le he dicho a mi esposo que no me siento amada. Jim a
menudo respondía diciéndome todas las cosas que él estaba haciendo para
mí. Si en vez de esto, le hubiera dicho con gracia que deseaba más tiempo
con él, hubiera entendido mejor lo que yo necesitaba y hubiera podido
responder en una manera más favorable.
Tuve que enseñar a mis hijos cuando eran pequeños a expresar sus
necesidades en una manera respetuosa. Por ejemplo, en un día caluroso,
después de andar jugando afuera entraban a la cocina y decian, “¡Tengo sed!”
Si yo no paraba de hacer lo que estaba haciendo inmediatamente y les daba
algo para beber, alzaban sus voces y decían indignadamente, “¡Dije que tengo
sed!” A esto le llamo el síndrome del “centro del universo.” Los niños nos
expresan sus problemas, y como están al centro del universo y todo se mueve
alrededor de ellos, tenemos que hacerlos felices. Tenemos que encontrar la
solución. De vez en cuando, les daba agua para beber y ellos respondían,
“¡No quiero agua!” Así que entonces, esperaban que yo adivinara lo que
deseaban para beber. Entonces, yo les decía que necesitaban hacer su pedido
en una manera amable. Les enseñé a decir, “Mamá, ¿me puedes dar algo
para beber?” Los hacía que salieran de la cocina y que entraran al cuarto de
nuevo para que hicieran su pedido otra vez. Sus corazones tenían que ser
entrenados para hacer sus pedidos con respeto.
Yo fácil podía ver éste problema en mis hijos, pero sin darme cuenta, estaba
haciendo a mi esposo adivinar lo que yo deseaba. Si tu esposo tiene que
adivinar lo que te hace feliz, puede ser que vayas a tener que esperar mucho
tiempo. Si lo piensas bien, encontrarás una buena manera de hacer tu pedido
con gracia. Es una nueva manera de pensar para muchas esposas. En vez de
presentar el problema lleno de emoción, tienes que encontrar la forma de
hacer tú pedido en una manera positiva y amable. La posibilidad que él
entienda y pueda cumplir tus necesidades será mucho más probable.
¿Como podemos ser de esta manera? ¿Cómo puedo hacer un pedido con
gracia cuando estoy llena de emociones? Tito 2:11-12 dice que la gracia de
Dios nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Ahora,
Dios no está diciendo, “solo di que no,” como el lema de la droga de hoy en
día. Al contrario, desea que seamos motivadas de corazón por su gracia en
nuestras vidas. La gracia puede ser una motivación muy poderosa.
La gracia de Dios me motiva. Ha habido muchas veces cuando mis
emociones me superan y me siento ansiosa. ¡Un remedio que tengo para esas
ocasiones es el de parar lo que estoy haciendo y forzarme a sonreír! ¡Si,
sonreír! Hay algo muy relajante en una sonrisa – pero una sonrisa verdadera.
Tengo mucho en mi vida de que sonreír, aún cuando no todas las cosas van
de lo mejor. Jesús me ha dado mucho por que sonreír. Trato por un
momento de enfocarme en esas cosas, tomando una visión más grande que la
del momento en que vivo. Los siguientes versículos son mis favoritos acerca
de la sonrisa:
Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan, y
establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia.
Judas 1:24
Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado,
ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.
1ª Corintios 2:9

¿No te hacen sonreír estos versículos? Si no sonreíste al leerlos, no dejaste


que la verdad de ellos se hundiera en tu corazón. Estos versículos hablan del
favor de Dios y lo que eso significa en tu vida. Judas 1:24 nos dice que a
pesar de nuestras debilidades, él puede establecernos sin tacha y con gran
alegría. 1ª Corintios 2:9 nos habla de la recompensa increíble que Dios ha
preparado. Si alguien te dijera que acababas de ganarte la lotería, ¿cambiaría
eso tu disposición? Estos versículos te dicen algo mucho mejor a que te hayas
ganado la lotería.
Mi punto es que tenemos más control sobre nuestras emociones de lo que nos
imaginamos. ¿Alguna vez haz estado en medio de una discusión muy
acalorada con alguien cuando timbra el teléfono, y lo contestas con una voz
completamente diferente? ¿Por qué hacemos eso? Porque no es el tiempo ni
el lugar para dar rienda suelta a nuestras emociones. Así que, sí podemos
controlar las emociones.
Después que pongo mi sonrisa, miro a mi esposo sonriendo. Yo sé que él se
anima cuando le sonrío – ¡pero una sonrisa verdadera! Puedo verlo suavizar
un poco, especialmente si estamos en una situación estresada o un momento
tenso en nuestro horario. Después de un pequeño tiempo para ajustar la
actitud, encuentro que puedo dar ánimo aún cuando las cosas no van lo bien
que yo quisiera.
Una ilustración que me ha ayudado a tomar control de mi “movimiento
interno” es el ejemplo del transporte. Es como la diferencia de viajar en un
tren de alta velocidad, y un avión de alta velocidad. Si miras por la ventana a
la tierra cuando viajas en el tren, te puede dar vueltas la cabeza. Tus
emociones pueden ser así – pueden hacer que te de vueltas la cabeza. Pero,
aunque vas más rápido en un avión, cuando miras a la tierra, parece que
apenas te mueves, porque estas a 30,000 pies de altura. Puedes tener una
vista mucho más amplia. Si puedo captar mis emociones por un momento y
pensar en lo que estoy haciendo, me pregunto, “¿Tendrá importancia lo que
hago ahora en otros 100 años?” (Esa es la vista desde el avión en mi vida a
ese momento.) Esa pregunta me ayudará a tomar control de mis emociones.
Claro, no estaré viviendo en este mundo en 100 años, y por eso me ayuda a
obtener una perspectiva espiritual de mi vida en ese momento y poder ver lo
que en verdad es importante. Casi siempre puedo decir que no importará ni
en diez años (ni en uno).
Hace muchos años cuando empecé a ver las cosas de esta manera, conducía
mi carro rápido mientras hacia mis compras. Llevaba prisa y mucha tensión.
De repente, me vino a la mente como Dios estaría mirándome en ese
momento, como una hormiguita corriendo apresuradamente en un círculo.
Me dio risa y respiré profundamente. Reduje mi prisa. Pude deshacerme de
ese “movimiento” interno.
A través de los años, mis emociones me han llevado en muchos “viajes de
tren”. He sido muy aprensiva acerca de cosas bastante serias, y acerca de
cosas de muy poca seriedad. Siempre me ayuda tener una perspectiva
espiritual. Trato de que mis amigas tengan la “vista amplia” de sus vidas
cuando hablamos acerca de sus problemas. Pueden estar en un tiempo bien
difícil, pero siempre les ayuda tener la perspectiva de la “vista amplia”.
Hablamos de lo peor que puede suceder en ese momento, pero sobre todo, en
100 años, ¿que estarán pensando?
Así que la siguiente vez que los niños coloreen en la pared, o que tu esposo
corte tus flores preferidas, o que los dos carros se descompongan en el mismo
día, o que recibas malas noticias de alguna cosa, trata de tomar la perspectiva
con una vista amplia. Te ayudará a mantenerte estable en tu fe. El siguiente
versículo lo dice muy bien:
Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos
desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos
ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale
muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo
invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.
2ª Corintios4:16-18

Cuando leo acerca de la vida del apóstol Pablo, no pienso de sus sufrimientos
como “ligeros y efímeros.” El enfrentó muchos problemas serios, pero tenía
una perspectiva espiritual que le ayudaba a enfrentarlos lleno de fe.
Tú y yo necesitamos esa misma perspectiva espiritual. Te ayudará a bajar la
velocidad de la “marcha” y tener más gracia. Entonces podrás mostrar más
bondad, cortesía, gratitud, compasión, etc. Creciendo en estas cualidades
puede traer mucho más romance a la vida de muchas parejas.
16ª Hoja de Trabajo – Controlar tus Emociones
1. ¿Eres conocida como una mujer emocional?

2. ¿Te puedes controlar en medio de un tiempo emocional?

3. ¿Qué emociones te dominan más fácil?

4. ¿Qué es lo que te ayuda más a dominar tus emociones?

5. Lee 1ª Pedro 1:13. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a crecer en el dominio
propio.

Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
1ª Pedro 4:7
¿Trato a mi esposo como a uno de los niños?
…y que la esposa respete a su esposo.
Efesios 5:33
No es mi papel portarme como una “madre” con mi esposo. Esta es otra
forma de ser mandona, pero con un sabor un poco diferente. Es cuando dejas
que te superen los instintos maternales. He escuchado mujeres decir que
tienen 3 hijos, cuando en realidad solo tienen dos, porque incluyen a sus
esposos entre los niños. Esto construye una dinámica extraña entre el esposo
y la esposa cuando ella toma el papel de “madre” con su esposo. Esto es muy
irrespetuoso y naturalmente, impide que se desarrolle una verdadera relación
intima en el matrimonio.
¿Has escuchado el dicho, “Si mamá tiene frío, todos tenemos que ponernos
suéter?” Imagínate a un niño decir a su mama, “Tengo calor” y ella
contestarle diciendo, “No, hace frío, ponte un suéter.” Podemos hacer esto
también con nuestros esposos. Claro, a un niño, puedes tener que ayudarle,
pero tu esposo no es un niño. El puede hacer su propia decisión en cuanto su
ropa. Si le da frío, puede decidir a la siguiente vez llevar una chamarra. Yo
no le digo a mi esposo la ropa que debe usar ni cuando debe cortarse el pelo o
lo que debe comer. Muchas veces, él me pide consejo acerca de su ropa o de
su pelo. Le doy mi opinión con alegría, pero no quiero hacerlo con toque de
“madre”.
Tengo una amiga cuyo esposo tenía problemas con su salud y tenía que
descansar con frecuencia porque se fatigaba. Ella se frustraba porque tenía
mucho quehacer. Sin embargo, cuando él ofrecía su ayuda, ella respondía,
“No, estás muy cansado.” Entonces tenía que hacerlo todo ella sola. Trataba
de ser sensitiva, pero ella decidía por él cuando estaba muy cansado. El
podía hacer esa decisión por sí mismo. Aprendió a aceptar la ayuda cuando
su esposo se ofrecía y encontró que no se estresaba tanto.
He visto a una amiga discutir con su esposo acerca de la comida que él
deseaba ordenar mientras comían en un restaurante. Mientras visitaba a otros
amigos, miré cuando la esposa quitó un filete del plato de su esposo después
que él se había servido, porque pensó que debía primero haberle ofrecido el
plato de carne a sus invitados. Ella actuaba así por vergüenza, pero sus
hechos solo empeoraron la situación. Sintió que él se portaba irrespetuoso
con sus invitados, pero ella se portaba muy irrespetuosa con su esposo al
quitarle la autoridad del momento. Como los invitados, mi esposo y yo en
realidad no pensamos nada de que él se hubiera servido primero, pero los
hechos de ella cambiaron el ambiente inmediatamente.
Otra amiga me preguntó que como podía ayudarle a su esposo a tener una
mejor dieta. Ella se preocupaba mucho por los hábitos de comer de su
esposo, y seguido tenían desacuerdos acerca de lo que él comía. Le pregunté
que si estaba teniendo éxito en sus intentos de cambiar los hábitos de comer
de su esposo. Me contestó que no. Al contrario, seguido tenían desacuerdos,
y él de todas maneras comía lo que deseaba. Mi consejo fue que tratara de
cocinar comidas más saludables y que tratara de siempre tener disponible
bocados saludables, pero aparte de esto, que mejor lo dejara en paz. Ella no
estaba alcanzando ninguna meta. Solo estaba empeorando las cosas.
Quiero distinguir entre el portarme como una “madre” con mi esposo, y el
cuidar de él. Y no estoy hablando si tu esposo le gusta que lo cuides. Mi
esposo le gusta que lo cuide, pero no que lo trate como un niño. También a
mi me gusta que el me cuide. Cuidarnos el uno al otro es una parte divertida
de nuestra relación. Las mujeres tenemos un lado protector, pero tenemos que
tener cuidado y asegurar que no entramos a ese papel de “madre” con
nuestros esposos.
Como esposas, a veces batallamos para saber cuál es nuestro papel.
Deseamos ayudar, pero cuando empezamos a desempeñar el papel de madre
con el esposo, demostramos que no entendemos sus necesidades más
íntimas. En este punto de su vida, el necesita una compañera, no una madre,
y tu necesitas una relación cercana e íntima con él, no una relación de madre
e hijo. Dios ha diseñado al matrimonio para que sea una relación íntima.
Muchas mujeres desean un matrimonio más cercano pero no entienden como
han dañado la intimidad de la relación. Tienes una elección. Puedes
enfocarte en hacer que tu esposo luzca mejor y haga mejor, o puedes gozarte
en la relación que Dios te ha dado.
Es provechoso recordar que tu esposo manejaba su vida antes que se casara
contigo. El se vestía, se alimentaba y se iba a su trabajo todos los días. No se
casó contigo para tener quién le dijera lo que tenia que hacer. El plan de Dios
es mucho mejor que eso. Dios nos ha hecho para que tengamos una relación
íntima con nuestros esposos.
17ª Hoja de Trabajo – Separando el Papel de Madre y Esposa
¿Por que trabaja una mujer por diez años para cambiar los hábitos de un hombre, y luego se queja que
no es el mismo hombre con quien se casó? - Bárbara Streisand
1. ¿Tratas a tu esposo como a uno de los niños

2. ¿Tratas de controlar lo que come o como se viste? Si es así, ¿se irrita tu esposo cuando lo
haces

3. Durante esta siguiente semana, anota cualquier área en la cual te portas como una “madre”
con tu esposo.
¿Me someto completamente a su dirección?
En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y
recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen
más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.
La mujer debe aprender con serenidad, con toda sumisión. No permito que la mujer
enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime. Porque
primero fue formado Adán, y Eva después. Además, no fue Adán el engañado, sino la
mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado. Pero la mujer se salvará siendo
madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad.
1 Timoteo 2:9-15

Esta es una de esas escrituras “explosivas” para nosotras hoy en día. Yo creo
que ésta escritura te librará cuando la obedezcas. El versículo 11 dice que
debemos aprender con serenidad y con toda sumisión. ¿Te es irritante esa
instrucción? Si es así, respira profundamente y suelta despacio la respiración,
luego por favor sigue leyendo.
Esta es la contraparte a no ser mandona. El no ser mandona es el principio,
pero todavía falta algo – la sumisión. Necesitamos, no solo dejar de mandar
a nuestros esposos, sino también necesitamos estar dispuestas a dejarnos
guiar por ellos. Como ya hemos visto en el Capítulo 3, la sumisión es el
camino de vida para un Cristiano. Esto no es solo para las esposas. Sin
embargo, las esposas tenemos un llamado especial a someternos a nuestros
esposos.
He escuchado pláticas acerca de que si la escritura arriba mencionada fue
dirigida a una enseñanza cultural a las mujeres de ese tiempo y, es posible
que en parte haya sido. Sin embargo, pienso que es interesante que en los
versículos 13-14, se menciona a Eva como el ejemplo de porque debemos de
aprender con toda sumisión. Eva no tenía limitaciones culturales en el Jardín
del Edén. No podía poner la culpa de su pecado en una cultura social, ni en
sus padres, ni en Adán (aunque sí trato de culpar a la serpiente.) Yo pienso
que los matrimonios modernos aún tienen la misma batalla que tuvieron
Adán y Eva en su relación y que Satanás todavía hace todo lo posible por
causar conflicto en nuestros matrimonios.
Este no es el único lugar que se encuentra en la Biblia donde se enseña acerca
de la “completa sumisión”. En Efesios 5:24 también dice que debemos
someternos a nuestros esposos “en todo.” Es mi meta serle completamente
sumisa a mi esposo, no solo el 90%. Estoy dispuesta a seguir aprendiendo lo
que eso significa y como puedo seguir creciendo en la sumisión. Todavía
encuentro áreas en las cuales necesito entregarme más a su dirección.
Ahora, se que la idea de ser completamente sumisa puede ofender a algunas
de mis lectoras. No me refiero a convertirme en un robot ni a deshacerme de
mi cerebro.
“No Puedo”
Hay veces que le digo a mi esposo, “no puedo”. El es un hombre muy
motivado y de negocios. Casi siempre tiene un horario bien ocupado. A veces
es celosísimo al hacer los planes de la semana, y le tengo que decir que no
creo poder hacer todo lo que ha planeado. Tengo algunas limitaciones físicas
por problemas de mi espalda, y hay cosas que no puedo hacer. Trato de
comunicárselo en una manera respetuosa. No le digo que no haga algo. No
es mi lugar dirigir su horario, pero puedo dejarle saber cuando el mío está
sobrecargado.
“No Lo Haré”
Hay veces que una esposa debe decir a su esposo, “No lo haré”. Safira es un
ejemplo de esto. (Hechos 5:1-10) Su esposo, Ananías, le pidió que mintiera
acerca de un donativo que hicieron a la iglesia. En Hechos 5:9, Pedro le
pregunta a Safira, “¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al
Espíritu del Señor? Es claro que Pedro pensaba que Safira no debería
haberse puesto de acuerdo con su esposo para decir esta mentira. Las
escrituras son bien claras al decirnos que debemos decir la verdad. Safira
debía haber dicho a su esposo, “No, no mentiré. No te mentiré ni a ti, ni por
ti.” Su esposo hubiera visto su integridad y reverencia para con Dios. Ella
podría haberle salvado la vida. Ciertamente, por lo menos hubiera salvado la
suya. (Hechos 5:8-9) Pero recuerda que un “no” de todas maneras debe ir
enmarcado con pureza y reverencia. Considera el siguiente versículo:
Con paciencia se convence al gobernante. ¡La lengua amable quebranta hasta los
huesos!
Proverbios 25:15

El no someterte a tu esposo debe ser una rara ocasión en tu hogar, no la


norma. Si él no está haciendo el bien en un área, eso no te da licencia para
que rechaces su dirección en otras. A veces, una esposa puede enfocarse
tanto en lo que considera ser un defecto en su esposo que deja que se afecten
otras áreas en su matrimonio.
Hay veces que es más difícil saber cuándo se debe decir que no. En ocasiones
mi esposo me ha dicho como debo tratar ciertas situaciones, pero por alguna
razón, mi conciencia no estaba de acuerdo. A veces lo hablamos hasta que
llegamos a una resolución en que los dos podemos confiar. Sin embargo, si
es algo que no va contra mi conciencia, quiero confiar en mi esposo y seguir
sus consejos. He encontrado que sus consejos son muy sabios aunque al
principio no piense que lo son.
Ha habido ocasiones en que hice lo que él me sugería y no me gustó el
resultado. Por ejemplo, los vecinos vendieron su casa. Yo estaba hablando
con la esposa por teléfono cuando mi esposo me pidió que le preguntara que
cuanto les habían dado por la casa. (Nosotros estábamos por poner la casa en
venta también y esta información estaría disponible en los registros públicos
en uno o dos meses.) Me detuve en preguntarle porque soy más tímida que
Jim, pero luego le pregunté de todas maneras porque él me lo había pedido.
Me contestó que no podía darme esa información porque todavía no cerraban
el contrato con el comprador. Me sentí avergonzada. Después de hablar con
ella, le dije a mi esposo lo que me había dicho y le dije que me había
avergonzado el hacerle esa pregunta a la vecina. Me pidió sinceras disculpas
y seguimos adelante con nuestro día. Creo que Dios me sonrió en esa
situación. Deseo ser hermosa a los ojos de Dios. Quiero tener más interés en
como me ve Dios, que en como me ve mi vecina, y confío en que él trabajará
a través de cualquier defecto en la dirección de Jim.
¡Puedes estar pensando que en realidad me pasé el borde con esta! No estoy
diciendo que nunca estoy en desacuerdo con mi esposo o que hago todo sin
hacerle preguntas. Pero en mi “antigua” mente de mujer liberada, yo pensaba
que ésta forma de sumisión era una manera peligrosa de vivir, porque tal vez
se aprovechaban de mí. Pero en realidad ha habido beneficios muy buenos
en mi intento a ser sumisa en todo. La confianza que le demuestro a Jim nos
ha ayudado a acercarnos más. He aprendido a reírme de mis antiguos
temores y gozar mi relación con mi esposo en una manera mucho más
grandiosa.
Aparte de ser completamente sumisa, en 1 Timoteo 2:9-15 también menciona
nuestra manera de vestir. Los versículos 9-10 dicen que debemos vestirnos
en forma modesta, y luego hace una comparación del vestir con ropa costosa
y los hechos de caridad. La palabra griega traducida “costoso” es polutéles,
la misma palabra en el griego que vimos en el Capítulo 1. Hay solo 3
versículos en el Nuevo Testamento en que se usa la palabra polutéles. Los
otros dos son en 1 Pedro 3:4 y Marcos 14:3, que fue el que vimos en el
Capítulo 1. Recuerda que polutéles significa “lo máximo o el límite,
refiriéndose a un precio.” Así que cuando él menciona ropa costosa en este
pasaje, se refiere a la ropa de costo máximo. En manera similar, 1 Pedro 3:3-
4 también compara el adorno externo con la belleza interna:
Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como
peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la
incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y
apacible…
1 Pedro 3:3-4

Sin duda, ¡a la mayoría de mujeres nos encanta vestirnos con atuendos


hermosos! Gastamos mucho dinero en comprarnos ropa, joyas, en el pelo, las
uñas, y en cuidarnos la piel, tratando de hacernos más bellas. Tengo un
ropero lleno de ropa – probablemente lo suficiente para varias mujeres. Pero
hay otro ropero lleno de ropa que necesitamos considerar – un ropero lleno de
hermosa ropa espiritual para vestirnos. ¿No te gustaría empezar tu día
vistiéndote de paciencia y alegría, exhibiendo esas cualidades todo el día?
¿Con que te vistes?
¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus
vestidos de gala…
Isaías 52:1
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable
y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia…
Colosenses 3:12

Necesito aclarar una cosa. Vernos mal externamente no es la meta. Eso no te


hará más hermosa internamente. Necesitamos vernos lo mejor. Pero,
también necesitamos esforzarnos para obtener esa belleza interna.
Debemos vestirnos con buenos actos apropiados para la mujer que profesa
adorar a Dios. Esto incluye como sigues la dirección de tu esposo. La gente
puede ver tu vestuario. Estos hechos necesitan ser igual de obvios como la
ropa que vistes. El respeto para nuestros esposos y nuestra buena voluntad de
seguir su dirección, también necesitan ser obvios.
Una esposa entregada a Dios, que no usa su tiempo y energías luchando
contra la dirección de su esposo, puede tener un ministerio más efectivo para
el Señor. No creo que tengas que tener un matrimonio perfecto antes de
enseñar a otras mujeres acerca de la Biblia, pero tu ejemplo hablara más
fuerte que tus palabras. Si una mujer es feliz en su matrimonio, tendrá un
gran testimonio que compartir con las mujeres en su vecindario y en el lugar
de trabajo. Estará motivada por lo que Dios esta haciendo en su vida.
El pasaje en 1 Timoteo 2:15 concluye así: “Pero la mujer se salvará siendo
madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad.”
Sabemos por otros versículos en la Biblia que el ser madre no es un requisito
para la salvación de la mujer. Sin embargo, la mujer que se mantiene
ocupada con las demandas de la maternidad puede sentir que su trabajo no es
valorado como el ministerio de alguien que tiene el tiempo para hacer más.
Dios nos esta comunicando que el altamente valora la maternidad y que es un
ministerio importante. Sin embargo, este ministerio viene con una condición
- que la mujer permanezca en la fe, el amor y la santidad en su camino con
Dios. La maternidad puede limitar algunos aspectos del ministerio de la
mujer, pero no su fe, amor, y santidad.
Mientras me esfuerzo a ser más sumisa con mi esposo, mi meta es que él se
sienta profundamente respetado. Si él tiene una idea de cómo desea hacer
algo, yo le digo, “seguro que sí” o “como tu pienses.” Ofrezco mi ayuda en
cualquier manera que necesite. El confía en mí para que le ayude con las
necesidades de la iglesia y con ideas en general de cómo construir un
ambiente de familia. También desea saber mis pensamientos acerca de los
estudios de la Biblia que enseña. A veces me pide que estudie algún tema y
luego le diga mis pensamientos. Yo no considero nuestro ministerio como
dos ministerios separados. Lo veo como un ministerio que el dirige y yo soy
su ayudante (ezer). Si él se mueve para un lado, yo estoy allí. Si decide irse
en otra dirección, allí estoy a su lado. No me importa si cambia de parecer.
Mi meta es decirle a mi esposo lo que me preocupa de algún tema pero no del
punto de vista de ordenarlo o dirigirlo.
Muchos de los conflictos que tuvimos en el pasado fueron porque no era
sumisa a la dirección de Jim. Yo trataba de dirigir nuestra relación. Como
una joven esposa, yo estaba muy lejos de ser “completamente” sumisa. Me
encontraba más en la columna “menos” en la sumisión, que en la columna
“más.” Todavía hace cinco años, sentía un gran desafío poner la palabra
“completamente” en mi vocabulario, tratándose de la sumisión. Era una
nueva manera de pensar. La única manera que pude hacerlo fue con la
reverencia hacia Dios. Deseo agradar a Dios, pero no hay manera de
agradarlo sin obedecerle. (Juan 14:15).
Me sorprendí al saber que ésta es la manera como me acerco al hombre que
amo. Esta es la manera en que Dios nos creó para vivir en la relación del
matrimonio. Desde el tiempo de Adán y Eva, los esposos han dirigido la
relación del matrimonio.
…Desearás a tu marido, y él te dominará.
Genesis 3:16

También, desde el principio, el deseo de la esposa ha sido para su esposo. Mi


deseo más grande en la relación con mi esposo siempre ha sido el de estar
cerca de él y sentirme conectada y amada por él.
¿Cual es tu deseo más profundo en tu relación con tu esposo? ¿Qué te
ayudará a conseguir ese deseo? ¿Has tenido éxito en la manera que has
tratado de conseguirlo? Si deseas tener una relación cercana y feliz, necesitas
hacer las cosas que consolidan la relación. Muchas esposas sabotean sus
propias metas. Desean sentirse cerca de sus esposos, pero luego no se dejan
dirigir por ellos. Eva es un ejemplo. Ella sí que vivía en un lugar perfecto,
pero aún así no se conformaba. Su independencia la llevó a tiempos
infelices.
Al ir aprendiendo los principios bíblicos de ser “completamente” sumisa, he
encontrado que la relación con mi esposo ha crecido más cercana e intima, y
me siento protegida y amada. Ha habido muchas recompensas.
18ª Hoja de Trabajo – Completamente Entregada
1. Lee en Efesios 5:24. ¿Eres sumisa con tu esposo en todo?

2. ¿En que área de tu vida podrías ser más sumisa?

3. ¿Cuál es tu deseo más profundo en la relación con tu esposo?

4. ¿Puedes ver alguna manera en que saboteas ese deseo?

5. ¿Consideras tu belleza espiritual tan a menudo como a tu belleza física?

6. ¿Le es obvio a la gente que te rodea que sigues la dirección de tu esposo?

7. Escribe una oración a Dios pidiéndole que te ayude a crecer en la sumisión para con tu esposo.

Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra...


Mateo 7:8
¿Dejo que mi esposo dirija nuestro hogar?
Debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto;
porque el que no sabe gobernar su propia familia, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de
Dios?... El diácono debe ser esposo de una sola mujer y gobernar bien a sus hijos y su
propia casa.
1 Timoteo 3:4-5, 12

Esta pregunta también es acerca de la sumisión, pero ayuda con la


perspectiva de cómo, cuando, y donde. Estos versículos son acerca de los
hombres que califican para ser ancianos y diáconos en la iglesia. Pero
aunque tu esposo no sea anciano o diácono, es una buena meta ser una
familia que puede ser ejemplo para otros. Por el estudio de éstas escrituras,
he llegado a ver a mi esposo como el encargado de nuestro hogar.
Un encargado es una persona que tiene autoridad de dirigir e influenciar las
operaciones de lo que supervisa. Existen muchos aspectos al manejar un
hogar, y el tener la meta de una familia cariñosa y armoniosa es un desafío.
Jim agradece mi ayuda y deja muchas cosas a mi decisión, pero le dejo que
dirija cualquier aspecto de la situación que él desee dirigir. Hago lo mejor
que puedo para que nuestro hogar funcione lo más suave que sea posible,
pero ningún aspecto de lo que hago está fuera de limites para él. Agradezco
cualquier consejo que él tiene para mi vida. En tiempos pasados, me sentía
insegura cuando me hacía sugerencias, me erizaba por su “intromisión” en el
área de mi dominio. Ahora, le hago más preguntas. Estoy mucho más segura
al aprender de las expectativas que Dios tiene para mí y mi papel de esposa.
¿Permites que tu esposo maneje el hogar? Uno de los obstáculos más
grandes que un esposo puede enfrentar al tratar de manejar su hogar, es que el
hogar no se deje manejar. Como esposa, puedes hacer su trabajo imposible.
Si no lo sigues, él no puede dirigirte.
Es difícil deshacerte de las ideas preconcebidas de cómo piensas tú que se
debe manejar el hogar. Muchas esposas tienen un sistema de reglas que
creen que sus esposos deben obedecer. Si ellos no hacen las cosas como ellas
quieren, dejan de someterse. He hablado con mujeres que sienten que los
esposos no se portan como hombres “espirituales”. Ellas tienen sus ideas de
lo que debe ser un hombre “espiritual” y cuando no ven en sus esposos la
definición de lo que ellas tienen como lo “espiritual”, dejan de someterse a
ellos.
Hay muchas maneras en que podemos hacer difícil la dirección de nuestros
esposos. Recuerda que la meta es tener una familia cariñosa y armoniosa. La
dirección es vital para la operación suave de cualquier organización,
incluyendo la familia. La falta de dirección puede causar muchos problemas.
Así como le he dado a mi esposo la libertad para que dirija nuestra familia,
Dios nos ha bendecido de muchas maneras.
Dirigiendo a los Hijos
Debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto.
1 Timoteo 3:4

Otro aspecto importante de lo que tu esposo dirige son los niños. Esta es un
área a la cual podemos reaccionar fuertemente por los muchos temores que
tenemos acerca de nuestros hijos.
Jim fue muy estricto con nuestros hijos cuando se trataba de temas de la
seguridad. El estaba del lado conservador, y a veces yo sentía que era muy
cauteloso, pero yo sabía que le haría un gran daño a su dirección si yo me
oponía. De vez en cuando, mis hijos se quejaban conmigo que Jim no los
dejaba hacer algo. Yo les reafirmaba la decisión de Jim, y trataba de darles
una perspectiva positiva de la preocupación de Jim por la seguridad de ellos.
Mirando atrás, pienso que Jim fue sabio en estas cosas. Entre nuestros dos
hijos, de percances de niños a lesiones de deporte, hicimos más de quince
viajes al cuarto de emergencias.
Había veces que mi esposo tenía dificultad al comunicarse con nuestro hijo
menor cuando era adolescente. Cuando yo trataba de “ayudarles” a arreglar
las cosas entre ellos, me encontraba en medio de sus conflictos. Casi siempre
empeoraba las cosas. Aprendí a ocuparme y salirme del cuarto cuando
empezaba a crecer la tensión entre ellos dos. A veces me iba a orar.
Mientras más refrenaba yo mi lengua, mejor salían las cosas. Había menos
confusión sobre cuál era el problema. Cuando tenía alguna preocupación
acerca de algo que estaba sucediendo entre mi esposo y mis hijos, se lo
mencionaba a mi esposo en privado.
En una ocasión, cuando empezaba a crecer la tensión entre los dos, me salí
del cuarto y decidí ponerme a leer un rato. Me quedé dormida y después de
despertar, encontré a Jim en su estudio, tirado en el piso bocabajo y en
silencio. Le pregunté que si estaba enfermo y me respondió, “No, estoy
orando.” Ahora, yo nunca había visto a mi esposo orar de esa manera, así
que estaba intrigada. Le pregunté que acerca de qué, y me contestó que
acerca de nuestro hijo. Me sentí muy animada. Yo no estaba interfiriendo y
Jim estaba llevando su oración a Dios más profundamente. Desde ese día,
empecé a ver cambios grandes en la relación entre ellos. De vez en cuando
tenían situaciones que resolver, pero Jim empezó a ser mucho más efectivo
como padre cuando yo me quite del camino y lo dejé hacer su trabajo de
padre.
¿Que pasa si tu esposo hace una decisión con respecto a tus hijos y no estas
de acuerdo? Vamos a suponer que tu hijo adolescente pide permiso para
quedarse en la casa de un amigo el sábado, y tu esposo lo aprueba. Pero tu
hijo tiene un proyecto escolar para entregar el lunes que se le olvidó
mencionar a su padre. Tienes dos elecciones. Una, puedes decir a tu hijo,
“¡No, tú no vas a ningún lado! Tienes tarea este fin de semana.” En ese
instante, acabas de vetar la decisión de tu esposo.
Otra posible solución es decirle a tu esposo en privado que la tarea no está
terminada. (Sugiero que hagas esto en privado si tiendes discutir con tu
esposo.) Lo último que los hijos necesitan es ver a sus padres discutir acerca
de las decisiones familiares. Mis hijos sabían que yo apoyaba la decisión de
mi esposo si había una diferencia de opinión. Mencionaba a mi esposo que
había otra cosa que considerar, o miraba yo a mi hijo y le preguntaba si había
mencionado su tarea.
Tu esposo puede decidir si la tarea es una prioridad importante o no. Si ha
estado tratando de ayudar a su hijo adolescente a ser más responsable, puede
ser que lo deje sentir las consecuencias de no hacer la tarea a tiempo. Tal vez
tu hijo reciba un grado bajo por trabajo incompleto o de trabajo no entregado,
pero puede ser que aprenda una lección de valor. ¿Cual sería la lección más
costosa: 1) la madre que es la que manda en el hogar, o 2) un grado bajo en la
tarea?
Si tu hijo entra al cuarto donde están tú y tu esposo y pide permiso para hacer
algo, ¿quien hace la decisión? ¿Te pones de acuerdo con tu esposo en su
decisión, o tiendes hacerla tú? Si tú eres la que hace todas las decisiones
respecto a tus hijos, ¿pregúntate porqué? ¿Confías en la dirección de tu
esposo?
Ayudará a tu esposo sentirse más como el dirigente si buscas su consejo
cuando tus hijos te piden permiso para hacer algo. Hay varias maneras de
hacerlo. Por ejemplo, puedes decir a tus hijos que hablarás con su papá y
después les darás la respuesta. Otra manera es mandarlos a que ellos mismos
le pidan el permiso. Esto funcionó muy bien para nuestra familia. El
resultado fue que mi esposo seguido me pedía consejo antes de darles su
respuesta. Nos unimos más. Había veces que mi esposo no estaba en casa o
no estaba disponible, entonces yo hacía la decisión. Pero si él estaba
disponible, yo prefería que él hiciera las decisiones. Esto ayudaba a poner las
relaciones en orden en el hogar. Si yo no respetaba a su papá como el
dirigente del hogar, era menos probable que lo hicieran ellos.
No estoy diciendo que nunca debes hacer las decisiones sobre lo que hacen
tus hijos. Pero si haces todas las decisiones, estas hiriendo la relación entre
ellos y su padre.
La fuerza interna de un espíritu suave te puede ayudar a superar los temores
de la maternidad. Podemos darle a nuestros esposos consejos valiosos
mientras ellos hacen las decisiones para la familia, pero se debe hacer en
forma respetuosa con el entendimiento que estamos para apoyar y ayudar, no
para dirigir ni dominar en el matrimonio. Manteniéndote fuera del papel de
padre y dentro del papel tuyo traerá grandes bendiciones para tus hijos.
19ª Hoja de Trabajo – Entregando La Dirección
1. ¿Tu esposo dirige el hogar?

2. ¿Ves algún área en la que no lo dejas que dirija el hogar?

3. ¿A que le tienes miedo?

4. ¿Juzgas las decisiones de tu esposo?

Si tienes hijos:

5. ¿A menudo interfieres con la interacción entre ellos y tu esposo?

6. ¿Quién dirían tus hijos que manda en el hogar?

7. ¿Tu matrimonio es una bendición para tus hijos?

8. Escribe una oración pidiéndole a Dios que guíe a tu esposo mientras dirige la familia.

…y al que llama, se le abre.


Mateo 7:8
¿Soy buena oyente?
Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar,
y ser lentos para hablar y para enojarse;
Santiago 1:19
El no ser una buena oyente puede dañar la relación con tu esposo. Te puede
prevenir que te unas a él mientras trata de dirigir. Posiblemente eso lo
desanime a tratar de dirigir.
¿Piensas que tu esposo es renuente para dirigir el hogar? Si es así, necesitas
evaluar tus hábitos como oyente. Si tú dominas la conversación, puedes estar
haciendo difícil que él pueda dirigir. Cuando tú y tu esposo están en el
mismo cuarto, ¿quien habla más? No tiene nada de malo que uno hable más
que el otro. Pienso que eso tiene mucho que ver con quién nos casamos.
Pero si deseas que tu esposo sea un dirigente fuerte, debes considerar cuanto
hablas. Si hablas más que él, te animo a que trates de envolverlo más en las
conversaciones, siendo tú una mejor oyente. Esfuérzate para no dominar en
las conversaciones. Desarrolla la capacidad de oyente. Considera el siguiente
versículo:
El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.
Proverbios 10:19
¿Contestas las preguntas que se le hacen a tu esposo? Dejándolo que hable
por sí mismo es una gran manera de crecer en el respeto. Considera este
versículo:
Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la
iglesia, la cuál es su cuerpo.
Efesios 5:23
Si tu esposo es la cabeza, debes permitirle pensar por sí mismo. Algunas
mujeres se sorprenden al ver cuán a menudo tratan de decir a sus esposos lo
que deben pensar y de qué manera pensarlo, o cuán a menudo lo corrigen y
terminan sus frases. Si tu esposo es renuente para hablar, mientras más
respetes sus ideas, más abierto será contigo acerca de sus pensamientos más
profundos. Esto los puede acercar más uno al otro.
El ser una buena oyente es una de las más sinceras formas de mostrar respeto,
y puede tener un impacto positivo en el matrimonio.
20ª Hoja de Trabajo – Las Conversaciones
1. ¿Eres una buena oyente?

2. Si a los dos se les hace una pregunta, ¿normalmente quien es el que contesta?

3. ¿Tu esposo es un dirigente renuente? Si es así, generalmente hablas más tú que el?

4. ¿Interrumpes a tu esposo, contestas por él o terminas sus frases? Si es así, ¿porque lo haces? ¿Que
impacto tiene esto en tu esposo o en la comunicación entre ustedes?
¿Pido Ayuda?
Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los
pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.
2 Corintios 11:3

Una lección que podemos aprender de Eva es el de pedir ayuda. ¿Le pides
consejo a tu esposo antes de hacer una decisión? Eva perdió la protección de
su esposo cuando hizo la decisión de comer del fruto prohibido.
A Jim le encanta ayudarme a resolver mis problemas, y también es muy
objetivo acerca de mi horario. Pero me tomó años para llegar al punto en que
le podía pedir consejos. Después de llegar a esta nueva convicción, un día le
pregunté a Jim que si pensaba que era buen tiempo para tomar una clase de
tapicería en el colegio de la comunidad. Era algo que había estado pensando
por varios años, y me atraía mucho. Pero Jim sintió que estaba muy ocupada
y que sería mejor que esperara para otro tiempo.
Antes de preguntarle, había pensado lo que le diría si su respuesta era que
no. Yo deseaba responderle con rectitud. Para darte una idea del cambio que
había sucedido en mi – al principio de mi matrimonio, terminé un empleo sin
siquiera consultar con Jim. ¡Solo llegué a la casa y le dí el anuncio que había
dado mi aviso! Yo era peligrosamente independiente. Como Eva, perdí la
protección de mi esposo cuando hacía decisiones independientes. Jim volvió
a decirme que “no”, acerca de la clase de tapicería la siguiente temporada de
colegio. Dejé pasar algo de tiempo y le volví a preguntar. Entonces me dijo
que sería muy buen tiempo para hacerlo. Sentía que ahora yo tenía mejor
control de mi horario, y que ahora seria un buen tiempo para hacer algo así.
Agradezco el consejo de Jim acerca de mi horario. En aquel tiempo, a
menudo me sentía abrumada porque trataba de hacer demasiado. Jim y yo
discrepábamos sobre lo que intentaba lograr. Solía llenar demasiado mi
horario. El sentía que yo hacía mucho por otra gente pero no cuidaba a mi
propia familia. A menudo estaba agotada cuando Jim llegaba del trabajo
porque había hecho demasiado en el día. No sabía decir no. Cuando mi
familia llegaba del trabajo y de la escuela, yo ya no tenía energía para ellos.
Y cuando me sentía agotada, era más probable que entrara en algún
desacuerdo con Jim.
He aprendido a obtener ayuda de Jim en las cosas que deseo hacer, sea de
trabajo o de diversión. Es usualmente muy positivo al ayudarme con mi
horario. Si el no quiere que haga algo, confío en su consejo, aunque sea algo
simple, como el no querer que salga a comprar el mandado cuando ya es
noche. Confío en su decisión. Puede ser que así es como Dios me está
protegiendo de algún mal.
Si alguien me pide consejo sobre algo, casi siempre le pregunto, “¿Que
piensa tu esposo? La respuesta frecuente que recibo es, “No le he
preguntado.” Entonces le animo que averigüe lo que él piensa que ella debe
hacer y me llame después. Una de las cosas más grandiosas que puedo
enseñarle a una joven esposa es que busque la dirección de su esposo y que
confíe en él. Deseo ayudarle a que tenga éxito en la relación en la que Dios
le ha llamado a ser completamente sumisa. También le ayudará a desarrollar
una relación más íntima con él si confía en sus consejos.
Una preocupación que tienen muchas esposas es, “¿Y que tal si se equivoca
al aconsejarme?” Tal vez eso suceda. ¿Pero es esa una buena razón para
desatender a la Biblia? ¿No cometemos todos errores?
Una vez, una esposa joven me llamó para pedirme consejo. Su esposo ya le
había dado su opinión, y yo pensé que fue muy buen consejo. Pero ella de
todas maneras deseaba saber lo que yo pensaba que debía hacer. Yo sentía
que debía tomar el consejo de su esposo. Deseaba asegurarse que estaba
eligiendo la decisión más “espiritual”, pero al rechazar la dirección de su
esposo, estaba haciendo la decisión no espiritual.
No estoy diciendo que nunca debes pedir consejos de otra gente, pero
necesitas reconocer que si siempre estás juzgando la dirección de tu esposo,
eso tendrá un impacto negativo en la relación como pareja.
Si eres independiente, acuérdate de Eva. No te deshagas de la protección de
tu esposo y del gozo de dejar que te ayude con algo que deseas hacer.
Pidiéndole su ayuda te protegerá contra las malas decisiones y les ayudará a
crecer en su matrimonio.
21ª Hoja de Trabajo – ¡Pedir Ayuda!
1. ¿Te sientes agotada por todo lo que tratas de lograr?

2. ¿Buscas el consejo de tu esposo antes de poner algo un tu horario?

3. ¿Es tu horario un punto de conflicto con tu esposo?


¿Soy rápida para corregir las cosas cuando he sido cruel o irrespetuosa?
Si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras, entonces
has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, éste es el camino: Ve
corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu compromiso. No permitas que se
duerman tus ojos; no dejes que tus párpados se cierren. Líbrate, como se libra del
cazador la gacela, como se libra de la trampa el ave.
Proverbios 6:2-5

¿Puedes disculparte fácilmente? Cuando sabes que has sido irrespetuosa con
tu esposo, ¿puedes pedirle disculpas? Decir, “discúlpame, te falté al respeto,”
trabaja muy bien. Tendrás que humillarte, pero recuerda que Dios da gracia a
los humildes (Santiago 4:6). Por eso es que la humildad es una fuerza – Dios
está a tu lado. También suavizarás el corazón de tu esposo.
Trato de hacer esto de inmediato cuando veo que estoy siendo irrespetuosa.
Si es más rápido mucho mejor, porque entonces ¡hay menos daño que
reparar!
22ª Hoja de Trabajo – Corrigiendo las Cosas
1. ¿Se te hace difícil pedir disculpas?
¿Tengo temor de algo?
Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son
hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.
1 Pedro 3:6

La siguiente vez que tengas un desacuerdo con tu esposo, hazte esta pregunta:
“¿Tengo temor de algo? Si puedes descubrir algún temor subyacente, estarás
mejor equipada para saber que es lo que debes superar. También puede
ayudarte a descubrir algo nuevo acerca de tí misma.
23ª Hoja de Trabajo – Superando El Temor
1. ¿Cuáles son tus temores más grandes?

2. Qué te motiva a discutir?


Resumen de Auto-Evaluación
Espero que éstas preguntas te hayan ayudado a evaluar tu nivel de respeto
para con tu esposo y cuán apegada eres a tu papel como esposa.
¿Qué significa el tener un espíritu suave y apacible? Los siguientes son
algunos indicadores:
• No ser mandona o exigente.

• Controlar mis emociones.

• Ser pacifica.

• Hablar palabras llenas de gracia.

• Ser completamente entregada y en paz con la dirección de mi esposo.

• Que el respeto para mi esposo sea obvio.

• No dejarme llevar por el temor.

Recuerda que la gentileza es un estado de la mente y del corazón y no sólo de


hechos. Si te enfocas solo en los hechos, no estás viendo el punto. Nos
esforzamos para tener un cambio del corazón que desborda en la relación con
nuestros esposos. El crecimiento del espíritu suave y apacible es un proceso,
así que no te desanimes – sé determinada. Dios te bendecirá.
- Capítulo 7 -
Cuando Hay Dolor
Los problemas del matrimonio pueden causar gran dolor. ¿Qué es lo que te
hiere en lo más profundo de tu corazón? ¿Palabras dañinas? ¿Te lastima que
se le olvide tu cumpleaños? ¿Cómo respondes cuando algo te lastima?
Considera el siguiente escenario:
Margie y su esposo Joe, tienen 14 años de casados. Tienen dos niños.
Tienen un pequeño grupo de estudio Bíblico, y coordinan un programa de
servicio para su congregación en una casa hogar de niños de la localidad. La
gente los conoce como una familia fuerte y fieles Cristianos. Este pasado fin
de semana organizaron una limpieza primaveral para la casa hogar.
Planearon un día para plantar flores y embellecer el terreno del área,
terminando con una barbacoa para todos los trabajadores y los niños. Fue un
gran día. En el servicio de la iglesia al siguiente día, se hizo un anuncio
agradeciéndoles a todos los que habían ayudado. Joe y Margie estaban muy
alegres por haber hecho una diferencia.
Margie y Joe se esfuerzan mucho para tales cosas, pero ¿que de su
matrimonio? El viernes antes del día del servicio, Joe llegó del trabajo,
comió su cena rápido y se fue al juego de fútbol con su hijo. Cuando regresó
a la casa y revisó sus mensajes, encontró que tenía solo doce de los veinte
voluntarios que necesitaba para las actividades del día siguiente. Se le olvidó
hacer el anuncio el domingo pasado, pero intentaba hacer algunas llamadas
temprano en la semana para pedir más ayuda. Como estuvo tan ocupado, se
le pasaron los días, y llegó el fin de semana. Se sentía frustrado con sí mismo
por no ser más organizado. Margie entra al cuarto y le pide a Joe que le
ayude a cargar la camioneta con todas las cosas para la barbacoa. Por su
frustración, Joe responde, “Margie, ¿por qué no puedo contar contigo para
que hagas lo que te corresponde? ¡Auch! Margie está haciendo su parte. Se
esforzó mucho para planear la barbacoa. La verdad es que Joe a menudo
necesita ser más organizado y está descargando su frustración sobre Margie.
¿Qué debe hacer Margie? Miremos dos posibles respuestas.
Respuesta #1:
Margie se siente muy lastimada por el comentario de Joe. Está cansada de
que la culpe a ella por sus propias debilidades. Margie sale del cuarto, tira
fuerte la puerta y no le habla por el resto de la noche. La siguiente mañana,
ella carga la camioneta mientras que él hace llamadas por teléfono para tratar
de conseguir más ayuda. Se van a la casa hogar de niños, trabajan, juegan, y
ríen mucho. Esa noche, Margie sigue sin hablarle a Joe y se duermen de
espaldas. El domingo por la mañana, Joe quiere saber porque no hay leche.
Margie no se detiene. Lo llama un cretino y le dice, “!Si quieres tomar leche,
ve y cómprala tú, de todas maneras, no agradeces nada de lo que hago por ti!”
Respuesta #2
Margie se siente muy lastimada por el comentario de Joe. Ella responde,
“Auch.” Se sale del cuarto y se va al porche a orar por unos minutos. Le
pide fuerzas a Dios. Luego se va a acostar a los niños, termina su trabajo y se
va a dormir. La siguiente mañana le pregunta a Joe que si todo está bien. El
le contesta que solo tiene 12 voluntarios para las actividades del día. Margie
le pregunta, “¿Puedo hacer algo para ayudarte?” Joe se siente muy culpable
por su dureza y le responde, “¿Por qué eres tan buena conmigo? Siento
mucho lo de anoche. ¿Me perdonas? Ella dice que sí. Luego se van a las
actividades y se gozan del día.
Considera la integridad y reverencia de Margie en estas dos respuestas. Solo
una mujer fuerte con un espíritu suave y apacible podría responder de la
segunda manera. Mira la diferencia de los resultados. Cuando Margie tuvo
gracia, compasión, y bondad para con su esposo, aunque la dureza fue difícil
para ella, se pudo cambiar la situación. Ofreció su ayuda, pero no quitó el
papel de dirigente a su esposo. Dejó que él resolviera sus propias actitudes
sin hacer un tema más grande del asunto, lo cual afectaría mucho más la
relación.
Yo inventé esa historia, pero las respuestas son muy similares a las maneras
en que he respondido a mi esposo y él a mí, en el pasado. Le he respondido
en la manera correcta y la incorrecta, y he visto los frutos de las dos. Antes
de responder correctamente, no tenía la menor idea que ésta forma de
influenciar estaba disponible para mi. Pensaba que necesitaba pelear por mis
derechos y no debía dejarme de mi esposo. Perdí mucha energía y mucho
tiempo precioso.
Si eres una madre, también debes considerar como esto afectará a tus hijos.
Podrías pensar que no se dan cuenta de lo que sucede, pero sí se dan cuenta.
Están alerta a todo lo que sucede entre sus padres. Aunque no te pelees con
tu esposo delante de ellos, pueden ver y sentir la falta de felicidad y saben
que algo desagradable está sucediendo.
Podrían haber otras posibles variantes a estas respuestas. En la primera,
Margie puede seguir sin hablarle a su esposo por varios días, porque espera
que él se disculpe con ella por sus palabras insensibles. La pelea puede
escalar hasta que se mencione la palabra divorcio y se hagan otras amenazas.
Puede ser una de muchas situaciones en las que hay tanto dolor que se les
hace difícil resolverla. También, Margie puede guardarse este evento y
olvidarlo, hasta la próxima vez que Joe se porte insensible. Tal vez, en la
segunda respuesta, Joe no se disculpe tan rápido. Puede ser que se sienta
culpable por su manera de responderle a Margie, pero tenga demasiado
orgullo para pedirle perdón. Margie podrá tener que excavar profundo en su
corazón para perdonar a Joe y no guardarle rencor. Tal vez se tome tiempo
para que él cambie su corazón, aunque Margie sea íntegra y reverente en su
respuesta.
En la relación con tu esposo, ¿como respondes al dolor? ¿Eres una
“emocional busca-pleitos” que le hace la vida pesada hasta que se da por
vencido? ¿Eres la víctima que no puede salir del pozo en que sientes que te
han puesto? ¿Estás emocionalmente combatida porque no tienes el auto-
dominio para controlar tus propias palabras? ¿Le das rienda suelta a tus
emociones? Cuando digo “rienda suelta”, me refiero a que no te refrenas. Si
le sueltas la rienda a un caballo que montas, significa que no puedes
controlarlo. He soltado por accidente, las riendas de un caballo que montaba,
y lo único que tenía para agarrarme era su melena, hasta que me decidí a
brincar. ¡Fue espantoso! El no tener control sobre las emociones es
espantoso también.
Un resultado del dolor que sentimos es el de responder en forma
pecaminosa. Jesús desea que sepamos que tenemos opciones y no tenemos
que pecar. Podemos imitarlo. Miremos el ejemplo de Jesús:
Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para
que sigan sus pasos. Él no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca. Cuando
proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba,
sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia. Él mismo, en su cuerpo, llevó al
madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por
sus heridas ustedes han sido sanados.
1 Pedro 2:21-24
“…se entregaba a Dios”
Eso significa que él confiaba en Dios. Sabía que Dios estaba trabajando en
su vida, dirigiendo su vida y también trabajando en las vidas de la gente que
lo maltrataban. Algunas de estas personas después se convirtieron al
Cristianismo.

“El no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca.”


Jesús cuidadosamente guardaba sus palabras. Ninguna palabra injusta o
engañosa salio jamás de su boca. El engaño es un intento para evitar el
sufrimiento. He pecado cuando disfrazo la verdad para que mi esposo no se
disguste por algo que hice. El engaño creará barreras en la relación de una
pareja.
Otra manera que engañamos es cuando exageramos la verdad y torcemos las
palabras de nuestros esposos. Podemos tomar las palabras que ellos dicen y,
en nuestra inseguridad o amargura, llegar a una conclusión dañina. En varias
ocasiones una amiga me ha dicho algo que dijo su esposo, y después la
escucho decir, “Bueno, no fue exactamente lo que él dijo, ¡pero fue lo que
intentó decir!” No hay ningún beneficio en la exageración. El engaño es un
pecado muy peligroso, y una de las herramientas más efectivas de Satanás.
Sigue el ejemplo de la honestidad de Jesús.

“…no amenazaba…”
Hay muchas maneras en que amenazamos a nuestros esposos. “Te voy a
dejar de amar. ¡Nunca vuelvo a tocar un tema contigo! ¡Ya no te tolero!
¡Me voy a separar de ti! ¡Me voy a divorciar de ti!” Todas son amenazas.

“…no replicaba con insultos…”


Cuando replicamos con insultos, esto va más allá de las amenazas. Es pagar
mal por mal. “Como compraste algo que no estaba en el presupuesto, pues
también yo lo hice. Te hablé con malas palabras porque así tu me hablaste.
No te he hablado por muchos días porque tus palabras me lastimaron.”
Jesús no pecó, ni amenazó, ni replicó. El eligió agradar a Dios en vez de
pecar respondiendo a los hechos crueles o malvados de la gente.

“Por sus heridas ustedes han sido sanados.”


Sus heridas son la clave para que nosotras podamos superar el dolor de
nuestras propias heridas. Tenemos que recordar lo que Dios ha hecho por
nosotros. Lucas 6:35 dice que Dios es bondadoso con los ingratos y
malvados. Esto nos incluye a tí y a mí. Su bondad nos lleva al
arrepentimiento (Romanos 2:4). Nos amó y fue bondadoso con nosotros aún
antes que supiéramos que necesitábamos de él (Romanos 5:8-11).
¿Has dejado que tus heridas del pasado sean curadas por la cruz de Jesús?
Considera si hay algún tema en tu matrimonio que no ha sido resuelto, y
míralo a la luz de la cruz. La cruz nos da una nueva perspectiva. No
significa que no habrá cicatrices. Una herida pueda dejar cicatriz, pero ya no
sangra. Está curada. Jesús hace la diferencia con su increíble amor y
misericordia.
Si no has sido curada, tal vez necesitas un mejor entendimiento de la cruz y
del amor que Dios te tiene. Tal vez se te ha olvidado o necesitas profundizar
tu estudio de las escrituras. Nosotras no merecemos lo que Dios nos ha
dado. Hay varias escrituras que nos enseñan esto en 1ª Pedro, y nos
recuerdan del gran don de la misericordia.
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos
ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos
una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e
inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes…
1Pedro 1:3-4
Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus
antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o
la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
defecto.
1Pedro 1:18-19
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece
a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las
tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son
pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.
1Pedro 2:3-10

Considera como respondes cuando te sientes lastimada. Si respondes de una


manera pecaminosa al ser lastimada y luego tratas de justificarte, has perdido
visión de la misericordia y el perdón que se te demostró en la cruz. Jesús nos
dió un ejemplo para que lo siguiéramos, y el espera que caminemos en sus
pasos – sin amenazas, sin replicaciones, sin pecado y sin engaños. Este es un
llamado muy alto, ¿verdad? Dios no está tratando de hacer difícil nuestra
vida – el desea bendecirnos.
En 1 Pedro 2:21-25, inmediatamente después de hablar acerca de responder
justamente a nuestros desafíos, como respondió Jesús, él menciona la
relación matrimonial. 1 Pedro 3:1 empieza, “Así mismo, esposas…” Luego,
en el versículo 7, dice, “De igual manera, ustedes esposos…” En la misma
manera que Jesús confió en Dios y respondió con justicia a los desafíos, los
esposos y esposas debemos seguir su ejemplo. (No se me ocurre una manera
más apropiada para poner en práctica las palabras de 1 Pedro 2:21-25).
Inmediatamente después de dar estas instrucciones a los esposos y esposas, él
hace la siguiente declaración:
No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendígan, porque para esto
fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, el que quiera amar la vida y
gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir
engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Porque los
ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el
rostro del Señor está contra los que hacen el mal.
1 Pedro 3:9-12

Dios desea bendecírte con un buen matrimonio. El tiene grandes planes para
tu vida, pero necesitas estar dispuesta a sufrir de una manera justa. El sufrir
produce algo bueno en nosotras. La paciencia en el sufrimiento realmente es
uno de los frutos del Espíritu.
La Paciencia
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia [macrotumia]
amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
Gálatas 5:22-23

La palabra en el griego que es traducida “paciencia” en este versículo es


macrotumia.
Definición: Macrotumia, (ma-cro-tu’-mi-a) fortaleza de ánimo, paciencia. 23

La palabra significa la habilidad de sufrir por largo tiempo. ¿Porque es esto


un fruto del Espíritu? No me suena ‘dulce’. Yo pienso en los frutos del
Espíritu como algo dulce, tal como el amor, la alegría y la paz. ¡Tal vez la
paciencia en el sufrimiento es como el limón! El limón no contiene azúcar,
pero el limón puede hacer mucha diferencia junto con otras frutas. Cuando
hago una ensalada de fruta, le exprimo un poquito de jugo de limón para
prevenir que se ponga negra. Tiene su propósito. El sufrimiento también
tiene su propósito en nuestras vidas. Produce perseverancia, carácter y
esperanza. (Romanos 5:3-5)
(En esta discusión, no me estoy refiriendo al comportamiento abusivo. Por
favor vuelve a leer la sección llamada “Temor al Abuso” si estás en una
relación abusiva.)
1 Pedro 2:20 dice, “Pero ¿cómo pueden ustedes atribuirse mérito alguno si
soportan que los maltraten por hacer el mal? En cambio, si sufren por hacer el
bien, eso merece elogio delante de Dios.” Muchas de las heridas
emocionales que he sufrido en la relación con mi esposo podrían haber sido
evitadas si yo hubiera sabido como tener un espíritu suave y apacible (praús y
esuquios). Yo me impuse gran parte de mis propios sufrimientos, porque
estaba fuera de mi papel como esposa y era irrespetuosa con mi esposo. En
algunas ocasiones he recibido respuestas negativas inmerecidas de Jim, pero
Dios de todas maneras espera que yo tenga una respuesta respetuosa, aún en
esas situaciones.
Una herramienta que me ha ayudado a resolver algunas heridas emocionales
es hacerme la pregunta, “¿Cómo respondería la mujer humilde?” Ahora,
como no soy mujer humilde, ¡no tengo la menor idea! ¡Tengo que
imaginármelo! Pero ésta es una buena pregunta. La mujer humilde no se
ofendería. La mujer humilde no se amargaría tampoco. También he
encontrado que el hablar palabras llenas de gracia resuelve muchos desafíos
que enfrento.
Jesús nos dio el ejemplo de la respuesta justa. El se entregó al plan de Dios
para su vida. También nos demostró un amor increíble con su sacrificio.
Podemos tener grandes bendiciones si seguimos el ejemplo de Jesús y sus
respuestas justas.
24ª Hoja de Trabajo – La Respuesta Justa
1. Cuando pecas contra tu esposo, ¿asumes la responsabilidad por ese pecado o le pasas la culpa a él?

2. ¿Respondes con insultos cuando te sientes lastimada?

3. ¿En alguna ocasión lo has amenazado?

4. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a tener una respuesta justa cuando te sientes
lastimada.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes,


pidan lo que quieran,y se les concederá.
Juan 15:7
- Capítulo 8 -
Felices Para Siempre
Dios puede ayudar a cada una de nosotras a mejorar nuestro matrimonio. El
puede ayudar a cambiar un matrimonio que tiene problemas y ponerlo en el
buen camino. Puede tomar un buen matrimonio y convertirlo en un gran
matrimonio. Puede ayudar a un matrimonio de muchos años y darle nuevo
crecimiento.
Espero que los mejores años de tu matrimonio todavía estén por delante – y
no que ya estén en el pasado. Yo tengo más de 30 años de casada. Me
encanta mi matrimonio, pero aún deseo verlo crecer. Deseo que seamos
“felices para siempre”.
Si estás en medio de los problemas, recuerda que Dios puede ayudarte. Me
gusta poner mis problemas en perspectiva recordando los problemas que Dios
resolvió en la Biblia. Partió el Mar Rojo aunque parecía algo imposible. Dio
victorias a su pueblo en muchas batallas cuando peleaban contra grandes
ejércitos.
Uno de mis pasajes favoritos del Antiguo Testamento está en Josué 6:1-2,
donde los Israelitas entraron a la Tierra Prometida y marcharon a la ciudad de
Jericó. Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas. Dios le dijo a Josué,
“¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros!”
Inicialmente, Josué tal vez no miraba las cosas de esa manera, porque Jericó
era una de las ciudades más fortalecidas de ese tiempo. Los Israelitas no eran
un ejército organizado. Eran nómadas que acababan de entrar a una tierra
nueva. Solamente con fe podía Josué mirar esta ciudad y pensar que ya era
de ellos.
Tal vez miras tu matrimonio como a Jericó – una ciudad fortalecida que
parece imposible de conquistar. Pero no es así como Dios lo ve. Dios desea
bendecírte con un gran matrimonio. Puedes realizar esto siguiendo el plan
que él tiene para ti. Dios nos ha dado el poder a nosotras como esposas de
influir en nuestros esposos cuando seguimos la Biblia.
También podemos encontrar ayuda a través de nuestras relaciones en la
iglesia. Uno de los tesoros más grandes que tenemos en la iglesia es el de
tener relaciones profundas y genuinas entre hermanas. ¡Que gran bendición
es tener una amiga que esta dispuesta a tomar tiempo para ayudarte! A veces
necesitamos la perspectiva fresca de una amiga – su fe y su inspiración. Si
estas recién casada, da gracias a Dios que hay mujeres mayores que son el
ejemplo para que puedas tener un mejor matrimonio. Si tienes muchos años
de casada (como Sara) excava profundamente y persigue grandes cambios en
tu matrimonio. Nunca tendremos demasiada edad para disfrutar una relación
íntima y cercana con nuestros esposos.
Recuerda que podemos tener grandes metas, y si no las alcanzamos, Dios está
lleno de misericordia. Siempre estaremos creciendo en nuestros matrimonios
– desde los votos de la boda, hasta nuestra jubilación y tal vez hasta entrar al
asilo de ancianos. Es parte de la aventura de la vida, y Dios es glorificado
cuando enfrentamos los desafíos con fe.
Mientras más edad tengo y más tiempo tengo casada, más veo la necesidad
de la ayuda y los consejos de mi esposo, y más agradezco su dirección y
protección. ¡Que bendición tan increíble es mi esposo para mí! Me siento
tan avergonzada cuando pienso en lo independiente que era cuando era joven
y lo engañada que estaba en mi verdadera situación. Dios ha bendecido mi
matrimonio en maneras que nunca soñé. Tengo una amistad increíble con mi
esposo y me siento honrada de ser dirigida por un hombre tan espiritual. No
es perfecto, pero ¡tampoco lo soy yo! Confío en la dirección de Jim, y confío
en que Dios le ayudará a tener éxito.
Mientras me esfuerzo en vivir una vida de integridad y reverencia, Dios me
ayuda a discernir lo que hay en mi corazón. Todavía miro mi papel de una
esposa sumisa y entregada como un llamado muy importante, y agradezco
profundamente el perdón y la gracia que Dios me da. (Efesios 1:7-8).
Cuando no estoy alegre, escudriño mi corazón. A veces solo necesito soltar
algo que no está bajo mi control, entregárselo a Dios y confiar que él lo
arreglará.
Un Espíritu Suave y Apacible
Una mujer de espíritu suave y apacible es una mujer de fuerza y paz. Es
entregada a Dios, y es sumisa a la dirección de su esposo. Considera sus
motivos para asegurarse que es íntegra. Sabiendo que Dios entiende sus
pensamientos y sentimientos más profundos, se esfuerza a agradarlo sobre
todas las cosas, aún cuando se le hace difícil. Habla con palabras llenas de
gracia y de sabiduría y tiene una influencia poderosa para con su esposo, y su
vida desborda tranquilidad.
Te animo que leas la primera parte de este libro cuando te sientas
desanimada. He tenido que saturarme con estudios acerca de la reverencia y
la integridad para ayudarme a arrepentirme de la independencia, superar mis
temores, y someterme a la dirección de mi esposo. Superemos nuestros
temores y seamos hijas de Sara, y ¡para Dios sea toda la gloria!
25ª Hoja de Trabajo – No Te Desanimes
1. Hasta ahora, ¿como ha bendecido Dios tu matrimonio?

2. Lee en Lucas 18:1 y en Gálatas 6:9. Si no obtienes resultados rápidos, ¿te desanimas? ¿Cuando es
más probable que te desanimes?

3. Escribe una oración pidiéndole a Dios que te ayude a no desanimarte de ninguna manera mientras
que te esfuerzas a desarrollar un espíritu suave y apacible.

Jesús les contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin
desanimarse. -- Lucas 18:1
NOTAS FINALES:
____________________________
1 W.E. Vine, Diccionario Expositivo de Vine de las Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento
(Tarrytown, NY: Compañía Fleming H. Revell, 1981).
2 en la misma obra.
3 en la misma obra.
4 en la misma obra.
5 en la misma obra.
6 James Strong, Concordancia Exhaustiva de Strong (Nashville, TN: Editores Biblia de las Cruzadas,
Inc. ).
7 Vine.
8 en la misma obra.
9 Strong.
10 John Gray, Ph.D., Los Hombres Son de Marte, Las Mujeres Son de Venus (Nueva York, NY:
Harper Collins, 1992), p.15
11 Strong.
12 Vine.
13 Strong.
14 en la misma obra.
15 Erma Bombeck, Un Matrimonio Hecho en el Cielo o Demasiado Cansada Para un Romance (Nueva
York, NY: Harper Collins, 1993), pp. 6-7.
16 Strong.
17 John Eldredge, Salvaje en el Corazón (Nashville, TN: Editores Thomas Nelson, 2001), p. 51.
18 Robert Lewis y William Hendricks, Oscilación de los Papeles (Colorado Springs, CO: Navpress,
1991), p.99.
19 Strong.
20 Gray, p. 21.
21 Strong.
22 Vine.
23 Strong.

Common questions

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El "yo interno" contribuye a la formación de un espíritu suave y apacible, valioso delante de Dios, al ser un reflejo de la integridad y el respeto que se viven internamente. Un espíritu suave y apacible no se trata solamente de un comportamiento externo, sino de una actitud interna hacia Dios, que se manifiesta a través de acciones respetuosas y íntegras . Es importante construir un cimiento sobre la integridad y el respeto, trabajando desde el "yo interno" para desarrollar estas cualidades . Este desarrollo no es inmediato, requiere tiempo de introspección y oración para lograr cambios profundos en el carácter . Además, un espíritu suave está vinculado a una fuerza interna y paz que provienen de una relación cercana con Dios, lo cual es extremadamente valioso para Él . Asumir una actitud de confianza y entrega hacia Dios permite crecer en este espíritu, considerado de gran valor (polutelés) para Dios .

El respeto en la dinámica de la sumisión matrimonial juega un papel crucial para lograr una relación armoniosa y edificante. Según Efesios 5:33, la esposa debe mostrar un "respeto profundo" por su esposo, lo que implica una reverencia orientada por el corazón, no solo por obligación . Este respeto es necesario para fomentar un ambiente donde ambas partes se sienten valoradas y apoyadas, y es clave para la sumisión que se espera de las esposas dentro de un matrimonio cristiano . La falta de respeto, incluyendo ridiculizar o no valorar al esposo, puede dañar significativamente la relación marital . Además, el respeto es visto como un reflejo del amor y devoción a Dios, ya que la sumisión se fundamenta en una estructura espiritual y no en el control unilateral del esposo . Por tanto, el respeto mutuo y la disposición de someterse, basados en confianza y reverencia hacia Dios, son elementos esenciales para una relación conyugal saludable y conforme a los principios bíblicos .

La fe contribuye a un matrimonio saludable ayudando a superar los desafíos con una actitud paciente y positiva. Las escrituras resaltan la importancia de virtudes como el amor, la devoción a Dios, la paciencia y la humildad, las cuales son fundamentales para el crecimiento personal y mutuo en el matrimonio . La fe en Dios y su guía en momentos difíciles permite superar miedos y fortalecer el vínculo con el esposo . Además, las virtudes como el respecto mutuo, la comprensión y el apoyo recíproco en la toma de decisiones y en las tareas cotidianas son esenciales para la paz y estabilidad del hogar . El ejercicio de estas virtudes, incluido el amor y el afecto, asegura un ambiente de cooperación y desarrollo continuo dentro del matrimonio .

El temor puede tener un efecto perturbador en la comunicación conyugal al intensificar los desacuerdos. A menudo, el enojo en las discusiones deriva del miedo a no ser comprendido o a la percepción de pérdida de control . Este miedo se traduce en comportamiento defensivo o agresivo que puede llevar a discusiones acaloradas, reduciendo la efectividad de la comunicación y provocando más tensiones .

Las expectativas no satisfechas en celebraciones especiales dentro del matrimonio pueden llevar a tensiones y conflictos. Estos conflictos surgen cuando se intenta tomar el control de la situación en vez de colaborar y apoyarse mutuamente. Las diferencias pueden convertirse en disputas que causan resentimiento y distanciamiento entre los cónyuges . Para manejar mejor estas situaciones, es crucial fomentar una comunicación efectiva, donde se eviten palabras insensatas y se empleen respuestas suaves para calmar desacuerdos . También es importante que las esposas respeten el papel de liderazgo de sus esposos y que resuelvan desavenencias con un comportamiento íntegro y respectuoso, lo cual apoya una dinámica de respeto y armonía . Al desarrollar un espíritu de humildad en el matrimonio y confiar en las enseñanzas que se predican sobre roles y sumisión, se puede propiciar una relación más robusta y satisfactoria ."}

Las experiencias del día a día pueden afectar significativamente la construcción de un espíritu apacible en un matrimonio debido a las tensiones y presiones cotidianas, como las obligaciones laborales y familiares, que pueden llevar al distanciamiento y al conflicto . Esto se manifiesta en reacciones emocionales intensas, como la ira, que son opuestas a un espíritu apacible . Un espíritu suave y apacible requiere un compromiso continuo con la integridad y el respeto, y con un cambio interno centrado en la gentileza y en ser pacífico . Para mitigar esta influencia, es esencial trabajar primero en el "yo interno", desarrollando un cimiento de integridad y respeto . Además, es importante enfrentar los temores personales y no permitir que estos influyan negativamente en la relación . Practicar el control emocional, hablar con gracia y enfocarse en ser pacífico pueden reducir los conflictos y fortalecer el vínculo matrimonial . La paciencia y la perseverancia, así como buscar la ayuda divina para superar los desafíos diarios, son también fundamentales para mantener un espíritu apacible .

Una esposa puede ganarse a su esposo sin palabras a través de una conducta íntegra y respetuosa, comportándose de manera que refleje un espíritu apacible y suave . Este enfoque se basa en vivir de tal manera que su esposo pueda observar una conducta que es buena y piadosa, de manera que esto pueda lograr un cambio en él sin necesidad de confrontación o palabras . El poder de esta acción radica en el impacto que puede tener el ver un ejemplo viviente de respeto y rectitud, que a menudo es más elocuente y persuasivo que las palabras y puede llevar al esposo a reflexionar sobre su propio comportamiento .

Jesús se describe a sí mismo como humilde en Mateo 11:29, utilizando la expresión "apacible y humilde de corazón," que en griego se traduce como "praús," una cualidad que denota fuerza bajo control, poder sometido y una disposición a aceptar las decisiones de Dios sin resistencia . Esta humildad no implica debilidad, sino una fuerza interna que lo permitía ser accesible y cercano a las personas, pues no respondía con mal, sino que se sometía al plan de Dios . Su humildad hacía a Jesús accesible porque, al no imponer su poder sino más bien ofrecérselo a Dios, las personas podían acercarse a él sin temor .

Los desafíos principales al intentar cambiar a un esposo incluyen el riesgo de empeorar la relación a través de regaños, discusiones, o intentar forzar un cambio, lo que podría hacer miserables a ambas partes . En lugar de ello, las mujeres deben enfocarse en cambiar lo que pueden en sí mismas, cultivando un espíritu suave y apacible basado en la humildad y la integridad, lo cual puede influir positivamente en el esposo . La mejor estrategia es desarrollar un temor reverencial hacia Dios, enfocándose en el propio crecimiento personal y la actitud, lo que puede crear un ambiente propicio para el cambio en ambos. Este cambio debe buscarse desde el interior hacia el exterior, siendo genuino y no meramente superficial . Además, es vital trabajar en la comunicación basada en palabras llenas de gracia y respeto hacia el esposo, lo que puede ayudar a construir una relación más armoniosa .

El uso de palabras llenas de gracia, como lo ejemplifica Ester, puede tener un impacto positivo significativo en las relaciones matrimoniales al fortalecer el respeto y acercamiento entre los cónyuges. Esther, a través de sus palabras bondadosas y cuidadosas, logró influir en la decisión del rey favorablemente, lo cual demuestra que hablar con gracia puede facilitar la comunicación y evitar conflictos que dañen la relación . Las palabras llenas de gracia promueven la bondad, el respeto y el favor, lo que, en el contexto matrimonial, crea un ambiente más armonioso, hace que los esposos se acerquen más y se sientan valorados y entendidos . La gracia al comunicar necesidades o deseos puede transformar el ambiente en el hogar, permitiendo que las solicitudes se perciban como actos de amor y no de imposición, lo que a su vez fortalece el vínculo matrimonial .

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