INTRODUCCIÓN

Hoy comenzamos nuestra revisión con una pregunta muy profunda: "¿Quién
dicen que soy yo?" (MC 8:27). Esta pregunta fue planteada por Jesucristo a sus
discípulos hace más de dos mil años, y sorprendentemente, sigue resonando en
el corazón de la historia humana. A lo largo del documento, exploramos no solo
la respuesta a esta pregunta, sino también el impacto de Jesús en la historia y
la teología.

Jesús y su Impacto en la Historia

Nos encontramos con una imagen poderosa de Jesucristo, descrito como alguien
que atraviesa la historia "como una espada ardiente". A partir de aquí, surge la
gran pregunta: ¿Quién es realmente Jesucristo? Lo analizamos desde diferentes
ángulos, ya que esta figura ha influido en la humanidad de manera tan
profunda que su legado sigue vivo hoy en día, no solo desde una perspectiva
religiosa, sino también histórica.

Fe e Historia

A continuación, analizamos cómo la fe y la historia se han entrelazado a lo

largo de los siglos. El cristianismo, desde sus primeros días, no solo ha integrado
estos dos conceptos de manera externa, sino que también lo ha hecho a nivel
interno y estructural. Vimos que no es posible entender la historia del
cristianismo sin comprender su profunda conexión con la fe y viceversa.

Modelo Bíblico Eclesial

Luego, exploramos el Cristo bíblico-eclesial, la figura de Jesucristo tal como es

entendida en la tradición cristiana. Reflexionamos sobre su rol como el único
mediador entre Dios y los hombres, una idea que se toma de (1Tm 2, 5). Este
papel de Jesús se manifiesta principalmente en la Iglesia, que juega un papel
esencial en la salvación de la humanidad. La Iglesia es la comunidad donde esta
creencia se experimenta y se vive, y Jesucristo ocupa un lugar privilegiado en esta
dinámica de salvación.

Cristología Sistemática

Finalmente, nos adentramos en lo que se conoce como cristología sistemática,

un enfoque más teórico sobre Jesucristo, basado en las indicaciones conciliares.
Este acercamiento se estructura en tres fases que hemos revisado:

1. La Escritura Sagrada como el fundamento primario.

2. La Tradición Eclesial, donde se ha ido desarrollando y profundizando la
figura de Cristo a lo largo del tiempo.
3. La Sistematización Actual, que integra la fe en un marco más amplio y
ordenado según las necesidades contemporáneas.

CAPITULO 1
Experiencias y visiones de la juventud sobre Jesús

Este capítulo se centra en las experiencias y visiones que los jóvenes tienen sobre
Jesús, ofreciendo una mirada profunda a lo que significa tener una vida
influenciada por él. Empezamos con una cita de 1 Juan 2:13, donde se resalta
que los jóvenes han vencido al maligno y conocen al Padre, lo que pone en
contexto el tema del capítulo.

La muestra y el sondeo

El estudio que analizamos fue realizado por el Grupo Barna, especializado en

temas religiosos. Este sondeo se llevó a cabo entre el 17 de julio y el 24 de agosto
de 2021 y encuestó a 24,870 adolescentes de 26 países, con edades entre 13 y 17
años. Los encuestados procedían de lugares tan diversos como Canadá, México,
Francia, Sudáfrica, India, entre otros.
Lo interesante es que el 22% de los adolescentes se identificaron como cristianos
comprometidos, mientras que otro 30% fueron clasificados como cristianos
nominales. El resto, cerca de la mitad, se identificaron como de otras religiones
o ateos. Esta diversidad de opiniones nos permitió obtener una visión más amplia
de cómo ven los jóvenes a Jesús.

Rasgos atribuidos a Jesús

En cuanto a las percepciones sobre Jesús, los resultados fueron bastante

positivos. La mayoría lo ven como alguien digno de confianza, generoso, sabio y
pacífico. Además, un 46% de los jóvenes cree que Jesús ofrece esperanza, y un
43% considera que se preocupa por las personas. A pesar de esto, también hay
una sensación de distancia: solo el 24% de los jóvenes cree que Jesús hace una
diferencia real en el mundo actual, y solo el 23% cree posible tener una relación
personal con él.

¿Quién es Jesús?

Otra parte clave de la encuesta fue la pregunta: ¿Quién es Jesús?. Un tercio de

los encuestados dio la respuesta teológica cristiana: "Jesús es Dios en forma
humana que vino a perdonar nuestros pecados". Esto resalta que, aunque hay
muchos puntos de vista sobre Jesús, una parte importante de los jóvenes sigue
viendo su papel desde la perspectiva de la fe cristiana.

La importancia de la Biblia

El capítulo también señala el impacto de la Biblia en los adolescentes. Un 38%

de los encuestados está completamente de acuerdo en que la Biblia les enseña a
vivir una vida significativa, mientras que el 36% menciona que les ayuda a
comprender su propósito en la vida, y un 34% afirma que les orienta para vivir
sabiamente en la sociedad actual.

La "Generación Abierta"

Algo interesante es que el informe describe a los jóvenes como la "Generación

Abierta", ya que, entre los adolescentes cristianos comprometidos, el 90% está
motivado a aprender más sobre Jesús. Incluso entre los adolescentes no
cristianos, un 14% está abierto a saber más sobre él. Este dato nos muestra que,
aunque no todos tienen una relación personal con Jesús, muchos están
dispuestos a conocer más sobre su figura.

La experiencia de Dios
En la última sección, reflexionamos sobre lo que significa tener una experiencia
de Dios. Este tipo de experiencia abarca toda la vida del ser humano y es algo
que toca no solo la mente, sino también el corazón y las emociones. Se plantea
la pregunta de si es posible tener una auténtica experiencia de Dios, y la
respuesta teológica es que sí, pero de manera mediada, es decir, a través de la
realidad creada y el tiempo.
Finalmente, la experiencia cristiana se centra en el encuentro con Jesús, el que
fue crucificado y resucitado, transformando así la vida de sus seguidores. Se
concluye que este encuentro genera esperanza y alimenta el deseo de vivir en
unión con Dios.

CAPITULO 2
Las Promesas del Mesías
En este texto, hacemos un recorrido por las promesas del Mesías y la vida de
Jesús. Exploramos el sentido etimológico de la palabra "Mesías", cómo se presenta
en el Antiguo Testamento, y el contraste entre el Jesús histórico y el Cristo de
la fe.

¿Qué significa Mesías?

Primero, aprendimos que la palabra Mesías proviene del hebreo "mashiaj", que
significa "ungido" o "elegido". En griego, el equivalente es Christos, de donde
obtenemos el término Cristo en español. Cuando decimos Jesucristo, estamos
literalmente diciendo Jesús, el Mesías. En los tiempos bíblicos, el acto de ungir a
alguien con aceite representaba que Dios lo estaba consagrando para un
propósito especial. Así, entendemos que un ungido era alguien elegido por Dios
para cumplir una misión particular.

El Mesías en el Antiguo Testamento

Luego, nos adentramos en el Antiguo Testamento, donde vimos que la unción era
común entre profetas, sacerdotes y reyes. Por ejemplo, Dios le dijo al profeta
Elías que ungiera a Eliseo como su sucesor (1 Reyes 19:16), y vimos cómo Aarón fue
ungido como el primer sumo sacerdote de Israel (Levítico 8:12). Además, Samuel
ungió tanto a Saúl como a David para que fueran reyes de Israel. Pero lo más
interesante fue que el Antiguo Testamento ya hablaba de la llegada de un
Libertador que vendría a redimir a Israel, y a este Libertador lo llamaron Mesías.

Las figuras del Mesías

En este punto, profundizamos en las diversas figuras mesiánicas que
encontramos a lo largo de la historia bíblica:
Mesianismo Real: Comienza con la promesa hecha a David de que su
descendencia gobernaría para siempre (2 Sam 7:11-16).
Mesianismo Profético: Los profetas, como Isaías, vieron en el Mesías una figura
de servicio y sufrimiento, alguien que traería salvación a través de su humildad
y sacrificio.
Mesianismo Sacerdotal: Jesús es presentado como un sacerdote al estilo de
Melquisedec, un rey-sacerdote mencionado en Génesis.
Mesianismo Apocalíptico: En este aspecto, el Mesías es visto como un ser
trascendente, que instaura el reino de Dios de forma definitiva.
Cada una de estas figuras refleja un aspecto del Mesías esperado por el pueblo
de Israel.
El Jesús histórico y el Cristo de la fe
Finalmente, discutimos la problemática que surge al diferenciar al Jesús
histórico del Cristo de la fe. Por un lado, Jesús de Nazaret fue una figura
histórica, un judío de Galilea que vivió y murió hace más de 2000 años. Por otro
lado, está el Cristo de la fe, en quien los cristianos creen como el Salvador y Dios
encarnado. Jesús fue una personalidad atractiva, pero también polarizadora:
tuvo tanto seguidores fieles como detractores.

CAPITULO 3
FUENTES DEL JESUS HISTORICO

El Impacto en la Cristología Moderna

La investigación sobre el Jesús histórico a finales del siglo XIX generó una gran
tensión en la cristología moderna, especialmente entre las nociones del Jesús de
la historia y el Cristo de la fe.
Aunque el debate estuvo menos activo durante el periodo del Vaticano II, volvió
a ganar importancia en los años setenta y ochenta y sigue siendo relevante hoy
en día.

La Pregunta de Jesús en los Evangelios

En Marcos 8:27-33, Jesús pregunta a sus discípulos sobre la opinión de la gente
respecto a su identidad.
Las respuestas fueron erróneas: algunos lo identificaban con Juan Bautista
revivido, con Elías, o con otro profeta del Antiguo Testamento.

Jesús y las Expectativas del Mesías Judío

El análisis de estas respuestas muestra que Jesús no encajaba en las expectativas
judías tradicionales sobre el Mesías.
No era visto como un profeta en continuidad con las antiguas figuras proféticas,
sino que su identidad era diferente y rompía con las expectativas establecidas
sobre quién sería el Mesías. Etapas de la Investigación sobre el Jesús Histórico
La investigación moderna comenzó alrededor de 1953 y se extendió hasta la
década de los 70.
Objetivo principal: Reconstruir el mensaje original de Jesús y compararlo con la
proclamación de la iglesia primitiva para analizar el grado de continuidad o
discontinuidad entre ambos.

Rechazo de la Investigación Liberal sobre Jesús

En esta etapa, se rechazaron los presupuestos de la investigación liberal que
proponía un Jesús meramente humano y despojado de su divinidad.

Continuidad entre el Jesús de la Historia y el Cristo de la Fe

Aceptación de cierta continuidad entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe.
Esta continuidad fue descrita por los estudiosos de la New Quest como una
"Cristología implícita o indirecta", un concepto introducido por H. Conzelmann.
Según esta perspectiva, aunque Jesús no usó explícitamente los títulos
cristológicos que se le atribuyen en los evangelios, estos reflejan su pretensión
histórica.

Criterios de Historicidad
Se establecieron varios criterios para determinar lo que realmente procede del
Jesús histórico:
Criterio de desemejanza o discontinuidad: Si algo dicho o hecho por Jesús no se
ajusta al contexto judío de su tiempo ni a la comunidad cristiana primitiva, se
considera que procede directamente del Jesús histórico.
Criterio de atestación múltiple: Un tema o idea puede atribuirse a Jesús si se
encuentra de manera consistente en varias fuentes independientes, como los
evangelios de Marcos, Q, y los materiales propios de Mateo y Lucas.
Criterio de conformidad o coherencia: Si un hecho o dicho ya ha sido
establecido como histórico, cualquier otro dato que sea coherente con ese hecho
también puede considerarse auténtico.
Criterio lingüístico y de entorno: Cualquier dato que no sea compatible con el
entorno lingüístico y cultural de Jesús debe ser rechazado. Sin embargo, no todo
dato que encaje en ese entorno puede considerarse automáticamente auténtico.