LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
En la actualidad, se está produciendo un uso abusivo del término de sostenibilidad
ambiental, acrecentado en gran medida, por la mayor preocupación por el cambio
climático y la mayor presencia de temas ambientales en las redes y medios de
comunicación en general. De ahí que se haya desvirtuado el concepto original de
sostenibilidad, de tal manera que puede ser aplicado a diversos ámbitos e
iniciativas de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos
Globales fueron adoptados por las Naciones para el 2025 como una llamada
universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar
que para 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son el corazón de la Agenda 2030 y
muestran una mirada integral, indivisible y una colaboración internacional
renovada. En conjunto, construyen una visión del futuro que queremos. A través
de estos 17 ODS con sus 169 metas y 231 indicadores, los Estados miembros de
Naciones Unidas han expresado firmemente que esta agenda es universal y
profundamente transformadora.
Con esta agenda se dejan atrás viejos paradigmas donde unos países donan,
mientras otros reciben ayuda condicionada. Esta agenda busca también expresar
el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y construir una
verdadera alianza para el desarrollo donde todos los países participan.
La sostenibilidad ambiental implica un equilibrio entre el desarrollo económico y
social, así como el cuidado y la protección de la naturaleza, para gestionar
eficientemente los recursos naturales de los que disponemos, garantizando
así que estos continúen para las generaciones futuras. Son muchos los
beneficios del desarrollo sostenible para las personas y el planeta. Su
objetivo es mejorar la calidad de la vida de las personas y se basa en los
principios que promulgan que las cuestiones ambientales, económicas y
sociales están estrechamente vinculadas.
Económicamente hablando, las prácticas sostenibles crean un
medioambiente más saludable, seguro y productivo. Desde el punto de vista
social, las prácticas sostenibles ayudan a fortalecer los lazos que se forjan
en la sociedad, a mejorar la calidad de la vida de las personas y a brindar
esperanza para un futuro mejor. Y desde la óptica del ambiente,
las prácticas sostenibles preservan los recursos naturales, ayudan a
mitigar y adaptarse al cambio climático y tutelan la biodiversidad. La
inclusión social y los beneficios de la sostenibilidad, que resultan del
desarrollo sostenible, están directamente ligados con la electrificación .
Sin desarrollo sostenible, la biodiversidad de la que dependen nuestras vidas
y actividades económicas acabaría perdiéndose. ¿Cómo se relaciona la
biodiversidad con la sostenibilidad? La biodiversidad juega un papel clave
en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las
Naciones Unidas (ONU). Sin ella no tendríamos alimentos que comer o agua
limpia para beber. La biodiversidad además mitiga el cambio climático,
reduce los riesgos para la salud y crea nuevos puestos de trabajo. Juntos,
biodiversidad y ecosistemas saludables aumentan la resiliencia y funcionan
como amortiguadores frente a eventos meteorológicos extremos, como las
sequías, las tormentas y otros desastres de la naturaleza.
El crecimiento inclusivo busca reducir las desigualdades de ingresos y de
oportunidades y promueve el empoderamiento y la igualdad de
oportunidades. Se relaciona con un desarrollo que tiene en cuenta el
ambiente y la población local, que es viable desde el punto de vista
económico y también sostenible. El crecimiento inteligente se focaliza en la
planificación y el diseño de la colectividad.
La sostenibilidad debe ser un elemento fundamental en la estrategia de una
empresa que busque crecimiento. Un factor de competitividad imprescindible es la
integración de la sostenibilidad tanto en las políticas públicas como en las
empresariales, por esto miles de compañías de todo el mundo han establecido
compromisos y políticas de integrar y difundir los principios universales en campos
como derechos humanos, el trabajo, el medioambiente, etc.
El objetivo del desarrollo sostenible es lograr un equilibrio entre las dimensiones
sociales, económicas y ambientales, para asegurar la continuidad de la empresa a
largo plazo. La dimensión económica: servicios, productos y capital, empleados,
proveedores, inversionistas y bancos, sector público, Organizaciones No
Gubernamentales-ONG’- y clientes. La meta es, lograr un equilibrio entre las
relaciones económicas con los diferentes entes del entorno, para aumentar la
sostenibilidad de la empresa a través de la creación de valor y la generación de
desarrollo económico.
La dimensión ambiental con gestión ambiental, reducción de desperdicios,
eficiencia en el uso de materiales, manejo adecuado de desechos y mejora en el
diseño del producto para la disminución de su impacto ambiental a lo largo de
todas las etapas de su ciclo de vida. La dimensión social busca un resultado
económico adecuado para los involucrados, una mejor calidad de vida de los
trabajadores y de la comunidad y una disminución del impacto ambiental con el
impacto social de la organización tanto a nivel interno como a nivel externo.
Actualmente estamos viendo las reacciones que está teniendo nuestro planeta
debido al trato que le hemos dado por muchos años para satisfacer nuestras
necesidades, el cual no ha sido racional ni sostenido. La disminución en la
biodiversidad, desaparición de grandes selvas, bosque, animales, etc., es una
muestra de que la humanidad no ha logrado construir con éxito un modelo que sea
responsable para la conservación de los recursos naturales tanto renovables como
no renovables que nos ofrece el planeta.