PINTURA
PINTURA
Te explicamos qué es la pintura y cuál es la historia de esta forma artística. Además, las
técnicas de pintura, los pintores más importantes y sus obras.
¿Qué es la pintura?
La pintura es una forma artística en la que se aplican pigmentos sobre una superficie
para realizar una imagen con intenciones estéticas. Esto incluye todas las prácticas
artísticas que emplean una sustancia capaz de hacer visible una figura bidimensional
sobre un soporte.
En este sentido, la pintura pertenece a las denominadas artes visuales, pues hace uso
de elementos como la forma, la línea, la composición, la textura o la perspectiva, y de
conocimientos relacionados con la óptica y la física de la luz.
Las técnicas pictóricas han evolucionado con la tecnología de cada época. Sin embargo,
desde los óxidos del arte rupestre, pasando por el descubrimiento de aglutinantes
naturales (como yema de huevo, óleo, caseína y glicerina), hasta el desarrollo de las
pinturas sintéticas y los dispositivos digitales de la actualidad, el principio ha sido
siempre el mismo: expresarse mediante imágenes.
• Una superficie, que puede ser tela, madera, papel, metal, piedra, entre otros
materiales sólidos.
Historia de la pintura
Como forma de expresión, la pintura nació hace más de 60.000 años, con el arte
rupestre desarrollado por los primeros habitantes de las cavernas. Estas primeras
pinturas empleaban sangre y otras sustancias a base de óxidos y carbón vegetal, que
serían reemplazadas progresivamente por pigmentos realizados con aceites y grasas
animales. Estas representaciones mostraban animales como bisontes, ciervos y mamuts,
partes del cuerpo humano o figuras geométricas y abstractas.
Hacia fines del siglo XIX, el impresionismo rechazó el realismo y la perspectiva, para
explorar el comportamiento de la luz y la percepción subjetiva. Esto generó una ruptura
con una tradición pictórica de siglos y dio paso al postimpresionismo.
En este contexto, surgieron exploraciones cada vez más osadas, que abrieron el camino a
las vanguardias artísticas, con grandes procesos de experimentación y nuevas
posibilidades expresivas. Movimientos como el cubismo, el expresionismo,
el surrealismo, el arte abstracto y el suprematismo, entre otros, expandieron las
posibilidades de la pintura hacia ámbitos nunca antes vistos.
Técnicas de pintura
Las técnicas de pintura son los métodos usados para fijar los pigmentos en el soporte
elegido. Algunas de las técnicas más populares son:
• Óleo. Emplea aceites y un disolvente llamado trementina para elaborar una pasta
viscosa de origen vegetal. Los pigmentos se adhieren al lienzo usando pinceles u
otras herramientas y, al secarse, los colores quedan fijos en la superficie.
• Tinta. Es un pigmento diluido en un medio líquido, que puede ser agua, aceite o
alcohol. Suele aplicarse sobre papel y su uso es frecuente en la caligrafía pictórica
del arte oriental.
Hilma af Klint fue una pionera de la pintura abstracta. [Af Klint, H. (1906). Caos Nro. 2].
• Pinturas de las cuevas de Altamira y Lascaux (c. 32.000 a. C.). Estas pinturas
rupestres son de las más antiguas expresiones artísticas de la humanidad, y se
encuentran en cuevas de España y Francia, respectivamente. En ellas aparecen
escenas de caza y animales como bisontes, ciervos y caballos.
• Frescos de Pompeya (79 d. C.). Son pinturas hechas sobre las paredes de los
hogares romanos en la ciudad de Pompeya, que se conservaron gracias a la
ceniza volcánica que los cubrió tras la erupción del Vesubio. Representan escenas
cotidianas, mitológicas y paisajes.
• Autorretrato con chango y loro, de Frida Kahlo (1942). Esta es una de las más
famosas pinturas de la reconocida artista. La figura de Frida, que mira de frente
con expresión seria, está acompañada por los dos animales sobre un fondo
vegetal. Se dice que esta obra guarda un vínculo profundo y consciente con
grandes pinturas con motivos similares de Gustave Courbet (1819-1877) y
Édouard Manet (1832-1883).
• La jungla, de Wilfredo Lam (1943). Es una de las obras más famosas del pintor
vanguardista. Combina elementos del surrealismo con la estética y la iconografía
afrocubanas. Es considerada una obra fundamental en el desarrollo del arte
latinoamericano.
• El hijo del hombre, de René Magritte (1964). Es una de las más célebres obras
surrealistas. Representa a un hombre con la vestimenta que solía usar el propio
Magritte, sombrero bombín y traje, y una manzana flotante que le cubre el rostro.
Se ha especulado mucho acerca de los símbolos de este supuesto autorretrato y
la presencia de la manzana, recurrente en varias obras del artista.
• Sin título (Skull), de Jean-Michel Basquiat (1982). Los “cráneos” o cabezas son
un motivo recurrente en Basquiat y uno de los íconos de su trabajo. Se relacionan
con la mortalidad, la resistencia y su identidad afroamericana. En este cuadro
emblemático del neoexpresionismo, aparecen con colores vívidos, pinceladas
enérgicas y los símbolos caligráficos característicos de su obra.