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Industria Ósea en Iruña

Este artículo analiza más de 200 objetos de industria ósea hallados en el yacimiento romano de Rubina, datados entre los siglos III y V d.C., que incluyen adornos personales, herramientas textiles y equipos médico-quirúrgicos. Se sugiere la existencia de un taller artesanal en el lugar debido a la cantidad de piezas inacabadas y restos óseos con marcas de trabajo. La investigación contribuye al conocimiento de la utilización de materiales óseos en la época romana, en un contexto de transición hacia herramientas de metal.
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Industria Ósea en Iruña

Este artículo analiza más de 200 objetos de industria ósea hallados en el yacimiento romano de Rubina, datados entre los siglos III y V d.C., que incluyen adornos personales, herramientas textiles y equipos médico-quirúrgicos. Se sugiere la existencia de un taller artesanal en el lugar debido a la cantidad de piezas inacabadas y restos óseos con marcas de trabajo. La investigación contribuye al conocimiento de la utilización de materiales óseos en la época romana, en un contexto de transición hacia herramientas de metal.
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UN TALLER DE INDUSTRIA ÓSEA EN EL YACIMIENTO DE ÉPOCA ROMANA DE RUBINA

105
(NANCLARES DE LA OCA, IRUÑA DE OCA, ARABA/ÁLAVA)

Kobie Serie PaleoantroPología nº 31: 105-136


Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia
Bilbao - 2012
ISSN 0214-7971
Web http://www.bizkaia.eus/kobie

UN TALLER DE INDUSTRIA ÓSEA EN EL YACIMIENTO DE


ÉPOCA ROMANA DE RUBINA (NANCLARES DE LA OCA, IRUÑA
DE OCA, ARABA/ÁLAVA)

Bone industry in the Roman archaeological site of Rubina


(Nanclares de Oca, Iruña de Oca, Araba/Álava)

Paquita Sáenz de Urturi Rodríguez1


(Recibido 15.VI.2012)
(Aceptado 20.VI.2012)

Palabras clave: Acus crinalis. Agujas. Alfileres de pelo. Industria ósea. Mangos sobre asta. País Vasco.
Romanización.
Keywords: Acus crinalis. Basque Country. Bone industry. Hair pins. Horn handles. Needles. Romanization.
Gako-hitzak: Acus crinalis. Adarrez egindako heldulekuak. Erromanizazioa. Euskal Herria. Hezurrezko tresneria.
Ilerako orratzak. Orratzak.

RESUMEN

En este artículo se estudia un conjunto de más de 200 piezas fabricadas en materia ósea procedentes del
yacimiento de Rubina (Nanclares de Oca) fechadas entre los siglos III a V d. C. Se trata de objetos relacionados
con el adorno personal y de tocador, con la artesanía textil, elementos médico-quirúrgicos y también mangos para
diferentes herramientas. Además existe un amplio porcentaje de objetos con señales de no haber sido terminada
su elaboración, así como restos óseos con marcas de trabajo, que nos hacen plantear la posibilidad de que en este
lugar existiera un taller artesanal de industria ósea.

SUMMARY

In this article we study more than 200 objects made of bone from the archaeological site of Rubina (Nanclares
de Oca), from the IIIrd to the Vth centuries AD. These are personal adornment and toilette objects, objects related
to fabric craftsmanship, medic and surgery equipment and handles for different kind of tools. In fact, there is a
quite big percentage of non-finished objects that probably means there was some bone handicraft factory in that
place.

1 Arqueóloga profesional, Indusarke, <[email protected]>


106 P. SÁENz DE URTURI RODRÍGUEz

LABURPENA

Lan honetan hezurrez egindako 200 objektu baino gehiago aztertzen dira, Rubina aztarnategikoak (Langraiz
Oka) eta K. o. III eta V. mende artekoak direnak. Objektu hauek mota askotakoak dira: giza atontzerako eta
apaindurarako egindakoak, ehungitzarakoak, medikuntza eta kirurgiarakoak eta baita mota anitzeko tresnen hel-
dulekutarako eginak ere. Gainera, objektuen artean, amaitu gabe daudela diruditenen ehuneko zabal bat ageri da.
Azken ezaugarri horrek pentsarazten digu, hezurrezko tresneria egiten zuen esku-lantegi bat izan zela leku har-
tan.

Kobie. PaleoantroPología 31, año 2012 Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia. Bilbao.
ISSN 0214-7971
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(NANCLARES DE LA OCA, IRUÑA DE OCA, ARABA/ÁLAVA)

1. INTRODUCCIÓN A partir de la Edad del Bronce y durante la Edad


del Hierro, la fabricación de objetos en metal hará que
Con este trabajo se pretende sacar a la luz un con- la utilización de los restos óseos como materia prima,
junto de útiles en hueso y asta procedentes del yaci- quede relegada a ciertas categorías de útiles, como son
miento de época romana de Rubina (Nanclares de los relacionados con la actividad alfarera (espátulas y
Oca) y así ampliar el conocimiento sobre este tipo de punzones) y la textil (agujas), que en su mayoría están
materiales que, aún estando muy presentes en la fabricados sobre materia ósea. En estas últimas etapas,
mayoría de los yacimientos de esa época, son bastante especialmente a partir de la 2ª Edad del Hierro, el
desconocidos como se puede comprobar a través de la hueso y sobre todo el asta de cérvidos se utilizan como
bibliografía que se ha consultado para su realización. complementos de herramientas, en calidad de mangos
o asideros. No queremos decir que sean escasos, pero,
Estos objetos fueron recuperados en el transcurso no obstante, ya no son tan abundantes como en las
de la excavación de urgencia llevada a cabo en este etapas prehistóricas. Además, se debe tener en cuenta
yacimiento en 2003 y cuentan con localización con- que muchas veces la ausencia de ciertos materiales
creta en unidades estratigráficas. En su mayoría perte- está más relacionada con su desconocimiento por falta
necen a los campos del adorno personal (acus crinalis de difusión, que porque no existan. Recientemente se
o alfileres para el cabello) y la artesanía textil (agujas ha publicado un interesante estudio sobre industria
y fusayolas), pero también hay piezas de carácter ósea en territorio alavés desde el Neolítico hasta la
médico quirúrgico (lígulas o sondas de oído), mangos Edad del Hierro, donde se dan a conocer un buen
de herramientas y otros objetos. Entre ellos existe un número de este tipo de artefactos (Tardío y zamalloa
buen número que, por las características que presen- 2011).
tan, parece que no se llegaron a terminar y, esto unido
a la recuperación de piezas en proceso de fabricación, En la etapa de la Romanización, los útiles óseos
o los llamados productos del trabajo, nos ha hecho también han ido dando paso a instrumentos y herra-
plantear la posibilidad de que estemos ante un taller mientas de metal. Poco a poco se han ido limitando a
artesanal de industria ósea. actividades artesanales de tipo textil y a la faceta del
adorno personal, sobre todo al aderezo femenino. En
El yacimiento de Rubina se ubica al borde de la vía ambas han adquirido un gran desarrollo, estando pre-
de comunicación que durante los siglos de dominación sentes en la mayoría de los yacimientos de esta época,
romana unía las ciudades de Astorga y Burdeos, la aunque su conocimiento, por falta de difusión, sea
conocida como Iter XXXIV o de Ab Asturica ad escaso como ya se ha señalado y veremos a lo largo
Burdigalam. También se encuentra en las cercanías de del presente artículo.
la ciudad romana de Iruña/Veleia (Álava), escasamente
a 5 km en línea recta, y ambos yacimientos unidos por
la citada calzada. Tanto la cercanía a Iruña/Veleia, 2. CONTEXTO ARQUEOLÓGICO
como a esa vía de comunicación, hacen que esa posi-
bilidad de que haya un taller de útiles de materia ósea
adquiera más relevancia. El yacimiento de Rubina se ubica al sur de la
localidad de Nanclares de la Oca (Álava), en las cerca-
En este caso, esa vía pudo ser utilizada para abas- nías del río zadorra2 (fig. 1).
tecer de esos objetos que elaboraban a otros núcleos de
población relativamente cercanos, como es el caso del Durante el año 2003 se llevó a cabo una interven-
citado Iruña/Veleia, Mariturri, Salbatierrabide, y ción arqueológica de urgencia con motivo de la urba-
Arkaia, todos ellos ubicados al borde de la citada cal- nización de la zona3. De esta manera, se delimitó una
zada y donde también se han recuperado materiales superficie de más de 3.000 m2, de los que se intervino,
óseos. A ello haremos referencia en este trabajo. únicamente, en una franja de 2.000 m2 (Sáenz de
Urturi 2003 y 2004).
El trabajo del hueso, para la obtención de útiles
dedicados a diferentes actividades, es una de las artes Desde el punto de vista arqueológico, el primer
más antiguas desarrolladas por el hombre, principal- poblamiento que se encuentra en el conjunto del
mente por ser una materia prima muy abundante yacimiento, es el correspondiente a una fase prehistó-
debido a su procedencia de los desechos de la alimen- rica, perfectamente documentada en la zona media
tación. En paralelo con la industria lítica y hasta la
aparición de la metalurgia, este tipo de piezas, además 2 Fue descubierto por José Luis Sáez Angulo en 2003 con motivo de
de numerosas, gozaban de gran prestigio como queda obras en la zona.
constatado a través de la bibliografía relacionada con 3 La intervención arqueológica se realizó a largo del citado año, en
este tema, especialmente para las etapas del Paleolítico diferentes fases adaptadas al ritmo de los trabajos de urbanización
al Neolítico. que allí se realizaban. Por esta razón se han diferenciado diferentes
sectores al margen de los propiamente arqueológicos. Su memoria
está en proceso de elaboración y esperamos que vea la luz en un
plazo de tiempo no muy lejano, una de cuyas partes es este
trabajo.

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tramos está delimitada por muretes. Su finalidad es la


de llevar las aguas residuales y otros restos de la
población hacia el cercano cauce del río zadorra. Será
en los rellenos de textura arenosa que fueron colma-
tando su cauce y en las estructuras pavimentarias de
piedra y tierra que la cubrían (calle), donde se han
recuperado la mayor parte de los materiales objeto de
este estudio.

La cercanía a Iruña/Veleia motivará que las relacio-


nes entre este yacimiento de Rubina, considerado
como vicus, y aquella ciudad serían continuas y su
mejor mercado.

2.1. Localización del material.

Como se ha señalado anteriormente la mayoría del


material objeto de este estudio se ha localizado en las
unidades estratigráficas (UUEE) relacionadas con los
rellenos de colmatación y amortización de la denomi-
nada alcantarilla. Estas UUEE son las siguientes:
1019, 1047, 1053, 1096, 1124, 1127, 1137, 1140,
1166, 1189, 2011 y 2036.
Figura 1. Situación de Rubina e Iruña/Veleia.
De un total de 240 piezas estudiadas, 118 corres-
ponden a estas UUEE entre las que destacan la
occidental, que se fecha en la etapa del Calcolítico – UE-1137 y la UE-1189 con 25 y 93 ejemplares respec-
Bronce Medio y Bronce Final. Tras un período de tivamente. La abundancia de materiales en estos
abandono, el lugar vuelve a ocuparse en la época de la rellenos los consideramos como fruto de los arrastres
Romanización, en su fase Alto imperial (siglos I-II d. producidos a través de esa canalización y que, nos
C.), de la que se han recuperado, además de algunos consta, procedían de lugares de actividad situados al
restos estructurales, evidencias cerámicas y restos norte de la zona excavada y actualmente ocupada por
monetarios que lo avalan. las casas del pueblo.
La etapa más potente de Rubina pertenece a la fase Los rellenos relacionados con el espacio que se ha
del Bajo Imperio (siglos III-V d. C. con posible denominado como calle corresponden a las UUEE-
ampliación hasta el VI), momento al que hay que 1009, 1021, 1028, 1030, 1042, 1043, 1049, 1050,
atribuir el importante desarrollo urbano que experi- 1054, 1060, 1092, 1123 y 1132. En estas unidades se
menta este poblado, que pervivirá en la Edad Media han recuperado un total de 35 piezas, destacando la
dando paso a la actual localidad de Nanclares de la UE-1123 con 9 ejemplares y la UE-1132 con 8.
Oca que, en gran parte, se asienta sobre aquel. Para
todo ello, se ha tomado como base de datación el Un total de 10 ejemplares se hallaron en los relle-
abundante material cerámico, entre el que destacan las nos superficiales (UUEE-1000, 1005, 2000 y 2001) el
vasijas de Terra Sigillata Hispánica Tardía; y un con- resto de objetos se localizó en rellenos de diferentes
junto monetal en su mayoría atribuible a esos siglos. recintos, entre los que destacamos la UE-1076 del
Sector Sur, donde se recogieron 6 piezas, entre ellas 3
Su urbanismo se articula en relación a un eje prin- agujas de coser, 2 alfileres y un vástago; y la UE-
cipal de Norte a Sur, marcado por un espacio abierto 2002, en el marco de la zona residencial del Sector
con una longitud de 80 m y una anchura de más de 15 Oeste, que aportó un total de 9 piezas, de las cuales 7
m, atravesado por una estructura de alcantarilla o son alfileres.
cloaca de importantes dimensiones cubierta, en la casi
totalidad de la zona excavada, por un pavimento de La distribución del material óseo se puede observar
empedrado irregular que hemos considerado como en la tabla 1.
zona de tránsito o calle. En los extremos de esos ser-
vicios, se ubican los espacios residenciales del poblado 2.2. Cronología.
descritos como Sector Sur y Sector Oeste.

La alcantarilla o cloaca corresponde a una estruc- La cronología asignada a todas las UUEE citadas
tura en forma de cubeta, excavada en las arcillas origi- con material óseo, se sitúa entre los siglos III al V d.C.
nales, con una anchura de 3 a 5 m, que en algunos Hay varias UUEE que cuentan con una cronología

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más amplia, como es el caso del relleno superficial realizados con un objeto, pero el problema está en
UE-1000, fechado con materiales de época romana y discernir cuales son fruto del descarnado de las piezas
medieval, pero que al tratarse de rellenos superficiales o cuales para la actividad artesanal que nos ocupa,
no son orientativos. salvo por un estudio detenido por especialistas.

La UE-121, que corresponde a un sondeo fuera de En el caso de los cérvidos, además de los huesos
los sectores antes citados, cuenta con material de la largos, destaca la obtención de materia prima a partir
etapa alto imperial, fechado entre los siglos I al III d.C. de las clavijas córneas, que definimos como asta. En
Igualmente el de la UE-1043, situada en el Sector Sur, Rubina se han recuperado unos 100 restos de cuernas
se data en esa misma etapa. de cérvido, de ellas 70 no presentan signos de trabajo.
En este artículo, además de los útiles fabricados sobre
asta que se estudian, se incluyen: 8 astas de ciervo, 1
3. LA MATERIA PRIMA de corzo y 2 de ovino con signos de preparación para
ser utilizadas como base de objetos (fig. 2).

La materia prima para la obtención de los objetos


que estudiamos procede de los restos faunísticos que
han servido de base alimenticia a la población de
Rubina. Estos han sido muy numerosos, en torno a los
21.000 ejemplares; de ellos 9.700 han podido ser cla-
sificados por especies y el resto corresponde a indeter-
minados. Las especies mejor representadas son, lógi-
camente, las de carácter doméstico, pero también están
presentes las salvajes, destacando por su gran número,
los cérvidos, dato que resulta muy significativo4.

Entre los animales domésticos, los restos de bóvi-


dos (Bos taurus) son los más abundantes con un total
de: 4800 ejemplares; siguen los suidos (Sus domesti-
cus) con: 1935; los ovicaprinos (Ovis/Capra) con
1790 y los equinos con 160 restos. Respecto de los
animales considerados salvajes, sobresale el ciervo
(Cervus elaphus) que con más de 740 ejemplares es la Figura 2. Fragmentos de asta de corzo, ciervo y caprino.
cuarta especie del conjunto del yacimiento. El corzo
(Capreolus capreolus) también aparece con una canti-
dad importante de 66 restos. Además de estas especies Es habitual considerar un lugar como taller de
están representados otros animales, tanto domésticos determinadas industrias basándose en la abundancia
(aves, cánidos...) como salvajes (jabalí —Sus ferus—) de la materia prima en ese sitio o entorno, en nuestro
en menor número y que no consideramos hayan servi- caso, además de la gran cantidad de material óseo
do como materia prima, salvo quizás el jabalí. presente en Rubina, consideramos la posibilidad de la
existencia de un taller artesanal local, a partir de los
En relación con su distribución entre las diferentes útiles y restos que presentan señales de trabajo.
UUEE, la mayor concentración coincide con las que
hemos relacionado con las estructuras de calle y Respecto del proceso que se sigue en la transfor-
alcantarilla, destacando con un gran porcentaje la mación de un determinado hueso o cuerna, hasta la
UE-1137, que también aporta una gran cantidad de finalización del trabajo artesanal de la pieza, dispuesta
objetos óseos como hemos señalado. En la tabla nº 1 para su uso y disfrute, remitimos a los estudios de
se ha reflejado la distribución de los restos faunísticos otros autores que han tratado ampliamente ese aspecto
clasificados de las UUEE con industria y su total con (Rascón et al. 1995; Vallet 2000; Adán Álvarez
indeterminados (Rest.ose.). 2003).

Los huesos más utilizados son los largos: fémur,


tibia, y metacarpos o metatarsos, generalmente de 4. ESTUDIO DEL CONJUNTO DEL MATERIAL
animales grandes: bovinos, cérvidos, equinos y ovica- ÓSEO TRABAJADO
prinos. Son numerosos los restos que presentan cortes
4 El conjunto de restos faunísticos está en fase de estudio por parte El conjunto de materiales que se estudia está
de Pedro y Jone Castaños. Para la realización del Inventario del
material arqueológico y paleontológico de este yacimiento,
constituido por 240 ejemplares sobre hueso o asta que
subvencionado por el Departamento de Cultura del Gobierno corresponden a objetos acabados relacionados con
Vasco, los citados investigadores nos proporcionaron la relación diferentes actividades perfectamente identificables,
del mismo, a la que hacemos referencia en este trabajo.

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tanto si están completos como fragmentados; a útiles 4.1. Objetos de adorno personal
inacabados pero que permiten la identificación de la
pieza; a objetos que muestran señales evidentes para 4.2. Útiles para la actividad textil
considerarlos como proyectos o esbozos de piezas
determinadas; y a restos que muestran signos de elabo- 4.3. Útiles cosméticos y/o médicos
ración que identificamos como producto del trabajo
artesanal de las diferentes actividades sobre la materia 4.4. Objetos varios con función diversa
prima. Para su estudio se han agrupado en las siguien-
tes categorías, según la función a la que están destina- 4.5. Productos del trabajo
dos:

ALFI- VASTAGOS PRODUC. REST.OSE. TOTAL


UE AGUJAS VARIOS MANGOS CUERNAS
LERES ACUS TRABAJO ESPECIES REST. OSE.

121 1 19 40

1000 1 1 1 202 214

1005 2 1 365 709

1008 1 9 12

1009 1 449 659

1019 2 2 258 445

1021 1 25 25

1028 1 1 256 600

1030 1 338 350

1039 2 1¿ 156 442

1042 1 38 66

1043 1 1 164 170

1044 1 544 930

1047 3 182 192

1049 1 1 1 97 333

1050 1 41 170

1053 1 1 72 139

1054 1 20 31

1060 2 106 281

1064 1 20 49

1068 1 60 117

1076 2 1 3 95 155

1092 1 2 295 575

1096 1 1 1 280 826

1102 1 1 2 96 233

1123 3 2 1 1 2 215 395

1124 1 220 6 35

1127 1 194 290

1132 4 1 1 2 435 910

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ALFI- VASTAGOS PRODUC. REST.OSE. TOTAL


UE AGUJAS VARIOS MANGOS CUERNAS
LERES ACUS TRABAJO ESPECIES REST. OSE.

1137 10 6 2 2 5 530 622

1139 2 94 94

1140 1 97 97

1143 1 10 13

1152 1 35 81

1154 1 17 17

1166 1 54 54

1189 48 27 6 3 5 4 227 240

2000 2 1 52 55

2001 1 71 75

2002 7 1 1 371 375

2005 1 1

2010 2 60 85

2011 1 1 88 100

2018 1 28 41

2031 1

2036 2 1 1 167 170

2055 1 36 36

2058 1 5

2065 1 13 30

2070 2 1 27 73

2081 1 2

2082 1 1

2089 1 1 1 9

2106 1 34 42

2107 1 1 10 10

2118 1 1 2 4

TOTAL 115 55 17 7 7 17 22 7274 10673

Tabla 1. Distribución de objetos y restos óseos por UUEE.

En la descripción de las diferentes piezas se han los aspectos morfológicos, en la descripción se incide
marcado las siguientes pautas: a cada objeto o conjun- también en las características del acabado y pulido6, ya
to se le ha dado una numeración correlativa en el que en muchos casos nos está indicando si se trata de
marco de cada tipología, que se utilizará tanto para una pieza totalmente elaborada y preparada para su
señalarla en las representaciones gráficas como en las uso, que denominamos como útil o por el contrario se
referencias que se hagan en el texto. Tras el número de
orden se indica la sigla correspondiente5. Además de
6 El pulido que presentan algunas piezas puede ser debido a que
correspondan a la superficie exterior que tienen la mayoría de los
5 La sigla es: RUI= Rubina, 03 corresponde al año, luego figura la huesos, por eso cuando nos referimos a esta característica damos
UE en que se recuperó el objeto y el nº de inventario que se le ha por hecho que esa pieza ha sufrido un proceso de abrasión para
dado en cada UE. darle esa textura o acabado final al que llamamos pulido.

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trata de un resto de taller que se desechó, como se ha 4.1.1. Alfileres para el cabello
observado en un gran número de las piezas que estu-
diamos.
En este apartado se describen una serie de elemen-
tos del adorno personal, ejemplares de una sola pieza9,
En los casos que se ha observado claramente que
que se caracterizan por tener una cabeza desarrollada
no se llegó a completar la elaboración de la pieza, se
que sobresale del resto: vástago o fuste10, generalmen-
indica como inacabada o proyecto de alfiler, de aguja,
te con engrosamiento en la parte central o superior y
de mango, etc. Estos detalles avalarían la hipótesis de
terminado en punta. La cabeza se une con el vástago a
que estemos ante un taller artesanal de industria ósea.
través del cuello, zona que presenta un estrangula-
Se indica el color, aunque la mayoría ofrecen una
miento; esa unión se puede hacer de forma marcada,
tonalidad marrón en sus diferentes gamas; y el estado
línea perpendicular, o sin diferencia.
de la pieza: completa (en esta categoría incluimos
también aquellas a las que justamente falta la punta) o
fragmentada, señalando la parte que falta. Igualmente Están relacionados con el tocado femenino y su
se hacen referencias al material empleado en el caso finalidad principal es la de sujetar los recogidos del
que hayamos podido determinar si se trata de hueso o pelo y precisamente, por esta función, la denominación
si se trata de asta de cérvido7. más correcta sería la de alfileres para el cabello como
así las nombran E. Avila y J. Alarçao entre otros (Avila
1968; Alarçao et al. 1979). La presencia del engrosa-
Las medidas que se han tomado son: la longitud
miento responde a la necesidad de sujetar mejor la
total de la pieza en su estado actual (long.); el diámetro
aguja en el cabello11.
máximo (diám. max.) o grosor, que en el caso de los
acus corresponde a la zona del engrosamiento del
vástago. En ocasiones se indica también el mínimo Aunque se puede decir que existe unanimidad en la
(diám. mín.) sí éste marca una diferencia notable con funcionalidad de estos útiles para la sujeción del pei-
el máximo. Cuando tienen cabeza, como ocurre con nado, algunos autores han propuesto la posibilidad de
los alfileres y agujas se indica su diámetro máximo. que tuvieran una finalidad similar a la de las fíbulas
Todas estas medidas van en milímetros (mm). como es la de sujetar los vestidos, hipótesis recogida
recientemente por Aranda (2006: 577). A favor del
primer uso, además de estar atestiguado en monedas y
También se hace una reseña del contexto estratigrá-
retratos, existen numerosos testimonios de su presen-
fico y, en su caso, se señalan los paralelos que puedan
cia en tumbas de inhumación, donde suelen aparecer
existir, así como la cronología. En las figuras de
colocadas en la zona del cráneo. Destacamos el caso
dibujos, por razones de espacio y tiempo, únicamente
de la necrópolis occidental de Caesaraugusta donde se
se han incluido las piezas más destacadas o de tipolo-
ha recuperado un ejemplar en una tumba junto a un
gía singular. En los conjuntos de fotos se ha procurado
cráneo femenino (Galve 2008: 76-79).
incluirlas todas. En la tabla nº 1 queda reflejada la
distribución estratigráfica de todos los objetos óseos
artesanales de este yacimiento según las categorías Se describe la totalidad de las piezas que se han
que vamos a describir así como su cronología. recuperado en este yacimiento, tanto las completas
como las fragmentadas, incluso las que no se han lle-
gado a terminar, que denominamos como inacabadas.
4.1. OBJETOS DE ADORNO PERSONAL
Se cuenta con un total de 115 elementos, de ellos 64
conservan la cabeza hecho que nos permite establecer
Entre los numerosos elementos óseos recuperados su tipología. El resto de ejemplares corresponde a
en las excavaciones destacan los acus. Como acus vástagos con engrosamiento significado, que nos per-
entendemos las piezas que constan de cabeza y vásta- mite encuadrarlos en esta categoría. Entre ellos apare-
go apuntado. A su vez estas piezas las clasificamos en cen 4 piezas decoradas a las que únicamente falta la
acus crinalis8 o alfileres de cabello y agujas para la cabeza. Son escasas las que aparecen completas, cosa
actividad textil. Hay una serie de fragmentos de los lógica si tenemos en cuenta que se puede tratar de
que sólo contamos con vástagos que no podemos desechos procedentes de un taller artesanal.
definirlos como alfileres o como agujas, ya que corres-
ponden a la zona de la punta y no tienen ningún tipo La cabeza puede aparecer lisa o decorada, adopta
de engrosamiento. Este conjunto lo estudiaremos bajo diferentes formas incluso la antropomorfa. En Rubina
el epígrafe general de acus. no se ha localizado ninguna que se pueda adscribir a
esta tipología, pero existe un ejemplar, el nº 60, que
muestra cierto esquematismo humano.

9 De manera casi excepcional, en Rubina contamos con un elemento


7 Estos objetos óseos no ha sido incluidos en el estudio del conjunto formado por dos piezas.
del material faunístico realizado por parte de P. Castaños como ya 10 Preferimos el término vástago para denominar esta parte, también
se ha señalado anteriormente. conocido como fuste o cuerpo.
8 A lo largo del estudio utilizaremos el término alfileres con 11 Sobre la funcionalidad e historiografía de estos elementos,
preferencia sobre el de acus crinalis. remitimos al trabajo de Rascón et al. (1995).

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Se han agrupado según la forma o el tipo de la 1. (RUI.03.1009.345): Alfiler de cabeza esférica; la


cabeza, sin diferenciar si son lisas o están decoradas, unión con el cuello ligeramente resaltada; vástago
siguiendo las tablas tipológicas establecidas, entre fusiforme con suave engrosado y sin la zona de la
otros, por E. Avila (1968), J. Alarçao et al. (1979), J.C. punta. Tanto la cabeza como el vástago presentan
Béal (1984), I. Tabar y M. Unzu (1985), F.G. Rodríguez irregularidades en la superficie, las de éste pueden ser
Martín (1991-1992) que, basadas en su forma, utilizan por el uso. Fragmentada, falta la zona de la punta.
una nomenclatura formal. También se han seguido las Color marrón grisáceo. Medidas: long. 55 mm, diám.
pautas marcadas por S. Rascón et al. (1995) que, ade- máx. 3 mm, diám. máx. de la cabeza 4 mm (fig. 3).
más de la forma, analizan la relación entre la cabeza y
el cuello. 2. (RUI.03.1039.239): Alfiler de cabeza esférica, la
unión con el cuello apenas está marcada; vástago afa-
A la hora de definir si se trata de un tipo u otro, cetado con suave engrosamiento y sin punta; se puede
hemos encontrado grandes dificultades para encajarlas considerar completa. Su acabado es bueno lo que nos
en alguna de las tipologías citadas, especialmente en el permite considerarla como útil. Color marrón. Medidas:
caso de las piezas en las que consideramos que falta un long. 60 mm, diám. máx. 3 mm, diám. máx. de la
punto de acabado. Para estos ejemplares se ha elegido cabeza 4 mm (fig. 3).
siempre la forma mayoritaria.
3. (RUI.03.1102.90): Alfiler de cabeza esférica con
A este respecto queremos señalar que, con este marcas a modo de líneas en la zona de unión con el
artículo, no se pretende establecer una tipología de los cuello, posiblemente por no estar finalizada. El vásta-
alfileres o acus crinalis, así como del resto de piezas go fusiforme también presenta huellas del hueso.
que estudiamos (agujas, etc.), sino darlos a conocer e Fragmentada por la zona de la punta. Color marrón.
ir aumentando de esta manera los catálogos sobre Medidas: long. 34 mm, diám. máx.3 mm, diám. máx.
estos objetos tan abundantes pero a la vez tan desco- de la cabeza 4 mm (fig. 3).
nocidos y para que pueda servir de base a posibles
tipologías globales, además de permitirnos conocer 4. (RUI.03.1123.1071): Alfiler de cabeza esférica,
mejor la vida cotidiana de las gentes que habitaron aunque ligeramente ovalada. La unión con el cuello es
estos pueblos. de línea continua. El vástago fusiforme y afacetado.
Fragmentada por la punta. Presenta buen pulido.
La cronología para todo el conjunto de alfileres se Medidas: long. 38 mm, diám. máx. 3 mm, diám. máx.
sitúa entre los siglos III al V d. C. de la cabeza 4 mm (fig. 3).

4.1.1.1. Alfileres de cabeza esférica 5. (RUI.03.1137.1296): Alfiler de cabeza esférica


bien diferenciada del cuello. Vástago fusiforme casi
recto y muy fino. Fragmentada en dos, le falta la
Siguiendo las pautas marcadas por Avila (1968) y punta. Buen pulido. Color marrón claro. Medidas:
Tabar y Unzu (1985) incluimos en este apartado todos long. 37 mm, diám. máx.1,5 mm, diám. máx. de la
aquellos alfileres que se caracterizan por tener una cabeza 4,5 mm (fig. 3)13.
cabeza redonda, que en algunos casos es una esfera
casi perfecta y en otros presentan irregularidades o 6. (RUI.03.1189.2257): Alfiler de cabeza esférica
suaves facetas, pero siempre predominando la forma irregular, cuello marcado. Vástago fusiforme apenas
esférica. La base de la cabeza puede ser plana, en cuyo destacado. Buen pulido y acabado. Fragmentada en
caso queda bien marcado el cuello, o en línea continua, dos trozos. Color marrón. Medidas: long. 65 mm,
en este caso el cuello queda definido por su adelgaza- diám. máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm
miento. El vástago es fusiforme, con más o menos (fig. 3 y 4).
engrosamiento que se señala en cada caso. La cabeza,
en todos los casos tiene mayor diámetro que el vásta-
7. (RUI.03.1189.2258): Alfiler de cabeza esférica
go, estando la diferencia entre 1 y 3 mm12.
de cuello marcado. El vástago, afacetado, presenta
mayor engrosamiento en la parte central. Buen pulido.
La unión de la cabeza con el vástago, si está mar-
La consideramos completa. Color marrón. Medidas:
cada con base plana o no, es la que ha servido a S.
long. 63 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la
Rascón et al, para esta establecer su tipología. Estos
cabeza 5 mm (fig. 3 y 4).
alfileres corresponderían al Tipo IIa (sin base diferen-
ciada) y Tipo IIb (de base plana) (Rascón et al. 1995:
8. (RUI.03.1189.2259): Alfiler de cabeza esférica
313-316).
con pequeñas facetas; cuello marcado; vástago fusifor-
me afacetado. Aunque falta la punta se considera
A este tipo corresponden 22 ejemplares cuya des-
cripción es la siguiente:
13 El desprendimiento de pequeñas capas ha hecho que, en la
actualidad, presente un lado de la cabeza totalmente plano.
12 Dada la gran fragmentación del conjunto, prescindimos de hacer Señalamos este dato para evitar que en posteriores estudios se
comparaciones en relación con la longitud. pueda clasificar en otra tipología.

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completa y acabada. Color marrón oscuro. Medidas:


long. 61 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la
cabeza 5 mm (figs. 3 y 4).

Figura 4. Alfileres de la UE-1189.

Figura 3. Alfileres de cabeza esférica, afacetada y de cebolla. Figura 5. Alfileres de la UE-1189.

9. (RUI.03.1189.2266): Alfiler de cabeza esférica. do. Buen acabado. Fragmentada, falta la parte de la
Cuello ligeramente marcado y vástago fusiforme con punta. Color marrón oscuro. Medidas: long. 36,5 mm,
engrosado suave. Buen pulido, aunque con descascari- diám. máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza 4,5 mm
llados, la consideramos acabada. Fragmentada, falta la (fig. 4).
parte de la punta. Color marrón. Medidas: long. 49
mm, diám. máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza 5 13. (RUI.03.1189.2270): Similar a la anterior (fig.
mm (fig. 4). 4). Medidas: long. 37 mm, diám. máx. 4 mm y mín. 2;
diám. máx. de la cabeza 4,5 mm.
10. (RUI.03.1189.2267): Alfiler de cabeza esférica.
Con facetas o marcas suaves de instrumento en cabeza 14. (RUI.03.1189.2271): Alfiler de cabeza esférica
y vástago. Se considera acabada. Fragmentada, falta la con suaves facetas14. Cuello marcado y con el vástago
parte de la punta. Color marrón oscuro. Medidas: long. muy fino. Buen acabado. Fragmentada, falta la mitad
44 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 5 inferior. Color marrón oscuro. Medidas: long. 21 mm,
mm (fig. 4). diám. máx. 3 mm, diám. máx. de la cabeza 4 mm (fig.
4).
11. (RUI.03.1189.2268): Alfiler de pequeña cabeza
esférica. Con cuello y vástago muy finos. Buen acaba- 15. (RUI.03.1189.2273): similar al anterior.
do. Fragmentada, falta la parte de la punta. Color Medidas: long. 15 mm, diám. máx. 3 mm, diám. máx.
marrón. Medidas: long. 36 mm, diám. máx. 3 mm y de la cabeza 5 mm (fig. 4).
mín. 2 mm, diám. máx. de la cabeza 4 mm (fig. 4).
16. (RUI.03.1189.2272): Alfiler de cabeza esférica,
12. (RUI.03.1189.2269): Alfiler de cabeza esférica; presenta facetas irregulares. Cuello marcado y vástago
cuello marcado y vástago fusiforme regular y afaceta-
14 En fase reciente ha perdido una esquirla de la cabeza.

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fusiforme regular. Fragmentada, falta la parte de la Paralelos15: Son los alfileres más abundantes y
punta. Color marrón oscuro. Medidas: long. 35 mm, prácticamente están presentes en la casi totalidad de
diám. máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm los yacimientos de época romana excavados en el
(fig. 4). ámbito geográfico que abarca el mundo romano.
Cuentan con un amplio abanico cronológico. A conti-
17. (RUI.03.1189.2277): Alfiler de cabeza esférica nuación citamos algunos yacimientos donde hemos
con algunos puntos sin terminar o irregularidades, constatado su presencia.
especialmente en la zona de unión con el cuello, que
se ha diferenciado. Vástago fusiforme regular con Los encontramos en puntos cercanos de Álava:
buen pulido. Fragmentada, falta la mitad inferior. Iruña/Veleia (Basas 2009: 135-136, 147); en
Color marrón oscuro. Medidas: long. 34 mm, diám. Salbatierrabide (Ugartechea 1967: 111), Mariturri16 y
máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 7 mm (figs. 3 y Arkaia17. Destacamos también yacimientos navarros
4). como: Pamplona, Santacara (Tabar y Unzu 1985: 202-
03 ), Andelos, Arellano (Mezquiriz 2009: 172-173); en
18. (RUI.03.1189.2283): Alfiler de cabeza esférica Vareia se corresponde con el que han denominado
irregular con señales de no haberse terminado, al igual Tipo I (Heras y Cabada 1995:45); en Calahorra (Tirado
que se observan en el cuello y vástago (este práctica- 1998: 198, fot.2); en el entorno de Legio (Amaré y
mente es recto). No presenta pulido. Pieza inacabada. Fernández 2004-05: 127) y Astorga; en Quintanilla de
Fragmentada, falta la mitad inferior. Color marrón Cueza con cronología del II al IV d.C. (Martín
claro. Medidas: long. 29 mm, diám. máx. 3,5 mm, Gutiérrez, 2000); en Complutum (Rascón et al. 1995);
diám. máx. de la cabeza 7 mm (fig. 4). en Mérida (Aranda 2006: 577), en este caso con una
cronología desde finales del siglo III hasta el VI; en
19. (RUI.03.2000.382): Alfiler de cabeza esférica, Torre Águila, donde se les ha asignado una datación
de cuello sin marcado. Vástago fusiforme roto. Buen entre los siglos I al VII d.C. aunque el mayor porcen-
pulido. Fragmentada, falta la parte de la punta. Color taje se sitúa entre el I y II d.C. (Rodríguez Martín
marrón. Medidas: long. 36 mm, diám. máx. 4 mm, 1993: 194); en Osuna (Franco 1985); en Conimbriga
diám. máx. de la cabeza 5 mm (fig. 3). (Avila 1968: 75; Alarçao et al. 1979: 128); en Nimes,
Francia (Béal 1984).
20. (RUI.03.2002.784): Alfiler de cabeza esférica,
ligeramente afacetada con la unión al cuello marcada. 4.1.1.2. Alfileres de cabeza afacetada
Se conserva parte del vástago fusiforme. Buen pulido.
Fragmentada, sólo conserva la parte superior. Color
Se trata de 10 ejemplares que se caracterizan por
marrón. Medidas: long. 28 mm, diám. máx. 4 mm,
tener la cabeza formada por facetas de sección poligo-
diám. máx. de la cabeza 5 mm.
nal o circular, terminadas en remate, generalmente,
cónico, aunque también puede ser plano. La base
21. (RUI.03.2002.786): Alfiler, muy fino, de cabe- generalmente plana marcando el cuello, o de línea
za esférica con cuello marcado y vástago fusiforme. curva continúa. El vástago es fusiforme con mayor o
Fragmentada, falta la zona de la punta. Muy buena menor diferencia en el engrosamiento. En relación con
calidad, terminado. Color marrón. Medidas: long. 44 las medidas, el diámetro de la cabeza supera al del
mm, diám máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 4 mm vástago con una diferencia superior, generalmente, a
(fig. 3). los 2 mm.
22. (RUI.03.2106.18): Alfiler de cabeza esférica En este conjunto se podrían establecer más diferen-
afacetada o con muchas irregularidades que hacen que cias tipológicas ya que, como veremos, existe variedad
la sección no sea totalmente circular. La unión de la de descripciones, pero hemos preferido la generalidad
cabeza con el vástago está marcada. El vástago fusi-
forme. Este ejemplar, en la mitad inferior tiene un
adelgazamiento, de hecho existe mayor grosor en la 15 En las relaciones de paralelos de las diferentes categorías, citamos
aquellas piezas de las que tenemos conocimiento de ellas, caso de
zona de la punta, que no se conserva, que en la zona yacimientos excavados por nosotros, o por haber consultado las
media. Se puede considerar completa. Medidas: long. respectivas obras. En los trabajos que aquí incluimos se encuentran
90 mm, diám. máx. 4,5 mm, diám. máx. de la cabeza referencias a numerosos ejemplares de otros yacimientos que no
7 mm (fig. 3). reseñamos y sobre los que remitimos a la misma bibliografía
citada. En relación con otros yacimientos de Álava inéditos, caso
de Mariturri o Arkaia, ampliaremos datos en el capítulo sobre este
La cronología para este conjunto de piezas se sitúa tipo de industria en Álava.
entre los siglos III-V d. C., de acuerdo con la fechación 16 Son material inédito recuperado en las excavaciones que, entre los
de las respectivas UUEE, que entra dentro del marco años 2001 a 2009, se realizaron bajo nuestra dirección y la de Julio
que se baraja para la mayoría de los yacimientos en los Núñez y que han proporcionado varios objetos de industria ósea,
actualmente en estudio en el marco de la memoria de este
que encontramos paralelos, fechados entre el siglo I y yacimiento (Sáenz de Urturi y Núñez 2003-2009).
V d. C. prolongándose en algún caso hasta el s. VII 17 Agradecemos los datos proporcionados por M. Loza y J. Niso que
(Rodríguez Martín 1993:194). han realizado su estudio en el marco de la Memoria de las
intervenciones del conjunto termal de Arkaia (e. p.).

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antes que establecer nuevos tipos y también, porque sar que está sin acabar. Fragmentada, falta la parte de
muchas de las piezas no parecen estar acabadas. Al la punta. Color marrón claro. Medidas: long. 30 mm,
igual que en el caso anterior hemos seguido la tipolo- diám. máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm
gía marcada por: Avila (1968), Tabar y Unzu (1985) y (fig. 4).
Rodríguez Martín (1991-92) que utilizan esta misma
terminología. 28. (RUI.03.1189.2280): Alfiler de cabeza afaceta-
da, cuello marcado y vástago fusiforme con engrosado
23. (RUI.03.1047.340) Alfiler de cabeza afacetada regular y afacetado. Buen acabado. Se puede conside-
irregular. La parte superior es plana al igual que un rar completa, falta la punta. Color marrón. Medidas:
lado, la parte de vástago conservada apenas presenta long. 53 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la
engrosamiento. La consideramos como inacabada por cabeza 6 mm (fig. 4).
las irregularidades de la cabeza donde se observan las
marcas del tejido esponjoso del hueso. Fragmentada, 29. (RUI.03.1189.2281): Alfiler de cabeza afaceta-
falta la parte de la punta. Color marrón amarillento. da, debido a las irregularidades que presenta por
Medidas: long. 36 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. inacabado. El cuello muestra una zona en la que no se
de la cabeza 7 mm (figs. 3 y 7). ha terminado de retirar el hueso. El vástago, fusiforme,
presenta cierta regularidad aunque con facetas. Pieza
24. (RUI.03.1123.1070): Alfiler de cabeza afaceta- inacabada. Fragmentada, falta la mitad inferior. Color
da en forma de estela discoidea. La consideramos así marrón. Medidas: long. 35 mm, diám. máx. 3 mm,
por tener cabeza circular plana por las dos caras que diám. máx. de la cabeza 6 mm (fig. 5).
además presentan muescas. La unión con el cuello está
marcada, pero no en toda la circunferencia. El vástago 30. (RUI.03.1189.2282): Alfiler de cabeza afaceta-
con engrosamiento destacado tiene zonas sin terminar, da, tendencia semiesférica o casquete. Muestra facetas
donde se ven las marcas de hueso. Falta la zona de la y una base plana irregular. El vástago destaca por un
punta. Color beige blanco, Medidas: long. 55 mm, mayor engrosamiento en la parte central. Consideramos
diám. máx. 6 mm, y mínimo 3, diám. máx. de la que no se llegó a culminar su elaboración. Fragmentada,
cabeza 7 mm. Fragmentada en dos y con rotura recien- falta la parte de la punta. Color marrón. Medidas: long.
te en la parte de la punta, que falta. Las muescas de la 42 mm, diám. máx. 4,5 mm, diám. máx. de la cabeza
cabeza y las marcas del vástago nos hacen considerar- 6,5 mm (fig. 4).
la como inacabada (fig. 3).
31. (RUI.03.2001.260): Alfiler de cabeza afaceta-
25. (RUI.03.1132.768): Alfiler de cabeza afaceta- da. La unión con el cuello es continúa. Vástago fusi-
da, tendencia semiesférica con algunas muescas, como forme regular al que falta la zona de la punta. Buen
si le faltara acabado, especialmente en la unión con el pulido. Fragmentada, falta la mitad inferior. Color
cuello que está marcada, pero con irregularidades, y marrón oscuro. Medidas: long. 31 mm, diám. máx. 3
no destacando apenas el cuello. En el vástago apenas mm, diám. máx. de la cabeza 4 mm (fig. 3).
hay engrosado. Aunque conserva buen pulido podría
estar inacabada. Fragmentada, falta la parte de la 32. (RUI.03.2065.25): Alfiler de cabeza afacetada
punta. Color marrón. (Se desprende la capa superior). terminada en punta y con base marcada pero con cortes
Medidas: long. 42 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. irregulares. Vástago fusiforme con zona de la punta
de la cabeza 7 mm (fig. 3). rota. Buen pulido. Fragmentada, falta la zona de la
punta. Color marrón. Medidas: long. 40 mm, diám.
26. (RUI.03.1189.2263): Alfiler de cabeza afaceta- máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 5,5 mm (fig. 3).
da muy irregular, Una cara presenta faceta plana y en
la otra se ven las marcas del tejido óseo. Cuello mar- Paralelos: su dispersión no es tan amplia como el
cado e inicio de vástago. Aunque presenta buen pulido, tipo anterior, quizás sea debido a la dificultad de ads-
consideramos que no está terminada, inacabada. cribir determinados ejemplares a esta forma. La
Fragmentada, falta la mitad inferior. Color marrón. encontramos en: Mariturri18; en yacimientos navarros:
Medidas: long. 22 mm, diám. máx. 3 mm, diám. máx. Pamplona, Andión y Santacara (Tabar y Unzu 1985:
de la cabeza 6 mm (figs. 3 y 5). 202); Conimbriga (Alarçao et al. 1979 nº 94-96); San
Cucufate (Ponte 1987: 139, nº 41), Torre Águila
En esta misma UE se recogió un vástago que no (Rodríguez Martín 1991-92); en Mérida (Aranda
llega a unir pero es muy similar y presenta las marcas 2006: 577), en este caso con una cronología desde
del hueso en la zona del engrosamiento. Sus medidas finales del siglo III hasta el VI d.C.
son de 39 mm por 4 de diám. máx.
Las cronologías que aportan oscilan entre el siglo I
27. (RUI.03.1189.2274): Alfiler de cabeza afaceta- al V d.C.
da. Cuello marcado. Tanto la cabeza como el vástago
presentan irregularidades; el vástago no presenta sec-
ción redonda sino irregular angulosa lo que hace pen-
18 Ver nota 16.

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4.1.1.3. Alfileres de cabeza de cebolla 35. (RUI.03.1076.76): Alfiler de cabeza de cebolla


ligeramente apuntada. La unión con el cuello es conti-
nua. Vástago con engrosado suave pero destacado. Se
Bajo este nombre, y siguiendo la definición de considera completa, aunque falta la punta. Buen aca-
Avila (1968) y Tabar y Unzu (1985) incluimos los bado. Color marrón. Medidas: long. 74 mm, diám.
alfileres que presentan una cabeza esférica rematada máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza, 3 mm (fig. 3).
en punta que recuerda la forma de la cebolla (Avila
1968). La unión con el cuello puede ser plana, marca-
36. (RUI.03.1189.2261): Alfiler de cabeza de
da, o continua. El vástago fusiforme con más o menos
cebolla; cuello marcado y vástago roto con engrosado
engrosamiento. Se han recuperado 7 ejemplares con
uniforme con el eje desviado. Fragmentada en varios
esta forma.
trozos, faltando la zona de la punta. Acabado regular.
Color marrón. Medidas: long. 44 mm, diám. máx. 4
33. (RUI.03.1000.488): Alfiler de cabeza de cebo- mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm (figs. 4 y 6).
lla con remate puntiagudo; la unión con el cuello es
continua, sin marcado; vástago fusiforme con mayor
37. (RUI.03.1189.2278): Alfiler de cabeza de
engrosamiento en la parte central. Fragmentada, falta
cebolla con cuello marcado. Vástago fusiforme. Buen
la zona de la punta. El pulido; de color marrón claro.
pulido con finas muescas en cabeza y cuerpo. Falta la
Medidas: long. 31 mm, diám. máx. 2 mm; diám. máx.
punta. Color marrón. Medidas: long. 48 mm, diám.
de la cabeza 3,5 mm.
máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 7 mm (fig. 5).
34. (RUI.03.1005.389): Alfiler de cabeza de cebo-
38. (RUI.03.2002.785): Alfiler de cabeza de cebo-
lla con remate puntiagudo destacado; la unión con el
lla, sin cuello marcado. Vástago fusiforme al que falta
cuello es continua; el vástago fusiforme apenas está
la zona de la punta. Acabado de buena calidad. Color
destacado. Fragmentada en dos, con la cabeza suelta y
marrón con vetas oscuras. Medidas: long. 40 mm,
sin punta. Buen acabado, alterada por arrastres. De
diám. máx. 3,5 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm
color amarillento. Medidas: long. 35 mm, diám. máx.
(fig. 6).
2 mm; diám. máx. de la cabeza 3 mm.
39. (RUI.03.2070.81): Alfiler de cabeza de cebolla
y punta rota. La unión al cuello es de línea continua.
El vástago presenta suave engrosamiento. Tanto la
cabeza como la parte alta del vástago muestran las
marcas del hueso. Fragmentada, falta la zona de la
punta. Color blanquecino. Medidas: long. 38 mm,
diám. máx. 3 mm, diám. máx. de la cabeza 3 mm (fig.
6).

Paralelos: Con diferentes terminologías es uno de


los tipos con mayor dispersión. Entre los paralelos
citamos hallazgos en: Iruña/Veleia (Nieto 1958: 176;
Basas 2009: 147 nº 32-34); en Mariturri19; en Pamplona
y Santacara (Tabar y Unzu 1985); en Vareia se corres-
ponde con el denominado Tipo IV (Heras y Cabada
1995: 45-46); en Calahorra (Tirado 2005); en Torre
Águila (Rodríguez Martín 1991-92); en Mérida
(Aranda 2006: 577-78); en Villanueva de la Fuente
(Tormo 2003); en Portugal la encontramos en
Conimbriga (Avila 1968: 53-56; Alarçao et al. 1979:
110) y en San Cucufate (Ponte 1987: 42).

4.1.1.4. Alfileres de cabeza semiesférica.

Se trata de una serie de ejemplares que se caracte-


rizan por tener la cabeza de forma semiesférica o de
casquete, en casi todos los casos bien terminada. La
sección es circular y la base plana, lo que hace que la
unión con el cuello esté muy marcada. Vástago fusi-
forme. Tipológicamente, los equiparamos a las piezas
que Avila (1968: 76-77) y Alarçao et al, (1979: 128)

Figura 6. Alfileres de diferentes tipologías. 19 Ver nota 16.

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han definido como parabólica20 y a los Tipos IV y X de 46. (RUI.03.2089.32): Alfiler de cabeza semiesfé-
Rascón et al. (1995: nº 78-79 y 95). A esta clasifica- rica o de casquete, con la cabeza perfectamente desta-
ción corresponden 6 piezas, dos de ellas están decora- cada del vástago; éste presenta engrosamiento diferen-
das, una en la cabeza (nº 40) y la otra en la zona del ciado en la zona media. Fragmentada, falta la zona de
vástago (nº 42). la punta. Color blanquecino. La consideramos como
útil terminado. Medidas: long. 45 mm, diám. máx. 5 y
40. (RUI.03.1189.2254): Alfiler de cabeza semies- mín. 3 mm, diám. máx. de la cabeza 5,5 mm (fig. 6).
férica o de casquete, con base plana que marca la
unión con el cuello, que no presenta estrangulamiento. Paralelos: los encontramos en: Iruña/Veleia (Basas
Decorada con finas incisiones que parten del centro de 2009: 137); en Complutum (Rascón et al. 1995:319 y
la cabeza. Del vástago sólo se conserva la parte supe- 323, nº 78-79,92) y en Conimbriga (Avila 1968: nº
rior. La cabeza está un poco erosionada. Color marrón. 42).
Medidas: long. 23 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx.
de la cabeza 8 mm (figs. 5 y 6). 4.1.1.5. Alfileres de cabeza discoide

41. (RUI.03.1189.2255): Alfiler de cabeza semies-


férica o de casquete, ligeramente afacetada, base Presentan cabeza en forma de disco o de cono
plana. Ni el cuello ni el vástago están destacados. Sin aplanado; la base es plana lo que hace que la unión con
la zona de la punta. Mal conservada, la consideramos el cuello esté muy marcada, apoyada en el vástago
pieza acabada. Color marrón oscuro. Medidas: long. fusiforme, recuerdan a los clavos. Se equipara al Tipo
49 mm, diám. máx. 4,5 mm, diám. máx. de la cabeza VII de Rascón et al. (1995: nº 86-87). En Rubina se ha
7 mm (figs. 5 y 6). recuperado un alfiler.

42. (RUI.03.1189.2256): Alfiler de pequeña cabeza 47. (RUI.03.1189.2265): Alfiler de cabeza discoi-
semiesférica o casquete, decorada, de cuello destaca- de. Cuello fino y vástago con engrosado muy marcado.
do. El vástago con engrosado suave presenta decora- Fragmentada en 2 y sin la parte inferior. La considera-
ción de finas líneas formando una retícula. Fragmentada, mos inacabada, ya que tanto la cabeza como el vástago
falta la parte de la punta. Color marrón oscuro. presentan numerosas irregularidades, no contando con
Medidas: long. 25 mm, diám. máx. 4,5 mm, diám. pulido. Color blanco. Medidas: long. 36 mm, diám.
máx. de la cabeza 4 mm (fig. 5 y 6). No hemos locali- máx. 5 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm (figs. 5 y
zado paralelos de la pieza completa, pero un motivo 6).
decorativo bastante similar lo encontramos en el vás-
tago de una pieza de “Andelo” (Mezquiriz 2009: Paralelos: en Iruña/Veleia (Nieto 1958: 176);
176). Santacara y Pamplona (Tabar y Unzu 1985: 205-06 y
Mezquiriz 2009: 175); en Herrera de Pisuerga (Pérez y
43. (RUI.03.1189.2275): Alfiler de cabeza semies- Illarregui 1994: 263). Torre Águila (Rodríguez Martín
férica o casquete de base plana. Vástago sin apenas 1991-92) en Complutum (Rascón et al, 1995: nº
diferencia entre el cuello y la zona inferior. No conser- 86-87); en Osuna hemos constatado la existencia de un
va la superficie pulida, sino áspera. Fragmentada, falta ejemplar de estas características, que el autor denomi-
la punta. Color marrón claro. Medidas: long. 47 mm, na como de cabeza lotiforme (Franco Arias 1985: 519)
diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm (fig. y en Conimbriga, donde las datan en los siglos I-II
5). d.C. (Avila 1968: 17-18; Alarçao et al. 1979: 75-77).
En conjunto les asignan una cronología del siglo I al
IV d.C.
44. (RUI.03.1189.2276): Mitad de alfiler de cabeza
semiesférica o casquete, con cuello marcado y vástago
fusiforme. Acabado regular pues conserva marcas del 4.1.1.6. Alfileres de cabeza bicónica
hueso. Fragmentada, falta la mitad inferior. Color
marrón. Medidas: long. 30 mm; diám. máx. 5 mm, Su cabeza se corresponde con esta forma geométri-
diám. máx. de la cabeza 6 mm (fig. 4). ca, que también se puede describir en forma de dos
conos unidos por las bases y, en algunos ejemplares,
45. (RUI.03.2070.80): Alfiler de cabeza semiesfé- separados por un anillo. La diferencia con el vástago
rica con facetas. Vástago fusiforme de línea regular. está marcada, este último es fusiforme. Tienen corres-
Sin punta. Superficie con alteraciones en el pulido por pondencia con el Tipo VI de Rascón et al. (1995: nº
uso. Se puede considerar completa, faltando solo la 84-85). En Rubina contamos con dos ejemplares.
punta. Color marrón claro. Medidas: long. 55 mm,
diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 5 mm (fig. 48. (RUI.03.1189.2253): Alfiler de cabeza bicónica
6). con los conos separados por un anillo con finas incisio-
nes. El cono también presenta incisiones radiales que
parecen ser más fruto del trabajo que de una finalidad
20 No utilizamos el término parabólica por considerar que no es el decorativa. El vástago, de engrosado suave y sin la zona
que mejor define nuestros ejemplares.

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(NANCLARES DE LA OCA, IRUÑA DE OCA, ARABA/ÁLAVA)

de la punta, también tiene incisiones finas en la zona del Paralelos: citamos piezas similares en Pamplona,
cuello dispuestas reticularmente, que pueden ser del Santacara (Tabar y Unzu 1985: 204-205); Complutum
pulido. En general es una pieza de buen acabado. Color (Rascón et al. 1995: 321, nº 93); Torre Águila (Rodríguez
marrón. Medidas: long. 49 mm, diám. máx. 4 mm, Martín 1991-92: nº 21); en Conimbriga (Avila 1968: nº
diám. máx. de la cabeza 6 mm (figs. 5 y 6). 50-51; Alarçao et. al. 1979: nº 105-106). Les asignan
una cronología entre los siglos I-IV d.C.
49. (RUI.03.2031.12): Alfiler de cabeza bicónica
con unión al cuello en línea continuada, el anillo cen- Como una variante de la anterior, señalamos la
tral está suavemente marcado y en la unión entre el siguiente pieza que puede considerarse en el grupo que
cuello y el vástago se aprecia una pequeña moldura. El E. Avila llama de diamante (Avila 1968: nº 28-33) y
vástago presenta más engrosamiento en el centro. Se Rascón et al. catalogan como Tipo VIII (Rascón et al.
puede considerar completa, sin punta. Buen pulido. 1995: 321, nº 88).
Color marrón. Medidas: long. 50 mm, diám. máx. 3
mm, diám. máx. de la cabeza 4 mm (fig. 6). 51. (RUI.03.1189.2264): Alfiler de cabeza prismá-
tica rematada por un cono. Cuello sin marcar y vástago
Paralelos: en Iruña/Veleia encontramos similitudes fusiforme muy regular. Falta la mitad inferior. Color
con varias piezas (Basas 2009: 137); en el entorno de marrón negruzco. Buen acabado. Medidas: long. 33
Legio (Amaré y Fernández 2004-05: 127); en mm, diám. máx. 5 mm, diám. máx. de la cabeza 7,5
Quintanilla de Cueza (Martín Gutiérrez, 2000); en mm (figs. 5 y 6).
Complutum (Rascón et al. 1995: nº 84-85); en Torre
Águila, fechadas en el siglo II (Rodríguez Martín 4.1.1.8. Alfiler de cabeza de cáliz de amapola.
1991-92); en Mérida (Aranda 2006: 577), en este caso
con una cronología desde finales del siglo III hasta el
VI d.C. Llamada así por su cabeza en forma de cáliz de
amapola (Avila 1968: 79), contamos con un único
Son muy abundantes en Portugal: en Conimbriga ejemplar.
se han recuperado varios ejemplares similares, defini-
dos como de cabeza bicónica con anillo o disco entre 52. (UI.03.1189.2262)22: Alfiler de cabeza alargada
los conos (Avila, 1968: 1-14; Alarçao et al. 1979: 127- con el extremo redondeado, con facetas irregulares; el
130, nº 78-89). En relación con su cronología la cuello marcado; el vástago sin apenas engrosado está
mayoría se han encontrado en niveles datados entre los desviado del eje. Fragmentada, falta la mitad inferior.
siglos I y V d. C., sin embargo la pieza nº 88 fue Pese a su deformidad dada la calidad del pulido la
recuperada en un nivel fechado en el siglo IV y rela- consideramos acabada. Color marrón. Medidas: long.
cionado con las termas (Alarçao et al. 1979: 127). En 37 mm, diám. máx. 4 mm, diám. máx. de la cabeza 6
San Cucufate se han fechado en el siglo II d.C. (Ponte mm (figs. 5 y 6).
1987: 40).
Paralelos: este tipo aparece en Conimbriga donde
4.1.1.7. Alfiler de cabeza barriloide o cilíndrica es muy abundante superando más de los 50 ejemplares
(Avila 1968: nº 57-62; Alarçao et al. 1979, nº 108-
109), y donde algunos sitúan su origen, pero el ejem-
Su descripción corresponde a una pieza de cabeza plar más similar a nuestra pieza lo encontramos en
esférica alargada, con la parte central casi cilíndrica y Torre Águila que, además de ser afacetado, el autor
remate semiesférico, guardando simetría con la base, considera “estar en fase de elaboración”, se fecha en
el cuello aparece marcado y el vástago es fusiforme, el siglo II d.C. (Rodríguez Martín 1993: 198-20). En
recuerda a un barril, de ahí su nombre (Tabar y Unzu Pamplona también se ha constatado un ejemplar,
1985: 204). S. Rascón equipara este útil a su Tipo XI, fechado en el siglo V (Tabar y Unzu 1985: 206).
con una cronología entre los siglos IV y V d.C.
(Rascón et al. 1995: 321, nº 93). En Rubina se ha 4.1.1.9. Alfiler de cabeza de hongo
localizado un ejemplar.

50. (RUI.03.1189.2260): Alfiler de cabeza cilíndri- En esta categoría incluimos una pieza que tiene la
ca rematada por un cono, con suaves facetas21, el cue- cabeza con esta forma y elaborada a partir de dos
llo marcado da paso al vástago fusiforme con engrosa- huesos.
miento poco marcado e irregular. Completa (en 2
frags) y con buen acabado. Color marrón. Medidas: 53. (RUI.03.1047.341): Alfiler de cabeza grande en
long. 65 mm, diám. máx. 3 mm, diám. máx. de la forma de hongo, de base plana y con cuello marcado;
cabeza 5 mm (figs. 4 y 6). con vástago afacetado sin apenas engrosamiento.
Ofrece la particularidad de ser el único ejemplar de
21 Su clasificación resulta un poco complicada por las finas facetas
que presenta. Basándonos en las líneas que marcan se podría 22 La hemos incluido en esta categoría por las similitudes que
encuadrar también en el tipo que E. Avila (1968) ha denominado presenta con este tipo de piezas, pese a que la cabeza suele
como de diamante y que son frecuentes en Conimbriga. presentar sección más redondeada que en nuestro caso.

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todo el conjunto que no ha sido elaborado en una sola 54. (RUI.03.1021.29): Alfiler de cabeza cónica,
pieza, sino en dos. Es perfectamente visible como el ligeramente afacetada y con base plana posiblemente
vástago ha sido incrustado en la cabeza, que actual- debido a que no se llegó a completar su devastado; el
mente está fracturada en este punto. El pulido presenta cuello y el vástago no presentan ningún tipo de engro-
pérdidas en su superficie debidas al uso. Fragmentada samiento, tampoco presenta un pulido total, por todo
en la parte de la punta. Color marrón claro. Medidas: ello la consideramos inacabada. Fragmentada, falta la
long. 50 mm; diám. máx. 4 mm; diám. máx. de la mitad inferior. Color marrón. Medidas: long. 30 mm,
cabeza 15 mm (figs. 6 y 7). diám. máx. 4 mm; diám. máx. de la cabeza 6 mm.

Paralelos: encontramos grandes similitudes con la 55. (RUI.03.2002.781): Alfiler de cabeza cónica
pieza nº 110 de Conimbriga, que la denomina de afacetada y base plana, decorada con una incisión
cabeza de cebolla (Alarçao, 1979: 131) y con otra en aspada en una de sus caras. El vástago es muy irregular
San Cucufate (Ponte 1987: nº 42). También tiene con un marcado engrosamiento. La consideramos
parecido con las piezas que J.C. Béal cataloga como como inacabada. Se puede considerar completa, sólo
ruecas, la pieza nº 355 es muy parecida a esta de falta la punta, en 2 frags. Color marrón amarillento.
Rubina, también realizada en dos piezas (Béal Medidas: long. 80 mm, diám. máx. 7 mm y mín. 4,
1984:86). La diferencia está en el tamaño, especial- diám. máx. de la cabeza 8 mm (figs. 6 y 7).
mente en la longitud del vástago que es mucho mayor
que el nuestro, aunque esto es aparente ya que en 56. (RUI.03.2011.258): Alfiler de cabeza cónica
nuestro caso está roto. decorada con finas incisiones longitudinales desde la
punta de la cabeza a la base, apenas apreciables por su
deterioro. La unión con el cuello, recto, está marcada
con muescas irregulares. El vástago, que también está
muy alterado, presenta una línea muy irregular con
claras diferencias en el engrosado, está torcido en
relación con el eje vertical. Fragmentada, sin la zona
de la punta. Consideramos que se trata de una pieza
inacabada, en la que son muy visibles las marcas del
tejido óseo. Color marrón. Medidas: long. 47 mm,
diám. máx. 5 mm y mín. 3,5, diám. máx. de la cabeza
7 mm (figs. 6 y 7).

4.1.1.11. Alfileres de cabeza decorada

En este apartado incluimos varios alfileres que se


caracterizan por tener la cabeza decorada. Tres de ellas
responden a formas geométricas: dos de ellas con las
cuatro caras planas terminadas en punta se pueden
considerar piramidales. La tercera la consideramos
como paralelepípeda o prismática. La cuarta es redon-
da. No hemos encontrado paralelos a esta tipología.
Respecto de su cronología, al igual que el resto del
conjunto, se fechan entre los siglos III y V d.C.

57. (RUI.03.1137.1297): Alfiler de cabeza pirami-


dal con las aristas ligeramente curvadas. Decorada con
aspas incisas en las cuatro caras, las de los frontales
Figura 7. Alfileres de cabezas variadas. están peor marcadas que las de los laterales. La unión
con el cuello está poco marcada. El engrosado del
vástago es suave, sin destacar mucho sobre el conjun-
4.1.1.10. Alfileres de cabeza cónica to. Su superficie está muy alterada pero más que por-
que no se llegará a terminar o por el uso, creemos que
es debido a los arrastres. En algunos puntos, especial-
Se caracterizan por tener la cabeza de esta forma, mente en la cabeza, conserva restos del pulido.
de sección circular y la base plana, diferenciada del Fragmentada, faltando la zona de la punta. Color
cuello. Vástago con engrosamiento. Una de las piezas, marrón claro. Medidas: long. 59 mm, diám. máx. 5
la nº 55, está decorada. Alguno de los ejemplares mm, diám. máx. de la cabeza 9 mm (figs. 7 y 8).
recuerda los que se han denominado de dardo (Avila
1968: 69). 58. (RUI.03.1143.17): Alfiler de cabeza piramidal,
con cierta tendencia a la línea curva. Presenta incisio-

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nes en forma de aspa en las cuatro caras. El cuello marrón claro. El diámetro máx. de la cabeza es de 9,5
diferenciado por un marcado adelgazamiento, da paso y su altura de 13 mm (figs. 7 y 8).
al vástago del que se conserva una pequeña parte.
Pulido muy bueno. Recuerda una figura antropomorfa. 4.1.1.12. Alfileres de cabeza o vástagos moldurados
Fragmentada, falta la mitad inferior. Color marrón.
Medidas: long. 34 mm, diám. máx. 7,5 mm, diám.
máx. de la cabeza 8 mm (figs. 7 y 8). Bajo esta definición incluimos varias piezas, algu-
nas sin cabeza, que en la parte alta conservan una
59. (RUI.03.2010.97): Alfiler de cabeza paralelepí- moldura o baquetón, y que no podemos adscribir a una
peda o prismática decorada con motivo de ajedrezado tipología concreta, incluso se podría cuestionar su
de líneas incisas. El vástago, afacetado y de línea muy consideración de alfileres de cabello, acus crinalis y
irregular, también está decorado con un motivo reticu- tener que catalogarlas como acus discriminalis
lar de líneas incisas distribuido irregularmente en las (Rodríguez Martín 1993: 204, nº 31).
cuatro caras. La consideramos completa, solo falta la
punta. Está fragmentada en dos. Color blanquecino. 61. (RUI.03.1124.376): Alfiler de cabeza en forma
Pese a su finura podría tratarse de una pieza sin estar de balaustre, siguiendo la terminología de E. Avila
totalmente acabada. Medidas: long. 85 mm, diám. (1968: 75, nº 76-77). Se halla subdividida en dos zonas
máx. 5 mm y mín. 3, diám. máx. de la cabeza 6 y mín. por un anillo o moldura que culmina con una cabeza
mm. No hemos encontrado paralelos en cuanto a su esférica. Vástago muy fino en el que no hay engrosa-
forma pero la decoración de ajedrezado y la retícula do. Fragmentada, falta la punta. Su terminación es de
del vástago son motivos relativamente frecuentes en buena calidad. Medidas: long. 42 mm, diám. máx. 3
este tipo de piezas (figs. 7 y 8). mm, diám. máx. de la cabeza 2 mm (figs. 7y 8).

60. (RUI.03.2107.9): Alfiler sin vástago con la Paralelos: Piezas muy parecidas encontramos en
cabeza decorada con estrías muy marcadas dispuestas diferentes yacimientos. J.C. Béal en su catálogo sobre
oblicuamente y unidas por el vértice. Recuerda el objetos óseos de Nimes, incluye un alfiler muy seme-
peinado de una cabeza femenina. Sin vástago. Color jante en cuanto al motivo decorativo, que considera
como tipo nuevo, el A-XX-19 (Béal 1984: 53, nº 211).
En Conimbriga además de las piezas citadas por E.
Avila, existen piezas parecidas en bronce. En Mérida
se ha encontrado un útil de tipología similar pero de
mayor tamaño, cuya finalidad como alfiler se cuestio-
na, considerándolo bien como huso o bien como acus
discriminalis (Aranda 2006: 579)

Las dos piezas siguientes, en relación con su


decoración, recuerdan el Tipo XIII de Rascón et al.,
que definen como de forma de huso o fusiforme (1995:
325 nº 95, 98) con amplia cronología, siglos I-V d.C.

62 (RUI.03.1123.1072): Vástago de alfiler que


conserva la zona del cuello con una moldura o baque-
tón que le separa de restos de decoración de dos líneas
incisas. El vástago es bastante uniforme y de los de
mayor grosor. El pulido está muy deteriorado posible-
mente por el uso. Fragmentada en dos y sin la zona de
la punta. Medidas: long. 48 mm, diám. máx. 5 mm y
mínimo 3,5 mm (fig. 8).

En Pamplona se documenta un vástago con moldu-


ra similar a éste, fechado en el siglo. II d.C. (Tabar-
Unzu, 1985: 207, nº 6).

63. (RUI.03.1132.769): Vástago de alfiler con ini-


cio de la zona de la cabeza de la que conserva un
pequeño baquetón. El vástago, de engrosado suave,
conserva buen pulido y acabado, falta la zona de la
punta. Color marrón. Medidas: long. 32 mm, diám.
máx. 4 mm.

Figura 8. Alfileres de cabezas variadas.

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64. (RUI.03.1064.27): Vástago de alfiler, decorado yacimiento de Rubina. Se trata de un objeto de cabeza
en la zona engrosada con líneas incisas dispuestas cilíndrica con una zona sin terminar de pulir, como lo
oblicuamente entre dos líneas en horizontal. Es similar demuestra la presencia de las marcas del tejido espon-
al que aparece en las piezas nº 42 y 59, aunque sin joso del hueso. La cabeza está diferenciada del vástago
alcanzar el reticulado de estas. Presenta pulido irregu- por varios cortes irregulares. El vástago afacetado y
lar siendo visibles las marcas del hueso. Sin punta. muy irregular con zonas sin pulido. El extremo distal
Color marrón. Medidas: long. 51 mm, diám. máx. 6 presenta un corte en bisel. Se considera como útil
mm y mín. 3 mm (fig. 8). En Arkaia se ha recogido completo. Color marrón. Medidas: long. 71 mm, diám.
una pieza con cierto parecido23. máx. 6 mm, y mín. 4 diám. máx. de la cabeza 7 mm y
mín. 55 mm (fig. 7 y 8).
4.1.1.13. Alfileres de cabeza indefinida
4.1.3. Vástagos de alfileres o acus crinalis
Incluimos en este apartado una serie de alfileres
que presentan la cabeza bastante deformada y que es Además de las piezas ya reseñadas, contamos con
difícil de asignar a una u otra tipología. Los nº 65 y 66 un total de 47 ejemplares fragmentados que incluimos
se podrían encuadrar entre las denominadas afaceta- en esta categoría de alfileres de cabello o acus crinalis,
das. ya que todos ellos presentan vástago fusiforme, con el
engrosamiento que caracteriza este tipo de piezas24.
65. (RUI.03.2002.780): Alfiler de cabeza afacetada
irregular, con la parte alta casi plana. La unión al Contamos con la descripción pormenorizada de
cuello marcada. Vástago afacetado con engrosamiento todos ellos pero en el presente artículo la vamos a
en la parte alta y más delgado en la zona cercana a la limitar, además de señalar las características globales,
punta. Completa. Color marrón. Medidas: long. 94 a describir dos piezas especiales y los conjuntos de las
mm, diám. máx. 4 mm y mín. 2, diám. máx. de la UUEE 1137 y 1189, que suponen un número impor-
cabeza 6 mm (fig. 7 y 8). tante y compendian el análisis de conjunto.

66. (RUI.03.2002.782): Alfiler de cabeza afacetada En varios de estos fragmentos se observa que la
muy irregular, presentando signos claros de no haber zona del cuello es la más delgada diferenciándose
completado su elaboración, al igual que el vástago, claramente de la parte central que es la de mayor
afacetado, que aunque conserva buen pulido práctica- engrosamiento; en la mitad inferior, correspondiente a
mente no ofrece diferencia en el engrosado desde el la punta, la diferencia del engrosado se produce paula-
cuello a la zona media sobre todo, lo que consideramos tinamente siguiendo una línea recta, sin alteración,
como señal de estar en proceso de fabricación. como si ocurre en el cuello. En toda la longitud, pre-
Fragmentada, falta la parte de la punta. Color marrón. sentan sección circular o ligeramente poligonal debido
Medidas: long. 55 mm, diám. máx. 4 mm, diám. de la a la existencia de facetas; sin embargo, los vástagos de
cabeza 7 y 5 mm (fig. 7). las agujas en la mitad superior suelen mostrar tenden-
cia a una sección rectangular adelgazada. La mitad
67. (RUI.03.1189.2279): Alfiler de pequeña cabeza inferior es más difícil de diferenciar ya que tanto en los
irregular, cuello marcado. Vástago con engrosado muy alfileres como en las agujas son redondas. En algunos,
irregular y desviado del eje. No muestra pulido. No lo como ya se ha señalado en los alfileres, se observan
consideramos acabado y podría tratarse de un proyecto marcas del hueso o falta de pulido, como si se tratara
o esbozo. Fragmentada, falta la punta. Color blanque- de útiles que no se llevaron a término.
cino. Medidas: long. 52 mm, diám. máx. 3,5 mm,
diám. máx. de la cabeza 3 mm (fig. 5). 69. (RUI.03.2002.787): Vástago de alfiler sin
cabeza, rota por la zona de unión con el cuello. El
4.1.2. Proyecto de alfiler vástago presenta un marcado engrosamiento en la
parte alta para luego ser uniforme hasta la punta. Buen
pulido. Color marrón con vetas oscuras. Medidas:
Aunque son varias los alfileres que se consideran long. 75 mm; diám. máx. 6 mm y mín. 2.
como inacabados o a falta de un último toque, esta
pieza la hemos descrito como un proyecto o esbozo, ya 70. (RUI.03.2010.98): Vástago de alfiler sin cabe-
que se observa claramente que su elaboración se ha za, conserva su inicio marcado por una moldura que le
dejado en el inicio. separa del vástago que apenas presenta engrosamiento
destacado. Falta la zona de la punta. Pulido con irregu-
68. (RUI.03.2036.515): Proyecto o esbozo para laridades por uso. Color marrón. Medidas: long. 38
alfiler o acus crinalis, que confirma la existencia de un mm; diám. máx. 4 mm.
taller artesanal sobre materia ósea en el marco de este

23 En el conjunto termal de Arkaia se recuperó un vástago de alfiler 24 En la Tabla 1 se hace referencia a este tipo de fragmentos por
con decoración similar, aunque en este caso tiene un cuerpo más UUEE, al igual que los considerados como acus, que analizaremos
en el motivo decorativo. Ver nota 17. a continuación.

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ISSN 0214-7971
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84-91. En la UE-1137 se han recuperado 8 frag- En su totalidad se trata de fragmentos de vástagos


mentos de vástagos. Uno de ellos (RUI.03.1137.1298) sin ningún rasgo que los pueda distinguir, correspon-
presenta un engrosamiento muy acusado, su longitud dientes a la parte inferior, la zona de la punta, por lo
es de 44 mm y el diám. máx. de 5 mm. Los números: que lo mismo pueden ser agujas de costura o alfileres
(RUI.03.1137.1305) y (RUI.03.1137.1306) muestran para el cabello, o pertenecer a otro tipo de objetos con
una superficie muy alterada al no haberse completado vástago punzante. Se han estudiado con los números
el pulido del hueso, lo que nos hace pensar que sean del 117 al 147. Al igual que los anteriores se incluye
fragmentos de piezas inacabadas. Sus medidas oscilan su relación por UUEE en la tabla 1.
entre 45 mm de longitud por 4 de diámetro máximo.
4.2. ÚTILES PARA LA ACTIVIDAD TEXTIL
En la UE-1189 se han recuperado 17 fragmentos de
vástagos que corresponden a los acus crinalis. Se han
estudiado agrupados en 2 siglas (fig. 9). En este apartado se incluyen una serie de objetos
relacionados con esta actividad, considerada como una
94. (RUI.03.1189.2284): Bajo esta sigla, y diferen- de las más antiguas en las que el hombre procede a la
ciados por letras, se han incluido un total de 9 frag- transformación de diferentes materias primas (lana,
mentos de alfiler que conservan: cuello, zona engrosa- pieles..) para convertirlas en objetos de vestimenta,
da y parte inferior sin punta. Algunos presentan buen protección contra el frío o de complemento para acti-
acabado otros, marcas del útil de trabajo. Sus medidas vidades como la pesca, por ej. redes de pesca.
oscilan entre los 45 a 30 mm de longitud conservada y
un diámetro de entre 5 y 3 mm (fig. 9). Las piezas que estudiamos son: agujas y fusayolas.
Su empleo se documenta desde el Paleolítico, pero en
95. (RUI.03.1189.2285): Se incluye un total de 8 la época que nos atañe, su fabricación experimenta un
fragmentos de alfiler con cuello y zona engrosada, desarrollo técnico importante, especialmente en la
pulido irregular, en algunos falta (a) y en otros no ha obtención de las perforaciones de las agujas y un
existido. Uno es de color blanco. Sus medidas oscilan incremento considerable en su producción equiparán-
entre los 35 a 20 mm de longitud conservada y un dola a la de los útiles en bronce.
diámetro de entre 4 y 3 mm (fig. 9).
4.2.1. Agujas de costura

El término de agujas (acus) se emplea para todos


aquellos útiles de forma aguzada con una o varias
perforaciones que permiten enfilar un hilo o lazo,
independientemente de su largura, sección o perfil.
Sobre su función. características y tipologías contamos
con varios estudios entre los que destacamos los de: S.
da Ponte (1978), Tabar y Unzu (1985) y, especialmen-
te, G. Pedreira et al. (1996).

En Rubina se han recuperado un total de 13 piezas


de esta categoría, sobre las que no existe ninguna duda
respecto de su utilización como agujas para realizar
actividades propias de la costura de tejidos de diferen-
tes tipos, incluso pieles. De ellas solamente una pieza
se halló completa, las demás bien conservan la cabeza
pero les falta la mitad inferior, o bien sólo conservan
Figura 9. Vástagos de alfileres nº95-94.
el inicio del ojo. Queremos destacar la presencia de
tres piezas en la UE-1076, que corresponde a un
relleno del Recinto 2, donde quizás tuvo más impor-
4.1.4. Fragmentos de acus tancia esta actividad.

Siguiendo en esta línea, antes de proceder al análi- Su descripción la iniciamos por los ejemplares,
sis de los elementos dedicados a la costura y a otras tanto completos como fragmentados que se pueden
actividades, queremos hacer referencia a un total de 54 definir como agujas, siguiendo las pautas tipológicas
ejemplares, que corresponden a vástagos que no pre- ya marcadas para los alfileres. En el apartado de pro-
sentan ninguna característica especial y que genérica- yectos se incluyen una serie de artefactos que según
mente denominamos como acus. Bajo esta definición nuestra opinión se pensaron para agujas pero no se
de acus o aguja, en su sentido general, incluimos una llegaron a terminar. Se sigue el mismo esquema de
serie de ejemplares de los que no se ha podido deter- presentación marcado para los alfileres.
minar su funcionalidad.

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4.2.1.1. Agujas con doble ojo: una perforación en


ocho y otra circular.

Se han recuperado dos ejemplares que responden a


este esquema, una de ellas, pese a tener la cabeza rota
la encuadramos en este tipo ya que se conserva el ini-
cio del ojo en ocho.

101. (RUI.03.1076.73): Aguja de cabeza adelgaza-


da y redondeada con perforación en ocho formada por
la unión de tres pequeñas perforaciones circulares,
ligeramente desviadas del eje central; por debajo una
pequeña perforación circular. El vástago en el inicio es
de sección rectangular para pasar de forma suave a la
circular en la mitad inferior. Completa y con pulido de
gran calidad. Color amarillento. Medidas: long. 85
mm, diám. máx. 5 mm y grosor de la cabeza de entre
1 y 2 mm (figs. 10 y 11).

102. (RUI.03.1189.2251): Aguja de cabeza rota,


adelgazada de sección rectangular, con inicio de una
perforación en ocho y por debajo otra perfectamente
circular. El vástago de sección circular completo y con
un pulido perfecto. Color marrón oscuro. Medidas:
long. 81 mm, diám. máx. 4,5 mm y 2 mm de grosor en
la cabeza (figs. 10 y 11).

Sobre la función y uso de este tipo de agujas con


ojo en ocho, existen diferentes teorías. Alarçao opina
que esa perforación en ocho no es original, sino que es Figura 10. Agujas de diferentes tipologías.
producto del uso. Plantea la posibilidad de que inicial-
mente este tipo de agujas contaran con dos agujeros
circulares cuya separación ha desaparecido por el uso Paralelos: son numerosos. Los encontramos tanto
y se han reunido dando esa forma de ocho. Siguiendo en lugares cercanos al yacimiento de Rubina, como es
a otros autores opina que se trate de piezas inacabadas el caso de Iruña/Veleia (Nieto 1958: 171; Basas 2009:
o que no se llegaron a utilizar (Alarçao et al, 1979: 141-142), y Arkaia25; en yacimientos navarros:
80-81). La gran dispersión de este tipo de piezas nos Pamplona, Santacara, Liedena, Sartaguda (Tabar y
hace inclinarnos por la hipótesis de la intencionalidad Unzu 1985: 191, nº 16-20) y Arellano (Mezquiriz
de la perforación y no por uso. Si se observan bien se 2009: 166-167); en Calahorra (Tirado 1998 y 2005);
llega a la conclusión de que para realizar una perfora- en el entorno de Legio (Amaré y Fernández 2004-05:
ción de ese tamaño se ha utilizado un taladro de 127); en Villanueva de la Fuente (Tormo 2003) en el
pequeño diámetro para abrir dos o tres círculos conse- Cerro de Álvar-Fáñez (Aguado et al. 2007), en Torre
cutivos. En agujas fabricadas en bronce también existe Águila (Rodríguez Martín 1993: 182) y más alejados
el agujero en ocho como es el caso de un ejemplar Conimbriga (Ponte 1978: 144, nº 67, 70).
procedente de la villa de Arellano, publicada por M.A.
Mezquiriz y en el que se observa un ojo en ocho Su cronología es amplia, desde el I al VII d. C., en
similar en cuanto a su forma a los que aparecen en las Rubina se limitaría a los siglos III-V.
agujas de hueso (Mezquiriz 2011:84-85).
4.2.1.2. Agujas con ojo en ocho entre círculos
Para diferentes autores, que los consideran origina- decorativos.
les, su finalidad sería la de pasar uno o varios hilos por
ese agujero, el círculo o círculos exteriores servirían Lo consideramos una variante de las perforaciones
para sujetar mejor el filamento (Tabar y Unzu en ocho. Contamos con 5 ejemplares, uno de cabeza
1985:189). También serviría para coser con varios completa y otros cuatro que, aunque la tienen rota,
hilos del mismo o diferente color como propone J.M. conservan el inicio del ojo en ocho. Se trata de piezas
Llorens que, además, plantea una nueva función: la que presentan una perforación en ocho de doble círcu-
posibilidad de que se usara como pasador para soste- lo tangente entre dos círculos concéntricos incisos, que
ner la ropa a modo de fíbula (Llorens 2005: 185). no se han llegado a perforar y que aparecen decorando

25 Ver nota 17.

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Mariturri y Arkaia26; en Torre Águila, encontramos


una pieza parecida pero con un círculo más (Rodríguez
Martín 1993: 188, nº 9); en Portugal son muy abun-
dantes, especialmente en Conimbriga, donde contamos
con útiles muy similares (Ponte 1978: 144, nº 73-76;
Alarçao et al. 1979: 82, nº 310); en San Cucufate
(Ponte 1987: nº 11 y 12). En Mérida y también en
Conimbriga hay agujas decoradas con pequeños círcu-
los en torno al ojo central, que en un caso recuerda a
un dado (Aranda 2006: 578).

4.2.1.3. Agujas con un ojo

Contamos con dos ejemplares, uno con perforación


rectangular y otro en ocho y cabeza cónica.
Figura 11. Foto agujas de diferentes tipologías.
108. (RUI.03.121.76): Aguja de cabeza redondeada
de sección rectangular con ojo rectangular ligeramente
las dos caras de la pieza. A estos círculos les damos redondeado; vástago de sección circular. Fragmentada,
una función decorativa. falta la zona de la punta. El pulido es muy irregular,
como si no se hubiera completado. Color marrón.
103. (RUI.03.1123.1069): Aguja de cabeza adelga- Medidas: long. 42 mm; diám. máx. 5 mm y 3,5 mm de
zada y redondeada, decorada con dos circulitos con- grosor en la cabeza (figs. 10 y 11). Se puede equiparar
céntricos incisos a ambos lados del ojo por ambas al Tipo IV de la clasificación elaborada por M. López
caras. Vástago de sección ovalada. El acabado es Ferrer (1995).
bueno aunque el pulido presenta algunas irregularida-
des por el uso. Se puede considerar completa, falta la 109. (RUI.03.2005.12): Aguja de cabeza adelgaza-
punta. Color blanquecino. Medidas: long. 46 mm, da cónica, con perforación en ocho desviada del eje;
diám. máx. 4,5 mm y 1,5 mm de grosor en la cabeza vástago de sección circular. Fragmentada, falta la
(figs. 10 y 11). mitad inferior. Color blanquecino. Medidas: long. 30
mm, diám. máx. 5,5 mm y 4 mm de grosor en la
104. (RUI.03.2070.79): Aguja similar a la anterior. cabeza (figs. 10 y 11).
Con el remate de la cabeza roto. Conserva la perfora-
ción en ocho y doble circulito inciso en ambos lados. Este tipo de útiles cuenta con una gran dispersión y
2 fragmentos, se puede considerar completa, sólo falta grandes similitudes entre las diferentes agujas, además
la punta. Color marrón claro. Medidas: long. 65 mm, de una cronología muy amplia. Citamos los siguientes
diám. máx. 4 mm (figs. 10 y 11). paralelos: en yacimiento cercanos como Iruña/Veleia,
donde son muy numerosas, (Nieto 1958: fig. 117-119;
105. (RUI.03.1189.2252): Aguja similar a la ante- Basas 2009:139-140; Gil y Filloy 2000: 238); en
rior. Fragmentada, falta la mitad inferior. Color marrón. Mariturri27; en Salbatierrabide (Ugartechea 1967), en
Buen acabado. Medidas: long. 35 mm, diám. máx. 4 Arkaia28; en Pamplona y en Santacara (Tabar y Unzu
mm y 2 mm de grosor en la cabeza (figs. 10 y 11). 1985: 192, nº 25-26, 30; Mezquiriz 2009: 166-167); en
Calahorra (Tirado 2005). Tienen cierta semejanza con
106. (RUI.03.1189.2290): Aguja de cabeza rota, piezas de Vareia que Heras y Cabada han definido
con inicio de ojo y círculo simple de adorno por ambos como Tipo IIC, y IIA (Heras y Cabada 1995: 44); en
lados, o quizás sin perforar del todo. Vástago de sec- Complutum (Pedreira et al. 1995-96); en Mérida,
ción rectangular arriba y circular en la zona de la incluso con el ojo desviado (Aranda 2006: 578); en
punta, que falta. Color marrón con pulido deteriorado. Torre Águila, adscrita a las denominadas de cabeza
Medidas: long. 38 mm, diám. máx. 6 mm y 3,5 mm de cónica (Rodríguez Martín 1993: 187, nº 6-7); en
grosor en la cabeza (figs. 10 y 11). Osuna (Franco Arias 1985:519); en Portugal:
Conimbriga (Ponte 1978: 144, nº 65; Alarçao et al.
107. (RUI.03.2036.516): Aguja con el remate de la 1979: 82, nº 319); en San Cucufate (Ponte 1987: nº
cabeza roto, decorada con circulitos concéntricos, bien 14); en Francia: Nimes, correspondiendo al Tipo A
visibles en un lado y marcados en el otro. Pulido XIX 2 de Béal (1984: 44, nº 149).
bueno. Fragmentada, falta la zona de la punta. Color
marrón. Medidas: long. 49 mm, diám. máx. 15 mm y
5 de mín (figs. 10 y 11).

Paralelos: No es un tipo muy abundante, pero 26 Ver nota 16 y 17.


contamos con piezas similares en los yacimientos de 27 Ver nota 16.
28 Ver nota 17.

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4.2.1.4. Agujas sin perforación definida cal, que sólo conserva el inicio, sin apenas perforar.
Está situada en el centro de la única cara bien trabaja-
da y rodeada de una fina decoración de círculos con-
Se han recuperado varios vástagos que únicamente céntricos. La cara opuesta o inferior presenta irregula-
conservan el inicio del ojo, posiblemente el único, ridades en la elaboración. La otra perforación, que
pero esto no nos permite establecer su tipología. Son atraviesa la pieza, está dispuesta en sentido longitudi-
las siguientes: nal, hecho que no es habitual para este uso. Color
marrón. Medidas: Diám. máx 34 mm, altura 17 mm
110. (RUI.03.1076.74): Fragmento de aguja con (figs. 12 y 13).
inicio del ojo; vástago de sección circular en la mitad
inferior, sin punta. Buen acabado. Color marrón claro. Basándonos en la posibilidad de que no esté termi-
Medidas: long. 62 mm, diám. máx. 4 mm y 2 mm de nada, además de su posible uso como fusayola, propo-
grosor en la parte alta (figs. 10 y 11). nemos otra alternativa: que se trate de una pieza para
hacer fichas o botones. La cara decorada recuerda a
111. (RUI.03.1076.75-72): 2 fragmentos de una este tipo de piezas.
aguja similar a la anterior con vástago completo. Buen
acabado. Color marrón claro. Medidas: long. 66 mm, 4.3. ÚTILES PARA USOS COSMÉTICOS Y/O
diám. máx. 5 mm y 2 mm de grosor en la parte alta MÉDICOS
(figs. 10 y 11).

112. (RUI.03.1189.2288a,b,c): 3 Frags de aguja de Entre el conjunto óseo de Rubina, se han recupera-
cabeza rota, con inicio de la perforación. Medidas: A: do 3 piezas de las que tenemos dudas sobre su finali-
37 x 4 y 2,5; B: 33 x 4 y 2 g; C: 27 x 5 y 3 (fig.11). dad y clasificación. Dos de ellas son ejemplares que
presentan un vástago irregular con tendencia a la sec-
4.2.1.5. Vástagos de agujas ción circular pero con tramos rectangulares que, en el
único extremo conservado, remata en una pequeña
paletilla plana con una cara ligeramente convexa
Se han recogido dos vástagos (nº 113-114) que en —conocida como cucharilla o lígula— que, práctica-
la parte central presentan adelgazamiento de tendencia mente, no sobresale de la línea del vástago para formar
rectangular como en las agujas estudiadas por lo que ángulo obtuso como ocurre en la mayoría de las piezas
los consideramos como tales. de este tipo, aunque hemos encontrado algunas en las
que no existe. La finalidad de este tipo de objetos con
4.2.1.6. Proyectos para agujas cucharilla es la de remover o extraer de los recipientes
los óleos u otras sustancias perfumadas y aplicar sobre
En este apartado incluimos 3 fragmentos de piezas las zonas del cuerpo. L. Borobia, las denomina como
(nº 115-116), que no se llegaron a terminar pero cuya cucharilla – sonda o lígula por tener en uno de los
finalidad la consideramos para agujas, debido a que extremos una cucharilla, (Borobia 1988: 33-35).
conservan parte del agujero, sin terminar su elabora-
ción o con vástagos de sección rectangular, destacamos Otra posible finalidad es la de sonda de oído (ori-
el nº 115. (RUI.03.1060.109): Medidas: long. 70 mm, cularium specillum), en el marco del instrumental
diám. máx. 6 mm y mín. 3,5 mm (fig. 15). médico-quirúrgico, aunque la mayoría de estos ejem-
plares suelen estar fabricados en bronce, de los que
4.2.2. Fusayolas o torteras tenemos algunos exponentes en este mismo yacimien-
to de Rubina que presentan las mismas características
morfológicas29.
Para el desarrollo de las tareas de hilado en el
marco de la actividad textil, contamos con dos piezas Basándonos en sus características y a tenor de los
que hemos considerado en esta categoría, aunque una paralelos existentes, las dos piezas que describimos a
de ellas presenta ciertas particularidades que nos continuación las clasificamos como lígulas, remove-
hacen dudar de ese uso. Son elementos con una larga dor o aplicador de ungüentos o cosméticos.
tradición desde épocas prehistóricas.
150. (RUI.03.1189.2292): Útil con el extremo dis-
148. (RUI.03.1152.54): Fusayola de sección redon- tal formado por una paletilla o cucharilla ovalada, con
deada, con perforación central irregular y muy desvia- la superficie interna plana y la exterior convexa. El
da respecto de un eje; una de las caras, superior, apa- vástago de sección circular apenas ofrece desviación
rece a diferente nivel. Fragmentada, el pulido es irre- en la unión con la cucharilla, como suele ser habitual
gular. Medidas: Diám. máx. 31 mm, altura, 24 mm, el en este tipo de objetos. Fragmentada, falta la mitad
agujero tiene un diám. de 11 mm (figs. 12 y 13).
29 Bajo esta denominación las hemos catalogado en el inventario de
149. (RUI.03.1137.1283): Objeto de forma cilín- los materiales arqueológicos y paleontológicos de este yacimiento,
drica, con una doble perforación: una en sentido verti- realizado con subvención del Departamento de Cultura del
Gobierno Vasco.

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completa de Mérida, clasificada como lígula. (Aranda


2006: 577); en Complutum existe una pieza similar
que tampoco presenta tan marcada la inclinación de la
cucharilla (Rascón et al. 1995: 329, nº 103); en
Conimbriga encontramos ejemplares similares en
hueso y bronce (Avila 1971: 19). Béal considera tam-
bién este tipo de objetos en la tipología de espátulas
para remover productos de belleza, alguna de la piezas
que incluye en el catálogo no ofrecen la cucharilla
desviada del eje, sino en línea recta como en nuestro
caso (Béal 1984: 63, 248-251).

En este mismo grupo incluimos la siguiente pieza,


sobre la que tenemos dudas si estaría relacionada con
esas actividades, o por el contrario se trata de un alfiler
(acus crinalis) inacabado, o estamos ante un proyecto
de stylum. Ante las dudas que nos plantea esta pieza
dejamos abierto este campo.

151. (RUI.03.2002.783): Objeto formado por un


vástago de sección redonda en toda la longitud conser-
vada, sin presentar ningún tipo de engrosamiento, del
que sobresale una cabeza o paletilla cuadrada sin clara
diferencia entre las dos caras. Fragmentada por la
mitad. Color blanco. Medidas: long. 35 mm; diám.
máx. 4 mm y 7,5 mm de anchura de cabeza (figs.12 y
13).

4.4. OBJETOS VARIOS DE FUNCIÓN DIVERSA


Figura 12. Objetos varios: fusayola; lígulas, mangos, ficha/botón,
proyectos acus. En este apartado incluimos varios objetos sobre
hueso y/o asta con funciones diversas.
inferior y un lateral del vástago. Acabada. Color
marrón oscuro. Medidas: long. 47 mm; diám. máx. 5 y 4.4.1. Mangos
mín. 4 mm, la cabeza mide 7 mm (figs. 12 y 13).
Se han recogido dos mangos completos elaborados
En Iruña se han encontrado piezas similares que se sobre asta, cuya descripción es la siguiente.
han clasificado como sonda-espátulas (Filloy y Gil,
2000: 240, nº 244). Borobia describe una similar pro- 153. (RUI.03.2036.514): Útil con función de
cedente de Valeria (Cuenca) (Borobia 1988-125), mango, de sección circular, con extremo distal acaba-
considerándola como sonda de oído. La acepción más do en punta piramidal destacada del resto del cuerpo,
normalizada es la de lígula para remover. dos de las caras son rectas y las otras cóncavas. El
extremo proximal presenta un reborde redondeado. La
152. (RUI.03.1189.2291): Objeto alargado remata- perforación longitudinal para encajar la pieza a la que
do por una paletilla de forma poligonal y sección rec- serviría es circular y bien acabada. Medidas: long. 94
tangular, con la cara interior plana y la exterior plano mm; diám. máx. 10 mm. diám. del orificio: 4 mm.
convexa. La unión con el vástago, presenta adelgaza- Aunque lo consideramos como útil elaborado, la
miento y sección rectangular. El vástago, al que falta superficie presenta numerosas irregularidades por el
la punta, es muy irregular, en la zona de la cabeza es uso o por efectos de arrastres (figs. 12 y 13).
de sección rectangular pero en el resto es muy irregu-
lar incluso redondeada. Aunque conserva buen pulido 154. (RUI.03.2118.35): Útil sobre asta, de sección
se observan las marcas del tejido óseo. Se considera circular con perforación longitudinal circular, sin
inacabada. Color marrón. Medidas: long. 80 mm; alcanzar el extremo distal que se halla perfectamente
diám. máx. 4,5 mm. y mín 3 mm, el diám. de la cabe- acabado. El otro extremo se halla decorado con líneas
za es de 5 mm (figs. 12 y 13). incisas paralelas. Por el interior conserva los restos de
un remache de hierro. Se considera pieza completa
En relación con estas dos piezas hemos encontrado pero su estado de conservación es malo. Medidas:
los siguientes paralelos: en Mariturri30; una pieza long. 86, diám. máx. 17 mm en el extremo distal y de
13 en el proximal, el orificio central tiene un diám. de
30 Ver nota 16.

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8 mm. Su función sería la de mango de posible cuchi- similares sin decoración, clasificados como fichas del
llo o navaja u otro objeto metálico. Tipo III (Heras y Cabada 1995: 47).

4.6. PRODUCTOS DEL TRABAJO

Hemos adoptado esta terminología, utilizada por


diferentes investigadores, que han estudiado posibles
talleres de industria ósea (Aranda 2006: 582), para
definir una serie de restos que parecen formar parte de
una cadena de fabricación. Además de las piezas que
en la descripción hemos señalado como inacabadas,
existen otros fragmentos óseos con signos de talla,
cortes, pulidos, etc. que hemos nombrado en los
inventarios como proyectos de útiles que corresponde-
rían a los restos que se pueden encontrar en cualquier
taller.

La mayoría de los restos sobre hueso, obtenidos a


partir de huesos largos de macromamíferos, presentan
Figura 13. Objetos varios: fusayola; lígulas, mangos, ficha/botón, una forma alargada, de tendencia redondeada o rectan-
proyectos acus. gular, terminados en punta o no, algunos de ellos se
pueden considerar como piezas a medio hacer. Este
tipo de piezas los consideramos destinados, principal-
4.4.2. Botón o ficha mente, a la elaboración de acus en general, bien alfile-
res o agujas. Hay otros restos que sólo muestran cortes
o marcas de trabajo.
Analizamos una pieza completa con doble función:
(figs. 12 y 13). Respecto de los proyectos sobre de astas cérvidos
(ciervo y corzo) podrían servir bien para la obtención
155. (RUI.03.1137.1284). Objeto en forma de de pequeños mangos o bien para, a través de cortes
disco con perforación central, decorado con finos cír- circulares, fabricar goznes de puertas, bisagras u otros
culos incisos en la cara superior; la inferior ligeramen- útiles.
te convexa y los bordes biselados. Medidas: Diám.
máx. 18 mm, grosor 3 mm. Posiblemente elaborada En ese proceso de elaboración de un útil, desde la
sobre asta de cérvido. elección del hueso del animal hasta su finalización, se
seguirían pautas similares de trabajo a las que analiza
Respecto de su funcionalidad, este tipo de piezas se C. Vallet a partir de los datos obtenidos en varios
ha considerado tanto con la categoría de botón como talleres de industria ósea de Limoges (Vallet 2000).
la de ficha. En favor de la categoría de botón31 está el
hecho de tener perforación. La unión con el elemento 4.6.1. Proyectos/esbozos para acus o punzones
al que serviría se realizaría con un hilo o filamento con
extremo destacado para impedir su pérdida. En Iruña/
Veleia encontramos una pieza similar (Nieto 1958: fig. Se han recogido varias piezas que nos han plantea-
118) y otra, sin el motivo decorativo, que se han do serías dudas sobre su utilización. Por un lado
interpretado como botones basándose en la existencia parecen encajar en la categoría de punzones por la
de la perforación (Basas 2009: 143). semejanza morfológica con estas piezas, pero por otro
los vemos como proyectos o esbozos para la obtención
Sin embargo son varios los trabajos en los que de acus, serían objetos que no han llegado a término.
piezas similares figuran en la categoría de fichas de A esta hipótesis hemos llegado tras observar algunas
juego. En la zona de Nîmes se han recuperado fichas características que presentan (numerosas facetas) y
parecidas, entre las que destacamos la nº 330 que grandes similitudes con objetos productos de los
también presenta perforación y decoración de círculos talleres de Limoges (Vallet 2000: 209, fig. 9).
concéntricos (Béal 1984: 80); en el entorno de Legio Realizamos su descripción dejando abiertas las posibi-
se ha recuperado también una pieza muy similar en lidades sobre su funcionalidad.
forma y decoración, considerada como ficha (Amaré y
Fernández 2004-05: 128); En Vareia figuran objetos 156. (RUI.03.1189.2293). Fragmento de útil termi-
nado en punta de sección ovalada, vástago afacetado.
31 Con esta tipología la incluimos en el Inventario de los materiales Presenta buen pulido aunque se observan marcas del
arqueológicos y paleontológicos de este yacimiento de Rubina tejido esponjoso. Medidas: long. 54 mm; diám. máx.
realizado con ayuda económica del Departamento de Cultura del 11 y mín. 8 mm (figs. 12 y 13).
Gobierno Vasco.

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157. (RUI.03.2000.384): Útil alargado terminado


en punta (rota) por los dos lados, sección redondeada
irregular debido a las facetas longitudinales que pre-
senta. La superficie bien pulida, pero estando presentes
las marcas del tejido. Medidas: long. 90 mm; diám.
máx. 10 y mín. 8 mm (figs. 12 y 13).

4.6.2. Productos sobre hueso

Describimos de forma individual 12 piezas de un


total de 15 ejemplares que se han incluido en esta
categoría. Del resto presentamos la sigla y medidas.

158. (RUI.03.1049.144): Fragmento de objeto alar-


gado de sección poligonal acabado en punta piramidal
y afacetado, apenas presenta signos de pulido. Lo
consideramos como una pieza destinada a convertirse
en acus. Medidas: long. 48 mm; diám. máx. 7 mm
(figs. 14 y 15).

159. (RUI.03.1000.490): Fragmento de vástago de


sección cuadrada, con pulido. Medidas: long. 34 mm;
diám. máx. 9 mm.

160. (RUI.03.1043.217): Fragmento de vástago de


sección cuadrada, con corte en un extremo y pulido.
Medidas: long. 27 mm; diám. máx. 6,5 mm.

161. (RUI.03.1060.110): Fragmento de vástago de


sección rectangular, con corte en bisel en un extremo, Figura 14. Productos del trabajo en hueso.
con pulido. Medidas: long. 34 mm; diám. máx. 7
mm.
167. (RUI.03.1189.2294): Fragmento de vástago
de sección circular, afacetado y con punta. Medidas:
162. (RUI.03.1123.1064): Fragmento de vástago
long. 75 mm, diám. máx. 7 mm (figs. 14 y 15).
de sección redondeada, con pulido. Medidas: long. 39
mm; diám. máx. 10 mm y mín. 5 mm.
168. (RUI.03.1189.2295): Fragmento de vástago
de sección circular, afacetado, con los extremos corta-
163 153. (RUI.03.1123.1065): Objeto de sección
dos. Medidas: long. 65 mm, diám. máx. 5 mm (figs. 14
irregular, con un extremo apuntado, pulido. Medidas:
y 15).
long. 28 mm; diám. máx. 9 mm.
169. (RUI.03.2011.259): Frag de hueso largo (posi-
164. (RUI.03.1137.1285): Metatarso de équido con
ble bóvido) con marcas de cortes, sección ovalada.
signos de trabajo. Medidas: long. 57 mm; diám. máx.
Medidas: long. 53 mm, diám. máx. 6 mm y mín. 3 mm
14 mm y 7 mm de grosor (fig. 14).
(figs. 14 y 15).
165. (RUI.03.1137.1286): Fragmento de vástago
170. (RUI.03.1137.1288): Medidas: long. 24 mm;
de sección rectangular, con un extremo acabado en
diám. máx. 7 mm y mín. 4 mm.
punta piramidal y el otro roto; con pulido. Se observan
las marcas del instrumento con el que se trabajó.
Medidas: long. 48 mm, grosor 7 y 5 mm (figs. 14 y 171. (RUI.03.1137.1290): Medidas: long. 22 mm;
15). diám. máx. 10 mm y 2 mm de mín.

166. (RUI.03.1166.128): Fragmento de vástago de 172. Son tres objetos: (RUI.03.1137.1291):


sección circular, con un extremo de forma cónica. Con Medidas: long. 35 mm; diám. máx. 5 mm.
un agujero desviado que no parece casual, pulido (RUI.03.1189.2298): Medidas: long. 62 mm; diám.
irregular. Medidas: long. 48 mm, diám. máx. 6 mm. máx. 9 mm. (RUI.03.2089.18210): Medidas: long. 62
Posible proyecto para aguja (figs. 14 y 15). mm, diám. máx. 6 mm.

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177. (RUI.03.1137.1281): Fragmento de asta que


conserva la punta del candil, con un pequeño corte en
bisel. En el extremo opuesto, el corte transversal está
bien realizado; en él se ha iniciado la perforación de un
orificio con un diám. de 11 mm. La superficie está
tratada sin llegar al pulido total. Medidas: long. 88
mm; diám. máx. 23 y mín. 11 mm (fig. 16 y17).

178. (RUI.03.1137.1282): Fragmento de asta, con


amplia perforación en un lado e iniciada en la punta,
en ambos extremos los cortes son irregulares. La
superficie, en la que se han realizado pequeños cortes
transversales, está tratada sin llegar al pulido total,
diám. del orificio: 13 mm. Medidas: long. 65 mm;
diám. máx. 21 y mín. 13 mm (fig. 16 y17).
Figura 15. Productos del trabajo en hueso.

4.6.3. Productos sobre asta de ciervo o corzo

El trabajo sobre asta está muy bien documentado


desde época prehistórica, contando con un amplio
desarrollo durante la etapa de la Edad del Hierro
(Liesau von Lettow-Vorbeck 1988; Tardio y zamalloa
2011). En Rubina, entre los numerosos restos de
cuernas de cérvido, hemos recuperado diferentes
objetos en fase de elaboración, que pasamos a descri-
bir.

173. (RUI.03.1039.241): Fragmento de asta, de


sección poligonal, con inicio de perforación en ambos
extremos. Uno de ellos presenta corte redondeado. La
superficie se halla totalmente pulida. Debido a su corta
longitud creemos que su finalidad sería para una
pequeña pieza. Medidas: long. 38,5 mm; diám. máx.
18 y mín. 14 mm (figs. 16 y17).

174. (RUI.03.1092.173): Fragmento de asta, de


sección circular con inicio de perforación en ambos
extremos, mejor definido en el proximal. El corte
transversal de este punto no está completo ya que se ha
dejado una rebaba. La superficie está tratada sin llegar
al pulido total, diám. del orificio: 6,5 mm. Medidas:
long. 74 mm; diám. máx. 20 y mín. 15 mm (figs. 16 y
17).
Figura 16. Productos del trabajo en asta de cérvidos.
175. (RUI.03.1096.488): Fragmento de asta de
sección circular irregular, con inicio de perforación en
ambos extremos. Uno de estos está bien trabajado y
con un corte rectangular en el exterior. Pulido iniciado. 179. (RUI.03.1189.2299): Fragmento con corte e
Medidas: long. 76 mm; diám. máx. 24 mm y mín. 18,5 inicio de orificio en un extremo, el otro recortado.
mm (figs. 16 y17). Superficie sin pulir. Medidas: long. 65 mm; diám.
máx. 24 y mín. 17 mm (fig. 17).
176. (RUI.03.1132.766): Fragmento sobre asta,
con extremos bien recortados. Uno de ellos con perfo- 180. (RUI.03.1189.2300): Candil de cuerna de
ración de 10 mm. Buen pulido. Medidas: long. 55 mm; corzo trabajado, con sendos cortes transversales en los
diám. máx. 20 y mín. 15 mm (figs. 16 y17). extremos, sin inicio de perforación. En el de menor
diámetro se han realizado pequeños cortes. La superfi-
cie no se ha tratado conservando las puntas que permi-

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ten reconocer que se trata de corzo. Medidas: long. 89 cedentes de las campañas dirigidas por G. Nieto entre
mm; diám. máx. 25 y mín. 15mm. 1949 y 1954, y por J.C. Elorza en 1975. Durante los
trabajos llevados a cabo en el presente siglo (XXI),
181. (RUI.03.1092.172): Objeto para mango sobre bajo la dirección de E. Gil nos consta que también se
hueso, con perforación longitudinal total de 8 mm de ha recuperado abundante material de esta categoría,
diám. La zona de la punta está rota, el otro extremo según se da a conocer a través de los informes de
con pequeños cortes biselados y las caras con suaves Arkeoikuska “Entre los índices hallados en el nivel
facetas. Pulido total. Medidas: long. 65 mm; diám. tardorromano puede citarse una gran concentración
máx. 17 y mín. 12 mm (figs. 16 y17). de piezas óseas correspondiente a restos de ganado
mayor, probablemente relacionado con actividades de
industria ósea”(Gil 2002:57).

En el conjunto óseo de Iruña/Veleia se observa


claramente que existe un mayor porcentaje de agujas
para coser sobre los acus crinalis o alfileres. Por el
contrario, en el cercano Rubina los porcentajes se
invierten, se da mayor abundancia de alfileres que de
agujas, hecho que nos ha hecho plantear la posibilidad
de que en Rubina, existiera un centro artesanal espe-
cializado en estos objetos que suministrara a los de
Iruña/Veleia de este material y viceversa en el caso de
las agujas, todo ello a través de la calzada.

En el yacimiento de Mariturri (Armentia, Vitoria-


Gasteiz)32, el elemento que lo articula es, precisamen-
te, la citada calzada Astorga - Burdeos, que lo atravie-
sa de oeste a este (Nuñez y Sáenz de Urturi 2005). Este
Figura 17. Productos del trabajo en asta de cérvidos.
asentamiento considerado como un vicus, cuenta tam-
bién con un conjunto termal. Aquí se han recuperado
numerosas evidencias de industria ósea, contabilizán-
2. LA INDUSTRIA ÓSEA EN OTROS dose un total de 120 útiles, bien elaborados, de los que
YACIMIENTOS ALAVESES unos 50 son alfileres y 14 agujas, correspondiendo el
resto a otras piezas y fragmentos. La casi totalidad de
estos objetos se han localizado en las cercanías del
En Álava, además de Rubina, contamos con varios conjunto termal citado. Su cronología es similar a la de
yacimientos en los que se han recuperado objetos de Rubina, siglos III-V d. C (Ugartetxea 1967).
materia ósea en las excavaciones en ellos realizadas.
Aunque de algunos ya se ha hecho referencia a lo largo En el yacimiento de Salbatierrabide (Vitoria-
del estudio, a continuación vamos a efectuar una breve Gasteiz), también situado junto a calzada, y que
reseña de todos ellos - a modo de conclusiones- para cuenta con niveles de la etapa tardía de la Romanización
entender mejor la temática de la industria ósea en se recuperaron un total de 15 objetos; 7 alfileres, 4
nuestro territorio, cuyo eje de distribución podría ser la agujas y otros restos.
citada vía de comunicación que unía las ciudades de
Astorga y Burdeos. En Arkaia, importante asentamiento de época
romana, ubicado al borde de la calzada, se han recupe-
Esta calzada, que atravesaba el territorio alavés de rado más de 70 piezas, de ellas 30 proceden del sector
oeste a este, discurría al borde del yacimiento de de las termas, se trata de acus, sobre todo agujas que
Rubina, uniéndolo con la ciudad de Iruña/Veleia, para predominan sobre los alfileres33. Este material se
continuar atravesando los yacimientos de Mariturri y encuentra bien datado en la fase alto imperial, siglo II
Salbatierrabide hacia Arkaia/Suessatio, y desde aquí d. C. principalmente.
proseguir hacia Pompaelo. Como veremos, aunque se
han excavado otros yacimientos alaveses de esta En los restantes yacimientos de Álava con niveles
misma etapa cultural, la mayor concentración de de la Romanización y en los que se han realizado
objetos de industria ósea se da en los que hemos cita- excavaciones, la presencia de objetos sobre hueso o
do, ubicados en el borde de la calzada. asta ha sido muy escasa. Este es el caso del yacimien-
to de Atxa (Vitoria-Gasteiz), situado en el entorno de
En la ciudad de Iruña/Veleia, las evidencias óseas
recuperadas son numerosas y responden a diferentes 32 En este yacimiento se han realizado excavaciones entre los años
tipologías como hemos podido comprobar a través del 2001 y 2009 bajo nuestra dirección y la de Julio Núñez (Informes
trabajo de C. Basas (2009), en el que incluye las pro- en Arkeoikuska 2001-2009).
33 Ver nota 17.

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Iruña/Veleia, donde este tipo de industria ha sido casi 6.1. Otros talleres
testimonial y se ha limitado a cuatro objetos (Gil 1995:
353-354). La ausencia de cierto tipo de piezas como es
el caso de los acus, tanto en la faceta del adorno per- A través de la bibliografía consultada hemos cons-
sonal (alfileres de pelo) como en la artesanía textil tatado la existencia de talleres dedicados al trabajo del
(agujas), quizás haya que relacionarla con la actividad hueso o asta, aunque se considera una actividad de
de campamento militar que se le atribuye a este yaci- carácter artesanal, sería mínima una infraestructura
miento. espacial para su correcto desarrollo.

El asentamineto de Aloria (Amurrio/Orduña), Posiblemente uno de los talleres más interesantes


establecimiento de carácter rural con cronología entre para el conocimiento de esta actividad artesanal sea el
los siglos I al III d.C. para su etapa de esplendor y descubierto en Pamplona, actualmente en fase de
perduraciones hasta el siglo V (Cepeda 2001) apenas estudio. En las excavaciones de urgencia realizadas en
ha proporcionado material. Destacan un alfiler o acus la Plaza del Castillo, se excavó un taller de útiles óseos
crinalis con cabeza femenina, otra de cabeza esférica de época romana que permite reconstruir la cadena de
y dos agujas de ojos en ocho con similitudes con las de fabricación de este tipo de objetos e identificar objetos
Rubina, así como un mango en asta de ciervo que procedentes del mismo (Unzu 2005:158).
recuerda más los de las etapas protohistóricas (Cepeda
2001: 81-82). En Calahorra se ha detectado la existencia de
varios posibles talleres. Uno en la conocida como
En otros yacimientos excavados, como Fábrica Torres, basándose en los más de 200 restos
Albeiurmendi (San Román de San Millán) situado al óseos trabajados recuperados en el relleno de un con-
borde de la calzada citada no nos consta la presencia junto termal, entre ellos 20 esbozos (Tirado 1998).
de este tipo de objetos. Sitúa este centro artesanal del que no se conoce la
ubicación exacta entre los siglos I-II d. C. abandonán-
En Álava se conocen numerosos yacimientos de dose en el III. Otro taller lo ubica en el solar conocido
esta época pero es difícil encontrar este tipo de objetos como Casa del Oculista (Tirado 2005).
en prospecciones debido a su mala conservación.
Como se ha podido comprobar no parece casualidad En Herrera de Pisuerga se ha llegado a la conclu-
que la mayor concentración de útiles óseos se de en el sión de la existencia de un taller artesanal a partir de
entorno de la calzada. los restos óseos (tanto de restos alimenticios como de
taller) hallados en un vertedero fechado en el s. I d.C.
Curiosamente los productos elaborados han sido esca-
sos (Pérez e Illarregui 1994).
6. TALLERES DE INDUSTRIA ÓSEA
En Mérida, en el solar de la calle Almendralejo,
además de objetos elaborados, se ha recuperado una
A partir de los datos que se acaban de exponer, importante cantidad de los llamados productos del
planteamos la posibilidad de que estemos ante un trabajo, que permiten conocer la evolución del ciclo
taller artesanal de objetos óseos, este tipo de estructu- tecnológico de estos talleres. Se le asigna una cronolo-
ras no son muy frecuentes, aunque muchas veces se gía entre el siglo III y VI. (Aranda 2006: 582-585).
considere que existe un taller, simplemente por el
hecho de contar con un gran número de piezas.
En la villa romana de Torre Águila (Badajoz), a la
vista del volumen de material óseo recuperado entre el
En el caso de Rubina, además de un volumen que se encuentran piezas inacabadas, esbozadas o de
importante de piezas (240), contamos con elementos desecho, también se ha propuesto la posibilidad de que
que indican la existencia de una actividad artesanal de existiera un taller artesanal dedicado a esta actividad
carácter local, centrada en la producción de objetos (Rodríguez Martín 1991-92).
sobre hueso o asta. No se han encontrado herramientas
para la preparación del material (sierras, cinceles o
Se ha planteado la posibilidad de otros talleres en
similares) pero la razón quizás haya que buscarla en
diferentes puntos34, sin olvidar los de Portugal (donde
que no se ha localizado la ubicación del taller, que destaca Conimbriga), y los de Francia.
todo hace suponer se situaría al otro lado de la calle, al
norte de los sectores ahora excavados.

Los productos que saldrían de este taller servirían


para el uso de los habitantes del poblado y de puntos
cercanos, que podrían ser trasladados a través de la vía de
comunicación Iter XXXIV a la que ya hemos aludido.
34 Varios autores hacen alusión a un taller en Asturica Augusta
(Astorga), (Tirado 1998:201) citando a M.T. Amaré sobre ese
posible taller, datos que no hemos podido confirmar.

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7. AGRADECIMIENTOS Aranda Cisneros, J. A.


2006 “Primeros avances en el estudio de la industria
ósea de época romana y tardoantigua hallada
Nuestro más sincero agradecimiento a aquellas en las excavaciones del solar de la calle
personas y entidades que han hecho posible la realiza- Almendralejo nº 41 (Mérida)”, Mérida exca-
ción de este trabajo. vaciones arqueológicas 2003, 9, 573-588.
A Javier Niso por la confección de los dibujos que Ávila França, E.
se incluyen en este trabajo. 1968 “Alfinetes de toucado romanos, de
Conimbriga”, Conimbriga VII, 67-93.
A Jaione Agirre por su colaboración en la traduc-
ción de los resúmenes y apoyo moral. 1971 “Objectos de toilette de Conimbriga”,
Conimbriga X, 1-24.
A los técnicos y personal del Museo de Arqueología, Basas Faure, C.
Bibat, por su disposición y facilidades para la consulta
del material objeto de este estudio que se encuentra 2009 “La producción de hueso de Iruña (Álava):
allí depositado. campañas 1949-1954 y 1975)”, Kobie (Serie
Paleoantropología) 28, 131-151.
A Pedro y Jone Castaños que han realizado el Beal, J. C.
estudio de los restos faunísticos, para el que se contó
con apoyo económico del Departamento de Cultura de 1984 “Les objets de tabletterie antique du musée
la Diputación Foral de Álava. archéologique de Nîmes”, Cahiers des musées
et monuments de Nîmes, nº 2.
Al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco Borobia Melendo, E. L.
que ha subvencionado el inventario de los materiales
arqueológicos y paleontológicos de este yacimiento, 1988 Instrumental médico-quirúrgico en la Hispania
en el marco de las ayudas de los años 2005 y 2007. romana. Madrid.
Cepeda, J. J.
A Lorena Elorza, Idoia Grau, David Martínez,
Ernesto Nolte, Roberto de Pablo y Estíbaliz Sáenz de 2001 La romanización en los valles cantábricos
Urturi, por su colaboración y apoyos, y a todas las alaveses. El yacimiento arqueológico de
personas que nos han ayudado, gracias. Aloria. Museo de Arqueología de Álava.
Exposiciones.Vitoria-Gasteiz.
Filloy Nieva, I.; Gil Zubillaga, E.
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