Informe Refugios Regional 1
Informe Refugios Regional 1
El Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará es un sistema de evaluación entre pares consensuado e inde-
pendiente para examinar los avances realizados por los Estados Parte en el cumplimiento de los objetivos de la Convención. El
Mecanismo está financiado por contribuciones voluntarias de los Estados Parte de la Convención y otros donantes, y la Comisión
Interamericana de Mujeres (CIM) de la OEA actúa como su Secretaría Técnica.
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina.
Aprobado por el Comité de Expertas del MESECVI en su Decimonovena Reunión, el 12 de noviembre de 2022.
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres victimas de la violencia de genero en America Latina [preparado por el
Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) / Comisión Interamericana de Mujeres].
p.80; 21 x 29,7 cm. (OAS. Documentos oficiales; OEA/Ser.L/II.6.41)
ISBN 978-0-8270-7678-5
Copyright ©2024
Todos los derechos reservados
1. INTRODUCCIÓN 6
5. TENDENCIAS GENERALES 21
BIBLIOGRAFÍA 63
Notas 71
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
PRESENTACIÓN
EUROsociAL+ y el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención
de Belém do Pará han emprendido un esfuerzo colaborativo para profundizar en el fun-
cionamiento de los refugios para mujeres víctimas de violencia por razones de género en
diversos países de América Latina, con la intención de identificar las buenas prácticas en
la materia y los enormes retos que representa esta política pública, tan importante como
necesaria a nivel regional.
Uno de los resultados de esta colaboración es el presente estudio que nos permite hacer
un recorrido por el marco normativo e institucional de los refugios, su área de cobertura y
ubicación, su capacidad de alojamiento, el presupuesto para su operación y el origen de esos
fondos, y sus mecanismos de vigilancia y evaluación.
Asimismo, nos permite observar algunas tendencias generales en la región sobre esta po-
lítica pública. Por ejemplo, resalta el importante aumento en el número de refugios a nivel
regional en la última década, con una tendencia a seguir en crecimiento.
Otros esfuerzos estatales destacables en algunos de los casos están dedicados a la regula-
ción adecuada de los mismos a través de leyes nacionales, protocolos de actuación, guías de
actuación y modelos de gestión que se han fortalecido con base en la experiencia, así como
a dotarlos de presupuesto estatal para mantener su continuidad a través de la creación de
partidas presupuestarias específicas para su funcionamiento.
También se identificaron algunas buenas prácticas nacionales que podrían inspirar a otras
instituciones encargadas de los refugios a nivel nacional. Entre ellas, destacan: i) los meca-
nismos de evaluación y la elaboración de informes periódicos que permiten evaluar los re-
sultados y mejorar de manera constante la integralidad de la política pública al reconocer los
nudos críticos y las acciones que permiten una buena gestión; ii) los mecanismos que permi-
ten la presentación de quejas o denuncias al interior de los refugios de manera confidencial,
las cuales son revisadas por órganos de contraloría para asegurar su revisión adecuada; y
iii) el apoyo financiero por seis meses para las mujeres refugiadas, de tal forma que puedan
encontrar un apoyo en el proceso de salida a situaciones de violencia.
No obstante, el estudio nos presenta aún enormes retos para la implementación adecuada y
efectiva de esta política pública, como son la necesidad de garantizar la confidencialidad del
refugio para la mayor seguridad de las víctimas, la importancia de que estos espacios cuen-
ten con servicios integrales y atención especializada, la falta de presupuesto para la opera-
ción adecuada de los refugios en ciertos casos, o la necesidad de que dentro de sus servicios
4
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
puedan otorgar, entre otros, acceso a la justicia, planes de acceso a vivienda, capacitación
laboral o acceso al empleo.
Esperamos que esta herramienta sea de la mayor utilidad para que las distintas instituciones
y organizaciones de sociedad civil a nivel regional puedan seguir fortalecimiento esta políti-
ca pública tan relevante para dar una salida digna a las mujeres víctimas de violencia. Esta
violencia nos enfrenta a un fenómeno complejo y multicausal, arraigado en lo más profun-
do de nuestras sociedades y cuyo abordaje, tratamiento y erradicación demanda esfuerzos
sistémicos, sostenidos y multidisciplinarios. Desde EUROsociAL+ y el MESECVI seguiremos
trabajando en esta labor de acompañamiento a las organizaciones y a los Estados para el
fortalecimiento de las políticas públicas dedicadas a la prevención, atención, investigación,
sanción y reparación de las mujeres y las niñas víctimas de violencia por razones de género.
5
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
1. INTRODUCCIÓN
El derecho a vivir una vida libre de violencia por razones de género, consagrado en el artículo
3 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer (Convención de Belém do Pará) requiere para su ejercicio una serie de garantías por
parte de los Estados. Las obligaciones estatales incluyen garantizar la seguridad de las mu-
jeres que viven episodios de violencia o se encuentran en serios riesgos para su integridad
física o su vida, a través de diversos medios, incluyendo el acceso a refugios o casas seguras.
En las últimas décadas del siglo pasado se crearon refugios en todas las regiones del mundo.
En Europa, en la década del 70 y en América Latina en la siguiente. Sin embargo, hasta la
fecha, no se cuenta con una base de datos que nos permita conocer cuántos refugios existen,
cómo se financian, cuál es su área de cobertura, su capacidad y sus criterios de admisión, en-
tre otros aspectos importantes. Con ese objetivo, EUROsocial y el Mecanismo de Seguimiento
de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) impulsaron una iniciativa destinada a contar
con un diagnóstico de los refugios en Latinoamérica.
El MESECVI fue creado en 2004 y comenzó sus funciones en 2005. Consta de dos cuerpos: el Comi-
té de Expertas( CEVI) y la Conferencia de Estados Parte. Su Secretaría Técnica está inserta dentro
de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) en la Organización de Estados Americanos (OEA).
6
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
contra las mujeres. Al 30 de diciembre del año 2020, dieciséis países respondieron a la con-
sulta: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay1. Además, se
hicieron consultas a las expertas del CEVI y a informantes claves. Asimismo, se realizaron
búsquedas por internet y se consultaron fuentes secundarias y bibliografía especializada.
Sólo se citan en la bibliografía aquellas fuentes de donde se extrajeron datos para el estudio.
Para este diagnóstico se utiliza la definición de los refugios como “un espacio físico en donde
se brinda protección y atención especializada o interdisciplinaria a mujeres, hijas e hijos en
situación de riesgo como consecuencia de sufrir Violencia de Género.”2 Elegimos la palabra
refugio por ser una de las más conocidas. Estos espacios utilizados para la protección de
mujeres y niñas que sufren violencia de género reciben varias denominaciones en la región:
albergues, centros de apoyo, centros de acogida, casas seguras, casas de abrigo, centros de
atención integral, etcétera.
Estos refugios o casas pueden tener varias estructuras, seguir diferentes modelos organizati-
vos, contar con distinta cobertura y capacidad, pero es obligación del Estado velar porque todos,
además de garantizar la seguridad física y la vida de las mujeres, le permitan superar las múl-
tiples consecuencias de la violencia para reconstruir su vida. Deben centrarse en las víctimas y
en los derechos humanos de la mujer, así como en la seguridad y el empoderamiento de la víc-
tima, y estar encaminados a evitar la victimización secundaria de las mujeres y las y los niños.3
En América Latina el primer refugio es construido en Brasil en 1964 (Lar Espirita Esperidiao
Prado, en Rio Claro), pero es recién en la década del 90 que comienzan a crearse en otros
países y se van multiplicando en los años siguientes. En un principio, fueron organizados por
grupos de mujeres que respondían así a la creciente sensibilización sobre el tema. No se
contaba en los inicios con legislación, planes nacionales o políticas estatales específicas. El
Estado asume la responsabilidad de los refugios gradualmente, en los años siguientes.
Este diagnóstico hará un análisis del marco normativo de los refugios a nivel internacional y re-
gional, así como del marco institucional de los refugios: si cuentan con estatutos, reglamentos
u otro documento fundacional; quién nombra a las autoridades del refugio y quién asume las
responsabilidades de gestión y si cuentan con mecanismos de vigilancia y evaluación.
7
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Ante esa información enviada por los Estados, el CEVI planteó las siguientes preocupaciones:
a) En nueve Estados los refugios fueron establecidos o son dirigidos desde organizaciones
de la sociedad civil, ante la falta de refugios estatales. Si bien es loable el trabajo de la
sociedad civil en este tema, ello no implica que el Estado pueda renunciar a su respon-
sabilidad de proveer servicios de acogimiento para las mujeres víctimas de violencia.
c) La mayoría de Estados brinda poca información sobre si estos refugios también reciben
a los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia4. Esto es un grave problema, por-
que las mujeres muchas veces continúan en la situación de violencia por no ser aparta-
das de sus hijas e hijos.
8
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
El Comité de Expertas insiste sobre la necesidad de que los Estados establezcan servicios
especializados gratuitos para las mujeres víctimas de violencia, sus hijas e hijos. Estos deben
consistir, como mínimo, en la creación de un mayor número de refugios, casas de acogida y
centros de atención integral; asistencia jurídica previa al proceso penal; patrocinio jurídico
durante el proceso penal; servicios de salud que cubran igualmente la atención de la salud
sexual y reproductiva, así como la interrupción legal del embarazo, y la consejería psicológi-
ca, apoyo terapéutico y grupos de autoayuda.
Otras recomendaciones se refieren a producir estudios sobre los refugios, no sólo para eva-
luarlos sino para analizar la conveniencia de su creación; e identificar los montos o porcenta-
jes del presupuesto nacional dedicados a los servicios para las mujeres víctimas de violencia,
como: (…) refugios, casas de abrigo y acogida.
9
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
A nivel internacional, el Comité de la CEDAW ha dejado en claro que la violencia contra las
mujeres debe ser interpretada como una consecuencia de la discriminación descrita en el
artículo primero de esa convención. En el año 1992 dicho Comité emitió la Recomendación
General 19, sobre la violencia contra la mujer, donde recomienda que los Estados Parte es-
tablezcan o apoyen servicios destinados a las víctimas de violencia en el hogar, violaciones,
violencia sexual y otras formas de violencia contra la mujer, entre ellos refugios, el empleo de
trabajadores sanitarios especialmente capacitados, rehabilitación y asesoramiento.
En el año 2011, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Resolución 65/228, so-
bre el Fortalecimiento de la Prevención del Crimen y las respuestas de la Justicia Penal a la
Violencia contra las Mujeres. En la misma exhorta a los Estados Miembros a que promuevan
estrategias eficaces de prevención del delito y justicia penal que aborden la violencia contra
las mujeres, incluidas estrategias destinadas a prevenir la revictimización mediante, entre
otras cosas, la eliminación de los obstáculos que impiden a las víctimas buscar seguridad,
incluidos los relacionados con la custodia de las hijas y los hijos, el acceso a los refugios y la
disponibilidad de asistencia legal.6
En la Recomendación General 35, sobre Violencia por razón de género contra la mujer, por la que
se actualiza la recomendación general 19, se exige a los Estados que proporcionen “servicios
accesibles, asequibles y adecuados para proteger a las mujeres contra la violencia por razón de
género, evitar que vuelva a ocurrir y proporcionar o garantizar la financiación de reparaciones
para las víctimas y supervivientes”7. Más adelante plantea que los “Estados deberían prestar
servicios de apoyo especializados para la mujer, como, por ejemplo, líneas telefónicas de asis-
tencia que presten atención 24 horas al día y un número suficiente de centros de crisis seguros
y adecuadamente equipados, centros de apoyo y de derivación de pacientes y centros de acogida
adecuados para las mujeres, sus [hijas e] hijos y otros familiares, según las necesidades”8.
10
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
El Comité CEDAW, en esta Recomendación General, también se refiere a los principios que
deben guiar el accionar de los servicios para las víctimas, dentro de los cuales se incluyen
los refugios, al exigir a los Estados: “Velar porque todas las acciones judiciales, medidas de
protección y de apoyo y servicios para las víctimas y supervivientes respeten y fortalezcan
su autonomía. Deberían ser accesibles para todas las mujeres, en especial para las afecta-
das por las formas interrelacionadas de discriminación, tener en cuenta las necesidades
concretas de sus hijos y otros familiares a cargo, estar disponibles en todo el Estado parte y
concederse independientemente de su condición de residentes o de su capacidad o voluntad
para cooperar en las acciones judiciales contra el presunto autor”9.
En este sentido, señaló que los Estados deben velar por que los servicios faciliten la recu-
peración de la mujer de la violencia y le permitan superar las múltiples consecuencias de la
misma para reconstruir su vida. Para ello es necesario que se proporcione un servicio acce-
sible, asequible, apropiado, aceptable y de calidad, y medidas de protección. Esos servicios
deben centrarse en las víctimas y en los derechos humanos de las mujeres, así como en la
seguridad y el empoderamiento de las víctimas, y estar encaminados a evitar la victimización
secundaria de las mujeres y las y los niños.11
11
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
La Convención de Belém do Pará, en el artículo 8, insta a los Estados a adoptar medidas espe-
cíficas o programas para suministrar servicios de atención especializados apropiados a las
mujeres que son sujetas de violencia, a través de la acción de las entidades, de los sectores
público y privado, incluyendo los refugios, servicios de orientación para toda la familia, cuan-
do sea el caso, y cuidado y custodia de los menores afectados.
Ese sistema de indicadores estructura el formulario para el informe de los Estados sobre el
cumplimiento de la Convención. Entre los indicadores de Capacidades Estatales, se incluye
el requerimiento de datos sobre: i) el “Número de refugios, albergues y casas de acogida
para víctimas de violencia contra las mujeres, sus hijos e hijas” (indicador estructural); ii) la
“Accesibilidad y disponibilidad de los servicios de atención a las víctimas de diversas formas
de violencia por jurisdicción y región geográfica” (indicador de proceso; y iii) la “Tasa de de-
manda de atención (Número de mujeres atendidas en los últimos doce meses, dividido por la
población femenina total, multiplicado por 1000)”(indicador de resultado).
En un estudio realizado por el MESECVI en colaboración con UNFPA en julio 2020, se hace un
análisis más detallado de estos indicadores, comparando la información relevada por UNFPA
a través del Paquete de Servicios Esenciales (PSE) con la obtenida por el MESECVI a través
de la respuesta de los Estados a los indicadores de progreso.13
La agenda 2030, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluye, en el objetivo 5.2,
la eliminación de la violencia contra las mujeres como meta para el logro de la igualdad
entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres. Lamentablemente, no se ha inclui-
do entre los indicadores conexos, (5.2.1 y 5.2.2), un indicador que exija contar con datos
sobre refugios y órdenes de protección. Según la Relatora de Violencia contra la Mujer en
el informe ya citado, contar con estos indicadores, nos hubiera permitido acceder a infor-
mación pertinente sobre su disponibilidad y revelaría la necesidad de refugios u órdenes
de protección adicionales.
12
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
En general, la existencia de refugios está regulada por ley, ya sea nacional, provincial u orde-
nanzas municipales. En los países federales se cuenta con normas nacionales, leyes estatales
o provinciales y ordenanzas municipales.
En todos los Estados estudiados, sin excepción, existen políticas públicas que regulan la
creación y funcionamiento de los refugios, así como planes nacionales de violencia contra las
mujeres y sus respectivos programas.
13
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Como se mencionó, el refugio más antiguo fue creado en 1964 en Brasil. El resto surge a par-
tir de 1990, expandiéndose desde las capitales hacia las provincias más alejadas.
En cuanto a la cobertura, todos los países cuentan con refugios en las capitales del país.
También se observa que han ido incrementando la cantidad de refugios en las ciudades o
provincias más pobladas.
Así, por ejemplo, Argentina cuenta con refugios en 21 de las 24 jurisdicciones en las que se
divide el país. Los 167 refugios reportados se reparten asimismo de forma asimétrica, ya que
hay cinco en la ciudad autónoma de Buenos Aires y 63 en la provincia de Buenos Aires, que
son los territorios más poblados. En Perú, los 34 refugios se distribuyen en varios depar-
tamentos y 6 se encuentran en Lima. En Brasil, un país con 5.570 municipios, hay Casas de
Abrigo y Unidades de Acompañamiento en 142 ciudades, (2,5 % del total). En El Salvador se
cubren cinco de los ocho departamentos. En Guatemala hay refugios en cinco Departamentos
de los 22 existentes en el país. Paraguay cuenta con refugios en dos de los 17 Departamentos.
Estos ejemplos indican que, aunque el número de refugios aumentó en toda la región, la
cobertura es aún limitada. Quienes viven en las provincias más alejadas de las capitales o
con predominancia de población rural, tienen más dificultades para acceder a un refugio que
quienes viven en las capitales de los países o en ciudades más pobladas.
Seis de los 16 países reportaron que los refugios son gubernamentales: Bolivia14, Chile, Cos-
ta Rica, Panamá, Paraguay y República Dominicana. En los demás, si bien los gubernamenta-
les son mayoría, conviven con iniciativas privadas y con iniciativas mixtas, donde se suman
los esfuerzos del Estado y las fundaciones.
14
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Sobre las partidas presupuestarias previstas para los refugios, recibimos información de
once países. Los otros cinco que completaron las encuestas, no reportaron partidas espe-
cíficas. Esto puede deberse a varias razones. Una de ellas puede ser que el mantenimiento
del refugio depende de fondos que están englobados en el presupuesto general de un plan
o programa y no se ha determinado una partida específica para el o los refugios. Otra posi-
bilidad es que, al depender los refugios en muchos casos de los Municipios, sus costos sean
cargados al presupuesto municipal y no al nacional. Es el caso de Colombia, donde no hay una
partida presupuestaria específica en el presupuesto nacional, sino en varios municipios, que
los reportaron por separado.
Por otro lado, en muchos países, los refugios sostenidos por el Estado conviven con otros pri-
vados, sostenidos por organizaciones no gubernamentales. Estos últimos, en muchos casos,
reciben fondos de agencias donantes o de la filantropía, nacional o extranjera. Esto puede
dificultar la formación de una cifra global específica que permita conocer cuánto dinero se
destina en cada país para el sostenimiento de los refugios.
Salvo seis países que reportan sólo refugios gubernamentales,16 los demás muestran una com-
binación de albergues sostenidos por los gobiernos, otros por el sector privado y otros mixtos.
En algunos países, como en Costa Rica, los refugios eran privados y pasaron a ser guberna-
mentales en el año 2005. (Ver las partidas presupuestarias en el anexo II.) En México, donde hay
refugios en 31 de las 32 entidades federativas, las responsabilidades son igualitarias entre el
Estado y el sector privado. Así, hay 34 refugios gubernamentales, 34 privados y 4 mixtos.
En cuanto al marco institucional, observamos que los primeros refugios fueron creados en
su mayoría por grupos de mujeres y su trabajo estaba inspirado en la solidaridad feminista.
La idea era garantizar la vida e integridad física de mujeres que sufrían violencia. A medida
que se adquiría experiencia, se fueron creando guías y protocolos que fueron regulando la
actividad institucional, desde la recepción hasta el egreso de las personas asistidas. Por ello,
actualmente se observa la creciente institucionalización de los refugios, con la elaboración
de modelos de gestión, protocolos especializados, manuales y guías para la admisión de mu-
jeres, niñas y niños, criterios para el funcionamiento y atención de las personas que ingresan,
así como criterios para el egreso.
15
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Salvo el caso de Bolivia, donde el Estado reporta que muchas de las casas refugio no están
legalmente acreditadas, (aunque sí están supervisadas por distintos órganos), en los demás
países cuentan con estatutos, reglamentos, o actas notariadas. En Brasil cuentan con las Di-
retrizes Nacionais de Abrigamento às Mulheres em situação de Violência. En El Salvador se
rigen por los Lineamientos de acreditación y funcionamiento de Casas de Acogida.
La designación de las autoridades de los refugios depende del origen del mismo. En los gu-
bernamentales, es el Estado quien se hace cargo del nombramiento, luego de un proceso de
selección. Como la mayoría de los refugios gubernamentales están a cargo de los municipios,
en general son las autoridades municipales quienes implementan ese proceso. Para los refu-
gios manejados por entidades privadas, son las asambleas de las organizaciones o las juntas
directivas quienes seleccionan al personal. En los mixtos, suele darse una combinación de
autoridades para el nombramiento.
16
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
La capacidad de alojamiento de los refugios varía no sólo entre países sino también dentro de
cada Estado. Las diferencias van desde aquellos refugios que pueden recibir a dos familias (dos
mujeres con sus hijos e hijas) hasta aquellos que pueden recibir 60 mujeres. El número de hijos
e hijas sólo se encuentra limitado por la capacidad del refugio, pero no por otros criterios.
Hay límites de edad más estrictos para los hijos varones, que van desde los diez años (El
Salvador y Honduras) hasta 18 (en cuatro países). En cambio, para las hijas mujeres, en su
mayoría pueden permanecer en el refugio sin límites (8 países) hasta los 18 años, mientras
que en dos países los límites son similares para varones y mujeres. Así, en Chile el límite
para ambos es de 14 años y en República Dominicana es de 11.
En cuanto al tiempo que se permite la permanencia en el refugio, cinco países ponen el lí-
mite en los tres meses (Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá). En el resto hay
normas más flexibles que permiten estar desde un mes hasta seis o por tiempo indefinido,
dependiendo de la situación personal de la víctima.
La mayoría de los países han definido criterios de admisión a los refugios que especifican
que son destinados a mujeres víctimas de violencia. Argentina es el único país que aclara que
los dispositivos admitirán a mujeres y personas LGTBI por violencia de género, sin restriccio-
nes en cuanto al sexo.17
Los límites mayores están relacionados con la discapacidad y las posibilidades de brindar
atención especializada a mujeres que requieran este tipo de apoyo. Costa Rica, por ejemplo,
aclara que se admiten mujeres con discapacidades en la medida que puedan valerse por
sí mismas. Ecuador tiene criterios amplios, pero aclara que no reciben a mujeres ni niños
o niñas con discapacidades por no contar con atención especializada. Varios países tienen
restricciones para mujeres, niñas y niños con enfermedades mentales, debido a la falta de
equipos especializados que puedan garantizar la atención adecuada.
Todos los países cuentan con protocolos de recepción y cuidado, y todos aclaran que se infor-
ma a las residentes sobre sus derechos en el refugio al ingresar a los mismos. Este requisito
aparece incorporado en las normas de todos los Estados, sin excepciones.
La posibilidad de las mujeres alojadas de participar en la vida del refugio, existe en casi todos
los países. En los protocolos se observa que estas posibilidades se van graduando de acuerdo
al estado de ánimo de las residentes y sus posibilidades. Asimismo, se las insta a colaborar
con el aseo y el orden en el lugar. En varios países cuentan con actividades educativas y de
17
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
entretenimiento para hijos e hijas de las residentes. En cuanto a participar en la toma de deci-
siones, ocho estados admiten que sí existe esa posibilidad, varios no informan, Bolivia aclara
que no se admite, y Chile y El Salvador aclaran que sólo pueden participar parcialmente.
En cuanto a procedimientos de denuncias por quejas por el trato en el refugio, Costa Rica, El Salva-
dor (en un refugio), Honduras (en algunos refugios) y México cuentan con mecanismos de denuncia.
Las derivaciones a otros servicios se rigen, en general, por flujogramas u hojas de ruta ya
previamente fijadas en guías y protocolos, y varían según los casos y las diferentes necesida-
des de las mujeres o sus hijas/os. El estudio de cada situación determina la derivación. Para
algunos países, la derivación procede en casos de lesiones, enfermedades graves o discapa-
cidades (México). En otros, las causas de derivación están relacionadas con perturbaciones
psiquiátricas o enfermedades infecto contagiosas (Perú).
En relación al personal que trabaja en el refugio, su número varía según el tamaño del re-
fugio. Así, en un mismo país puede haber un refugio pequeño con cuatro personas a cargo y
otro grande con 23 (Uruguay).
La mayoría del personal contratado para trabajar en los refugios son mujeres. Los varones
cumplen en general funciones de choferes o seguridad. Se observa la continuación de los ro-
les tradicionales en este reparto de tareas. Seis países no informan el sexo del personal y en
dos países (Ecuador y El Salvador), el personal de los refugios es exclusivamente femenino.
Los refugios más grandes, en general, cuentan con equipos multidisciplinarios que incluyen
servicios psicológicos, jurídicos y de trabajo social para las residentes, además de adminis-
tradora, educadoras y facilitadoras. La mayoría de los Estados ofrece capacitación periódica
al personal. La frecuencia varía. Algunos la ofrecen sólo al inicio de la función; mientras que
otros ofrecen capacitación anual, trimestral o bimensual.
18
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Como se mencionó, la mayoría de los refugios estatales están a cargo de los municipios, en
muchos países el proceso de selección recae en los gobiernos municipales.
En cuanto a las medidas para el cuidado del personal sólo cinco países afirman contar con
apoyo terapéutico. Todos ejercen supervisión sobre el personal, así como entrenamiento que,
en algunos países, se da al comienzo de su trabajo. El otorgamiento de licencias sigue las
normas laborales generales, sin tomar en cuenta, en la mayoría de los casos, las consecuen-
cias físicas o psicológicas resultantes de trabajar de forma permanente con casos de vio-
lencia de género. La rotación de funciones no es común: ocho países declaran que no existe
rotación: cuatro no informan y cuatro admiten que existe.
Los objetivos de los refugios son bastante homogéneos en todos los países. Todos ellos
se concentran en garantizar la seguridad de la persona, promover su resiliencia, facilitar
su transición al exterior del refugio, y en el empoderamiento de la mujer y su derecho a
la libre determinación.
Con respecto a los servicios que ofrecen los refugios: Todos ellos ponen el acento de
manera unánime en las precauciones de seguridad. Se hacen evaluaciones de riesgos y
planificación de la seguridad. La seguridad de un refugio está conectada con el secreto
que debe existir sobre su ubicación. Esto acarrea diversas dificultades: por un lado, al
no conocerse públicamente dónde queda el refugio, el ingreso tiene lugar mediante re-
ferencias de instituciones como la policía, las fiscalías o los servicios de violencia espe-
cializados. En varios países se exige contar con una denuncia ante la policía. Esto agrega
trámites burocráticos y demoras para ingresar al refugio. Por otro, en algunos países
donde actúa la policía municipal o provincial, ya sea en los traslados o en la custodia del
refugio, se han denunciado filtraciones de información que permite a los perpetradores
conocer la ubicación de la víctima. La filtración de información en estos casos reafirma-
ría la persistencia de prejuicios en torno a la violencia hacia las mujeres, naturalización
del problema y ausencia de capacitación.
En relación al apoyo financiero para las residentes, nueve países reportan que no otorgan
ese servicio y cinco países aclaran que cuentan con conexiones con otras reparticiones que
pueden solucionar urgencias financieras. Costa Rica, por ejemplo, referencia al Instituto
Mixto de Ayuda Social con el fin de facilitar un subsidio económico por un tiempo determi-
nado para las mujeres usuarias del servicio Centros Especializados de Atención y Albergue
19
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
que así lo requieran. Argentina cuenta con el programa “Acompañar”, que otorga un subsi-
dio económico por seis meses a las mujeres y personas de la diversidad sexual que sufren
violencia de género.
La mayoría de los Estados informa que ofrecen capacitación laboral a las residentes del refugio.
20
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
5. TENDENCIAS GENERALES
En este panorama general de los refugios, hemos observado las siguientes tendencias:
Aumento de refugios
En el primer Informe Hemisférico del Comité de Expertas del MESECVI, publicado en el año
2008, que podría tomarse como línea de base, se contabilizaron en total 201 refugios. En el
segundo Informe Hemisférico, se reportaron 298 refugios y en este diagnóstico (diciembre
2020), los datos recogidos de 16 países18 muestran que existen al menos 568. A los refugios
existentes deben agregarse las alternativas de alojamiento a través de programas especia-
les, como el de Medellín, Colombia, que se basa en casas de familia preparadas especialmen-
te para alojar a mujeres víctimas de violencia; o el alquiler de plazas en pensiones y hoteles,
como en Buenos Aires, Argentina y Uruguay.
Normalización legislativa
En su gran mayoría los refugios están regulados por leyes. En algunos casos son normas na-
cionales, en otros provinciales y/o municipales. En general, el funcionamiento de los refugios
en la actualidad sigue lineamientos de políticas públicas, programas y planes nacionales de
lucha contra la violencia.
21
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las mujeres quedaron atrapadas entre las recomendaciones de autoridades de no salir del
hogar, y por tanto sujetas a la pérdida de empleos y la sobrecarga de tareas de cuidado tra-
dicionales, a las que se sumaron el apoyo escolar para las hijas e hijos que no asistían a la
escuela. A esto debe sumarse que la tensión del encierro permanente dio lugar a un aumento
de casos de violencia que no pudieron ser reportados en los espacios de denuncia tradiciona-
les porque los servicios especializados se cerraron al comenzar la pandemia. El cierre de los
refugios en este contexto privó de una salida segura a miles de mujeres en la región.
La CIM y el MESECVI hicieron recomendaciones específicas a los Estados sobre este tema, te-
niendo en cuenta que “[l]as infraestructuras de albergues o lugares de refugio para mujeres
víctimas de violencia y sus familiares tienen limitaciones de capacidad, sanitarias y presu-
puestarias. Esta situación se complicará a medida que se intensifica el confinamiento por lo
que es necesario contemplar las medidas de exclusión [del agresor] del hogar [...], y no solo
22
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
pensar en albergues para las mujeres y sus familias; así como poner en marcha albergues
temporales extraordinarios; y/o habilitar hoteles y otros alojamientos para la recepción de
mujeres, niñas y niños, y adultas mayores, los cuales deben contar con presupuesto y proto-
colos de atención adecuados.”23
23
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Si bien el Estado no informa sobre la fecha de creación de los refugios, hay datos de refu-
gios creados en la década del 90.25 Tampoco informa sobre los presupuestos destinados a
cubrir los gastos.
Los refugios están regulados por normas nacionales, provinciales y municipales. En el pla-
no nacional, la Ley N° 26.485 de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interper-
sonales” (artículo 10 inciso 6) pide garantizar: “Instancias de tránsito para la atención y
albergue de las mujeres que padecen violencia en los casos en que la permanencia en su
domicilio o residencia implique una amenaza inminente a su integridad física, psicológica o
sexual, o la de su grupo familiar, debiendo estar orientada a la integración inmediata a su
medio familiar, social y laboral”.
Hay normas nacionales, provinciales y municipales que regulan los refugios. Su manejo está en-
marcado dentro de Planes Nacionales emitidos por el Ministerio de las Mujeres. En la actualidad
está vigente el Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género 2020-2022.
Este Programa intenta impulsar un “nuevo paradigma de abordaje integral de las violencias
que contempla impulsar políticas públicas para crear condiciones materiales que garanticen
que las personas y grupos más afectados por las violencias de género puedan desarrollar
un proyecto de vida autónomo.” Cuenta con dos ejes principales: Por un lado, dar “apoyo
económico equivalente al Salario Mínimo, Vital y Móvil por un período de seis meses conse-
cutivos a mujeres y personas LGBTI+ que se encuentran en riesgo por situación de violencia
por motivos de género. Por el otro, dar acompañamiento integral y acceso a dispositivos de
fortalecimiento psicosocial para las personas incluidas en el programa, de forma coordinada
con los gobiernos provinciales y locales.”26
24
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
En cuanto a las personas protegidas los Dispositivos de Protección deben garantizar el ingre-
so de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries, intersexuales, gays, y otras
identidades no heteronormativas y su grupo familiar a cargo que se encuentren en situación
de violencias por motivos de género. Asimismo, se proponen construir redes de apoyo para
el momento del egreso y el desarrollo de acciones ligadas al aumento de autonomía socioe-
conómica, a través de programas gestionados por ministerios, áreas de género y otras áreas
locales, provinciales y/o nacionales.
La mayoría de los refugios, salvo los de la Provincia de Misiones, cuentan con Protocolos de
atención. En octubre 2020, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual nacional
presentó la Guía de Intervención para Dispositivos Territoriales de Protección de Personas
en Situación de Violencia por Motivos de Género, como insumo de formación dirigido a todas
las personas que integran los equipos interdisciplinarios que desarrollan tareas en los dis-
positivos territoriales de protección integral como denomina a los refugios, albergues, hogares
de protección integral y casas de protección, los que deberán capacitarse para el abordaje
integral de las violencias por motivos de género.
25
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
datos que identifican al dispositivo; b) sobre el caso, donde se identificarán las variables co-
rrespondientes a la persona que ingresa al dispositivo territorial de protección; y c) Relación
entre el Dispositivo Territorial de Protección Integral y el caso, que contendrá las variables
que tienen que ver con lo que transcurre desde el ingreso de una persona hasta su salida.
Estos planes acaban de ser diseñados y comienzan a ponerse en práctica, por lo que no
disponemos de informes de evaluación. Sería deseable que se implementara un mecanis-
mo de monitoreo que permita identificar las ventajas y obstáculos que se encontraron en
su puesta en marcha.
Bolivia
En Bolivia se informa la existencia de 23 refugios, repartidos en los nueve departamentos del
país. El año de creación del primer refugio es el 2004. Si bien el Estado informa que todos son
gubernamentales, existe al menos uno gestionado en conjunto con el centro de Promoción
de la Mujer “Gregoria Apaza”. Asimismo, se reporta que, salvo este refugio mixto, los demás
cuentan con fondos gubernamentales.
Están regulados por la ley nacional N°348 , “Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una
Vida libre de Violencia”29 ,leyes departamentales y regulaciones municipales. La ley 348, en
su artículo 24 plantea que “Los programas y servicios de atención serán organizados, coor-
dinados y fortalecidos en cada municipio con cargo a su presupuesto anual, como instancias
de apoyo permanente a los Servicios Legales Integrales Municipales y las Casas de Acogida
y Refugio Temporal. La atención que presten dichos servicios deberá ser prioritaria, per-
manente, especializada y multidisciplinaria. Actuarán de manera coordinada con todas las
instancias estatales de garantía, en especial con la Policía Boliviana, el Órgano Judicial e
instituciones de salud.”
Todo servicio de atención deberá ser extensivo a las hijas e hijos de la mujer en situación de
violencia y a otras personas dependientes en condiciones de riesgo.” También cuenta con
una política pública específica y un Plan nacional de violencia.
26
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Su funcionamiento está incluido en la Política Pública Integral para una Vida Digna de las Mu-
jeres Bolivianas.30 Bolivia cuenta también con un Plan de Acción contra los Feminicidios y la
Violencia Machista.31 En cuanto a Programas, la Casa Municipal de Acogida para Mujeres en
Situación de Violencia del Servicio Legal Integral Municipal del Gobierno Autónomo Municipal
de Sucre cuenta con un programa. No informan sobre los temas específicos.
La capacidad de alojamiento varía entre dos personas en el refugio más pequeño hasta 50
en el más grande. En cuanto a los hijos/as, no hay cupos específicos y el límite de edad para
su admisión es de18 años para ambos. El período de alojamiento va entre uno a seis meses,
pero puede prolongarse en casos necesarios. En cuanto a los criterios de admisión, estos
están estipulados en la Guía para la gestión de casas de acogida y refugios temporales.
El número de personas que trabajan en los refugios varía de cuatro a 17 personas, según el ta-
maño del refugio. En los más importantes se cuenta con un equipo multidisciplinario integrado
por una psicóloga, una trabajadora social, un abogado, dos técnicos, un portero, una secretaria,
una recepcionista, un médico (del municipio), un chofer, una costurera, un maestro de com-
putación, una repostera, una maestra de manualidades y una coordinadora del Servicio Legal
Integral Municipal32 Si bien se aclara que reciben capacitación, no se especifica la frecuencia.
Los objetivos de los refugios son amplios y comprenden la seguridad de la persona alojada,
su empoderamiento y atención, atención psicológica, asesoramiento legal, así como parti-
cipación en grupos de trabajo. No incluye apoyo financiero ni acompañamiento a la policía
o a otras instituciones.
Brasil
En este país se proveyeron dos respuestas al cuestionario sobre refugios. Por un lado, la
Secretaría Nacional de Políticas para las Mujeres, dependiente del Ministerio de la Mujer, la
Familia y los Derechos Humanos respondió sobre la existencia de 78 Casas Abrigo, con datos
actualizados hasta agosto 2020. Por otro lado, la Secretaría Nacional de Asistencia Social del
Ministerio de la Ciudadanía envió datos sobre 100 Unidades de Acogida. Ambos dispositivos
suman 178 refugios y deben analizarse en conjunto.
En relación con las Unidades de Acogida, con excepción de la más antigua (no gubernamen-
tal) en la región, creada el 19 de agosto de 1964, (Unidade de Acolhimento Lar Espirita Esperi-
diao Prado, en Rio Claro), las demás fueron fundadas en la década del 90 y siguientes.
27
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
• Lei Orgânica da Assistência Social – LOAS (1993) y reformas posteriores (“Lei do SUAS”.
Lei Nº 12.435, de 6 de julho de 2011 que altera a LOAS e dispõe sobre a organização da
Assistência Social).33
• Política Nacional de Assistência Social – PNAS (2004)34
• Tipificação Nacional dos Serviços Socioassistenciais35
• Ley Maria da Penha (Lei 11.340 de 2006).36
• El censo del SUAS, es un proceso de seguimiento que recoge datos a través de un formu-
lario electrónico rellenado por las Secretarías y Consejos de Asistencia Social de los Es-
tados y Municipios. Fue regulado por el Decreto Nº 7.334 del 19 de octubre de 2010. Entre
los objetivos del Censo, podemos mencionar: Producir datos sobre la implementación de
la política asistencial en el país; mejorar la gestión del SUAS y la calidad de los servicios
asistenciales prestados a la población;iIdentificar los avances, limitaciones y desafíos de
la institucionalización del SUAS; y proporcionar información que permita al poder público
dar transparencia y asumir responsabilidad de sus acciones ante la sociedad.37
• El Sistema Único de Asistencia Social (CadSUAS) es el sistema de registro del SUAS, que
incluye toda la información relacionada con los ayuntamientos, el organismo gestor, el
fondo y el consejo municipal y estatal, el equipo de asistencia social y las entidades que
prestan servicios de asistencia social.38
La capacidad de las Unidades de Acogida varía entre dos y 70 lugares. Si bien la mayo-
ría recibe de manera amplia a mujeres migrantes, indocumentadas, con discapacidades,
lesbianas y transgénero, en varias unidades el acceso está reservado para mujeres que
sufren violencia doméstica.
Además de cumplir con los objetivos generales de los refugios en materia de seguridad,
resiliencia, transición al exterior y empoderamiento de la mujer, se proponen promover el
acceso a la red de calificación con miras a la inclusión productiva y facilitar la construcción
de proyectos personales destinados a superar la situación de violencia.
En cuanto a las Casas de Abrigo, según las Directrices Nacionales para la Acogida
(2011)39, deben ser espacios para “(...) la seguridad, la protección, la (re)construcción de
la ciudadanía, el rescate de la autoestima y el empoderamiento de las mujeres, basados
en valores feministas”.
28
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las Casas de Abrigo son servicios públicos (municipales, estatales, regionales y/o con-
sorciales) que tienen por objeto proporcionar, con carácter temporal, medidas de protección
de emergencia y lugares seguros para acoger a las mujeres en situaciones de violencia do-
méstica y familiar con o sin hijas/os.
La primera Casa Abrigo se estableció en São Paulo, en 1986 - Centro de Convivência para
Mulheres Víctimas de Violência Doméstica (Convida). Actualmente, hay 78 Casas abrigo en el
territorio brasileño. La mayor concentración se encuentra en el sudeste del país (25 instala-
ciones) y en el sur (13 instalaciones). En su mayoría, estos espacios dependen de la Asisten-
cia Social, con algunas excepciones en las que las Casas están vinculadas a la Seguridad Pú-
blica, a la Justicia o la Salud. La mayoría de los servicios son gubernamentales (son servicios
municipales y/o estatales) y confidenciales.
El funcionamiento de las Casas de Abrigo está inserto en una política pública, concentrada en
las Diretrizes nacionais de abrigamento,40 así como en una Política Nacional de enfrentamen-
to à violência contra as mulheres.41
Chile
Cuenta con 43 casas de acogida para violencia de género, creadas desde el año 2007 y una casa
para víctimas de Trata fundada en el año 2012. Las primeras están distribuidas en las 16 regio-
nes del país y la segunda está ubicada en la región metropolitana. Todas son gubernamentales.
29
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
En el último Informe de Gestión Anual de las Casas de Acogida del Servicio Nacional de la
Mujer y la Equidad de Género (Sernameg) (sobre el año 2019, publicado en enero 2020), se
las define como “dispositivos residenciales de carácter temporal, destinados a brindar pro-
tección a mujeres de 18 años y más, con o sin hijos/as, que se encuentren en situación de
riesgo grave y/o vital producto de la violencia vivida por parte de su pareja o ex pareja.” Los
hijos/as son recibidos hasta los 14 años de edad.
Estos dispositivos son implementados por organismos ejecutores que corresponden a municipa-
lidades y fundaciones privadas sin fines de lucro, a través de convenios de transferencia directa.
Los datos sobre las casas de acogida son recolectados por el Sistema Informático Unificado
de Registros de la Unidad en Violencia contra las Mujeres. Cuentan además con un servicio
de asesorías y supervisiones técnicas que, hasta el inicio de la pandemia, incluía visitas a los
distintos territorios y encuentros nacionales de encargadas. A partir de la restricción de acti-
vidades, estas tareas comenzaron a efectuarse a través de modalidad a distancia, por medio
de llamadas telefónicas, correo electrónico y videollamadas. Para ello, el equipo nacional se
organizó en función de tres grandes zonas del país: norte, centro y sur, distribuyendo regio-
nalmente la asesoría directa a las regiones que componen estas tres zonas geográficas.”42
Las Casas de Acogida se financian con recursos públicos, sin embargo, son ejecutadas median-
te terceros, quienes celebran un convenio con una institución gubernamental, el Sernameg.
El presupuesto anual es de USD$ 6.485.741,00 para las Casas de Acogida y USD$ 164.520,00 para
el refugio de víctimas de Trata. No es posible calcular el costo de cada casa de acogida debido a
que tienen diferentes dimensiones, cantidad de personal y diversidad de servicios profesionales.
Las casas de acogida no están reguladas por una ley nacional, pero eso no significa que ca-
rezcan de normas, ya que su funcionamiento se rige por una política pública ejecutada por
entidades públicas y/o privadas que incluyen organizaciones sin fines de lucro, municipios,
gobernaciones, servicios de salud. El país cuenta también con un Plan Nacional contra la
Violencia hacia las Mujeres 2019-2030 y con el Programa de Atención, Protección y Repara-
ción en Violencia Contra las Mujeres del Sernameg. Además, el funcionamiento de las ca-
sas de acogida se rige por las “Orientaciones Técnicas de Casas de Acogida”.
30
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
del dispositivo que ocurre durante la fase de salida. Por último, se incorpora una última fase
que corresponde al seguimiento, y se efectúa en un plazo definido según el tipo de salida de
la mujer (egreso, deserción, traslado, retiro) considerando la fecha en que se produce cual-
quier tipo de salida.”43
Debido a las intensas movilizaciones sociales que tuvieron lugar durante los últimos me-
ses en el país y a la aparición de casos de violencia contra las mujeres en el marco de
manifestaciones públicas, se decidió ampliar el criterio de admisión más allá de la violen-
cia doméstica para todas aquellas mujeres que pudieron ser afectadas por el contexto de
movilización ciudadana.
Asimismo, los servicios fueron evaluados y se decidió crear dos programas piloto a partir del
año 2020: el dispositivo piloto de Representación Jurídica de Mujeres en el Centro de Medidas
Cautelares de Santiago y el piloto de Atención Continua para mujeres víctimas de violencia
grave en contexto de pareja o ex pareja. Además, se agregó un Centro de Atención Reparato-
ria Especializado para mujeres víctimas de violencia grave en contexto de pareja o ex pareja.
El modelo cuenta con un Indicador de seguimiento a través del cual el Programa evalúa las
condiciones en que se encuentran las mujeres luego de salir de la Casa de Acogida. La idea
es constatar si ha habido cambios en su vida, o identificar futuras amenazas a tiempo, para
garantizar protección si fuera necesario.
Un aspecto a destacar del modelo chileno es que, al contar con informes de evaluación, se
pudieron identificar nudos críticos que les permiten realizar cambios e implementar nue-
vos programas, reforzar los equipos regionales, perfeccionar la coordinación intersectorial
e introducir mejoras.
Colombia
El informe gubernamental reporta que existen nueve refugios. Sin embargo, hemos identifica-
do otro en Cali y un modelo alternativo llamado “Mecanismo de Hogares de acogida” en Mede-
llín, lo que haría un total de diez refugios y un programa. Según el reporte del Estado, el primer
refugio fue creado en 2011 (Fundación Lazos de Amor por Colombia, Yumbo, Valle del Cauca).
Hay refugios que dependen del Estado, dos de organizaciones no gubernamentales y uno
mixto. En cuanto a las normas que regulan su vigencia, en principio son las leyes 1098 y
1257.45 Existen, además, dos políticas públicas que deben aplicarse de manera combinada: la
de Primera Infancia y la de las Mujeres Víctimas de Violencia.
31
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
La Alcaldía de Bogotá cuenta con una política pública, a través del Acuerdo 584 DE 2015 del
Concejo de Bogotá, por el que se adoptan los lineamientos de la política pública de mujeres y
equidad de género en el distrito capital y se dictan otras disposiciones46 y un programa espe-
cífico: el Acuerdo 631 de 2015 del Concejo de Bogotá, por medio del cual se institucionalizan
las casas refugio en el distrito capital en el marco de la ley 1257 de 2008.47
También diseñaron un Modelo de Atención que “responde al Plan de Desarrollo 2020 – 2024
“Un nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del siglo XXI”, contribuyendo con el
propósito No. 3 “Inspirar confianza y legitimidad para vivir sin miedo y ser epicentro de cul-
tura ciudadana, paz y reconciliación”; el logro de ciudad No. 22 “Reducir el machismo y las
violencias contra las mujeres”; el programa estratégico No. 3 “Prevención de violencias de
género y reducción de discriminaciones” y el programa No. 40 “Más mujeres viven una vida
libre de violencias, se sienten seguras y acceden con confianza al sistema de justicia”, el cual
contempla dentro de sus metas estratégicas, ampliar a seis el modelo de operación de Casas
Refugio en la ciudad para la protección de la vida e integridad de las mujeres y sus sistemas
familiares, priorizando la ruralidad y una modalidad intermedia.”
Actualmente existen cinco casas refugio en Bogotá, con un presupuesto anual de1.025.000
dólares americanos.
En cuanto al modelo de Medellín, de los Hogares de Acogida, estos son casas de familia que
“realizan la atención temporal en alojamiento, alimentación, acompañamiento psicosocial
y jurídico a mujeres víctimas de violencias basadas en género (.…) Se realiza una previa
valoración del riesgo, para brindar la atención inmediata y temporal a mujeres mayores
de 18 años y a adolescentes residentes en el municipio de Medellín (zona rural y urbana),
que denuncien o pongan en conocimiento de las autoridades competentes situaciones de
[violencia basada en género] y violencia intrafamiliar por parte de su pareja o ex pareja, res-
pectivamente, que atenten contra su vida e integridad personal. También se brinda atención
a sus hijas e hijos menores de 18 años y a los mayores de 18 años que por sus condiciones
físicas o mentales se encuentren en discapacidad leve, moderada o inimputabilidad, según
certificación médica. El servicio se prestará por 42 días, durante los cuales se brinda aloja-
miento, alimentación, atención psicológica –individual y grupal-, asesoría y acompañamien-
to jurídico. Durante este periodo se activa la red de apoyo familiar o personal, para que la
mujer sea acogida al momento del egreso y se brinda el acompañamiento pertinente. A su
vez, se brinda atención psicológica a los hombres presuntos agresores o victimarios (cónyu-
ges, compañeros permanentes, hermanos, novios, hijos, entre otros) que la soliciten o sean
remitidos por instituciones competentes.”48
Todas las casas refugio cuentan con estatutos y protocolos para la recepción, atención, deri-
vación y egreso. En Bogotá, cuentan con un Manual de convivencia.
32
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las autoridades del refugio son designadas según su pertenencia. Así, en Bogotá quien de-
signa y asume las responsabilidades de la gestión es la Secretaría Distrital de la Mujer; en
los mixtos es la coordinadora general y en los no gubernamentales la Junta Directiva de la
fundación o la Asamblea.
Todos los refugios cuentan con mecanismos de vigilancia y auditoría, y si bien anuncian que
existen mecanismos de evaluación, no disponen de ningún informe.
En cuanto al cupo de personas alojadas varía entre 10 y 42 según los refugios. Los límites de
edad para los varones van desde los 14 años en un refugio, 17 en otros dos y 18 en los demás.
El tiempo de admisión varía entre un mes y cuatro meses.
Los requisitos de admisión son distintos según los refugios, aunque la mayoría admite cen-
tralmente a mujeres víctimas de violencia de género. Así, en Bogotá se reciben a mujeres
víctimas de violencia basada en género que cuenten con una Medida de Protección emitida
por la autoridad competente, además de los criterios establecidos en el Acuerdo 631 de 2015
del Concejo de Bogotá49 y mujeres remitidas por alguna de las entidades competentes en la
atención a víctimas en el marco del conflicto armado.
En el hogar de acogida de Buenaventura, manejado por una fundación, para que una mujer
sobreviviente de violencias y de amenaza de muerte pueda acceder junto con sus hijos e hijas
menores de edad deben cumplir con las siguientes condiciones:
a) Que se hallen bajo medida de protección emitida por una autoridad competente por riesgo
o peligro contra su integridad física;
b) Que sean mayores de edad, víctimas de violencia por razones de género y violencia intrafa-
miliar en contexto doméstico, conforme lo estipulado en la Ley 1257 de 2008 y/o en contexto
de conflicto armado de acuerdo con lo estipulado en la Ley 1448 del 2011;
c) Que no cuenten con redes de apoyo;
d) Que no sean consumidoras de drogas alucinógenas;
e) Que no tengan diagnósticos de enfermedades mentales;
f) Que no sean habitantes de calle; y
g) Que no sean menores de edad directamente afectadas, puesto que es competencia de otro
órgano del estado (ICBF).
33
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Costa Rica
El reporte gubernamental de este país da cuenta de la existencia de tres CEAAM (Centros
Especializados de Atención y Albergue para Mujeres Víctimas de Violencia, sus hijas e hijos)
y repasa su historia:
A inicios de los 90 existió un albergue ubicado en el Centro Mujer y Familia, con una capacidad
para dos familias, atendido solamente por una persona, sin posibilidad de brindar atención pro-
fesional especializada. Este es el origen del albergue del Área Metropolitana. A finales de 1994
inicia la administración de un albergue con mayor capacidad, gestionado por la ONG PROCAL.
En 2001 los centros de atención pasaron a ser gestionados por CEFEMINA, otra organización
no gubernamental. En 2002 y 2003 estuvieron a cargo de una contratista privada. El albergue
de la zona atlántica inicia su funcionamiento en 1998 y el centro ubicado en la actualidad en
Occidente en 2002, en ese momento en Puntarenas. A partir de 2005 los centros de atención
pasan a ser parte de la estructura institucional del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU).
Los CEAAM están ubicados en tres provincias diferentes: San José, Alajuela y Limón. Los tres
son gubernamentales. El presupuesto anual para todos los CEAAM es de US $600.000. Pue-
den alojar hasta 20 mujeres y 60 niños/as en total. Los niños pueden ser admitidos hasta los
13 años. Mayores de esa edad no se admiten. No hay límite de edad para las niñas.El límite de
permanencia es de tres meses, pero puede extenderse si la situación lo requiere.
En cuanto a los criterios de admisión, se aclara que la población meta está compuesta por
mujeres víctimas de violencia en riesgo de muerte por femicidio que se puedan valer por sí
mismas y sus hijas (de cualquier edad) e hijos (menores de 13 años) y mujeres en situación
de trata. Los CEAAM no están diseñados para mujeres víctimas de violencia que:
• No pueden valerse por sí mismas;
• Con consumo activo de drogas;
• Con condición psiquiátrica sin medicación; y
• Mujeres que tienen una enfermedad infecto-contagiosa (en contexto COVID en la actuali-
dad ellas pasan primero por un tamizaje y si están con contagio COVID se les ubica en un
espacio alternativo al lado de uno de los CEAAM hasta que cumplan cuarentena).
Los CEAAM cuentan con protocolos. En general, se realiza una entrevista al momento de in-
greso en la cual se explica el reglamento del Centro, la metodología de trabajo y se aclaran
las dudas. Cuentan con un buzón en el que las usuarias pueden escribir sus quejas o denun-
cias, de manera confidencial. Este buzón es revisado exclusivamente por la Contraloría de
Servicios de la Institución.
34
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las derivaciones a otro servicio se producen cuando la vida o la integridad física de las muje-
res, sus hijas e hijos no están amenazadas o cuando dadas las características de la situación
de la mujer debe encargarse otra Institución. En el caso de las mujeres menores de edad sin
hijos e hijas, se derivan al Patronato Nacional de la Infancia. Si es una mujer con consumo
activo de sustancias, es referida al Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia. Las
mujeres que presentan una condición psiquiátrica que impide su estancia en el CEAAM son
referidas al Hospital Nacional Psiquiátrico. Los casos de mujeres con discapacidad que im-
pide su vida independiente, son referidas al Consejo Nacional de Personas con Discapacidad.
También se les gestiona todo lo vinculado a procesos de denuncia y legales en coordinación
con las instancias judiciales correspondientes.
El marco legal está dado por las leyes N° 7586, Ley contra la Violencia Doméstica y 7499 que
ratifica la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra
la Mujer. Cuentan además con un Plan Nacional para la Atención y la Prevención de la Violencia
contra las Mujeres y Violencia Intrafamiliar (PLANOVI), que es quinquenal.50 Dentro del orga-
nigrama institucional, están a cargo de una Unidad de Servicio institucional, dependiente del
INAMU, quien además designa a las autoridades y asume las responsabilidades de la gestión.
Cada CEAAM cuenta con una jefatura directa. Los tres CEAAM están a cargo del Departamen-
to de Violencia de Género, dependiente de la Coordinadora del Departamento de Género del
INAMU. Existen informes de gestión trimestrales, así como de evaluación, a cargo de la Uni-
dad de Planificación del INAMU.
En cada CEAAM trabajan 22 personas, 19 mujeres y tres varones. Las funciones que desem-
peñan son: una Jefatura de unidad, una técnica administrativa, una abogada, una trabajadora
social, una psicóloga de adultas, una psicóloga de niñas y niños, cinco auxiliares, una maes-
tra en convenio con el Ministerio de Educación Pública, cuatro cocineras, cuatro personas de
seguridad y dos personas encargadas de la limpieza.
En cuanto a las capacitaciones, estas se concretan a lo largo del año en diferentes temáticas
atinentes al ejercicio profesional de cada funcionaria. A lo interno del CEAAM se realizan
procesos aislados de capacitación y sensibilización para las personas colaboradoras como
cocineras, personal de seguridad y limpieza en diferentes temas de violencia de género.
35
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
La supervisión está a cargo de la jefatura de Unidad. Las licencias del personal se disponen
según la normativa de recursos humanos del INAMU y anualmente se realiza un proceso de
autocuidado del personal.
En cuanto a los servicios que prestan los CEAAM, se incluyen además de los tradicionales,
capacitación, asesoría y acompañamiento legal, psicológico y de trabajo social. Se realizan
coordinaciones interinstitucionales en caso de ser requeridas. Se da capacitación para el
desarrollo de habilidades para la empleabilidad. Se brindan cursos semanales de ejercicios
y preparación de alimentos.
En relación con el apoyo financiero a las residentes, el INAMU no cuenta con subsidios fi-
nancieros para las usuarias de los servicios de los CEAAM. Sin embargo, se realiza una re-
ferencia al Instituto Mixto de Ayuda Social con el fin de facilitar un subsidio económico por
un tiempo determinado para las mujeres usuarias del servicio CEAAM que así lo requieran.
Ecuador
Según el reporte gubernamental, existen seis refugios, cinco de los cuales son manejados
por organizaciones no gubernamentales: Casa de Refugio Matilde (Quito, 1990); Casa Amiga
(Sucumbios, 2004); Casa María Amor (Cuenca, 2004); Casa de Primer Acogida Paula, (Orella-
na, 2004); Casa Hogar de Nazareth, (Guayaquil, 2008). Están agrupadas en la Red Nacional de
Casas de Acogida, creada en el año 2008. El sexto, es la Casa de la Mujer creada a inicios del
2020 en Quito por el Municipio.
El origen de los fondos de los hogares manejados por ONG es mixto (Estado y ONG) y se dis-
tribuye de la siguiente manera:
La Casa de la Mujer de Quito recibe fondos del Estado Municipal y su presupuesto anual es
de US $360.000.
Las normas que rigen los refugios son: Constitución de la República del Ecuador51 (art. 70);
Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (arts. 1-3)52; Código Orgánico
Integral Penal53, (arts. 155-159), además de la Convención sobre la Eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, San-
cionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
36
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Todas las casas refugio cuentan con estatutos y reglamentos. En el caso de las manejadas
por ONG, las autoridades de las Casas Refugio son nombradas por la Asamblea General de
la fundación. La responsabilidad de la gestión es asumida por la representante legal de cada
casa. Si bien se informa que existen mecanismos de vigilancia y evaluación, no hay informes
de evaluación. En el caso del refugio municipal de Quito, son nombradas por la Dirección de
la Unidad Patronato Municipal San José, mientras que las responsabilidades de gestión son
asumidas por el Director de la Unidad Patronato Municipal San José, la Directora de Ejecu-
ción Técnica y la Coordinadora de la Casa de la Mujer.
El resto de las casas tienen también protocolos de recepción y cuidado. Las residentes son
informadas sobre sus derechos al ingresar al refugio y cuentan con un mecanismo de denun-
cia. La derivación a otros servicios depende de las necesidades de cada mujer y se efectúa
de acuerdo a una hoja de ruta.
En cada refugio trabaja un promedio de siete personas, que son mujeres en su totalidad. El
equipo básico está formado por: psicóloga, trabajadora social, abogada, educadora, facilita-
doras y administradora, que reciben capacitación aproximadamente cada seis meses. Hay
procesos establecidos de selección y contratación; no rotan en sus funciones.
37
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Los objetivos de los refugios son: garantizar la seguridad de la persona; promover su resi-
liencia y empoderamiento y facilitar su transición al exterior del refugio. Brindan servicios de
atención psicológica, jurídica y acompañamiento a la policía y otros trámites. Todos cuentan
con grupos de trabajo sobre la violencia y capacitación laboral. En cuanto al apoyo financiero,
depende de la gestión de la casa de acogida.
El Salvador
En este país hay cinco refugios ubicados en tres departamentos (San Salvador, Cabañas y
Usulután). Dos son mixtos, o sea que, si bien son operados por organizaciones no guberna-
mentales, disponen de fondos de los municipios y coordinan su accionar con ellos.
No contamos con datos sobre los presupuestos de cada refugio. Sólo se informa que uno de
los no gubernamentales, (CAMUJER de Sensuntepeque) recibe de la Alcaldía municipal un
promedio de US$30 a US $50 dólares al mes. No se aclara si es un monto total o para cada
persona alojada. Para el Albergue que el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mu-
jer (ISDEMU) sostiene en San Salvador (Albergue para la atención y protección de mujeres
víctimas de violencia del ISDEMU) si bien se menciona un monto, se aclara que eel mismo
(US $1,064,775) corresponde al Programa Integral para una Vida Libre de Violencia para las
Mujeres y dentro de esta estructura se encuentra el Albergue.
La norma que regula la existencia de los refugios es la Ley Especial Integral para una Vida
Libre de Violencia (LEIV, Art. 26).54 A la vez, se enmarcan en la Política Nacional para el Ac-
ceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.55 El accionar de los refugios también se
encuentra inserto en el Plan de Acción Quinquenal de la Política Nacional para el Acceso de
las Mujeres a una Vida Libre de Violencia 2016-2021.56
En relación a los Estatutos y reglamentos, sólo el Albergue de ISDEMU reporta que cuenta
con Lineamientos para acreditación y funcionamiento de Casas de Acogida, además de una
Guía, y monitoreo y evaluación para la acreditación de las Casas de Acogida.57 Ambos ins-
trumentos se encuentran en proceso de actualización en el marco armónico del Proyecto de
servicios esenciales de Naciones Unidas.
38
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
En el Albergue para víctimas de violencia y testigos a cargo del sector justicia, la responsabi-
lidad recae en la Unidad Técnica Ejecutiva del Sector Justicia (UTE) y en el refugio destinado
a migrantes, recae en el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP).
Los criterios de admisión exigen una entrevista, en la que se determina si la mujer es vícti-
ma de violencia de género, se identifica el nivel de riesgo y se exige el consentimiento de la
usuaria. El informe gubernamental aclara que en el refugio del ISDEMU la protección se brin-
da a todas las mujeres que se encuentran en riesgo en su integridad física, por lo que se ha
brindado protección a mujeres en situación migratoria irregular, lesbianas, con discapacidad,
y mujeres transgénero.
En cuanto a los protocolos de atención, sólo el Albergue de ISDEMU cuenta con Lineamientos
generales y un protocolo. En los demás o está en proceso de elaboración o no cuentan con
esa herramienta.
Las derivaciones a otros servicios se realizan según las diferentes necesidades de las muje-
res. Todas las mujeres reciben atención psicosocial, médica y se les brinda acompañamiento
a diferentes instituciones dependiendo de sus necesidades. Se refiere para atención psicoló-
gica al ISDEMU, para atención en salud al Ministerio de Salud y se coordina para traslado con
la Policía Nacional Civil.
El personal de los refugios va de tres en el más pequeño a 23 en el más grande. Todas son mu-
jeres. Cuatro refugios no reportan sobre la capacitación al personal, salvo en el que depende
de ISDEMU, el cual informa que se dan capacitaciones cada tres meses incluido el autocuidado.
Entre las funciones que realiza el personal se destacan: brindar atención psicológica y en cri-
sis, orientación legal, apoyo para la elaboración de proyecto de vida, identificación de redes de
apoyo, plan de seguridad, seguimiento de su proceso de escolaridad en mujeres, adolescentes
niñas y niños, atención médica, acompañamientos, talleres vocacionales y capacitaciones.
Los refugios brindan todos los servicios tradicionales. El del ISDEMU promueve también la
autonomía económica y brinda apoyo financiero en coordinación con otros organismos. Dos
de los refugios dan capacitación laboral.
39
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Guatemala
Actualmente están funcionando en este país ocho albergues: cuatro a cargo de los CAIMUS
que administra el Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM), situados en la capital, Escuintla,
Suchitepéquez y Rabinal, y Baja Verapaz. Además, funciona uno en el CAIMU de Nuevos Ho-
rizontes en Quetzaltenango y otro en el CAIMU de Asogen en Chimaltenango. La Fundación
Sobrevivientes tiene un Albergue en la Capital y la Asociación Ak’Yu’Am (Nueva Vida) tiene un
albergue en Cobán, Alta Verapaz. Cinco de esos CAIMUS están sostenidos por el Estado y los
otros tres, que también eran apoyados con fondos gubernamentales, desde 2017 se sostie-
nen con fondos de donantes privados.
El refugio más antiguo fue creado en 1993 por la asociación Nuevos Horizontes de Quetzaltenango.
Los CAIMUS ofrecen distintos servicios. El refugio es uno de ellos. “Es un espacio seguro y
tranquilo para las mujeres que se encuentran en alto riesgo y sin apoyos familiares segu-
ros, para que inicien un proceso de empoderamiento que les permita reflexionar y tomar
decisiones informadas, considerando todas las opciones con que cuentan para enfrentar la
problemática de violencia. Esta es un área del CAIMUS, pero se encuentra ubicada en un lugar
distinto por seguridad.”58
A la hora de analizar los fondos con que cuentan los CAIMUS, tenemos que tomar en cuenta
que el albergue es sólo una de sus áreas de servicio, por tanto, no todo el dinero recibidoes
destinado al refugio. El informe gubernamental reporta los fondos anuales de origen guber-
namental de cinco CAIMUS:
• Guatemala: US $393.600
• Rabinal- Baja Verapaz: US $153.119
• Suchitepequez: US $130.872
• Escuintla: US $141.074
• Quetzaltenango: US $127.302
Todos los CAIMUS cuentan con estatutos, reglamentos y manuales administrativos. Las auto-
ridades del refugio son nombradas por la Coordinación Ejecutiva. Las responsabilidades por
la gestión son asumidas por la Junta Directiva y la Dirección.
Los mecanismos de vigilancia son combinados entre la Coordinadora Nacional para la Pre-
40
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
La norma que rige los refugios es la Ley de Femicidios y otras formas de violencia. Cuentan
además con una Política Pública Nacional de Promoción y Desarrollo de las mujeres,60 que
a la vez confluye con la Política Nacional de Prevención de la Violencia y el Delito, Seguridad
Ciudadana y Convivencia Pacífica 2014-2034 del Ministerio de Gobernación.61 Cuentan ade-
más con un Plan Nacional a largo plazo para enfrentar la violencia, el PLANOVI 2020-2029 de
SEPREM y un Plan Nacional de Prevención de la Violencia del Ministerio de Gobierno.62
La permanencia varía según el refugio. En los más pequeños es de uno a tres días mientras
que en los más grandes es indefinida, hasta el retiro de la orden de abrigo y protección dicta-
das por un juez o jueza en adolescentes, y para mujeres mayores de edad cuando resuelvan
su situación y de manera voluntaria decidan ser egresadas.
Los CAIMUS admiten a Mujeres sobrevivientes de violencia de género. Todas las mujeres de-
ben venir debidamente identificadas, preferiblemente con denuncia y medidas de seguridad.
En general se recibe a mujeres mayores de edad sobrevivientes de violencia, y a adolescen-
tes sobrevivientes de violencia con orden judicial, “con facultades mentales aceptables”. En
caso de emergencia pueden recibir a migrantes y refugiadas.
Las residentes son informadas de sus derechos, pueden participar de la vida del refugio, y
son atendidas por las diversas áreas de servicio de los CAIMUS.
El equipo que permanece por turnos en el refugio está compuesto por cinco integrantes mu-
jeres, además de un hombre (piloto quien no se mantiene en el refugio, únicamente cuando se
requiere el servicio). A ellas se suman 10 integrantes del equipo multidisciplinario que brinda
apoyo integral a las áreas del CAIMUS por la vía externa pero que también atienden a las mu-
jeres y sus hijas e hijos que se encuentran dentro del albergue. Sus funciones consisten en
la organización y acompañamiento de las acciones, actividades y gestiones desde el ingreso
hasta el egreso de albergue. Cuentan con una capacitación bimensual y son elegidas por
41
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Honduras
En este país se registran ocho refugios. El más antiguo (Casa Refugio NOVA - No Violence
Again-) es no gubernamental y fue creado en Tegucigalpa el 5 de junio de 1996, por la Aso-
ciación Calidad de Vida.
Están ubicados en 8 departamentos distintos. Dos son mixtos, tres son no gubernamentales
y tres son gubernamentales.
Las normas y los planes a las cuales deben atenerse todos los refugios son:
• Ley contra la violencia doméstica y sus reformas;63
• II Plan de Igualdad y Equidad de Género 2021-2022;64y
• Plan Nacional contra la violencia.65
En San Pedro Sula, el refugio se rige también por el Programa de Violencia de la Oficina Mu-
nicipal de la Mujer.
En general los refugios cuentan con estatutos y protocolos de atención y actuación. Las autori-
dades son elegidas de acuerdo a la pertenencia. En Choluteca, por ejemplo, quien elige es la Red
contra la Violencia en asamblea general. En las organizaciones de sociedad civil es la asamblea de
la fundación y en otros el gobierno local. Lo mismo sucede con las responsabilidades de la gestión.
42
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
La capacidad de los refugios varía entre seis, el más pequeño, hasta 20 personas el más
grande. Casa Nova informa que tiene capacidad para recibir 100 mujeres por año y 200 ni-
ñas/os. Los límites de edad para los niños varones es de 10 años en un refugio (Fundación
Casa Hogar Santa Rosa, Copán), 14 años en San Pedro Sula y 12 años en los otros seis. No
hay límites de edad para las hijas mujeres.
En relación al tiempo de permanencia, tres refugios lo estipulan en tres meses como máxi-
mo, dos aclaran que es por tiempo ilimitado, de acuerdo a las necesidades de las residentes
y los demás no informan.
La mayoría informa a las residentes sobre sus derechos en el refugio. En cuanto a participar
de la vida del refugio, en uno de ellos se aclara que pueden compartir actividades pero no la
toma de decisiones. En general, eso se regula en los protocolos de atención. En cuanto a la
derivación a otros servicios, algunos refugios se basan en el estudio realizado a la usuaria.
En otro (Hogar Santa Rosa, Copán) cuentan con una ruta de atención, que se aplica desde el
primer momento en que ingresa la usuaria, que puede ser atendida por el área de trabajo so-
cial o por psicología y luego por el área legal. En Casa Nova las derivaciones se hacen cuando
se requiere un servicio con el que no cuenta el Refugio.
En cuanto al número de personas que trabajan en el refugio, van desde tres en el más pe-
queño a 14 en el más grande. En su mayoría son mujeres. En un refugio atendido por cuatro
personas, las funciones son: administradora, promotora, coordinadora (mujeres) y vigilante
(varón). En otro con nueve personas trabajando, todas mujeres, las funciones son: directora,
administradora, abogada, psicóloga, trabajadora social, servicios generales y policía nacional
femenina. En cuanto a las contrataciones, en Casa Nova cuentan con un Manual de contrata-
ción. En el refugio de Copán aclaran que solicitan hoja de vida, seleccionan, hacen entrevistas
y eligen a las personas con mayor puntuación. Los demás no informan. No hay rotación de
funciones ni licencias especiales.
La mitad de los refugios reporta realizar capacitaciones periódicas. En uno son mensuales y
en los demás semestrales o anuales.
43
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
En cuanto a los servicios que brindan los refugios, cinco de ellos reportan prestar todos los
servicios básicos. Dos aclaran que también brindan apoyo financiero (Casa Hogar Santa Rosa
- Copán y Siguat Milanum - Intibuca). Los demás o no prestan ese servicio o no informan.
México
En este país existen 72 refugios, de los cuales 34 pertenecen a Organizaciones de la Sociedad
Civil, cuatro a instituciones de asistencia privada y 34 a instituciones públicas. Los refugios
en México existen desde 1996, año en que se crearon dos. Hay una Red Nacional de Refugios
que cuenta con 44 albergues inscritos.
Desde el año 2003 los refugios del país reciben recursos asignados en el programa de pre-
supuesto de egresos de la federación. En ese año se asignaron 2 millones de dólares que se
incrementaron a 40 millones de dólares en 2011. Los refugios tienen diferentes fuentes de
financiamiento; sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones públi-
cas, son autónomas y a la única instancia que rinden información sobre el uso de los recursos
es a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
El origen de los fondos del gobierno federal proviene del recurso etiquetado en el Presu-
puesto de Egresos de la Federación: TOMO I, documento oficial donde se consultan los recur-
sos aprobados para las acciones del Anexo de Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres
y Hombres, también conocido como Anexo 13, identificando que, en el Ramo 12, Programa
020, Acción Tipo 2, Número 448 se refiere a “Subsidios para refugios y centros de atención
externa de refugios para mujeres víctimas de violencia”.66 Para el ejercicio fiscal 2020, en
el TOMO I del Presupuesto de Egresos de la Federación, se etiquetaron $405,003,761 pesos
mexicanos, (US$20.250,188).
La norma que rige los refugios es la Ley general de Acceso de las Mujeres a una vida libre de
violencia. 67 En su artículo 55, establece que los refugios son lugares seguros para las vícti-
mas, por lo que no se podrá proporcionar su ubicación a personas no autorizadas.
Cuentan además con un Plan Nacional de Desarrollo, que incluye el tema en el objetivo 12,
Estrategias Específicas, párrafo 5o. Prevención especial de la violencia y el delito68, y un Plan
Nacional Emergente para garantizar la integridad, seguridad y la vida de las Mujeres y niñas
en México.69 Se ha diseñado además un programa específico: Programa de Apoyo para Re-
fugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus hijas e hijos, para el
ejercicio fiscal 2020.70
44
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
persona representante legal designada en el acta constitutiva. Cuentan con una dirección, la
cual es el área responsable de llevar a cabo las gestiones que se realizan para el óptimo fun-
cionamiento del refugio.
A partir del 2020, los refugios están a cargo de la Secretaría de Bienestar a través del Institu-
to Nacional de Desarrollo Social (INDESOL). Los mecanismos de evaluación de la Administra-
ción Pública Federal, se realizan a través de la institución que distribuye el recurso etiqueta-
do, en el Presupuesto de Egresos de la Federación, para el funcionamiento de los refugios. Al
igual que en el tema de la supervisión, actualmente está a cargo del INDESOL.
Si bien se señala que hay informes de evaluación, cuyos criterios son establecidos por cada
una de las instituciones encargadas de distribuir entre los refugios el recurso etiquetado en
el Presupuesto de Egresos de la Federación, no se acompañan informes.
La capacidad de alojamiento varía según los refugios. Algunos tienen capacidad para alojar a
4 núcleos y los de mayor capacidad alojan 21 núcleos o más. Cada núcleo es una familia. En
cuanto a hijos/as, su alojamiento depende de cada refugio. El límite de edad es el mismo, (18
años) para varones y mujeres.
45
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las derivaciones a otros servicios proceden cuando las usuarias; y en su caso, sus hijas e
hijos, tienen lesiones de segundo y tercer nivel, enfermedades graves, padecimientos psi-
quiátricos o discapacidad.
El personal empleado en los refugios varía según el tamaño de cada uno. Sin embargo, la
plantilla mínima considerada en el Modelo de Atención en refugios para mujeres víctimas
de violencia y sus hijas e hijos73, es la siguiente: una directora, una trabajadora social, una
psicóloga, una abogada, una enfermera, una pedagoga o educadora, una auxiliar administra-
tiva, una profesional de la informática, una traductora de lengua indígena, dos vigilantes, un
chofer, y una persona dedicada a la limpieza.
Las funciones del equipo dependen de cada profesión. El Modelo de Atención tiene un capítulo
específico para delimitar cada área. El personal recibe capacitación en las temáticas que son
aprobadas por la institución que tiene a cargo la distribución del recurso. Como ya se aclaró,
hasta 2019 estuvo a cargo de la Secretaría de Salud a través del Centro Nacional de Equidad
de Género y Salud Reproductiva y a partir del 2020 está a cargo de la Secretaría de Bienestar
a través del INDESOL. Cada refugio realiza su proceso de selección y contratación. El perso-
nal recibe contención emocional a nivel individual y grupal. No hay rotación de funciones.
Los objetivos de los refugios son garantizar la seguridad de la persona, promover su resi-
liencia y facilitar su transición al exterior del refugio. Se toman precauciones de seguridad
para los traslados a refugio, a citas médicas, a los juzgados. En caso de ser una mujer que se
encuentre en peligro extremo se canaliza a un refugio de otra entidad federativa.
Los refugios prestan todos los servicios tradicionales, con excepción del apoyo financiero.
Hay grupos de trabajo sobre violencia, terapia grupal y cursos. Asimismo, se brinda capa-
citación laboral.
Panamá
En Panamá hay dos refugios. El más antiguo, Casa Segura Nueva Vida, fue creado en 1994
en ciudad de Panamá y cuenta con un presupuesto de US $312.219 anuales. El otro, Casa
46
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Asimismo, cuentan con Políticas públicas emitidas por las Direcciones de Derechos Humanos74
y la de Desarrollo Humano y Económico. También están insertos en un Plan Nacional de
Violencia elaborado por el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU). Cuentan con un Manual de
Funcionamiento publicado en la Gaceta oficial N° 27305 el 10 de junio de 2013.
Las autoridades del refugio son elegidas por la Directora General del INAMU, quien a su vez
es quien asume las responsabilidades de la gestión.
El límite de edad es de 12 años para los varones, salvo excepciones, mientras que para las
niñas no hay límites.
En cuanto a los criterios de admisión, se aclara que los refugios son para mujeres mayores
de 18 años, víctimas de violencia en riesgo de muerte. El ingreso es voluntario. Se excep-
túan mujeres con problemas de adicción a sustancias nocivas o ilícitas, y/o acompañan-
tes en condiciones de salud que requieran atención de personal especializado (pacientes
psiquiátricas que pongan en riesgo la convivencia e integridad de las demás usuarias y la
del personal técnico). En el de Chiriqui exigen también presentar un test que acredite estar
47
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Ambos refugios cuentan con protocolos de recepción y cuidados. En ambos se informa a las
residentes sobre sus derechos en el refugio y pueden participar en la vida del refugio. Los
criterios para derivación a otros servicios están enumerados en el Flujograma de Atención
del Manual de Funcionamiento y en las Guías para la Atención de víctimas de la violencia.
La Casa Segura de Panamá cuenta con un equipo de doce personas, todas mujeres, que cum-
plen con las funciones establecidas en el Manual de Funcionamiento bajo perfiles ya estable-
cidos (Gaceta Oficial N° 27305 de 10 de junio de 2013): una administradora , dos asistentes
de la administración , tres personas auxiliares ; una persona del departamento de Cocina,
una trabajadora social, una psicóloga, una asesora legal, y una asistente de atención a niñas
y niños.. La Casa Segura de la Mujer de Chiriqui es atendida por tres personas: dos mujeres
(administradora y trabajadora manual) y un varón (conductor).
Los objetivos de los refugios son los ya conocidos, de cuidar la vida y la seguridad de la
persona. Toman precauciones de seguridad y se hacen evaluaciones de riesgo. Cuentan con
Servicios legales y se acompaña a las residentes a la policía, tribunales y otros trámites. No
se da apoyo financiero. Se organizan grupos de trabajo sobre violencia contra las mujeres. En
la Casa Segura de Panamá se brinda además capacitación laboral.
Paraguay
Según el informe gubernamental, este país cuenta con dos espacios: La Casa para mujeres
en Situación de violencia Mercedes Sandoval, creada en 2010 en la Ciudad de Villa Elisa, De-
partamento Central; y el Albergue de Mujeres de Curuguaty, creado en 2014, en el Departa-
mento de Canindeyu. Ambos son gubernamentales y dependen de la Dirección General con-
tra toda forma de Violencia del Viceministerio de Protección de los Derechos de las Mujeres.
La normativa que encuadra a las casas seguras es la Ley N°5777/16 “De Protección Integral
a las Mujeres Contra Toda Forma de Violencia” y su Decreto Reglamentario N° 6973. Cuentan
48
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
además con el IV Plan nacional de igualdad75 y el II Plan nacional contra la violencia hacia las
mujeres 2015-2020, aprobado por Resolución N° 5140 del año 2016.76
Las profesionales son nombradas por la máxima autoridad institucional a través de una re-
solución. Asume la responsabilidad de gestión la Dirección General contra toda forma de
Violencia dependiente del Viceministerio de Protección de los Derechos de las Mujeres.
En relación con la cantidad de mujeres que pueden ser alojadas, la Casa para Mujeres en
situación de violencia Mercedes Sandoval cuenta con una capacidad para 50 mujeres con
sus hijas/os mientras que el Albergue para Mujeres en situación de violencia de Curuguaty
cuenta con una capacidad para 25 mujeres con sus hijos/as.
El límite de edad para los hijos varones es de 14 años. No hay límites para las hijas mujeres.
El tiempo de permanencia en ambos espacios es ilimitado.
En cuanto a los criterios de admisión, se aclara que se reciben mujeres que no cuentan con
ningún otro recurso ni apoyo familiar y cuya vida se encuentre en inminente peligro. No hay
restricciones por nacionalidad, discapacidad ni orientación sexual. Desde el año de su habi-
litación, la Casa para Mujeres en situación de violencia Mercedes Sandoval ha albergado a
15 mujeres extranjeras con 19 niños/as, así como nueve mujeres con discapacidad con once
niños/as también con algún tipo de discapacidad, así como dos lesbianas. En el albergue de
Curuguaty desde el año de habilitación se han recibido cinco mujeres con discapacidad con
un total de seis niñas/os.
En relación a los protocolos de atención y cuidado, se cuenta con el Manual para el abordaje
de la violencia basada en género, intrafamiliar, doméstica y trata de personas. A su ingreso
en el albergue las mujeres son informadas sobre sus derechos con base a lo que establece
la Ley N° 5,777/16 “Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de Violencia” y sobre
las normas de convivencia dentro del albergue.
49
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las usuarias participan de la vida del albergue con el acompañamiento de las profesionales.
Entre las actividades que desarrollan se puede mencionar el preparado de alimentos, la lim-
pieza de sus respectivos espacios, la realización de actividades recreativas con sus hijas/os,
etc. Asimismo se inicia la planificación conjunta con la profesional del área de trabajo social
para su reinserción laboral, así como también las consultas médicas, atención psicológica y
el acompañamiento escolar de sus hijas/os. Las derivaciones se realizan atendiendo a las
necesidades de las usuarias y según criterios de las profesionales.
En cuanto al personal que trabaja, en la Casa de Villa Elisa cuenta con 6 funcionarias: coor-
dinadora, trabajadora social, educadora, psicóloga y encargadas, así como una policía mujer.
Todas son mujeres. En el albergue de Curuguaty trabajan cinco personas: coordinadora, psi-
cóloga, encargadas y chofer. Son cuatro mujeres y un varón.
Las funciones de cada funcionaria están detalladas minuciosamente en las normas que rigen
los refugios. La capacitación del personal se realiza de manera sistemática con las profesio-
nales que se encuentran en el albergue en lo referente a prevención, atención y protección de
mujeres en situación de violencia, así como en la derivación y articulación de casos con otras
instituciones. Durante el año 2020 se han realizado capacitaciones de manera virtual en la
aplicación de la Ley N° 5777/16, sobre perspectiva de género, ciclo de la violencia, protocolos
de atención y derivación de casos, dentro del Proyecto “Paraguay protege a mujeres, niñas,
niños y adolescentes contra la violencia basada en género, en el contexto de la emergencia
Covid-19”. Así también se han desarrollado capacitaciones de retroalimentación en la aten-
ción de mujeres víctimas de violencia.
Asimismo, se busca fomentar la toma de conciencia de acciones de auto cuidado (físicas, psi-
cológicas, espirituales, y emocionales) ligadas al bienestar individual, y la importancia de la
comunicación, cooperación y armonía en equipos de trabajo en función del cuidado institucio-
nal, además de conocer técnicas específicas (que incluyen la relajación física y mental) que
son compatibles con otras/os en el ámbito laboral, para reducir los niveles de trauma vicario
y promover mejores condiciones de autocuidado personal e institucional.
50
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
No hay rotación de funciones en los refugios. Las licencias se otorgan de acuerdo a las nor-
mas laborales.
Entre los objetivos del refugio se enumeran todos los tradicionales. En cuanto a los servicios
ofrecidos, se ofrecen todos los característicos de los refugios con excepción del apoyo finan-
ciero. Sólo en la Casa de Villa Elisa se organizan grupos de trabajo sobre violencia. Ambos
espacios ofrecen capacitación laboral.
Perú
En este país hay 34 hogares refugio temporal (HRT). El primero fue creado en 1999. Se dis-
tribuyen en los distintos departamentos, con predominancia en la capital, Lima, donde hay
seis; Arequipa con cinco, Cuzco, y Cajamarca y La Libertad con 2. De entre ellos, nueve son
privados y el resto son reconocidos como públicos. No se informa sobre el presupuesto. El
origen de los fondos es gubernamental para los públicos, no gubernamental para los priva-
dos y mixto para el de Huánuco.
Posteriormente la Ley N 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer y los integrantes del grupo familiar, así como su Reglamento, incorporaron disposi-
ciones específicas sobre la implementación y registro de los Hogares de Refugio Temporal.
51
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
En ese marco, el MIMP aprobó la Resolución Ministerial N° 150-2016-MIMP que incluye los
Lineamientos para la atención y funcionamiento de los Hogares de Refugio Temporal, los Cri-
terios de Derivación a los HRT y el Modelo de Reglamento interno básico de HRT. Asimismo,
a través de la Resolución Ministerial N° 153-2016-MIMP, se aprobó la Directiva General N°
011-2016-MIMP/DGCVG, “Normas para el Registro de Hogares de Refugio Temporal”.
De acuerdo con las normas citadas, este servicio puede ser administrado por entidades
privadas, gobiernos locales, regionales o por el MIMP. Además, a través de la Dirección Ge-
neral contra la Violencia de Género (DGCVG), se acreditan a los Hogares de Refugio Temporal
y se administra el Registro de dichos servicios. En tal sentido, el MIMP tiene dos principales
obligaciones, dependiendo de la entidad a cargo de la administración del servicio. En caso de
que sea el MIMP quien gestione un Hogar de Refugio Temporal, a través del Programa Na-
cional Aurora, se suscriben convenios para su implementación y gestión. En caso de que sea
un Gobierno Local, Regional o un privado, el MIMP deberá acreditar y registrar dicho servicio
a través de la DGCVG.
Todos se sujetan a la Ley 30.364.80 Además cuentan con un Plan nacional de violencia. Tienen
estatutos y reglamentos. Las autoridades de los refugios son nombradas según su pertenen-
cia. Así, en los gubernamentales la designación se hace a través del MIMP de acuerdo a los
Lineamientos para la atención de los Hogares de Refugio temporales públicos o privados. En
los no gubernamentales se hace a través de las autoridades de la organización no guberna-
mental o de la sociedad de beneficencia.
La capacidad de los refugios varía entre cuatro y 30 personas, entre mujeres adultas y niños/
as, según el tamaño de cada uno.
Los límites de edad son de cero a once años para hijos/as varones y mujeres por igual en
los hogares públicos. En el Refugio no gubernamental de Santa María Micaela de Lima no se
aceptan niños/as. Varios refugios no gubernamentales no informan.
52
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Cuentan con protocolos de recepción y cuidado, aunque algunos refugios no informan sobre
su existencia. Se informa a las residentes sobre sus derechos en el refugio.
Los criterios de derivación a otros servicios se realizan cuando la víctima tiene perturbacio-
nes psiquiátricas, enfermedades infecto contagiosas no tratadas o depende de sustancias
psicoactivas.81
No se informa el número de personas que trabajan en los HRT, pero sí las funciones que cum-
plen, que incluyen: Coordinación, atención psicológica, social, legal, enfermería, educación
para niños/as, educación técnico-productiva, vigilancia, cocina.
Entre los servicios que prestan se incluye la atención psicológica, social, cuidado de niños/as,
enfermería, personal de apoyo para el acompañamiento permanente de las personas alber-
gadas. En algunos se brinda capacitación técnico-productiva y vigilancia.
En cuanto a los objetivos de los refugios, se brindan todos los conocidos, con excepción del
apoyo financiero.
República Dominicana
Cuenta con tres Casas. La primera, Casa Emergencia, fue creada en el año 2007. Las siguien-
tes: Casa Modelo I y Casa Modelo II, creadas en 2009 y 2015. Están ubicadas en tres lugares
diferentes: Distrito Nacional, Zona Norte y Zona Este. Las tres son gubernamentales.
Según las normas que las rigen82, hay dos tipos de Casas de Acogida o Refugio, a saber: Casa
o Refugio de Emergencia y Casa o Refugio Modelo. La Casa de Acogida o Refugio de Emergen-
cia, es aquella en la que las mujeres sobrevivientes de violencia, sus hijos e hijas menores,
53
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Casa de Acogida o Refugio Modelo, es aquella en la que las mujeres sobrevivientes de violen-
cia, sus hijos e hijas o menores, tienen una estadía de treinta días con tiempo prorrogable a
un máximo de tres meses, con una capacidad para albergar a un máximo de doce mujeres
con sus hijos e hijas menores o solas para un total de cuarenta personas, y en la que, además
del programa de atención integral, la sobreviviente participa en programas de reinserción
laboral y social que incluyen a los/as menores a su cargo.
Este país cuenta con una norma específica para los refugios: La Ley 88 (2003), que crea las Ca-
sas de Acogida o Refugios, para brindar protección temporal a las mujeres víctimas de violencia
junto a sus hijas e hijos. Se complementa con los Decretos Números 1467- 04, de aplicación de
dicha ley, y el 1518-04 para la instalación de casas de acogida o refugios, del 11 y 26 del mes de
noviembre 2004, para proteger la integridad física, psicológica, económica y social de mujeres,
niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia, ante casos de urgencia debido a la violencia.83
En estos instrumentos se enfatizan los aspectos logísticos y de organización de los servicios.
La ley 88-03 creó el Consejo de Dirección de las Casas de Acogida, a quien corresponde
coordinar, implementar, aplicar y supervisar los mecanismos establecidos para que esta ley
funcione de manera efectiva en todo el país.
El Consejo de Dirección está formado por la Secretaría de Estado de la Mujer, quien lo pre-
side, la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS), la Procuraduría
General de la República, el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI), una organización no gu-
bernamental, que trabaje en el área de la mujer y una que trabaje en el área de asistencia a
niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia.
El funcionamiento de las Casas Refugio está incorporado a políticas públicas y a un plan na-
cional que actualmente está en revisión. Las autoridades de los refugios son nombradas por
el Ministerio de la Mujer y las responsabilidades de gestión son asumidas por el Consejo de
Dirección de Casas de Acogida, presidido por la Ministra de la Mujer. Existen mecanismos de
evaluación, pero no hay informes.
En cuanto a la capacidad de alojamiento, está entre cuatro en el primero con doce niños/as y
doce mujeres en las Casas Módulo, con 28 niños/as. El límite de edad es de catorce años para
los varones. No hay límites para las niñas.
54
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
El tiempo de permanencia varía, según explicamos más arriba, de acuerdo al tipo de refugio.
Los criterios de admisión aclaran que el acceso a las casas está reservado a mujeres que ca-
rezcan de otros recursos familiares, comunitarios o personales o que los recursos existentes
no garanticen su protección y seguridad tanto para ella como para sus hijos e hijas y además,
deben cumplirse al menos uno de los siguientes criterios:
• Riesgo de muerte de ella, sus hijos o hijas;
• Riesgo severo contra la integridad física de ella, sus hijos y/o hijas; y
• Revelación y/o denuncia de abuso sexual contra los/as hijos/as por parte de la persona
con la que tiene o ha tenido una relación de pareja y que pone en riesgo la vida de la mujer
o de los/as menores a su cargo.
Las casas cuentan con protocolos de recepción y cuidado. Se informa a las residentes sobre
sus derechos en el refugio.
El personal en cada uno es de doce personas, (diez mujeres y dos varones). Las mujeres
desempeñan servicios técnicos y administrativos y los varones son choferes. Reciben capa-
citación trimestral. El proceso de selección y contratación está regulado por leyes estatales.
El personal recibe apoyo terapéutico, entrenamiento y goza de licencias. No rota en sus funciones.
En cuanto a los objetivos del refugio, son todos los habituales. Se toman precauciones de
seguridad, se hacen evaluaciones de riesgo. Además, brindan atención psicológica, jurídica,
consejería y acompañamiento de las sobrevivientes a la policía, a los tribunales y otros trá-
mites. En cuanto al apoyo financiero, el reporte gubernamental indica que está en proceso
de implementación. Organizan grupos de trabajo sobre violencia y dan capacitación laboral.
Uruguay
Este país cuenta con cuatro Casas de Breve Estadía (CBE) o de Medio Camino y un Programa
de alternativas habitacionales transitorias para mujeres en proceso de salida de situaciones
de violencia basada en género (Convenio MIDES – MVOT - MEVIR). El programa fue creado en
el año 2009 y las Casas se organizaron a partir del 2012.
55
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Todos los dispositivos son mixtos. La gestión es combinada con organizaciones no guberna-
mentales y los fondos son gubernamentales.
Las normas que ordenan la existencia de refugios son la Ley 17.514 de Violencia Doméstica84 y
la Ley 19580 de violencia hacia las mujeres basada en género del año 2017.85 Uruguay cuenta
también con una Política pública: Violencia basada en Género, implementada a través del Instituto
de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo. Se diseñaron dos planes nacionales: el
primero, Plan Nacional de Lucha Contra la Violencia Doméstica 2004-2010; y el segundo: Plan de
Acción 2016-2019: por una vida libre de violencia de género, con mirada generacional.86 Las ca-
sas a su vez están insertas en el Programa de Protección y consolidación del proceso de salida de
las situaciones de violencia basada en género - Sistema de Respuesta en Violencia basada en Gé-
nero del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social (Inmujeres/MIDES).
Las casas cuentan con estatutos y reglamentos. Las autoridades de cada una son nombradas
por las organizaciones de la sociedad civil que tienen convenio, con el aval de Inmujeres/
MIDES. Se ha organizado además un Sistema de Respuesta en Violencia basada en Género
del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social (Inmujeres/MIDES) a
través de convenio con organizaciones de la sociedad civil, por el cual se atribuyen las res-
ponsabilidades de gestión.
En cuanto a la capacidad de alojamiento, varía entre 15 cupos a 30 para las Casas y 200 para
el Programa nacional. Los cupos incluyen a mujeres e hijos/as. Los límites de edad para hi-
jos/as son de cero a 18 años para ambos sexos.
El tiempo de permanencia estipulado es de 30 días, pero puede variar de acuerdo a las nece-
sidades de la mujer.
56
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Según los criterios estipulados se admiten mujeres mayores de 18 años solas o con hijos/as
menores a su cargo, que se encuentren en una situación de violencia doméstica con riesgo de
vida inminente. También, mujeres con ciudadanía uruguaya (cualquiera sea su departamen-
to de residencia) o extranjeras, independientemente de su condición socio económica, que
tengan voluntad expresa de ingresar a la CBE. No se requiere denuncia policial ni instancia
judicial previa al ingreso de la CBE. No hay restricciones de otro tipo.
Las casas tienen protocolos de recepción y cuidado. Las residentes son informadas sobre sus
derechos en el refugio y pueden participar de la vida del refugio.
Para derivar a otros servicios requieren condiciones de mayor autonomía, disminución del
riesgo de vida, o la necesidad de contar con perfiles específicos (salud mental, discapacidad
severa, consumo problemático).
En cuanto al número de personas que trabajan en las Casas, está entre nueve y 23, en su ma-
yoría mujeres: dos coordinadores/as, tres asistentes sociales y/o licenciados/as en trabajo
social; dos licenciado/as en psicología (una para abordaje con mujeres, una para aboradaje
con niñas, niños y adolescentes); una abogado/a; once educadores/as; una maestra; una psi-
quiatra consultante; una Licenciado/a en nutrición; una Cocinero/a; y una Auxiliar de servicio.
57
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Las funciones que ejercen son, entre otras: dar alojamiento a mujeres en riesgo de vida por
violencia doméstica (e hijos/as a su cargo) por un plazo no mayor de 30 días; brindar con-
diciones para un buen desarrollo de la vida cotidiana (alimentación, higiene, etc.); brindar
asesoramiento, contención y atención psicosocial contemplando especialmente la inter-
vención en crisis presente en cada situación; brindar un espacio de escucha y contención a
los/as niños/as y adolescentes contemplando especialmente la intervención en crisis pre-
sente en cada situación; brindar apoyo en las tareas curriculares y recreativas de niños/
as y adolescentes; brindar información y asesoramiento sobre las posibles actuaciones y
alternativas ante su situación legal, familiar y/o laboral; asesorar jurídicamente sobre los
derechos en cuanto a medidas de protección de su persona y de las personas que de ella
dependen; realizar acciones de seguimiento y monitoreo en contexto socio-territorial, lue-
go del egreso, de manera de conocer las diferentes rutas de salida utilizadas y ampliar la
conectividad con los recursos disponibles.
En el Programa nacional trabajan cuatro mujeres. Sus funciones son, entre otras: i) recibir
y analizar informes de solicitud y documentación pertinente, acorde a cada respuesta ha-
bitacional transitoria y/o definitiva solicitada; ii) participar de la instancia Interministerial
(MIDES-MVOT-MEVIR), donde se analizarán solicitudes de ingreso, prórrogas, extensión de,
bajas, renovaciones de las acciones afirmativas, si fueran pertinentes, y posibles rutas de sa-
lida definitivas; y iii) entregar Certificados de Garantía de Alquiler (CGA), en la ciudad de Mon-
tevideo y zona metropolitana y firmar Compromiso de Partes entre la mujer y los Organismos
co-ejecutores del Programa (DINAVI-INMUJERES) en el cual se establezcan con claridad los
compromisos y los plazos asumidos por ambas partes. En el resto del país, deberán asistir al
Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial local de cada departamento.
Entre los objetivos de las Casas se cumplen todos los tradicionales. Se prestan todos los ser-
vicios con excepción del apoyo financiero. Se hace capacitación laboral a través de convenios
y articulación con otras instituciones.
58
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
existieron en el país al menos cuatro casas de abrigo del Inamujer operativas, albergando a
unas 1.400 mujeres, niñas y niños, quienes se encontraban en situación de peligro inminente de
muerte o amenaza a su integridad física, por delitos de violencia contra las mujeres.
El Inamujer nacional define a las casas de abrigo como establecimientos discretos, confiden-
ciales y seguros, destinados a hospedar temporalmente, proteger y brindar atención, apoyo
y empoderamiento a las mujeres, sus hijos e hijas menores de 12 años, sobrevivientes de
situaciones extremas de violencia por razones de género, que representan un peligro inmi-
nente para su vida e integridad física.
La ruta de ingreso a las Casas de Abrigo del Inamujer plantean que una vez en conocimien-
to de algún caso de violencia extrema por razones de género, en el que la mujer y su hijas
e hijos menores de 12 años estén en peligro inminente de muerte, por formas de violencia
establecidas en la precitada Ley, los equipos multidisciplinarios del Inamujer en los estados
a través de los diferentes programas y la Defensoría Nacional de la Mujer cuando el caso sea
en Caracas; deben realizar el acompañamiento necesario para que todas las instancias per-
tinentes lleven a cabo las diligencias a que haya lugar, según el caso.
Los casos pueden llegar por diferentes vías: 0800-MUJERES, Oficinas del Ministerio del Po-
der Popular para la Mujer e Igualdad de Género y sus entes adscritos, Ministerio Público, Ins-
titutos Estaduales o Municipales de las Mujeres o cualquier otra instancia, pública o privada.
En todos los escenarios es necesario que el personal evalúe el caso según ciertos elementos:
tipo de violencia, fecha en la que ocurrieron los hechos, características del agresor, composi-
ción del grupo familiar, existencia o no de redes de apoyo para la mujer.
En las situaciones donde se determine que existe riesgo inminente de muerte, se debe ar-
ticular con el 0800-MUJERES a fin de iniciar el procedimiento ante la Gerencia de Atención
Integral y Prevención de la Violencia Contra las Mujeres, específicamente con la coordinación
de Atención Integral (GAIPVCM), quien debe garantizar la protección de la usuaria.
Si no existe casa de abrigo en el estado del cual proceden las usuarias, el personal de Inamu-
jer acompañará, en articulación y con apoyo de otras instituciones, el traslado de las usuarias
y sus hijos e hijas menores de 12 años al Estado que establezca la GAIPVCM a través de la
Coordinación de Atención Integral. El 0800-MUJERES informará al personal sobre el estado
dispuesto para ello.
No son casos con perfil para abrigo aquellos en los que la usuaria con sus hijos e hijas no
tienen dónde vivir, pero no hay riesgo inminente de muerte o amenaza a la integridad física
a causa de violencia por razones de género; o aquellos casos de orden social en los cuales
59
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
las personas más que abrigo requieren solventar sus necesidades básicas médicas, de
vivienda o empleo.
El equipo multidisciplinario con el que cuenta una Casa de Abrigo, son profesionales, tales
como, psicólogas, sociólogas, trabajadoras sociales, educadoras, abogadas, entre otras, que
garantizan el logro del objetivo fundamental de este programa.
La norma que encuadra el accionar de las Casas Abrigo es la Ley Orgánica Sobre el De-
recho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, 25/11/2006, que establece la creación
de las Casas de Abrigo en el Capítulo IV titulado De las Políticas Públicas de Prevención y
Atención, artículo 32.90
Las mujeres que acuden a la Casa abrigo de Táchira son capacitadas en derechos humanos de
las mujeres, autoestima, feminismo, crítica al patriarcado, empoderamiento, proyectos socio
productivos, entre otras. El período máximo recomendable de permanencia es de 3 meses. Se
les puede referir a otras instituciones, cuando el abrigo pueda poner en peligro la confidencia-
lidad de la casa o la seguridad de otras usuarias y del personal que en ellas labora.
No pueden ingresar las mujeres con conductas adictivas; con condición psiquiátrica o en-
fermedades físicas graves que afecten su independencia, sus habilidades sociales o su ca-
pacidad para superar la violencia, con enfermedades terminales o infecto-contagiosas, vin-
culadas a grupos delictivos o víctimas de trata (sólo podrán estar una semana y luego ser
atendidas de manera especial).
La Casa Abrigo de Táchira, cuya ubicación es confidencial, tiene dos modelos de atención: En
la atención de emergencia (o primer apoyo), el período puede variar de un día a una semana.
En la segunda, o programa de abrigo, la permanencia está pautada para un máximo de tres
meses, que deberán servir para participar en la atención de segundo apoyo o terapia breve,
centrada en la superación de situaciones de riesgo, así como para iniciar el abordaje de las
secuelas y favorecer actitudes pro activas ante la vida.
60
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
• Mecanismos de Quejas al interior del Refugio (Costa Rica, México) En Costa Rica los CEAAM
cuentan con un buzón en el que las usuarias pueden escribir sus quejas o denuncias, de
manera confidencial. Este buzón es revisado exclusivamente por la Contraloría de servi-
cios de la Institución.
• Apoyo financiero por seis meses para las mujeres albergadas (Argentina),, lo que per-
mite un mínimo de autonomía económica, componente esencial en el proceso de salida a
situaciones de violencia. Nueve países reportan que no otorgan ese servicio y cinco países
aclaran que cuentan con conexiones con otras reparticiones que pueden solucionar urgen-
cias financieras.
• Identificación de los presupuestos para cada refugio (Chile, Colombia, Ecuador, México,
Panamá, República Dominicana, Uruguay). Es importante conocer el monto de los fondos
destinados a esta medida de protección a las mujeres, ya sea que provengan de financia-
miento privado o estatal.
Recomendaciones:
• Evaluar periódica y sistemáticamente las políticas públicas sobre refugios, casas seguras
y otros dispositivos destinados a garantizar la seguridad de las mujeres y a prevenir ries-
gos para su vida e integridad física.
61
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
• Es importante diseñar programas que permitan una salida a la falta de autonomía econó-
mica y física. Para facilitar el egreso de los refugios se requieren políticas públicas inte-
grales que incluyan planes de acceso a vivienda, capacitación laboral, apoyo financiero y
acceso al empleo.
• Identificar los montos o porcentajes del presupuesto nacional dedicados a los servicios
para las mujeres víctimas de violencia, como: (…) refugios, casas de abrigo y acogida e
incrementar las partidas presupuestarias para los refugios. En la mayoría de los países
los presupuestos son escasos. Durante la pandemia, en varios Estados los fondos se han
reducido; en algunos casos drásticamente (México y Guatemala).
• Revisar los roles y funciones atribuidos al personal. En varios países los roles del perso-
nal contratado para atender en los refugios siguen estereotipos de género, asignando la
seguridad y los traslados a los varones y la administración y cuidado a las mujeres, lo cual
no favorece la transformación de modelos de las mujeres alojadas.
• Realizar investigaciones y estudios sobre los refugios, no sólo para evaluarlos sino tam-
bién para revisar modelos y analizar la conveniencia de su creación.
• En casos de convenios con hoteles y pensiones para alojar a personas en riesgo, en mu-
chos casos con sus hijos/as, garantizar en estos espacios los servicios integrales y la
atención especializada que requiere una persona que ha sufrido o está en grave riesgo
de sufrir violencia, ya que de lo contrario se convertirían en depósitos de personas, que
pueden ser seguros pero no cubren las obligaciones del Estado de brindar apoyo a las
víctimas de violencia.
62
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
BIBLIOGRAFÍA
• - FLACSO Ecuador: Modelo de Atención en Casas de Acogida para mujeres que viven
Violencia. Quito, 2012. www.flacsoandes.edu.ec
• Hasanbegovic Claudia, Un techo para las mujeres. Vivienda segura para una vida libre de
violencia. Revista Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad
Nacional de La Plata. UNLP. Año 16/No 49-2019. Anual.
• INAMU. Área de violencia de Género. Protocolo para los Centros especializados de atención
y de Albergue temporal para mujeres afectadas por la Violencia Intrafamiliar, sus hijos e
hijas. 2002. Versión revisada- San José de Costa Rica, 2005.
• Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí, Área de Atención Ciudadana. Unidad
Jurídica y Psicología - Modelo de Atención a Mujeres Víctimas de violencia familiar y de
género. San Luis Potosí, 2012.
• Instituto Nacional de las Mujeres- Inmujeres- Refugios para Mujeres, sus hijas e hijos en
situación de violencia: un diagnóstico a partir de los datos del Censo de Alojamientos de
Asistencia social 2015. Distrito Federal, México, 2016.
63
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
• Ministerio de la Mujer. Manual de las Casas de Acogida o Refugios. Santo Domingo, 2018.
• NODAL- https://www.nodal.am/2020/08/las-casas-secretas-de-honduras-como-prote-
ger-a-las-mujeres-victimas-de-violencia-de-genero/
• OEA - CIM - MESECVI: COVID-19 en la vida de las mujeres: Razones para reconocer los
impactos diferenciados. 2020
• ONU- IV Conferencia Mundial Mujer Desarrollo y Paz. Plataforma de Acción de Beijing, 1995
64
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
• WAVE- Women against violence Europe. WAVE Fact sheet Women’s Support Services in
Europe October 2015. http://www.wave-network.org/content/wave-publications
• www.rirered.org
65
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Anexo 1.
Cuestionario de preguntas para entrevista
en profundidad
Contexto y objetivo
Esta investigación constituye la segunda fase de un proceso que el Mecanismo de Segui-
miento a la Convención de Belém Do Pará (MESECVI) ha realizado desde el año 2020, en cuya
primera fase se desarrolló el Estudio regional sobre los refugios para las víctimas de la vio-
lencia de género en América Latina” (Eurosocial+/Mesecvi, enero 2021).
Esta fase del estudio busca profundizar en el análisis de los modelos de refugio y su funcio-
namiento para conocer más a fondo distintos abordajes de estos servicios e identificar bue-
nas prácticas en cinco países de América Latina: Brasil, Costa Rica, Chile, El Salvador y Perú.
I. Recorrido histórico
3. Puede describir el tipo de refugio que han creado. Cuál es su paradigma, en qué esta
inspirado, han seguido el modelo de otros refugios o es una propuesta nueva.
4. ¿Qué cualificación tiene el personal que trabaja en el refugio? ¿qué profesiones tie-
nen? ¿se han formado en atención a mujeres víctimas de violencia de género? ¿tienen un
perfil o requisitos que deben cumplir? ¿en base a qué se definen los perfiles?
5. ¿Cuál es la relación laboral de las personas que laboran en el refugio con su institu-
ción/organización?
66
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
6. ¿Quién elige o designa a las autoridades del refugio? ¿Cómo es el proceso de elección
o designación?
7. ¿Quién tiene la responsabilidad de supervisarlo? ¿Es interna o externa?
8. ¿El refugio cuenta con protocolo? ¿desde cuándo? ¿cuenta con alguna aprobación de
institución pública nacional o internacional? Por favor detalle (Es posible que pueda compar-
tir ese documento para efectos de documentarlo)
9. ¿Cuáles son los criterios para el ingreso al refugio? (¿a qué personas admite: mujeres,
niñez, hombres, mujeres trans?, ¿qué situación deben estar enfrentando?, ¿qué condiciones
se toman en cuenta nivel socioeconómico, residencia?, etc.)
10. ¿Cuál es el mecanismo de entrada al refugio? ¿directamente o por derivación? ¿Cómo
es el proceso de derivación? ¿Quiénes derivan? ¿Cómo lo hacen? ¿Qué requisitos piden para
derivar personas a un refugio?
11. ¿Cuánto tiempo lleva el procedimiento? (medido desde el día de la denuncia del hecho
violento hasta el día de entrada al refugio)
12. ¿Las instancias de denuncia tienen indicado ofrecer el refugio como una alternativa?
¿desde cuándo se ofrece? ¿se encuentra incluido en la ruta de atención de esas instancias?
¿qué instancias son las que lo ofrecen?
13. ¿Se hace evaluación de riesgos en cada caso?, ¿Se comparte el análisis de riesgo con
la persona afectada? (En caso afirmativo es posible que pueda compartirnos el formulario
que se aplica para efectos de documentación).
14. ¿Qué criterios se han definido para el egreso del refugio? (¿cuándo puede una mujer
salir definitivamente del refugio? ¿qué factores se toman en cuenta?)
15. ¿Se le proponen soluciones habitacionales a las víctimas u otro tipo de alternativas?
¿quién brinda esas soluciones habitacionales? ¿A dónde va, vuelve al hogar, donde otros fa-
miliares, se remite a otro refugio?
16. ¿Se da seguimiento a la situación de las mujeres cuando egresan del refugio? ¿Quién/
es dan el seguimiento? ¿Cómo se hace? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo se deja de hacer segui-
miento? ¿hay formularios para el seguimiento? (puede compartirnos una muestra del formu-
lario para efectos de documentación)
67
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
17. ¿Hay coordinación con la Policía o con el órgano judicial antes, durante o posterior a
su ingreso/egreso en el refugio? ¿qué tipo de coordinación es? ¿en qué situaciones?
18. ¿Se brinda algún apoyo financiero a las mujeres que llegan al refugio al salir de él?
¿Qué tipo de apoyo es? ¿quién/es brindan ese apoyo?
19. ¿Con qué servicios cuenta el refugio? (asesoría jurídica, psicológica, médica, cuidado
de niños, actividades educativas, lúdicas, formación, alimentación, lavandería, etc.) Por favor
detalle todos los servicios.
20. ¿Cómo funciona el servicio de apoyo jurídico que se brinda en el refugio? ¿se brinda
ahí mismo, se deriva a otro lugar, se tiene convenio con instancias de justicia, universidades?,
¿continúa una vez salen del refugio y cómo?
21. ¿Cómo funciona el servicio de asesoramiento psicológico que se brinda en el refugio?
¿Quiénes lo dan? ¿se brinda ahí mismo, se deriva a otro lugar, se tiene convenio con instan-
cias de justicia, salud, universidades? ¿continúa una vez salen del refugio y cómo?
22. ¿Hay actividades que promuevan la reflexión sobre la violencia contra las mujeres? ¿quien
la imparte, cada cuanto, donde? ¿se acredita? ¿continúa una vez salen del refugio y cómo?
23. ¿Si hay capacitación laboral cómo funciona? ¿quien la imparte, cada cuanto, donde?
¿se acredita? ¿continúa una vez salen del refugio y cómo?
24. ¿Cuáles son las reglas de convivencia en el refugio? ¿Quién hace la comida? ¿Quién
hace la limpieza? ¿quién lava la ropa? ¿cómo se organizan para su funcionamiento diario?
25. ¿Es posible que las hijas e hijos puedan seguir sus estudios? ¿dónde? ¿cómo? ¿las
mujeres pueden seguir estudiando?
26. ¿Tienen actividades recreativas o lúdicas? ¿cuáles? ¿dónde? ¿para quienes? ¿Quiénes
las imparten?
27. ¿Cómo es la conexión con el exterior? Condiciones (hay llamadas, visitas, se les per-
mite tener su móvil, pueden recibir cosas del exterior, pueden salir, como salen, etc.)
28. ¿Qué medidas se han tomado de cara a la pandemia del COVID-19? ¿Qué cambios se
han hecho en relación al funcionamiento previo a la pandemia?
68
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
69
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Anexo II
Respuesta de los estados al cuestionario
Disponible en el siguiente enlace:
ANEXO II Respuesta Estados Cuestionario Refugios consolidado.xlsx
70
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
Notas
1 Con las respuestas oficiales de los Estados se elaboró un formulario consolidado que se
encuentra en el Anexo II.
6 ONU.Asamblea Gene ral. Resolution 65/228: Strengthening crime prevention and crimi-
nal justice responses to violence against women. Disponible en:
h t t p s : / / w w w. u n o d c . o r g / d o c u m e n t s / c o m m i s s i o n s / C C P C J / C r i m e _ R e s o l u -
tions/2010-2019/2010/General_Assembly/A-RES-65-228.pdf.
10 ONU. Plataforma de Acción de Beijing, parágrafo D-125. “Medidas que han de adoptar
los gobiernos, incluidos los gobiernos locales, las organizaciones populares, las organiza-
ciones no gubernamentales, las instituciones de enseñanza, los sectores público y privado,
en particular las empresas, y los medios de información, según proceda: a) Establecer cen-
71
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
tros de acogida y servicios de apoyo dotados de los recursos necesarios para auxiliar a las
niñas y mujeres víctimas de la violencia y prestarles servicios médicos, psicológicos y de
asesoramiento, así como asesoramiento letrado a título gratuito o de bajo costo, cuando sea
necesario, además de la asistencia que corresponda para ayudarles a encontrar medios de
vida suficientes”. Disponible en: https://www.unwomen.org/sites/default/files/Headquar-
ters/Attachments/Sections/CSW/BPA_S_Final_WEB.pdf.
11 ONU. Report of the Special Rapporteur on violence against women, its causes and
consequences, junio 2017. Disponible en:https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/
GEN/G17/162/11/PDF/G1716211.pdf?OpenElement
15 ONU. Report of the Special Rapporteur on violence against women, op. cit., par. 68.
18 Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guate-
mala, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
20 Global Network of Women’s Shelters. Global Shelter Data Count, noviembre 2015. Dis-
ponible en: https://gnws.org/wp-content/uploads/2020/06/gnws_2015_globaldatacount.pdf.
72
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
21 Women Against Violence Europe. Women´s Suport Services in Europe, octubre, 2015.
Disponible en: fileserver.wave-network.org/researchreports/2015_WAVEFactSheetWSS
23 OEA. CIM. COVID-19 en la vida de las mujeres: Razones para reconocer los impac-
tos diferenciados. 2020. Disponible en: https://www.oas.org/es/cim/docs/ArgumentarioCO-
VID19-ES.pdf
24 Las provincias que no cuentan con refugios son Tierra del Fuego, Santiago del Estero
y Formosa.
25 Entre otros, en Rosario, en el año 1994, se creó el Hogar de Tránsito Alicia Moreau
de Justo, mediante Decreto No 2176, primer hogar de protección destinado a mujeres con
sus hijos/as, victimas de violencia familiar, con riesgo de vida.
29 Ley No. 348. Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. 9
de marzo de 2013. Disponible en: https://medios.economiayfinanzas.gob.bo/MH/documen-
tos/NORMAS-Y-DECRETOS/LEYES-2013/L348.pdf
73
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
32 Estas son las funciones del personal de la Casa Municipal de Acogida para Muje-
res en Situación de violencia del Servicio Legal Integral Municipal del Gobierno Autónomo
Municipal de Sucre.
33 Lei Nº 12.435, que altera a LOAS e dispõe sobre a organização da Assistência Social. 6
de julho de 2011. Disponible en: http://www.mds.gov.br/webarquivos/publicacao/assisten-
cia_social/Normativas/LoasAnotada.pdf
34 Política Nacional de Assistência Social PNAS/ 2004. Brasília, Novembro 2005. Dispo-
nible en:
http://www.mds.gov.br/webarquivos/publicacao/assistencia_social/Normativas/
PNAS2004.pdf
37 Los datos recopilados, por año, de los servicios/equipos de asistencia social, pueden
consultarse en la siguiente dirección de correo electrónico: http://aplicacoes.mds.gov.br/
snas/vigilancia/index2.php.
38 Los datos sobre las unidades del SUAS están disponibles en la siguiente dirección de
correo electrónico: https://aplicacoes.mds.gov.br/cadsuas/visualizarConsultaExterna.html.
74
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
46 Concejo de Bogotá. Acuerdo 584 de 2015. Bogotá, 2015. Disponible en: http://www.
sdp.gov.co/sites/default/files/anexo_4_acuerdo_584_de_2015.pdf
47 Concejo de Bogotá. Acuerdo 631 de 2015. Bogotá, 2015. Disponible en: https://www.
alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=64354
49 Concejo de Bogotá. Acuerdo 631 de 2015. Bogotá, 2015. Disponible en: https://www.
alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=64350
52 Law to Prevent and Eradicate Violence against Women. Quito, 2018. Available at:
https://www.igualdad.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2018/05/ley_prevenir_y_er-
radicar_violencia_mujeres.pdf
75
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
54 Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia. Disponible en: https://www.
asamblea.gob.sv/decretos/details/3396
55 Política Nacional para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Dis-
ponible en: https://www.isdemu.gob.sv/index.php?option=com_phocadownload&view=cate-
gory&id=196%3Apoltica-nacional-para-el-acceso-de-las-mujeres-a-una-vida-libre-de-vio-
lencia&Itemid=234&lang=es
56 Plan de Acción Quinquenal de la Política Nacional para el Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia 2016-2021. 2015. Disponible en: http://www.isdemu.gob.sv/index.
php?option=com_phocadownload&view=category&id=491%3Arvlv_documentos2016&Itemi-
d=234&lang=es
76
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
63 Centro de Derecho de Mujeres. Ley contra la violencia doméstica y sus reformas. Te-
gucigalpa, 2006. Disponible en: https://www.oas.org/dil/esp/Ley_contra_la_violencia_do-
mestica_Honduras.pdf
65 Plan Nacional contra la violencia hacia la Mujer (2006- 2010).Tegucigalpa, 2006. Dis-
ponible en: https://evaw-global-database.unwomen.org/en/countries/americas/hondu-
ras/2006/primer-plan-nacional-contra-la-violencia-hacia-la-mujer--2006-2010
67 Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. 2007. Disponible
en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lgamvlv.htm
68 Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Ciudad de México, 2019. Disponible en: ht-
tps://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5565599&fecha=12/07/2019
71 Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia. 2007. Disponible
en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lgamvlv.htm
72 Instituto Nacional de las Mujeres. Modelo de Atención en Refugios para Mujeres, sus
Hijas e Hijos, en Situación de Violencia. México, 2011. Disponible en: http://cedoc.inmujeres.
gob.mx/documentos_download/101219.pdf
77
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
73 Instituto Nacional de las Mujeres. Modelo de Atención en Refugios para Mujeres, sus
Hijas e Hijos, en Situación de Violencia. México, 2011. Disponible en: http://cedoc.inmujeres.
gob.mx/documentos_download/101219.pdf
74 Políticas públicas emitidas por las Direcciones de Derechos Humanos disponibles en:
www.inamu.gob.pa
80 Ley 30.364. Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
y los integrantes del grupo familiar. 2015. Disponible en: https://www.mimp.gob.pe/webs/
mimp/ley30364/sobre-ley-30364.php#:~:text=La%20Ley%20N%C2%B0%2030364,el%20
%C3%A1mbito%20p%C3%BAblico%20o%20privado.
78
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
83 Ley No. 88-03. Mediante la cual se instituyen en todo el Territorio Nacional las casas
de acogida o refugios que servirán de albergue seguro, de manera temporal, a las mujeres,
niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar o doméstica. República Domi-
nicana, 15 de mayo de 2003. Disponible en: https://observatoriojusticiaygenero.poderjudi-
cial.gob.do/documentos/PDF/normativas/NOR_88_03.pdf
86 Inmujeres Uruguay. Plan de Acción 2016-2019: “Por una Vida Libre de Violencia de
Género con mirada generacional”. 2016. Disponible en: https://www.gub.uy/ministerio-desa-
rrollo-social/politicas-y-gestion/planes/plan-accion-2016-2019-vida-libre-violencia-gene-
ro-mirada-generacional
90 Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, 25/11/2006,
“Artículo 32: Casas de abrigo. El Ejecutivo Nacional, Estatal y Municipal, con el fin de hacer
más efectiva la protección de las mujeres en situación de violencia, con la asistencia, ase-
soría y capacitación del Instituto Nacional de la Mujer y de los institutos regionales y muni-
cipales de la mujer, crearán en cada una de sus dependencias casas de abrigo destinadas
al albergue de las mismas, en los casos en que la permanencia en el domicilio o residencia
implique amenaza inminente a su integridad”.
79
Estudio regional sobre los refugios para las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina
80