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Elementos Delito

El documento aborda los elementos fundamentales de la teoría del delito en el derecho penal, incluyendo la acción, omisión, iter criminis, tipicidad, antijuricidad, culpabilidad, imputabilidad y punibilidad. Se explica que la acción y la omisión son esenciales para la imputación de un delito, y se detalla el proceso del iter criminis desde la concepción hasta la ejecución del delito. Además, se discute la importancia de la tipicidad y la culpabilidad en la determinación de la responsabilidad penal, así como la necesidad de la imputabilidad para que una persona sea considerada culpable.

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Elementos Delito

El documento aborda los elementos fundamentales de la teoría del delito en el derecho penal, incluyendo la acción, omisión, iter criminis, tipicidad, antijuricidad, culpabilidad, imputabilidad y punibilidad. Se explica que la acción y la omisión son esenciales para la imputación de un delito, y se detalla el proceso del iter criminis desde la concepción hasta la ejecución del delito. Además, se discute la importancia de la tipicidad y la culpabilidad en la determinación de la responsabilidad penal, así como la necesidad de la imputabilidad para que una persona sea considerada culpable.

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Universidad Mariano Gálvez

Curso: Derechos humanos


Catedrático: Lic. Rosa Jeanette Salguero Rios.
Plan Fin de semana.
Estudiante: Guisel Fernanda Cortez Cabrera.
Carnet: 5150-23-17513

Elementos de la Teoría del Delito

Guatemala, 05 de septiembre de 2024


LA ACCIÓN

En el derecho penal, la acción se entiende como cualquier comportamiento que


proviene de la voluntad de una persona. Cuando decimos que una acción tiene una
"voluntad", nos referimos a que siempre hay un objetivo o un fin que la persona
quiere lograr. Es decir, cada acción que llevamos a cabo está orientada hacia algún
propósito.

Mata Vela resalta en su libro que la acción puede dividirse en dos corrientes las
cuales son: equivalencia de las condiciones y la de la causalidad adecuada, al
respecto podríamos dividir la acción en dos etapas
Fase Interna: Esta es la etapa en la que el autor piensa en su acción. Primero,
decide qué quiere lograr (el fin) y luego elige cómo hacerlo (los medios). Durante
esta fase, también considera las posibles consecuencias de los medios que elige.
Por ejemplo, si alguien decide robar, piensa en cómo hacerlo y en qué efectos
secundarios podría haber.
Fase Externa: Una vez que el plan está en mente, llega el momento de llevarlo a
cabo en el mundo real. Aquí, el autor realiza las acciones necesarias para alcanzar
su objetivo. Esta es la fase donde lo que se ha planeado se convierte en acción
concreta.

En derecho penal, la acción es esencial para la imputación de un delito. Si no hay


acción, no puede haber responsabilidad penal. La acción implica un comportamiento
consciente y voluntario dirigido a alcanzar un fin específico. Por lo tanto, si la
voluntad está ausente o no puede manifestarse de manera libre, la acción
penalmente relevante también está ausente.

LA OMISIÓN
En el derecho penal, la omisión se refiere a no hacer algo que la ley ordena hacer.
En general, las leyes establecen qué conductas deben evitarse o realizarse. Por lo
tanto, no solo se sancionan las acciones que las personas llevan a cabo, sino
también la falta de acción cuando la ley exige que se actúe. La omisión no es
simplemente no hacer nada; es no cumplir con una obligación que la ley impone.
Para que la omisión sea penalmente relevante, la persona debe estar en una
posición donde realmente pudiera haber actuado. Por ejemplo, si alguien está en
silla de ruedas y no puede ayudar a una persona que se está ahogando, no se le
puede responsabilizar por no haberlo hecho. En este caso, la persona no tiene la
capacidad física para realizar la acción requerida.

La omisión en el derecho penal no se trata simplemente de no hacer nada; es la


falta de acción cuando la ley exige que se actúe. La responsabilidad por una
omisión depende de si la persona estaba en una posición para cumplir con la
obligación y si el incumplimiento de esa obligación tiene consecuencias legales.

En derecho penal, se espera que las personas realicen ciertas acciones para
proteger bienes jurídicos, como la vida, la salud, la propiedad, etc. Cuando alguien
no cumple con estas obligaciones, está incurriendo en una omisión penalmente
relevante. En otras palabras, la ley establece deberes específicos que deben ser
cumplidos, y la omisión de estos deberes puede ser sancionada si resulta en daño o
peligro para los bienes jurídicos que la ley pretende proteger.

ITER CRIMINIS
El "Iter Criminis" es el término usado en Derecho Penal para describir el proceso
completo de un delito, desde que surge la idea de cometerlo en la mente del autor
hasta que se lleva a cabo y se completa. En otras palabras, es el "camino" que
recorre el delito desde su concepción hasta su ejecución.

Fases del Iter Criminis

Este proceso se divide en dos fases principales:

1. Fase Interna

● Definición: Esta fase ocurre en la mente del delincuente. Aquí, el autor tiene
pensamientos o intenciones delictivas. Sin embargo, solo tener estas ideas
no es suficiente para ser responsable penalmente. La ley no castiga los
pensamientos por sí mismos, ya que el principio "Cogitationis poenam nemo
patitur" significa que "el pensamiento no delinque".
● Características: Durante esta etapa, el delito es solo una idea en la mente
del autor. Mientras no se haga nada para llevar esas ideas a la realidad, no
hay responsabilidad penal. Solo cuando las ideas se convierten en acciones
externas se puede considerar la implicación legal. En resumen, esta fase es
importante para entender el contexto, pero no para imponer castigos.

El Iter Criminis nos ayuda a entender cómo un delito pasa de ser solo una idea en la
mente del autor a convertirse en una acción concreta que puede ser castigada por la
ley. La fase interna es donde surgen las intenciones delictivas, pero no tiene
implicaciones legales hasta que se materializa en la fase externa, donde el delito se
empieza a llevar a cabo y puede ser penalmente relevante.

TIPICIDAD

La tipicidad en derecho penal se refiere a la forma en que una conducta humana se


ajusta o encuadra dentro de lo que la ley describe como un delito. Es el proceso
mediante el cual la conducta específica de una persona se compara con la
descripción legal del delito para determinar si encaja en esa categoría.

Aunque muchos autores han tratado de definir la tipicidad, a veces no han sido
claros. Algunos simplemente describen el tipo penal (la descripción legal del delito),
en lugar de la tipicidad en sí misma. Alfonso Reyes Echandia, por ejemplo, define la
tipicidad como la "descripción abstracta" de una conducta que el legislador
considera reprochable y punible. Sin embargo, esta definición es más acerca del
tipo penal en general.

La tipicidad es esencial para entender cómo una conducta se ajusta a lo que la ley
define como delito. La evolución del concepto ha pasado de una visión simple y
objetiva a una comprensión más compleja que incluye la antijuricidad y la
culpabilidad. Es importante no confundir la definición general del tipo penal con el
proceso específico de encuadrar una conducta dentro de ese tipo.

ANTIJURICIDAD

La antijuricidad es una evaluación de valor que se realiza sobre una conducta para
determinar si es contraria al ordenamiento jurídico. En términos simples, la
antijuricidad indica que un comportamiento es ilegal porque va en contra de la ley.
No todos los actos que son contrarios a la ley son penalmente relevantes; es decir,
no todos los comportamientos antijurídicos se consideran delitos.

La antijuricidad es el juicio que determina si el comportamiento, además de ser


típico, es también contrario a la ley. No se puede asumir que toda conducta típica
sea automáticamente antijurídica. La antijuricidad se determina después de verificar
si existen justificaciones legales que puedan excluir la ilicitud de la conducta.

CULPABILIDAD

La culpabilidad es una categoría esencial en el derecho penal que se suma a la


tipicidad (la adecuación de un acto a una descripción legal de delito) y antijuricidad
(la ilegalidad del acto). Para imponer una pena, no basta con que una conducta sea
típica (que encaje en la descripción legal del delito) y antijurídica (que sea contraria
a la ley). También es necesario evaluar la culpabilidad, es decir, la responsabilidad
moral y jurídica del autor del delito.

La culpabilidad no es solo una cuestión individual, sino que debe ser vista en el
contexto social. No se trata solo de evaluar al autor del delito en aislamiento, sino de
considerar cómo su conducta afecta a la sociedad. El Estado, en representación de
la sociedad, define qué comportamientos se consideran culpables. Por lo tanto, la
culpabilidad tiene un fundamento social más que psicológico, como se pensaba en
teorías anteriores.

IMPUTABILIDAD

La imputabilidad es un concepto crucial en la teoría del delito. Es el requisito previo


para que alguien pueda ser considerado culpable de un delito. Para que una
persona pueda ser declarada culpable, primero debe ser imputable. Esto significa
que la persona debe tener la capacidad mental y biológica necesaria para entender
y cumplir con las normas legales.

La imputabilidad se basa en la existencia de ciertas condiciones psíquicas,


biológicas y morales. Estas condiciones determinan si una persona tiene la madurez
mental y la salud mental adecuadas para ser responsable de sus actos. La ley
establece ciertos límites y requisitos para que una persona pueda ser considerada
imputable, asegurando que solo aquellos que cumplen con estos criterios puedan
ser responsables de sus acciones.

PUNIBILIDAD

Punibilidad como Elemento del Delito: Algunos expertos creen que para que una
conducta sea considerada un delito, debe estar sujeta a una pena. Es decir, si un
acto no puede ser castigado, no puede ser clasificado como delito, incluso si es
antijurídico y culpable.

Punibilidad como Consecuencia del Delito: Otros sostienen que la punibilidad es


una consecuencia del delito, no una parte esencial de él. Según esta visión, lo más
importante es que el acto cumpla con los criterios de tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad.

Algunos autores consideran que la punibilidad es tan central que definen el delito
simplemente como "todo acto que está marcado por una pena". Por ejemplo, el
profesor Rossi de la Universidad de París ve el delito sólo como un acto que se
castiga con una pena.

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