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Guia de Hoimiletica Item

El manual de Homilética I busca enriquecer los conocimientos de los futuros predicadores sobre la interpretación y comunicación del mensaje bíblico. Se enfatiza la importancia de la preparación adecuada y el uso de un bosquejo homilético para lograr una predicación efectiva y centrada en la Biblia. Además, se subraya que la predicación debe ser guiada por el poder del Espíritu Santo y enfocada en satisfacer las necesidades espirituales de la audiencia.

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El manual de Homilética I busca enriquecer los conocimientos de los futuros predicadores sobre la interpretación y comunicación del mensaje bíblico. Se enfatiza la importancia de la preparación adecuada y el uso de un bosquejo homilético para lograr una predicación efectiva y centrada en la Biblia. Además, se subraya que la predicación debe ser guiada por el poder del Espíritu Santo y enfocada en satisfacer las necesidades espirituales de la audiencia.

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INSTITUTO TEOLÓGICO “EMMAÚS”

TINAQUILLO ESTADO COJEDES


MATERIA: HOMILÉTICA I
EXPONENTE: Montgomery Orfila Vilera

HOMILÉTICA I
Presentación
Bienvenidos al estudio de Homilética Bíblica I. A través de este instrumento se
pretende enriquecer los conocimientos de los que dominan los principios de la
homilética, y al mismo tiempo aportar una herramienta transferible para capacitar a los
que se quieren formar como predicadores de la palabra de Dios.

Responsabilidades en la materia
1. Asistir a las clases de introducción a la materia.
2. Leer todo el material de la guía ofrecida.
3. Preparar cuatro bosquejos de los diferentes tipos de mensajes.
4. Predicar uno de los cuatro tipos de mensajes en diez minutos.
5. Presentar el examen sobre el contenido del manual de homilética.

Evaluación
1. Asistencia a las clases de la materia (10%).
2. Responder el cuestionario (20%).
3. Exponer un tema o una lección del manual (20%).
4. Elaborar cuatro bosquejos de los diferentes tipos de mensajes (25%).
5. Examen del manual (25%).
Bibliografía sugerida
 Ospina Castaño, William (2.014): MANUAL PRÁCTICO DE HOMILÉTICA PARA
PREDICAR BÍBLICAMENTE. Curso del Mints, Miami, Florida 33158.USA
 Vila, Samuel, (1968): MANUAL DE HOMILÉTICA. Tarrasa (Barcelona) (Descargado
de http://www.LibrosElectronicosGratis.com/)
 Jiménez, Fernando A., (2.019): CURSO DE HOMILÉTICA. FORMANDO
EXPOSITORES DE LA PALABRA DE DIOS QUE IMPACTEN AL MUNDO. Misión
Edificando Familias Sólidas (Colombia) Links de descarga:
www.institutobiblicoministerial.com
 Silva, Kitim, (1995): MANUAL PRÁCTICO DE HOMILÉTICA. Editorial Unilit Miami,
FL. 33172. Links de descarga: www.exlibri.eltropical.com

Introducción
El propósito de este manual es contribuir a la buena interpretación y
comunicación del mensaje bíblico contenido en las Sagradas Escrituras. Aunque no se
pretende ser exhaustivo en la materia, si se presenta como un instrumento sencillo y
práctico para elaborar mensajes bíblicos homiléticamente. Cuando se predica o se
enseña la palabra de Dios con un bosquejo homilético, podemos ser más didácticos y
eficaces. Los oyentes podrán captar más fácilmente la idea principal del mensaje, y los
predicadores y los maestros contarán con un buen apoyo para comunicar enseñanzas
netamente bíblicas y no caer en especulaciones o comentarios personales; ya que es la
“Palabra de Dios la que tiene el poder para cambiar vidas.”

LECCIÓN I: HOMILÉTICA Y PREDICACIÓN


La HOMILÉTICA, es el arte y ciencia de predicar para comunicar el mensaje de
la palabra de Dios. Incluye tanto la organización del material como la preparación del
mensaje para predicar efectivamente. La Homilética (Gr. homilétikos, de homilios) tiene
la connotación de “Juntos a reunirse,” y en teología tiene que ver con el uso de los
principios de la retórica para la predicación pública. Algunos estudiosos consideran una
cuarta clase de teología. Además de la Teología Bíblica, Sistemática E Histórica,
muchos consideran la teología pastoral. Ellos definen la “Homilética (del Gr.
homilétikos, reunión: y homilios: conversar) como una rama de la teología pastoral, la
cual se encarga del estudio del sermón o estudio religioso.”
La palabra homilética es la latinización de la palabra griega (Homilew: declarar,
confesar, o el verbo Homologew: platicar, charlar. Hch. 20:11,24:26; Lc. 24:14. Se
trata de una combinación de palabras: “Homo” de Homoz que significa: semejante,
parecido; y “Lego”: decir. En este sentido significa realizar una confesión fidedigna.
Decir lo mismo, en el sentido de no alterar el contenido del mensaje.
Se podría decir que la homilética es considerada como una ciencia o un arte de
interpretar y comunicar fielmente la palabra de Dios y que para este fin incluye también
la organización y elaboración de un bosquejo que permita comunicar claramente el
mensaje divino, de tal manera que llene la necesidad del público receptor ya sea de
conocer a Cristo como Salvador, o de recibir la enseñanza de exhortación, consolación
y edificación.

IMPORTACIA DEL USO DE LA HOMILÉTICA


Cuando alguien predica la palabra de Dios sin usar la homilética, es muy fácil de
detectar. Por una parte vemos que hace mención de muchas verdades, incluso algunos
con base bíblica, pero sin una verdad principal que unifique el mensaje y que haga clara
la disertación. Sin una preparación adecuada y sin un bosquejo homilético es muy difícil
pre dicar. Fácilmente se cae en repeticiones y se dificulta iniciar y concluir el mensaje. A
la hora de hacer la aplicación y el llamado es complicado cuando se han mencionado
muchas verdades pero que no están unificadas por un tema o asunto. Así es más difícil
cumplir el objetivo de satisfacer la necesidad de un público que requiere ser alcanzado
para Cristo, o que necesita ser edificado en la fe y en la sana doctrina.
El Señor Jesucristo usó, en su ministerio terrenal la predicación de mensajes
homiléticos. También los apóstoles los usaron con grandes resultados. En los tiempos
modernos la homilética recibió grandes aportes por medio de notables autores y
predicadores evangelistas. Se podría citar entre muchos a Juan Wesley, Charles
Spurgeon y Dwight Moody. De los autores contemporáneos es justo mencionar a
James Crane, autor del “Sermón eficaz.” Dicha obra es referencia importante en el
estudio de la homilética en los seminarios e institutos bíblicos. En el siglo XX y parte del
XXI podríamos citar a autores venezolanos que dejarían huellas tanto en el pueblo de
Dios en general, como en la formación e inspiración de otros predicadores.

LA PREDICACIÓN
José M. Martínez, define la predicación de la manera como sigue: “Es la
comunicación, en forma de discurso oral, del mensaje divino depositado en la Sagrada
Escritura, con el poder del Espíritu Santo y a través de una persona idónea, a fin de
suplir las necesidades espirituales de un auditorio1”
Es “comunicación en forma de discurso oral”, puesto que no escribe para el
pueblo sino que oralmente anuncia al pueblo. Más que todo, la tarea de predicar es
tarea de hablar y no de escribir. Aunque no negamos la eficacia de los sermones
escritos para ser leídos. Pero sí estamos conscientes de que la unción hablada es de
efectos más profundos que la escrita. Por tal razón no estoy de acuerdo con los
predicadores que escriben sus sermones para leerlos ante una audiencia.
Debido a que la predicación es comunicación, todo predicador necesita aprender
las diferentes técnicas para comunicar. La comunicación es tanto natural (empleándose
la personalidad y la voz del comunicador) como mecánica (equipos y medios de
comunicación).

1
José M. Martínez, Ministros De Jesucristo (Tomo XI - vol. 1).
La predicación es la comunicación oral “del mensaje divino depositado en la
Sagrada Escritura”, puesto que ella, la predicación, tiene que ser bibliocéntrica.
La Biblia no sólo le da contenido a la predicación sino que le da autoridad. Es en
la Biblia donde se basa el predicador para la exposición del evangelio. Aunque un
sermón para ser bíblico no tiene que estar necesariamente basado en la interpretación
de un pasaje bíblico particular, sino en la revelación bíblica2.
Otro elemento de la definición que se está analizando es: “con el poder del
Espíritu Santo”. Predicar sin la ayuda del Espíritu Santo es como querer apagar un
fuego sin agua. El poder del Espíritu Santo lo adquirirá el predicador en su recinto
privado o en la práctica diaria de una vida devocional.
Pablo decía:
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios
no fui con excelencia de palabras o de sabiduría, … y estuve entre vosotros con
debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para
que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de
Dios”. (1 Corintios 2:1–5)
Lo que muchos predicadores necesitan en nuestros días es más poder que
palabras. Ese poder no llegará a no ser que haya una entrega total y completa a la
persona del Espíritu Santo.
En Hechos 4:31 leemos: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban
congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo
la palabra de Dios”. El secreto de una vida de poder en los apóstoles Pedro y Juan y la
iglesia de los primeros días estaba en el poder que recibían del Espíritu Santo. Con ese
poder tenían el valor necesario para predicar (Hechos 4:33), y ser acompañados de
señales3.
Se ve que la predicación “como un mensaje divino, “a través de una persona
idónea”. Sobre este particular quiero citar algunos dichos de Spurgeon:
“Sea cual fuere el ‘llamamiento’ que alguien pretenda haber recibido, si no ha
sido llamado a la santidad, puede asegurarse que no lo ha sido al ministerio”. “Cuán

2
Pero aun empleando la Biblia, el predicador debe saber llegar al significado del texto. Muchos
sermones no pasan de ser una “ensalada textual” o un “sancocho homilético”. Lo que hace el
predicador es atar cabos con versículos bíblicos. De un pasaje bíblico salta al otro y al otro como
si fueran lianas espirituales. Al fin y al cabo deja a su audiencia en el aire. Es mejor que el
predicador invite a sus oyentes a entrar por la puerta de la revelación de un texto bíblico y no
que se asomen a las ventanas de muchos textos bíblicos. Los textos bíblicos no deben ser
extraídos con un “bisturí espiritual”, para luego poner sobre ellos un significado y un uso que no
es el debido. Un buen predicador sabe sujetarse al texto sin rodar dentro del mismo.
3
Es como lo reseña el cantautor cristiano Stanislao Marino, cuando canta: “Lo que el Espíritu
dice, eso se hará, porque aquí, aquí, aquí manda Jehová”. Debemos ser movidos por el Espíritu
Santo, no por nuestro propio espíritu y sabiduría terrenal.
horrible es ser predicador del evangelio y no estar sin embargo convertido”. “Mejor es
eliminar los púlpitos, que ocuparlos con hombres que no tienen un conocimiento
experimental de lo que enseñan”. “Nosotros necesitamos que se tenga por ministro de
Dios a la flor y nata de las huestes cristianas, a hombres tales que si la nación
necesitara reyes, no pudieran hacer cosa mejor que elevarlos al trono. Nuestros
hombres de espíritu más débil, más tímidos, más carnales, no son candidatos a
propósito para el púlpito4”
Con todo, hemos de decir que el púlpito5 debe ser usado por hombres y mujeres
nacidos de nuevo, que hayan recibido el llamamiento para servir en el ministerio de la
predicación. La iglesia cristiana a lo largo de los siglos ha sido vilipendiaba por hombres
y mujeres que no han sido dignos de llevar el reconocimiento de ser llamados
“hermanos”.
El predicador ha sido llamado “a fin de suplir las necesidades espirituales de un
auditorio”. El predicador tiene que tener en mente que el pueblo al cual se le envía a
ministrar está en necesidades espirituales. Se me hace difícil distinguir o separar una
predicación presbiteriana de una bautista. Una predicación metodista de una
pentecostal. Una predicación luterana de una anglicana. Una predicación de los
discípulos de Cristo de una reformada.
El predicador no predica su denominación o filiación religiosa sino a Cristo.
Nuestra tarea no es la de hacer prosélitos en otras denominaciones evangélicas sino
alcanzar a los pecadores con el evangelio de salvación y edificar con el mensaje a
nuestros hermanos en la fe. La experiencia cristiana es de más importancia que los
apellidos denominacionales.
Pablo dijo: “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Corintios 2:2).
Muchos fracasos en la predicación se deben al hecho de no tener en mente las
necesidades espirituales y convivenciales de la audiencia. El evangelio es pregunta y
es respuesta (Éxodo 3:11–12; Isaías 6:8; Hechos 9:4–5; 16:30–31). Por lo tanto es
importante contestarnos pregunta a qué y respuesta a qué.
Cuántos predicadores malgastan el tiempo de la predicación tratando de explicar
a sus oyentes que lo que están leyendo no es lo correcto conforme al original griego. El
empleo del griego en el texto bíblico es importante en la exégesis correcta. Pero el
griego también puede ser un instrumento satánico para que predicadores liberales y
4
C.H. Spurgeon, Discursos a mis estudiantes. Casa Bautista De Publicaciones, p. 9, 10, 12, 16-17
5
El ministerio no es una profesión en el sentido usual del término. Es una vocación divina. No es
el hombre o la mujer que optan por ser predicadores, sino Dios es el que los llama a la tarea de
la predicación. Muchas denominaciones han fracasado porque al buscar los requisitos para el
ministerio consideran más la disciplina académica graduada antes que el verdadero
llamamiento de Dios. Por eso hay denominaciones que están llenas de doctores en esto y
aquello, pero carecen de ministros de corazón, que estén dispuestos a darlo todo por la obra
del Señor. Ministran más bien por un contrato que por el llamado del Señor.
controversiales jueguen con definiciones aisladas para inyectar sobre el texto sagrado
su propia postura6.
Otro concepto de predicación, lo da Pablo Jiménez7, cuando dice que:
La predicación es solo una de las muchas formas de proclamación que emplea la
Iglesia cristiana. El término «proclamación» se refiere al anuncio general del Evangelio
de Jesucristo, abarcando diversas formas de comunicar el mensaje cristiano. Por esta
razón, la proclamación puede ser tanto verbal no-verbal. Por ejemplo, la predicación es
una forma verbal de proclamación cristiana y la pantomima es una forma no-verbal. Y
más adelante dice el mismo autor que: Otro término importante para comprender el
significado de la predicación es la palabra «kerigma», que se deriva del verbo griego
«kerysso», que significa «proclamar» o «anunciar». El concepto proviene de una
práctica que ya no existe en nuestro mundo. En tiempos antiguos—donde no existían
medios de comunicación masiva—hombres de voz potente anunciaban noticias
importantes para la comunidad en distintos puntos de los pueblos y de las ciudades.
Estos hombres eran «heraldos»—en griego, «kerux»— que compartían un mensaje—
en griego, «angelion». La Iglesia adoptó estos conceptos de la siguiente manera: Quien
predica es el heraldo («kerux») que proclama («kerysso») un mensaje («kerigma»).

IMPORTANCIA DE LA PREDICACIÓN
La Gran Comisión que Cristo ha confiado a Sus discípulos es el mandamiento de
"Id por todo el mundo y predicad el Evangelio" de acuerdo a Marcos 16:15. Los ángeles
no han sido los llamados a predicar al mundo, sino hombres y mujeres escogidos por
Dios. Esta es la tarea principal que le ha sido encomendada a la Iglesia. En Mateo
24:14, Jesús profetizó: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. ¡La Iglesia habrá
concluido su gran obra en la tierra, y Cristo vendrá otra vez, cuando el Evangelio haya
sido predicado en todo el mundo!

6
Un ejemplo de lo antes dicho lo encontramos en Lucas 7:25 donde leemos:
Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que
tienen vestidura preciosa, y viven en deleites, en los palacios de los reyes están. Leamos ahora 1
Corintios 6:9 donde dice: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis;
ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones. El término griego en ambos casos es “malakos”. Recuerdo a un profesor mío que
tratando de justificar la homosexualidad jugó con este término. Según él “malakos” no describe
a
alguien con tendencias homosexuales sino a cualquier persona débil y de un comportamiento
delicado. Pero aun así a la luz del contexto los tales están excluidos del reino de Dios. Por eso el
predicador debe cuidarse de no hacerle daño al texto bíblico. La mayoría de nuestra gente no
habla bien el español. ¿Por qué confundirlos más con un idioma que sería más provechoso para
el estudiante seminarista?
7
Pablo Jiménez: El A-B-C, de la Predicación. Libros de Homilética Bíblica. P. 8
Teniendo en cuenta esto, decimos que la predicación es importante, puesto que8:
1. La predicación es el método que Dios ha elegido para compartir Su Palabra con la
humanidad. Tito 1:3 nos dice que Dios “manifestó su palabra por medio de la
predicación”.
2. La predicación no sólo trae la Palabra de Dios al hombre, sino que también prepara
el camino para que Dios se mueva por medio de Su Espíritu. Hechos 10:44 dice
“Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que
oían el discurso”.
3. La predicación puede producir salvación, milagros, sanidades y el cumplimiento de
muchas de las maravillosas obras de Dios (estudiar 1 Co. 1:21; Mr. 16:20 y Hch. 14:7-
10). Esto es debido a que “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro.
10:17).
Debido a la importancia de la predicación, Dios anhela preparar y enviar a
multitud de predicadores. El Señor desea levantar alrededor del mundo un ejército de
predicadores, para que hoy, como en los días del gran reino de David se diga: “El Señor
daba palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas” (Sal. 68:11).
Dios siempre ha anhelado enviar predicadores para proclamar Su Palabra. El clamor
del corazón de Dios fue revelado cuando Isaías escuchó al Señor decir: “¿A quién
enviaré, y quién irá por nosotros?” (Isaías 6:8).
La predicación cristiana proclama lo que el hombre necesita escuchar y no lo que
desea, aunque esto le parezca una locura. El predicador lo hace de esta forma, porque
sabe que sólo así puede llegar la salvación a los oyentes. El hombre caído necesita oír
la Palabra de Dios, la Palabra de la cruz porque “el evangelio es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree” (Rom 1.16).

LUGAR BÍBLICO DE LA PREDICACIÓN


Aunque ya había mencionado algo sobre la Biblia y el predicador en la
predicación, ahora daré unos cuantos martillazos en el clavo de esta gran verdad: La
Biblia es la fuente de las predicaciones cristianas. En la Biblia se descubre el lugar que
en el andamiaje de la redención tiene la predicación.
1. En Romanos 10:13–15 leemos:
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues,
invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído? ¿Y cómo predicarán si no fueran enviados? ¿Y cómo oirán sin saber quién les
predique? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz
de los que anuncian buenas nuevas!”
Dios puede salvar al pecador a través del medio que a Él le plazca escoger. Pero
la predicación en esta economía divina es el método por el cual la Palabra de Dios (la

8
Tomado de: Norman Holmes: HOMILÉTICA Cómo preparar y predicar sermones. P. 1-5
revelada en la Biblia o la que viene por la revelación al espíritu), al igual que la Palabra
viva (Jesucristo), se predica a los seres humanos.
En resumidas cuentas, el pasaje enseña el lugar que la predicación tiene como
medio de dar a conocer el evangelio, mediante la exposición de la Biblia. En la Biblia
está el evangelio y el evangelio es Jesucristo.
2. En 1 Corintios 1:21 leemos:
“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la
sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Para los
griegos la predicación era una locura”.
La escuchaban con sospechas. Ellos no podían concebir en sus ideas a un Dios
que pudiera experimentar emociones y que pudiera asumir forma humana. Así era el
Dios que predicaban los cristianos en la persona de Jesucristo.
Hoy en día el mundo continúa considerando la predicación como una locura. Se
piensa de los predicadores como individuos con perturbaciones mentales. Los cuales
viven en un mundo de irrealidades y fantasías religiosas.
La predicación es para muchos una locura. Pero en medio de esa locura la
teocentralidad y la bibliocentralidad se transforman en milagros irrefutables que
convencen al mundo de que Dios es real y lo que se predica es verdad.
Dios usa y usará la predicación en su propósito divino para llegar a los corazones
humanos. Además en la predicación los creyentes son nutridos por medio de la
exposición bíblica en la fe cristiana9.

CARACTERÍSTICAS DE LA PREDICACIÓN
Primero: La autoridad de la predicación “es de parte de Dios”. Lo que distingue a la
predicación cristiana de cualquier otra clase de discurso es esa realidad. El predicador
no se apoya en sus argumentos persuasivos, lógicos o retóricos para dar base
autoritaria a la predicación. Más bien expone el mensaje respaldado por la autoridad
que Dios le ha conferido.
La predicación sin la autorización divina es hueca, sin propósito, un simple
discurso vacío o un ejercicio homilético.
Esa autoridad no se recibe por la disciplina homilética. La misma tiene que venir
directamente de Dios. Los predicadores que han sido usados para comenzar
revoluciones espirituales, han sido aquellos que han ministrado en la autoridad del
Señor.

9
La Biblia no presenta substitutos para la predicación. Los programas que se desarrollan en las
congregaciones son para complementar la predicación. Ninguna actividad eclesiástica debe
tomar el lugar céntrico de la predicación. Las congregaciones tienen que dejar de ser “clubes
eclesiásticos” y dar la primacía a la predicación.
Segundo: De acuerdo a Costas10 “esa autoridad se desprende del hecho de que es un
mensaje que está arraigado en lo que Dios ha dicho”. Predicar no es otra cosa sino dar
un mensaje de parte de Dios. Por lo menos eso es lo que se espera de un predicador.
El predicador es un mensajero con la tarea de dar a otros el mensaje que Dios le
ha conferido. El mayor peligro y la peor presunción es dar nuestro mensaje y no el
mensaje de Dios. Cuando el mensajero se predica a sí mismo, hablando de sus hechos
y experiencias a expensas de los hechos y dichos de Dios, corre el grave peligro de
predicar su propio evangelio.
Pablo, el gran teólogo de la iglesia cristiana dijo algo que se relaciona con el
punto que está bajo consideración: “más os hago saber, hermanos, que el evangelio
anunciado por mí no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre
alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11–12). El mensaje de Dios tiene
que llegar por revelación divina. No se produce en la mente del razonamiento humano.
Dios lo tiene que dar.
La predicación vacía del mensaje de Dios conduce a la proclamación de un
“evangelio diferente” (Gálatas 1:6), o al anuncio de “otro evangelio” (Gálatas 1:8). Lo
que alguien le ha llamado “el evangelio según san yo”.
Tercero: El predicador es un medio, “el que predica no es el predicador, sino Dios a
través del predicador”. Si los predicadores reconocieran que no es su predicación sino
la predicación del Señor…. En una ocasión alguien le dijo a Juan Bunyan: “Ha
predicado un buen sermón”. Su respuesta desconcertante fue: “El diablo ya me lo dijo
mientras bajaba del púlpito”.
Muchos, después de una predicación regresan a sus hogares frustrados y
desanimados. Esperaban diferentes resultados. Quizás habían pecadores y no
respondieron a la invitación de salvación. Los creyentes enfermos aunque escucharon
el llamamiento por sanidad divina hicieron caso omiso. Nadie los felicitó por la
predicación.
El predicador debe recordar que el mensaje es de Dios. Por lo tanto, los
resultados de la predicación le pertenecen a Él.
Cuarto: El propósito es que la palabra predicada y la palabra de Dios sean lo mismo.
Costas11 afirma: “de modo que la palabra predicada viene a ser verdaderamente
palabra de Dios”. ¿Cuándo habla Dios en su sermón o en una predicación? Es una
pregunta muy difícil de contestar. El predicador muchas veces está sin conocimiento
natural de lo que Dios está haciendo o diciendo. En otras ocasiones los predicadores
están conscientes de lo que Dios está diciendo y haciendo.

PREGUNTAS DE LA LECCIÓN I
1. ¿Cuál es el significado de la homilética desde el punto de vista etimológico?

10
Orlando Costas, Comunicación por medio de la predicación. Editorial Caribe, p. 23.
11
Ibit, Ob. Cit. p. 23.
2. ¿Cuál es la definición de homilética en el sentido académico?
3. ¿Quiénes usaron la homilética con éxito en los primeros años del cristianismo?
4. ¿En qué parte de la teología se incluye la homilética?
5. ¿Cuáles predicadores de los tiempos modernos y contemporáneos apartaron
elementos importantes a la homilética?
6. ¿La homilética ha sido usada con éxito a través de la historia para cumplir los tres
propósitos en la humanidad, indique cuales son esos propósitos?
7. ¿Cuáles son los nombres de algunos predicadores que han hecho buen uso de la
homilética en la obra bautista venezolana que se mencionan en esta lección?
8. ¿Cuál es la importancia de usar la homilética en la predicación bíblica?
9. ¿Qué elementos incluye la homilética?
10. Define la predicación cristiana. (Como la definen J. Martínez y Pablo Jiménez)
11. Diga las características de la predicación.
12. ¿Cuál es el lugar de la predicación según la Biblia?
13. ¿Qué o cuál es la enseñanza de Romanos 10: 13-15? (En tus propias palabras)
14. ¿Cuál es la importancia de la predicación bíblica?
15. Nombre los tres grandes propósitos que le dan la importancia a la predicación
bíblica.

LECCIÓN II: LA PERSONA DEL PREDICADOR


Objetivo de la lección
 Presentar algunas cualidades ideales del predicador. Se presenta a modo de
sugerencia, pero las exigencias variarán según el contexto o situación cultural donde
vive.
¿Qué es un predicador?
El predicador, es la persona escogida por Dios para llevar y proclamar las verdades
de salvación a la gente que lo necesita.
El predicador es aquella persona que ha sido separada por Dios en la obra de su
providencia y capacitada en el conocimiento de las Sagradas Escrituras, para
comunicar adecuadamente el mensaje de redención. A continuación, veremos algunas
cualidades ideales del predicador o predicadora12.

La preparación para ser predicador


Hay ciertos requisitos con los que se debe cumplir para que alguien pueda
convertirse en un buen predicador. Primero, deben establecerse fundamentos
importantes en la vida de la persona que aspira a ser un predicador.
1. El primer requisito es que el predicador debe ser llamado y enviado por Dios. Al
igual que se designa a un embajador y se le da autoridad para representar a su

Campos, Bernardo (2020): Homilética. El proceso de la predicación en siete pasos. Brusell


12

Publishers, Lima-Perú.
nación, el predicador debe ser llamado y dada la autoridad de parte de Dios para
hablar Su Palabra (2 Co. 5:20; He. 5:4; Ro. 10:15).
2. Después de que una persona comienza a darse cuenta del llamado de Dios para ser
un predicador, necesita preparase adecuadamente. Sólo una persona con la
preparación adecuada será capaz de perseverar a pesar de las oposiciones que
enfrente. Una preparación completa es un ingrediente necesario para convertirse en
un predicador exitoso.
En la vida de Esdras13 podemos ver los pasos de preparación que son
necesarios para un ministerio exitoso de la Palabra de Dios. Los cuatro pasos que
podemos ver en este versículo son: 1) Un corazón consagrado; 2) El estudio de la
Biblia; 3) Obediencia a la Biblia; y finalmente 4) La predicación de la Biblia.

EL PREDICADOR: INSTRUMENTO DE COMUNICACIÓN14


El Espíritu Santo podría usar directamente la Escritura para la conversión del
pecador y para la edificación de la Iglesia de Cristo, y a veces –excepcionalmente- lo
hace. Pero por regla general se vale de medios humanos, entre los cuales el predicador
ocupa lugar especial.
El predicador debe ser idóneo y capaz de expresar todo el consejo de Dios 15. La
predicación no es una simple exposición de la verdad contenida en las Escrituras. El
verdadero expositor, sean cuales fueren sus defectos y limitaciones, ha de estar
identificado con el mensaje que comunica16.
El diagrama adjunto, ilustra la realidad que se trasmite en éste concepto de
Predicador como Comunicador, puesto que el predicador toma el texto bíblico, y lo da a
explicar o entender a la congregación.

13
Esdras 7:10 nos dice: “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová
y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”
14
José M. Martínez: Ministros de Jesucristo. Editorial Clie. P. 108-110.
15
Ver Hechos 20.
16
Los mensajes proféticos de Balaam fueron irreprochables en cuanto a su contenido (Números
23 y 24). Caifás estuvo atinadísimo cuando hizo su afirmación sobre la conveniencia de que un
hombre muriera por el pueblo (Juan 11:50-51). Aun los demonios anunciaban una gran verdad
cuando daban testimonio del “santo de Dios” (Marcos 1:24; comparar con Hechos 16:17,18).
Pero ninguno de estos “predicadores” mereció la aprobación de Dios.
Comunicación
o
Predicación

Texto Bíblico Audiencia o Congregación

De este diagrama del predicador como comunicador, se desprende que el buen


predicador ha de tener en mente las necesidades del auditorio o de la congregación.

LO QUE EL PREDICADOR HA DE CONSIDERAR


Ya sabemos que el predicador es el intermediario entre Dios y los oyentes en lo
que a comunicación de la Palabra de Dios se refiere. Por tanto, el predicador ha de
tener en cuenta lo siguiente:
1. Ante sí tiene hombres y mujeres con inquietudes, dudas, deseos nobles,
debilidades, luchas, avances espirituales, pecados, alegrías, temores, etc. Por
tanto, de alguna manera ha de penetrar en ese mundo interior de cada creyente u
oyente, y ha de saber iluminarlo y guiarlo, purificarle y robustecerlo a la luz de la
Palabra de Dios.
2. De allí que, el predicador ha de conformar su mensaje teniendo en mente a la
congregación y sus oyentes.
3. Debe saber que el mensaje que ha de predicar, la Palabra de Dios, no tan solo ha
de satisfacer las necesidades espirituales, ya que, aunque cada creyente es
ciudadano del Reino de los Cielos, vive –aun- en éste mundo bajo toda clase de
influencias culturales, religiosas, políticas, sociales. No puede salir de ese marco, ni
es llamado a hacerlo. Pero, ha de estar preparado cabalmente a cómo enfrentar
estos tipos diferentes de realidades normales del mundo en el cual vivimos y nos
movemos.
Por tal motivo, el predicador como comunicador de las verdades del Evangelio
eterno, ha de saber dar respuesta cabal a cada área de la vida del oyente. En este
sentido, por medio de la predicación, el atribulado ha de recibir consuelo; el que se
encuentra en la perplejidad, luz; el rebelde, amonestación; el penitente, promesas de
perdón; el caído, perspectivas de levantamiento y restauración; el fatigado, descanso y
fuerzas nuevas; el frustrado, esperanzas; el inconverso, la palabra cautivadora de
Cristo; el santo, el mensaje para crecer en la santificación.
Resumiendo, el púlpito ha de ser la puerta de la gran despensa divina de la cual se
sacan las provisiones necesarias para suplir las necesidades espirituales de los
oyentes.

CUALIDADES DEL PREDICADOR


A la pregunta de cómo debe ser la personalidad de un predicador, hay que
responder que depende de los modelos que hayamos interiorizado. Por supuesto, hay
muchos modelos bíblicos ideales. Pensemos, por ejemplo, en los profetas del Antiguo
Testamento, como son Elías, Eliseo, Moisés, Isaías, Jeremías, el mismo Noé. En el
Nuevo Testamento, igualmente, tenemos a Jesús, Pablo, Pedro, Juan, entre otros.
En la práctica, algunos nuevos predicadores a veces tratan de imitar a otros
predicadores de prestigio. Cualquiera sea el caso, lo más importante es destacar las
cualidades espirituales, intelectuales y culturales ideales del predicador.
Pensando en nuestro contexto cultural, mencionamos a continuación algunas
sugerencias que, creemos, pueden ser útiles para el desarrollo de la personalidad del
predicador.
a. Cualidades espirituales
* Profunda experiencia con Cristo: La Biblia enseña que somos testigos, mensajeros,
embajadores de Cristo. En la vida cristiana todos tenemos algún nivel de experiencia
con el Señor.
* Conciencia de ser un enviado de Dios: El predicador debe tener conciencia de que ha
sido enviado por Dios para esa tarea.
* Conducta moral intachable: La buena conducta moral de un predicador, respaldará
sus palabras (1 Ti. 3).
* Responsabilidad en el uso de sus palabras: El predicador debe ser responsable de
todos sus actos, y más aún de lo que dice.
* Dirección del Espíritu Santo: No hay mejor halago para un predicador que el que sea
reconocido como una persona dirigida por Dios, un hombre o una mujer de oración. La
búsqueda constante de la llenura del Espíritu Santo debe ser una de las cualidades que
el predicador debe cultivar.
* Amor por las almas: La palabra "alma" se deriva de la voz latina "anima" que significa
"aliento de vida", "vida" o "ser". El predicador debe ser capaz de conmoverse por las
almas y eso no es sensiblería.
* Tener relación con la Escritura: El estudio sistemático y directo de la Biblia no se
puede substituir con la lectura de libros que traten sobre ésta. El predicador debe leer
más la Biblia y conocerla, que el creyente promedio de la congregación. Es una
tragedia el encontrarnos con tantos predicadores que bíblicamente son analfabetos. No
conocen su Biblia, ni tampoco la saben emplear17.

A éstos se refirió Pablo cuando dijo: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
17

obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Timoteo 2:15,
b. Cualidades intelectuales
Junto con el cultivo de cualidades espirituales, el predicador debe también poner
diligencia y empeño en cultivar algunas cualidades intelectuales y desarrollar algunas
habilidades como:
* Facilidad de palabra: La Predicación del evangelio es un ministerio de la Palabra.
* Don de gentes: Hay personas que se relacionan fácilmente con otras personas. Otras
son más apáticas o reprimidas. La mejor manera de adquirir ese don, es observar cómo
lo hacen los "carismáticos".
* Visión amplia: El predicador no debe ser ni monotemático ni sectario 18. Debe tener una
visión amplia de la vida. El predicador debe tener amplitud de espíritu y una visión muy
amplia, pues el público al que se dirige es casi siempre heterogéneo.
* Preparación académico: Los hombres a quienes Dios uso para fijar por escrito su
revelación fueron hombres cultos. Hay que descartar el mito de que Jesús nunca fue a
la escuela y que Pedro fue "un hombre del vulgo y sin letras" en el sentido de que no
sabía nada de nada, o que era un pescador analfabeto. El predicador tiene el deber o la
responsabilidad de tener una educación que merezca respeto. Una adecuada
preparación académica le permitirá desarrollar mejor su ministerio.
c. Una persona de su época
El predicador debe ser una persona de su época 19. Debe estar profundamente
comprometido con la hora actual de la humanidad. Debe ser una persona de su época;
estar al día con lo que sucede en el mundo de hoy, en oriente como en occidente. Debe
desarrollar una mentalidad acorde a lo mejor de su época y ser un crítico permanente
de las desviaciones de su sociedad20. Debe ser una persona leída y enterada de todo lo
que pasa.

d. Separado del mundo.


Aunque debe ser una persona de su época, debe cuidar su relación con el
mundo. El creyente está en el mundo pero no es del mundo (Juan 17:12–18; Santiago
4:4). De manera más clara, el creyente aunque coexiste con el mundo, no convive con

RV-77)
18
El monotemático es aquel que siempre repite el mismo tema. Habla de lo mismo, aunque lo
diga de muchas formas distintas cada vez. El sectario es aquel que no es capaz de reconocer que
puede estar errado. Cree que lo que dice es la última palabra, y lo poco que dice, lo dice como si
fuera un gran descubrimiento o una última revelación.
19
Mucho se ha criticado a los estudiantes de teología el hecho de que en un determinado
momento llegan a conocer más de la antigüedad, de la geografía de Israel, de los israelitas o de
los romanos, que a su propia gente o a su propio país. Se hacen expertos en el conocimiento de
la antigüedad clásica y desconocen casi por completo lo que pasa en el mundo de hoy.
20
Hay una expresión popular en nuestro medio que gráfica lo que decimos. Se dice que la
persona debe ser "mosca", es decir, rápida, ágil, despierta.
el mundo. Su separación con las normas y valores que en el mundo entran en
contraposición con los intereses del Reino revela su posición cristiana (Daniel 3:15–21;
6:10; Hechos 4:17–20). El predicador del evangelio no se puede dejar asimilar por las
tentaciones del mundo, ni venderse a las ofertas que éste les hará21.
El predicador necesita sentarse22 en el lugar donde están sus oyentes. Es decir
necesita conocer sus inquietudes, sus necesidades, sus motivaciones, sus
aspiraciones, su miseria, su dolor y todo aquello que los pueda afectar. En Ezequiel
3:14–15 leemos: “Me levantó, pues, el Espíritu, y me tomó; y fui en amargura, en la
indignación de mi espíritu, pero la mano de Jehová era fuerte sobre mí. Y vine a los
cautivos en Tel-abib, que moraban junto al río Quebar, y me senté donde ellos estaban
sentados, y allí permanecí siete días atónito entre ellos”, (Compárese con Job 2:11–13
e Isaías 6:5).

PREGUNTAS DE LA LECCIÓN II
1. Define lo que es un predicador.
2. ¿Cuáles son cualidades que debe tener un predicador?
3. Según Esdras 7:10, cómo debe ser la preparación de un predicador.
4. Tomando como base 1Ti.3:1-7; 1P.4:1-11; confeccione una lista de las
cualidades espirituales de un ministro del evangélico
5. A su juicio, ¿qué debe caracterizar la vida de un predicador del evangelio?
6. ¿Por qué el predicador debe cultivar cualidades espirituales?
7. ¿Qué es lo que ha de considerar el predicador al momento de trazar su
mensaje?
8. Defina al predicador como comunicador de un mensaje.

LECCIÓN III: EL BOSQUEJO HOMILÉTICO


En el ministerio y en todas las cosas relacionadas con la obra de Dios no se
debe improvisar. Por esta causa debemos planificar con cuidado la estrategia que
vamos a seguir para realizar el trabajo que corresponde a cada cristiano como miembro
del cuerpo de Cristo. Por eso es que Dios nos ha provisto de dones, talentos y un
llamamiento específico. Adán tenía una tarea
por Dios que debía cumplir.

21
Un predicador puertorriqueño el Reverendo Rafael Torres Ortega ha dicho; “Los hombres y
mujeres de Dios son de una sola pieza”.
22
La gran diferencia entre un teólogo y un predicador radica en ese hecho de identificación. El
teólogo se encierra en su cuarto de estudio o en la biblioteca y desde allí comienza a hacer
teología. En cambio el predicador se sienta en medio del pueblo, y a la luz de su situación
existencial reflexiona en la Biblia.
Si el Señor Jesucristo nos llama a participar en el ministerio de la palabra
tenemos que hacerlo bien23. Como lo dice la epístola de Corintios “Si, pues, coméis o
bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10: 31).
Entonces el elaborar el bosquejo homilético ya indica que estamos tomando en serio el
servicio al Señor.

NECESIDAD DE UN BOSQUEJO HOMILÉTICO


El bosquejo homilético es el derrotero que guía al predicador. Es la brújula que
evita que nos desviemos del tema bíblico que vamos a compartir. Por medio de un
bosquejo homilético tenemos el mensaje bíblico a compartir bien estructurado, claro y
fiel de compartir.
El tener un bosquejo nos da un poco de seguridad. No es que estamos confiados
en nuestra sabiduría o en una joya literaria que hemos preparado para predicar, sino
que sabemos que hemos hecho el trabajo humano que nos corresponde, y que por otra
parte confiamos que si disertamos con claridad y fidelidad la palabra de Dios, esta va
arrojar resultados como lo describe el profeta Isaías “Así será mi palabra que sale de mi
boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en
aquello para que lo envié”(Isaías 55:11).
Todo bosquejo consta de divisiones principales y de subdivisiones. Las
divisiones principales son como tres avenidas que convergen en un mismo punto. Las
subdivisiones son como calles que terminan en una misma avenida.
Ahora deseo considerar la necesidad del bosquejo. ¿Para qué se necesita un
bosquejo para predicar? ¿Cuáles son las ventajas del mismo? ¿Ayuda el bosquejo a los
oyentes? ¿Puede el Señor o el Espíritu Santo usar a un predicador que predica con
bosquejo? Estas interrogantes u otras más que el lector se pueda hacer espero
contestarlas en los próximos párrafos.
Primero: El bosquejo ayuda al predicador a comunicar el sermón organizadamente y
en secuencia. La única manera de poder organizar los pensamientos con más
efectividad es escribiéndolos.
La falta de organización en las predicaciones se debe precisamente al descuido
de los predicadores en no querer bosquejar pensamientos que el Espíritu Santo les lia
iluminado a predicar. Hoy día nos encontramos con varias clases de predicadores, que
por la falta de usar bosquejos aburren a la audiencia. De allí que salgan estos tipos de
predicadores:
 El predicador “perdido”, el que no sabe lo que está diciendo.

23
Bien cabe recordar y aplicar la exhortación de Pablo a Timoteo: “Procura con diligencia
presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien
la palabra de verdad” (2 de Timoteo 2:15).
 El predicador “alabanza”, en la predicación lo más que hace es predicar estos tres
puntos: I. ¡Gloria a Dios!; II. ¡Amén! y III. ¡Aleluya! Lo menos que hace es predicar
del texto que ha citado, de comentarlo y de aplicarlo.
 El predicador “visionario”, aunque cita un pasaje bíblico, le pone un título al sermón.
Predica no de lo que Dios está revelando en la Palabra, sino de lo que en su
experiencia extática él ve en la congregación.
Segundo: El bosquejo le ofrece al predicador ciertas libertades al comunicar. El
bosquejo no es cadena que ata al predicador, es un medio que le facilita libre y
espontáneamente la comunicación del mensaje de Dios. Un bosquejo no es un sermón
escrito, siempre ofrece al predicador las libertades de añadir por aquí y de quitar por
allá. El predicador tiene que usar el bosquejo y no el bosquejo usar al predicador.
Tercero: El bosquejo ayuda al predicador a recordar ideas que de otra manera las
hubiera olvidado24. Con el bosquejo, los predicadores bajamos de la plataforma con el
vacío de que dijimos algo que no debimos decir, y que no dijimos todo lo que queríamos
decir.
Cuarto: Le permite al predicador mantenerse en su tema, asunto o pasaje bíblico. No
hay cosa que canse más a un oyente que escuchar a un predicador “machina”, es decir:
el que da vueltas y vueltas y no llega a ningún punto importante.
Quinto: El bosquejo le será de ayuda al predicador en caso de que éste se exponga a
alguna interrupción.
Sexto: Le ayudará al predicador a desarrollar un sermón completo. La falta de notas
contribuye a que el predicador a veces se detenga en un solo punto, sin tratar otros
puntos coherentes al asunto. El bosquejo siempre le recuerda que no se puede detener
mucho en un solo punto, que necesita moverse a otros pensamientos.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL BOSQUEJO


Todo bosquejo se debe caracterizar por ciertos principios. En la homilética
siempre se ha usado el esqueleto imagen del bosquejo. No creo que haya otra figura
más apropiada que ésta. En el esqueleto se descubre unidad, proporción, simetría,
progreso y propósito. Para ser más específico describiré cada una de las características
del bosquejo.
1. Unidad
Aunque un bosquejo pueda tener dos divisiones, tres o más, en realidad el
sermón es un solo asunto. Cada división tiene que unirse a la otra en el texto o asunto
bajo consideración.

24
Pocas personas poseen una buena memoria o una mente fotográfica. En su preparación para
predicar, aterrizan en la mente del predicador muchos buenos pensamientos que de no
enjaularlos volarán como palomas.
2. Proporción
El bosquejo le permite al predicador distribuir su tiempo de manera
proporcionada a cada división. A menudo encontramos predicadores que le dan mucho
énfasis a una división a expensas de las otras. La proporción le da lucidez a la
predicación.
3. Simetría
La simetría no aplica al hecho de tener en cada división el mismo número de
subdivisiones. Por simetría se quiere decir que una división sea hermana de la otra e
hijas de un mismo asunto. Una división no debe ser extraña a la otra sino parecida pero
no idéntica.
He aquí un ejemplo de una simetría:
Tema: DIEZ LEPROSOS
Texto: Lucas 17:12
I. La misma enfermedad -“… le salieron al encuentro diez hombres leprosos” (verso 12).
II. La misma distancia -“… los cuales se pararon de lejos” (verso 12).
III. La misma petición -“Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros” (verso 13).
IV. La misma receta -“Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban,
fueron limpiados.
V. No hubo la misma gratitud -“Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado,
volvió, glorificando a Dios a gran voz” (verso 15).
4. Progreso
El bosquejo se mueve hacia una meta. Plantea el problema pero sugiere y ofrece
la solución. Enfoca lo abstracto pero señala lo negativo pero pasa a lo positivo. De lo
general dirige la atención a lo particular. Lo complicado se va tornando simple.
5. Propósito
El bosquejo presenta lo que el sermón quiere hacer. Nos dice Sweazey 25: “Un
sermón a menudo logra muy poco porque el predicador confunde un tópico por un
propósito”. El bosquejo siempre debe responder al propósito del sermón y del
predicador.

TIPO DE SERMONES
Dependiendo del tema y del propósito que se quiere lograr, se hará la elección
sobre el tipo de mensaje que se va a elaborar y a comunicar. Si hay un culto o servicio
sobre un énfasis especial se podría decidir predicar un mensaje tópico o temático. Por
ejemplo si hay una celebración sobre la “Juventud, el amor o la amistad.” O podría
haber el caso que hay una reunión juvenil, y se quiere ministrar sobre “El carácter y los
cristianos.” Entonces, se entiende que el propósito general del mensaje es ético moral,

25
George E. Sweazey, Preaching The Good News. Prentice Hall: New Jersey, p. 75. Citado por
Kitim Silva.
en estos casos podría ser un mensaje biográfico donde se resalte los valores de un
personaje bíblico que se debe imitar o evitar.
Existe una diversidad de sermones bíblicos. Para su empleo, el predicador se
vale de su destreza para poder emplearlos. Vamos a ver solo algunos tipos de
sermones.

A.- LOS QUE SEÑALA LA BIBLIA


Para ayudarnos a aprender a “predicar la Palabra,” Pablo 26 nos dice que hay
cuatro tipos de prédicas en la Palabra de Dios. En 1 Corintios 14:6, él escribe:
“Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os
aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con
doctrina?” Al examinar estas cuatro áreas de la predicación, obtendremos un mejor
entendimiento de las prédicas que beneficiarán a nuestra audiencia
1. REVELACIÓN
El primero de estos cuatro tipos de predicación provechosa es llamado “revelación”. La
revelación sucede cuando Dios, por Su Espíritu, nos muestra algo que no sabemos (1
Co. 2:9-10). Así como Jeremías 23:28 nos dice: “El profeta que tuviere un sueño,
cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera”.
El obtener una revelación de Dios para predicar es un ministerio muy valioso.
Quizás sea un ministerio poco común, como cuando Elí era el sumo sacerdote de
Israel. 1 Samuel 3:1 nos relata los detalles de esta época: “y la Palabra de Jehová
escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia”. Sin embargo, el Señor no
quiere que las revelaciones sean escasas.
El apóstol Pablo oró por los cristianos de Éfeso, para que Dios les diera el
espíritu de revelación para comprender la herencia, el poder y el llamado de Dios para
ellos (Ef. 1:15-19).
Podemos recibir una revelación mientras oramos, leemos las Escrituras o tal vez
en un sueño o visión. Frecuentemente la revelación se manifiesta en la forma de un
mensaje simple o un pequeño pensamiento que Dios le da o vivifica en su espíritu en
un momento determinado, y usted puede repetir ese simple mensaje de revelación en
pocas palabras. Esa revelación puede algún día convertirse en la “semilla” o núcleo de
un mensaje más grande y poderoso que usted podrá desarrollar y predicar.
Debe meditar en esa revelación y escudriñar las Escrituras que se apliquen al
mensaje que el Señor ha vivificado.
26
Es obvio que el apóstol Pablo entrenó a ministros más jóvenes para predicar (2 Ti. 4:2-4).
Pablo escribió: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la
sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus
propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Aquí se
nos dice que nuestra obligación es “predicar la Palabra” y tener cuidado de la falsa doctrina y de
las fábulas.
2. CONOCIMIENTO
La segunda categoría de la predicación que Pablo menciona es el
“conocimiento”. El conocimiento es predicar acerca de algo que ya sabemos o
comprendemos. Dios no tiene que darnos una nueva revelación cada vez que
predicamos. Muchas veces el Señor ya nos ha enseñado la sabiduría y el conocimiento
que la gente necesita oír en nuestro sermón. El conocimiento puede ser tan importante
que Cristo reprendió a algunos de los líderes de Su generación diciéndoles: “...habéis
quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo
impedisteis” (Lc. 11:52). También en Isaías 33:6 se nos dice: “Y reinará en tus tiempos,
la sabiduría y la ciencia...”
Un área del conocimiento acerca de la que puede predicar es algo que haya
aprendido por medio de la experiencia personal. Estas experiencias pueden
enseñarnos algunos de los más valiosos conocimientos que podemos compartir con
otros cuando predicamos.
¡Cuando la Palabra de Dios “se ha hecho carne” en nuestra vida, podremos
entonces impartirla más efectivamente a otros! Las lecciones especiales que
aprendemos a medida que caminamos con Dios se convierten en un mensaje hecho
vida que podemos impartir y demostrar a otros. Sin embargo, si predicamos algo que no
hemos experimentado, entonces sólo estamos predicando “teoría”27.
El capítulo cuatro del libro de Daniel es un buen ejemplo de alguien que está
predicando basado en el conocimiento “experimentado”. En este capítulo,
Nabucodonosor publica una proclamación que fue enviada a todas las naciones de su
imperio. Él testificó cómo el Señor había obrado en su vida humillándolo para que
honrara y glorificara a Dios.
Otra área del conocimiento acerca de la cual podrá predicar puede relacionarse
con una necesidad o problema que usted sabe que existe en la iglesia 28. Si ya conoce
las necesidades de las personas y sabe cómo Dios puede suplir tales necesidades,
entonces sería sabio que preparara un mensaje acerca de ese tema. Si las personas no
están diezmando, puede predicar de Malaquías 3:10-11 acerca de las bendiciones para
los dadores obedientes.
Una tercera área del conocimiento que puede ser predicada, se refiere a tener
sensibilidad al decir un mensaje que sabemos es apropiado para la ocasión. Si vamos a
predicar en una ocasión especial (boda o funeral), o en un día especial (el Día de la
Madre o del Padre), entonces los corazones de las personas estarán abiertos para oír
un mensaje relacionado con tal ocasión o día.
3. PROFECÍA
27
La teoría no trae vida y no obra efectivamente en la vida de otros. Si nuestro mensaje no ha
soportado la prueba del tiempo, será un mensaje desequilibrado y hasta peligroso.
28
Tanto 1 y 2 a los Corintios, se escribieron dado que el apóstol Pablo se entera de ciertos
problemas existentes dentro de la congregación. No se la reveló Dios, pero fue informado por
los de Cloé, y luego él lo vive personalmente.
La tercera clase de predicación provechosa que mencionó Pablo en 1 Corintios
14:6 es “profecía”. Una unción profética puede impartir poderosamente la Palabra de
Dios en los corazones de la congregación. Esto no quiere decir que necesite tener una
visión o una gran revelación.
Simplemente puede ser que sienta una unción especial o una carga en su
corazón y empezará a predicar un mensaje del corazón de Dios 29. Apocalipsis 19:10
nos dice que “el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. Esto no significa que
tenga que decir al hablar: “así dice el Señor” o que tenga que tener una gran revelación.
Ser profético simplemente quiere decir que está expresando el corazón y mente de
Cristo al hablar. Las tres áreas en las que la predicación profética va a fluir se nos
muestran en 1 Corintios 14:3 como edificación, exhortación y consolación.
A través de la predicación profética, el Señor puede ungirnos y guiarnos a
predicar acerca de temas que no habíamos preparado con anticipación. No se límite por
querer seguir siempre las notas de su sermón cuando el Señor lo está impulsando a
hablar acerca de algo más30.
4. DOCTRINA
La cuarta clase de predicación que menciona Pablo es “doctrina”. Esta también
puede ser traducida como “enseñanza” o “instrucción”. Aunque esta palabra sugiere
una forma de hablar más metódica u ordenada, no tiene que ser algo sin vida y aburrido
que debemos evitar cuando predicamos un mensaje. ¡El mensaje más famoso de toda
la historia del mundo, el Sermón del monte, fue donde Cristo enseñó doctrina!
En Mateo 5:2 leemos: “Y abriendo su boca les enseñaba...”. Este mensaje
estaba lejos de ser insípido, pues al final del sermón leemos en Mateo 7:28: “Y cuando
terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina.” ¡Si seguimos el
ejemplo de Cristo, nosotros vamos a enseñar doctrina en algunos de nuestros
sermones y encontraremos que serán tan ungidos e inspirados como cualquiera de las
otras formas de predicación!
Necesitamos predicar doctrina sana sistemáticamente para poder dar a los
miembros de nuestra iglesia fundamentos espirituales sólidos. Esta era la manera de
predicar de los primeros apóstoles. En Hechos 2:42 leemos: “Y perseveraban en la
doctrina de los apóstoles,” y en Hechos 5:28, el Sanedrín judío les dijo a los apóstoles:

29
Tal vez al estar predicando sentirá la unción del Espíritu Santo moviéndose en su corazón. Para
expresar lo que se está moviendo dentro de usted, puede empezar a exhortar a la congregación
espontáneamente. Puede ser que sienta la unción profética como un clamor que entra en su
corazón. Se sentirá dirigido a orar, a advertir o a consolar a las personas. Permita que el mensaje
salga de su corazón así como Dios ha puesto Su carga allí. ¡Este tipo de predicación puede ser
profética a medida que el Espíritu Santo le dé unción y lo guíe!
30
Debe aprender a ser sensible y obediente para seguir el fluir profético cuando sienta la unción
guiándolo o cuando sienta que el corazón de Dios quiere ser expresado. Sin embargo, no es
sabio asumir que no necesita prepararse para predicar y sólo esperar la unción profética para
que lo guíe.
“Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina.” El apóstol Pablo animaba a
predicar doctrina (1 Corintios 14:6; 1 Timoteo 4:13; 2 Timoteo 3:16, 4:2; Tito 1:9) y
también fue personalmente cuidadoso de predicar todo el consejo de Dios (Hechos
20:27).
Ahora bien, estos cuatro tipo de sermones, son los que se presentan
abiertamente en la Biblia. Sin embargo, de estos cuatro tipos de sermones, se
desprenden, para nuestra mejor comprensión, otros tipos de sermones.
Estos “otros tipos de sermones”, están presentes no para “apabullar” a los cuatro
serie de sermones hallados en nuestras Biblias, sino para ayudarnos a cómo poder
organizarlos para entregarlos a los oyentes de manera eficaz y eficientemente.
Pasemos, pues, a ver estos otros tipos de sermones clasificados tanto
homiléticamente como hermenéuticamente.

B.- SERMONES SEGÚN EL PUNTO DE LA HOMILÉTICA Y HERMENÉUTICA


Los sermones se pueden clasificar por su fuente, su propósito o su diseño. Si los
dividimos de acuerdo con su fuente, podemos identificar cuatro formas sermonarias
básicas: el sermón expositivo, el narrativo, el temático o doctrinal y el sermón de
ocasión especial.
1. El sermón expositivo
Presenta parte del mensaje de una porción bíblica, explorando su mensaje para
el mundo de hoy. La porción bíblica puede ser tan breve como un versículo o tan
extensa como todo un libro de la Biblia. La función de este tipo de sermón es darle voz
al texto bíblico. El sermón expositivo busca que la audiencia experimente a plenitud la
vivencia que describe el texto. Es decir, el propósito del sermón expositivo es que la
audiencia perciba la realidad y la potencia del mensaje.
2. El sermón narrativo
Presenta un aspecto del mensaje de una unidad de la Biblia, por medio de una o
más historias. Es decir, este tipo de sermón comunica el mensaje del Evangelio por
medio de la narración. Organiza sus ideas siguiendo la estructura del cuento corto. Es
decir, comienza indicando el marco escénico, pasa a describir la trama, llega a un punto
culminante, y termina indicando el desenlace de la historia. Un sermón narrativo puede
basarse tanto en textos bíblicos como en historias seculares. El propósito del sermón
narrativo es que la audiencia identifique su historia personal y colectiva con la historia
narrada.
Este tipo de predicación proclama una «historia compartida» donde se entrelazan
la historia bíblica, la historia de la iglesia, la historia de nuestro país, la historia personal
de quien predica y la historia personal de cada oyente.
3. El sermón temático o doctrinal
Presenta un análisis cristiano de un tema, explicando las implicaciones de este
para la sociedad actual. El tema a considerar puede ser tanto una doctrina cristiana
(como la salvación, el pecado o la santidad) o un asunto de actualidad (como el aborto,
la pena de muerte o la violencia contra la mujer). La función del sermón temático es
principalmente didáctica o educativa. Su propósito principal es que la audiencia aprenda
más sobre un tema, moviéndose a la acción.
4. El sermón de ocasión
Explora o celebra un evento específico en la vida de la Iglesia. Dicho de otra
manera, este sermón interpreta un evento en particular desde un punto de vista
teológico. La función del sermón de ocasión especial es ofrecer una palabra orientadora
desde el punto de vista de la fe cristiana, ayudando a la congregación a comprender el
significado teológico y pastoral del evento que se celebra o de la ocasión que se
observa. Se pueden predicar sermones de ocasión en matrimonios, en funerales o en
días de fiesta patria.
Los sermones pueden dividirse en otro tipo de sermones. Es decir, si los
dividimos de acuerdo con su propósito, también podemos identificar cuatro áreas
básicas: la evangelización, la educación cristiana, el desafío profético y el consejo
pastoral.
1’. Evangelización: La evangelización se define como la presentación clara y sencilla
del Evangelio—aplicada a la necesidad del ser humano—que llama a una decisión de
fe. El sermón evangelizador confronta a la audiencia con su pecado, proclama la
salvación provista por Dios en Cristo, explica cómo acercarnos a Dios, y llama a tomar
una decisión.
2’. Educación Cristiana: El sermón educativo busca el crecimiento espiritual de la
audiencia. Responde al deseo del creyente de aprender más sobre los principios y las
doctrinas básicas de la fe cristiana. Además, encamina a la audiencia hacia el
discipulado cristiano, ayudándole a evitar las enseñanzas erradas que pueden
apartarnos de Dios.
3’. Cuidado Pastoral: Por «cuidado pastoral» nos referimos al análisis teológico-
pastoral de la vida y sus crisis. Este tipo de sermón trata sobre el cuidado pastoral tanto
del individuo, en particular, como de la sociedad, en general.
Busca ofrecer una palabra orientadora, a la vez que da consuelo y apoyo a la
congregación.
4’. Desafío Profético: El sermón de desafío profético llama a quien predica, a la
congregación y a la sociedad misma a vivir en paz y justicia, siguiendo los valores del
Reino de Dios. También desenmascara las expresiones personales, comunitarias y
sistémicas del pecado, señalando sus terribles consecuencias. El sermón de desafío
profético nos confronta con nuestros actos de injusticia, llamándonos al arrepentimiento.

En este punto, debemos aclarar que hay otras maneras de clasificar sermones
de acuerdo con su propósito. Por ejemplo, algunos manuales emplean otros términos
para referirse a las áreas identificadas arriba, empleando el término «misionero» o
«kerigmático» en lugar de evangelización. Del mismo modo, otros libros de texto
identifican áreas que nosotros no incluimos en este escrito, tales como el sermón
litúrgico.
Finalmente, hay una inmensa variedad de formas sermonarias. En esta ocasión,
nos limitaremos a identificar diez maneras de organizar nuestras ideas.
1. El sermón de la «triple apelación»: Divide el cuerpo del sermón en tres áreas, la
primera apela a la razón, la segunda apela al corazón y la tercera apela a la voluntad.
2. El sermón textual: Comenta un versículo de la Biblia palabra por palabra o frase por
frase.
3. La lectura bíblica: Este sermón comenta una porción bíblica versículo por versículo.
4. El sermón de «Ley y Evangelio»: Este tipo de sermón, proveniente de la tradición
luterana, divide el sermón en dos partes. La primera presenta la exigencia de la ley
divina y la segunda expone la gracia salvadora de Dios en la persona de Jesucristo.
5. El sermón dialéctico: Divide el cuerpo del sermón en tres partes: tesis, antítesis y
tesis. Se le conoce también como el sermón «hegeliano».
6. El sermón interrogatorio: Este sermón divide el cuerpo del sermón en varias partes
que contestan de dos a cinco preguntas, tales como: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo?
¿Cuándo? ¿Por qué? Y ¿para qué?
7. El sermón de resolución de problemas: Esta forma también divide el cuerpo del
sermón en dos partes. La primera identifica un problema y la segunda presenta posibles
soluciones.
8. El sermón analítico: Organiza sus ideas en torno a tres actividades: ver, pensar y
actuar.
9. El sermón profético: Estudia una profecía e identifica cómo se ha cumplido.
10. El sermón retrospectivo: Se divide en tres secciones. La primera habla del
presente, la segunda trata sobre el pasado y la tercera vuelve al presente. La
exposición bíblica se presenta en la segunda sección31.

Los bosquejos nacen del pasaje bíblico mismo, del tema o asunto, o de alguna
palabra, frase o frases del mismo texto. Las divisiones se pueden expresar en forma de
preguntas o interrogaciones, a manera de retórica y de manera lógica. La forma más
corriente es la consideración directa del pasaje, citando palabras o frases del mismo
texto. A continuación quiero presentar algunos ejemplos de estas clases de divisiones32.
Ejemplo de bosquejos homiléticos
Ejemplo #1
Tema: “¿QUIEN SOY YO?”
Texto: Éxodo 3:11
Divisiones interrogativas
31
Estas son sólo algunas de las muchas formas que podemos usar para diseñar nuestros
sermones.
32
Kitim Silva: Bosquejos para predicadores, Vol. I., pp. 137–138; 247–250; 146–149; 294–296;
117–118; 125–126
I. ¿Quién soy yo como individuo?
II. ¿Quién soy yo como padre o madre?
III. ¿Quién soy yo como cristiano?
Ejemplo #2
Tema: BUSCANDO COMPAÑIA PARA TODA UNA VIDA
Texto: Génesis 24:64–67
Divisiones interrogativas
I. ¿Por qué quiero tener novia (o)?
II. ¿Cómo saber si el noviazgo persigue fines serios?
III. ¿Cómo se puede saber si el noviazgo está en (o) fuera de la voluntad de Dios?
Ejemplo #3
Tema: VENCIENDO LAS AFLICCIONES
Texto: Juan 16:33
Divisiones retóricas
I. Un lugar - “En el mundo….”
II. Una advertencia - “… tendréis aflicción”
III. Una esperanza - “… pero confiad….”
IV. Un ejemplo - “… yo he vencido al mundo”.

PARTES DE UN BOSQUEJO HOMILÉTICO


El bosquejo homilético consta de varias partes: Cuando ya está elaborado
completamente tiene un título o nombre del mensaje, por supuesto seguidamente un
texto ya que se trata de un mensaje bíblico. Seguidamente va la introducción; luego las
divisiones principales y las sub-divisiones que apoyan las divisiones principales. Por
último viene la conclusión la cual está compuesta por tres partes. El resumen, la
aplicación y la invitación o llamado. Y es importante en medio del bosquejo o mensaje
añadir también ilustraciones que sean pertinentes al tema que se predica.
El diagrama de abajo, pone en relieve lo que son las partes de un sermón.

Los pasos a seguir en la elaboración de un sermón, son:


Un sermón debe tener, por lo menos, tres partes: Introducción, cuerpo o desarrollo y
conclusión.
1. Introducción: Es la parte más importante del sermón, pues en ella se capta o se
pierde la atención de la congregación. Tiene la función o el propósito de comenzar a
presentar la idea central del sermón en forma amena y llamativa. Una introducción
efectiva debe ser breve, clara y concisa. Además, debe estar unida a la idea central del
sermón.
2. Cuerpo: El cuerpo o desarrollo del sermón es la sección más larga, pues presenta la
idea central y los puntos secundarios de la exposición. El cuerpo o desarrollo del
sermón se divide en varias secciones. Las principales se llaman «puntos». Estos
«puntos» tienen el propósito de ampliar, explicar y desarrollar la idea central. A su vez,
los «puntos» se dividen en partes más pequeñas llamadas «incisos». Un inciso no debe
tomar más de dos párrafos.
Un punto no debe tener menos de dos ni más de siete incisos. Un sermón no
debe tener menos de dos ni más de cinco puntos.
3. Conclusión: En esta sección se presentan las implicaciones prácticas de la idea
central para la vida de quienes escuchan el sermón. En la conclusión, se pueden aplicar
las enseñanzas del sermón, afirmar la importancia o veracidad de la idea central o
exhortar a la audiencia a cumplir con una tarea específica dentro de la misión de la
Iglesia cristiana.

¿Cómo se bosqueja el
sermón tradicional?
El sermón
tradicional, que se conoce
también como el sermón
deductivo, se caracteriza por anunciar su idea central o «proposición» del sermón
después de la introducción. El anuncio de la idea central debe ser breve, claro y directo.
La idea central también debe ser positiva, recalcando las buenas nuevas de salvación.
Como el anuncio de la idea central interrumpe el flujo del sermón, es necesario
hacer una transición entre ese anuncio y el cuerpo o desarrollo del sermón. La
transición puede hacerse por medio de una pregunta, de una oración que resuma lo
anterior o por medio de la presentación de un dilema o selección. La transición sólo
debe tomar un párrafo.
Por lo tanto, el sermón tradicional sigue el siguiente bosquejo:
Tema
 General y específico
Palabra clave.
Proposición
Objetivo
Texto o base bíblica
Introducción
Puntos Principales
Subdivisiones (Método EIAE)
1. Primer punto
 Explicación del primer punto principal
 Ilustración del primer punto principal
 Aplicación del primer punto principal
 Exhortación sobre el primer punto principal
2. Segundo Punto
 Explicación del primer punto principal
 Ilustración del primer punto principal
 Aplicación del primer punto principal
 Exhortación sobre el primer punto principal
Tercer punto
 Explicación del tercer punto principal
 Ilustración del tercer punto principal
 Aplicación del tercer punto principal
 Exhortación sobre el tercer punto principal
Conclusión
 Frase objetiva
 Sección detallada
Veamos éste bosquejo detenidamente:

A. Tema:
1. Tema general:
 El tema general es el asunto del mensaje.
 Es la verdad central que se expresa en palabras breves.
 La respuesta a la pregunta: ¿De qué voy a hablar?
2. Tema específico:
 Es el aspecto particular del tema general escogido, que será desarrollado dentro
del sermón.
 No debe ser diferente del tema general sino contenerlo.
 Debe redactarse en tiempo presente33.
Ejemplo de Tema General y Específico:
Tema: Espíritu Santo
Posibles temas específicos
 El bautismo en el Espíritu Santo.
 El creyente lleno del Espíritu Santo.
 Anhelar los dones del Espíritu Santo.

33
El predicador novel logrará afianzarse en la redacción de tema específico si al hacerlo inicia la
redacción con un verbo en infinitivo.
 Escuchar al Espíritu Santo.
 El Espíritu Santo en el evangelismo.

B. Palabra clave
 Es un sustantivo común plural.
 Por lo general es un sustantivo de carácter abstracto.
Función
 Es el núcleo de la proposición.
 Determina los puntos principales.

C. Proposición
 Es la frase que es el centro integrador del sermón.
 Resumen del sermón.
 Sermón condensado.
 Exposición del sermón en una sola oración.
Reglas: una buena proposición debe ser
 Una oración completa.
 Formularse en tiempo presente.
Ejemplo de Proposición:
Tema general: Espíritu Santo.
Tema específicos: El Creyente lleno del Espíritu Santo.
Palabra clave: Características.
Proposición: Las características del creyente lleno del
Espíritu Santo.

D. El objetivo
 Es lo que los oyentes deben hacer en respuesta a la verdad que se presenta en
el sermón.
 Es un llamado a la acción.
 Es el propósito que se persigue con el sermón.
 Responde a la pregunta: ¿Qué deben hacer los oyentes cuando termine de
predicar?
 El objetivo debe ser uno solo.
 Debe expresarse en términos de acción aplicados a los oyentes.
Ejemplo de objetivo: Que reciban a Cristo como Señor.
Que evangelicen a sus vecinos.
E. El texto
 Pasaje bíblico que trata o apoya el tema.
 La función del texto en el sermón varía al tipo de sermón que se elabora.
Ejemplo de Texto o encabezado:
Tema general: Espíritu Santo.
Tema específicos: El Creyente lleno del Espíritu Santo.
Palabra clave: Características.
Proposición: Las características del creyente lleno del
Espíritu Santo.
Objetivo: Que busquen la llenura del Espíritu Santo.
Texto: Hechos 8: 4 – 40.

F. Los puntos principales


Procedimiento para redactar los puntos principales
 Realizar a la proposición la siguiente pregunta:
 ¿Cuáles son + proposición?
 Cada punto principal debe ser una respuesta directa a la pregunta.
Reglas para la redacción de los puntos principales
Orden lógico.
Simetría.
Tiempo presente.
Impersonal.
No es conveniente que sean más de 5 y no deben ser menos de 2.
Ejemplo de Puntos Principales:
Tema general: Espíritu Santo.
Tema específicos: El Creyente lleno del Espíritu Santo.
Palabra clave: Características.
Proposición: Las características del creyente lleno del
Espíritu Santo.
Objetivo: Que busquen la llenura del Espíritu Santo.
Texto: Hechos 8: 4- 40
Puntos Principales: ¿Cuáles son las características del creyente lleno del Espíritu
Santo?
I. Transforma las dificultades en oportunidades, 8: 4 – 8.
II. Percibe cuando puede ser de bendición, 8: 14 – 17, 26 –40
III. Derrota a los siervos de Satanás, 8: 9 - 13.

G. Las divisiones de los puntos principales (método E.I.A.E.)


Característica del método EIAE.
 Consiste en el desarrollo de 4 divisiones preestablecidas para cada punto
principal.
 Cada división tiene una función específica y diferente a las otras divisiones del
punto.
Las divisiones son:
 Explicación.
 Ilustración.
 Aplicación.
 Exhortación.
Función de cada división.
Explicación:
Después de enunciar el punto principal, se aclara la verdad presentada en el punto
principal. Para esto se puede:
 Explicar lo que afirma la Biblia.
 Mencionar el punto principal con otras palabras.
 Aclarar el significado de palabras
Ilustración:
En esta división se hace uso de una historia, ejemplo o relato que aclare la
verdad enunciada en el punto principal.
Aplicación:
En esta división se relaciona la verdad declarada en el punto principal con el
oyente. Se actualiza el mensaje, de manera a que cada oyente sea afectado.
Exhortación:
En esta división se insta al oyente a llevar a la acción la verdad declarada en el
punto principal.
Ejemplo de División de Puntos Principales:
Tema: La iglesia.
Tema específico: La iglesia fiel.
Palabra Clave: Promesas
Proposición: Las promesas para la iglesia fiel.
Objetivo: Que permanezcan fieles.
Texto: Apocalipsis 3: 7-13.
I. Oportunidad de hacer lo imposible. 7-8.
A. Explicación.
1. Puerta abierta significa oportunidad, 1 Co. 2:9, 2 Co. 2:12.
2. La iglesia Filadelfia era débil en comparación de su enemigo.
3. El imperio estaba desarrollando la segunda gran persecución.
4. A pesar de la persecución permaneció fiel.
5. A esta iglesia fiel Jesús se presenta como el que tiene toda autoridad. 6. Porque
Jesús tiene toda autoridad le da a la iglesia la oportunidad de realizar lo que es
imposible para ella.
B. Ilustración.
La oportunidad que le surgió a Víctor de usufructuar la carpintería de su tío.
C. Aplicación.
1. Es posible para el creyente fiel realizar lo imposible.
2. Tú puedes construir tu propia casa.
3. Dar la mejor educación a tus hijos.
4. Ganar la ciudad para Cristo.
5. Es posible no por nuestra capacidad.
6. Si no, porque Jesús nos da la oportunidad de hacerlo.
D. Exhortación.
Tenemos esta promesa de oportunidad de hacer lo imposible. Por tanto, permanece
fiel.
II. Autoridad sobre los enemigos. 9.
A. Explicación.
1. La iglesia Filadelfia tenía varios enemigos.
a. El imperio Romano con la segunda persecución.
b. Una posible secta herética.
2. La autoridad está relacionada con la secta herética.
3. La promesa de autoridad se evidencia en la frase “se postren a tus pies”.
4. La autoridad no está relacionada con la capacidad de la iglesia. Ya que la iglesia es
débil.
5. La autoridad está basada en que Jesús ama a la iglesia.
B. Ilustración.
El vecino que intento pegarme y días después reconoció que él quería ser como yo.
C. Aplicación.
1. Cuando nos enfrentamos a la vida diaria nos encontramos con enemigos.
2. Estos enemigos son poderosos.
3. Como los brujos de un barrio.
4. Compañeros mundanos en el trabajo.
5. Familiares inconversos.
6. Somos agredidos, ofendidos, menospreciados.
7. Pero, nuestros enemigos “se postraran ante nosotros”.
8. Reconocerán que tenemos razón, que somos mejores.
9. No por capacidad propia, sino porque Dios nos ama.
D. Exhortación.
Dios nos promete autoridad, permanezcamos fieles y cada enemigo se postrará.
III. Participación en el arrebatamiento. 10.
A. Explicación.
1. El arrebatamiento no es mencionado directamente en el texto.
2. Pero, las frases que componen el versículo demuestran que es una promesa para la
iglesia fiel.
i. “guardaré de” puede escribirse de dos formas : ek tereso o en tereso.
1. ek tereso guardar para que uno escape con seguridad.
2. en tereso hacer que uno persevere en alguna cosa.
3. el original dice ek tereso ! ! !. es decir ser quitados de la prueba.
ii. “de la hora”.
1. el original dice ek tes horas. Que quiere decir de la hora.
2. Contrario a en tes horas que significaría en la hora.
3. Es decir, cuando llegue la hora ya no estaremos.
iii. “que ha de venir” indica que aún no se experimentó, o sea que no es una prueba que
ya sufrió o sufre la iglesia.
iv. “mundo entero”. Indica que no es una prueba personal o de una iglesia en particular.
3. Es decir, hay una prueba que vendrá sobre el mundo. Es lo que llamamos la gran
tribulación.
4. Y la iglesia será quitada del mundo.
B. Ilustración.
Comparación entre la forma en que Noé fue guardado en medio de la prueba, dentro
del Arca, y Enoc que fue arrebatado antes de la prueba.
C. Aplicación.
6. Pasamos por pruebas.
7. Pero, la peor de las pruebas, el peor de los sufrimientos en esta tierra no están para
la iglesia fiel.
8. El Señor nos llevará.
D. Exhortación.
Que promesa preciosa tenemos para seguir fieles, el arrebatamiento
5. Tenemos aflicciones.

H. La conclusión
La conclusión posee 2 Partes a saber
La frase objetiva: Es la frase donde se reitera la proposición y se presenta al oyente el
objetivo del sermón.
La sección detallada: La sección detallada puede realizarse de diferentes formas. En el
presente estudio daremos la recapitulación.
La recapitulación consiste en la repetición de los puntos principales de la forma
que se los presentó en la predicación. No se debe agregar nada nuevo.
Ejemplo de Conclusión:
Proposición: Las características del creyente lleno del
Espíritu Santo.
Objetivo: Que busquen la llenura del Espíritu Santo.
Texto: Hechos 8: 4- 40
Puntos Principales:
I. Transforma las dificultades en oportunidades de glorificar a Dios, 8: 4 – 8.
II. Percibe cuando puede ser de bendición a otra persona, 8:
14 – 17, 26 – 40
III. Derrota a los siervos de Satanás, 8: 9 – 13.
Conclusión
Frase Objetiva:
Hemos visto Las características del creyente lleno del Espíritu
Santo. Por tanto, Busca la llenura del Espíritu Santo
Recapitulación:
Si buscas la llenura del Espíritu Santo Transformarás las dificultades que estés
experimentando en oportunidades de glorificar a Dios. Así también Percibirás cuando
puedas ser de bendición a otras personas y cuando enfrentes a los siervos Satanás los
derrotarás

I. La Introducción.
Función
 Captar la atención del oyente.
 Presentar el tema.
Reglas de una buena introducción
 Brevedad.
 Curiosidad.
 Relación con el tema.
 Sencillez.
Las áreas de la introducción
La frase introductoria
 La parte esbozada
 La sección de introducción al sermón
 La oración de transición

Ejemplo de Introducción:
Tema General: Cristo
Tema específico: La resurrección de Cristo.
Palabra Clave: Reacciones
Proposición: Las reacciones correctas a la resurrección de Cristo.
Objetivo: Que se comprometan a servir a Dios
Texto: Lucas 24: 46 - 53.
Frase introductoria
En la época que me desempeñaba como jefe de ventas de una importadora
prestaba especial atención a la fecha de celebración de la Semana Santa.
Parte esbozada
De acuerdo a la fecha del calendario al que correspondía la festividad sabía si
tendría un buen mes o no. En el equipo de venta el comentario era:
“la gente se queda sin dinero después de la fiesta”.
Sección Introductoria
Es muy rica la tradición de Semana Santa en nuestra nación. Pero la mayoría de
las tradiciones son totalmente consumistas. Sin fundamento bíblico. Por tanto, al
concluir la festividad religiosa no se evidencian los resultados esperados de tan
importante evento religioso. Lo mismo sucedió con los primeros discípulos. No
entendieron la necesidad de la muerte del Cristo. Se desanimaron al verlo crucificado.
Por tanto no supieron reaccionar ante el anuncio de su resurrección.
Oración de transición
Para evitar caer en el mismo error veamos cuales deben ser las reacciones correctas a
la resurrección de Cristo.

PREGUNTAS DE LA LECCIÓN III


1. Diga por qué es necesario el empleo o uso de un bosquejo para predicar.
2. Nombre los diferentes tipos de predicadores que existen por no emplear un
bosquejo para predicar.
3. Señale las características de un buen bosquejo para predicar.
4. Nombre los diferentes tipos de sermones que existen.
5. ¿Cuáles son las partes de un bosquejo homilético?
6. Elabore un bosquejo homilético completo (luego predíquelo)
7. Clasifique los sermones según aparece en la Biblia.

LECCIÓN IV: CONSIDERACIONES VARIAS


TRES PASOS PARA ELEGIR NUESTRAS PREDICACIONES:
1. Busque al Señor para recibir revelación. Si el Señor le da revelación, puede ser
capaz de convertirla en un poderoso mensaje. Frecuentemente el Señor solo nos da un
indicio, clave o pequeña palabra que nos guía a otros pensamientos. Una vez que este
pensamiento se ha hecho vida, usted puede comenzar a desarrollarlo. ¿Ahora, qué
hacemos sí parece que el Señor no nos da una palabra específica o una revelación?
2. Decida cuál es la doctrina o conocimiento en el que va a basar su predicación.
En la paz y sabiduría de Dios, tome una decisión sobre el área de necesidad que tiene
el rebaño y prepare un sermón. Tal vez necesitan un mensaje sobre finanzas, fe u
orden familiar. Quizá se sienta inspirado a preparar una serie de sermones acerca del
mismo tema.
3. Si la unción fluye en otra dirección, siga al Espíritu y no las notas que ha
preparado. Si usted se encuentra en una reunión (quizás ya esté predicando) y una
unción profética comienza a fluir en su corazón, siga al Espíritu y no a sus notas. Si la
unción comienza a menguar, hay dos opciones que debe considerar. Tal vez sea sabio
volver a sus notas para completar el mensaje. La segunda posibilidad es que usted
tenga la certeza de que el Señor ha dicho todo lo que era necesario decir en su sermón
y que es tiempo de avanzar a la siguiente parte del servicio.
Quizás un tiempo de oración sea necesario para responder a lo que el Señor ha
dicho proféticamente durante el mensaje.

INTERPRETAR EL TEXTO BÍBLICO


Como se ha dicho antes, hasta la lección tres, para elaborar un mensaje o
sermón homilético, tenemos –necesariamente-, valernos de la Biblia y, por lo menos, de
un pasaje o texto bíblico. En éste sentido, la tarea del predicador ha de ser en la de
poder interpretar el texto bíblico elegido (en oración a Dios), y de esa manera
presentarlo debidamente a la congregación34. De allí que, para una buena predicación,
se debe realizar lo siguiente:
Elegido el texto, pasamos a interpretarlo. Para ello debemos hacer lo siguiente:
1. Leer el texto por lo menos unas tres veces, si es posible en varias versiones de la
Biblia.
La aplicación (App) de internet YOUVERSION del ministerio LifeChurch.TV para
aparatos electrónicos (teléfonos celulares, tabletas, etc.), trae consigo muchas
versiones de la Biblia.
Consulte por lo menos tres versiones:
 La versión Reina-Valera
 La Biblia de Jerusalén
 La versión popular Dios Habla Hoy, o
 La Nueva Versión Internacional.
2. Divida el pasaje en párrafos
Procure que cada párrafo contenga una unidad de pensamiento. Leyendo cada
párrafo, extraiga del mismo la idea central o la oración principal. Este procedimiento le
dará los puntos principales de su sermón.
3. Estudiar el contexto histórico del texto.
Considere, entre otras cosas:
 ¿Quién fue el autor del texto?
 ¿Quiénes fueron los receptores originales?
 ¿En qué tiempo o época se escribió o apareció publicado este texto?
 ¿Desde qué lugar se escribió y a qué lugar fue dirigido?
 ¿Con qué propósito se escribió?

4. Analice el texto al detalle


1. Delimite35 dónde comienza y dónde termina el texto y en particular la unidad o
unidades de pensamiento que va a exponer. Para saber dónde comienza y donde
termina un texto o una unidad de pensamiento fíjese en lo siguiente:
 Cambio de personas en la conversación o involucradas en cualquier otra forma
 Cualesquiera etapas sucesivas en torno al tiempo, lugar de acción e incidentes
(Lc.15:11-32)
 Cualquier pronunciación acumulativa de ideas, principios o enseñanzas (1Co.13)
 Todo paralelismo o agrupación de ideas basado en semejanzas (Sal. 19)
34
De allí que Pablo declare a Timoteo el que se prepare fielmente para presentarse ante Dios
como un buen obrero el cual traza bien la palabra de verdad. Estamos llamados a trazar bien la
Palabra de Dios (2 Timoteo 2:15)
35
Delimitar un pasaje o texto, es lo que se conoce como “Perícopa”.
 Cualquier contraste, oposición o intercambio de ideas (1Jn.4:1-5)
 Cualquier indicación de causa y efecto (Mt.25:34-43)
 Cualquier repetición de algunas cláusulas, frases o palabras (como por ejemplo, "fe"
en He.11)
 Cualquier frase tradicional o cualquier palabra conectiva, como, por ejemplo, "por
tanto, así que, de modo que, pues o ahora pues, finalmente, pero, y, o".
2. Reconozca el género literario en que fue escrito el texto preguntándose si este texto,
 ¿Es una parábola?
 ¿Una Epístola o carta?
 ¿Una Historias?
 ¿Un Himno?
 ¿Una profecía?
 ¿Una fábula?
 ¿Una Poesía?
 ¿Un relato apocalíptico?
 ¿Una Biografía?
 ¿Un relato doctrinal?
 Analice el texto gramaticalmente, distinguiendo en lo posible:
a. Sujeto de la oración
b. Verbos
c. Predicados
d. Oraciones principales y oraciones subordinadas
e. Casos
f. Preposiciones
g. Conjunciones
3. Estudie el significado de las palabras por separado y su significado en conexión con
otras del mismo pasaje.
 Consulte en un diccionario la etimología, o la raíz de esa palabra, así como los
posibles sentidos de la palabra: literal o simbólico, en el contexto del pasaje.
 Distinga las figuras literarias
Verifique si se trata de una metáfora, una alegoría, un símil, un enigma, o de una
fábula.
Interprete el desarrollo del pensamiento del autor del texto, siguiendo ordenadamente
su secuencia en el texto.
 En lo posible grafíquelo o haga un esquema o Bosquejo del desarrollo de la idea
dentro del pasaje elegido. Esto es importante. Debemos respetar la secuencia del
discurso o pensamiento del autor del texto, pues debió tener algún propósito.
Muchas veces la secuencia de una oración en el idioma castellano no se
corresponde con la secuencia del autor que escribió en el idioma hebreo o griego.
Nosotros regularmente seguimos el siguiente orden: SUJETO, VERBO Y
PREDICADO y a veces lo alteramos para dar algún énfasis 36. Los autores sagrados
también lo hicieron, y la manera de decir una cosa expresa la intención de los
autores.
5. Confronte su interpretación con otras interpretaciones
 Consulte en obras de historia, la interpretación que hizo de este texto la iglesia en el
pasado.
Frecuentemente los buenos comentarios bíblicos traen una historia breve de
cómo fue interpretado un determinado texto en el pasado. Eso es lo que se denomina la
historia de la interpretación de un texto, y conforma –bien entendida-- nuestra tradición
confesional. La base histórico-doctrinal de por qué creemos lo que creemos.
 Comparta con otros hermanos, su interpretación y recoja otros enfoques de
interpretación del mismo texto.
 Cuando un pasaje le sea difícil, consulte más de un comentario bíblico y decida
usted mismo por la interpretación más equilibrada y cercana a la verdad. Antes de
comunicar algo al pueblo, usted debe estar convencido que su interpretación del
texto es la más acertada o la correcta. El púlpito no es lugar para dubitaciones o
dudas respecto a la interpretación de un pasaje bíblico37.

PREGUNTAS DE LA LECCIÓN IV
1. Nombre los pasos fundamentales para preparar un sermón bíblico u homilético.
2. Mencione los cinco pasos básicos para interpretar un texto
3. ¿Qué significa para usted interpretar un texto?
4. En los ejercicios anteriores usted eligió un tema y un texto bíblico. Ahora interprételo
siguiendo las cinco recomendaciones señaladas.
5. Escriba un resumen final de la interpretación de su texto elegido.
CONCLUSIÓN
Hemos concluido la materia de Homilética. Nos agrada saber que ha
perseverado en este proceso formativo que ha estado orientado a brindarles
herramientas para la preparación y elaboración de las diferentes estructuras de
sermones. Es tiempo de recordar lo que escribió el apóstol Pablo a su discípulo
Timoteo: “Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende,
exhorta con mucha (toda) paciencia e instrucción.” (2 Timoteo 4:2)
La exposición de la palabra es el instrumento a través del cual Dios habla a su
pueblo. Sobre esa base, la responsabilidad que tenemos en nuestros hombros es muy
grande. Para concluir comparto con usted algunos consejos que deben prevalecer si
quiere ser un buen expositor de las Escrituras:
36
Nosotros decimos, por ejemplo: "La flor es linda". Pero cuando decimos "la flor linda es",
anteponiendo el adjetivo al verbo, lo hacemos para dar énfasis a la cualidad de la flor y no a la
flor.
37
Si usted desea mayores detalles para interpretar un texto, consulte por favor algún libro de
HERMENEUTICA de la Biblia.
1.- Antes de preparar un sermón, deje que la palabra impacte su vida.
2.- Los mensajes deben glorificar a Jesucristo.
3.- Tome tiempo para revisar eventuales errores que haya podido cometer.
4.- Cíñase al bosquejo.
5.- Escuche otros predicadores cristocéntricos y bibliocéntricos con el ánimo de
aprender y no de cuestionar.
Dios será siempre nuestra principal fuente de provisión de recursos para
predicar, entre ellos, los textos sobre los cuales debe preparar los bosquejos. Es de Él
de quien debemos depender en todo momento. Si lo hacemos, tenemos asegurada la
victoria. Los animamos a crecer en su vida cristiana y ministerial y, por encima de
cualquier circunstancia, jamás se desprenda de la mano del Señor Jesucristo.

ANEXOS
ANEXO I

EL ENFOQUE BÁSICO DE LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA REDENTIVA Y


CRISTOCÉNTRICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
1. Entienda el pasaje en su propio contexto (inmediato) histórico-gramatical (el método
de interpretación gramático-histórico).
Este método histórico original provee el único punto objetivo de control en contra
de la derivación de todo tipo de mensajes subjetivos y arbitrarios a partir del texto. Una
vez que se ha abandonado el significado simple y sencillo, también se pierde el control
sobre la interpretación y la Escritura puede significar cualquier cosa que el intérprete
pueda ver en ella.
Una vez que usted tiene el significado básico del pasaje en su propio contexto,
básicamente lo que tiene es un vaso parcialmente lleno con una descripción de la
revelación divina de Dios de su naturaleza o una pintura que sólo ha sido parcialmente
completada38. Un método cristocéntrico de interpretación llena esta
descripción/significado con Cristo como la revelación más completa de la revelación
progresiva de Sí mismo por parte de Dios (i.e., los atributos de Dios, la ley de Dios, las
enseñanzas, profecías, visiones, etc.).

TIPOS DE INTERPRETACIONES DE LAS ESCRITURAS


A. LA INTERPRETACIÓN LITERARIA
1. ¿Qué significa? ¿Cuál es el género? (¿narrativo, sabiduría, salmo, profecía?) ¿Cuál
es el sub-género? (¿ley, parábola, proverbio, lamentación?) ¿Cuáles son las figuras de
lenguaje? (¿metáfora, símil, hipérbole, ironía?)
2. ¿Qué significó en el contexto de este libro particular? ¿Cómo funciona el pasaje en el
contexto del libro? (Estudie las cuestiones gramaticales del texto).
B. La Interpretación Histórica
1. ¿Cuál fue el significado intencionado del autor para con sus oyentes originales? (El
autor, los oyentes originales, el período aproximado, el entorno social y geográfico, el
propósito del escrito - ¿quién escribió este texto? ¿a quiénes? ¿dónde? ¿y por qué?)
2. ¿A qué necesidad de los oyentes buscaba dirigirse el autor?
C. La Interpretación Teocéntrica
¿Qué revela este pasaje con respecto a Dios y su voluntad? (Los actos de Dios, la
providencia, el pacto, la ley, la gracia, la fidelidad, etc.)
Esta pregunta le da al pasaje un punto focal centrado en Dios.
2. ENTIENDA EL PASAJE EN LOS CONTEXTOS DEL CANON Y LA HISTORIA
REDENTORA.
No podemos entender un texto del Antiguo Testamento de manera aislada, sino
que siempre debemos entender el texto en los contextos de toda la Biblia y de toda la
historia redentora.
A. La Interpretación Literaria o Canónica
¿Qué significa este pasaje (no sólo en el contexto del libro, sino) en el contexto de toda
la Biblia?
Cada pasaje (ya sea promesa, profecía, tipo, ley, etc.) se desarrolla o se colma
de significado hasta que encuentra su más pleno significado en Jesucristo. Debido a la
progresión en la historia y la revelación redentiva de Dios, uno descubrirá tanto

¿Cómo vemos todo el consejo de Dios a la luz de Jesucristo? Sólo después de haber escuchado
38

un pasaje de la manera en que Israel lo escuchó podremos seguir adelante para entender este
mensaje en los contextos más amplios de todo el canon y toda la historia redentiva.
continuidad como discontinuidad en las promesas, temas y leyes del Antiguo
Testamento.
B. La Interpretación Redentiva-Histórica o Histórica
NO, “¿cuál fue el significado intencionado del autor humano para sus oyentes
originales?”, SINO más bien, “¿Cómo es que el contexto redentivo histórico desde la
creación hasta la nueva creación sirve como marco informativo del significado
contemporáneo de este texto?” El contexto de la historia redentiva revelará tanto
continuidad como discontinuidad.
C. La Interpretación Cristocéntrica o Teocéntrica
NO, “¿Qué revela este pasaje con respecto a Dios y Su voluntad?”, SINO más
bien, “¿Qué significa este pasaje a la luz de Jesucristo? ¿Y qué revela este pasaje con
respecto a Jesucristo?”
Algunos estudiosos hablan de esto como el “sensus plenior,” o sentido más
pleno, o el “sentido teológico literal” que significa nada más que el significado de la
escritura leída como un todo y en la analogía fidei (regla de fe). Otros se refieren a la
“interpretación canónica,” o mejor aún, la “interpretación redentivo-histórica.” De
cualquier forma que la llamemos el punto es que el pasaje, entendido en los contextos
de toda la Biblia y la historia redentiva, puede revelar más significado que el
originalmente intencionado de su autor.

ANEXO II
DESDE EL TEXTO AL SERMÓN39
1. SELECCIONA EL TEXTO A PREDICAR.
Seleccione el texto a predicar con un ojo en las necesidades de la congregación.
El texto debe ser una unidad literaria y contener un tema vital.
2. LEE EL TEXTO EN SU CONTEXTO LITERARIO.
Lea y relea el texto en su contexto y anote las preguntas iniciales. Estas
preguntas deben guiarnos a más investigación y deben ser respondidas en el sermón si
sus oyentes tienen preguntas similares.
3. ELABORE UN BOSQUEJO DE LA PROPIA ESTRUCTURA DEL TEXTO
En el texto hebreo o griego, note las mayores afirmaciones, el flujo causal, la
línea de la trama, las escenas o las estructuras literarias. Marque los temas mayores
con encabezados y versos de referencia.
4. INTERPRETE EL TEXTO EN SU PROPIO CONTEXTO HISTÓRICO
a. Interpretación literaria.
b. Interpretación histórica.
c. Interpretación teocéntrica.
Revise sus resultados con la ayuda de algunos buenos comentarios.
5. FORMULE EL TEMA Y LA META DEL TEXTO
39
Tomado de los apéndices de “Predicando a Cristo desde el Antiguo Testamento” Un Método Hermenéutico
Contemporáneo. William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids 1999.
a. Formule el tema del texto en una corta sentencia que resuma el mensaje del texto
para sus oyentes originales: Sujeto y Predicado. ¿Qué es lo que el texto está diciendo?
b. Formule la meta del autor original para los oyentes originales. ¿Qué es lo que texto
busca hacer? ¿Intenta el autor enseñar, persuadir, instar, fomentar, advertir o
confortar? Sea específico.
6. ENTIENDA EL MENSAJE EN EL CONTEXTO CANÓNICO Y EN LA HISTORIA
REDENTORA
a. Interpretación Canónica: Interprete el mensaje en el contexto del todo el canon
b. Interpretación Histórico-Redentora: Entienda el mensaje en el contexto de la Historia
de Dios de la creación a la Nueva creación261.
c. Interpretación Cristocentrica: Explore los caminos de:
1. La progresión Histórico redentora.
2. La Promesa-Cumplimiento.
3. Tipología.
4. Analogía.
5. Temas longitudinales.
6. Contraste.
7. Las referencias del Nuevo Testamento.
7. FORMULE EL TEMA Y LA META DEL SERMÓN.
a. Idealmente, el tema de tu sermón debe ser el tema del texto escogido (paso 5). Si el
paso 6 fuerza un cambio, trata de quedarte lo más cerca posible al tema natural del
texto. Tu tema guiara especialmente el desarrollo del cuerpo del sermón.
b. Tu meta debe estar en armonía con la meta del Autor (paso 5) y corresponder con el
tema del sermón. Tu meta guiara el estilo del sermón así como también como con el
contenido de la introducción y la conclusión.
8. SELECCIONE UN ADECUADO CARÁCTER PARA EL SERMÓN.
Seleccione un carácter adecuado que respete el carácter del texto (didáctico, narrativo,
deductivo, inductivo) y logre la meta del sermón.
9. PREPARE EL BOSQUEJO DEL SERMÓN.
Si es posible, siga el flujo del texto (paso 3) en el cuerpo del sermón. Los puntos
principales, derivados del texto, sustenta el tema. La conclusión debe zanjar la meta. La
introducción debe exponer la necesidad de escuchar el mensaje.
10. ESCRIBA EL SERMÓN EN UN ESTILO ORAL.
Dígalo como lo escribió. Escriba en un estilo oral, usando sentencias cortas,
palabras vividas, sustantivos y verbos fuertes, voz activa, tiempo presente, imágenes e
ilustraciones

ANEXOS E
POSICIONES INCORRECTAS AL PREDICAR

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