UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
FACULTAD DE ENFERMERIA Y
OBSTETRICIA
La familia como proceso psicosocial
Nombre: Limón Zendejas Jacqueline
Grupo: 1104 Licenciatura en enfermería (LE)
Profesora: Enríquez González María Trinidad
La familia: De relaciones tóxicas a relaciones sanas.
Como sabemos la familia es el primer contacto social que tendremos en nuestras
vidas, desde el lugar donde nacemos, el descubrimiento de nuestros sentimientos,
el cómo aprendemos a convivir y en nuestros valores.
¿Qué es la familia?
La familia es una de las instituciones sociales más antiguas y universales,
desempeñando un papel crucial en la transmisión de normas de convivencia y
valores sociales. Es el primer entorno en el que una persona experimenta
relaciones afectivas, aprende a interactuar con los demás y desarrolla sus
primeras habilidades emocionales y sociales. La estructura familiar y los valores
que esta transmite determinan en gran medida la manera en que nos
relacionamos con el mundo y con otras personas. Una familia con valores sólidos
y una base emocional consistente es fundamental para el desarrollo de hábitos,
actitudes y formas de pensar.
En la sociedad moderna, se han integrado diversos modelos de familia que se
apartan del modelo tradicional, incluyendo familias monoparentales, parejas no
casadas, familias reconfiguradas tras un divorcio, y familias con parejas del mismo
sexo. Cada uno de estos modelos presenta particularidades en cuanto a su
estructura y funcionamiento, pero todos cumplen una función esencial en el
desarrollo y socialización de sus miembros.
La Familia como Sistema
La familia se puede entender como un sistema complejo compuesto por varios
subsistemas que interactúan y se afectan mutuamente. Cada miembro de la
familia es único y aporta características personales que influyen en el
funcionamiento del sistema familiar. Estos subsistemas incluyen el conyugal,
formado por los padres o la pareja, y el fraternal, compuesto por los hermanos.
En un sistema familiar tradicional, cuando los padres tienen hijos, el subsistema
conyugal debe adaptarse a la nueva dinámica, equilibrando las necesidades de la
pareja con las de los hijos. Es importante que la pareja mantenga una relación
equilibrada y saludable, separada de la dinámica con los hijos, para evitar
tensiones y mantener la estabilidad familiar.
El subsistema fraternal, compuesto por los hermanos, juega un papel fundamental
en el aprendizaje de habilidades sociales como compartir, colaborar y negociar.
Sin embargo, también es el escenario donde pueden surgir rivalidades y conflictos,
como celos y envidias, que impactan la dinámica familiar y las relaciones entre los
hermanos. La calidad de las relaciones fraternales puede variar ampliamente,
afectando cómo los miembros de la familia interactúan entre sí.
Etapas de la Vida Familiar
La familia atraviesa diferentes etapas a lo largo de su ciclo vital, cada una con sus
propios desafíos y adaptaciones. Según la Organización Mundial de la Salud,
estas etapas incluyen:
1. Formación: Se refiere al establecimiento de la pareja y el vínculo afectivo inicial.
2. Extensión: Ocurre con la llegada de los hijos, trayendo cambios en la dinámica
de la pareja y la incorporación de nuevas responsabilidades y tensiones.
3. Extensión Completa: Se caracteriza por el crecimiento de los hijos, su
adolescencia y eventual emancipación, requiriendo ajustes en la estructura
familiar.
4. Contracción: Se produce a medida que los hijos dejan el hogar y surgen
sentimientos de pérdida, con cambios en roles y funciones dentro de la familia.
5. Contracción Completa: Incluye el envejecimiento de los miembros, la llegada de
nuevos miembros como parejas y nietos, y el síndrome del nido vacío.
6. Disolución: Refleja la etapa final con el fallecimiento de un miembro de la familia
y la adaptación a la soledad y posibles problemas de salud.
Cada una de estas etapas puede tener un impacto significativo en la dinámica
familiar, desde la introducción de nuevos miembros hasta la pérdida de los
mismos, requiriendo que la familia se adapte a nuevas circunstancias y desafíos.
Estrés Familiar y Adaptación
El estrés es una parte intrínseca de la vida familiar y puede manifestarse de dos
maneras: agudo y crónico. Los factores estresantes agudos incluyen eventos
como la muerte de un ser querido, rupturas familiares, enfermedades graves o
cambios importantes en la residencia. Los factores estresantes crónicos, por otro
lado, están relacionados con problemas diarios como conflictos recurrentes,
disputas sobre roles y responsabilidades, y tensiones en la comunicación.
La manera en que la familia maneja el estrés afecta no solo el bienestar individual
de sus miembros, sino también la cohesión y funcionalidad del grupo. Las
discusiones constantes y los conflictos pueden llevar a un ambiente tenso y poco
saludable, afectando negativamente la calidad de las relaciones y el tiempo
compartido.
Desarrollo de Habilidades y Relaciones Saludables
Vivir en familia es un proceso continuo que implica aprender a manejar las
relaciones y a adaptarse a los cambios. La capacidad para desarrollar habilidades
emocionales y sociales es crucial para mantener relaciones saludables y para
enfrentar los desafíos que surgen en la vida familiar. A través de la comprensión y
el manejo de las dinámicas familiares, podemos fomentar un entorno de apoyo,
seguridad y solidaridad.
Es esencial desarrollar estrategias para tratar con familiares difíciles y mantener el
equilibrio emocional, evitando ser víctima de manipulaciones emocionales o
comportamientos tóxicos. La calidad de nuestras relaciones familiares depende en
gran medida de nuestra actitud y disposición para construir relaciones positivas,
incluso en presencia de conflictos.
En conclusión, la familia, aunque compleja y a menudo desafiante, es fundamental
para nuestro desarrollo personal y emocional. Aprender a entender y gestionar las
dinámicas familiares nos permite convertir el entorno familiar en una fuente de
comprensión, apoyo y crecimiento personal. A través de este proceso de
aprendizaje continuo, podemos construir relaciones afectivas enriquecedoras y
desarrollar la inteligencia emocional necesaria para enfrentar los retos que la vida
nos presenta.