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El documento aborda los trastornos gastrointestinales funcionales en pediatría, los cuales son comunes en consultas médicas y se clasifican según los criterios de Roma III. Se destaca la importancia de diferenciar entre causas orgánicas y funcionales, ya que la mayoría de los síntomas en niños son de origen funcional. Se enfatiza la necesidad de un diagnóstico adecuado y la identificación de signos de alarma para descartar condiciones más serias.

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El documento aborda los trastornos gastrointestinales funcionales en pediatría, los cuales son comunes en consultas médicas y se clasifican según los criterios de Roma III. Se destaca la importancia de diferenciar entre causas orgánicas y funcionales, ya que la mayoría de los síntomas en niños son de origen funcional. Se enfatiza la necesidad de un diagnóstico adecuado y la identificación de signos de alarma para descartar condiciones más serias.

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TÍTULO: ENFERMEDADES DIGESTIVAS EN EDADES PEDIÁTRICAS

Autores: Niubelys Ramírez Balanqué

Naibelys Ramírez Balanqué

Forma de Contacto: [email protected], 56286242

Institución: Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos "Raúl Dorticós Torrado".

País:Cuba

RESUMEN

Introducción: Los trastornos gastrointestinales funcionales figuran entre los motivos más
frecuentes de consulta en pediatría y gastroenterología pediátrica.

Método: Se realiza una revisión bibliográfica en los multiples buscadores.

Desarrollo: Se describen como las manifestaciones gastrointestinales crónicas y


recurrentes que no pueden ser explicadas por una causa orgánica.Luego de varios intentos
para clasificar estas condiciones, en 1988 se realizó el primer consenso de expertos que
publicó los criterios de Roma I, los cuales se han modificado a través del tiempo, incluyendo
los trastornos pediátricos.La última actualización se hizo en el año 2006, bajo la
denominación de “criterios de Roma III”. Esta clasificación incluye seis (6) gru-pos de
condiciones en adultos, siete (7) grupos en neonatos y lactantes y tres (3) grupos para
escolares y adolescentes, siendo los dos últimos el objetivo de esta revisión.

Conclusiones: Aunque la mayoría de los síntomas gastrointestinales en niños son de origen


funcional, deben interrogarse siempre los signos de alarma mencionados, que obligan al
clínico a descartar causas orgánicas en estos pacientes

Palabras clave: dolor abdominal crónico, dolor abdominal recurrente, desórdenes


gastrointesti-nales funcionales, criterios de Roma, síndrome de intestino irritable, dispepsia
funcional.

INTRODUCCIÓN
Introducción: Las manifestaciones digestivas en los niños son una causa frecuente de
consulta en la práctica diaria; se estima que constituyen del 2 al 4% de la consulta
pediátrica. Los síntomas pueden ser atribuidos a causas orgánicas o funcionales, siendo
estas últimas las más frecuentes; de hecho, en menos del 10% de los casos se identifica
una causa orgánica como origen de la sintomatología gastrointestinal. Para la definición de
estos trastornos funcionales, se utiliza la clasificación de Roma III, actualizada , la cual
diferencia entre los trastornos de adultos y los pediátricos, los que a su vez se dividen en
trastornos para niños menores de cuatro (4) años, escolares y adolescentes.
Definición

Los trastornos funcionales se definen como una asociación de síntomas gastrointestinales


crónicos o recurrentes no explicados por alteraciones estructurales, bioquímicas o
metabólicas. Constituyen un espectro amplio de enfermedades, incluyendo algunas que se
relacionan con el nivel de desarrollo madurativo normal de los niños. Involucran factores
fisiológicos, psíquicos y culturales, que aumentan la percepción de los síntomas y alteran la
calidad de vida de los pacientes y sus familias. Estos trastornos implican un reto para el
pediatra, residente de pediatría y médico general, porque es difícil el enfoque diagnóstico y,
consecuentemente, su tratamiento.1

Epidemiología

Una vasta mayoría de los síntomas gastrointestinales en pediatría tienen una etiología
funcional. Algunos datos muestran que las causas orgánicas constituyen menos del 20% de
las consultas por estos motivos. En general, la prevalencia de estos trastornos es variable,
según la población evaluada, y en muchos casos está subestimada, debido a la falla en su
diagnóstico adecuado , se encontró que un 7% correspondió a consultas por dolor
abdominal. El estreñimiento crónico funcional aumentó en un 5% . Además, el síndrome de
intestino irritable, que no estaba dentro de las primeras 10 causas de consulta de
gastroenterología pediátrica , observamos que la mayoría de nuestra población con
estreñimiento crónico funcional debuta como dolor abdominal recurrente (51%). Como
parte de la transición epidemiológica que no escapa a las enfermedades digestivas, los
datos disponibles demostraron que el estreñimiento crónico infantil pasó a ocupar un
importante lugar (frecuencia) en la consulta de gastroenterología pediátrica.1

DESARROLLO

1. Regurgitación infantil (G1)

La regurgitación se define como el retorno involuntario de contenido gástrico hacia la boca.


En lactantes es frecuente encontrar regurgitación, considerada parte del proceso madurativo
normal y no como una condición patológica. La regurgitación se diferencia del vómito,
principalmente porque este último implica una expulsión forzada del contenido gástrico
mediada por reflejos centrales. El reflujo gastroesofágico se refiere al movimiento
retrógrado del contenido gástrico.

REGURGITACIÓN DEL LACTANTE

Debe incluir TODOS los siguientes en lactantes sanos de 3 semanas a 12 meses:

• >2 regurgitaciones al día al menos por 3 semanas.

•Ausencia de náuseas, aspiración, apneas, hematemesis, dificultades alimentación o


deglución, posturas anormales, falla de crecimiento.

La regurgitación se presenta en la mayoría de los recién nacidos y va disminuyendo con la


edad hasta desaparecer alrededor de los 12 meses, como parte del proceso madurativo
normal. Toda regurgitación en mayores de 12 meses debe ser estudiada para descartar
alteraciones anatómicas.

Debido a que la evolución natural de esta condición se caracteriza por una mejoría con el
progreso en edad, el tratamiento está dirigido al alivio de los síntomas. Es de vital
importancia la explicación a los padres para lograr una adecuada comprensión de la
condición.1

SIGNOS DE ALARMA

REGURGITACIÓN EN NEONATOS Y LACTANTES:

-Falla crecimiento.
-Hematemesis.
-Sangre oculta en heces.
-Anemia.
-Dificultades deglución.
-Llanto excesivo.
-Apneas.
-Aspiración.
-Posturas anormales.
2. Síndrome de rumiación infantil (G2)

Es un síndrome caracterizado por la regurgitación del contenido gástrico hacia la boca de


forma voluntaria y autoinducida. Es diferente del síntoma funcional de rumiación que se
asocia con reflujo gastroesofágico. Se considera un síndrome raro y es una emergencia
psiquiátrica que se presenta en niños con deprivación emocional. El contenido regurgitado
puede ser expulsado de la boca o masticado y deglutido nuevamente.Puede presentarse en
pacientes enfermos que se encuentran en ambientes que impiden sus vínculos emocionales
adecuados (hospitalizaciones prolongadas) o en niños sanos con mala interrelación con la
madre o el cuidador sin vínculos adecuados.2

SÍNDROME RUMIACIÓN INFANTIL

Debe incluir TODOS los siguientes por lo menos tres meses:

•Contracciones repetitivas músculos abdominales, lengua y diafragma.

•Regurgitación contenido gástrico hacia la boca (expulsión o deglución).

• 3 o más de los siguientes:

► Inicio entre los 3 y 8 meses.

► No respuesta al manejo de RGE.

► No se acompaña de náuseas o molestias.

► No ocurre durante sueño o actividad.


3. Síndrome de vómito cíclico (G3)

Consiste en episodios recurrentes estereotipados de náuseas y vómito que pueden durar


horas o días, incluyendo períodos intercríticos. Los episodios ocurren generalmente en
intervalos regulares, a la misma hora del día y de igual duración para cada paciente, con
predominio en las noches y en las mañanas. El pico de presentación de los síntomas es
matutino, disminuyendo la intensidad de los síntomas a medida que transcurre el día.Puede
acompañarse de palidez, dolor abdominal, cefalea, fotofobia, fiebre,
taquicardia,deposiciones sueltas, fiebre y leucocitosis. En la mayoría de los casos se puede
identificar un agente desencadenante del cuadro clínico. Se ha asociado a síndrome de
intestino irritable y migraña. Deben descartarse otras causas orgánicas, como infecciones
virales, alteraciones endocrinas y metabólicas. Generalmente existe el antecedente familiar
de síndrome de intestino irritable y migraña.3

SÍNDROME VÓMITO CÍCLICO

Debe incluir los 2 siguientes desde el nacimiento hasta los 4 meses:

•Dos o más episodios de vómito paroxísticos estereotipados y/o náuseas intensas que duran
horas o días.

• Retorno a estado de salud previo con intervalos libres de síntomas durante semanas o
meses.

El tratamiento consiste en determinar los desencadenantes para evitarlos. Dependiendo de


la severidad de los síntomas, pueden usarse agentes como amitriptilina, fenobarbital y
propanolol. Si la severidad de los síntomas lo amerita, puede justificarse una sedación
durante el episodio agudo.4

4. Cólico del lactante (G4)

Se define como un episodio paroxístico de irritabilidad y llanto en lactantes menores de


cuatro meses de edad. Los episodios inician y terminan de manera súbita y tienden a
presentarse en las tardes y en las noches. Generalmente ocurren en niños sanos con
patrones de crecimiento normales.Este trastorno está incluido dentro de los trastornos
funcionales gastrointestinales por ser un motivo frecuente de consulta y remisión a
gastroenterología pediátrica, y, así mismo, para evitar diagnósticos y tratamientos
innecesarios.Existen múltiples hipótesis sobre la causa de estos episodios, pero no hay
evidencia de que sean desencadenados por dolor abdominal o dolor en algún otro lugar,
puesto que por definición no son generados por una causa orgánica. Se considera que
pueden ser parte de la curva normal del llanto de los lactantes sanos y tienden a la
resolución espontánea hacia el cuarto mes de vida. El manejo primordial consiste en
tranquilizar a los padres. Se pueden adoptar algunas medidas conductuales no analgésicas
ni nutricionales que podrían disminuir o detener el llanto.5
5. Diarrea funcional (G5)

Se considera una causa frecuente de consulta en la infancia y generalmente los padres


acuden por diarrea de evolución prolongada o crónica. Se define como la presencia de
deposiciones líquidas o semilíquidas en lactantes o preescolares, que tiene un inicio
insidioso y no tiene repercusión en la curva ponderal. Generalmente no produce impacto en
el estado general del niño y se resuelve espontáneamente al llegar a la edad escolar.6

Habitualmente, se observan deposiciones con moco y de características lientéricas


(presencia de alimentos no digeridos). Es importante interrogar la presencia de infecciones
gastrointestinales previas, alergias alimentarias, uso de antibióticos o laxantes previo al
inicio de los síntomas. Frecuentemente esta diarrea se encuentra relacionada con una
ingesta de abundantes jugos de frutas (naturales o industrializados), bebidas carbonatadas
y alimentos o bebidas con alto contenido de azúcares.En la mayoría de los casos no se
requiere un tratamiento específico, ya que se resuelve espontáneamente. Deben evitarse
las dietas restrictivas hipocalóricas que pueden afectar el estado nutricional de los niños. La
educación de los padres es fundamental como parte del tratamiento.7

6. Disquecia infantil (G6)

El término disquecia se atribuye a los episodios de esfuerzo y llanto asociado con el paso de
las deposiciones blandas; generalmente duran de 10 a 20 minutos y mejoran con el paso de
la deposición. Se considera una condición benigna que inicia en los primeros meses de vida
y se resuelve espontáneamente.El proceso de la defecación requiere la coordinación entre el
aumento de la presión intraabdominal y la relajación del piso pélvico. En estos niños, la
disquecia infantil se ha atribuido a una falta en la coordinación de estos dos mecanismos,
puesto que se considera que la defecación es un proceso de aprendizaje que se mejora al
lograr el entrenamiento.Debe evitarse el uso de estímulos rectales en estos pacientes, pues
se consideran estímulos sensoriales artificiales que pueden alterar la defecación. Tampoco
se requiere el uso de laxantes. 8

7. Estreñimiento funcional (G7)

El estreñimiento es uno de los motivos de consulta más frecuente en la consulta externa de


pediatría y urgencias. Es muy frecuente que se presenten síntomas por estreñimiento
funcional en niños menores de dos años de edad. El pronóstico de estos pacientes es mejor
a menor duración del estreñimiento y especialmente si el tratamiento se inicia antes de los
dos años de edad.La incontinencia fecal o encopresis es frecuente en los lactantes y niños
pequeños con estreñimiento funcional; la retención fecal generalmente es secundaria al
miedo de la evacuación por el paso doloroso de las heces gruesas y de gran tamaño. El
diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico, y normalmente no requiere
soporte con laboratorios ni imágenes.El inicio de la presentación se ha asociado a tres
eventos en particular: el cambio de la leche materna por fórmula o introducción de
alimentos sólidos, la fase en entrenamiento del control de esfínteres, ya que en ocasiones
perciben la defecación como un proceso doloroso, y el inicio del colegio, por evitar la
deposición en la jornada escolar.Los niños que hacen retención fecal usualmente se
presentan con posturas o actitudes retentivas como esconderse, flexionar las piernas y
pararse en puntas de pies. La encopresis puede ser interpretada por algunos padres como
episodios de diarrea.El tratamiento incluye una fase de desimpactación fecal, uso de
laxantes, modificación de hábitos y reentrenamiento con educación a los padres, enfocada
principalmente para hacer perder el miedo a la defecación.9

CONCLUSIONES

Los trastornos gastrointestinales funcionales son uno de los motivos de consulta más
frecuentes para el pediatra, residente de pediatría y gastroenterólogos pediatras, e implican
por lo tanto un reto diagnóstico que requiere el adecuado conocimiento y entendimiento de
estas condiciones clínicas. Es fundamental tener claridad de los criterios diagnósticos y
conocer todas las patologías de manera adecuada, para evitar la toma innecesaria de
exámenes de laboratorio e imágenes y, así mismo, facilitar el diagnóstico y el tratamiento
más apropiado para cada paciente. Los criterios de Roma III ayudan al clínico a orientar los
pacientes con trastornos funcionales dentro de la categoría adecuada según la edad de
presentación, por lo cual deben tenerse como una herramienta a la mano en la consulta
pediátrica. La adecuada implementación y uso de los criterios por parte de todo el personal
médico que atiende niños permite realizar diagnósticos adecuados que facilitan la
estimación de la incidencia y prevalencia de estas patologías. Finalmente, es importante
recordar que, aunque la mayoría de los síntomas gastrointestinales en niños son de origen
funcional, deben interrogarse siempre los signos de alarma mencionados, que obligan al
clínico a descartar causas orgánicas en estos pacientes.

RECOMENDACIONES

Este trabajo va dirigido a todos los lectores tanto de la salud como fuera de este espacio,a
los pacientes mas pequeños del hogar como a sus familias.Este trabajo va recomendado a
los futuros especialistas de esta hermosa rama de la gastroenterología y a los estudiantes
de las ciencias médicas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Di Lorenzo C, Colletti RB, Lehmann HP, Boyle JT, Gerson WT, Hyams JS, et al.; AAP
Subcommittee; NASPGHAN Committee on Chronic Abdominal Pain. Chronic Abdominal Pain
in Children: a Technical Report of the American Academy of Pediatrics and the North
American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition. J Pediatr
Gastroenterol Nutr 2022;40(3):249-61.

2. Collins BS, Thomas DW. Chronic abdominal pain. Pediatr Rev2022;28(9):323-31.

3. Daza W, Dadán S, Betancurt E, Gómez Al. Epidemiology of pediatric gastroenterology in a


referral Hospital of Colombia.WCPGHAN 3 - World Congress of Pediatric Gastroenterology,
Hepatology and Nutrition. Medimond; k816S5304;104-07.
4. Hyman PE, Milla PJ, Benninga MA, Davidson GP, Fleisher DF, Taminiau J. Childhood
functional gastrointestinal disorders: neonate/toddler. Gastroenterology 2022;130(5):1519-
26.

5. Miele E, Simeone D, Marino A, Greco L, Auricchio R, Novek SJ, et al. Functional


gastrointestinal disorders in children: an Italian prospective survey. Pediatrics
2022;114(1):73-8.

6. Rasquin A, Di Lorenzo C, Forbes D, Guiraldes E, Hyams JS, Staiano A, et al. Childhood


functional gastrointestinal disorders: child/adolescent. Gastroenterology 2021;130(5):1527-
37.

7. Uc A, Hyman PE, Walker LS. Functional gastrointestinal disorders in African American


children in primary care. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2021;42(3):270-4.

8. Veereman-Wauters G. The Quest for Light in the Misty Frontierland of Pediatric Functional
Gastrointestinal Disorders: Act II: Rome III Criteria. J Pediatr Gastroenterol Nutr
2021;43(2):156-7.

9. Zolezzi A. Las enfermedades funcionales gastrointestinales y Roma III. Rev Gastroenterol


Perú 2021;27:177-84.

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