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1 Itinerarios - Recorridos Por La HISTORIA 1 44

El documento 'Itinerarios: recorridos por la historia de Córdoba' es un material didáctico desarrollado por la Universidad Nacional de Córdoba y el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, destinado a la educación secundaria. Su objetivo es revalorizar la historia local y fomentar un aprendizaje significativo a través de una perspectiva crítica y colaborativa. Incluye diversos capítulos que abordan la historia de Córdoba desde sus primeros habitantes hasta la actualidad, promoviendo la participación activa de docentes y estudiantes en la construcción del conocimiento.
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1 Itinerarios - Recorridos Por La HISTORIA 1 44

El documento 'Itinerarios: recorridos por la historia de Córdoba' es un material didáctico desarrollado por la Universidad Nacional de Córdoba y el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, destinado a la educación secundaria. Su objetivo es revalorizar la historia local y fomentar un aprendizaje significativo a través de una perspectiva crítica y colaborativa. Incluye diversos capítulos que abordan la historia de Córdoba desde sus primeros habitantes hasta la actualidad, promoviendo la participación activa de docentes y estudiantes en la construcción del conocimiento.
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ITINERARIOS

RECORRIDOS POR LA
HISTORIA DE CÓRDOBA
6

ITINERARIOS
RECORRIDOS POR LA
HISTORIA DE CÓRDOBA

Ayelén Ceballos, Consuelo Navarro


y Marta Philp (coordinadoras)
Autoridades UNC Autoridades Provincia de Córdoba
Rector Gobernador de la Provincia de Córdoba
Dr. Hugo Oscar Juri Cr. Juan Schiaretti

Vicerrector Vicegobernador de la Provincia de Córdoba


Dr. Ramón Pedro Yanzi Ferreira Dr. Oscar González

Secretario General Ministro de Educación de la Provincia de Córdoba


Ing. Roberto Terzariol Prof. Walter Mario Grahovac

Prosecretario General Secretaria de Educación Sec. Relac. Institucionales


Ing. Agr. Esp. Jorge Dutto Prof. Delia María Provinciali Dr. Carlos Alberto Sánchez

Directores de Editorial de la UNC Subsecretario de Promoción de Dirección General de


Dr. Marcelo Bernal Igualdad y Calidad Educativa Programas Especiales
Mtr. José E. Ortega Dr. Horacio Ademar Ferreyra Prof. Carlos Pedetta

Coordinación Philp, Marta


Equipo Interinstitucional Itinerarios: recorridos por la historia de Córdoba / Marta Philp;
Ayelén Ceballos Ayelén Ceballos; Consuelo Navarro; compilado por Marta Philp;
Ayelén Ceballos; Consuelo Navarro; ilustrado por Juan Delfini.
Consuelo Navarro
- 1a ed. - Córdoba: Editorial de la UNC; Córdoba: Escuela de
Marta Philp Historia FFyH-UNC y Ministerio de Educación, Gobierno de la
Provincia de Córdoba, 2018.
Equipo Interinstitucional Libro digital, PDF
Eliana Adán
Mariano Campilia Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-707-085-9
Paulina Garnero
Verónica Heredia 1. Educación. 2. Historia. 3. Córdoba . I. Philp, Marta, comp.
Pablo Iparraguirre II. Ceballos, Ayelén, comp. III. Navarro, Consuelo, comp. IV.
Denise Reyna Berrotarán Delfini, Juan, ilus. V. Título.
CDD 982.54
Ana Carol Solis

Las opiniones vertidas en los ca- Diseño de colección y portada: Lorena Díaz
pítulos reflejan exclusivamente la
opinión de los/as autores/as. Ilustración: Juan Delfini

Diagramación: Marco J. Lio

ISBN 978-987-707-085-9

Impreso en Argentina.
Universidad Nacional de Córdoba,
Ministerio de Educación, Gobierno de la
Provincia de Córdoba 2018
Índice

Prólogo del Prof. Walter M. Grahovac 9

Presentación del Dr. Juan Pablo Abratte 11

Introducción 13

Itinerarios. Recorridos por la Historia de Córdoba 17


Capítulo 1: La Historia como ciencia y memoria de las sociedades. Una mirada
desde Córdoba. Marta Philp, Verónica Canciani Vivanco, Eduardo Escudero,
Denise Reyna Berrotarán 19
Capítulo 2: Ciencias Sociales, Historia y Género en Córdoba. Julia Gómez
y Laura Misetich 45
Capítulo 3: Los primeros habitantes de la provincia de Córdoba. Andrea
Recalde y Diego Rivero 67
Capítulo 4: Historia colonial de Córdoba, Gobernación del Tucumán
(siglos XVI a XVIII). María Elizabeth Rustán, Isabel Castro Olañeta, Carlos
Crouzeilles, Leticia Carmignani, Lucas Borrastero, Virginia Zelada, Florencia
Plomer, Magdalena Schibli y María de la Paz Moyano 105
Capítulo 5: Indígenas y Cristianos en la frontera sur de la provincia de
Córdoba. Retazos de sus historias. Graciana Pérez Zavala, Marcela
Tamagnini, Ernesto Olmedo y Gustavo Torres 141
Capítulo 6: Córdoba en el siglo XIX: espacios, actores y dinámicas
locales/nacionales. Mariana Dain, Alejandro Franchini, Virginia
Ramos, Agustín Rojas, Damián Santa y Camila Tagle. 173
Capítulo 7: La expropiación de las tierras de la Comunidad de indios de
San Marcos a finales del siglo XIX: una mirada desde el presente y desde
la construcción del territorio provincial. Pablo Reyna Manero 209
Capítulo 8: Entre la modernización y la tradición. sociedad, economía,
política y cultura en Córdoba. 1870-1930. Javier Moyano, Pablo Emmanuel
Fernández Seffino, Pablo Iparraguirre y Denise Reyna Berrotarán 235
Capítulo 9: Lxs deseables e indeseables en Córdoba: una mirada sobre
la construcción de los otrxs a partir del siglo XIX. Laura Misetich y
Pablo Reyna Manero 261
Capítulo 10: Las trabajadoras cordobesas a principio del Siglo XX.
Constanza Bosch Alessio 285
Capítulo 11: De la crisis del consenso liberal a los gobiernos peronistas
(1930-1955). Jessica Blanco, Lisandro Angelini, Yesica Bonino, Rebeca Camaño
Semprini, Nicolás Daniele, Sebastián Malecki y Desirée del Valle Osella 309
Capítulo 12: Participación política de las mujeres hasta la aprobación del
voto femenino. Una mirada desde Córdoba. Marina Inés Spinetta 345
Capítulo 13: Inestabilidad política, democracia proscriptiva y golpes de Estado.
Córdoba, 1955-1976. Leandro Inchauspe, Graciela Gonano y Laura Ortiz 375
Capítulo 14: Refundar un orden. La dictadura cívico-militar, el terrorismo
de Estado, la reestructuración económica y las políticas culturales juveniles.
Ana Carol Solís, Verónica Canciani Vivanco, Yanina Floridia, Marina Giraudo,
Alejandra Soledad González, Silvia Morón, Laura Ortiz, Marta Philp,
y Federico Reche 405
Capítulo 15: Córdoba entre la reconstrucción democrática y la crisis del
2001. Ana Elisa Arriaga, Julieta Almada, Gabriel Carini, Rosa Gleser, María
Paula Puttini y Laura Valdemarca 441
Capítulo 16: El mundo rural en la Córdoba actual Transformaciones y
conflictividad. Erika Decándido 483
Prólogo

Itinerarios… es el producto de un trabajo colectivo, sustentado en convic-


ciones compartidas, entre la Dirección General de Programas Especiales,
la Subsecretaria de Promoción de Igualdad y Calidad Educativa - ambas
reparticiones del Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba- y
de la Escuela de Historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la
Universidad Nacional de Córdoba. Es un material didáctico pensado para
la Educación Secundaria que ha logrado articular diversos objetivos de las
políticas educativas desarrolladas desde el Ministerio de Educación de la
Provincia de Córdoba.
En primer lugar, el de revalorizar la Historia de Córdoba en la Edu-
cación Secundaria. Consideramos que acercar a los estudiantes a una his-
toria en perspectiva local es un modo de aportar a su formación, ya que
ofrece herramientas para reflexionar a partir de algunos ejes problemáticos,
enriqueciendo la comprensión del mundo social con las complejidades y
particularidades de nuestra historia provincial.
Por otro lado, este proyecto colabora con el objetivo de articular los
distintos niveles educativos. En este caso, se ha realizado en el marco del
convenio firmado entre el Ministerio de Educación y la Facultad de Filo-
sofía y Humanidades con la finalidad de establecer vínculos de coopera-
ción académica en áreas de mutuo interés, específicamente en relación a la
enseñanza, el aprendizaje y la investigación de la disciplina Historia en los
diferentes niveles y modalidades el sistema educativo.
Itinerarios nos ha permitido intercambiar perspectivas historiográficas
y pedagógicas con otros espacios. Por sobre todo -al tener sus orígenes en
el Proyecto Educativo Olimpiada de Historia de Córdoba- nos ha permi-
tido la edificación criteriosa y colaborativa de un nutrido y diverso piso de
saberes y posibles abordajes desde donde reflexionar sobre nuestro pasado
en común; logrando de esa manera que acontezca el encuentro, el debate y
la construcción de múltiples saberes.

9
Es de destacar en este proceso la participación de docentes y egresa-
dos de diversas instituciones como la Escuela de Historia de la Facultad de
Filosofía y Humanidades, el Instituto de Lenguas y Culturas Aborígenes,
el Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Río Cuar-
to, el Instituto de Educación Superior Simón Bolívar. Esta experiencia de
producción compartida nos ha permitido pensar la producción científica
como uno de los Itinerarios posibles para hacer cognoscible y habitable el
mundo, para garantizar experiencias significativas e inclusivas que posibi-
liten la democratización de los saberes.
También, siguiendo los lineamientos de la DGES, Itinerarios… se
propone promover al docente como investigador y productor de conoci-
miento, como sujeto activo frente a los aprendizajes y contenidos disci-
plinares; un docente que, partiendo de las consideraciones y sugerencias
del Diseño Curricular, favorezca la apropiación del mismo con amplitud
de abordajes y posicionamientos historiográficos, reconociendo y optando
por los distintos enfoques epistemológicos y didácticos.
El presente material será de libre acceso en su versión digital y estará
disponible para descargar en diversas páginas del Ministerio de Educación
y de la Facultad de Filosofía y Humanidades, en la búsqueda de seguir
aportando a la justicia educativa, a la colaboración democrática de cons-
trucción de saberes, y a la formación de una sensibilidad abierta a la posi-
bilidad de construir un mundo más justo.

Prof. Walter M. Grahovac


Ministro de Educación de la Provincia de Córdoba

10
Presentación

Esta publicación se inscribe en el marco del Convenio de Cooperación


firmado entre la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH) de la Uni-
versidad Nacional Córdoba (UNC) y el Ministerio de Educación de la
Provincia de Córdoba para la producción de un Material de Enseñanza
sobre Historia de Córdoba. El proyecto se enmarca en las actividades de-
sarrolladas desde la FFyH para pensar las articulaciones entre la educa-
ción superior y secundario. Políticas de articulación como las que aquí se
han materializado, ponen de manifiesto que el trabajo interinstitucional
constituye una estrategia potente para intervenir en el campo de la for-
mación docente, mediante actividades conjuntas, que habilitan el diálogo
entre los actores institucionales, el trabajo cooperativo, la identificación
de demandas y necesidades de las instituciones educativas y el diseño de
dispositivos y materiales para la enseñanza, como una modalidad de in-
tervención pedagógica. Lo que queremos destacar en este proceso, es la
participación de docentes y egresados de la Escuela de Historia, que se
desempeñan tanto en la UNC (cátedras y equipos de investigación) como
en la Educación Secundaria y en los institutos de formación docente de la
provincia. Esta experiencia colectiva, nos ha permitido pensar la produc-
ción científica de la UNC en diálogo con los espacios de enseñanza-apren-
dizaje de la historia de Córdoba.
La elaboración del material no se ha concebido como una modalidad
de transferencia de los resultados de la investigación, sino más bien como
un trabajo de reflexión en torno a áreas de vacancia en la producción edi-
torial, pero a la vez como una estrategia pedagógica para la intervención de
los docentes de la disciplina en el currículum de la escuela secundaria y en
la formación docente, tanto a nivel del Profesorado en Historia de la FFyH
como en las carreras de profesorado de los Institutos Superiores de For-
mación Docente. En tiempos en los que la/s política/s editoriales suelen
centrarse en criterios de mercado, por los que generalmente las historias

11
provinciales, regionales o locales quedan marginadas de la producción de
textos para la enseñanza, la apuesta que emprendimos en forma interins-
titucional pone de relieve la producción y circulación del conocimiento
en las instituciones públicas. El texto que presentamos es publicado por la
Editorial de la Universidad Nacional de Córdoba –a quien agradecemos
su participación en el proyecto- de acceso abierto en el Repositorio Digital
de la UNC y en los sitios del Ministerio de Educación de la Provincia de
Córdoba. En ese sentido, la propuesta enfatiza el carácter público del co-
nocimiento que se produce en nuestras instituciones, a la vez que pretende
ampliar el alcance e impacto de esta producción editorial para las institu-
ciones educativas, y en particular para docentes y estudiantes de la Educa-
ción Secundaria de la provincia de Córdoba, quienes son los destinatarios
principales de la propuesta.
Como comunidad de la Facultad –y en particular de la Escuela de la
Historia – el proyecto ha posibilitado recuperar y aprender de las experien-
cias de trabajo de nuestros egresados, al tiempo que ha sido y es clave para
repensar la formación de profesores que realizamos desde la Universidad
Nacional de Córdoba. También ha permitido intercambiar perspectivas
historiográficas y pedagógicas con otros espacios de formación de profeso-
res, como el Instituto de Culturas Aborígenes de la ciudad de Córdoba y
el Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Esta experiencia, profundiza un horizonte de trabajo articulado que nues-
tra facultad viene desarrollando con las instituciones del sistema educativo
provincial desde hace años, aportando nuevas modalidades de vinculación
interinstitucional que incluye actividades de formación inicial y continua
de docentes, desarrollo curricular, diseño de propuestas innovadoras de
enseñanza, y construcción conjunta de saberes tanto disciplinares como
pedagógicos, que puedan enriquecerse colectivamente en cada espacio ins-
titucional y áulico.

Dr. Juan Pablo Abratte


Decano Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC

12
Introducción

Cuando está de veras viva, la memoria no contempla la historia,


sino que invita a hacerla. Más que en los museos, donde la pobre se
aburre, la memoria está en el aire que respiramos.
Ella, desde el aire, nos respira. (...) La memoria viva no nació para
ancla. Tiene, más bien, vocación de catapulta. Quiere ser puerto de
partida, no de llegada.
Ella no reniega de la nostalgia, pero prefiere la esperanza, su peligro,
su intemperie. Creyeron los griegos que la memoria es hermana del
tiempo y de la mar, y no se equivocaron.
Eduardo Galeano

Al igual que Eduardo Galeano, Itinerarios nos invita a hacer uso de la(s)
memoria(s) que habitan a nuestro alrededor, a tomarlas, palparlas, hacer-
las parte de nuestra realidad y de esa manera hacerlas vivas. Este material
propone posibles recorridos para pensar en una historia en movimiento,
dinámica, compleja, ofreciendo diversas miradas y alentando la construc-
ción de saberes desde Córdoba.
La Historia como disciplina científica se ocupa de investigar, explicar
y comprender las sociedades en el tiempo desde un presente situado y di-
námico. Así, recuperando a Prost, consideramos que “una historia vale lo
que valgan sus interrogantes” (2001), entendiendo que en esas formulacio-
nes planteadas desde el presente, construimos una interpretación sobre el
pasado, un recorrido posible. Por ello es importante reconocer que en estos
Itinerarios los recortes temáticos y periodizaciones elegidos son sólo analí-
ticos y no se consideran como los únicos posibles, sino como “catapultas”
para nuevos interrogantes que den comienzo a otras historias.
Teniendo como anclaje la historia local, este material didáctico se
completa en el objetivo de generar en las y los estudiantes y docentes, un
proceso educativo con aprendizajes significativos, promoviendo el aborda-
je de cuestiones socialmente vivas.

13
Los escenarios locales son ámbitos privilegiados para la construcción
identitaria y ciudadana, espacios que interpelan. Por ello, pensar la histo-
ria en clave local otorga la posibilidad de ampliar y complejizar el campo
del conocimiento histórico, recuperando los espacios vividos, es decir los
espacios que nos constituyen y dan sentido a las prácticas sin caer en loca-
lismos. Lo que proponemos al reducir la escala de análisis es que los y las
estudiantes fortalezcan el pensamiento, la reflexión y la sensibilidad his-
tórica buscando matices a las afirmaciones generales, encontrando nuevas
perspectivas que enriquezcan las explicaciones macro con el objetivo de
mostrar que la realidad es siempre compleja, discontinua y heterogénea.
La tarea de elaborar un material didáctico de Historia de Córdoba
surge de la necesidad de ofrecer a docentes y estudiantes herramientas
propias de la disciplina histórica a partir de la historia local cordobesa,
permitiéndoles potenciar el desarrollo de las capacidades humanas, para
contribuir a la construcción de una ciudadanía basada en la distribución
y apropiación justa del conocimiento y en la búsqueda permanente de la
justicia social. A partir de este objetivo es que desde el Equipo Interinstitu-
cional iniciamos un trayecto guiado por inquietudes compartidas ¿Cómo
crear puentes entre las producciones académicas de los investigadores de
Córdoba con los aprendizajes y contenidos que se abordan en el aula?
¿Cómo invitar a los y las estudiantes a recorrer los caminos de la construc-
ción del conocimiento histórico?
Itinerarios es el resultado de un esfuerzo colaborativo para la pro-
ducción de materiales pensados para el aula, con los y las estudiantes y
docentes cordobeses como eje y destinatarios del proyecto. Los dieciséis
capítulos que componen este material problematizan diferentes períodos
de la historia de Córdoba –desde los primeros habitantes hasta la historia
reciente- con la intención de que pueda convertirse en una herramienta de
apropiación curricular y que a su vez ofrezca amplitud de miradas y abor-
dajes para la construcción de aprendizajes y conocimientos.
A su vez, Itinerarios también propone una diversidad de secuencias
didácticas destinadas a los y las docentes que permiten un trabajo interre-
lacionado entre aprendizajes y contenidos, formatos pedagógicos, capa-
cidades y ejes transversales. En ese sentido, creemos enriquecedor ofrecer
algunas alternativas de enseñanza-aprendizaje que pongan en cuestión el
modelo único y homogéneo para el quehacer escolar y suponga distintos
modos de apropiación de saberes. Seguramente, cada docente podrá plan-
tear otros caminos, pensados en contexto, que abran nuevas posibilidades
de enseñanza, que enriquezcan sus prácticas y generen nuevas situaciones
de aprendizaje.
La escritura de la Historia es una tarea que debe ser asumida por el
conjunto de la sociedad ofreciendo multiplicidad de voces y perspectivas.
Por ello queremos remarcar la importancia y agradecer la participación de
una gran diversidad de investigadores y docentes pertenecientes a distintas
instituciones - Instituto de Culturas Aborígenes, Universidad Nacional de
Córdoba, Universidad Nacional de Río Cuarto, IES Simón Bolívar - que
han asumido con compromiso el trabajo en equipo que hizo posible a este
proyecto. También agradecemos especialmente al Dr. José María Bompa-
dre, cuyos aportes han enriquecido la mirada de estos recorridos por la
Historia de Córdoba.
Como dijimos, este no es un punto de llegada, sino un punto de par-
tida. Retomando la cita de Galeano, esperamos que Itinerarios abra cami-
nos e invite a los y las estudiantes a escribir la historia siendo protagonistas.

Equipo Interinstitucional

15
16
Itinerarios
Recorridos por la Historia de Córdoba
18
1

Capítulo 1
La Historia como ciencia
y memoria de las sociedades.
Una mirada desde Córdoba

Marta Philp, Verónica Canciani Vivanco,


Eduardo Escudero y Denise Reyna Berrotarán
Escuela de Historia, FFyH - UNC
1

Introducción
Hay una pregunta clave que nos guiará en este capítulo: ¿cómo se constru-
ye el conocimiento histórico? Cuando leemos un libro de historia, y en este
caso de historia de Córdoba, nos preguntamos: ¿este conocimiento existió
desde siempre? ¿quienes escriben hoy sólo se limitaron a repetir lo que sus
antepasados dijeron? A lo largo del capítulo, veremos que no es así dado
que lo que conocemos hoy es producto de un oficio particular, el de histo-
riador, ejercido por hombres y mujeres, que fue cambiando a lo largo del
tiempo. En este texto abordaremos la importancia de las ciencias sociales
para conocer la realidad social; sus formas de trabajo; los conceptos claves
para aprender a pensar históricamente, que nos permitirán entender que
nuestro presente se vincula con el pasado.
Hablaremos de la historia como disciplina pero particularmente de
la escritura de la historia desde los espacios locales, desde una provincia
mediterránea como Córdoba que como todas las demás provincias de la
Argentina tiene características específicas que merecen ser conocidas y des-
tacadas en el marco de la historia nacional.
Como el conocimiento de la historia se vincula con la construcción
de memorias –los recuerdos del pasado desde el presente- e identidades –
diversas y plurales- finalizaremos nuestro viaje con la referencia a algunas
conmemoraciones que nos invitan a pensar en una pregunta central: ¿por
qué recordamos y olvidamos?

21
1- El lugar de las ciencias sociales en la compren-
sión de la realidad social

Las Ciencias Sociales estudian la realidad social, presente y pasada. La mis-


ma es compleja, dinámica y conflictiva y está constituida por diferentes
dimensiones: económicas, políticas, ideológicas, sociales, culturales, entre
otras. Existen diversas disciplinas que integran este amplio campo de estu-
dios: la Geografía, la Historia, la Sociología, el Derecho, la Economía, la
Ciencia política, la Antropología, entre otras.
Desde las mismas, distintos cientistas sociales –geógrafos, historiado-
res, sociólogos, economistas, antropólogos- construyen conocimiento de
manera interdisciplinaria, aportando múltiples miradas y saberes sobre un
mismo objeto de estudio. Lo hacen a partir de la formulación de proble-
mas y preguntas, buscando respuestas a acontecimientos y procesos histó-
ricos del pasado, lejano y reciente, claves para comprender el presente de
las sociedades. En este sentido, es importante que nos preguntemos por
qué algunos proyectos políticos se impusieron sobre otros, cuáles fueron
las condiciones históricas que sustentaron la construcción de determina-
das realidades sociales, quiénes fueron los protagonistas, qué ideas defen-
dían. Estas preguntas nos permitirán comprender y explicar los distintos
caminos que siguieron las sociedades ya que, como plantea el historiador
catalán Josep Fontana (1992), es importante aprender a pensar el pasado
en términos de encrucijada, en la que fueron posibles diversas opciones,
evitando admitir sin discusión que la fórmula que se impuso haya sido la
única o la mejor.

22
1

2- ¿Cómo trabajamos los que hacemos ciencias


sociales?
La Historia es una de las ciencias sociales que participa de la construcción
de conocimiento acerca de las sociedades. La escritura de la historia es
un oficio; en este sentido, nos preguntamos ¿Cómo trabajan los histo-
riadores? ¿Son los únicos que escriben acerca de la historia de nuestras
sociedades? La respuesta es negativa ya que los historiadores profesionales
no tienen el monopolio de la escritura de la historia, sino que diversos
actores políticos y sociales, como los gobernantes, los medios de comu-
nicación (radio, televisión, diarios), los dirigentes gremiales, los organis-
mos de derechos humanos, los nuevos movimientos sociales (Colectivo Ni
una menos, Defensa del Bosque Nativo), entre otros, realizan y difunden
diferentes interpretaciones históricas dado que la historia es un recurso
clave tanto para la construcción de las propias identidades como para la
legitimación del poder político. Por ello, no hay una única interpretación
del pasado y presente de las sociedades; en este sentido, la Historia es un
territorio a disputar.
En el sistema educativo, desde la educación inicial, se enseñan deter-
minadas lecturas de la historia. ¿Quiénes escribieron esas historias? ¿En qué
época? ¿Desde qué lugares? ¿Por qué esas historias están aún hoy presentes
en las escuelas y no otras?
Muchas preguntas. Comencemos por algunas ¿Qué itinerarios se re-
corren para llegar a la escritura de los textos de historia? ¿Qué estrategias
se implementan? En fin, ¿Qué hacen los historiadores? ¿Cómo podemos
trabajar conjuntamente profesores y estudiantes para construir nuevas in-
terpretaciones de la historia que nos permitan explicar el presente?
Las preguntas constituyen el punto de partida, desde ellas delimi-
tamos nuestro problema de investigación. Hay una primera pregunta
fundante: ¿qué investigar?, este interrogante nos permite la construc-
ción del objeto de estudio, en un espacio y en un tiempo determina-
do. A lo que podemos sumar otros factores: la importancia del contexto
donde se formularon esas preguntas y los debates políticos y culturales
de cada época.
Una segunda pregunta: ¿quién/es se interesaron por esta temática?,
este segundo interrogante nos lleva a leer lo ya escrito sobre el tema para
buscar respuestas a las preguntas que nos hacemos. Si lo que nos dicen es-
tas investigaciones nos generan nuevas inquietudes, comenzaremos nuestra
propia tarea de investigación.

23
Una tercera pregunta: ¿cómo
explicar y comprender el proceso his-
tórico seleccionado?, este interrogan-
un obr ero que lee te nos enfrenta a la elección de una
Preguntas de
la de las siete
perspectiva analítica sobre la que se
¿Quién construyó Tebas, basará nuestra explicación: escribire-
Puertas?
os apa rec en los nom bre s de mos una historia política, económica,
En los libr
los rey es. cultural o una historia total que bus-
bloques de
¿Arrastraron los reyes los que integrar todas estas dimensio-
piedra?
Y Babilonia, destruida tan
tas vec es, nes. También los cientistas sociales
pre a con stru ir? seleccionamos los conceptos claves
¿quién la volvió siem
Lima vivían
¿En qué casas de la dorada que guiarán nuestra indagación; en
los constructores? esta tarea el diálogo interdisciplina-
les la noche
¿A dónde fueron los albañi
ada la Mu rall a rio es fundamental.
en que fue termin
China? Llegamos a una cuarta pregunta:
arcos de
La gran Roma está llena de ¿cómo dar validez al conocimiento
triunfo. ¿Quién los erigió?
los Cé sar es? de las ciencias sociales que cons-
¿Sobre quiénes triunfaron
que Biz anc io, la tan can tada, truimos? ¿La historia que escri-
¿Es
habitan-
sólo tenía palacios para sus bimos es verdadera? La respuesta
Atlántida,
tes? Hasta en la legendaria nos vincula a los materiales con
la tragaba,
la noche en que el mar se
los que se hundían, los que trabajamos. Las fuentes
o a sus esc lavo s. de la historia son todos aquellos
gritaban llamand
stó la India.
El joven Alejandro conqui restos que permiten acceder al co-
¿Él solo?
nocimiento del pasado y que so-
César derrotó a los galos.
siqu iera coc ine ro? metidos al método crítico consti-
¿No llevaba
Esp aña llor ó cua ndo su flota
Fel ipe de tuyen la base de la construcción
ie más?
fue hundida. ¿No lloró nad del hecho histórico o, para hablar
erra de
Federico II venció en la Gu s
los Siete Años ¿Quién ven
ció ade má en términos colectivos, de los
de él? procesos históricos.
Cada página una victoria. Finalmente, una quinta pregun-
de la
¿Quién cocinó el banquete ta: ¿para qué escribimos histo-
victoria?
gra n hom bre . ria? Para comprender nuestro
Cada diez años un
¿Quién pag ó los gas tos ? presente, para fortalecer nuestra
Tantas historias. identidad, para poder construir
Tantas preguntas
Bertold Bre cht memoria, recurso muy impor-
tante en todas las sociedades.
Este poema de Bertold Brecht,
dramaturgo y poeta alemán,
escrito en 1935, puede ayudarnos a comprender que la historia no es
sólo la de los grandes hombres sino que tiene muchos protagonistas y
también diversas interpretaciones.

24
1

3- ¿Cómo explicamos los procesos históricos? Al-


gunos conceptos claves para pensar históricamente
A continuación, les presentamos los momentos y conceptos centrales para el
trabajo del historiador, necesarios para responder las preguntas que plantea-
mos en el apartado anterior. Los mismos son herramientas imprescindibles
para explicar los acontecimientos y procesos históricos, que forman parte
de su objeto de estudio; su comprensión puede contribuir a superar una
tradición de enseñanza de las Ciencias Sociales de carácter enumerativo,
descriptivo y memorístico.

El punto de partida: las Objeto de estudio: Espacio: escalas de


preguntas del historia- hechos y procesos análisis (local, nacional
dor/a históricos e internacional)
Protagonistas de la
Tiempo: coyunturas y
historia: individuos y Causalidades múltiples
estructuras
actores colectivos
Fuentes/documentos Escritura de la historia:
Los usos de la historia:
de la historia: escritas, un método y un lengua-
memorias e identidades
orales/audiovisuales je específicos

El punto de partida: las preguntas del historiador/a:


Como ya señalamos, desde ellas delimitamos nuestro problema de investi-
gación y construimos el objeto de estudio, en un espacio y en un tiempo
determinado.

Espacio y Tiempo

Son dos coordenadas claves para comprender la historia. Cuando comen-


zamos a investigar un acontecimiento histórico nos preguntamos cuándo
(tiempo) y dónde (espacio) tuvo lugar. Estas dos preguntas forman parte
del contexto socio-político, económico, cultural, etc. Conocer las circuns-
tancias donde tuvieron lugar los acontecimientos nos permite comprender
y explicar, ya que las mujeres y los hombres no vivieron ni pensaron siem-
pre de la misma manera. Precisamente, es la historia la disciplina que nos
enseña que hubo cambios y continuidades y que el pasado se diferencia del
presente y del futuro.

25
Para comprender la historia de nuestro país, necesitamos abordarla
desde distintas escalas de análisis (local, nacional e internacional), interco-
nectadas y que influyen entre sí. Estamos más acostumbrados a conocer la
historia escrita desde Buenos Aires donde se desdibujan acontecimientos
ocurridos en espacios locales y que tuvieron vital importancia en la histo-
ria argentina. A modo de ejemplo, cuando recorremos el Camino Real, al
norte de la provincia, podemos conocer el lugar central que ocupó Cór-
doba durante la época colonial; cuando paseamos por el Centro histórico
nos encontramos con el edificio de la Universidad Nacional de Córdoba
(primera del país y segunda de América Latina), ubicado en la Manzana
Jesuítica; si visitamos Barrio Alberdi podemos recordar los lugares por
donde transitaron obreros y estudiantes como protagonistas del Cordoba-
zo en mayo de 1969.
Interpretamos los acontecimientos y procesos históricos desde el lu-
gar donde vivimos: la ciudad de Córdoba, las distintas ciudades y pueblos
del interior provincial. En este sentido, el lugar de la mirada: Córdoba,
no es sólo una historia local sino una lectura de la historia argentina des-
de el interior.
¿Es posible medir el tiempo que duran los acontecimientos?
Para ello contamos con la cronología que se basa en los ciclos de la
naturaleza: en la salida y la puesta del sol; así hay acontecimientos que
pueden durar segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años.
Pero también como protagonistas de la historia podemos sentir que los
acontecimientos duran mucho más de lo que nos indica la cronología.
¿Por qué? Porque depende de nuestra manera de percibir, de sentir, de
los efectos de los mismos sobre nuestra vida. Entonces decimos que el
tiempo también es subjetivo.
Los conceptos de coyunturas y estructuras están relacionados con
el tiempo histórico: así como a la historia no la protagonizan sólo los in-
dividuos aislados, también podemos ver que en la vida de las sociedades
tienen lugar distintos acontecimientos que para ser explicados necesi-
tan ser ubicados en un espacio y un tiempo más amplio, caracterizados
como coyunturas (ciclos de mediana duración) y estructuras (ciclos de
larga duración)
Como ya señalamos, una de las tareas fundamentales de los histo-
riadores -y de los cientistas sociales en general- es la construcción de su
objeto de estudio, que incluye la delimitación del tiempo y la propuesta de
periodizaciones, que pueden ser diferentes aunque se refieran a un mismo
tiempo histórico. A modo de ejemplo, compartimos las siguientes:

26
1

Historia Argentina del Siglo XIX - Jose Luis Romero

La indepen- La desunión de La Federación Buenos La República:


dencia de las las provincias (1835-1852) Aires frente a estabilización
Provincias (1820-1835) la Confedera- política y cambio
Unidas ción argentina económico-social
(1810-1820) (1852-1862) (1862-1880)

Historia Argentina del Siglo XIX - Felipe Pign

El pueblo en armas Tiempo de caudillos El Restaurador La conformación


(1806-1820) (1820-1835) (1835-1852) del Estado nacional
(1852-1880)

Historia Argentina Siglos XIX-XX - Jose Luis Romero

S. XV al S. XVIII: La Era 1810-1880: La Era Criolla 1880-1946: La Era Aluvial


Colonial

Protagonistas de la historia. Individuos y actores colec-


tivos:
Como leímos en el poema de Bertold Brecht, somos muchos quienes pro-
tagonizamos los procesos históricos; los reyes en el pasado -y en algunos
países en el presente- tuvieron un lugar importante en la historia pero no
fueron los únicos. Sin embargo, las historias que se escribieron en el siglo
XIX se referían en su gran mayoría a ellos. En el presente y desde hace va-
rias décadas, los libros de historia nos traen a la memoria otros actores, ya
no sólo individuales, sino también colectivos. No son sólo los individuos
aislados quienes hacen la historia sino movimientos sociales, organizacio-
nes obreras, juveniles, todas ellos integrados por actores diversos.

27
Virrey Sobremonte:
una historia de los individuos

Una historia con actores colectivos: grupos de


personas que se reúnen para reclamar por el
cese de la violencia de género

Causalidades múltiples:
Como ya señalamos, no hay una única interpretación de la historia ya que
quienes la escriben lo hacen desde un determinado lugar y a partir de la
elección de una perspectiva. Por ello hablamos de la multiperspectividad.
Entonces, un mismo proceso histórico puede ser explicado desde las causas
económicas, políticas, sociales, culturales. Sin embargo, la realidad social
es compleja y para ser comprendida debe ser abordada desde múltiples
dimensiones; por ello, destacamos la importancia de conocer la multipli-
cidad de causas.

28
1

Fuentes/Documentos:
La historia es un conocimiento basado en fuentes/documentos. La primera
palabra: fuentes, si bien sigue siendo utilizada, está más vinculada a una his-
toria más tradicional que pensaba que de ellas brotaría la verdad, de la mis-
ma manera que el agua de las fuentes. Hace ya bastante tiempo, desde me-
diados del siglo pasado, hablamos de documentos, entendidos como restos
de hechos y procesos históricos pasados, lejanos y recientes. A la vez, estos
documentos no son sólo escritos sino también orales, audiovisuales, entre
otros tantos formatos. Los historiadores tienen la posibilidad de construir
documentos para épocas en que no han quedado huellas. Por ejemplo, ha-
ciendo entrevistas a protagonistas y testigos de tiempos pasados.

Escritura de la historia:
Una vez que el historiador/a ha consultado y leído críticamente diferentes
fuentes/documentos, considerándolos como producto de una época deter-
minada, procede a escribir su texto. Regresando a nuestras primeras pági-
nas, sabemos que sus textos no son sólo la descripción de lo que dicen los
documentos sino que es el resultado de su interpretación realizada por los
interrogantes que se ha planteado. No hay historia sin preguntas. Como
nos dice Prost (2001: 93) “son las preguntas las que permiten hacer una his-
toria de las fortunas o una historia de la movilidad social, y ambas posibles
sobre la base de un mismo documento”. Al mismo tiempo, como ya señala-
mos, la Historia es un conocimiento fundado, basado en documentos. Por
eso cuando en los libros de historia encontramos las llamadas notas al pie
u otras referencias el mismo autor nos recuerda que se debe a la obligación
de ofrecer referencias –que indiquen de dónde se obtuvo la información-,
esto no forma parte de unas normas arbitrarias sino que son las reglas de
la crítica histórica, las que establecen con claridad las diferencias entre el
historiador profesional, el aficionado y el novelista. (Prost, 2001: 76)

Los usos de la historia: memoria e identidades:


Finalmente, cuando el producto de su trabajo ya está terminado, el histo-
riador/a, y no sólo ellos, puede preguntarse por los usos del mismo. ¿Para
qué escribimos historia? ¿Cuáles son sus vínculos con la formación de dife-
rentes memorias e identidades? ¿Por qué es importante conocer la historia
del lugar donde vivimos? ¿Cambia en algo nuestras vidas?

29
Después de haber conocido los diferentes momentos del trabajo del
historiador y los conceptos que lo guían, te proponemos analizar juntos un
acontecimiento histórico

El conflicto del campo


En el año 2008, desde el 11 de marzo
hasta el 18 de julio, durante 129 días tuvo
lugar un paro agropecuario impulsado
Para conocer más: por cuatro organizaciones empresarias:
la Sociedad Rural Argentina, Confede-
el
Resumen del conflicto con raciones Rurales Argentinas, CONINA-
08 htt ps: //
campo en el año 20
www.youtube .co m/wat ch? - GRO y Federación Agraria Argentina.
v=NkRfStoTcdM La medida fue tomada como respuesta
Claves
El conflicto agropecuario. a la Resolución N° 125/2008 aprobada
para entenderlo durante la presidencia de Cristina Fer-
/wat-
https://www.youtube.com
ch?v=SbRSw9jW6WY nández de Kirchner que establecía un
sistema móvil para las retenciones im-
positivas a la soja, el trigo y el maíz.

Corte de ruta de productores agropecuarios


sobre la ruta nacional n° 9, Oliva,
provincia de Córdoba

Para explicar este conflicto, necesitamos conocer tanto la coyuntura


en la que se desarrolló como la estructura de más largo plazo: el siste-
ma productivo argentino, la transición de un modelo agroexportador a
otro basado en el desarrollo de la industria nacional. La ubicación de

30
1

este acontecimiento de 129 días en un


contexto más amplio nos permitirá ex-
plicar los cambios y continuidades, las Nos preguntamos:
causalidades múltiples. Aprendere- ¿Cuándo y dónde ocurrió
este
mos a pensar históricamente, es decir, a acontecimiento de nuestra
historia reciente?
comprender que lo que hoy ocurre en ¿Quiénes fueron los
la sociedad, que influye sobre nuestras protagonistas?
¿Cuáles fueron las causas
vidas, tiene un por qué. Así, podremos llamado conflicto del cam
del
construir nuevas explicaciones que nos po?
¿Cuáles fueron sus efecto
s para
permitan comprender y transformar los habitantes de las ciudad
es,
pueblos y espacios rurales
nuestro presente. de
nuestra provincia?
Para llegar a una explicación nos ¿Cómo podemos explicarlo?
¿Por
serán muy útiles los conceptos de es- qué ocurrió?
¿Dónde podemos buscar
pacio y tiempo, protagonistas de la información?
historia, causalidades múltiples, mul- ¿Hay una única explicació
n?
tiperspectividad, fuentes históricas,
entre los más importantes.

4- ¿Hay una historia oficial? ¿Hay otra historia?


Sobre porteños y provincianos
En la gran mayoría de los textos escola-
res nos encontramos con el siguiente re-
Historia oficial
lato de la historia argentina: el año 1820
marca el punto de ruptura en el proceso Hace referencia a la historia escri-
histórico iniciado por la Revolución de ta durante el siglo XIX, justificada
en el modelo europeo de una
Mayo, dado que se produjo la caída de
historia objetiva, que acompañó
los dos proyectos alternativos de país: el el proceso de construcción de
proyecto centralista de Buenos Aires y la nación. En nuestro país, es
el proyecto confederal de Artigas en la definida, por quienes la critican
(los revisionistas) como liberal,
Banda Oriental. Se inicia luego la etapa porteñista, extranjerizante, elitista
de las autonomías provinciales y las dis- y antiprovinciana.
tintas ciudades-provincias se comporta-
rán como entidades políticas autónomas
hasta 1852. La caída de Rosas marca el
inicio de otro proyecto político de unidad: la Confederación Argentina,
que durante diez años va a permanecer separada de Buenos Aires hasta
que con Bartolomé Mitre, después de la batalla de Pavón, comenzaron a

31
construirse las bases de lo que sería el Estado central o nacional moderno.
En este período se forja el concepto de Nación y se organizan las institu-
ciones básicas que permiten su funcionamiento a partir de la aceptación
de la Constitución Nacional, primero con el consenso de las provincias,
excepto Buenos Aires y luego, en 1862, con la incorporación de ésta.
Culmina esta etapa con la primacía de la “Generación del Ochenta” y la
organización del Estado.
Este relato culmina con el logro de la organización nacional y la in-
serción de Argentina en el mundo capitalista. En esta lectura de la historia,
dicho logro es presentado y valorado como la superación de los conflictos
que se sucedieron desde el 25 de mayo de 1810, representa tanto un punto
de llegada -la anhelada organización nacional- como de partida cada vez
que se piensa en refundar la nación. Diferentes historiadores plantean que
la división entre porteños y provincianos pierde sentido después del triun-
fo de la Generación del Ochenta, integrada no sólo por porteños sino por
gente de las provincias. Desde aquí la distinción que adquiriría sentido
sería la de clases dominantes y clases dominadas. Sin embargo, la división
porteños y provincianos es un lugar de memoria que actúa sobre el pre-
sente, que opera como un horizonte posible cada vez que el modelo de
nación, de país, se pone en cuestión, se presenta como la confirmación de
una certeza: el predominio de Buenos Aires sobre el resto de las provincias.
La dicotomía historia oficial/otra historia
comenzó a ser gestada en los años treinta
del siglo pasado, cuando la historia ar-
Revisionismo histórico
gentina escrita hasta entonces comenzó
Es el nombre común dado a un a ser cuestionada por el revisionismo
conjunto de interpretaciones del histórico. Hay un relato muy difundi-
pasado argentino iniciadas fuerte- do por los revisionistas, en oposición a
mente desde la década de 1930.
En la Argentina expresa casi siem- la “historia oficial” identificada con las
pre la preocupación por la crisis “Historias” de Mitre, escritas en el siglo
política del país y se opone a las XIX, que señala la existencia de dos Ar-
versiones de la historia provenien-
tes desde la historiografía liberal,
gentinas y su continuidad a lo largo de
nombrada como historia oficial. los doscientos años de historia: una, con-
sustanciada con el régimen liberal, que
tenía por objetivo abrirse económica y
culturalmente a la llamada “civilización
europea”. Otra, fundada en una nacionalidad con modalidades propias,
hispanista y católica, que debía preservarse de la penetración extranjera.
Es posible pensar que ambas visiones se encuentran en el origen de las dos
corrientes políticas que, prolongadas a través de distintos nombres: pro-

32
1

vincianos y porteños, federales y unitarios, yrigoyenistas y conservadores,


peronistas y antiperonistas, han llegado hasta nuestros días.
En esta interpretación de la historia argentina, la división porteños
y provincianos es señalada como uno de los acontecimientos a reparar, a
cambiar desde el presente, dado que frecuentemente se considera que la
“historia oficial”, transmitida en las escuelas, “historia liberal, porteñista,
extranjerizante, elitista y antiprovinciana”, contribuyó a ocultar y desde
allí a minimizar el papel de los diferentes protagonistas que, desde las pro-
vincias, se opusieron al modelo de país implementado desde el puerto,
Buenos Aires, por la burguesía comercial dispuesta a enriquecerse como
intermediaria de un comercio sin restricciones con Europa y a costa de la
producción regional del interior.
En este sentido, esta división porteños y provincianos, fundante del
modelo de país, es invocada al analizar la historia argentina, para visibili-
zar protagonistas y procesos ocurridos en las provincias pero que tuvieron
importancia para la historia nacional. Representan la superación de la
división, como por ejemplo la declaración de la independencia el 9 de
julio de 1816 en el Congreso de Tucumán y la Vuelta de Obligado, el 20
de noviembre de 1845, cuando el intento de penetrar y navegar nuestros
ríos fue enfrentado por las “armas nacionales” en un paraje del Río Paraná.
Sin embargo, desde las veintitrés provincias que forman la Argentina la
integración a la historia nacional es incompleta si no se recuerdan acon-
tecimientos significativos de su historia provincial para los que reclaman
proyección y reconocimiento nacional.
En el caso de la provincia de Córdoba se rescatan acontecimientos
como la Reforma universitaria de 1918 y el Cordobazo de 1969. Otros
actores conservadores, defensores del orden existente antes de la llegada
del peronismo al poder, destacan el lugar de Córdoba como “capital de la
libertad” después del derrocamiento del gobierno peronista por la autode-
nominada “Revolución Libertadora” de 1955. Luego, como lugar clave en
la lucha contra la “subversión” durante la dictadura de 1976, compartido
por Tucumán según el título de una publicación oficial de 1977 que se
titulaba “Tucumán. Cuna de la Independencia (1816-1977). Sepulcro de
la Subversión (1975-1977)”.
Por su parte, Jujuy reclama el reconocimiento del Éxodo jujeño
como acontecimiento central en las guerras de independencia; Salta, el
protagonismo de Martín Miguel de Güemes; Santa Fe, la figura de Esta-
nislao López; Entre Ríos, la de Francisco Ramírez. Asimismo, La Rioja,
reivindica a Facundo Quiroga y al Chacho Peñaloza y Córdoba, a Juan
Bautista Bustos. Así, podemos seguir invocando los nombres de los cau-
dillos –palabra asociada a la barbarie en oposición a la civilización- que

33
resistieron las políticas emanadas del puerto. Cada uno de estos nombres
y estos acontecimientos constituyen territorios de disputa en torno a las
imágenes del pasado que deben predominar, que deben guiar la forma-
ción de identidades de los nuevos ciudadanos. La división porteños y pro-
vincianos se pone de manifiesto en la vida cotidiana de los habitantes de
la provincias cada vez que tienen que llevar a cabo diferentes trámites que
involucran al Estado nacional, cada vez que escuchan las noticias, los rela-
tos futbolísticos que diferencian entre los clubes grandes y los del interior.
En este contexto, la certeza a la que aludíamos -fundada en el predominio
de Buenos Aires sobre el resto de las provincias- está en la base de la cons-
trucción de un país más federal y muestra la eficacia y la persistencia de
esta división en el presente.

5- La escritura de la historia de Córdoba


Antes de que se formaran historiadores
profesionales, la historia de Córdoba fue
En sus comien zos , la his tor ia escrita por aficionados. En la Universi-
rita por reli gio sos , com o dad Nacional de Córdoba se creó en
era esc
después
monseñor Pablo Cabrera; 1936 el Instituto de Estudios America-
resa-
se sumaron abogados inte
riqu e nistas, como homenaje a la obra de un
dos por la historia como En
s ses ent a sacerdote-historiador, monseñor Pablo
Martínez Paz. En los año
proceso
del siglo XX, comenzó un Cabrera. Sus integrantes fueron histo-
os
de renovación de los estudi riadores autodidactas provenientes de
por las
históricos, interrumpidos
dictaduras de 1966 y 197 6. Co n la otras carreras universitarias, como En-
de la dem ocr aci a en rique Martínez Paz, Francisco Silva,
recuperación
igarse
1983, comenzaron a invest Ceferino Garzón Maceda, entre otros.
nuevos temas. Estos comprendieron la necesidad de
iniciar la institucionalización de los
estudios históricos, creando espacios
de formación donde ellos mismos se profesionalizaron. Años después,
en 1946, el Instituto de Estudios Americanistas se integró a la recién
creada Facultad de Filosofía y Humanidades. Sobre su base surgirá más
tarde el Departamento de Historia (1957), la actual Escuela de Historia
(1968) y el Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Hu-
manidades (CIFFyH), que en 1987, finalizada la dictadura cívico-mili-
tar de 1976, pasó a nuclear las investigaciones de todas las disciplinas.
Fuera del ámbito universitario, el gobierno provincial fundó la Junta
Provincial de Historia y el Archivo Histórico en 1941, ambos radicados
actualmente en un nuevo edificio en la avenida Poeta Lugones 401.

34
1

Estos espacios se propusieron escribir una historia de Córdoba que


rescatara las particularidades de la provincia frente a una historia nacio-
nal, escrita desde Buenos Aires, en la que, según se creía, se desdibujaban
acontecimientos y procesos históricos claves. Las provincias no son sólo
las partes de una gran nación sino que tienen sus historias propias, base
de su identidad, que es a la vez plural y necesita ser cada vez más inclu-
siva. A modo de ejemplo, decimos que no hay una única manera de ser
cordobés sino que las diversas maneras de ser en nuestra provincia inte-
gran nuestras identidades.
Actualmente, a más de treinta años del regreso a la democracia, con-
tamos con diferentes espacios dedicados a la escritura de la historia y a la
formación de profesores, los ya citados en la Universidad Nacional de Cór-
doba y los Institutos de formación docente de la provincia. Conocemos
mucho más de la historia cordobesa, desde los primeros habitantes hasta
nuestros días; historiadores -hombres y mujeres, ya no sólo hombres como
a principios del siglo XX- escribieron -y continúan escribiendo- diferen-
tes historias, desde distintas perspectivas, sobre distintos temas, que nos
recuerdan que hay interpretaciones que pueden coexistir, que no hay una
única historia, que todos podemos ser protagonistas y formar parte de la
construcción de los relatos.

6- ¿Por qué recordamos y olvidamos? Efemérides


y conmemoraciones
Todas las sociedades recuerdan colectivamente y encuentran en distintas
ocasiones la oportunidad para construir y difundir lecturas e imágenes
del pasado y olvidar otras. Con frecuencia, son los sectores de poder y el
Estado quienes deciden qué fechas y acontecimientos formarán parte del
calendario escolar. Así nacen las efemérides que se celebran en las escue-
las y permiten activar diferentes memorias. Estas instancias constituyen
espacios clave para vincular la historia, la memoria y las identidades; el
pasado y el presente de las sociedades. Cuando hacemos memoria, re-
cordamos los acontecimientos históricos desde el presente; esta tarea es
fundamental para la construcción de las identidades, entendidas como
un sentido de pertenencia, fundado en determinadas características que
varían en función de las distintas sociedades. La memoria sólo retiene
ciertos acontecimientos del pasado; por ello decimos que la identidad de
un grupo social, descansa no sólo sobre una memoria común, específica
de ese grupo sino, también, sobre olvidos compartidos. No recordamos

35
solos, sino que las memorias individuales están siempre enmarcadas so-
cialmente. Estos marcos son portadores de la representación general de
la sociedad, de sus necesidades y sus valores. La construcción de memo-
rias es un espacio de disputa ya que no todos recordamos los mismos
acontecimientos.
Hay conmemoraciones claves tanto de la historia nacional como lo-
cal. A modo de ejemplo, citamos las efemérides clásicas como el 25 de
mayo, el 9 de julio, el 17 de agosto; otras establecidas en los últimos años
desde el gobierno nacional como el Día Nacional de la Memoria, la Ver-
dad y la Justicia y el Día de la Soberanía y acontecimientos y protagonis-
tas vinculados a las historias locales, específicamente cordobesa, como el
Cordobazo, las figuras del dirigente obrero Agustín Tosco; del estudiante
Santiago Pampillón y la de Juan Bautista Bustos, primer gobernador cons-
titucional de la provincia, entre otros. Veamos algunas de ellas.

Desde la provincia: Conmemoración de Juan Bautista


Bustos

En nuestra provincia podemos observar en distintos espacios públicos es-


tatuas y nombres de avenidas que hacen referencia a la figura del primer
gobernador constitucional de la provincia. ¿Qué sabemos sobre este pro-
tagonista de la historia provincial? No tanto, ya que como señalamos más
arriba, la historia nacional no ha dedicado mucho espacio a los hombres de
las provincias. Podemos empezar por ubicar la época en que vivió, desde
fines del siglo XVIII a mediados del siglo XIX, su participación en la vida
política de la provincia. Pero para no hacer una historia sólo de los gran-
des hombres, de próceres de estatuas, necesitamos reconstruir cómo era la
sociedad de la época, qué actividades des-
empeñaban los distintos hombres y mu-
jeres que integraban los distintos sectores
tist a Bu sto s (Sa nta sociales. Entonces, recordar su figura en
Juan Bau
ría de Pun illa, 29 de ago sto
Ma
Fe,
el presente implica no sólo rendir home-
de 1779 - Ciudad de Santa naje a un héroe individual sino conocer
fue el
18 de septiembre de 1830)
uci ona l el pasado para entender el presente y sa-
primer gobernador constit
de Córdoba. ber qué caminos se siguieron para llegar
a la actualidad.

36
1

Estatua del Brig. Juan Bautista Bustos


frente al Centro Cívico de Córdoba
que lleva su nombre.

Desde la nación: Día Nacional de la Memoria, la Verdad


y la Justicia
Si la conmemoración de Juan Bautista Bustos es impulsada desde la pro-
vincia, hay conmemoraciones como la del Día Nacional de la Memoria,
la Verdad y la Justicia que fue promovida desde el gobierno nacional, en
el año 2004. Forma parte de las políticas de la memoria que se proponen
recordar épocas -donde el estado se convirtió en terrorista- para que Nunca
Más regresen. Aquí la historia y la memoria cumplen una función clave:
la de ser maestra de vida, conocer para no repetir. La historia se vincula al
pasado pero también al presente y al futuro.

37
Desde la nación y la provincia: Día de la Diversidad
Cultural
“Anteriormente conocido como “Día de
la Raza”, el 12 de octubre, es una fecha
utilizada en la Argentina para promover
Diferentes memorias
la reflexión histórica y el diálogo inter-
¿Qué
En este video documental cultural acerca de los derechos de los
lizado
hiciste el 24 de marzo?, rea
por el Archivo Provincial
de la pueblos originarios. En este sentido, en
pod em os
Memoria de Córdoba, el año 2010 el Poder Ejecutivo Nacio-
os de
ver cómo todos recordam nal envió al Congreso un proyecto de
diferente manera. ley para modificar el nombre de “Día
426
https://vimeo.com/31227
de la Raza” por “Día de la Diversidad
Cultural Americana”.
Actualmente con el nombre de Día
de la Diversidad Cultural Americana, se busca promover desde distintos
organismos una reflexión permanente acerca de la historia y encaminar
hacia el diálogo para una diversidad cultural, como también allí están en
pie la promoción de los Derechos Humanos de nuestros pueblos origina-
rios, como lo marca la Constitución Nacional en su articulado sobre la
igualdad de las personas, dándole la garantía del respeto a la identidad y
el derecho a una educación bilingüe e intercultural.
U n a verdadera fecha para recordar, celebrar y
trabajar para el bienestar de todas las cul-
turas. Se trata de una fecha que habilita
“En 1492, los nativo s des cub rier on actualmente profundas reflexiones y de-
ios, des cub rier on que bates, como también expresa las reivin-
que eran ind
rieron
vivían en América, descub dicaciones de los pueblos originarios del
cubrie-
que estaban desnudos, des continente americano”1.
descu-
ron que existía el pecado,
ncia a un En Córdoba, el Instituto de Culturas
brieron que debían obedie
rein a de otr o mu ndo y
rey y a una Aborígenes de Córdoba (ICA)2, realiza
cie lo, y que ese
a un dios de otro el 11 de octubre un contrafestejo de
pa y el
dios había inventado la cul
vestido y había mandado que fue ra la llegada de los europeos a América,
ado rar a al sol nombrado como el “Ultimo Día de la
quemado vivo quien
la lluvia
y a la luna y a la tierra y a Libertad de los pueblos originarios”.
los días
que la moja.”. Los hijos de Los invitamos a reflexionar sobre este
(2012)
pensamiento del escritor uruguayo
Eduardo Galeano (1940-2015)

1 https://www.educ.ar/noticias/120493/dia-de-la-diversidad
2 http://www.lavoz.com.ar/numero-cero/la-resistencia-de-los-mansos

38
1

Desde Córdoba a la nación: la memoria del Cordobazo y


Agustín Tosco

El Cordobazo es un aconte-
cimiento central para com-
“… provocar preguntas no
prender la historia argentina sólo sobre el
pasado, sino sobre la rela
ción de Córdoba
reciente; desde Córdoba cam- y la política hoy. Una me
moria que nos
bió el rumbo del país pues- provoque y no que se cris
talice en la mera
evocación. Una memoria
to que la gran movilización que no se fije
sólo en referencias anecdó
obrero-estudiantil desequili- ticas y afecti-
vas, sino también definic
iones ideológicas
bró el poder de la dictadura y políticas. Una memoria
que perturbe y
provoque. Durante diferen
autodenominada “Revolu- históricos, las luchas y nec
tes momentos
ción Argentina” y abrió ca- esidades del
mundo obrero guiaron a
miles de personas
mino a la construcción de en busca de un horizonte
de bienestar.
Esta identidad continúa
otras opciones políticas. Por estando pre-
sente en las calles, fábrica
su parte, la figura de Agustín s y lugares de
trabajo generando identi
dad, solidaridad
Tosco, dirigente obrero del y reconocimiento entre igu
ales. Se habla
gremio Luz y Fuerza, está y discute política, se piensa
en la mejoría
del salario y de las condic
presente en la memoria de iones de trabajo.
Se genera amistad y com
pañerismo. Se
muchos cordobeses. funden abrazos en las ma
rchas, asam-
Los invitamos a com- bleas y reuniones gremia
les y sindicales.
El movimiento obrero en
partir un Video realizado Córdoba fue y
sigue siendo uno de los act
ores principales
por el Archivo provincial en la vida política, económ
ica y social de la
de la Memoria de Córdo- provincia”.
http://www.apm.gov.ar/ap
ba, que según sus palabras rias-de-mayo-archivos-de
m/memo-
l-cordobazo
pretende:

Llegamos al final de este viaje


Nos hemos acercado a un oficio como tantos otros: el de historiador, ejerci-
do por hombres en el mundo antiguo, desde el comienzo de los tiempos y
actualmente también por mujeres. Desde este oficio, como el desarrollado
desde las otras ciencias sociales (acordate del árbol con sus distintas ramas),
contribuimos al conocimiento de la realidad social, presente y pasada y lo
hacemos con herramientas específicas a los que llamamos conceptos claves
para pensar históricamente.
En este sentido, a lo largo de este texto revisamos las preguntas que
guían el trabajo del historiador; sin preguntas no hay historia ya que si no

39
tenemos ninguna duda nunca vamos a tener necesidad de investigar. Y si
pensamos en la historia de nuestra provincia, muchos temas ya han sido
investigados aunque muchos otros todavía esperan ser conocidos. Además,
cada generación, las personas que viven en diferentes épocas, se interesan
por diferentes temas.
Ustedes como estudiantes del siglo XXI, tienen otros intereses, ne-
cesidades, pueden hacerse otras preguntas sobre temas que se vinculan a
su vida cotidiana que pueden ser respondidas acudiendo a la Historia ya
que aunque los problemas parezcan nuevos tienen su origen en épocas
más lejanas.
Al final del texto, nos referimos a algunas conmemoraciones y ahora
nos preguntamos: ¿A todos y todas nos parece importante participar en
estos actos colectivos? ¿Por qué lo hacemos o lo dejamos de hacer? Las
conmemoraciones existen porque formamos parte de una provincia, de
un país, que busca fortalecer valores comunes importantes para la vida en
sociedad y, como señalamos, en esa tarea el conocimiento de la historia
ocupa un lugar central. Así como en los primeros tiempos de construcción
del país se ponía el acento en fortalecer la identidad nacional, actualmente
esa identidad se piensa en plural ya que a lo largo del tiempo se han ido
haciendo más visibles protagonistas invisibilizados de la historia local y
nacional. El desafío está planteado.

40
1

Glosario

Cambios y continuidades: la idea de cambio es intrínseca a la Historia; se


vincula a otras ideas como progreso y transformación. Para comprender los
cambios y continuidades necesitamos conocer la especificidad del contexto
histórico y los protagonistas de la historia que impulsan tanto la transfor-
mación de las sociedades como la defensa del orden existente.

Causalidades múltiples: la pregunta por las causas se vincula a búsqueda


de respuestas para los cambios y continuidades en la sociedad ¿Por qué
ocurren determinados acontecimientos? ¿Por qué se producen las crisis
económicas? Las explicaciones no obedecen a una única razón dado que
los hechos históricos no son producidos por una sola causa sino por varias.

Coyuntura y estructura: ambos términos se vinculan a la periodización


del tiempo histórico. Hacen referencia a la duración de los fenómenos his-
tóricos. En términos del historiador francés Braudel (1958), decimos que
hay un tiempo corto de los acontecimientos (la caída de un gobernante);
un tiempo medio de la coyuntura (los ciclos económicos) y un tiempo
largo de las estructuras (geográficas, religiosas, de las creencias).

Espacio: es el lugar donde se desarrollan las diferentes historias (individua-


les o colectivas). Por ejemplo, cuando estudiamos la historia de Córdoba
hacemos referencia a un espacio local (el de una ciudad y una provincia)
que se vincula con un espacio nacional (el país) e internacional (el resto
del mundo)

Fuentes de la historia: son todos aquellos restos que permiten acceder al


conocimiento del pasado y que sometidos al método crítico constituyen
la base de la construcción del hecho histórico o, para hablar en términos
colectivos, de los procesos históricos.

41
Historia objetiva: a fines del siglo XIX, en Europa se pensó que el trabajo
del historiador consistía en describir lo que decían los documentos sin in-
terpretarlos. Este modelo, que dejaba afuera la subjetividad del historiador,
influyó en nuestro país. Desde mediados del siglo XX, se comenzó a cues-
tionar esta forma de hacer historia ya que el historiador siempre escribe
desde algún lugar.

Historia oficial: hace referencia a la historia escrita durante el siglo XIX,


justificada en el modelo europeo de una historia objetiva, que acompañó
el proceso de construcción de la nación. En nuestro país, es definida, por
quienes la critican (los revisionistas) como liberal, porteñista, extranjeri-
zante, elitista y antiprovinciana.

Institucionalización: proceso mediante el cual el oficio de la Historia se


comienza a ejercitar en espacios universitarios y estatales, espacios desde
los que se enseña e investiga el pasado en manos de historiadores cada vez
más especializados.

Memoria: hace referencia al recuerdo de la historia desde el presente; es un


fundamento esencial de la identidad, entendida como sentido de perte-
nencia, fundado en determinadas características que varían en función de
las distintas sociedades. La memoria sólo retiene ciertos acontecimientos
del pasado; por ello decimos que la identidad de un grupo social, descansa
no sólo sobre una memoria común, específica de ese grupo sino, también,
sobre olvidos compartidos. No recordamos solos, sino que las memorias
individuales están siempre enmarcadas socialmente. Estos marcos son por-
tadores de la representación general de la sociedad, de sus necesidades y sus
valores. La construcción de memorias es un espacio de disputa ya que no
todos recordamos los mismos acontecimientos.

Multiperspectividad: un mismo proceso histórico puede ser explicado


desde distintas perspectivas ya que siempre la historia se escribe desde un
lugar, un posicionamiento teórico-ideológico. Hay tantas perspectivas
como interpretaciones del desarrollo de las sociedades.

Objeto de estudio: está constituido por la selección que hacen los historia-
dores y cientistas sociales antes de comenzar a investigar. Hace referencia
a acontecimientos o procesos históricos, protagonizados por diferentes ac-
tores (individuales o colectivos) que vivieron en un espacio y en un tiempo
determinado.

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Perspectiva analítica: hace referencia a la elección de una determinada


manera de interpretar los hechos históricos. Es uno de los recursos cen-
trales en la construcción del conocimiento ya que, a partir esta elección y
del trabajo con las fuentes históricas, el historiador y los demás cientistas
sociales responderán las preguntas que se hacen sobre el pasado.

Profesionalización: proceso por el cual los historiadores aprenden las re-


glas de su trabajo intelectual y se transforman en profesionales de la disci-
plina. Mediante su formación y participación en instituciones como Jun-
tas, Academias y Universidades, los historiadores profesionales alcanzan un
perfil que les permite obtener una voz autorizada para hablar del pasado y,
también, vivir del oficio.

Revisionismo histórico: es el nombre común dado a un conjunto de in-


terpretaciones del pasado argentino iniciadas fuertemente desde la década
de 1930. El revisionismo histórico en la Argentina expresa casi siempre la
preocupación por la crisis política del país y se opone a las versiones de la
historia provenientes desde la historiografía liberal. En ese sentido, ofrece
un relato de corte nacionalista, católico e hispanista, procurando vincular
hasta amalgamar largamente historia con política.

Tiempo y Periodización: es una de las primeras tareas que lleva a cabo el


historiador cuando construye su objeto de estudio. Elige qué estudiar y en
un período determinado. Esta elección se funda en su perspectiva analítica,
es decir la periodización será diferente si el historiador quiere escribir una
historia política, económica o cultural.

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Bibliografía

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“¿Hay nuevos relatos históricos para la Argentina actual?”. Sociohistórica,
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