Centro Escolar “Profr.
Gregorio de Gante”
Nivel: Secundaria Matutina
Asignatura: Biología
Trabajo: Tlayúa y Pie de vaca
Profesora: Graciela Carrasco Galeote
Alumno: Romero Sánchez Isaac
Grado:1° Grupo: “C” N.L. 26
Ciclo Escolar: 2024-2025
Tlayúa
Tlayúa: palabra náhuatl que
significa “lugar de os curidad” o
“lugar del crepúsculo”. La Cantera
Tlayúa, ubicada al sur del estado
de Puebla, dentro de la región
Mixteca, a tan sólo dos kilómetros
al noreste del zócalo de Tepexi de
Rodríguez, es la primera localidad
paleontológica de conservación
extraordinaria o Konservat-
Lagesttäte encontrada en México.
Casualmente, esta localidad fue descubierta por lugareños, don Miguel
Aranguthy Juárez y su esposa doña Matilde Contreras González, quienes
buscaban un medio de mantener a su familia a partir de los escasos
recursos naturales de sus tierras, ubicadas
en una de las regiones más áridas de
Puebla. Un día, los miembros de esta
familia descubrieron que las lajas extraídas
contenían esqueletos de peces y otros
animales. Don Miguel sospechó que esos
“objetos” poseían un singular valor
científico, y su espíritu altruista lo llevó a
decidir que dichos tesoros paleontológicos
debían pertenecer al pueblo de México. Por
eso, desde 1982 han colaborado con el Departamento de Paleontología
del Instituto de Geología de la UNAM en un ambicioso programa
académico y en el Museo Regional Mixteco Tlayúa es resultado del
trabajo que han realizado.
La geología de Tlayúa ha sido sujeta
varias investigaciones, las rocas más
antiguas de la región corresponden al
Complejo Acatlán y son de edad
Paleozoica Temprana. Existen algunas
zonas donde aflora el Jurásico Tardío y
el Cretácico Temprano representados
por rocas continentales.
Encima de esta secuencia se localizan
los estratos que forman una unidad carbonatada descrita por Pantoja-
Alor y colaboradores como Formación Tlayúa que comprende:
Un Miembro Inferior de caliza gris-
azul con rudistas (e.g. Toucasia
polygyra) y bivalvos (e.g.
Chondrodonta) entre otras especies
de invertebrados.
Un Miembro Medio que se
caracteriza por calizas de color rojizo
con múltiples laminaciones y por ser
portador de numerosos y bien
conservados fósiles que le han dado
importancia a la Cantera Tlayúa
como un venero paleontológico. En
esta secuencia, de unos 30 metros
de espesor, se estima que existen
alrededor de 200 especies de
invertebrados y vertebrados fósiles
cuya edad, con base en amonites y
belemnites, corresponde al Cretácico
Temprano (Albiano), hace unos 100
millones de años.
El Miembro Superior está compuesto
por capas medianas y gruesas de
dolomía y caliza dolomítica de color
gris muy claro careciendo casi
completamente de fósiles.
También es de notar la abundancia (más de 5000 ejemplares) y
diversidad de los grupos taxonómicos presentes, que abarca un número
impresionante de órdenes y familias. Los grupos de invertebrados y
plantas recolectados están representados por foraminíferos esponjas,
gorgónidos, bivalvos, gasterópodos, belemnites, amonites, equinoideos,
holoturoideos, asteroideos, ofiuroideos, crinoideos, anélidos, isópodos,
decápodos, insectos arácnidos (reportados por primera vez en México) y
varios grupos de plantas (marinas y terrestres). En lo que se refiere a los
vertebrados, por el momento se ha recuperado una pequeña pero muy
diversa fauna reptiliana que incluye: tortugas, pleurosauros,
esfenodontes, lacertilios, cocodrilos y pterosauros.
Grupos de peces fósiles que están siendo estudiados
Picnodontes.- En Tlayúa por lo menos cuatro o
cinco géneros con varias especies. Estos peces, ya
extintos, de cuerpo comprimido son muy parecidos
a las especies de teleósteos que habitan en los
arrecifes de coral que conocemos hoy en día. Lo
anterior es un factor a considerar al interpretar la
paleoecología de Tlayúa.
Macrosémidos.- Antes del descubrimiento de Tlayúa
estos interesantes peces sólo habían sido reportados
en Europa. De ahí que los estudios que realiza la M.
en C. Katia González. Sobre la familia Macrosemiidae
son los primeros en su tipo en el Nuevo Mundo. Al
igual que en los picnodontes, los macrosémidos
siempre han sido asociados con zonas arrecifales.
Amiformes.- de este grupo se han recolectado varios
especímenes dentro de los que se encuentran
algunos de los ejemplares de mayor tamaño
reportados para la Cantera Tlayúa. El Dr. Lance
Grande, del Field Museum de Chicago está por
concluir una publicación sobre los ámidos del mundo
en donde incluye un taxón (o posiblemente dos) de
Tlayúa que será descrito como nuevo género y
especie.
Ophiópsidos.- Otra especie que ha sido descrita por
el Dr. Applegate es Teoichthys kallistos que
pertenece a la familia Ophiopsidae. De este taxón (a
nivel familia) sólo se han descrito tres especies en el
Nuevo Mundo, incluyendo el material de Tlayúa.
Ictiodectiformes.- Son teleósteos primitivos de
posición taxonómica incierta que están siendo
estudiados por el Biólogo Jesús Alvarado. En la
colección Paleontológica del IGLUNAM existen más
de 130 especímenes que pueden ser asignados a
este interesante taxón. Hasta el momento se piensa
que por lo menos existen tres géneros que
corresponden al suborden Ichthyodectoidei.
Sarcopterigios.- Este hallazgo es importante ya que
representa el primer registro del celacanto
Axelrodichthys en México. Luis Espinosa dió a conocer su presencia en
algunas reuniones científicas y en reportes a diferentes agencias que
apoyan la investigación paleontológica.
El estudio de teleósteos tales como los clupeomorfos, aspidorhynchidos,
elópidos etc. se encuentra en una fase inicial y por lo tanto los
resultados iniciales se tendrán en un futuro próximo.
La importancia de Tlayúa no sólo radica en los estudios taxonómicos y
evolutivos de su paleobiota, también su material representa un enorme
venero para investigaciones sedimentológicas, y geoquímicas
encaminadas a establecer el patrón o los patrones de depósito, sobre
todo aquellos factores relacionados con las laminaciones repetitivas que
son tan características en la Cantera.
Pie de vaca
Ubicada al noroeste de Tepexi
de Rodríguez, a menos de dos
horas de la ciudad de Puebla,
El nombre Pie de Vaca
obedece a que en el área se
encuentran huellas de
diversos mamíferos que
pertenecen a la era Cenozoica,
que se asemejan a las de las
vacas, lo que llevó a que los
pobladores le dieran ese
nombre.
De acuerdo con especialistas,
la mayoría de las huellas que
se ubican en Pie de Vaca
podrían pertenecer a
camellos.
La localidad de Pie de Vaca fue la primera evidencia paleontológica
descubierta en Tepexi de Rodríguez. En términos generales, la
formación Pie de Vaca está compuesta por una sucesión de caliza
micrítica de color que varía de anaranjado amarillento pálido a
anaranjado grisáceo.
Tiene una estratificación delgada a mediana
(1 - 30 cm), bandas de sílice e intraclastos de
caliza, pedernal y roca volcánica, las cuales
descansan en discordancia erosional sobre la
Formación Tlayúa.
La secuencia continúa con una serie
alternante de grava, arena, limo y arcilla,
seguidos de un conglomerado polimíctico bien
compactado con fragmentos de caliza,
pedernal, cuarzo y rocas volcánicas de
composición variable La edad de esta unidad
es controversial debido a que el registro de
huellas de mamíferos sugiere una edad del
Neógeno - Pleistoceno, mientras que
evidencia palinológica recuperada de
localidades cercanas a Pie de Vaca sugiere
una edad más antigua del Paleógeno.
Este sitio destaca por la presencia de huellas
fósiles de diversos animales que habitaron la
región hace aproximadamente cinco millones
de años, durante el Cenozoico Tardío. Entre
las especies identificadas se encuentran camellos, felinos y flamencos
primitivos.
Las huellas fosilizadas se encuentran impresas en rocas que, en su
momento, formaron parte del lecho de un gran lago salino. Estas
evidencias sugieren que la zona tenía un ecosistema muy diferente al
actual, albergando una rica diversidad de fauna. Entre los principales
hallazgos destacan:
Huellas fósiles
Camélidos primitivos. - Huellas que
pertenecen a animales similares a
los camellos modernos.
Felinos antiguos. - Probablemente de
grandes depredadores que habitaban
en la región.
Flamencos prehistóricos. - Evidencias
de aves que vivieron en antiguos
cuerpos de agua.
Fósiles de otros animales
Restos de tortugas, indicando la
presencia de ambientes acuáticos.
Peces y otros organismos marinos en
las cercanías, en particular de la
cantera Tlayúa, cercana a Pie de
Vaca.
Entorno fósil
Las huellas están impresas en rocas
sedimentarias que formaban parte
del lecho de un lago salino, lo que
sugiere que la zona tenía un
ecosistema lacustre en su momento,
muy diferente al actual paisaje
semiárido.
Estos fósiles son fundamentales para reconstruir el ecosistema del
pasado y entender la biodiversidad que existió en lo que ahora es la
Mixteca poblana. El Museo Pie de Vaca expone muchas de estas huellas
y restos fósiles, permitiendo a los visitantes explorar esta rica historia
paleontológica.
Conclusión
La tarea de los paleontólogos es describir la historia de la vida de la
manera más detallada posible, incluyendo su origen y cada uno de sus
pasajes, para descubrir así las leyes y los principios que rigen este
fenómeno. Al igual que los estudiosos de la historia humana, hurgamos
en las evidencias que el paso del tiempo no ha destruido para reconocer
los posibles escenarios y personajes que ya forman parte de los
procesos antecedentes.
La finalidad de hallar fósiles es fundamental para la comprensión de la
historia de la vida en la Tierra y de los procesos geológicos. Los fósiles
son restos o huellas de organismos que vivieron en el pasado, y su
estudio ofrece diversas finalidades clave: reconstruir la historia de la
vida, estudiar los ecosistemas pasados, entender la extinción de
especies, desarrollar teorías sobre la evolución, investigar la
paleoclimatología y desarrollar aplicaciones científicas.
Tlayúa y Pie de Vaca, ubicados en el municipio de Tepexi de Rodríguez,
Puebla, representan dos de los sitios paleontológicos más destacados de
México, ofreciendo una ventana única al pasado prehistórico de la
región. Ambos lugares han permitido comprender la evolución de la vida
en el planeta y los cambios ambientales que dieron forma a los
ecosistemas actuales.
La cantera Tlayúa es conocida a nivel internacional por sus
excepcionales fósiles marinos, que datan del Cretácico, hace
aproximadamente 120 millones de años. Por su parte, Pie de Vaca
resalta por sus huellas fósiles de animales terrestres del Cenozoico
Tardío, hace unos 5 millones de años. Ambos lugares permiten
reconstruir el ecosistema semiárido de la Mixteca poblana en esa época,
proporcionando evidencia de cómo los cambios climáticos y geológicos
influyeron en la fauna y los paisajes de la región.
Ambos sitios tienen un valor incalculable no solo para la ciencia, sino
también para la educación y el turismo. El Museo Pie de Vaca y el
trabajo científico en Tlayúa han permitido divulgar la importancia de
preservar el patrimonio paleontológico, fomentando el interés por la
historia natural y su conservación. En conjunto, estos lugares son un
testimonio del pasado remoto de Puebla y una fuente invaluable de
conocimiento sobre la historia de la Tierra, destacando a la Mixteca
poblana como un tesoro paleontológico de relevancia mundial.