Cuadriláteros
Un cuadrilátero es una figura geométrica formada por cuatro
ángulos y cuatro vértices. Entra en la categoría de polígono, es
decir, una figura compuesta por tres o más líneas, sin embargo, el
cuadrilátero (como su palabra indica, ‘cuatro’) posee cuatro caras
planas.
Todas sus caras o ‘lados’ son rectos, y aunque forman una figura
entendible, puede que una o varias de ellas posean medidas distintas.
Imagina un cuadro con todos sus lados midiendo 4 cm excepto uno de
ellos, que mide solo 3 cm. Aunque la figura parecería ‘torcida’ o
diferente, sigue siendo un cuadrilátero.
Hay tres tipos principales de cuadriláteros: los paralelogramos, los
trapecios y los trapezoides.
Paralelogramos: son aquellos cuadriláteros que tienen sus lados
iguales en proporciones de dos a dos (es decir, que los dos pares de
sus lados sean proporcionales entre sí). Algunos ejemplos son:
Cuadrado: es la figura más básica, sus dos pares de lados son
iguales entre sí.
Rectángulo: todos sus ángulos son rectos, y aunque los pares de
caras no son iguales en tamaño entre sí, al menos lo son con su
contraparte.
Rombo: sus ángulos pueden variar y se ve como un cuadrado más
aplastado, pero sus caras siguen siendo de igual medida.
Romboide: es una mezcla del rombo y el rectángulo, un rectángulo
ligeramente inclinado.
Trapecios: poseen dos lados paralelos, conocidos como base mayor y
base menor. Entre ellos están:
Trapecio rectángulo: donde se puede notar un lado ‘inclinado’.
Trapecio isósceles: dos bases son rectas, pero sus otros dos lados
son inclinados.
Trapecio escaleno: ninguno de sus lados son iguales al no tener las
mismas medidas, y no posee ángulos rectos.
Trapezoides: no tiene lados paralelos entre sí, dando como resultado
figuras que pueden verse como ‘imperfectas’.
También podemos clasificar los cuadriláteros con base a la medida de
los ángulos:
Cóncavos: cuando al menos uno de los ángulos en el interior de la
figura supera los 180°.
Convexos: en el caso contrario, es cuando ninguno de los ángulos
interiores mide más de 180°.
Una característica bastante curiosa de los cuadriláteros es que la
suma de todos sus lados siempre da 360°. Volviendo atrás al
ejemplo del cuadro cuyas caras son todas de 4 cm, eso quiere decir
que todos sus ángulos dan 90° y 90 + 90 + 90 + 90 (es decir, 90×4) y
da como resultado 360°.
Es algo que incluso tú en casa puedes intentar. Solo necesitas una
regla, un lápiz y un transportador. El transportador nos permite
calcular los ángulos de las figuras. Solo debes posicionar el centro del
transportador en el punto a calcular y ver los ángulos. Al hacerlo con
todos los lados los sumas y dará 360°. Incluso puedes dibujar
cuadrados imperfectos, con las medidas que tú quieras y aun así dará
el mismo resultado.
De la misma forma, si divides la figura en dos partes logrando una
figura triangular, todos los lados darán 180°. Aunque no lo parezca,
todos los cuadriláteros poseen un centro y se puede saber fácilmente
al medir la mitad de todas las caras, uniendo con las otras mitades
paralelas.
