X Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología

XXV Jornadas de Investigación XIV Encuentro de Investigadores en Psicología

del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires, 2018.

Posición del analista y

perversión.

Rangone, Laura.

Cita:
Rangone, Laura (2018). Posición del analista y perversión. X Congreso
Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXV
Jornadas de Investigación XIV Encuentro de Investigadores en Psicología
del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires,
Buenos Aires.

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POSICIÓN DEL ANALISTA Y PERVERSIÓN
Rangone, Laura
Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Psicología. Argentina

RESUMEN y dedica gran parte de su artículo a detallar las alteraciones que M

Este trabajo transita el tema de una clínica posible de la perversión, ha experimentado en su cuerpo. Es la propia angustia del analista
desde dos puntos que pueden a su vez tocarse. El primero se centra la que impide llevar adelante nuevas entrevistas. De M’ Uzan no
en pensar qué manifestaciones clínicas existen de la perversión. duda en ubicar allí a la perversión como estructura, sin embargo
Que en nuestra práctica la perversión pueda presentarse como es- para otros autores, como Maleval, el caso M, correspondería a una
tructura, fantasma o acting-out, por ejemplo, da cuenta de la versa- psicosis, con suplencia perversa. Las prácticas masoquistas fun-
tilidad del concepto, concomitantes con diferentes direcciones de cionarían como defensa para estabilizar al sujeto. Más allá de la
la cura. El segundo punto sitúa semejanzas y diferencias entre el disquisición diagnóstica, a los fines de este trabajo, interesa soste-
masoquismo y la posición del analista. Se analizará cómo pensar el ner la pregunta entorno a la clínica de la perversión.
lugar de objeto a en este contexto. M se presenta a sí mismo como alguien excepcional, que sabe todo
lo que se conoce sobre masoquismo, que habiendo leído todo lo
Palabras clave que se ha escrito sobre el asunto ha quedado decepcionado; no
Clínica - Perversión - Analista - Objeto a recurre al análisis, acepta que lo vea de M’ Uzan por sugerencia
de una radióloga, sin embargo confiesa que tiene la esperanza de
ABSTRACT “comprender mejor su extraño estatuto.” (de M’ Uzan, 1972, p.14)
THE ANALYST POSITION AND PERVERSION En Finales de análisis (1988), Colette Soler comienza pensado el
This work goes the theme of a clinic of perversion, from two points inicio del análisis y en ese punto coloca la neurosis, porque “la
which can be in turn touched. The first focuses on thinking what perversión se fabrica de un modo tal que no se correlaciona con el
clinical manifestations exist of perversion. That in our practice the sujeto supuesto al saber.” (p.10). Más adelante leemos:
perversion may arise as structure, ghost or acting-out, for example,
gives an account of the versatility of the concept, concomitant with La pregunta supone un reparto a nivel del saber. Supone, por un
different directions of cure. The second point puts similarities and lado, un sujeto que no saber, pero por el otro, otro que sabe. El
differences between masochism and the position of the analyst. We neurótico se propone como no sabiendo, no sabiendo lo que quiere,
will analyze how to think the place of object a in this context. lo que ama, lo qué es, lo que tiene, qué hacer, etc. Toda esta clínica
de la indecisión fundamental hace que lo que le falte a un neurótico
Keywords sea un analista, le viene como anillo al dedo, porque su posición na-
Clinic - Perversion - Analyst - Object a tural es tratar su división por medio de otro supuesto al saber. (…)
El sujeto perverso, que no está menos dividido que el sujeto neu-
De las varias maneras en que puede plantearse este tema, hoy rótico dado que habla, el sujeto en la perversión, no presenta para
tomaré dos, que formularé brevemente bajo la forma de interro- nada una enfermedad de la pregunta, el sujeto perverso sabe que
gantes, el primero de ellos versa: ¿de qué perversión se trata en hace gozar al Otro, lo sabe en acto. (Soler, 1988, p. 31)
un análisis? El segundo interrogarte puede resumirse del siguiente
modo: ¿Tienen algo en común el masoquista y el analista? Considero que es menester tratar más a fondo el tema de la articu-
lación entre perversión - saber y goce. Según el caso, la división del
1) La perversión al diván sujeto perverso, implica también estos conceptos, recordemos que
Es ya típico escuchar que la perversión no se analiza, como ar- en el Seminario 10, Lacan afirmará que “(…) el perverso no sabe
gumento se menciona que algo en el plano de la transferencia no al servicio de qué goce ejerce su actividad.” (Lacan, 1963, p. 164).
anda, de modo que los registros clínicos no arrojan más que el En relación a la cuestión del saber, Lutereau (2015) menciona que
raconto de un par de entrevistas. Tal es el caso conocido como M, clínica de la perversión no se fundamenta en el análisis del amor de
que corresponde a Michel de M’ Uzan y que se publicó bajo el título transferencia, sino que remite a otro uso del saber, y con apoyatura
Un caso de masoquismo perverso. Esbozo de una teoría. (1972). En en Lacan hace referencia a una dimensión propia de la posición per-
este material podemos notar una suerte de fascinación del analista versa que consiste en un saber poseído; “(…) el perverso avanza en
por el relato de un sujeto que lo perturba y angustia al introducir un el decir: buscando que el goce sea dicho.” (Lutereau, 2015, p. 112)
sinfín de prácticas masoquistas que incluyen laceraciones, ampu- Es en este afán que su discurso no se detiene en aquellos lugares
taciones con elementos cortantes, quemaduras con hierro, tatuajes donde el neurótico sí, el asco o la vergüenza, por ejemplo, así pare-
con expresiones denigrantes, introducción de elementos o materia- ce un gran cumplidor de la regla fundamental. En este contexto el
les en el cuerpo (agujas, plomo fundido), etc. El analista se sorpren- interlocutor suele preguntarse “¿por qué estoy escuchando esto?”
de por la capacidad de este sujeto de soportar semejantes sevicias probablemente una pregunta de semejante tenor influyó en la deci-

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sión de de M’ Uzan de no continuar manteniendo entrevistas con M. está vedado. Según Lacan, el “hacer de” hay que entenderlo en el
La pregunta por la perversión en la clínica no debe limitarnos a la sentido de la simulación. (Notemos que la presente consideración
cuestión de la estructura. En La significación del falo (1959), Lacan nos acerca a esa acepción del término acto, ligada a la represen-
afirma que el complejo de castración tiene una función de nudo “en tación teatral.).
la estructuración dinámica de los síntomas en el sentido analítico Ahora bien, ¿de qué hace el analista, por qué Lacan dice que hace
del término, queremos decir de lo que es analizable en las neurosis, de amo? Propiamente, el psicoanalista hace de garante del sujeto
las perversiones y las psicosis.” (p. 653). Como puede verse, no supuesto saber.
hace de “perversión” y de “análisis” términos mutuamente exclu-
yentes, situando una dimensión analizable en “las perversiones”. (…) conducir a alguien al término de su análisis, al cabo de su
En otro lado sostuve que el fantasma es una forma que adquiere la incurable verdad, hasta el punto en el que él sabe que, si hay acto,
perversión, es ya Freud quien nos advierte de esto, así por ejemplo, no hay relación sexual, ¿no es, aunque no sucede a menudo, hacer
su emblemático Pegan a un niño (1919), lleva por subtítulo Contri- en alguna parte una verdadera dominación [maîtrise]?
bución al estudio de las perversiones. Tal vez tratamos con la per- Sin embargo, si también el psicoanalista tiene alguna relación con
versión más de lo que creemos o estamos en condición de admitir. el juego, no es ciertamente amo [maître], contrariamente al maso-
A este ya complejo panorama (en el que la perversión puede pre- quista. Solo que, pese a todo, él soporta, encarna la carta de triunfo,
sentarse como estructura, como suplencia en una psicosis, como en la medida en que desempeña el papel de lo que constituye el
fantasma en la neurosis), hay que agregar lo que Lacan llama per- objeto a, con todo el peso que implica. (Lacan, 1969, p. 320).
versiones transitorias, tan ligadas al análisis que adquieren la forma
del acting- out. Analizaremos algunos elementos. El “hacer de” - en estas consi-
Se trata, por lo general, de sujetos que manifiestan actos perversos deraciones - parece patrimonio del analista, y no del masoquista;
en su sexualidad, asociados a una mala manobra del analista, así recordemos, sin embargo, que en otras oportunidades, Lacan des-
por ejemplo, en su Seminario 4 Lacan menciona, entre otros, el taca esta dimensión en el masoquismo, en particular al recalcar la
caso de un adolescente que exhibía sus genitales en una estación importancia de la escena. Es posible zanjar esta cuestión si pen-
de trenes. En la base de esta conducta no encontramos una estruc- samos en torno a qué se juega el “hacer de”. Distinguimos en este
tura perversa, sino, una errónea intervención del analista, quien en sentido, básicamente, dos posibilidades:
el curso del análisis habría promovido o inducido al sujeto a buscar Hacer de amo.
partenaires a fin de mantener relaciones sexuales, cuando precisa- Hacer de a.
mente tenía serias dificultades para acceder a las mismas.
La primera opción corresponde al analista. La cuestión del amo en
2) Algunos comentarios sobre las semejanzas y diferencias el masoquismo no se juega en términos de simulación.
entre analista y masoquista. Ahora bien, la segunda opción indicada, la podemos ubicar en la
En el Seminario 16, en la clase Paradojas del acto analítico, en- intersección, el a, es propiamente hacer de a. En la última cita in-
contramos una referencia que nos ayuda en este tema. Ahí allí una cluida leemos, en relación al analista, que “desempeña el papel
articulación, que si bien no alcanza gran desarrollo, no deja de ser de lo que constituye el objeto a”. No vemos oposición a decir lo
de interés; se trata de la confrontación entre práctica masoquista y mismo del masoquista. Será diferente la finalidad de esta encar-
acto analítico, cuestión, que al decir de Lacan, ya ha sido abierta a nación. Mientras la posición de a del masoquista apunta al goce,
partir de indagar la conjunción del sujeto perverso con el objeto a, la del analista no.
desplegada en la práctica masoquista. Tenemos aquí una anticipa-
ción clave, el elemento en común entre los conjuntos articulados y BIBLIOGRAFÍA
confrontados, el objeto a. La diferencia será, sin embargo, notoria. Freud, S. (1919/1984). Pegan a un niño. En Obras Completas. Tomo XVII.
Digamos que, de cierta manera, tan lejos como él lo quiere, el ma- Buenos Aires: Amorrortu.
soquista es el verdadero amo. Es el amo del verdadero juego, por Lacan, J. (1959/1985).La significación del falo. En Escritos II. Buenos Aires:
supuesto pude fracasar. (…) Pero por más que fracase, el maso- Siglo XXI.
quista goza de todos modos, de modo que puede decirse que es el Lacan, J. (1956-57/2006). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 4. La re-
amo del verdadero juego. lación de objeto. Buenos Aires: Paidós.
Evidentemente no pensamos un solo instante en imputar tal suceso Lacan, J. (1962-63/2006). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 10. La
angustia. Buenos Aires: Paidós.
al psicoanalista, ya que esto sería confiar en él para la búsqueda
Lacan, J. (1968-69/ 2006). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 16 De un
de su goce, algo que estamos lejos de concederle. Digamos que
Otro al otro. Buenos Aires: Paidós.
el psicoanalista hace de amo y hace al amo. (Lacan, 1969, p.319) Lutereau, L. (2015). Por amor a Sade .Estética y clínica de la perversión.
La vía que sigue la clase continúa en base a la última oración de Buenos Aires: La cebra.
la cita, focalizando la cuestión de “hacer de”, punto en el que La- Maleval, J-C. (1981/2007). Suplencia perversa en un sujeto psicótico. An-
can sitúa una suerte de irreductibilidad entre el psicoanalista y el cla Psicoanálisis y Psicopatología. Revista de la Cátedra II de Psicopa-
masoquista. Mientras lo que tiene que ver con este último parece tología de la UBA, 1.
tocar la dimensión del ser, “es el verdadero amo” que alcanza un M’Uzan, M. (1972/1991). Un caso de masoquismo perverso. Esbozo de una
goce, el analista se sitúa en la dimensión del “hacer de” y el goce le teoría. Imago. Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología, 14, 13-32.

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Rangone, L. (2015). El desconocimiento como elemento estructural de la Soler, C. (1988/2011) Finales de análisis. Buenos Aires: Manantial.
perversión. Masoquismo, sadismo y represión.” En Estudios Psicoana-
líticos en la Universidad V. Eudem. Mar del Plata. Argentina.

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