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El Alma Conoce El Camino

El libro 'El alma conoce el camino' de Ingrid Dykstra aborda el trabajo de constelaciones familiares con niños y jóvenes, enfatizando la importancia del amor y el orden familiar en su desarrollo emocional. A través de ejemplos y un enfoque sistémico-fenomenológico, Dykstra muestra cómo los problemas familiares pueden afectar a los niños y cómo restaurar el equilibrio puede facilitar su crecimiento. El texto busca ayudar a padres y profesionales a comprender y abordar las dinámicas familiares que impactan en el bienestar de los jóvenes.

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El libro 'El alma conoce el camino' de Ingrid Dykstra aborda el trabajo de constelaciones familiares con niños y jóvenes, enfatizando la importancia del amor y el orden familiar en su desarrollo emocional. A través de ejemplos y un enfoque sistémico-fenomenológico, Dykstra muestra cómo los problemas familiares pueden afectar a los niños y cómo restaurar el equilibrio puede facilitar su crecimiento. El texto busca ayudar a padres y profesionales a comprender y abordar las dinámicas familiares que impactan en el bienestar de los jóvenes.

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Ingrid Dykstra no I oce el cal con Constelaciones familiares con nifios y jovenes Con prélogo de Jirina Prekop Ingrid Dykstra El alma conoce el camino Constelaciones familiares con nifios y jovenes Con prélogo de Jirina Prekop EDICIONES OBELISCO, Sieste libro le ha interesado y desea que le mantengamos informado de nuestras publicaciones, escribanos indicindonos qué temas son de su interés (Astrologfa, Autoayuda, Ciencias Ocultas, Artes Marciales, Naturismo, Espiritualidad, Tradici6n...) y gustosamente le complaceremos. Puede consultar nuestro catilogo en www.edicionesobelisco.com Coleccién Psicologia EL ALMA CONOCE FL CAMINO Ingrid Dykstra 1. edici6n: abril de 2007 Titulo original: Die Seele weist den Weg Traduccién: Rosa Renedo Maquetacién y disefio de cubierta: Marta Revira © 2004, Ksel-Verlag GmbH & Co, Ménich (Reservados todos los derechos) © 2007, Ediciones Obelisco, $, L. (Reservados los derechos para la presente edicién) Buita: Ediciones Obelisco, S. L. Pere IV, 78 (Edif. Pedro IV) 3.* planta 5.* puerta, 08005 Barcelona - Espafia Tel. 93 309 85 25 - Fax 93 309 85 23. Paracas, 59 Buenos Aires CIQ7SAFA Reptiblica Argentina Tel. (541-14) 305 0633 Fax (541 -14) 3047820 mail: [email protected] ISBN: 978-84-9777-355-3 Depésito Legal: B-20.891-2007 Printed in Spain Impreso en Espafia en los talleres grificos de RomanyajValls S.A. Verdaguer, 1 ~ 08786 Capellades (Barcelona) Ninguna parte de esta publicacién, incluso el disefio de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, transmitida o utilizada en manera alguna por ningtin medio, ya sea electrdnico, quimico, mecénico, de grabacién o electrogréfico, sin el previo consent por escrito del editor. Prdélogo In febrero de 2004, escuché hablar a Ingrid Dykstra en un congreso, cuyo titulo era «Crece y desarréllate, querido nifio». ;Qué importante cs este trabajo!, pensé. Y es que nuestros hijos crecen, pero no se des- arrollan, En lo que se refiere a las necesidades materiales no parece que les falte nada. Estan rodeados de juguetes de todo tipo; tienen acceso 4 montones de canales de televisin y a Internet. Pero animicamente, muchos nifios sufren cada vez mayores necesidades. Y esto se traduce cn miedos, desasosiegos, hiperactividad, depresiones y agresividad. La cifra de los jévenes drogodependientes y delincuentes aumenta cada dfa. Pero resulta, ademés, que el cuadro en el que vemos pintados a los padres refleja la misma inseguridad; como si ellos mismos fueran to- davia nifios que exigieran el cuidado de una madre y una orientaci6n. Para los nifios, el amor es el asidero mas importante. También los padres fueron nifios un dia y los padres de éstos, igualmente. En ocasiones, la mala fortuna y las penalidades hacen que las familias caigan en un desorden y una confusién completos. Puede suceder que los padres, por amor a sus padres, les dediquen todo su apoyo y pierdan un poco de vista a sus propios hijos, Estos niiios se convier~ ten entonces en jovenes desorientados. Sélo cuando el orden familiar se restaura y los nifios pueden vi- vir otra vez en el lugar que les corresponde, son capaces de tranqui- lizarse y desarrollarse. A veces necesitan ayuda provisional externa para poder darse cuenta de ad6nde pertenecen. Ingrid Dykstra presenta en este libro varios ejemplos que pueden servir como modelos. Baséndose en sus largos afios de trabajo con nifios y familias, ha desarrollado su propio sistema, su propio método en el que el pensamiento sistémico-fenomenolégico y la determina- ci6n del lugar que ocupa la familia juegan un papel esencial. Espero que este libro pueda ayudar a muchos lectores a dar rien- da suelta de nuevo al cauce del amor. JrrmNa PREKOP Lindau, primavera de 2004 Presentacion Querido lector: En mi libro Wenn Kinder Schicksal tragen (Cuando los nifios cargan con la mala fortuna») expuse como los «6rdenes del amor» que rigen la familia se hacen extensivos también a los nifios, y que son justamen- te ellos los que intentan Tamar la atencién sobre el equilibrio perdi- do del sistema mediante un comportamiento extrafio o poniéndose enfermos. Un punto esencial de mis explicaciones reside justamente en de- jar claro que, a veces, es util para el nifio que los adultos entiendan estas seftales como algo que tiene que ver con ellos directamente y que pueden y deben resolver. Cuando los padres consiguen con- templar la actitud problematica de sus hijos bajo la 6ptica de que és- los acttian inconscientemente por un profundo amor que los une a cllos, para quiza hacer visible o compartir aquello que esta reprimi- do en su interior o que les resulta problemitico, por lo general estén dispuestos ya para ponerse en su lugar. Las constelaciones familiares siden en el s son una forma de ver qué danos r istema familiar, de reconocer las relaciones animicas extensivas a varias generaciones ) "144 romper el modelo que atrae hacia sf la enfermedad y cuyo Campo de accion también alcanza naturalmente a los nifios, restan- doles fucrza para su propio desarrollo. Cuando Ios padres evan una vida dificil, de ninguna manera pucde resultar facil para los nifios, porque ellos sienten que pertene- cen a esa vida y, por lo tanto, perciben que forman parte también de lo malo, de lo problematico; estan involucrados en ello. Por esta ra~ z6n, frecuentemente, tiene poco o ningun sentido el hecho de quea los nifios se les ofrezca sélo ayuda terapéutica, Es mucho més impor- tante que los padres se «alivien, aligeren». Y una forma de aligerarse © aliviarse puede ser empezar por reconocer aquello que es malo o problematico y que les esta afectando, incluso aunque no puedan cambiarlo o solucionarlo. El punto de mira del nifio trasladado a los padreses, con frecuencia, lo mis liberador para él. En ocasiones, el resto de la terapia con el nifio puede resultar indtil. De hecho, el trabajo de representacién en los adultos, con sus hondos pracesos, es algo que repercute directamente en los nifios. Cuando los padres que tienen problemas con sus hijos se dirigen a nuestro Instituto, mantengo una conversaci6n con los adultos para que me muestren sus imagenes y pensamientos. Mi colega trabaja de forma paralela con los nifios, observando la imagen que ellos tienen del sistema familiar. Cuando la familia se ha ido, nos sentamos jun- tas e intercambiamos las imagenes. Y la experiencia nos demuestra que los nifios siempre estén fuertemente ligados a aquello que es esencial en la familia, muchas veces incluso mas fuerte de lo que lo estan sus padres. Inconscientemente tienen un acceso a lo que de verdad esta en su sistema. En ocasiones los padres se quedan sorpren- didos ante nuestras observaciones. En muchos casos creian que sus hijos no sabian nada de determinados acontecimientos. O se sienten fuertemente impresionados, porque se dan cuenta de con qué pro- fundo amor tienen 1 hijos ante si, Haméandoles la atencidn sobre algo que quiza permaneciera enterrado dentro de ellos mismos. Para nosotros, esto significa observar el trabajo con nifios y j6venes con una mirada mds amplia y encontrarnos con ellos en este plano con una mayor conciencia, Y comprobamos también nuestro princi- pio de si, en cualquier caso, no le sera mas wtil al nifio dejar la solu- cién del lado de los adultos cuando resulta evidente que éste se vera sobrecargado por las medidas adoptadas. Queda demostrado que, en muchos casos, los nifios y, muy especialmente, los jévenes sdlo logran tranquilizarse cuando se les aborda en este plano profundo y desconocido y experimentan unas imagenes efectivas que les sanan, podriamos decir. Asi, por un lado, hemos empezado a permitir que influyan en el trabajo directo con cllos muchos elementos del trabajo con representaciones clasico y, por otro lado, hemos comenzado a invitarles a las representaciones de sus padres, en los casos en que es evidente y apreciable que, du- rante afios, han tenido que soportar la carga de aquello que ha es- tado en vigencia en el sistema. En estas circunstancias, su alma ne- cesita igualmente la posibilidad de ver primero las imagenes con esa carga que ellos conocen y perciben de forma mas o menos intuitiva, y poder comprender la imagen curativa de la coordinacién de mala fortuna en el sistema. Experimentamos con qué gravedad siguen es- las representaciones nifios incluso pequefios y cémo hacen determi- nadas indicaciones en puntos decisivos de las representaciones, con lo que se puede ver claramente la profunda sensibilidad que demues- tran hacia este tipo de trabajo. Esto ha sido lo que me ha animado a reali y jovenes. Y asi es como, en el transcurso de los tltimos afios, nues- tro trabajo, especialmente con niiios y jévenes, se ha ampliado y se ur un trabajo de representaciones directamente con nifios ha hecho mas profundo de manera decisiva. [ste modelo de funcionamiento se ha demostrado efectivo sobre todo con los jovenes. ‘Trabajamos mucho en nuestras consultas con jovenes conflictivos. Con frecuencia nos los manda la oficina de pro- teccién del menor, adonde se dirigen los padres desesperados porque los hijos se les han ido de las manos y, por ejemplo, se han hecho dro- gadictos 0 alcohGlicos, se han negado a ir a la escuela, han acabado metidos en circulos delictivos, etc. El trabajo conjunto con los organismos encargados de la protec- cién del menor fue, en un principio, dificil y lento. En su comienzo también se evidencié la desconfianza de los trabajadores de dichos organismos, pero nuestro sistema convencié pronto, porque se acor- taron ostensiblemente muchos procesos de asesoramiento a la fami- lia, gracias a que la dindmica de base era claramente mas rpida, Esto era algo nuevo en contraposicién con otros centros de ase- soramiento. Esta novedad se coments por todas partes y cre6 curio- sidad. Hicimos, pues, un dfa de puertas abiertas directamente diri- gido a los trabajadores de los organismos de proteccién del menor, y en la invitacién escribimos «demostraci6n practica de constelaci6n familiar». Nos sentamos en un gran circulo formado por unas veinte personas y uno de los trabajadores presenté un caso en el que duda- ba de si un joven que vivia con su padre debia volver a vivir con su madre, que sufria una fuerte carga psfquica. Se inclinaba por una de- cision, pero no estaba seguro de que fuera la acertada. El caso se pre- sentaba como una «constelacién de supervisién» que resultaba bas- tante impresionante y en la que este trabajador entré directamente en contacto con su propia historia. Gracias a la representacién se dio cuenta de qué era lo que le habia orientado en la bisqueda de una decisién. Entonces pudo ver claramente una buena solucién y se sin- tié muy aliviado. Y esta solucion era justamente aquella por la que no se inclinaba en un principio. El hecho hizo que los participantes se tomaran la demostracién y el sistema utilizado en ella muy en se- tio y de forma reflexiva, con lo que se consiguié una buena base para presentar nuestro concepto de éxito. 2 Intre tanto nos hemos convertido en un lugar pionero para tratar «sos especialmente dificiles, sobre todo de problemas con los jéve- nes. De hecho, los jovenes se muestran altamente accesibles cuando examinamos a sus familias junto a ellos. Con frecuencia muestran unas formas drdsticas para expresar su estado animico. Y demues- tran esa accesibilidad, lo que merece todo mi respeto, también al darme la posibilidad, durante el trabajo sistémico-fenomenolégico, ile encontrar algo muy distinto escondido tras la fachada. I's precisamente de estas experiencias de las que quiero hablar en este libro y espero que mi trabajo llegue y estimule tanto a los padres como amis colegas. Parte | Cémo afecta el orden en niiios y jovenes Hresentacién NGesto que se trata a continuacién de presentar cémo el trabajo sis- {¢mico-fenomenolégico con nifios y jévenes es un método viable y accesible, me gustaria explicar brevemente en qué consiste para aquellos lectores que estan poco familiarizados con él. lil concepto de fenomenologia sistémica fue acuftado por Bert Hellin- jer en su trabajo con constelaciones familiares. Algunos extractos ilel articulo «Los hombres no son tan libres como les gustaria», de |i pagina de Internet de Bert Hellinger (www.hellinger.com), puede aclurarlo: ona nace en el seno de una familia (su familia de origen) Hoda p y es asi como tiene una unién con todos los demas miembros a tra- ves del amor primario. Una instancia desconocida que se designa como conciencia familiar vigila las condiciones del sistema a las que estamos expuestos y al servicio del cual estamos: la unién, el equi- librio entre el dar y el recibir y cl orden, Estas condiciones también atafien a las familias de hoy en dia, Todos los que estin dentro de “7 este sistema familiar, incluidos los muertos, tienen el mismo dere- cho de pertenencia, de vinculacién. Si se excluye, se desprecia 0 se olvida a algtin miembro (por ejemplo, un hermano muerto mucho tiempo atras), la conciencia familiar reacciona recordéndole a otro miembro, casi siempre de uma generacion posterior, sus obligacio- nes y permitiéndole imitar a esta persona y su destino. También los nifios estén unidos a su sistema familiar y les valen las mismas condiciones. Un niiio tiene que sentirse perteneciente a la familia para saberse seguro dentro de ella y, por ende, en la vida. En lo profundo de la mente, esta pertenencia significa una pertenenc con todas las consecuencias, también una pertenencia a lo malo, alo problematico. Lo malo y los problemas se transmiten de los padres a los hijos y se almacenan, por asf decirlo, como un conocimiento inconsciente dentro de uno mismo. Sus padres lo han recibido a su vez de sus respectivos padres, En muchas ocasiones existe dentro de ellos como conocimiento inconsciente y con un acceso dificil o di- rectamente imposible. En estos casos, el trabajo con las constelacio- nes familiares resulta titil para hacer visibles tales dindmicas ocultas. La representacién de la familia puede presentarse como un arbol genealégico con personas vivas. Lo ideal es que las representaciones se hagan en seminarios, porque aqui se puede elegir una persona sustituta para cada miembro de la familia. Aquel que hace la repre- sentacion clige, dentro del circulo de personas que se han reunido, representantes para su sistema familiar y lo hace tal como lo siente en ese momento, siguiendo su momentdnea imagen interna. Cuan- do se tiene un cliente en una sesion individual también es posible que represente su sistema, valiéndose, por ejemplo, de los cuadros de la alfombra, las sillas, los cojines 0 cosas parecidas. En este caso, o bien puede ir él mismo tomando las distinta sentimientos que va teniendo en cada diferente lugar, 0 el terapeuta posiciones y examinar los 18 — va ocupando las distintas posiciones, una tras otra, e informando de sus percepciones. Una vez que el cliente ha hecho ya la representacién de su fa- milia, pasa algo sorprendente: las personas extrafias elegidas para representar a los miembros de la familia se sienten como si fueran las personas auténticas a las que representan en el mismo momento en que empieza la representacién. Pueden expresar los sentimien- tos de estas personas y, en parte, reciben incluso los sintomas fisicos que los miembros de la familia tienen o tuvieron, si es que ya estan muertos, sin que se den cuenta de nada. Por ejemplo, pueden sentir fuertes dolores de cabeza 0 de espalda, o también un lado frio del cuerpo, sensacién de entumecimiento, temblores, etc. Ademas pue- den aparecer sentimientos como la tristeza, el anhelo, el miedo, o se forman frases que el representante se ve obligado a utilizar, aunque para él no Ileven a ninguna parte porque proceden de la nada, y que, sin embargo, para la persona que ha elegido a los representantes de la familia tienen pleno sentido o son conocidas. Basdndose en las relaciones que establecen las personas y lo que va apareciendo, se puede hacer evidente una dindmica base, que con frecuencia aparece de manera completamente inconsciente en los clientes que sufren alguna enfermedad o desgracia. Existen tres dindmicas basicas que se manifiestan una y otra vez en las repre- sentaciones. La primera es |, en: Praxis der Systeraufitllung [«Prd de la representacin sistémica»), Nr. 1/2002. Cuando doy un paso mas y les pido a los padres que me muestren c6mo se sentaron antes a la mesa con sus padres, con frecuencia apare- ce, para su perplejidad, el mismo esquema. Y cuando les hago percibir cémo habrian experimentado el orden para su sistema si, por ejemplo, se hubieran sentado junto al hermano mayor y frente al padre, en lu- gar de junto al padre, son capaces de entender mejor lo que puede ser de ayuda para sus hijos. Es asi como logro hablar con ellos y, en esta conversaci6n, indagar qué fue lo que acabé en desorden en su familia de origen y que ha tenido repercusiones en el sistema presente sin te- ner que recurrir a algo de mas envergadura, como una representacién de la familia. La busqueda del lugar Muchas dificultades por las que pasan los adultos resultan del hecho de que carecen de una imagen interna del lugar que ocupan en su familia de origen. Y asi es como muchas veces tampoco encuentran su lugar en la vida. Esto puede traducirse en problemas psiquicos, en problemas en el dia a dia laboral, donde quiza uno no es capaz de en- contrar su lugar dentro del circulo de colegas o dentro de un equipo, en la pareja, etc. En mi consulta he experimentado frecuentemen- te que los padres me presentan una trayectoria vital dificil, con, por ejemplo, una separacién temprana de los padres cuando el adulto mismo era atin un nifio, el haber vivido con los padrastros, la ruptura de contacto con uno de los padres a edad muy temprana, el conocer la existencia de hermanastros o medio hermanos en €poca ya tardia y cosas parecidas. Lo normal es que sean perfectamente capaces de reconocer que sus problemas tienen su origen en estos hechos. Y es si como, gracias 2 la representaci6n de la familia, muchos adultos se abren para contemplar dénde podria estar su lugar. » Pero, sorprendentemente, los adultos suelen estar convencidos de que, en cualquier caso, sus hijos sf saben dénde esté su lugar, por- que ellos han tenido mucho cuidado de que todo estuviera cen or den». Hay un padre, hay una madre, hay unos hermanos. E incluso, aunque los padres se hayan separado, el trato con el nuevo padre es muy relajado; de hecho es el «padre social», mientras que el padre biolégico es el «padre productor», y ademés los nifios tienen un buen contacto regular con él. Los padres no saben que sus hijos reaccio- nan mucho mas a aquello que esta influyendo inconscientemente en los adultos y que hacen suyos los sentimientos y las dificultades que ellos tienen como si fueran las suyas Ppropias. Esto es asi también, y €n este caso atin es mas complicado, cuando los nifios experimen- tan algo que pertenecfa a una parte de los padres, parte que quiza hace mucho que ya no esta presente o incluso es desconocida. En este caso, también los sentimientos que el nifio tiene son igualmente eficaces e intentan desarrollarse. Y equivalen al cincuenta por ciento del total, o sea, jjustamente a la mitad del propio ser del nifio! Asi, muchos nifios y jévenes estén a la btisqueda de sus senti- mientos y su lugar, dandole a esta brisqueda unas formas de expre- sién drastica. Y esto puede empezar pronto; por ejemplo, ya en la tierna infancia, con retrasos en el desarrollo, alteraciones de la per- cepcién, comportamientos extrafios, etc, Quien desee Ocuparse mas en profundidad de estos temas, puede consultar mi libro Wenn Kinder Schicksal tragen (Cuando los nifios cargan con la mala fortuna »). En él analizo detalladamente estas alteraciones y sus posibles causas, ade- més de dar abundantes ejemplos; también ofrezco soluciones para recuperar el equilibrio familiar perdido. Existe una transformacion brusca de nuevo cuando los nifios Ile gana la pubertad y buscan su propio yo y la conciencia de sf mismos, iY también ejemplos que seguir! Esta palabra senala la direecién que hay que tomar: los nifios y los jévenes necesitan alguien ante si que 20 lov sirva de orientacién. Hoy en dfa, este lugar lo ocupan muchas veces elementos del mundo de los medios, por ejemplo las llamadas Stars» (estrellas), que supuestamente funcionan como patrones que \ojuir e imitar, y que son muy enaltecidos y respetados por nifios y jovenes. - A este respecto veo el paralelismo con la representacién de la fa- milia: una realizacién esencialmente Util es siempre la honra de los padres y, consecuentemente, la aceptacién de la propia vida de éstos. \Qué contradiccién para la juventud! Se hacen unos horrendos ne- jocios basados en la idea de que los j6venes quieren sentir un pedazo de ese mundo, sea a través de la musica, sea a través de la compra de simbolos de un estatus que esté muy de moda en un determinado momento entre los jévenes. Hay que estar en la onda. Detrés de esta mascara, lo que nos encontramos a veces son almas asustadas que no saben adénde pertenecen, dénde deben colocarse, que desconocen cudl es su lugar. Pretenden pertenecer a un grupo, formar parte de él, a través de simbolos externos coms lv ropa de marca o los aparatos electrénicos en boga. O a través de (odo lo contrario, o sea, de aquello a lo que no pertenecen. En- lonces es més bien el rechazo lo que les hace sentirse un grupo; pensemos, por ejemplo, en los grupos radicales de derechas o los seguidores de las sectas del diablo. Las manfas como movimiento de busqueda del alma Cuando los padres no pueden acompaiiar o responder suficiente- zd ya en la infan- us hijos, a la que éstos qu mente a la btisqueda de cia han dado una expresion fisiea, dicha busqueda se transforma con frecuencia en una mania al entrar en la pubertad. Un ejemplo evidente a este respecto es la hiperactividad infantil, un fenémeno habitual en nuestra época. Estos nifios son un desafio para su ambiente, porque dadas su intranquilidad y necesidad de movimiento constante son imposibles de sujetar. Si, por ejemplo, la hiperactividad de un nijio sélo se trata con medicamentos con el fin de que se calme, su subconsciente recibe constantemente el mensaje de que los buenos re- sultados que se consiguen no son por él mismo, sino con la ayuda exter- na. A algunos nifios se les suministran estos medicamentos durante afios para que puedan funcionar en la escuela. Esto puede tener unas consecuencias fatales para su propia conciencia. Los niftos y mas tarde los j6venes son incapaces de desarrollar ninguna confianza en sf mis- mos y en sus propias capacidades. No es extrafio que asi se haya prepara- do el camino para la siguiente dependencia. Entonces, el joven responde a las exigencias de su cuerpo y de su mente igualmente con sustitutos externos, tal como ya habia aprendido a hacerlo antes. Un joven, que entre otras cosas presentaba un fuerte consumo de hachis y rechazo a la escuela, lleg6 a nuestra consulta con una amplia carrera en la toma de medicamentos prescritos por el médico, Habia llegado al punto de:

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