TERCERA • S E r T I E M n R E _ 1> I C I E M 8 R E
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HISTÓRICOS
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MANUEL ARTURO ROMÁN KALISCH*
La arquitectura religiosa
del Yucatán virreinal
L
a arquitectura religiosa construida durante el periodo virreinal constitu-
ye hoy en día un importante patrimonio cultural del estado de Yucatán.
Los edificios religiosos que permanecen en pie presentan diversos esta-
dos de conservación, desde aquellos en ruina hasta los que se mantienen
en buenas condiciones. Los deterioros producidos por factores sociales,
climáticos y biológicos van acortando la vida útil de las edificaciones, así como las in-
2| tervenciones para restaurar, adecuar o mantener vigentes las condiciones de utilidad,
estabilidad y presencia arquitectónica no siempre son afortunadas, sobre todo respec-
to al empleo de sistemas, procedimientos y materiales de construcción. También en el
campo de la investigación científica no se han abordado con regularidad los temas tec-
nológicos que complementen el conocimiento integral de esta arquitectura. En Yuca-
tán nos hemos dado a la tarea de desarrollar investigaciones de carácter histórico-cons-
tructivo que aporten conocimientos acerca de la tecnología de la construcción y sus
componentes, como sistemas y procedimientos constructivos, materiales regionales,
fuerza de trabajo, herramienta y equipo. Asimismo, es evidente que los factores socia-
les condicionan y determinan la tecnología empleada en la construcción de una arqui-
tectura, en este caso la religiosa. En este sentido, el objetivo del presente trabajo es escla-
recer, en una primera aproximación, cómo se realizó la edificación de los conjuntos
religiosos a través de los mecanismos de promoción, control y financiamiento de las
instancias civiles y religiosas, puntualizando los aspectos relacionados con los compo-
nentes de la tecnología constructiva.
* Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
La promoción de la edificación religiosa A partir de la llegada del padre Villalpando y
del establecimiento del primer convento en el
El proceso de evangelización, adoctrinamiento y puerto de Campeche en 1544,3 se inició en Yuca-
práctica litúrgica realizado por los integrantes de tán la campaña constructiva franciscana. Con el
los cleros regular y secular, generó la necesidad establecimiento de las casas conventuales de Mé-
de construir los espacios donde pudieran efec- rida en 1547, de Maní en 1549 y de Valladolid en
tuarse las diversas actividades eclesiásticas. Asi- 1552, quedó delimitado geográficamente un
mismo, la Iglesia se vio en la necesidad de plan- triángulo de evangelización que cubrió la zona
tear una administración del territorio peninsular con mayor población indígena en la península,4
en jurisdicciones eclesiásticas en donde fueron y que correspondía con los territorios de algunos
construidas edificaciones que albergaron a las cacicazgos mayas importantes al momento de la
sedes doctrinales y parroquiales. Los subgéneros conquista. Hacia 1511 el número de habitantes in-
arquitectónicos generados para las jurisdiccio- dígenas en esta área era el 35% de la población to-
nes doctrinales fueron conventos y capillas de tal de la península, mientras que, en 1549, el por-
visita y para las jurisdicciones parroquiales fue- centaje correspondía al 43% de la población total
ron catedral, parroquias y capillas de visita.1 sobreviviente a la conquista y a las enfermedades,
entre otros factores de mortandad ocurridos en es-
Inicio de la evangelización y la campaña te lapso de tiempo,5 por lo que la elección de esta
constructiva franciscana área no fue al azar; la milicia y la orden francisca-
na reconocieron la importancia de controlar mili-
La penetración de la orden franciscana en la pe- tar y religiosamente el corazón de la península. |3
nínsula de Yucatán se efectuó de manera irre-
versible entre 1544 y 1545, por dos grupos de Organización del territorio
frailes, el primero, proveniente de México, de-
sembarcó en Campeche, guiado por fray Luis de La estrategia de los franciscanos para realizar la
Villalpando como comisario, en compañía de los evangelización se basó en una organización del
frailes Melchor de Benavente y Juan de Herrera. territorio por medio de guardianías, las cuales
El segundo, proveniente de Guatemala, llegó a fueron jurisdicciones religiosas que agruparon a
Bacalar con fray Lorenzo de Bienvenida como un determinado número de pueblos denomina-
único integrante. Por el trabajo evangélico inicial dos visitas, en torno a otro designado como cabe-
y la llegada a Mérida de ambos grupos se logró el cera.6 La estructura material de las cabeceras de
establecimiento definitivo de la provincia fran-
ciscana en Yucatán.2 3 Las fechas de fundación de las casas conventuales men-
cionadas en este apartado se tomaron de Pablo Chico Ponce
1 Acerca de los aspectos relativos a la caracterización juris- de León (coord.) et al., Atlas de procesos territoriales de Yuca-
diccional y arquitectónica de Catedral, Parroquia y Doctrina, tán, Mérida, Yucatán, Universidad Autónoma de Yucatán,
así como sus visitas, véase Pablo Antonio Chico Ponce de Facultad de Arquitectura, 1999, p. 326.
León, “Transformaciones y evolución de la arquitectura reli- 4 Mario Camacho Cardona, Historia urbana novohispánica
giosa de Yucatán durante los siglos XVII-XVIII”, tesis doctoral del siglo XVI, México, UNAM, 2000, p. 160.
en Arquitectura, México, UNAM, 2000, pp. 561-564, 566-574 y 5 Peter Gerhard, La frontera sureste de la Nueva España,
649-669. México, UNAM, 1991, pp. 50-53.
2 Stella María González Cicero, Perspectiva religiosa en Yuca- 6 Sergio Quezada, Los pies de la República. Los mayas penin-
tán. 1517-1571, México, El Colegio de México, 1979, pp. 81-82. sulares, 1550-1750, México, INI, 1997, p. 131.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
Cuadro 1. Criterios para el establecimiento de las casas conventuales
Criterio Selección Poblados
Político Capitales político-administrativas Campeche, Maní, Sací, Calkiní
—de señoríos mayas —y Dzidzantún, entre otras.
Religioso Centros importantes de actividad Izamal, entre otros.
—religiosa maya
Poblacional Poblados circundados por una gran Conkal, entre otros.
—gran densidad de población indígena
guardianía —también llamadas doctrinas— fue- de Vera. Villalpando funda el convento de Mérida
ron los conjuntos conventuales, y para los pobla- en 1547 y los conventos de Maní, Conkal e Iza-
dos de visitas fueron las capillas de visita; los pri- mal en 1549. Fue apoyado en las labores de evan-
meros con espacios y dimensiones variables de gelización por el primer grupo de frailes traído
acuerdo con su jerarquía y funciones específicas, de España por el entonces procurador Nicolás de
mientras las segundas, como unidades básicas Albalate en 1548, entre los que destacaban Diego
de adoctrinamiento, contaban con capilla de de Landa, Francisco Navarro y Hernando de Gue-
mampostería y nave de ramada. Por la necesi- vara.8 Los dos primeros participaron activamen-
dad de establecer sus guardianías en lugares te en la construcción de los conventos de Izamal
donde se garantizara el control religioso de la y Conkal, respectivamente, y Guevara fundó el
población indígena y la eficiencia de las labores convento de San Bernardino de Sena en 1533, en
4| evangélicas, los franciscanos determinaron tres Valladolid.
criterios, que se refieren en el cuadro 1, para el También en ese mismo año llegó a Yucatán,
establecimiento de las casas conventuales.7 procedente de España, un grupo de 15 frailes en-
cabezados por el procurador fray Lorenzo de
Proceso de erección de las casas conventuales Bienvenida,9 que se incorporó de inmediato a
los distintos frentes de evangelización. Para
Este proceso fue lento en un principio, debido al Bienvenida fue una preocupación constante la
reducido número de frailes que iniciaron la escasa fundación de conventos en Yucatán, por
evangelización. Fray Luis de Villalpando, junto lo que, ante el crecimiento de la provincia fran-
con Benavente y Herrera, fundaron el convento ciscana y la necesidad de incrementar sus filas
de Campeche, en 1544; posteriormente Villal- con más frailes, para continuar con la campaña
pando llegó a Mérida, donde se encontró con evangelizadora, se dio a la tarea de obtener la au-
fray Lorenzo de Bienvenida y con el segundo torización de la Corona para erigir más monaste-
grupo llegado de México, formado por los frailes rios. Sus gestiones en España dieron fruto al con-
Juan de la Puerta, Nicolás de Albalate y Miguel seguir una cédula para la edificación de nuevos
conventos en Yucatán; González Cicero explica
7Ibidem, p. 131. Pablo Chico Ponce de León, op. cit., p. 537, que:
apud Gabriela Solís Robleda, “Estableciendo el dominio:
Jurisdicción en Yucatán, siglo XVI”, en La manzana de la dis-
cordia. Sociedad indígena y dominación en Yucatán, Mérida, 8 Stella María González Cicero, op. cit., pp. 83-91.
UAY/APA (CIGU, 2), 1991, pp. 18-21. 9 Ibidem, p. 97.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
[…] dicha cédula, dirigida al virrey de la Nueva poco después.13 No se tienen, hasta el momento,
España, de fecha 14 de enero de 1560, expresaba evidencias físicas ni documentales de construc-
como razón para permitir la construcción de
ciones religiosas hechas en el corto periodo que
nuevos monasterios, la escasez de ellos, causa por
duró este intento de evangelización en aquella
la cual muchos naturales de esa provincia dejaban
de ser doctrinados y enseñados en las cosas de la región. López de Cogolludo describe a la iglesia
fe católica y añadía que, al permitirles nuevos parroquial de la Pura Concepción de Nuestra
establecimientos, los religiosos que en ellos Señora de la Villa de Salamanca de Bacalar, eri-
hubiese, se ocuparían de la construcción y harían gida en 1544, “cubierta de piedra y lo restante de
gran fruto en las partes donde estuvieren.10 guano”;14 y no hace alusión al poblado de Tipu
ni a ninguno otro en esa parte de la península.
Una vez obtenida la autorización real para la Hacia 1647 López de Cogolludo realizó un con-
construcción de conventos, el procurador Bienve- teo de las edificaciones religiosas existentes has-
nida regresó a Yucatán en 1561 con un grupo de ta ese momento en el Obispado de Yucatán, y
16 religiosos, entre los que se encontraban los menciona que:
frailes constructores Juan de Mérida y Francisco
Gadea.11 De esta manera fueron fundados los con- Así parece haber en este Obispado de Yucatán
ventos de Calkiní y Homún en 1561; Tizimín en doscientas y noventa y nueve Iglesias dedicadas
para la gloria de Dios nuestro Señor, y en honor de
1563, y Motul y Dzidzantún en 1567.
sus santos, y de ellas tiene la Clerecía en posesión
En las siguientes décadas, y debido a la llegada ciento y cuarenta y ocho, las noventa y cinco en lo
de nuevos grupos de religiosos, se incrementó de que se llama Yucatán, y las cincuenta y tres en la
modo considerable la fundación y construcción Provincia de Tabasco, y las que administran los |5
de casas conventuales, habiéndose fundado de religiosos en la Vicaría de Ozolotlan. Los religiosos
1576 a 1591, 13 de ellas, y de l603 a 1619, 15 más, nuestros en esta Provincia han hecho en ella nue-
va erección de doscientas doce iglesias, sin las visi-
llegando a un total de 39 conventos fundados,12
tas de estos últimos conventos, que no he podido
en ocho décadas de evangelización, en las regio-
ajustar. De ellas tenemos en posesión ciento y cin-
nes conquistadas de la península de Yucatán. cuenta y uno, y las ciento y cuarenta y cinco son
A partir del Capítulo Provincial efectuado en parroquiales con pila bautismal. Entre ellas se han
1618, en el que fue electo Provincial el padre hecho erección de cincuenta y dos conventos, y
fray Juan de Azevedo, se extendió la evangeliza- tenemos en posesión treinta y ocho.15
ción hacia la inhóspita región de los Itzáes; el
obispo fray Gonzalo de Salazar dispuso la entra- En esta descripción se infiere el esfuerzo
da de los religiosos, así como la comisión y licen- constructivo realizado por los franciscanos, ya
cia para asistir en el pueblo de Tipu en la pro- que si se tiene en cuenta que del total de las cons-
vincia de Bacalar; sin embargo, la misión no dio trucciones en el Obispado de Yucatán, 212 fueron
resultado y los religiosos regresaron a Mérida erigidas por ellos y sólo 87 fueron construidas
10 Ibidem, p. 101, apud Archivo General de Indias (AGI), Mé- 13 Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, México,
xico 2999 D-1, f. 133. Academia Literaria, 1957, pp. 477-506, C. IV, L. IX.
11 Ibidem, p. 102. 14 Ibidem, p. 225, C. XVI, L. IV.
12 Pablo Chico Ponce de León (coord.) et al., op. cit., p. 326. 15 Ibidem, p. 240, C. XX, L. IV.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
por el clero secular; esto representa una relación vueltos por el obispo Landa (1572-1579).19 Des-
porcentual entre ambos cleros de 70-30%. pués el obispo fray Juan de Izquierdo presentó
ante el Real Consejo de Indias la petición de qui-
Secularización y consolidación de iglesias tar estas doctrinas a los franciscanos; la solicitud
fue denegada en los autos de vista de fechas 16 y
En un principio la actividad constructiva de la 22 de enero de 1599. Posteriormente, el bachiller
clerecía secular no fue tan intensa como la fran- Pedro Sánchez de Aguilar fue a España a solicitar,
ciscana debido a la rápida expansión territorial ante el mismo Consejo, les dieran cuatro doctri-
de la orden regular en la península, por lo que la nas de las diez que pedían, por lo que fue proveí-
construcción de iglesias parroquiales y capillas de do un auto de vista en enero de 1602 en el que se
visita estaba circunscrita, hacia 1570,16 a los prin- le dio posesión a la clerecía de las doctrinas de
cipales curatos de Mérida, Campeche, Valladolid, Hocabá, Ichmul, Tixkokob y Tixchel.20 Así, pare-
Bacalar y sus respectivos pueblos de visita, así cía que el esfuerzo del clero secular estaba más
como a la vicaría de Peto. El clero tenía en la concentrado en tomar posesión de las doctrinas
construcción de la catedral de Mérida la obra más franciscanas que aumentar el número de curatos
importante de la segunda mitad del siglo XVI. En o beneficios, ya que hacia 1639, además de los po-
algunos casos los clérigos tomaron posesión de blados mencionados, sólo habían establecido be-
poblados administrados por los franciscanos neficios en Hoctún, Yaxcabá, Tihosuco y Cozu-
argumentando no estar bien atendidos por éstos, mel; atendiendo a 25,571 personas de confesión,
como lo hizo el provincial fray Diego de Landa en mientras que los franciscanos a casi 100 mil.21
6| algunos pueblos, enviando sacerdotes diocesanos Con el proceso de secularización continuó la
para que oficiaran misa.17 En otros casos, los disminución del número de doctrinas y, hacia
poblados que los franciscanos dejaban de atender 1647, los franciscanos tenían en posesión 38 con-
fueron cedidos a la administración secular, como ventos de un total de 52; y en 1700 el número de
Chancenote18 en 1581 y, un año después, Sotuta. conventos se redujo a 29. En 1680 pasaron a la
La creciente pugna entre ambos cleros por el administración secular las doctrinas de Homún,
control religioso de la población indígena tuvo co- Calkiní, Hecelchakán, Hunucmá, Umán, Cham-
mo consecuencia cambios de administración de potón, Tecoh, Mama y Calotmul. A partir de 1754
poblados de un bando a otro, y viceversa, como se consolidó gradualmente la secularización de
en los poblados administrados por los francisca- doctrinas franciscanas, con lo que el clero secu-
nos: Ichmul, Tixchel, Tixkokob, Hocabá, Tizimín, lar llegó a tener 38 beneficios y dos vicarías.
Homun, Umán, Hunucmá, Champotón y Teabo, Sin embargo, los clérigos seculares tenían el
transferidos a los clérigos por el obispo Toral problema, en mayor grado que los franciscanos,
(1561-1571), que posteriormente les fueron de- 19 Ibidem, pp. 341-343.
20 Diego López de Cogolludo, op. cit., pp. 433-437, C. V, L. V.
16 Las fechas que aparecen en este apartado están tomadas 21 Manuela Cristina García Bernal, Población y encomienda
de Sergio Quezada, op. cit., p. 134, excepto las indicadas. en Yucatán bajo los Austrias, Sevilla, Escuela de Estudios
17 Diego López de Cogolludo, op. cit., pp. 430-433, C. V, L. V. Hispano-americanos de Sevilla, 1978, pp. 89-91; apud Fran-
18 Crescencio Carrillo y Ancona, El Obispado de Yucatán. cisco Cárdenas Valencia, Relación Historial Eclesiástica de la
Historia de su fundación y de sus obispos, desde el siglo XVI has- Provincia de Yucatán de la Nueva España, escrita en el año de
ta el XIX, Mérida, Yucatán, Fondo Editorial de Yucatán, 1979, 1639, México, Antigua Librería Robredo de José Porrúa e Hi-
t. 1, p. 326. jos, 1937, pp. 89-90 y 101-102.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Figura 1. Nave de mampostería de la iglesia parroquial de Hunucmá, Yucatán. Fotografía de Arturo Román.
de contar con iglesias con naves de ramada, según ma esta situación y se queja de la falta de cum-
lo informa el obispo Matos en 1739; así, de los 34 plimiento de las ordenanzas de Medel de 1552,
curatos que administraban hasta ese año, 14 te- en las que el oidor ordenaba que todas las igle-
nían iglesias parroquiales con naves de mampos- sias de las cabeceras y visitas se hicieran de pie-
tería, y las 20 restantes de paja en malas condicio- dra y bien labradas, en un plazo de dos años, a |7
nes, de las cuales nueve tenían tan poca renta, que partir de esa fecha; sin embargo, en 1656 casi to-
no podían ser reparadas. Matos consideró que las das seguían cubiertas de paja o guano.23 Des-
otras once sí eran dignas de repararse por las ren- pués, los franciscanos se preocuparon por cam-
tas que recibían, siendo estas iglesias las de Hu- biar las ramadas de las naves por estructuras de
nucmá, Umán, Peto, Ichmul, Chemax, Chanceno- mampostería y cubiertas abovedadas, por la ne-
te, Tizimín, Espita, Kikil, Yaxcabá y Nabalam.22 cesidad de consolidar las cabeceras de sus doctri-
Así, al finalizar el proceso de secularización de nas, tanto física como estratégicamente, ante el
mediados del siglo XVIII, el clero secular dio mayor proceso de secularización. Respecto a esta situa-
ímpetu a la construcción de las naves de las igle- ción, en 1739 el obispo Matos comentó:
sias parroquiales y capillas de visita, con muros y
bóvedas de mampostería, para consolidar física- Los religiosos de San Francisco mas antiguos en la
mente sus curatos y visitas. administración y por otra parte recelosos de dar
motivo porque pasasen sus doctrinas al clero secu-
La tendencia a construir en las cabeceras y
lar, han tenido el cuidado de edificar sus iglesias
visitas el presbiterio de mampostería y la nave de bóveda o bovedilla según ha permitido el tiem-
de ramada fue el común denominador en la po, de modo que de 29 curatos que están a su car-
península. Fray Diego López de Cogolludo infor- go sólo tienen cinco iglesias cabeceras cubiertas
22 Miguel A. Bretos, Iglesias de Yucatán, Mérida, Yucatán, 23 Diego López de Cogolludo, op. cit., p. 296, C. XVII, L. V, y
Dante, 1992, p. 19, apud AGI, México 3187. p. 376, C. IV, L. VII.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
de paja, y de estas se deben de exceptuar por los indígenas a lugares cercanos a los pueblos es-
cortísimas las de Cansahacab y Teya quedándoles pañoles, con fines de conversión y de mejor cui-
sólo en términos posibles las de Telchac, Temax y
dado temporal de aquéllos. En las leyes de Bur-
Uayma […]24
gos de 1512 se contemplaba la congregación de
Entre los obispos más preocupados por esta pueblos y se solicitaba a los encomenderos pro-
situación, amén de haber sido el principal pro- porcionar a los indígenas de su repartimiento al-
motor de la secularización en este periodo, esta- gunas casas de paja o bohíos, insumos y anima-
ba Ignacio de Padilla y Estrada, quien ayudó eco- les avícolas, además de construirles una casa de
nómicamente en la reparación de iglesias con paja que sirviera de iglesia al nuevo pueblo.26 Pa-
poca limosna, así como hizo edificar las iglesias ra los religiosos la congregación de los indígenas
de mampostería de más de 20 pueblos. Asimis- fue una preocupación y ocupación constante,
mo, en 1788 el obispo Luis de Piña y Mazo repor- según se manifestó en el I Concilio Provincial,
tó a la Corona haber invertido en la reedificación efectuado en la ciudad de México en 1555, en
de iglesias la cantidad de 3,337 pesos.25 donde se ordena que los indios no vivan disemi-
nados en las regiones y se concentren en pue-
Los medios de control blos, para ser instruidos y enseñados en las cosas
de la religión cristiana; asimismo, se hace una
La edificación de conventos, parroquias y capi- súplica al rey para que la congregación de pue-
llas de visita no hubiera sido posible sin el con- blos tenga efecto, como consta en las cédulas
trol ejercido sobre la población indígena por par- reales y ordenanzas.27
8| te de la Corona, los encomenderos y la Iglesia. En Yucatán la orden franciscana se encontró
Los movimientos poblacionales, los tributos y las muy pronto con la dificultad de llevar la doctri-
diferentes formas de trabajo a las que se vio na religiosa a una gran cantidad de asentamien-
sometida la población nativa, dieron como resul- tos indígenas diseminados por toda la región;
tado la aportación de los recursos humanos y por esta razón el procurador fray Nicolás de
materiales para la construcción de la arquitectu- Albalate solicitó al rey, en 1548, autorización
ra religiosa, complementada por las aportacio- para que en las provincias de Yucatán y
nes económicas de la Corona, los encomenderos Cozumel los indios fueran congregados en
y la Iglesia. poblados grandes y que los encomenderos cons-
truyeran las iglesias para el adoctrinamiento; el
Congregación de pueblos indígenas virrey Mendoza recibió la cédula real de fecha 23
de abril de 1548, en la que el emperador Carlos
Desde los inicios de la evangelización en Nueva V ordenaba lo siguiente:
España se vislumbró la necesidad de trasladar a
26 Silvio A. Zavala, La encomienda indiana, México, Porrúa,
24 Miguel A. Bretos, op. cit., p. 19; apud AGI, México 3187. 1992, p. 23.
Entendiendo los términos empleados por Matos de “bóve- 27 Concilios Provinciales I y II celebrados en la muy noble y
da” para referirse a las bóvedas de cañón corrido de mam- muy leal ciudad de México, presidiendo el Illmo. y Rmo. Señor
postería y “bovedilla” para las bóvedas de rollizos. D. Fr. Alonso de Montúfar, en los años 1555 y 1565, dalos a luz
25 Crescencio Carrillo y Ancona, op. cit., t. II, pp. 846 y 921. el Illmo. Sr. D. Francisco Antonio Lorenzana, Arzobispo de esta
El autor no específica cuáles iglesias repararon y reedifica- Santa Metropolitana Iglesia, México, Imprenta de el Superior
ron los obispos Padilla y Piña. Gobierno, 1796, fs. 147-148, C. LXIII, t. I.
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Y por que se me ha hecho relación que conviene vías de comunicación, como la ruta Campe-
y es necesario que en las dichas provincias de che-Mérida: Tenabo, Hecelchacán, Calkiní,
Yucatán y Cozumel se junten los indios en pue-
Halachó, Tepecán y Maxcanú.
blos grandes para que allí sean doctrinados y en-
2. Reagrupamiento de pueblos, aldeas y caseríos
señados en las cosas de la fe, porque estar como
están derramados y apartados unos de otros no se en un pueblo ya existente con cierta impor-
puede esto así hacer y que para poderse efectuar tancia, como Popolá, entre otros.
era necesario darse orden con los caciques de los 3. Transferir a la población de un sitio a otro,
pueblos para que vengan en ellos, aliviándolos en cambiara o no el nombre del pueblo; de esta
algo de los tributos que dan […] También se me ha manera Muxupip fue cambiado a media le-
hecho relación que convenía que se mandase a los
gua al oriente de donde se encontraba, cuan-
españoles que en las dichas provincias residen,
que hiciesen las iglesias de los pueblos que tienen
do se llamaba Quinicama.
encomendados donde fuesen doctrinados y con-
gregados los naturales de ellos y que para ello va Entre 1552 y 1565, los franciscanos organiza-
bien que se diese la orden que está dada en esa ron de esta manera casi 165 pueblos indígenas;
Nueva España que era que la cuarta parte de los en otros casos reunían a varios pueblos que te-
tributos que diesen los pueblos se diese para esto
nían uno o más caciques en un solo pueblo. En
así mismo como proveeréis en ello que viéredes
1565 habían organizado así casi 17 reducciones
que combine.28
que reunían 71 pueblos en total; siguiendo el pri-
Hacia 1552 durante su visita a la provincia de mer criterio, hicieron coincidir congregaciones
Yucatán, el oidor de la Audiencia de Guatemala, de poblados en los puntos intermedios de los
Tomás López Medel, en cumplimiento de la caminos reales, para crear centros económicos y |9
cédula anterior, ordena que mercantiles que reordenaran el territorio yucate-
co; así, además de la ruta de Mérida a Campeche,
[…] todos los naturales de esta dicha provincia se congregaron poblaciones como Izamal, en la ruta
junten en sus pueblos, y hagan casas juntas, traza- entre Mérida y Valladolid; y Tizimín, en el cami-
das en forma de pueblos todos los de una parciali-
no de Valladolid a Río Lagartos.31 Como ejemplo
dad y cabecera en un lugar cómodo y convenien-
te, y hagan casas de piedra y obra duradera...
del segundo criterio, está plasmado este proceso
dentro de la traza del pueblo.29 en la crónica del pueblo de Chicxulub:
Para tal efecto, las autoridades civiles y reli- Y entonces ellos midieron con su medida los alre-
giosas establecieron tres criterios:30 dedores y los lados […] Y entonces se asentó la san-
tísima iglesia, para adorar a nuestro amo Dios y se
asentó la casa del pueblo al oriente de la iglesia, y
1. Reunir varios pueblos en uno nuevo dentro el templo de nuestro gran príncipe y el mesón […]
del radio de influencia de los establecimien- Y así nuestro santo, nuestro señor, nuestro patrón
tos religiosos, así como de la proximidad a las fue Santiago, y es el que guarda la ciudad de don
Pablo Pech.32
28 Stella María González Cicero, op. cit., p. 92, apud AGI,
México 2999 D-1, f. 45 s.
29 Sergio Quezada, op. cit., p. 139, apud Diego López de Co- 31Sergio Quezada, op. cit., pp. 139-140.
golludo, op. cit., C. XVI, L. V. 32Ibidem, p. 142, apud Enrique Yánez (ed.), “Crónica de
30 Isabel Fernández Tejedo, La comunidad indígena maya de Chac-Xulub-Chen”, en Crónicas de la conquista, México,
Yucatán, siglos XVI y XVII, México, INAH, 1990, p. 75. UNAM, 1950, pp. 200-201.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
Figura 2. Iglesia de Santiago en el poblado congregado de Chicxulub. Fotografía de Arturo Román.
10 |
La normatividad de las reducciones permitió En el dicho pueblo hay iglesia bastante; tiene la
a la orden franciscana construir capillas de visi- capilla de bóveda muy pulida y junto a ella aposen-
tos de cal y canto para cuando los religiosos vienen
ta en los poblados indígenas. Aunque los enco-
adoctrinar; junto a la dicha capilla está una larga y
menderos tenían la obligación de proporcionar bien hecha casa de paja cubierta, sin cerca, donde
casas de paja, los franciscanos se las ingeniaron se congrega el pueblo a oír misa y sermón.33
para que al menos el presbiterio, el baptisterio y
la sacristía fueran de mampostería, mientras Asimismo, Diego Sarmiento de Figueroa es-
que el área de la nave quedaba cubierta por una cribe, en la Relación de Popolá, que la iglesia y
ramada con dimensiones suficientes para alber- capilla son de cantería y albañilería con una
gar a la población indígena. Los encomenderos gran casa de paja donde caben más de mil in-
cumplieron, en la medida de sus posibilidades o dios.34 Conviene aclarar que, en general, en es-
de su disposición, con la construcción de las igle- tas descripciones denominaban como iglesia a la
sias en los pueblos encomendados a ellos, como capilla de visita consistente en presbiterio, sa-
se puede apreciar en las Relaciones enviadas a la cristía y baptisterio o coro; y el término “capilla”
Corona en los años de 1579 a 1581, en donde se se refería al presbiterio en sí.
describen, entre otras cosas y temas, las iglesias
de los poblados indígenas. Así, por ejemplo, en
33 Relaciones histórico-geográficas de la Gobernación de Yuca-
la Relación del poblado de Sinanche, el enco- tán, México, UNAM, 1983, t. I, p. 123.
mendero Juan de la Cámara manifiesta que 34 Ibidem, t. II , p. 218.
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Servicios personales y repartimientos Los encomenderos necesitaban de sus indios
encomendados para efectuar las labores de los
Durante la administración virreinal la economía repartimientos y servicios personales, así como
de la península estuvo basada en tres grandes las relacionadas con las tributaciones, las cuales
mecanismos de explotación de la población indí- no les proporcionaba mucha ganancia ni a ellos
gena: la tributación civil y eclesiástica, los repar- ni a la Corona, según lo informa el tesorero Pero,
timientos forzosos de productos y los servicios o Pedro Gómez al rey en 1554, “[…] los indios tri-
personales. Estando relacionados directamente butan a S. M. menudencias, de que pagados los
con el proceso constructivo de la región, los re- salarios queda poco”.37 De esta manera, la situa-
partimientos para la explotación de maderas pa- ción económica de los encomenderos se agrava-
ra la construcción, en donde se les avituallaba a ba cuando tenían que proporcionar indios a los
los indígenas para facilitarles la obtención de ro- religiosos para la construcción de las iglesias y
llizos y los servicios personales prestados por los conventos de los pueblos de sus encomiendas, a
indios semaneros en la construcción de las edifi- lo cual estaban obligados por el mandamiento y
caciones civiles y religiosas, así como la produc- licencia que el virrey dio al padre Bienvenida el
ción de materiales como cal, entre otros.35 Para 6 de noviembre de 1561, en donde, además de
Quezada, esta clase de servicios personales dio proporcionar la fuerza de trabajo indígena, te-
lugar a una gran movilización de indígenas a las nían que aportar las dos terceras partes del cos-
principales ciudades; así, comenta que to de las obras de las iglesias.38 Para los indíge-
nas no había diferencia en la prestación de los
La construcción de edificios públicos y religiosos y servicios ya que no importaba si el pueblo en | 11
de las casas de los encomenderos y vecinos con- donde se hiciera la edificación pertenecía a la
virtieron a Mérida, Campeche, Valladolid y Baca-
Corona o al encomendero, en cualquier caso es-
lar en puntos de atracción de fuerza de trabajo. Pe-
riódicamente arribaban a estos asentamientos
taban obligados al trabajo personal en la obra.
contingentes de trabajadores que, como servicio La inconformidad de los encomenderos por
personal, se encargaron de demoler los edificios esta situación se manifestó en las mencionadas
prehispánicos y construir las iglesias, las casas de Relaciones histórico-geográficas de la Goberna-
los cabildos y las residencias de los conquistado- ción de Yucatán, donde se quejan de la magnitud
res. Así mismo, iban a los montes a talar los árbo-
de los edificios conventuales y de la merma de
les, transportaban troncos y rollizos, y reunían pie-
la población indígena por los excesos del trabajo
dras y leña para las caleras.36
en la construcción de estos conjuntos. Así, en la
Debido a dicha actividad constructiva, muy Relación del poblado de Temul de la encomien-
pronto entraron en disputa los encomenderos y da de Juan de Benavides, éste manifiesta que los
los franciscanos por el control de la población franciscanos han hecho
indígena, respecto a la prestación de los servi-
cios personales en la edificación religiosa y civil. […] muchos edificios y monasterios superfluos en
los pueblos de los dichos indios y cabeceras, que
son más fortalezas para defenderse en ellos mas
35 Pedro Bracamonte y Sosa, La memoria enclaustrada. Histo-
ria indígena de Yucatán 1751-1915, México, Centro de Inves-
tigación y Antropología Social, 1994, pp. 69-80. 37 Silvio A. Zavala, op. cit., p. 621.
36 Sergio Quezada, op. cit., p. 127. 38 Stella María González Cicero, op. cit., p. 107.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
de seis mil españoles, y más que en cada monas- tenían los indios para abrir los caminos ordena-
terio no residen más de dos frailes y para estos dos por Quijada y manifestó que
bastaban los conventos moderados, a causa de lo
cual el cargar de las piedras grandes y maderos y
Los indios de presente están muy ocupados en la
tablazón y otras cosas ha sido la causa de mucha
obra de la iglesia catedral, monasterios, hospital y
falta de ellos.39
obras y edificios de casas de los vecinos, en el tian-
guis y otros servicios personales, y tienen necesi-
Los servicios personales fueron prohibidos en dad de coger sus milpas y meterlas en sus casas.41
la Real Cédula despachada en Madrid, en 1551,
que incluía la de 1549 y fue pregonada en Méri- Los frailes en su labor de promotores de la
da el 14 de abril de 1553; a partir de ésta, los en- construcción utilizaban sus habilidades persuasi-
comenderos y los vecinos se vieron en la nece- vas y coercitivas para incorporar a los trabajado-
sidad de pedir licencia a las autoridades para res indígenas a las actividades de las obras por
emplear indios de su encomienda para efectuar medio del trabajo forzoso no remunerado.42 Así,
trabajos de construcción, como en el caso de la todas las instancias de poder se aprovecharon de
petición de 1557 de los vecinos de Mérida, para la costumbre ancestral del trabajo comunitario
reparar las casas y edificios que estaban en mal maya o mulmeyah, para obligar a los indios a tra-
estado, y el 28 de septiembre de 1558 el justicia bajar gratuitamente, una vez a la semana, en las
mayor bachiller Juan de Paredes les concedió diferentes obras civiles y religiosas, llamándose
licencia para efectuar los trabajos de reparación a esta obligación el “lunesmeyah”.43
pagando a los indios de sus encomiendas tres Asimismo, supieron mantener la estructura so-
12 | reales de plata semanales.40 cial de la organización jerárquica del trabajo indí-
gena conservando a los caciques y capataces ma-
Trabajo comunitario yas para asegurar la efectividad del trabajo.44 Así,
fue posible el manejo de grandes contingentes de
A pesar de que la carga de trabajo de la población indios en la construcción de los conventos fran-
indígena se dosificó, al menos en el espíritu de la ciscanos, como en la construcción del convento e
legislación vigente, esto no se dio en realidad, ya iglesia de Maní, en donde trabajaron seis mil in-
que además de servir a los encomenderos, al dios proporcionados por el cacique, antiguo señor
mismo tiempo estaban obligados a trabajar en las de ese territorio.45 Para dicha actividad cons-
obras públicas, como en el caso de la construc- tructiva es posible suponer una adecuada organi-
ción del camino al puerto de Sisal, en el que el
alcalde Quijada había ordenado la participación 41 Ibidem, pp. 626-627, apud France V. Scholes, op. cit., pp.
de los indígenas hacia 1564; ante esa situación, 131 y ss.
42 Miguel A. Bretos, Arquitectura y Arte Sacro: 1545-1823,
el procurador general Joaquín de Leguízamo
Mérida, Dante, 1987, p. 240.
evaluó las dificultades y trabajos excesivos que 43 Pedro Bracamonte y Sosa y Gabriela Solís Robleda, Espa-
cios mayas de autonomía. El pacto colonial en Yucatán, Mé-
39 Relaciones histórico-geográficas…, op. cit., t. II, p. 102. rida, Yucatán, Universidad Autónoma de Yucatán, 1996, pp.
40Silvio A. Zavala, op. cit., pp. 624-625, apud France V. Scho- 116-122.
les y Eleanor B. Adams, Don Diego de Quijada, alcalde mayor 44 Carlos Chanfón Olmos, Curso de historia de la arquitectura
de Yucatán, 1561-1565, México, Antigua Librería Robredo de del siglo XVI en México, México, Ex Convento de Churubusco,
José Porrúa e Hijos, 2 vols. (Biblioteca Histórica Mexicana 1978, vol. 3.
de Obras Inéditas, XIV-XV) II, s.f., pp. 101 y 105. 45 Bernardo de Lizana, Historia de Yucatán, Devocionario de
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zación del trabajo en esta obra, así como de la Tal vez, dentro de su desesperanza, Matos jus-
existencia de diversos tipos de cuadrillas y oficios tificaba el ejercicio coercitivo para obligar a los
en la ejecución de la construcción conventual. indios a efectuar las labores de construcción y el
suministro de materiales. La suma de los excesos
Trabajo forzoso remunerado en la carga de los trabajos que la población indí-
gena realizaba en la construcción de las iglesias,
En 1731 fue emitida la Real Cédula en la que se ocasionó lesiones en su economía y provocó
toleraban de nuevo el servicio personal y los muchas quejas ante las autoridades locales,
repartimientos y se establecía se les pagara cuatro como la del grupo de vecinos del poblado de
reales al indio y tres reales a la india para el servi- Baca, quienes —en 1790— solicitaron a las auto-
cio doméstico semanal.46 La remuneración se hizo ridades civiles y religiosas suspender la cons-
extensiva a los trabajos relativos a la construcción, trucción de la iglesia, por tener la necesidad de
aunque de hecho, desde el siglo anterior, ya se volver a sus labranzas y por
pagaba a los indios semaneros por estas activida-
des. A pesar del incentivo de la remuneración y tal […] respecto ha allanos en suma miseria y trabajos
vez por los excesos de tributaciones, los indígenas por la fabrica de la Santa Iglesia, por de quatro
años a esta parte que comensó la fabrica hemos
no participaban de buena manera en las tareas
estado bajo nuestra pobresa, y miseria ya que-
edificatorias, situación que vivió el obispo Matos mando cal, ya metiendo sahcab y piedra […] [sic].48
en 1739, ante la problemática de no contar con
mano de obra indígena para la construcción y Continuaron las quejas por los abusos sobre
reparaciones de las iglesias, y lamenta que los indígenas en los trabajos de construcción de | 13
las obras religiosas y civiles, así como en la ex-
La desidia de los indios y la poca necesidad que plotación y acarreo de los materiales de cons-
tienen del dinero ha puesto la cosa en tal estado trucción, por lo que, en 1807, el gobernador Be-
que aunque cada uno de los curas tuviera prontos
nito Pérez Valdemar exigió a los subdelegados de
20,000 pesos no podría ni echar aun los cimientos
del edificio. En esto puedo de poner de hecho pro-
los partidos de la provincia de Yucatán, acataran
pio por un cuarto de mi casa que estoy actualmente e hicieran efectivas las disposiciones vertidas en
reparando, no habiendo sido posible facilitar los la circular del 2 de abril de 1802, respecto a la
materiales menos que con un mandamiento del distribución de los indígenas semaneros, las car-
Gobernador, como lo practican todos los vecinos de gas de trabajo y las remuneraciones. Pérez Val-
esta ciudad. Fuera de ella y en una fábrica tan vas-
demar destaca varios aspectos relacionados con
ta como la de una iglesia capaz de incluir 1,000 o
los trabajos de la construcción, en donde se evi-
2,000 personas, no hay dificultad a que alcance el
dinero y la industria sino se añade la coacción.47 dencian las jerarquías y categorías de la mano de
obra, un tabulador para algunas de las activida-
nuestra Señora de Izamal y conquista espiritual, México,
UNAM, 1995, p. 224, f. 147r, C. XI, L. 2. 48 Archivo General del Estado de Yucatán (AGEY), Colonial,
46 Manuela Cristina García Bernal, La sociedad en Yucatán, ramo Ayuntamiento, vol. 1, exp. 3, s.f. El sahcab fue el agre-
1700-1750, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-americanos gado más usado en la preparación de morteros de cal para
de Sevilla, 1972, pp. 121-125. pisos, muros y cubiertas; es un material calcáreo de consis-
47 Miguel A. Bretos, Iglesias de Yucatán, op. cit., p. 19, apud tencia suelta y “pulvurienta”, de color blanco y en ocasiones
AGI, México 3187. tiende a ser amarillento o hasta rojizo.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
des constructivas, así como el derecho de la re-
muneración:49
• Los albañiles, carpinteros, herreros y demás
artesanos que trabajen en sus oficios están
exceptuados de la tercera parte de útiles, es
decir, no entran en la repartición en terceras
partes de los grupos de trabajo para la agri-
cultura y la labranza.
• Los indios deben de ser retribuidos en los tra-
bajos que efectúan en iglesias y conventos.
• Que los peones de albañil sean voluntarios y
si no hubiera se les pague un real por día y un
gusanillo de maíz.
• Las caleras se harán con los indios particula-
res o por medio del cacique; cada indio en-
tregará 35 palos gruesos por un real y cada
día de los que ocupen en quebrar piedras pa-
ra el horno; asimismo, recibirán un real, así
como un gusanillo de maíz por cada real que
Figura 3. Extracto de las disposiciones de 1802 del gobernador Benito
14 | ganen. Pérez. Fuente: AGEY.
• Se pagará a los indios un real por cada 20 pie-
dras de hilada, así como por igual número de
piedras tzales.50 taron la supresión definitiva del servicio perso-
• No se obligará a los indios a extraer rollizos y nal, quedando los indios libres de contratarse
soleras sin que se llegue a un arreglo volun- con quien quisieren al precio que convinieren
tario con ellos o con los caciques. cualquier trabajo. En 1813 el gobernador de
• Si la distancia en que efectúen los trabajos Yucatán informó al padre provincial fray Juan
excede de diez leguas se les pagará un viáti- José González de esta disposición y le solicitó
co de medio real por legua extra. hiciera el anuncio en las iglesias y conventos.51
A pesar de este decreto, todavía existieron algu-
La preocupación de las autoridades por libe- nos casos en que los religiosos continuaron con
rar a los indios del servicio personal cristalizó el la práctica de no remunerar a los indígenas,
9 de noviembre de 1812, cuando las Cortes como manifestó —el 16 de agosto de 1817— el
Generales y Extraordinarias de la Nación decre- estanciero de Tekat, Alejandro Villajuana: “[…]
en las construcciones y frecuentes reparos de las
49 AGEY, Colonial, ramo Correspondencia de los gobernado- iglesias, y de las casas de los curas se les obliga a
res, vol. 1, exp. 2-A, s.f.
50 Las piedras tzales se usaron en la construcción de bóve-
das y arcos de mampostería; tienen forma cuneiforme y son 51 AGEY, Colonial, ramo Correspondencia de los gobernado-
planas como piedras lajas. res, vol. 1, exp. 2-A, f. 12.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
ministrar cal, arena, piedras y maderos, a servir norma jurídica en que el costo de la construcción
después de peones de albañil, sin paga […]”52 se repartiría en tercias partes: una para la Real
En el último cuarto del siglo XVIII el panorama Hacienda, otra para los indios del Arzobispado y la
en las ciudades era diferente al del interior de la otra para los vecinos encomenderos. Asimismo,
provincia; en éste se manejó una convivencia incluye a los españoles sin encomienda con algu-
entre el trabajo forzoso remunerado y no remu- na cantidad según sus posibilidades.54 Este manda-
nerado, lo que fue ineficiente dentro del contexto miento fue seguido en Mérida, hacia 1561, para los
urbano, ya que la falta de incentivo para la mano inicios de la construcción de la catedral, mediante
de obra indígena era causa de atraso en las obras, Real Cédula que presentó el obispo Toral al gober-
por lo que esta problemática propició la generali- nador doctor Diego Quijada, quién procedió a su
zación del régimen de trabajo asalariado para me- cumplimiento. El 15 de marzo de 1563, Quijada
jorar los tiempos de ejecución de las obras, como informó al Rey Felipe II acerca de las diligencias
sucedió en la construcción de la iglesia de Nues- efectuadas hasta el momento:
tra Señora de Guadalupe, en el barrio de San Cris-
Luego que vino el Obispo, se dio orden en el ha-
tóbal, en Mérida, donde los párrocos pagaban su cer de la Iglesia Catedral por Cédula que ante mi
salario a los albañiles, carpinteros y oficiales, así presentó el Cabildo de ella. Di orden para que se
como la manutención de los peones.53 comenzase, y como la costa se ha de repartir por
tres tercias partes, la una cave a V. M. y la otra á
Financiamiento de la construcción religiosa los vecinos, y la otra á los naturales; repartí veinte
y cuatro mil pesos de minas en que me parece se
podrá tasar la obra; y porque los vecinos están
La edificación de conventos e iglesias no sólo es- | 15
muy pobres y necesitados, y la caja de V. M. está
tuvo basada en la aportación de la fuerza de tra- muy empeñada con ayudas […] acordé de sacar de
bajo indígena en cuanto a la realización de las di- los indios su tercia parte, porque sin discordia
versas actividades constructivas y del suministro pudiese comenzar esta obra; y porque los indios
de los materiales de construcción, sino también son muchos he repartido este precio entre todos,
en la aportación de los recursos económicos por que no les cave á cada uno más de dos reales de
plata, porque de cincuenta mil tributarios poco
parte de las instancias política, civil y religiosa.
más que hay, no les viene á caber á más; y si
hubiera de comenzar por los vecinos, no me
Tributación civil pudiera valer con ellos ni se comenzara la obra; y
lo que puede dar de la hacienda de V. M. son has-
Las aportaciones para la construcción de edificios ta dos mil pesos, porque lo demás que renta la
religiosos estuvieron normadas jurídicamente por hacienda de V. M. se distribuye en salarios y
limosna de Religiosos y en otras cosas que V. M. ha
la Corona, a través de leyes, cédulas y ordenanzas.
proveído. Hace murmurado que empezase por los
El primer compromiso que estableció la Corona
indios, y no faltará émulos que de ello den noticia
fue la aportación de la Real Hacienda para la fábri- á V. M.; mi deseo es comenzar esta Iglesia, y por
ca de las catedrales y parroquias, formulando la caber tan poco á cada un indio, comencé por ellos
y ya lo tienen pagado y sin alguna molestia […]55
52 Pedro Bracamonte y Sosa, La memoria enclaustrada..., op.
cit., p. 183; apud AGI, Audiencia de México, leg. 3168. 54 Recopilación de las Leyes de los Reynos de las Indias, 1681,
53 Miguel A. Bretos, Arquitectura y Arte Sacro…, op. cit., pp. México, Miguel Ángel Porrúa, 1987, f. 7, tit. II, L. I, t. I.
239-241. 55 Crescencio Carrillo y Ancona, op. cit., t. I, pp. 201-202.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
Como se puede apreciar, la situación econó- templo muy bueno con menos de doce mil
mica en la ciudad era difícil, por lo que hasta ese tostones, y se espera le pedirán para proseguir en
momento, aparte de la aportación de los indíge- la obra a esta villa, estando a treinta y tres leguas
de la dicha catedral.58
nas, las autoridades eclesiásticas sólo lograron
juntar algunos materiales pétreos de reciclaje de
las ruinas mayas cercanas, sin haberse iniciado Las razones que argumentaban los encomen-
ninguna actividad constructiva. López de Cogo- deros de no sentirse tributarios de Mérida, por
lludo informa que la fábrica de la catedral costó tener ellos sus propios compromisos con sus
más de 200 mil pesos divididos siempre por ter- villas y pueblos, naturalmente no fueron consi-
cias partes ente la Corona, encomenderos e in- derados por la Corona y la Iglesia, ante la impor-
dios; en 1643, la erogación, desde la fundación tancia política y religiosa que tenía la obra de la
hasta los adornos del inmueble, había subido a catedral.
343,373 pesos, como consta en la Instrucción re- La normatividad real estableció que la
mitida a los procuradores de la Corte, y además Corona hiciera las aportaciones para la construc-
existía una Cédula Real para que en la misma ción de los conventos ubicados en los pueblos de
forma de aportaciones se dieran 24 mil pesos encomiendas incorporadas a ésta y en los que no
para sus obras y ampliaciones.56 lo estuviesen, la aportación estaría a cargo de la
En obras de gran magnitud, como la de la Corona y de los encomenderos; contemplando
catedral de Mérida, las aportaciones en efectivo que los indios ayudaran conforme a sus posibili-
y en fuerza de trabajo significaron esfuerzos con- dades, aunque en otra ley se establecía que las
16 | tinuos y enormes. Tal situación llegó a ocasionar iglesias de las cabeceras de los pueblos de indios
quejas de los encomenderos por las continuas se construyan con los tributos que dan éstos a la
aportaciones a las que se veían obligados a pro- Real Hacienda y a los encomenderos, y que no
porcionar, por lo que el encomendero Juan de exceda la cuarta parte de aquéllos.59 Es evidente
Urrutia manifiesta en 1579, que la continuidad del criterio adoptado por la
Corona en la repartición de los costos de las
[…] nos fuerzan a ser tributarios para la catedral de obras, no importando su adscripción secular o
la Ciudad de Mérida a nosotros y nuestros indios regular. Sin embargo, en esta última ley se dejó
[…] porque de diecisiete años ha que se comenzó
todo el costo de la construcción de las iglesias a
y somos tributarios para la dicha obra, se han gas-
tado […] ochenta mil ducados y como digo, no se
los indígenas, aunque de manera condicionada.
espera verla acabada.57 En la práctica, hubo una congruencia entre las
leyes y las Reales Cédulas emitidas específica-
También los encomenderos de Valladolid mente para la construcción de los conventos en
lamentaban que se estuviera haciendo la península de Yucatán,60 en donde se mantuvo
el criterio de las aportaciones tripartitas entre la
[…] en la ciudad de Mérida un suntuoso templo de
gran costa, para el cual sola esta villa ha dado vein-
58 Ibidem, t. II, p. 248.
ticuatro mil tostones, habiendo hecho aquí un 59 Recopilación de las Leyes de los Reynos de las Indias…, op.
cit., fs. 7-8, tit. II y f. 10, tit. III, L. I, t. I.
56 Diego López de Cogolludo, op. cit., p. 209, C. XI, L. IV. 60 Stella María González Cicero, op. cit., pp. 101 y 107; apud
57 Relaciones histórico-geográficas…, op. cit., t. II, p. 45. AGI, México, 2999 y 287, respectivamente.
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Corona, encomenderos e indígenas; estos últi- las provincias de Yucatán, Cozumel y Tabasco en
mos fueron obligados a participar con su trabajo el que expresa que
personal en las obras, suministrando los mate-
riales de construcción y la fuerza de trabajo. […] los monasterios que se hicieren en pueblos que
Como parte de las aportaciones económicas están en la Corona se hagan a costa de su majestad y
que ayuden a la obra y edificio los indios de tales
que daba la Corona, se encuentran algunos
pueblos y para los monasterios que se han de hacer
documentos que detallan los rubros y las canti- en los pueblos de encomenderos suso declarados se
dades asignadas a los conventos, como en la provea la tercia parte de la costa de la dicha real
Relación de pueblos pertenecientes a la Corona hacienda y las otras dos tercias partes a costa de tales
hecha por los oficiales reales Juan Paredes y Ju- encomenderos con que también ayuden los indios
lián Doncel en 1551; se especifica que la Corona de los tales pueblos en la dicha obra y edificio y
encargo a la justicia mayor de las dichas provincias
gastó 400 pesos para campanas de cinco monas-
que por lo que toca a la parte que han de contribuir
terios;61 seguramente las campanas se compra-
los encomenderos para el dicho efecto les haga com-
ron para los conventos de Campeche, Mérida, peler el cumplimiento de lo que así les cupiere nolo
Maní, Conkal e Izamal, ya que éstos eran los úni- haciendo buenamente como son obligados para que
cos que habían sido fundados hasta ese año. en todo se cumpla la voluntad de su majestad y su
En 1552 el procurador franciscano, el padre real cédula suso incorporada […] [sic].63
Lorenzo de Bienvenida, solicitó a Carlos V apoyo
económico para la construcción del monasterio Así, quedaba establecida legalmente la obli-
de San Francisco, en Mérida; éste envió una gación y la aportación económica de los enco-
Cédula Real en la que la Corona ordenaba a los menderos para la construcción de los edificios | 17
oficiales de Yucatán pagar a los frailes la canti- religiosos, aunque, como se vio, continuaron las
dad de 400 pesos de minas para la construcción inconformidades y quejas por parte de éstos
del convento y enfermería.62 durante todo el periodo virreinal.
Desde un principio los encomenderos no
tuvieron la disposición para aportar los fondos y Donaciones particulares
la mano de obra indígena para la construcción
de conventos e iglesias, por lo que, en 1560, las A pesar de las obligaciones fiscales que tenían los
autoridades franciscanas obtuvieron de la Coro- encomenderos, algunos de ellos mostraron —por
na el mecanismo legal que obligaba a los enco- medio de aportaciones voluntarias— mayor dis-
menderos a contribuir económicamente en di- posición y participación en la construcción de
chas edificaciones; así, en 1561, el virrey Luis de iglesias para el clero secular. Así, los encomende-
Velasco emitió el Mandamiento y Licencia para ros y vecinos españoles hicieron donativos parti-
culares, como los efectuados por los pobladores
61 Silvio A. Zavala, op. cit., p. 235; apud Joaquín Pacheco et de la villa de Valladolid, en donde construyeron la
al., Colección de documentos inéditos relativos al descubrimien- primera parroquia de San Gervasio con un costo
to, conquista y organización de las antiguas posesiones españo-
las de América y Oceanía, sacadas de los Archivos del Reino y de 12,000 tostones.
muy especialmente del de Indias, Madrid, Quirós, 1864-1889,
XIV, 191 (D.I.I.).
62 Stella María González Cicero, op. cit., p. 95; apud AGI, Mé- 63 AGI, México 287, en Stella María González Cicero, op. cit.,
xico 2999, D-1, f. 99. p. 107.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
En l581 el encomendero Pedro García mani- El mismo Fernando de San Martín y su esposa
festó que en Mérida Catalina aportaron recursos económicos para la
construcción de la capilla del Santo Nombre de
[…] la ermita de Santa Lucía que esta extramuros Jesús, mejor conocida como capilla de San Mar-
de dicha ciudad a la parte del norte, la cual yo, el di- tín; dieron una cantidad considerable para su fá-
cho Pero García, hice de mi hacienda, y en dicha er-
brica, ubicada en el convento de San Francisco de
mita hay una capilla de cal y canto con su iglesia de
paja por no haber al presente más posibilidad […]64
Mérida y para la construcción de este último
aportaron la cantidad de cuatro mil pesos.68 El
Cuando no se encontraba un benefactor que clero regular también se benefició con los donati-
aportara la mayor parte del costo de la obra, la vos de los encomenderos; Diego García Montalvo
construcción se efectuaba con las limosnas de construyó, con los ingresos obtenidos de todas sus
los vecinos, como en el caso de la capilla de San encomiendas, la iglesia de Mejorada y la primera
Juan Bautista.65 fase del convento en 1621.69
En 1618 el capitán Martín de Palomar donó
los terrenos para fundar el colegio de los jesuitas Aportaciones de la Iglesia
y también aportó la cantidad de 20 mil pesos, pa-
ra que con los réditos anuales se sufragaran los En ocasiones la Iglesia utilizaba recursos propios
gastos de la construcción y los gastos de susten- e ingresos de sus rentas para financiar sus cons-
to de los sacerdotes.66 López de Cogolludo relata trucciones. Las monjas concepcionistas tuvieron
que, en 1589, el gobernador Antonio de Vozme- que gastar más de catorce mil pesos de sus dotes
18 | diano solicitó apoyo económico a las diversas para terminar la iglesia conventual en Mérida.70
instancias para que en la ciudad de Mérida se En 1739 el obispo Matos estuvo persuadiendo a los
fundara un convento de religiosas, por lo que curas de las iglesias que permanecían todavía con
naves de ramada, de colaborar con buena parte del
Los ciudadanos, que ofrecieron ayudar con lo que costo de su obra formal o al menos pagar el suel-
pudiesen, y el Gobernador escribir al Rey se sir- do de los oficiales y la alimentación de los peones,
viese de señalar alguna renta para ayuda al sus-
siempre y cuando los indios les suministrasen los
tento de las Religiosas. Quién más dio para esta
santa obra fue Fernando de San Martín asignando
materiales para la construcción, aunque siempre
gran parte de sus bienes que se pusieron a censo estuvo conciente de lo arduo que significaba con-
para ella. Escribió el Gobernador á las dos villas de seguir el dinero y de las diligencias que tenían
Campeche, y Valladolid, y esta última halle, que que efectuar para lograr dicha empresa.71
habiendo juntado en Cabildo abierto, á que asistió El obispo fray Ignacio de Padilla y Estrada, dis-
toda la Villa, ofreciendo cada uno según fue posi-
puso, en 1756, de mil pesos de su peculio para ini-
ble […] juntó cantidad de dos mil ciento y un pesos
por entonces para ayuda de la fábrica.67
68 Ibidem, p. 211, C. XII, L. IV.
69 Aercel Espadas Medina, “Ex convento franciscano de la
Mejorada 1621-1992”, en IINAJ, 5, Mérida, INAH, Centro Re-
gional de Yucatán, diciembre de 1991-marzo de 1992, pp.
64 Relaciones histórico-geográficas…, op. cit., t. I, p. 166. 11-22.
65 Diego López de Cogolludo, op. cit., p. 218, C. XIV, L. IV. 70 Diego López de Cogolludo, op. cit., p. 214, C. XIII, L. IV.
66 Ibidem, p. 215, C. XIII, L. IV. 71 Miguel A. Bretos, Iglesias de Yucatán, op. cit., p. 19, apud
67 Ibidem, pp. 213-214, C. XIII, L. IV. AGI, México 3187.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
ciar la construcción de la nueva iglesia de Nues- Cajas de comunidad y cofradías
tra Señora de Guadalupe en el barrio de San Cris-
tóbal, en Mérida; posteriormente, el párroco Ig- Las cajas de comunidad de los poblados indígenas
nacio de Cepeda continuó con aportaciones fueron usadas sobre todo para afrontar los gastos
—también de su peculio— para la terminación de de los cabildos, y en ellas se reunían fondos en
la obra y para la adquisición de ornamentos; y ha- efectivo y en especie provenientes de los exce-
cia 1797, como aún faltaban algunos trabajos y de- dentes de las tributaciones y del trabajo comunal
talles para terminar la iglesia, el vicario capitular indígena. La administración de los fondos comu-
sede vacante Santiago Martínez de Peralta y el nales, en un principio, estuvo a cargo de los cabil-
capitán general Arturo O'Neill, resolvieron apli- dos y después se trasladó a la Real Hacienda.75 Los
car, con aprobación del rey, la cantidad necesaria fondos de las cajas de comunidad se usaron tam-
de los espolios del obispo fray Luis de Piña y Mazo bién para la construcción o reparación de las ca-
(fallecido en 1795), por existir el antecedente de sas de Audiencia, como se manifiesta en varios do-
haberse hecho lo mismo para la terminación de la cumentos de finales del siglo XVIII y principios del
iglesia de Umán.72 Asimismo, se recurrió a dispo- XIX.76 En ocasiones se usaron dichos fondos para
ner de las oblaciones hechas por algunas perso- financiar la construcción de iglesias; así, por
nas para construcción o ampliación de iglesias, ejemplo, el 11 de septiembre de 1811, el abogado
como en el caso de la parroquia de Xul, en que el de la Real Audiencia de México y Santo Domingo,
obispo Matías Joseph de la Cama —o Cámara— Justo Serrano, autorizó la erección de la iglesia de
autorizó la entrega del dinero de la oblación de Santa María Yaxuna a instancias del protector
Bernardino Peón y Serafina Rodríguez para la ter- de naturales capitán Agustín Crespo, por lo que la | 19
minación de la obra de la sacristía mayor de esa Junta Superior de Propios autorizó, el 22 de mayo
parroquia, a solicitud del cura beneficiado José de 1812, la administración de 300 pesos para la
Jerónimo Rodríguez, en 1837.73 habilitación de los muros de la iglesia, con una
La escasa disponibilidad de recursos econó- partida erogada de los fondos de la comunidad de
micos y la necesidad de efectuar reparaciones Yaxcabá, siendo ratificada la autorización por el
en iglesias deterioradas condujo, en algunas oca- gobernador interino de Yucatán, Manuel Antaro,
siones, a los párrocos a vender varias propieda- en septiembre del mismo año.77
des para sufragar los gastos de las reparaciones,
como fue el caso del párroco y vicario del con- Costos de la construcción
vento de San Francisco en Campeche, en 1831,
cuando se vio en la necesidad de vender un Ya se refirieron los números gruesos de los im-
terreno adjunto al convento, para sufragar los portes de las erogaciones hechas en las obras de
gastos de la reparación de las techumbres de la
iglesia parroquial; el avalúo del terreno se encar- 75 Pedro Bracamonte y Sosa, Espacios mayas de autonomía...,
gó a Basilio Arjona, quién lo tasó en 649 pesos.74 op. cit., pp. 205-209.
76 AGN, ramo Obras Públicas, vol. 12, exp. 5, f. 145; AGEY, Co-
lonial, ramo Propios y arbitrios, fs. 296, 314-316, 325, 360,
72 Crescencio Carrillo y Ancona, op. cit., t. II, pp. 833-835. 408, 410, 442-443.
73 Archivo General de la Nación (AGN), ramo Bienes Nacio- 77 AGN, ramo Templos y conventos, vol. 17, exp. 15, fs. 308-
nales, leg. 37, exp. 39, fs. 1-3. 323; AGEY, Colonial, ramo Propios y arbitrios, vol. 16, exp. 4,
74 Ibidem, leg. 28, exp. 61, fs. 2, 3 y 6. f. 491.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
Cuadro 2. Costos de construcción en 1776
Sueldos y precios de mano de obra Precios de materiales
Un albañil a 3 reales por día 100 cargas de cal a 4 pesos
Un albañil y dos peones a 6 reales por día 100 cargas de sahkab a 2 pesos
Un cantero por ajustar piedras: 1 peso y 4 reales 100 rollizos a 4.5 reales
Por abrir un pozo: 14 pesos 10 tablones a 8.5 reales
Por ajustar canes y soleras de techos: 2 pesos 24 canes a real cada uno
Por labrar 53 canes: 5 pesos y cuatro reales 32 soleras a 2 reales cada una
la catedral de San Ildefonso y de otras iglesias trella por la cantería que labró en la iglesia parro-
parroquiales. En el cuadro 2 se presentan algu- quial en 1804; al año siguiente se le pagó al mis-
nos de los sueldos y costos de los materiales mo maestro 45 pesos por 18 varas de cornisa, y
vigentes en Mérida en el año de 1776.78 13 pesos y 4 reales por tres varas de esquina para
A principios del siglo XIX los sueldos y precios la obra.81 Esta iglesia estaba en construcción a
de los materiales aún eran, en general, los mis- principios del siglo XVIII, pero fueron interrumpi-
mos que en el siglo anterior. En Tetiz, el sueldo dos los trabajos y la iglesia permaneció destecha-
de un albañil se mantenía en tres reales por día, da hasta la fecha. Es posible apreciar los elemen-
como en Mérida.79 Después, en 1826, en las tos de cantería que seguramente labró el maestro
cuentas de fábrica de la iglesia de Tixcacaltuyub, Pascual, como la portada principal, las pilastras y
20 | el párroco José Manuel Berzunza informa haber la cornisa perimetral.
pagado por día a los albañiles 2.5 reales, a los peo-
nes 1 real y un cuartillo de maíz; y a los bombea- Conclusiones
dores —por sacar piedra— 1.5 reales; así como
para aplicar la lechada a la iglesia por dentro y La evangelización fue el principal medio promo-
por fuera, gastó 16 pesos y 2 reales por 135 palos tor de la construcción de los conjuntos doctrina-
de madera para los andamios y 7 pesos y 2 reales les y de sus capillas de visita, para dar cabida a
para sogas, entre otros elementos de amarre.80 las diferentes actividades de los franciscanos co-
Asimismo, en el libro de fábrica de la iglesia mo: la liturgia, el adoctrinamiento, la enseñanza,
de Ichmul se estipula el pago de 12 pesos y 2 rea- el hospedaje y alimentación, entre otras; aunada
les que se debía al maestro cantero Pascual Es- a la adecuada estrategia de organización territo-
rial y de control de la población indígena, por
78 Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán (AHAY), medio de la cual los frailes tomaron posesión de
ramo Asuntos Terminados, vol. 2, exp. 29, fs. 2-3.
79 AGN, ramo Obras Públicas, vol. 12, exp. 5, f. 147.
la península gradualmente, con las sucesivas in-
80 Marisol del Carmen Ordaz Tamayo, “Arquitectura religio- corporaciones de los grupos de religiosos llega-
sa virreinal de Yucatán. El conocimiento histórico-técnico de dos de España durante la segunda mitad del si-
las iglesias con estructura espacial conventual. El conoci-
miento de la arquitectura histórica como condicionante de la glo XVI y principios del XVII.
restauración”, tesis doctoral en Arquitectura, Barcelona,
Universidad Politécnica de Cataluña, Escuela Técnica
Superior de Arquitectura de Barcelona, 2004, anexo 1, ficha 81 Miguel A. Bretos, Arquitectura y Arte Sacro…, op. cit., pp.
14, apud AHAY, Cuentas de Fábrica, caja 4, exp. 42, fs. 2-4. 199-200.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Por su parte, el clero secular participó en la Las aportaciones económicas de la Corona,
construcción de los conjuntos parroquiales según de los encomenderos y de la Iglesia, impulsaron
sus posibilidades, pero fueron rebasados por la la construcción de las iglesias y capillas admi-
gran actividad constructiva franciscana de las pri- nistradas por el clero secular, ante los requeri-
meras décadas de evangelización, por lo que se mientos de la normatividad real de efectuar los
vieron en la necesidad de establecer acciones y pagos de salarios, trabajos a destajo y compra de
litigios que les permitieran tomar el control de materiales de construcción.
las doctrinas y de las poblaciones sujetas a éstas. El análisis de los presupuestos de reparación
La actividad constructiva importante que efectuó y/o construcción, así como de los listados de suel-
el clero secular fue la sustitución de las ramadas dos y costos de materiales encontrados en docu-
por muros y cubiertas de mampostería en las mentos de la época en estudio, permite establecer
naves de las iglesias parroquiales, doctrinales algunos de los aspectos técnicos relacionados con
secularizadas y capillas de visita. la construcción como son, por una parte, las uni-
La base material de la construcción de los dades de medición empleadas, el costo de mate-
conjuntos doctrinales y parroquiales fue la mano riales y los precios de destajo y sueldos de la
de obra indígena, quienes participaron en las mano de obra, y, por otra, establecer las diversas
diferentes actividades constructivas de estos categorías y actividades de la mano de obra, como
conjuntos, demostrando capacidades y habilida- albañiles, peones, canteros, carpinteros, herreros,
des técnicas en la ejecución de los sistemas y bombeadores, caleros, etcétera, manifestando así
procedimientos constructivos característicos de la estructura jerárquica de la fuerza de trabajo.
estas edificaciones. Asimismo, fue primordial la Es importante e impostergable continuar con la | 21
contribución de la población indígena en el búsqueda de documentos de la época en archivos
suministro de los diferentes materiales de cons- regionales, nacionales e internacionales, que nos
trucción para las edificaciones religiosas; toda permitan inferir relaciones y datos acerca de los
vez que las medidas coercitivas y los medios de componentes de la tecnología constructiva emplea-
control político garantizaron la participación de da en las edificaciones religiosas, lo que nos ayuda-
la fuerza de trabajo indígena, sometida a dife- rá a la construcción del conocimiento y a la con-
rentes modalidades de trabajo y tributación. servación del el patrimonio edificado en Yucatán.
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA DEL YUCATÁN VIRREINAL
GUILLERMO BOILS*
La arquitectura de puentes
de fray Andrés de San Miguel
E
ste trabajo deriva de un proyecto de investigación de mayor alcance,
acerca de la arquitectura de puentes en la Nueva España. En estas pági-
nas el eje del análisis se focaliza en los puentes realizados hacia la pri-
mera mitad del siglo XVII, por el arquitecto carmelita fray Andrés de San
Miguel. Se dedica a tres objetos de este género que aún funcionan en
nuestros días, como espacios para la comunicación terrestre. Se trata de obras que aún
cumplen su función de servir de paso sobre ríos, cuyos cauces acarrean agua durante
22 | todo el año. Uno de ellos, como veremos, ha experimentado considerables ampliacio-
nes, además de transformaciones en buena parte de su estructura. Los dos restantes tal
vez mantienen, en lo esencial, las características estructurales y las dimensiones que
tuvieron cuando se los diseñó y materializó, hace más de tres siglos y medio.
De otra parte, me movió la realización del estudio que sirve de base a este texto, el exa-
minar rasgos poco explorados acerca del perfil arquitectónico del referido fraile de la orden
del Carmen. En efecto, fray Andrés fue, al correr de la primera mitad del siglo XVII, un arqui-
tecto multifacético y sobresaliente en otros ámbitos de conocimiento como la astronomía o
las matemáticas. Autor, entre otras obras, de un tratado de Arquitectura, así como de muchos
proyectos de edificios eclesiales y conventuales para su orden, que han sido analizados con
atención en varios trabajos de estudiosos nacionales y del extranjero. En algunos de esos tra-
bajos hay referencias a su labor como constructor de varios puentes, pero sólo como datos
en la nómina de obras producto del singular desempeño que tuvo el religioso como arqui-
tecto de su tiempo.
Fray Andrés de San Miguel, arquitecto en toda la extensión del término
Inicio la reflexión acerca de fray Andrés, señalando en primer término que desarrolló
una vasta actividad como diseñador y constructor en los ámbitos más diversos del oficio
* UAM-Xochimilco/Arquitectura-UNAM.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
arquitectónico. Asimismo, su trayectoria destaca, piratas y el ataque inglés, con saqueos a aquella
entre otras razones, por haber sido autor de un ciudad cubana, tomó la determinación de ingre-
manuscrito que es uno de los pocos documentos, sar a la orden de los carmelitas en la Nueva Espa-
hasta ahora conocidos del periodo virreinal ña, de la que ya no saldría jamás, muriendo en la
novohispano, que puede ser considerado propia- ciudad de Salvatierra, hoy estado de Guanajuato,
mente un tratado de arquitectura.1 Esta faceta de en 1652.4
su desempeño es tal vez la más conocida y, por Tampoco se puede establecer con precisión
ende, sólo la indico a grandes trazos aquí, remi- en qué momento se hizo arquitecto, pero debe
tiendo al lector que quiera conocer más acerca de haber sido a poco de su ingreso como religioso,
la misma, al extraordinario esfuerzo paleográfico, casi al concluir el siglo XVI o en los primeros años
editorial y analítico respecto a ese documento, del XVII. Lo que sí es incuestionable es que apren-
realizado por el maestro Eduardo Báez Macías. dió el oficio en tierras novohispanas, con seguri-
Gracias a los empeños de este esmerado estudio- dad participando, al inicio de su formación, en
so se conoció integralmente en nuestro país dicho las tareas más elementales de las obras construc-
tratado, cuyo original se encuentra en la bibliote- tivas de su orden. Su aprendizaje, como era pro-
ca de la Universidad de Austin, Texas.2 pio de la época, debe haber sido en gran medida
Andrés de Segura de la Alcuña, el futuro fray de manera empírica. Pero es por demás evidente
Andrés de San Miguel, era originario de un pue- que también provino de una intensa actividad
blecito andaluz, cercano al puerto de Cádiz y ha- intelectual, por medio de la lectura de los trata-
bía nacido por 1577. Siendo un muchacho de 15 dos de arquitectura y otros textos sobre artes y
años, se embarcó hacia América en 1593. Apenas ciencias. En particular, los tratados de arquitectu- | 23
arribó al puerto de Veracruz decidió regresar a ra ya estaban en circulación en el nuevo mundo
España, quedando estacionado algunos meses en desde las primeras décadas de la dominación es-
La Habana, hasta que la flota pudo continuar su pañola. Lo más factible es que ese género de tex-
navegación. Con tan mala suerte que, a pocos tos deben haber formado parte de los acervos de
días de iniciado el retorno a la península, el bar- las bibliotecas en los conventos carmelitas de la
co naufragó a causa de una tormenta y el joven Nueva España.
Andrés logró llegar a Florida con otros tripulan- Lo cierto es que en 1606 ya se encuentra
tes en una balsa.3 Después de vivir asaltos de nuestro personaje trabajando en la que tal vez
fue su primera obra: la edificación para su orden
1 Hubo desde luego otros esfuerzos como el de Felix Prospe-
religiosa del convento del Santo Desierto en los
ri, “La Gran Defensa”, México, UNAM, posgrado de Arquitec-
tura (edición mimeográfica), 1988, facsimilar del publicado
bosques de Cuajimalpa. A partir esos años y por
en 1774 en la capital de la Nueva España o el manuscrito casi medio siglo se convirtió en autor de la mayo-
anónimo titulado “Arquitectura Mecánica de esta ciudad de
ría de los proyectos, así como de la construcción
México”, en Mardith K. Schuetz, Architectural practice in Me-
xico City. A manual for journeyman architects of Eighteen Cen-
tury,Translated with an Introduction and Annotation, by..., (prólogo de James Millar), Erly Florida Adventure History.
Tucson, University of Arizona Press, 1987. Empero el único The Fray Andres de San Miguel Account, Florida, University
documento, que cubre todos los requerimientos para ser of Florida Press, 2001.
considerado como Tratado a plenitud es el de fray Andrés. 4 Según el texto de presentación de los manuscritos de fray
2 Eduardo Báez Macías, Obras de fray Andrés de San Miguel, Andrés en la colección Benson de la Biblioteca de la Univer-
México, UNAM, 1979. sidad de Austin Texas, éste murió en Salvatierra en 1644, pe-
3 Esa odisea se transcribe en el trabajo de John H. Hann ro sin dar algún apoyo a ese dato cronológico.
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
total o parcial de más una decena de conventos un arquitecto con mucha experiencia, le fuera
para la orden del Carmelo en la Nueva España, encargada la realización de puentes en diferen-
entre 1606 y 1652. Al mismo tiempo, diseñó infi- tes sitios del territorio novohispano.
nidad de ingenios para sacar agua de las minas,
al igual que elaboró destacados dibujos de pers- El puente de Lerma y la solidez
pectiva, en especial arquitectónica. Asimismo, a constructiva
su talento se deben algunos de los diseños más
admirables de la carpintería mudéjar, de suerte En la relación de obras de fray Andrés de San
que la geometría de sus trazos de lazo para alfar- Miguel, contenida en los manuscritos de la citada
jes viene a ser más compleja y mejor resuelta, en Colección Benson de la Universidad de Texas, se
ocasiones, que la de su contemporáneo peninsu- consigna que entre 1629 y 1632 el carmelita “[…]
lar Diego López de Arenas, en su Tratado de Car- Built a bridge spanning the Lerma River on the
pintería de lo Blanco, publicado en Sevilla en 1633. road between Mexico City and Toluca”.6 Esos
No me extiendo más en la semblanza biográfica años constituyeron uno de los periodos más in-
del carmelita dado que en otros textos, sobre todo tensos en la actividad arquitectónica de nuestro
el mencionado de Báez Macías, se presenta una estudiado. En efecto, realizaba la edificación de
completa cronología de su vida y su obra arquitec- por lo menos tres conventos en otros tantos sitios
tónica. En cambio, su participación como arqui- del territorio virreinal, al tiempo que se encarga-
tecto diseñador y constructor de puentes, como ba de la construcción del puente. Este inmueble
apunté, es uno de los aspectos que prácticamente se hizo para librar el cruce del río Lerma, cuando
24 | casi nadie ha referido. dicho cauce apenas lleva recorridos unos cuantos
En esas primeras décadas del siglo XVII, cuan- kilómetros al norte de su nacimiento en Almolo-
do él estuvo más activo, era inexistente la profe- ya, hacia el sudeste del valle de Toluca. Levanta-
sión de ingeniero civil. Por consiguiente, los en- do precisamente en la salida poniente de la po-
cargados de proyectar y materializar los puentes, blación que lleva el mismo nombre del río, se
los caminos y las presas eran los arquitectos. In- construyó para servir al camino que salía de la
cluso las obras de construcción de presas y de ca- capital del virreinato para unirla con Toluca.
nales eran del dominio de estos profesionales. Que el diseño fue del religioso arquitecto, es-
Como correspondió al propio fraile arquitecto, tá plenamente documentado en el mencionado
quien por lo menos durante cinco años (entre material. Empero, cuando se advierte el ancho ac-
1631 y 1636) trabajó en las obras del desagüe de tual de la vía en el puente, no dejan de surgir du-
la cuenca de México. Más aún, a su talento e in- das respecto de si éste no habrá sufrido modifica-
genio se debe la formulación de una propuesta ciones al paso de los siglos. En efecto, tiene un
encaminada a buscar solución factible para re- ancho libre (entre pretil y pretil) de casi 6 m (7 va-
solver el problema de las inundaciones de la ca- ras castellanas), de suerte que alcanza a dar para do-
pital del virreinato.5 De ahí también que, siendo
tion, en la Universidad de Austin, Texas, Benson Collection,
5 “Memorias escritas por fray Andrés de San Miguel de 1631 Texas University, Austin con código JGI Desagüe II-10.
a 1636 relativas a las obras que se hacían en Huehuetoca y 6 “Andrés de San Miguel Manuscripts”, en la misma Benson
las que proponía para evitar las inundaciones de la ciudad de Collection con la clasificación: OCLC Record No. 31775792
México”, manuscrito en la Benson Latin American Collec- de hoja 103.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Figura 1. Vista superior del puente, que muestra el ancho de casi 6 m.
| 25
ble carril, permitiendo el paso simultáneo de dos Fabricado en piedra de cantera gris, se yergue
automóviles no muy anchos. Lo que induce a sobre el río, mostrando en ambos pretiles, exac-
pensar en su posible ampliación, dado que el tamente sobre el arco central, dos elevaciones no
tráfico de carretas entre la ciudad de México y mayores a dos metros, en las que hay una carte-
Toluca, en las primeras décadas del siglo XVII, la de piedra, cuyo texto esculpido ha sido borra-
difícilmente debió requerir esa anchura de vía. do. Tiene una longitud de 30 m (casi 38 varas cas-
Aunque lo cierto es que, por otra parte, el aca- tellanas) y está conformado por tres arcos
bado de la cantera es muy uniforme en ambas escarzanos. El central, con 10 m de claro es el
caras del puente, como en muchas otras obras más ancho, mientras que los de los extremos tienen
de fray Andrés; así como también las dovelas de 5.3 m de claro cada uno (véase la figura 2). Los dos
las bóvedas que forman los tres ojos de su arca- pilares intermedios, que sirven de soporte a los
da, son piezas que se muestran muy iguales arcos tienen un espesor ligeramente superior a
(véase la figura 1). De modo que, si fue amplia- 1.80 m (poco más de dos varas). La forma de los
do, debe admitirse que quienes lo ensancharon pilares es apuntada en ángulo en ambas caras,
hicieron un trabajo por demás cuidadoso. Lo para que actúen como parteaguas, incluso en el
cierto es que no hay indicio o testimonio docu- lado correspondiente al norte, que es río abajo.
mental que sustente dicha suposición, más allá Esto último, seguramente lo resolvió así el fraile
del indicado ancho del puente. por criterios de estética, buscando equilibrar el
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
Figura 2. Vista lateral desde el nordeste, que muestra los tres arcos. Los laterales casi están cubiertos totalmente por el nivel del agua.
26 |
diseño de ambos lados del puente. El ancho total estructura. Asimismo, no se apreciaron fracturas o
del puente, incluyendo el correspondiente a los algún desfase de las piezas de las bóvedas que
pretiles, alcanza poco menos de 7 m. pudieran sugerir fallas, así como tampoco se en-
Según un señalamiento contenido en un estu- cuentran grietas o fracturas en ninguna parte del
dio acerca de la construcción en el estado de Mé- puente. Más aún, la imagen que muestra en nues-
xico y publicado en 1991, el puente estaba “dete- tros días el puente, está muy lejos de la consi-
riorado con daño estructural”.7 Sin embargo, deración apuntada al inicio del párrafo. Desconoz-
quince años después, en 2005, se podía ver cómo co si fue sometido a alguna reparación en años
todo género de vehículos transitaban sin reserva recientes, pero todo indica que en la actualidad
alguna a través del mismo. Hasta pasaban sobre él está firme y funcionando a plenitud. Vale decir, en
camiones de carga pesados, incluso con doble ca- suma, que está en óptimas condiciones, salvo por
ja, sin que hubiera alguna señal o letrero indican- algo de vegetación pequeña que crece en los bor-
do restricciones o límite de peso para circular des de la vía del puente y en los muros laterales.
sobre él. Observando el paso de dichos vehículos
de gran peso, no se advertía tampoco alguna vibra- El puente de Guadalupe y el río Apatlaco
ción o indicio ostensible de afectación en su
El puente de Nuestra Señora de Guadalupe se
7Horacio Ramírez de Alba, La construcción en el Estado de
México, Toluca, Gobierno del Estado de México-Colegio
realizó en las estribaciones de la localidad de Jo-
Mexiquense, 1991, p. 156. jutla, en el hoy estado de Morelos. Se lo inaugu-
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ró el 16 de julio de 1616, fecha en que se conme- actividades productivas y comerciales de la ciu-
mora a la virgen del Carmen, a la sazón patrona dad y la región. En efecto, el inmueble en cuestión,
de la orden a la que perteneció nuestro arquitec- además de facilitar la comunicación entre la capi-
to. Esta población, situada al sudeste de esa enti- tal virreinal y el puerto de Acapulco, favoreció el
dad, era sitio de paso, en uno de los derroteros desplazamiento de arrieros y carretas, así como
que seguía el camino de la capital virreinal hacia de personas y mercancías en toda una extensa
el puerto de Acapulco. De los tres puentes que zona de actividades agropecuarias y agroindus-
aquí se examinan éste fue el primero que cons- triales. Con él se vieron beneficiadas decenas de
truyó fray Andrés, en una etapa cuando su tra- comunidades cañeras y arroceras, asentadas en la
yectoria arquitectónica ya era relativamente cuenca de los ríos Higuerón y Apatlaco, abarcan-
madura. El arquitecto inició la obra del puente do toda la región sureña del actual estado de Mo-
asentado en la entrada noroeste de Jojutla, cuan- relos. En particular, quienes obtuvieron mayores
do venía de haber “maestreado” los conventos ventajas de toda índole fueron precisamente las
carmelitas de San Sebastián, en la ciudad de Mé- haciendas, de donde se entiende que una de esas
xico, y el del Santo Desierto, en los montes de grandes unidades de producción agroindustrial, la
Cuajimalpa, a unas leguas de la capital virreinal. de Nuestra Señora de Guadalupe, hubiese sido
El puente de Guadalupe fue diseñado por fray patrocinadora de la edificación del puente.
Andrés de San Miguel para pasar sobre el río Apa- Empero, el puente original que realizó fray An-
tlaco, que corre al poniente de la mencionada loca- drés fue modificado siglo y medio más tarde, aun-
lidad. Ese río, por cuyo cauce corre agua durante que todavía dentro del periodo colonial. El docu-
todo el año, es uno de los tributarios del Amacuzac, mento manuscrito, elaborado por el propio fraile, | 27
principal eje fluvial de la entidad morelense. El en el que consigna la realización de aquel primer
proyecto para edificar el puente surgió durante la puente, no indica medidas ni señala cuantos arcos
visita de trabajo que el fraile hiciera a la región en tenía, ni mucho menos describe las características
1615. El lugar preciso donde el arquitecto decidió formales o estructurales. Por consiguiente, no se
construir dicho puente es un punto entre el pue- tienen elementos para conocer cómo fue ese pro-
blo de San Jerónimo Metl, cercano a los barrios de yecto, ni cómo quedó una vez materializado. Lo
Nexpa y Tetecalita y la hacienda donde se hospe- que sí se conoce es que la nueva versión del puen-
dó el fraile, conocida como de Nuestra Señora de te de Guadalupe se reinauguró el 12 de diciembre
Guadalupe, de donde derivó el nombre del puen- de 1771. La nueva obra tuvo que esperar algunas
te. Se lo fabricó precisamente en un sitio conocido semanas, después de que había sido concluida, pa-
como el vado de Atlacxotlitlán, muy próximo a ra que la fecha de su inauguración coincidiera con
punto desde donde se solía cruzar el Apatlaco aquella en que se celebra a la virgen de Guadalu-
vadeándolo. La construcción del puente facilitó, pe. Por cierto que esta segunda versión también
de manera notable, el desplazamiento por el anti- estuvo a cargo de otro religioso, el fraile Elías, y
guo Camino Real de Acapulco, que en esa zona era fue pagada por los propietarios de la mencionada
de lo más transitado. hacienda de Guadalupe.8
Lo que también resultó de la construcción del
puente de Jojutla, diseñado y construido por fray 8 Página Web del H. Ayuntamiento de Jojutla 2003-2006,
Andrés, fue una notable intensificación de las www.jojutla-morelos.gob.mx
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
28 |
Figura 3. Vista parcial del puente de Guadalupe en Jojutla, desde el lado noroeste.
Sólo que ese segundo puente no es el que está acceso a la ciudad de Jojutla, viniendo desde
en pie hoy en día, pues éste también fue recons- Cuernavaca, capital de la entidad, o bien desde la
truido y ampliado desde hace algunas décadas, a ciudad de México.
fin de ensancharlo para que abarcara cuatro ca-
rriles de circulación y camellón intermedio. El Salvatierra y el puente de Batanes
puente actual mide poco más de 50 m de largo
por 24 de ancho, ya que incluye andadores pea- Este vigoroso puente se encuentra emplazado ha-
tonales como de 2 m de ancho en ambos lados. cia el lindero sur de la población de Salvatierra,
Sin embargo, la construcción de este tercer puen- en la región sureña del actual estado de Guana-
te, realizado en el siglo XX, se realizó a la manera juato. Fue realizado entre 1649 y 1652,9 siendo
tradicional, acudiendo al sistema de arcos y pie- concluido muy poco antes de que fray Andrés de
dra pegada con mortero de cal. Es decir, el siste- San Miguel muriera, en esa población guanajua-
ma constructivo con el cual se erigió la mayoría tense. El arquitecto religioso llegó a Salvatierra
de los puentes, hasta las primeras décadas del si-
9 Gabriel Silva Mandujano, Salvatierra. Estudio histórico y ar-
glo recién concluido (véanse las figuras 3 y 4). tístico, Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Actualmente ese puente es la principal vía de Hidalgo, 2000, p. 113.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
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Figura 4. Vista desde el sudeste.
hacia mediados del decenio de los cuarenta del Situado también sobre el río Lerma, a su paso
siglo XVII, para hacerse cargo de la edificación del por el sur del Bajío y a muchas decenas de kiló-
convento carmelita de dicha ciudad, que se metros de recorrido fluvial respecto del primer
empezó a erigir poco después de que se hiciera la puente abordado aquí, este puente es el de
fundación formal de aquella localidad. La comu- mayor longitud de los tres que nos ocupan y que
nicación con la capital del virreinato y otras fueron construidos por el arquitecto carmelita.
poblaciones al sur de Salvatierra se dificultaba, Su largo total es de aproximadamente 180 m
sobre todo en la temporada de lluvias, por lo que (casi 217 varas castellanas), mientras que su
el cabildo de la ciudad solicitó a nuestro arqui- ancho de vía es de 4.10 m (poco más de 5 varas)
tecto que diseñara y dirigiera la construcción de y su ancho total, incluyendo los dos pretiles, es
un puente. Éste se decidió por realizarlo en la de 4.80 m (casi 6 varas) (véase la figura 5). Lo
zona donde estaban unos batanes, en los que se conforman 14 arcadas, con medidas ligeramente
aprovechaba la energía hidráulica para activar variadas. El claro de los arcos mayores alcanza
obrajes manufactureros. Precisamente de ahí es poco más de 6 m y la altura máxima de los pila-
de donde provino el nombre que se dio al puen- res centrales se yergue por encima de los 11 m
te, y que conserva hasta nuestros días. (véase la figura 6). Su construcción es de piedra
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
Figura 5. Vista superior del puente de Batanes, Salvatierra, Guanajuato.
30 |
Figura 6. Vista de dos de los arcos centrales del puente de Batanes.
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yendo pesados camiones de carga. La única limi-
tación la impone el ancho del puente, que no per-
mite el holgado de dos vehículos a la vez, sobre
todo si se trata de camiones o autobuses. Por tan-
to, hay semáforos en cada extremo del puente, a
fin de regular el paso de manera ordenada.
El aprecio que la población local tiene y ha teni-
do hacia su puente se manifiesta en el hecho
de que el escudo de la ciudad contiene la imagen de
esa estructura (véase la figura 7). Además, para evi-
denciar más aún el reconocimiento local al arqui-
tecto, la calle donde se encuentra el puente se lla-
ma, precisamente: Fray Andrés de San Miguel.
Pero más allá de la percepción de los lugareños, lo
cierto es que este puente se convirtió, a mediados
Figura 7. Escudo de la ciudad de Salvatierra con el
puente de Batanes en el ángulo inferior izquierdo. del siglo XVII, en un eslabón fundamental para
favorecer las comunicaciones terrestres, a fin de
mamposteada con mortero de cal, y parte de sus unir a una vasta región de la geografía novohispa-
cimientos descansan sobre el lecho rocoso del na. Gracias a esa obra se agilizó el tránsito hacia el
río. No tiene recubrimiento, salvo en el intradós occidente , el centro y el noroeste del territorio
de algunas de las bóvedas de cañón corrido que virreinal, pues el cruce del río en temporada de llu- | 31
forman la arcada, a las que parcialmente se les vias podía demorar allí varias semanas.
aplicó un aplanado con mortero de cal y arena.
Es necesario mencionar que se trata de un puen- El reto técnico de la construcción
te de “cal y canto”.10 de puentes y fray Andrés
La mampostería de pilares y bóvedas muestra
cierto desgaste, sobre todo en el mortero que Una ineludible consideración que es necesario
amalgama las piedras. Esto no es una seria ame- plantear en estas páginas se refiere a las dificulta-
naza para la estabilidad y permanencia del puen- des técnicas que siempre ha implicado la cons-
te, y más bien se torna en testimonio del paso del trucción de un puente. En el mundo de la Nueva
tiempo en dicha construcción. Producida sobre España, hacia la primera mitad del siglo XVII, las
todo por la intemperie, esta imagen de muros y técnicas conocidas para la construcción de puen-
arcadas ligeramente carcomidas sólo le restan al tes eran las de origen milenario, practicadas por lo
puente un poco de su imagen, al perder su textu- menos desde la antigüedad clásica. Los arquitec-
ra uniforme. Aun así, el puente muestra estar en tos romanos fueron quienes las llevaron hasta sus
muy sólidas condiciones. Sobre él circula, sin res- máximas posibilidades de diseño y construcción;
tricciones, todo género de tráfico vehicular, inclu- de modo que no se habían logrado grandes cam-
bios desde los tiempos de la Roma imperial. Su sis-
10 Ismael Bengoechea, El gaditano Fray Andrés de San Mi-
guel. Arquitecto de la Nueva España, Cádiz, Real Academia
tema constructivo era primordialmente resuelto a
Hispanoamericana, 1992, p. 42. partir de arcos de diversa índole, para formar
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
bóvedas de cañón corrido, sobre las que había de
descansar la vía del puente. Las bóvedas quedan
desplegadas perpendiculares al eje longitudinal
del puente, y están apoyadas sobre pilares. Éstos,
por su parte, están soportados en cimentaciones
de naturaleza variada, pero que siempre se “an-
cla”, encajándose por debajo del lecho del río.
La cimentación era el principal problema a re-
solver para la construcción de un puente. En par-
ticular, cuando se trata de ríos con afluencia
durante todo el año, como es el caso del Lerma y
el Apatlaco, sobre los que construyera nuestro
arquitecto los puentes que aquí hemos visitado.
Lo cierto es que el “gasto” de agua acarreada por
los ríos mexicanos, en general, se reduce sensi-
blemente durante el estiaje, hasta casi llegar a
perder por completo su acarreo del líquido. Pero
ése no es el caso de los que aquí nos ocupa. Así,
el arquitecto se vio precisado a cimentar cuando
menos un par de pilares en el puente de Salvatie-
32 | rra, mismos que descansan clavados por debajo
del fondo del río, donde su cauce es constante Figura 8. Dibujo de bomba hidráulica diseñada por fray Andrés de San
Miguel.
durante todo el año.
La solución constructiva, que tal vez usó el car-
melita en el río Apatlaco (puente de Jojutla) y Otra posibilidad de mayor elaboración técni-
quizá también en el puente de Lerma, consiste en ca es probable que haya sido la utilizada en la
producir un bordo de desvío provisional del cau- cimentación de, por lo menos, uno o dos de los
ce. Dicho desvío se logra con bordos de material pilares del puente de Batanes. Consiste en for-
pétreo y tierra, permitiendo que se pueda trabajar mar un encofrado de tablas, sujetas con troncos
en seco dentro del área de trabajo donde realizará o vigas clavadas en el lecho del río, con forma
el cimiento. Tal procedimiento, sin embargo, sólo apuntada (a “dos aguas”), en la parte que reci-
se puede aplicar cuando la fuerza del caudal no es bía el empuje de la corriente. Luego, con una
muy intensa, por lo que, como bien debe haber bomba como las que diseñara el propio fraile,
sabido el fraile constructor, un experto en cues- para sacar agua de las minas (véase la figura 8),
tiones hidráulicas, era recomendable ejecutarla se vaciaba el interior del encofrado, embetu-
durante la temporada de secas. Una vez desviada nando las juntas de las tablas para impedir que
la corriente, así fuera unos cuantos metros, era se filtrara el agua. Una vez vaciada ésta del inte-
posible proceder a la excavación para hacer el rior del cajón de madera, era posible trabajar
cimiento, mismo que debía fabricarse con blo- “en seco”, con mayor facilidad, en la cimenta-
ques de piedra, con un peso mínimo de 150 kg. ción.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Los bloques de los cimientos iban apareja- Los puentes del arquitecto carmelita
dos con precisión estereotómica para darles y su valor actual
mayor afianzamiento entre sí. El calado o pro-
fundidad del cimiento era variable, dependien- Los tres puentes referidos en estas páginas, igual
do de la intensidad y velocidad de la corriente que los erigidos con arcos mamposteados u otros
en los meses de verano, cuando es mayor la sistemas constructivos tradicionales en general,
descarga pluvial. Empero, la profundidad de encierran múltiples valores. Un puente, como la
los cimientos en los puentes que aquí estamos mayoría de los objetos inmuebles, tiene —en gran
analizando, no puede ser menor a 3.5 varas, es medida— valor por la función o servicio que pres-
decir, casi 3 m. De no haber sido resueltos con ta. El sentido de utilidad no se riñe, sin embargo,
esa especificación, no habrían resistido el con otros valores (como el estético) y, por supues-
empuje de la creciente en los ríos donde se los to, también su eventual valor de cambio. A ellos
trabajó. Lamentablemente los documentos se añaden su valor simbólico y con frecuencia
manuscritos de fray Andrés no explican el pro- también su valor histórico. Estos últimos atienden
cedimiento seguido en la ejecución de las a la apreciación sociocultural que encierran para
cimentaciones en sus puentes. Pero lo que sí es las colectividades que los usan o contemplan. El
evidente es que en varios de los pilares del de problema es que, tratándose de puentes, sobre
Batanes se pudo prescindir de la elaboración todo de los realizados durante el periodo virreinal,
de cimientos, dado que hay varios macizos éstos son ignorados, a pesar de que sobre muchos
rocosos en partes de ese tramo del río, los que de ellos se circule cotidianamente.
permitieron desplantar los soportes verticales, En cierta medida, lo señalado responde a que | 33
apoyándolos directamente en esos mantos de por sus características arquitectónicas no se los
roca sólida. puede apreciar, salvo en mínima forma cuando
El material usado en lo fundamental es piedra, uno transita a través de ellos. Para visualizarlos
bien sea en forma de bloques, aparejándola sin hay que verlos desde abajo, y mejor aún desde
cementante alguno, bien sea en pedruscos, mam- cierta distancia, desde alguna de las riveras de los
posteados con mortero de cal. La elaboración de cauces sobre los que fueron construidos. En cam-
las dovelas para las bóvedas por lo regular se rea- bio, los puentes contemporáneos, sobre todo los
lizó en los tres casos con bloque de piedra, a fin que penden de cables de acero, muestran una
de acuñar las piezas, haciéndolas trabajar con buena parte de su estructura y fisonomía cuando
empujes entre sí salvo en algunos arcos del puen- uno los cruza. Al cruzar los puentes que nos ocu-
te de Batanes, que se abovedaron con el sistema pan, en cambio, éstos sólo ofrecen a la vista del
de piedras pegadas con mortero de cal. También usuario el pretil y, en ocasiones, algún elemento
se usan los bloques para las esquinas y todo géne- ornamental como pináculos o florones en los
ro de ángulos, en particular en las soluciones en arranques de los pretiles.
forma de punta, propias de los pilares hacia el En concordancia con lo anterior, un primer
lado en que reciben el empuje de la corriente de paso para comenzar a valorarlos es dar a conocer
agua. En la vía sobre el puente se acostumbraba su existencia. Y ésta adquiere mayor relevancia
poner un empedrado, mismo que ahora ha que- cuando nos percatamos de que se trata, como en
dado debajo del asfalto en los tres puentes. los casos que aquí nos ocupan, de estructuras de
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
varios siglos de antigüedad, realizadas con proce- tir sólidos puntales de esa expresión social. Por
dimientos constructivos tradicionales, cuyos orí- lo menos desde el ángulo de la cultura técnica
genes son incluso milenarios. Sin embargo, el que de la que hacen gala, es posible apreciar su tras-
se construyeran hace cientos de años no impide cendencia como espacios edificados con singlar
que algunos de ellos se mantengan aún en servi- inversión de talento, pero, sobre todo, de cono-
cio, aportando beneficios a las comunicaciones cimientos técnicos y el considerable nivel de
terrestres de la actualidad. Pero también su apre- calificación profesional requeridos para su reali-
cio deviene más vigoroso al reparar en la calidad zación. Asimismo, también forman parte de una
de diseño y materialización con los que se los cultura plástica de incuestionable valor estético.
resolviera siglos atrás. Por último, es necesario referir el aceptable
Otro asunto interesante a destacar es que la estado de conservación que guardan los tres puen-
mayoría de los puentes del virreinato todavía en tes, dos de los cuales, como se ha visto, no parecen
uso son vistos, en el mejor de los casos, como haber sufrido modificaciones importantes en más
meros objetos utilitarios, sin el menor reconoci- de 350 años. Por supuesto que se les ha dado man-
miento a su posible valor patrimonial. Esta tenimiento a lo largo de sus varios cientos de años
pobre o nula valoración como monumentos res- de existencia. También, aunque no esté documen-
ponde a diversos motivos, incluyendo el señala- tado, es de esperarse que se les hayan hecho repa-
do escaso conocimiento que hay en México acer- raciones en diferentes momentos de su larga exis-
ca del origen de los mismos. Pero, además, a este tencia, pero —en lo fundamental— aún conservan
factor se añade la consideración que un buen sus características dominantes. La única diferen-
34 | número de ellos son inmuebles que forman par- cia es que ahora los cubre una carpeta asfáltica,
te de la infraestructura en las comunicaciones que se ha aplicado sobre el empedrado original,
terrestres, de donde se suele derivar que no pue- del mismo modo en que es otro el peso de los
den ser estimados desde otras perspectivas de vehículos que actualmente cruzan sobre ellos,
valoración diferentes a su sentido utilitario. Y en mismo que llega a ser, con frecuencia, superior a
un más grave sentido de depreciación valorativa, las 30 toneladas. El que sigan en pie y resistiendo
se encuentran los otros que han quedado olvida- el paso diario de miles de automóviles, autobuses
dos, al margen de las actuales rutas de caminos. o camiones de gran peso, habla de la calidad de
Así, van permaneciendo relegados fuera de las diseño que desplegara su autor. Asimismo, nos
vías de comunicación terrestre, por rectificacio- remite a la eficiente capacidad de constructor que
nes en carreteras o construcción de nuevas vías, caracterizó al arquitecto carmelita.
distantes de esos puentes que formaban los esla-
bones clave en los caminos reales de otro tiem- Conclusiones
po. En consecuencia, son destruidos por falta de
mantenimiento, y hasta con frecuencia han sido Un arquitecto tan experimentado y de sólidas
destruidos para aprovechar su material en obras luces intelectuales como fray Andrés de San Mi-
cercanas a los mismos. guel, contaba con los conocimientos y las habili-
Empero, si a puentes como los que se mos- dades requeridas para “maestrear” puentes como
traron aquí se los contempla desde una óptica de los tres que aquí se examinaron. Es así que, con-
la cultura, en ellos se pueden fácilmente adver- templado su trabajo como diseñador y construc-
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
tor de puentes, frente a los de otros autores ción y reconocimiento por su presencia plástica,
novohispanos de esos objetos y aquel tiempo, a pesar de que es raro el usuario de los mismos
destacan con mucho los del fraile arquitecto, y que se detiene a visualizarlos. Aparte de que
sobresalen tanto por sus dimensiones como por cada vez más van quedando envueltos por la
las dificultades técnicas que tuvo que resolver expansión de los edificios que se construyen en
para poder materializarlos. Es posible decir, sin sus cercanías, y de que con frecuencia están
riesgo de equivocación, que su arquitectura de convertidos en verdaderos muladares.
puentes es en verdad de muy buena factura y no Por último, es necesario destacar la importan-
tuvo equivalente. cia de atender al estudio de otros géneros arqui-
En concordancia con lo anterior, es posible tectónicos, hacia los que no suele voltear mucho
señalar que la mejor prueba de la calidad de di- su mirada el análisis histórico. Ciertamente, como
seño y de construcción en los puentes del reli- en el caso de los puentes, se trata de inmuebles
gioso arquitecto están avaladas en el propio ser- menos deslumbrantes que los propios del género
vicio que aún prestan hoy en día. Más aún, religioso, o de la arquitectura palaciega o residen-
cuando se tiene en consideración que los actua- cial. Empero, a pesar de su lustre menos abun-
les vehículos que circulan sobre ellos pesan dante, también en dichos otros géneros arquitec-
muchas veces más que los de mayor capacidad tónicos se deja sentir la inteligencia, el talento y
de carga del tiempo en que se construyeron los la sensibilidad de los arquitectos virreinales.
puentes. Pero también si se quisiera enfocar su Después de todo, como en el caso del fraile arqui-
valoración desde una perspectiva estética, los tecto del que se ocuparon estas páginas, los puen-
puentes de nuestro arquitecto quedan bien situa- tes fueron producto de los mismos diseñadores de | 35
dos, pues ofrecen una muy buena calidad de los templos y de muchos otros objetos arquitectó-
imagen; por ende, aún son motivo de aprecia- nicos que tanto seguimos admirando.
LA ARQUITECTURA DE PUENTES DE FRAY ANDRÉS DE SAN MIGUEL
MÓNICA LUGO RAMÍREZ*
Los lebrillos o páteras
de “El Pradito”, ciudad de México
C
omo parte de los resultados obtenidos tras un estudio arqueológico de
factibilidad1 realizado en la calle de Pedro Moreno número 75, colonia
Guerrero, es que se recuperaron 50 vasijas completas y fragmentos
importantes de algunas otras del tipo colonial alisado con sello, deno-
minadas lebrillos o páteras. Fueron desechadas en un paraje conocido
durante la época virreinal como “El Pradito”, aledaño a la antigua capilla del Espíritu
36 | Santo, en el barrio prehispánico de Analpan, de la parcialidad de Cuepopan o Santa
María Cuepopan; para la época novohispana
[…] el barrio estaba a la orilla de la Laguna y limita al Norte, más o menos por la calle de
Moctezuma; al Oriente, por la calle de Lerdo, al Sur, por la calle de Pedro Moreno y al Po-
niente por la calle de Zarco. Dentro de este barrio de Analpan, según el plano de Alzate que-
daba comprendida la Capilla del Espíritu Santo del Pradito. Se le menciona en 1607, A.T.
183-4; y en 1694 A.T. 157-7, en donde se dice que Cuautepec, quedaba al norte de Analpa;
quizá una tierra semi-sumergida en la Laguna.2
Cuepopan era una de las cuatro campas o parcialidades en que se dividía Tenochti-
tlan; cada barrio o calpulli tenía sus caudillos, siendo el sacerdote Tenoch y el guerre-
ro Mezitzin quienes estaban a la cabeza de Cuepopan.3 Esta parcialidad se ubicaba al
* Dirección de Salvamento Arqueológico, INAH.
1 Se trata de excavaciones arqueológicas realizadas por la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para determinar y prevenir la probable afectación al
patrimonio arqueológico con motivo de modificaciones urbanísticas continuas en la ciudad de México,
planteadas por particulares o bien por disposiciones gubernamentales.
2 Alfonso Caso, Los Barrios Antiguos de Tenochtitlan y Tlaltelolco, Memorias de la Academia Mexicana de la
Historia, 1956, t. XV, p. 30. Este autor cita como A.T. a los documentos procedentes del Archivo General
de la Nación (AGN), del ramo Tierras, vol. 183, exp. 4, y vol. 157, exp. 7.
3 Andrés Henestrosa, “La gran Tenochtitlan”, en Crónicas de la Ciudad de México, México, Consejo de la
Crónica de la Ciudad de México, 1999, 2a. época, núm. 14, julio-septiembre, p. 21.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
norponiente del antiguo islote y se dividía en ba-
rrios o calpullis, que estaban poblados original-
mente por familias endogámicas con la misma
ocupación. Con el tiempo la convivencia se efec-
tuaría con personas de diferentes oficios. La ac-
tual iglesia de Santa María la Redonda sustituyó
al templo o teocalli y a la plaza que concentraba
el culto de las familias del mencionado campa.4
Figura 1. Detalle del “Plano General de la
[fray Agustín de] Vetancurt al referirse a la parciali- Ciudad de México”, 1858.
dad de Cuepopan, dice que también se llamaba
Tlaquechiuhcan, porque era el “lugar donde se
hacen esteras para dormir”. […] solo […] pocos nom-
bres arrojan cierta luz para la localización de activi-
dades en Tenochtitlan […] Cuepopan, por su ubica-
ción, es vinculada a la zona de Popotla y Tacuba,
aunque casi carecemos de datos respecto a sus acti-
vidades.5
De la época virreinal son muy someros los da-
tos históricos acerca de este lugar; en general, se
restringen a lo poco que podemos inferir de los
planos de la antigua ciudad colonial y a breves | 37
comentarios en crónicas de la época independien-
te que se refieren sobre todo a lugares aledaños, Figura 2. Detalle del “Plano de la Ciudad de
México”, 1879.
como el Panteón de Santa Paula y el Camposanto
de San Andrés, ubicados al norte de Santa María la
Redonda. Respecto a este templo, José María
Marroquí comenta: “Hubo en esta parroquia va- La destrucción de la capilla del Espíritu Santo
rias cofradías y en el barrio las capillas del Espíritu del Pradito debió realizarse entre 1858 y 1879,
Santo, de Analpan, de Santa Clara Teocaltitlán, de porque en el “Plano General de la Ciudad de Mé-
San Diego Atrampa y la del Copolco de Santiago”.6 xico año de 1858” (véase la figura 1) aún está re-
En los planos históricos esta zona está repre- presentada esta edificación. En el “Plano de la
sentada sólo por unas cuantas casitas porque eran Ciudad de México. Anuario Universal, noviembre
terrenos pantanosos y en proceso de desecación, de 1879”, preparado por Agustín Arellano7 (véase
por lo que continuamente debió ser afectada por la figura 2) ya aparecen los terrenos de esta zona
inundaciones que no propiciaban su poblamiento. fraccionados formando las manzanas casi como
las conocemos actualmente: manzana 76.
4 Sonia Lombardo, Desarrollo urbano de México Tenochtitlán,
según las fuentes históricas, México, INAH, Departamento de La información que es posible proporcionar
Investigaciones Históricas, 1973, pp. 136-137. acerca de este lugar a raíz del análisis, es que fue
5 Ibidem, p. 169.
6 José María Marroquí, La Ciudad de México, México, Jesús 7Sonia Lombardo, Atlas Histórico de la Ciudad de México,
Medina Editor, 1969, t. III, p. 115. México, INAH, 1996, t. I, láminas 160 y 170.
LOS LEBRILLOS O PÁTERAS DE “EL PRADITO”, CIUDAD DE MÉXICO
utilizado como basurero por lo menos durante loza se ubica desde mediados del siglo XVII hasta
dos temporadas cortas (la primera durante el mediados del XVIII, aunque hay investigadores
virreinato y la segunda durante la época indepen- que la datan desde principios del siglo XVI,14 o
diente);8 de la primera época se recuperaron las bien, para casos muy particulares, específica-
vasijas que conocemos como lebrillos o páteras. mente desde 1621 hasta 1820.15
Se han realizado algunos trabajos referentes a
Los lebrillos o páteras estas vasijas, como el estudio de Reina Cedillo
Vargas et al. Se considera, en primer lugar, la
Son vasijas que se encuentran con mucha fre- diferenciación que establecen en cuanto al con-
cuencia en contextos de hospitales e instituciones cepto de lebrillo y pátera:
religiosas,9 así como en cimientos de edificacio-
nes virreinales10 (véase la figura 3) o arrojadas en El lebrillo en México está clasificado como tipo
lo que fueron canales o acequias.11 Dichos reci- Alisado con Sello, cuando en realidad el lebrillo
era un recipiente de barro vidriado en el interior,
pientes son catalogados tipológicamente como lo-
de boca más ancha que el fondo, de paredes altas,
za alisada y fueron elaborados en torno y mol- rectas, divergentes, que se usaba principalmente
des.12 Presentan un engobe anaranjado o bayo, en para lavar ropa, loza, o los pies, y contener líqui-
la mayoría de las ocasiones están decorados con dos. Por tanto sus dimensiones eran mucho mayo-
un sello en el fondo.13 Cronológicamente dicha res que las de la pátera o plato virreinal que con
tanta frecuencia se encuentra en las excavaciones
arqueológicas.16
8 Mónica Lugo Ramírez, “Una secuencia cultural para El
38 | Pradito”, en Boletín de la Dirección de Salvamento Arqueológi-
co, núm. 6, México, INAH, 2005. Por otro lado, González Martí dice acerca del
9 Francisco González Rul, La cerámica de Tlatelolco, México,
INAH/SEP (Científica, 172), 1988 p. 401. lebrillo: “Librell (Lebrillo). De la lectura de va-
10 Eduardo Noguera, “Estudio de la cerámica encontrada en
rios documentos de la época obtenemos las de-
el sitio donde estaba el Templo Mayor de México”, en Anales
del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, Mé-
nominaciones siguientes: libréis pera pastar, pe-
xico, Talleres Gráficos de la Nación, 1934, 5a. época, t. I, pp. ra ensabonar, pera lavar carn o per escurar, y
267-281. llibrellets chiquets per escurar.”17
11 Elsa Hernández Pons, M. I. Uribe Moreno y M. Robles
Luengas, “Catálogo de lebrillos coloniales de la excavación También en esta obra se explica que la palabra
en la Acequia Real, Ciudad de México”, en Ensayos de alfa- latina patera, “significa cosa redonda y ancha, co-
rería prehispánica e histórica de Mesoamérica, México, UNAM-
IIA, 1988, p. 441; Mónica Lugo Ramírez, “Informe Técnico
Estudio Arqueológico de Factibilidad en Pedro Moreno 75, xico y el área metropolitana”, en Ensayos de alfarería prehis-
Col. Guerrero, Denuncia 155-03”, mecanoescrito en Archivo pánica e histórica de Mesoamérica, op. cit., p. 401; Francisco
Técnico de la DSA-INAH, 2004. González Rul, La cerámica de Tlatelolco, op. cit., p. 105; Patri-
12 Reina Cedillo Vargas, Octavio Corona Paredes, Antonio cia Fournier García, Evidencias arqueológicas de la importa-
Gudiño Garfias, María Pérez Santillán y Carlos Salas ción de cerámica en México, con base en los materiales del ex
Contreras, “Presencia de la cerámica Pátera o plato virrei- convento de San Jerónimo, México, INAH, 1990, Serie Arqueo-
nal, a través de algunas excavaciones en el centro de la logía (Científica, 213), p. 242.
Ciudad de México”, en De Fragmentos y de Tiempos. 14 Francisco González Rul, La cerámica de Tlatelolco, op. cit.,
Arqueología de Salvamento en la Ciudad de México, México, p. 103.
INAH-Subdirección de Salvamento Arqueológico, 1994, p. 76. 15 Thomas Charlton, citado en Patricia Fournier García, op.
13 Eduardo Noguera, op. cit.; Gonzalo López Cervantes, Ce- cit., p 242.
rámica colonial en la ciudad de México, México, INAH (Cientí- 16 Reina Cedillo et al., op. cit., pp. 72-76.
fica, 38), 1976 p. 32; Francisco González Rul, “La cerámica 17 Manuel González Martí, Cerámica del Levante español, si-
postclásica y colonial en algunos lugares de la ciudad de Mé- glos medievales, Loza, Barcelona, España, Labor, 1994, p. 257.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
| 39
Figura 3. Páteras de “El Pradito”.
mo los platos o Patinera de la palabra Patina, que Las páteras selladas
igualmente significa plato, en razón de la obra de
barro que siempre se ha labrado en Paterna con Para dar a conocer los sellos elaborados en el
mucha curiosidad”.18 Pero los ejemplos de esta “Ce- fondo del plato virreinal de “El Pradito”, y con la
rámica de Paterna” son vasijas de diversas formas ayuda de los trabajos realizados acerca del tema,
y todas están pintadas y barnizadas y “Ninguna de es que nos referimos a ellos formulando hipóte-
las cerámicas pintadas y barnizadas presenta sellos sis que nos asistan para inferir su posible utili-
o marcas incisas”.19 Sin embargo, hay un grupo de dad e iconografía.
tiestos sellados y sin barniz (de origen persa, árabe Los sellos de las páteras recuperadas en la
y egipcio), que aparecen siempre en vasijas de uso ciudad de México, y en algunas otras ciudades
secundario.20 Por lo anterior, nos referiremos a es- coloniales, representan monogramas, elementos
tas vasijas como pátera o plato virreinal. zoomorfos, fitomorfos, geométricos o arquitectó-
nicos.21 En el caso de “El Pradito”, 34 de las vasi-
21 Eduardo Noguera, op. cit.; Gonzalo López Cervantes, op.
18 Ibidem, p. 115. cit., p. 32; Francisco González Rul, La cerámica de Tlatelolco,
19 Ibidem, p. 132. op. cit., p. 101; Elsa Hernández Pons et al., op. cit., pp. 449-
20 Ibidem, pp. 113, 123 y 125. 453; Daniel Juárez Cossío, El convento de San Jerónimo. Un
LOS LEBRILLOS O PÁTERAS DE “EL PRADITO”, CIUDAD DE MÉXICO
están relacionados con las bendiciones que daban
jas referidas presentaron sello en el fondo, las ca-
a los animales del 17 de enero al 28 de febrero, tra-
torce restantes o no lo presentan o se encuentra dición vigente en esa época, […]24
erosionado. Treinta de los sellos se refieren a la
letra “A” con algunas variantes, como la aparente Por nuestra parte proponemos, respecto a las
asociación y/o traslape con las letras “C”, “V” y páteras selladas de “El Pradito”, una relación con
“N” (véase la figura 4b), así como la asociación San Antonio de Padua (véase la figura 6), porque
de pequeñas flores y ganchos en forma de “S”. consideramos que para las fechas que hemos cita-
Tres se refieren a una “U” con ganchos o arcos en do en los párrafos precedentes respecto a la cro-
los extremos y una especie de “I” precedida de nología de dichas vasijas, prácticamente se enten-
un pequeño círculo o aro al interior de la “U”. dería que fueron elaboradas desde antes de la
Respecto al significado de estas representa- llegada de los canónicos regulares de San Agustín
ciones han surgido también algunas propuestas del Instituto de San Antonio Abad, en 1628. Sin
interesantes; por ejemplo, para Noguera22 “son embargo, si nos basamos en los datos específicos
marcas de conventos de las diversas órdenes de de Charlton,25 este margen cronológico se reduce
frailes que llegaron a México durante los prime- a la época virreinal; además, este autor afirma
ros años después de la Conquista”. Pero, además, que esta vasija se empezó a fabricar siete años an-
sugiere una relación entre las marcas de fuego tes de la llegada de la orden de los canónicos regu-
de las antiguas bibliotecas de México y el sello lares.26 Por tanto, es de suponerse que cualquiera
“A” de las páteras por él recuperadas. Por su par- otra orden religiosa anterior pudo haber fabricado
te, Cedillo et al.23 han identificado una variante este tipo de cerámica y sus sellos; no necesaria-
40 | del monograma “A” como “CANIS” y su posible mente fueron los antoninos, aunque no por ello
asociación con la orden de los dominicos, cono- tendrían que ser ajenos a la manufactura de las
cidos como “los perros de Dios”. páteras de fechas posteriores.
Por otro lado, Francisco Ortuño y María de la En este trabajo se pretende relacionar los
Luz Moreno han identificado sellos de las páteras con las órdenes mendican-
tes de los inicios de la época virreinal, buscando
[…] una letra parecida a la tao griega, con la cual además similitudes y diferencias entre las páte-
se identificaba a la orden de los antoninos que usa- ras del “El Pradito” y las analizadas por los inves-
ban un hábito de paño azul con escapulario y capa
tigadores ya citados. Se ha encontrado en las
del mismo color. Sobre ésta tenían bordada la letra
griega Tao. Los diseños zoomorfos posiblemente
páteras elementos comunes, como son los geo-
métricos que interpretamos como ganchos y/o
ejemplo de arqueología histórica, Mexico, INAH, 1989, Serie
arcos, aros y/o círculos; los monogramas que
Arqueología (Científica, 178), p. 182; Patricia Fournier, op. interpretamos como la letra “A” con y sin entre-
cit., p. 243; Francisco Ortuño Cos y María de la Luz Moreno
laces, con lo que parecen ser las letras “C”, “V” y
Cabrera, “Las investigaciones arqueológicas en el Proyecto
Metro Línea 9”, en Enfoques, investigaciones y obras, México, “N”, y elementos fitomorfos que se interpretan
INAH-Subdirección de Salvamento Arqueológico, 1993, pp.
120-121; Reina Cedillo et al., op. cit., pp. 72-77; Mónica Lugo 24 Francisco Ortuño Cos y María de la Luz Moreno Cabrera,
Ramírez, “Informe Técnico del Estudio Arqueológico de op. cit., pp. 120-121.
Factibilidad en Mesones 138, Denuncia 43-03”, mecanoes- 25 Thomas Charlton, citado en Patricia Fournier García, op.
crito en Archivo Técnico de la DSA-INAH, 2004. cit., p 242.
22 Eduardo Noguera, op. cit., p. 278. 26 Josefina Muriel, Hospitales de la Nueva España, México,
23 Reina Cedillo et al., op. cit., p. 78. Jus, 1960, p. 13.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
b) a) a) b)
b) b) b)
b) b) b) b)
| 41
Figura 4. Sellos de páteras. a) Sellos de la acequia de La Merced. b) Sellos de “El Pradito”.
como flores. Por otro lado, en “El Pradito” no se cedentes del latín, y su función es la de un medio
observan —como sí ocurre en otros casos— dise- de enlace sintáctico complementando además al
ños zoomorfos y arquitectónicos. verbo;27 esto es importante mencionarlo porque
Como la variante más común de los sellos de en un sentido religioso cristiano “El Verbo” es la se-
las páteras es la que denominamos letra “A” nos di- gunda persona de la Santísima Trinidad (es decir
mos a la tarea de investigar cuál pudo haber sido la Dios Hijo), y en este mismo contexto son los san-
relevancia de la misma como para ser tan frecuen- tos quienes interceden ante Dios y sus fieles, es
te su aparición. Primero intentamos establecer su decir, enlazan a los hombres cristianos con Dios.
importancia gramatical en el idioma español, así
como en el latín: la letra “A” es la que encabeza el 27 Lexipedia Británica, Encyclopaedia Británica Publihers,
abecedario y las vocales de todos los alfabetos pro- Inc., t. 4, Multigramática, 2000.
LOS LEBRILLOS O PÁTERAS DE “EL PRADITO”, CIUDAD DE MÉXICO
Cuadro 1. San Antonio de Paduaa
Símbolos Eventos o acciones asociadas Patronazgo
Flora Fauna Elementos
Árbol Aves Casa quemándose Aparcion del Niño Jesús Albañiles
Azucena Burro Corazón Fuego bajo los pies de una persona Alfareros
Guía vegetal Caballos Corazón en urna Lengua incorruptible Almas del Purgatorio
—florecida Mula Corazón inflamado Mula arrodillada frente a una Arrieros
Lirio blanco Peces Crucifijo —hostia Comerciantes de fresas
Crucifijo florecido Niño Jesús en sus brazos Cubridores de tejados
Cruz con guía vegetal Niño Jesús en una mandorla Fabricantes de loza
—florecida Niño Jesús sentado en un libro Jóvenes casaderas
Flamas Peces y aves escuchando sermón Marineros
Fuego bajo los pies de Virgen María entregándole al Muleros
—una persona —Niño Jesús Pobres
Libros
aOrden de los franciscanos; canonizado en 1232; intermediario para curar la epizootia, el hambre y la esterilidad conyugal; fiesta:
14 de junio.
Cuadro 2. San Agustín de Hiponaa
Símbolos Eventos o acciones asociadas Patronazgo
Flora Fauna Elementos
42 |
Ninguna Paloma Concha Concha en las manos de un niño que juega a la Curtidores
Corazón flechado —orilla del mar Impresores
Corazón inflamado Herejes a sus pies Teólogos
Corazón herido Meditando bajo la higuera recibiendo un libro
—por tres flechas —de un ángel
Flecha inflamada
Maqueta de templo
Paloma inspiradora
Pluma de ave para
—escribir
a Orden de los agustinos (430 d.C.); se le invoca para contrarrestar a la langosta; fiesta: 28 de agosto.
Ante esta extraña coincidencia entre la fun- análisis estadístico entre todas y cada una de las
ción de este monograma y las concepciones reli- características de ellos, sobresalieron los que se
giosas cristianas, se buscaron los nombres de presentan en los cuadros 1 a 3.
cuántos santos y órdenes religiosas pudieran co- Como se puede observar en los cuadros, apa-
menzar con esa letra. Se obtuvieron 50 nombres rentemente las tres órdenes pudieran tener algu-
de santos con sus virtudes; no obstante, tras un na relación con los elementos, figuras o símbolos
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Cuadro 3. San Antonio Abada
Símbolos Eventos o acciones asociadas Patronazgo
Flora Fauna Elementos
Ninguna León Bastón en forma de T Animales domésticos en torno a un monje Alfareros
Mula Bolsa Cerdito con listón y campanita al cuello Animales
Cuervo Cabeza de cerdo Cuervo con pan en el pico Arrieros
Cerdo Campanita Fuego bajo sus pies Bomberos
Animales Centauro Horda de demonios que lo atormentan Campaneros
—domés- Cruz en forma León excavando una tumba en el desierto Carniceros
—ticos —de Tau Libro de la regla de los monjes antonitas Cesteros
Cueva San Pablo de Tebas o El Ermitaño Curtidores
Horca en forma Reemplazo de la cruz abacial por bastón Tau Enterradores
—de T Ermitaños
Fuego Fabricantes de
—campanas
Fabricantes de
—cepillos
Porqueros
aOrden de los antonitas; en 1628 llegan a Nueva España; ermitaño de Tebaida (251-356); se invoca contra las convulsiones, de-
monios, enfermedades de la piel, enfermedades venéreas, epizootia, ergotismo o mal ardiente, flamas o llamas del infierno, fo-
rúnculos, fuego de San Antonio, herpes, incendios, lepra, objetos perdidos, peste, roña; fiesta: 17 de enero.
| 43
sellados en las páteras. Sólo a una de ellas se le los pobres, de los gremios de alfareros y loceros;
relaciona con flores que simbolizan el cielo o la tal vez por esta razón es que quienes elaboraron
primavera.28 A San Antonio de Padua se le repre- las páteras decidieran dedicárselas a su santo pa-
senta y asocia con la flor de liz, lirio blanco o trono y enlace con Dios, representándolo con la
azucena, las que a su vez encarnan la pureza y letra “A” y las flores.
la virtud. Asimismo, la flor de liz se asocia con Sin embargo, no son todos los elementos que
las almas puras, la inocencia, la justicia;29 la azu- presenta la letra “A”, a la cual pareciera nacerle
cena, además, simboliza (al triplicarse) a la San- una serie de ganchos y arcos. Los arcos simboli-
tísima Trinidad.30 zan la alianza entre Dios y el hombre31 y los gan-
Por otro lado, San Antonio de Padua es el úni- chos, si fueran de hierro, representarían instru-
co de los tres santos que tiene una relación di- mentos de suplicio,32 quizá de penitencia.
recta con “El Verbo”, es decir, con Jesús. Su fun- En las páteras de “El Pradito”, y tal vez en
ción principal es la de interceder por las almas otras similares, se observa lo que parece ser una
del purgatorio; al mismo tiempo es patrono de “U” con ganchos en sus extremos. En su interior
presentan una forma geométrica casi circular, de
28 Mariano Monterrosa Prado y Leticia Talavera Solórzano, la que pende una pequeña línea recta. Es nece-
Repertorio de símbolos cristianos, México, INAH (Obra Varia),
2004 p. 106.
29 Ibidem, p. 42. 31 Ibidem, p. 38.
30 Ibidem, p. 43. 32 Ibidem, p. 10.
LOS LEBRILLOS O PÁTERAS DE “EL PRADITO”, CIUDAD DE MÉXICO
sario mencionar que, de acuerdo con las refe- Antonio de Padua, por tratarse de un animal
rencias anteriores, pudiera tratarse de una flor doméstico y porque además del significado de
estilizada vista en un corte longitudinal, en don- “guardián” también tiene los atributos de fideli-
de la “U” representa los pétalos y el elemento dad y guía del rebaño, así como la resurrección
central los pistilos (ya sea de una azucena o de y acompañante de los muertos,38 labor asociada
un lirio blanco); ambas pueden sustituirse mu- a este santo. Por último, consideramos que no
tuamente o complementarse. Por otro lado, el hay correspondencia en la relación que advierte
círculo representa al cielo, la eternidad, la perfec- Noguera39 entre el sello “A” de las páteras y las
ción de Dios, la vida perdurable y, visto como un marcas de fuego de las antiguas bibliotecas con-
aro, la alianza con Dios.33 ventuales, por lo que deben tener mención apar-
Asimismo, es conveniente comentar que, en te, ya que en realidad se trata de libros, como
el caso de las páteras con motivos zoomorfos (mu- consta en las investigaciones de Sala, Saavedra y
la, caballo, burro y/o pez), también pueden ser Gutiérrez Rodríguez et al.,40 en donde asientan
relacionadas con San Antonio de Padua. En el ca- que muchas letras “A” sí están relacionadas con
so del sello interpretado como Tau,34 con base en San Agustín y/o la orden de los agustinos, lo que
el párrafo anterior y en el hecho de que la Tau se debe ser por la relación intrínseca que tiene san
representa como una “T”, muy apegada a como la Agustín de Hipona con los curtidores, impreso-
identificamos actualmente, simboliza la función res y teólogos, como quedó asentado en el cua-
de una muleta o bastón crucífero;35 se sugiere dro respectivo. Por ello, es posible decir que exis-
que tal vez represente una flor (azucena) en pro- te una alta probabilidad de que tanto las marcas
44 | ceso de extender sus pétalos, o bien en proceso de fuego como los sellos de las páteras guarden
de desarrollo visto en corte, asociada a un lirio una estrecha relación entre los gremios y su san-
blanco visto en planta (o desde arriba) y a dos to patrono, además de que éstas se hayan distri-
animales domesticados, elementos que pueden buido y desechado (según el caso) sin tener ne-
relacionarse también con dicho santo. En el caso cesaria relación con su patrono, gremio o lugar
de los sellos identificados por López Cervantes,36 de origen, a juzgar por la diversidad de contextos
en donde se observa claramente una “T” asocia- en donde se han encontrado dichas vasijas.
da a flores y ganchos, elementos en que “la ex- Respecto a la posible función del plato virrei-
cepción hace la regla”, permite considerar que tal nal, también han surgido algunas hipótesis como
vez estas páteras estén relacionada con San Anto- la de contenedor de alimentos41 o que en éstos
nio Abad y su patronazgo de alfareros, pese a la se daba de comer a los enfermos en los hospita-
combinación fitomorfa.
En el caso del monograma “A” identificado 38 Mariano Monterrosa y Leticia Talavera, op. cit., p. 171.
por Cedillo et al.37 como “CANIS”, es posible pen-
39 Eduardo Noguera, op. cit., p. 278. Véase la nota 22.
40 Rafael Sala, Marcas de fuego de la antiguas bibliotecas mexi-
sar que puede relacionarse también con San canas, México, Monografías Bibliográficas Mexicanas, 1925;
David Saavedra Vega, Marcas de fuego de la Biblioteca Conven-
tual del Museo Regional de Querétaro del Instituto Nacional de
33 Ibidem, p. 63. Antropología e Historia, México, INAH, 1994; María del Re-
34 Francisco Ortuño y María de la Luz Moreno, op. cit., p. 121. fugio Gutiérrez Rodríguez y Carlos Manuel Krausse Rodrí-
35 Mariano Monterrosa y Leticia Talavera, op. cit., pp. 153-154. guez, Marcas de fuego. Catálogo, México, INAH-Biblioteca
36 Gonzalo López Cervantes, op. cit. Nacional de Antropología e Historia, 1989.
37 Reina Cedillo et al., op. cit., p. 78. 41 Gonzalo López Cervantes, op. cit., p. 32.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Figura 5. Páteras in situ de “El Pradito”.
les e iglesias en forma comunitaria tras las recu-
rrentes epidemias de la época virreinal, o bien a
trabajadores en las obras, a la servidumbre o
para agregar cal al nixtamal;42 dado el posible
carácter “desechable” de las vasijas, ante los con-
tinuos contagios43 y lo económico de su manu-
factura.44 Las vasijas de “El Pradito” se localiza-
ron acomodadas unas sobre otras, en ocasiones
boca abajo y a veces boca arriba, en un contexto | 45
de relleno arcilloso asociadas con algunos tiestos
de loza vidriada (jarros, ollas y cazuelas), así
como un bacín de mayólica blanca “Ciudad de
México”. En ninguno de los casos presentaron
mortero de cal.
Respecto al mortero de cal, González Rul
menciona que
[…] es necesario pensar en algo más, ya que no só-
lo en Tlatelolco, sino en diferentes lugares de la
ciudad de México, se les ha encontrado mortero de
cal, que deja una huella en forma de finas lamini- Figura 6. San Antonio de Padua, imagen tomada de es-
tampas del dominio público.
llas como hojaldre, lo que hace pensar que se usa-
ban también como recipientes de materiales de
construcción o de envases de pintura.45 Al respecto, se considera también la posibili-
dad de que la cal fuera agregada a los platos para
eliminar infecciones o contagios, quizás en al-
42 Reina Cedillo et al., op. cit., p. 79. gunos casos contenían tejidos blandos del dese-
43 Francisco Ortuño Cos, comunicación personal.
44 Reina Cedillo et al., op. cit. cho de algunos hospitales que fueron enterra-
45 Francisco González Rul, La cerámica de Tlatelolco, op. cit. dos tras cubrirles con cal. Respecto a desecharlas
LOS LEBRILLOS O PÁTERAS DE “EL PRADITO”, CIUDAD DE MÉXICO
después de darles de comer, por alguna tempo- localizadas en dicho lugar, en un contexto de re-
rada, a trabajadores de obra, nos preguntamos si lleno de dicha acequia asociadas a tiestos de ce-
no sería más fácil que los trabajadores se lleva- rámica tipo mayólica verde sobre crema y azul
ran regaladas las vasijas a sus casas en lugar de sobre crema, además de tiestos del tipo vidriado
juntarlas y tirarlas, o bien juntarlas y reutilizar- ámbar. Dichos sellos son notoriamente diferen-
las en otras obras; no así, por supuesto, con las tes dado que presentan diseños un poco más ela-
“infectadas” por los enfermos. borados (véase la figura 4a), puesto que juegan
Adjuntamos, como colofón, cuatro sellos de más con ganchos, flores y lo que parecen ser le-
páteras recuperadas de un contexto diferente, tras.
tras un estudio arqueológico de factibilidad de la Esperamos que con este trabajo se aporte un
antigua acequia de La Merced,46 en el tramo que poco más de información acerca de las páteras y
atraviesa de surponiente a nororiente el predio que se despierte la curiosidad respecto a la epi-
de Mesones número 138, colonia Centro. Fueron grafía de la Nueva España.
46 |
46 Mónica Lugo, “Informe Técnico…”, op. cit.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
GABRIELA SÁNCHEZ REYES*
El ensamblador Pedro Ramírez
el Viejo, y el contrato
del retablo mayor de la iglesia
de la Merced de México (1657)
L
as investigaciones acerca del convento de la Merced de México se han
fundado en la obra del cronista de la orden Francisco de Pareja1 y en al-
gunos documentos que se han conservado, ya que su archivo se perdió
en un incendio.2 En el ramo Archivo Histórico de Hacienda, del Archivo
General de la Nación (AGN), existen documentos de la orden mercedaria
respecto a temas diversos como testamentos o capellanías. Durante la revisión de un
paquete clasificado como “Templos y conventos. El convento de la Merced”, localicé | 47
un documento notarial efectuado en 1657 para ejecutar el retablo mayor del conven-
to grande de México, por el reconocido ensamblador del siglo XVII, Pedro Ramírez. A
pesar de que el retablo no se conserva, como es frecuente en el arte virreinal, el docu-
mento lo describe y da una idea en torno a las condiciones de trabajo del artista, como
las fechas de entrega y su respectivo pago, entre otras cosas. Este manuscrito muestra
el tipo de retablos que se ejecutaron durante el siglo XVII con columnas salomónicas,
y sugiere cómo se veía el ábside de la iglesia de la Merced.
* Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, INAH.
1 Francisco de Pareja, Crónica de la Provincia de la Visitación de Nuestra Señora de la Merced Redención de
Cautivos de la Nueva España, presentación de Alfonso Martínez Rosales, México, Archivo Histórico del Es-
tado de San Luis Potosí, 1989, 2 vols.
2 Manuel Rivera Cambas no señala el año exacto en que esto ocurrió. Véase Manuel Rivera Cambas, México
pintoresco, artístico y monumental, México, Editorial del Valle México, ed. facs., 1972, t. II, p. 167. Una inves-
tigación reciente estudió la estructura constitutiva de la orden y su evolución desde fines del siglo XV al es-
tablecerse en América, hasta las primeras décadas del XVII. Véase María del Carmen León Cazares, Reforma
o extinción: un siglo de adaptaciones de la Orden de Nuestra Señora de la Merced en Nueva España, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Filológicas, Instituto de Investigaciones Históricas, 2004. Un artículo
poco conocido, que ofrece información importante relacionada con los retablos de la iglesia mercedaria es
el del arquitecto Carlos Flores Marini; sin embargo, a pesar de que indica que los datos que refiere perte-
necen al Archivo Histórico de Notarías, no precisa los datos del notario correspondiente. Dicho artículo no
menciona el contrato de 1657. Véase Carlos Flores Marini, “Notas relacionadas al convento de la Merced”,
en De la historia. Homenaje a Jorge Gurría Lacroix, UNAM, Imprenta Universitaria, 1985, pp. 151-158.
EL ENSAMBLADOR PEDRO RAMÍREZ EL VIEJO, Y EL CONTRATO DEL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE LA MERCED DE MÉXICO (1657)
requirieron de un colegio para instruir a los reli-
giosos de la orden. Por último, obtuvieron la au-
torización del virrey en 1592 y se constituyó el
Colegio de San Ramón con doce estudiantes,
donde debían de aprender cánones y leyes. De
él egresaron reconocidos juristas de la época co-
mo el provincial y cronista de la orden Francis-
co de Pareja. Con el tiempo, la edificación, que
en realidad era una casa, se derrumbó durante
la inundación de 1630 por ser ya vieja, situación
que se repitió con muchas construcciones de la
ciudad que de igual manera se vieron afectadas.
Dicho colegio contaría con vivienda para los co-
legiales, capilla, refectorio y demás oficinas ne-
Figura 1. Escudo de la Orden de la Merced. Fuente: Juan Antonio Segura cesarias.3
Troncoso, Conjunción magna de solemnidades: sermón de la dedicación del La orden permaneció en dicho sitio hasta que
mayor retablo de la iglesia que celebró este Convento de México, del Real,
y Militar Orden de Nra. Sra. de la Merced, Redención de Cautivo, en el día el vicario general, fray Francisco Jiménez, logró
de su capítulo, 18 de mayo de 1737, México, Joseph Bernardo de Hogal,
1738, BNAH-INAH, Conaculta-INAH. Reproducción autorizada por el INAH.
adquirir unas casas ubicadas cerca de la acequia
real. Las nuevas obras se iniciaron el 8 de sep-
tiembre de 1602 y la primera piedra fue coloca-
48 | El convento grande de la Orden da por el virrey conde de Monterrey. Otro cam-
de la Merced de México bio importante para la orden fue que lograron la
separación de la provincia de Guatemala por
A pesar de que los primeros religiosos en la Nue- bula emitida el 27 de marzo de 1619 por el papa
va España fueron miembros de la Orden de la Paulo V, por lo que quedaron bajo la custodia de
Merced —por haber acompañado durante los la nueva provincia de la visitación de Nuestra
primeros años a Hernán Cortés, como fue fray Señora.
Bartolomé de Olmos—, no lograron asentar una La obra material del convento e iglesia tuvo
fundación debido a que en 1538 pasaron, junto varias etapas constructivas que dependían de las
con Pedro de Alvarado, a la ciudad de Santiago necesidades de la orden y de las limosnas de sus
de los Caballeros de Guatemala para fundar un benefactores para concluirlas. Fue necesario
convento. En 1574 ocho religiosos fueron envia- construir una segunda iglesia que se inició el 20
dos a la ciudad de México para estudiar teología de marzo de 1634, contando con la presencia del
y filosofía, por carecer de este tipo de institucio- virrey marqués de Cerralvo, quien fue su primer
nes en dicha ciudad. patrono. El acto se solemnizó con la bendición
Después, en 1589, y gracias a lo recaudado por de la primera piedra. Sin embargo, la obra mate-
limosnas, pudieron adquirir una casa en el ba- rial requería que los mercedarios conformaran
rrio de san Lázaro de la ciudad de México, don- un patronato constituido por 100 personas que
de comenzaron a levantar las celdas de un con-
vento. Una vez que contaron con esta fundación, 3 Francisco de Pareja, op. cit., vol. I, pp. 140 y 144.
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tos7 y se obliga a acabarla en cinco años”. A cam-
bio, las 100 personas que habían cooperado reci-
birían ciertos privilegios, como ser enterrados en
la capilla mayor junto con sus mujeres e hijos y
sucesores, “con la solemnidad, y honra que se
acostumbra, el día de su muerte lo acompaña-
rían los religiosos y cargarían su cuerpo en hom-
bros, como patrón suyo”, que se les rezaran mi-
sas continuamente y que los aceptaran como
hermanos de la orden, entre otras cosas.8
Figura 2. Compromiso de los frailes de la Orden de la Merced de México,
para recoger dinero de cierto número de patrones, según las cláusulas de su La bendición del templo se realizó el jueves
exposición que servirá para la edificación de la iglesia de la Merced,
México 22 de febrero de 1634, BNAH-INAH, detalle, Conaculta-INAH.
27 de agosto de 1654,9 y el 30 de agosto de 1654
Reproducción autorizada por el INAH. se dedicó. El domingo 31 de agosto se celebró
una procesión con el Santísimo Sacramento, que
se comprometieron a dar 1,000 pesos, a razón de inició en la catedral y finalizó en la iglesia de la
cuatro pesos semanales; dinero suficiente para Merced. Para ello, se tocó música y, tal como era
comprar los materiales de albañilería, maderas, la costumbre en la época, los muros de las casas
hierros, cal y arena.4 Para sellar el compromiso se adornaron con tapicerías, mientras que en las
entre los patrones y la Orden, el 22 de febrero de calles se colocaron altares, todo acompañado de
1634 se emitió una patente,5 que tal vez se entre- fuegos artificiales.10 La nueva iglesia tenía tres
gó a cada uno de ellos, donde se anunciaba que naves y la central un artesonado en el que des- | 49
la iglesia se había concertado con el maestro Lá- tacaban unos medallones que mostraban el es-
zaro de Torres6 y que contaría con coro y sacris- cudo de la orden y unas figuras de serafines, en
tía. La edificación requería una inversión de tanto que las vigas estaban pintadas en rojo y do-
5,000 pesos y se realizaría “conforme a la planta rado. Se sabe que el claustro tenía una gran fuen-
que está hecha, y comenzada a sacar de cimien- te labrada con las apariciones de la Virgen de
Guadalupe.11
4 Ibidem, pp. 525-527. A pesar de haber sido concluida la iglesia, el
5 Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Fondo Re- interior del templo no contaba con retablos, pero
servado, 2a. serie, leg. 66-2, doc. 1, f. 1, “Compromiso de los
frayles de la Orden de la Merced de México, para recoger di- con el tiempo la fueron adornando y llegar inclu-
nero de cierto número de patrones, según las cláusulas de su
exposición que servirá para la edificación de la iglesia de la 7 El religioso Francisco de Pareja destaca la manera en que
Merced, México, 22 de febrero de 1634, con firmas autógra- se realizaban los cimientos, debido a las condiciones del
fas”. (En adelante BNAH.) suelo de la ciudad de México. Señala que era “necesario pa-
6 Hasta ahora no se ha abordado la obra de este arquitecto. ra la seguridad de los edificios, no sólo se ahonde bastante-
Cfr. Manuel Toussaint, Arte colonial, México, UNAM-IIE, 1990. mente la tierra si no que para macizarla de piedra y cal se
Martha Fernández García, Arquitectura y gobierno virreinal. prevenga con estacas muy apretadas, a golpes muy recios
Los maestros mayores de la ciudad de México, México, UNAM, que penetren y profunden cuanto sea posible la tierra”.
Instituto de Investigaciones Estéticas, 1985. Glorinela Gon- Francisco de Pareja, op. cit., vol. I, p. 527.
zález Franco, Carmen Olvera y Ana Eugenia Reyes y Caba- 8 Ibidem, vol. I, pp. 525-527.
ñas, Artistas y artesanos a través de fuentes documentales, Mé- 9 Ibidem, vol. II, p. 156.
xico, INAH, 1995, 2 vols. Glorinela González Franco, Carmen 10 Véase ibidem, vol. I, pp. 154 y 156. Gregorio M. de Guijo,
Olvera y Ana Eugenia Reyes y Cabañas, Catalogo de artistas Diario 1648-1664, México, Porrúa, 1986, vol. I, p. 258.
y artesanos de México, México, INAH, 1986. 11 Manuel Rivera Cambas, op. cit., p. 164.
EL ENSAMBLADOR PEDRO RAMÍREZ EL VIEJO, Y EL CONTRATO DEL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE LA MERCED DE MÉXICO (1657)
so a tener 17 retablos y uno más en la sacristía.12 tallador Pedro Ramírez el Viejo (?-1679) cuya
De acuerdo con el cronista de la Orden, la igle- obra fue enaltecida por sus contemporáneos, co-
sia tuvo el privilegio de ser consagrada el 18 de mo el cronista de la orden franciscana Agustín de
enero de 1682 por el obispo fray Juan Durán.13 Vetancurt, quien lo llamó “maestro de maestros
Debido a las leyes de Reforma, los merceda- del siglo que goza”.17 Respecto a su obra retablís-
rios tuvieron que abandonar el convento en 1860 tica se sabe que, en 1641, se encargó de la hechu-
y, dos años después, en 1862, se inició la demoli- ra de un retablo para el hospital de San Lázaro.18
ción del edificio.14 Con esta acción se borró todo En 1660 realizó una de sus obras más destacadas,
rastro del antiguo convento y en su lugar se edi- que fue el retablo mayor del convento de santa
ficó el mercado de la Merced.15 Del interior de la Clara.19 En 1622 hizo el retablo para el entierro
iglesia, poco se puede conocer. Sólo se tiene la li- de los herederos de Andrés Arias Tenorio y el re-
tografía de José Decaen, que muestra el aspecto tablo de la iglesia de san Francisco.20 Es necesa-
que tenía en 1855 con sus altares neoclásicos. rio indicar que la obra de este artista sólo se cono-
ce por medio de los documentos notariales en los
La obra del ensamblador Pedro Ramírez que se asientan las condiciones de pago y, desde
luego, la descripción de la estructura e iconogra-
La familia Ramírez está integrada por tres artífi- fía del retablo.
ces, el ensamblador Diego Ramírez, el maestro
escultor, entallador y dorador Pedro Ramírez el El retablo de la iglesia
Viejo, y el pintor Pedro Ramírez.16 En este caso de la Merced de 1657
50 | sólo interesa situar las obras realizadas por el en-
De los datos hasta ahora publicados de este artis-
12 Para una descripción más detallada acerca de la ubicación
de estos retablos, véase Francisco de Pareja, op. cit., vol. II, ta, asociados con su vida y su obra, faltaba loca-
p. 160. lizar un documento: el contrato firmado en 1657
13 Antonio Robles, Diario de sucesos notables (1665-1703), Mé-
xico, Porrúa, 1972. vol. II, p. 10. Francisco de Pareja, op. cit.,
entre el ensamblador Pedro Ramírez el Viejo y la
vol. I, pp. 418-420. Orden de la Merced para realizar el altar mayor
14 Manuel Rivera Cambas, op. cit., t. II, pp. 162-167.
15 En 1863 el mercado se encontraba en una plaza y era, en
de la iglesia. Para concertar el trato, los conven-
realidad, un “mercado al viento”. En 1879 el ingeniero Anto- tuales se reunieron en el coro de la iglesia el 19
nio Torres Torrija presentó un proyecto para edificar un de junio de 1657, ya que habían convocado a va-
mercado que fue terminado al año siguiente. En 1890 fue de
nuevo modificada la construcción. Véase María Rebeca Yo- rios maestros escultores para solicitarles un di-
ma Medina y Luis Alberto Martos López, Dos mercados en la bujo con el diseño de un retablo que debía ajus-
historia de la ciudad de México. El Volador y la Merced, Méxi-
co, INAH, 1990, pp. 153 y ss.
tarse al ancho y alto del presbiterio; entre ellos,
16 Respecto a la obra registrada y biografía de estos artistas, el ensamblador Pedro Ramírez. Al día siguiente
véase Efraín Castro Morales, “Los Ramírez, una familia de
todos se reunieron para confirmar su elección y
artistas novohispanos del siglo XVII”, en Boletín de Monu-
mentos Históricos, México, INAH, 1982, pp. 5-36. Rogelio Ruiz finalmente se realizó el 21 de junio ante el nota-
Gomar, “Nuevas noticias sobre los Ramírez, artistas novohis-
panos del siglo XVII”, en Anales del Instituto de Investigaciones 17 Agustín de Vetancurt, Teatro mexicano. Descripción breve
Estéticas, México, IIE-UNAM, vol. XXII, núm. 77, pp. 67-121. de los sucesos ejemplares, históricos y religiosos del nuevo mun-
Guillermo Tovar y de Teresa, Repertorio de artistas en México, do de las Indias, México, Porrúa, 1971, p. 108.
México, Fundación Cultural Bancomer, 1995, vol. II, pp. 18 Efraín Castro Morales, op. cit., p. 11.
198-200. En estos textos no se cita el documento del contra- 19 Ibidem, pp. 12-14.
to del retablo de 1657. 20 Ibidem, pp. 14-15.
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rio Pedro Moreno Velasco,21 estando presentes mate habría un medio relieve con el tema de la
los religiosos en el coro de la iglesia nueva del aparición de la Virgen a san Pedro Nolasco indi-
convento de la Merced. cándole la fundación de la Orden, cuya vocación
El ensamblador Pedro Ramírez se comprome- sería redimir cautivos entre los musulmanes,22 y
tió a respetar tanto el diseño como el precio acor- dos escudos de los que no se proporciona mayo-
dado, que ascendía a la cantidad de 16 mil pesos. res detalles.
En el documento se menciona en varias ocasiones El contrato contiene una descripción de la es-
el dibujo del retablo que presentó el artista; desa- tructura arquitectónica del retablo, pero no se
fortunadamente, éste no logró conservarse en el especifican las advocaciones de los santos que se
expediente. En las 16 cláusulas que conforman el deberían de colocar. Por fortuna, el cronista Fran-
contrato, se establece que el artista se obligaba a cisco de Pareja, quien estuvo presente cuando
realizar toda la obra del retablo, es decir, el “pedes- éste se contrató, dedicó unas líneas para des-
tal, zoclo […] así de maderas, como dorado, perfi- cribirlo de la siguiente manera:
lado y grabado, santos estofados, [y] encarnacio-
nes”. También se habla de unas pinturas que [...] habiéndose hecho un altar mayor, que llena
toda la testera, de singular arquitectura de cinco
serían ejecutadas por el “mejor artífice pintor que
cuerpos, el primero de pedestal, zoclo y sotabanca
hubiere en [esta ciudad]”, que sería elegido por la con pinturas pequeñas de los sagrados Patriarcas:
Orden; dicho pintor sería supervisado por Ra- el segundo es del sagrario muy hermoso y bien
mírez y se contrataría dos o tres meses antes de labrado; el tercero es de Nuestra Santísima Madre
que el retablo estuviera asentado. En cuanto a los y Señora la Virgen de la Merced, que es la que se
pagos realizados, el documento notarial señala trajo de Guatemala […] el cuarto es de Nuestro | 51
Santísimo Patriarca San Pedro Nolasco, de talla en
que el primero se efectuó el 13 de enero de 1658
cuerpo grande: el quinto remata junto al artezon la
y se finiquitó el 16 de febrero de 1661, es decir,
cubierta con un san Miguel Arcangel de talla muy
fueron necesarios tres años para que se estrenara. grande por la perspectiva que necesita su altura, á
De acuerdo con la descripción, el retablo de- los lados dividen columnas de varias hechuras,
bería tener un zoclo y un banco sobre el cual se dos en cada cuerpo, y los dichos lados son de pin-
alzarían ocho columnas corintias revestidas de turas en lienzo, muy primorosas, que por un lado
hiedra o parras. Cada cuerpo contaría con cuatro son la vida de Cristo Señor Nuestro, y por el otro
la vida de la Virgen Nuestra Señora dividiendo es-
nichos para esculturas, que serían designadas
tos lados de la talla de enmedio, unos santos de ta-
por la orden, y dos calles para pinturas. A la altu- lla entre las dos columnas que les sirven de nichos;
ra del primer cuerpo de la calle central estaría el todo ello dorado y estofado, y todo ello costó diez
sagrario en forma de concha o venera, y arriba y seis mil pesos.23
de éste, la imagen de la virgen de la Merced; en
el segundo, la de san Pedro Nolasco vistiendo el Una de las cláusulas del contrato que llama la
hábito de la orden y con estandarte, y en el ter- atención, es que el artista Pedro Ramírez debía
cero un san Miguel Arcángel de bulto. En el re-
22 Esto ocurrió el 1 de agosto de 1218. El documento sólo in-
21 AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 2337-3, exp. 5, dica que el remate tendría “la revelación de la orden” y que
s. f. En el Archivo Histórico de Notarías de la ciudad de corresponde, en la hagiografía del santo, a la aparición de la
México no existen los protocolos del notario para dicho Virgen indicándole la fundación de la Orden.
año. 23 Francisco de Pareja, op. cit., vol. II, pp. 159-169.
EL ENSAMBLADOR PEDRO RAMÍREZ EL VIEJO, Y EL CONTRATO DEL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE LA MERCED DE MÉXICO (1657)
de ser aceptado como uno de los 100 patrones Contrato del retablo mayor
que financiaron la construcción de la iglesia en del convento de la Merced
1634. Con ello tendría derecho a gozar de una por el ensamblador Pedro Ramírez.
sepultura en la iglesia mercedaria tanto para él 165727
como para sus hijos y a quienes sucedieran su
patronazgo. Sin embargo, quizá sólo quería con- [f. 6] Escritura [al margen]
tar con este privilegio, ya que tanto él como sus Sepan cuantos esta carta vieren como nos el Provin-
hijos —Pedro, Laureano, Agustín y Juan— fueron cial y Vicario y presidente in capite y demás religiosos
sepultados en el altar de la Virgen de Guadalupe del orden y convento de Nuestra Señora de la Merced
del Colegio de los Carmelitas Descalzos de San redención de cautivos de esta ciudad de México es a
Ángel, tal como él mismo lo decidió en su testa- saber el muy reverendo padre maestro fray Juan de
mento fechado el 27 de agosto de 1677.24 Herrera catedrático de primas de teología en esta Real
Por alguna razón, como pudo haber sido el Universidad y jubilado en ella, consultor de santísimo
modernizarlo, este retablo fue cambiado en 1695, oficio de esta Nueva España y Provincial actual que
es decir, 34 años después, ya que se contrató uno soy del dicho convento: el padre fray Juan de Paz vica-
nuevo con Blas de Santa María.25 Años después, rio y presidente yncapite que soy, el maestro fray Juan
éste fue de nuevo remplazado, ya que en 1737 se de san Pedro, el maestro fray Francisco de Pareja, el
concluyeron las obras de otro retablo con estípi- maestro fray Francisco Hernández catedrático de prima
tes, que fue inaugurado durante el capítulo de la de artes en propiedad que soy de esta Real Universi-
Orden celebrado en 1737.26 Sin embargo, ahora dad el maestro fray Alonso Sedeño, el presentado de
52 | es posible saber que de 1654, año en que se con- fray Juan de Rivera, el presentado fray Marcos de Rive-
cluyó la obra material de la iglesia, a 1737, se ra, el presentado fray Nicolás Moreno definidor, el pa-
realizaron cuatro retablos, lo que indica que di- dre fray Diego de Medina, el presentado fray José San-
chos muebles en ocasiones tenían un periodo de tarén, el padre fray Alonso de Páramo, el padre fray
vida muy corto. Diego de Robles, el padre fray José Ocaranza, el pa-
dre fray José de Cuenca, el padre fray Gabriel de la
Serna, el padre fray Juan de / [f. 6v] Cerco. El padre
fray Jerónimo del Obrador, el padre fray Juan de Cava-
24 El ensamblador Pedro Ramírez falleció el 29 de marzo de
ría, el padre fray Ramón Gasco, el padre fray Nicolás
1679. Efraín Castro, op. cit., pp. 9 y ss. Rogelio Ruiz Gomar,
op. cit., p. 73. Lobato, el padre fray José Carpintero, el padre fray
25 Guillermo Tovar y de Teresa, La ciudad de los Palacios: cróni-
Miguel de la Peña, el padre fray Nicolás Gutiérrez, el
ca de un patrimonio perdido, México, Vuelta, 1991, vol. II, p. 73.
26 BNAH. Juan Antonio de Segura Troncoso, Conjunción mag- padre fray Nicolás de Lamas, el padre fray Diego Gon-
na de solemnidades: sermón de la dedicación del mayor retablo zález, todos religiosos sacerdotes y profesos conven-
de la iglesia que celebró este Convento de México, del Real, y
tuales que somos de todos de dicho convento estando
Militar Orden de Nra. Sra. de la Merced, Redención de Cautivos,
en el día de su capítulo, 18 de mayo de 1737, predicado por el como estamos juntos y congregados a son de campa-
R.P. Mtro. Fr. Juan Antonio de Segura Troncoso, padre de esta na tañida en el coro de la iglesia de él, según que lo
santa Provincia de la Visitación de dicho Real Orden, etc, quien
lo dedica a la esclarecida persona de Nrto. M.R.P. Mtro. Fr. Jo- habemos de uso y costumbre, según nuestras constitu-
seph del Campo Murgia Provincial electo de dicho Capítulo, Mé-
xico, Joseph Bernardo de Hogal, 1738. Véase Guillermo To- 27 AGN, op. cit., fs. 6-13v. En esta versión sólo se transcriben
var y de Teresa, Bibliografia novohispana de arte, México, FCE, las cláusulas del contrato y está modernizada la ortografía
1988, vol. II, pp. 198-200. del texto.
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ciones y para efecto de asentar y efectuar lo que de uso columna, en las calles de los santos, ha de llevar de me-
irá declarado y en conformidad de los tratados que te- dio relieve, doctores y evangelistas, u otras hechuras
nemos hechos ante el presente escribano que están por que se me pidieren por el dicho convento, y asimismo
principio de esta escritura de la un parte. Y de la otra en derecho de las calles de pintura la que el dicho con-
Yo Pedro Ramírez maestro que soy del arte de escultu- vento eligiere sin poner en esto excusa ninguna.
ra y dorado vecino que soy de esta dicha ciudad, deci- 4 Yten es condición que encima del dicho banco
mos que por cuanto la iglesia nueva del dicho nuestro han de ir ocho columnas de orden corintia salomónico
convento está sin retablo el presbiterio, ni el altar mayor y revestidas de hiedra, o parras, y detrás de estas co-
y para que lo tenga conforme lo requiere dicho presbi- lumnas han de ir unas pilastras contra medias colum-
terio, estamos convenidos y concertados en que le ha- nas, y entre columna y columna, en este primer cuerpo
ya de hacer y fabricar yo el dicho Pedro Ramírez como han de ir cuatro santos de escultura, a elección del
tal maestro y en conformidad de la demostración y di- dicho convento, y dichos santos han de llenar sus ni-
bujo que he entregado al dicho convento a los /[f. 7] chos y estos no han de ser muy hondos, porque no se
plazos y en la forma que por ella se demuestra, la cual cave la pared de dicha iglesia y en las dos calles de
está firmada de los superiores de este convento y de mí pincel se han de hacer dos lienzos de pintura a elec-
y del presente escribano y le tengo de hacer por la can- ción asimismo del dicho convento.
tidad pesos que irá declarado por las condiciones 5 Yten es condición que encima de dichas colum-
siguientes: nas han de llevar su cornisa de orden corintia, según y
1 Primeramente me obligo aquí ejecutar la planta y conforme la dicha planta y dibujo lo demuestra, dán-
dibujo que así tengo presentada al dicho convento y su- dole vuelta en la calle de en medio en arco, que le sir-
periores, que de suso va hecho mención, sin exceder va de sagrario en forma de concha, / [f.8] y asimismo | 53
de ella en cosa alguna, así de madera como de dora- me obligo a hacer un sagrario, conforme la planta y di-
do, pintura y escultura, para que quede en toda perfec- bujo en este primer cuerpo, y para el depósito del San-
ción y lucimiento. tísimo Sacramento. Y en el segundo para que se pon-
2 Yten es condición que el dicho altar mayor ha de ga Nuestra Señora de la Merced, que hoy está en el
llenar todo el testero, de alto y ancho que tiene hoy el altar mayor que dicha iglesia tiene. Y en el tercero ten-
dicho presbiterio, del dicho altar mayor, distribuido los go de hacer un cuerpecito adonde se pueda descubrir
cuerpos que tiene el dicho dibujo, conforme al arte y el Santísimo Sacramento. Y el dicho sagrario ha de lle-
que convenga para su mayor perfección. var ocho santos de escultura, a elección del dicho con-
3 Yten es condición y me obligo a que haré un vento.
zoclo o pedestal adonde asiente el dicho retablo, dán- 6 Yten es condición que en el segundo cuerpo del
dole en horada [sic] al dicho zoclo o pedestal, a los dicho altar mayor, tengo de hacer una sotabanca y en-
lados de la epístola y evangelio y puertas en ella, para cima de ella ocho columnas con sus tercios de hojas, y
que se entre a la sacristía. Con calidad que no ha de la demás caña de la columna a arpón, y detrás de es-
ser de mi cargo el abrir las puertas que corresponden tas columnas, sus pilastras con sus medias columnas, y
a las de dicho zoclo o pedestal de la pared de dicha entre columna y columna, cuatro santos, los que se eli-
sacris/ [f. 7v] tía, ni puertas que se hubieren de echar, gieren por el dicho convento, con sus nichos en la mis-
sino a cargo del dicho convento. Y encima de este zo- ma forma que en el primer cuerpo, y este segundo cuer-
clo haré el banco del retablo, con un angelito, de escul- po ha de llenar otros dos lienzos de pintura, a elección
tura en derecho de cada columna y entre columna y del dicho convento y en la calle de en medio he de
EL ENSAMBLADOR PEDRO RAMÍREZ EL VIEJO, Y EL CONTRATO DEL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE LA MERCED DE MÉXICO (1657)
hacer un nicho muy enriquecido, adonde lleve un san 10 Yten es condición y me obligo que la pintura
Pedro Nolasco de bulto con hábito de religioso, de es- que se hubiere de hacer en dicho retablo, se haga de
cultura, con declaración que el estandarte que al dicho mano del mejor artífice pintor que hubiere en esta ciu-
santo se ha de poner, no ha de ser por mi cuenta, sino dad, a elección del dicho convento, el cual dicho pin-
por la del dicho convento, y a su costa, y encima de tor no se ha de elegir hasta el tiempo que se requiera
las columnas han de llevar sus cornisas, / [f.8v] confor- necesariamente para hacer la dicha pintura, y ésta ha
me al dicho dibujo. de ser dos o tres meses antes de cumplirse el plazo, en
7 Yten es condición que en el tercero cuerpo tengo que he de dar asentado y puesto el primero cuerpo,
de hacer una sotabanco, y encima ocho columnas, y con la pintura y demás que le pertenece.
entre columna y columna cuatro santos de escultura, a 11 Yten es condición que la pintura que así se hubie-
elección del dicho convento, en sus nichos, y en las dos re de hacer en el dicho retablo y altar mayor ha de ser en
calles de pintura a costa dos tableros conforme a la que tableros o en lienzo muy bien tirado y ajustado en dichos
eligiere el dicho convento, y en la calle de en medio un tableros o como mejor parezca sea más perpetuo y segu-
nicho o caja, donde esté san Miguel de bulto y encima ro para su permanencia, eligiendo el dicho convento que
de este cuerpo una cornisa de orden composita y las haya de ser dicha pintura y lienzos en dichos tableros
columnas de la misma orden. solos muy bien aparejados bien en dicho lienzo tirados /
8 Yten es condición que el remate de dicho retablo [f. 9v] y ajustados en ellos como mas bien les pareciere,
ha de llevar cuatro términos o bichas en lugar de colum- sin que en esto y haya de poner excusa ni dilación.
nas, con su sotabanca adonde asienten, y dos nichos 12 Yten es condición que por toda la dicha obra
con sus santos de bulto, y dos lienzos de pintura a los del dicho retablo, pedestal o zoclo y demás cosas refe-
54 | lados, y lo uno y otro ha de ser a elección del dicho ridas, así de maderas como dorado, perfilado y gra-
convento. Y en la calle de en medio un tablero de escul- bado, santos estofados, encarnaciones y pinturas que
tura de medio relieve, de la revelación de la orden, y así se hubieren de hacer por el pintor que se eligiere y
encima de este cuerpo su cornisa composita, y encima nombrare por el dicho convento para que la haga que
dos escudos de la orden, y a los dos sus remates y ha de ser todo ello a mi cargo, el dicho convento me
arbotantes, de suerte que llegue hasta la armadura del ha de dar 16 mil pesos, y además de ésto se me ha de
techo de dicha iglesia. hacer escritura por el dicho convento, de uno de los
9 Yten es condición y me obligo a hacer toda la di- cien patrones que son de dicha iglesia y capilla mayor
cha obra del dicho altar mayor, a satisfacción del dicho de ella, y se me ha de señalar sepultura para mí y mis
convento, así de maderas como de dorado, habiendo hijos y las personas a quienes por mi fallecimiento suce-
de ser el dicho dorado con oro/ [f. 9] de toda ley, y de dieren en el dicho patronato, como si con efecto hubie-
color subido, y todo el dicho retablo ha de ir perfilado ra dado y entregado al dicho convento los 1000 pesos
de negro, sin otro color ninguno, y grabado toda la di- en reales, que los demás patrones han de dado. Y con
cha obra de él, y la entregaré a satisfacción de las per- calidad que desde hoy en adelante he de gozar del
sonas peritas en el arte, que se nombraren por parte del dicho patronato y se me ha de dar el recaudo bastan-
dicho convento, y no estando, la he de tornar a hacer te para ello, por el dicho convento, y asentarme en la
a mi costa sin que por ello el dicho convento me haya tabla de dichos patrones, como uno de ellos que soy.
de dar ni pagar cosa ninguna por volverla a hacer, por Y la paga y pagas de los 16 mil pesos en reales para
no estar de dicha satisfacción, a que he de ser com- hacer la dicha obra, se me han de dar y entregar a los
pelido como más convenga. plazos y en la forma siguiente:
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[f.10] 13 Yten primeramente para comenzar el dicho miento a 3500, sin que se me haya de dar otra cosa
retablo y comprar maderas, y hacer su primero cuerpo, ninguna, como se contiene en la condición de arriba, y
se me ha de dar y entregar luego de contado 3 mil pesos si a los plazos referidos no se me hicieren dichas pagas,
en reales y en fin de diciembre que vendrá de este pre- no me ha de correr el término, hasta que se me hayan
sente año de la fecha otros 2 mil pesos y al fin del mes dado, como se tiene en la condición antes de ésta.
de julio del año que vendrá de 1658, 1500 pesos, y 15 Yten asimismo con condición que queriendo el
habiéndoseme hecho por el dicho convento las dichas dicho / [f. 11] convento que prosiga en hacer el tercer
pagas, me obligo a que daré puesto y asentado el dicho cuerpo, me ha de dar y pagar otros 1500 pesos, a los
primer cuerpo, para fin y postrero día del mes de agos- tiempos, plazos, forma y manera que se contiene en la
to del dicho año de 1658 y el día que así lo diere asen- condición antes de ésta según y como en ella se espe-
tado y puesto, se me han de dar 500 pesos que es la cifica sin innovarla ni alterarla en cosa alguna.
cantidad cumplimiento a 7 mil pesos, que me han de 16 Y asimismo es condición que para que yo prosi-
haber entregado habiéndole puesto y armado en dicha ga en el último cuerpo y remate del dicho altar, me ha
iglesia, sin que se me haya de dar ni pagar otra cosa de dar el dicho convento 1000 pesos de contado, lue-
ninguna por razón de asentarlo, ni ponerlo, ni por razón go que quiera que le prosiga, y habiéndomelos dado,
de pagar de gente que sea menester para ello, ni anda- dentro de cuatro meses se me han de dar 500 pesos, y
mios que se necesiten poner para asentarlo, así el dicho dándomelos me obligo a que lo daré, y puesto y asen-
primero cuerpo, como los demás del dicho retablo. Con tado el dicho cuerpo y remate, en toda perfección, den-
declaración que si a los plazos que van referidos no se tro de un mes, y el día que así lo entregare, el dicho con-
me dieron las cantidades que se contienen en esta con- vento me ha de dar y pagar otros 500 pesos con los
dición, no me han de correr los plazos que van referidos cuales se cumplen y ajustan los 16000 pesos del pre- | 55
y el tiempo que así se retardare en dárseme dichas can- cio de toda la dicha obra, siendo como es declaración
tidades, se me ha / [f. 10v] de descontar y han de correr que toda ella y todos los dichos cuerpos me obligo a los
dichos plazos desde el día que se me dieren y ha de dar puestos y asentados a mi costa, sin que el dicho
quedar diferido en mi juramento simple, en cuanto a no convento tenga obligación a gastar cosa ninguna en
habérseme hecho dichas pagas a dichos plazos, sin otra ello.
prueba de quedar relevado en forma. Y debajo de las dichas condiciones, en la mejor vía
14 Yten es condición que para que yo haya de pro- y forma que haya lugar en derecho, me obligo a que
seguir en el hacer y fabricar el segundo cuerpo del haré en toda forma y arte el dicho retablo, y le daré
dicho retablo, se me han de dar 1000 pesos luego que acabado y armado, ajustándome a la traza y dibujo
el dicho convento quiera que le prosiga y dentro de tres de que así tengo / [f.11v] hecha demostración, sin que
meses de como se me hayan dado los dichos 1000 de ella exceda, según que se refiere por las dichas con-
pesos, se me han dar otros 1000 pesos, y dentro de diciones, a satisfacción de maestros peritos en el arte,
otros tres meses se me han de dar otros 1000 pesos, y que el dicho convento nombre para que le vean, y
habiendo cumplido el dicho convento con estas pagas declaren si he cumplido o no, con las obligaciones que
en esta forma, dentro del dicho tiempo de seis meses me así hago y se contiene por cada una de las dichas con-
obligo a que daré puesto y asentado el dicho segundo diciones, haciéndoseme las pagas a los plazos y tiem-
cuerpo dentro de un mes, además de los seis referidos, pos que en ellas y cada una de ellas se contienen y
y el día que lo diere puesto y asentado como el prime- declaran, y no habiendo cumplido como va dicho,
ro, se me han de entregar 500 pesos que es cumpli- dicho convento pueda llamar maestros, a su satisfac-
EL ENSAMBLADOR PEDRO RAMÍREZ EL VIEJO, Y EL CONTRATO DEL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE LA MERCED DE MÉXICO (1657)
ción, y concierte lo que así hubiere dejado de hacer, y relevo en forma, todo lo cual pagaré con más las cos-
por perfeccionar, y excediendo el concierto con dichos tas. Y asimismo confieso y declaro que en presencia
maestros de mas cantidad de la que así hubiere requeri- del escribano y testigos de esta carta recibo del dicho
do, por la demasía que así importare se me ha de po- convento/[f. 12] la cantidad de los 3 mil pesos en rea-
der ejecutar por ella, en mi persona y bienes, con sola les, que se me entregan mediante dichas condiciones,
esta escritura y las declaraciones que en razón de ello contados a mi satisfacción, de que pido de fe y yo el
se hicieren, recibiéndome en cuenta y descontándome presente escribano, la doy de que en mi presencia y de
la cantidad que así tasaren valer la obra que hubiere dichos testigos se entregaron por los dichos religiosos y
hecha, y acabada hasta el tal dicho día que así se ta- quedaron en su poder realmente [...]
sare, y el juramento simple de la parte del dicho con- [f.13v]
vento, sin otra prueba, diligencia, ni averiguación algu- Pedro Moreno de Velasco Escribano real y de pro-
na, aunque de derecho se requiera, porque de ella les vincia [firma y rúbrica]
56 |
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
ANTONIO LORENZO MONTERRUBIO*
El retablo pintado
en la iglesia del Carmen,
Ixmiquilpan, Hidalgo
[…] lo característico del ser humano no es su espíritu puro,
sino esa oscura y desgarradora región intermedia que podemos llamar alma,
esa región en que sucede lo más grave de la existencia:
el amor y el odio, el mito y la ficción, la esperanza y el sueño.
Ernesto Sábato
C
rear una imagen propia del mundo a partir de un fragmento de la rea-
lidad, hasta un mundo entero, ha sido una ambición del hombre desde
la prehistoria. Múltiples motivaciones lo han guiado, respondiendo a
sus complejas personalidades. Uno de los más refinados ejemplos de
creación de escenas virtuales es el trampantojos o trompe d’oeil (“enga-
ñar al ojo”). Los venados y bisontes de Lascaux y Altamira son unos de los primeros
eslabones de esa larga cadena de imaginaciones y creaciones colectivas, que han fas- | 57
cinado al ser humano en la formación de imágenes de su entorno y de lo sobrenatu-
ral. La explicación a la razón última de la existencia, para la cual se recurre al concurso
divino, se vale del arte de la pintura para mostrar sus designios al ser humano. La posi-
bilidad de especular acerca de la idea del mundo, permite la ilusión de compartir con
el observador una realidad alternativa, la cual, entre mayor sea la pericia del artista,
será más convincente y persuasiva. La construcción de la utopía, entendida como el
“lugar que no existe”, tiene lugar en ese teatro imaginario. La ejecución de otras rea-
lidades se identifica con un afán de alcanzar, aunque sea un poco, el poder de crea-
ción de la fundación primigenia. Dentro de la construcción de ese mundo, la pintura
se yergue como una solución privilegiada, por sus grandes posibilidades creativas.
Así, se han plasmado arquitecturas fingidas que niegan por un momento el sopor-
te que les confiere existencia, por medio de perspectivas ilusorias que parecen invitar
al espectador a entrar, como una incitación al quebrantamiento de reglas. Son para-
dojas ocurridas en la búsqueda de una dimensión ultraterrena. ¿Evasión o comple-
mentariedad? Sin duda la observación de estos desgarramientos de realidad produce
sentimientos ambiguos, entre la corroboración del deseo de enriquecer la espacialidad
y la oscura ambición de crear una ilusión, un espejo reflejando historias de eternida-
* Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo.
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
Fotografías 1. En las poblaciones de Liétor, Cehegín y
Tobarra, España, se resguardan retablos pintados contem-
58 | poráneos al del presente estudio.
des arcaicas. Acaso todo depende de los temas
ampliamente socorridos por los artistas: la inge-
nuidad pausada de los angelitos separando los
cortinajes, el cielo sereno tachonado con santos,
o la determinación del cazador irrumpiendo con
decisión los ámbitos domésticos…1 Entre la sa-
cralidad o lo terrenal, se planteó un juego inde-
ciso donde los espejos y abalorios irrumpen más
allá de la frontera de la realidad.
Ha sido una inquietud constante, en todas las
latitudes, ampliar el espectro espacial tangible del
mundo real. En Europa son infinitos los ejemplos,
nutridos desde la cultura grecorromana. Con el
descubrimiento del Nuevo Mundo se abrieron
1Pintura de Paolo Veronese en la Villa Máser (Ásolo), 1559-
1560, construida por Andrea Palladio en el Véneto italiano.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
resguarda un retablo pintado en el muro testero,
oculto por el retablo mayor. El descubrimiento
de esta obra fue una sorpresa. Un requisito indis-
pensable en las labores de inventario y registro
del patrimonio arquitectónico y artístico es la
curiosidad; gracias a ella fue posible realizar este
hallazgo, dentro del programa de inventario de
retablos y bienes muebles religiosos en recintos
religiosos del estado de Hidalgo. Dicho programa
ha sido realizado por el Consejo Estatal para la
Cultura y las Artes de Hidalgo y el Instituto de
Investigaciones Estéticas de la Universidad Na-
cional Autónoma de México.2 Junto con el equi-
po de arquitectos que han efectuado tan monu-
mental trabajo, el 12 de septiembre de 2002 me
introduje por un conducto inferior que, a mane-
ra de túnel, atraviesa por el centro al retablo ba-
rroco y llega a un estrechísimo pasillo, entre el
retablo y el muro testero. Ahí comenzó el impac-
to al percatarnos de la obra oculta, para después
elaborar un croquis e intentar describirla con to- | 59
Fotografía 2. Retablo pintado en Apan, Hidalgo, tomado de Jorge Olvera, do detalle. Encontrar un patrimonio de tal mag-
“Ciudad Sahagún y sus alrededores”, en Artes de México, núm. 56/57,
México, Artes de México, 1980, p. 101.
nitud es una experiencia emocionante.3
Debe destacarse el valor inapreciable del tra-
bajo de campo para el desarrollo de investigacio-
nuevas posibilidades para el empleo del trompe nes inéditas que amplíen el panorama de la his-
d’oeil, ahora bajo el influjo de la mano de obra toria del arte mexicano.
indígena.
En el estado de Hidalgo existen otros retablos La iglesia del Carmen en Ixmiquilpan
pintados, como en las iglesias de Tizayuca y Apan.
Todos estos casos, como el que ahora nos ocupa, El patrocinio de particulares para la construc-
son pinturas en sí mismas completas y terminadas. ción de templos en la Nueva España suele ser de
No son esbozos o proyectos de retablos tridimen- gran importancia, dando como resultado obras
sionales, sino obras que iban en consonancia con de arte de primer orden. Por citar algunos ejem-
toda la pintura mural del interior de las iglesias.
2 Se trata de un programa iniciado a partir del año 2000, que
hasta principios de 2006 ha cubierto más de la mitad del
El descubrimiento territorio estatal.
3 Debo agradecer a mis compañeros Alejandro Tovar C., Ma-
riana Romero D., Gustavo Quintanar R., Fernando Pérez Q.,
Uno de los casos es la iglesia del Carmen, en uno Nayeli Sánchez N. y Marco Antonio Díaz C., por su dedica-
de los barrios de Ixmiquilpan, Hidalgo, la cual ción en el levantamiento de los datos.
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
60 |
Fotografía 3. Nicho central del retablo mayor.
plos, la Valenciana, en Guanajuato; la iglesia de manifestaciones pictóricas del resto de la nave,
Loreto en la ciudad de México, y la capilla del como con sus retablos tridimensionales.
Calvario, en el actual estado de Hidalgo. Los trámites para la fabricación se remontan a
El resultado de tener promotores decididos 1752; se colocó la primera piedra dos años des-
dentro de la comunidad, con una visión definida pués.4 Conviene presentar la cronología de los
del objeto de su devoción, originó, en el caso que momentos clave en la construcción de la iglesia
nos ocupa, un recinto religioso bastante homo-
géneo. Esta situación podría corroborar la con- 4 José Vergara Vergara, El Barroco en Hidalgo, México, Go-
gruencia de la pintura del retablo, tanto con las bierno del Estado de Hidalgo, 1988, p. 49.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
del Carmen: 1754, colocación de la primera pie-
dra de la iglesia; 1757, conclusión del arco toral y
la bóveda del presbiterio; 1764, inicio del actual
retablo mayor; 1769, conclusión de la portada de
la iglesia, y 1772, inauguración de las obras.5
Así, es posible definir el periodo de realiza-
ción del retablo pintado que nos ocupa entre
1757 y 1764. Quizá correspondió a una necesi-
dad de tener elementos de culto mientras se ter-
minaba el templo.
La misma concepción unitaria que ha dictado
la ocupación total de los muros se encuentra pre-
sente en toda la iglesia, siendo una constante a
lo largo de su construcción y posteriores restau-
Fotografía 4. Planta arquitectónica del templo. Justino Fernández (recop.),
raciones. Por ejemplo, una cartela pintada en la Catálogo de construcciones religiosas del Estado de Hidalgo, vol. I, Pachu-
sacristía indica textualmente: ca, Gobierno del Estado de Hidalgo, 1984 (facsímil de la edición de
1940), p. 369.
Se acabo esta Sha. Sacristia de Renovar á / 30 de
Junio de 1817, y Se bendisio á 9 de Julio / del Pre- blos, dependencias y atrio. Así, contaron con un
sente año. Juntamente Con la mesa de / dha
templo, el cual no desmereció ante el convento
Sacristia y el sotavanco laltar mayor / con cuatro
blandones y dos pedestales á / costa y mension del
principal de San Miguel. Aún a pesar de la corta | 61
Nieto del difunto D. Salvador / Ramos que lo es D. distancia que los separa, el sentimiento de la
fran.co Ramos esclavo / de Ntra. Sra. del Carmen.6 otredad, del ser diferente, y así distinguirse de
los demás, fue tal vez un impulso y detonante
La iglesia del Carmen contiene elementos para el inicio de la construcción.7
clave reveladores que indican la intención de Particularmente interesante es la pintura en
reforzar la identidad propia del barrio, convir- el primer cuerpo del retablo lateral de la nave, de-
tiéndose la creación de la iglesia en motivo de dicado al Señor de Mapethé, en el muro del Evan-
orgullo. Ello puede evaluarse en el empleo de los gelio. Se trata del traslado a la fuerza del Cristo
componentes principales de una arquitectura de Mapethé, llevado al convento de San Ángel,
religiosa de mayor envergadura, incluyendo dos en México, por un cuerpo de soldados virrei-
torres con campanario, cúpula, una serie de reta- nales. La representación de eventos históricos
de carácter local no es muy común en la icono-
5 Datos basados en inscripciones de la misma iglesia y en
grafía religiosa mexicana. El pequeño cuadro
José Vergara, op. cit.
6 Varias leyendas están inscritas en la iglesia, incluso en el presenta una batalla desigual: un destacamento,
retablo definitivo. Un análisis interesante del recurso es- a caballo, dispara sus mosquetes hacia un grupo
crito asociado al trabajo retablístico, para el caso español lo
realiza Concepción de la Peña Velasco en su artículo “El va-
lor de la palabra en el retablo español. De finales del góti- 7 La satisfacción de los promotores se encuentra presente
co a comienzos del neoclasicismo”, en la página web de la en las mismas leyendas pintadas en la iglesia, informando
Universidad de Murcia: http://www.um.es/tonosdigital/ acerca de la terminación de diversos elementos gracias a su
znum4/estudios/retablo.htm decidido impulso, recordando antiguas responsabilidades.
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
62 |
Fotografía 5. Traslado del Señor de Mapethé. Retablo del Señor de Mapethé, iglesia del Carmen, Ixmiquilpan, Hidalgo.
de indígenas defendido sólo con arcos y flechas, La presencia de una escultura del diablo, sojuzga-
mientras que una partida de indios se llevan la do por el arcángel san Miguel (precisamente en lo
imagen, ante la impotencia de la población. Es alto de ese retablo) tal vez pueda relacionarse con
un testimonio crudo y directo, que lleva implíci- una manera de señalar que lo sucedido no queda-
ta una acusación al sometimiento incondicional ría impune, por lo que se les impondría un castigo
de las comunidades. El dramatismo del hecho ejemplar.9
sobresale debido, entre otros aspectos, a sus im- Curiosamente, ese mismo retablo resguarda
plicaciones religiosas directas y trascendentales otras pinturas con escenas basadas en situacio-
en la vida cotidiana del pueblo. nes reales, como algunos hechos vinculados con
Defensa a ultranza de un valioso elemento de el mismo Cristo de Mapethé.
identidad, el episodio representado, revela clara-
mente la conciencia comunitaria de la apropiación
9 El proceso de formación de elementos propios de identi-
de un bien muy preciado, arrebatado con violencia.8 dad es planteado para un caso tlaxcalteca por Jaime Cua-
driello, Las glorias de la República de Tlaxcala o la conciencia
como imagen sublime, prólogo de Ramón Mújica Pinilla, Mé-
8Lamentablemente, ahora la pintura ha sido robada, junto xico, Instituto de Investigaciones Estéticas-UNAM/Museo
con otras piezas, del interior de la iglesia. Nacional de Arte-INBA, 2004.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
| 63
Fotografía 6. San Miguel Arcángel venciendo a Luzbel, remate del retablo del Señor de Mapethé, iglesia del Carmen,
Ixmiquilpan, Hidalgo. Tomado de José Vergara, El Barroco en Hidalgo, op. cit., p. 92.
Análisis y valoración de la obra repetición infinita o a las representaciones natu-
rales de plantas y animales de las artesanías
El retablo pintado de la iglesia del Carmen es mexicanas, como el caso de las tiras bordadas de
una genuina muestra de fervor religioso, donde la sierra de Tenango, al sureste del estado de Hi-
se recrean elementos del arte culto a través del dalgo. Su traza recuerda el posterior óleo de fray
tamiz popular. Recuerda al papel picado en su Pablo de Jesús, El Conde de Gálvez, de 1796, ex-
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
64 |
Fotografía 7. Reconstrucción del retablo. Dibujo de Elia Sánchez Nájera, 2004, sin escala.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
a) b)
Fotografías 8. Dos detalles del retablo pintado. a) Uno de los medallones. b) Parte del capitel y entablamento. | 65
traordinaria pintura en donde se imita la vida llos portando escapularios sobre una cortina que
con un ardid caligráfico. cae a ambos lados. Aquí se descubre una signifi-
De acuerdo con Juan Benito Artigas, es poco cación no ortodoxa de la obra: la composición
lo que se conserva de la pintura mural barroca formal no se apega estrictamente a los cánones
en México, porque se elaboraba con la técnica arquitectónicos establecidos. En el apartado de
del temple, de ahí que se desprende con facili- los órdenes clásicos expuestos en los tratados
dad del muro.10 Es otra razón para apreciar la de arquitectura, es clara la relación lógica entre
presente obra. el soporte estructural (columna), y el remate (ar-
La simulación arquitectónica del retablo en sí quitrabe, friso y cornisa).11 En nuestro caso, el
comprende la predela y seis columnas estípites presentar un robusto conjunto de columnas sólo
con medallones de santos y santas carmelitas, para sostener un delicado ornato vegetal desta-
sosteniendo un entablamento que sirve de apo- ca, por medio de la naturaleza pictórica de la
yo a dos grandes volutas, las cuales, a su vez, en- obra, el carácter ilusorio de la ésta.
marcan una venera flanqueada por dos angeli-
11Como ha indicado el teórico John Summerson, las colum-
10Juan B. Artigas, “La piel del barroco”, en Cuadernos de Ar- nas carecen de sentido a menos que sostengan algo. Véase
quitectura Virreinal, núm 17, México, Facultad de Arquitec- su excelente trabajo, El lenguaje clásico de la arquitectura,
tura-UNAM, 1995, p. 57. Barcelona, Gustavo Gili, 1979, p. 13.
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
66 |
Fotografia 9. Fray Pablo de Jesús, El Conde de Gálvez, óleo, 1796, en Manuel Toussaint, Pintura colonial de
México, UNAM, 1990, lám. 330.
Dobles capiteles con ornatos vegetales, remata- una solución escenográfica, con un sólo paño en
dos al centro con una especie de flores de lis, so- color rojo intenso al centro, delimitado por los estí-
portan sendos ábacos separados por una cornisa, pites y el cortinaje superior. El efecto de profundi-
además del arquitrabe, exornado con querubines dad se ha logrado, además del sombreado, gracias
con las alas extendidas. La pintura del retablo al cortinaje intercalado como fondo de los estípi-
adopta, en su parte central, una forma de artesa tes, así como por el uso del color, formando una
vertical que sigue la conformación del muro.12 El pantalla no tan neutra como se esperaría, creán-
rehundimiento resultante refuerza la sensación de dose una pintura cuyo color se ha preservado
profundidad alcanzada por el artista, mediante la maravillosamente por habérsele sobrepuesto, en
aplicación de sombras.13 Amarillos, rojos y ocres, un corto periodo, el definitivo retablo mayor de
cafés y grises, encarnados, fueron empleados en madera. Todas las cualidades anteriores refuerzan
la afirmación señalada: la pintura no es un esbozo,
12 Como puede percibirse en el plano del Catálogo de Cons-
sino una obra terminada, necesaria para garanti-
trucciones… op. cit.
13 El recurso recuerda el caso mencionado del retablo pin- zar el culto mientras se conseguían los recursos
tado de la parroquia de Apan. para emprender la obra del retablo permanente.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Fotografia 10. Vista superior. Se percibe el nicho formado al centro. | 67
Fotografía 12. Vista del entablamento pintado, que
Fotografia 11. Daño ocasionado por el empotramiento del retablo. muestra el empotramiento del retablo definitivo.
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
68 | Fotografía 13. Detalle de la ensambladura del retablo definitivo.
El resto de la superficie confirma el horror al
vacío propio del pensamiento barroco. Es un gran
tapiz con motivos vegetales. La sección central
sin ornato quizá contenía alguna imagen o pintu-
ra, acaso de la Virgen de la advocación principal
del templo, o tal vez una escultura sobre un ban-
co con dicho fondo. Dicha solución (el cuadro
central sin dibujo) es similar a otros casos, como
la pintura del ábside de la capilla abierta de Acto-
pan, la cual sugiere la colocación de un retablo
provisional ajustado a ese tamaño. A falta de ma-
yores datos, no es posible ahondar más acerca de
la composición de la imagen central faltante del
retablo.
El retablo pintado fue afectado por el empotra-
miento de travesaños que sostienen el retablo de-
Fotografía 14. Detalle de la pintura mural del retablo pintado. finitivo, perdiéndose así partes de la obra descri-
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
ta. La pintura que abrió el camino artístico para con técnicas adecuadas y acaso novedosas la con-
otras posibilidades estéticas fue desplazada natu- servación y el disfrute de la composición, sin afec-
ralmente por el retablo definitivo. Su carácter tar la materialidad del retablo definitivo.
temporal se evidencia en tal situación.14 El traba- El aparentemente económico recurso de la
jo primigenio que originó el retablo que ahora ve- pintura se convirtió en una magnífica aportación
mos, se vio desde entonces cubierto, olvidándose a la historia del arte, considerando la calidad del
hasta ahora. En la actualidad, el destino de la obra trabajo, testimonio oculto de un empeño comu-
seguirá en la sombra, mientras no se garanticen nitario que debe ser conocido y revalorado.
| 69
14 Al parecer era una práctica corriente. Por ejemplo, en la
iglesia parroquial de la Asunción, en Villanueva, un pueblo
de Murcia, España, existió durante un breve periodo un re-
tablo pintado, fechado alrededor de 1730. Fuente: http://
www.canales.laverdad.es/pueblos/villanueva6.htm
EL RETABLO PINTADO EN LA IGLESIA DEL CARMEN, IXMIQUILPAN, HIDALGO
JOSÉ MARTÍN TORRES VEGA*
Don Marcos Muñoz de Sanabria.
Un arcediano benefactor
de los conventos de monjas
en Valladolid de Michoacán
E
s posible considerar que los trabajos biográficos han perdido vigencia,
quizá porque los nuevos enfoques de investigación histórica preponde-
ran planteamientos de fenómenos, en los cuales la figura de los perso-
najes pasa a un segundo plano y su obra se analiza como parte de un
contexto más complejo. Este texto coadyuva a entender a uno de los
personajes clave, quien, mediante su presencia en el cabildo catedralicio de Valladolid
70 | y debido a su generosidad, impulsó los conventos de monjas.
Don Marcos Muñoz de Sanabria y algunos de sus parientes
Es escasa la información impresa acerca de la vida y personalidad de Marcos Muñoz
de Sanabria. Nada se sabe de su origen y juventud, puesto que lo que hasta ahora se
ha dado a conocer corresponde a su actividad eclesiástica. Sabemos que fue estudian-
te del Colegio Mayor de Santos y canónigo lectoral, también fue arcediano y, en 1737
ocupaba el cargo de deán1 de la Catedral de la entonces ciudad de Valladolid, hoy
Morelia. Para destacar su jerarquía basta recordar que el puesto de deán era una de las
dignidades con el arcedeán, el chantre, el maestrescuela y el tesorero, que conforma-
ban el Cabildo, junto con las canonjías, los racioneros y los medios racioneros.2
Entre sus actividades al interior de la mitra estaba la de regular lo relacionado con
el uso de las campanas. En 1742 prohíbe que se doble o repique con las esquilas; dis-
pone que sólo se doble con solemnidad en los entierros, donde los derechos parro-
* Facultad de Arquitectura, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán.
1 Deán: el que hace de cabeza de cabildo, después del obispo, y lo preside en las iglesias catedrales o cole-
giatas. La palabra proviene del bajo italiano y significa “jefe de diez”. Edgar Royston Pike, Diccionario de re-
ligiones, México, FCE, 2001, p. 140.
2 Óscar Mazín Gómez, Archivo Capitular de Administración Diocesana Valladolid-Morelia, Catálogo I, Zamora,
Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, El Colegio de Michoacán, 1991, p. 16.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
quiales excedieran de 50 pesos. Esta disposición Otro de los Muñoz de Sanabria, del que se en-
está rubricada por el obispo de Michoacán.3 cuentra información, es Nicolás, tal vez hermano
Además de estar a cargo de la forma de comu- de Marcos y de Juan Carlos, vecino del pueblo de
nicación más eficiente en su tiempo, Marcos Mu- Acámbaro y reputado en la ciudad de Celaya,
ñoz de Sanabria intervino en varias obras como de donde fue alcalde ordinario varias veces y
mecenas porque tenía un capital en efectivo y en obtuvo “oficios honrosos” por la muy ilustre poli-
especie que se lo permitía. Entre otras propieda- cía y regimiento.6 Nicolás formó una familia que
des, sabemos que fue dueño de una casa principal más pronto tuvo vínculos con Marcos.
con tres accesorias en la calle de San Francisco
(dicha calle, que iba de la Plazuela del Real Hos- Dos monjas dominicas en Santa Catalina
pital al convento de San Francisco) que estuvo en de Siena de Valladolid
pregón para venta.4 Uno de los interesados en esa
propiedad fue Joachin de Thorrescano, maestro Del legítimo matrimonio de Nicolás Muñoz de Sa-
de “Pharmacopea” con botica pública en la ciu- nabria (presunto hermano de Marcos, como ya se
dad de Valladolid, quien declaró que la arrenda- dijo) y de Gertrudis Valenzuela, nació María
ba. Quizá por su solvencia económica, por un Josefa,7 quien presentó solicitud para ingresar al
lado, o por haber sido buen administrador de sus convento de Santa Catalina de Siena el 9 de abril
propios bienes, don Marcos fue nombrado, en de 1737, a la edad de 16 años.8 El 13 de abril de
1744, tesorero de la Catedral de Valladolid. 1737, por mandato del obispo Juan Ubaldo de An-
Su papel como bienhechor trascendió, ya que guita Saldoval y Rojas, como vicario del convento
en 1768 su albacea legó seis frontales para la de religiosas dominicas, pasó, junto con el notario | 71
Catedral, que para ese año sólo tenía nueve de público Francisco Joseph Gutiérrez de Robles, a
los 15 proyectados. De los manuscritos históricos las casas del doctor Marcos Muñoz para recibir la
ha sido posible referir a su familia cercana como declaración de María Josefa Muñoz de Sanabria.
vecinos de la ciudad de Celaya, de reputada El que la joven estuviera en casa del arcediano, y
estirpe española. Un hermano varón amplia- no en la de sus padres, nos permite suponer que
mente identificado era Juan Carlos Muñoz de para la elección de religiosa, la joven tuvo una
Sanabria, cura de Santa Fe y Real de Minas de
Guanajuato, donde residía, aunque tenía una de barrios, rubricado por el maestro de arquitectura Nicolás
López Quijano 1757-1759, solar núm. 190.
casilla que miraba al poniente, y que medía de 6 AHMCR, Diocesano, Gobierno, Religiosos, Catarinas, c. 219,
frente siete varas alineada de sur a norte por 47 exp. 51, 10 fs.
7 El certificado de bautismo rubricado por fray Antonio
varas de fondo. Estaba ubicada en el barrio de Méndez, religioso de San Francisco, señor cura y maestro
San José, en la calle que subía de la capilla de la de doctrina del pueblo de Acámbaro y su jurisdicción, refi-
Santa Cruz al templo de San José, muy cerca de rió: “En el año del señor de mil setecientos veinte y uno, en
diez días del mes de noviembre, con licencia del Reverendo
la calle Real.5 Padre Cura en la hacienda de Uriquaro, el señor fray Juan
Díaz, vicario del convento de Xerequaro, exorcisó, puso
óleo, bautizó y puso crisma a María Josepha hija legítima de
3 Archivo Histórico Manuel Castañera Ramírez “Casa de Mo- Nicolás Muñoz de Sanabria y doña Gertrudis Valenzuela, es-
relos” de Morelia (AHMCR), Diocesano, Gobierno, Visitas, In- pañoles. Fueron padrinos Joseph Carrillo y Michaela Pania-
formes, c. 497, exp. 37, 220 fs. gua”, AHMCR, Diocesano, Gobierno, Religiosos, Catarinas, c.
4 Idem. 219, exp. 51, 10 fs.
5 Archivo Histórico Municipal de Morelia (AHMM), Libro 27 8 Idem.
DON MARCOS MUÑOZ DE SANABRIA. UN ARCEDIANO BENEFACTOR DE LOS CONVENTOS DE MONJAS EN VALLADOLID DE MICHOACÁN
fuerte influencia tanto de Juan Carlos como, por
supuesto, de don Marcos, ambos personajes des-
tacados en la esfera eclesiástica michoacana.
El 26 de marzo de 1738, la joven pidió se le
tomara declaración para profesar, debido a que
estaba próxima a cumplir el año en el noviciado,
y tanto la priora, la subpriora y las definidoras
rubrican la petición, legitimando así la solicitud.
También en esas fechas ya se había exhibido la
dote de 3,000 pesos más 150 de propinas y de-
más que se acostumbraba. El examen de profe-
sión se celebró un mes después, es decir, el 26 de
abril de 1738, en uno de los locutorios del con-
vento donde se hizo parecer a la joven Muñoz de
Sanabria. Este examen se realizó en vísperas del
traslado; baste recordar que se mudaron de casa
la tarde del 3 de mayo de 1738, así que entre las
profesas iba María Josefa Muñoz de Sanabria,
quien en el convento adoptó el nombre de María
Josefa de la Concepción.
72 | Otra de las jóvenes de la dinastía Muñoz de
Figura 1. Retrato de tamaño natural de don Marcos Muñoz de Sanabria,
Sanabria que ingresó al convento de Santa Cata- anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII. Col. particular.
lina de Siena fue María Cayetana,9 quien tomó el
hábito en octubre de 1749. Esta joven fue hija sante cuestionar el porqué no la llevó a alguna
adoptiva del doctor Marcos Muñoz de Sanabria, institución a que la criasen y en cambio prefirió
debido a que fue una niña expósita, es decir, la que creciera en su casa. Quizá se trate de una
dejaron recién nacida en la puerta de la casa del más de sus facetas de benefactor, en particular
clérigo, sin que se supiera nada de sus padres con las mujeres.
biológicos,10 y fue don Marcos quien la crió y El 16 de octubre de 1749, don Marcos Muñoz
educó hasta su ingreso al convento. Es intere- de Sanabria, estando en su casa, dijo que su expó-
9 La fe de bautismo de Margarita Cayetana refiere: “En diez
de agosto de mil setecientos y veinte y nueve, con mi per- acerca de la paternidad de Margarita Cayetana, “que en
miso el señor licenciado don Lorenzo Valenzuela, bautizó cuanto a su calidad no sabe cosa alguna, por que nunca ha
solemnemente, exorcizo, puso el santo óleo y crisma a una sabido, ni oído decir quienes sean sus padres, que dicho
infanta española y le puso por nombre Margarita Cayetana, señor arcediano siempre la ha estimado, tratando y repu-
expuesta en casa del señor doctor don Marcos Muñoz de tando por española”. Por su parte, la joven declaró: “Dijo lla-
Sanabria, fue padrino don Miguel Vela López, vecino y mer- marse Margarita Muñoz de Sanabria, que en razón de su ori-
cader de esta ciudad y por que conste ser verdad lo firmé yo gen no sabía más que ser expuesta en la casa de dicho señor
el cura rector Br. Nicolás Núñez y al margen Margarita Ca- arcediado a quien reconocía por su padre adoptivo, quien la
yetana, española”, AHMCR, Diocesano, Gobierno, Religiosos, ha criado, educado y mantenido y a cuyas expensas ha esta-
Catarinas, c. 223, exp. 94, 13 fs. do y está y ser de edad de veinte años, dos meses y días”,
10 Pedro Torrero, español, alguacil mayor y fiscal de vara, AHMCR, Diocesano, Gobierno, Religiosos, Catarinas, c. 223,
vecino de la ciudad de Valladolid, en su testimonio dijo, exp. 94, 13 fs.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
sita estaba próxima a tomar el hábito y que él exhi- Una parte del sitio en que se erigió el con-
biría 150 pesos por lo tocante al año de noviciado vento fue primeramente ocupado por una capi-
y se obligó a que 15 días antes de que profesara lla en el entonces barrio indígena de la Aldea.
exhibiría los 3,000 pesos de la dote y rubricó el Después, Mateo de la Cerda y su hijo Antonio
documento.11 Sin embargo, llama la atención que solicitaron al obispo Aguilar y Seijas merced y
dicha declaración y rúbrica estén tachadas, a ma- patronazgo para edificar un templo de mayor
nera de haberlas cancelado; lo que al año si- capacidad, debido a que sentían una veneración
guiente se manifestó al no haberse pagado la dote especial por la virgen de Cosamaloapan.14
al convento de dominicas y, al parecer, ya en 1750 La licencia les fue otorgada en 1680 y ese mis-
había muerto don Marcos. Por tanto, el albacea fue mo año se comenzó la edificación del templo
su hermano Juan Carlos Muñoz de Sanabria, y el que se conserva hasta la fecha; sin embargo, la
bachiller Manuel Muñoz de Sanabria fue el acree- obra por parte de la familia De la Cerda duró
dor de los bienes de Juan Carlos.12 hasta 1726, año en que ya fallecido don Mateo,
Respecto al pago de la dote de Margarita Caye- los herederos no tuvieron recursos económicos
tana, el albacea sugiere que para tal efecto se pi- para continuar. Fue entonces que don Marcos
da la cantidad establecida, de los 8,800 pesos que Muñoz de Sanabria, quizá ya con la idea de fun-
Francisco Ruiz de Peredo y Francisco Peredo re- dar un convento para doncellas indígenas, solici-
conocen a censo redimible sobre la hacienda de tó la merced y patronazgo para concluir la obra
caña y trapiche de San José de Puruarán, debido y, posteriormente, para continuar con el monas-
a que dichos capitales eran parte del caudal del terio. El trámite de cesión se realizó por medio
arcediano. de Luziano Francisco de Espinoza, escribano | 73
Real y de Cabildo, de manera que se continuó la
La fundación del convento obra, ahora bajo la responsabilidad de Muñoz de
de Nuestra Señora de Cosamaloapan Sanabria, hasta 1730, año en que prácticamente
se concluyó, dejando una iglesia muy “capaz y
Otra de las obras singulares de don Marcos Mu- decente” con lo necesario: coro, torre,15 sacristía,
ñoz de Sanabria fue el convento de Nuestra Seño- además de una casa acomodada para capellán.16
ra de Cosamaloapan, comúnmente llamado “ca-
puchinas”, cuya comunidad practicó la Regla de ria de México Condumex, 1995, pp. 202-203. Amerlinck y
Ramos consideran que el convento de Cosamaloapan per-
Santa Clara.13 teneció a las Capuchinas, cuya filiación no está del todo es-
clarecida.
14 José Martín Torres Vega, Los conventos de monjas en Valla-
11 Idem. dolid de Michoacán. Arquitectura y urbanismo en el siglo XVI,
12 AHMCR, Diocesano, Gobierno, Visitas, Informes, c. 501, Morelia, Gobierno del Estado de Michoacán, Secretaría de
exp. 56, 80 fs. Urbanismo y Medio Ambiente, Universidad Michoacana de San
13 Las Clarisas de la Primera Regla tuvieron en la época vi- Nicolás de Hidalgo, Instituto de Investigaciones Históricas,
rreinal tres conventos en la Nueva España: el de Corpus 2004, p. 76.
Christi, de la ciudad de México, 1724; el de Nuestra Señora 15 La torre, en su cara frontal, tiene inscrito sobre la piedra
de Cosamaloapan, en Valladolid de Michoacán, 1737, y el de “AÑO DE 1732”, lo que permite suponer que se refiere a la
Santa María de los Ángeles, en Oaxaca, 1775. Tomado fecha de terminación de la misma; es decir, que en 1730 só-
de Josefina Muriel, Conventos de monjas en la Nueva Espa- lo estaba concluida la nave del templo con sus bóvedas, cú-
ña, México, Jus. Cfr. María Concepción Amerlinck de Corsi pula y la fachada.
y Manuel Ramos Medina, Conventos de monjas. Fundaciones 16 Archivo General de Notarías de Morelia (AGNM), Protoco-
en el México virreinal, México, Centro de Estudios de Histo- lo, vol. 86, fs. 218-219v, 1736.
DON MARCOS MUÑOZ DE SANABRIA. UN ARCEDIANO BENEFACTOR DE LOS CONVENTOS DE MONJAS EN VALLADOLID DE MICHOACÁN
A diferencia de la mayoría de los templos, en Cédula fue expedida en el Palacio del Pardo, con
los conventos de monjas se tiene la disposición fecha de 14 de marzo de 1734, y, en 1736, el con-
de la nave paralela al eje de la calle y presentan vento se encontraba terminado; sólo hacía falta
dos portadas pareadas; en el caso del convento el arribo de las religiosas a su nueva casa.
de Cosamaloapan, la colocación del templo es Las primeras religiosas salieron de la ciudad
perpendicular a la calle y con una sola portada. de México; del convento de Santa Clara partieron
Tal vez esto se debió a que la capilla de Nuestra sor María Josefa de San Nicolás y sor María de
Señora de Cosamaloapan, edificada por Mateo Francisca de San José; del monasterio de Santa
de la Cerda, fue cedida al futuro convento por el Isabel lo hicieron las madres Josefa María de San
obispo Juan José Escalona y Calatayud.17 Ignacio y María Josefa de la Trinidad; del de Cor-
Como se ha dicho, una vez concluido el tem- pus Christi fue designada como prelada y prime-
plo y la casa para el capellán, don Marcos comen- ra fundadora sor Gregoria de Jesús Nazareno, quien
zó la gestión ante los cabildos civil y eclesiástico vino en compañía de Gregoria de los Dolores y
para que le permitieran la fundación de un con- las indias cacicas madre María Magdalena y Ma-
vento de religiosas descalzas de Santa Clara, que ría Juana Eligia; las acompañó una novicia espa-
fuera destinado para indias cacicas y principales, ñola de nombre María Estefanía.20 La comitiva
como una rama del de Corpus Christi de la ciudad llegó a la ciudad de Querétaro; ahí se sumó la re-
de México. Entre 1730 y 1731, de manera anóni- ligiosa María Ignacia Lambarri, procedente del
ma, se donaron 8,000 pesos en el mencionado convento de Santa Clara.
convento de la ciudad de México para que, junto A su llegada a Valladolid se hospedaron en el
74 | con la iglesia concluida y la donación de los terre- convento de Santa Catalina de Siena, en donde
nos contiguos, se materializara el convento.18 se incorporaron siete indígenas cacicas de la
Parece evidente que la persona más interesada en región.21
dicha fundación era don Marcos, de modo que los
8 mil pesos depositados para el comienzo del con- mentos michoacanos en archivos españoles, t. I, Morelia, Uni-
vento fueron de su peculio, pues hasta lo que se versidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría
ha podido constatar en los documentos no había de Difusión Cultural, 1989, ficha 994-20, pp. 308-310.
20 María Concepción Amerlinck de Corsi y Manuel Ramos
una persona más interesada en la fundación. Medina, op. cit., p. 202.
21 Gabriel Silva Mandujano, “El templo de Capuchinas y el
El Consejo de Indias emitió un documento,
ex-Hospicio”, en Silvia Figueroa Zamudio (ed.), Morelia Pa-
con fecha de 12 de agosto de 1733, en el que se trimonio Cultural de la Humanidad, Morelia, Universidad Mi-
manifiesta que el virrey Marqués de Casafuerte choacana de San Nicolás de Hidalgo, Gobierno del Estado
de Michoacán, Ayuntamiento de Morelia, 1995, p. 232. Este
recibió carta de 20 de febrero de 1732, en la cual autor considera que fueron siete, pero en 1738 se encuen-
las religiosas del convento de Corpus Christi soli- tran en el AHMCR diez exámenes de profesión, lo que permi-
citaron Cédula Real para la fundación de un te suponer que las otras tres debieron entrar en abril o mayo
de 1737. Ya profesas tuvieron los siguientes nombres: sor Es-
monasterio filial en la ciudad de Valladolid.19 La tephania de Guadalupe, sor María R. del Sacramento, sor
María Potenciana de la Encarnación, sor María Guadalupe
de la Santísima Trinidad, sor María Anna de San Joseph, sor
María Francisca de la Concepción, sor María Gertrudis de
17 María Concepción Amerlinck de Corsi y Manuel Ramos San Diego, sor María Magdalena del Espíritu Santo, sor Ma-
Medina, op. cit., p. 203. ría Catharina de la Santísima Trinidad y sor María Polonia
18 José Martín Torres Vega, op. cit., p. 78. de San Buenaventura. José Martín Torres Vega, “Recons-
19 Armando Mauricio Escobar Olmedo, Catálogo de docu- trucción histórica del conjunto conventual ‘Capuchinas’ de
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
La bendición de la iglesia y el convento tuvo cubiertas con sus velos y a derecha e izquierda dos
efecto el día 23 de marzo de 1737, donde recibió sacerdotes, todos con sillas en las manos; la prela-
el título de Purísima Concepción de Cosamaloa- da sor Gregoria de Jesús Nazareno al lado del fun-
dador del monasterio, arcediano Dr. D. Marcos
pan, y para el día 24 por la tarde se realizó la so-
Muñoz de Sanabria; finalmente cerraba la proce-
lemne ceremonia que inició con la procesión sión el Sr. Deán Dr. D. Mateo Hijar de Espinoza
que partió de la Catedral hacia el convento.22 llevando bajo blanco palio, cuyas varas de plata
Ese acontecimiento del traslado de las monjas sostenían los magistrados, llevando el Santísimo
“capuchinas” quedó registrado en la Crónica de Sacramento los y los señores canónigos Dr. D.
las Capuchinas de Valladolid, Michoacán,23 se- Ubaldo de Anguita Sandoval, Magistral y el Provi-
sor y Vicario General Dr. Miguel Romero de López
gún lo citado por el presbítero José M. Núñez, de
de Arbizu […].24
la siguiente manera:
A hora competente y reunido un sinnúmero de gen- La descripción que hace el presbítero Núñez
te de la ciudad y de los barrios comenzó a desfilar la del traslado de las capuchinas a su convento coin-
procesión por las calles debidamente adornadas con
cide en mucho con lo pintado en el cuadro del
colgaduras y cortinas y grímpolas y alfombradas con
flores y mastranzo (mentha rotundifolia). Rompían
traslado de las dominicas, lo que permite creer
la marcha las danzas propias de la región con el que si tal información fue tomada fielmente de la
cuerpo embadurnado de negro y el rostro con ra- Crónica de las Capuchinas, y la crónica reflejó lo
yas de todos colores, las cabezas con penachos vis- sucedido, el primer gran traslado se realizó en
tosos de las aves de tierra caliente y arcos y flechas 1737 con el arribo de las religiosas al convento de
en la mano. Las acompañaban en sus bailes y so-
Nuestra Señora de Cosamaloapan; las mismas | 75
nes las chirimías, “que eran una música algo desa-
formas se debieron utilizar para la mudanza de
gradable, acostumbrada en aquel tiempo; todavía
para los años de 45, 46 y 1847 se oyen varias veces las dominicas la tarde del 3 mayo de 1738.
fuera de las portadas de los conventos, como anun-
cio de alguna función clásica, que debía celebrarse La presencia de Marcos Muñoz Sanabria
el día siguiente; por esto, desde la oración de la no- en el traslado de las monjas dominicas
che hasta las 9 de la noche no faltaba jamás”. Se-
guían los gigantes de estatura descomunal, vesti-
El óleo sobre tela conocido como El traslado de
dos como usaban entonces, los enanos, de cuerpos
microscópicos, la tarasca, figura de sierpe mons-
las monjas a su nuevo convento es una de las obras
truosa, el tigre con los viejos; los cohetes, las de- plásticas más grandes en la pintura novohispa-
más músicas; el incensario, la cruz alta, los ciriales na, no sólo en dimensiones físicas (mide casi 40
y el guión de plata, “las religiosas de dos en dos m2) sino por su valor como documento histórico,
ya que permite una aproximación a un evento
Morelia”, tesis para obtener el título de arquitecto, Morelia,
extraordinario en la vida de un convento de
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Facul-
tad de Arquitectura, 1999, p. 26. monjas. Basta recordar que las religiosas, una
22 Ibidem, p. 25.
vez profesas, no podían salir “al siglo” ni muer-
23 Lamentablemente la Crónica de las capuchinas de Vallado-
lid, Michoacán, citada por el presbítero Núñez, no ha sido
localizada en ninguno de los repositorios que resguardan 24 José M. Núñez, Nuestra Señora de Cosamaloapan. Noticias
documentos históricos. Consideramos que se trata de un do- Históricas y Triduo en su Honor, Morelia, s. i., 1958, pp. 5-6.
cumento fundamental para conocer la historia de este con- El texto citado fue tomado de manera textual; no se moder-
vento. nizó la ortografía.
DON MARCOS MUÑOZ DE SANABRIA. UN ARCEDIANO BENEFACTOR DE LOS CONVENTOS DE MONJAS EN VALLADOLID DE MICHOACÁN
Figura 2. El traslado de las monjas a su nuevo convento, anónimo, óleo sobre tela, siglo XVIII. Museo Regional Michoacano de Morelia.
tas, puesto que la clausura era junto con la obe- 1941, Miguel Bernal Jiménez en 1941, y tanto
diencia, la pobreza y la castidad, uno de los votos Antonio Arriaga Ochoa como Xavier Moyssén en
76 | que se juraban al momento de la profesión. De 1961. Aunque también menciona que el óleo en
manera que era una práctica singular que las cuestión ha sido analizado por Xavier Tavera
religiosas, aunque veladas, desfilasen en medio Alfaro, Ricardo León Alanís, Nelly Sigaut, Silvia
de un amplio contingente a plena luz del día, a Figueroa Zamudio y Eugenio Mercado López. En
su nueva morada entre música, danzas y ante las cada uno de los trabajos se abordan aspectos
miradas de la gente. acerca de la monumental pintura, ya sea los pla-
Existen varios trabajos que han abordado de nos en que se divide la representación, los per-
manera profunda el análisis de la pintura; recien- sonajes, los santos patronos, etcétera.
temente Ramón Sánchez Reyna informó acerca Sin embargo, hasta hoy había quedado pen-
de los estudios y aportaciones escritas respecto al diente el nombre de los personajes que forman
tema.25 En dicho texto Sánchez Reyna describe la comitiva tanto del cabildo civil como del ecle-
los primeros trabajos, es decir, los publicados des- siástico. Es por ello que, sin volver a mencionar
de 1936 hasta 1961, concretamente los realizados las singularidades de la pintura vallisoletana,
por Manuel Toussaint en 1936, Julián Bonavit en este apartado tiene como objetivo fundamental
aportar a este terreno del análisis la revelación
de la identidad de un personaje hasta hoy desco-
25 Ramón Sánchez Reyna, “El traslado de las monjas domini-
cas de Valladolid de Michoacán. Estudios y Aportes”, en nocida: la del portador de la custodia con el
Carmen Alicia Dávila M. (coord.), Xavier Moyssén: contribu- Santísimo Sacramento.
ciones de un moreliano a la historia del arte, Morelia, Michoa-
cán, Gobierno del Estado de Michoacán, Secretaría de Cul-
Al respecto, en 1941 el doctor Julián Bonavit
tura, 2004, pp. 39-53. mencionó: “[…] vá el Santísimo en manos de un
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anciano sacerdote bajo de cuerpo, de mirada clérigos portando cirios y al final de la caravana
muy dulce y afable y notándose en su blanca ca- los Cabildos civil y eclesiásticos llevando el pa-
beza el solideo […]”26 lio y la custodia con el Divinísimo Sacramen-
Es evidente que el doctor Bonavit no conocía to.”28
de la identidad del sacerdote que iba bajo palio, Por su parte, la historiadora del arte colonial,
por lo que se refirió sólo a su aspecto físico y a especialista en pintura, Nelly Sigaut, preparó un
su estado de ánimo. Xavier Moyssén, autor del excelente ensayo acerca del traslado29 que, a
artículo “Un traslado de monjas”, al referirse al nuestro juicio, es el más completo y profundo. El
personaje, mencionó: trabajo está fundamentado con información ex-
traída de repositorios históricos como el Archivo
La muerte sorprendió, un año antes de concluirse del Convento de Santa Catalina de Siena, el Ma-
la nueva casa de las catalinas, al Obispo Escalona
nuel Castañeda Ramírez “Casa de Morelos” de
y Calatayud; la sede vacante fue ocupada provi-
sionalmente por el Deán don Mateo de Espinosa.
Morelia, el Archivo del Cabildo Catedral de Mo-
Suyo es el retrato que aparece bajo palio portando relia y el Archivo General de la Nación, así como
rica custodia […]27 la revisión de la bibliografía referente al tema;
sólo que al referir el nombre del personaje que
Moyssén muestra audacia al mencionar que porta la custodia, ella se inclina por considerar
el personaje que porta la custodia es el entonces que se trató del deán Mateo de Hijar y Espinoza.
deán don Mateo de Espinosa. Quizá le pareció Dicha hipótesis debió haberle surgido porque
lógico afirmar que ante la ausencia del jerarca de fue Mateo de Hijar quien seguramente se ocupa-
la Catedral, el personaje que ocupa el lugar prin- ba de varias de las funciones del obispo Juan Jo- | 77
cipal en el cuadro era el deán, pero no analizó sé de Escalona y Calatayud, quien había muerto
qué lugar pudo ser ocupado por un personaje en 1737.
que sentía y realizaba acciones que impulsaban Otro estudio, aunque mucho más breve, fue
la creación y consolidación de los conventos de el de Silvia Figueroa. Ella, quizá con el afán de
monjas. no comprometerse demasiado, se interroga si el
Ricardo León Alanís escribió uno de los tra- Chantre Provisor y Vicario General Miguel Ló-
bajos más acuciosos al respecto, fundamentado pez de Arbizu, ¿será el que porta el Santísimo
en material bibliográfico y fuentes documenta- Sacramento?30 Con tal pregunta deja abierta la
les manuscritas de la época del acontecimiento,
resguardadas en diversos repositorios de la ciu- 28 “PUES SON VÍRGENES Y SIGUEN AL CORDERO A DON-
DE QUIERA QUE FUERA. El monasterio de monjas domi-
dad. Respecto a los personajes que van bajo pa- nicas de Santa Catalina de Siena de Valladolid Michoacán
lio muestra cierta reserva; sin comprometerse durante la época colonial”, en Tzintzun, Revista de Estudios
demasiado mencionó: “A sus lados, se ven varios Históricos, núm. 19, Morelia, Michoacán, México, enero-ju-
nio de 1994, p. 78.
29 Nelly Sigaut, “Azucenas entre espinas. El traslado del
26 Julián Bonavit, “Cuadro del Traslado del Convento de las convento de las monjas de Santa Catalina de Siena en
Catarinas”, en Anales del Museo Michoacano, Morelia, Uni- Valladolid en 1738”, en Elena Estrada de Gerlero, El arte en
versidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1941, p. 38. la vida cotidiana, XVI Coloquio Internacional de Historia del
27 Xavier Moyssén, “Un traslado de monjas”, en Anales del Arte, México, UNAM-IIE, 1995, pp. 199-215.
Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, Bue- 30 Silvia Figueroa Zamudio, “Un retrato vallisoletano del si-
nos Aires, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Arqui- glo XVIII”, en Acento, Semanario de la Cultura de La Voz de
tectura y Urbanismo, 1961, p. 15. Michoacán, Morelia, Michoacán, 23 de enero 1997, p. 10.
DON MARCOS MUÑOZ DE SANABRIA. UN ARCEDIANO BENEFACTOR DE LOS CONVENTOS DE MONJAS EN VALLADOLID DE MICHOACÁN
78 | Figura 3. Marcos Muñoz de Sanabria (detalle), óleo sobre tela, siglo XVIII. Figura 4. Marcos Muñoz de Sanabria bajo palio, portando el Santísimo.
Col. particular. Fotografía: José Martín Torres Vega. Detalle del óleo sobre tela. El traslado de las monjas a su nuevo convento.
posibilidad de que pudo ser o no el personaje nado por Nelly Sigaut y Carmen Alicia Dávila,
que ella propone. hemos buscado en los museos y colecciones pin-
Es extraño, aunque lógico, que ninguno de turas al óleo que permitan comparar y contex-
los estudiosos del traslado planteara la posibili- tualizar nuestros temas de estudio; fue así como,
dad de que el personaje protagónico del traslado en una colección particular, se nos permitió ver
de las monjas pudiera ser un canónigo impulsor de algunos “cuadros antiguos”, y entre ellos un re-
los conventos de monjas, es decir, don Marcos trato de Marcos Muñoz de Sanabria (véase la fi-
Muñoz de Sanabria, el hombre que se había gura 1). Se trata de un óleo sobre tela, anónimo,
comprometido a terminar el templo de Nuestra del siglo XVIII, del cual lamentablemente no se
Señora de Cosamaloapan, para después gestio- tiene más información que algunos testimonios
nar y conseguir la fundación del convento para en los que se manifiesta que se trata del arcediano,
religiosas capuchinas, e impulsar la profesión de y que la obra pictórica perteneció al convento de
dos jóvenes de su familia en el convento de do- Nuestra Señora de Cosamaloapan desde el siglo
minicas de Valladolid. XVIII. En la comparación que se hace de ese
Dicho descubrimiento se debe a que, gracias retrato con el fragmento del cuadro del traslado
al Seminario del Estudio de la Pintura Colonial (véanse las figuras 3 y 4), se llegó a la conclusión
en el Occidente de México, impartido y coordi- de que se trata del mismo personaje; una de las
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diferencias es la edad, es decir, que el retrato de parte de su tiempo y dinero, tal fue el caso de
tamaño natural le fue hecho a don Marcos algu- don Marcos Muñoz de Sanabria, quien impulsó
nos años antes de que se realizara el traslado, y de manera especial los conventos femeninos de
quizá fue el mismo arcediano quien lo regaló al la ciudad de Valladolid. A él se debió la existencia
convento de Cosamaloapan. del convento de Nuestra Señora de Cosamaloa-
pan, como se ha visto; fue el protagonista en el
A manera de reflexión traslado de las religiosas del convento de Santa
Catalina de Siena a su nueva morada en la calle
Los conventos de monjas fueron complejos nú- Real, en cuya pintura aparece portando el Santí-
cleos en los que las mujeres novohispanas, una simo y cubierto bajo palio. Aunque en el texto del
vez profesas, pasaban el resto de su vida en clau- Padre José M. Núñez acerca del traslado de las
sura. Dedicadas a la oración, la contemplación, y religiosas del Convento de Cosamaloapan, no
dependiendo de la regla y las constituciones de queda claro quién era el portador del Santísimo;
cada orden, podían tener algunas otras ocupacio- en lo personal, considero que tal honor no pudo
nes. Sin embargo, la gestión, construcción y dedi- corresponder a otra persona que no fuera el
cación de un convento de monjas, en la mayoría benefactor y apoyo fundamental de los conven-
de los casos, no era un asunto fácil de conseguir; tos de monjas en Valladolid de Michoacán, don
se requería de personas que dedicaran buena Marcos Muñoz de Sanabria.
| 79
DON MARCOS MUÑOZ DE SANABRIA. UN ARCEDIANO BENEFACTOR DE LOS CONVENTOS DE MONJAS EN VALLADOLID DE MICHOACÁN
ENRIQUE TOVAR ESQUIVEL* Y ADRIANA GARZA LUNA**
Juan Bautista Crouset,
Maestro mayor de obras
de Monterrey
H
a sido una constante en la historia de Monterrey, durante la última
década del siglo XVIII, destacar la labor de los primeros obispos en
la conformación urbana de la ciudad de Monterrey. Sin duda sus
propuestas influyeron en el desarrollo y crecimiento de esta ciudad
a partir de la obtención de la sede para el obispado del Nuevo Reino
de León en 1791. Sin embargo, para efectuarlas requirieron de la presencia de hom-
80 | bres entendidos en el arte de la arquitectura, tanto en la delineación como en la cons-
trucción.
Sin ignorar ni minimizar la labor de los primeros constructores de Monterrey (en-
tre ellos militares, religiosos y civiles conocedores de la materia), el desarrollo de esta
actividad, como profesión, inició hasta la segunda mitad del siglo XVIII, podría decirse
que tardíamente. Las primeras referencias aluden a José de Montalvo y a José Antonio
Jiménez, quienes en 1790 presentaron la planta y fachada para la catedral interina de
Monterrey, por lo que adoptaron el título de “maestros de arquitectura”. Sin obra referi-
da se ha citado a José de Sorola, “examinado de arquitectura”, de quien se decía era
maestro de José de Montalvo y José Antonio Jiménez. También trabajaban por aque-
llos años el maestro en arquitectura Tomás Lucio de Ibarra, venido de Saltillo; José Ma-
nuel Piña, como “oficial de arquitectura”, y Agustín Santos, “maestro de arquitectura”
mencionado hacia 1777.1
Sin embargo, la primera persona con conocimientos comprobados en el arte de la
arquitectura, debidamente examinado y acreditado por la Real Academia de San Carlos
de la ciudad de México como “Maestro Mayor de Obras”, fue Juan Bautista Crouset.
* Centro INAH-Nuevo León.
** Conarte-Nuevo León.
1 Juan Ignacio Barragán y Enrique Díaz Díaz, Arquitectos del Noreste, Monterrey, Urbis Internacional, 1992,
p. 10.
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obras, aunque sin sueldo determinado”.5 Des-
pués, el ingeniero Bambiteli trabajó en el Campo
de Gibraltar como segundo ayudante de línea “y
allí también destinó a Crouset a cuanto le consi-
Figura 1. Rúbrica del arquitecto Juan Bautista Crouset.
deró útil”.6 Tiempo después trabajaría para el
mismo ingeniero en el Campo de San Roque.7
De origen francés, ejerció su actividad en el sep- Ocho años pasaría Crouset en España trabajando
tentrión novohispano, para ser precisos, en las al lado de Bambiteli; de él aprendería las bases
áreas donde convergen los actuales estados de del arte de la arquitectura, sobre todo en el esti-
Coahuila, San Luis Potosí y Nuevo León. En este lo imperante de la época: el neoclásico.
último lugar es donde desarrolló la mayoría de
sus proyectos arquitectónicos y urbanísticos, uno Su consolidación en la Nueva España
de los cuales es el que concretó la actual traza de
Monterrey en su extremo norte, además del ali- En 1784, Francisco Bambiteli fue nombrado “di-
neamiento de las calles del centro de la ciudad. rector de las obras de esa capital de México”, por
lo que viajó a Nueva España haciéndose acom-
Crouset y sus primeros años en Europa pañar de Juan Crouset.8 Al año siguiente, Bam-
biteli proyectó El Palacio de Chapultepec, obra
Juan Bautista Crouset fue hijo de Juan Crouset y encargada por el virrey conde Bernardo de Gál-
María de Bubiola;2 nació en Baraiac en 1753, vez. En esa ocasión, Bambiteli ocupó a Crouset
obispado de Rodez y provincia de Ruerge, Fran- en calidad de sobrestante o aparejador principal | 81
cia;3 poco tiempo vivió ahí y, siendo todavía un “con un corto sueldo”.9 La obra inició un 16 de
niño, se trasladó a Roma, Italia.4 agosto, pero Bambiteli no la continuó, ya que fue
En 1776, Crouset tenía 23 años cuando cono- comisionado a la isla de Cuba. Esta vez, Crouset
ció al señor brigadier del Real Cuerpo de Inge- se quedó laborando en la obra del Palacio de
nieros, Francisco Bambiteli, quien regresaba de Chapultepec bajo la dirección del teniente coro-
Nápoles para dirigirse a la corte de Madrid. Este nel del Cuerpo de Ingenieros Manuel de Masca-
encuentro fue decisivo para definir la ocupación ró.10 Crouset desempeñó el mismo cargo y por
de Crouset dentro del campo de la arquitectura, “mucho tiempo también de pagador sin ninguna
pues Bambiteli lo tomó como aprendiz llevándo- gratificación mas que el pequeño sueldo que al
selo a España. En ese mismo año, al ingeniero
Bambiteli se le comisionó para las obras del Real 5 Ibidem, f. 139v.
Palacio de Aranjuez y, satisfecho de la buena 6 Idem.
7 Archivo de la Antigua Academia de San Carlos (AAASC),
conducta de Crouset “y de su espíritu laborioso y
gaveta 6, exp. 736, s. f. Citado por Gerardo Zapata, Monterrey,
aplicado a la arquitectura, lo ocupó en aquellas siglo XVIII. Catedral sin ciudad, México, Etnia, 1994, p. 105.
8 Al momento de su traslado, Juan Crouset tenía 31 años.
2 Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Monterrey (AHAM), AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 1.
Libro de Catedral-matrimonios, t. 3, 1787-1800, f. 78v. 9 Ibidem, f. 1v.
3 El 5 de junio de 1798, Juan Crouset afirmaba tener 45 años 10 Manuel Toussaint señala que Mascaró trabajó en la fábrica
de edad. Archivo General de la Nación (AGN), Provincias In- del Palacio de Chapultepec de 1785 a 1787, lo cual confirma
ternas, vol. 196, exp. 4, f. 120. la pronta partida de Bambiteli a la isla de Cuba. Manuel
4 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 1. Toussaint, Arte colonial en México, México, UNAM, 1990, p. 219.
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
principio se me había señalado”.11 La construc- de las casas del convento de religiosas de La
ción avanzaba sin contratiempos hasta que fue Enseñanza”, bajo las órdenes del maestro mayor
detenida por orden del nuevo virrey Manuel de Ignacio Castera.17 Dejó de trabajar en ellas entre
Flores en 1787,12 por lo que Crouset entregó diciembre de 1792 y enero de 1793, al serle soli-
todo lo que estuvo a su cargo. citado sus servicios dos meses antes para cons-
Desde finales de 1787 o principios de 1788, truir la catedral de Monterrey, por contrata del
Crouset realizó trabajos para las religiosas del obispo Andrés de Llanos y Valdés, prorrogándo-
convento de La Enseñanza de la ciudad de Méxi- le dos meses y medio para concluir su trabajo en
co. En un testimonio presentado por Marcelo La Enseñanza.
Álvarez, a nombre de Crouset, mencionó que
este último “dirigió la obra del convento de La Examen como Maestro mayor de obras
Enseñanza de esta capital”,13 una aseveración y viaje al Nuevo Reino de León
similar fue proporcionada por el Deán y Cabildo
Sede Vacante de la Santa Iglesia del Nuevo Reino Elegido como tercer obispo del Nuevo Reino de
de León, quienes afirmaron que Crouset estuvo León en 1792, Andrés Ambrosio de Llanos y Val-
“dirigiendo la obra del convento de la Enseñan- dés presentó un plano para la construcción de la
za, [donde] sólo ganaba doce reales diarios, que catedral que fue rechazado por la Real Academia
componen quinientos cuarenta y siete pesos de San Carlos. En tanto que los nuevos planos
cuatro reales al año, y de éstos se le descontaban eran delineados por el director de arquitectura
los días de fiesta y demás que no trabajaba”.14 Antonio González Velásquez; el obispo solicitaba
82 | Existe una versión francesa de la fundación un arquitecto que se hiciese cargo de la obra ma-
del colegio y convento de La Enseñanza donde terial de la catedral en dicho reino “y habiéndo-
atribuye la dirección de sus obras a un arquitec- lo su excelencia pedido a la Real Academia, fui
to francés, sin especificar su nombre.15 ¿Esta yo [Juan Crouset] electo por petición del señor
“versión francesa” aludía a Juan Crouset como fiscal don Ramón de Posadas con acuerdo del
director de la obra? Es probable que Crouset profesor de arquitectura don Antonio Velás-
estuviese a cargo de las obras del convento por quez”.18
un corto lapso y, a partir del 11 de enero de Su contratación no pudo ser más afortunada,
1789,16 laborara como sobrestante “en las obras ya que, siendo sobrestante, se le contrataba co-
mo director de las obras de catedral de la ciudad
11 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 1v. de Monterrey; a los pocos días fue “examinado
12 Sustituyó al virrey conde de Gálvez, por muerte de éste,
el 8 de noviembre de 1786.
por dicha Academia en el expresado arte [de la
13 Testimonio presentado el 21 de julio de 1804. AGN, Civil, arquitectura] y nombrado para venir a la cons-
vol. 2294, exp. 3, f. 139v. trucción de la referida catedral”.19 El examen se
14 Ibidem, f. 47.
15 La versión está asentada en la obra Le Mexique. María Ig- efectuó el 12 de noviembre de 1792; lo realizó la
nacia de Azlor, fondatrice de l’Ordre des filles de Notre Dame, á
México. Details historiques avec notes par M. L., p. 203. Cita- 17 AAASC, gaveta 6, exp. 736, s. f. Citado por Gerardo Zapata,
do por Pilar Foz y Foz, La revolución pedagógica en Nueva Es- op. cit., p. 97. Otro sobrestante que laboraba en 1794 para la
paña (1754-1820), Madrid, Instituto de Estudios y Documen- obra de La Enseñanza era Mariano Arellano. AGN,
tos Históricos, t. I, 1981, p. 327. Inquisición, vol. 757, f. 215.
16 En esa fecha se colocó la primera piedra de la fábrica del 18 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, fs. 1v-2.
convento y colegio de La Enseñanza. Ibidem, t. II, p. 126. 19 Ibidem, f. 2.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
misma persona que lo recomendó: Antonio Ve- Piñeiro. Juan Bautista Crouset nunca obtuvo
lásquez. Lo halló “en teórica y práctica mediana- nombramiento como Académico de Mérito, ni
mente impuesto tanto en delineación de los ór- como Académico Supernumerario (que era el
denes, como en la montea de arcos y bóvedas, y propuesto por Velásquez). Además, en las listas
juntamente un completo conocimiento en la publicadas a fines del siglo XVIII y principios del
calidad de los materiales y por lo dicho, capaz de XIX, acerca de los académicos de mérito, super-
desempeñar cualquier edificio que se le encar- numerarios y agrimensores titulados, Crouset no
gare, sin el menor riesgo en su construcción”,20 aparece. Fue, como señala Katzman, un gran
recomendando se le diera el título de Académico constructor,23 Maestro mayor de obras sí, pero
Supernumerario. La junta no concedió ese nom- no arquitecto titulado.24
bramiento, sino el de Maestro mayor de obras.21 No obstante, el nombramiento que recibió
Crouset como Maestro mayor de obras, siempre
[...] acordó la Junta Superior de Gobierno, celebra-
empleó en documentos oficiales el título de ar-
da el día 29 de Noviembre ultimo, concederle
facultad para que como Maestro mayor de obras, quitecto, y así lo nombran todos los documentos
pueda dirigir y ejecutar todas las que se ofrezcan relacionados con él.25 Obtenido el nombramien-
fuera de esta Capital, presentando antes a esta to, Crouset solicitó, el 11 de diciembre de 1792,
Real Academia los Planos de aquellas, que sean de el trámite de su pasaporte, en virtud del “viaje
alguna consideración, a fin de que se examinen y que debe emprender con destino a Linares y
aprueben con apercibimiento de que, no hacién-
escala en Monterrey, por haberse encargado de
dolo así, se le privara de oficio, y sufrirá las demás
las obras que el ilustrísimo señor obispo de aqué-
penas que imponen los estatutos.22
lla diócesis le tiene comunicadas”.26 Su llegada a | 83
El 10 de diciembre de 1792 se expidió el certi- la ciudad de Monterrey ocurrió entre febrero y
ficado definitivo firmado por el capitán Antonio marzo de 1793, ya que, de acuerdo con Crouset,
la obra de la catedral inició a poco de su llega-
20 AAASC, gaveta 6, exp. 736, s. f. México, 12 de octubre de
1792. Gerardo Zapata, op. cit., p. 98. da,27 y consta que en marzo de ese año ya anda-
21 Los académicos supernumerarios no podían “tasar, medir ba en la búsqueda de una cantera entre “sierras
ni dirigir obras”, motivo por el cual la Junta le concedió el
y lomas acompañado de peones prácticos, que
título de Maestro mayor de obras, donde sí podía dirigir y
ejecutar obras. Pedro Paz Arellano y Leopoldo Rodríguez pagó de su bolsillo”.28
Morales, “El examen académico del constructor: el caso de
Francisco Ortiz de Castro, 1793”, en Boletín de Monumentos
Históricos, México, CNMH-INAH, 3a. época, núm. 3, enero-
abril de 2005, p. 72.
22 Cursivas mías. No se le concedió el título de Arquitecto.
Solicitud de Don Juan Crouset, sobre que se le examine en la
Arte de Arquitectura, Archivo de la Antigua Academia de San 23 Israel Katzman, Arquitectura del siglo XIX en México,
Carlos, Facultad de Arquitectura, UNAM, gaveta 6, exp. 736, México, Trillas, 2002, p. 350.
año de 1792, Real Academia, f. 3; y LIBRO DONDE SE 24 La información de este párrafo ha sido proporcionada por
ESCRIBEN LAS ACTAS O ACUERDOS DE LA REAL JUNTA Leopoldo Rodríguez Morales.
PREPARATORIA PARA EL ESTABLECIMIENTO DE UNA 25 Que si no fue arquitecto por la Real Academia, lo fue en
ACADEMIA DE LAS TRES NOBLES ARTES DE PINTURA, su práctica cotidiana.
ESCULTURA Y ARQUITECTURA, Archivo Histórico Gráfi- 26 Ignoraba que la sede definitiva de la diócesis quedaría en
co de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM), lote 08, Monterrey y no en Linares, como al principio se había defi-
inv. 08.712127 y 08.712128. Agradecemos a Leopoldo Rodrí- nido. AGN, Historia, vol. 293, exp. 17, f. 1.
guez Morales por habernos facilitado la información del Ar- 27 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 2.
chivo de la Antigua Academia de San Carlos. 28 AGN, Provincias Internas, vol. 196, exp. 4, fs. 121.
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
Juan Bautista Crouset, urbanista febrero estaba formalmente preso, siendo moti-
y constructor de Monterrey vo de su encarcelamiento la posesión de unos
“libros y papeles” que era necesario “reconocer
La primera obra encomendada a Crouset exacta y prolijamente”.32 Crouset recordaría:
como Maestro mayor de obras, y razón de su via-
je al Nuevo Reino de León, fue la catedral de Se hizo inventario de todos mis bienes que fueron
Monterrey. Se levantó en un campo extramuros vendidos en pública subasta. Después de estar
algún tiempo en esta cárcel con prisiones y sin
al norte de la ciudad, sitio elegido por el obispo
saber la causa, fui conducido a la de San Luis
Llanos y Valdés y donado por el Ayuntamiento Potosí, en la que estuve en los mismos términos
de Monterrey, el 3 de abril de 1793. No tardaron once meses y medio, al cabo de cuyo tiempo se
en comenzar con los trabajos de limpieza, nive- me hizo saber estaba en libertad, mandándoseme
lación y apertura de zanjas al posesionarse del volver a mi destino a entender la ya dicha obra.33
terreno, y aunque no hay documentos acerca de
la adquisición o donación de los terrenos donde El 22 de diciembre de 1795, el intendente de
se levantarían un convento de monjas y un hos- San Luis Potosí, Bruno Díaz de Salcedo, recibió
pital, éstos también se iniciaron. orden del virrey para liberar a Juan Bautista
Al año siguiente, el gobernador Manuel Baha- Crouset de la Real Cárcel, que se le devolviesen
monde solicitó a Crouset planos para una nueva sus bienes embargados y que continuara con “la
cárcel, ya que la existente era pequeña y estaba construcción de esta santa iglesia catedral [de
deteriorada. Delineó la planta y fachadas el 16 Monterrey] y terminada dé cuenta a su excelen-
84 | de marzo de 1794, valuando su construcción en cia”.34 Liberado a inicios de 1796, Crouset regre-
41,068 pesos.29 Lo costoso de la obra no permitió só a Monterrey lamentando la pérdida de su fe
construirla. de bautismo, título de examen dado por la Real
El trabajo de la catedral, hospital y convento Academia, y los planos e instrumentos de su arte
transcurrieron con lentitud, en parte por el esca- que estaban entre sus bienes rematados. “Luego
so número de operarios que se ocuparon, y fue que fui restituido a esta ciudad volví a continuar
hasta el 26 de noviembre de 1794 cuando se en la dirección y trabajo de la iglesia catedral,
colocó la primera piedra de la catedral, con un hospital y convento de monjas capuchinas, las
gran concurso de gente, entre ellos el goberna-
determinación de la nación francesa en haberse hecho
dor Manuel Bahamonde.30 Apenas comenzada la república”; dichos pasquines no pasaron desapercibidos y
obra de Catedral, ésta se interrumpió en enero “dio providencia el gobierno de prender muchos franceses
y varios españoles que se decía ser fautores [sic] de la revo-
de 1795 por el arresto de Crouset. El motivo fue lución, y de hecho se prendieron varios. Después, en 15 de
la orden expedida por el virrey marqués de enero de 1795 se prendieron otros de esta ciudad y reino”.
Francisco Sedano, Noticias de México, Crónicas del siglo XVI al
Branciforte de prender a todos los franceses por
siglo XVIII, México, Departamento del Distrito Federal-
la guerra que sostenían contra su nación.31 En Secretaría de Obras y Servicios, t. II, 1970 (METROpolitana,
34), p. 51.
29 AGN, Presidios y Cárceles , vol. 31, fs. 249-251v. 32 Archivo General del Estado de Nuevo León (AGENL),
30 José Eleuterio González, Apuntes para la historia eclesiás- Sección Correspondencia Manuel Bahamonde, c. 1, año de
tica de las provincias que formaron el obispado de Linares, 1795, 16 de febrero de 1795.
Monterrey, Imprenta del Gobierno en Palacio, 1887, p. 337. 33 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 2.
31 El 4 de septiembre de 1794 aparecieron unos pasquines 34 AGENL, Correspondencia Manuel Bahamonde, c. 1, carpe-
en algunas esquinas de la ciudad de México; “aplaudían la ta del año de 1795.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Figura 2. Puente de Nuestra Señora de Guadalupe o de “Los Pilares”. Desaparecido, s. f. Anónimo. Fototeca de la Coordinación Nacional de Monumentos His-
tóricos (FCNMH). Clasificación M-580.
que estuvieron paradas durante el tiempo de mi Las obras iniciaron en agosto de 1795, por ini- | 85
arresto”.35 ciativa del gobernador Simón de Herrera y
La actividad laboral de Crouset en la ciudad Leyva,37 ocupando a los albañiles que quedaron
de Monterrey no se limitó a los trabajos que an- desempleados por la suspensión de la obra de
tes de su encierro tenía encargados por el obispo catedral.38
Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés; también se Al año siguiente, gozando ya de su libertad,
hizo cargo de obras civiles. Crouset continuó con la obra hidráulica del go-
Los casos más notables fueron la construc- bernador; este último hacía constar y certificar
ción de las presas-puente del río Santa Lucía, al “que sin ningún interés y sólo por servir al públi-
norte de la ciudad; la primera era conocida como co corrió con las obras de dos presas puentes
Presa Grande y Puente de la Purísima Concep- construidas en esta ciudad”.39 Definió, de acuer-
ción; y la segunda como Presa Chica y Puente de do con el Ayuntamiento, el trazo de las dos pre-
Nuestra Señora de Guadalupe o de Los Pilares. sas-puente,40 dirigiéndolas por varios años y “no
Este último puente “estaba adornado, en ambos se dispensó trabajo alguno hasta verlas conclui-
lados, por fuertes pilares de cantera, pintados de
amarillo y de allí que se le llamara ‘el puente rrey, Ediciones del Gobierno del Estado de Nuevo León,
1981, p. 142.
amarillo’. De pilar a pilar había amplias bancas, 37 Carpeta de Rayas de la Presa, 1 de agosto de 1795. Archivo
también de cantera”.36 (Véase la figura 2.) Histórico Municipal (AHM), Civil, vol. 155, exp. 7.
38 AGN, Provincias Internas, vol. 34, exp. 5, f. 244v.
35 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 2v. 39 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 22v.
36 José P. Saldaña, Estampas antiguas de Monterrey, Monte- 40 Ibidem, f. 24.
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
Figura 3. Puente de la Purísima Concepción. Desaparecido. Anónimo, ca. 1920. Monterrey (1880-1930). Presas de un lente objetivo,
Monterrey, Tecnológico de Monterrey, 2001, p. 115.
86 |
das”;41 esto ocurrió en 1799, cuando se colocó en boró dos planos (planta baja y primer piso) que
el puente de la Purísima Concepción, una ima- entregó al gobernador el 18 de junio de 1796.44 Un
gen de la virgen de dicha advocación. (Véase la mes después los recibiría el obispo Llanos y
figura 3.) Valdés. La obra no tuvo lugar porque el proceso
Con las obras de la catedral, hospital y con- de autorización se demoró varios años.
vento de monjas, se buscó también la fundación En ese mismo año, el gobernador Herrera y
de un Colegio de Propaganda Fide, promovido por Leyva solicitó a Crouset el levantamiento de un
el obispo Llanos y Valdés y secundado por el go- plano que comprendiera “los expresados tres edi-
bernador Herrera y Leyva,42 quien solicitó a ficios” de catedral, hospital y convento,45 ya que
Crouset la elaboración de los planos para dicho
colegio.43 En atención a la solicitud, Crouset ela- 44 Plan No. 1 del Colegio de Propaganda Fide que se ha hecho
por orden del señor don Simón Herrera y Leyva, Teniente
41 Ibidem, f. 26v. Coronel de Infantería y Gobernador Político y Militar de esta
42 La propuesta inicial del obispo era que se fundara dentro Provincia del Nuevo Reino de León. [18 de junio de 1796]; y
de la nueva traza, al norte de la ciudad de Monterrey; sin Plan No. 2 del Colegio de Propaganda Fide que se han hecho por
embargo, el gobernador Herrera y Leyva consideraba que orden del Ilustrísimo Señor Doctor don Andrés Ambrosio de
un mejor sitio lo sería Real Boca de Leones (hoy municipio Llanos y Valdés, dignísimo Obispo de esta Diócesis del Nuevo
de Villaldama); el obispo accedió y es, tal vez, la única oca- Reino de León. Delineado por Juan Crouset el 18 de junio de
sión en que ambos estuvieron de acuerdo; pocos meses des- 1796. AGN, Mapoteca, mapas núms. 3294 y 3295, respectiva-
pués se daría una ruptura entre ambos. mente.
43 AGN, Colegios, vol. 14, exp. 6, f. 16. 45 AGN, Cárceles y Presidios, vol. 31, exp. 7, f. 260.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
no encontró información en el archivo del Ayun- el momento no ha sido posible ubicar la fecha de
tamiento que hiciera alusión al nuevo trazo de la colocación de la primera piedra del hospital; no
ciudad. obstante, su construcción se estaba realizando
en ese mismo año.
Uno de los [informes] que me hizo [Juan Crouset]
La gran actividad arquitectónica y urbana de
fue el del plan que se había ideado, según el modo
de pensar de el dicho ilustrísimo señor obispo, la ciudad de Monterrey en 1796 abría un satis-
para establecer también en aquél terreno, y for- factorio panorama para el desarrollo profesional
malizar una población y una nueva ciudad, estan- de Juan Crouset; a sus 43 años de edad, estaba
do en disposición de que la iglesia catedral queda- encargado de varias obras religiosas, había deli-
ba por cabecera, teniendo sus puertas principales neado la traza de la nueva ciudad y era director
con la vista para el sur, y que para ese rumbo se
de la construcción de las dos presas-puente, ade-
debían seguir todas las fábricas que se levantaran
más de una que otra obra civil que llegaba a ofre-
hasta venir a unirse con esta ciudad. No hallé que
este plan se hubiera aprobado, como correspon- cerse. Respecto a su vida personal, en 1797 con-
día.46 trajo nupcias con María Juana de Ayala Guerra,
de 27 años de edad.
Revisado el plano, Herrera y Leyva consideró
inadecuada “la disposición del dicho plan, [por lo En esta interina catedral y parroquial iglesia de
Monterrey, en veinte y dos de febrero de mil sete-
que] le mandé a el citado maestro de arquitectu-
cientos noventa y siete años, previas las diligen-
ra me levantara uno en los términos que eran cias en derecho necesarias y precedido dispensación
correspondientes a formalizar una ciudad con de barras por el ilustrísimo Sr. Dr. Don Andrés
otra mejor disposición y con el orden también Ambrosio de Llanos y Valdés, dignísimo obispo de | 87
que se debe”.47 Así lo cumplió Crouset entregan- esta diócesis, no habiendo de todo ello resultado
do el “Plan de la Nueva Ciudad de Monterrey impedimento alguno para la celebridad de este
matrimonio, el Sr. Lic. don Matías López Prieto,
dedicado al Señor Don Simón de Herrera y Ley-
canónigo penitenciario de esta Santa iglesia cate-
va. Teniente Coronel de Infantería y Gobernador
dral en presencia de dos testigos que lo fueron don
Político y Militar de esta Provincia del Nuevo Antonio Feliú y Togores, sacristán mayor de dicha
Reino de León”, el 20 de junio de 1796.48 Con santa iglesia y don Pedro de Melo, tomó de manos
modificaciones, la traza delineada por Crouset, a don Juan Crouset, español, natural de la parro-
en su segunda versión, es la que se conserva has- quia de Baraiác, del obispado de Rodéz, Provincia
ta nuestros días. del Ruerge, hijo legítimo de don Juan Crouset y
de doña María de Bubiola, con doña María Juana de
Antes de finalizar el año, se colocaría la pri-
Ayala, española, originaria y vecina de esta ciu-
mera piedra para la erección del convento de dad, hija legítima de don Pedro José de Ayala y de
monjas capuchinas el 26 de noviembre.49 Hasta doña Clara María Guerra, y el bachiller don José
46 AGN, Provincias
Lorenzo Guerra les dio en la velación las bendi-
Internas, vol. 196, exp. 2, f. 40.
47 Idem. ciones que la Santa Iglesia acostumbra y para que
48 El primer plano levantado por Crouset no tuvo aplicación conste lo firmamos.
práctica, y hoy día se desconoce su existencia. Del segundo Pedro de Arizpe50
plano debió existir una copia en el Ayuntamiento; en él se
basó el agrimensor Guillermo Still, en 1842, para levantar
un nuevo plano de la ciudad de Monterrey.
49 AGENL, Asuntos Eclesiásticos, 2/77, 26 de noviembre de 50 AHAM, Libro de Catedral-matrimonios, t. 3, 1787-1800, f.
1796. 78v.
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
Juan Crouset y su esposa María Juana de Aya- señor gobernador don Simón de Herrera y Leiba,
la habitaron una casa cercana a la Plaza de Ar- en la construcción de dos presas y puentes y algu-
nas otras pequeñas obras que se han ofrecido,
mas, en el extremo poniente, antes de llegar al
como son la reedificación de la cárcel y abrir algu-
callejón de José Guerra. No se encontraron regis-
nas calles en esta población.56
tros de descendencia de Crouset y su esposa.51
Sus expectativas de vida, tanto profesionales Su trabajo entre la gente de la ciudad no pasó
como personales, dieron un dramático giro de desapercibido, pues ofreció sus servicios tanto
180 grados cuando el obispo Andrés de Llanos y en obras de beneficio urbano como en obras par-
Valdés decidió suspender las obras de catedral, ticulares,
hospital y convento de monjas, el 17 de junio de
[…] y esto y todo lo demás sin otro estipendio que
1797, por diferencias con el gobernador Simón
el que tenía por Director de la Fábrica de Nueva
de Herrera y Leyva.52 Catedral, cuya circunstancia que es bien pública y
notoria, acredita no sólo el desinterés de dicho
Son notorias las inquietudes e incomodidades origi- profesor, sino también su afecto a ser útil a todos
nadas a estos vecinos y moradores, desde que S. I. y su afición al arte de arquitectura que ejerce.57
mandó suspender las fábricas de Nueva Catedral,
Hospital, y Convento de Capuchinas con la especie
de trasladar al Saltillo la Silla Episcopal; siguiéndose El año de 1798 se significó como un periodo
a ellos los perjuicios, y atrasos, que ha experimen- difícil en la vida de los habitantes de Monterrey;
tado el comercio por haber este adelantado algún en abril de ese año cundió la epidemia de la vi-
dinero a los operarios de ellas: a varios particulares ruela, a pesar de las medidas adoptadas para pre-
que fabrican casas costosas para su habitación y a
88 | venirla. El edificio de la inconclusa catedral se
otros que pensando levantar algunas se mantienen
ocupó como hospital provisional de viruelas por
irresolutos, viviendo en las estrecheces que son
inseparables de una Ciudad que está en su cuna.53 encontrarse extramuros de la ciudad; al princi-
pio se sostuvo, y continuó abierto por cuatro me-
No obstante el cese definitivo de las obras, ses más, gracias al auxilio económico de los habi-
Juan Crouset no dejó de percibir el sueldo de tantes, de la Iglesia y del Ayuntamiento; entre la
1,500 pesos anuales,54 situación que de manera lista de quienes contribuyeron se encontró a
personal manifestaba serle “doloroso el disfru- Juan Crouset, aportando 6 pesos.58
tarlo sin tener ya que hacer por hallarse suspen- Su participación no terminó con la contribu-
sas las obras para que fui destinado”.55 ción económica, cuando se dividió la ciudad por
cuarteles para hacer vigilancia de los enfermos.
En todo este tiempo hubiera yo estado entera-
mente desocupado, a no haberme empleado este
Juan Crouset formó parte de uno de los grupos,
se hizo cargo del cuartel núm. 9 acompañado de
Alejo Rubalcaba en sustitución de Bernardo
51 En un censo de 1798, levantado por motivo de la epide-
mia de viruela, se encontró que Crouset vivía con su espo- Ussell y Guimbarda, posteriormente ambos apa-
sa, una criada y un criado de nombre Miguel de Quintanilla. recieron a cargo del cuartel núm. 10.
AHM, Civil, vol. 161-A, exp. 1-D.
52 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 8.
53 AGN, Provincias Internas, vol. 196, fs. 199v-200.
54 Motivo de molestia por parte del Cabildo Eclesiástico que 56 Ibidem, f. 8v.
le suspendió el sueldo dos años después. 57 Ibidem, f. 24v.
55 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 3. 58 AHM, Civil, vol. 161-A, exp. 1.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Cuadro 1. “Estado que demuestra la división de cuarteles de la ciudad de Monterrey
para la asistencia de la epidemia de viruelas con el No. de cada capellán que se le ha destinado,
y individuos a cuyo cargo están, nombre de las calles que cada uno comprende
con el No. de muchachos y muchachas que no han padecido viruelas divididos en 3 clases”
No. de cuartel Calles que comprenden Nombre del padre capellán Nombre de los sujetos en cargos
10 Desde dicho callejón (de don R. P. Guardián (Mendoza) Don Alexo Rubalcaba y don Juan Cruzet
—Antonio Lozano) y los que
—corren al Norte
Fuente: AHM, Civil, vol. 161-A, exp. 1-C.
No obstante su calidad de extranjero, su parti- El buen orden que se refleja en el mapa de la
cipación como vecino en la ciudad de Monterrey ciudad de Monterrey se refuerza con dos notas
sería recordada años después por el gobernador reveladoras de las cuatro contenidas en él,
Herrera y Leyva como “uno de los sujetos que Crouset apunta:
han contribuido con sus intereses para todas las
necesidades públicas y socorro de los pobres ne- Nota 3ª. Que las calles de color amarillo y las dos
cesitados y con especialidad en la última epide- presas se han construido de orden del actual señor
gobernador, sirviendo las referidas dos presas de
mia de las viruelas”.59
puentes de comunicación para el tránsito de co-
En ese mismo año, Juan Crouset elaboró, el 14 ches y carretas.
de julio de 1798, el “Plan que demuestra la situa- Nota 4ª. Que se han fabricado desde el año de 1793 | 89
ción de solares fabricados y sin fabricar de la ciu- hasta el de la fecha, 76 casas, no comprendiéndo-
dad de Monterrey del Nuevo Reino de León levan- se en este número la reedificación del Colegio
tado de orden del señor gobernador don Simón de Seminario, hospital provisional, oficinas de Cla-
vería, haceduría, contaduría, cárcel y casa del se-
Herrera y Leyva” (véase la figura 4); en él da cuen-
ñor gobernador.
ta del crecimiento que la ciudad tenía hasta ese
momento y que, en buena parte, las obras de cons-
trucción y adecuación se debieron a su interven- A finales del siglo XVIII, el paisaje urbano de
ción, ocupando un lugar importante las vías de Monterrey se embellecía con la presencia de una
comunicación, como fueron los puentes, el arre- alameda que se extendía a lo largo del río de San-
glo de las calles y la nueva traza al norte. ta Lucía, las calles comenzaban a mostrar mayor
orden y un nuevo barrio comenzaba a desarro-
[...] antes en la mayor parte [de las calles] eran tor- llarse al noreste. Las ideas y propuestas tanto de
cidas e incómodas, y les ha dado una forma her- los obispos José Rafael Verger y Andrés de Lla-
mosa con respecto a las proporciones del lugar,
nos y Valdés, como de los gobernadores Manuel
abriendo callejones en moderadas distancias, con
los cuales se ha facilitado la comunicación en las
Bahamonde y Simón de Herrera y Leyva logra-
vecindades, que antes en parte era molesta.60 ron concretarse gracias a la presencia del Maes-
tro mayor de obras, Juan Bautista Crouset.
59 AGN,
Posterior a la entrega del plano, Crouset con-
Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 22v.
60 Ibidem, f. 24. sideró que su labor en Monterrey había termi-
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
90 |
Figura 4. “Plan[o] que demuestra la situación de solares fabricados y sin fabricar de la ciudad de Monterrey del Nuevo Reino de León levantado de orden del se-
ñor gobernador don Simón de Herrera y Leyva.” AGN, Mapoteca, mapa núm. 177.
nado, no obstante la acelerada transformación estado de casi conclusión en que se halla. Formó
de la ciudad en menos de diez años, dejaron de plan de extensión del hospital real viejo para la co-
modidad de sus enfermos y habitantes, y lo ha rea-
hacerse obras de importancia, motivo por el cual
lizado, dándole a dicho hospital la mayor amplitud
el 15 de octubre de 1798 escribió al virrey para y desahogo que ahora tiene.62
que le diese nuevo destino y solicitó se le paga-
se el sueldo por el tiempo que estuvo encerrado La barda atrial y sus “portadas de lucida ar-
en la cárcel en 1795.61 Mientras esperaba res- quitectura” se iniciaron en abril de 1800 y con-
puesta a su carta, Juan Crouset: cluyeron a finales del mismo. Todavía en 1853,
un óleo anónimo mostraba el acceso de estilo
Compuso las bóvedas de su iglesia parroquial que neoclásico (véase la figura 5). Hoy no existe.
amenazaban hundirse y construyó otra nueva so- La otra de las “portadas de lucida arquitectu-
bre que está fundado el coro alto de la misma pa-
ra” consideramos que es la puerta lateral que
rroquia. Trazó el cementerio de ella con sus co-
rrespondientes portadas de lucida arquitectura; y
mira al norte de la actual catedral. El 21 de mayo
comprendida su obra, la dirigió hasta el presente de 1800, el cabildo eclesiástico refiere que
61 Ibidem, f. 3v. 62 Ibidem, fs. 24-24v.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Figura 5. Detalle del óleo Plaza de Armas. 1853. Anónimo. | 91
[...] se hará comparecer a el profesor de Arquitec- tado, fue realizado. No hay duda en atribuir la
tura don Juan Crouset, para que instruido de las paternidad de la construcción de la puerta late-
obras proyectadas, según lo relativo del indicado ral norte de la actual catedral de Monterrey a
oficio, pase a la iglesia parroquial; y hecho un exac-
Juan Bautista Crouset. (Véase la figura 6.)
to reconocimiento de la variación que se pretende
dar a el coro, forme un dibujo o plan del estado en Dos son las razones; la primera es la constan-
que podrá mejor acomodarse para los fines que se cia de su intervención en la obra del cementerio
pretenden, ejecutando lo mismo en cuanto a el y su barda atrial; la segunda, es la presencia de
atrio o cementerio que se intenta fabricar y que los mismos elementos tanto en la portada de la
por medio de ese reconocimiento declaré si podrá barda atrial como del remate de la portada lateral
causar daño alguno el abrir la otra puerta de el cos-
de la catedral; obsérvense en esta última las lí-
tado a la frente de la que tiene el opuesto y a cuán-
neas ondulantes con que cierra el remate, el me-
to por último podrá ascender el costo de las insi-
nuadas obras.63 dallón elíptico del centro, la cruz que lo corona y
los pináculos piramidales; son exactamente los
La solicitud del cabildo eclesiástico fue aten- mismos elementos que contiene la portada de la
dida por Crouset y el trabajo, como se ha comen- barda atrial que se observa en el óleo de 1853.
Un año antes, en 1799, Juan Crouset delinea-
63 AGENL, Asuntos Eclesiásticos, 2/84, 21 de mayo de 1800. ba el primer mapa del Nuevo Reino de León co-
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
92 |
Figura 6. Portada lateral de la catedral de Monterrey, 2005. Fotografía: Enrique Tovar.
nocido. Cuando el gobernador Simón de Herrera León] en el que va señalado con una A el paraje
y Leyva promovió la creación de una nueva po- donde la sirve [el pueblo de Azanza]”,64 tiene
blación: Nuestra Señora de la Candelaria de una cartela que dice: “En Monterrey a 16 de fe-
Azanza, solicitó a Crouset su delineación con la brero de 1799, por el teniente coronel don Simón
ubicación de la población en un mapa del Nuevo de Herrera y Leiba, Gobernador de esta Provin-
Reino de León. El mapa que el gobernador llamó 64 Fundación de Nuestra Señora de la Candelaria de Azanza.
“Plan de esta provincia [del Nuevo Reino de AGN, Tierras, vol. 3519, f. 12v.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
cia”, este mapa “lo delineó Juan Crouset”.65 Con Perdidas las causas por las que peleaba, Crouset
el número 2 señaló Herrera y Leyva el “Plan de la solicitó pasaporte para trasladarse a la ciudad de
población”; es un plano con la traza del pueblo de México para arreglar personalmente ese asunto,
Azanza y la planta y fachada de la iglesia del mis- además de buscar un nuevo destino para emplear-
mo pueblo,66 así los entregó el gobernador Simón se en su profesión; el pasaporte fue concedido el
de Herrera en expediente al virrey Miguel José de 14 de marzo de 1801, “para que se traslade a esta
Azanza en 18 de febrero de 1799.67 Ambos planos capital [de México] y no a otra parte alguna”.70
se delinearon sin que Crouset hubiera inspeccio- Viajó a la ciudad de México pero nada pudo arre-
nado dichas áreas; la recopilación de la informa- glar; al contrario, el 31 de agosto de 1802, el fiscal le
ción seguramente fue proporcionada por el gober- ordenaba residir en México o Monterrey, dándole
nador Simón de Herrera, quien en más de una un año para que tramitara su licencia de residencia
ocasión había recorrido el territorio del Nuevo permanente so pena de enviarlo a España.71
Reino de León y quien, personalmente, reconoció Encontrándose en la ciudad de México en es-
el paraje donde se levantaría el pueblo de Azanza. pera de que el virrey le ampliase su pasaporte a
En tanto, la carta enviada por Crouset al cualquier parte del reino donde pudiera subsistir
virrey solicitando un nuevo destino y el pago de de su trabajo, Crouset recibió carta de su esposa
su sueldo en tiempos de su arresto no tuvo res- donde le manifestaba los difíciles momentos que
puesta, por lo que el 12 de mayo de 1800 realizó pasaba por su ausencia; a finales de 1802 resolvió
por segunda ocasión la misma petición al nuevo regresar a Monterrey, “reunido con su esposa [a]
virrey. Estaba en las obras de la parroquia y del sufrir sus penas”. Cuando el fiscal de Hacienda lo
hospital cuando el 20 de noviembre de ese año mandó buscar, Crouset ya se había ido. | 93
le fue suspendido el sueldo,68 situación que lo
llevó a querellarse una vez más en contra del Como pide el señor fiscal de hacienda y parece al
cabildo eclesiástico, que se negaba a pagarle por señor asesor general.
En la ciudad de México, a treinta de julio de mil
un trabajo que ya no tenía (el de Director de la
ochocientos tres; yo, el escribano, habiendo solicita-
obra de la Nueva Catedral). El 3 de diciembre se do a don Juan Crouset primero en la de don Pedro
concluyó el juicio y se ordenó pagarle sólo por Chause, éste me expresó podría adquirir razón de él
las obras del cementerio y hospital, pero que del en la relojería de la esquina de la calle de Vergara y
sueldo que pedía por el año que estuvo encerra- habiéndolo solicitado en ella, se me dijo por el relo-
do y la continuación del sueldo recién suspendi- jero me podría dar razón don Pedro Larroa; y ha-
biendo pasado a la de este, su hija me contestó di-
do no tenía la Iglesia obligación alguna de pagar-
ciendo sabía que dicho Crouset se hallaba en los
lo; así se le hizo saber a Crouset.69
Álamos y para que conste pongo la presente. Doy fe.
Manuel Peimbert72
65 AGN, Mapoteca, mapa núm. 2446.
66 “Plan del Pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria de
Azanza” y “Plan de la iglesia, sus oficinas, casa cural y del
maestro de escuela”, firmado por Juan Crouset, s. f. AGN,
Mapoteca, mapa núm. 2447.
67 Fundación de Nuestra Señora de la Candelaria de Azanza.
AGN, Tierras, vol. 3519, fs. 12-15v. 70 Ibidem, f. 111.
68 AGN, Civil, vol. 2294, exp. 3, f. 52. 71 Ibidem, f. 116v.
69 Ibidem, fs. 55-55v. 72 Ibidem, f. 117v.
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
San Luis Potosí (véase la figura 7). La anterior
construcción había sido realizada por unos indí-
genas inexpertos que provocaron, por su escaso
conocimiento, un grave accidente en 1800, mu-
riendo dos personas. La obra se abandonó hasta
que Juan Crouset la retomó.
La reconstrucción de la “Capilla del Real de
los Álamos” (parroquia de San Francisco), fue
testimoniada por el párroco Ignacio Aguilar y Jo-
ya, quien declaró (el 5 enero de 1804) que
Crouset tenía poco más de un año trabajando en
la obra,74 también el Juzgado Ordinario de Ca-
torce consignó que “se consiguió a don Juan
Crouset, hombre de buena conducta y quien ha
dado testimonio de su inteligencia y actividad
con los adelantos de la obra en poco más de un
año que corre de su cuenta”.75
En un auto de visita dejado por el ilustrísimo
señor Cabañas en septiembre de 1807, se refie-
re que no pasó a la parroquia de Catorce por
94 | estarse reedificando de acuerdo con el “mapa
del Arquitecto Don Juan Crouset, bajo cuya
Figura 7. Fachada de la parroquia de San Francisco en Real de Catorce, dirección se continúa esta obra”.76 Los trabajos
1982. Fotografía: Roberto Salinas.
se prolongaron hasta 1817 cuando la parroquia
Una residencia temporal. fue bendecida, aunque en los archivos de la
Intendencia de San Luis Potosí referida parroquia consta que Juan Crouset es-
y Provincia de Coahuila tuvo prestando sus servicios hasta diciembre de
1814.77
A poco de su retorno a la ciudad de Monterrey, En 1804, Juan Crouset recibió la petición del
le propuso una “persona de respeto, de encar- párroco Rafael Ramos para delinear la parroquia
garse de la construcción de la parroquial iglesia de la hacienda de Los Ramos, actual parroquia
de este Real [de Catorce], y como tan necesitado de San Nicolás Tolentino (véanse las figuras 8 y
según deja sentado, aceptó gustoso, se transpor- 9),78 y aunque no hay evidencias de que haya
tó aquí con su familia, comenzó y continúa has-
ta la fecha la citada obra [1804]”.73 74 Ibidem, f. 124v.
A inicios de 1803, Crouset ya se encontraba 75 Ibidem, f. 125.
76 Rafael Montejano y Aguinaga, Real de Catorce. El Real de
laborando en la reconstrucción de la iglesia pa- Minas de la Purísima Concepción de los Catorce, S. L. P., San
rroquial de San Francisco en Real de Catorce, Luis Potosí, Academia de Historia Potosina, 1975, p. 49.
77 Hay recibos de pagos a Crouset de 1812 a 1814. Ibidem,
p. 50.
73 Ibidem, fs. 121-122. 78 Ubicada en el municipio de Ramos Arizpe, Coahuila.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
| 95
Figura 8. Fachada de la parroquia de San Nicolás Tolentino, 2006. Fotografía: Enrique Tovar.
desatendido la obra de la iglesia parroquial de Real de Catorce, y llevado después a Matehuala;
San Francisco en Real de Catorce, consta que la ahí, dos albañiles fueron asignados para su cons-
solicitud del párroco fue atendida, colocándose trucción que, por distintas razones, no se efectuó.
en ese mismo año la primera piedra un 15 de Se presume que construyó la actual parro-
octubre.79 Hasta qué punto Juan Crouset inter- quia de Monclova;82 hasta el momento, no ha
vino en los trabajos de la obra, lo ignoramos; só- sido posible confirmarlo; lo que sí consta y da
lo sabemos que dicha iglesia celebró su primera fuerza a la anterior hipótesis, es que estuvo en
misa el 14 de diciembre de 1816. ese lugar en octubre de 1816, fecha en que se
Otra obra que delineó en San Luis Potosí, en trasladó con su esposa a la ciudad de San Luis
1804, fue la alhóndiga del valle de Matehuala.80 El Potosí, llegando el 12 de noviembre.83 El motivo
plano que presentó para su construcción lo elabo- de su viaje fue para emprender algunas obras en
ró sin estar en Matehuala;81 tal vez fue realizado en
su síndico procurador el señor don Manuel Sánchez.” Si
bien el plano no está firmado, dice: “Lo delineó el profesor
79 Referido en un documento fechado el 16 de abril de 1817. de arquitectura don Juan Crouset. Año de 1804”. AGN, Mapo-
Parroquia de San Nicolás, Ramos Arizpe, Coahuila. teca, mapa núm. 4357.
80 AGN, Propios y Arbitrios, vol. 23, exp. s. n., f. 16. 82 En el actual municipio de Monclova, Coahuila.
81 “Plan de la Alhóndiga del Valle de Matehuala dedicado a 83 Papeles de la familia de Sánchez Navarro, Colección Ame-
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
96 |
Figura 9. Espadaña exenta de la parroquia de San Nicolás Tolentino, 2006. Fotografía: Adriana Garza.
el palacio de gobierno de esa ciudad. Así lo refie- quien le corre el sueldo que se le señaló desde el
re Francisco de la Maza, quien refuerza su pos- día que emprendió su marcha, es ya tiempo de
dar principio a reparar las Nuevas Casas Consis-
tura con una carta que a la letra dice:
toriales para evitar la ruina que preparan […] S.
Habiendo llegado ya a esta Ciudad solicitado por L. P.84
este cuerpo el Arquitecto Juan Crouzet [sic], a
84 Cartas originales en poder de Ramón Alcorta Guerrero.
ricana Latina de Benson, Bibliotecas Generales, Universidad Citado por Francisco de la Maza, El arte colonial en San Luis
de Texas, Austin, 1816-1820, caja 1, núm. 3467, 3 p. Potosí, México, UNAM-IIE, 1969, p. 30.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
Las reparaciones a las que alude la carta, de- carácter religioso y civil, ya fuese público o pri-
bieron consistir, de acuerdo con Francisco de la vado; y aunque es la ciudad de San Luis Potosí la
Maza, “en techos repuestos y arreglos de peque- que tiene el último registro fiable de su presen-
ños deterioros, pues es exagerado, evidentemen- cia, se infiere que pasó sus últimos días en el va-
te, el hablar de ‘ruina’ cuando apenas se con- lle del Pilón, Nuevo León, entre 1826 y 1829.87 La
cluía”.85 Por último, agrega este historiador que incertidumbre de su muerte alude al olvido de
Crouset regresó a Real de Catorce en diciembre un personaje que no lo merece; sólo la impronta
de 1817 para reconstruir la parroquia, dañada en de su trabajo es lo que lo devuelve a la memoria de
ese año por un incendio.86 una ciudad cuya traza y arreglo de sus calles, ha-
Juan Bautista Crouset pasó más de 30 años en ce manifiesto recuerdo de la presencia y contri-
el noreste novohispano trabajando en obras de bución de un francés a Monterrey.
| 97
87 Actualmente es el municipio de Montemorelos. Daniel Si-
fuentes afirma que vivió en el valle del Pilón en 1826. Da-
niel Sifuentes Espinoza, “Científicos extranjeros en Nuevo
León. Siglo XIX”, en Ciencia, UANL, vol. VII, núm. 1, enero-
marzo de 2004, p. 17. De acuerdo con Barragán y Díaz, aún
85 Idem. hay noticias, en el mismo sitio, de Juan Crouset en 1829.
86 Idem. Juan Ignacio Barragán y Enrique Díaz Díaz, op. cit., p. 10.
JUAN BAUTISTA CROUSET, MAESTRO MAYOR DE OBRAS DE MONTERREY
S E M B L A N Z A
Semblanza de Juan González Sánchez
(1947-2005)
JORGE ZAVALA CARRILLO*
J
uan González Sánchez nació en la ciudad de
México el 22 de enero de 1947; fue el quinto
hijo de la señora Ana Sánchez Ortiz y del señor
Juan González López. Sus hermanos fueron: Daniel,
Natalia, Alicia, Raúl y Estela.
En la adolescencia tomó clases de dibujo y pintura
y se aficionó al diseño y a la construcción de meca-
98 | nismos eléctricos.
En 1963 ingresó a la Preparatoria 5, y en 1965 a la
Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), en la que figu-
ró como un alumno brillante. Sus entregas en el taller de proyectos eran siempre talen-
tosas, sus planos arquitectónicos impecables y de una excelente calidad de dibujo.
En el periodo 1972-1973 trabajó como residente de obras en el estado de Quintana
Roo, para la subdirección de obras de beneficio social de la Secretaría de Obras Públicas.
En 1973 se tituló de arquitecto con la tesis “Centro turístico en la Laguna de Bacalar,
Quintana Roo”.
De 1973 a 1974 fue supervisor de proyectos y obras del centro urbano de la ciudad
de Cuautitlan Izcalli, para un organismo descentralizado del Estado de México.
De 1974 a 1975 actuó como supervisor técnico de proyectos y obras urbanas para
la Secretaría del Patrimonio Nacional, a través de su labor en la Dirección General de
Urbanismo Ingeniería y Arquitectura.
Hizo estudios de urbanismo y paisaje y de la lengua francesa en la Sorbona de París,
Francia. Realizó viajes por el continente europeo y conoció un buen número de ciu-
dades y su arquitectura.
* Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, INAH.
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
S E M B L A N Z A
Poseedor de un gusto refinado y de una educación visual desarrollada, fue arqui-
tecto por vocación; sus obras se apartaron invariablemente de la arquitectura de cor-
te comercial.
En 1979 se matriculó en la Escuela de Restauración, Conservación y Museografía
“Manuel del Castillo Negrete”, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, para
cursar la maestría en Arquitectura, con especialidad en restauración de monumentos
históricos. Se graduó el 16 de diciembre de 1980 con la tesis: “Teoría y práctica en la
conservación de un monumento: Ex convento de Tecamachalco, Puebla”.
En 1980 ingresó al Instituto Nacional de Antropología e Historia, adscrito en la Di-
rección de Monumentos Históricos, para supervisar las obras que se ejecutaban en
edificios virreinales del Centro Histórico de la ciudad de México, dentro del programa
del Templo Mayor.
En la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos laboró en la Subdirección
de Supervisión de Proyectos y Obras Externas, en la supervisión y asesoría a proyec-
tos y obras; en el desarrollo de proyectos de restauración de monumentos históricos y
en la elaboración de dictámenes técnicos y periciales. Laboró por algún tiempo como
inspector en la Dirección de Licencias, Inspecciones y Registros.
Abordó la restauración de los monumentos con sólidos conocimientos teóricos y
una amplia experiencia práctica. Poseyó un criterio de restauración basado en el res-
peto a la materia histórica; no obstante, estuvo abierto a la incorporación de nuevas
técnicas y materiales, y a la presencia de la arquitectura contemporánea en los cen- | 99
tros históricos.
Poseedor de una inteligencia poco común y de excelente memoria, fue un buen
conversador, dueño de un sinnúmero de anécdotas. Sus comentarios eran agudos y
siempre certeros y punzantes.
SEMBLANZA
S E M B L A N Z A
Hacia 1985 le diagnosticaron distrofia muscular, enfermedad progresiva y mortal,
augurándole un año de vida. Su temperamento se vio afectado; sin embargo, se sobre-
puso a la amenaza médica y continuó su vida de estudio, de práctica de la arquitectu-
ra y de la conservación de monumentos históricos, y de lectura.
Pocas personas tuvieron conocimiento de que su padecimiento le provocaba una
gran fatiga; para él, caminar una cuadra equivalía al esfuerzo de caminar siete. Aun
así, asesoró y supervisó las obras que le fueron encomendadas sin solicitar que se le
asignara un trabajo de menor riesgo.
Quienes fuimos sus compañeros de trabajo y tuvimos la fortuna de ser sus amigos
sabemos que siempre fue cordial y actuó con empatía hacia los demás; en las reunio-
nes en su casa se comportaba como excelente anfitrión. Se recreaba preparando plati-
llos de alta cocina y los disfrutaba, como el buen gourmet que era, en compañía de sus
amigos.
Al inicio de 2003, al progresar la enfermedad que lo limitaba —sobre todo en la
locomoción, que lo ponía en un riesgo constante de sufrir una caída de consecuencias
lamentables— se vio en la necesidad de tramitar su retiro por incapacidad médica.
El 6 de abril de 2005 falleció en la ciudad de México, a los 58 años de edad.
100 |
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS | TERCERA ÉPOCA, NÚM. 8, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006
NOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIAS
El tríptico azteca
de la Crucifixión
Hilda Urréchaga
L
a supervivencia de una de la Renaissance. La realizados por historiadores,
obra de arte que ha asignación definitiva a esta ingenieros, restauradores
sido localizada lejos institución, situada en y médicos radiólogos a este | 101
del lugar donde fue elabora- Ecouen,1 permitió a su mosaico de plumas.
da es un hecho milagroso, director realizar una serie Entre los ensayos que
sobre todo si se trata de una de acciones nunca antes incluyen la descripción,
vulnerable obra de arte vistas frente a una obra de y el contexto donde se
plumario del siglo XVI. estas características: crearon estas obras,
Nada se sabe del tríptico de reunir a un grupo de hay que destacar el
la Crucifixión hasta 1881, especialistas capaces de dedicado a la observación
cuando fue depositado hacer análisis científicos científica, ya que en él
en el Museo de la Edad y de laboratorio, efectuar se reúnen los exámenes
Media en Francia. Llevado su restauración y elaborar realizados para distinguir
desde España por un libro que diera cuenta las distintas fases de su
Stanislas Baron, comerciante de esta aventura. creación, exámenes que
de vinos, anticuario y “El tríptico azteca de la nunca hubieran sido del
coleccionista, se integró Crucifixión”2 es la publicación todo comprendidos sin tener
finalmente a la colección que reúne los estudios a mano el Códice Florentino.
del Musée National Asimismo, en dicha publica-
1 Ecouen se encuentra a casi 17 km
de París. nion des Musées Nationaux-Musée
* Investigadora independiente. 2 Pascal Mongne et al., Le Triptyque National de la Renaissance-Union La-
aztèque de la Crucifixión, Paris, Reu- tine, 2004.
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ción se analiza el estado un ejemplo de la mejor suer- seguidos por la Virgen y
de conservación de los te que puede tener una obra san Juan en las puertas
materiales lo cual, como de arte, que en este caso es laterales. Un Cristo del cual
se compila en el ensayo una de las mayores que se queda aún mucho por decir,
dedicado a su restauración, conocen: 43 × 93 cm. ya que, en el estudio
es de incalculable valor. El tema está consagrado dedicado a su iconografía,
Sin duda el encuentro de a la Crucifixión: un Cristo, apenas se menciona que
Alan Erlande-Brandenburg, que en esta ocasión se trata de un Cristo
director del Museo del aparece en el panel principal serafín, al que aún se le
Renacimiento, y sus colabo- acompañado de san alcanzan a ver tres pares
radores con el “Tríptico” es Francisco y san Jerónimo de alas.
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