Índice
Introducción..........................................................................................2
1. La ética............................................................................................3
1.1. Origen de la ética.......................................................................3
1.2. Etimología..................................................................................3
2. Ramas de la ética............................................................................4
2.1. Metaética...................................................................................4
2.2. Ética normativa..........................................................................4
2.3. Ética Aplicada.............................................................................5
3. Ética profesional..............................................................................7
3.1. Ética personal, teórica y profesional..........................................7
3.2. Códigos profesionales de ética................................................10
4. Metaética y ética normativa..........................................................13
4.1. Problemas metaéticos..............................................................13
4.2. La ética normativa...................................................................14
5. Análisis de la ética y el papel de la ética normativa......................14
5.1. Teorías normativas...................................................................16
5.2. Teoría consecuencialista..........................................................16
5.3. Teoría deontológica..................................................................16
5.4. La ética de la virtud.................................................................16
6. Principios y normas de ética en la auditoría..................................18
6.1. La ética y el Contador Público..................................................18
6.2. Principios normativos de auditoría...........................................19
6.3. Dilemas éticos..........................................................................22
Conclusión..........................................................................................23
Referencias bibliográficas...................................................................24
Introducción
1. La ética 1
La ética, también conocida como filosofía moral, es el estudio de los
fenómenos morales. Es una de las principales ramas de la filosofía e
investiga la naturaleza de la moralidad y los principios que rigen la
evaluación moral de la conducta, los rasgos de carácter y las intuiciones. Ve
las obligaciones que tiene la gente que comportamiento es correcto e
incorrecto y como llevar una buena vida.
La ética se relaciona muy estrechamente con la moral, pero es diferente a
esta. Mientras la moral se refiere a normas adoptadas por tradición, la ética
es una disciplina que reflexiona sobre cuales acciones serian correctas.
1.1. Origen de la ética
Los antecedentes de la ética se remontan a la Antigua Grecia. Sócrates
es considerado el padre de la ética, ya que todo su pensamiento giró en
torno a la noción del Bien.
Sin embargo, Aristóteles fue el fundador de la ética propiamente dicha.
La ética como disciplina nace con su obra Ética para Nicómaco, en
donde el autor sistematiza por primera vez la relación entre la ética
social e individual; las normas y los bienes, y la teoría y la práctica.
Asimismo, clasifica las virtudes en intelectuales y morales.
1.2. Etimología
Etimológicamente, la palabra “ética” se origina del término griego
“éthos”, que en sus primeras acepciones denotaba “morada” o “lugar
donde se habita”. Con el tiempo, adquirió el significado de “recinto
interior” que alberga al individuo y es el origen de sus acciones y
comportamientos.
A partir de Aristóteles, “éthos” adquirió el sentido de “modo de ser” o
“carácter adquirido mediante hábitos”. En este sentido, se refiere a la
forma en que las personas actúan y se comportan en función de los
hábitos y costumbres adquiridos a lo largo de sus vidas. Además, se
desarrolló el adjetivo “ethiké”, que significa “relativo a las costumbres” y
se utiliza para describir el campo de estudio de la ética.
1
Espinola, Juan pablo. Ética, Enciclopedia Concepto, 2024,
https://concepto.de/etica/
2. Ramas de la ética
La ética es una parte de la filosofía que se dedica a la reflexión moral, y se
divide en tres ramas o tipos: la metaética, la ética normativa y la ética
aplicada son tres ramas de la ética, según la clasificación expuesta por el
filósofo J. Fieser. Estas ramas responden a diferentes objetivos y
metodologías.
2.1. Metaética
La metaética se aboca al estudio del origen y el significado de los
conceptos morales. Los límites del campo de estudio de la metaética no
están claramente definidos, pues se propone una visión de conjunto de la
disciplina. Así, puede abarcar temas muy amplios.
Los investigadores reconocen al menos dos grandes líneas de estudio de la
metaética:
Enfoques metafísicos: analiza si la noción de bien es objetiva o
subjetiva, es decir, si el bien existe independientemente del ser
humano o si es una invención cultural.
Enfoques psicológicos: estudia las cuestiones psicológicas
involucradas con la ética. Por ejemplo, el deseo de aprobación
social, el miedo al castigo, el alcance de la felicidad, etc.
2.2. Ética normativa
La ética normativa estudia los valores morales a fin de construir estándares
mínimos que orienten la conducta de las personas hacia el bien común.
Estos estándares pueden basarse en un principio único o pueden basarse
en un conjunto de principios. Un ejemplo de principio único es la llamada
“Regla de Oro”: tratar a los demás como deseamos ser tratados (Fieser,
consultado en 2020).
Se reconocen tres grandes líneas de investigación dentro de la ética
normativa. A saber:
La ética secular: conocida también como ética laica, se fundamenta en las
virtudes intelectuales como la racionalidad, el pensamiento lógico y la
empatía.
La ética religiosa: se basa en las virtudes espirituales y teologales en
nombre de conceptos trascendentes. Varía de una religión a otra. Por
ejemplo, los principios de la ética cristiana son la solidaridad, la justicia y el
amor.2
2
Enciclopedia Significados. Tipos de ética, 2020, https://www.significados.com/tipos-
de-etica/
2.3. Ética Aplicada
La ética aplicada estudia y aplica las cuestiones éticas a situaciones
concretas. Para que pueda hablarse de ética aplicada, deben cumplirse dos
condiciones: que se aborde una cuestión moral y que el tema sea
controversial.
Algunas de esas situaciones morales controvertidas pueden ser la pena de
muerte, el porte de armas, el aborto, la eutanasia, la maternidad subrogada,
la fabricación de armas biológicas, etc.
La ética aplicada se basa en principios normativos. Por ende, se relaciona
con la ética normativa, especialmente con las teorías del deber y de las
consecuencias.
Como ejemplos de ética aplicada podemos mencionar los siguientes:
Ética Profesional: se refiere al conjunto de principios y criterios que rigen las
acciones de una persona en el ejercicio profesional. Estudia y anticipa
escenarios de conflicto entre la moral del profesional y el cumplimiento del
deber. Por ejemplo
Ética jurídica: orienta los principios que conducen la práctica del derecho.
Algunos de sus temas son el secreto profesional, el derecho a la defensa,
entre otros.
Ética médica: estudia y determina cuáles son las acciones correctas que
debe tomar un profesional de la salud frente a situaciones de conflicto entre
la moral y el deber profesional.
Ética de la ingeniería: se relaciona con el riesgo y la seguridad de los
proyectos de ingeniería en cualquiera de sus áreas.
Ética docente: establece principios y derechos por los cuales el maestro o
profesor debe regir su actividad docente así como su relación con los
alumnos y con la comunidad educativa.
Ética militar: establece criterios para la acción militar responsable, a fin de
limitar lo más posible el uso de la violencia de Estado. Por ejemplo, cómo
intervenir en las manifestaciones civiles.
Ética organizacional: se refiere a las directrices de una organización en
materia de principios y valores, cuya observancia es obligatoria. Estas
directrices deben fundamentarse en el respeto y la tolerancia de los
miembros de la organización.3
Ética empresarial: reflexiona sobre escenarios de controversia moral en la
responsabilidad de las empresas. Algunas cuestiones pueden ser la
publicidad engañosa, la competencia desleal, la explotación ambiental no
sustentable, la discriminación laboral, la violación de derechos laborales,
etc.
Ética ambiental: estudia el comportamiento del ser humano con respecto al
medio ambiente. Se cruza con diversas áreas, como la economía, la
medicina, el derecho, etc. Algunos temas recurrentes son los derechos de
los animales, la sobreexplotación ambiental, las especies en peligros de
extinción, etc.
Ética social: estudia las cuestiones ética en relación con los grandes
problemas sociales. Son temas frecuentes los derechos humanos, la
discriminación, la pena de muerte, la guerra biológica, el control de armas,
entre otros.
Ética sexual: estudia la relación de los preceptos éticos y morales con la
sexualidad humana y su práctica. Por ejemplo, el mutuo consentimiento, el
adulterio, la explotación sexual, el celibato, entre otros.
Ética del deporte: establece los valores y principios que deben regir la
práctica deportiva. Algunos temas son la competencia justa, el espíritu de
equipo, el compañerismo, el dopaje, entre otros.
Bioética: estudia las relaciones éticas que existe entre las
ciencias de la vida con los seres vivos en sí mismos. La
bioética reflexiona sobre el aborto, la eutanasia, la
manipulación genética, la bionanotecnología, etc.
Ética comunicacional: reflexiona sobre la responsabilidad social de los
medios de comunicación. Algunos temas son la información veraz, el
equilibrio informativo, la libertad de expresión, la manipulación mediática al
servicio de intereses particulares, etc.
Ética de la investigación: esta aplica los principios éticos a todo el proceso
de investigación, sean ciencias naturales o sociales. Algunos debates son el
fraude en investigación, manipulación de datos, plagio; experimentación con
humanos y animales, etc.4
3
Enciclopedia Significados. Tipos de ética, 2020, https://www.significados.com/tipos-
de-etica/
3. Ética profesional
La ética profesional se puede se puede entender como un campo enfocado
en códigos y otras normas de conducta y que se aplica a todas las
profesiones. Otra manera de entenderlas es en relación a profesiónes
específicas, como la ética médica, la ética empresarial, la ética legal, la
bioética y la ética de los medios de comunicación. Algunos cursos y
programas de grado combinan los dos enfoques y presentan una ética
profesional general al principio y luego aplican estos principios a una o más
profesiones. Este módulo aborda primordialmente el tema general y
después se enfoca en preguntas de alcance amplio, como la moral del rol y
los conflictos con la ética personal, así como los códigos profesionales y si
las pautas de aspiración son efectivas. Todas las profesiones plantean
cuestiones éticas. Por ello se destaca la necesidad de una ética profesional
y de que se exprese la integridad de manera congruente en todas las
profesiones. Dado que muchas profesiones tienen sus propias
problemáticas de índole ética, hay margen para que los ponentes aborden
problemas que surgen de profesiones especificas.
3.1. Ética personal, teórica y profesional
Para comprender el tema de la ética profesional, los alumnos deben
entender la diferencia entre la ética personal, la ética teórica y la ética
profesional. En la forma en que se usan en éste módulo, estos tres
enfoques distintos pero que se superponen en cierta medida pueden ser
usadas para analizar y resolver distintos problemas éticos.
El Módulo 1, Integridad y Ética, define la ética como “el intento de
comprender la naturaleza de los valores humanos, de cómo debemos vivir y
qué constituye una conducta correcta”
(Norman, 1998, pág. 1). Esta definición de la ética es útil para comprender
el concepto de ética personal, que trata de los valores y normas con las
cuales la gente determina cómo actuar en su vida cotidiana. La ética
personal suele involucrar principios profundamente arraigados sobre el bien
y el mal, y estos ayudan a definir quiénes somos como individuos. Nuestra
ética personal se aplica a una amplia variedad de situaciones, entre ellos lo
que hacemos en nuestras vidas privadas cuando interactuamos con
4
Enciclopedia Significados. Tipos de ética, 2020, https://www.significados.com/tipos-
de-etica/
nuestros familiares y amigos, y cómo tratamos a las personas con las que
interactuamos en público. 5
Los alumnos llegan al módulo con su propio conjunto de principios éticos.
Para mayor claridad, la ética personal comprende los valores y las normas
que determinan cómo actuamos, pero no se trata simplemente de nuestras
inclinaciones o preferencias, aún si creemos firmemente que esas
preferencias son las correctas. Para que constituya una posición ética, la
ética personal debe fundamentarse en principios y no meramente en una
opinión personal.
Nuestra ética personal puede tener muchas fuentes. Algunas de ellas están
relacionadas con lo que podríamos considerar como nuestras experiencias
personales, como nuestra educación familiar, nuestra religión, cultura, las
normas sociales y nuestros semejantes. Sin embargo, es probable que
nuestra ética personal también incluya aspectos de ética teórica. La ética
teórica es el conjunto de doctrinas desarrolladas por los filósofos para
orientar en pensar y el hacer ético, como el utilitarismo, la deontología y la
ética de la virtud.
La deontología es la teoría ética que basa las decisiones en los principios y
los deberes, por lo tanto, bajo este enfoque se deben asumir ciertas
posiciones porque son las correctas, aunque tengan consecuencias
negativas. Defensores de la ética de la virtud establecen que la ética es
fundamentalmente el estudio del buen carácter, del carácter de la persona
loable y no tanto de las consecuencias de nuestras acciones o de los
principios subyacentes que idealmente informan el devenir del ser humano.
En contraste, la ética profesional se preocupa de establecer principalmente
a los valores, principios y normas subyacentes a las responsabilidades y el
ejercicio de una profesión (Davis, 2003). Para entender el concepto de una
profesión, nos puede servir comparar esta idea con la de una ocupación. A
veces, “ocupación” y “profesión” se usan indistintamente, pero siignifican
cosas distintas. Una ocupación es trabajo hecho con el fin principal de
ganarse la vida y típicamente requiere un nivel de conocimiento
relativamente bajo, mientras que los que ejercen profesiones suelen tener
un nivel de conocimiento alto, y tienden a ser miembros de cuerpos
profesionales que requieren que sus miembros que hagan exámenes con el
5
United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC). Ética profesional, Naciones
Unidas Viena, 2019, p.3.
fin de mantener los mas altos estándares profesionales. El profesional
también está sujeto a reglas profesionales especializadas. Cualquier
persona puede ofrecer un producto o un servicio al público, pero el
profesional normalmente está asociado con un grupo de personas que
brindan el mismo bien o servicio y que se organizan para lograr un bien
social, de una forma Moralmente aceptable que establezca normas de
desempeño.
Por ejemplo, los bibliotecarios se organizan para presentar información al
público y los médicos se organizan para curar enfermos.
Podemos explorar brevemente la distinción entre ética personal, ética
teórica y ética profesional utilizando el ejemplo de la deshonestidad.
Normalmente se tiene la idea de que mentir es incorrecto, aunque la
mayoría de las personas mienten en algunas ocasiones de una forma que
es congruente con su ética personal. Las distintas teorías de la ética
adoptan enfoques diferentes sobre el tema de la deshonestidad, y el
ejemplo de la deshonestidad les permite a los alumnos considerar la
deontología y la reconocida posición de Kant de que uno no debe mentir,
incluso cuando las consecuencias de ser honestos pueden ser nefastas.
Los alumnos también pueden considerar: ¿qué dice la ética profesional
sobre la mentira? ¿Le debe mentir un médico a su paciente sobre su estado
de salud si el médico considera que es lo mejor para él?
Además de las diferencias entre la ética personal, teórica y profesional, hay
otra distinción en esta área entre la ética profesional -los valores, principios
y normas asociados con una profesión en particular- y la ética laboral, que
son las reglas que rigen el comportamiento en el lugar de trabajo. Por
ejemplo, los empleados tienen derecho a un lugar de trabajo seguro y libre
de discriminación. Si un supervisor se da cuenta de que algunos empleados
están discriminando en contra de otros empleados o acosando a otros por
raza, genero o religión, el supervisor puede destacar este problema,
implementar un programa de capacitación y realizar un seguimiento con los
empleados para garantizar que las medidas sean efectivas. Programas de
este tipo pueden mejorar el ambiente de trabajo y mejorar la calidad de vida
de los empleados. Considere un segundo ejemplo: un supervisor le de
cupones de descuento para el salón de belleza de su pareja a un pequeño
grupo de empleados que estén bajo su autoridad, presionando así a los
empleados para que se vuelvan clientes del negocio de su pareja. Esta
actividad pareciera ser una violación de estándares que definen la ética
profesional porque el supervisor está utilizando su autoridad sobre los
empleados para beneficiar financieramente a su pareja. Ambos ejemplos
abordan la ética en el lugar de trabajo, pero su relevancia no se limita a
ningún grupo profesional en particular, y por ello estas cuestiones
probablemente no serían analizadas como una cuestión de ética
profesional, que es lo que nos concierne en este Módulo.
La ética profesional encarna los valores y los objetivos de una profesión,
como la transparencia y la rendición de cuentas, la prestación de servicios
eficaces y de alta calidad y la responsabilidad ante el cliente o consumidor.
El cumplimiento de la ética profesional protege tanto al profesional individual
como al honor de la profesión. Dado que la ética profesional refleja los
valores y objetivos de profesiones, algunos de sus aspectos varían
significativamente de una profesión a otra. Además de contener objetivos y
valores propios de la profesión, la ética profesional puede también reflejar
aspectos de las teorías de la ética como el utilitarismo, o las virtudes que los
profesionistas deben esforzarse por alcanzar.
La ética profesional puede incluir normas para realizar un servicio
profesional que también sean exigidas en fuentes con carácter legal, como
leyes y reglamentos administrativos. Los profesionales suelen tener
experiencia que va más allá de la comprensión de un no profesional. Esto
significa que el cliente no puede evaluar plenamente la calidad del trabajo
del profesional, y deposita su confianza en él como miembro de un grupo
profesional que se apega a ciertas normas.
3.2. Códigos profesionales de ética
El tema de los códigos profesionales es algo que la mayoría de los alumnos
se van a encontrar cuando comiencen a ejercer. Al igual que la ética
profesional, los códigos profesionales normalmente incluyen los valores
centrales de una profesión. Los códigos pueden encarnar la ética
profesional, pero son diferentes de la ética profesional, ya que son sistemas
regulatorios más formales, generalmente escritos y a menudo son
promovidos por una organización profesional. Los códigos son una manera
de enunciar y compartir la ética profesional, pero también hay otras, como el
juramento que algunos profesionales hacen como condición para ejercer
sus profesiones. El juramento hipocrático que hacen los médicos es un
ejemplo bien conocido. Una versión moderna de este tipo de juramento es
el juramento del médico aprobado por la Asociación Médica Mundial.
Los códigos profesionales con alto nivel de detalle pueden plantear la
cuestión de si sus disposiciones restringen injustamente a los profesionales
en su desempeño cotidiano. También pueden plantear la cuestión de quién
tiene la autoridad para decirle a los profesionales, que suelen ser personas
altamente capacitadas, qué hacer en sus interacciones con los clientes y el
público. Algunas personas argumentan que no se puede legislar la ética, ya
que las decisiones éticas no pueden hacerse cumplir desde afuera, sino que
deben surgir de la propia ética del individuo
(Lichtenberg, 1996, págs. 14-17). Este argumento afirma que los códigos de
ética profesionales no son compatibles con la ética, propiamente entendida.
Lichtenberg señala que esta concepción de la ética es sinónimo de la idea
de la ética personal. Ella está de acuerdo en que asociar la ética con
acciones autónomas escogidas libremente es correcto hasta cierto punto. Al
mismo tiempo, Lichtenberg argumenta que puede ser útil aumentar la
probabilidad de que los profesionales actúen de la manera correcta, y que
esta es una de las funciones de un código (Lichtenberg, 1996, pág. 15). Los
profesionales pueden verse presionados por otras personas para actuar de
manera incorrecta, y el código puede ofrecer una razón para que actúen
como saben que deberían hacerlo. Lichtenberg observa que a veces nos
importa mucho si alguien toma la decisión correcta en función de su ética
personal, y a veces nos preocupamos menos por esto. Asumir
responsabilidades profesionales implica que el comportamiento profesional
se vuelva más importante y que la ética personal no sea lo único que
oriente nuestro proceso de toma de decisiones.
En contraste, los códigos disciplinarios imponen sanciones por el
incumplimiento del código profesional. Las sanciones pueden ser multas,
amonestaciones formales o informales o, en última instancia, la expulsión
del grupo profesional o el retiro del estatus profesional. Los códigos
disciplinarios imponen sanciones para motivar a los profesionales a seguir
las reglas del código. Esto plantea la interrogante de si los códigos que no
imponen sanciones tienen algún efecto sobre los profesionales. Para ayudar
a responder esta pregunta, podemos señalar que los códigos profesionales
que no imponen sanciones incorporan y reflejan la experiencia de muchas
personas a lo largo del tiempo, por lo cual orientan el comportamiento de
formas que van más allá de lo que un profesional individual podría prever.
En algunas instancias los códigos les enseñan a los profesionistas nuevos
comportamientos de los que no estaban enterados antes de convertirse en
profesionales. Ningún código puede garantizar que el comportamiento
profesional siempre va a ser optimo desde el punto de vista ético. Esto no
se puede esperar ni de los códigos, ni de las leyes. Pero esto no es un
argumento en contra de códigos o de leyes, incluso en el caso de sanciones
severas. A pesar de no ser instrumentos perfectos, los códigos ayudan a los
profesionales a orientarse éticamente en el ejercicio de sus
responsabilidades profesionales
Lichtenberg ofrece un ejemplo diferente que muestra cómo los códigos sin
sanciones pueden ayudar a los profesionales con buenas intenciones a
darse cuenta de los efectos perjudiciales del comportamiento profesional
inaceptable y les permite reflexionar productivamente sobre sus acciones
actual y potenciales (Lichtenberg, 1996, 18-19). Los profesores
universitarios que mantienen relaciones inapropiadas con sus alumnos
podrían no considerar su comportamiento como una violación de su ética
profesional. Después de todo, se podría pensar, los alumnos son adultos y
por ende tienen el nivel de madurez requerida para la toma responsable de
decisiones. El profesor podría sentirse algo incómodo con lo que está
haciendo, pero tal vez no haya comprendido todas las consecuencias de su
comportamiento. Un código profesional que prohíba ciertos tipos de
relaciones entre profesores y alumnos por lo menos aumentaría la
probabilidad de que los profesionales piensen más claramente sobre el
comportamiento mencionado en el código. Los códigos pueden hacer que
los profesionales vean lo que están haciendo bajo una luz distinta.
Otra razón para tener códigos profesionales, independientemente de si
incluyen sanciones, es su valor simbólico, ya que expresan públicamente
ideas o valores compartidos (Lichtenberg,1996, pág. 23). Ese valor
simbólico refleja el hecho de que una cosa es que persona actúe de una
manera en privado, pero otra cosa es abogar públicamente por esa postura.
Por ejemplo, si un código profesional prohíbe ofrecer servicios por debajo
de cierto estándar, cada cliente debe recibir ese estándar de servicio, pero
la sociedad en general se beneficia también porque la norma anuncia el
compromiso de la profesión con un cierto estándar.
Es importante que le quede claro a los alumnos que los códigos de ética por
sí mismos no garantizan una conducta ética. No es realista suponer que
todos los miembros de una profesión sabrán en todo momento como aplicar
correctamente sus códigos y que siempre realizan acciones éticas. Por lo
tanto, si los niveles cumplimiento de los códigos de ética se quiere elevar,
es importante cultivar la competencia ética de los profesionales al mismo
tiempo que se les enseñan los códigos específicos de sus profesiones.
Competencias éticas requieren desarrollar la habilidad de los profesionales
de ver claramente cuando uno se enfrenta a un dilema ético que exige
acción basada en la la aplicación del código ético o en sugerencias de
autoridades competentes que entienden bien como se aplican tales códigos.
.
4. Metaética y ética normativa
Metaética: La metaética se ocupa del análisis del sentido y justificación de
los conceptos éticos. En esta actividad se plantean cuestiones de tipo
metafísico, psicológico y lingüístico. Las cuestiones metafísicas se refieren
a la posibilidad de descubrir si los valores morales constituyen verdades
eternas independientes de los seres humanos o si resultan ser simplemente
convenciones humanas.
Ética normativa: se ocupa de evaluar los elementos o principios morales
presentados por la metaética y formular criterios que permitan justificar las
reglas y juicios que se presenten acerca de lo que es bueno y correcto. En
definitiva, se trata de poder llegar a establecer un criterio final de conducta
moral que pueda ser aceptado por todos.
4.1. Problemas metaéticos
El problema del ser y el deber ser (también llamado ley de Hume, la
guillotina de Hume y a veces confundido con la falacia naturalista) es un
problema en Metaética sobre la posibilidad de deducir oraciones normativas
a partir de oraciones descriptivas. Oraciones descriptivas son aquellas que
dicen lo que es el caso (p. ej. «los emperadores son crueles») mientras que
oraciones normativas son aquellas que dicen lo que debe ser el caso («los
emperadores deben ser crueles»).
Claro que así como se puede pedir justificación para las oraciones
normativas, se puede pedir justificación para las oraciones descriptivas.
Pero esto es otro problema, que puede encontrar otras respuestas. Las
oraciones descriptivas se pueden (quizás) justificar a partir de la
investigación empírica. Así, por ejemplo, el valor de verdad de la oración
«los emperadores son crueles» se puede determinar haciendo una
investigación histórica. Sin embargo, no sucede lo mismo con la oración
«los emperadores deben ser crueles». La verdad o falsedad de esta oración
se debe determinar por otros métodos, y si se descarta la posibilidad de
probar su verdad a través de una deducción a partir de premisas
verdaderas, entonces vale preguntar si hay algún otro camino.
El abismo que separa a los hechos de los deberes no tiene nada que ver
con el contenido de las proposiciones descriptivas de las que se parte. Lo
mismo da que se trate de proposiciones metafísicas, científicas o de la vida
cotidiana. El error se encuentra en el procedimiento, no en el punto de
partida.
La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce
a falacias lógicas tales como: «La esencia de la sexualidad es la
procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no está permitida, porque no
refleja la naturaleza de la sexualidad».
La dicotomía hechos/valores de Hume, se relaciona con la dicotomía
analítico/sintético: las proposiciones analíticas (lógicas) no tienen necesidad
de verificación (siempre son verdaderas), mientras que las proposiciones
sintéticas se deben verificar con la experiencia y pueden ser verdaderas o
falsas, y las proposiciones éticas vienen de la experiencia.
4.2. La ética normativa
Es el que pone el acento en describir lo que las personas deberían
considerar bueno o malo.
La ética normativa estudia los valores morales a fin de construir estándares
mínimos que orienten la conducta de las personas hacia el bien común.
Estos estándares pueden basarse en un principio único o pueden basarse
en un conjunto de principios. Un ejemplo de principio único es la llamada
“Regla de Oro”: tratar a los demás como deseamos ser tratados (Fieser,
consultado en 2020).
5. Análisis de la ética y el papel de la ética normativa
Dentro de la ética, existen tres niveles principales de análisis: la
metaética, la ética normativa y la ética aplicada. La distinción clásica
señala que la ética normativa y la metaética son dos niveles distintos de
estudio de la moral: la ética normativa ofrece respuestas a cómo se
debería actuar, establece principios normativos o máximas para la acción
y la metaética analiza los elementos de la ética normativa,
específicamente, lo que se quiere decir cuando se emplean ciertos
conceptos problemáticos, como «lo bueno» o «lo correcto». La ética
aplicada se dedica a buscar respuestas para preguntas puntuales sobre
discusiones de casos en las que se emplean términos y principios morales.
De esta forma, la ética normativa establece guías para la acción; la
metaética analiza tales guías, de dónde vienen y qué significan, y la ética
aplicada busca emplear elementos normativos para problemas
específicos que enfrentamos como sociedad. Las preguntas de la ética
normativa son de primer orden: preguntas sobre cómo deberíamos actuar;
las de la metaética son de segundo orden: preguntas sobre cómo
establecemos que debemos actuar de cierta forma, y las preguntas de la
ética aplicada son de primer orden y específicas a casos particulares,
qué tendríamos qué hacer frente una situación x, que necesita una
resolución pronta y posiblemente Idealmente, la relación entre los tres
niveles podría ser lineal, es decir, las conclusiones en el nivel metaético,
acerca del significado del lenguaje moral y de nuestra psicología moral,
tendrían que servir de base para establecer una teoría normativa
exitosa y la teoría normativa establecida tendría que darnos las
herramientas necesarias para resolver los problemas que se plantea la
ética aplicada. Como puede preverse, ese no es el caso e incluso
hay problemas de comunicación entre los tres niveles de análisis,
quien hace ética aplicada pocas ocasiones se concentra en el
significado preciso de la terminología que emplea y quien hace metaética
no suele involucrarse en los debates que ocupan a la ética aplicada.
Existe además una tendencia a dejar de lado las aspiraciones de la
ética normativa, el proyecto de encontrar una norma o serie de normas
que le den a cada agente pautas para actuar moralmente y le
permitan estar justificado en su acción parece no llevar a resultados
exitosos que puedan enfrentarse a las principales críticas hechas a las
teorías normativas. Su búsqueda de universalidad, de ser aplicables sin
que las circunstancias de la situación y del sujeto intervengan en el
análisis, resulta más de lo que las teorías normativas, en sus
versiones originales o reformuladas, pueden lograr. Para comprender la
aparente falla de la ética normativa es necesario comprender a fondo
cuáles son las metas a las que aspira y una forma de acercarnos a la
dimensión propiamente normativa de la ética es analizar cuáles son las
preguntas que formula y desde dónde las formula. Christine Korsgaard
presenta la pregunta normativa y sostiene que cada sistema moral debe
responder a ella, algunos de forma más exitosa que otros. Se trata de
preguntar qué es lo correcto por hacer ante una situación específica y,
sobre todo, de justificar esa respuesta: «Una teoría moral normativa debe
permitirnos actuar a la luz de un pleno conocimiento de lo que es la
moralidad y de por qué somos sensibles a su influencia, y al mismo tiempo
permitirnos creer que nuestras acciones están justificadas y tienen sentido»
(Korsgaard, 2000, 31).
La pregunta normativa se formula desde la primera persona y surge cuando
un agente se encuentra ante un requerimiento de la moral que va en contra
de lo que dicho agente estaría inclinado a realizar; la respuesta a la
pregunta normativa tendría que explicar qué es lo que la moral requiere y
por qué dicho curso de acción está justificado.
5.1. Teorías normativas
La clasificación tradicional de las teorías normativas divide las teorías en
tres: las deontológicas, las consecuencialistas y la ética de la virtud.
La presentación de los tres sistemas que se hace a continuación se
concentra en sus postulados principales desde sus defensores clásicos,
si bien cada teoría ha cambiado en la actualidad, conforme sus defensores
buscan responder a las objeciones que se les plantean.
5.2. Teoría consecuencialista
El consecuencialista sostiene que una acción moralmente correcta se define
por sus consecuencias, si las consecuencias de una acción son deseables,
entonces es correcta. El utilitarismo es una forma de consecuencialismo, y
conforme a él la evaluación de una acción se concentra en el placer o
felicidad que resultan de ella: si el resultado de la acción es el mayor
número de felicidad para el mayor número de personas, entonces ése es el
curso de acción que debe tomarse.
5.3. Teoría deontológica
El sistema deontológico se concentra en el deber que tiene el agente para
actuar de una forma específica: una acción será moralmente correcta si
pasa la prueba de racionalidad práctica y lo que la impulse sea el deber,
que surge de la razón. La formulación más conocida y a la que más se
recurre es que uno debe actuar de tal forma que la máxima que guía la
acción que se evalúa pueda convertirse en principio de acción para todos
los demás, si las razones que se tienen para actuar son universalizables.
Otra formulación importante es que debemos tratar a los demás siempre
como fines en sí mismos y nunca sólo como medios. Si seguimos el
Imperativo Categórico podremos actuar correctamente.
5.4. La ética de la virtud
La ética de la virtud sostiene que lo que hace que un acto sea moralmente
correcto es que sea realizado por un agente virtuoso. El enfoque de esta
teoría se centra en las características del agente que actúa, señalando que
la práctica de la virtud es la que hace que un hombre sea virtuoso. La virtud
es concebida como el justo medio entre el defecto y el exceso. Aristóteles
parte de una concepción de los hombres como seres que buscan la
felicidad y la identifica con un «florecimiento», que se entiende como un
compromiso activo y saludable con el mundo al llevar una vida conforme a
la virtud.
.
Cada teoría busca explicar qué es lo moralmente correcto con base, en el
caso de la ética de la virtud, del carácter de los agentes que actúan; en el
de la postura deontológica, en que las razones para actuar del agente se
realicen conforme al deber que establece el Imperativo categórico y, en el
caso del utilitarismo, en las mejores consecuencias, en términos del mayor
placer para el mayor número de personas.
Las teorías normativas comparten características importantes: buscan ser
universales, ofrecer un principio o una serie de principios que puedan
aplicarse ante cualquier circunstancia y por cualquier agente que busque
actuar de la forma correcta. Además, buscan ser objetivos en el sentido de
que los principios que formulan son independientes de los agentes que los
apliquen y su justificación no depende de elementos subjetivos. De esto se
desprende que exigen cierta neutralidad del agente.
La características de la ética normativa, sus aspiraciones, coinciden con la
forma en que tradicionalmente concebimos la moral y eso tendría que ser
un indicador importante que nos lleve a seguir analizando la ética
normativa, específicamente, a postular un sistema que pueda enfrentarse a
las principales críticas y que, a pesar de todos los inconvenientes que se
pueden desprender de su ser general y objetivo, nos proporcione guías para
la acción y para la justificación de dichas acciones en casi todos los casos
en los que nos enfrentemos a dilemas morales.
6. Principios y normas de ética en la auditoría
Muchas organizaciones profesionales y de auditoría han emitido principios y
normas de ética, generalmente bajo la forma y denominación de Códigos de
Ética, que son un conjunto de reglas de conducta que ha decidido adoptar
la profesión organizada de contador público. Ante la sociedad, son reglas
autónomas y ante los individuos que se agrupan en la institución
profesional, constituyen reglas obligatorias en función del vínculo jurídico
que los une. Debe entenderse sin embargo, que estos conjuntos normativos
son guías mínimas de orientación o criterio, porque el accionar concreto del
contador público o auditor en situaciones particulares, reside en los
principios generales de los propios códigos y en los principios de la ciencia
ética inscritos en el interior del hombre.
6.1. La ética y el Contador Público
La profesión contable es por excelencia una profesión autorregulada.
La vida del contador público que tiene ética es necesariamente distinta de
los que no la tienen, su comportamiento, sus hábitos de vida, su forma de
pensar, de valorar las situaciones, de decidir, son distintos porque se llevan
a cabo a la luz de la ética y porque tienen distintos niveles de significado.
Los profesionales y particularmente los contadores públicos tenemos una
amplia gama de principios y normas de ética. Por otra parte, dentro de la
profesión de contador público, probablemente la auditoría es la especialidad
que le presta más importancia a la ética, debido a que está presente en
toda la extensión de su trabajo, sea en condición de auditor interno, auditor
externo, auditor de organizaciones privadas o auditor gubernamental.
Alvin A. Arens señala que la ética puede definirse en un sentido amplio
como un conjunto de principios o valores morales.
Ray O. Whittingthon define la ética como el estudio del juicio moral y de las
normas de conducta.
La International Federation of Accountants (IFAC) la define como una
ciencia normativa cuyo objeto es el estudio de la bondad o maldad de los
actos humanos, tanto en lo que respecta a sí mismos como en función de la
sociedad.
6.2. Principios normativos de auditoría
Una auditoría está caracterizada por acatar diversos principios. El objetivo
de estos principios no es otro que colaborar a convertir la auditoría en una
herramienta fiable y eficaz en soporte de las políticas y controles de gestión,
suministrando información para poder tomar decisiones en mejora del
desempeño.
Adherirse a los principios es un requisito previo para establecer las
conclusiones de la auditoría que sean pertinentes y suficientes y permiten
que los auditores trabajen independiente para conseguir conclusiones
similares en circunstancias similares.
Norma ISO 19011 ‹‹Directrices para la auditoría de los sistemas de
gestión». En este artículo nos centraremos en una parte muy importante de
una auditoría, los principios que la rigen.
En los capítulos 5 y 7 de esta norma, se da una orientación basada en los
siete principios que detallaremos a continuación:
Integridad
Trata sobre el fundamento de la profesionalidad, en el que se indica cómo
deberían ser los auditores y el personal que administra programas de
auditoría. Estos deberían:
Realizar su trabajo de un modo ético, siendo honestos y responsables.
Desarrollar tareas relacionadas con la auditoría siempre que tengan las
competencias para ello.
Realizar su actividad imparcialmente, es decir, deben ser objetivos y sin
desviarse en las actividades que lleva a cabo.
Ser capaces de captar cualquier influencia que se quiera realizar sobre el
juicio que se realice durante el proceso de auditoría.
Presentación imparcial
Este principio habla de la obligatoriedad de informar con veracidad y
exactitud. Durante una auditoría, los hallazgos, conclusiones y los informes,
deben mostrar con veracidad y exactitud las actividades de auditoría.
Es importante que durante la auditoría, se informe de cualquier
inconveniente que tenga un carácter significativo. También es importante
informar de las opiniones contrarias que se detecten en la auditoría entre
los auditores y auditados. Es por ello que la comunicación deba ser veraz,
objetiva, oportuna, clara y completa.
Ser Profesional
Contar con diligencia y tener juicio a la hora de hacer la auditoría. Los
auditores deben proceder con mucho cuidado, según la importancia que
tenga la tarea que quieren desempeñar y la confianza que se deposite en
ellos por el cliente de la auditoría y por las demás partes interesadas. Un
gran factor a tener en cuenta a la hora de realizar su trabajo con el debido
cuidado profesional es contar con la capacidad de realizar juicios razonados
con todas las situaciones de la auditoría.
Confidencialidad
Este principio habla de la seguridad de la información. En el proceso de
auditoría, los auditores tendrían que comportarse con discreción en el uso y
protección de la información que manejen durante su desempeño.
Con este principio, lo que se quiere determinar es que un auditor en ningún
caso pueda usar la información de un modo inapropiado y para su propio
beneficio o del cliente, o de una manera que dañe los intereses del
auditado.
Independencia
El principio hace referencia a que el auditor tiene que tener la base
suficiente para ser imparcial durante la auditoría y objetivo en las
conclusiones logradas en el proceso.
Independientemente de la actividad que vaya a ser auditado, los auditores
deben ser independientes en el mayor de los casos, y en todo momento
deberían trabajar sin influencias. En el caso de las auditorías internas, los
auditores deberían de llevar a cabo sus actividades de un modo
independiente, sin que influya la función que se audite.
Es imprescindible que los auditores mantengan en todo momento la
objetividad en un proceso de auditoría, esto es importante para garantizar
que los hallazgos y conclusiones de la auditoría estén basados en
evidencias encontradas en dicha auditoría.
En el caso de pequeñas organizaciones. Es posible que en muchas
ocasiones los auditores internos no sean plenamente independientes de la
actividad que vayan a auditar, pero en cualquier caso, es necesario que
estos eliminen los elementos que le impida trabajar con la objetividad
necesaria.
Enfoque basado en la evidencia
El principio habla de que un auditor debe tener el método racional para
alcanzar conclusiones de la auditoría que sean fiables y reproducibles
durante un procedimiento de auditoría sistemático.
En todo momento, las evidencias de una auditoría deben ser verificables, de
modo general deberían fundamentarse en muestras de la información que
esté disponible en el momento de la auditoría, ya que esta tiene lugar en un
momento concreto y con recursos limitados.
Enfoque basado en riesgos
Este último principio trata del enfoque de auditoría que considera los riesgos
y oportunidades.
Este enfoque a riesgos debería influenciar en la planificación, ejecución y
presentación de informes de auditoría con la finalidad de garantizar que las
auditorías se concentran en temas de importancia para el cliente al que se
le está desarrollando la auditoría y para lograr los objetivos del programa de
auditoría.
Los principios tienen que ayudar a realizar la auditoría, es decir,
proporcionan herramientas eficientes y fiables de apoyo a las políticas y
controles de gestión, facilitando información sobre cómo debe actuar una
organización para mejorar su desempeño.
6.3. Dilemas éticos
Con frecuencia las personas debemos resolver rápidamente los dilemas éticos
que nos presenta la vida moderna. Un dilema ético es una situación que
enfrenta una persona, y en la cual toma una decisión sobre la conducta
adecuada o apropiada. Generalmente, los dilemas éticos comprenden
situaciones en las cuales el bienestar de uno o de más individuos se ve
afectado por los resultados de la decisión.
Los dilemas éticos a los cuales se enfrentan los auditores frecuentemente
tienen un efecto sobre el bienestar de un número de individuos o grupos. Por
ejemplo, si un auditor toma una decisión carente de ética sobre el contenido de
un informe de auditoría, el patrimonio de miles de inversionistas y de
acreedores puede verse afectado.
Los dilemas éticos que se presentan con mayor frecuencia dentro del ejercicio
de la profesión de contador público como de la auditoría, están vinculados con
los aspectos siguientes:
1) Competencia profesional
2) Responsabilidad individual y asociación de profesionales
3) Cuidado y diligencia profesional
4) Control de calidad
5) Objetividad profesional
6) Consultoría tributaria
7) Recursos del cliente
8) Confidencialidad
9) Honorarios y comisiones
10) Publicidad y promoción
11) Solicitudes de clientes, etc.
Muy probablemente la solución de los problemas éticos que nos presenta la
profesión podría ser resuelto de seguir los siguientes pasos, ante un evento
que complique nuestra opinión:
1) Identificar el problema.
2) Identificar cursos de acción posibles.
3) Identificar las limitaciones relacionadas con la decisión.
4) Analizar los efectos probables de los cursos de acción posibles.
5) Seleccionar el mejor curso de acción.
Conclusión
Referencia bibliografica