Derecho Penal GUIA
Derecho Penal GUIA
Derecho Penal
Introducción
El Derecho, como mecanismo de control social busca regular la conducta de los gobernados
en un contexto social e histórico determinado. En particular, el Derecho Penal, como una
rama del Derecho ubicada en el ámbito público regula las conductas antisociales que hoy
consideramos como delitos y que tienen prevista una pena o una medida de seguridad.
Ante los retos que representan en la actualidad, por un lado la Criminalidad (común y la
organizada), así como el respeto a los Derechos Humanos de los gobernados frente al
arbitrio punitivo del Estado, es importante tener muy claro cuál es el papel que juega el
Derecho Penal, pues como ya lo han advertido penalistas de la talla de Francisco Muñoz
Conde (España) o Eugenio Raúl Zaffaroni (Argentina), estamos viviendo un momento de
expansión del Derecho Penal bajo la tentación del populismo penal, es decir, querer usar
al Derecho Penal como prima ratio, en lugar de usarlo (como debe ser) como ultima ratio.
De ahí la importancia de conocer el surgimiento y evolución del Derecho Penal y los perfiles
que debe tener en el contexto de un Estado Democrático y de Derecho.
En esta unidad se revisarán los aspectos generales del Derecho Penal, su conceptualización,
su ubicación y relación con el Derecho Público y con otras ramas del Derecho, así como su
evolución, desde la venganza privada hasta el llamado período científico, con sus
manifestaciones en particular en algunas sociedades antiguas, así como en México,
específicamente en la creación de los diversos códigos penales que fueron creados en 1871,
1929 y 1931. Con ello pretendemos usted adquiera un conocimiento muy claro y preciso de
este proceso de surgimiento y desarrollo del Derecho Penal.
Luiggi Ferrajoli menciona que “el Derecho Penal, define lo que no es lícito lesionar, ni con
el delito, ni con la sanción” (Cfr. Sarre y Manrique, 2017: 6). Es por lo anterior que conocer
la evolución y desarrollo del Derecho Penal, debe servirnos para evitar cometer los errores
del pasado, al igual de valorar los aportes de quienes han pretendido hacer de éste, una
herramienta útil para racionalizar la reacción social hacia aquello que denominamos delito
y de qué forma lo castigamos.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado aprenderá los diversos conceptos, denominaciones, características y fines del
Derecho Penal.
Temario
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Creando conciencia
Método de lectura
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lectura
Revise la lectura
Generalmente cada párrafo contiene una o varias ideas principales; al leer responda: ¿Cuál es la
idea que se desarrolla?
Anote
Utilice sus anotaciones y construya un esquema para tener una visión global y concreta del tema.
Parafrasee
Escriba las ideas principales con sus propias palabras. Evite plagiar ideas. Parafrasee
Escriba las ideas principales con sus propias palabras. Evite plagiar ideas.
Lo que hoy conocemos como el Derecho Penal, deviene de un proceso muy largo de
evolución respecto de la facultad del Estado denominada Ius puniendi, es decir, el derecho
a castigar.
La concepción del Derecho Penal puede partir de dos aspectos (Díaz Aranda, 2014: 3):
Derecho penal
objetivo
Cuando el Estado ejerce la facultad de emitir normas penales da origen al llamado derecho
penal objetivo, el cual podemos definir como el sistema de normas contenidas en las leyes
emitidas por el Estado para dar a conocer a los miembros de la sociedad las conductas
prohibidas y establecer los requisitos para sancionarlas como delitos con penas o como
injustos con medidas.
“El Derecho Penal define lo que no está permitido lesionar ni con el delito ni con la pena”
Concepto
Mencionamos anteriormente, las ideas sobre lo penal han atravesado por un largo proceso
de evolución, reflejando la ideología y valores de las diversas sociedades, lo que se ha
reflejado en las diversas definiciones que se han generado con el tiempo. Sería prolijo
enumerarlas todas y hacer justicia a todos quienes han realizado un esfuerzo por brindar
una definición satisfactoria o universalmente aceptable.
Von Liszt
Derecho Penal es el conjunto de las reglas jurídicas establecidas por el Estado, que
asocian el crimen, como hecho, a la pena, como legitima consecuencia.
Relaciones del Derecho Penal con otras ramas del Derecho y Ciencias auxiliares
Derivado de lo anterior, entendemos que el Derecho Penal debe atender a las necesidades
sociales y los valores que en cada sociedad y momento histórico prevalecen, así como
reconociendo algunos que son permanentes como la vida. De este modo, a través de
la norma penal, se ha buscado regular las conductas delictivas y a la vez establecer un
estándar de comportamiento adecuado para lograr dicho propósito.
Cada una de ellas ha hecho contribuciones importantes que han coadyuvado a ampliar la
comprensión del fenómeno delictivo, la concepción del delito, del delincuente y los fines de
la pena, para que éstos estén más acordes con los tiempos en que vivimos.
Evolución histórica
Parafraseando un conocido refrán: “El Derecho Penal, no siempre fue lo que hoy es”, es
común caer en el error de considerar que la reflexión penal y la regulación del arbitrio
punitivo del Estado siempre han sido reguladas de la forma y bajo las bases y fundamentos
que hoy tenemos, nada más alejado de la realidad. Como ya hemos mencionado, el Derecho
Penal es el resultado de un largo proceso de evolución y desarrollo que nos ha llevado siglos,
incluso eones. Eón proviene del latín aerum (griego). aion, eternidad.
1. s. m. Filosofía. Término usado en el nosticismo para designar cada uno de los seres o inteligencias
divinas y eternas, emanados de la unidad suprema, que ponen en relación la materia y el espíritu.
2. Período de tiempo indefinido e incomputable.
Así pues, la idea que queremos transmitir es que no debemos caer en el error de suponer
que todo el bagaje de conocimiento que hoy constituye al Derecho Penal “siempre ha
estado ahí”, al contrario, se ha ido construyendo lenta, penosa y en ocasiones
amargamente, nutriéndose de reflexión, introspección, análisis, valoración y naturalmente
crítica.
Tener en cuenta esos aspectos, previo al estudio de la evolución del Derecho Penal nos
permitirá poner juntas ideas y conceptos como delito/pecado, venganza/justicia,
libertad/control social, pena/medida de seguridad, acción/omisión, etcétera.
La mayoría de quienes han escrito sobre esta evolución coinciden en que este proceso
puede quedar establecido o comprender los siguientes momentos o estadios:
Reflexión…
Previo al estudio de esta evolución histórica, es preciso mencionar que los estadios
señalados, no constituyen momentos precisos o tajantes en este proceso de evolución, sino
que tratan de dar cuenta de grandes momentos cualitativos dentro de la reflexión penal
que, incluso es posible entender que se traslapan, en algunos casos, unos con otros, por lo
que su valor es simplemente ilustrativo de un proceso largo y complejo, pero a la vez
fascinante.
Venganza privada
La idea de la venganza privada está relacionada con lo que se conoce comúnmente como
justicia por propia mano. Ante la ausencia de mecanismos formales para la resolución de
los conflictos sociales (tribunales, códigos, jueces, etcétera), este primer período se
caracteriza por que son las partes las que lo gestionan, (resulven) generalmente
por conducto de la violencia. (razón del más fuerte
Es así como eran las partes (hoy diríamos víctima y el delincuente) quienes, por sus medios
solucionaban el conflicto, naturalmente entendemos que en ello habría precisamente
mucho de venganza y poco de justicia. Nos encontramos en los albores de la regulación de
la vida social y por lo tanto del Derecho Penal.
Pensamiento que aclara Castellanos Tena al observar que no toda venganza puede
considerarse antecedente de la represión penal, sino la actividad vengadora apoyada por la
colectividad misma, al reconocer el derecho del ofendido a ejercitarla, proporcionándole la
ayuda material o el respaldo moral necesario (Cfr. Pavón Vasconcelos, 2004: 46).
Particularmente encontramos que en este período se atiende a los conflictos, los cuales
más adelante llamaremos delitos, que implicaban un daño material y constituían la base de
la venganza (la generación de un daño similar o equivalente al causado). Entre los Babilonios
encontramos la llamada Ley del Talión: ojo por ojo, diente por diente, que remite y
resumen de manera muy gráfica el sentido de justicia característico de este estadio, más
tarde se dará paso a las llamadas composiciones, (arreglos económicos entre las partes)
para evitar mayor generación de violencia e intentar una suerte de autocomposición entre
las partes.
Venganza privada
En este estadio, llama la atención que comienza a generarse la idea de que el daño causado
(delito/pecado) se refiere sobre todo a un mandato divino o a una deidad. El castigo se da,
no en función al daño que se genera a otro individuo miembro de la comunidad, sino que
se ha infringido un mandamiento, un dogma, de origen divino, así que el castigo busca,
sobre todo castigar la falta de cumplimiento al mandato divino, más que a la tutela de algún
bien jurídico en particular.
Una época histórica que puede ubicarse en este contexto es la que históricamente hemos
estudiado como la Edad Media (algunos lo han denominado también oscurantismo), en el
que se gestó y actuó el llamado Tribunal del Santo Oficio; mejor conocido como la Santa
Inquisición que, bajo una concepción religiosa, detuvo, procesó, enjuició y ejecutó a miles
de personas por delitos/pecados “cometidos en contra de la fe”, lo que sin duda constituye
una página muy oscura y triste en la historia de la humanidad.
Venganza pública
En esta etapa de la evolución de las ideas penales, se transforman los conceptos de pena y
de función represiva, dándoseles un carácter eminentemente público. Se caracteriza, al
decir de Cuello Calón, por la aspiración de mantener, a toda costa, la tranquilidad pública
“Este es el ciclo en que aparecen las leyes más severas, en que se castigan con más dureza
no sólo los crímenes más graves, sino hasta hechos hoy indiferentes... reinaba en la
administración de justicia la más irritante desigualdad, pues mientras a los nobles y a los
poderosos se les imponían las penas más suaves y eran objeto de una protección penal más
eficaz, para los plebeyos y siervos se reservaban los castigos más duros y su protección era
en muchos casos tan sólo una caricatura de la justicia...; los jueces y los tribunales tenían la
facultad de imponer penas no previstas en la ley, incluso podían incriminar hechos no
penados como delitos, y de estos poderes abusaron con exceso, pues no los pusieron al
servicio de la justicia, sino al de los déspotas y tiranos depositarios de la autoridad y el
mando” (Cfr. Pavón Vasconcelos, 2004: 51).
Así pues, la venganza pública, diríamos que constituye un primer intento por dotar de
objetividad y racionalidad el ius puniendi del Estado, que, dicho sea de paso, también
comienza a consolidarse como idea política, social y jurídica.
Oriente
Oriente
Babilonia llegó a ser una potencia comercial y militar asentada entre los ríos Tigris y
Éufrates, es considerada por algunos la verdadera cuna de la civilización occidental. Fue una
sociedad teocrática que comenzó a organizar los aspectos penales por primera vez en una
codificación conocida como Código de Hamurabi, en honor al rey Hamurabi, quien la
encomendó, y que contiene las primeras reglas de corte, diríamos “penal y procesal”
(aproximadamente 282 reglas), ya que aún no se lleva a cabo una distinción entre ambos
aspectos.
En la antigua Babilonia, una potencia militar y comercial, se establecieron reglas para llevar
a una persona a juicio. La Ley del Talión señalaba: “Si el acusador no probaba la acusación
sufría la pena que hubiera correspondido al delito acusado”. Lo que implicaba que no podía
activarse la maquinaria estatal para caprichos o falsas acusaciones. Asimismo, se permitía
la acción popular en delitos considerados como públicos (homicidio, fraudes en pesas y
medidas, delitos militares). Al margen del juicio existía la posibilidad de la composición
privada.
Grecia
Grecia
Sin duda, otro de los referentes obligados para conocer y estudiar la incipiente organización
penal es en la antigua Grecia. Cuna de filósofos y del pensamiento occidental, incluso los
griegos reconocían la necesidad de generar normas de carácter penal para regular y
sancionar determinadas conductas, basados en una peculiar forma de entender la vida y las
relaciones; tanto humanas como divinas. El siguiente pasaje nos muestra algunos aspectos
de su organización penal a través de uno de los juicios históricos más famosos: el de
Sócrates.
Roma
Roma
Roma sin duda es un referente obligado, debido a que nuestro sistema legal cuenta con una
impronta muy importante derivada de este pueblo. Al igual que pueblos como los griegos o
los babilonios, los romanos se caracterizaron por ser un pueblo conquistador y comercial,
pero encontraron la base para afianzar su dominio en las leyes. En el caso de la legislación
penal, se basa sobre todo en delitos cometidos por extranjeros (no ciudadanos romanos),
así como un proceso de corte inquisitivo, que con el tiempo se nutrirá de otras formas de
organización penal, particularmente de los llamados pueblos bárbaros, de quienes
retomaron instituciones muy interesantes como: las ordalías, el combate judicial y las
conjuras, entre otros, como formas de solucionar los conflictos generados por el delito.
El proceso poco a poco fue derivando hacia el sistema acusatorio, el cual alcanzó su
esplendor en la época republicana. Con la Ley Calpurnia, puede decirse que se establece el
proceso típicamente acusatorio. El proceso iniciaba con la acusación, el acusador debía
sostener la acusación durante todo el proceso y aportar pruebas de cargo.
En referencia a otros aspectos penales que vale la pena destacar, se encuentra la regulación
que realizaron en las llamadas Doce tablas, el cual era un texto muy simple que contenía
los delitos públicos y privados, así como las penas previstas a los mismos. Entre algunos de
los principios que se establecieron en estas doce tablas encontramos los siguientes:
Canónico
A inicios del siglo XX (1904), el Papa Pío X creó una Comisión que se encargara de la
redacción del Código de Derecho Canónico, la cual se promulgó hasta 1917.
Periodo humanitario
Se busca superar las limitaciones que se generaron durante el llamado oscurantismo, bajo
el predominio de las ideas religiosas. En el ámbito penal esta tendencia se hará más patente
bajo las reflexiones de autores como César Bonesana, marqués de Beccaria, quien con su
obra “De los delitos y las penas”, generará toda una revolución en cuanto al castigo
introduciendo conceptos e ideas innovadores para la época. Otro tanto harán en Inglaterra
autores como John Howard, en Inglaterra tras haber estado privado de la libertad, dedicó
su existencia a hacer lo que se ha llamado la geografía del dolor, reflexión sobre lo que hoy
llamaríamos Derecho penitenciario. Así pues:
Según Novoa, iba a ser el movimiento ideológico del siglo XVIII, promovido por “el despertar
intelectual y libertario”, el que habría de señalar las pautas, haciendo accesible el camino,
hacia una total reforma penal. Dentro de este movimiento destacan, fundamentalmente,
las obras de Montesquieu (el espíritu de las leyes), Voltaire (sobre la tolerancia) y Rousseau
(el contrato social), en las cuales se denuncian la excesiva crueldad de las penas y lo irregular
de los procesos, señalándose, como fundamento de la pena, el contrato social (Pavón
Vasconcelos, 2014: 53).
Las reflexiones de este período humanista sembrarán los cimientos para un período que
buscará consolidar los avances en los campos del conocimiento humano con una base
científica, reflexión que buscará llevarse al delincuente, al delito y a la pena, lo que
igualmente constituirá todo un hito en la historia de la reflexión penal.
Periodo científico
Asimismo, vemos que, en el aspecto penal, se nutren y desarrollan varias ideas que resulta
interesante considerar (Cruz Cruz, 2004: 30):
¿Sabía que…?
Uno de los representantes más destacados del periodo científico fue Von Feuerbach,
considerado en Alemania el padre del derecho penal moderno. Siguiendo en esencia las
doctrinas de Kant, Feuerbach crea el criterio de que la pena es una coacción psicológica,
con lo cual da origen a la teoría de la prevención general.
Época precortesiana
Los delitos considerados como tales y los castigos reflejan la idiosincrasia de estos pueblos
precortesianos que nos muestra y habla de la sus valores y filosofía.
Por ejemplo…
Por ejemplo…
Por ejemplo…
A, C, D, E
Por ejemplo… F, H, I, M
Por ejemplo…
F, H, I, M
Por ejemplo…P, R, S, T
Por ejemplo…
P, R, S, T
Peculado: muerte y confiscación de bienes.
Pederastia [abuso sexual] y hasta uso de vestimentas del otro
sexo: muerte.
Riña: Cárcel e indemnizaciones. Si se provocaba un motín público a
consecuencia de la riña, la pena era de muerte.
Robo, según sus diversos grados e importancia: diversas penas, desde la
restitución hasta la esclavitud; muerte a pedradas por los mercaderes si el
robo era en un mercado; pena capital si la muerte era en un templo o si
consistía en armas e insignias militares o en más de veinte mazorcas de maíz.
Sedición: muerte.
Traición: muerte.
Por ejemplo…
Entre los delitos que no corresponden a las clasificaciones actuales
Época colonial
En la llamada época colonial, vamos a ver cómo se van a proyectar la cultura, religión y en
este caso la legislación, en general y en particular la penal de España hacia lo que entonces
se denominaba la Nueva España, como podremos constatar a continuación, en lo que hace
a las normas penales, vamos a ver que se van a aplicar disposiciones como la Novísima
recopilación, las Siete Partidas y otras que tenían como objetivo, generar la aplicación de
la ley en casos de los denominados delitos cometidos en esa época, aunque hay que decir
que se aplicaba bajo ciertos raceros, (Criterios)de manera clasista y desigual a los habitantes
de la Nueva España, tal y como Enrique Díaz Aranda detalla a continuación.
Después de la conquista fue necesario establecer las instituciones jurídicas que regularían
la vida en los nuevos territorios españoles; por ello, la Novísima recopilación de 1805 y las
Siete Partidas fueron ordenamientos aplicados frecuentemente en la Nueva España. Las
últimas se integraban con una serie de ordenamientos sustentados en la tradición romano-
canónica-germánica y son, por tanto, el origen de nuestro actual sistema jurídico. El delito
se concibió desde una perspectiva religiosa y política como “un acto peligroso que infringe
los cánones de la religión ya como infidencia al Estado, o como una agresión perjudicial a la
seguridad y armonía de los individuos asociados. La penalidad, es una expiación, una
vindicta o una forma de escarmiento” (2014: 9).
¿Sabía que…?
Durante la época colonial, tanto las leyes aplicables como las penas a imponer se
determinaban atendiendo a la raza del condenado, por lo cual a los conquistadores se les
aplicaban las leyes que regían en la península, mientras que a los indígenas y negros se les
aplicaban las leyes emitidas para la Nueva España.
De acuerdo con lo anterior, las sanciones impuestas podían ser: pena de muerte, horca,
prisión, azotes, destierro, trabajos forzados en arsenales o en obras públicas, relegación,
proscripción, multa, confiscación, castración de negros cimarrones, trabajo para los indios
en los conventos, etcétera (Díaz Aranda, 2014: 9).
Época independiente
Como veremos a continuación, este proceso estuvo lleno de vicisitudes que implicaron que,
al principio, se siguiera con cierta inercia sobre las instituciones de origen europeo, sobre
todo español. Poco a poco se fueron consolidando esfuerzos para lograr en la parte penal,
dar a luz nuestros primeros intentos de legislación penal, como se muestra a continuación
(Díaz Aranda, 2014: 10):
http://132.247.132.19/plan2020/moodle/pluginfile.php/590/mod_resource/content/94/d
er-penal/U_1/img/ui-7.png
Las ideas del siglo XIX y las propias dinámicas internas de nuestro país influyeron en los primeros
intentos de organización penal que fueron poco viables, sin embargo, como veremos en el
siguiente apartado, también se llegará a consolidar los primeros esfuerzos de codificación penal,
desde una perspectiva nacional que, con sus aciertos y errores, constituye un primer y logrado
esfuerzo en ese sentido.
El Código penal de 1871, mejor conocido como Código Martínez de Castro, de corte liberal
(de acuerdo con la época) es un primer logro de legislación penal, aunque de inspiración
ibérica, pero que ya igualmente mostraba la forma en que las ideas de corte liberal (como
las de la ilustración y de la Revolución Francesa) habían arraigado en nuestro país. Su mérito
está sobre todo en tratar de romper esa impronta y dar a la luz un documento nacional en
ese sentido, la siguiente reseña nos habla de ese proceso.
Díaz Aranda (2014: 10-11) menciona que el Código Penal para el Distrito Federal y territorio
de la Baja California sobre delitos del fuero común y para toda la República sobre delitos en
contra de la Federación fue elaborado por la comisión integrada por Antonio Martínez de
Castro, José María Lafragua, Manuel Ortiz de Montellano y Manuel M. de Zamacona
tomando como modelo el Código penal español de 1870. Este código fue promulgado el 7
de diciembre de 1871, es más conocido como Código Martínez Castro y en él se adoptó la
ideología liberal proveniente de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
Asimismo, reunió y sistematizó por primera vez las normas penales, dando certeza jurídica
a los ciudadanos, aunque los 1151 artículos que lo conformaban lo llevaron a un casuismo
extremo, propio del positivismo de la época y una concepción retribucionista de la pena.
Pero de igual manera hay que reconocer que esa legislación pronto se vio rebasada por la
realidad y la necesidad de estar acordes con las nuevas ideas que se estaban generando,
sobre todo en Europa, en particular, a partir de las críticas al Positivismo y la
llamada Escuela clásica del Derecho Penal, por lo que estas alcanzarán al Código de 1871 y
darán la pauta para realizar un nuevo esfuerzo que fue conocido como el Código
Almaraz de 1929.
El delito es un acto social que daña al hombre y a los agregados sociales, reconocidos
expresa o implícitamente por la ley fundamental, en cualquiera de sus valores esenciales
reconocidos por la misma ley como derechos, y en forma tal, que el daño no pueda ser
reparado por la sanción civil.
De ahí que "tan pronto como entraron en vigor las flamantes leyes, se vio que eran obra de
gabinete, que no reflejaban las ideas expuestas por el licenciado Chico en sus conferencias,
adoleciendo de graves omisiones, de contradicciones notorias, de errores doctrinarios"
(Díaz Aranda, 2014: 12) y debido a esto fue necesario emprender de inmediato nuevos
trabajos de reforma que culminarían con un nuevo código penal.
A veces es necesario fracasar para poder alcanzar el éxito. Consideramos que esa puede ser
la reseña del Código de 1929 que, aunque no llegó a entrar en vigor, supuso una serie de
reflexiones que sirvieron para intentar una nueva legislación que se concretará en 1931, tal
como se expondrá en el siguiente apartado.
Diríamos que la ventaja de mirar hacia atrás es que nos permite ver el camino que hemos
recorrido. El Código penal de 1931 es heredero de un proceso de reflexión que ya venía de
tiempo atrás y que permitió consolidar y unificar las visiones que en esa época pugnaban
por manifestarse.
Las reflexiones sobre el delincuente, la pena como mal social, los fines de la pena, se
proyectarán en el Código de 1931 como avances importantes, por otro lado, conceptos
como la peligrosidad, la defensa social y la expiación, son ejemplos de debates que no
necesariamente se resolvieron sobre lo mejor o lo más conveniente, sin embargo, lo que se
aplaude es la riqueza conceptual y de posturas que se encuentran en este código y que se
muestran en las siguientes consideraciones:
En este código se proyectaron reflexiones sobre el delincuente, la pena como mal social, los
fines de la pena, conceptos como la peligrosidad, la defensa social y la expiación que no se
resolvieron.
La Comisión redactora del código penal se conformó por José Ángel Ceniceros, José López
Lira, Alfonso Teja Zabre, Luis Garrido y Ernesto Garza, quienes no publicaron la exposición
de motivos del código penal, por lo cual resulta muy importante lo contenido en las actas,
dado que nos pueden orientar sobre los lineamientos que los guiaron y como interpretación
auténtica del mismo (Díaz Aranda, 2014: 13-14):
Díaz Aranda (2014: 13-14) menciona que de este modo se publica el Código penal para el
Distrito y Territorios Federales en Materia de Fuero Común y para toda la República en
Materia de Fuero Federal el 14 de agosto de 1931, el cual dejó de ser aplicable para el
Distrito Federal con la reforma del 23 de diciembre de 1974, y con la reforma del 18 de
mayo de 1999 quedó como Código Penal Federal (CPF). Posterior a la emisión del CPF de
1931 se han elaborado diversos proyectos, a saber: anteproyecto de Código penal de 1949,
ante proyecto de Código penal de 1958. Sin embargo, ninguno de ellos ha llegado a tener
vigencia.
Múltiples han sido las reformas al Código Penal Federal de 1931, pero las más relevantes
son las de 1984 y 1994, las cuales han tratado de ajustarlo a los parámetros de un Estado
social y de derecho.
Sin duda, esta legislación penal nos muestra la consagración de un largo camino que sin
embargo no ha concluido, como se dio cuenta, el Código de 1931, pese a sus innegables
avances ha tenido que sufrir ya varias modificaciones desde su emisión a la fecha. Hoy en
día hay propuestas sobre una legislación penal única para todo el país, al igual que ya existen
en la materia procesal penal, esto nos indica que la evolución del Derecho Penal es
permanente, ya que está en función de las necesidades y retos que se deban enfrentar en
cada época y lugar.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Imágenes
Mi experiencia de aprendizaje
Con base en lo estudiado en la unidad, elabore una línea del tiempo en la que se reflejen
los períodos históricos de evolución del Derecho Penal y la evolución penal en México.
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Introducción
Para su estudio, el Derecho penal se subdivide en dos partes; una parte general y una parte
especial. La parte general es la más abstracta, en cuanto expone al Derecho penal en un
sentido amplio y la parte especial consiste en el estudio específico de determinados delitos,
referidos a una legislación en particular.
Dentro del estudio de la parte general, es importante entender otra de las manifestaciones
del Derecho penal, nos referimos a la ley penal, es decir, a las características que debe
revestir la norma penal, con independencia del contenido específico que ésta pueda tener,
como producto de la actividad legislativa.
Estudiar las características de la ley penal, nos permite entender la complejidad de la norma
penal, la cual, en ocasiones está vinculada con otras ramas del Derecho, asimismo, nos
permite entender las diversas fuentes de creación de la misma, así como sus ámbitos de
aplicación y los aspectos relacionados con su interpretación.
En esta unidad, vamos a analizar la teoría de la ley penal, lo que nos permitirá entender,
entre otros aspectos; sus características, sus fuentes, ámbitos de validez e interpretación,
lo que permitirá comprender la trascendencia de su aplicación en la práctica para la
resolución de casos penales.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado localizará los rasgos que caracterizan a la ley penal y comprenderá sus
principales aspectos técnicos, entre otros.
Temario
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Creando conciencia
La obediencia a la autoridad ayuda a explicar cómo la gente común puede cometer el más
horrible de los crímenes, ausentándose su sentido de la responsabilidad, si se encuentra
bajo la influencia de una fuerte autoridad.
En la década de 1960, tres meses después de que Adolf Eichmann fuera sentenciado a
muerte en Jerusalén por crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi, el
psicólogo Stanley Milgram llevó a cabo una serie de experimentos que cambiaron para
siempre nuestra percepción de la moral.
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La Ley Penal
Definición
Definamos…
Ley penal
En este sentido, entenderemos por Ley penal el sistema normativo de carácter jurídico,
formal y materialmente válido, que constriñe la conducta de las personas (físicas y morales)
(cfr. CNPP, art. 421), mediante la imposición de consecuencias jurídicas, penas o medidas
de seguridad, a la realización de la expectativa que el Derecho mismo tiene sobre el
acontecer social.
Estructura
La estructura elemental de una norma consiste en dos elementos, por un lado, el supuesto
de hecho y, por otro, la consecuencia jurídica; en materia penal, el supuesto de hecho
consiste en la descripción hipotética de una conducta contenida en la norma, mientras que
la consecuencia jurídica se constituye por la imposición de una pena, medida de seguridad
o, conforme a lo establecido en el artículo 422 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, consecuencias jurídicas para personas morales, a lo que llamamos tipo penal.
Definición
Definamos…
Tipo penal
Elementos
Pulse en cada letra para desplegar el contenido. Al pulsar en otro, el desplegado volverá a
su posición inicial.
Elemento objetivo
Elemento subjetivo
Así pues, el elemento subjetivo del tipo representa la parte interior del sujeto
activo, es decir, el contenido de voluntad con el que se realizó la conducta, si ésta
se realizó dolosa o culposamente; o bien, si el tipo penal introduce una finalidad
específica, por lo que si el resultado obtenido con la conducta fue derivado de la
voluntad del sujeto, se considerará dolo; en cambio, si no existe coincidencia con
la voluntad de desplegar una conducta específica y el resultado obtenido, se
considerará culposo; mientras que encontraremos tipos penales que especifiquen
finalidades exclusivas o elementos subjetivos específicos diversos al dolo o a la
culpa, por ejemplo, el delito de abuso sexual que indica que las conductas deben
tener una carga sexual, pero que el sujeto que las efectúa no tenga finalidad de
copular con la víctima.
Elementos normativos
Son aquellos términos que encontramos en el tipo penal que requieren una
valoración cultural o jurídica para su entendimiento, es decir, palabras que
requieren interpretarse para llegar a dimensionar la finalidad del tipo penal. Por
ejemplo, dentro del delito de aborto encontramos diversos términos que hemos
de definir, entre ellos, "producto", "fecundación" o "gestación".
El tipo Penal
El tipo penal, dentro de la descripción de las conductas prohibidas también podrá encontrar
una variedad de elementos que deban ser valorados conforme a la voluntad del sujeto que
despliega la conducta, es decir, cual fue la finalidad del sujeto para realizar la conducta, si
la finalidad era conseguir el resultado prescrito se considerará dolosa la conducta; mientras
que si no se buscaba dicho resultado, la conducta se entenderá culposa.
Para hablar de la historia del tipo penal hemos de remontarnos al siglo XVIII, cuando Cesare
Bonesana, Marques de Beccaria, publicó su famoso “Tratado de los delitos y de las penas”,
donde se asientan las primeras bases de un derecho penal moderno, con grandísimas
contribuciones como lo es el establecimiento de la importancia de las conductas
sancionadas, de manera que los juzgadores no las pudiesen determinar a su albedrío, o
bien, que se impusieran límites a las sanciones que se podrían imponer.
Pero no es sino hasta inicios del siglo XX, cuando el famoso Ernst Von Beling aportó la idea
de que el tipo penal es una mera descripción de diversos elementos, separados,
completamente, de la antijuridicidad y la voluntad del sujeto (Von Beling, 2002: 78).
Posteriormente nos trasladamos a las ideas de Max Ernst Mayer y de Binding, consistente
en que el tipo penal es un elemento indiciario de la tipicidad, que ya indicaba un elemento
de contradicción a la expectativa normativa, pero seguía sin valorar los elementos internos
del sujeto.
Finalmente, nos encontramos con la aportación de Mezger, quien considera que el tipo
penal se encuentra conexo a la antijuridicidad, esto derivado de que la conducta será
antijurídica siempre que contraríe lo dispuesto por la Ley, esto cuando se encuadra en el
tipo; así pues, la conducta típica será antijurídica.
No podemos omitir que la construcción de toda norma y, aún más, de cualquier tipo penal,
gira en torno a la protección de bienes jurídicos tutelados; esto es, el tipo penal debe, por
fuerza, construirse alrededor de la protección de bienes estimados de tal importancia por
el Estado y la sociedad, que serán velados por el poder punitivo del Estado mismo en caso
de su alteración o destrucción. Así pues, a la par de que el tipo penal señale las conductas
prohibidas para las personas, las garantías en el ejercicio de la potestad punitiva del Estado
también hace las veces de determinante sobre los valores que, por sobre toda cuestión,
deben ser respetados por los gobernados, y protegidos por el Estado mismo.
Existen grupos de delitos que están integrados por el tipo fundamental del delito
correspondiente conforme a sus elementos y atendiendo a su estructura, esto
es calificativas o agravantes, típicas o no típicas. Además de existir una ulterior formación
legal de delitos independientes, autónomos respecto de su tipo básico, que siguen
jurídicamente sus propias reglas y se juzgan, en consecuencia, por separado.
Son aquellas que el legislador establece para ampliar el tipo fundamental con
características especiales, como serían circunstancias precisas de modo tiempo y
lugar, forma de comisión, empleo de medios determinados, relación entre autor
y lesionado; estas solo son calificadas como de “tipo” si conciernen al contenido
de disvalor del hecho, en tal sentido que deban aplicarse siempre y solo si
concurren en un marco penal más severo, o bien mas benévolo.
Especiales
Los que además de los elementos propios del básico, contienen otros nuevos o
modifican requisitos previstos en el tipo fundamental; por eso se aplican con
independencia de éste.
Subordinados o complementados
Tipo compuesto
Es aquel que tiene pluralidad de conductas, cada una de las cuales puede
conformar un tipo penal distinto, aunque referido al mismo bien jurídico, se
identifican sin mayor dificultad por que tienen varios verbos rectoras.
Autónomos
En blanco
Abiertos
Dentro de las leyes penales existen casos en los que el legislador adopta una
concepción abierta en torno al tipo penal, esto es, la descripción sólo es
comprensible a partir del complemento que realice otro texto legal, les falta una
guía objetiva para completar el tipo, de modo que en la práctica resultaría
imposible la diferenciación del comportamiento prohibido y del permitido con la
sola ayuda del texto legal.
Cerrados
Resultan suficientes en todos y cada uno de sus elementos por sí mismos, como
el delito de homicidio, que es clara la conducta sin tener que remitirnos a otra
norma para comprender el contenido de dicha prohibición.
En los delitos dolosos, el dolo de tipo determina la dirección y el fin de la acción. Como
núcleo de lo injusto personal de la acción, forma la característica general del tipo subjetivo
y la base para la imputación subjetiva del resultado típico. Solo es punible la acción dolosa
si la ley no amenaza con pena de manera expresa, la acción culposa. Por lo tanto el dolo
es, como situación psíquica, la voluntad de realizar un tipo penal conociendo todas sus
circunstancias objetivas de hecho. La fórmula abreviada corriente “conocimiento y
voluntad de la realización del tipo” es, desde el punto de vista idiomático, menos precisa,
pero prácticamente lo mismo. El momento decisivo para la existencia del dolo de tipo es
la comisión del hecho, a saber, la ejecución de la acción típica.
La intención
Dolo directo
Si el autor sabe o prevé como seguro que su acción conduce a la realización del
tipo legal. Quien a pesar de este conocimiento o previsión, actúa voluntariamente,
da cabida en su voluntad de realización a todo lo que se representa como
consecuencia necesaria y segura de su conducta, aunque uno u otro efecto de su
acción pueda no ser deseado por él. Por ejemplo, si A incendia un granero,
sabiendo que B se encontraba ahí dentro, entonces A considero que B moriría
como consecuencia segura del incendio.
Dolo eventual
No se exige que el autor subsuma bajo la ley, con exactitud jurídica, la situación que conoce;
de lo contrario sólo podrían actuar dolosamente los juristas. Si existen características
normativas como lo sería “ajeno” o “apoderamiento”, no basta el simple conocimiento de
los hechos que corresponden al concepto; el autor debe haber concebido exactamente el
sentido jurídico-social de la circunstancia del hecho, a la manera de un profano.
Todo hecho punible es una conducta humana socialmente relevante; este criterio es válido
tanto para delitos culposos como para delitos dolosos. No obstante, mientras el hecho
doloso le corresponde la voluntad de realizar el tipo conociendo las características objetivas
del tipo, para el hecho culposo es esencial la realización no querida del tipo legal, al
desatender contrariamente al deber de cuidado. La causación de un resultado socialmente
perjudicial. Es inobservar un cuidado objetivamente necesario y el cuidado que el autor
estaba en condiciones de observar. Así entonces, la culpa no es una simple forma de
culpabilidad, sino un tipo especial de conducta punible que reúne elementos del delito y de
culpabilidad. La culpa tiene como forma de conducta y culpabilidad una doble naturaleza.
Si un hecho antijurídico se niega la existencia del dolo, esto no significa que
automáticamente se vuelva culpa, sino que deben examinarse sus presupuestos en forma
independiente. Existen dos tipos de culpa, la consciente y la inconsciente.
Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para desplegar la información.
Culpa consciente
Actúa con culpa consciente (o con representación) quien considera como posible la
realización del tipo penal, pero, contrariamente al deber y en forma reprochable, confía que
no lo realizará.
Culpa inconsciente
El sujeto no advierte el peligro de su acción, menos aún quiere el resultado lesivo, ya que ni
siquiera prevé su posibilidad. Otras definiciones se basan en la idea que el autor advertiría
la posibilidad abstracta de realizar el tipo, pero ignoraría el riesgo concreto y seguiría
actuando al considerar que el peligro sería insignificante, o porque cree que está en
condiciones de poderlo dominar, ya sea porque sobrevalora sus fuerzas confía en sus
habilidades especiales espera que de su habilidad o de su fortuna el resultado no
sobrevenga.
Tipo de injusto
A diferencia el tipo de lo injusto, reside en la síntesis de las características que
fundamentan el contenido típico de injusto de la conducta prohibida (sentido de la
prohibición) y confieren al especial tipo delictivo forma y figura. El legislador tiene
la función de escoger, entre las diversas acciones que pueden ser objeto de un
juicio de disvalor, conductas que, por ser socialmente perjudiciales y reprochables
desde el punto de vista ético-social, prohíbe con la pena. La formación asociada,
cumple así una doble finalidad, por un lado, da a cada ciudadano la posibilidad de
orientarse por sí solo, dado que comprueba, con una exacta descripción de la
conducta desaprobada, que es lo ilícito y hasta dónde la prohibición general limita
la libertad social de actuar. El tipo de lo injusto abarca todas las características de
la disposición penal que fundamentan, elevan o disminuyen lo injusto penalmente
relevante; se hace cargo de separar las conductas típicas de los sucesos
penalmente irrelevantes; a esto también se le conoce como función de selección
del tipo. La realización del tipo de lo injusto “indica” la antijuridicidad de la
conducta. Esta formulación significa que la tipicidad propiamente dicha sólo hace
posible un juicio general y transitorio, no aún definitivo acerca de la antijuridicidad
y el carácter material de lo injusto del hecho; el indicio puede resultar eliminado
por una causa de justificación (tipo permisivo). De esta manera la tipicidad es si un
elemento de lo injusto, pero solamente es un elemento del injusto a lado de otros.
Dentro del tipo de lo injusto hay que hacer una distinción entre características del tipo
descriptivas y normativas, objetivas y subjetivas.
Características descriptivas
Son las que expresan precisamente con una simple descripción, lo que pertenece
concretamente a la prohibición o al precepto típico. (cosa, mueble, sustraer, etc.)
Características normativas
Características subjetivas
Las excusas absolutorias son ciertas situaciones en las que por razones de política
criminal se considera pertinente no aplicar una pena en concreto; en consecuencia, si el
Estado establece en ciertas circunstancias no aplicar la pena establecida para cierto
delito, la conducta o hecho será típica, antijurídica, culpable, pero no punible, lo que dará
una inexistencia del delito.
Definición
Definamos…
Punabilidad
Merecimiento de penas.
Conminación Estatal de imposición de sanciones si se llenan los presupuestos
legales.
Aplicación fáctica de las penas señaladas en la ley.
Finalidad
Es no dejar impune la conducta reprochable por el derecho penal, aunado a que si falta
punibilidad en una conducta no se puede hablar que esta sea delictiva, pero principalmente
es la prevención general del delito, encaminada a que el sujeto activo del delito no vuelva
a reincidir.
Comenzaremos con la pena, la cual en fase administrativa cuenta con tres instancias y se
lleva a cabo por el poder ejecutivo, y se refiere a la privación o restricción de bienes
jurídicos del autor del delito, con la finalidad de cumplir con una prevención especial y
justificada al impedir mediante esta pena que vuelva a delinquir, la ejecución de la pena
comienza luego de la punición realizada por el juzgador, mientras que la punición es
la fijación de la particular y concreta privación o restricción de bienes del autor del
delito, realizada por el juez para reafirmar la prevención general y determinada
cuantitativamente por la magnitud de la culpabilidad (Ramírez, 2000:17).
A pesar del inequitativo trato de los juristas entre el precepto penal y la sanción jurídico
penal, la importancia de ambos elementos de la norma jurídico penal es indiscutible.
La sanción jurídico penal, en particular es una reacción ante el ataque y puesta en peligro
de los bienes jurídicos más importantes para la sociedad, cuya tutela resulta necesaria
para mantener el orden y la armonía social. La pena es muchas veces utilizada como
sinónimo de sanción jurídico penal, sin embargo, a pesar de ser parcialmente correcto, es
mucho mejor dar una designación concreta a cada fase de determinación que se realiza de
dicha sanción, punibilidad, punición y pena.
La sanción penal por lo tanto debe considerarse multifacética y, por tanto, definida
necesariamente en cada una de las tres instancias, encontrando que cada una contempla
además de órganos específicos de realización, fines y justificaciones propios, haciendo
evidente su consideración para poder llevar a cabo su determinación. Sin embargo es
notorio que si bien cada parte es poco tratado, mucho menor es el estudio relacionado con
la fase legislativa.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Calderón Martínez, Alfredo, “Teoría del delito y juicio oral”, en Serie juicios orales, núm. 23,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, México UNAM, 2017.
Castellanos Tena, Fernando, Lineamientos elementales de Derecho penal, parte general 38.
ª ed., México, Porrúa, 2000.
Fletcher P. George, Conceptos básicos de Derecho penal, España, Tirant Lo Blanch, 1997.
Muñoz Conde, Francisco y García Arán, Mercedes, Derecho penal, parte general, 8.ª ed.,
México, Tirant Lo Blanch, México, 2012.
Muñoz Conde, Francisco, Teoría general del delito, 3.ª ed., Bogotá, Colombia, Themis, 2017.
Plascencia Villanueva, Raúl, Teoría del delito, Instituto de Investigaciones Jurídicas, México
– UNAM, 2004.
Ramírez Delgado, Juan Manuel, Penología, México, Porrúa, 2000.
Von Beling, Ernst, Esquema de derecho penal, Buenos Aires, Argentina, Librería “El Foro”,
2002.
Wessels, Johannes, Derecho penal parte general, 6. ª ed., Buenos Aires, DePalma, 1980.
Legislación
Mi experiencia de aprendizaje
Introducción
Por ejemplo…
En el artículo 302 del Código Penal Federal se establece que el homicidio es el que priva de
la vida a otro, lo que no dejaría lugar a dudas saber que privar de la vida a otro es un delito,
no obstante, debe hacerse una interpretación del tipo penal para evitar alguna confusión,
como sería interpretar qué se entiende por “privar”, o cuál es el concepto de vida. Por ello,
deberemos hacer uso de otras ciencias para poder hacer una interpretación correcta de la
ley, en el caso concreto, de una opinión médica que nos establezca cuándo comienza y
cuándo termina el concepto de vida, así como sus alcances.
Interpretación de la Ley
El ámbito de validez de la ley penal se refiere a la aplicación del Derecho Penal, el cual
abarca tres aspectos:
Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para desplegar la información.
Espacial
¿Dónde van a aplicar las leyes penales?
Temporal
¿Cuándo van a aplicar las leyes penales?
Personal
¿Sobre quién van a aplicar las leyes penales?
Al respecto del concurso de leyes, concurso de normas o concurrencia de normas
incompatibles entre sí, surge cuando de una misma conducta ilícita existen dos o más
normas que pueden ser aplicables al mismo caso, aunque en realidad solo resulte una de
dichas normas idóneas para el hecho en concreto. Más adelante explicaremos a
profundidad lo que se acaba de decir.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado interpretará la ley penal y los diversos ámbitos de validez, el concurso aparente
de normas y podrá resolver los conflictos que presentan.
Temario
¿Qué tanto sabe sobre ámbitos de aplicación del derecho y conflicto de leyes?
La presente actividad le permitirá identificar sus conocimientos acerca del tema diferencia
entre ley y norma, así como los ámbitos de aplicación de la ley penal y el conflicto de leyes.
Creando conciencia
Si su respuesta fue no, ¡cuidado!, una mala postura al sentarse puede provocar lesiones en
la columna vertebral, como desviaciones o encorvamiento.
Espalda recta
Hombros hacia atrás y hacia abajo
Las plantas de los pies apoyados en el suelo.
Con estos sencillos puntos, lograremos la postura adecuada para realizar nuestro estudio.
La interpretación penal
¡Importante!
Se interpreta una ley cuando se busca y esclarece o desentraña su sentido mediante el
análisis de las palabras que la expresan.
Doctrinal o privada
Es llevada a cabo por los especialistas y estudiosos del Derecho, es decir, surge de las
investigaciones de los juristas, pero carece de fuerza e influencia aunque en ocasiones la
adquiere a través de la interpretación auténtica o la judicial.
Judicial
Es la realizada por los órganos jurisdiccionales al decidir las contiendas planteadas y hacer
realidad el Derecho cuestionado.
Auténtica
Gramatical
Lógica
Esta forma de interpretación apunta a los fines generales del derecho penal, busca
desentrañar la ratio legis acorde al bien jurídico tutelado. Se vale de elementos históricos,
del derecho comparado, y aspectos sociológicos latentes durante el nacimiento de la ley,
como poder ser los trabajos preparatorios, la exposición de motivos e incluso la atmosfera
social que existía durante su promulgación
Sistemática
Implica conocer y comprender todo el cuerpo legal al que pertenece la norma por
interpretar, para no considerarla aisladamente; deben tomarse en cuenta las doctrinas,
escuelas y corrientes que ejercieron influencia en la norma y la orientación jurídica del
Estado.
Analógica
Consiste en interpretar la norma, de manera que se recurra a normas o casos similares entre
sí, a fin de desentrañar su sentido
Analógica
Consiste en interpretar la norma, de manera que se recurra a normas o casos similares entre
sí, a fin de desentrañar su sentido
Por su resultado.
Extensiva
Supone un texto estrecho para la intención de la ley, pues la voluntad de la ley tiene mayor
amplitud con relación al significado de las palabras usadas por el legislador, es decir, la ley
penal interpretada tiene un alcance mayor del que parece
Restrictiva
Reduce o restringe el alcance del texto de la ley para ponerlo acorde con la voluntad de
ésta, es decir, el intérprete debe restringir el significado comprendido por la norma, pues la
ley penal no tiene el radio de acción que aparenta
Progresiva
Ámbitos de aplicación
Como sostiene Gerardo Armando Urosa, solamente verificando el alcance o radio de acción
de la norma penal, se justifica la jurisdicción del Estado y la aplicación de determinada ley
punitiva en un caso concreto. De aquí la importancia del tema, pues permite resolver
problemas relativos a conflictos de leyes.
Por eso mismo se considera como tarea ineludible de todo abogado averiguar el
sentido y alcances de la ley, por lo que deberemos tomar en cuenta que la
interpretación no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para la aplicación de
la ley a casos concretos (Mezger, 1990: 61).
Hay que precisar que aun cuando la ley penal es obligatoria para todos los individuos, hay
casos en que los tipos únicamente los pueden realizar aquellas personas que llenen las
exigencias del mismo tipo respecto a los sujetos, es decir, se trata de delitos especiales,
propios o exclusivos; hipótesis que no tienen que ver con la observancia de la ley que es
indudablemente de carácter general.
Por ejemplo…
Aquellos delitos que solamente pueden ser cometidos por ciertos servidores públicos,
aquellos delitos que tienen que ver con el fuero militar en donde la norma exige que el
activo del delito cubra una serie de requisitos que el tipo penal enuncia.
La excepción a este principio sería a favor de los soberanos y Jefes de Estado extranjeros,
personal diplomático pues se les considera el órgano más alto del Estado, aunque quedan
sometidos a la ley penal de su país, de igual forma los navíos de guerra y los buques
mercantes.
Ámbito espacial de la ley penal
El principio Leges non obligant extra territorium (las leyes no obligan fuera del
territorio), se basa en dos aspectos: el positivo el cual establece que la ley se aplica
a todos los habitantes de una nación y el negativo en donde la norma no se aplica
a nadie fuera de dicho territorio. Esto tiene relevancia pues se concatena con el
principio de territorialidad consagrado en el artículo 1º del Código Penal para el
Distrito Federal. Para efectos de derecho penal el territorio no es una expansión
geográfica meramente, es el límite espacial de la soberanía de un Estado y
principio de la soberanía de otro o mar libre, tal como lo establece Nuestra
Constitución en su artículo 42.
La Ley establece…
Por consiguiente, en nuestro país el Código Penal Federal y los Códigos Penales de
cada entidad, aplican a todos los delitos ejecutados desde la fecha de su vigencia,
pero no a todos los ejecutados con anterioridad; es decir, que rige, por regla
general, sólo para el presente y el porvenir.
Una de las instituciones de más interés y utilidad para la aplicación de las normas penales
la constituye el concurso aparente de leyes o normas, también llamado conflicto de leyes
o concurrencia de normas incompatibles entre sí. Se afirma la existencia de un concurso
aparente de normas penales cuando a la oscilación de un caso concreto parecer concurrir
dos o más normas de uno o varios ordenamientos vigentes en un mismo lugar y tiempo. El
problema consistirá en determinar qué norma debe aplicarse.
La hipótesis que presenta la concurrencia de normas incompatibles entre sí puede ser del
tenor siguiente:
Al respecto el Código Penal Federal en su artículo 6 establece que cuando se cometa un
delito no previsto en este Código, pero sí en una ley especial o en un Tratado Internacional
de observancia obligatoria en México, se aplicarán éstos, tomando en cuenta las
disposiciones del Libro Primero del Código y, en su caso, las conducentes del Libro Segundo,
evidenciándose fácilmente que no se trata de un concurso aparente de leyes, ya que no es
el caso de aplicación de dos normas, una general y otra especial, sino de una, ya que el
delito cometido no está previsto en el Código Penal sino en una ley especial.
Por último, para resolver el problema del concurso aparente de normas, el Código Penal
para el Distrito Federal ha establecido, en sus artículos 13 y 70, la forma de resolverlo
mediante los siguientes principios:
Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para desplegar la información.
a) Principio de especialidad
Supone una situación de conflicto entre dos tipos penales que prevén el mismo
supuesto de hecho, de tal suerte que el juzgador, frente al mismo tratamiento
punitivo está en posibilidad de aplicar cualquiera de ellas, empero deberá
inclinarse por aquella que tenga mayor entidad punitiva.
Por ello, es de suma importancia conocer que tipo de criterio deberá ser aplicado para que
prevalezca la exacta aplicación de la Ley y no se hagan interpretaciones de manera
subjetiva, y en su momento brindar una argumentación adecuada. Además, no basta
recurrir a la costumbre para dirimir controversias, sino que se debe recurrir a la
interpretación jurídica con el fin de garantizar resultados aceptables y sostenibles que
brinden una solución a dicha controversia encontrando el propósito común de las partes.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Mezger, Edmund, Derecho Penal: Parte General, 2.ª ed., trad. de Ricardo Núñez, México,
Cárdenas, 1990.
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal, última
reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017, disponible
en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 08/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Civil Federal, última reforma
publicada en el DOF 09/03/2018, disponible en https://bit.ly/1b9DnzI, consulta:
08/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última reforma
publicada en DOF 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta: 08/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, última reforma publicada en el DOF 27/07/2018, disponible
en https://bit.ly/1iXRdq5, consulta: 08/02/2019.
Interpretación de la Ley
García Ramírez, Sergio, “Los principios penales fundamentales”, en Derecho Penal, México,
McGraw-Hill, 1998, disponible en https://bit.ly/2tt9pW8, consulta: 18/02/2019.
Vidaurri Arechiga, Manuel, “La interpretación de la Ley Penal”, en Liber ad honorem Sergio
García Ramírez, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1998, t. I, disponible
en https://bit.ly/2OmSE7J, consulta: 18/02/2019.
Universidad Interamericana para el Desarrollo, “Teoría del delito en Derecho Penal”,
disponible en https://bit.ly/2X6EQmC, consulta: 18/02/2019.
Imágenes
Mi experiencia de aprendizaje
Este caso práctico tiene por objetivo resaltar la importancia de dominar los ámbitos de
validez de la Ley Penal, ya que ese es el primer caso para ganar un asunto, ya sea que se
encuentre como acusador, defensa o en su caso como persona que juzga.
Es por ello, que esta actividad está encaminada a desarrollar su capacidad analítica,
argumentativa, y pragmática, en la resolución de casos prácticos.
Descargue el archivo farmacodependencia, léalo con detenimiento, para que pueda darle
solución al problema que le plantea su cliente, el médico Guillermo López Roa. Al concluir
responda a las preguntas que se plantean.
Con base en las respuestas que dio a las preguntas anteriores, y en el mismo archivo Word,
redacte la explicación que le daría a su cliente para dar solución a su caso.
Recuerde incluir en el documento que elabore todos los elementos necesarios para
fundamentar su asesoría legal, citar las fuentes de información y agregar sus datos de
identificación a la actividad.
A manera de apoyo para realizar su actividad, se le sugiere revisar los siguientes materiales:
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal del Distrito Federal, Título segundo,
capitulo V. Causas de exclusión del delito.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley General de Salud, Título tercero,
capítulo VII. Salud mental y Título décimo octavo, capítulo VII. Delitos contra la salud en su
modalidad de Narcomenudeo.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Nacional de Procedimientos
Penales, artículos 1, 2, 3, 20 a 29.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, Título primero,
capítulo IV.
Unidad 4. El Delito
El Delito
Introducción
Comenzaremos con el concepto sustancial del delito, las tesis de los presupuestos del
delito como las condiciones estructurales del mismo, los delitos generales y delitos
especiales, asimismo, los presupuestos del hecho, que son los antecedentes jurídicos o
materiales indispensables para la existencia de un delito.
Identificaremos los elementos positivos y negativos del delito, hablando de los primeros
como la existencia de un delito: conducta, tipicidad, antijuridicidad, imputabilidad,
culpabilidad, punibilidad; y los segundos como la inexistencia de este: falta de conducta,
atipicidad, causas de justificación, inimputabilidad, inculpabilidad y excusas absolutorias.
Continuaremos con las corrientes teóricas que estudian los elementos del delito: teoría
atomizadora y bitómica a heptatómica; el delito instantáneo, permanente o continuo,
eventualmente permanente y continuado, así como, delitos consumados y delitos de
tentativa. Finalmente, analizaremos los diversos tipos de autoría y participación,
concluyendo con los delitos de acción, de omisión; delitos dolosos y culposos.
Cómo ha podido observar en este panorama general, el estudio de la presente unidad le
permitirá adquirir conocimientos muy valiosos y abundantes que le llevarán a una debida
comprensión en el tema de la integración de un delito, y le será útil en la práctica
profesional.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado explicará el concepto jurídico del Delito y los elementos que lo conforman, sus
presupuestos, distinguiendo los delitos consumados y de tentativa, así como los delitos con
las diferentes formas de autoría y participación.
Temario
Unidad 4. El Delito
La presente actividad le permitirá identificar sus conocimientos acerca del tema conceptos
jurídicos fundamentales, la disciplina jurídica especial y las fuentes de obligaciones del
Derecho Romano, que se encuentran íntimamente relacionadas con el concepto de delito,
y será un parteaguas para que advierta la relación de las áreas del derecho entre sí.
Creando conciencia
A muchas personas no les agrada realizar exámenes; mucho de esto se debe a que tienen
miedo de no poder responderlos de manera correcta, lo cual provoca ansiedad. Para evitar
que la ansiedad afecte su rendimiento en este tipo de pruebas, siga las siguientes
recomendaciones:
De acuerdo con Fernando Castellanos (1978: 125), la palabra delito deriva del verbo latino
delinquere, que significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del sendero
señalado por la ley
Por lo tanto, el delito, a lo largo de los tiempos, ha sido entendido como una valoración
jurídica, objetiva o subjetiva, la cual encuentra sus precisos fundamentos en las relaciones
necesarias surgidas entre el hecho humano contrario al orden ético-social y su especial
estimación legislativa. Por ello, un concepto sustancial del delito sólo puede obtenerse,
dogmáticamente, del total ordenamiento jurídico penal. De éste desprendemos que el
delito es la conducta o el hecho típico, antijurídico, culpable y punible (Pavón, 2006: 194-
195).
Noción Jurídica
Para definir el delito, revisaremos la parte general del Código Penal que se refiere al delito,
al delincuente, a la pena, y en su parte especial hace un estudio de los delitos en particular.
A través de la historia los Códigos Penales incluyen una definición del delito:
Por otro lado, en su parte general, el Libro Primero del Código Penal Federal versa sobre todas las
cuestiones generales acerca del delito, el delincuente y la pena.
Así, definiremos el delito de una manera muy sencilla, “la acción antijurídica, pero al mismo
tiempo y siempre típicamente antijurídica” siendo su fundamento el ya anotado artículo
7 del Código Penal Federal vigente.
La tesis de presupuestos del delito es una propuesta de Vincenzo Manzini, quien los define
como “aquellos elementos jurídicos anteriores a la ejecución del hecho, positivos o
negativos, a la existencia o inexistencia de los cuales está condicionada la existencia del
título delictivo de que se trata” (1981: 37). Por su parte, Celestino Porte Petit Candaudap
define los presupuestos del delito como “aquellos antecedentes jurídicos, previos a la
realización de la conducta o hecho descritos por el tipo, y de cuya existencia depende el
título o denominación del delito respectivo” (1969: 258).
De igual manera, Vincenzo Manzini señala que los presupuestos se dividen de la siguiente
forma:
Pulse en los recuadros que se marcan como sensibles para que se despliegue la información
correspondiente.
Presupuestos
Del delito
Los presupuestos del delito son aquellas condiciones estructurales del delito que, sin
formar parte de los elementos del delito, son necesarios para que una conducta sea
considerada típica, antijurídica, imputable, culpable y punible, es decir, para que una
conducta sea considerada como delito. Los presupuestos del delito se dividen en
generales y especiales.
Generales
A los primeros pertenecen la norma penal, el sujeto activo y pasivo del delito, la
imputabilidad, el bien tutelado y el instrumento del delito (Urosa, 2006: 61-62).
Especiales
Los segundos se refieren a la calidad específica, ya sea del sujeto activo o sujeto pasivo del
delito, por lo que para determinar cuáles son los presupuestos especiales se deben
relacionar con el delito en concreto.
Del hecho
Para Celestino Porte Petit Candaudap, los presupuestos del hecho o de la conducta “son
aquellos antecedentes jurídicos o materiales previos y necesarios para que pueda
realizarse la conducta o hecho típicos” (1969: 261). Los presupuestos del hecho se dividen
en jurídicos y material
Materiales
Son las condiciones reales preexistentes en las cuales debe iniciarse y cumplirse la
ejecución del hecho (Manzini, 1948: 39).
En resumen, como sostiene Celestino Porte Petit Candaudap (1969: 261), los requisitos del
presupuesto de la conducta o del hecho son:
La prelación temporal del delito se refiere al tiempo, es decir, que de manera cronológica
se van configurando uno a uno los elementos del delito. De esta forma, el delito se presenta
en varias etapas: primero la conducta, después la tipicidad, luego la antijuridicidad,
posteriormente la imputabilidad, más tarde la culpabilidad y, por último, la punibilidad.
Por su parte, la prelación lógica se refiere a que los elementos del delito llevan un orden
lógico, es decir, un elemento del delito tiene prioridad lógica con respecto a otra, no
obstante, todos los elementos del delito se encuentran unidos entre sí, por lo que un
elemento es fundante de otro.
Desde el punto vista lógico, primero se debe observar si hay una conducta calificada como
delito, luego verificar su amoldamiento al tipo legal, posteriormente se debe constatar la
tipicidad, después constatar si dicha conducta típica está o no protegida por una justificante
y, en caso negativo, llegar a la conclusión de la antijuridicidad; enseguida investigar la
presencia de la capacidad intelectual volitiva del agente (imputabilidad) y, finalmente,
indagar si el autor de la conducta típica y antijurídica, la realizó con dolo o culpa
(culpabilidad).
Ahora bien, fue Laureano Landaburu, primer jurista que estudió a fondo el tema de la
prelación temporal y lógica, quien llegó a la conclusión de que no hay prioridades lógicas ni
prioridades temporales, pues las relaciones de fundamentación que pueden encontrarse
entre los elementos son recíprocas. Al respecto afirma:
Al respecto, es importante precisar que no existe prioridad temporal de los elementos del
delito, ya que todos concurren al mismo tiempo, es decir, en el momento en que se comete
una conducta delictiva se presentan de manera simultánea todos los elementos del delito.
Tampoco hay prioridad lógica entre los elementos del delito, no hay un orden lógico.
Lo correcto es afirmar, como sostiene Celestino Porte Petit Candaudap, que hay una
prelación lógica “habida cuenta de que nadie puede negar que, para que concurra un
elemento del delito, debe antecederle el correspondiente, en atención a la naturaleza
propia del delito. Las circunstancias de que sea necesario que exista un elemento para que
concurra el siguiente, no quiere decir que haya una prioridad lógica, porque ningún
elemento es fundante del siguiente, aun cuando si es necesario que el otro elemento exista”
(1969: 261).
En la teoría del delito, de manera general, podemos sostener que existen dos grandes
corrientes teóricas que estudian los elementos del delito:
Pulse en cada uno de los conceptos que aparecen del lado izquierdo para desplegar la
información correspondiente.
Esta teoría establece que el delito es un solo ente abstracto indivisible, y por lo mismo está
compuesto por un solo elemento
Cabe aclarar que la materia de Teoría de la Ley Penal y del Delito está desarrollada bajo la
teoría analítica o atomizadora, pues se considera que el delito “es la conducta típica,
antijurídica, culpable, imputable y punible”. Por ello, comencemos el análisis en orden
ascendiente o progresivo, sobre la conformación del delito por el número de elementos.
Postura clásica del pensamiento alemán. Entre los más destacados tenemos
a Giuseppe Maggiore, quien consideraba que el delito está compuesto por el hecho,
la antijuridicidad y la culpabilidad. Es en 1906 cuando se inventa la tipicidad y con
ella el tipo penal. Por su parte, Max Ernst Mayer incorporó como elemento del delito
a la imputabilidad, quedando su estructura del siguiente modo: acontecimiento
típico, antijuridicidad, imputabilidad. No obstante, para la mayoría de los tratadistas
alemanes coinciden en establecer que el delito está compuesto por hecho típico,
antijuridicidad, culpabilidad (Hernández Islas, 2006: 45).
Teoría tetrátoma
Dentro de los exponentes de esta postura se encuentra Franz Von Liszt, quien en
1980 estableció: “delito es el acto culpable contrario al derecho y sancionado con
una pena” (1999: 264). De esta forma, expuso que el delito estaba constituido por
cuatro elementos esenciales, los tres primeros eran genéricos y el cuarto específico:
acto humano, contrario a derecho (antijuridicidad), culpabilidad, y punibilidad.
Teoría pentátoma
Ernst Von Beling fue el máximo exponente de esta postura, para este jurista el delito
“es la acción típicamente antijurídica y correspondientemente culpable, siempre
que no se dé una causa legal (objetiva) de exclusión de pena” (Cfr. Hernández Islas,
2006: 47). De esta forma, los cinco elementos son acción, típica, antijuridicidad,
culpabilidad y condiciones objetivas de punibilidad.
Para el jurista Juan Andrés Hernández Islas (2006: 47) es importante destacar el
énfasis que hace Beling a la causa legal de exclusión de la pena, pues ésta se
encuentra vinculada directamente con las llamadas excusas absolutorias.
Teoría hexátoma
II. Continuado: En este delito se dan varias acciones y una sola lesión jurídica. Es
continuando en la conciencia y discontinuo en la ejecución. Se dice que el delito continuado
consiste en que se presenten los siguientes elementos:
III. Permanente: Se presenta cuando la acción delictiva permite, por sus características,
que se la pueda prolongar voluntariamente en el tiempo, de modo que es idénticamente
violatoria del derecho en cada uno de sus momentos. Porte Petit enumera como
elementos del delito permanente a los siguientes:
Habrá tentativa cuando el sujeto comience a ejecutar los actos directamente encaminados
a concretar la consumación, pero siempre que ésta no se ha efectivizado. Dicho con otras
palabras, habrá tentativa cuando el sujeto realice en todo o en parte los elementos del ilícito
de que se trate (tipo penal) pero siempre que, por causas ajenas a él, el delito no se haya
consumado.
La consumación será entonces el momento en el cual se concretan todos los elementos del
tipo penal. Es un concepto esencialmente jurídico formal en el que se tienen por
complementados todos los elementos que el tipo requiere.
Interpretación de la Ley
Vaya a la página del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta y lea la tesis aislada
penal, “Tentativa y delito consumado. Diferencias.”.
En todo tipo de delito, cualesquiera sean las circunstancias, se puede afirmar de manera
genérica que interviene, por lo menos, un individuo. En virtud de esta intervención y su
relación con el hecho delictivo, es que se puede llamar a responder al infractor de la norma,
ya sea como autor o partícipe. De esta manera, se puede diferenciar entre autoría y
participación.
INDUCCIÓN.
Son aquellos que determinen –induzcan- dolosamente a otro a cometer un delito así mismo
cuando al proyectarlo provoca o induce a otro a la ejecución.
COMPLICIDAD.
ENCUBRIMIENTO.
Los partícipes de esta modalidad son aquellos que con posterioridad a la ejecución de un
ilícito auxilien al delincuente en cumplimiento de una promesa anterior al delito.
COMPLICIDAD CORRESPECTIVA.
Son aquellos que, sin acuerdo previo, intervengan con otros en su comisión, cuando no se
pueda precisar el resultado que cada quien produjo
Los delitos de acción son aquellos en los que ante todo se requiere de un acto humano, una
modalidad jurídicamente trascendente de la conducta humana, una acción.
Por su parte, los delitos de omisión son la inactividad voluntaria. Así, pues, la omisión es
una manifestación de la voluntad que se exterioriza en una conducta pasiva, en un “no
hacer”. Pero no toda inactividad voluntaria constituye una omisión penal, es preciso para
que ésta exista que la norma penal ordene la ejecución de un hecho determinado, y que el
sujeto activo tenga la capacidad para ejecutar un hecho determinado. Entonces, podemos
sostener en la omisión tres elementos: un acto de voluntad, una conducta inactiva y un
deber jurídico de obrar.
Ahora bien, los delitos dolosos, previstos por el artículo 9 del Código Penal para el Distrito
Federal se presentan en dos supuestos:
Por último, los delitos culposos son el acto u omisión que produce un resultado descrito y
sancionado en la ley penal, que se presenta en dos supuestos:
Se ha afirmado que, con la entrada del nuevo sistema penal acusatorio, el estudio de la
teoría del delito, ha llegado a ser obsoleto, sin embargo, después de haber analizado los
conceptos doctrinales de esta unidad, se dará cuenta que un profesional en Derecho dentro
de su formación requiere los conocimientos jurídicos necesarios para argumentar
eficazmente en la construcción de una teoría del caso, por ello, es importante que vaya
ligando todas las unidades de esta asignatura.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Aguilar López, Miguel Ángel, El delito y la Responsabilidad Penal, México, Porrúa, 2018.
Carrancá y Trujillo, Raúl, Derecho penal mexicano. Parte general, 28.ª ed., México, Porrúa,
1995.
Castellanos, Fernando, Lineamientos elementales de derecho penal, México, Porrúa, 1978.
Hernández Islas, Juan Andrés, Mitos y realidades de la teoría del delito, México, Jahi, 2006.
Jiménez de Asúa, Luis, Tratado de derecho penal, 5.ª ed., Buenos Aires, Losada, 1963, t. III.
Manzini, Vincenzo, Trattato di Diritto Penale Italiano, 4.ª ed., Italia, UTET, 1981, t. III.
Pavón Vasconcelos, Francisco, Derecho penal mexicano, México, Porrúa, 2006.
Porte Petit Candaudap, Celestino, Apuntamientos de la parte general de derecho penal,
México, Jurídica Mexicana, 1969.
Von Liszt, Franz, Tratado de derecho penal, 4.ª ed., trad. de Luis Jiménez de Asúa, Madrid,
Reus, 1999.
Publicaciones periódicas
Landaburu, Laureano, “El Delito como estructura”, Revista de Derecho Penal, Buenos Aires,
vol. II, 1946.
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal, última
reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017, disponible
en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 14/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última reforma
publicada en el DOF, 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta:
01/03/2019.
Interpretación de la Ley
“Delito. Elementos del tipo penal que deben analizarse en la sentencia definitiva”, [tesis
jurisprudencial penal], XXVII.3o. J/5 (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
reg. 2007869, Décima Época, t. IV, noviembre de 2014, p. 2711, disponible
en https://bit.ly/2Unp3RW, consulta: 03/04/2019.
“Tentativa y delito consumado. Diferencias”, [tesis aislada penal], Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, reg. 220336, Octava Época, t. IX, marzo de 1992, p. 315, disponible
en https://bit.ly/2HX1CJq, consulta: 03/04/2019.
Imágenes
Las dos teorías principales para realizar el estudio jurídico del delito, son el unitario
totalizador y el atomizador o analítico, así como, sus aspectos positivos y negativos del
delito.
El delito
Teoría biatómica
Teoría triatoma
Teoría tetrátoma
Teoría pentátoma
Teoría hexátoma
Teoría heptátoma
Recuerde utilizar sus propias palabras, para resaltar su comprensión de los conceptos.
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Introducción
Las dos únicas formas de manifestación de la conducta humana que pudiera constituir un
delito, modalidad de acto u omisión; siendo el acto o acción en estricto sensu un aspecto
positivo y la omisión el aspecto negativo. Por ello, resulta relevante analizar: la conducta, el
hecho o la acción (lato sensu), la omisión (propia e impropia), el resultado material y nexo
de casualidad en la acción y en la omisión.
Recuerde que…
Los conceptos mencionados, son importantes para precisar que, el derecho penal, se ocupa
de elementos psíquicos solamente en la acción externa, y que resulte afectado el sujeto
pasivo por esas manifestaciones externas de la voluntad humana.
Nunca se dará un delito con el solo pensamiento de quebrantar una norma, sino por la
acción conforme al pensamiento.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado distinguirá el aspecto dogmático del delito y las principales corrientes y teorías
que se ocupan de su estudio; los elementos positivos del delito y sus aspectos negativos.
Temario
La presente actividad le permitirá identificar sus conocimientos acerca del tema el Derecho,
considéralo como un universo armónico, que por razones prácticas se ha motivado su
división, sin existir una diferencia esencial entre sus diversas partes. Dichos conocimientos
fueron adquiridos desde el nivel medio superior y en el primer semestre de la Licenciatura.
Por ejemplo, en Introducción a la Teoría del Derecho, se habla del Derecho Penal y el delito;
recordará los lineamientos elementales del derecho penal, cita a la conducta y su ausencia;
o bien, a la mayoría de los estudiantes de bachillerato nos cautivó la Sociología, y en ella se
alude, la Sociología del delito o Criminología Social y en esta se estudia, sobre conformidad
y disconformidad o conducta desviada.
Creando conciencia
El consumo de alimentos altos en grasa o azúcar puede estar asociado con un estado de
inflamación en la región cerebral relacionada con el establecimiento de la memoria a corto
plazo, es decir, el hipocampo, el cual al someterse a una dieta de estas características, sufre
alteraciones bioquímicas estructurales significativas.
Sin embargo, existen muchos alimentos que favorecen el funcionamiento del cerebro, el
cual suele ser muy cambiante y plástico como respuesta a situaciones del medio ambiente,
de ahí surge su capacidad de recordar y aprender, aspecto que se conoce como plasticidad
cerebral.
Es el primer elemento básico del delito que, de acuerdo con Roxin, es la expresión de la
personalidad del autor y abarca todas las formas en que se manifiesta la conducta delictiva
y además aquello que en el campo prejurídico tiene sentido calificar como acción, por lo
que las acciones dolosas e imprudentes, constituyen manifestaciones de la personalidad, al
igual que las omisiones, incluyendo la omisión por imprudencia inconsciente, imputable al
sujeto como obra suya (Roxin, 1997: 226).
Según algunos autores, a este elemento debería denominársele (López Betancourt, 2006:
90):
Francisco Vasconcelos
Hecho
Edmundo Mezger
Hecho punible
Por su parte, Juan Andrés Hernández Islas afirma que la acción debe entenderse “como el
ejercicio de una potencia, efecto de realizar o hacer". Asimismo, señala que también es
posibilidad o facultad de hacer una cosa o realizar algo, especialmente acometer o
defenderse. Por ello, solamente En este sentido, la conducta es una actividad o inactividad,
voluntaria o involuntaria, que produce un daño en los bienes jurídicos tutelados de una
persona, es decir, es un comportamiento humano que produce un cambio en el mundo
exterior. Este cambio en el mundo exterior se llama resultado material.
En este sentido, la acción es una actividad voluntaria que produce un daño en los bienes
jurídicos tutelados de una persona, es decir, que produce un cambio en el mundo exterior.
Es por ello que para que se configure el primer elemento del delito, es decir, para que se
configure la conducta en su modalidad de acción (stricto sensu), se deben acreditar tres
elementos:
En atención a lo anterior, la acción consiste en la conducta positiva, expresada mediante
un hacer, una actividad, un movimiento corporal voluntario, con una finalidad específica
que viola una norma prohibitiva.
También denominada omisión propia. Celestino Porte Petit Candaudap la define como “el
no hacer, voluntario o involuntario (culpa), violando una norma preceptiva y produciendo
un resultado típico, dando lugar a un tipo de mandamiento o imposición (1969: 305). Por
lo que sus elementos son:
Voluntad o no voluntad (culpa)
Inactividad o no hacer
Resultado típico
Impropia
También denominada por comisión. En esta modalidad hay una doble violación de
deberes: de obrar y de abstenerse, y por ello se infringen dos normas: una preceptiva y
otra prohibitiva (Castellanos, 1978: 152).
El delito de omisión por comisión se presenta cuando el agente (sujeto activo del delito)
llega a producir un resultado material típico a través de una inactividad o no hacer
voluntario o culposo, con violación de una norma preceptiva, y de una norma prohibitiva
(Pavón Vasconcelos, 2006: 227). Por lo tanto, sus elementos son:
Inactividad o no hacer
Problema jurídico
De esta forma, la conducta por acción es la actividad desplegada por Juan Pérez
para apoderarse, sin el consentimiento de José Suárez, de $200 (doscientos pesos
00/100 M. N.). Por su parte, el resultado material es el detrimento patrimonial de
José Suárez, pues hay una afectación directa en el patrimonio del sujeto pasivo del
delito (José Suárez). El nexo causal es la relación que existe entre el
apoderamiento de los $200 (doscientos pesos 00/100 M. N.) y el detrimento
patrimonial de José Suárez, ya que sin la conducta desplegada por Juan Pérez no
habría un daño patrimonial en la persona de José Suárez.
Problema jurídico
Si Juan Pérez no proporciona una pensión alimenticia a su hijo José Pérez, a pesar
de que existe una sentencia que lo condena a pagar un salario mínimo mensual,
comete el delito de incumplimiento de obligaciones alimentarias.
En este caso se trata de una conducta por omisión, donde Juan Pérez tiene la
obligación de proporcionar alimentos a su hijo, y al no hacerlo se produce un daño
material, que se ve reflejado en la falta de alimentos para el menor y, en
consecuencia, en su vida y salud.
En ambos casos, se tratan de delitos que son cometidos con dolo, es decir, con la intención
de realizarlos. Esta información nos sirve para afirmar que tanto los delitos de acción como
de omisión, pueden ser cometidos con dolo o culpa.
In summa, “en la conducta hay un deber de abstenerse, así como en los delitos de omisión
hay un deber jurídico de actuar" (López Betancourt, 2006: 88).
Por último, cabe mencionar que, conforme a nuestra legislación penal, la conducta como
primer elemento es considerado, por la fracción I, del artículo 15, del Código Penal Federal,
como un hecho. Por lo que respecta al Código Penal para el Distrito Federal, en el artículo
29, fracción I, se considera al primer elemento como una actividad o inactividad
¿Sabía que…?
Como afirma Jean Pradel, “en el siglo XIX, se negaba la idea de una responsabilidad penal
de las agrupaciones, no fue sino hasta finales del siglo XIX, y a lo largo del siglo XX, cuando
se produce un fenómeno nuevo: El desarrollo de la economía, y en consecuencia, el
desarrollo del derecho penal económico” (1996: 1-2).
Artículo 11. Cuando algún miembro o representante de una persona jurídica, o de una
sociedad, corporación o empresa de cualquiera clase, con excepción de las instituciones
del Estado, cometa un delito con los medios que para tal objeto las mismas entidades le
proporcionen, de modo que resulte cometido a nombre o bajo el amparo de la
representación social o en beneficio de ella, el juez podrá, en los casos exclusivamente
especificados por la ley, decretar en la sentencia la suspensión de la agrupación o su
disolución, cuando lo estime necesario para la seguridad pública.
Para que exista una responsabilidad penal de las empresas es necesario que se cumplan dos
requisitos:
Este tipo de conducta es castigada de manera distinta a los delitos cometidos por personas
físicas, pues las sanciones son la suspensión o su disolución de la persona moral.
La ausencia de conducta
Nota jurídica
Conforme a la fracción I del artículo 15 del Código Penal Federal, así como el artículo 29, fracción I,
del Código Penal del Distrito Federal, indican que es causa de exclusión del delito cuando el hecho
se realice sin la intervención de la voluntad del agente.
Así, de esta forma, la generalidad de la doctrina ha expuesto que los casos de ausencia de
conducta son:
Pulse en los recuadros que se marcan como sensibles para que se despliegue la
información correspondiente.
El caso fortuito
vis absoluta
También se le conoce como fuerza física irresistible; supone, por tanto, ausencia del
coeficiente psíquico (voluntad) en la actividad o inactividad, de manera que la expresión
puramente física de la conducta no puede integrar por sí una acción o una omisión
relevantes para el derecho (Pavón Vasconcelos, 2006: 333-334). Entonces, tiene como
requisitos:
vis mayor
Es la actividad o inactividad involuntarias por actuación sobre el cuerpo del sujeto, de una
fuerza exterior a él, de carácter irresistible, originada en la naturaleza o en seres
irracionales (Pavón Vasconcelos, 2006: 333-334).
Sueño
Similar al sueño, pero se distingue de éste en que el sujeto deambula dormido. Hay
movimientos corporales inconscientes y por ello involuntarios.
Otros
Fuentes de consulta
Bibliografía
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal, última
reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017, disponible
en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 08/04/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última reforma
publicada en el DOF, 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta:
02/04/2019.
Decreto
Ejecutivo Federal, Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones del Código Nacional de Procedimientos Penales; del Código Penal Federal; de
la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; de la Ley Federal para la
Protección a Personas que Intervienen en el Procedimiento Penal; de la Ley General para
Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la fracción XXI
del Artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la Ley de
Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, de la Ley Federal
de Defensoría Pública, del Código Fiscal de la Federación y de la Ley de Instituciones de
Crédito, publicado en el DOF 17/06/2016, disponible en https://bit.ly/1YybxoP, consulta:
08/04/2019.
Mi experiencia de aprendizaje
Siendo la conducta el primer elemento del delito, sus efectos pueden observarse desde la
perspectiva del acto u omisión, y que pueden constituir un delito, dependiendo su
modalidad, por ello, es importante distinguir la forma de manifestación de la conducta, el
resultado y su relación de causalidad.
Introducción
Desde ese momento, podemos concluir que la tipicidad se compone por dos elementos, la
tipicidad como idea central, y la conducta como presupuesto de la tipicidad. Pero eso no es
todo, al acudir al artículo 29 del Código Penal para el Distrito Federal, nos percatamos que
se incluye un tercer elemento de la tipicidad, se incluye el Dolo neutro, y la Culpa. Esto es
así, porque el dolo neutro está directamente vinculado con la conducta.
En resumen, la tipicidad es aquel elemento positivo del delito compuesto por la conducta,
dolo neutro y culpa, y el tipo. Más adelante explicaremos a profundidad lo que se acaba de
decir.
¡Adelante!
Objetivo particular
Temario
6.1. La tipicidad
o 6.1.1. Noción
o 6.1.2. Elementos
6.2. Atipicidad
o 6.2.1. Atipicidad por ausencia de conducta (involuntariedad)
o 6.2.2. Atipicidad por falta de elementos del tipo
o 6.2.3. Consentimiento del interesado
o 6.2.4. Error de tipo invencible
o 6.2.5. Caso fortuito
La presente actividad le permitirá identificar sus conocimientos acerca del tema tipo penal
y sus elementos, en cuanto a su configuración actual.
Creando conciencia
La tipicidad es un tema de suma importancia a nivel Latinoamérica, donde los países que
han firmado la Convención Americana sobre Derechos Humanos tienen la obligación de
cumplir con las sentencias que son emitidas en su contra, y las demás sentencias que se
dictan en contra de otros países sólo tienen efecto orientativo.
Esto es, en la actualidad la tipicidad debe ser estudiada bajo los criterios establecidos en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tutelando los Derechos
Fundamentales, y bajo los criterios establecidos por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, tutelando los Derechos Humanos. Dicho de otra forma, la tipicidad tiene dos
garantías procesales: El Control de la Constitucionalidad (Derechos Fundamentales), y el
Control de Convencionalidad (Derechos Humanos).
Lo anterior nos permite entender que el Derecho como máxima expresión de la sociedad
moderna es la más fiel representación de que todos somos seres humanos, somos seres
interdependientes, que todas las personas que habitamos en el planeta somos seres
humanos, sin discriminaciones por razones de sexo, edad, preferencia sexual, raza, religión
o cualesquiera otros.
Al pertenecer todos a la misma especie animal debemos entender que nuestro contacto
continuo con los demás seres humanos puede provocar problemas que pueden ser muy
lascivos para toda la sociedad, a tal grado de que son calificados como delitos. Por ello,
todos debemos respetar el Derecho de cada país, y el Derecho se encarga de proteger tanto
los Derechos Fundamentales como los Derechos Humanos.
Reflexione…
¿Había pensado que usted como representante de nuestra máxima casa de estudios y
futuro profesional en Derecho debe ser garante del respeto irrestricto a los Derechos
Fundamentales y a los Derechos Humanos?
La tipicidad
El tipo penal se encuentra contemplado por el párrafo tercero, artículo 14, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que en este precepto
constitucional se establece el axioma “no existe delito sin tipo penal”, al señalar:
Artículo 14. En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía,
y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente
aplicable al delito de que se trata.
No obstante, se suele confundir los términos tipo y tipicidad como sinónimos. Lo cual no es
correcto debido a que son conceptos diferentes, aunque relacionados.
Siguiendo la tesis de Fernando Castellanos, el tipo penal se puede referir a dos situaciones
(1978: 166):
Noción
A partir del 18 de junio de 2018, la teoría causalista se ha dejado de utilizar para los
procedimientos penales para delitos comunes, pero aún sigue utilizándose para delitos
federales. Esto significa que en un futuro inmediato la teoría del delito prevista en el Código
Nacional de Procedimientos Penales es la que se utilizará tanto del Fuero Común como del
Fuero Federal.
Es por ello, que para abordar esta unidad utilizaremos la Teoría del Delito prevista en
el Código Nacional de Procedimientos Penales, específicamente, el artículo 405, que a la
letra reza:
La Ley establece…
Artículo 405. Sentencia absolutoria
Del artículo anterior se advierte que los elementos positivos del delito son la tipicidad, la
antijuridicidad, y la culpabilidad, una vez configurados estos, es posible hablar del último
elemento positivo del delito, la punibilidad.
En este sentido, la atipicidad como elemento negativo del delito nos proporciona elementos
suficientes para determinar cuáles son los elementos de la tipicidad, siendo estos:
Adicionalmente, debemos decir que la teoría del delito que se sigue en la actualidad es el
post-finalismo, le explicaré por qué. Para que exista un delito es necesario que primero se
dé una conducta humana, la cual puede presentarse mediante una acción u omisión. Es
aquí donde la teoría post-finalista adquiere importancia.
La teoría finalista explica satisfactoriamente las conductas dolosas, pero no las culposas, ya
que de acuerdo al jurista Raúl Plascencia Villanueva, para el finalismo la acción es el
ejercicio final de la actividad humana (Plascencia, 2004: 40). Esto significa que desde el
momento en que el sujeto activo del delito se plantea el objetivo que pretende conseguir
hasta el momento de la ejecución de la conducta (acción), la finalidad de delinquir ya está
implícita, es decir, el dolo es inherente a la acción desde un inicio, es éste el motivo por el
cual existen elementos subjetivos generales del tipo penal.
Por ejemplo…
La conducta cometida por los huachicoleros es sancionada por la Ley Federal para Prevenir y
Sancionar los Delitos cometidos en materia de Hidrocarburos, que en su artículo 8, establece el
delito de Sustracción de Hidrocarburos, lo que coloquialmente se le conoce como “robo de
combustible,” esta acción nos permite explicar cómo el dolo está implícito desde el momento en
que el sujeto activo se plantea sustraer hidrocarburos, sin derecho y sin consentimiento de
asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con
arreglo a la ley, es decir, la finalidad de conducta desde un inicio es la sustracción de
hidrocarburos, por lo que el dolo no puede separarse de la acción, el dolo está implícito en la
acción.
Sin embargo, la teoría finalista es incapaz de explicar la culpa, ya que en una conducta culposa no
existe una finalidad de cometer un delito, sino una imprudencia. Para ello, son las teorías post-
finalistas las que explican mejor la culpa. De modo que, el dolo y la culpa las estudiaremos dentro
de los elementos subjetivos generales del tipo penal.
En palabras de Raúl Plascencia Villanueva (2004: 40), la acción presenta dos fases. La fase
interna de la acción se plantea con los siguientes elementos:
Fase externa
Fase interna
Elementos
De acuerdo al jurista Alfredo Calderón Martínez (2015: 8), la conducta es una actividad o
inactividad voluntaria, que está compuesta por dos elementos: psíquico y físico.
Es importante aclarar que tomando en consideración a este presupuesto de la tipicidad podemos
identificar dos tipos de delitos:
Elemento psíquico
Se presenta cuando el sujeto activo ha querido mentalmente hacer u omitir algo. Por ejemplo,
querer accionar un arma de fuego, querer lanzar un golpe a otra persona, querer apoderarse de
una cosa mueble ajena, etcétera.
Elemento físico
Consiste en no hacer u omitir algo; en el caso de la omisión debe ser respecto a una conducta
obligatoria. Por ejemplo, no pagar la pensión alimenticia. Este elemento nos permite saber que la
voluntad de un agente asocial (delincuente/sujeto activo del delito) tiene sólo dos posibles formas
de exteriorizarse: la acción y la omisión.
La acción
En los delitos de acción el sujeto activo realiza un movimiento físico que encuadra en un
tipo penal determinado (Calderón, 2015: 9).
Por ejemplo…
En el delito de Robo, el agente asocial tiene que realizar un movimiento físico para
apoderarse de una cosa mueble ajena con ánimo de dominio, por lo que será sancionado
penalmente si realiza ese movimiento físico de apoderamiento con ánimo de dominio, con
independencia de que se haya consumado o no el delito (tentativa).
La omisión
En los delitos de omisión, se castiga al sujeto pasivo del delito debido a que no realizó la
conducta que obligatoria y objetivamente debía cumplir. Se divide en dos: Omisión simple
Se define como un no hacer lo que la Ley le exige hacer (cumplir). En estos delitos de
omisión el resultado es formal, ya que no se requiere un daño al bien jurídico tutelado,
pues sólo basta la puesta en peligro del bien jurídico tutelado, es decir, no es necesario
demostrar que las víctimas u ofendidos de estos tipos de delitos han sufrido un perjuicio,
sólo basta que el agente asocial realice la conducta que se considera delictiva.
Por ejemplo…
El caso más representativo es el delito de incumplimiento de la obligación alimentaria,
pues para iniciar el procedimiento penal, no es necesario acreditar un detrimento
patrimonial de los acreedores alimentarios, o un daño en su alimentación, en su vestido,
en su hogar, en su salud derivados del incumplimiento del pago de la pensión alimenticia,
sólo basta acreditar que el deudor alimentario no ha cumplido con su obligación de dar
alimentos, para que éste sea sancionado penalmente, es decir, es suficiente demostrar
sólo el incumplimiento a su obligación alimentaria.
Por ejemplo…
En el delito de homicidio culposo derivado de una responsabilidad profesional médica (lo
que coloquialmente se le conoce como negligencia médica), es necesario, que la víctima
pierda la vida, y que ese resultado sea atribuible a un médico que teniendo la calidad de
garante no dio una atención médica adecuada, ya sea por imprudencia, impericia o
negligencia.
Con respecto a la omisión impropia o comisión por omisión el artículo 16 del Código Penal
para el Distrito Federal establece lo siguiente:
La Ley establece…
Artículo 16. Omisión impropia o comisión por omisión
En los delitos de resultado material será atribuible el resultado típico producido a quien
omita impedirlo, si éste tenía el deber jurídico de evitarlo, si se acredita uno de los
siguientes supuestos:
Dolo
Define al dolo como la intención prevista y querida por el agente, dirigida a la obtención
de un resultado delictuoso (2015: 32).
La figura del dolo se encuentra prevista por el artículo 18 del Código Penal para el Distrito
Federal, al considerarlo como aquella conducta que cumple con tres requisitos:
I. Conocimiento de los elementos objetivos del hecho típico de que se trate: Este es el
elemento intelectual del dolo, significa que el agente asocial desde antes que realice la
conducta sabe que ésta se considera como un delito. Por ejemplo, cuando un sujeto activo
del delito quiere privar de la vida a otra persona sabe que esa privación de la vida se
considera como homicidio.
II. Previsión posible del resultado típico: Este elemento forma parte del elemento
intelectual del dolo, pues una vez que el sujeto activo del delito sabe que la conducta que
pretende desplegar es considerada como delito, tiene conocimiento de que si ejecuta la
conducta delictiva es probable que ésta se consume, y de esta forma, se produzca el
resultado típico. Por ejemplo, cuando el agente asocial decide privar de la vida a otra
persona, y esta ejecuta la acción, sabe que existe una probabilidad de que se consume la
privación de la vida a la otra persona.
III. Quiere o acepta su realización: Este último elemento, es el volitivo o psicológico del
dolo, pues consiste en la voluntad de realizar el acto; en la volición del hecho típico
(Castellanos, 1978: 239), es decir, el sujeto activo del delito además de conocer que su
conducta es considerada como delito, que si la ejecuta comete el delito, tiene la voluntad
de realizar lo representado, es decir, quiere el resultado (desea o acepta cometer del
delito).
En conclusión, debido a que, en el sistema acusatorio y oral, se utiliza la teoría del delito
post-finalista, el dolo que se utiliza es el dolo neutro, también conocido como dolo
natural, mismo que se encuentra constituido por dos elementos:
Cabe precisar, que en la teoría del delito causalista que funcionaba en el sistema
tradicional mixto (comúnmente conocido como inquisitivo) se utilizaba el dolo malo, que
se encontraba constituido por tres elementos:
Tomando en consideración lo anterior, tenemos que distinguir las especies de dolo, para ello
utilizaremos la clasificación del jurista Fernando Castellanos (1978: 239): dolo directo, indirecto,
indeterminado y eventual.
Dolo directo
Dolo indirecto
El agente se propone un fin y sabe que seguramente surgirán otros resultados delictivos. Por
ejemplo, para dar muerte a quien aborda un avión, coloca una bomba cerca del motor, con la
certeza de que, además de morir ese individuo, perderán la vida otras personas y se destruirá el
aparato.
Dolo indeterminado
Intención genérica de delinquir, sin proponerse un resultado delictivo en especial. Por ejemplo, un
anarquista que lanza bombas
Dolo eventual
Culpa
Definamos…
Culpa
Es la acción u omisión que produce un resultado típico que es previsible y evitable, que no
se quiere, ni se acepta, pero el resultado se produce por el incumplimiento a un deber de
cuidado que le es objetiva y jurídicamente obligatorio cumplir.
Cuello Calón (1975: 325) sostiene que existe culpa cuando se obra sin intención y sin la
diligencia debida, causando un resultado dañoso, previsible y penado por la ley.
Fernando Castellanos (1978: 247) sostiene que existe culpa cuando se realiza la conducta
sin encaminar la voluntad a la producción de un resultado típico, pero éste surge a pesar
de ser previsible y evitable, por no ponerse en juego, por negligencia o imprudencia, las
cautelas o precauciones legalmente exigidas.
El artículo 18 del Código Penal para el Distrito Federal, establece que obra culposamente
el que produce el resultado típico, que no previó siendo previsible o previó confiando en
que no se produciría, en virtud de la violación de un deber de cuidado que objetivamente
era necesario observar.
Con base en este artículo podemos distinguir dos clases de culpa: con y sin
representación.
Con representación
Se presenta cuando el sujeto activo del delito previo el resultado típico, pero pese a ello,
se confío en que no se produciría, en virtud de la violación de un deber de cuidado que
objetivamente era necesario observar, por lo que el resultado típico pudo haberse
evitado. Fernando Castellanos (1978: 247) denomina a esta clase de culpa como “culpa
consciente, con previsión o con representación”, sosteniendo que existe cuando el agente
ha previsto el resultado típico como posible, pero no solamente no lo quiere, sino que
abriga la esperanza de que no ocurrirá.
Suele confundirse la culpa con representación con el dolo eventual, sin embargo,
distinguirlos el fácil.
El dolo eventual no es independiente, se deriva de otro delito, se deriva del dolo directo.
Aquí el sujeto activo del delito tiene el conocimiento de que cometerá un delito, y lo
quiere hacer, pero sabe que en su ejecución existe la posibilidad de que cometa otros
delitos, los delitos adicionales que se cometan serán con dolo eventual.
Por ejemplo…
Durante un robo a una casa-habitación la intención de los agentes asociales es apoderarse
de cosas muebles ajenas, con ánimo de dominio y sin el consentimiento de los
propietarios, pero para evitar que los detengan durante la ejecución del delito, privan de
la vida al policía que pretendía frustrarlo, en este caso, el robo se comete con dolo directo,
y el homicidio con dolo eventual.
Sin representación
Se presenta cuando el sujeto activo del delito no previó el resultado típico, siendo éste previsible,
en virtud de la violación de un deber de cuidado que objetivamente era necesario observar, por lo
que el resultado típico pudo haberse evitado. Fernando Castellanos (1978: 247) denomina a esta
clase de culpa como “culpa inconsciente, sin previsión o sin representación”, sosteniendo que se
presenta cuando no se prevé un resultado previsible (penalmente tipificado).
Siguiendo la tesis de Fernando Castellanos (1978: 166), el tipo penal se puede referir a dos
situaciones: a la descripción legal del delito o a la descripción del comportamiento
antijurídico. Invariablemente, el tipo penal es la descripción normativa de una conducta
delictiva que trae aparejada una sanción.
Con base en lo anterior, tenemos que admitir que el tipo penal es un presupuesto general
de la conducta, y por lo mismo, es el fundamento de la antijuridicidad, siempre y cuando,
no se configure algún elemento negativo del delito (causa de exclusión del delito). Esto
significa, que el tipo penal cumple como una función de garantía de la libertad, pues en
nuestro país está prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón,
pena alguna que no esté tipificada alguna ley penal.
Además de que el tipo penal cumple con una función de garantía de libertad, el tipo penal
cumple con una función de seguridad jurídica, pues al describir normativamente que
conductas son consideradas como ilícitas, las personas saben que comportamientos están
prohibidos y cuáles no, y simultáneamente, se sabe con anticipación que bienes jurídicos
se están protegiendo. Lo que consecuentemente facilita la convivencia social.
Elementos objetivos
De acuerdo con Pavón Vasconcelos (2006: 360), los elementos objetivos son aquellos
susceptibles de ser apreciados por el simple conocimiento y cuya función es describir la
conducta o el hecho que pueden ser materia de imputación y de responsabilidad penal. Se
encuentra conformado por los siguientes elementos.
Sujetos
En todos los tipos penales siempre deben existir dos partes: Sujeto activo, y sujeto pasivo
del delito
También denominado agente asocial. Es la persona que comete una conducta que es
considerada como delito. Desde el punto de vista procesal, el sujeto activo del delito
puede recibir tres denominaciones, dependiendo de la etapa procesal en la que se
encuentre, esto es, de acuerdo al artículo 112 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, si el procedimiento penal se encuentra en la etapa de investigación, al sujeto
activo del delito se le conoce como imputado, y es a quien sea señalado por el Ministerio
Público como posible autor o partícipe de un hecho que la ley señale como delito; si se
encuentra en la etapa intermedia o juicio, al sujeto activo del delito se le
denomina acusado, pues ya se le ha formulado acusación; si ya se ha dictado sentencia
condenatoria, se le denomina sentenciado, es decir, es aquel sobre quien ha recaído una
sentencia aunque no haya sido declarada firme. El sujeto activo del delito se divide en dos:
con calidad específica y sin calidad específica.
En algunos tipos penales es necesario que el agente asocial tenga una característica
especial, para que se le pueda imputar y hacer responsable penalmente. Un ejemplo de
ello es el artículo 214, del Código Penal Federal, que establece la calidad especifica de
servidor público del sujeto activo, al señalar: “Comete el delito de ejercicio indebido de
servicio público, el servidor público que (…)”.
En ocasiones, el tipo penal no requiere de una calidad especial del agente asocial, por lo
que el círculo de autores es abierto, es decir, a cualquier persona se le puede imputar y
hacer responsables penalmente de un de delito. Es decir, cuando no se requiere la calidad
especifica del sujeto activo del delito, se configura un delito común. Por ejemplo,
el artículo 220 del Código Penal para el Distrito Federal, establece que comete el delito
de robo “Al que con ánimo de dominio y sin consentimiento de quien legalmente pueda
otorgarlo, se apodere de una cosa mueble ajena,” es decir, no señala alguna característica
especial para ser imputado y penalmente responsable.
Pasivo del delito (victima u ofendido)
Es la persona sobre la cual resiente la conducta del sujeto activo del delito. Desde el punto
de vista procesal, el artículo 112, del Código Nacional de Procedimientos Penales lo
denomina victima u ofendido. Será considerado como víctima a la persona que resiente
directamente sobre su persona la afectación producida por la conducta delictiva; será
considerado como ofendido a la persona física o moral titular del bien jurídico lesionado o
puesto en peligro por la acción u omisión prevista en la ley penal como delito. El sujeto
pasivo del delito se divide en dos: con y sin calidad específica.
En algunos tipos penales es necesario que la víctima u ofendido tenga una característica
especial, para que pueda acceder a la impartición de justicia, se le otorgue protección
jurídica, y se le repare integralmente el daño que se le causo. Un ejemplo de ello es
el artículo 180, del Código Penal para el Distrito Federal, que establece que para que se
configure el delito de estupro es necesario que el sujeto pasivo del delito sea una persona
mayor de doce y menor de dieciocho años, es decir, una persona mayor de mayor de 18
años no puede ser considerada como víctima del delito de estupro.
En esta tesitura, se configura un delito especial derivado de la calidad específica del sujeto
pasivo, por lo que el círculo de víctimas u ofendidos es cerrado, es decir, no todas las
personas pueden ser sujetos pasivos de un delito.
Constituyen los pilares del idioma, en ellos se sujeta todo. Nos dan la idea de la acción, de
las nociones en desarrollo, de las transformaciones, del ser y el estar de las cosas, los
animales y las personas (Grijelmo, 2006: 178).
Los verbos describen la conducta que se considera como delito, se clasifican en dos:
núcleo (s) y auxiliar (es).
Otro tipo penal especifico puede ser: “Al que, por cualquier motivo, teniendo (verbo
auxiliar) a su cargo la administración, con ánimo de lucro perjudique (verbo núcleo) al
titular de éstos, alterando (verbo auxiliar) las cuentas, haciendo (verbo auxiliar) aparecer
gastos inexistentes, se le impondrán (verbo auxiliar) las penas previstas para el delito de
fraude.”
Por ejemplo…
Tratándose del delito de administración fraudulenta, el tipo penal general es todo el
artículo 234, del Código Penal para el Distrito Federal, que a la letra reza:
Núcleo (s)
Describen la conducta principal que debe realizar el agente asocial, para que dicha
conducta sea considerada como delito. Es la esencia de la conducta delictiva. En todos los
procedimientos penales, sin excepción alguna, siempre se debe utilizar un solo verbo
núcleo.
Auxiliar (es)
Describe las conductas secundarias que debe realizar el sujeto activo del delito para que
se configure un delito. Se puede utilizar un solo verbo auxiliar, o en su caso, varios verbos
auxiliares, de manera simultánea. La función de los verbos auxiliares es darle sentido a la
oración (al tipo penal), para que se transmita con claridad cuál es la conducta que se
prohíbe por considerarse delictiva.
Referencias
Las referencias se refieren a las características que son necesarias que se presenten en la
conducta, para que sea considerada como delito. Estas se refieren a características
relacionadas con el tiempo, el lugar, medios comisivos, objeto material, y objeto jurídico.
Cabe precisar, que no es necesario que todas las cinco referencias sean necesarias en la
descripción de la conducta, pues todo depende del delito que se analice. Por lo que
podemos clasificarlos en referencias indispensables, y referencias no indispensables.
Empecemos.
Temporales
Es una referencia no indispensable, ya que sólo en algunos tipos penales es necesario que
la conducta esté relacionada con el tiempo, para que sea considerada como delito, por
ejemplo, para que se configure el delito de allanamiento de establecimiento mercantil
abierto al público, previsto en el artículo 211, del Código Penal para el Distrito Federal, es
necesario que la conducta se realice fuera del horario laboral del establecimiento
mercantil.
De lugar
Es una referencia no indispensable, ya que sólo en algunos tipos penales es necesario que
la conducta se realice en lugares en específico, así, por ejemplo, para que se configure el
delito de allanamiento de establecimiento mercantil abierto al público, previsto en
el artículo 211, del Código Penal para el Distrito Federal, es necesario que la conducta se
realice en un lugar en específico, siendo este, el establecimiento mercantil abierto al
público.
A los medios comisivos
Es una referencia no indispensable, ya que sólo en algunos tipos penales es necesario que
la conducta se realice utilizando un medio comisivo. El significado de la palabra
compuesta medio comisivo se refiere a cualquier cosa que puede servir para embestir,
emprender o intentar una acción con un determinado fin. Luego entonces, el medio
comisivo es el instrumento utilizado para ejecutar la acción para un determinado fin.
Por ejemplo, para que se configure el delito de violación, previsto por el artículo
174, del Código Penal para el Distrito Federal, es necesario que la conducta del sujeto
activo del delito se realice por medio de la violencia física, o en su caso, por medio de la
violencia moral.
La Ley establece…
Artículo 174. Al que por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de
cualquier sexo, se le impondrá prisión de seis a diecisiete años.
Se entiende por cópula, la introducción del pene en el cuerpo humano por vía vaginal,
anal o bucal.
Se sancionará con la misma pena antes señalada, al que introduzca por vía vaginal o anal
cualquier elemento, instrumento o cualquier parte del cuerpo humano, distinto al pene,
por medio de la violencia física o moral.
Al objeto material
Es una referencia indispensable, ya que todos los tipos penales requieren de un objeto
material. Este tipo de referencia se refiere al objeto sobre la cual recae la conducta, es
decir, al objeto material o corporal de la acción (Pavón Vasconcelos, 1999: 309 y 310).
Pudiendo ser: sellos, marcas, cuños, documentos públicos, títulos de crédito, moneda,
inmueble ajeno, etcétera.
Al objeto jurídico
Es una referencia indispensable, ya que todos los tipos penales requieren de un objeto
jurídico. El objeto jurídico es el bien jurídico tutelado por la Ley penal. El bien jurídico es
aquello que el tipo penal está protegiendo que puede ser la vida, la libertad, el
patrimonio, la salud, el medio ambiente, etc. (Calderón, 2015: 16).
Tipo de resultado
Los tipos penales siempre requieren de un resultado. El resultado se divide en dos: formal,
y material.
Formal
Se sostiene que un delito es de resultado formal, cuando sólo se pone en peligro al bien
jurídico tutelado, sin que se haya causado un daño al derecho subjetivo del sujeto pasivo
del delito, protegido por la ley penal.
Material
El delito es de resultado material, cuando se causa un daño al bien jurídico tutelado, por
lo que la exteriorización de la conducta delictiva si produce un cambio en el mundo
fáctico. Luego entones, para que un delito sea de resultado material es necesario que
exista una conducta delictiva del agente asocial, la producción de un daño al bien jurídico
tutelado, y el nexo causal entre la conducta desplegada por el sujeto activo del delito, y el
daño generado al bien jurídico tutelado.
Forma de consumación
Instantáneo
Instantáneo
Continuado
Continuado
En este delito se dan varias acciones y una sola lesión jurídica. Es continuando en la
conciencia y discontinuo en la ejecución. Se dice que el delito continuado consiste
en que se presenten los siguientes elementos:
Permanente
Permanente
Modalidad de la conducta
La acción: En los delitos de acción el sujeto activo realiza un movimiento físico que
encuadra en un tipo penal determinado (Calderón, 2015: 9).
La omisión: En los delitos de omisión, se castiga al sujeto pasivo del delito debido a
que no realizó la conducta que obligatoria y objetivamente debía cumplir. Se divide
en dos: simple (de resultado formal), y comisión por omisión (de resultado material).
Los elementos de la conducta son las características que deben poseer las conductas que
se estiman como delitos. Estas características deben ser necesarias, ya que, si al momento
de realizar el razonamiento lógico se concluye que falta un elemento de la conducta,
entonces, se considera que la conducta es atípica.
Por ejemplo…
El artículo 220, del Código Penal para el Distrito Federal, que prevé el delito de
robo, establece literalmente: “Al que con ánimo de dominio y sin consentimiento
de quien legalmente pueda otorgarlo, se apodere de una cosa mueble ajena…”
Por ejemplo…
El artículo 30, fracción VI, del Código Penal para el Distrito Federal, establece el
delito de lesiones, en los siguientes términos: Al que cause a otro un daño o
alteración en su salud, se le impondrán:
…
VI. De tres a ocho años de prisión, si producen la pérdida de cualquier función
orgánica, de un miembro, de un órgano o de una facultad, o causen una
enfermedad incurable o una deformidad incorregible; …”
Con base en el artículo transcrito obtendremos los elementos de la conducta del
delito de lesiones, siendo estos:
El número de elementos de la conducta dependerá del tipo penal general. Con este
subtema terminamos los elementos objetivos del delito.
Subjetivos específicos
Subjetivos específicos
Los elementos subjetivos específicos son las especiales cualidades internas, intelectuales o
intangibles que exigen el tipo penal al sujeto activo, en algunos casos de necesaria
presencia como es el caso de la voluntabilidad y la imputabilidad, y en otros con un
carácter variable siendo tal el caso del dolo o la culpa, y el animus en el sujeto activo
(Plascencia Villanueva, 204: 106).
De acuerdo con Calderón Martínez (2015: 16 y 17), los elementos subjetivos específicos se
refieren al motivo y al fin que persigue el sujeto activo y se expresan a través de palabras
como: “el fin de”, “para lograr”, “con el deseo de”, “con el objeto”, “con el ánimo de”,
“con el conocimiento de”, etcétera.
En efecto, los elementos subjetivos específicos son diferentes al dolo y a la culpa, nos
ayudan a identificar cuando una conducta debe ser considerada como dañina para la
sociedad, y por lo mismo, como delito.
Cabe precisar, que no todos los tipos penales tienen elementos subjetivos específicos,
sólo algunos tendrán elementos subjetivos específicos, y los identificaremos a través de
alguna de las siguientes palabras “a fin de”, “con el fin de”, “para lograr”, “con el deseo
de”, “con el objeto”, “con el ánimo de”, “con el conocimiento de”, “a sabiendas”
“sabiendo”, entre otras.
Normativos
Normativos
Los elementos normativos son presupuestos del “injusto típico” que sólo pueden ser
determinados mediante una especial valoración de la situación de hecho. Tal valoración se
reputa necesaria para poder captar su sentido, pudiendo ser eminentemente jurídica, de
acuerdo con el contenido del iuris del elemento normativo, o bien cultural, cuando se debe
realizar de acuerdo a un criterio extrajurídico (Pavón Vasconcelos, 1999: 309 y 310).
Por ejemplo…
En el delito de robo, para determinar el contenido de la palabra “apoderamiento” se tienen
dos opciones, acudir al Código Penal Federal, y determinar si tiene un capítulo específico de
definiciones, y a partir de ello, saber que significa “apoderamiento” (a esto se le denomina
valoración normativa), y en caso de que no tenga la definición, será necesario acudir a un
diccionario de la lengua española, para saber el significado de la palabra “apoderamiento”,
y esta última se denomina valoración cultural.
El razonamiento lógico
Una vez que ya hemos realizado el análisis de la conducta y del tipo penal sólo resta
realizar el razonamiento lógico, cuya conclusión será si la conducta que cometió el agente
asocial es o no un delito.
Para entender mejor el silogismo jurídico vamos a poner como ejemplo el siguiente caso:
Problema jurídico
En la Ciudad de México, a las 12:00 horas, del día 01 de enero de 2019, Mario Calderón
compró una navaja de la marca “Victorinox Swiss” modelo “Army Ranger”, con el objeto
de privar de la vida a Javier Gallardo. Siendo las 15:00 horas del mismo día, Mario
Calderón se encontró de frente a Javier Gallardo, y sin decir nada lo apuñala 7 veces en
diferentes partes del cuerpo, por lo que logró privarlo de la vida. Pero ante la intervención
inmediata de la policía lo detienen y lo ponen a disposición al Ministerio Público más
cercano.
Premisa mayor: Artículo 123, del Código Penal para el Distrito Federal, que literalmente
establece: “Al que prive de la vida a otro, se le impondrá de ocho a veinte años de
prisión.”
Premisa menor: Mario Calderón privó de la vida a Javier Gallardo con un arma blanca
punzo cortante de la marca “Victorinox Swiss” modelo “Army Ranger.”
Atipicidad
Recuerde que…
Como afirma Muñoz Conde (2012: 39) ningún hecho, por antijurídico y culpable que sea,
puede llegar a la categoría de delito si, al mismo tiempo, no es típico, es decir, si no
corresponde a la descripción contenida en una norma penal.
Así, el jurista Eduardo López Betancourt (2006: 141) sostiene que la atipicidad es la falta de
adecuación de la conducta al tipo penal. En términos de razonamiento lógico, la atipicidad
es la no adecuación de la conducta desplegada por el sujeto activo del delito, al tipo penal
que se le atribuye.
Ahora bien, de acuerdo al artículo 405, del Código Nacional de Procedimientos Penales, en
relación con el artículo 29, Apartado “A”, del Código Penal para el Distrito Federal, existen
cuatro causas de atipicidad:
El error de tipo invencible que recaiga sobre algún elemento del tipo penal que no admita la forma
culposa
El artículo 405, fracción I, del Código Nacional de Procedimientos Penales no señala cuales
son las causas específicas de la ausencia de voluntad o de conducta, ya que sólo establece,
literalmente, “la ausencia de voluntad o de conducta.”
Caso fortuito
Compuesto por la Vis Absoluta, y la Vis Mayor. A la primera (vis absoluta), también se le
conoce como fuerza física irresistible, supone por tanto ausencia del coeficiente psíquico
(voluntad) en la actividad o inactividad, de manera que la expresión puramente física de la
conducta no puede integrar por sí una acción o una omisión relevantes para el derecho
(Pavón, 2006: 333 y 334). .
Hipnotismo
Consiste en una serie de manifestaciones del sistema nervioso producidas por una causa artificial.
Se identifica por la ausencia del dolor y el olvido de lo sucedido durante el sueño hípnico, cuando
se despierta de él.
Sueño
Es el estado fisiológico normal de descanso del cuerpo y de la mente consiente, puede originar
movimientos involuntarios del sujeto con resultados dañosos.
Sonambulismo
Similar al sueño, pero se distingue de éste en que el sujeto deambula dormido. Hay movimientos
corporales inconscientes y por ello involuntarios.
Movimientos reflejos
Ocasionan resultados lesivos a bienes jurídicos, no son punibles, ubicándoseles dentro de los
aspectos negativos del delito y particularmente de la conducta en que está ausente de la acción, a
virtud de ser ajenos a la voluntad del individuo.
La atipicidad por falta de elementos del tipo se configura cuando falta alguno de los
elementos que integran la descripción legal del delito de que se trate, ya sea que formen
parte de los elementos objetivos, subjetivos generales, subjetivos específicos, o normativos.
Dicho de otra forma, Calderón (2015: 19) menciona que la hipótesis de atipicidad se origina
cuando:
Están ausentes los elementos subjetivos específicos, requeridos expresamente por el tipo
legal
Están ausentes los elementos normativos, requeridos por la descripción legal del delito.
Esta causa de atipicidad se presenta cuando el agente actúa con el consentimiento del
titular del bien jurídico afectado, o del legitimado legalmente para otorgarlo, siempre y
cuando se cumplan con los siguientes requisitos:
Error de tipo invencible
Los efectos del error vencible o invencible son diversos, ante la presencia del primero
desaparece la posibilidad del dolo, pero queda subsistente la posibilidad de la culpa, en el
caso del segundo no existe la posibilidad que el dolo o la culpa puedan presentarse
(Plascencia, 2004: 109), de aquí que sólo el error de tipo invencible excluya la
responsabilidad penal.
El artículo 405, fracción I, del Código Nacional de Procedimientos Penales, establece que
la responsabilidad penal se excluye cuando existe atipicidad por error de tipo, pero
únicamente, si se trata de un error de tipo invencible.
Caso fortuito
Cómo excluyente de responsabilidad está compuesta por vis absoluta, y la vis mayor, las
cuales las estudiamos como primera causal de atipicidad. No obstante, lo anterior,
podemos señalar que, en términos coloquiales, el caso fortuito hace alusión a accidentes,
provenientes de la naturaleza, o del propio ser humano.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Atienza, Manuel, Las razones del derecho. Teoría de la Argumentación Jurídica, México, IIJ-
UNAM, 2008.
Calderón Martínez, Alfredo, Manual de Teoría del Delito y Juicio Oral, México, Centro de
Investigaciones del Sistema Acusatorio A.C., 2015.
Castellanos, Fernando, Lineamientos elementales de derecho penal, México, Porrúa, 1978.
Cuello Calón, Eugenio, Derecho Penal I. Parte General, Tomo I, Volumen I, Barcelona, Bosch,
1975.
Grijelmo, Álex, La gramática descomplicada, Médico, Taurus, 2006.
López Betancourt, Eduardo, Teoría del Delito, 13.ª ed., México, Porrúa, 2006.
Muñoz Conde, Francisco, Teoría General del Delito, 3.ª ed., Bogotá, Temis, 2012.
Pavón Vasconcelos, Francisco, Derecho Penal Mexicano, México, Porrúa, 2006.
Plascencia Villanueva, Raúl, Teoría del delito, México, UNAM-IIJ, 2004.
Porte Petit Candaudap, Celestino, Apuntamientos de la parte general de derecho penal,
México, Jurídica Mexicana, 1969.
Urosa Ramírez, Gerardo Armando, Teoría de la Ley Penal y del Delito, México, Porrúa, 2006.
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal, última
reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017, disponible
en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 14/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Nacional de Procedimientos
Penales, última reforma publicada en el DOF 17/06/2016, disponible
en https://bit.ly/1PhhfZl, consulta: 14/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última reforma
publicada en el DOF, 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta:
01/03/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, última reforma publicada en el DOF 27/08/2018, disponible
en https://bit.ly/1iXRdq5, consulta: 14/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley para Prevenir y Sancionar los Delitos
Cometidos en Materia de Hidrocarburos, última reforma publicada en el DOF 01/06/2016,
disponible en https://bit.ly/2IpOyNL, consulta: 10/02/2019.
Interpretación de la Ley
“Tipicidad y ausencia del tipo”, [tesis aislada penal], Informes, reg. 813043, Sexta época,
1959, p. 66, disponible en https://bit.ly/2TplIBt, consulta: 05/03/2019.
Mi experiencia de aprendizaje
¿Violación o atipicidad?
Cuestionario
Ahora que sabemos la diferencia entre tipo penal y tipicidad, nos toca estudiar la parte
práctica de la tipicidad. Recordemos que la tipicidad consiste en que el comportamiento del
acusado se encuentra adecuado al tipo que describe la ley penal. Esto es, la tipicidad es el
exacto encuadramiento de la conducta delictiva al tipo penal.
Para realizar la actividad deberá descargar el archivo Violación o atipicidad y leer el caso
práctico que se presenta.
Con base en la descripción del caso y lo estudiado dentro de la unidad deberá realizar
un análisis dogmático del artículo 174 del Código Penal para el Distrito Federal y
responder a las preguntas que se presentan en el mismo archivo. No olvide justificar y
fundamentar su respuesta.
Recuerde que, además del material estudiado dentro de la unidad, puede investigar en
otras fuentes, como tesis y jurisprudencias del Semanario Judicial de la
Federación y Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, entre otras.
Derecho Penal CONTINUACIÓN
Introducción
A partir del 16 de junio de 2016, la antijuridicidad es el único elemento positivo del delito
que se mantuvo intacto, sin reformas sustanciales que modificaran su estructura. Hablar de
este elemento del delito es hablar de un juicio de valor objetivo que se hace de una
conducta o hecho típico que lesiona o pone en peligro al bien jurídico tutelado (Calderón,
2015: 19).
Lo anterior significa, que gracias a la antijuridicidad podemos identificar que conductas son
consideradas como licitas o ilícitas; desde el punto de vista penal, serán:
Lícitas
Cuando se trate de conductas desarrolladas conforme a derecho, pues se tratan de
conductas que no producen una sanción penal, ya sea prisión o medida de seguridad.
Ilícitas
Cuando el sujeto activo del delito desarrolle una conducta prohibida por la Ley Penal, es
decir, despliega una conducta contraria a derecho.
Para que una conducta sea considerada antijurídica es necesario que previamente se hayan
acreditado dos requisitos:
PRIMERO.
la tipicidad de la conducta del sujeto activo del delito (compuesta por el dolo neutro, el tipo penal y
el razonamiento lógico)
SEGUNDO
Hasta este momento, sabemos que el delito es una conducta típica, y ahora antijurídica. Es
por ello que, dentro de esta unidad, estudiemos más a fondo este elemento, en su
dimensión positiva y negativa.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado establecerá los elementos del Delito que sustentan la responsabilidad penal
personal; explicará en qué consiste la imputabilidad penal, su naturaleza jurídica y ubicación
sistemática, así como su aspecto negativo, la culpabilidad y las principales teorías que la
explican, cuáles son y en qué consisten las diferentes causas de inculpabilidad.
Temario
La presente actividad le permitirá identificar sus conocimientos acerca del tema el delito
como comportamiento típico y aspectos negativos.
Recuerde que lo más importante es su honestidad, las respuestas sirven para evaluar su
conocimiento jurídico previo, esto le permitirá establecer un indicador de cuanto aprendió
en esta unidad antes y después de haberla estudiado.
Creando conciencia
Aprender Derecho no sólo debe limitarse a la lectura de libros, artículos, legislaciones, etc.
También puede complementarse con el uso de películas que involucren temáticas que
complementen los temas de estudio. Veamos a continuación algunas recomendaciones.
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prefiere verlo directamente en el sitio, pulse Cine para abogados.
Antijuridicidad y licitud
La antijuridicidad es el elemento positivo del delito, y la licitud de la conducta es el elemento
negativo del delito, ya que una conducta es antijurídica cuando no existe alguna causa de
justificación (licitud).
El penalista Muñoz Conde, en su libro Teoría general del delito, sostiene que la
antijuridicidad "es un juicio negativo de valor que recae sobre un comportamiento humano
y que indica que ese comportamiento es contrario a las exigencias del ordenamiento
jurídico" (2012: 82).
Por su parte, Juan Andrés Hernández Islas afirma que doctrinalmente se ubica a la
antijuridicidad en un doble aspecto: uno formal y otro material. "El primero se refiere a la
contradicción entre el hecho y la norma, o mejor dicho, esa contradicción entre la conducta
humana y la prohibición o mandato contenido en la ley penal. Por su parte, el segundo
existe cuando esa transgresión de la ley afecta los intereses de la sociedad; esa
exteriorización de la conducta, que lesiona, que agrede a la colectividad" (2006: 100).
Recordemos, que la antijuridicidad se refiere a todas las acciones u omisiones que son
contrarias a derecho, y debido a ello, se aplica la sanción prevista en la norma jurídica.
Todos los sistemas doctrinales consideran a la antijuridicidad como un elemento del delito.
Sin embargo, su historia la podemos dividir en dos grandes momentos:
En esta época, existen dos corrientes teóricas que estudian el carácter objetivo de la
antijuridicidad:
El carácter objetivo de la conducta: la antijuridicidad se puede obtener sólo de la
conducta (acción u omisión), desplegada por el sujeto activo del delito.
El carácter objetivo de la conducta-resultado: La antijuridicidad se puede obtener
tanto a la conducta como al resultado obtenido por el sujeto activo del delito. En
virtud del cual se afectó un bien jurídico protegido.
Surge a partir del sistema doctrinal del finalismo. Desde este momento se reconoce que la
antijuridicidad tiene también un carácter subjetivo. Por lo que la antijuridicidad es objetiva
(resultado) y subjetiva (anímico).
Welzel (1993: 61) explica el carácter subjetivo, pues sostiene que la antijuridicidad es un
juicio de valor objetivo, en tanto se pronuncia sobre la conducta típica a partir de un criterio
general: el ordenamiento jurídico. El objeto que es estimado como antijurídico, es decir, la
conducta típica de un hombre, constituye una unidad de momentos del mundo externo
(objetivos) y anímicos (subjetivos).
Para que exista antijuridicidad es necesario, además del resultado, el carácter anímico de la
conducta, es decir, es antijurídica porque el agente asocial tiene la actitud de producir el
daño o puesta en peligro del bien jurídico tutelado.
En esta tesitura se encuentra Aldo Moro, quien afirma que en la antijuridicidad “el
acatamiento lo mismo que la violación son necesariamente procesos de voluntad” (1949:
30).
Posterior al finalismo, las teorías post-finalistas perfeccionan la omisión como una forma de
producir la antijuridicidad, pues se sostiene que el carácter subjetivo de la antijuridicidad
también se produce por la violación a un deber jurídico que es objetivamente necesario
cumplir.
General
Se refiere a la violación de una norma jurídica, misma que puede ser de cualquier materia. Por
ejemplo, el incumplimiento del pago de renta es una violación al artículo 2425, fracción I,
del Código Civil Federal, y como tal tiene como consecuencia jurídica la recisión del contrato de
arrendamiento, tal y como lo disponen los artículos 2483, fracción IV, y 2489, fracción I,
del Código Civil Federal. Por su parte, tratándose de materia penal, la violación a una norma
jurídica trae como consecuencia una sanción, que puede ser desde una multa hasta una pena
privativa de la libertad.
Bajo esta clasificación, la antijuridicidad es unitaria, aplica para todo el derecho, la única diferencia
es la materia que regula y la consecuencia que acarrea el incumplimiento a lo dispuesto por la
norma jurídica.
Penal
Se refiere a que la antijuridicidad es un elemento del delito que implica, como sostiene la SCJN,
que la conducta desarrollada por el sujeto activo contraviene lo que dispone la norma jurídica, lo
que puede darse cuando no exista una excluyente de responsabilidad o haya una causa de licitud.
Formal
Material
Objetiva
La antijuridicidad es objetiva porque se produce un resultado que daña o pone en peligro al bien
jurídico protegido, derivado de la acción u omisión del sujeto activo del delito. De aquí, que la
antijuridicidad es contraria a la norma jurídica por haber causado un daño o puesta en peligro al
bien jurídico tutelado por esa norma jurídica.
Subjetiva
Por cada elemento positivo del delito existe su elemento negativo. Normalmente, cada
elemento negativo es exclusivo, es decir, no se repite en algún otro elemento.
Se debe acreditar que antes de que se desplegara la conducta que encuadra en un tipo
penal, existió el consentimiento del sujeto pasivo del delito, por lo que no debe
considerarse como delito, pese a que se presenta el exacto encuadramiento de la
conducta del agente social en la descripción legal considerada como delito. En este tipo de
casos, el consentimiento como excluyente del delito se denomina “consentimiento de la
víctima que recaiga sobre algún bien jurídico disponible”. Su fundamento legal se
encuentra en el artículo 405, fracción II, del Código Nacional de Procedimientos Penales,
en relación con el artículo 29, apartado A, fracción IV, del Código Penal para el Distrito
Federal.
Cada persona tiene derechos subjetivos que se encuentra respaldados en una norma
jurídica, que, en materia penal, esos derechos subjetivos se encuentran protegidos por el
bien jurídico, es por ello, que todas las personas pueden disponer de sus bienes jurídicos,
pero no todos los bienes jurídicos pueden ser disponibles, dependerá de cada situación.
Por ejemplo…
En el delito de estupro el bien jurídico es el normal desarrollo de la sexualidad, el cual es
un bien jurídico no disponible porque un menor de edad no tiene capacidad de ejercicio,
eso significa que su consentimiento no excluye la responsabilidad penal. Caso diferente es
el supuesto de una relación sexual sostenida entre mayores de edad con consentimiento,
ya que, en ese supuesto, se trata de una relación sexual consensuada, pues de no existir el
consentimiento se configuraría el delito de violación.
Ahora bien, la ausencia del consentimiento implica la integración de un delito que da lugar
a un procedimiento penal. Lo que significa que debe atenderse al delito para determinar si
es posible terminar el procedimiento penal desde la integración de la carpeta de
investigación con un criterio de oportunidad, o en su caso, una vez que se dicta el auto de
vinculación al proceso con un acuerdo reparatorio o una suspensión condicional del
proceso, hasta antes de que se dicte el auto de apertura al juicio oral.
¡Importante!
La diferencia entre una y otra forma de terminación del procedimiento penal es
la naturaleza del delito, atendiendo a su culpabilidad. Pues para delitos culposos es
procedente el acuerdo reparatorio y para los delitos dolosos es procedente la suspensión
condicional al proceso.
Acuerdo reparatorio
La suspensión será procedente una vez dictado el auto de vinculación a proceso hasta
antes de acordarse la apertura de juicio, en los siguientes casos:
Recuerde que…
La diferencia entre el consentimiento y las formas de terminación de un procedimiento
penal es el tiempo: si el consentimiento se dio con anticipación la realización de la
conducta, o se deduce fundadamente por el contexto en que se dio la conducta, entonces,
se trata de una causa de licitud, en cambio, si una vez que se ha consumado la conducta o
se ha puesto en peligro un bien jurídico tutelado, se puede dar el consentimiento para
terminar con un procedimiento penal.
Por último, si una vez que se ha consumado la conducta o se ha puesto en peligro un bien
jurídico tutelado, sin el consentimiento del sujeto pasivo del delito, puede aplicarse
el criterio de oportunidad, y de esta forma terminar con un procedimiento penal, sin tomar
en cuenta si existe o no consentimiento del sujeto pasivo del delito para esta decisión.
De acuerdo con el artículo 256, del Código Nacional de Procedimientos Penales, para la
procedencia de un criterio de oportunidad es necesario que se cumplan con los siguientes
requisitos:
La Ley establece… Artículo 256. I.
Se trate de un delito que no tenga pena privativa de libertad, tenga pena alternativa
o tenga pena privativa de libertad cuya punibilidad máxima sea de cinco años de
prisión, siempre que el delito no se haya cometido con violencia.
Cuando el imputado haya sufrido como consecuencia directa del hecho delictivo un
daño físico o psicoemocional grave, o cuando el imputado haya contraído una
enfermedad terminal que torne notoriamente innecesaria o desproporcional la
aplicación de una pena.
La pena o medida de seguridad que pudiera imponerse por el hecho delictivo que
carezca de importancia en consideración a la pena o medida de seguridad ya
impuesta o a la que podría imponerse por otro delito por el que esté siendo
procesado con independencia del fuero.
Es por ello, que Gerardo Armando Urosa Ramírez afirma "que las causas de justificación son
permisos, autorizaciones, o excepciones que la ley contempla para eliminar el carácter
antijurídico de la conducta, bajo determinadas circunstancias" (2006: 194). Como señala
Eduardo López Betancourt, "dentro de las causas de justificación el agente obra con
voluntad consiente, en condiciones normales de imputabilidad, pero su conducta no será
delictiva por actuar conforme a derecho, y por ello, no puede lesionar ningún bien jurídico"
(2006: 153).
Legítima Defensa
Se presenta cuando se repele una agresión real, actual o inminente y sin derecho, en
defensa de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa
empleada y no medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o
de su defensor. Lo que nos permite deducir que sus elementos son:
Se presume que existe legítima defensa, salvo prueba en contrario, cuando se cause un
daño a quien por cualquier medio trate de penetrar o penetre, sin derecho, al lugar en que
habite de forma temporal o permanente el que se defiende, al de su familia o al de cualquier
persona respecto de las que el agente tenga la obligación de defender, a sus dependencias
o al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos respecto de los que exista la misma
obligación.
Estado de necesidad
Es importante precisar que existen dos tipos de estados de necesidad, y la diferencia que
existe entre uno y otro está relacionada con el valor del bien jurídico tutelado.
Esto es, si el bien jurídico lesionado es de menor valor que el salvaguardado, se trata de una
causa de justificación (estado de necesidad justificante); pero si el bien jurídico lesionado
es de igual valor que el salvaguardado, se trata de una causa de inculpabilidad (estado de
necesidad disculpante o exculpante).
Dicho lo anterior, el estado de necesidad Justificante se presenta cuando el agente obra por
la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un peligro real, actual o
inminente, no ocasionado dolosamente por el sujeto, lesionando otro bien de menor
valor que el salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable por otros medios y el
agente no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.
El ejercicio de un derecho se presenta cuando el agente realice una acción o una omisión
atendiendo a su derecho, siempre que exista necesidad racional de la conducta empleada
para ejercerlo. Lo que nos permite deducir que sus elementos son:
Esto significa que, pese a que una conducta sea típica, ésta es desplegada conforme a
derecho, en virtud de que el agente tiene a su favor un derecho subjetivo previsto en una
Ley, Código, Reglamento, Constitución, Tratado o Instrumento Internacional, mismo que
está ejercitando. Por lo que no es ilícito que una persona ejercite un derecho.
Cumplimiento de un deber
Esta es una excluyente de delito, específicamente, una causa de justificación. Se encuentra
previsto por el artículo 405, fracción II, del Código Nacional de Procedimientos Penales, y
en el artículo 29, Apartado B, fracción III, del Código Penal para el Distrito Federal.
Por ello, el cumplimiento de un deber se presenta cuando el agente realice una acción o
una omisión atendiendo a su deber jurídico, siempre que exista necesidad racional de la
conducta empleada para cumplirlo. Lo que nos permite deducir que sus elementos son:
Por ejemplo…
Si durante un robo a un vehículo automotor, un policía se percata de esa conducta delictiva,
y con el fin de evitarlo se ve obligado a disparar su arma de fuego, y como producto de ello,
se priva de la vida a uno de los sujetos activos del delito, entonces, opera a favor del policía
la causa de justificación de cumplimiento de un deber.
Consentimiento presunto
Fuentes de consulta
Bibliografía
Calderón Martínez, Alfredo, Manual de Teoría del Delito y Juicio Oral, México,
Centro de Investigaciones del Sistema Acusatorio A.C., 2015.
Hernández Islas, Juan Andrés. Mitos y realidades de la teoría del delito, México, Jahi,
2006.
Jiménez de Asúa, Luis. Tratado de derecho penal, 5.ª ed., Buenos Aires, Editorial
Losada, 1963, t. III.
López Betancourt, Eduardo, Teoría del delito, 13.ª ed., México, Porrúa, 2006.
Moro, Aldo, La antijuridicidad penal, Buenos Aires, Bibliográfica Argentina, 1949.
Muñoz Conde, Francisco, Teoría general del delito, 3.ª ed., Bogotá, Temis, 2012.
Plascencia Villanueva, Raúl, Teoría del delito, México, UNAM-IIJ, 2004.
Pavón Vasconcelos, Francisco, Derecho penal mexicano, México, Porrúa, 2006.
Urosa Ramírez, Gerardo Armando, Teoría de la ley penal y del delito, México, Porrúa,
2006.
Welzel, Hans, Derecho Penal Alemán, 4.ª ed., trad. de Juan Bustos Ramírez y Sergio
Yáñez Pérez, Chile, Jurídica de Chile, 1993.
Documento institucional
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal,
última reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017,
disponible en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 12/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Civil Federal, última
reforma publicada en el DOF 09/03/2018, disponible en https://bit.ly/1b9DnzI,
consulta: 12/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Nacional de
Procedimientos Penales, última reforma publicada en el DOF 17/06/2016,
disponible en https://bit.ly/1PhhfZl, consulta: 12/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última
reforma publicada en el DOF, 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx,
consulta: 12/02/2019.
Audiovisual
Mi experiencia de aprendizaje
Ahora que sabemos que el primer elemento positivo del delito es la tipicidad, y el segundo
es la antijuridicidad, es necesario realizar una actividad integradora que nos permita
interiorizar el conocimiento que ha estudiado.
Lo anterior significa que esta actividad tiene el objeto de desarrollar su capacidad analítica
y de resolución de casos. En el caso que analizará debe determinar qué causa de
justificación se acredita, esto es, si se trata de una legítima defensa o de un cumplimiento
de un deber, o en su caso, si se trata de una conducta típica y antijurídica. La presente
actividad se dividirá en tres etapas:
Lista de cotejo: Antes de enviar su actividad, revise la calidad de ésta con la siguiente lista
de cotejo.
Descargue el archivo indicado > Guarde una copia de éste y realice su actividad > Una vez
que concluya, pulse Añadir envío > Arrastre y suelte el archivo en el recuadro de
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Introducción
¡Adelante!
Objetivo particular
Temario
8.1 Culpabilidad
o 8.1.1. Noción
o 8.1.2. Elementos
8.1.2.1. Imputabilidad
8.1.2.1.1. Noción
8.1.2.1.2. Imputabilidad disminuida
8.1.2.1.3. Acciones libres en su causa
o 8.1.2.2. Conocimiento de la antijuridicidad
o 8.1.2.3. Exigibilidad de otra conducta
8.2. Aspectos Negativos
o 8.2.1. Inimputabilidad
8.2.1.1. Causas
8.2.1.2. Efectos
o 8.2.2. Error de prohibición
o 8.2.3. No exigibilidad de otra conducta
La presente actividad le permitirá identificar sus conocimientos acerca del tema causas de
justificación y sus fundamentos.
Creando conciencia
Tener organización
Estructurar una introducción, los puntos principales y la conclusión.
Ser breve
La duración óptima oscila entre 12 a 15 minutos. Hay que evitar los discursos
demasiado largos.
Ser sincero
Evitar tratar de ser distinto (poco natural), ya que es muy probable que no
convenza a nadie.
Adueñarse de la situación
En los primeros momentos de un discurso es donde se establece el vínculo entre el
expositor y el público.
No leer, hablar
Quizá la expresión espontánea no sea tan pulida, pero resulta mejor que leer
durante todo el discurso.
Respirar bien
No inhale de forma profunda y forzada ni respire con mayor velocidad de lo
normal; puede hiperventilar.
Culpabilidad
La culpabilidad es la posibilidad de elección entre cometer un delito o no. Es por ello, que,
si el sujeto activo del delito decide cometer un delito en acción u omisión, entonces, es
posible atribuirle esa conducta delictiva.
La función de este elemento consiste en acoger aquellos elementos referidos al autor del
delito que, sin pertenecer al tipo ni a la antijuridicidad, son también necesarios para la
imposición de una pena.
Noción
José María Rodríguez Devesa (1982: 416) sostiene que la culpabilidad se funda en la idea
de libertad humana, ya que sin libertad humana resulta imposible construir el concepto
mismo de delito. Bajo esta tesitura, si una persona no puede decidir, entonces, es un
instrumento que es utilizado; de aquí que sin libertad no pueda existir la culpabilidad.
Esta aportación demuestra con total claridad que si una persona no tiene libertad
prácticamente se convierte en otro ser viviente regido por leyes de la naturaleza, lo que
justificaría hechos ilícitos penales como la copula sin consentimiento (violación),
apoderamiento de cosa mueble con ánimo de dominio (robo), el aprovechamiento de un
error o de un engaño para obtener un lucro indebido (fraude), privar de la vida a otra
persona (homicidio), o producir una alteración física en el cuerpo de otra persona
injustificadamente (lesiones), entre otras.
Ahora bien, como afirma el jurista Eduardo López Betancourt (2013: 63), el concepto de
culpabilidad dependerá de la teoría que se adopte. En este sentido, podemos identificar a
las siguientes posturas teóricas:
Concepción psicológica
La culpabilidad consiste en el nexo psicológico que existe entre el sujeto con la conducta y
el resultado material. Aquí la culpabilidad está compuesta por: la imputabilidad, y el dolo o
culpa.
Concepción normativista-psicológica
La culpabilidad consiste en el nexo psicológico que existe entre el sujeto con la conducta y
el resultado material reprochable. Aquí la culpabilidad está compuesta por: la
imputabilidad, el dolo o culpa y las condiciones de normal motivación de la norma jurídica
penal.
Concepción finalista
Ahora bien, en esta concepción finalista fue Hans Welzel, quien, en 1928, con su teoría de
la acción final sostiene que no se podía separar la acción del dolo o la culpa , por lo que el
dolo y la culpa no forman parte de la culpabilidad, como lo hicieron los teóricos causalistas,
ya que en la culpabilidad se encuentra en juicio de reproche, compuesto por la
imputabilidad, conciencia de la antijuridicidad y exigibilidad de otra conducta.
Por su parte, Juan Andrés Hernández Islas (2006: 122-124) define a la culpabilidad con base
en la teoría causalista y finalista. De esta forma, tenemos:
Elementos
Definamos…
Imputabilidad
Noción.
Para el jurista Francisco Muñoz Conde, en su teoría general del delito, afirma que “a la
imputabilidad también se le puede denominar capacidad de culpabilidad, en virtud de
que la culpabilidad se basa en que el autor de la infracción penal, del hecho típico y
antijurídico, tenga las facultades psíquicas y físicas mínimas requeridas para poder ser
motivado en sus actos por los mandatos normativos" (2012: 129), esto es, la
imputabilidad es la esencia de la culpabilidad.
Por ello, el penalista Gerardo Armando Urosa Ramírez afirma, en su teoría de ley penal y
del delito, que "la imputabilidad es el mínimo de capacidad y desarrollo intelectual exigido
por la ley, para que determinada persona responda penalmente por su conducta" (2006:
118).
Tipos de Capacidades.
Imputabilidad disminuida
De acuerdo con el artículo 69 Bis, del Código Penal Federal, la consecuencia directa de la
imputabilidad disminuida es que la sanción que se le imponga será menor al de una
persona totalmente imputable. Son tres las penas que se pueden imponer al sujeto activo
del delito con imputabilidad disminuida.
Los sujetos activos del delito que cometen un delito bajo la figura de la acción libre en su
causa, sí son personas totalmente imputables, pese a presentar una capacidad de
comprender y querer disminuida. En este sentido, las acciones libres en su causa se
refieren a que el sujeto activo del delito se provoca voluntariamente un trastorno
mental para que en ese estado pueda cometer un delito, es por ese motivo, que sí se le
puede imponer una sanción.
El jurista Alfredo Calderón Martínez (2015: 29) sostiene que las acciones libres en su causa
regulan ciertos estados o situaciones en que el sujeto activo se coloca voluntariamente en
un estado de inimputabilidad, situación que disminuye su capacidad de comprensión y su
voluntad al momento en que comete la conducta o hecho típico y antijurídico. Luego
entonces, si el sujeto activo del delito decidió colocarse voluntariamente un estado de
inimputabilidad, entonces, sí se produce una sanción, por lo que deberá imponérsele una
pena o medida de seguridad.
Se encuentra regulado por el artículo 15, fracción VII, del Código Penal Federal, y por
el artículo 29, Apartado C, fracción II, párrafo tercero, del Código Penal para el Distrito
Federal.
La ley establece…
CPF
Articulo 15. El delito se excluye cuando:
CPDF
Artículo 29. (Causas de exclusión). El delito se excluye cuando concurra una causa de
atipicidad, causas de justificación o causas de inculpabilidad.
C. Habrá causas de inculpabilidad, cuando:
Conocimiento de la antijuricidad
La idea central del conocimiento de la antijuridicidad radica en que el sujeto activo del
delito está consciente y sabe que su conducta es un delito. Por esa misma razón, se le
reprocha la comisión del delito, y por tanto, sí es imputable, tiene el conocimiento de la
antijuridicidad de su conducta, y le es exigible otra conducta, entonces, es culpable. Lo cual
nos lleva a la “exigibilidad de otra conducta”.
¿Sabía que...?
Antes de la entrada en vigor del Código Nacional de Procedimientos Penales en todo el país,
el dolo formaba parte de la culpabilidad, y tenía tres elementos: 1) representación del
hecho típico, 2) voluntad de realización de lo representado y 3) conocimiento de la
antijuridicidad. Estos tres elementos son los que en la doctrina penal se conocen, en su
conjunto, como dolo malo.
La exigibilidad de otra conducta se funda en la idea del libre albedrío porque el sujeto
activo del delito tiene la posibilidad de elegir libremente si comete o no un hecho delictivo.
Por ejemplo...
Si un sujeto activo del delito decide, libremente, privar de la vida a otra persona, entonces,
habría que preguntarse si el sujeto activo del delito podía racionalmente no privar de la vida
a esa persona. Si la respuesta es sí, entonces, racionalmente sí le era exigible que no privará
de la vida a esa persona, es por ello, que se le reprochará la comisión del delito de homicidio.
Aspectos negativos
Inimputabilidad
La idea central de la inimputabilidad radica en considerar que el sujeto activo del delito
tiene una capacidad cognitiva diferente, y por tanto, no lo hace culpable de la comisión de
un hecho delictivo.
Error de prohibición
Invencible
Este es el único que permite excluir la responsabilidad al sujeto activo del delito. Se presenta
cuando el error en que incurrió el agente asocial es insuperable, ya sea porque la conducta
esté relacionada con cuestiones culturales, sociales, formación educativa, y económicas del
individuo.
El jurista Arturo García Jiménez (2003: 395) sostiene que un error invencible es cuando, por
las condiciones personales del sujeto o por las circunstancias en que se desarrolló el hecho,
el sujeto no podía superar el error, lo que provoca que actúe en forma inculpable por estar
frente a lo invencible del error.
Vencible
Sólo permite atenuar la pena, por lo que la penalidad que se le aplique al sujeto activo
será de una tercera parte del delito que se trate.
El error de prohibición se encuentra contemplado por el artículo 15, fracción VIII, inciso
b), del Código Penal Federal, así como por el 29, Apartado C, fracción III, del Código Penal
para el Distrito Federal, en los siguientes términos:
La Ley establece…
CPF
CPDF
Artículo 29. (Causas de exclusión). El delito se excluye cuando concurra una causa de
atipicidad, causas de justificación o causas de inculpabilidad.
III. (Error de prohibición) El agente realice la acción o la omisión bajo un error invencible,
respecto de la ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto:
Es importante resaltar que la no exigibilidad de otra conducta está constituida por el error
esencial de hecho y la coacción sobre la voluntad, pues al sujeto activo del delito no se le
puede exigir una conducta diversa a la ejecutada, debido a que en el momento de la
comisión del hecho ilícito no podía cumplir lo ordenado por la norma jurídico penal.
Dicho de otra manera, en la no exigibilidad de otra conducta, el sujeto activo del delito no
está en posibilidad de elegir libremente que conducta desarrollará, por lo que no se le
puede reprochar el resultado producido por una conducta típica y antijurídica. Es por ello,
que el estado psicológico de miedo grave, temor fundado producido por amenazas, e
incluso la obediencia jerárquica, se consideran como supuestos de no exigibilidad de otra
conducta (Tesis aislada penal, VIII.3o.10 P).
La Ley establece…
CPF
IX.- Atentas las circunstancias que concurren en la realización de una conducta ilícita, no
sea racionalmente exigible al agente una conducta diversa a la que realizó, en virtud de no
haberse podido determinar a actuar conforme a derecho;
CPDF
Artículo 29. (Causas de exclusión). El delito se excluye cuando concurra una causa de
atipicidad, causas de justificación o causas de inculpabilidad.
Obediencia jerárquica
Nota: imperium se utiliza para evocar que una persona tiene el poder de mando sobre sus
subordinados. Esta palabra es de origen militar, utilizada en la antigua Roma.
Miedo grave
Temor fundado
Esta excluyente de responsabilidad penal se configura cuando el sujeto activo del delito
obra por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un peligro real,
actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el sujeto, lesionando otro bien de
igual valor que el salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable por otros medios y
el agente no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.
Elementos
Derivado de lo anterior, tenemos que los elementos del estado de necesidad disculpante
son:
El estado de necesidad disculpante se encuentra previsto en el artículo 15, fracción V,
del Código Penal Federal, y en el artículo 29, Apartado C, fracción I, del Código Penal para
el Distrito Federal.
La Ley establece…
CPF
V.- Se obre por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un peligro
real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el agente, lesionando otro bien
de menor o igual valor que el salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable por
otros medios y el agente no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.
CPDF
Artículo 29. (Causas de exclusión). El delito se excluye cuando concurra una causa de
atipicidad, causas de justificación o causas de inculpabilidad.
Por otro lado, son dos los supuestos que configuran el elemento negativo de la
exigibilidad de otra conducta: a) la inexigibilidad de otra conducta; y, b) el estado de
necesidad disculpante. Ambos supuestos excluyen la responsabilidad penal del sujeto
activo del delito.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Calderón Martínez, Alfredo, Manual de Teoría del Delito y Juicio Oral, México, Centro de
Investigaciones del Sistema Acusatorio A.C., 2015.
Castellanos, Fernando, Lineamientos elementales de derecho penal, México, Porrúa, 1978.
García Jiménez, Arturo, Dogmática Penal en la Legislación Mexicana, México, Porrúa, 2003.
García Ramírez, Sergio, La imputabilidad en el Derecho Penal Mexicano, 2.ª ed. México,
IIJ/UNAM, 1981.
Hernández Islas, Juan Andrés, Mitos y realidades de la teoría del delito, México, Jahi, 2006.
López Betancourt, Eduardo, Teoría del delito, 13.ª ed., México, Porrúa, 2013.
Muñoz Conde, Francisco, Teoría general del delito, 3.ª ed., Bogotá, Temis, 2012.
Rodríguez Devesa, José María, Derecho penal español, Madrid, Artes Gráficas Carasa, 1982.
Urosa Ramírez, Gerardo Armando, Teoría de la ley penal y del delito (legislación, doctrina,
jurisprudencia y casos penales), México, Porrúa, 2006.
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal, última
reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017, disponible
en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 12/03/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Nacional de Procedimientos
Penales, última reforma publicada en el DOF 17/06/2019, disponible
en https://bit.ly/1PhhfZl , consulta: 12/03/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última reforma
publicada en el DOF 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta:
12/03/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, última reforma publicada en el DOF 27/08/2019, disponible
en https://bit.ly/1iXRdq5 , consulta: 12/03/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley Nacional del Sistema Integral de
Justicia Penal para Adolescentes, última reforma publicada en el DOF 16/06/2016,
disponible en https://bit.ly/2VBol06 , consulta: 04/03/2019.
Interpretación de la Ley
Documento Institucional
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Manual del justiciable materia penal, Dirección
General de la Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, México, 2003,
disponible en https://bit.ly/2Vu438S., consulta: 04/03/2019.
Mi experiencia de aprendizaje
Por ello, es necesario señalar que existen tres posiciones relacionadas entre la
imputabilidad y la culpabilidad: una primera es afirmar que la imputabilidad y la
culpabilidad son elementos autónomos del delito; en la segunda se afirma que la
imputabilidad forma parte de la culpabilidad, de tal forma que subsumen a la
imputabilidad en la culpabilidad; es así como la última sostiene que la imputabilidad
consiste en un presupuesto de la culpabilidad, pues para que una persona sea responsable
del hecho delictivo es necesario que, previamente, se haya comprobado que el sujeto
activo del delito sea mayor de edad y esté en pleno uso de sus facultades mentales.
Ante esta situación, es momento de que identifique algunos casos reales respecto a la
imputabilidad y culpabilidad; para ello, indague en Internet en torno a algunos periódicos
electrónicos e investigue dos notas sobre la imputabilidad (una que refiera al aspecto
negativo y una al positivo) y dos sobre la culpabilidad (una que refiera al aspecto negativo
y una al positivo) y colóquelas en el cuadro comparativo, argumentando cómo se ve
reflejada la imputabilidad o la culpabilidad en cada una y la forma en que se comprueba.
Nota: dentro del cuadro ponga únicamente el título de la noticia y en la parte de abajo el
contenido completo con su respectiva referencia.
Nota: debido a que esta es una actividad integradora de aprendizaje, en caso de dudas
sobre los elementos que configuran al tipo penal, le sugerimos que regrese al estudio de
las unidades 6, 7 y 8, para que termine de comprender la definición de cada uno de ellos.
Definamos…
La punibilidad consiste en la imposición de una pena o medida de seguridad en función de
la realización de cierta conducta, considerada como delito. En este sentido, la punibilidad
es considerada como la consecuencia jurídica del delito, que se impone a la persona
responsable que cometió el hecho ilícito.
Es oportuno señalar que, para algunos estudiosos de la teoría del delito, aún se discute si la
punibilidad posee o no el rango de elemento esencial del delito. No obstante, es menester
mencionar que las condiciones de punibilidad son aquellas circunstancias objetivas y
subjetivas establecidas en la Ley, que, sin pertenecer al tipo, tienen relación directa e
inmediata con éste y son necesarias para la existencia o modificación de la pena o medida
de seguridad.
Recuerde que…
Las penas son las consecuencias del delito, y su imposición, modificación y duración son
propias y exclusivas de la autoridad judicial.
La presente unidad tiene como objetivo que conozca y reflexione los conceptos necesarios
para entender las nociones acerca de las penas y medidas de seguridad, es decir, tomar
en cuenta la tipificación de las conductas que se consideran ilícitas, también la
determinación de las sanciones que correspondan a la descripción de una conducta típica.
Junto con la pena se aplican medidas de seguridad, las cuales tienen como finalidad la
prevención del delito, siendo un medio para combatirlo. Las garantías que envuelven los
fundamentos y aplicación de las medidas de seguridad son las mismas que rigen las penas,
para entender estas precisiones, iniciaremos con el análisis de las condiciones objetivas de
punibilidad, tratando su historia, su concepto y la ausencia de condiciones objetivas.
Objetivo particular
Temario
Creando conciencia
Dentro de su formación profesional, será necesario que realice uno de los actos de
comunicación más importante: escribir. Escribir es un acto creativo y un diálogo que tiene
como finalidad aprender, comunicar ideas y reflexionar. Pero…
¿Conoce el propósito que tienen algunos de los trabajos escritos más comunes tales como
ensayo o resumen?
A continuación, podrá conocer cuatro de los trabajos escritos más utilizados, según lo que
se quiere transmitir.
Pulse en las áreas que se marcan como sensibles para desplegar la información.
Ensayo
Artículo de opinión
Resumen
Si quiere presentar las ideas más importantes de un texto sin opiniones o juicios de valor,
solo busca informar.
La teoría tetrátoma, (conformación del delito por cuatro elementos )así como
la pentátoma,(Conformación del delito por cinco elementos ) sostiene que la punibilidad es
un elemento esencial del delito. De acuerdo con Hernández Islas, las condiciones objetivas
de la punibilidad fueron estudiadas, por primera vez, por Ernst von Belling, quien definió al
delito como “la acción típicamente antijurídica y correspondientemente culpable, siempre
que no se dé una causa legal (objetiva) de exclusión de pena” (Cfr. Hernández, 2006: 137).
No es fortuito que el artículo 7 del Código Penal Federal establezca que el delito es el acto
u omisión que sancionan las leyes penales. Esto es, a pesar de que la definición legal del
delito no mencione directamente cuáles son todos los elementos del delito, sí establece
que la punibilidad es un elemento esencial de éste.
Por ello, no es posible hablar de la existencia de un delito sin que éste sea punible, pues una
conducta típica, antijurídica, imputable, culpable y no punible, no es un delito.
Esta postura es compartida por Cuello Calón, quien define al delito como “la acción punible”
(1964: 281), y por Luis Jiménez de Asúa, quien sostiene que “sólo es delito el hecho humano
que al describirse en la Ley recibe una pena” (2003: 458).
Son aquellas circunstancias materiales, humanas o anímicas, que son necesarias para que
el hecho delictivo sea punible, y por lo mismo, que pueden traer o no como consecuencia
directa un perjuicio o daño.
En este sentido, el perjuicio, o en su caso el daño, son circunstancias objetivas que pueden
existir en el delito, para que proceda la aplicación de una pena. Esto es, existe una relación
directa e inmediata con el tipo penal.
Por ejemplo, en el delito del hostigamiento sexual, el segundo párrafo del artículo 259 bis,
del Código Penal Federal, señala que solamente será punible el hostigamiento sexual,
cuando se cause un perjuicio o daño.
Son aquellas circunstancias anímicas extras, que no pertenecen al tipo, que originan el
incremento de la sanción penal. Por ejemplo, cuando en la comisión de un delito se utilice
la violencia moral.
Son aquellas circunstancias anímicas que no pertenecen al tipo, que traen como
consecuencia un decremento en la sanción penal. Tal es el caso que se da en el tipo de
Encubrimiento, cuando el sujeto desconozca la procedencia ilícita del objeto recibido en
prenda, beta o bajo cualquier concepto.
Cabe considerar los razonamientos que realizan los tratadistas Pannain, Florian y Battaglini,
quienes sostienen que cuando no se requieren o no está presente la punibilidad, no es
posible considerar como ilícita una conducta humana. Lo anterior, se puede formular como
una máxima jurídica de acuerdo con López Betancourt: “No hay delito, cuando no hay
punibilidad” (2006: 263).
La punibilidad es, por lo tanto, la posibilidad de sancionar al sujeto que realiza algo
prohibido o que deja de hacer algo ordenado por la ley penal (2012: 88).
Si se admite lo anterior, entonces se está aceptando que son un presupuesto necesario para
la configuración de la punibilidad, de tal suerte que su ausencia impide que se inicie un
procedimiento penal en contra del sujeto activo del delito, a pesar de que todos los demás
elementos del delito se encuentren acreditados.
De acuerdo con Fernando Castellanos, la pena es definida por Bernaldo de Quirós como “la
reacción social jurídicamente organizada contra el delito”; mientras que Eugenio Cuello
Calón advierte que es “el sufrimiento impuesto por el Estado, en ejecución de una
sentencia, al culpable de una infracción penal”; por su parte, para Franz von Lizt se trata del
“mal que el juez inflige al delincuente a causa de su delito, para expresar la reprobación
social con respecto al actor y autor” (Castellanos, 1978: 305).
La Ley establece…
El artículo 30 del Código Penal para el Distrito Federal señala que las penas que pueden
imponerse son:
I. Prisión;
II. Tratamiento en libertad de imputables;
III. Semilibertad;
IV. Trabajo en beneficio de la víctima del delito o en favor de la comunidad;
V. Sanciones pecuniarias;
VI. Decomiso de los instrumentos, objetos y productos del delito;
VII. Suspensión o privación de derechos; y
VIII. Destitución e inhabilitación de cargos, comisiones o empleos públicos.
Cabe señalar que en toda pena de prisión que se imponga en una sentencia, se computará
el tiempo de la detención o del arraigo. Aunado a lo anterior, es menester señalar que, de
acuerdo con los artículos 26, 27 y 28 del Código Penal Federal existen otras tres formas de
privación de la libertad:
Semilibertad
Se aplicará, según las circunstancias del caso, del siguiente modo: externación durante la
semana de trabajo o educativa, con reclusión de fin de semana, salida de fin de semana,
con reclusión durante el resto de ésta, o salida diurna, con reclusión nocturna. La duración
de la semilibertad no podrá exceder de la correspondiente a la pena de prisión sustituida.
De esta forma, el trabajo en favor de la comunidad puede constituir una pena autónoma o
sustitutiva de la prisión o de la multa; sin embargo, en cualquiera de los dos casos, implica
directamente la privación de la libertad temporal, al estar el sentenciado dedicado,
exclusivamente, a trabajar durante cierto tiempo en favor de la comunidad.
El confinamiento
Consiste en la obligación de residir en determinado lugar y no salir de él. El juez de
Ejecución de Sentencias (ejecutivo) hará la designación del lugar, conciliando las
exigencias de la tranquilidad pública con la salud y las necesidades del condenado. Sin
embargo, cuando se trate de delitos políticos, la designación la hará el juez que dicte la
sentencia.
Como podemos advertir, la prisión es la única pena que requiere que el sentenciado cumpla
su condena en un Centro de Readaptación Social a tiempo completo, lo que significa que
las demás formas de privación de la libertad se refieren a que los sentenciados pueden no
estar recluidos en un Centro de Readaptación Social de manera permanente, pero eso no
implica que gocen de su libertad de forma total, pues cierta parte de su tiempo la destinarán
a cumplir su pena.
La sanción pecuniaria
De acuerdo con el artículo 37 del Código Penal para el Distrito Federal, la sanción pecuniaria
comprende la multa, la reparación del daño y la sanción económica, que son impuestas a
causa de la comisión de un ilícito.
La multa, por lo tanto, consiste en el pago de una cantidad de dinero al Estado fijada por
días multa. Los mínimos y máximos atenderán a cada delito, en particular, los que no podrán
ser menores a un día ni exceder de cinco mil, salvo los casos señalados expresamente en el
Código Penal.
Ahora bien, la sanción económica se aplica a aquellos delitos cometidos por los servidores
públicos a quienes se refieren los Títulos Décimo Octavo y Vigésimo del Libro Segundo de
este Código, ésta consiste en la aplicación de hasta tres tantos del lucro obtenido y de los
daños y perjuicios causados.
Por su parte, la reparación del daño comprende, según la naturaleza del delito que se trate:
UNO
DOS
TRES
La reparación del daño moral sufrida por la víctima o las personas con derecho a la
reparación, incluyendo el pago de los tratamientos curativos que, como
consecuencia del delito, sean necesarios para la recuperación de la salud psíquica y
física de la víctima.
CUATRO
CINCO
Otras penas
1 Decomiso de los instrumentos, objetos y productos del delito: el Tribunal de Enjuiciamiento (en
el proceso ordinario) o juez(a) de Control (en el procedimiento abreviado), mediante sentencia en
el proceso penal correspondiente, podrá decretar el decomiso de bienes que sean instrumentos,
objetos o productos del delito, con excepción de los que hayan causado abandono en los términos
de las disposiciones aplicables o respecto de aquellos sobre los cuales haya resuelto la declaratoria
de extinción de dominio.
La que por ministerio de la ley resulta de una sanción como consecuencia necesaria
de ésta. La suspensión comienza y concluye con la sanción de que es consecuencia.
La que por sentencia formal se impone como sanción. En este caso, si la suspensión
se asigna con otra sanción privativa de libertad, comenzará al terminar ésta y su
duración será la señalada en la sentencia
Las penas que se pueden imponer pueden ser más de dos, de manera simultánea, la única
limitación será la solicitud de aplicación de penas que realice el Ministerio Público
La pena de muerte
Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca,
los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación
de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser
proporcional al delito que sancione y al bien jurídico afectado.
Aunado a esta prohibición, se debe resaltar el hecho de que nuestro país ha firmado
diversos tratados internacionales en donde se compromete a no aplicar la pena de muerte
en sus diversas autoridades de procuración e impartición de justicia. Un ejemplo claro es la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, ratificada por los Estados Unidos
Mexicanos en 1981, que en su artículo 4, punto tres, prescribe: “No se restablecerá la pena
de muerte en los Estados que la han abolido”.
El jurista Vincenzo Manzini (1981: 213) sostiene que las medidas de seguridad son
providencias de la policía, jurisdiccionalmente garantizadas, con las cuales el Estado
persigue un fin de tutela preventiva de carácter social.
De acuerdo con Urosa Ramírez (2006: 285), las medidas de seguridad tienen las siguientes
características:
En conclusión, las medidas de seguridad son “especiales medios de prevención del delito o
de corrección del delincuente, que se imponen con apego a la Ley por el órgano
jurisdiccional competente, a individuos imputables o inimputables, para la protección de la
sociedad” (Plascencia Villanueva, 2004: 203).
La Ley establece…
El Código Penal para el Distrito Federal señala, en su artículo 31, que las medidas de
seguridad son:
I. Supervisión de la autoridad;
II. Prohibición de ir a un lugar determinado u obligación de residir en él;
III. Tratamiento de inimputables o imputables disminuidos; y IV. Tratamiento de
deshabituación o desintoxicación.
V. Prohibición de comunicarse por cualquier medio, por si o por interpósita persona con la
víctima u ofendido, o con las víctimas indirectas.
VI. Cuando se trate de delitos que impliquen violencia contra las mujeres, quien juzgue
podrá imponer además las siguientes:
Las excusas absolutorias son definidas como “descargos a favor del sujeto bajo
circunstancias especialísimas, en donde se integra el delito, pero por razones de
política criminal o elemental de justicia, se encuentra libre de pena alguna (2006:
285)
Las excusas absolutorias son “aquellas causas que, dejando subsistente el carácter
delictivo de la conducta o hecho, impiden la aplicación de la penal (…) por razones
de justicia, equidad, de acuerdo con una prudente política criminal” (1978: 271).
En ambas definiciones se hace hincapié en que las excusas absolutorias tienen su
fundamento racional en el carácter humano del derecho penal, pues de esta forma es
posible sostener que, por razones de justicia, equidad, o por política criminal, es mejor no
aplicar o ejecutar una pena.
Es menester aclarar que existe unanimidad en considerar que las excusas absolutorias se
establecen en el mismo precepto legal que el tipo penal. Así, por ejemplo, el artículo
333 del Código Penal Federal estipula que no es punible el aborto causado sólo por
imprudencia de la mujer embarazada, o cuando el embarazo sea resultado de una
violación.
Ante estas causas que impiden la aplicación o ejecución de la pena, Hernández Islas sostiene
que las excusas absolutorias pueden revestir dos aspectos: uno de carácter sustantivo y
uno de aspecto adjetivo (2003: 156).
Aspecto sustantivo
Se rompe con la lógica y se atiende al sentido humanista del derecho penal, estableciendo en qué
supuestos la persona que juzga puede prescindir de la pena, los cuales son:
Consecuencias graves
Que el agente al momento de cometer el delito haya sufrido consecuencias graves en su persona.
Senilidad
Aspecto adjetivo
Se encuentra más relacionado con las razones de utilidad pública, como causas absolutorias. De esta
manera, tenemos:
Falla Técnica del Ministerio Público
Se da ante la ausencia de la pena, cuando en el proceso penal el Ministerio Público formuló sus
conclusiones, pero se equivoca sobre la sanción que debe imponer el o la juez; luego entonces, ante
esta falla técnica, el juez no podrá aplicar sanción alguna.
El indulto
Amnistía
Es el olvido de la comisión de delitos políticos, otorgado por la Ley, a cuantas personas hayan tenido
responsabilidad penal.
Reconocimiento de inocencia
El perdón de la persona ofendida o legitimada para otorgarlo, elimina la acción penal respecto de
los delitos que se persiguen por querella; también extingue la ejecución de la pena, siempre y
cuando se otorgue ante el o la juez o magistrados de la segunda instancia o en forma indubitable
ante la autoridad ejecutora.
Aunado a la existencia de las excusas absolutorias, existe otra posibilidad legal de impedir
la aplicación o ejecución de la pena por haberse extinguido la responsabilidad penal de la
persona. Desde esta perspectiva, es posible hablar de dos grupos de causas que extinguen
la responsabilidad penal:
Causas sustantivas
Son causas que por su propia naturaleza extinguen la responsabilidad penal desde un inicio. Por ello,
desde el momento en que el Ministerio Público abre una carpeta de investigación a fin de procesar
y sancionar la conducta delictiva se configura una causa de extinción de responsabilidad penal.
Prescripción
Extingue la acción penal por el simple transcurso del tiempo señalado por el Código Penal.
Existencia de una sentencia anterior dictada en proceso seguido por los mismos hechos
Extingue la acción penal debido a que ninguna persona puede ser juzgada dos veces por el mismo
delito, ya sea que en el juicio se le absuelva o se le condene.
Es importante resaltar el hecho de que, a pesar de que se configure una causa de responsabilidad
penal, es deber de la o el abogado que defienda invocarla, ya que, si no se hace, existe el riesgo de
que su cliente sea sentenciado.
La amnistía
Extingue la acción penal y las sanciones impuestas, excepto la reparación del daño, con todos sus
efectos en relación con todos los responsables del delito.
El indulto
Extingue la responsabilidad penal, a pesar de que ya existe una sentencia ejecutoriada. Esta es una
facultad discrecional del titular del Poder Ejecutivo para atenuar o suspender total o parcialmente
la pena impuesta.
Causas adjetivas
Extingue la acción penal sólo cuando se hayan reparado la totalidad de los daños y perjuicios
ocasionados por la comisión del delito, respecto de los delitos que se persiguen por querella,
siempre que se conceda ante el Ministerio Público, si éste no la ha ejercitado, o ante el órgano
jurisdiccional antes de dictarse sentencia de segunda instancia.
Reconocimiento de sentencia
Extingue la responsabilidad penal, a pesar de que ya existe una sentencia ejecutoriada, pero,
posteriormente, se presenta información mediante la cual aparece que el sentenciado es inocente.
Extingue la acción penal o la sanción correspondiente, debido a que el tipo penal fue suprimido o
modificado.
La Ley establece…
El artículo 94 del Código Penal para el Distrito Federal señala que las causas de la extinción
de la pretensión punitiva y la potestad para ejecutar las penas y medidas de seguridad se
extinguen por…
Tentativa, su concepto
La tentativa del delito es una figura jurídica que está íntimamente relacionada con el iter
criminis. Hablar de tentativa es tratar de una serie de conductas que están encaminadas a
producir el resultado típico penal, sin llegar a su consumación.
Bajo esta tesitura, la tentativa representa la fase externa del iter criminis, en la etapa de
ejecución, pero que dadas las circunstancias no se produce una lesión o daño en el bien
jurídico tutelado; no obstante, dada su ejecución, sí existe puesta en peligro del bien jurídico
tutelado, esto último es precisamente la causa mediante la cual una conducta merece una
pena.
Reglas de punibilidad
Conforme al artículo 20 del Código Penal para el Distrito Federal, la punibilidad será
punible cuando la resolución de cometer un delito se exterioriza realizando, en parte o
totalmente, los actos ejecutivos que deberían producir el resultado, u omitiendo los que
deberían evitarlo, si por causas ajenas a la voluntad del sujeto activo no se llega a la
consumación, pero se pone en peligro el bien jurídico tutelado.
La punibilidad aplicable a la tentativa será de entre una tercera parte de la mínima y dos
terceras partes de la máxima, previstas para el correspondiente delito doloso consumado
que el agente quiso realizar. En la aplicación de las penas o medidas de seguridad, quien
juzgue tendrá en cuenta los siguientes aspectos:
¿Recuerda qué entendemos por autores y partícipes del delito? Pues bien, en este tema
trataremos las reglas de punibilidad aplicables a dichas figuras.
Empezaremos por decir que los autores responderán cada uno en la medida de su propia
culpabilidad, es decir, si el grado de culpabilidad (si cometieron el hecho ilícito) es de dolo
o culpa.
De acuerdo con el Código Penal Federal y con el Código Penal para el Distrito Federal,
tenemos que señalar que existen diferentes reglas de punibilidad, que son utilizadas a la
hora de emitir una sentencia condenatoria, éstas son:
Concurso ideal y formal su concepto
La regla general es que por cada conducta se genera un delito, es decir, por cada acción u
omisión se concreta un tipo penal; sin embargo, existe la posibilidad de que exista una
pluralidad de acciones o una unidad de acción con pluralidad de resultados. A este
fenómeno se le llama concurso de delitos.
Ahora bien, si tomamos en cuenta que partimos de una pluralidad de acciones o una unidad
de acción con pluralidad de resultados, podemos ingresar en esta clasificación al delito
continuado, que por su propia naturaleza no es un concurso de delito, trayendo como
resultado la siguiente clasificación:
Ideal
Cuando con una sola conducta (unidad de acción) se cometen varios delitos (pluralidad de
resultados), estamos ante un concurso ideal, también denominado “concurso formal”. El
artículo 69 del Código Penal Federal prevé que se impondrán las sanciones
correspondientes al delito que merezca la mayor penalidad, las cuales podrán aumentarse
sin rebasar la mitad del máximo de la duración de las penas correspondientes de los delitos
restantes, es decir, sin que pueda exceder de la mitad que represente la suma de las demás
penas correspondientes por los demás delitos.
Esta regla general se utiliza siempre que las sanciones aplicables sean de la misma
naturaleza, cuando sean de diversa, podrán imponerse las consecuencias jurídicas
señaladas para los restantes delitos, con excepción de los casos en que uno de los delitos
por los que exista concurso ideal sea de los contemplados en la Ley General para Prevenir
y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, así como la Ley General para Prevenir,
Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y
Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, ambas reglamentarias de la fracción XXI del
artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, supuestos en los
cuales se aplicarán las reglas de concurso real.
Real
En estos supuestos, rige la regla general de la acumulación material de las penas. De esta
forma, se impondrá la sanción del delito más grave, la cual podrá aumentarse con las penas
que la Ley contempla para cada uno de los delitos restantes.
Delito continuado
En cualquiera de los tres supuestos, la pena de prisión no podrá rebasar los 70 años, tal y
como lo prescribe el artículo 25 del Código Penal Federal; no obstante, existen dos
posibilidades que permiten rebasar este límite:
Podrá imponerse una pena adicional al límite máximo cuando se cometa un nuevo
delito en reclusión.
Cuando se trata de delitos que se sancionen con lo estipulado en la Ley General para
Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, reglamentaria de la
fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, cuya duración máxima será la que marque dicha ley.
Con los temas analizados en la presente unidad, usted ha obtenido un mejor panorama de
cómo se aplican los conocimientos de manera eficaz en el área del derecho penal, de
manera diligente, leal y trasparentes en la defensa de las personas a las que representará.
Fuentes de consulta
Bibliografía
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal, última
reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017, disponible
en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 08/05/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última reforma
publicada en el DOF 12/04/2019, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta:
08/05/2019.
Documento institucional
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Manual del Justiciable en Materia Penal, México,
Dirección General de la Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, 2003.
Plascencia Villanueva, Raúl, “Teoría del delito”, México, IIJ-UNAM, 2004, disponible
en https://bit.ly/2Va9vgH, consulta: 08/05/2019.
s.a., “Tutorial de estrategias de aprendizaje”, CCH/UNAM, disponible
en https://bit.ly/2U4DjQk, consulta: 26/03/2019.
Imágenes
Mi experiencia de aprendizaje
Para esta actividad tome en cuenta los artículos 25, 26, 27 y 28 del Código Penal Federal y
los contenidos de la unidad para:
Explicar con sus propias palabras, en un máximo de dos cuartillas, qué entiende por
pena y punibilidad.
Analizar otras formas de privación de la libertad que se mencionan los artículos
citados.
Describir las características de las medidas de seguridad, según Urosa Ramírez.
Introducción
En términos prácticos, la teoría del delito nos permite mediante un análisis científico de la
conducta humana determinar la existencia o no de un delito, la acreditación de los
elementos que la integran, así como aclarar todas las cuestiones referentes al hecho
punible que se investiga. La instauración en México del sistema penal acusatorio y oral,
hace imprescindible conocer los sistemas doctrinales que estudian al delito, en virtud de
ser la base teórica con la que el Ministerio Público (Fiscal) sustenta la acusación, ya que
conforme a los principios de este nuevo sistema, le corresponde la carga de la prueba, o
bien para el adecuado ejercicio de la defensa técnica del imputado.
Es importante tener claro que esta teoría es independiente de la llamada teoría del caso,
ya que, procesalmente, ésta última permite al Ministerio Público (Fiscal) o abogado
defensor establecer una idea central del caso y estructurar una estrategia que articule los
elementos para acreditar la acusación ante el órgano jurisdiccional o permitan demostrar
la inocencia del imputado.
Por ejemplo…
La Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Perú condenó a Alberto Fujimori
(expresidente de Perú) por los graves delitos contra los derechos humanos. De esta manera,
tenemos: homicidio calificado, con el agravante de alevosía contra las 25 víctimas de Barrios
Altos y La Cantuta; lesiones graves contra cuatro víctimas de Barrios Altos, y secuestro
agravado, con trato cruel, en agravio del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel
Dyer, por lo que le ha impuesto el máximo de la pena prevista por la ley penal: 25 años de
pena privativa de la libertad. Basándose para ello, en la teoría del dominio del hecho de
Claus Roxin específicamente, sostuvo que Fujimori tuvo el dominio por organización.
A lo largo de esta unidad usted estudiará los diferentes sistemas doctrinales que explican
la evolución de la teoría del delito, desde su surgimiento en Alemania, hace ya más de un
siglo, hasta la actualidad. Estudiará el causalismo, la acción social, el finalismo, el modelo
lógico-matemático en derecho penal, y el funcionalismo, siendo todas éstas, las que, en
conjunto, forman la teoría del delito.
¡Adelante!
Objetivo particular
El alumnado esquematizará los principales sistemas doctrinales que existen con referencia
del delito, integrará los rasgos del causalismo, de la teoría de la acción social, del finalismo
y del modelo lógico, así como de corrientes funcionalistas.
Temario
Creando conciencia
El periodo de exámenes es muy importante para concluir de manera satisfactoria los meses
de estudio invertidos. Aquí le mostramos algunas recomendaciones que le serán de gran
ayuda en cada uno de sus exámenes.
Los principales sistemas doctrinales
Se ha afirmado que “el delito es tan antiguo como la aparición del ser humano sobre la
tierra” (Hernández Islas, 2006: 33). Por ello, el derecho penal, prima facie es un sistema
normativo contra instintivo, prescribe conductas que deben seguir los seres humanos para
convivir en sociedad. En esta tesitura, todos los seres humanos obedecen a lo establecido
en la ley porque así fue convenido. Obligación que debe cumplirse aun en contra de su
voluntad, ya que de lo contrario se harían acreedores a una sanción, en virtud del carácter
coactivo del propio derecho.
Por ello, para que las relaciones sociales funcionen adecuadamente, cada sociedad
considerará ciertas conductas como delitos, los cuales pueden volver a determinarse en la
medida en que así lo requiera la sociedad conforme a su evolución, esto es, su contenido
puede variar en el tiempo y espacio. De acuerdo con este argumento, conforme al artículo
7 del Código Penal Federal, el delito "es el acto u omisión que sancionan las leyes penales".
De este modo, el problema radicará en determinar qué elementos integran al delito. Sobre
el particular se han estructurado varios estudios que, en su conjunto, forman la
denominada teoría del delito, de esta forma, el concepto de delito dependerá de los
elementos que lo integran.
Debemos saber que a las teorías que estudian el delito se le denomina sistemas doctrinales.
En este sentido, como sostiene García Jiménez, “la teoría del delito se caracteriza por ser,
en principio, un conjunto de conceptos que se desarrollan en torno a la naturaleza,
conformación, existencia, inexistencia o formas de aparición del delito, como realidad
jurídica y social” (2003: 31).
No sólo eso, la definición de delito también dependerá del modelo conceptual que se
utilice, es decir, la definición del delito depende si éste es considerado como un ente
monolítico−modelo conceptual unitario o totalizador−, formado por un solo elemento, o
como una serie de elementos que conforman al delito (modelo conceptual analítico o
atomizador), lo que implica descomponerlo, fraccionarlo en partes, es decir, que pasó del
todo a fragmentos, que, en su conjunto, conforman al delito.
Sin embargo, para fines pedagógicos, lo mejor es estudiar al delito bajo los sistemas
doctrinales. Al respecto, es importante aclarar que todos los sistemas doctrinales que
estudiará en esta unidad coinciden en sostener que el delito está compuesto por más de un
elemento, es decir, utilizan el modelo conceptual analítico o atomizador.
Por último, podemos sostener, como afirma Urosa Ramírez (2006: 321), que la teoría
moderna del delito inicia con el sistema doctrinal del causalismo, cuyo principal expositor
es Franz von Liszt, y es a partir de este momento, cuando se empieza a hablar de dogmática
jurídica. En este sentido, para Franz von Liszt, la dogmática penal es el estudio de los
dogmas, estimando con tal carácter a la norma jurídico penal, enfocándolo en las normas
del Código Penal Alemán de 1871 (García Jiménez, 2003: 32).
Para contextualizar los temas que abordaremos en esta unidad le sugerimos realizar la lectura del
material “Evolución histórica de la sistemática del delito”, en Derecho penal. Parte general de
Eugenio Raúl Zaffaroni, pp. 380-386.
El causalismo
Como mencionamos, el principal expositor de este sistema doctrinal es Franz von Liszt,
quien utiliza el método natural para definir al delito y, consecuentemente, los elementos
que lo integran.
El método natural consiste en sostener que para que exista un delito es necesario que se
configure una relación de causalidad, es decir, una relación de causa-efecto. Donde la causa
es el acto o acción humana, y el efecto el resultado que se produce en el mundo material,
específicamente, éste es el daño producido en la esfera jurídica del sujeto pasivo (víctima
y ofendido del delito).
Este daño en la esfera jurídica del sujeto pasivo puede ser en su patrimonio, vida,
personalidad, libertad, en general, en sus bienes jurídicos tutelado por el Código Penal y por
las leyes generales y federales que establezcan un capítulo de delitos. De esta forma, si la
acción del sujeto activo del delito no produce un daño en los bienes jurídicos protegidos de
la víctima u ofendido no hay delito.
Dicho de otro modo, este sistema doctrinal se encuentra caracterizado por concebir a la
acción de una manera simple y clara, lo cual tiene términos totalmente naturalísticos, como
es el caso de una acción compuesta por un movimiento corporal (acción en sentido estricto)
y la consecuencia, modificación del mundo exterior (resultado), unidos por la relación de
causalidad (nexo causal) (Plascencia, 2004: 54).
De esta forma, como sostiene Alberto Orellana Wiarco (1998: 9-10), la explicación
naturalística del acto o acción humana, se basa en las relaciones de procesos causales. La
acción nace de un movimiento corporal, un proceso que va a producir un cambio en el
mundo exterior, es decir, un efecto, y entre una u otro se da una relación.
Ahora bien, cuando ese movimiento corporal (acto o acción humana) produce un daño en
el bien jurídico tutelado del sujeto pasivo, se configura el segundo elemento del delito: la
tipicidad.
Por ejemplo…
El artículo 302 del Código Penal Federal prevé el tipo penal de homicidio, conforme al cual
está prohibido privar de la vida a otro, pues el bien jurídico tutelado es la vida. En este
sentido, la antijuridicidad es la transgresión al deber jurídico de no privar de la vida a otra
persona, ya que dicha conducta está prohibida.
Asimismo, otro de los elementos del delito para el causalismo es la imputabilidad, que se
refiere a la capacidad del sujeto activo del delito de ser responsable por la comisión de un
hecho delictivo por reunir las condiciones psíquicas y legales.
Las condiciones psíquicas se refieren a que el sujeto activo del delito esté en pleno uso de
sus facultades mentales, es decir, que no tenga capacidades diferentes que le impidan
comprender las consecuencias legales de cometer un delito; y las condiciones legales, se
refieren a que sólo se someterán a un proceso penal las personas que tienen la mayoría de
edad. Lo anterior, no significa que una persona disminuida cognitivamente, o en su caso,
una menor de edad, no se someta a un procedimiento penal, sino que será juzgada
conforme a procedimientos especiales previamente establecidos.
No es extraño que Luis Jiménez de Asúa (1958: 326) sostenga que el concepto clásico de la
imputabilidad se basa en la existencia del libre albedrío y de responsabilidad moral.
En esta teoría, una vez que se sabe que el sujeto activo del delito reúne las condiciones
necesarias (psíquicas y legales) para responsabilizarse por la comisión de un hecho delictivo,
lo siguiente será saber en qué grado se cometió el delito, si fue con dolo o con culpa, éste
es precisamente, el último elemento del delito, la culpabilidad.
De acuerdo con esta teoría, la culpabilidad se basa en un aspecto psicológico, donde será
necesario determinar si la conducta delictiva se realizó con intención (dolo), o sin intención
(culpa). En términos concretos, la culpabilidad es el nexo psicológico entre la conducta y el
resultado, siendo sus especies el dolo y la culpa (Urosa, 2006: 327).
La acción social
Este sistema doctrinal introduce la dimensión fáctica del derecho para el estudio del delito.
Utilizando, básicamente, dos conceptos jurídicos fundamentales: sentido
social y dañosidad social.
Los teóricos más representativos de esta postura son Eberhard Schmidt, Werner Maihofer,
Hans-Heinrich Jescheck y Niese (Polaino, 2013: 283). En este sistema doctrinal se estudia,
en específico, el concepto social de la acción.
Su principal expositor es Eberhard Schmidt, quien sostiene que la acción no interesa tanto
como fenómeno fisiológico (naturalista), sino más bien, la acción interesa como
fenómeno social, cuya relevancia se constata socialmente (Cfr. Polaino, 2013: 283).
De acuerdo con el jurista Miguel Polaino Navarrete (2013: 283-284), los postulados
científicos esenciales de este sistema doctrinal son:
A
A
Al derecho penal únicamente le interesan las acciones con sentido social, lo que supone una
limitación frente al causalismo naturalista anterior.
B
B
C
C
Asimismo, en la tesis del jurista Polaino Navarrete (2013: 285), este sistema doctrinal puede
dividirse en dos corrientes:
En resumen, la acción será una conducta humana socialmente relevante dominada por la
voluntad o que se puede dominar por la voluntad.
El finalismo
De acuerdo con el jurista Raúl Plascencia Villanueva (2004: 40), el finalismo concibe a la
acción como el ejercicio final de la actividad humana, constituida por la fase interna y
externa.
De acuerdo con el jurista Raúl Plascencia Villanueva (2004: 41), las aportaciones de este sistema
doctrinal son:
La coexistencia de la antijuridicidad tuvo que separarse del dolo, una vez entendido éste como
pura realización de la voluntad, y convertirse en factor central del concepto de culpabilidad.
Se distinguieron los supuestos de error de tipo y error de prohibición. Para esta doctrina, el error
de tipo, que excluye el dolo, y con él, la punibilidad, porque sin éste no se realiza el tipo. En este
error existen tres supuestos. Primero, la ilicitud de la conducta porque el sujeto desconoce que
existe una ley que lo prohíbe; segundo, se presenta cuando el sujeto desconoce el alcance de la
ley; y, tercero, cuando el sujeto actúa porque piensa que está justificada su conducta. Por otra
parte, el error de prohibición, que elimina la conciencia de la antijuridicidad.
La teoría finalista difiere del causalismo al rechazar que la acción sea sólo la manifestación
de la voluntad por medio del movimiento corporal o la ausencia de ese movimiento, que
produce un resultado (García Jiménez, 2003: 160), pues, como sostiene Hans Welzel: “Toda
acción u omisión penalmente relevante es una unidad constituida por momentos objetivos
y subjetivos (del hecho y la voluntad). Su realización recorre diferentes etapas, preparación,
tentativa y consumación” (1993: 37). Para entender mejor este sistema doctrinal, tenemos
que citar textualmente a Welzel.
Hans Welzel
Toda vida comunitaria del hombre se estructura para bien o mal, sobre la actividad final
del hombre. Esto presupone que los miembros de la sociedad pueden actuar conscientes
del fin, es decir, proponerse fines, elegir los medios requeridos para su obtención y
ponerlos en movimiento con conciencia del fin. Esta actividad final se llama acción. Se
diferencia del simple suceso de la naturaleza en cuanto éste no es dirigido
conscientemente desde el fin a alcanzar, sino que transcurre ya sea causalmente ciego, o
bien —como sucede de forma considerable en la naturaleza, organiza, en especial, en el
mundo animal— adecuando al fin, pero sin conciencia de éste (de manera instintiva).
Precisamente, la capacidad de voluntad humana de proponerse cualquier fin y, sobre la
base de su saber causal, poder realizar estos fines, de acuerdo con un plan, posibilita al
hombre la peculiaridad específica, la plenitud y vastedad de su existencia histórica, de su
cultura y civilización (1993: 37).
En términos más simples, Francisco Muñoz Conde define a la acción como “todo
comportamiento dependiente de la voluntad humana. Sólo el voluntario puede ser
penalmente relevante y la voluntad implica siempre una finalidad. No se concibe un acto de
la voluntad, es siempre algo que se quiere alcanzar, es decir, un fin. De ahí que la acción
humana regida por la voluntad sea siempre una acción final, una acción dirigida a la
consecución de un fin” (1991: 238).
Ahora bien, el sistema doctrinal finalista también considera a la “tipicidad” como elemento
del delito. De esta forma, una acción se convierte en delito si infringe el ordenamiento de
la comunidad en algún modo normado por los tipo penales, es decir, tiene que infringir de
un modo determinado el orden de la comunidad, por ello, la acción ejecutada deber ser
típica y antijurídica para que, posteriormente, pueda ser reprochada al autor como persona
responsable (García Jiménez, 2003: 174).
El modelo lógico del derecho penal representa para la teoría del delito lo que la teoría pura
para la teoría general del derecho, es decir, un modelo conceptual que delimita los
elementos fácticos (hechos) y los normativos, tanto en la teoría del delito como en la de la
pena.
De acuerdo con este sistema doctrinal, el delito se considera como un hecho y, por lo
mismo, pertenece al mundo fáctico. Por su parte, el tipo penal es una descripción general y
abstracta, pertenece al mundo normativo. Nótese que no se habla de que el tipo penal sea
una descripción normativa de la conducta delictiva, pues sería mezclar lo fáctico con lo
normativo.
3° nivel
Es el nivel fáctico particular y concreto con un significado jurídico penal. Se destina a los
delitos, que son acciones y omisiones antisociales, pero con relevancia jurídico-penal en
razón de que ya están descritas, prohibidas y contaminadas penalmente en una norma
penal, general y abstracta.
4° nivel
5° nivel
Lea el texto “Modelo lógico del Derecho Penal” de Olga Islas de González Mariscal.
El funcionalismo moderado reconoce los elementos del delito propuestos por el finalismo
(tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad), pero con orientación político-criminal puesto que,
los presupuestos de la punibilidad deben orientarse por los fines del derecho penal, por lo
que estas categorías jurídicas no son sino instrumentos de una valoración político-criminal.
Sustituye la categoría lógica de la causalidad por un conjunto de reglas orientado
a valoraciones jurídicas, pues, la imputación de un resultado, depende de la realización de
un peligro dentro del fin de protección de la norma. La culpabilidad se limita con la
necesidad de prevención y juntas originan el nuevo concepto de responsabilidad, que es la
base de la imposición de la pena.
En este marco, el estudio de los distintos elementos que conforman e interactúan en el acto
delictivo, como los explica cada uno de los sistemas doctrinales revisados están
encaminados a generar una certeza jurídica al determinar si una persona es o no
responsable de un hecho que atenta contra las normas jurídico-penales.
Por último, para una mejor comprensión sobre la teoría del delito, se le sugiere que vincular
lo aprendido con Procedimientos del Fuero Común, Procedimientos del Fuero Federal, y
Juicios Orales en Materia Penal, ya que le permitirán estudiar las formas anticipadas de
terminación del procedimiento penal así como saber la aplicación práctica de la teoría del
delito.
Fuentes de consulta
Bibliografía
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Hernández Islas, Juan Andrés, Mitos y realidades de la teoría del delito, México, Porrúa,
2006.
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Abeledo Perrot, 1958.
Muñoz Conde, Francisco, Teoría general del delito, 2.ª ed., España, Tirant Lo Blanch, 1991.
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México, Porrúa, 1998.
Polaino Navarrete, Miguel, Lecciones de derecho penal. Parte general. España, Tecnos,
2013, t. II.
Urosa Ramírez, Gerardo Armando, Teoría de la ley penal y del delito, México, Porrúa, 2006.
Villalobos, Ignacio, Derecho penal mexicano. Parte general, 5.ª ed., México, Porrúa, 1990.
Welzel, Hans, Derecho penal alemán, trad. de Juan Bustos Ramírez y Sergio Yáñez Pérez, 4.ª
ed., Chile, Jurídica de Chile, 1993.
Legislación
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publicada en el DOF 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx, consulta:
11/02/2019.
Daza Gómez, Carlos, “El funcionalismo, hoy”, Revista de la Facultad de Derecho, México,
disponible en https://bit.ly/2UIOQQW, consulta: 11/02/2019.
Daza Gómez, Carlos, “Evolución doctrinal del finalismo”, Revista de la Facultad de Derecho,
México, núm. 209-210, septiembre-diciembre de 1996, disponible
en: https://bit.ly/2NJGMNf, consulta: 16/08/2019.
Facultad de Ciencias de la Comunicación, turismo y psicología, “Cinco recomendaciones
para los exámenes finales”, junio de 2013, disponible en https://bit.ly/2WycrsT, consulta:
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Islas de González Mariscal, “Modelo lógico del Derecho Penal”, Revista de la Facultad de
Derecho, México, disponible en https://bit.ly/2I0ltrK, consulta: 11/02/2019.
Plascencia Villanueva, Raúl, “Teoría del delito”, México, UNAM/IIJ, 2004, disponible
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Zaffaroni, Eugenio Raúl, “Derecho penal. Parte general”, 2.ª ed., Buenos Aires, EDIAR, 2002,
disponible en http://bit.ly/1VYcvdz, consulta: 28/02/2019.
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Mi experiencia de aprendizaje
La importancia del estudio de los sistemas doctrinales sobre el delito, radica en que su
estudio es necesario para definir través de un proceso de abstracción científica los
presupuestos que debe reunir una conducta para ser imputada como hecho punible, esto
es, que permiten calificar un hecho como delito, y por tanto, cuándo conforme a su
elementos de estudio una persona es responsable de su comisión, lo cual es posible logar
mediante el proceso penal que conforme al nuevo sistema penal acusatorio tiene como
finalidad constitucional esclarecer los hechos, proteger al inocente, procurar que el
culpable no quede impune y que se repare el daño. Esta última mención se hace debido a
la necesidad de que identifique la relación que existe entre la teoría del delito y el
procedimiento para determinar la responsabilidad determinada por el órgano jurisdiccional
(Juez o Tribunal de enjuiciamiento) y que verá en asignaturas posteriores.
Ahora llegó el momento de aplicar ese conocimiento para identificar los sistemas
doctrinales relacionados al delito. Para ello, descargue el archivo que se le proporciona e
incluya los elementos que se requieren de cada uno de los sistemas doctrinales: