PÚBLICO
COMANDO DE INSTITUTOS MILITARES
ESCUELA DE COMANDO Y ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO
“MCAL. ANDRÉS DE SANTA CRUZ”
BOLIVIA
SOLUCIÓN A LA HOJA DE ORIENTACIÓN
TAREA.
INVESTIGUE E IDENTIFIQUE UN HECHO HISTÓRICO, DONDE SE HAYA
APLICADO LA ESTRATEGIA DE DISUASIÓN NUCLEAR.
I.- INTRODUCCIÓN.
El objeto de estudio del presente trabajo de investigación es analizar e identificar
un hecho histórico, donde se haya aplicado la estrategia de disuasión nuclear,
desde un enfoque de la “Teoría de la Estrategia General”; bajo este contexto se
abordarán temas sobre los “Bombardeos Atómicos de Hiroshima y Nagasaki en
agosto de 1945”, la “Estrategia de Disuasión Nuclear y las Reglas Básicas
Primarias y/o Eventuales” aplicadas.
La estrategia de disuasión nuclear se ha convertido en una de las más influyentes
y debatidas en el ámbito de la geopolítica y las relaciones internacionales desde la
introducción de armas nucleares a la guerra moderna; establecida en la amenaza
de una represalia devastadora, esta estrategia busca evitar que un adversario
actúe de manera agresiva a través del miedo a las consecuencias catastróficas
que conllevaría un conflicto nuclear. Aunque su desarrollo se extiende a lo largo
de la Guerra Fría y más allá, los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki
en agosto de 1945 marcan un hito crucial que puso de manifiesto tanto el poder
destructivo del arsenal nuclear como el potencial de la disuasión nuclear en la
política internacional.
Los bombardeos a Hiroshima el 6 de agosto y a Nagasaki el 9 de agosto de 1945
fueron llevados a cabo por Estados Unidos en el marco de su esfuerzo para poner
fin a la Segunda Guerra Mundial; estas acciones resultaron en la muerte inmediata
de más de 100,000 personas y dejaron a cientos de miles más con secuelas
físicas y psicológicas. Si bien su objetivo declarado fue acelerar la rendición de
Japón, la implicación política que emergió fue que la posesión de armamento
nuclear podía prevenir guerras a través de la amenaza de destrucción masiva;
este acto no solo cambió el curso del conflicto, sino que también estableció el
paradigma de la disuasión nuclear, al demostrar que el uso de tales armas se
traduce en una nueva forma de poder en las relaciones internacionales.
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La lógica detrás de la disuasión nuclear se basa en el concepto de "Destrucción
Mutua Asegurada" (MAD, por sus siglas en inglés), que sostiene que, si dos
potencias nucleares son capaces de infligirse mutuamente un daño inaceptable,
ambas se comportarán con moderación para evitar un conflicto directo; la
experiencia de Hiroshima y Nagasaki ha sido citada repetidamente como un fuerte
argumento a favor de la disuasión, ya que ilustra el tipo de devastación que puede
ocurrir a gran escala; en este contexto, la posesión de armas nucleares se
convierte no solo en un efectivo medio de defensa, sino también en una
herramienta crucial para moldear el comportamiento de los estados en el ámbito
internacional .
El impacto de los bombardeos también generó una reacción global que llevó a la
proliferación de armas nucleares entre diversos estados; a partir de ese momento,
la carrera armamentista caracterizó la Guerra Fría, con potencias como la Unión
Soviética desarrollando sus propias capacidades nucleares, lo que enriqueció aún
más el debate sobre la eficacia y la ética de la disuasión nuclear. En este sentido,
la existencia de armas nucleares ha planteado obstáculos a los conflictos abiertos,
aunque también ha alimentado la ansiedad sobre la posibilidad de su uso en
futuros enfrentamientos.
Sin embargo, la disuasión nuclear no está exenta de desafíos y críticas éticas. La
idea de que la paz puede mantenerse a través de la amenaza de destrucción
mutua enfrenta profundas críticas humanitarias, que cuestionan la moralidad de
sostener arsenales nucleares en un mundo donde los costos potenciales de su
uso son inconmensurables; la ética del empoderamiento que la disuasión nuclear
proporciona a los estados, plantea no sólo preguntas sobre la justicia del uso de la
fuerza, sino también sobre la responsabilidad global para prevenir la catástrofe
nuclear.
El presente trabajo cuenta con una introducción en la que se describen los
lineamientos que nos guiaron a elaborar la investigación, antecedentes que
permitirán dar una explicación sistemática al tema de investigación, un desarrollo
en el que se hace referencia a los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki
en agosto de 1945, bajo el contexto de “estrategia de disuasión nuclear y las
reglas básicas primarias y/o eventuales aplicadas”, para finalmente arribar a las
conclusiones.
II.- ANTECEDENTES.
A.- Contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial .
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La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue un conflicto global que
involucró a la mayoría de las naciones del mundo, pero principalmente a las
potencias aliadas y las potencias del eje. Durante este periodo, el desarrollo
de nuevas tecnologías bélicas, incluido el armamento nuclear, revolucionó el
concepto de guerra y estrategia militar; el uso de la bomba atómica en
Hiroshima (6 de agosto de 1945) y Nagasaki (9 de agosto de 1945) marcó un
punto de inflexión, no solo en la guerra, sino también en la forma en que los
estados perciben y utilizan el poder militar.
B.- Los Bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki fueron decisiones
tomadas por el presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, con el
objetivo de forzar una rendición rápida de Japón, evitando así una invasión
terrestre que podría haber resultado en una alta tasa de bajas, tanto para
estadounidenses como para japoneses. Hiroshima fue devastada, resultando
en la muerte inmediata de aproximadamente 70,000 personas, con unas
140,000 muertes totales recontadas para finales de 1945; Nagasaki por otro
lado, sufrió un destrozo similar, con alrededor de 40,000 muertos de manera
instantánea.
C.- Concepto de disuasión nuclear.
La disuasión nuclear emergió como un concepto estratégico central durante
la Guerra Fría, basado en la idea de que la posesión de armas nucleares
podría prevenir conflictos directos mediante la amenaza creíble de una
represalia devastadora; esta teoría fue ampliamente promovida por
estrategas como el General André Beaufre (francés 1902 - 1975), quien
argumentó que la disuasión nuclear podía suprimir el conflicto armado
efectivo, al establecer un equilibrio de terror.
D.- Impacto de los bombardeos en la estrategia de disuasión nuclear .
Los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki no solo finalizaron la Segunda
Guerra Mundial, sino que también sentaron las bases para la política de
disuasión nuclear; a través de estos eventos, se ejemplificó el potencial
destructivo del armamento nuclear y se estableció un precedente que influiría
en la doctrina militar de múltiples naciones durante la Guerra Fría.
E.- Escalada nuclear y Guerra Fría.
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Después de la guerra, la Unión Soviética se apresuró a desarrollar su propio
arsenal nuclear, lo que dio lugar a una carrera armamentista que definió las
relaciones internacionales en las décadas siguientes; Estados Unidos y la
URSS. necesitaban establecer estrategias de disuasión efectiva para
prevenir un conflicto directo.
F.- Doctrina de “Destrucción Mutua Asegurada” (MAD).
La "Destrucción Mutua Asegurada" (MAD, por sus siglas en inglés) es una
doctrina militar y de seguridad nacional. Se basa en la idea de que, si dos
países poseen la capacidad de destruirse mutuamente con armas nucleares,
la probabilidad de que alguno de ellos inicie un conflicto nuclear disminuye.
En otras palabras, el miedo a una aniquilación total actúa como un disuasivo
contra el uso de armas nucleares.
La teoría de MAD surgió durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la
Unión Soviética. Ambos países desarrollaron vastos arsenales nucleares y
sistemas de lanzamiento que garantizaban la capacidad de represalia,
incluso después de un primer ataque devastador. La lógica detrás de MAD
es que ningún lado ganaría en un conflicto nuclear, ya que ambos sufrirían
destrucción catastrófica.
Este concepto ha sido central en la política de disuasión nuclear y ha influido
en acuerdos y tratados de control de armas a lo largo de los años. A pesar
de las críticas y debates éticos que genera, MAD ha sido un elemento
importante en la prevención de guerras nucleares.
G.- El Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Es un acuerdo internacional cuyo objetivo principal es prevenir la expansión
de armas nucleares, promover el desarme nuclear y fomentar el uso pacífico
de la energía nuclear; entró en vigor el 5 de marzo de 1970 y cuenta con la
adhesión de la mayoría de los países del mundo.
El TNP. se basa en tres pilares fundamentales:
1.- No proliferación.
Los Estados no poseedores de armas nucleares se comprometen a no
desarrollar ni adquirir armas nucleares. A su vez, los Estados
poseedores de armas nucleares se comprometen a no transferir armas
nucleares ni ayudar a otros Estados a adquirirlas.
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2.- Desarme.
Los Estados poseedores de armas nucleares se comprometen a
trabajar en la reducción y eventual eliminación de sus arsenales
nucleares, aunque el tratado no establece plazos específicos para
alcanzar este objetivo.
3.- Uso pacífico de la energía nuclear.
El tratado promueve la cooperación internacional en el uso de la
energía nuclear con fines pacíficos, como la generación de electricidad
y aplicaciones médicas, asegurando al mismo tiempo que no se desvíe
material nuclear para fines militares.
El TNP. ha sido fundamental en la creación de un régimen internacional de
no proliferación y ha contribuido a reducir el riesgo de una guerra nuclear; sin
embargo, también ha enfrentado críticas y desafíos, como la falta de
progreso significativo en el desarme nuclear y la existencia de países que no
son partes del tratado, como India y Pakistán, que poseen armas nucleares.
III.- DESARROLLO.
A.- Contexto histórico y teórico de la disuasión nuclear .
La estrategia de disuasión nuclear se establece en un contexto histórico
particular, marcado por la invención y uso de armas nucleares durante la
Segunda Guerra Mundial, los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en
agosto de 1945 no solo marcaron el final de la guerra sino que también
sentaron las bases de una nueva era en las relaciones internacionales; con
el uso de la bomba atómica, Estados Unidos se consolidó como la primera
potencia nuclear del mundo, un hecho que alteró el equilibrio de poder global
y evidenció la capacidad destructiva sin precedentes de estas armas .
La teoría de la disuasión nuclear se fundamenta en la premisa de que la
posesión de armas nucleares puede prevenir agresiones al asegurar que
cualquier ataque sería respondido con una represalia similares o
superiores, lo que se traduce en la “Destrucción Mutua Asegurada” (MAD).
Esta lógica se sustentó tras los bombardeos en Japón, ya que se evidenció
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que la amenaza existencial provocada por el uso de la bomba atómica podría
actuar como un poderoso desincentivo ante futuros conflictos.
B.- Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki - Un estudio de caso .
A.- El proceso decisorio.
La decisión de llevar a cabo los bombardeos atómicos fue resultado de
deliberaciones intensas entre los líderes estadounidenses durante los
últimos días de la guerra; se argumentó que la utilización de la bomba
atómica podría acelerar la rendición de Japón y evitar una invasión
terrestre, que habría causado miles de bajas adicionales tanto entre las
fuerzas aliadas como japonesas; así, el 6 de agosto de 1945, la ciudad
de Hiroshima fue destruida por la bomba "Little Boy", seguida de
Nagasaki con "Fat Man" el 9 de agosto; resultados inmediatos
incluyeron la muerte de una cantidad estimada de 200,000 personas, la
mayoría civiles .
B.- Reacción internacional.
A pesar de que los bombardeos lograron su objetivo de contribuir a la
rendición de Japón el 15 de agosto de 1945, la reacción internacional
posterior fue densa en implicancias morales y políticas. La devastación
provocada despertó temores sobre el uso de tales armas en el futuro y
sentó un precedente sobre su aceptación en el ámbito militar; el horror
por la magnitud de la destrucción llevó a un creciente sentimiento en
contra del uso de armas nucleares, fomentando debates éticos y
políticos que persisten hasta hoy, este sentimiento se tradujo también
en esfuerzos por parte de la comunidad internacional para establecer
regímenes de control sobre el armamento nuclear y evitar su
proliferación.
C.- Evolución de la disuasión nuclear en la Guerra Fría .
La Guerra Fría fue un periodo en el que la disuasión nuclear se convirtió en
el eje central de la política de seguridad entre las dos superpotencias de la
época, los Estados Unidos y la Unión Soviética. Ambas naciones se
embarcaron en una carrera armamentista que resultó en la acumulación de
arsenales nucleares masivos, lo que intensificó la lógica de la destrucción
mutua asegurada; la existencia de miles de armas nucleares por parte de
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ambos bandos creó un estado de miedo persistente, lo que paradójicamente,
permitió una restricción de las hostilidades directas.
1.- La Doctrina de la destrucción mutua asegurada.
La M.A.D. (Destrucción Mutua Asegurada), se convirtió en el principio
rector de la estrategia militar a lo largo de la Guerra Fría; la creencia era
que, si ambas partes poseían la capacidad de infligirse pérdidas
significativas, sería poco probable que se desencadenara un conflicto
abierto, esto llevó a una cierta modalidad de estabilidad en las
relaciones internacionales, donde las guerras convencionales se
desarrollaron en terceras naciones, mientras que el conflicto nuclear se
mantenía en un nivel de amenaza latente.
D.- Desafíos y críticas a la estrategia de disuasión nuclear .
A pesar de su papel estabilizador, la disuasión nuclear se enfrenta a críticas
éticas y estratégicas, diversos analistas argumentan que depender de la
amenaza de destrucción masiva para mantener la paz no es sostenible ni
moralmente aceptable en el largo plazo. Los bombardeos de Hiroshima y
Nagasaki sirven como recordatorio de las horribles consecuencias del uso de
armas nucleares y presentan un argumento poderoso para la abolición de
tales arsenales.
1.- Proliferación nuclear
Uno de los desafíos más significativos derivados de la disuasión nuclear
es la proliferación del armamento nuclear; desde 1945, más de una
docena de estados han desarrollado capacidades nucleares, y los
temores sobre la proliferación nuclear han impulsado esfuerzos
internacionales, como el “Tratado de No Proliferación Nuclear” (TNP),
destinado a detener la difusión de armas nucleares y promover el
desarme.
2.- Nuevas amenazas en la Era Moderna.
En la actualidad, la disuasión nuclear enfrenta nuevos desafíos con la
aparición de actores no estatales y la amenaza del terrorismo nuclear,
la capacidad de grupos terroristas para acceder a armas nucleares o
materiales nucleares plantea un dilema adicional para la estrategia de
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disuasión, puesto que ya no se limita exclusivamente a un intercambio
entre estados; asimismo, la evolución tecnológica y la guerra
cibernética han añadido complejidades adicionales al paradigma de
disuasión nuclear clásico.
IV.- ANÁLISIS DE LA ESTRATEGIA EMPLEADA.
A.- Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki como estrategia de
disuasión.
1.- Motivaciones y contexto decisional.
Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki fueron impulsados por dos
principales motivaciones que a continuación se detallan:
a.- Finalización rápida de la guerra.
Los líderes estadounidenses, como Harry S. Truman, creían que
la destrucción instantánea de estas ciudades llevaría a la rendición
incondicional de Japón, ahorrando vidas estadounidenses y
japonesas que habrían resultado de una invasión.
b.- Demostración de poder.
Los bombardeos también fueron una demostración del nuevo
poder militar; al utilizar armas nucleares, Estados Unidos no solo
buscaba eliminar una resistencia inmediata, sino también enviar
un mensaje claro a otras potencias, incluidas la Unión Soviética,
sobre su capacidad de aplicar la violencia en una escala sin
precedentes.
2.- Impacto inmediato y efectos a largo plazo.
a.- Destrucción y casualidades.
La devastación y el número de víctimas en Hiroshima
(aproximadamente 140,000 muertos) y Nagasaki
(aproximadamente 70,000 muertos) fueron instantáneos,
impactando la psicología colectiva de Japón y del mundo sobre los
efectos de la guerra nuclear.
b.- Cambio en la estrategia militar.
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La efectividad de la disuasión nuclear se vio reforzada tras estos
bombardeos; la existencia del armamento nuclear se convirtió en
un factor crucial en la política internacional, las naciones sintieron
la necesidad imperiosa de desarrollar sus propias capacidades
nucleares para garantizar su seguridad.
B.- El desarrollo de la estrategia de disuasión nuclear en la Guerra Fría .
1.- La carrera armamentista.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría marcó el surgimiento
de la disuasión nuclear como una estrategia central. Estados Unidos y
la Unión Soviética entraron en una carrera armamentista para acumular
arsenales nucleares capaces de garantizar una respuesta contundente
a cualquier agresión.
La Teoría de la Disuasión se convirtió en el eje de la política de defensa
de ambas superpotencias y se institucionalizó en doctrinas como la de
“Represalia Masiva” y más tarde en el concepto de “Respuesta Flexible”
de Estados Unidos.
2.- Cambio en el comportamiento.
a.- Re priorización de la diplomacia.
Los líderes de ambas superpotencias debieron aprender que la
disuasión nuclear, aunque efectiva para evitar enfrentamientos
directos, requería de tácticas diplomáticas para la gestión de
tensiones, como se evidenció en la crisis de los misiles de Cuba
en 1962.
b.- Proliferación nuclear.
La percepción de que, poseer armas nucleares era clave para la
seguridad nacional, impulsó la proliferación entre otras naciones,
creando un nuevo entorno global de riesgos y desafíos de
seguridad.
C.- Implicaciones políticas y sociales.
1.- Cambio de paradigmas.
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La posibilidad de una guerra nuclear llevó a una mayor conciencia
sobre los efectos de las armas nucleares, impulsando movimientos
pacifistas y de desarme en diversas naciones.
2.- Efecto en las estrategias militares globales.
La disuasión nuclear reconfiguró las estrategias militares en casi todos
los países con capacidad nuclear, influyendo en sus políticas de
defensa, alianzas y compromisos de seguridad.
V.- REGLAS BÁSICAS PRIMARIAS Y EVENTUALES APLICADAS.
A.- Reglas Básicas Primarias.
1.- Objetivo.
El de EE. UU. era forzar la rendición incondicional de Japón para
terminar la guerra de manera rápida y decisiva; así como la
demostración de su poderío militar ante el resto del mundo.
Japón por otro lado, intentaba mantener su soberanía y preservar su
imperio, con la intención de dar continuidad a la guerra, resistiendo la
presión militar hasta el final.
2.- Sencillez.
La decisión tomada por EE. UU. de usar armas nucleares, fue un
enfoque simple, directo y contundente, evitando la complicación de una
larga invasión terrestre.
3.- Oportunidad.
El lanzamiento de las bombas atómicas por parte de EE. UU., fue
oportuno, sorprendiendo a Japón de forma tal que no previeron la
magnitud destructiva ni la inminencia del ataque, así como la
subestimación de la capacidad tecnológica y militar de EE. UU., que
contribuyó a esta sorpresa.
4.- Concentración.
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EE. UU. dirigió ataques concentrados en los centros urbanos clave de
Hiroshima y Nagasaki, maximizando el impacto y la destrucción.
5.- Flexibilidad.
EE. UU. optó por utilizar armas nucleares en lugar de un asalto
convencional, adaptando su estrategia a las condiciones del conflicto.
6.- Riesgo.
EE. UU. buscó un impacto no solo militar, sino también psicológico al
causar devastación en ciudades, esperando que esto indujera la
rendición y poner fin a la guerra; esto le llevo a asumir riesgos sobre las
consecuencias devastadoras que llevaba consigo el uso de bombas
atómicas.
7.- Armonía entre medios y fines.
EE. UU. Al hacer uso de la bomba atómica, evitó la necesidad de una
invasión terrestre prolongada, que le habría llevado al empleo
exorbitante de medios materiales, humanos y económicos; además de
grandes pérdidas, demostrando de esta manera una armonía entre los
medios y fines propuestos.
B.- Reglas Básicas Eventuales.
1.- Eludir la acción frontal.
En lugar de un asalto terrestre directo y frontal contra Japón, que habría
implicado grandes bajas para las fuerzas aliadas, se optó por
bombardeos estratégicos; esta decisión permitió a las fuerzas aliadas
eludir un enfrentamiento directo con las fuerzas militares japonesas,
minimizando así las bajas propias y buscando una victoria decisiva.
2.- Disuasión.
La demostración de poder a través del uso de bombas atómicas puede
verse como una forma de disuasión hacia Japón y, por expansión hacia
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otras naciones. Al lanzar las bombas, Estados Unidos no solo buscaba
forzar la rendición de Japón, sino también enviar un mensaje al resto
del mundo sobre la nueva y devastadora capacidad militar
estadounidense, estableciendo un nuevo equilibrio de poder y evitando
futuros conflictos al mostrar una clara superioridad.
3.- Quitar el objetivo al adversario.
El bombardeo de Hiroshima y Nagasaki tenía el objetivo de desmantelar
la capacidad militar japonesa al destruir centros estratégicos,
Hiroshima, siendo un importante centro militar y logístico; Nagasaki por
otro lado, un puerto industrial clave, que representaban objetivos
cruciales para la maquinaria de guerra japonesa. Al eliminar estas
ciudades y sus instalaciones, se buscaba debilitar la capacidad del
enemigo para continuar la guerra.
4.- Desgastar al adversario en su interior.
La devastación causada por los bombardeos no solo provocó un
impacto físico y militar, sino también psicológico; las ciudades
destruidas y el alto número de víctimas llevaron a una crisis de moral
entre la población y las Fuerzas Armadas japonesas, esto contribuyó a
un desgaste interno, donde la desesperanza y la resistencia a la guerra
comenzaron a desmoronarse, facilitando la decisión de rendirse.
5.- Dislocar al enemigo.
La devastación inmediata y abrumadora causada por los bombardeos
en Hiroshima y Nagasaki causó una dislocación significativa no solo de
la infraestructura militar japonesa, sino también en la coerción
psicológica de la población y la alta dirección militar; la rapidez y el
impacto de las explosiones desorganizaron los esfuerzos de defensa y
respuesta, haciendo que la cadena de mando se sintiera
desestabilizada, lo que condujo a la rendición el 15 de agosto de 1945.
VI.- ESTIMACIÓN DE LA CANTIDAD DE OJIVAS O CABEZAS NUCLEARES EN EL
MUNDO, HASTA ENERO DE 2024 (Fuente SIPRI.).
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VII.- CONCLUSIONES.
A.- Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki establecieron un
precedente en la política de disuasión nuclear, permitiendo de esta manera
demostrar el potencial destructivo de las armas nucleares y su capacidad
para influir en la dinámica del poder global.
B.- La devastación causada por los bombardeos no solo destruyó físicamente
las capacidades militares de Japón, sino que también provocó un desgaste
psicológico en sus fuerzas armadas y población civil, permitiendo su
rendición.
C.- Los eventos de 1945 precipitaron una carrera armamentista durante la
Guerra Fría, impulsando a otras naciones, especialmente a la Unión
Soviética, a desarrollar sus propios arsenales nucleares, lo que permitió
intensificar las tensiones internacionales.
D.- La estrategia de disuasión nuclear ha enfrentado críticas éticas y
humanitarias significativas, ya que la amenaza de destrucción masiva
plantea serias interrogantes sobre la justicia y la moralidad de mantener
arsenales nucleares en un mundo potencialmente devastador.
E.- A medida que el contexto geopolítico y las amenazas han evolucionado, la
disuasión nuclear se enfrenta a nuevos desafíos, como el terrorismo nuclear
y la proliferación de armas, que complican la relación entre estados y
plantean dificultades para la estabilidad internacional.
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