RECOPILACIÓN I
Wilfredo García Felipe
Fecha: 18 de marzo 2025
PARTE I
Tomado de_ DIDÁCTICA GENERAL Una aproximación a su estudio, del autor Dr. Yullio Cano de la
Cruz.
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FUNDAMENTOS GENERALES DE LA DIDÁCTICA
1. La Didáctica: ¿arte, técnica, disciplina pedagógica o ciencia?
Si bien existe coincidencia plena entre los especialistas acerca de que el término Didáctica
proviene del griego antiguo, el origen de la palabra es un poco confuso. En algunos casos
se plantea que proviene del vocablo didaktike, que significa “enseñar”; en otros, de la
combinación de: didaskein, “enseñar” y techne “arte”, lo que literalmente puede traducirse
como el arte de enseñar.
Sin embargo, a pesar de ser un término utilizado desde la Edad Antigua, no es hasta 1629, en el
texto Principales aforismos didácticos, de Ratke (Nérici, 1973, en Torres y Girón, 2009), que
aparece asociado con el sentido de enseñar, aunque su popularización llegó con la publicación
de la obra del pedagogo moravo Juan Amos Comenio, Didáctica Magna, por la que fue
considerado “padre de la Didáctica”.
A partir de ese momento, el término didáctica ha sido objeto de numerosas definiciones y
perspectivas, sea como arte, técnica, rama de la Pedagogía, elemento del currículo En el presente
texto se pretende responder algunas interrogantes planteadas alrededor de la Didáctica como:
¿Es la Didáctica un arte, una técnica, una disciplina pedagógica o una ciencia autónoma? ¿Es lo
mismo Didáctica que currículo?
¿Por cuáles modelos ha transitado la Didáctica y cómo ha evolucionado? ¿Cuáles son los
componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje y cómo implementarlos en la práctica del
aula? ¿Qué funciones didácticas deben cumplirse en una clase? ¿Cómo planificar una unidad
didáctica?
Desde la respuesta a estas interrogantes y sobre la base de una estructuración, lenguaje y
operatividad, este texto se dirige, fundamentalmente, a los estudiantes de las diferentes
carreras de grado o postgrado relacionadas con las Ciencias de la Educación, así como a aquellos
docentes que quieran profundizar o sistematizar sus conocimientos sobre esta importante
temática.
PARTE II
Tomado de “Escuela en la Vida. Didáctica”
Dr. Carlos Álvarez de Zayas.
La monografía “La escuela en la vida” es un libro de fundamentos de Didáctica que explica con
todo el rigor de una ciencia el proceso de formación del hombre.
3.1 La Didáctica. Problema, objeto (dimensiones y funciones)
La práctica histórico-social ha demostrado que la formación de las nuevas generaciones, de
acuerdo con las aspiraciones de la sociedad, se produce, fundamentalmente, en el objeto:
proceso docente-educativo.
Ese objeto puede ser estudiado por varias ciencias, sin embargo, hay una que lo hace atendiendo
al problema denominado encargo social: preparar al hombre para la vida. Es decir, la sociedad le
plantea a la escuela la necesidad de la formación de un egresado que reúna determinadas
cualidades que le permita enfrentarse a un conjunto de situaciones, que se modifican por la
acción del mismo egresado, apoyándose en las ciencias o ramas del saber que haya dominado
en dicho proceso.
La didáctica es la ciencia que estudia como objeto el proceso docente-educativo (proceso de
enseñanza y aprendizaje)1 dirigido a resolver la problemática que se le plantea a la escuela: La
preparación del hombre para la vida, pero de un modo sistémico y eficiente. Este proceso se
convierte en el instrumento fundamental, dado su carácter sistémico, para satisfacer el encargo
social.
Antes de continuar avanzando en este estudio debemos dejar claro qué es un proceso. De la
literatura podemos conocer que un proceso es una sucesión de estados de un objeto
determinado.
Y, ¿qué es un estado? Todo objeto, en la naturaleza, en la sociedad, lo podemos estudiar en un
momento determinado mediante sus características, cualidades y propiedades. Así, una persona
puede ser alta, negra, de ojos pardos, estudiosa, de buena presencia, trabajadora, de profundos
sentimientos morales, valiente, etc.; estas son sus cualidades. Sus características son: la altura,
el color de la piel, el color de los ojos, la aplicación, el aspecto externo, la voluntad, el
sentimiento, el carácter, etc. Al apreciar sus características nosotros podemos determinar qué
situación tiene el objeto de estudio en un momento determinado, este es su estado. El estado
de un objeto cambia en el tiempo; ese cambio sucesivo en el tiempo del conjunto de
características, de los estados de un objeto, es el proceso.
El proceso docente-educativo, como parte del proceso formativo en general, posee, al igual que
éste, las tres dimensiones y funciones que anteriormente se explicaron: la instructiva, la
desarrolladora y la educativa. (ver epígrafe 2.2 del libro consultado Escuela en la Vida). La
interpretación de las dimensiones es la siguiente: es un solo proceso, el proceso docente-
educativo, pero el mismo, en correspondencia con el fin que persigue, se proyecta en tres
procesos distintos, los cuales se ejecutan a la vez, interactuando e influyéndose mutuamente,
1
Esta inclusión es de quien subscribe (Wilfredo García), pues hay autores, como el que nos ocupa que identifica al
objeto de estudio de la Didáctica como proceso docente educativo; sin embargo, otros lo identifican como proceso
de enseñanza y aprendizaje.
no de una manera lineal y directa, sino dialéctica, resultando en un solo proceso integrado,
globalizado, que es el proceso docente-educativo.
3.2.3 Los componentes del proceso docente-educativo
Anteriormente se expresó que la observación más inmediata y externa del proceso docente-
educativo nos permitió apreciar que los estudiantes trabajan con la ayuda del profesor sobre una
cierta materia de estudio.
El análisis de esa observación nos puede llevar a la conclusión de que los componentes del
proceso serán: el aprendizaje, la enseñanza y la materia de estudio, sobre la cual trabajan los
estudiantes y el profesor.
Sin embargo, un estudio más profundo del proceso docente-educativo nos informa sobre otros
componentes más fundamentales (esenciales) e importantes, veamos: la sociedad gesta las
instituciones docentes con el fin de resolver un problema de enorme trascendencia, problema
este que se denomina encargo social y que consiste en la necesidad de preparar a los ciudadanos
de esa sociedad, tanto en su pensamiento (el desarrollo), como en sus sentimientos (la
educación), junto con la preparación inmediata para su actividad laboral (la instrucción), en
correspondencia con los valores más importantes de la misma.
El problema es la situación que presenta un objeto y que genera en alguien una necesidad. Así
pues, el encargo social es un problema, porque en este se concreta la necesidad que tiene la
sociedad de preparar a sus ciudadanos con determinada formación, con determinados
conocimientos, habilidades y valores para actuar en un contexto social en una época dada. Este
es el primer componente del proceso.
El objeto es la parte de la realidad portador del problema. Es decir, el objeto es un aspecto del
proceso productivo o de servicio, en el cual se manifiesta la necesidad de preparar o superar a
obreros o a profesionales para que participen en la solución del problema, que se resuelve
inmerso en el proceso de formación del ciudadano. Este es el segundo componente del proceso.
El problema se vincula también con otro importante componente del proceso docente-
educativo: el objetivo. El objetivo del proceso docente es la aspiración que se pretende lograr en
la formación de los ciudadanos del país y en particular de las nuevas generaciones, para resolver
el problema. El objetivo es la aspiración, el propósito, que se quiere formar en los estudiantes:
la instrucción, el desarrollo y la educación de los jóvenes, adolescentes y niños. Este es el tercer
componente del proceso.
Para alcanzar ese objetivo el estudiante debe formar su pensamiento, cultivar sus facultades,
como indica la práctica milenaria escolar, mediante el dominio de una rama del saber, de una
ciencia, de parte de ella o de varias interrelacionadas y que está presente en el objeto en que se
manifiesta el problema, a esto le llamamos el contenido del aprendizaje, de la enseñanza, del
proceso docente-educativo. El contenido es el cuarto componente del proceso.
El proceso docente-educativo es el proceso mediante el cual se debe lograr el objetivo, cuando
el estudiante se apropia del contenido. Este proceso debe tener un cierto orden, una
determinada secuencia. A la secuencia u ordenamiento del proceso docente-educativo se le
denomina método, que es el quinto componente del proceso.
El proceso docente-educativo se organiza en el tiempo, en un cierto intervalo de tiempo, en
correspondencia con el contenido a asimilar y el objetivo a alcanzar; así mismo, se establece una
determinada relación entre los estudiantes y el profesor, que viene dada por ejemplo por la
cantidad de estudiantes que estarán en el aula con el profesor en un momento determinado,
estos aspectos organizativos más externos se denominan forma de enseñanza; su sexto
componente.
El proceso docente-educativo se desarrolla con ayuda de algunos objetos, como son, el pizarrón,
la tiza, los equipos de laboratorios, el retroproyector, etc., todo lo cual se denomina medio de
enseñanza; su séptimo componente.
El resultado, es el componente que expresa las transformaciones que se lograron alcanzar en el
escolar; es el producto que se obtiene del proceso, y su octavo componente.
Hemos visto, en resumen, que, mediante el análisis del proceso docente-educativo, desarrollado
en un plano más profundo, se encontraron ocho componentes, el problema, el objeto, el
objetivo, el contenido, el método, la forma, el medio y el resultado. Estos componentes, por su
importancia, son categorías del proceso docente-educativo, que estudiaremos con más
profundidad en los capítulos 4 y 5 de esta monografía (libro consultado Escuela en la Vida).
Hay que destacar que el problema fundamental del proceso docente consiste en desarrollar los
vínculos que cotidianamente se establecen entre la escuela y la comunidad, que implica, como
corolario, que los rasgos más estables de la personalidad del educando: sentimientos, valores,
entre otros, se forman si se llevan a cabo adecuadamente en el contexto del trabajo.
Esta esencia se concreta en el ideario pedagógico martiano en dos ideas básicas o rectoras de
carácter instructivo:
• Aprender a trabajar durante su permanencia en la escuela.
• Utilizar el método de la ciencia, como método fundamental de enseñanza y aprendizaje, y de
trabajo.
“El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos... Con el trabajo manual en la escuela, el
agricultor va aprendiendo a hacer lo que ha de hacer más tarde en campo propio... Y como ve
que para trabajar inteligentemente el campo, se necesita ciencia varia y no sencilla, y a veces
profunda, pierde todo desdén por una labor que le permite ser al mismo tiempo que creador, lo
cual alegra al alma y la levanta, un hombre culto, diestro en libros y digno de su tiempo”(1).
“De todas partes se eleva un clamor, no bien definido acaso, ni reducido a proposiciones
concretas, pero ya alto, importante y unánime. Que la enseñanza científica vaya, como la savia
en los árboles, de la raíz al tope de la educación pública”(2).
Estas ideas que, como ideas básicas, son hilos conductores de toda nuestra concepción didáctica
adquieren plena vigencia en el seno de la sociedad que los retoma, orienta e impulsa y están
presentes como conceptos en toda la teoría didáctica.
Haciendo un resumen de lo estudiado en este capítulo podemos definir el objeto, proceso
docente-educativo, de un modo más completo.
Una definición se puede hacer de un modo sintético, así, podemos definir el proceso docente-
educativo como aquel proceso formativo eficaz y eficiente que le da respuesta al encargo social.
Podemos también hacer una definición analítica: el proceso docente-educativo es aquel proceso
que, -como resultado de las relaciones didácticas (dialécticas) que se dan entre los sujetos que
el participan-; está dirigido, de un modo sistémico y eficiente, a la formación de las nuevas
generaciones, tanto en el plano educativo como desarrollador e instructivo (objetivo); con vista
a la solución del problema social: encargo social (problema); mediante la apropiación de la
cultura que ha acopiado la humanidad en su desarrollo (contenido); a través de la participación
activa y consciente de los estudiantes (método); planificada en el tiempo y observando ciertas
estructuras organizativas estudiantiles (forma); con ayuda de ciertos objetos (medio); a través
de lo cual se obtienen determinadas consecuencias (resultados); y cuyo movimiento está
determinado por las relaciones causales entre esos componentes y de ellos con la sociedad
(leyes), que constituyen su esencia. Para poder desarrollar en una sola unidad totalizadora, el
proceso formativo, las distintas funciones del proceso, la educativa, la desarrolladora y la
instructiva, que constituyen las dimensiones del mismo, y que posee cualidades que le dan su
personalidad, como son su naturaleza, niveles estructurales, de asimilación, de profundidad y de
acercamiento a la vida.
La tarea fundamental de la didáctica es la de estructurar los distintos dimensiones,
componentes, leyes y cualidades que caracterizan el proceso de modo tal de satisfacer el encargo
social.
Si entendemos por metodología la ciencia o parte de una ciencia que estudia la dirección de un
proceso sobre la base de las leyes que rigen su comportamiento, entonces llegamos a la
conclusión de que hemos determinado la metodología propia de la Didáctica.
En conclusión, como dijimos en la introducción del capítulo, demostramos que la didáctica es
ciencia porque tiene su objeto propio, el proceso docente-educativo, que, analizado, como en
cualquier otra ciencia, posee componentes, leyes, cualidades e ideas básicas y una metodología,
que es consecuencia de las leyes inherentes de ese objeto y que relaciona sus componentes.
La metodología de una ciencia deviene de las leyes que existen en su objeto. Esto es así ya que
las relaciones del hombre con ese objeto están determinadas por las características del
comportamiento del objeto.
En este capítulo hemos estudiado el proceso docente-educativo como totalidad, definiéndolo y
precisando en el mismo sus tres dimensiones, instructiva, desarrolladora y educativa; hemos
descrito también sus ocho componentes: el problema, el objeto, el objetivo, el contenido, el
método, la forma, el medio y el resultado; dos leyes, la relación del proceso con el medio social
y las relaciones internas entre los componentes; las cualidades del proceso, su naturaleza, sus
niveles estructurales, de profundidad, asimilación y su carácter en correspondencia con su
acercamiento a la vida; las dos ideas rectoras del proceso, el trabajo y la investigación científica
(investigación educativa)2 . Todos estos aspectos nos servirán de base para la caracterización
posterior del proceso docente, en un plano todavía más esencial, pero a partir de lo descrito en
este capítulo. Hasta aquí hemos hecho una descripción de los procesos formativo y docente, en
los siguientes entraremos a analizarlos más profundamente mediante el estudio de los
componentes (capítulos 4 y 5) y leyes (capítulo 6) de los mismos, para regresar al proceso como
totalidad en los capítulos 7 y 8, pero armados de un sólido y profundo aparato conceptual
teórico.
2
Incluyo investigación educativa, pues el método científico consiste en cumplir con los procesos que se
derivan del objetivo de la investigación. La investigación educativa es por tanto una investigación
científica.