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Tarea 8 Derecho Romano

El documento aborda el Derecho de las Sucesiones en Roma, definiendo el derecho sucesorio como el conjunto de normas que regulan la transmisión de derechos y obligaciones tras la muerte de una persona. Se describen los tipos de sucesiones, incluyendo la legítima y la testamentaria, así como los sujetos involucrados, como el causante, el heredero y el legatario. Además, se analizan las capacidades para testar y las nulidades de los testamentos en el contexto del derecho romano.

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Tarea 8 Derecho Romano

El documento aborda el Derecho de las Sucesiones en Roma, definiendo el derecho sucesorio como el conjunto de normas que regulan la transmisión de derechos y obligaciones tras la muerte de una persona. Se describen los tipos de sucesiones, incluyendo la legítima y la testamentaria, así como los sujetos involucrados, como el causante, el heredero y el legatario. Además, se analizan las capacidades para testar y las nulidades de los testamentos en el contexto del derecho romano.

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Universidad Abierta Para Adultos

Asignatura:
Derecho Romano
Sustentado por:
Carla Esther Valdez Rosario
Matrícula:
2019-08335
Carrera:
Derecho
Tema:
Derecho de las Sucesiones en Roma.
Facilitador:
Félix Vásquez Paredes
Distinguido Participante:

Luego de investigar en la bibliografía básica de la asignatura, y las demás


fuentes complementarias, realiza la siguiente actividad:
Derecho de las Sucesiones en Roma
8.1 Concepto de Derecho Sucesorio.

Es el conjunto de normas jurídicas que regulan el modo en que se transmiten los


derechos activos y pasivos de una persona muerta a sus herederos, en los
casos de herencia o sucesión universal, o de uno o varios bienes particulares,
en el caso del legado.

El Derecho Sucesorio tiene por objeto la regulación del patrimonio de una


persona después de su muerte. Una peculiaridad en el derecho romano, es que
la sucesión podía ser intervivos (adrogatio o la conventio in manum) o mortis
causa.

Herencia.

Según Sabino ( pag. 405) quien cita a Gayo, este opinaba que el concepto de
herencia : No es más que la sucesión en todo el derecho que tenía el difunto.”

De acuerdo con Petit (op. Cit) originariamente se concebía la herencia como


una unidad compuesta por personas y bienes materiales dependientes del pater
familias, que ostentaba el poder sobre los mismos. Por tanto, la sucesión
hereditaria no se entendía como el traspaso de un patrimonio de una persona a
otra, como sucedió después y como hoy sucede, sino que en aquella primitiva
época lo importante en la sucesión era la continuidad del grupo familiar. Esto dio
lugar al derecho sucesorio, el conjunto de normas que regularían la situación
familiar a la muerte del pater, esto es, en qué forma y de acuerdo a qué
principios debería continuar esa unidad familiar (bienes y personas) que
formaban la familia agnaticia.

Sucesión.

Del latín successio, es la acción y efecto de suceder (proceder, provenir, entrar


en lugar de alguien). Quiere decir, la transmisión de bienes u obligaciones que
tiene lugar a la muerte de una persona. La sucesión, por lo tanto, es la
continuación de alguien o algo en lugar de otra persona o cosa.
Objeto de la Sucesión.
Son objeto de la sucesión todos aquellos derechos y obligaciones patrimoniales
que no sean estrictamente personales del de cujus. El patrimonio recogido por el
heredero se llama herencia o sucesión.

Sujetos que Intervienen en la Sucesión.

Existen tres sujetos que son los que tienen que existir necesariamente en toda
sucesión: El causante, el heredero y el legatario.

a- El causante: Es la persona física, cuya muerte se produce la sucesión.


Además hay que entender esta muerte como una muerte cerebral, es decir,
desde un aspecto jurídico. Además la declaración de fallecimiento también
es motivo de origen de sucesión.

b- El heredero: Quien sucede al difunto en la titularidad de sus bienes y


deudas, a título universal y en esta medida continúa la personalidad jurídica
del difunto; el heredero sucede en todos los derechos al difunto, que tiene
los mismos derechos y facultades que tuvo el difunto.

c- Legatario: Aquel que sucede a título particular. Adquiere sólo bienes


concretos y determinados, sin responder del pasivo de la herencia.

Si el llamamiento hereditario provoca la subrogación en la universalidad de


los bienes, esto es, en todos sus derechos y obligaciones, la sucesión es
universal, mientras que si el llamamiento supone sólo la sustitución en
determinados bienes o derechos y obligaciones, la sucesión es a título
singular o legado.

Tipos de Sucesiones.

Existían dos tipos de sucesiones, por la vía legítima o ab intestatio, y vía


testamentaria.
La sucesión legítima

Era regulada por la Ley de los XII tablas, y se daba en los siguientes casos:

a) Cuando fallecía alguna persona y no dejaba testamento.

b) Cuando existiendo el testamento, no era válido ante la ley, no cumplía con las
formalidades, por lo que el testamento se declaraba inexistente.

c) Cuando fallecía primero la persona que se dejaba como heredero, aquí


también el testamento se declaraba inexistente.

d) Cuando el testamento se invalidaba con posterioridad a su otorgamiento

8.2 Evolución de la Sucesión Legítima según las Etapas del Derecho


Romano.

Se reconocieron tres formas de sucesión testamentaria:

1. Testamento calatis comitiis. Este testamento lo hacia el paterfamilias ante el


pueblo reunido en Comicios, sólo se reunían dos veces al año, el 24 de marzo y
el 24 de mayo, la asamblea era presidida por el màximo Pontífice.

2. Testamento in procinctu. Equivalente al testamento militar. Se realizaba en


época de guerra, delante del ejército. Según Gayo (2, 101) era el realizado por
aquéllos que estuvieran in proelium exituri, o sea ante el ejército en armas.

Podía hacerse ante la inminencia de la batalla y, no estando sujeto a la


observación de forma alguna, podría considerarse como la figura más antigua
del testamento militar. Ambas clases de testamento tenían un acusado carácter
publico-religioso, pues el primero se hacía bajo la presidencia de los pontífices, y
el segundo, una vez que el comandante del ejército había tomado los auspicios.

3) Testamento mancipatorio (per aes et libram), este consistía en que si un


paterfamilias no había podido testar, calatis comitiis, que ya estaba próximo a su
muerte, realizaba una venta ficticia ante un libripens y cinco testigos, a la
persona que le transmitía los bienes se le denominaba familiae emptor, y ésta
tenía que repartir la herencia de acuerdo con las indicaciones.

8.3 Sucesión Testamentaria Generalidades.

En esta sucesión, el difunto dejaba testamento. Llámese testamento, en el


Derecho Romano, al acto unilateral, personalísimo, solemne, y revocable en el
que se contiene necesariamente la institución de uno o varios herederos y
pueden ordenarse, además, otras disposiciones para que todas tengan efecto
después de la muerte del testador.

Según Ulpiano, el testamento es una justa declaración de nuestra voluntad


hecha con solemnidad, a fin de que valga después de nuestra muerte.

El testamento se considera como un acto personal, unilateral y solemne que


contiene la institución de uno o de varios herederos y destinado a producir su
efecto solamente después de la muerte de su autor. Lo que caracteriza al
testamento es la institución del heredero, por él son posibles las demás
disposiciones tales como:

- Desheredaciones
- Legados
- Fideicomisos. (Si falta esta institución por cualquier causa, las demás
disposiciones se desvanecen).

La voluntad del testador debe manifestarse en las formas establecidas, de ahí


las expresiones ordinare, celebrare testamentum. El testador dispone para
después de su muerte. Por tanto, durante su vida, el testamento no confiere
ningún derecho y es revocable.

La transmisión del patrimonio por testamento es de Derecho Natural, como la


propiedad, de la cual es atributo. En Roma estaba regulada por el Derecho Civil
porque no sólo afectaba intereses privados, sino públicos: los intereses de la
sociedad y de la religión, de ahí que Papiano haya dicho: “la confección del
testamento no pertenece al Derecho Privado, sino al público”. La facultad de
hacer testamento es un atributo del ius commercii, una ventaja que tenía el
ciudadano romano en el orden familiar.

El filius familias sólo podía disponer por testamento de sus peculio castrenses y
quasi castrenses. La mujer sui iuris (independiente) en un principio sólo podía
testar con la autorización de su tutor. Esta restricción desaparece al terminar la
tutela perpetua de las mujeres.

El menor, el loco, el pródigo, no tenìan facultad para testar (testamenti factio


activa). El sordo y el mudo pueden hacer testamento con licencia del príncipe.
Los rehenes no pueden testar, salvo con permiso expreso.

La Sucesión Testamentaria en el Derecho Antiguo.

SUCESIÓN TESTAMENTARIA EN EL DERECHO ANTIGUO

Existieron tres clases distintas

 Calatis Comitiis: Reunión de paterfamilias frente a los comicios, asamblea


y pontífice máximo.

 In procinctu: Ejército, en tiempo de guerra.

 Per aes et libram: testamento mancipatorio, venta ficticia realizada por


manicipatio, frente a libripens y 5 testigos. El testador mancipaba sus
bienes a un tercero, llamado familiae emptor, o sea comprador del
patrimonio, al tiempo que designaba a su o sus herederos y daba
instrucciones al familae emptor sobre la forma en que debía repartir su
herencia.

Capacidad para Testar.

A la capacidad para testar y para ser digno heredero, se le denominaba


testamenti facti, la cual era activa o pasiva.

a) Testamenti factio activa: Era la capacidad jurídica que tenían los sujetos
para hacer su testamento y era exclusiva para los ciudadanos romanos,
sui iuris.

Según Petit (1980), la capacidad para testar sólo la tiene aquél que sea
libre, ciudadano romano y sui iuris. No tenían capacidad de disponer por
testamento ni los impúberes, ni los locos (excepto en sus intervalos
lúcidos), ni los pródigos sometidos a interdicción. Con respecto a la mujer,
siempre que tenga los otros requisitos, puede testar o bien librándose de
la tutela, o bien con la auctoritas de su tutor. En Derecho justinianeo,
desaparecida la tutela de la mujer, éstas son plenamente capaces al igual
que los varones. Si el sordomudo es además analfabeto es incapaz de
testar, ya que es considerado mortuo similis (C. 6, 23, 29).

b) Testamenti factio passiva: Era la capacidad que tenían los herederos para
reclamar la herencia. Se podía dejar a un solo heredero, al cual se le
denominaba heredero universal, y si concurrían dos o más herederos se
consideraba que recibían una parte proporcional de la herencia.

Cosas que no son Objeto de Transmisión.

¿Qué no era objeto de transmisión?

-El trabajo, como los cargos públicos desempeñados.

- Los vínculos o relaciones jurídico-patrimoniales, por ejemplo: la manus.

- El usufructo, el uso, la habitación, las obligaciones ex-delicto.

Nulidad de los Testamentos.


Un testamento hecho legalmente es válido hasta que se rompe o se hace inútil.
Todo testamento que no se ajusta a las formas prescritas, que emana de un
testamento incapaz, que instituye a herederos incapaces, que no satisface las
reglas referentes a la institución del heredero o a la desheredación, es
definitivamente nulo según el derecho civil. Cuando es contrario a la ley se le
llama iniustum o non iure factum (contra derecho o no hecho conforme a
derecho); cuando está condenado a permanecer sin efecto se le llama inútil o
nullius momenti (vano o de ningún efecto).

El testamento puede ser válido en un principio, pero puede resultar ineficaz por
una causa posterior a su confección:

a)Testamentum ruptum. El Testamento roto, el testamento es ruptum por dos


causas:
1. Por la agnación de un heredero suyo que no ha sido ni instituido, ni
desheredado legalmente como cuando le nace al testador un hijo o una hija, o
cuando por adopción o adrogación entra una persona a la domus (casa) del
paterfamilias.
2. El testamento se rompe también por la confección posterior de otro
testamento.

En los dos casos la ruptura del testamento es el resultado de una interpretación


de la voluntad probable del difunto. Al ser declarado ruptum el testamento por la
agnación de un póstumo (ruptum adgnatione postumi) se llamaba al heredero
suyo como heredero ab intestato, reparándose en esta forma la omisión del
padre. En cuanto a la ruptura por la confección de un testamento posterior, está
fundada sobre una presunción de revocación que su generalización y carácter
absoluto la vuelve criticable, pues es posible que las disposiciones de los dos
testamentos no sean incompatibles y no se ve por qué el testador que las reúne
válidamente en un acto no pueda también separarlas en dos.

b) Testamentum irritum. El testamento se vuelve irritum (inútil) cuando después


de su confección el testador sufre una capitis diminutio; como ésta cambia el
status del testador, impide la confirmación o perpetuación de su voluntad y se
reputa que el testamento no ha sido obra del difunto. Resulta írrito un testamento
siempre que sucede algo al testador.

8.4 Formas de Adquirir Patrimonio.

En Roma la adquisición del patrimonio no era la finalidad principal de la


sucesión, y el heredero recibía, en primer lugar, la soberanía doméstica que el
pater tenía en vida, y sólo como una consecuencia lógica y natural de ella,
recibía también el conjunto de bienes materiales, excluyéndose los bienes
incorporales o derechos.

Gracias a los grandes progresos sociales y a la profunda transformación de las


costumbres, ya a principios de la época clásica, el concepto de herencia
adquiere un matiz económico decisivo, comenzando a identificarse la noción de
herencia con pecunia, dinero, bienes de cambio en definitiva, y lográndose al
mismo tiempo distinguir claramente entre conceptos tales como derecho
hereditario, sucesión y herencia.
Al desaparecer la sacra privata, el heredero sucede al difunto sólo en relación a
sus derechos y obligaciones patrimoniales. Mientras no se recogía la sucesión,
ésta sostenía y continuaba por sí misma la persona del difunto, formaba una
especie de persona legal (hereditas personae vice fungitur) considerada como
propietaria de las cosas hereditarias.
Las adquisiciones patrimoniales pueden realizarse a título universal (adquisitio
per universitatem), o a título singular.

La Sucesión Universal Mortis Causa

La sucesión mortis causa hereditas, successio in ius (o in locum) defuncti en la


terminología clásica: successio in universum ius o successio per universitatem
en el lenguaje de los compiladores- ocurre cuando, a la muerte de una persona,
otra (heres) heredero asume la totalidad de las relaciones jurídicas del difunto,
con excepción de algunas consideradas absolutamente intransmisibles.

Opera sobre la totalidad de un patrimonio que pasa al heredero y en él se


personifica el título adquisitivo, reuniéndose en su persona todos los derechos
que forman el patrimonio hereditario, por el mero hecho de pertenecer a éste y
en virtud del título personal que en el heredero ocurre; por eso se dice que la
adquisición es universal, porque abarca una universalidad de bienes y derechos.

La Sucesión Ab Intestato.

Muere intestado aquel que no ha hecho ningún testamento, o lo hizo, pero fue
invalidado, roto, inútil, o no ha producido ningún heredero. El hecho de que
alguno muera intestado puede ocurrir de hecho o de derecho; de hecho, si
muere sin dejar testamento; de derecho, si ha dejado uno que no ha sido
admitido por el derecho. Se pueden reducir a cinco las hipótesis en las cuales no
hay heredero testamentario:

1) Cuando el difunto era incapaz de testar.

2) Cuando siendo capaz no había usado su prerrogativa.

3) Cuando el testamento era nulo desde el principio, o bien; hecho válidamente,


después se volvía nulo ipso iure o era rescindido por inoficioso.
4) Cuando a pesar de la validez originaria y la subsistencia del testamento, la
adición se vuelve imposible tanto por una circunstancia personal del instituido,
como la muerte, la pérdida de la testamenti factio o del ius capiendi (capacidad
testamentaria o del derecho de recibir por testamento), como por una causa que
les es extraña.

5) Cuando, finalmente, el instituido se excluye voluntariamente por una


repudiación. En todos estos casos el difunto se considera como intestado y la
sucesión que deja se llama indiferentemente sucesión ab intestato o sucesión
legítima, porque la ley misma la atribuye directamente a la persona que señala.

Los Parientes Excluidos.

La herencia de los que morían intestados se entregaba de acuerdo a lo


establecido por la Ley de las XII Tablas en primer término a los herederos suyos,
después a los agnados y a veces también a los gentiles, de modo que el que no
era heredero suyo, agnado o gentil, se encontraba excluido de la sucesión ab
intestato. En estas condiciones no eran llamados:

a) los hijos emancipados o salidos por alguna otra causa de la familia civil del
difunto;

b) los nietos nacidos de una hija, porque esta dejaba de pertenecer a su familia
natural, para pasar a formar parte de la familia de su marido;

c) Los hijos no suceden a la madre y viceversa, por no existir entre ellos la


potestad paterna, base de la familia civil; sólo la manu modificaba esta situación,
porque entonces si entraba la madre en la familia civil, haciéndose la agnada de
sus hijos pero en segundo grado y a título de hermana (loco sororis).

Este primitivo derecho se fue modificando bajo la influencia del Derecho


Pretorio, de los Senado consultos y de las Constituciones Imperiales, hasta que
Justiniano crea un nuevo sistema en sus Novelas 118 y 127, dando cabida a
todos estos parientes que anteriormente eran excluidos de la sucesión ab
intestato.
8.5 Los Coherederos.
Cuando hay un solo heredero instituido, él recogerá toda la sucesión, aunque
sólo esté instituido por una parte; esta disposición se funda en que nadie puede
morir en parte testado y en parte intestado, salvo que se trate de un militar, en
cuyo caso se respeta su disposición.

Si son varios los herederos sin atribución de partes, la sucesión se divide por
parte iguales. La herencia está considerada como un todo, como una unidad, de
ahí que los romanos la asimilaran al as y que cuando tetaban la repartieran
asignando onzas a los herederos hasta completar el as. Cuando se instituía ex
asse, el heredero recogía toda la herencia; ex semisse, la mitad; ex triente, la
tercera parte; ex cuadrante, la cuarta parte.

Los Legados.

El legado es una disposición de última voluntad por la que una persona,


directamente o por intermediario de su heredero, confiere a otra un beneficio
económico a expensas de su propia herencia. Supone por lo tanto, una
atribución de derecho por causa de muerte, en beneficio del legatario y a título
particular, hecho ordinariamente en el testamento o en un codicilo confirmado en
el testamento. Además de la institución de heredero (que es el fundamento del
testamento) el de cuius podía imponer cargas al heredero; si eran hechas en
forma imperativa, son los legados; si, por el contrario, eran impuestas en forma
de ruego, son los fideicomisos.

El legado es una liberalidad de última voluntad, dejada en forma imperativa por


testamento o por codicilo confirmado, a cargo de uno o varios herederos. Es una
delibatio hereditatis, una segregación de algo de la herencia por la cual el
testador quiere que se atribuya a alguien algo de lo que en su conjunto va a ser
del heredero.

Condiciones del Legatario.


El legatario no continúa la personalidad del difunto

- Gratuitamente recoge la liberalidad, sin compromiso para él.


- No responde de las deudas y cargas de la herencia, salvo en los casos
especiales en que se le atribuya alguna carga concreta (prelegado) o se
distribuya toda la herencia en legados.
- No ocupa los fundamentales papeles del heredero en la liquidación de la
herencia, el pago de deudas, o la defensa del patrimonio del causante.

Diferencias entre Heredero y Legatario.


Mientras el heredero es un auténtico sucesor, el legatario es un adquirente.

El testador puede legar válidamente lo mismo cosas corporales que incorporales


y asimismo una universalidad, el objeto de los legados es amplísimo, pueden ser
legadas no sólo las cosas del testador o del heredero, sino aún las cosas de
otro, de tal manera que el heredero esté obligado a comprarla y darla al
legatario, o bien darle el precio, si no puede comprarla.

El heredero sucede al causante en su conjunto patrimonial, activo y pasivo, tanto


en los derechos como en las obligaciones que no se extingan por su muerte,
mientras que el legatario sólo lo hace en bienes o derechos determinados por el
testador. En consecuencia: La posición de heredero puede provenir de la ley,
además de la voluntad del causante; mientras que la de legatario sólo puede
provenir de la voluntad del causante establecida en testamento.

• Al suceder el heredero a título universal, tanto en los bienes como en las


deudas, responde de las deudas del causante ilimitadamente e incluso con sus
propios bienes (a no ser que acepte a beneficio de inventario);

• Objetivamente: frente a la fuerza expansiva de la herencia respecto al


heredero (que adquirirá incluso bienes cuya existencia se ignora), el legatario
adquirirá exclusivamente los bienes y derechos que le sean expresamente
atribuidos.

Clases de Legado.

En la época romana, existieron diferentes clases de legados, tal como se


describe a continuación:

• Legado per vindicationem

• Legado per damnationem


• Legado sinendi modo

• Legado per raeceptionem Legado per vindicationem.

El testado decía doy, lego, coja él, tome tenga para sí (doy, lego, capito, cumitio,
subi hebeto). La finalidad es de transferir al legatario la propiedad quiritaria del
objeto, es decir, lo convertía en el titular del derecho real; por ejemplo, una
servidumbre o el usufructo.

El testador tenía que ser dueño del bien al momento de testarlo y posterior a su
muerte, y si eran cosas que se apreciaban con el peso, en el momento de que
era dueño y fallecía, también entraban en esta clase de legado.

Legado per damnationem. El testador dejaba una carga que tenía que cumplir el
heredero, se transmitía de la siguiente manera: Mi heredero sea obligado a dar,
dé, haga, mando a mi heredero dar (heres (heredero) meus damnas esto dare,
dato facito, heredem deum dare iubeo)

Legado sinendi modo. Se decía: Sea obligado mi heredero a permitir a Lucio


Ticio tomar aquella cosa y la tenga para sí (heres (heredero) meus damnas esto
sinere LuciumTitium sumere illam rem sibique habere). Esto es, el heredero
queda obligado a permitir a determinada persona el uso de servidumbre del bien
heredado.

Legado per praeceptionem. Se decía: El legatario podía apoderarse con


preferencia antes de la partición cualquier bien que estuviera dentro de la masa
hereditara, ( Lucius Titius illam rem praeciptio).

8.6 Momento de Inicio del Legado.

El dies cedens, era el momento en que el derecho al legado nacía para el


legatario y se fijaba en su persona, o sea cuando la herencia estaba
condicionada. El dies veniens era el día en que se hacía exigible el derecho del
legatario y podía demandar al heres (heredero) el cumplimiento de la liberalidad,
cuando se cumplía la condición, era la aceptación por parte del heredero.
Recordemos que Al heres (heredero) no pasan solamente los derechos del
difunto, sino también las obligaciones y cargas, el pasivo del patrimonio de éste.

Condiciones para la Invalidez del Legado Restricciones de los legados.


El legado podía invalidarse en los siguientes casos:

-Cuando no se respetaban las formalidades elegidas por el legatario, ya que el


objeto del legado era imposible de cumplir, o porque estuviera fuera del
comercio, o fuera inmoral.

-La falta de capacidad del legatario o del testador

-Por aplicación de la regla Catoniana. Podía ocurrir que un legado reúna todas
las condiciones para ser válido, pero que en el momento de ser escrito haya un
obstáculo accidental para su ejecución, susceptible de desaparecer más tarde;
aunque así suceda, ese legado será nulo por aplicación de la regla Catoniana
que determina que el legado que no podía tener eficacia si hubiera muerto el
testador en el momento de hacer el testamento, no podía tener validez sea cual
fuere el momento en que el testador hubiese muerto.

-Por efecto de causas posteriores. Por efecto de causas posteriores pueden


invalidarse los legados como cuando el testamento cae, cuando muere o se
incapacita el legatario antes del dies cedit, cuando se repudia, cuando no se
realiza la condición, cuando se pierde la cosa legada sin culpa del heredero,
cuando el testador lo revoca.

-Si el legado en su inicio era válido, podría invalidarse con posteoridad cuando
el testador revocaba al legatario.

-Cuando el legatario fallecía antes que el testador.

El Fideicomiso.
El fideicomiso es una liberalidad dejada en términos preactivos por el de cujus,
de ahí su nombre (fidei committi), ruega a una persona, confía en su buena fe,
para que entregue un objeto, para que cumpla con su voluntad respecto a un
tercero beneficiado.
Estas son las palabras en uso para los fideicomisos: te encomiendo, pido, quiero
dar y otras semejantes. Podemos dejar por fideicomiso tanto nuestras cosa
como las ajenas, las nuestras desde luego, las ajenas comprándolas a su dueño
o dando su estimación al fideicomisario. La persona encargada de la ejecución
se denomina fiduciario, el beneficiario es el fideicomisario.

El fideicomiso debe su origen al rigor excesivo del derecho sucesorio antiguo


que fuera de la institución de heredero y de legatario, su formalismo
intransigente no admitía ningún otro modo de expresar la última voluntad, de
manera que cuando el testador quería favorecer a una persona con la que no
tenía la testamenti factio, rogaba a su heredero que ejecutara su deseo para dar
a esa persona bien parte de la sucesión, toda ella, o bien un objeto particular. El
primero conservó su fisonomía, no así el segundo que se fue asemejando al
legado, con el cual termina por confundirse bajo Justiniano.

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