MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS – ANIVERSARIO DEL GRUPO JUVENIL
MONICIÓN: Queridos hermanos, tengan todos muy buenas noches. Les damos la más cordial
bienvenida a la casa de Dios para festejar, junto a la Iglesia y a todos los hombres de buena
voluntad, esta gran noche, la «Noche Buena».
Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Por eso este templo está bellamente
preparado, para contemplar cómo esta noche, la oscuridad se ve iluminada por una luz que
irrumpe en las tinieblas y parte la historia en dos, para dar paso a la gran salvación prometida
desde el Antiguo Testamento.
Todos nosotros, unidos en una sola asamblea, radiantes de gozo, abramos nuestro corazón a
Cristo, que es «La luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo».
Que la Paz que el niño que nace nos trae, reine en nuestros corazones hoy y siempre, y nos
permita celebrar, radiantes, esta gran fiesta, que comenzamos con el canto de entrada. De pie,
cantemos todos.
Puestos en pie, recibimos con alegría a nuestro párroco Marco Almeyda Torres para dar inicio
a esta celebración, y entonamos juntos el canto de entrada.
Canto de Entrada
SALUDO
En el nombre del padre, del hijo, y del espíritu santo. TODOS: AMÉN
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté
con todos ustedes. TODOS: Y CON TU ESPÍRITU
ACTO PENITENCIAL
Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros
pecados.
(Se hace una breve pausa, mientras TODOS reconocemos nuestros pecados)
Yo confieso…
TODOS: ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a canta María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que
intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna.
TODOS: AMÉN
CANTO: “Señor, ten Piedad”
Oremos… Tú que vives y reinas con el padre en la unidad del espíritu santo y eres Dios por los
siglos de los siglos.
TODOS: AMÉN
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
MONICIÓN: Pueden tomar asiento - Comencemos esta noche la liturgia de la Palabra
escuchando la gran noticia que el profeta Isaías trae al pueblo de Israel y a nosotros ahora. Son
palabras de alegría y júbilo que el profeta hace sonar en la noche del desencanto y del dolor de
los hombres, anunciando que Dios va a encender la Luz de su esperanza y su alegría.
Escuchemos atentos.
Lectura del libro de Isaías
El pueblo que caminaba en tinieblas, vio una luz grande; habitaban tierras de sombras,
y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia,
como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste
como el día de Madián.
Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada de sangre serán combustible,
pasto del fuego.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su
nombre:
Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz.
Para dilatar el principado con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino.
Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo
del Señor lo realizará. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 95, 1-2a. 2b-3. 11-12. 13
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.
SEGUNDA LECTURA
MONICIÓN: San Pablo, en la carta a su discípulo Tito, a quien había encomendado la
comunidad de Creta, habla de dos «apariciones», la que ya sucedió, al encarnarse Cristo Jesús
en nuestra historia, y la que esperamos al final de los tiempos. Para el tiempo intermedio entre
esas dos apariciones, San Pablo nos da unas consignas para la conducta de los cristianos.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Tito
Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a
renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria,
honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y
Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y
para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras. Palabra de Dios.
Evangelio del día
MONICIÓN: El evangelio según san Lucas relata cómo se celebró la primera Navidad, pero,
sobre todo, este relato expresa el profundo significado que tiene el nacimiento de Jesús para
toda la humanidad; un gran acontecimiento por el que cielos y tierra bendicen y alaban a Dios,
como nosotros lo hacemos esta noche.
Dispongámonos a escuchar esta Buena Noticia, Nos ponemos de pie para escuchar la
proclamación del Santo Evangelio.
CANTO ALELUYA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del
mundo entero.
Éste fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a
inscribirse, cada cual a su ciudad.
También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en
Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa
María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su
hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la
posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su
rebaño.
Y un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron
de gran temor.
El ángel les dijo:
—«No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la
ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal:
encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios,
diciendo:
—«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor». Palabra del
Señor.
MONICIÓN: Pueden tomar asiento.
HOMILÍA DADA POR EL SACERDOTE
(Se reza el Credo Apostólico si así lo considera el padre)
ORACIÓN DE LOS FIELES
SACERDOTE: Queridos hermanos, en esta Noche Santa en que se manifestó la bondad y el
amor del Salvador a todos los hombres, oremos a Dios confiando plenamente en su
misericordia. A cada intención respondemos:
1. Por la Iglesia, para que, contemplando cada día el misterio del Verbo presente en la
historia, sea cada vez más el lugar donde el hombre pueda encontrar, como ante la gruta
de Belén, la belleza de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.
2. Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que la celebración del Misterio del Amor
infinito de Dios, hecho cercanía en su Hijo que ha nacido, les haga renacer al Evangelio
vivido, proclamado y compartido con todos los hombres de buena voluntad. ROGUEMOS
AL SEÑOR.
3. Por todos los pueblos, para que escuchando el anuncio de los ángeles, emprendan nuevos
caminos de concordia y todos aprendamos a vivir en la paz que nos trae Cristo que nace.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
4. Por todos los que en esta noche sufren por la ausencia de sus seres queridos, por la
enfermedad o la angustia, para que sean consolados por la presencia salvadora del Señor.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
5. Por todos nosotros, para que recibamos con un corazón agradecido el inmenso amor de
Dios manifestado en el Niño de Belén, y nos convirtamos en testigos de ese mismo amor.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
SACERDOTE: Recibe, Señor, nuestras súplicas, y junto con ellas la ofrenda de nuestros
corazones, para que los colmes de paz, alegría y santidad. Por Jesucristo nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
MONICIÓN: Hermanos y hermanas, llegamos al momento en que, como grupo pastoral "En
manos del Alfarero", presentamos nuestras ofrendas al altar del Señor. En este gesto sencillo,
queremos expresar nuestra gratitud por el camino recorrido y pedir su bendición para
continuar sirviendo con generosidad y amor.
Los miembros de nuestro grupo, responsables y catequistas, se acercarán ahora con las
ofrendas, que son un signo de nuestro compromiso con Dios y con nuestra comunidad. Les
pedimos que se unan a nosotros en oración, mientras ofrecemos estos dones:
Los cirios: Presentamos estos cirios, que nos recuerdan a Cristo, nuestra luz. Al
ofrecerlos, deseamos seguir siendo testigos de su luz en el mundo, llevando esperanza
a quienes nos rodean.
El pan: Ofrecemos este pan como símbolo de nuestra unidad en la Eucaristía, y del
deseo de vivir como una comunidad fraterna y solidaria, compartiendo lo que tenemos
con los demás.
El vino: Te presentamos este vino, que representa la sangre de Cristo. Al ofrecerlo,
queremos renovar nuestro compromiso de vivir en amor y servicio, siguiendo su
ejemplo de sacrificio.
Los frutos o víveres: Traemos estos frutos o víveres, signo de nuestra generosidad y
solidaridad con los más necesitados. Que al ofrecerlos, nos inspire a seguir
construyendo una comunidad de amor, compasión y ayuda mutua.
Que el Señor reciba estas ofrendas con amor y las convierta en un signo de su gracia y
bendición para todos nosotros.
PREPARACION DEL ALTAR
Oren hermanos para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, padre
todopoderoso
TODOS: EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS ESTE SACRIFICIO, PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU
NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE TODA SU SANTA IGLESIA.
El Señor esté con vosotros.
TODOS: Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
TODOS: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor nuestro Dios.
TODOS: Es Justo y necesario.
En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y todo lugar,
Señor… padre santo, Dios todopoderoso y eterno... Porque por los ángeles y arcángeles y
todos los coros celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria
Canto “Santo, Santo, Santo”
(Todos se ponen de rodillas)
Santo eres en verdad Señor, fuente de toda santidad, por eso te pedimos que santifiques estos
dones con la efusión de tu espíritu, de manera que sean para nosotros cuerpo y sangre de
Jesucristo nuestro Señor.
El cuál iba a ser entregado a su pasión voluntariamente aceptada, tomo pan, dándote gracia lo
partió y lo dio a sus discípulos diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI
CUERPO QUE SERA ENTREGADO POR VOSOTROS
(En este momento el pan se convierte en cuerpo de Cristo, cuándo este en la parte más alta, se
responde:)
TODOS: SEÑOR MIO, DIOS MIO
Del mismo modo acabada la cena tomo el cáliz y dándote gracias de nuevo lo paso a sus
discípulos diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE
DE LA ALIANZANUEVA Y ETERNA QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS
HOMBRES, PARA EL PERDON DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MIA.
(En este momento el vino se convierte en sangre de Cristo, cuándo este en la parte más alta, se
responde:)
TODOS: SEÑOR MIO, DIOS MIO
Esto es el sacramento de nuestra fe
TODOS: ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN, VEN SEÑOR JESÚS.
(Todos se ponen de pie)
Así pues, padre, al celebrar el memorial de la muerte y resurrección de tu hijo, te ofrecemos el
pan de vida y el cáliz de salvación y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu
presencia.
Te pedimos humildemente que el espíritu santo congregue en la unidad a quienes
participamos del cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate Señor de tu iglesia extendida por toda la tierra, y con el PAPA FRANCISCO, nuestro
obispo HÉCTOR EDUARDO y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección
por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección y
de todos los que han muerto en tu misericordia, admítelos a contemplar la luz de la vida.
Ten misericordia de todos nosotros y así con María la Virgen madre de Dios, los apóstoles y
cuantos vivieron en tu amistad través de los tiempos merezcamos por tu hijo Jesucristo
compartir la vida eterna y cantas tus alabanzas
Por Cristo, con él y en él, a ti Dios padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo todo
honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
TODOS: AMÉN.
Fieles a la recomendación del salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
Padre Nuestro…
TODOS: … que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
(Aclarar que, en esta parte, no se dice AMÉN)
Líbranos de todo los malos Señor y concédenos la paz en nuestros días para que ayudados por
tu misericordia vivamos siempre libre de pecado y protegidos de toda perturbación mientras
esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo.
TODOS: TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA POR SIEMPRES SEÑOR.
Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles; “la paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en
cuenta nuestros pecados si no la fe de tu iglesia y conformo a tu palabra concédele la paz y la
unidad, tú que vives y reinas por los siglos de los siglos
TODOS: AMÉN
La paz del Señor esto con todos Vosotros.
TODOS: Y CON TU ESPIRITU
Dense fraternalmente la paz
(TODOS proceden a darle la paz al que tienen a su derecha e izquierda, NO DEBEN
DESPLAZARSE POR EL TEMPLO PARA DAR LA PAZ)
CANTO DEL CORDERO DE DIOS
(terminado el canto todos se ponen de rodillas)
Este cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los invitados a la cena del Señor.
TODOS: SEÑOR NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA
BASTARA PARA SANARME.
RITO DE COMUNIÓN
MONICIÓN ANTES DE LA COMUNIÓN: Hermanos, nos acercamos al altar del Señor con
corazones humildes, dispuestos a recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Este es el momento
en el que renovamos nuestra unión con Él, fuente de vida y de amor. Al recibirlo, que nuestro
ser se llene de su paz y nos transforme para vivir conforme a su voluntad, siendo testigos de su
amor en el mundo.
Que este sacramento nos fortalezca y nos impulse a seguir caminando juntos, con fe y
esperanza, siempre para la gloria de Dios.
CANTO DE COMUNIÓN
MONICIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN: Queridos hermanos, después de haber recibido el
Cuerpo de Cristo, queremos tomar un momento para reflexionar sobre lo vivido en este primer
año como parte de nuestro grupo. Sabemos que cada uno de nosotros tiene una experiencia
única y hoy una de nuestras catequistas menores compartirá su testimonio de lo que ha
significado este tiempo de formación, servicio y crecimiento en la fe.
Con gratitud y humildad, escuchamos a Maricielo quien nos hablará sobre su caminar en este
grupo, cómo ha sido transformada por este llamado y cómo Dios ha obrado en su vida.
RITO DE CONCLUSION
EL SEÑOR ESTE CON VOSOTROS. TODOS: Y CON TU ESPIRITU
SACERDOTE: Dios padre todopoderoso... TODOS: AMÉN
SACERDOTE: El hijo Unigénito de Dios... TODOS: AMÉN
SACERDOTE: El espíritu canto... TODOS: AMÉN
SACERDOTE: La bendición de Dios padre todopoderoso, PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO +
descienda sobre ustedes. TODOS: AMÉN
SACERDOTE: Pueden ir en paz TODOS: DEMOS GRACIAS A DIOS
CANTO DE SALIDA