0% encontró este documento útil (0 votos)
72 vistas28 páginas

Ara Macao

El documento presenta una guía de manejo para la guacamaya roja (Ara macao), abordando su historia natural, distribución, hábitos alimenticios y reproductivos, así como las amenazas que enfrenta, como la deforestación y el tráfico ilegal. Se detalla su anatomía y el manejo en cautiverio, enfatizando la importancia de la conservación de esta especie en peligro de extinción. Además, se discuten métodos para la identificación de sexos y la salud de las guacamayas bajo cuidado profesional.

Cargado por

Isabela Devia
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
72 vistas28 páginas

Ara Macao

El documento presenta una guía de manejo para la guacamaya roja (Ara macao), abordando su historia natural, distribución, hábitos alimenticios y reproductivos, así como las amenazas que enfrenta, como la deforestación y el tráfico ilegal. Se detalla su anatomía y el manejo en cautiverio, enfatizando la importancia de la conservación de esta especie en peligro de extinción. Además, se discuten métodos para la identificación de sexos y la salud de las guacamayas bajo cuidado profesional.

Cargado por

Isabela Devia
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 28

Planteamiento de una guía de manejo

(Ara macao)

Isabela Devia Otalvaro

Valentina Vélez Alzate

Fundación Universitaria San Martín

Interés Profesional

MV Esp. Camilo Mendoza Salazar

2024

Tabla de Contenido
Guacamaya Bandera (Ara macao)..........................................................................................3

Historia natural........................................................................................................................4

Distribución.............................................................................................................................5

Hábitos alimenticios................................................................................................................6

Hábitos reproductivos.............................................................................................................7

Peligro de extinción................................................................................................................9

Características anatómicas....................................................................................................10

Recinto del Ara macao bajo cuidado profesional.................................................................13

Dieta del Ara macao bajo cuidado profesional.....................................................................15

Salud......................................................................................................................................17

Bibliografía...........................................................................................................................17
Lista de imágenes

Ilustración 1. Ara macao______________________________________________________

Ilustración 2. Mapa de distribución del Ara macao.________________________________6

Ilustración 3. Aspectos anatomicos.___________________________________________12

Ilustración 4. Aspectos anatómicos.___________________________________________13


Guacamaya Bandera (Ara macao)

Ilustración 1. Ara macao

Nombres comunes:
Guacamaya roja
Guacamaya bandera y
guacamaya escarlata.

Clase: Aves

Orden: Psittaciformes

Familia: Psittacidae

Género: Ara
Nota 1. Imagen que representa físicamente la guacamaya roja.
Especie:
Tomado deAra macao escarlata", por Animalia, 2023,
"Guacamayo
(https://search.app/WtAL2kmYfDcH3etS7)

Historia natural

La guacamaya roja anida durante los meses de diciembre y junio, durante la época

seca. Estas aves construyen sus nidos en árboles vivos o muertos, eligiendo especies como

Ceiba pentandra, Schizolobium parahybum y vataiera lindelli. La hembra pone de 1 a 3

huevos, aunque en algunas nidadas se han llegado a observar hasta 4 huevos. Las crías

nacen con los ojos cerrados y sin plumaje, con una masa corporal de 25-27g y longitud de

ala de 18 mm. Su crecimiento es lento, alcanzando un peso máximo de 1,200 g entre los 40-

50 días de edad, las crías abandonan el nido entre los 65-75 días de edad. (CONANP, 2009)

La principal causa del fracaso de los nidos es la depredación de huevos o crías,

además del saqueo ilegal de sus nidos. Según algunos estudios, menos del 20% de
guacamayas se reproduce cada año, lo que lleva a la población de guacamayas a entrar en

vulnerabilidad a las presiones adicionales que generan los humanos. (CONANP, 2009)

Las especies arbóreas más consumidas por la guacamaya roja en Belice son Xylopia

frutescens, Schizolobium parahybum, Bursera simaruba, Sebastiania longicuspis, y agallas

de Astronium graveolens. Sin embargo, es probable que consuman muchas más especies de

plantas a lo largo del año, dependiendo de donde se encuentren. Se ha registrado que estas

aves se alimentan de 28 especies de árboles en Costa rica y 38 especies en Perú. La dieta de

las crías puede ser semillas de Cnidoscolus sp., Schizolobium parahybum, y Schwartzia sp.

(CONANP, 2009)

Las guacamayas rojas utilizan la selva alta perennifolia conservada; en particular,

estas zonas inundables pueden ser un lugar perfecto para anidar. Las guacamayas juveniles

realizan movimientos de distancias mayores y realizan movimientos migratorios constantes.

(CONANP, 2009)

Distribución

La guacamaya roja se encuentra en zonas cálidas, húmedas o medianamente secas,

se extiende desde América del sur, hasta América central. Su distribución comprende desde

el sureste de México en los estados de tabasco y este de Chiapas y Oaxaca, Guatemala,

Belice, honduras y El Salvador; se encuentra en el noreste de Colombia, Panamá,

Venezuela y las guyanas, hacia el este de los Andes, Ecuador y Perú, hasta el norte y centro

de Bolivia, también en la parte amazónica de Brasil. (CONANP, 2010)

En Colombia se encuentra principalmente en el valle de magdalena hacia el norte

del país y en el este de los andes, mayormente en los departamentos de meta y Vaupés. El
avistamiento constante de estas guacamayas en la ciudad de Medellín se debe a la

liberación de animales en cautiverio que se realizo por parte de entidades ambientales

oficiales, se les ha observado en diferentes parques y en el barrio poblado en el cual han

mostrado intentos de anidación. (EAFIT, 2022)

Ilustración 2. Mapa de distribución del Ara macao.

Nota 2. Se observan coloreados de morado los países en los cuales se encuentra


distribuida la Guacamaya roja (Ara macao). Tomado de "Ara macao", por Guzman, C,
2015,(https://bellasavesdeelsalvador.blogspot.com/2015/07/ara-macao-guara-roja-o-
guacamayo-rojo.html)

Hábitos alimenticios

La guacamaya roja se alimenta principalmente de frutas y granos, pero también

puede incluir brotes de hojas, vainas, flores, néctar y algunos insectos en especial las larvas.
En algunas investigaciones reportan que consumen entre el 10 y 23% del alimento que hay

disponible, por lo cual, necesitan grandes extensiones de selva para satisfacer sus

necesidades nutricionales. Entre algunas de las plantas que consumen están

Anacardiaceae, Arecaceae, Burseraceae, Euphorbiaceae,

Leguminosae, Mimosaceae, Moraceae, Orchidaceae y Sapotaceae, entre otras.

(CONANP, 2010) Ellas son depredadores de semillas inmaduras lo que ayuda a cumplir

funciones ecológicas como estabilizador en la estructura de ecosistemas y en la dinámica

vegetativa. (Ucan, D, 2021).

Hábitos reproductivos

La guacamaya roja (Ara macao) es una de las aves más icónicas de las selvas tropicales

de América Central y del Sur, destacándose no solo por su llamativo plumaje, sino también

por sus intrincadas costumbres reproductivas y su dedicado sistema de crianza (Soza,

2015).

En cuanto a la reproducción, después del apareamiento, que suele ocurrir en horas

específicas del día (entre 9:30 a.m. y 11:00 a.m., o entre 2:00 p.m. y 4:00 p.m.), la hembra

empieza a incubar los huevos tras la puesta del segundo huevo. La incubación dura entre 26

y 28 días. Durante este período, la hembra pierde la mayoría de las plumas del esternón

para proporcionar calor a los huevos, y el macho se encarga de alimentar a la hembra y a

los polluelos mediante regurgitación (Soza, 2015).

Las crías nacen ciegas y sin plumas, cubiertas solo por un plumón amarillo. Durante

los primeros días, reciben alimentación constante cada una o dos horas. La hembra

permanece en el nido, saliendo solo brevemente para defecar y beber agua, mientras el
macho protege y alimenta a las crías. Es crucial para el bienestar de las crías que reciban

suficiente alimento, ya que la cría mayor suele recibir prioridad en la alimentación, dejando

a las más pequeñas en desventaja (Soza, 2015).

Al nacer, los polluelos de guacamaya roja presentan un aspecto vulnerable. Son

completamente dependientes de sus padres: tienen los ojos cerrados, un color rosado sin

plumas, y pesan entre 25 y 27 gramos. Su pico es claro y sus uñas, todavía débiles, reflejan

su fragilidad. Sin embargo, en este estado primitivo, el ave joven comienza su camino hacia

la independencia con la ayuda de sus dedicados padres. La hembra se encarga de la crianza

durante aproximadamente dos meses, mientras que el macho juega un papel crucial al

alimentar a los polluelos mediante regurgitación, asegurando que reciban la nutrición

necesaria para su desarrollo (Soza, 2015).

A medida que los polluelos crecen, su desarrollo físico avanza rápidamente.

Abandonan el nido entre los 65 y 75 días de edad, un evento que ocurre aproximadamente

entre abril y junio. Sin embargo, no están completamente listos para enfrentarse al mundo

por sí mismos. Durante varios meses después de abandonar el nido, permanecen junto a sus

padres, quienes continúan guiándolos y protegiéndolos mientras aprenden a volar y a

buscar alimento por su cuenta (Soza, 2015).

Este período de dependencia es crucial para el éxito futuro de las crías. Les permite

adquirir las habilidades esenciales para la vida en libertad, bajo la tutela experta de sus

padres. La dedicación de ambos padres asegura que los jóvenes guacamayos tengan una
oportunidad sólida para sobrevivir y prosperar en su entorno natural. De igual manera, es

importante resaltar que tardan entre 3 y 5 años en adquirir la madurez sexual.

En la cría y manejo de la guacamaya roja (Ara macao), uno de los desafíos más

significativos que enfrentan los criadores es la correcta identificación de los sexos, dado

que machos y hembras presentan una apariencia sexualmente similar. Esta característica,

conocida como la falta de dimorfismo sexual, complica el proceso de selección de parejas

auténticas para la reproducción (Soza, 2015).

En años anteriores, la identificación de sexos se basaba en métodos imprecisos, como

la observación de diferencias en el tamaño y el color de las plumas, o en el comportamiento

durante el cortejo. Sin embargo, los avances han permitido desarrollar métodos más

confiables. Entre los métodos actuales, destaca la observación de características

morfológicas sutiles. Los machos, suelen presentar una cabeza más ancha y orificios

nasales más grandes que las hembras. Además, el plumaje de los machos tiende a ser más

vibrante, y las plumas rectrices de la cola son generalmente más largas. Aunque estos

rasgos pueden ayudar, no son infalibles para determinar el sexo con certeza absoluta.

Hoy en día, el método quirúrgico, específicamente la laparoscopía, es el más confiable

para determinar el sexo de los guacamayos. Este procedimiento, que implica la anestesia

del ave y una pequeña incisión en el abdomen para observar los órganos reproductores,

ofrece una precisión elevada en la identificación sexual (Soza, 2015).

El sexaje por medio de genética en guacamayas es un método que se basa en la

identificación de los cromosomas sexuales a través de análisis de muestras de ADN. En las

guacamayas, al igual que en muchas otras aves, las hembras tienen dos cromosomas
sexuales idénticos (ZZ), mientras que los machos poseen un par diferente (ZW). Para llevar

a cabo este proceso, se puede extraer ADN de diversas fuentes, como plumas, sangre o

tejido. Este tipo de sexaje es considerado menos invasivo que métodos tradicionales, como

la laparoscopia, ya que no requiere cirugía ni la manipulación directa del animal en su

entorno natural. Además, al realizar el análisis en un laboratorio, se minimiza el estrés que

podría sufrir la guacamaya durante el proceso. Esto lo convierte en una opción más ética y

segura para la conservación y el manejo de estas aves, permitiendo obtener resultados

precisos sin comprometer su bienestar (Soza, 2015).

Peligro de extinción.

La guacamaya roja (Ara macao) enfrenta una serie de amenazas que ponen en serio

peligro su existencia. La principal de estas amenazas es la deforestación, que ha reducido

drásticamente el hábitat natural de esta especie. La expansión de la agricultura, la tala ilegal

de árboles y el desarrollo de infraestructuras han destruido vastas áreas de los bosques

tropicales que estas aves necesitan para sobrevivir. La pérdida de hábitat no solo elimina las

fuentes de alimento y los lugares de nidificación esenciales para las guacamayas rojas, sino

que también fragmenta las poblaciones, lo que dificulta su capacidad para encontrar pareja

y reproducirse con éxito (CONANP, 2009).

Además de la deforestación, el tráfico ilegal de animales representa una amenaza

significativa. Las guacamayas rojas son muy apreciadas en el mercado de mascotas

exóticas debido a su plumaje vibrante y su inteligencia. La captura y venta ilegal de estas

aves no solo disminuye su población en la naturaleza, sino que también causa un gran

sufrimiento a las aves, que a menudo son sacadas de su entorno natural y sometidas a

condiciones de cautiverio inadecuadas. De igual manera, cabe mencionar que el cambio


climático añade una capa adicional de riesgo para la especie, ya afectan los patrones de

lluvia, la temperatura y la disponibilidad de alimentos, alterando los ecosistemas de los que

estas aves dependen. Además, el aumento de eventos climáticos extremos, como sequías e

inundaciones, puede impactar negativamente en sus hábitats y en la disponibilidad de

recursos (CONANP, 2009).

En algunas regiones su supervivencia está amenazada, considerando su gran rango de

distribución, la lista roja de la UNICN (Unión internacional para la conservación de la

naturaleza) la clasifica según su estado de conservación como especie bajo preocupación

menor (CONANP, 2009).

Características anatómicas.

El esqueleto de la guacamaya es una estructura destinada al vuelo que combina la

ligereza y la fortaleza. El esternón, aunque extremadamente delgado y ligero, lleva una

profunda rigidez y proporciona una amplia superficie de inserción para los poderosos

músculos de vuelo. La mayoría de los huesos del ave son huecos en su interior y algunos de

ellos se hallan reforzados, pero conservando su flexibilidad (Soza, 2015).

Las guacamayas poseen un par de pulmones entre las costillas y un sistema de sacos

aéreos que se extienden por casi todas las partes del cuerpo de una forma intrincada. Estos

sacos le permiten al ave un aprovechamiento más eficiente del aire que respira, actuando

como dispositivos termostáticos, necesarios por que las aves poseen metabolismo rápido,

elevada temperatura corporal y carecen de glándulas sudoríparas (Soza, 2015).


Ilustración 3. Aspectos anatómicos.

Nota 3. Se evidencian los rasgos anatómicos relevantes de esta especie, por Vélez, V
(2024).

El ojo de las guacamayas es enorme, la córnea expuesta en la única parte visible es

pequeña en relación al enorme globo del ojo que descansa casi inmóvil en su cuenco óseo.

Los ojos abultan más que el cerebro. Los huesos que componen el cráneo son frágiles y

la caja craneal es pequeña. El pico constituye una herramienta múltiple para estas aves, su

forma y tamaño están relacionados con el uso. No sólo le sirve para comer, sino también

para transportar y ordenar objetos (ejemplo: ordenar y construir nidos). De igual forma le

sirve para cortar, peinar su plumaje, excavar, trepar, atacar y defenderse) El pico es lo

suficientemente fuerte para todos estos usos, pero también lo suficientemente ligero para no

entorpecer el vuelo (Soza, 2015).


El pico está formado por mandíbulas superior e inferior; forma parte del cráneo, pero

no tiene estructura ósea, sino que consiste en una capa de material endurecido (queratina),

muy parecido al que cubre los cuernos de una vaca (Soza, 2015).

En la mandíbula superior están los orificios nasales que son apenas notorios en la mayoría

de las aves. El pico de las guacamayas es corto y grueso para poder romper o quebrar

semillas de cáscara dura (Soza, 2015).

Ilustración 4. Aspectos anatómicos.

Nota 4. Se observa una estructura importante, la cual es el pico que posee numerosas
funciones importantes. Tomado de "Ara macao", por Anleo, E, 2016, (
https://programs.wcs.org/5greatforests/es-es/Vida-Silvestre/Guacamaya-Escarlata)

Las patas de las guacamayas están provistas de un connatural dispositivo de cierre,

músculos flexores y tendones que recorren toda la pata del ave crispan de un modo

automático cuando ésta se agacha. Es una característica importante que les permite perchar

(asirse) (Soza, 2015).

Las alas son gruesas y chatas a lo largo de sus bordes, más estrechas y afiladas en los

bordes posteriores. La forma de su parte inferior es plana o ligeramente cóncava. Al aletear

cada propulsor se mueve en semicírculo, hacia delante y al batir el ala, impulsando al ave

hacia atrás y tracción entre abatizar y alzar las alas; las alas remeras primarias flexibles
quedan entreabiertas como una persiana para permitir que el aire se deslice entre ellas con

soltura (Soza, 2015).

Recinto del Ara macao bajo cuidado profesional


La conservación de especies amenazadas, como las guacamayas rojas (Ara macao),

requiere de instalaciones adecuadas que les permitan desarrollarse de manera saludable en

cautiverio. El diseño de estos recintos no solo debe atender las necesidades básicas de los

animales, sino también promover un entorno que simule su hábitat natural favoreciendo su

bienestar físico y psicológico, así como su reproducción exitosa (DEPARTAMENTO

TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL MEDIO AMBIENTE, 1998).

Las jaulas deben cumplir ciertos requisitos específicos, para deben tener una dimensión de

2.40 metros de ancho, 5 metros de fondo y 2.50 metros de alto, con alguna sección que esté

cubierta para proteger las aves de las temperaturas que puedan presentarse. Además, cada

jaula incluye un nido, perchas y comederos adecuados. En el caso de las guacamayas, los

nidos pueden ser de material resistente como triplex, troncos de palma o canecas metálicas

de 55 galones, para evitar que las aves lo destruyan con sus picos. Estos nidos deben estar

ubicados en las partes altas de las jaulas, en un lugar protegido simulando así su hábitat

natural. Cada nido cuenta con un orificio de entrada en la parte alta y, debajo de este una

barra que facilite la entrada de las aves. Para permitir la salida del nido se colocará en su

interior una escalerilla en malla o unos simples tacos de madera dura clavados

equidistantemente. Abajo, en un lado del nido, una pequeña puerta que el trabajador pueda

abrir para inspeccionar, efectuar la limpieza o sacar los huevos o los polluelos para revisión

o control. Esta puerta debe cerrar herméticamente, para evitar corrientes de aire y brindarles
seguridad a los animales (DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL

MEDIO AMBIENTE, 1998).

El sustrato utilizado puede ser viruta de madera o ramas pequeñas a 30 cm de la base. La

dimensión de las perchas va a variar, estas pueden colocarse en diferentes posiciones dentro

del recinto. También se pueden implementar troncos colgantes, lazos u otros elementos

para estimular la actividad física de las aves y mantenerlas distraídas (DEPARTAMENTO

TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL MEDIO AMBIENTE, 1998).

El comedero y bebedero deben situarse en altura adecuada, aproximadamente un metro o

más del suelo, para evitar que el alimento o el agua se contaminen con heces o suciedad, y

también para impedir que otros animales puedan llegar a estos pudiendo producir algún tipo

de enfermedad en las guacamayas (DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO

DEL MEDIO AMBIENTE, 1998).

Se sugieren cortinas plásticas para proteger a las aves de corrientes de aire muy fuertes,

permitiendo que la luz natural ingrese al recinto. La bioseguridad es muy importante, por lo

que debe tener un espacio en donde se puedan desinfectar las botas y la carretilla utilizada

para la limpieza del recinto y así evitar la diseminación de agentes patógenos

(DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL MEDIO AMBIENTE, 1998)

Para ambientar el recinto, se debe plantar árboles y colocar troncos y otros elementos que

pertenezcan al hábitat natural de las guacamayas, para así evitar el estrés que genere el

cautiverio (DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL MEDIO

AMBIENTE, 1998).
Dieta del Ara macao bajo cuidado profesional

Los guacamayos son aves adaptables en su alimentación, pudiendo aceptar una gran

variedad de alimentos tras aclimatarse a la cautividad. Aunque a menudo se les alimenta

con semillas de girasol ricas en grasas y proteínas, estas carecen de calcio y ciertas

vitaminas esenciales. Estas semillas son similares a las nueces de palmera que consumen en

la naturaleza, pero una dieta excesivamente energética puede llevar a deficiencias

nutricionales y obesidad (DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL

MEDIO AMBIENTE, 1998).

Los cereales, como el maíz y el trigo, contienen poca proteína (9-12%) pero son

energéticamente densos gracias a su almidón. Sin embargo, son pobres en vitaminas A, D3,

B6 Y B12, siendo el maíz el único grano que aporta vitamina A. Además, los cereales

tienen bajo contenido de calcio y fosforo se presenta en forma de fitatos, que no son

fácilmente asimilables por las aves, especialmente jóvenes. Esto puede disminuir la

disponibilidad de minerales importantes (DEPARTAMENTO TÉCNICO

ADMINISTRATIVO DEL MEDIO AMBIENTE, 1998)

Las semillas oleaginosas, como las de girasol, colza y cacahuetes, son comunes en las

dietas de guacamayos. Aunque son ricas en proteínas y grasas, pueden generar problemas

nutricionales si dominan la dieta, ya que no aportan todas las vitaminas y minerales

necesarios (DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL MEDIO

AMBIENTE, 1998).

Las legumbres son una fuente concentrada de proteínas (22-31%) y carbohidratos (58-

68%), con bajo contenido graso (1-6%). Las semillas de soya, por ejemplo, tienen un alto
nivel de proteínas (43%) y un perfil equilibrado de aminoácidos, especialmente lisina, que

puede compensar el bajo contenido de este aminoácido en los cereales. Por otro lado, los

cereales son bueno en aminoácidos sulfurosos, que son escasos en legumbres.

La siguiente tabla, tomada de un estudio, presenta las partes de plantas que se han

identificado en la dieta de las guacamayas, destacando que los frutos y semillas constituyen

la mayor parte de su ingesta (VAUGHAN, 2006,).

Tabla 1. Porcentajes que se deben implementar en la dieta para Ara macao.

Nota 3. Proporción de diferentes partes de plantas consumidas por las guacamayas rojas
(Ara macao) en su hábitat natural. De "Dieta de las guacamayas rojas en su hábitat
natural", por C. Vaughan, N. Nemeth y L. Marineros, 2006.

Salud

Estas son algunas de las patologías comunes que se presentan principalmente en psitácidos.

Psitacosis:

La psitacosis es una enfermedad infectocontagiosa causada por la bacteria Chlamydophila

psittaci, afectando principalmente a aves del grupo psitácido, como guacamayas, loros y
pericos. Su transmisión ocurre principalmente por vía aerógena a través del polvo de

plumas, excrementos o expectoraciones de aves infectadas. También puede transmitirse por

vía digestiva, a través de huevos, y potencialmente por ácaros. Es una zoonosis, lo que

significa que puede contagiar a humanos y otros mamíferos (Gómez, 2006).

Los síntomas en las aves incluyen disnea, derrame nasal y ocular, cierre de párpados,

erizamiento de plumas, somnolencia, inapetencia, diarrea verdosa o grisácea, convulsiones

y hepatitis. La enfermedad puede presentarse de manera aguda, subaguda o crónica.

El diagnóstico se realiza en laboratorio mediante el aislamiento de clamidias en tejidos

como hígado, intestino o pulmones, utilizando técnicas microbiológicas y serológicas. Ante

un diagnóstico positivo, el sacrificio de las aves enfermas y sospechosas es la opción más

recomendable, aunque dura para los criadores, para prevenir el contagio. Si se opta por el

tratamiento, se deben extremar las medidas higiénicas y utilizar desinfectantes. Los

antibióticos efectivos incluyen terramicina, tetraciclinas, cloranfenicol, eritromicina y

aureomicina, siendo las tetraciclinas y aureomicina las más comunes (Gómez, 2006).

Arpergilosis:

La aspergilosis es una enfermedad causada por el hongo *Aspergillus fumigatus*, que se

presenta como un moho gris verdoso en ambientes húmedos, como paja, forraje, heces y

madera en descomposición. Las esporas del hongo se liberan al aire y pueden ser inhaladas

por las aves, pero solo germinan en las membranas mucosas del sistema respiratorio cuando

las condiciones son favorables, como en situaciones de estrés por captura, cambio de dieta

o transporte fatigoso (Gómez, 2006).


La infección se manifiesta cuando el hongo coloniza la mucosa bronquial y el tejido

pulmonar, dificultando la respiración, lo que se evidencia en aves que abren y cierran el

pico para respirar. Los síntomas incluyen fiebre, somnolencia, abatimiento y sed, y en casos

severos, las aves pueden morir por asfixia (Gómez, 2006).

El diagnóstico puede ser complicado debido a la localización de las hifas en los sacos

aéreos, que son difíciles de tratar. Para el tratamiento, se pueden administrar antibióticos

con actividad antifúngica, como nistatina o griseofulvina, durante 5-6 días, lo que puede

ayudar a reducir la mortalidad, aunque no garantiza la recuperación total. Además, la

nebulización con soluciones yodadas hidrosolubles puede ser beneficiosa para inhibir el

hongo y mejorar los síntomas (Gómez, 2006).

Parásitos.

Syngamus trachea

Este es un parásito que vive en la tráquea de las aves, donde se adhiere a la mucosa y se

alimenta de su sangre. La transmisión ocurre cuando los huevos, expulsados por tos, son

ingeridos y se excretan a través del sistema digestivo. Estos huevos pueden contaminar el

suelo, donde son consumidos por lombrices de tierra, babosas e insectos, convirtiéndose en

fuentes de infección para las aves (Gómez, 2006).

La enfermedad se propaga no solo por la ingestión de estos vectores, sino también a través

de comida y agua contaminadas con secreciones infectadas. Las aves afectadas presentan

síntomas como tos, estornudos, jadeos y dificultad para respirar, y pueden intentar expulsar

las mucosidades sacudiendo la cabeza. También se observan pérdida de peso y un estado

general de tristeza (Gómez, 2006).


La infección es común en aves de aviarios, especialmente en climas cálidos y húmedos,

donde los huevos y larvas pueden sobrevivir por mucho tiempo en el suelo (Gómez, 2006).

El diagnóstico se realiza mediante necropsia, donde se observa directamente el parásito en

las vías respiratorias altas. El tratamiento efectivo incluye el uso de levamisol y

mebendazol para eliminar la infestación (Gómez, 2006).

Céstodos:

La cestodiasis es una enfermedad parasitaria provocada por cestodos, que son vermes

planos y segmentados de la clase Cestoda. Estos parásitos rara vez causan síntomas en aves

de jaula, ya que requieren un ciclo de desarrollo complejo que incluye un huésped

intermediario, como insectos, gusanos o caracoles, para llegar a ser infecciosos. Si falta este

intermediario, el ciclo de vida del cestodo no se completa y el parásito es eliminado

rápidamente (Gómez, 2006).

En general, los pájaros infectados con cestodos no muestran signos evidentes de

enfermedad, y su presencia se detecta a menudo de forma accidental, cuando se observan

segmentos del parásito en los excrementos. Aunque son comunes en aves silvestres recién

importadas, suelen desaparecer rápidamente en ausencia de huéspedes intermediarios.

El diagnóstico se realiza mediante un examen coproparasitológico, utilizando la técnica de

flotación para identificar los segmentos del parásito en las heces. El tratamiento efectivo

incluye flubendazol o prazicuantel administrados por vía oral para eliminar la infestación

(Gómez, 2006).
Sarna:

La sarna en periquitos y aves similares es causada por el ácaro Cnemidocoptes pilae, un

parásito altamente contagioso que se transmite fácilmente entre aves por contacto directo.

Los primeros signos de la enfermedad suelen aparecer en el pico, presentándose como un

depósito gris blanquecino. Con el tiempo, estas áreas pueden desarrollar costras que

parecen espolvoreadas con harina y que se extienden gradualmente. Las escamas

resultantes son producto de inflamaciones crónicas provocadas por los ácaros (Soza, 2015).

En casos graves, la sarna puede cubrir toda la región facial, extendiéndose a menudo hacia

el mentón, la región cloacal y las patas. El mal afecta predominantemente la cabeza y puede

confundirse con otras enfermedades, como la tuberculosis de piel, aunque la textura de las

lesiones es diferente (Soza, 2015).

La sarna es más común en periquitos jóvenes, entre tres meses y dos años, y puede pasar

desapercibida en sus primeras etapas. A menudo, puede transcurrir un tiempo considerable

entre la infección inicial y la aparición de síntomas, ya que los ácaros no se multiplican en

gran escala si el ave mantiene su resistencia (Soza, 2015).

El diagnóstico se realiza mediante la observación de las lesiones y la identificación del

parásito a través de un raspado cutáneo. El tratamiento efectivo incluye la administración

de ivermectina para eliminar la infestación (Soza, 2015).

Coccidiosis:

La coccidiosis es una enfermedad causada por diversas especies de protozoarios del género

Eimeria. Es especialmente prevalente en aviarios densamente poblados, donde los ooquistes


eliminados en las heces son abundantes, lo que lleva a que las aves los ingieran al comer y

beber (Gómez, 2006).

Los síntomas de coccidiosis en las aves no son muy específicos. Los pájaros afectados

suelen mostrar un plumaje erizado, mirada apagada y falta de apetito. La diarrea mucosa y

sanguinolenta es común, y en etapas avanzadas de la enfermedad, pueden presentarse

convulsiones y parálisis (Gómez, 2006).

El diagnóstico se realiza mediante un examen coproparasitológico, ya que muchos pájaros

portan coccidias en su intestino y las excretan en sus heces. Las formas resistentes en el

suelo del aviario pueden proliferar rápidamente. Para combatir la coccidiosis, se utilizan

varios fármacos efectivos, siendo las sulfonamidas los tratamientos de elección (Gómez,

2006).

Viruela:

La viruela aviar es una infección viral que afecta a las aves, incluyendo a los psitácidos, y

está causada por un virus del grupo de los poxvirus. Se caracteriza por lesiones

proliferativas en la piel y las mucosas de la boca y vías respiratorias superiores. Las células

infectadas presentan grandes inclusiones intracitoplasmáticas acidófilas conocidas como

cuerpos de Bollinger (Gómez, 2006).

La transmisión del poxvirus avium puede ser directa, a través del contacto entre aves

infectadas y susceptibles, o indirecta, mediante objetos contaminados como comederos, así

como por insectos vectores como mosquitos. El virus no puede atravesar la piel intacta,

pero pequeñas abrasiones son suficientes para permitir la infección (Gómez, 2006).
La viruela aviar se presenta en dos formas: la forma diftérica, que afecta la mucosa de la

boca y vías respiratorias, generando lesiones necróticas húmedas, y la forma cutánea, más

común, donde aparecen lesiones verrugosas y proliferativas en áreas sin plumas, como

patas, pies, párpados, base del pico, cresta y barbillas. En aves silvestres, las lesiones

cutáneas pueden ser escasas y el proceso de desarrollo y cicatrización puede ser más

prolongado (Gómez, 2006).

La mejor medida preventiva contra la viruela aviar es la vacunación de todas las especies

susceptibles. Existen vacunas específicas para psitácidos, que son virus inactivados en

emulsión oleosa con adyuvante. Se administran dos dosis subcutáneas con un intervalo de 4

a 8 semanas (0.50 ml para aves grandes y 0.25 ml para aves pequeñas de menos de 100 g)

(Gómez, 2006).

Enfermedad de Newcastle:

La enfermedad de Newcastle es una infección viral en aves causada por el paramixovirus-1,

que se transmite a través de exudados, excretas y desechos de aves infectadas. Los sistemas

respiratorio y digestivo son las principales vías de entrada del virus (Gómez, 2006).

En aves jóvenes, la enfermedad puede manifestarse con plumaje esponjado, conjuntivitis,

tos y cambios en la voz, como enronquecimiento o afonía. Estos síntomas pueden ir

acompañados de parálisis de patas y alas, trémores, torsiones del cuello y movimientos

locomotores anormales. En aves adultas, los signos suelen incluir alteraciones respiratorias,

depresión, falta de apetito y diarrea profusa. Aunque los síntomas nerviosos son similares a

los observados en aves jóvenes, son menos comunes en adultos. En cotorras grises, se han

reportado síntomas respiratorios junto con secreciones oculares y nasales profusas, pero sin
manifestaciones nerviosas, y con las aves mostrando los ojos cerrados y plumaje erizado

(Gómez, 2006).

Deficiencias nutricionales:

Las deficiencias nutricionales son comunes en aves enjauladas y pueden causar diversas

enfermedades debido a una alimentación inadecuada, como dietas basadas únicamente en

semillas sin complementos vitamínicos o minerales. Esto puede llevar a carencias de

proteínas, ácidos grasos esenciales, y minerales como cobre y zinc, así como de vitaminas

A, E y B (Piñeiro, 2011).

Los signos clínicos en aves desnutridas incluyen cambios dermatológicos, como plumas

rotas y opacas, y piel gruesa con escamas, especialmente en la cara, miembros y alrededor

de la cloaca. Además, la mala nutrición puede causar retrasos o interrupciones en la muda,

resultando en plumas maltratadas y desgastadas que no son reemplazadas adecuadamente.

Las aves desnutridas también son más susceptibles a trastornos reproductivos y a

infecciones del aparato respiratorio superior y del tracto gastrointestinal. Es crucial

proporcionar una dieta equilibrada y variada para prevenir estas deficiencias y mantener la

salud aviar (Piñeiro, 2011).

Picoteo de plumas y automutilación:

El picoteo de las plumas y la automutilación en aves psitácidas son comportamientos

problemáticos que pueden surgir por diversas razones, incluyendo celos, aburrimiento,

miedo y frustración. Este comportamiento puede comenzar como resultado de un problema

médico o alteraciones en el comportamiento y convertirse en un vicio (Piñeiro, 2011).


Durante la temporada de apareamiento, el picoteo puede manifestarse en áreas como el

pecho, abdomen y piernas, a menudo como una expresión de frustración en la conducta de

cortejo. La desnutrición también puede inducir pica, que se manifiesta en la mutilación de

las plumas. Enfermedades internas, como parasitosis intestinal, hepatopatía y aerosaculitis,

también están asociadas con este comportamiento. En el caso de las ninfas, la giardiasis

intestinal se ha relacionado con el picoteo, y algunas aves pueden ser alérgicas,

especialmente a las semillas de girasol (Piñeiro, 2011).

El diagnóstico requiere una historia clínica completa que incluya la dieta, prácticas de

manejo, cambios en el ambiente y detalles sobre el patrón y frecuencia del picoteo. Un

examen fecal puede ayudar a identificar parásitos intestinales, y la tinción de Gram puede

revelar un número anormal de bacterias gramnegativas (Piñeiro, 2011).

No existe un tratamiento específico y eficaz para el picoteo de las plumas, por lo que el

enfoque es individualizado. Es crucial identificar y tratar cualquier problema médico

subyacente y, si es necesario, corregir las prácticas de manejo. Esto incluye mejorar las

condiciones de la jaula, moverla a un lugar más activo, proporcionar juguetes y alimentos

para mantener ocupada al ave, y asegurarse de que duerma entre 8 y 12 horas por noche.

Algunas aves, como ninfas y conuros, pueden beneficiarse de la compañía de otro pájaro.

La corrección de la dieta, con suplementos vitamínicos si es necesario, también es

fundamental (Piñeiro, 2011).

Los antihistamínicos pueden ayudar a aliviar el prurito y provocar una leve somnolencia en

el ave. La prevención del picoteo de las plumas implica educar a los propietarios sobre

nutrición, manejo y las necesidades sociales de las aves, lo que puede reducir la incidencia

de este comportamiento (Piñeiro, 2011).


Bibliografía

Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). (2009). Programa de

Acción para la Conservación de la Especie: Guacamaya Roja (Ara macao

cyanoptera). México, D.F.: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

https://www.gob.mx/conanp/documentos/programa-de-accion-para-la-

conservacion-de-la-especie-guacamaya-roja-ara-macao-cyanoptera

Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). (2010). Ficha técnica:

Guacamaya Roja (Ara macao). México, D.F.: Secretaría de Medio Ambiente y

Recursos Naturales. https://simec.conanp.gob.mx/Publicaciones2020/Publicaciones

%20CONANP/Parte%202/Monitoreo/2010%20Ficha%20Guacamaya%20Roja.pdf

DEPARTAMENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO DEL MEDIO AMBIENTE. (1998).

Secretaría de Ambiente de Bogotá. (F. Z. CALI, Ed.) Recuperado el 05 de 10 de

2024, de

https://www.ambientebogota.gov.co/documents/10184/504934/Programa+de+repro

ducci%C3%B3n.pdf/e8a07355-d072-40fe-9567-87dedb40b803

EAFIT. (https://www.eafit.edu.co/institucional/campus-eafit/universidad-parque/aves/

Paginas/guacamaya-bandera.aspx de 2022). Universidad EAFIT. Obtenido de

Universidad EAFIT web site.

Gómez, G. (2006). Manual práctico de manejo clínico de aves exóticas como mascotas

silvestres (Psitácidos).

https://ru.dgb.unam.mx/bitstream/20.500.14330/TES01000611054/3/0611054.pdf
Soza, R. (2015). Manual para la cría y reproducción de la Ara macao en condiciones de

zoocriadero en Nicaragua. Pp. 104-126.

https://cenida.una.edu.ni/Monografias/tnl01s731m.pdf

Ucan, D. (2021). La Guacamaya roja, su conservación desde el ejido Reforma Agraria,

Chiapas. [Tesis de maestría, El Colegio de la Frontera Sur]. Repositorio

institucional

https://ecosur.repositorioinstitucional.mx/jspui/bitstream/1017/2559/1/61363_Docu

mento.pdf

Piñeiro, S (2011). Principios de la alimentación en psitácidas.

https://www.redalyc.org/pdf/636/63622049012.pdf

VAUGHAN, C. M. (2006,). Scarlet Macaw, Ara macao, (Psittaciformes: Psittacidae) diet

in Central Pacific Costa Rica. Revista de Biología Tropical, 54(3), 919-926.

Obtenido de https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?pid=S0034-

77442006000300024&script=sci_abstract

También podría gustarte