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Icass Trabjo 5

En la década de 1990, Gregorio Alfredo Inca Roca Concha intentó reunir a los descendientes de las panacas incaicas en un Consejo de la Nación Tawantinsuyana, pero su proyecto fue rechazado. En la década de 2010, surgieron grupos que se autodenominan descendientes incas, creando instituciones que otorgan títulos nobiliarios, aunque su legitimidad es cuestionada por académicos. La Universidad de San Martín de Porres realizó un estudio genético que sugiere conexiones con linajes nativos, pero aún no se han encontrado restos de los gobernantes incas para validar estas teorías.

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Icass Trabjo 5

En la década de 1990, Gregorio Alfredo Inca Roca Concha intentó reunir a los descendientes de las panacas incaicas en un Consejo de la Nación Tawantinsuyana, pero su proyecto fue rechazado. En la década de 2010, surgieron grupos que se autodenominan descendientes incas, creando instituciones que otorgan títulos nobiliarios, aunque su legitimidad es cuestionada por académicos. La Universidad de San Martín de Porres realizó un estudio genético que sugiere conexiones con linajes nativos, pero aún no se han encontrado restos de los gobernantes incas para validar estas teorías.

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Intentos de Reconstitución

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En la década de 1990, el ingeniero Gregorio Alfredo Inca Roca Concha (quien afirma descender de Inca
Roca)[12][13] emprendió la búsqueda de los descendientes de las panacas reales incaicas para reunirlos
en un "Consejo de la Nación Tawantinsuyana".[14][15] En 2001 presentó al presidente Alejandro
Toledo el “Proyecto de ley para la restauración de la nobleza inca del Tawantinsuyo”, la que tenía por
objetivo conseguir el reconocimiento político de los descendientes incaicos por parte del Gobierno (de
un modo análogo a la Casa Real Afroboliviana) y lograr la creación de un Congreso del Tawantinsuyo que
se asemejara a la institución virreinal del Consejo de los 24 nobles electores incas. Se sabe que el
proyecto fue rechazado.[16] Así mismo a lo largo del siglo XXI han aparecido numerosos personajes y
familias que se han atribuido un linaje nobiliario indígena, tanto en América como en la misma Europa, y
algunas de ellas ya han empezado a buscar reconocimiento y restitución de mercedes.[17]

En la década del 2010 otro grupo de supuestos descendientes incaicos crearon una institución neo-
incasica otorgando títulos y condecoraciones a ciudadanos peruanos y extranjeros afines a su causa. Con
ello, el Consejo de Nobles electores Incas se restituyó de dudosa manera en el siglo XXI, por un grupo de
supuestos descendientes de Huiracocha Inca, Huayna Cápac, Quizu Yupanqui, Tito Atauchi, Paullu
Inca y Pumacahua, quienes nombraron a la nueva institución como “Consejo de los 4 Electores Incas del
Cuzco”,[18] otorgando títulos y condecoraciones a ciudadanos peruanos y extranjeros afines a su causa
a favor de la defensa del Patrimonio, como el investigador neerlandés Ronald Elward Haagsma en busca
de los genes incas, o al escritor Demetrio Tupayupanqui por su traducción de la obra El Quijote al
quechua. Incluso habrían logrado la restitución formal del Alférez Real de los Incas desde el 2021,
eligiendo en 2023 a Juan Sebastián Velásquez Peláez, de la Panaca Atayupanqui-Pachacutec, como su
alférez actualmente.[19] Otras instituciones existentes son la de la ‘Panaca de Atawyupanqui
Pachacuti’ y la ‘Panaca Sinchi Roca’; también existen los ‘Tisoc’ (herederos de Inca Lloqe Yupanqui), pero
estos últimos no han querido usar el título "panaca".[20]

Cuestionamientos en el mundo académico

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Frente a esto, la historiadora Rocío Quispe-Agnoli se ha mostrado algo escéptica, señalando en el 2021
que:[21][22]

"yo dudo, para mí no hay suficiente evidencia […] Legalmente los descendientes dejan de existir con el
fin de la colonia. No puedes firmar, ni marcar en tu documento 'yo soy' descendiente directo, luego de
las independencias" basándose en los trabajos de Ella Dunbar Temple, entre otros autores, donde se
pone en tela de juicio a la descendencia de los soberanos Incas y de otros nobles indígenas, debido a los
fraudes documentales del periodo virreinal que se fueron descubriendo en los siglos XIX y XX, aquellos
que se daban regularmente por casos de homonimia y suplantación de identidades. “las falsificaciones
testimonian el aprecio por los escudos, tras los cuales subyacía fervientemente la pretensión de simular
nobleza. También se ha concluido como la reelaboración de reales cedulas, transmisiones orales y
documentos pictográficos, se realizó con el propósito de engrandecer una figura […] al que se le hacía
poseedor de un gran imperio que seguramente nunca tuvo. El objetivo debió ser la obtención de ciertas
prerrogativas reales”.
Jaramillo, 2021

Estudio genético de los Incas

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La Universidad de San Martín de Porres emprendió en la década del 2010 un proyecto de investigación
genético para identificar a los descendientes de los Incas en el Perú. Para la investigación se utilizaron
muestras genéticas de 12 familias de los distritos de San Sebastián y San Jerónimo en Cuzco, porque
según los investigadores “existen documentos en los cuales se indica que desde 1570 esas familias
fueron reportadas con miembros de los linajes de los Incas".[22] También se tomaron muestras de ADN
de pobladores del lago Titicaca y de Pacaritambo. Los resultados preliminares indicaron que 18 personas
están estrechamente relacionadas con las poblaciones nativas que habitan en el sur del Cuzco, así como
en el altiplano peruano y el norte de Bolivia. "Lo que nos dice que los antepasados de los Incas vinieron
de lago Titicaca haciendo escala en Pacaritambo".[23]

"A la conclusión que hemos llegado es que la nobleza del Tahuantinsuyo desciende de dos linajes, uno
de la zona del lago Titicaca en Puno y el otro de la montaña de Pacaritambo en el Cusco. Eso nos indica
que las leyendas sobre la fundación se mantienen y que podrían ser un solo escenario."

Sandoval, 2018

Sin embargo hasta la fecha no se han encontrado los Mallquis (momia de un soberano fallecido) de los
gobernantes Incas de la pre-conquista.[24] Los investigadores señalaron que para certificar su trabajo,
que hasta el momento es una teoría, deben de “buscar y ubicar el lugar donde probablemente yace el
cuerpo o restos óseos de alguno de los Incas o de sus hijos […] cuando se consiga la información del ADN
antiguo de los Incas, se podrá ver si coinciden o no, y así completar esa historia”.[23]

Como se sabe los Mallquis de los Incas fueron remitidos a Lima alrededor de 1560, para ser exhibidos en
el Hospital Real de San Andrés. Siendo registrados por última vez en 1638 por el clérigo Antonio de la
Calancha quien escribió: “Estos son los cuerpos que envió el Licenciado Polo a Lima, en tiempo del
primer Marqués de Cañete, y están en un corral del Hospital de San Andrés.”. Desde esa fecha se le ha
perdido el rastro a los restos de los antiguos soberanos Incas.[25][26]

"Acuérdome que llegué a tocar un dedo de la mano de Huayna Cápac; parecía que era de una estatua de
palo, según estaba duro y fuerte. Los cuerpos pesaban tan poco que cualquiera indio los llevaba en
brazos o en los hombros, de casa en casa de los caballeros que los pedían para verlos. Llevábanlos
cubiertos con sábanas blancas; por las calles y plazas se arrodillaban los indios, haciéndoles reverencia,
con lágrimas y gemidos; y muchos españoles les quitaban la gorra, porque eran cuerpos de Reyes, de lo
cual quedaban los indios tan agradecidos que no sabían cómo decirlo"

Inca Garcilaso, XVII

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