ESPACIO CURRICULAR: GEOGRAFIA
CURSO: 4° DIVISIÓN: 5° TURNO :MAÑANA CICLO: ORIENTADO
DOCENTE A CARGO: GUTIERREZ, ELIZABETH
CORREO DEL DOCENTE :
[email protected]
CONTENIDOS:
LAS AGROINDUSTRIAS: CONCEPTO, TIPOS. LAS AGROINDUSTRIAS EN LOS PAISES MENOS
DESARROLLADOS
ACTIVIDADES:
1°) – CONCEPTUALIZA AGROINDUSTRIAS. IDENTIFICA CADA UNA DE SUS ACTIVIDADES
2°) _ REALIZA UNA SINTESIS DEL TEXTO DE LOS DIFERENTES TIPOS DE AGROINDUSTRIAS
3° _ EXPLICA CON CLARIDAD COMO INFLUYEN LAS AGROINDUSTRIAS EN LATINOAMERICA Y AFRICA
La agroindustria es la actividad económica que se dedica a la producción,
industrialización y comercialización de productos agropecuarios, forestales y otros
recursos naturales biológicos. Implica la agregación de valor a productos de la industria
agropecuaria, la silvicultura y la pesca. Facilita la durabilidad y disponibilidad del producto
de una época a otra, sobre todo aquellos que son más perecederos. Esta rama de
industrias se divide en dos categorías, alimentaria y no alimentaria, la primera se
encarga de la transformación de lo producido por la
agricultura, ganadería, pesca y silvicultura en productos elaborados, en esta
transformación se incluye los procesos de selección de calidad, clasificación (por
tamaño), embalaje-empaque y almacenamiento de la producción agrícola, a pesar de
que no haya transformación en sí y también las transformaciones posteriores de los
productos y subproductos obtenidos de la primera transformación de la materia prima
agrícola. La rama no-alimentaria es la encargada de la parte de transformación de
estos productos que sirven como materias primas, utilizando sus recursos naturales
para realizar diferentes productos industriales.
La agricultura y la industria han sido consideradas tradicionalmente como dos sectores
separados tanto por sus características como por su función en el crecimiento
económico. Se ha estimado que la agricultura es el elemento característico de la
primera etapa del desarrollo, mientras que se ha utilizado el grado de industrialización
como el indicador más pertinente del avance de un país en la vía del desarrollo.
Además, se ha solido afirmar que la estrategia adecuada de desarrollo es la que
permite pasar más o menos gradualmente de la agricultura a la industria,
correspondiendo a la agricultura financiar la primera etapa de ese paso.
La industrialización de materias primas y productos originarios del sector agropecuario,
pesquero y forestal se divide en distintas categorías que con información de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa), que podrás conocer a continuación:
Agroindustria alimentaria
Se encarga de la transformación de los productos agrícolas, pecuarios, pesqueros y
forestales en alimentos elaborados. La mayoría de sus técnicas de conservación son
análogas.
Agroindustria no alimentaria
Mezcla los materiales sintéticos y sustitutos artificiales (especialmente fibra) con las
materias primas naturales para generar colorantes, textiles, entre otros productos.
Agroindustria proveedora de materias primas
Participa en la elaboración inicial de los productos agrícolas con procesos como la
molienda del trigo y arroz, el curtido del cuero, desmotado del algodón, prensado del
aceite, enlatado de pescado y el aserrado de la madera.
Agroindustria consumidora de materias primas
Fabrica artículos a base de productos intermedios que se derivan de las materias
agrícolas, como papel, ropa, calzado, caucho, entre otros.
Agroindustria artesanal
El proceso de manufactura que emplea requiere más mano de obra y menos
maquinaria. Produce artesanalmente los dulces tradicionales, mezcal, pulque, entre
otros productos.
Así que sí usted se dedica a cualquier tipo de agroindustria permítanos poner a su
servicio la asesoría de un profesional en la materia, permítanos poner a su disposición
una amplia gama de servicios a través de nuestros asesores técnicos SACSA
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Países Subdesarrollados: Características
La mayoría de estos países fueron antiguas colonias europeas.
Su agricultura en grandes rasgos, se caracteriza por:
o Tener una población activa muy numerosa y poco especialidad.
o Dedicarse al cultivo de productos orientados al autoconsumo y de baja
productividad.
o Utilizar técnicas y utensilios rudimentarios.
En estos países existen diversas modalidades de agricultura determinadas por el clima,
las tradiciones agrícolas son:
El sistema más generalizado en las zonas tropicales el cultivo de rozas el cual se
obtienen pobres cosechas de maíz, mandioca, bananas, etc.
En algunas regiones como el suroeste asiático se ha obtenido una agricultura intensiva
capaz de alimentar a muchas personas.
Es frecuente también, la agricultura extensiva de secano y en determinadas zonas se
aplica una agricultura especulativa (plantaciones explotadas por multinacionales de la
alimentación).
De acuerdo con la publicación Industria Alimenticia, la región se encuentra en un gran
momento de crecimiento y de inversión. El caso de Colombia es particular, ya que el fin
del conflicto armado con la guerrilla de las Farc afectará directamente al sector agrícola.
En 2015 la región representó el 15% de la exportación mundial de productos agrícolas y
alimentos, cifra que el sector latinoamericano espera mantener para 2016. De acuerdo
con la publicación, el impacto de la agroindustria en la región se puede medir con las
datos de Brasil y Argentina: en el gran gigante suramericano la agroindustria representa
el 25% del PIB, mientras que en el país gaucho esta cifra se mueve entre el 25 y el 30%
de su Producto Interno Bruto.
Por otra parte, se destaca que “la balanza comercial de Colombia con respecto a
producto de agricultura, corresponde a un superávit de USD$1,7 billones de media en
los últimos tres años”. Además, México es un actor importante de la región, ya que
cuenta con más de 27.000 hectáreas de tierras de cultivo permanente.
Mientras Colombia y Brasil siguen adelante como los principales exportadores de café
de la región y del mundo (ocupan el primer y tercer lugar, respectivamente), países
como Chile, Perú y México toman la delantera con la exportación de frutas. En Perú,
por ejemplo, “el cultivo y producción de uvas alcanzará en el periodo 2016-2017 una
cifra récord de 605.000 toneladas métricas, de las cuales se estima que 350.000 sean
exportadas”.
La agroindustria, un paso hacia la dependencia alimentaria de África
En la aldea de Yalifombo, en la República Democrática del Congo (RDC), a orillas del
río Congo, había una comunidad esencialmente agrícola. En esa aldea fue posible ver
cómo la economía local, que giraba en torno al cultivo tradicional de palma aceitera, se
desmoronó debido al incremento espectacular de las plantaciones industriales. En toda
la sub-región, ya sea en Mundemba (Camerún) o en Mboma (Gabón), se observa que la
agroindustria compite cada vez más con las economías agrícolas locales. El sistema que
fomentan hoy en día ciertas políticas públicas está destruyendo los sistemas que, desde
hace largo tiempo, constituyen un beneficio para los campesinos.
Las organizaciones campesinas africanas y las ONG no cesan de afirmar que el futuro
de la agricultura no está en la agricultura industrial sino en la agricultura campesina,
que alimenta al mundo y es capaz de enfriar el planeta gracias a la agro-ecología y al
respeto de la biodiversidad. (1)
Por ejemplo, en el informe titulado “Liberar el potencial de las explotaciones
familiares”, el Consejo Nacional de Concertación Rural (CNCR) de Senegal demuestra
que las explotaciones familiares son perfectamente capaces de alimentar al país y que
son ellas las que lo hacen actualmente, no la agroindustria. La agricultura familiar es la
principal abastecedora de alimentos de los senegaleses, y satisface el 70% de sus
necesidades, tanto en el medio rural como en el urbano. (2)
Sin embargo, fuertes presiones siguen imponiendo el modelo agroindustrial.
Los Estados africanos, luego de todas las promesas hechas durante la cumbre de la
Unión Africana en Malabo en 2003 (asignar al menos el 10% del presupuesto nacional a
la inversión agrícola para el año 2008), siguen esperando por las instituciones
financieras para desarrollar la agricultura que deberá alimentar a sus habitantes.
Esas instituciones financieras internacionales con el Banco Mundial a la cabeza, y su
teoría de que “todos saldrán ganando”, se empeñan en redefinir la agricultura africana
en base a sus propios programas y a una fuerte complicidad entre el mundo financiero,
sus instrumentos y todas las incertidumbres que estos mecanismos conllevan.
La República Democrática del Congo (RDC), uno de los países de experimentación de
dichas políticas, vio nacer en 2014 el primer Parque Agroindustrial de los 20 que se
promete realizar. Esta iniciativa del presidente del país, surgida de la voluntad del
NEPAD – New Partnership for Africa’s Development – [Nueva Asociación para el
Desarrollo de África], (3) no tardó en ser denunciada por los campesinos congoleses.
(4)
Las denuncias se refieren a la falta de consulta, de transparencia y de participación de
las organizaciones campesinas, y revelan también que ese programa, alentado por el
Banco Mundial, fomenta la agroindustria. Los Parques Agroindustriales, lejos de
contribuir al desarrollo del país y a la disminución de la pobreza, provocarán
probablemente el desplazamiento de las comunidades y el acaparamiento de sus tierras.
Así, los campesinos congoleses se enfrentan a un sistema (facilidades fiscales,
promoción de ciertos tipos de cultivos) visiblemente creado para favorecer a los
inversores extranjeros y no a ellos mismos.
Otro terreno de juego de la agroindustria es Gabón, donde un programa llamado
GRAINE (5) pone al grupo singapurense OLAM International y a la República de
Gabón en una asociación público-privada para “desarrollar la agricultura”.
Dicho programa apunta a crear 30.000 auto-empleos y a ocupar 200.000 hectáreas de
tierras agrícolas. Ya comenzó a acaparar las tierras de las comunidades de Mboma en el
departamento de Woleu. (6)
Por otra parte, en el programa GRAINE, la mejor tajada se la lleva el grupo
estadounidense Caterpillar, gracias a un contrato de USD 140 millones de dólares para
la adquisición de 475 buldóceres. Sin embargo, lo que piden las comunidades es
sencillamente conservar sus tierras para poder realizar una agricultura saludable.
Otra compañía muy implicada en el sector agroindustrial de Gabón y de otros países
africanos como Costa de Marfil, es la SIAT.
Dedicada a la palma aceitera y al caucho entre otras cosas, esta empresa recurre también
a técnicas de inseminación artificial para acrecentar el número de cabezas de ganado de
Gabón. La SIAT, cuya sede está en Bruselas (Bélgica), es titular de varias concesiones
y ocupa en Gabón unas 15.000 hectáreas.
Si bien dice tener una fuerte responsabilidad social, se le cuestiona la credibilidad y la
veracidad del Estudio de Impacto Ambiental y Social realizado en 2012 en la región de
Bitam/Minvoul. (7)
Estos ejemplos de la Cuenca del Congo muestran que aunque los proyectos de inversión
extranjera en el sector agrícola y el modelo agroindustrial se presenten como
“inversiones responsables” en las que “todos salen ganando”, sería más útil para los
Estados africanos invertir en la agricultura campesina que garantiza la soberanía
alimentaria.
La agroindustria, a pesar de todas las facilidades que se le otorgan, sigue sin convencer
a los campesinos, y hay que ponerle freno por el bien de las comunidades y la paz en la
región. Ya es tiempo de dejar de promover políticas como la Seguridad Alimentaria y la
Nutrición (NASAN, por su sigla en inglés) del G8, los Acuerdos de Asociación
Económica de la Unión Europea (AAE) o la Millennium Challenge Corporation (MCC)
[Corporación Reto del Milenio] de Estados Unidos, que llegan exigiéndole a los
Estados africanos cambiar sus políticas sobre tierras y semillas.
La soberanía alimentaria de los pueblos va de la mano con la libertad de producción,
con una elección libre e informada, no sometida a las exigencias del mercado mundial.
Lo que propone la agroindustria es exactamente lo contrario: hay que producir
monocultivos de caucho, teca o eucalipto, porque el sistema REDD y el mercado del
carbono así lo exigen.