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Documento Prueba 2.

El documento aborda la importancia de la actitud docente y la escucha activa en la educación emocionalmente inteligente e inclusiva, destacando que los docentes deben ir más allá de la simple transmisión de conocimientos para fomentar la motivación y la creatividad de los estudiantes. Se proponen estrategias para integrar la educación emocional en la formación docente, así como la creación de ambientes de aprendizaje adaptados a la diversidad y la promoción de comunidades de práctica entre educadores. La escucha activa y una actitud positiva son esenciales para construir una educación más humana y efectiva, especialmente en contextos de vulnerabilidad.

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El documento aborda la importancia de la actitud docente y la escucha activa en la educación emocionalmente inteligente e inclusiva, destacando que los docentes deben ir más allá de la simple transmisión de conocimientos para fomentar la motivación y la creatividad de los estudiantes. Se proponen estrategias para integrar la educación emocional en la formación docente, así como la creación de ambientes de aprendizaje adaptados a la diversidad y la promoción de comunidades de práctica entre educadores. La escucha activa y una actitud positiva son esenciales para construir una educación más humana y efectiva, especialmente en contextos de vulnerabilidad.

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La actitud docente y la escucha activa: Claves para una

educación emocionalmente inteligente e inclusiva


Nuestra sociedad se encuentra en una constante transformación y esto
incide sobre todo en el campo educativo; es decir, el proceso de enseñanza
aprendizaje busca cada vez estar más en la necesidad de mostrar cambios en
donde rol del docente va más allá de la simple trasmisión de conocimientos. Es
por eso que uno de los retos más significativos que los docentes enfrentamos a
diario en las aulas con los estudiantes es el mantener la concentración y la
motivación por aprender y descubrir un mundo de respuestas que, aunque la
tecnología actual nos la brinda de manera rápida y aparentemente sencilla, limita
en parte la crítica y el complejo proceso de pensar y argumentar. Según Freile
(2000), el aprendizaje significativo está conectado con la emoción y la motivación
por aprender en nuestros estudiantes. Si como docentes no brindamos estas
herramientas en nuestras asignaturas, se pierde la creatividad y el deseo de
transformar con ideas y acciones su entorno.

Como docentes debemos fomentar emociones y valores más que las


asignaturas de un currículo. Los estudiantes no pueden ser receptores pasivos
en la educación; esta metodología la critica en su libro Pedagogía del oprimido
Freile (2000) al no ofrecer esa conexión emocional y transformadora con el
aprendizaje. El desafío que tenemos en la educación actual es inspirar a
nuestros estudiantes a participar activamente del proceso de aprendizaje,
creando entornos seguros y minimizando el desinterés en ellos al recibir una baja
calificación o, en casos extremos, la deserción escolar. Goleman (1995).

Una actitud positiva en el docente transmite a sus estudiantes seguridad,


confianza y estímulos positivos al resolver una prueba o una pregunta en clase.
Bisquerra (2005) sugiere la educación emocional en las escuelas, para lograr
que el maestro, en vez de recalcar los errores que cometen los estudiantes a
diario, los motive a corregir lo que está mal, potencializando su creatividad y
participación en clase.
Se hace necesario e importante trabajar en la actitud del maestro y la
práctica de la escucha activa para motivar a los estudiantes y promover un
aprendizaje significativo. Esta reflexión crítica, apoyada en los estudios de Achí
(2024) y Berrocal (2021), analiza cómo estos aspectos impactan en la formación
integral de los alumnos y propone estrategias de formación docente centradas en
el desarrollo emocional, especialmente en contextos de vulnerabilidad, incorporar
la escucha activa en las prácticas educativas actuales significa abrir espacios de
diálogo, participación y expresión de emociones. De acuerdo con los programas
RULER e INTEMO mencionados por Berrocal, aquellos estudiantes que reciben
formación explícita en inteligencia emocional muestran una mejor adaptación
sociofamiliar y académica. Así, escuchar a los estudiantes no solo mejora la
dinámica del aula, sino que contribuye a su bienestar integral y su desarrollo de
competencias socioemocionales

La escucha de manera activa al estudiante, crea un vínculo que favorece


la motivación y la participación en las temáticas planteadas. Muchos estudiantes
pasan por situaciones que no solo afectan la convivencia en el colegio, sino
también en sus hogares: padres ausentes o maltratadores, situaciones
económicas que ocasionan conflictos entre los integrantes de la familia, abusos
por parte de familiares o amigos cercanos, etc. Freire (2000) señala que si el
docente tiene una escucha activa, se crea un conocimiento que se complementa
desde las dos partes: docente-estudiante, que puede minimizar la apatía por
aprender a causa de las anteriores situaciones.

Según (Bisquerra 2005), los docentes debemos atender las emociones de


nuestros estudiantes en el aula. Este autor resalta que la educación emocional
no solo actúa como preveedora de conflictos en la escuela, sino que también
fortalece la empatía y el respeto hacia los demás, generando aprendizajes desde
las habilidades de cada alumno, captando el interés por participar en la
asignatura.
Para fortalecer la empatía al enseñar, Goleman (1995) sostiene que el
docente debe emplear estrategias que favorezcan su motivación, la gestión de
emociones con objetivos claros y pequeñas recompensas como el refuerzo
positivo cuando se logra cumplir una meta. Estas acciones motivan a enriquecer
el quehacer docente y redireccionan el actuar en nuestra vocación.

Frente a estos retos, surge la necesidad de repensar la formación inicial y


continua de los docentes, especialmente para actuar en contextos de
vulnerabilidad. En línea con las investigaciones de Achi (2024) y Berrocal (2021),
proponemos las siguientes estrategias:

Primero, integrar la educación emocional de manera transversal en los


programas de formación docente. Es necesario que los futuros maestros
desarrollen habilidades como la autoconciencia, la regulación emocional y la
empatía, no solo para su bienestar personal, sino para poder acompañar
emocionalmente a sus estudiantes.

Segundo, promover metodologías creativas e innovadoras que permitan a


los maestros diseñar ambientes de aprendizaje flexibles y adaptados a la
diversidad de sus estudiantes. La creatividad no solo enriquece la enseñanza,
sino que también es clave para responder a los múltiples desafíos que presentan
los contextos de vulnerabilidad.

Finalmente, fomentar la creación de comunidades de práctica entre


docentes, en las que puedan compartir experiencias, emociones y estrategias,
fortaleciendo así su sentido de pertenencia y su capacidad de respuesta ante los
retos educativos contemporáneos.

La actitud positiva del maestro y su capacidad de escuchar activamente a


los estudiantes son elementos esenciales para construir una educación más
humana, inclusiva y emocionalmente inteligente. Basados en los aportes del
video los nuevos retos de la educación y en las investigaciones de Achi (2024) y
Berrocal (2021), es evidente que formar docentes empáticos, creativos y
emocionalmente competentes es una prioridad para enfrentar los desafíos
actuales, especialmente en contextos de vulnerabilidad. Como futuros doctores
en educación, asumimos el compromiso de impulsar una formación que integre
lo académico, lo emocional y lo ético, garantizando así una educación de calidad
para todos.

Referencias

Freire, P (2000) pedagogía del oprimido (30ª ed. de aniversario) continuum

Goleman, D (1995) inteligencia emocional: por qué es más importante que el cociente
intelectual. Bantam books

Bisquerra, R. (2005). Educación emocional y bienestar. Praxis.

Achi, D. (2024). Relación entre inteligencia emocional y rendimiento académico en


estudiantes de educación básica.

Berrocal, P. (2021). La inteligencia emocional como fundamento de la educación


emocional en su 30 aniversario.

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