La hipótesis meteorítica de Sir Norman
Lockyer (1890)
Es una teoría que explica los fenómenos
astronómicos sugiriendo que los enjambres
meteóricos son la unidad fundamental de la
formación estelar: La hipótesis afirma que los
enjambres meteóricos están formados por
muchos meteoros separados que se mueven
a diferentes velocidades. Cuando estos
meteoros chocan, producen calor y luz. A
medida que los miembros de un enjambre se
van juntando gradualmente, el número de
colisiones aumenta y el brillo se concentra.
Finalmente, la nebulosa se transforma en una
estrella.
Hipótesis caótica de Ligondes (1897)
En 1897, el filósofo francés Raoul Du
Ligondes escribió en su libro “Formation
mécanique du système du monde”, que todo
el Universo era un caos, dentro del cual las
partículas de la materia prima se desplazaban
en todas direcciones y estaban sujetas a las
atracciones mutuas. En este
sentido, Ligondes se imagina el Universo
siendo atravesado por enjambres de
proyectiles, los cuales pueden ser meteoritos,
burbujas de gas, o cualquier tipo de cuerpo
sólido, que flotando en el espacio de forma
aleatoria produce choques con las otras
partículas. Se asemeja su modelo a la
concepción esgrimida por Ludwing
Boltzman y James Clerk Maxwell en su Teoría
Cinética de los gases. La diferencia estriba en
que en la Teoría Cinética, las partículas
poseen el mismo tamaño, y en el modelo
de Ligondes, cada una va obteniendo su
tamaño en función del número de colisiones
que presenta.
Hipótesis de la panspermia de Arrhenius
(1903)
Muchos científicos famosos del siglo XIX
escribieron sobre esta teoría. Entre otros,
Svante Arrhenius postuló que las esporas
microscópicas se transfieren a través del
espacio interplanetario por medio de la
presión de la radiación del sol, en 1903. En la
formulación moderna, hay tres etapas
previstas en esta hipótesis: escape (de un
planeta), tránsito (a través del espacio
interplanetario) y aterrizaje (en un planeta
receptor). Desde entonces se han investigado
todas las etapas, lo que ha dado cierta
credibilidad a la hipótesis.
Hipótesis planetasimal de Chamberlin-
Moulton (1905)
Fue propuesta por el geólogo Thomas
Chrowder Chamberlin y el astrónomo Forest
Ray Moulton para describir la formación del
Sistema Solar. Fue propuesta como
reemplazo de la versión laplaciana de la
hipótesis nebular que había prevalecido
desde el siglo XIX. La hipótesis se basaba en la
idea de que una estrella pasó lo
suficientemente cerca del Sol al principio de
su vida como para provocar la formación de
protuberancias de marea en su superficie,
que junto con el proceso interno que conduce
a las prominencias solares, hicieron que el
material fuera expulsado repetidamente del
Sol. Debido a los efectos gravitacionales de la
estrella que pasaba, dos brazos en forma de
espiral se habrían extendido desde el Sol y,
aunque la mayor parte del material habría
retrocedido, parte de él permanecería en
órbita. Este material en órbita se enfriaría y se
condensaría en numerosos cuerpos pequeños
que denominaron planetesimales y algunos
protoplanetas más grandes .
Hipótesis de la captura de See (1910)
La hipótesis de captura, propuesta por T. J. J.
See en 1910, es una fascinante teoría
astronómica temprana. Postula que los
planetas de nuestro sistema solar no se
formaron a partir de la nebulosa solar, como
sugiere la hipótesis nebular. En cambio, See
propuso que los planetas se originaron fuera
del sistema solar y luego fueron capturados
por la atracción gravitatoria del Sol.
Esta teoría desafió el pensamiento científico
predominante de la época y provocó un
importante debate entre los astrónomos.
Aunque la hipótesis nebular es más aceptada
hoy en día, la hipótesis de captura de See
sigue siendo una parte interesante de la
historia de las ideas astronómicas.
Hipótesis de las mareas Jeans-Jeffreys (1918)
La hipótesis de mareas de Jeans-Jeffreys,
defendida por James Jeans y Harold Jeffreys,
explicaba el origen del Sistema Solar como
resultado de un encuentro cercano entre el
Sol y una segunda estrella. Sin embargo,
difería significativamente de la otra gran
hipótesis catastrófica del siglo XX, la hipótesis
planetesimal de Chamberlin-Moulton. Como
resultado de un análisis matemático
detallado, Jeans concluyó en 1916 que la
interacción de las mareas entre el Sol y una
estrella que pasa por allí provocaría mareas
en el Sol, lo que provocaría la pérdida de un
único filamento de gas caliente en forma de
cigarro, en lugar de corrientes de gas
separadas como en el escenario de
Chamberlin y Moulton. Este gas caliente se
condensaría entonces directamente en los
planetas en lugar de pasar por una etapa
planetesimal. La sección central del "cigarro"
daría lugar a los planetas más grandes
( Júpiter y Saturno ), mientras que los
extremos cónicos proporcionarían la
sustancia para los mundos más pequeños.
La hipótesis colisional de Lyttleton (1936)
Es una teoría sobre la formación del sistema
solar que propone que una estrella
compañera del Sol colisionó con otra estrella
que pasaba por ahí. Raymond Lyttleton
propuso esta hipótesis en 1937 y 1940.
Algunas de las ideas que plantea la hipótesis
de Lyttleton son:
Los planetas terrestres son demasiado
pequeños para condensarse por sí mismos.
Un protoplaneta muy grande se partió en dos
debido a la inestabilidad rotacional, formando
Júpiter y Saturno.
Un filamento de conexión del protoplaneta se
formó y de él se originaron los demás
planetas.
Hipótesis etegórica de Alfvén (1940)
La teoría del astrofísico sueco Hannes Alfvén
(1908-1995), publicada en 1942 y mejorada
en 1970, se denomina etegórica ya que busca
explicar el surgimiento del Sistema Solar a
partir de un cuerpo compañero. Alfvén en su
teoría busca englobar una explicación
satisfactoria al proceso de formación de
objetos en órbita a un cuerpo central. En este
sentido, desarrolla toda una fundamentación
que permite explicar la formación de los
planetas en torno al Sol, y de los satélites en
torno a los planetas. En la misma el Sol, en su
desplazamiento a través de la galaxia, ingresó
en una nebulosa. Su presencia en el medio
nebular produjo cargas eléctricas que se
hicieron patentes en los átomos del gas. Estos
se precipitaron hacia el Sol, siguiendo
trayectorias espirales, que posteriormente
formaron anillos toroidales, desde donde se
formaron los planetas. Al fundamentar su
teoría en la formación de estas bandas
toroidales, su teoría también se le conoce
como el “Modelo de las bandas” de Alfvén. En
su hipótesis, Alfvén no sólo hace uso de la
mecánica celeste y los conocimientos
modernos de química y física, sino que
aborda aspectos de magnetohidrodinámica
para realizar un examen de los procesos de
formación de sistemas planetarios.
Hipótesis de nube interestelar de Schmidt
(1943).
Origen independiente del Sol: a diferencia de
la hipótesis nebular, que sugiere que el Sol y
los planetas se formaron a partir de la misma
nube giratoria, Schmidt propuso que el Sol se
formó de forma independiente. Más tarde se
encontró y pasó a través de una densa nube
interestelar de gas y polvo.
La hipótesis de la nube interestelar de
Schmidt propuso que el Sol capturó material
de una nube interestelar, a partir de la cual se
formaron posteriormente los planetas. Esta
hipótesis ofrecía una explicación alternativa
para la distribución del momento angular en
el sistema solar. Si bien ha sido reemplazada
en gran medida por la hipótesis nebular
moderna, desempeñó un papel importante
en el desarrollo de nuestra comprensión de la
formación del sistema solar.
Hipótesis del protoplaneta de McCrea (1960)
La hipótesis de los protoplanetas, propuesta
por el astrónomo William Hunter McCrea en
1960, es una teoría que explica la formación
del Sol y los planetas a partir de una nube de
gas y polvo: Formación de nubes: una nube
de gas y polvo de al menos 10.000 millones
de kilómetros de diámetro gira lentamente en
el espacio. Colapso de nubes: la nube se
encoge debido a su propia gravedad o a la
explosión de una estrella que pasa cerca.
Formación del Sol: el material de la nube se
comprime, lo que hace que su interior se
caliente tanto que comienza la fusión del
hidrógeno y el núcleo de la nube se convierte
en el Sol. Formación de planetas: se forma un
disco de material alrededor del Sol y la
fricción hace que la masa se acumule en
remolinos. Estos remolinos se encogen y
forman protoplanetas, que finalmente
forman planetas y lunas. Captura de planetas
más pequeños: la gravedad del Sol captura
planetas más pequeños. La teoría de McCrea
también explica la rotación lenta del Sol y
vincula la formación planetaria con la
creación de un cúmulo estelar.
Hipótesis catastrófica de Hoyle (1944).
La hipótesis catastrófica de Fred Hoyle,
también conocida como la "hipótesis de la
estrella nova", proponía que el Sol tenía una
estrella compañera que explotó como una
supernova, expulsando escombros que se
fusionaron para formar los planetas. Esta
teoría era una alternativa a la hipótesis
nebular, más aceptada, que sugiere que el
sistema solar se formó a partir de una nube
giratoria de gas y polvo.
Si bien la hipótesis de Hoyle se consideró
plausible en su momento, desde entonces ha
sido ampliamente rechazada por la
comunidad científica debido a la falta de
evidencia que la respalde. La hipótesis
nebular, que se ha refinado y respaldado por
numerosas observaciones y simulaciones, es
ahora la teoría más aceptada para la
formación del sistema solar.
Hipótesis de Gerard Kuiper (1944).
La hipótesis de Gerard Kuiper es una teoría
sobre el origen del sistema solar que plantea
que los planetas se formaron a partir de la
condensación de una gran nube de gas y
polvo alrededor del Sol. Esta hipótesis,
propuesta en 1949, se considera una
importante contribución a nuestra
comprensión de la formación del sistema
solar.
Hipótesis de la turbulencia de Weizsacker
(1945).
La hipótesis de 1945 de Carl Friedrich von
Weizsäcker se centraba principalmente en la
mecánica de la turbulencia, no en el origen de
la Tierra. Sin embargo, su trabajo sobre la
teoría de la turbulencia contribuyó
indirectamente a nuestra comprensión de la
formación del sistema solar, incluida la Tierra.
Disco protoplanetario: la teoría de Weizsäcker
implicaba un disco protoplanetario
turbulento que rodeaba al joven Sol. Este
disco estaba compuesto de partículas de gas y
polvo.
Formación de remolinos: la turbulencia
dentro del disco condujo a la formación de
remolinos a gran escala.
Acreción planetesimal: dentro de estos
remolinos, las partículas más pequeñas
chocaron y se acrecentaron, formando
gradualmente cuerpos más grandes llamados
planetesimales. Crecimiento planetario: Con
el tiempo, estos planetesimales continuaron
chocando y fusionándose, hasta convertirse
en planetas, incluida la Tierra.
Hipótesis de Whipple (1948).
La hipótesis de Fred Whipple sobre el origen
de la Tierra, propuesta en 1948, es ahora
ampliamente aceptada por la comunidad
científica. Sugiere que la Tierra se formó a
partir de la acumulación de cuerpos más
pequeños llamados planetesimales. Estos
planetesimales se crearon a partir del polvo y
el gas que quedaron después de la formación
del Sol.
La hipótesis de Whipple está respaldada por
una variedad de evidencias, incluida la
composición de los meteoritos y la
distribución de los planetas en el sistema
solar. También es consistente con las leyes de
la física y la química.
A continuación, se presentan algunos de los
puntos clave de la hipótesis de Whipple:
La Tierra se formó a partir de la acumulación
de cuerpos más pequeños llamados
planetesimales.
Estos planetesimales se crearon a partir del
polvo y el gas que quedaron después de la
formación del Sol.
El núcleo de la Tierra se formó primero,
seguido por el manto y la corteza.
La atmósfera y los océanos de la Tierra se
formaron a partir de la desgasificación de
sustancias volátiles del interior de la Tierra.
La hipótesis de Whipple es una valiosa
contribución a nuestra comprensión del
origen de la Tierra.
Hipótesis cosmoquímica de Urey (1952).
Harold Urey, un químico de renombre,
propuso una hipótesis cosmoquímica en la
década de 1950 para explicar el origen y la
composición de la Tierra y otros planetas.
Esta hipótesis, a menudo denominada
"experimento Urey-Miller", fue un paso
revolucionario en la comprensión de las
condiciones primitivas de la Tierra y el
potencial para el surgimiento de la vida.
Puntos clave de la hipótesis cosmoquímica de
Urey:
Atmósfera reductora: Urey propuso que la
atmósfera de la Tierra primitiva era un
entorno reductor, rico en hidrógeno, metano,
amoníaco y vapor de agua. Esta atmósfera
reductora fue crucial para la síntesis de
compuestos orgánicos.
Fuente de energía: Urey sugirió que los rayos,
la radiación ultravioleta y la actividad
volcánica proporcionaban la energía
necesaria para impulsar las reacciones
químicas en esta atmósfera reductora.
Formación de compuestos orgánicos: estas
fuentes de energía habrían desencadenado
reacciones químicas, lo que llevó a la
formación de moléculas orgánicas simples
como aminoácidos, azúcares y nucleótidos.
Los bloques de construcción de la vida: Estas
moléculas orgánicas, los bloques de
construcción de la vida, podrían haberse
acumulado en los océanos de la Tierra,
formando una "sopa primordial" de la que
finalmente surgió la vida.
Hipótesis del protoplaneta de McCrea
(1960).
La hipótesis de McCrea sobre los
protoplanetas, propuesta en 1960, sugiere
que el Sol y los planetas se formaron
independientemente a partir de la misma
nube interestelar. La teoría postula que unos
pocos grandes cúmulos de materia, llamados
protoplanetas, se formaron dentro de la nube
y luego capturaron cuerpos más pequeños,
incluidos los planetas, mediante su influencia
gravitatoria. Esta hipótesis tenía como
objetivo explicar el problema del momento
angular, que cuestionaba cómo los planetas
podrían haber adquirido su momento orbital
actual si se hubieran formado a partir de una
nebulosa solar en rotación.
Hipótesis de Cameron (1962).
La hipótesis de Cameron, propuesta en 1962,
sugiere que la Tierra se formó a través de un
proceso de acreción del núcleo. Esta teoría
postula que la Tierra comenzó siendo un
cuerpo pequeño y rocoso que creció
atrayendo y capturando gravitacionalmente
otros cuerpos más pequeños, como
planetesimales y partículas de polvo. A
medida que la Tierra se hizo más grande, su
atracción gravitatoria aumentó, lo que le
permitió capturar aún más material, lo que
finalmente llevó a la formación de un gran
planeta rocoso. Esta hipótesis ayuda a
explicar la composición de la Tierra, que está
compuesta principalmente de materiales
rocosos, y su estructura interna, que incluye
un núcleo denso y un manto y una corteza
menos densos.
Hipótesis de captura de Woolfson (1964)
La hipótesis de captura de Woolfson propone
un mecanismo único para la formación del
sistema solar. Sugiere que el Sol capturó
material planetario de una protoestrella
difusa (una masa suelta de gas y polvo fríos)
que pasó cerca.
Puntos clave de la hipótesis:
Interacción de marea: a medida que la
protoestrella se acercaba al Sol, las fuerzas
gravitacionales del Sol distorsionaron la forma
de la protoestrella. Esta interacción de marea
provocó que un filamento de material se
desprendiera de la protoestrella.
Captura de material: el filamento de material
capturado fue atraído hacia órbitas alrededor
del Sol, similares a las órbitas de los planetas
de nuestro sistema solar.
Condensación planetaria: el material
capturado fue lo suficientemente denso como
para formar planetas a través de un proceso
similar a la inestabilidad de Jeans, donde las
fuerzas gravitacionales hacen que el material
se condense en cuerpos más grandes.
PRIMERAS TEORÍAS
Hipótesis gaseosa de Kant (1755).
La hipótesis gaseosa de Kant propone
que el sistema solar se formó a partir de
gas y polvo que orbitaban alrededor del
sol. Immanuel Kant, un filósofo alemán,
presentó la hipótesis gaseosa sobre el
origen de la Tierra en 1755, que se
basaba en la ley de la gravedad de
Newton. Kant creía que la materia
primordial estaba inicialmente dispersa
y consistía en partículas sólidas frías e
inmóviles. Chocaban entre sí debido a la
gravedad, lo que producía calor, lo que
causaba un momento angular, y
comenzaba a girar. Este artículo te
explicará la hipótesis gaseosa de Kant,
que te será útil en la preparación de
Geografía.