4 IntegraldeLeb
4 IntegraldeLeb
LA INTEGRAL DE LEBESGUE
EN Rn
se define de un modo muy intuitivo (particiones de [a, b], sumas inferiores y superiores, etc.) basado
en consideraciones geométricas conducentes a hallar áreas de recintos. Pero cuando se prueba la
regla de Barrow o el teorema fundamental del cálculo, la integral se convierte en una poderosa
herramienta analı́tica que tiene que ver con la derivación (resulta ser la operación inversa) y que
aporta mucha luz al análisis de las funciones:
2. Permite definir nuevas funciones a partir de otras muy sencillas. Por ejemplo, una manera
muy útil y sencilla de definir la función logaritmo es mediante
Z x
1
log x = dt.
1 t
3. La integral sirve para comprender mejor las funciones y los espacios de funciones. Aunque
para entender bien este aspecto se necesitarán más cursos de análisis en la licenciatura, en
el capı́tulo 7 se podrá ver cómo una adecuada integral para funciones complejas resuelve el
problema de demostrar que toda función holomorfa es analı́tica.
1
2 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
Adelantemos que un primer problema de la integral Riemann es que limita el tipo de funciones que
se pueden integrar y el dominio en el que se integra. Pero, lo primero que podrı́amos pensar para
funciones de varias variables es imitar el procedimiento de Riemann. Breve y esquemáticamente
serı́a ası́:
Sea A = [a1 , b1 ] × [a2 , b2 ] × · · · × [an , bn ] lo que se llama una caja en Rn , y sea f : A −→ R.
Llamaremos partición de A a cualquier colección finita de cajas (subcajas de A) P = {B1 , . . . , BN }
tal que [
A= Bi , Bi◦ ∩ Bj◦ = ∅, ∀i 6= j.
Definimos el volumen n-dimensional de una caja como
(que para n = 2 es el área y para n = 3 el volumen). Eligiendo puntos en cada una de las subcajas
x1 , . . . , xN , xk ∈ Bk , denotamos T = (x1 , . . . , xN ), y llamamos suma de Riemann a la expresión
N
X
S(f, P, T ) = mn (Bk )f (xk )
k=1
(lo que expresa, si n = 2 el volumen de una colección de prismas de base rectangular que se parece
al volumen que encierra el grafo de f ; hágase un dibujo para verlo).
Entonces, se dice que f es integrable Riemann en A si
Z
∃ lı́m S(f, P, T ) (= f (x)dx)
kP k→0 A
Con esfuerzo adicional se extiende la integral a algunos dominios de Rn más generales que las
cajas (que se pueden aproximar por cajas). Pero resulta una teorı́a insuficiente (aunque, como
comentaremos luego, esto no se percibı́a en los tiempos de Riemann) y además difı́cil de manejar;
los teoremas que hacen práctica esta integral (Fubini, cambio de variable, derivación bajo el signo
integral,...) tienen demostraciones engorrosas y con demasiados problemas técnicos que ocultan las
ideas.
De hecho, la teorı́a resulta insuficiente incluso en R, aunque para los propósitos del curso pasado
bastó. Aquı́ también nos podrı́amos arreglar con la integral de Riemann en Rn , y numerosos textos
de análisis de varias variables siguen funcionando con esta integral, pero con esos inconvenientes y
defectos que, en el caso de R (y en Rn todavı́a es peor), vamos a enumerar:
no es integrable Riemann en [0, 1]. Este hecho, a mediados del siglo XIX, podı́a parecer
anecdótico; incluso costaba considerar que f fuera una función. Pero a medida que empezaron
a desarrollarse ciertas ramas del análisis como el Análisis de Fourier, surgieron funciones g(x)
como lı́mite puntual de funciones muy buenas gk (x) que en cuanto a continuidad resultaban
tan malas como la función de Dirichlet, y el desarrollo de la teorı́a exigı́a que estas funciones
se pudieran integrar. Por supuesto que R contiene suficientes funciones (continuas a trozos,
monótonas a trozos) para que la integral de Riemann resulte útil en muchos contextos. Fue un
problema abierto durante mucho tiempo caracterizar exactamente la clase R en términos de
continuidad. No se pudo resolver el problema hasta la aparición de Lebesgue con su medida
y su integral.
3
2. Los dominios de integración son pocos: solamente intervalos, en principio cerrados y acotados,
aunque luego se puede extender la integral, por pasos al lı́mite, a otros (integrales impropias).
3. Los teoremas de paso al lı́mite son insuficientes. Es fácil demostrar que si fk −→ f uniforme-
mente en [a, b], entonces
Z b Z b
fk (x)dx −→ f (x)dx.
a a
Pero, la convergencia uniforme es muy exigente y se da pocas veces en las aplicaciones.
Además, hay situaciones en las que podemos encontrarnos con lı́mites puntuales
g(x) = lı́m gk (x)
donde no cabe ni preguntarse si la integral del lı́mite es el lı́mite de las integrales puesto que g
puede ser no integrable. Por otro lado, este intercambio entre integral y lı́mite es el punto de
partida para poder derivar funciones definidas por integrales dependientes de un parámetro
como las funciones beta y gamma.
Estos inconvenientes desaparecieron con la integral de Lebesgue, a la que éste llegó en 1910
con una teorı́a en la que contribuyeron anteriormente notables matemáticos como Peano, Young,
Jordan, Borel o Cantor.
Lebesgue crea una integral que tiene sentido para, prácticamente, toda función; tiene buenos y
sencillos teoremas de paso al lı́mite, lo que hace que una vez construida sea muy fácil de manejar;
extiende a la integral de Riemann y resuelve el problema de caracterizar la clase R.
Idea de Lebesgue
La principal y simple idea de Lebesgue es trabajar con particiones en el rango de las funciones en
vez de en el dominio y remitir el problema de la integral al problema de la medida. Lo explicaremos
en R comparando con la integral Riemann. Sea una función f : [a, b] −→ R+ y supongamos que su
rango es f ([a, b]) = [α, β]. La integral de Riemann consiste en tomar particiones del intervalo [a, b],
P = {a = x0 , . . . , b = xk } y hacer el lı́mite
k
X Z b
lı́m f (xi ) · long([xi−1 , xi ) (= f (x)dx).
kP k→0 a
i=1
Pero se puede llegar al mismo resultado haciendo particiones en el rango, es decir, tomar en el
intervalo [α, β], Q = {α = y0 , . . . , β = yk } y
k
X
lı́m yi · long(f −1 ([yi−1 , yi ])),
kQk→0
i=1
Sin duda, lo mejor serı́a que todos los subconjuntos de Rn fueran medibles, pero desgraciadamente
se prueba que no puede existir una aplicación
m : P(R) −→ [0, +∞]
verificando las propiedades anteriores. Claro que por otro lado es esto lo que hace interesante el
problema de la medida.
Una σ-álgebra en R es un subconjunto de P(R) cerrado para la complementación y para las
uniones infinitas numerables. Lebesgue demostró que existe una σ-álgebra en R, M(R) ⊂ P(R) y
una medida
m : M(R) −→ [0, +∞]
cumpliendo las propiedades anteriores. A esta medida (que se llama de Lebesgue) bien la podrı́amos
llamar longitud. Se demuestra que aunque M(R) no es P(R) contiene a muchı́simos subconjuntos
de R (los abiertos, los cerrados, las uniones numerables de cerrados, las intersecciones numerables
de abiertos, etc.) y volviendo hacia atrás, se podrá hablar de integral para aquellas funciones tales
que
f −1 ([yi−1 , yi ]) ∈ M(R),
(funciones medibles) que son también muchas porque la clase M(R) es muy amplia.
Algo parecido se puede plantear en Rn cambiando los intervalos por cajas y la longitud de
aquéllos por el volumen n-dimensional de éstas. El proceso da lugar a la medida de Lebesgue en
Rn y, como consecuencia, a la integral.
Pero aquı́ no queda todo; la idea de Lebesgue se lleva a conjuntos abstractos X, en el sentido
de que siempre que tengamos una σ-álgebra A en P(X) y una medida
µ : A −→ [0, ∞],
(aplicación cumpliendo la propiedad 2 anterior), se construye con facilidad una integral
Z
f dµ
X
con muy buenas propiedades. Este hecho ha sido fundamental en el desarrollo del Análisis y de la
Teorı́a de la probabilidad en el siglo XX.
En este curso, nos interesa llegar de forma rápida a la definición de integral en Rn y demostrar
las propiedades necesarias para hacerla manejable. Los conceptos previos de teorı́a de la medida
que se necesitan: σ-álgebras, medidas, funciones medibles, existencia de la σ-álgebra y de la medida
de Lebesgue con sus propiedades serán expuestos sin demostración (podrı́a decirse que de forma
axiomática). Es en cursos de análisis posteriores donde se desarrollará con rigor lo que aquı́ no
hagamos.
4.1. TEORÍA DE LA MEDIDA EN RN 5
(a) ∅ ∈ A;
(b) A ∈ A =⇒ Ac ∈ A;
∞
[
(c) {Ai }∞
i=1 ⊆ A =⇒ Ai ∈ A.
i=1
(a) Rn ∈ A;
m
[
(b) A1 , A2 , . . . , Am ∈ A =⇒ Ai ∈ A;
i=1
∞
\ m
\
(c) {Ai }∞
i=1 ⊆ A =⇒ Ai ∈ A, Ai ∈ A;
i=1 i=1
Ac
T
(d) A, B ∈ A =⇒ B \ A = B ∈ A.
Todas estas propiedades son muy sencillas de demostrar. Por ejemplo, para c) basta observar
que
∞ ∞
[ c \
Ai = (Ai )c .
i=1 i=1
Queremos que, al menos, sean medibles las cajas en Rn . Si llamamos
Cn = {I = [a1 , b1 ] × · · · × [an , bn ] : ai ≤ bi },
es claro que Cn no es una σ−álgebra (la unión de simplemente dos cajas no tiene porqué ser una
caja). Entonces, consideremos la σ−álgebra más pequeña que contiene a Cn .
Definición 4.1.3. Se llama σ−álgebra de Borel en Rn a la σ−álgebra más pequeña que contiene
a las cajas. Los elementos de B(Rn ) se llaman borelianos o conjuntos medibles Borel.
Notas.
1. Es fácil demostrar que tal σ−álgebra debe existir, aunque no sepamos muy bien quiénes son
sus elementos. También se demuestra, aunque esto ya es más difı́cil, que
B(Rn ) ⊂ P(Rn )
que la clase B(Rn ) es muy amplia, aunque como queda dicho en la nota anterior, no se logra
alcanzar a todos los subconjuntos de Rn .
Toda caja de la forma I = [a1 , b1 ) × · · · × [an , bn ) también será boreliano porque
∞
[ 1 1
I= [a1 , b1 − ] × · · · × [an , bn − ].
k k
k=k0
Lo mismo podemos decir si abrimos algún extremo izquierdo de los intervalos o abrimos los
dos.
Definición 4.1.4. Dada una σ-álgebra A, una medida positiva o, simplemente, una medida
sobre A es una aplicación
µ : A → [0, +∞] = [0, +∞) ∪ {+∞}
tal que
∞ ∞
!
[ X
µ Ai = µ(Ai )
i=1 i=1
(µ es numerablemente aditiva ).
Nota. Como se ve, estamos operando con cantidades que pueden ser +∞ (y posteriormente apa-
recerá −∞). Incorporamos estos números a la aritmética con los siguientes convenios:
- a + (+∞) = (+∞) + a = +∞ para todo a ∈ R ∪ {+∞}.
- a + (−∞) = (−∞) + a = −∞ para todo a ∈ R ∪ {−∞}.
- 0 · (+∞) = (+∞) · 0 = 0 · (−∞) = (−∞) · 0 = 0.
- a · (+∞) = (+∞) · a = +∞, para todo a ∈ (0, +∞] (y similares).
- −∞ < a < +∞ para todo a ∈ R.
- Siguen quedando sin definir las sumas +∞ + (−∞) (y similares), y el cociente por 0.
Con esto, la serie que aparece en el enunciado del teorema anterior siempre tiene sentido.
(a) µ(∅) = 0;
k k
!
[ X
(b) {Ai }ki=1 ⊆ A disjuntos dos a dos =⇒ µ Ai = µ(Ai );
i=1 i=1
∞
!
[
(f) {Ai }∞
i=1 ⊆ A, Ai ⊆ Ai+1 para todo i =⇒ µ Ai = lı́m µ(Ai );
i→∞
i=1
∞
!
\
(g) {Ai }∞
i=1 ⊆ A, Ai ⊇ Ai+1 ∀i, µ(A1 ) < ∞ =⇒ µ Ai = lı́m µ(Ai ).
i→∞
i=1
mn (A1 ∪ A2 ) = mn (A1 ).
No es difı́cil demostrar que mn está bien definida sobre M(Rn ) (es decir, que la definición es
consistente con diferentes representaciones de A como unión de dos conjuntos de B(Rn ) y de N (Rn ))
y que:
1. M(Rn ) es una σ-álgebra que contiene a B(Rn ) que se llama σ-álgebra de Lebesgue en Rn .
A los elementos de M(Rn ) se les llama conjuntos medibles. Se demuestra que el contenido
M(Rn ) ⊂ P(Rn )
es estricto. Es decir, hay subconjuntos de Rn que no son medibles, aunque es difı́cil encontrar
uno. Podrı́a decirse que cualquier subconjunto que aparezca en las aplicaciones de la teorı́a
será medible. Para construir un conjunto no medible hay que acudir al axioma de elección.
2. mn es una medida sobre M(Rn ). Aparte de saber como actúa sobre las cajas, se demuestra
que es invariante por traslaciones, i. e.,
mn (x + A) = mn (A), ∀A ∈ M(Rn ), ∀x ∈ Rn .
y que salvo constante multiplicativa es la única medida invariante por traslaciones que se
puede definir sobre M(Rn ) (y también sobre B(Rn )).
8 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
1. La medida de un punto es 0.
4. En R2 , la medida de un triángulo rectángulo es base por altura partido por dos. En efecto,
sean a y b los catetos. La medida del rectángulo es a · b; si lo dividimos en dos trozos por
la diagonal, estos trozos tienen que tener medidas iguales (¿por qué?), y de aquı́ se sigue el
resultado.
6. En R2 , m2 (B((0, 0); 1)) = π (podemos poner el cı́rculo como unión numerable creciente de
polı́gonos para los que ya conocemos la medida).
Funciones medibles
Una vez conocidos cuáles son los subconjuntos de Rn que se pueden medir y recordando lo dicho
en la introducción, podremos hablar de integral para funciones f de Rn en R tales que
Definición 4.1.8. Sea E ∈ M(Rn ); una función f : E −→ R se dice que es medible si para todo
abierto G ⊆ R, f −1 (G) ∈ M(Rn ).
Aunque parece que hemos definido algo diferente a lo comentado, no es ası́. De forma elemental,
gracias a las propiedades de σ-álgebras, se prueba lo siguiente:
(a) f es medible;
Las siguientes observaciones y propiedades (de fácil demostración, aunque aquı́ no las hare-
mos) nos vienen a decir que prácticamente cualquier función es medible. Se necesitan procesos
complicados para llegar a definir una función no medible.
Notas.
(1) λ ∈ R −→ λf medible;
(2) f + g medible;
(4) f 2 , |f | medibles;
(6) f g medible;
Definición 4.1.11. Sea E ∈ M(Rn ); una función f : E −→ R ∪ {±∞} = [−∞, +∞] se dice que
es medible si:
(i) f es medible;
(vii) f −1 ({+∞}) ∈ M(Rn ), f −1 ({−∞}) ∈ M(Rn ), {x ∈ E; α < f (x) < β} ∈ M(Rn ) para todo
α, β ∈ R con α < β.
Para funciones con valores en [−∞, +∞], las propiedades en cuanto a medibilidad son análogas
(y también con fácil demostración) a las ya vistas para funciones reales.
Notas.
(a) Sean E ∈ M(Rn ), f : E −→ [−∞, +∞]; si f es medible, f −1 (B) ∈ M(Rn ) para todo
B ∈ B(R). El recı́proco es cierto si además f −1 ({+∞}) ∈ M(Rn ), f −1 ({−∞}) ∈ M(Rn ).
(3) f 2 , |f | medibles;
(5) f g medible;
Funciones simples
Estas funciones juegan un importante papel en la teorı́a de integración que vamos a desarrollar.
La definición de integral para una función simple será muy intuitiva y demostraremos que cualquier
función positiva es lı́mite de esta clase de funciones lo cual permitirá un sencillo manejo de la
integral.
Definición 4.1.16. Función simple. Diremos que una función s : Rn → R es una función
simple si su rango consta de un número finito de valores no negativos, es decir, si existen λ1 ,. . . ,
λk distintos dos a dos en [0, +∞) tales que s(Rn ) = {λ1 , . . . , λk }.
Observaciones.
(a) Toda combinación lineal, con coeficientes no negativos, de funciones caracterı́sticas (de con-
juntos disjuntos o no) es una función simple.
(b) Una función simple de forma canónica s = ki=1 λi χAi es medible si y sólo si cada conjunto
P
Ai es medible.
(c) χA · χB = χA∩B .
(b) Si A y B son disjuntos, χA∪B = χA + χB , y lo mismo ocurre para una sucesión infinita de
conjuntos disjuntos dos a dos.
Es bastante sencillo comprobar que estas funciones satisfacen los apartados (a) y (b).
∃(sk ) % f.
Nótese que esta suma está siempre bien definida en [0, +∞], y que está unı́vocamente deter-
minada por s. La “variable” x que aparece en la definición es una “variable muda” (o “variable
ficticia”), que puede ser útil en ocasiones para aclarar la notación, como veremos posteriormente.
Ejemplo. Si A ∈ M(Rn ), Z
χA = mn (A).
Rn
¿Qué ocurre si tenemos una función simple que no está puesta en forma canónica? Se demuestra
fácilmente el siguiente resultado previo.
Lema 4.2.2. Sea s : Rn → R una función simple medible tal que s = `j=1 aj χBj , donde los Bj
P
son conjuntos medibles disjuntos dos a dos. Entonces
Z `
X
s= aj mn (Bj ).
Rn j=1
Y a partir de aquı́ surgen sin excesivos problemas las primeras propiedades de la integral:
Propiedades 4.2.3. Sean s, t : Rn → R funciones simples medibles y λ ∈ [0, +∞). Entonces
Z Z Z
(a) (s + t) = s+ t
Rn Rn Rn
(con lo cual, si s y t son integrables, s + t resulta ser asimismo integrable).
Z Z
(b) (λ s) = λ s
Rn Rn
(con lo cual, si s es integrable, λ s es también integrable).
Z Z
(c) si s ≤ t, entonces s≤ t
Rn Rn
(con lo cual, si t es integrable, s también lo es.)
Corolario 4.2.4. Si s = ki=1 ai χAi , donde los Ai son conjuntos medibles arbitrarios y los ai ∈
P
[0, +∞), 1 ≤ i ≤ k, entonces
Z Xk
s= ai mn (Ai ).
Rn i=1
Nótese que s χE sigue siendo una función simple medible. Además, si s = ki=1 ai χAi , donde los
P
Ai son conjuntos medibles arbitrarios y los ai ∈ [0, +∞), 1 ≤ i ≤ k, como s χE = ki=1 ai χAi ∩E ,
P
queda
Z Xk
s= ai mn (Ai ∩ E).
E i=1
Z
(En particular, mn (E) = 0 =⇒ s = 0, hecho que utilizaremos después.)
E
Nótese que el conjunto cuyo supremo tomamos es no vacı́o, pues s = 0 figura entre las funciones a
considerar; por tanto, esta integral está bien definida y además es mayor o igual que 0 (incluyendo
la posibilidad de tomar el valor +∞). Por otra parte, cuando f es una función simple medible,
la“nueva” integral de f coincide con la “antigua”, según muestra el corolario anterior, de modo que
tenemos una extensión de la integral que habı́amos definido
Z previamente.
Se dice que f es integrable en E (o sobre E) si f < +∞.
E
Las siguientes propiedades las podemos calificar de inmediatas, aunque vamos a empezar a
hacer demostraciones.
(2) F ∈ M(Rn ), E ⊆ F =⇒ E f ≤ F f .
R R
R R
(3) c ∈ [0, +∞) =⇒ E (c f ) = c E f .
R
(4) f = 0 a.e. en E ⇐⇒ E f = 0.
R
(5) mn (E) = 0 =⇒ E f = 0.
4.2. INTEGRACIÓN DE FUNCIONES MEDIBLES 15
Demostración.
(2) Sea s simple tal que s ≤ f en E, entonces
Z Z Z Z
s= sχE ≤ sχE ≤ f (∗)
E E F F
ya que
R sχE Res una simple menor o igual que f en F . Por último, tomando supremos en (∗) se sigue
que E f ≤ F f .
(4) =⇒) Si s es simple tal que s ≤ f en E y f = 0 a.e. en E, entonces s = 0 a.e. en E. Pero
X X
s= ai χAi = 0 a.e. en E =⇒ sχE = ai χAi ∩E = 0 a.e. en Rn ,
Entonces, por una propiedad de la medida, mn (A) = lı́mk mn (Ak ) = 0. Y esto significa que f = 0
a.e. en E.
R R R
Nota. Aunque es cierto asimismo que E (f + g) = E f + E g, no es sencillo probarlo directamente
a partir de la definición (dado que el supremo se comporta mal con la suma), por lo que posponemos
su demostración hasta que tengamos mejores herramientas. Una de ellas, y de las más importantes
de la teorı́a, es el teorema que viene a continuación.
Teorema 4.2.10 (de la convergencia monótona (TCM)). Sea E ∈ M(Rn ) y sean fk : E → [0, +∞]
funciones medibles (k ∈ N) de manera que
(es decir, (fk ) es una sucesión monótona no decreciente). Entonces, si f (x) = lı́mk fk (x) para cada
x ∈ E, se tiene que f es una función medible no negativa cuya integral verifica
Z Z
f = lı́m fk .
E k E
R
Queda por demostrar que a ≥ E f . Aplicando la definición, tendremos que demostrar que
Z
a≥ s, ∀ s simple, 0 ≤ s ≤ f en E.
E
E1 ⊂ · · · ⊂ Ek ⊂ Ek+1 ⊂ · · · .
En efecto, por ser (fk ) no decreciente.
E= ∞
S
k=1 Ek .
En efecto, si s(x) = 0 entonces x ∈ E1 , y si s(x) > 0, (1 − ε)s(x) < s(x) ≤ f (x) y como
f (x) = lı́m fk (x), existirá un k tal que (1 − ε)s(x) < fk (x).
P
Supongamos que s = λi χAi . Por propiedades de la integral
Z Z Z X
fk ≥ fk ≥ (1 − ε) s = (1 − ε) λi mn (Ai ∩ Ek ).
E Ek Ek
Como la medida de una unión creciente es el lı́mite de las medidas, aplicando lı́mites en la
desigualdad anterior, tendremos
Z X X Z
a = lı́m fk ≥ (1 − ε) lı́m λi mn (Ai ∩ Ek ) = (1 − ε) λi mn (Ai ∩ E) = (1 − ε) s.
k E k E
Como
R esta desigualdad la podemos obtener ∀ε > 0 suficientemente pequeño, se sigue que a ≥
E s.
Obsérvese que la demostración es correcta aunque estemos trabajando con posibles valores +∞.
La primera consecuencia de este teorema es que hace la integral operativa pues nos permite
trabajar con lı́mites en vez de supremos. En efecto, dada f medible no negativa, ∃(sk ) % f , de
donde Z Z
f = lı́m sk .
E k→∞ E
donde hemos aplicado tres veces el TCM y una vez la propiedad de linealidad de la integral para
funciones simples.
La integral de Lebesgue deja trabajar con facilidad con procesos infinitos y un ejemplo son los
tres corolarios siguientes.
4.2. INTEGRACIÓN DE FUNCIONES MEDIBLES 17
n
P∞ 4.2.12. Sea E ∈ M(R ) y sean fk : E → [0, +∞] funciones medibles (k ∈ N). Poniendo
Corolario
f = k=1 fk , se tiene que f es medible no negativa y
Z ∞ Z
X
f= fk .
E k=1 E
Demostración. Observemos primero que la función suma está bien definida porque permitimos el
valor +∞. Si llamamos
XN
SN f (x) = fk (x)
k=1
a las funciones suma parcial, entonces es obvio que la sucesión (SN f ) es creciente y que
∞
X
fk = lı́m SN (f ).
N →∞
k=1
Entonces, el resultado se sigue del TCM y de la linealidad de la integral para sumas finitas.
Corolario 4.2.13. Sea f : E → [0, +∞] una función medible, E ∈ M(Rn ) y sean Ek ∈ M(Rn ),
k ∈ N una sucesión de conjuntos disjuntos dos a dos tales que E = ∪∞
k=1 Ek . Entonces
Z ∞ Z
X
f= f.
E k=1 Ek
Corolario 4.2.14. Sea f : E → [0, +∞] una función medible, E ∈ M(Rn ) y sean Ek ∈ M(Rn ),
k ∈ N una sucesión de conjuntos tales que Ek ⊆ Ek+1 (k ∈ N) y tal que E = ∪∞
k=1 Ek . Entonces
Z Z
f = lı́m f.
E k→∞ Ek
El siguiente resultado será el punto de partida para probar en el próximo párrafo el segundo
gran teorema de paso al lı́mite bajo el signo integral para la integral de Lebesgue.
Lema 4.2.15 (de Fatou). Sea E ∈ M(Rn ) y sean fk : E → [0, +∞] funciones medibles (k ∈ N).
Entonces Z Z
lı́m inf fk ≤ lı́m inf fk .
E k k E
18 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
y es Z Z Z
|f | < +∞ ⇐⇒ f +
< +∞, f − < +∞.
E E E
(1) f + g ∈ L1 (E) y Z Z Z
(f + g) = f+ g.
E E E
4.2. INTEGRACIÓN DE FUNCIONES MEDIBLES 19
(f + g)+ − (f + g)− = (f + g) = f + g = (f + − f − ) + (g + − g − )
de donde
(f + g)+ + f − + g − = (f + g)− + f + + g + .
Por la linealidad para funciones no negativas se sigue que
Z Z Z Z Z Z
+ − − − +
(f + g) + f + g = (f + g) + f + g+,
E E E E E E
Demostración. Ejercicio
Nota. Por comodidad, escribiremos también f ∈ L1 (E) aunque f esté definida solamente en casi
n 1
todo punto de E, siempre
R R exista F ∈ M(R ), F ⊆ E, tal que mn (E \ F ) = 0 y f |F ∈ L (F ).
que
Pondremos entonces E f = F (f |F ); obsérvese que como consecuencia de (3), esteRvalor noR depende
de 0
R qué conjunto F se utilice0 (dentro
de las condiciones
0
prescritas:
0
si F es “otro”, F f = F ∩F 0 f =
F 0 f , pues los conjuntos F \ F ⊆ E \ F , F \ F ⊆ E \ F , son de medida nula).
20 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
El siguiente resultado nos dice que con una hipótesis muy relajada (dominación por una función
ϕ) podemos intercambiar la integral con el lı́mite.
|fk − f | ≤ 2ϕ =⇒ 0 ≤ 2ϕ − |fk − f |
de donde Z Z
lı́m sup |fk − f | = 0 =⇒ ∃ lı́m |fk − f | = 0.
k E k E
se sigue que Z Z
∃ lı́m fk = f.
k E E
Nota. Como los conjuntos de medida 0 “no cuentan”, es muy sencillo demostrar que para la validez
del teorema basta con las hipótesis
y
N
X N
X
f χEk ≤ |f |χEk ≤ |f | en E
k=1 k=1
S∞
Corolario 4.2.23. Sean (Ek )k∈N medibles con Ek ⊆ Ek+1 , ∀k, E = k=1 Ek y f ∈ L1 (E).
Entonces Z Z
f = lı́m f.
E k→∞ Ek
Demostración. Ejercicio
En dimensión 2, Z Z ZZ
f= f (x, y)dm2 (x, y) = f (x, y)dxdy.
E E E
Y en R3 , Z Z ZZZ
f= f (x, y, z)dm3 (x, y, z) = f (x, y, z)dxdydz.
E E E
A partir de ahora, el plan hasta completar el capı́tulo es hacer esta integral operativa, es decir,
saber cómo calcular integrales en la práctica. En el caso de R el hecho básico es que la integral
de Lebesgue coincide con la integral de Riemann cuando las funciones son integrables Riemann.
Con esto y con los teoremas TCM y TCD, podremos calcular con facilidad integrales en dominios
no acotados o para funciones no acotadas. Finalmente el TCD nos permitirá derivar bajo el signo
integral, obteniendo un nuevo método para el cálculo de integrales.
En R2 y en R3 las herramienta básicas serán el teorema de Fubini, que permite hacer las
integrales como integrales iteradas, y el teorema de cambio de variable.
Demostración. Dada una partición P = {a = x0 < x1 < · · · < xn = b} del intervalo [a, b],
pongamos
n−1
X
u(f, P ) = Mk χ[xk−1 ,xk ) + Mn χ[xn−1 ,xn ] ,
k=1
n−1
X
`(f, P ) = mk χ[xk−1 ,xk ) + mn χ[xn−1 ,xn ] ,
k=1
donde
Mk = sup{f (x) : x ∈ [xk−1 , xk ]}
1 ≤ k ≤ n.
mk = ı́nf{f (x) : x ∈ [xk−1 , xk ]}
Obviamente, u(f, P ) y `(f, P ) son funciones integrables-Lebesgue tales que
−M ≤ `(f, P ) ≤ f ≤ u(f, P ) ≤ M
si |f | ≤ M y
Z n
X
u(f, P ) = Mk (xk − xk−1 ) = U (f, P ),
[a,b] k=1
Z Xn
`(f, P ) = mk (xk − xk−1 ) = L(f, P ),
[a,b] k=1
donde U (f, P ) [respectivamente, L(f, P )] es la suma superior de Darboux [resp., la suma inferior]
correspondiente a f y a la partición P .
(1) Sea, pues, f integrable-Riemann en [a, b]. Utilizando reiteradamente la condición de integrabi-
lidad de Riemann, encontramos una sucesión (Pn ) de particiones de [a, b] cumpliendo para cada
n ∈ N:
(i)
Pn ⊆ Pn+1 ;
(ii)
1
U (f, Pn ) − L(f, Pn ) < .
n
Con esto, para cada n ∈ N es
Z b
Rb 1 1
a f (x) dx ≤ U (f, Pn ) < L(f, Pn ) + n ≤ f (x) dx +
n
,
Za b
Rb 1 1
a f (x) dx ≥ L(f, Pn ) > U (f, Pn ) − n ≥ f (x) dx −
n
,
a
un ≥ un+1 , `n ≤ `n+1 .
4.3. CÁLCULO DE INTEGRALES EN R 23
Ası́, existen u = lı́m un , ` = lı́m `n , y será u ≥ f ≥ `. Puesto que para todo n ∈ N es |un | ≤
n n
M , |`n | ≤ M , aplicando el teorema de la convergencia dominada y las desigualdades anteriores
obtenemos Z Z b Z
u= f (x) dx = `.
[a,b] a [a,b]
R
Pero u ≥ `, luego [a,b] (u − `) = 0 obliga a que sea u = ` c.t.p. y por consiguiente u = f = ` c.t.p.,
lo que nos dice que f es integrable-Lebesgue y que
Z Z Z Z b
f= u= `= f (x) dx.
[a,b] [a,b] [a,b] a
(2) Supongamos primero que f es integrable-Riemann en [a, b] y probemos que ha de ser continua
en casi todo punto de [a, b].
Construyendo un y `n como en el apartado anterior, hemos llegado a que
luego los conjuntos {x ∈ [a, b] : f (x) 6= lı́mnS un (x)}, {x ∈ [a, b] : f (x) 6= lı́mn `n (x)} son medibles
con medida nula. Por otra parte, el conjunto n∈N Pn es numerable, luego también de medida nula.
Por lo tanto
[
N = {x ∈ [a, b] : f (x) 6= lı́m un (x)} ∪ {x ∈ [a, b] : f (x) 6= lı́m `n (x)} ∪ Pn
n n
n∈N
es ası́ mismo medible con medida nula. Si demostramos que f es continua en cada punto x de
[a, b] \ N , quedará probado que f es continua en casi todo punto.
Ahora bien: dados x ∈ [a, b] \ N y ε > 0, puesto que
Por ser unión de un conjunto medible de medida nula con un conjunto numerable (también, pues,
medible con medida nula), N es medible y de medida nula.
24 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
Pongamos como antes un = u(f, Pn ), `n = `(f, Pn ). Probaremos que en cada punto x ∈ [a, b]\N
es f (x) = lı́m un (x) = lı́m `n (x).
n n
En efecto: puesto que f será entonces continua en x, dado un ε > 0 existirá un δ > 0 tal que si
y ∈ [a, b] y |y − x| < δ se verifica
Como lı́m kPn k = 0, existe un n0 tal que para todo n ≥ n0 es kPn k < δ. Sea, pues, n ≥ n0 y
n
Pn = {a = x0 < x1 < · · · < xk = b}. Para algún i (1 ≤ i ≤ k) será x ∈ (xi−1 , xi ) —recordemos que
x está en N y por tanto no figura en Pn — con lo cual [xi−1 , xi ] ⊆ (x − δ, x + δ) y en consecuencia
es decir,
lı́m `n (x) = f (x) = lı́m un (x), x ∈ [a, b] \ N.
n n
Ası́, Z Z
lı́m L(f, Pn ) = lı́m `n = lı́m un = lı́m U (f, Pn )
n n [a,b] n [a,b] n
porque |f | es medible positiva y [a, +∞) = ∪R [a, R] % (hay un problema menor: que la unión no
es numerable, pero esto se salva porque [a, +∞) = ∪Rk [a, Rk ] %, Rk % +∞ y el lı́mite cuando
R → ∞ equivale al lı́mite por sucesiones).
Una vez con (∗), si la función f es integrable en [a, R] (en muchas ocasiones será integrable
Riemann) se calcula o se estima cada integral y se halla el lı́mite.
Si la respuesta al primer problema es positiva, abordamos el segundo. Para esto, tener en cuenta,
que una vez f es integrable en E, por un corolario del TCD,
Z Z
f (x)dx = lı́m f (x)dx, (∗∗)
[a,+∞) R→+∞ [a,R]
En el caso α = −1, la integral queda log R y el lı́mite también es +∞. Por tanto xα es integrable
en [1, +∞) si y sólo si α < −1 y en este caso el valor de la integral (f es positiva) es
Z R
1
xα dx = − .
1 α+1
Obsérvese que la situación no cambia si en vez de [1, +∞) consideramos un intervalo [a, +∞) con
a > 0 cualquiera.
Aunque los recuerdos de Análisis I nos indiquen que estamos haciendo una integral impropia,
es mejor olvidar esta terminologı́a. De momento, no hay impropiedad de ninguna clase; hemos
demostrado que si α < −1, f (x) = xα es integrable en [1, +∞) y punto.
Ejemplos.
sen x
Analı́cese si es integrable en R, f (x) = x2
χ[π,+∞) .
Es claro que sólo tenemos que mirar en [π, +∞) (fuera es 0) y allı́
1
|f (x)| ≤ ∈ L1 ([π, +∞)),
x2
26 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
que es un problema mucho más difı́cil que hasta el momento no sabemos hacer. Esto nos
ocurrirá con muchas integrales; lo que es más sencillo es conocer un valor aproximado de la
integral y con esto nos conformamos muchas veces en las aplicaciones prácticas de la teorı́a.
En (−∞, 0] (que es lo mismo que (−∞, 0), pues un punto tiene medida 0 y no cuenta en la
integración),
Z 0 Z 0
−x
e dx = lı́m e−x dx = +∞.
−∞ R→+∞ −R
Por tanto, no es integrable en (−∞, 0] y tampoco en R pues es un conjunto más grande (si
hubiera salido integrable en (−∞, 0], como ya lo era en [0, +∞), lo hubiera sido en la unión
R).
sen x
Estudiar la integrabilidad de f (x) = en [0, +∞).
x
Como la función es continua en [0, π], es integrable allı́. Ası́, basta estudiar lo que ocurre en
[π, +∞). La acotación trivial
sen x 1
≤
x x
no da información, porque 1/x no es integrable en [π, +∞), pero senx x que es más pequeña
bien pudiera serlo. Entonces, procedemos de otra manera; descomponemos el intervalo en una
unión disjunta
Z +∞ ∞ Z (k+1)π
sen x X sen x
dx = dx.
π x kπ x
k=1
sen x | sen x|
Observar que, en el intervalo [kπ, (k + 1)π], se tiene la acotación x ≥ (k+1)π con lo que
Z (k+1)π Z (k+1)π
sen x 1 2
dx ≥ | sen x|dx = ,
kπ x (k + 1)π kπ (k + 1)π
4.3. CÁLCULO DE INTEGRALES EN R 27
de donde
∞ Z (k+1)π ∞
X sen x X 2
dx ≥ = +∞.
kπ x (k + 1)π
k=1 k=1
Por tanto, la función no es integrable en [π, +∞) y por ende tampoco en [0, +∞).
log x
Estudiar la integrabilidad de f (x) = en [1, +∞).
x
Se tiene la desigualdad
log x 1
≥ , x ∈ [e, +∞).
x x
log x
Como 1/x no es integrable en [e, +∞), se sigue que f (x) = tampoco lo es y, en conse-
x
cuencia, tampoco en [1, +∞)
En estos ejemplos se ve cómo hemos usado la comparación con otras funciones más sencillas
(en general, si en E tenemos que |f | ≤ |g| y g es integrable en E entonces lo es f , o si f no es
integrable, tampoco lo es g). Como consecuencia se puede establecer un criterio de comparación
con lı́mites. Mejor que dar ningún enunciado, veamos la idea: si sabemos que para dos funciones f
y g,
|f (x)|
∃ lı́m = 2 (por ejemplo),
x→+∞ |g(x)|
entonces, en un entorno de +∞, digamos [a, +∞) se tendrá que |f (x)| ≤ 3|g(x)| y de aquı́, si g es
integrable en [a, +∞), f también lo será.
Si, en otro caso, sabemos que
|f (x)|
∃ lı́m = +∞,
x→+∞ |g(x)|
Ejemplos.
x2
Analizar si es integrable en R la función f (x) = .
x4 + x2 + 1
Sea g(x) = 1/x2 . Como
|f (x)|
∃ lı́m = 1,
x→+∞ |g(x)|
se sigue que f (x) ≤ 2g(x) en un cierto intervalo [a, +∞) (a > 0) y como g es integrable allı́,
también lo es f .
También
|f (x)|
∃ lı́m = 1,
x→−∞ |g(x)|
de donde f (x) ≤ 2g(x) en un intervalo (−∞, b] (b < 0). Como g es integrable allı́ (demostrar-
lo), también lo es f .
Por último, en [b, a], f es integrable (por ser continua). Y juntando los tres hechos se sigue
que f es integrable en R.
28 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
x
Estudiar la integrabilidad de f (x) = √ en [1, +∞).
+ x x2
La función adecuada para comparar es g(x) = 1/x. Es claro que
|f (x)|
∃ lı́m = 1,
x→+∞ |g(x)|
de donde 12 |g(x)| ≤ |f (x)| en un [a, +∞) (a > 1). Como g no es integrable allı́, f tampoco y
menos en [1, +∞) que es un intervalo más grande.
y, si este valor es finito, podremos calcular la integral (como consecuencia del TCD) mediante
Z b Z b
f (x)dx = lı́m f (x)dx.
a ε→0+ a+ε
Ejemplo. Estudiemos la integrabilidad de f (x) = xα en (0, 1] (o lo que es lo mismo [0, 1], porque
un punto no cuenta).
Desde luego, si α > 0, f es continua en [0, 1] y por tanto integrable. Pero puede haber algún
valor más. Si α 6= −1,
Z 1 Z 1
α α 1 α+1 1, si α + 1 > 0;
x dx = lı́m x dx = lı́m (1 − ε )=
0 ε→0 +
ε ε→0 α + 1
+ +∞, si α + 1 < 0.
Obsérvese que para α = −1 también sale +∞. Por tanto, xα es integrable en [0, 1] si y sólo si
α > −1.
Juntando este hecho con lo ya conocido en [1, +∞), vemos que xα nunca es integrable en [0, +∞)
(falla cerca de 0 o falla cerca de +∞).
En [a, b] (suponiendo que los problemas están cerca de a), también usaremos a menudo la
comparación con otra función, haciendo el lı́mite
|f (x)|
lı́m .
x→a+ |g(x)|
Si este lı́mite es 1 (por ejemplo), podremos asegurar que existe un r > 0 tal que
de donde, ∃s ∈ (1/2, 1) tal que 21 |g(x)| ≤ |f (x)|. Como g no es integrable en (s, 1), f tampoco
y menos en (1/2, 1).
1
Estudiar la integrabilidad de f (x) = en (0, 1).
x(log x)2
La función tiene problemas (no es acotada) cerca de 0 y cerca de 1. En (0, 1/2),
Z 1/2 Z 1/2
1 1
2
dx = lı́m dx =
0 x(log x) ε→0+
ε x(log x)2
30 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
1 1/2
= lı́m − ε
= log 2 < +∞.
ε→0+ log x
Por tanto, aquı́ es integrable. Sin embargo, cerca de 1, razonando similarmente al ejemplo
anterior comparamos con la función g(x) = 1/(1 − x)2 , que no es integrable cerca de 1 y
obtenemos que f no es integrable en (1/2, 1). Luego, f no es integrable en (0, 1).
π (sen x)α
Estudiar la integrabilidad de f (x) = (x − ) en (0, π/2).
2 cos x
La función sólo tiene problemas cerca de 0, porque en π/2 donde el coseno se anula, como
cos x = sen( π2 − x) ∼ π2 − x, se sigue que f (x) tiene lı́mite cuando x → 1− y, por tanto, es
integrable en, por ejemplo, (1/2, 1) independientemente del valor de α.
En el 0, comparamos con g(x) = xα . Es claro que
|f (x)| π
lı́m = .
x→0+ |g(x)| 2
Entonces, los tamaños de |f (x)| y |g(x)| son comparables cerca de 0 (en un intervalo (0, s),
|g(x)| ≤ |f (x)| ≤ 2|g(x)|) y tendremos que f (x) es integrable en (0, s) si y sólo si lo es g y
esto último ocurre si y sólo si α > −1.
Por último, para estudiar la integrabilidad de una función con un número finito de “problemas”
en un intervalo (acotado o no), dividimos éste en tantos subintervalos como haga falta y en cada
uno de ellos tratamos de razonar como en los ejemplos anteriores.
1
|f (x)| ∼ , x → 0+ ,
x1/3
y está última función es integrable en (0, 1/2).
En (−5, 0), también se tiene
1
|f (x)| ∼ , x → 0− ,
|x|1/3
y está última función es integrable en (−5, 0).
Juntando todos los intervalos se sigue que f es integrable en R.
4.3. CÁLCULO DE INTEGRALES EN R 31
Observación
sen x
Para algunas funciones como f (x) = se da el caso de que, siendo no integrable en
x
(0, +∞),
Z R
sen x π
∃ lı́m dx = .
R→∞ 0 x 2
Rigurosamente hablando, serı́a incorrecto escribir
Z ∞
sen x π
dx =
0 x 2
pues la función no tiene integral de Lebesgue al no ser integrable. Sin embargo, en la mayorı́a de los
textos, se escribe esta integral, su valor se entiende que es el lı́mite anterior y se añade la coletilla
integral en sentido impropio.
Z R2
u = cos t du = − sen t 2 2
= = − sen(R2 )e−R − (cos(R2 )e−R − 1) − e−t sen tdt,
dv = e−t v = −e−t 0
de donde Z R2
2 2
2 e−t sen tdt = − sen(R2 )e−R − (cos(R2 )e−R − 1).
0
Por tanto,
Z R
2 1 2 1 2
xe−x sen(x2 )dx = − sen(R2 )e−R − (cos(R2 )e−R − 1)
0 4 4
y tomando lı́mites cuando R → ∞,
Z ∞
2 1
xe−x sen(x2 )dx = .
0 4
32 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
Ahora, vamos a introducir un nuevo método, el de derivación bajo el signo integral, que la
integral de Lebesgue permite tratar con facilidad (aún se verá en la licenciatura otro gran método
para el cálculo de ciertas integrales: el cálculo de residuos con técnicas de variable compleja).
Además, los teoremas que veremos aquı́, aunque no permitan calcular integrales en términos de
funciones elementales, son imprescindibles para conocer las propiedades de derivación de funciones
definidas por integrales dependientes de un parámetro.
Aunque nos limitaremos a integrales en R, los resultados que vienen a continuación tienen
versiones análogas en Rn .
Supongamos que tenemos E ∈ M(R), un intervalo I de R y una función f de dos variables,
entonces Z Z
lı́m f (x, t)dx = h(x)dx.
t→t0 E E
Es decir, el lı́mite se intercambia con la integral.
Demostración. Veámoslo por sucesiones. Sea tn −→ t0 . Podemos suponer que tn ∈ (t0 − δ, t0 + δ),
para todo n. Entonces la sucesión de funciones fn (x) = f (x, tn ) satisface las hipótesis del TCD:
- lı́mn→+∞ fn (x) = h(x) a.e. x ∈ E.
- |fn (x)| ≤ ϕ(x), ∀x ∈ E, ∀n ∈ N.
Por tanto, Z Z
lı́m f (x, tn )dx = h(x)dx.
n→∞ E E
Como este hecho se cumple para cualquier sucesión tn −→ t0 se sigue el resultado.
El teorema también sirve si hacemos el lı́mite en un extremo (lı́mite lateral o si hacemos lı́mites
cuando t → +∞ o −∞.
entonces Z Z
lı́m f (x, t)dx = h(x)dx.
t→a+ E E
entonces Z Z
lı́m f (x, t)dx = h(x)dx.
t→+∞ E E
Como ejercicio se pueden formular y demostrar las versiones análogas para lı́mites en el extremo
derecho de un intervalo o en −∞.
Observación. En numerosos casos, la función lı́mite h(x) será f (x, t0 ), es decir, tendremos
(f es continua respecto de la segunda variable en t0 para casi todo x). Entonces, con la hipótesis
de dominación, llegarı́amos a
Z Z Z
lı́m F (t) = lı́m f (x, t)dx = lı́m f (x, t) dx = f (x, t0 ) = F (t0 ),
t→t0 t→t0 E E t→t0 E
i.e., F es continua en t0 .
Ejemplos.
+∞
x2
Z
Sea F (t) = dx
−∞ (x2 + 1)(x2 + t)
Primero, veamos cuál es el dominio de definición de F , es decir, para qué valores del parámetro
t la función que integramos es efectivamente integrable.
Si t ≥ 0,
x2 1
|f (x, t)| = 2 2
≤
(x + 1)(x + t) 1 + x2
y como esta última función es integrable en R, f (x, t) también.
√ √
Si t < 0, el integrando presenta un problema adicional en los puntos ± −t. Cerca de α = −t,
1
la función no es integrable comparando con g(x) = x−α (que no lo es), porque
|f (x, t)|
lı́m = C < +∞.
x→α |g(x)|
1
|f (x, t)| ≤ ∈ L1 (E), ∀x ∈ E, ∀t ∈ I,
1 + x2
(tenemos mucho más que una acotación local en un (t0 − δ, t0 + δ)). Por tanto, podemos pasar
el lı́mite dentro de la integral y
lı́m F (t) = F (t0 )
t→t0
∞ 2
1 − e−tx
Z
Sea F (t) = dx. Es fácil demostrar que el dominio de definición de F es el
0 x2
intervalo (0, +∞). Calculemos el lı́mite lateral en 0 de F (t).
Primero vemos que
2
1 − e−tx
lı́m = 0, ∀x ∈ E = (0, +∞).
t→0+ x2
2
Para la dominación por una función integrable cerca de 0, observar que 0 < t < 1 =⇒ e−tx >
2
e−x , de donde
2 2 2
1 − e−tx 1 − e−tx 1 − e−x
= ≤ ∈ L1 (0, +∞), ∀x ∈ (0, +∞), ∀t ∈ (0, 1).
x2 x2 x2
Z +∞
sen x
Calcular el lı́mite cuando t → +∞ de F (t) = e−tx
dx.
0 x
Vemos primero que el problema tiene sentido porque F (t) está bien definida en (0, +∞). En
efecto, si t > 0, la función e−tx senx x es integrable en (0, +∞) pues su único problema es cerca
de +∞ y |e−tx senx x | ≤ e−tx ∈ L1 (0, +∞).
El lı́mite puntual es
sen x
lı́m e−tx = 0, ∀x ∈ E = (0, +∞)
t→+∞ x
y para la dominación en un entorno de +∞,
sen x sen x
e−tx ≤ e−2x ∈ L1 (E), ∀x ∈ E, ∀t ∈ (2, +∞).
x x
Por tanto, pasamos el lı́mite dentro de la integral y
Z +∞
lı́m F (t) = 0dx = 0.
t→+∞ 0
Como hacer derivadas es hacer lı́mites no es de extrañar que con adecuadas hipótesis de domi-
nación podamos intercambiar la integral y la derivada.
Ahora, suponemos que I es un intervalo abierto, que
Z
F (t) = f (x, t)dx
E
Mostraremos ahora cómo la derivación bajo el signo integral permite el cálculo de nuevas inte-
grales.
Ejemplos.
Z 1
Sea F (t) = xt dx. Sabemos que F está bien definida para t ∈ (−1, +∞) y, de hecho
0
1
sabemos calcular su valor F (t) = .
t+1
Derivando bajo el signo integral (dejamos comprobar HD para el final),
Z 1
1 0
− = F (t) = xt log xdx, t ∈ (−1, +∞).
(t + 1)2 0
con lo que hemos calculado el valor de estas nuevas integrales. El ejemplo no Res muy espec-
1
tacular porque las podrı́amos haber hecho con un lı́mite (cuando ε → 0+ de ε xt log xdx y
en esta integral (Riemann) hacer integración por partes.
Para HD, fijado t0 ∈ (−1, +∞) elegimos un δ > 0 tal que t0 − δ > −1 y
∂f
(x, t) = |xt log x| ≤ |xt0 −δ log x| ∈ L1 (0, 1), ∀x ∈ (0, 1), ∀t ∈ (t0 − δ, t0 + δ).
∂t
2
1 − e−x
+∞
Z
Calcular la integral .
0 x2
Haremos algo más, calcularemos
2
+∞
1 − e−tx
Z
F (t) = dx, t > 0
0 x2
(nuestra integral es F (1)). Es claro que F (t) está bien definida en ese rango de t0 s. F (t) no
sabemos calcularla directamente, pero si derivamos bajo el signo integral
Z +∞ √
0 −tx2 π
F (t) = e dx = √ , t > 0 (1)
0 2 t
36 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
(véase la siguiente sección de la función gamma para comprobar el valor de esta última
integral). Ahora, de (1) podemos deducir que existe una constante C ∈ R tal que
√
F (t) = πt + C, t > 0. (2)
Efectivamente el dominio de definición de esta función es (0, +∞) porque xt−1 e−x cerca de 0 es
xt−1 e−x
lı́m = 0, sea cual sea t ∈ R,
x→+∞ e−x/2
y como e−x/2 es integrable cerca de +∞, xt−1 e−x también. Es decir, la limitación al valor del
parámetro se debe al comportamiento cerca de 0.
El primer hecho importante de la función gamma es que es una función de clase C (∞ en (0, +∞)
que extiende el factorial de los números naturales.
Z ∞
(∞ (n
1 Γ ∈ C (0, +∞) y Γ (t) = xt−1 (log x)n e−x dx.
0
En efecto, si podemos derivar bajo el signo integral en un punto t0 > 0 tendremos,
Z ∞
0
Γ (t0 ) = xt0 −1 log xe−x dx.
0
Para conseguir HD, elegimos δ > 0 tal que t0 − δ > 0 y podemos acotar
xt0 −1 log xe−x ≤ xt0 −δ−1 log xe−x χ(0,1] (x) + xt0 +δ−1 log xe−x χ(1,+∞] (x) = φ(x)
3 Γ(n) = (n − 1)!.
En efecto, aplicando 2 sucesivamente
y Z ∞
Γ(1) = e−x dx = 1.
0
4 (Fórmula de Stirling) √
Γ(x + 1) ∼ xx e−x 2πx, (x → +∞)
R1
Definición 4.3.7 (Función beta). B(u, v) = 0 xu−1 (1 − x)v−1 dx, u, v > 0.
En efecto, la expresión está bien definida para u, v > 0 pues xu−1 (1 − x)v−1 ∼ xu−1 , x → 0+ y
xu−1 (1 − x)v−1 ∼ (1 − x)v−1 , x → 1− .
La función beta cumple las siguientes propiedades:
∞
xu−1
Z
6 B(u, v) = dx.
0 (1 + x)u+v
Hacemos el cambio x = t/(1 + t) (t = x/(1 − x)), observando que cuando x → 1− , t → +∞.
Entonces,
Z 1 Z ∞
u−1 v−1 x = t/(1 + t) tu−1
x (1 − x) dx = = dt.
0 dx = dt/(1 + t)2 0 (1 + t)u+v
La relación entre las funciones beta y gamma viene dada por la siguiente fórmula. Pospondremos
su demostración hasta el uso de integrales reiteradas en la siguiente sección.
Γ(u)Γ(v)
7 B(u, v) = , u, v > 0.
Γ(u + v)
De esta fórmula se deduce claramente que
(m − 1)!(n − 1)!
8 B(m, n) = , m, n ∈ N.
(m + n − 1)!
√
9 B(1/2, 1/2) = π (se deduce inmediatamente de 5) y esto junto con 7 da Γ(1/2) = π y por la
√
recurrencia Γ(3/2) = (3/2) π, etc..
Z ∞
2 √
10 e−x dx = π/2.
0
∞ ∞
x2 = t
Z Z
−x2 1 1
e dx = = t−1/2 e−t dt = Γ(1/2).
0 dx = dt/2t1/2 2 0 2
38 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
π
11 Γ(p)Γ(1 − p) = B(p, 1 − p) = , 0 < p < 1.
sen(πp)
Se demostrará en cursos superiores con técnicas de variable compleja (residuos) que
∞
xp−1
Z
π
dx = , 0<p<1
0 1+x sen(πp)
Los teoremas de Fubini y de Fubini-Tonelli que vamos a exponer en esta sección (y cuyas demostra-
ciones se verán en cursos superiores) afirman que las igualdades anteriores son ciertas con hipótesis
mı́nimas. El problema se puede plantear, en general, en Rn en los siguientes términos:
Supongamos que miramos a Rn como el espacio producto de otros dos Rp y Rq , es decir,
R = Rp × Rq (n = p + q) y sus elementos los denotamos como pares (x, y), x ∈ Rp , y ∈ Rq . La
n
pregunta es si:
Z Z Z Z Z
f= f (x, y)dmq (y) dmp (x) = f (x, y)dmp (x) dmq (y). (∗)
Rn Rp Rq Rq Rp
Notaciones.
Ex = {y ∈ Rq : (x, y) ∈ E}
Ey = {x ∈ Rp : (x, y) ∈ E}
(h p p i
− 1 − x21 − x22 , 1 − x21 − x22 si x ∈ D
Ex = ,
∅ si x ∈
/D
(
{(x1 , x2 ) ∈ R2 : x21 + x22 ≤ 1 − y 2 } si y ∈ [−1, 1]
Ey = .
∅ si y ∈
/ [−1, 1]
ϕ(x) = mq (Ex )
es medible.
ψ(y) = mp (Ey )
es medible.
Z Z
(3) Se verifica mp+q (E) = ϕ= ψ; en notación más explı́cita,
Rp Rq
Z Z
mp+q (E) = mq (Ex ) dx = mp (Ey ) dy.
Rp Rq
(i) se prueba el lema para E rectángulo ( producto cartesiano de intervalos en Rp+q ). Este paso
es inmediato.
(ii) se extiende a E = G abierto, teniendo en cuenta que G puede escribirse como unión disjunta
de una familia numerable de rectángulos.
40 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
(iii) se extiende a E medible acotado, utilizando abiertos acotados (Gk ) y cerrados (Fk ) tales que
G1 ⊇ G2 ⊇ · · · ⊇ Gk ⊇ · · · ⊇ E ⊇ · · · ⊇ Fk ⊇ · · · ⊇ F2 ⊇ F1 ,
Nota. Toda la dificultad del resultado que buscamos se encuentra en el lema anterior. Los pasos
siguientes son estandar en teorı́a de la medida.
Teorema 4.4.2 (de Fubini-Tonelli). Sea f : Rp+q → [0, +∞] medible. Entonces:
(1.a) Para casi todo x ∈ Rp , fx : Rq → [0, +∞] es medible.
(1.b) Para casi todo y ∈ Rq , fy : Rp → [0, +∞] es medible.
(2.a) La función ϕ con valores en [0, +∞] definida a.e. en Rp por
Z Z
ϕ(x) = fx = f (x, y) dy
Rq Rq
es medible.
(2.b) La función ψ con valores en [0, +∞] definida a.e. en Rq por
Z Z
ψ(y) = fy = f (x, y) dx
Rp Rp
es medible.
Z Z Z
(3) Se verifica f= ϕ= ψ; en notación más tradicional,
Rp+q Rp Rq
Z Z Z Z Z
f= f (x, y) dy dx = f (x, y) dx dy.
Rp+q Rp Rq Rq Rp
Demostración.
(i) Para f = χE , E medible, es el lema anterior.
(ii) Se pasa a f simple medible por linealidad.
(iii) Se obtiene el resultado general poniendo f como lı́mite no decreciente de funciones simples
medibles.
Teorema 4.4.3 (de Fubini, 1907). Sea f : Rp+q → R integrable, f ∈ L1 (Rp+q ). Entonces:
(1.a) Para casi todo x ∈ Rp , fx : Rq → R es medible e integrable, fx ∈ L1 (Rq ).
(1.b) Para casi todo y ∈ Rq , fy : Rp → R es medible e integrable, fy ∈ L1 (Rp ).
(2.a) La función ϕ con valores en R definida a.e. en Rp por
Z Z
ϕ(x) = fx = f (x, y) dy
Rq Rq
es integrable, ϕ ∈ L1 (Rp ).
4.4. CÁLCULO DE INTEGRALES EN R2 Y R3 41
es integrable, ψ ∈ L1 (Rq ).
Z Z Z
(3) Se verifica f= ϕ= ψ; es decir,
Rp+q Rp Rq
Z Z Z Z Z
f= f (x, y) dy dx = f (x, y) dx dy.
Rp+q Rp Rq Rq Rp
Aplicando este teorema reiteradamente podremos calcular una integral en Rn haciendo n inte-
grales de una variable.
Corolario 4.4.4. f ∈ L1 (Rn ) =⇒
Z Z Z Z
n−2)
f (x)dmn (x) = ... f (x1 , x2 , . . . , xn ) dx1 dx2 . . . dxn .
Rn R R R
Nota. Pueden darse enunciados (más complicados de escribir) permutando coordenadas en cual-
quier orden. Ası́, por ejemplo, con notación obvia, si se tiene f : (x, y, z) ∈ E ⊆ R3 → R, E medible,
f es integrable en E si y sólo si f es medible y es finita alguna de las tres integrales reiteradas
ZZ "Z # ZZ "Z #
|f (x, y, z)| dz dx dy, |f (x, y, z)| dy dx dz,
πXY (E) E(x,y) πXZ (E) E(x,z)
ZZ "Z # Z Z Z
|f (x, y, z)| dx dy dz, |f (x, y, z)| dy dz dx,
πY Z (E) E(y,z) πX (E) Ex
etc.
42 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
Demostración. (Idea) Basta probar la igualdad, cuando f es una función caracterı́stica, pues por
linealidad se pasa a funciones simples, por aproximación monótona mediante simples se pasa a
funciones positivas y considerando f = f + − f − se demuestra para funciones integrables.
Se puede considerar que f = χΦ(A) , con A medible ⊂ Ω. Entonces, χΦ(A) ◦ Φ = χA , y lo que
tenemos que probar es la fórmula
Z
mn (Φ(A)) = |det JΦ| dmn . (∗)
A
En el caso particular en que Φ = T lineal, como |det JΦ(x)| = |det T |, ∀x ∈ Rn , (*) se transforma
simplemente en
mn (T (A)) = |det T |mn (A),
lo cual es cierto, por ser ésta una propiedad de la medida de Lebesgue.
En el caso general, resultados de teorı́a de la medida muestran que basta probar (*) cuando
A = I intervalo elemental y, para éstos se razona por argumentos de aproximación, teniendo en
cuenta que, localmente, toda aplicación diferenciable es, salvo traslaciones, como una aplicación
lineal (su diferencial), por la fórmula
Φ(x) = Φ(a) + dΦ(a)(x − a) + o(kx − ak).
Entonces, si I es un intervalo pequeño cerca de a,
Φ(I) = Φ(a) + dΦ(a)(I − a) + “error pequeño”
lo que implica, debido a que mn es invariante por traslaciones que
mn (Φ(I)) ∼ mn (dΦ(a)(I − a) ∼ |det JΦ(a)|mn (I).
Por último, sumando trozos pequeños se llega a la fórmula (*) para cualquier intervalo.
Una demostración que sigue este esquema puede encontrarse en el libro de A. Browder,
Mathematical Analysis. An Introduction.
4.4. CÁLCULO DE INTEGRALES EN R2 Y R3 43
dado que u(x(u, v), y(u, v)) = u, v(x(u, v), y(u, v)) = v y
−1
∂(u, v) ∂(x, y)
(x(u, v), y(u, v)) = (u, v) .
∂(x, y) ∂(u, v)
Se puede desarrollar análogamente el caso k = 3.
Pueden darse teoremas de cambio de variable más generales, con condiciones menos restrictivas
sobre Φ que el ser un difeomorfismo. La propiedad importante es “la inyectividad y diferenciabilidad
en casi todo el dominio”.
Un resultado de este estilo puede verse en W. Rudin, Análisis Real y Complejo (3a ed.), Teor.
7. 26, pág. 174. Su demostración usa la teorı́a de derivación de integrales, que sobrepasa el marco
del presente curso, por lo que nos limitamos a enunciarlo.
para toda función medible-Lebesgue f : Y → [0, +∞] ası́ como para toda función f ∈ L1 (Y ).
44 CAPÍTULO 4. LA INTEGRAL DE LEBESGUE EN RN
cos θ −ρ sen θ
= ρ.
sen θ ρ cos θ
(entendiendo con esta igualdad que las integrales tienen sentido simultáneamente y que cuando
tengan sentido han de tomar el mismo valor).
Nótese que T (E) = D \ N .
cos θ −ρ sen θ 0
sen θ ρ cos θ 0 = ρ.
0 0 1
(entendiendo con esta igualdad que las integrales tienen sentido simultáneamente y que cuando
tengan sentido han de tomar el mismo valor).
4.4. CÁLCULO DE INTEGRALES EN R2 Y R3 45
Coordenadas esféricas.
La transformación de R3 en R3 dada por
x = ρ cos ϕ cos θ
(ρ, ϕ, θ) 7→ y = ρ cos ϕ sen θ
z = ρ sen ϕ
(entendiendo con esta igualdad que las integrales tienen sentido simultáneamente y que cuando
tengan sentido han de tomar el mismo valor).