Licenciatura en Salud Publica y Nutrición
Bioética
Ensayo
“Fundamentación de la bioética”
Docente: Karla Yadira Rodríguez García
Introducción
Como veremos en este trabajo, la bioética es un campo complejo e
interdisciplinario que surge de la necesidad de abordar los dilemas éticos
complejos que emergen en la intersección de la medicina, la biología, la
tecnología y la política, y a lo largo de la historia, la humanidad ha enfrentado
desafíos morales que requieren una reflexión profunda sobre el
comportamiento humano, especialmente en contextos donde la vida y la
muerte están en juego.
La bioética no solo se centra en la aplicación de principios éticos en situaciones
médicas, sino que también explora cómo las diferentes corrientes filosóficas,
religiosas y culturales influyen en la toma de decisiones, esto conociendo que,
desde la antigua Grecia, conceptos como la ética y la moral han guiado el
comportamiento humano, estableciendo una base sobre la cual la bioética se
ha desarrollado, esto convierte a la bioética en un punto de encuentro entre el
deber profesional, la autonomía del individuo y el bienestar colectivo, buscando
siempre una solución equitativa y respetuosa ante los dilemas que afectan
tanto a individuos como a sociedades enteras, evolucionando a medida que se
avanza en el campo tecnológico, científico y médico, obligándonos a considerar
las implicaciones de nuestras acciones y decisiones en un mundo cada vez más
complejo e interconectado.
Desarrollo
Dentro de la bioética es importante conocer su evolución y la manera en que
esta fue naciendo, para esto debemos identificar las diferentes partes que
componen a la bioética, desglosaremos sus conceptos fundamentales,
empezando por saber que es la ética y de donde nace este concepto.
La ética proviene de la antigua Grecia, esta deriva del griego “Ethos” que
significa costumbre o habito y del griego “Ethikos” que se refiere a los actos
hechos con rectitud, a su vez este concepto se relaciona mucho con la moral y
podría decirse que se ejercen en conjunto, la "moral" deriva del latín “Moris”,
que alude a las costumbres específicas de los humanos y aunque se relacionan
mucho o hasta se llegan a confundir, es importante destacar que la moral se
enfoca en las normas y costumbres que guían el comportamiento humano en
un contexto social específico, mientras que la ética implica una reflexión más
profunda sobre esos principios y su aplicación universal.
A estos 2 conceptos se le une otro, conocido como la deontología, que no es
mas que el estudio de los deberes y las obligaciones morales de cada
profesión, por esto también se le conoce como ética profesional y aborda los
deberes y derechos de los profesionales, incluyendo competencia e
independencia en su actividad específica, así como el humanismo que deben
reflejar en sus acciones, pero teniendo un énfasis mas especifico en la
medicina, donde establece normas de conducta ideales para los profesionales
de la salud. De aquí viene también la ética medica que se relaciona
estrechamente con la deontología, ya que se preocupa por guiar la conducta
de los profesionales de la salud en la práctica clínica, con el objetivo de
salvaguardar tanto el bienestar físico como el moral de los pacientes.
De todos estos conceptos se termina desarrollando el concepto central que
trabajaremos aquí, la bioética que es un campo interdisciplinario que se dedica
a estudiar los problemas éticos que surgen en la intersección de la medicina, la
biología, la tecnología y la política con un énfasis especial en la medicina y la
biología y tiene como objetivo el aplicar principios éticos y morales para
resolver dilemas complejos que afectan la vida humana y el entorno natural y
se considera una ciencia conductual por su análisis a la conducta humana
dentro de dilemas éticos. Esto permite abordar una amplia variedad de
problemas desde múltiples perspectivas, facilitando la toma de decisiones
informadas y equitativas en situaciones complejas, basándose en los 4
principios fundamentales de la bioética que son: autonomía, no
maleficencia, beneficencia y justicia.
Estos 4 principios creados por Tom Beauchamp y James Franklin Childress en
1979, sirven como una guía para las acciones, decisiones y conductas dentro
de la practica profesional de la medicina, asegurando que las acciones en el
campo médico respeten la dignidad humana y se centren en el bienestar de los
pacientes y lo podemos ver en de esta forma, la autonomía, por ejemplo,
respeta la capacidad de los individuos para tomar decisiones informadas sobre
su propio cuidado, mientras que la no maleficencia obliga a los médicos a
evitar causar daño, la beneficencia se refiere al deber de actuar en el mejor
interés del paciente, y la justicia implica una distribución justa y equitativa de
los recursos médicos.
Como vemos la bioética se relaciona mucho con los conceptos que tengan que
ver con el comportamiento humano, la ética, la moral y como podíamos
esperar, también con la filosofía, esta se liga con varias corrientes filosóficas
que guían las practicas consideradas “correctas” en la practica profesional,
destacando la filosofía utilitarista, cuyo principio básico es "el mayor bien para
el mayor número de personas", esto prioriza los resultados que maximicen el
bienestar colectivo, aunque esto pueda implicar sacrificios individuales, un
enfoque bastante útil en situaciones que presente recursos algo limitados,
como en la asignación de tratamientos médicos limitados o escasos. También
se relaciona con la filosofía universalista que argumenta que las decisiones
deben reflejar la opinión de la mayoría de los implicados, buscando un
equilibrio entre los derechos individuales y el bienestar común. Esta también
filosofía personalista que enfatiza el respeto por la persona como una unidad
de cuerpo y espíritu, defendiendo la dignidad humana desde la concepción
hasta la muerte natural, lo que lleva a centrarse en la inviolabilidad de la vida
humana, algo que llega a ser relevante en temas como eutanasia o el aborto.
La bioética tiene una amplia gama de aplicaciones en la vida real y puede
utilizarse en una variedad de contextos igual de amplia como el debate sobre
el uso de armas químicas y nucleares es un ejemplo importante en el que se
plantean preguntas sobre la moralidad de emplear tecnologías que pueden
causar daños masivos y afectar a civiles inocentes. La discusión sobre el aborto
y la eutanasia es otro ejemplo que plantea dilemas éticos sobre el derecho a la
vida y la autonomía personal en comparación con el sufrimiento y la calidad de
vida. La bioética ayuda a desarrollar políticas en el ámbito de la donación de
órganos que respeten tanto la autonomía del donante como las necesidades
del receptor.
La bioética tiene un trasfondo histórico importante, con varios eventos clave
que impulsaron su nacimiento y desarrollo. En 1962, por ejemplo, en Seattle se
creó un comité de personas no especializadas que se encargó de decidir cómo
distribuir el uso de una máquina de hemodiálisis, que era un recurso médico
escaso en ese momento. Este comité marcó un cambio importante al incluir a
la comunidad en las decisiones médicas, lo que sentó las bases para la
creación de comités de ética en hospitales y otras instituciones de salud. Otro
evento clave fue la elaboración del Código de Núremberg en 1946, que surgió
tras los crímenes cometidos por médicos nazis durante la Segunda Guerra
Mundial. Este código subrayó la importancia de obtener el consentimiento
informado de los participantes en investigaciones médicas y la necesidad de
evitar cualquier tipo de experimentación que pudiera causarles daño
innecesario.
Los modelos de intervención entre médicos y pacientes también están
influenciados por la bioética en la práctica clínica. Uno de los enfoques
tradicionales, el modelo paternalista, donde el médico toma decisiones en
nombre del paciente basándose en lo que cree que es mejor para él. Este ha
llegado a ser criticado por no respetar completamente la autonomía del
paciente, pero sigue siendo utilizado en situaciones donde los pacientes no
están en condiciones de tomar decisiones informadas. Otro método es el
modelo informativo, en el cual el médico brinda al paciente toda la información
necesaria para que pueda tomar decisiones independientes sobre su
tratamiento. Este modelo prioriza la autonomía del paciente, pero puede ser
difícil cuando los pacientes no tienen la información necesaria para
comprender completamente las opciones que se le muestran.
Otro modelo importante es el modelo interpretativo que es una variación más
centrada en el paciente, donde el médico actúa como un guía, ayudando al
paciente a comprender sus propios valores y preferencias para tomar
decisiones más informadas, algo muy útil dentro de situaciones en donde los
pacientes se llegan a abrumar debido a lo complejo que puede ser la
información proporcionada por el médico, lo que hace que necesiten el apoyo
para poder aclarar las cosas. Por último, tenemos el modelo deliberativo que
permite que el médico y el paciente trabajen juntos en un proceso de toma de
decisiones colaborativo para determinar el mejor curso de acción basado en
valores y objetivos compartidos, este reconoce que el conocimiento y la
experiencia médica del paciente sobre su propio cuerpo y circunstancias son
cruciales.
En lo que respecta a los principios morales fundamentales, estos son básicos
para orientar tanto la práctica médica como la investigación en ciencias de la
vida. El principio de autonomía enfatiza la importancia de respetar la capacidad
de las personas para tomar decisiones informadas sobre su salud y
tratamiento, promoviendo un enfoque centrado en el paciente. La no
maleficencia exige que los profesionales de la salud eviten causar daño al
establecer un estándar mínimo de conducta ética que prohíbe intervenciones
que puedan resultar en daños innecesarios. Por otro lado, la beneficencia
obliga a los médicos a actuar en el mejor interés de sus pacientes,
asegurándose de que todas las intervenciones sean beneficiosas para ellos. Por
último, el principio de justicia que refiere a la distribución equitativa de los
recursos médicos y al trato justo para todos los pacientes, asegurando que
nadie sea discriminado al recibir servicios médicos.
Por último, tenemos la entre la bioética y la religión, una que es complicada y
que abarca muchos aspectos, como la diferencia entre las creencias religiosas
que tienen puntos de vista únicos sobre temas como la vida, la muerte, el
sufrimiento y la dignidad humana. La religión puede llegar a afectar a la
bioética al ofrecer un marco moral para tomar decisiones, especialmente en
asuntos que implican principios importantes como el respeto por la vida y el
cuidado compasivo. Por ejemplo, en el debate sobre la eutanasia, las
enseñanzas religiosas pueden enfocarse en el valor fundamental de la vida
humana y defender el cuidado médico en lugar de poner fin activamente a la
vida de alguien. Como podemos ver es un campo bastante amplio donde las
diferentes religiones impactaran con sus enfoques de virtudes morales, valores
o mandatos divinos, dando otro enfoque o poniendo algún obstáculo a la hora
de abordar algún dilema o cuestión fundamental sobre las personas y su vida,
por esto es importante promover un enfoque mucho más holístico y
humanitario para la atención médica.
Conclusión
Ya teniendo toda esta información vista a lo largo del trabajo podemos concluir
en que la bioética es el reflejo de nuestra propia evolución moral y ética, esta
ha demostrado ser esencial en la regulación de las prácticas médicas y
científicas en un mundo que se encuentra en constante cambio. Conocer los
orígenes de esta disciplina influenciados por los principios filosóficos y
religiosos, hasta su aplicación en situaciones críticas de la vida real, como el
uso de tecnologías médicas avanzadas o la toma de decisiones sobre la vida y
la muerte, la bioética ofrece un marco para asegurar que las decisiones sean
justas, informadas y respetuosas de la dignidad humana, esto nos deja ver que
siempre existirá lugar para la reflexión basada en la moral y la ética esto a
pesar de que tanto se llegue a avanzar en campos como la ciencia y la
tecnología, algo que podemos comprobar con los registros históricos de la
bioética acerca de cómo nació y se desarrolló.
Como final podemos quedarnos con la reflexión de que la bioética nos permitirá
equilibrar la ciencia con la humanidad, llegando a asegurar que el progreso no
sea algo que sacrifique los principios fundamentales que definen a nuestra
sociedad y que La bioética seguirá siendo una guía vital para navegar las
complejidades morales que surgen en la interacción entre la medicina, la
tecnología y la vida humana a medida que enfrentemos nuevos desafíos.
Referencias:
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