Juan de Palafox y Mendoza y su contribución

a la vanguardia arquitectónica
de la Nueva España

Antonio Pedro Molero Sañudo

A los pies del altar del perdón de la catedral de Pue- mente la religiosa, será utilizada para implantar la
bla se encuentra el cenotafio del obispo Juan de Pala- nueva ideología con las catedrales como símbolos es-
fox y Mendoza (figura 1). Lejos de allí, en el Burgo pirituales de la política contrarreformista.4
de Osma en Soria está su verdadera tumba. Entre El Nuevo Mundo brindará a los maestros llegados
ambos lugares tan lejanos solo distan diez años, des- de España la oportunidad de realizar proyectos que
de su partida hasta su fallecimiento.1 no habrían sido posibles aquí y, que de haberse reali-
Palafox llegaría a América el 24 de junio de 1640 zado, les habrían estado vedados por arquitectos más
con el principal encargo por parte del monarca Felipe afamados que acaparaban las grandes construcciones
IV de terminar la catedral de la segunda ciudad en de Patrimonio Real.
importancia de la Nueva España, la Puebla de los El encargo más importante que podía lograr un ar-
Ángeles. La construcción se encontraba paralizada quitecto del XVI era la construcción de los edificios
desde el año 1626. El obispo reactivaría su fábrica principales de una ciudad y entre ellos el más impor-
aprovechando lo construido y añadiendo algunas no- tante era la catedral. En la capital de la Nueva Espa-
vedades, consagrándola antes de su forzado regreso a ña la construcción de su catedral había comenzado
España en 1649. en 1563 de la mano de Claudio de Arciniega. Avecin-
Juan de Palafox no volvería a Puebla, muriendo en dado en Puebla inicialmente, pasaría a México a peti-
su recién concedida diócesis del Burgo de Osma en ción del virrey Luis de Velasco donde ejecutaría el
1659.2 Había caído tanto su estima política y ecle- túmulo imperial para las exequias de Carlos V (figu-
siástica a ojos de la Corona que pasaría de ser el ra 2).5 Este catafalco ejecutado entre 1559 y 1560 se-
obispo de la diócesis más grande del mundo cristiano ría la primera obra puramente renacentista en la Nue-
y con la catedral más novedosa de América a ser en- va España.6
terrado en una catedral menor de Castilla.3 Arciniega había participado en obras de importan-
En el siglo XVI, cuando en Europa el ciclo de tes en España junto a maestros de la talla de Alonso
construcción de catedrales había finalizado, el re- de Covarrubias, y Luis y Gaspar de Vega, con los
cientemente conformado imperio español desarrolla- que coincidió en el Alcázar de Madrid hacia 1541, o
ría un programa destinado, por una parte, a sustituir Rodrigo Gil de Hontañón con quien trabajó en Alcalá
las antiguas catedrales medievales y, por otra, a dotar de Henares. Como muchos otros artífices, general-
de nuevas sedes a las ciudades reconquistadas que no mente jóvenes, Arciniega no dispondría de trabajo
las tenían. En América, el control de los nuevos terri- continuado en la Península, por lo que apostaría por
torios se realizará mediante una intensa acción evan- marcharse a América, donde parecía más fácil conse-
gelizadora y constructiva. La arquitectura, principal- guir un mayor reconocimiento profesional.

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Figura 1 Figura 2
Cenotafio del obispo Palafox en la catedral de Puebla (Pro- Túmulo imperial de Carlos V diseñado por Claudio de Arci-
piedad Adriana Dávila Ulloa) niega (Cervantes 1560)

Difícilmente un maestro cantero, afamado en la Penínsu- pe II cambiaría la financiación a un sistema de ter-

la, cambiaba su residencia por la desconocida vida de las cias, repartiéndose la aportación entre la Corona, los
Indias. ¿Quiénes fueron entonces, los que llevaron a españoles afincados en la ciudad o los encomenderos
cabo las grandes construcciones del siglo XVI en Améri-
de la provincia, y los indios pertenecientes a la dió-
ca? Los frailes, los canteros jóvenes, los que nada tenían
que perder en su patria, los oficiales desempleados y los
cesis (Navascués 2000, 11).
aventureros. La Corona parecía estar contenta con el desarrollo
(Ramírez 1985, 41) de las construcciones catedralicias americanas co-
menzadas -Mérida, Guadalajara, México y Puebla-,
La Corona exigía que la elaboración de trazas para ya que en una cédula real enviada al virrey Martín
las catedrales estuviera a cargo de arquitectos penin- Enríquez en 1576, se le ordenaba comenzar, prose-
sulares y si eran realizadas por maestros afincados en guir y acabar la catedral de Valladolid (actual More-
América, se deberían enviar al Consejo de Indias lia, capital del estado de Michoacán), «por la traza y
para su aprobación. Así debió suceder con las de orden que mejor pareciere, conforme a las demás
Claudio Arciniega para la de catedral de México y iglesias catedrales de esa tierra». Al parecer ya no era
las de Francisco Becerra para la de Puebla, aunque necesario mandar las trazas aprobadas desde España,
en ningún caso hay constancia documental del envío «Es decir, el monarca, patrono de todas las catedrales
y la pertinente aprobación, «sin embargo, dichos pro- mexicanas, no habla de conformidades de modelos
yectos eran revisados y a veces corregidos por arqui- peninsulares sino de acuerdo con lo que en la Nueva
tectos establecidos en el Virreinato» (Victoria 1985, España se venía gestando» (Ramírez 1987, 40-41).
50).7 Una vez que se comenzaba la construcción,
además de la dotación económica por parte de la Co-
rona, se contaba con la ayuda económica directa y Un proyecto novedoso para una ciudad nueva
obligada de todos los ciudadanos, pues el magno edi-
ficio «era un símbolo de la ciudad, el cual mostraba Puebla, fundada de nueva planta en 1531 como ex-
su poderío económico». A partir del reinado de Feli- perimento utópico de la Segunda Audiencia, se con-

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vertiría en un laboratorio constructivo desde enton- tacto desde el comienzo de su andadura americana,
ces. La ciudad ya contaba con una catedral además de Arciniega, se encuentra Juan de Alcántara.
concluida el 31 de agosto de 1539, que en poco Ambos estuvieron involucrados en diferentes fases
tiempo se quedaría pequeña y obsoleta para servir a de reconocimientos y dictámenes del edificio de la
la segunda urbe de la Nueva España.8 Desde muy catedral vieja de Puebla, previamente a la decisión de
pronto la edificación tuvo problemas y en 1550 te- construir una nueva.
nía un serio peligro de derrumbamiento, teniéndose Francisco Becerra traía consigo una fuerte tradi-
que acometer importantes reparaciones.9 En dife- ción gótica, adquirida en el taller de su padre en Tru-
rentes sesiones del cabildo se hace referencia a una jillo, unida al conocimiento de los tratados de arqui-
cédula real para que la iglesia mayor se hiciera tectura editados hasta la fecha y a un posible
como las demás catedrales de la Nueva España.10 La contacto visual o mediante estampas de las catedrales
idea de edificar una nueva catedral, tal y como el peninsulares de última construcción. Todo este con-
monarca parece ser que anhelaba, tomaría cuerpo glomerado lo fusionará con técnicas constructivas y
cuando el virrey Luis de Velasco, en nombre del aspectos novedosos autóctonos que Arciniega y otros
obispo, el deán y el cabildo poblano, decidiera in- maestros venían desarrollando en estas tierras.16
terceder ante el rey por la gran necesidad que tenía
la catedral de hacerse desde los cimientos, ya que el
viejo edificio estaba en pésimo estado, suplicándole La pervivencia de una idea
«que atenta a la necesidad que la dicha iglesia tenía
de hacerse y a su pobreza, le hiciese merced y li- Las catedrales españolas que se encontraban en fase
mosna de alguna cantidad, para con que se pudiese de terminación o remodelación en el siglo XVI están
hacer desde los cimientos».11 La nueva construcción incluidas en lo que se ha venido llamando estilo tar-
poblana comenzaría a materializarse al conseguir el do-gótico. Todas con una marcada impronta manie-
cabildo una real cédula del 29 de agosto de 1570, rista que las hermana y que en cada caso particular se
en la que se ordenaba hacer una relación del estado refleja en aspectos diferentes. Esas señas se convier-
del edificio antiguo y el coste que tendría levantar ten en una identidad propia españolizante que las une
una nueva catedral.12 y que se materializará en los modelos posteriores
El 24 de enero de 1575 el virrey Martín Enríquez americanos.
de Almansa nombraba maestro mayor de las obras de A lo largo de este siglo se edificarán las nuevas ca-
la catedral que se construiría en la ciudad de Puebla a tedrales de Salamanca, Segovia, Plasencia, Ciudad
Francisco Becerra, a su lado Francisco Gutiérrez Rodrigo y Astorga, levantadas «a lo moderno», es
como mayordomo, veedor y aparejador, y Juan de decir, con estructuras y formas góticas, aunque en to-
Cigorondo como obrero mayor.13 das ellas se aprecian muestras de un cambio hacia
El maestro mayor diseñará un edificio acorde a una nueva concepción constructiva.17 Sin embargo,
una ciudad tan moderna que se había adelantado en un lenguaje absolutamente diferente se articulará en
cuarenta y dos años a las ordenanzas de población de las catedrales de Granada, Jaén y Valladolid que in-
Felipe II de 1573.14 Para esta ciudad de trazado orto- discutiblemente fueron las reflejadas en sus homólo-
gonal, proyectará una catedral de planta rectangular gas de la Nueva España.
con la misma proporción dupla que tienen sus man- Todo comenzaría en la catedral de Toledo (figura
zanas, ofreciendo el costado norte hacia la plaza 3), por excelencia un edificio gótico con bóvedas de
principal que la adaptaba perfectamente a la cuadrí- crucería al más depurado estilo francés, pero que
cula urbana. introduce en su concepción utilitaria algo tan im-
Becerra llegaría a la Nueva España en 1573 co- portante como la situación del coro en la nave cen-
menzando a trabajar en algunas obras en la capital, tral, que la convierte en única en su especie, remar-
principalmente en el templo de Santo Domingo y ob- cando una cualidad autóctona que será trasladada al
viamente estableciendo contacto con su homólogo el Nuevo Mundo; un modelo que el profesor Navas-
maestro mayor de la catedral mexicana, el arriba cués denominó «modo español» que sitúa la se-
mencionado Claudio de Arciniega.15 Entre los maes- cuencia altar-fieles-coro-trascoro-fieles (Navascués
tros más importantes con los que Becerra toma con- 2004, 49).18

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Figura 3 Figura 4
Planta y alzado de la catedral de Toledo Planta de la catedral de Sevilla (Alonso y Jiménez 2009)
(Recuperado de: https://i.pinimg.com/originals/ec/63/5b/
ec635bf2d27023c11ba18b05795d1edf.jpg)
en 1523 (figura 5). Desde 1529 tomará la obra Diego
de Siloé terminándola en 1563. Siloé introducirá un
El «tipo español» de catedral durante este siglo nuevo planteamiento renacentista-manierista sobre
XVI será un templo rectangular de proporción dupla los cimientos góticos, levantando un edificio tipo sa-
con tres naves, más dos de capillas hornacinas, la ca- lón con cinco naves y una girola en la cabecera
becera recta con un tramo de deambulatorio rodean- creando un espacio unitario alejado de los paráme-
do al presbiterio que se abre a la capilla de los Reyes tros góticos tradicionales.20
y un crucero no sobresaliente en planta; el altar ma- En Salamanca se comenzaría una nueva catedral a
yor y el coro sobre la nave central unidos por la vía comienzos del XVI por Juan Gil de Hontañón en es-
sacra, con un segundo altar en el trascoro para la li- tilo gótico, pero con unas características espaciales
turgia ordinaria situado en las últimas dos crujías de que la insertan dentro de ese nuevo concepto rena-
los pies.19 Todo esto ya estaba en la catedral de Sevi- centista-manierista del que hablamos. Es un edificio
lla (figura 4), sufragánea de las Indias, ejemplo a imi- de tres naves más dos de capillas, cubierto con bóve-
tar, no solo arquitectónicamente, sino también por ser das de nervaduras ad triangulum, que sorprendente-
la referencia obligada a la hora de constituir los ca- mente crean un espacio unitario tipo Hallenkirche
bildos de las nuevas diócesis y su liturgia, tal y como (figura 6). En 1584 el maestro Juan Ribero Rada
ordenaban las Leyes de Indias (Pano, 2001, 42). cambiaría la girola poligonal original por una cabe-
Los proyectos catedralicios de Granada, Jaén y Va- cera plana, insertando dos pequeñas torres en las es-
lladolid serán los que cierren el capítulo dedicado a quinas, cualidades presentes en el proyecto de Bece-
estas construcciones de la España del XVI. El proce- rra para Puebla.
so continuará ahora al otro lado del océano donde los Sin duda, las dos trazas más evidentes en el ámbi-
maestros retomarán lo realizado por Diego de Siloé, to novohispano fueron las de Jaén y Valladolid. La
Andrés de Vandelvira o Juan de Herrera en la penín- catedral jiennense es la que comparte más cualidades
sula para construir las catedrales de las nuevas dióce- y características con la poblana. En 1573 cuando Be-
sis recién creadas (Fernández 2007, 32). cerra parte para América, en Jaén ya se había comen-
La catedral de Granada fue concebida inicialmente zado el nuevo templo renacentista-manierista conce-
como un remedo de la de Toledo por Enrique Egas bido por el maestro Andrés de Vandelvira (figura 7).

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Figura 5
Planta de la catedral de Granada (Rodríguez 1997)

No sabemos con seguridad si Becerra visitaría Jaén

en su camino a Sevilla para embarcarse o si conocía
el proyecto de Vandelvira, pero en cualquiera caso, lo
reflejará en numerosos aspectos en el suyo de Pue-
bla. La catedral jiennense tenía solamente levantado
un tramo en el costado derecho, desde la cabecera
hasta el crucero, compuesto por la portada sur, la an-
tesacristía, la sacristía, la sala capitular y las tres ca-
pillas hornacinas correspondientes, por debajo de es- Figura 6
tas dependencias se ubicó el panteón de los obispos. Planta y alzado de la catedral de Salamanca resaltando los
Lo levantado no era mucho en el contexto del edifi- cubos de las torres de la cabecera (Recuperado de: http://ro-
cio completo, pero sí lo suficiente para que el pro- castraja.blogspot.com/2013/09/catedral-de-salamanca-en-
yecto fuera inalterable, proporcional y estructural- lego-3-torre.html)
mente, hasta su conclusión. Becerra tomó buena nota
de estas características y, sobre todo, de la idea de
que su proyecto debería tener la fuerza arquitectónica concebidos como una entidad, de manera que, aun-
suficiente para perpetuarse sobrepasando modas tem- que se prolongaran las obras, el producto final ten-
porales. En definitiva, tenía que ser moderno, viable dría una homogeneidad que lo haría único. La estruc-
y único como lo era el de Vandelvira. Para ello, co- tura sería por siempre y para siempre deudora de la
menzaría la obra por la cabecera situando nítidamen- concebida originariamente, más allá de modas estilís-
te espacios importantes como la sacristía, la sala ca- ticas que muestren algunos de sus elementos.
pitular y el altar de los Reyes, que junto con el coro El ejemplo vallisoletano de Juan de Herrera fue
en la nave central configurarían un prototipo inmuta- concebido en 1580 e incluye también una serie de
ble.21 La modernidad fundamental de Vandelvira y cualidades presentes en Puebla y en alguna de las ca-
Becerra en sus trazas estriba en su universalidad y tedrales peninsulares tratadas más arriba, como fue-
atemporalidad, que al igual que la Iglesia, fueron ron la proporción dupla, la nave central con tramos

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Figura 7
Planta de la catedral de Jaén (izquierda) resaltando los espa-
cios del sagrario, el altar de la Sábana Santa, la sala capitu-
lar, la sacristía, el altar mayor y el coro. Planta de la cate-
dral de Puebla (derecha) resaltando los espacios del
sagrario, el altar de los Reyes, la sacristía, el altar mayor y
el coro (Izquierda: Recuperado de http://jvcorcoles.blogs-
pot.com/2016/05/la-persistencia-de-lo-clasico-en-la.html;
derecha: Propiedad de Sotero Ruiz y Antonio P. Molero)

cuadrados y sesquiálteros en las laterales, las capillas

hornacinas embutidas en el muro, la cabecera plana
y, algo más importante, cuatro torres en las esquinas,
Figura 8
aunque aquí como en Salamanca las de la cabecera
Alzados de Juan de Herrera para la catedral de Valladolid
iban a ser más bajas (figura 8). (wikipedia)

Una unidad conglomerado de unicidades trafuertes exteriores, así como el grueso de los propios
pilares, lo que repercutía, obviamente, en una conside-
Francisco Becerra trabajaría en Puebla desde 1575 a rable reducción económica. Además, con este sistema
1580, aún en tan corto espacio de tiempo la esencia de se conseguía una mayor diafanidad y luminosidad del
su proyecto sería inalterable hasta su conclusión, mar- interior del templo.24 Sobre el entablamento Becerra
cando con su traza la pauta a seguir para todos los situaría un dado Brunelleschiano que estilizaba las ar-
maestros posteriores. Dispuso un templo de propor- querías, al igual que sucede en Granada o Jaén.
ción prácticamente dupla y cabecera recta, como ha- No obstante, lo verdaderamente novedoso del pro-
bía visto o tenía noticia de haberse hecho en las cate- yecto de Becerra fue la inclusión de cuatro torres en
drales de Sevilla, Salamanca, Valladolid o Jaén, las esquinas trazadas con anterioridad al diseño valli-
cualidad que se convertiría en un sello de identidad soletano de Herrera.25 No es muy probable que Bece-
propio del Nuevo Mundo.22 Ordenó el espacio con rra supiera o hubiera oído de la traza herreriana antes
tres naves más dos de capillas hornacinas, la central de partir hacia América en 1573. Más lógico sería
más ancha acogiendo el coro al modo español, dividi- pensar que esta idea de las cuatro torres estaba viva
das mediante pilares cruciformes y cubiertas a la mis- en el ambiente arquitectónico de la época y Becerra la
ma altura con bóvedas de nervaduras, tal y como se exportaría a América, en donde podría gozar de ma-
había hecho en Sevilla, Granada o Salamanca (Pano yor libertad de acción y económica para plantearla.
2004, 41).23 Este tipo de soportes dotaba de mayor
fortaleza al edificio, ya que contrarrestaba los empujes A diferencia de lo que ocurría en la Península, los cabil-
de las bóvedas entre sí, permitiendo reducir los con- dos y los obispos novohispanos dieron pruebas de un ta-

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 Juan de Palafox y Mendoza y la vanguardia arquitectónica 739

lante más abierto a novedades, y demostraron una predi-

lección por el léxico arquitectónico culto «a la romana»,
en consonancia con el lenguaje que utilizaba la monar-
quía en las obras de su patronazgo.
(Fernández 2007, 32)

Un aspecto en el que Becerra sí pudo haber copia-

do al arquitecto real fue en su modus operandi, orga-
nizando cuadrillas especializadas indígenas-españo-
las desde la propia cantera donde se labraban
aproximadamente las piezas, antes de trasladarlas al
taller de la fábrica, en donde se perfeccionaban para
colocarlas en su lugar.26
Por tanto, el proyecto de Becerra para la catedral
de Puebla se puede interpretar y analizar como un hí-
brido entre el estilo tardo-gótico y el tipo español ya
mencionado.27 Becerra exportará este modelo al vi-
rreinato del Perú, plasmándolo en las catedrales de
lima y Cuzco (figura 10), que aun con ligeras dife- Figura 9
rencias, configuran un sello arquitectónico particular Bóvedas de crucería del convento de Yanhuitlán en el esta-
do de Oaxaca, México (Propiedad Antonio P. Molero)
que debería estudiarse desde su propia idiosincrasia
criolla y no desde parámetros peninsulares.
Palafox tenía órdenes precisas para hacer cumplir
los acuerdos del Concilio de Trento a fin de conse-
Un obispo trentino en la Nueva España guir recuperar los bienes de la Iglesia que hasta en-
tonces estaban en «manos frailunas». En 1640 inicia-
El obispo Juan de Palafox y Mendoza llegará a la ría una reforma para aclarar el pago de los diezmos
Nueva España con dos cometidos principales. Uno por parte del clero regular, retribución que éste no
de carácter político consistente en hacer cumplir las realizaba desde hacía muchos años (López 1999,
Leyes de Indias, controlando los posibles excesos de 180; Cortés 1990, 67).
la Audiencia y del nuevo virrey. El otro eclesiástico, Para llevar a cabo las reformas pretendidas, Pala-
como garante de las resoluciones del Concilio de fox contaba con el apoyo de la Corona y, muy espe-
Trento que no habían sido cumplidas rigurosamente. cialmente, con el del Conde-duque de Olivares. En
Además, debería atender la encomienda especial del tierras americanas tendría el favor de los criollos y
rey de ocuparse personalmente de la fábrica de la ca-
tedral poblana y llevarla a buen término, asunto en el
que pondría todos sus esfuerzos desde el primer día
(Arteaga 1959, 13).

En 1639 don Juan de Palafox fue erigido obispo de Pue-

bla de los Ángeles, la segunda ciudad en importancia de
la Nueva España y su diócesis más rica. Además, se le
invistió de poderes extraordinarios como visitador gene-
ral de las instituciones civiles y examinador de la gestión
de los dos virreyes precedentes. Olivares pretendía poner
orden en el gobierno de aquel virreinato para así aumen-
tar sus aportaciones de plata, tan necesarias para sostener Figura 10
los frentes europeos. Plantas de la catedral de Lima (izquierda) y de la catedral
(Floristán 2000, 52) de Cuzco (derecha) (Archivo General de Indias)

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del clero secular, y en su contra los virreyes, la Au- El día de Sta. María Magdalena, 22 de julio de 1640
diencia y el clero regular. La situación del obispo tomó posesión de su Sede, una de las ricas de América, y
cambiaría drásticamente cuando el Conde-duque, su hallando su iglesia catedralicia, llamada «el templo de la
valedor en la Corte, perdiera todo su poder político plata», por la mucha que devoraba, en los principios de
la obra y sin esperanzas de adelanto, prometió a la Santí-
quedando huérfano de la protección metropolitana.28
sima Virgen de la Concepción, a la que estaba dedicada,
acabarla en su servicio.
Para él, la religión y la política, por una parte, y la moral
(Arteaga 1959, 11-12)
y la administración, por otra, tenían una relación directa.
En cierto sentido, sus objetivos políticos eran semejantes
a los de Maquiavelo, pues antes de todo pretendía llevar
A su llegada a Puebla el prelado dirigiría sus es-
al máximo la efectividad del Estado y de sus accesorios fuerzos en agilizar la obra de la catedral, para ello
militares y administrativos, para darle la capacidad de elegiría el camino más prudente, eficaz, y a la vez
derrotar a sus enemigos; pero, al contrario que Maquia- económico, es decir, continuar la fábrica y los dise-
velo, pensaba que la clave de esta eficacia se hallaba en ños que ya existían desde el inicio hechos por el
la religión. maestro mayor Francisco Becerra.
(Irving 2000, 166) Según la doctora Montserrat Galí, cuando el re-
cién nombrado obispo Palafox se dirigía a Sevilla
Palafox, con su incuestionable fidelidad a la Corona para embarcarse rumbo a la Nueva España desvió
dirigirá la auditoría de dos virreyes, el Marqués de Ce- su ruta para despedirse en Jaén de su amigo el obis-
rralvo y el Marqués de Cadereyta, llegando incluso a po Moscoso y Sandoval (Galí 1999, 80). Es de su-
ocupar ese mismo puesto en junio de 1642 en perjui- poner que vería el estado de la obra de la catedral
cio del Duque de Escalona al que destituiría por man- jiennense, que en ese momento estaba en pleno apo-
dato real (Samper 1991, 46; García 2000, 22; Sánchez geo, bajo las directrices del maestro mayor Juan de
1964, 45). Con este nuevo título, Palafox reunía los Aranda Salazar (figura 11). Al llegar a Puebla, de-
máximos poderes políticos y militares del virreinato: bió resultarle muy grato encontrarse que la obra que
virrey y gobernador, Capitán General y Presidente de debía terminar siguiera unas pautas similares a la
la Audiencia, además de Visitador General y obispo de trazada por Andrés de Vandelvira, tanto en la planta
Puebla (García 2000, 30). Por su condición de virrey como en el alzado.30
hubo de realizar el juicio de residencia al destituido Por la documentación consultada sabemos que el
Duque de Escalona. En noviembre de 1642 sería susti- estado en el que se encontraba la obra en 1640 dis-
tuido del cargo por el Conde de Salvatierra. taba bastante del que Palafox expresó al monarca en
Si a todos los oficios mencionados unimos el de una carta de 1646, en la que le informa que estaba
arzobispo interino de la sede metropolitana entre el levantada solo hasta la mitad de los pilares y sin
mes de febrero de 1642 y el 19 de marzo de 1643, ningún arco ni bóveda construido (Cuevas 1924,
podemos afirmar que Palafox llegó a ser por un tiem- 69-74).
po la primera autoridad del virreinato, tanto en el La realidad era otra, los muros exteriores estaban
ámbito civil como en el eclesiástico (Castro 2001, terminados de cantería en todo su perímetro hasta la
162; García 2000, 34-35; López 1999, 217-218). altura de las azoteas de las capillas, incluyendo el
cornisamento exterior, y con las cuatro torres levan-
tadas hasta ese mismo nivel. Las capillas hornacinas
«Su amada Raquel» estaban cerradas a falta de enladrillar las azoteas. La
capilla de los Reyes estaba también levantada sufi-
El 22 de julio de 1640 el obispo Juan de Palafox ha- cientemente para cerrar la bóveda, y su arco toral de
cía su entrada solemne en la ciudad de la Puebla de ingreso estaba iniciado. La mayoría de los pilares de
los Ángeles a lomos de una mula, como marcaba la las naves estaban construidos, al menos hasta la altu-
tradición (Arraiz 2000, 62; Samitier 1977, 13).29 Su ra de las capillas, e incluso algunos hasta los capite-
amada Raquel, llamaría el obispo Palafox a la dióce- les, estando también comenzados algunos arcos de
sis de Puebla y por extensión a su ciudad, y a su edi- las naves. La sacristía y la sala capitular estaban pre-
ficio más emblemático, la Catedral. paradas para recibir las bóvedas (figura 12). Además,

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 Juan de Palafox y Mendoza y la vanguardia arquitectónica 741

el obispo omite una cuestión importante, como es la ría otro «parecer» con cinco condiciones para su
gran cantidad de material labrado que había en la fá- construcción. Esta cúpula pudo estar planteada en el
brica, esperando tan solo a ser colocado en su sitio, proyecto de Francisco Becerra, ya que cuando se rea-
así como también se olvida de la numerosa cantidad lizó no fue necesario retocar la sección de los pilares
de materiales de agarre que había.31 torales que la sustentarían, no como en el caso de la
Por tanto, Palafox se encontró la construcción de catedral México, donde sí hubo que incrementarlos
la catedral paralizada, pero bastante más adelantada para soportar el peso.34
de lo que pretende transmitir al rey. Ante esta situa- Palafox decidiría continuar la construcción si-
ción tomó la resolución más rápida y económica de guiendo los informes de Trasmonte, colocando como
continuar lo encontrado, variando tan solo el tipo de superintendente de ella a Pedro García Ferrer, y a
cubiertas y su altura según presupuestos del maestro Agustín Hernández de Solís como maestro mayor de
mayor de la catedral de México Juan Gómez de Tras- la fábrica material.35 Las dos reformas propuestas por
monte.32 el maestro Trasmonte añadirían modernidad a la tra-
Lo primero que hizo Palafox fue encargar una tra- za inicial, pero mantendrían en todo momento las
za nueva a Gómez de Trasmonte, quien ya había rea- proporciones y el módulo marcados por el maestro
lizado una memoria sobre el edificio en 1635 a ins- Becerra, incluso no sería necesario variar la altura de
tancias del virrey.33 En este documento consideraba los pilares de las naves laterales, ya que estos conta-
que la obra iba correctamente, y tan solo aconsejaba ban con el mencionado dado Brunelleschiano (Fer-
realizar una serie de cambios que no afectaban ni a la nández 2007, 47).36
estructura, ni a lo ya construido. El «parecer» reali- No obstante, en el proyecto de Becerra, como se
zado constaba de quince condiciones y se refería a la ha dicho anteriormente, se incluían cuatro torres en
finalización de la obra tan solo hasta el crucero, do- las esquinas, pero tanto el obispo como Trasmonte
tándola de sacristía y sala capitular para que se pu- verían la inviabilidad económica para erigirlas, deci-
diera celebrar el culto a la mayor brevedad posible diendo levantar solo las de la fachada principal.
(Fernández 1994, 18). Uno de los mayores cambios Asimismo, Palafox encargaría una nueva traza al
propuesto sería el elevar la nave central sobre las la-
maestro mayor Solís, que contemplaba un proyecto
terales para obtener más luz directa al interior del
más completo que el simple edificio de la catedral.
cuerpo de la iglesia, apuntando además la posibilidad
En él se incluían una serie de dependencias alrededor
de colocar un cimborrio en el crucero, para el que da-
del templo con un claustro cerrado al frente, dos pa-

Figura 11
Estado en el que vio la catedral de Jaén el obispo Juan de
Palafox (izquierda). Traza de la catedral de Jaén hecha por Figura 12
Juan de Aranda y Salazar (derecha) (Izquierda: Ortega Estado de la obra de la catedral de Puebla a la llegada del
1991; derecha: Recuperado de http://www.catedraldejaen. obispo Palafox en 1640 (Propiedad Sotero Ruiz y Antonio
org/historia/) P. Molero)

Actas 01.indb 741 14/6/19 14:14

 742 A. P. Molero

rroquias para sagrarios a los lados de él, y unas ar-

querías en dos pisos en el costado norte, que integra-
rían armónicamente la construcción con el
entramado hipodámico urbano y la plaza principal.
De este macro proyecto del obispo Palafox, solamen-
te se llegaron a construir algunas dependencias en los
lados sur y este.37
El obispo y García Ferrer acometerían la elabora-
ción del «arte escenográfico» interior del templo des-
de la cabecera al crucero, como si fuera una unidad
indisoluble, de manera que mientras se estaba reali-
zando el retablo de los Reyes, también se trabajaba
en los dos retablos de los testeros de las naves colate-
rales y en el tabernáculo del presbiterio.38
En 1648, Palafox sería llamado a España por el
rey Felipe IV, previamente a su partida lograría con-
sagrar su amada Raquel el domingo 18 de abril de
1649.39 Sus múltiples detractores en México, incluida
Figura 13
la Inquisición, trataron por todos los medios de frus-
Dibujo hipotético del baldaquino del altar mayor del obispo
trar la celebración, y tan solo una semana antes, el Palafox (Fernández 2000)
tribunal inquisitorial organizaba un imponente auto
de fe, «el más solemne y numeroso que hubiera teni-
do lugar en Nueva España, con el que se pretendía sia de proveer a la diócesis de las fundaciones que
eclipsar, como algo de ello se consiguió, la fiesta po- consideraba necesarias —curia, parroquias, semina-
blana, la fiesta del obispo» (Bartolomé 2001, 59). La rios, colegios, biblioteca, etc.41
consagración de la catedral antes de marcharse se García Ferrer, por tanto, ejercería una tarea similar
convirtió en un reto para el obispo, ya que represen- a la que desarrolla hoy en día un arquitecto. En teoría
taba no solo la realización de su compromiso con la era el encargado absoluto de realizar las trazas y di-
Corona, sino también una victoria contra sus enemi- bujos de todo lo que se construyera en la obra de la
gos, encabezados por el arzobispo de México Juan de catedral, bien fuera en piedra, ladrillo y mamposte-
Mañozca, principal promotor del auto de fe junto a la ría, o bien en madera y otros materiales. Además, fue
Inquisición y los jesuitas.40

Conclusión

En tan solo nueve años Juan de Palafox cambiará

por completo la fisonomía de la ciudad de Puebla y
conseguirá consagrar su catedral. Para ello contó
con numerosos artífices, pero esto no hubiera sido
posible sin el concurso de Pedro García Ferrer, que
desde su llegada se situaría al frente de la dirección
general de la obra catedralicia, orientando los múlti-
ples trabajos de las diferentes disciplinas que con-
fluyeron en ella.
Igualmente asombroso resulta el gran número de
edificios que promovió el obispo en estos nueve años Figura 14
y que poco tiene que ver con la libido aedificandi, Planta del baldaquino del obispo Palafox realizada por Die-
sino más bien con su celo de pastor de almas y su an- go de Cárcamo (Propiedad Antonio P. Molero)

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 Juan de Palafox y Mendoza y la vanguardia arquitectónica 743

el pintor y diseñador junto al obispo de todos los Notas

lienzos de los retablos.42
Palafox se identificaría personalmente con su obra 1. La inscripción de la lápida de la catedral poblana es la
de un modo poco frecuente. La catedral representaba siguiente: HIC IACET PULVIS ET CINIS IOANNES
PALAFOX ET MENDOZA INDIGNUS EPISCOPUS
para él la diócesis poblana con la que se había unido
ANGELORUM POPULI ROGATE PRO PATRE FILII
místicamente al aceptar ser su pastor. En sus textos, EXPECTO DONEC VENIAT INMUTATIO MEA ET
memoriales y correspondencia, así como en escritos IN CARNE MEA VIDEBO DEUN MEUM Job. 14.
de sus biógrafos más inmediatos o autores vincula- 19. NATUS EST CUM SECULO OBIIT ANNO MDC
dos directamente con él -Tamariz de Carmona, Cal- DIE.
derón- queda patente el cariño casi paternal que el «Aquí yace, polvo y ceniza; Juan de Palafox y Mendo-
za indigno obispo de la Puebla de los Ángeles. Hijos
obispo sentía por su obra arquitectónica. En estos
rogad por vuestro padre. Espero que llegue mi mudan-
textos se entrevé que estaba convencido de que la rá- za y en mi carne veré a dios. Job. 14. 19. Nació con el
pida finalización de la catedral demostraría material- siglo murió el año de 16… el día…».
mente la honradez y eficacia de su cometido en lo 2. Al obispo Palafox se le fueron negando las diócesis de
que afectaba al Patrimonio Regio, justo el punto que Córdoba, Cuenca y Sigüenza, entregándosele finalmen-
le sería más discutido de su gestión. Sabía que la ca- te la del Burgo de Osma que era una de las que común-
mente eran ofrecidas a los obispos que comenzaban a
tedral, no solo era el máximo símbolo religioso, sino
ejercer su ministerio y no a un obispo que había sido
que también lo era del ámbito social y político.
tan importante como él. Fue presentado como obispo
de Osma el 23 de junio de 1653, y mediante una bula
de fecha 24 de noviembre, el Papa Inocencio X le nom-
bró como tal, aunque no le fueron despachadas las eje-
cutorias pertinentes hasta el 22 de febrero de 1654, ha-
ciendo su entrada solemne en la ciudad de Osma el día
4 del mes de marzo.
3. Juan de Palafox y Mendoza murió en la ciudad de
Osma el 1 de octubre de 1659, siendo enterrado en la
capilla mayor de su catedral. A posteriori, el arquitecto
Francisco Sabatini realizaría un proyecto para una am-
pliación de la catedral que incluiría una «Capella in
onore del Venerable Palafox», ya que a comienzos de
los años sesenta del siglo XVIII se consideraba próxi-
ma su canonización. Sabatini no llegaría nunca a reali-
zar este proyecto que recaería en manos del arquitecto
Juan de Villanueva, rediseñándolo de nuevo e introdu-
ciendo varias modificaciones sobre la propuesta de Sa-
batini, aunque mantuvo exactamente el proyecto para
la capilla.
4. «El programa de construcción de las principales cate-
drales novohispanas parece haberse establecido en
1555, con el I Concilio Provincial Mexicano. Entonces
se solicita la financiación por parte de la metrópoli, es-
tableciendo así unos cauces de ayuda que llevarían a
derribar las pequeñas iglesias y construir las monumen-
tales catedrales que hoy conocemos» (Fernández 2007,
32).
5. Arciniega aparece como cantero en los documentos del
Figura 15 Archivo Municipal de Puebla del año 1556, atribuyén-
Dibujos de los adornos y concierto con Diego de Cárcamo dosele en 1558 ciertos trabajos en la fuente de la plaza
para el baldaquino del obispo Palafox (Propiedad Antonio principal (Archivo General Municipal de Puebla,
P. Molero) AGMP, serie Actas Cabildo, Vol. 7, F. 137 v-138 r, 23

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de octubre de 1556) (AGMP, serie Actas Cabildo, Vol. 12. ACCP, Libro Cédulas Reales 1540-1588, F 52 r, 29 de
8, F. 33 v-34 r, 11 de febrero de 1558). agosto de 1570.
Junto a otros maestros de cantería participaría en la ela- 13. Francisco Gutiérrez tenía una gran experiencia cons-
boración de un dictamen sobre la catedral vieja de Pue- tructiva en Puebla y su catedral vieja, por lo que estaría
bla en el año 1564, siendo ya maestro mayor de las acostumbrado a los modos y técnicas de trabajo utiliza-
obras de cantería de la ciudad de México. En el dicta- das aquí. En consecuencia él se encargaría de la direc-
men se incluyen los pareceres de los seis testigos con- ción y distribución del trabajo en la fábrica material,
sultados y la cédula real que requería la información trasladando las ideas del maestro mayor a los diferentes
del estado de la iglesia catedral (Archivo General de integrantes de la edificación. Todas estas cuestiones
Indias, AGI, Audiencia de México, Cartas y Expedien- técnicas locales serían desconocidas por Francisco Be-
tes del Cabildo eclesiástico de Puebla de los Ángeles, cerra en su condición de recién llegado a estas tierras.
vistos en el consejo (1540-1700), (MEXICO,347), F. El título de obrero mayor es de carácter administrativo
22 v-28 r, 5-7 de febrero de 1564). y no técnico. Suele ser un cargo externo a la arquitectu-
6. Claudio de Arciniega sería reclamado por el virrey ra que se otorga en la construcción de magnas edifica-
para trabajar en México después de quedar fascinado ciones como las catedrales. Es la persona que está al
con los trabajos que había realizado en la ciudad de cuidado de la obra para proporcionar puntualmente los
los Ángeles, y más concretamente por el de la fuente suministros de los materiales necesarios y velar por el
de la plaza mayor. El túmulo imperial tuvo que insta- cumplimiento de los horarios y las tareas de todos los
larse en la capilla de San José de los Naturales, dentro que participan en la edificación; siempre ha de estar en-
del patio del convento de San Francisco al no caber en terado del estado en que se encuentran las diferentes
la catedral antigua. El 20 de febrero de 1560 Arcinie- secciones de la fábrica material. Juan de Cigorondo se-
ga sería nombrado maestro de cantería de la Nueva ría el encargado de aunar las exigencias del cabildo res-
España. pecto a la obra con las ideas y diseños del maestro ma-
7. En la documentación consultada sobre la catedral de yor, teniendo también bajo su responsabilidad toda la
Puebla se alude en numerosas ocasiones a unas trazas parte económica de la construcción, tanto en el aspecto
enviadas desde la Península por el arquitecto real Juan del suministro de los materiales como en el del pago de
Gómez de Mora. Este hecho hace suponer que el envío los salarios a los participantes en ella.
de planos y trazas desde tierras americanas a España Para una mayor información sobre las atribuciones de
para su sanción por el Consejo de Indias, por el rey y los aparejadores, los obreros mayores y los maestros
por el arquitecto real de turno debió ser una constante mayores véase, Marías (1979), García (1990) y Rabasa
desde el principio de la colonia. (2000).
8. Esta fecha nos la proporciona el cronista Mariano Fer- 14. El código de Ordenanzas de descubrimientos, nueva
nández de Echevarría y Veytia, añadiendo que la cate- población y pacificación fue expedido por Felipe II en
dral no fue consagrada por el obispo Julián Garcés has- el bosque de Segovia el 13 de julio de 1573 y publica-
ta poco antes de ser trasladada la diócesis a Puebla do el 3 de mayo de 1576 en San Lorenzo el Real del
desde la ciudad de Tlaxcala donde se encontraba. En Escorial.
1541 se pide el traslado de la sede episcopal de Tlaxca- 15. Suponemos que este trabajo en Santo Domingo, junto
la a la ciudad de Puebla, requerimiento que fue ratifica- con la recomendación que pudo dar al virrey su influ-
do por el príncipe regente Felipe II el 6 de junio de yente paisano, el encomendero de Oaxaca Gonzalo de
1543, aunque la realidad era que el obispo y los canóni- las Casas, le valdrían para pasar a la ciudad de Puebla
gos residían ya en esta ciudad desde 1539. como «maestro de arquitectura» y hacerse con el título
9. Archivo Cabildo Capitular de la ciudad de Puebla de maestro mayor de la catedral. Según sus propias pa-
(ACCP), Actas de Cabildo, Vol. 1b, 1542-1549 {1546}, labras, se hace cargo de las obras de la catedral con el
F. 195r, 11 de abril de 1550. solo título de «ser hombre preeminente en el dicho ofi-
En 1556 los problemas continuaban por lo que hubo de cio y en competencia de otros muchos maestros» (Mar-
trasladarse la sede catedralicia a la iglesia de la Vera co 1943, 9).
Cruz (ACCP, Actas de Cabildo, Vol. 3, 1552-1568, F. 16. Algunos de los tratados que Becerra, Arciniega y los
36 v, 3 de enero de 1556). demás maestros afincados en la Nueva España podían
10. ACCP, Actas de Cabildo, Vol. 3, 1552-1568, F. 101 v, conocer serían: Vitrubio, De architectura; los diez li-
15 de octubre de 1560. bros de arquitectura de Alberti; Medidas del Romano
11. AGI, Audiencia de México, Cartas y Expedientes del de Diego de Sagredo; III y IV Libros de arquitectura de
Cabildo… (1540-1700), (MEXICO,347), F. 22 v, 28 de Sebastiano Serlio. También se enviaron y vendieron en
abril de 1561. América numerosas láminas de la fábrica del Escorial.

Actas 01.indb 744 14/6/19 14:14

 Juan de Palafox y Mendoza y la vanguardia arquitectónica 745

17. Los cabildos capitulares fueron los principales valedo- 27. Francisco Becerra realizaría algunas construcciones o
res de construir a lo gótico que consideraban el estilo transformaciones de tipo tardo-gótico en tierras ame-
oficial de la Iglesia. Esta tendencia constructiva se ricanas como la bóveda casi plana del coro del con-
mantuvo durante una gran parte del siglo XVI. vento de las Llagas de San Francisco en la ciudad de
18. La catedral de Toledo fue comenzada en 1226 y su Puebla, los conventos de Totimehuacan y Cuautinchán
construcción se dilataría hasta finales del siglo XV, en en el estado de Puebla o la más relevante obra del
que se cerraron las últimas bóvedas de crucería en los convento de Yanhuitlán que tiene unas bóvedas de
pies de la nave central. Se trata de un edificio de planta crucería fabulosas y muy poco peraltadas. Esta última
rectangular de proporción 1:2 (120 m × 59 m) con cin- fue la excusa para trasladarse a la Nueva España invi-
co naves, doble girola y cubierta ad triangulum con bó- tado por su paisano y encomendero de Oaxaca, Gon-
vedas de crucería. zalo de las Casas.
19. En el caso jiennense, la capilla central de la cabecera es 28. El conde duque de Olivares, valido del rey Felipe IV,
la de la Sábana Santa en lugar de la de Reyes. fue apartado por el monarca de todas sus tareas políti-
20. Siloé usará soportes cruciformes con medias columnas cas y desterrado el 23 de enero de 1643.
adosadas sobre elevados pedestales, al igual que Fran- 29. Los canónigos Andrés de Luey y Juan Rodríguez de
cisco Becerra, salvo que en Puebla los basamentos son León Pinelo fueron los encargados de preparar el reci-
muchos más bajos y proporcionados respecto al patrón bimiento del obispo Juan de Palafox y Mendoza a su
establecido. Las catedrales de Jaén, Málaga y Guadix llegada a la ciudad de Puebla. El cabildo municipal
también utilizan este mismo tipo de soportes aunque mostró su conformidad con el regidor y canónigo de la
con ligeras variaciones. catedral Juan Rodríguez de León sobre la manera en
que sería recibido el nuevo obispo, «que la ciudad sal-
21. Francisco Becerra dispondría la sacristía y la sala capi-
ga al campo donde se le dará la bienvenida, y de allí
tular de forma transversal y no longitudinalmente como
hasta la puerta de la ciudad que será en el convento de
lo hizo Andrés de Vandelvira en Jaén.
la Santísima Trinidad, donde se adorará la cruz y se
22. La catedral de México no tiene exactamente la cabece-
vestirá de pontífice, en donde se subirá a una mula y se
ra plana sino que sobresale la capilla poligonal de los
traerá en procesión bajo palio hasta la iglesia, el cual
Reyes. Sin embargo, si tiene una proporción dupla con
traerán los regidores.» (AGMP, serie Actas Cabildo,
sus 110 m. de largo por unos 55 de ancho, mientras que
Vol. 19, F. 157 v-158 r, 17 de julio de 1640). Documen-
la catedral poblana se acerca prácticamente con sus
to transcripto por el autor.
99,12 m. de largo por 53,42 m. de ancho exteriormente
El ex convento de la Santísima Trinidad de la ciudad de
(medidas tomadas por el autor).
Puebla se encuentra en la actual avenida Reforma es-
23. Esta tipología de salón había irrumpido con fuerza en
quina con la calle 3 norte.
España desde finales del siglo XV y en la primera mi- 30. Palafox también vería de primera mano la nueva traza
tad del XVI, combinando la última tradición gótica con realizada por Juan de Aranda y Salazar que todavía se
presupuestos renacentistas. La excepción a la norma conserva.
fue la catedral de Valladolid que situó el coro en la 31. En general ha existido una exageración histórica res-
nave central pero por detrás del altar mayor de cara a pecto al estado en que se encontró la catedral a su lle-
los fieles, en una secuencia coro-altar-fieles que les ha- gada a Puebla el obispo Juan de Palafox y Mendoza. La
cía partícipes de las ceremonias que en él se celebra- obra construida en ese momento era mucho mayor,
ban, siguiendo la fórmula ortodoxa trentina. además de existir una gran cantidad de materiales dis-
24. Desde mediados del siglo XVI se comenzaría una sus- puestos para su colocación que estaban ya en su inte-
titución paulatina de los pilares góticos por soportes rior y que en ningún caso son mencionados, ni por el
columnarios de inspiración o diseño clásico. propio obispo, ni por los numerosos autores posteriores
25. Anterior a los proyectos de Becerra o Herrera tan solo que simplemente siguieron lo dicho por el obispo.
San Pedro del Vaticano había sido proyectado con cua- 32. En la relación de servicios de Juan Gómez de Trasmon-
tro torres por el arquitecto Donato d’angelo Bramante, te, «Llama la atención en el documento, la aseveración
aunque tampoco se llegaría a realizar. de que las bóvedas que levantó Juan Gómez de Tras-
26. Este sistema era similar al utilizado por Herrera en la monte ‘... no hubo maestro que lo supiera hacer’. Lo
magna obra de El Escorial que obviamente Becerra co- cual puede indicar que estas bóvedas fueran novedosas
nocería, aunque fuese solamente mediante estampas o para su tiempo, idea nada ilógica si nos damos cuenta
copias de sus trazas. Puntualizaremos aquí que el con- de que a partir de su maestría mayor se deja de levantar
junto monástico del Escorial también dispone cuatro bóvedas de crucerías y, en cambio, se comienza a cu-
torres en sus esquinas más externas. brir con bóvedas vaídas o de cañón con lunetos.». Este

Actas 01.indb 745 14/6/19 14:14

 746 A. P. Molero

documento se encuentra en el Archivo General de In- que era hijo del que fue obrero mayor y aparejador de
dias de Sevilla, ramo 6 del número 150 de la sección la obra de la catedral, Jerónimo Hernández. En 1631
audiencia de México (Fernández 1982, 331). prestaría declaración en un informe sobre el estado de
33. En 1634 se ordenaba que Juan Gómez de Trasmonte se la fábrica catedralicia, y en 1640 Palafox lo puso al
trasladara a la ciudad de Puebla a inspeccionar si la frente de ella como aparejador. Después, entre 1643 y
construcción de su catedral se estaba haciendo bien 1649 ejercería como maestro mayor también por man-
(Archivo General de la Nación, AGN, Instituciones Co- dato del obispo, para quien realizaría una nueva traza
loniales, Gobierno Virreinal, Reales Cédulas Originales del magno proyecto catedralicio que el prelado tenía en
y Duplicados (100), Reales Cédulas Duplicadas, Volu- mente y no pudo llegar a realizar.
men D 12, Expediente 32, 9 de agosto de 1634). Para una información completa sobre Pedro García Fe-
En esta sesión del cabildo y en presencia del obispo, el rrer véase, Galí (1996 y 1999).
maestro mayor de la catedral de México mostró la nue- 36. Este «dado» había sido utilizado por Fillipo Brune-
va planta que había hecho, «para acabar del todo punto leschi en las iglesias de San Lorenzo y del Santo Espí-
la mitad de la dicha iglesia, con sacristía y cabildo, ritu, ambas en Florencia, así como por Bernardo Rosse-
para que pueda servir en breve tiempo y conseguirse lo llino en la catedral de Pienza (Pano 2004, 55).
que se pretende, en la cual enmienda algunos yerros 37. En algunas ocasiones se ha atribuido esta traza a García
que en la dicha obra se han hallado, mudándola en el Ferrer, equivocadamente según nuestra opinión. Pensa-
estado que hoy tiene, y en cubrir las bóvedas y hacer mos que la traza original del prelado Palafox fue la ela-
otras cosas a lo moderno, no usando en esto de la anti- borada por Juan Gómez de Trasmonte y copiada por
gua planta por ser obra de mucha más costa y de dila- García Ferrer y por el presbítero y capellán de coro
ción de tiempo, y muy tosca y a lo antiguo, y asimismo Alonso Pérez de Godoy, quien en una declaración dice
exhibió las condiciones con que se ha de proseguir y del superintendente Pedro García Ferrer que «ejercía
dar acabada la parte de obra que señala en el parecer e oficio de pintor». Resulta interesante esta afirmación
informe que hace a su excelencia, y lo que costará, y de alguien que, como integrante del cabildo catedrali-
habiéndole oído los dichos señores, y vistas las dichas cio poblano, debía conocer perfectamente las atribucio-
trazas y condiciones, acordaron se escriba a su excelen- nes de Ferrer en la obra y fábrica de la catedral, más si
cia, remitiéndole todo lo dicho y suplicándole dé licen- tenemos en cuenta que él mismo había hecho una copia
cia al dicho Juan Gómez de Trasmonte para que tome a de la nueva planta, la cual «oyó la había hecho Pedro
su cargo la dicha obra, y se hagan con el susodicho los Ferrer» (AGI, Gobierno, Audiencia de México, Cartas
conciertos y condiciones que convengan, y otorgue las y expedientes de personas eclesiásticas, (MEXICO,
escrituras que sean necesarias, y que el señor canónigo 307), Testimonio de los autos fechos sobre la obra del
doctor Juan Rodríguez de León escriba la carta y se sagrario de la cathedral desta ciudad y petición que
despache con toda brevedad.» (ACCP, Actas de Cabil- presentó el doctor don Domingo de los Ríos, arzedia-
do, Vol. 10, 1634-1639, F. 46 r. 18 de enero de 1635). no, sobre esta razón, F. 15 v, 12 de agosto de 1660).
Documento transcripto por el autor. Podríamos pensar que Godoy de alguna forma quiere
34. El informe de Juan Gómez de Trasmonte son tan solo desprestigiar a Ferrer nombrándole solamente como
dos hojas -la segunda en blanco- que en el momento de pintor, sabiendo perfectamente que por aquellos mo-
nuestra consulta se encontraba dentro de un paquete de mentos ejercía de «superintendente de toda la obra»; o
legajos etiquetado con la fecha 1704-1775, obviamente tal vez es que Ferrer ejercía tan solo su maestría como
desubicado. A pesar de que el propio documento no pintor, mientras que todas las demás cuestiones arqui-
acredita ninguna fecha de datación, Montserrat Galí tectónicas quedaban en manos de mayores especialistas
propone la fecha de 1640 para su elaboración por Gó- como Agustín Hernández de Solís. Posiblemente el
mez de Trasmonte a instancias del obispo Palafox, afir- aura histórica y artística del obispo Palafox incluyó
mación que no está corroborada (Galí 2001, 371). El tí- también a sus criados y ayudantes peninsulares más
tulo del documento es Asentamientos de lo que se ha cercanos, atribuyéndoles muchas más funciones de las
de prevenir conforme al informe y pareçer de Juan Gó- que verdaderamente desempeñaron y obnubilando así a
mez de Trasmonte para que el sinborio que se hubiere algunos maestros criollos, que de otra forma hubieran
de haçer sea con toda seguridad (ACCP, Libros de Fá- podido llegar a considerarse fundamentales en el desa-
brica, Legajo 4 Cª 1, nº 4, Obras Materiales de la San- rrollo arquitectónico de la catedral poblana.
ta Iglesia Catedral de Puebla, 1704-1775). Documento 38. ACCP, Libros de Fábrica Espiritual, Legajo 1649,
transcripto por el autor. Quenta de lo tocante y perteneçiente al gasto fecho en
35. Agustín Hernández de Solís tenía una dilatada carrera la fábrica espiritual de la sancta iglessia cathedral
constructiva en la ciudad y en la catedral de Puebla, ya desta çiudad por su señoría ilustrísima, señor doctor

Actas 01.indb 746 14/6/19 14:14

 Juan de Palafox y Mendoza y la vanguardia arquitectónica 747

don Miguel de Poblete, arçobispo electo de Manila y de su fundador, San Ignacio de Loyola, uno de los sím-
obrero mayor que fue della, por mandado del ilustrísi- bolos que encarnaron el impulso rector de la Contrarre-
mo y excelentísimo señor obispo don Juan de Palafox y forma.» (Barahona 2002, 199).
Mendoça del consejo de su magestad, en el rreal de las Los jesuitas no tendrían una capilla dentro de la cate-
Indias, en los tres rretablos, tabernáculo y tecali. dral hasta que en 1701 el padre Arteaga, provisor de la
Tradicionalmente muchos autores han otorgado la pa- Compañía de Jesús, solicitó la colocación de un colate-
ternidad de las trazas de este tabernáculo a Pedro Gar- ral en honor a San Ignacio de Loyola, frente al de San
cía Ferrer. En este documento están insertados unos di- Cristóbal en la entrada principal del crucero desde la
bujos de la mano del maestro Diego de Cárcamo plaza, petición que le sería concedida en la misma se-
referentes a la planta del tabernáculo y sus adornos con sión capitular. Sin embargo, el lugar exacto que asignó
todo tipo de detalles y explicaciones sobre ellos, así el cabildo, en sede vacante, para la ubicación de este
como sobre su costo y el concierto realizado con el retablo, fue la capilla situada en el lado del evangelio
obrero mayor Miguel de Poblete para su realización (fi- debajo de la torre norte; espacio que había servido ori-
guras 14 y 15). Cárcamo proponía en esta traza dos so- ginalmente como baptisterio. (ACCP, Actas de Cabildo,
luciones: una con candeleros en las cuatro esquinas del Vol. 20, 1696 - 1702, F. 248 r, 19 de julio de 1701).
ochavo de la basa de la custodia en la que especifica Documento transcripto por el autor.
que «queda el paso muy angosto» y otra sin estos con 41. Los ejemplos más importantes fueron la erección del
la anotación: «de esta manera queda ancho». A conti- llamado Real y Pontificio Seminario Palafoxiano que
nuación queda clara la autoría del desgraciadamente comprendía los colegios de San Pedro, San Juan y San
desaparecido tabernáculo: «Se concertó esta obra con Pablo, conformes a las normas conciliares de Trento,
Diego de Cárcamo en trescientos pesos con saber de su así como la fundación de la Biblioteca Palafoxiana, do-
experiencia y con obligación de hacerla a satisfacción tada con más de seis mil volúmenes para el servicio de
de la parte de la santa iglesia, y que se le den cada sá- los tres colegios, los sacerdotes y todos los fieles que lo
bado veinte pesos y la resta en acabándola, Ángeles 29 desearan.
de agosto de 1648 años: don Miguel de Poblete» Sobre la libido aedificandi o mal de piedra nos dice Si-
(ACCP, Libros de Fábrica, Legajo nº 2 Cª 1 nº 22, güenza (1988, 162) «quien no ha fabricado, no podrá
1651, Quenta que dieron en esta contaduría de la sanc- entender cuán grande deseo es éste».
ta yglessia cathedral de la Puebla de los Ángeles los 42 Por su trabajo como «superintendente general» García
señores maestrescuela doctor Domingo de los Ríos y Ferrer percibiría seiscientos pesos anuales, pagados en
thesorero licenciado don Luis de Góngora como comi- tres plazos de doscientos cada trimestre, siendo nom-
sarios nombrados por su excelencia, el señor obispo brado en los libros de pagas como maestro mayor en
don Juan de Palafox y Mendoça del consejo de su ma- casi todas las ocasiones. Además, Ferrer disfrutó de
gestad y de el de Aragón, y señores deán y cabildo, una serie de ingresos extras por la realización de otros
para algunas obras que se han de hacer en la yglesia trabajos puntuales como asistencias y salidas en busca
nueva. F. 21 r). Documento transcripto por el autor. de materiales, que le eran pagadas aparte de su salario a
Palafox en la carta enviada al monarca desde Xalapa en razón de doscientos pesos. El maestro también se obli-
1646 declara expresamente que quería un baldaquino a garía mediante escritura a la realización de los lienzos
la manera de «Granada y Málaga y otros edificios mo- para la capilla de los Reyes, por los que obtuvo otro
dernos» (Lorda 2001, 430). sueldo más, entregado en tres partidas de quinientos
39. Una cédula real de fecha 6 de febrero de 1648 ordenaba pesos cada una, correspondientes a los años 1646, 1647
a Juan de Palafox y Mendoza volver lo más rápidamen- y 1648. Por tanto, en estos años finales de su estancia
te posible a España, donde se le presentaría para alguna en Puebla, García Ferrer llegó a ganar la muy estimable
sede episcopal vacante. En esta cédula no se daba nin- cifra de mil doscientos pesos anuales, mención aparte
guna explicación acerca de los motivos por los que se de los «extras» que pudieran devenir de su posición al
le requería de vuelta con tanta premura; tan solo se ha- frente de todo el conjunto de la obra.
cía referencia a una carta enviada al prelado el año an-
terior, en la que se le ponía en antecedentes de que en
cuanto existiera una sede vacante en la Península sería Listado de Referencias
llamado a ocuparla (García 2001, 143).
40. «Cuando el 18 de abril de 1649 se consagró la catedral Alonso, Begoña y Alfonso Jiménez. 2009. Traça de la igle-
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