El Espíritu Santo
El Espíritu Santo
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Dialogo Pastoral
Dr. Ervin De Leon
Centro Evangelico Cristiano
Espiritu Santo
¿Persona o Titulo?
Una de las controversias mas grandes que se ha levantado en los últimos tiempos, tiene
que ver con el tema del Espíritu Santo, la controversia no solo abarca las tradicionales
interpretaciones de los ministerios y obra del Espíritu Santo en la vida de la iglesia y los
creyentes sino también ha abarcado, la misma naturaleza del Espíritu Santo. Hoy se
discute vehementemente si el Espíritu Santo es una persona o simplemente una influencia
impersonal o quizás un nombre mas o titulo del Dios eterno.
Porque ya hemos hablado de dicho tema en nuestro programa de Radio y debido a que
muchos nos han llamado pidiendonos que aportemos algo escrito, he querido recopilar
algunos de los versículos bíblicos que hemos estado usando en nuestra alocuciones
radiales que afirman, describen y aclaran la naturaleza del Espíritu Santo, quien es, de
donde procede y sobre todo estos versiculos responden a la controversia de si es una
persona o no.
Comenzaremos entonces diciendo con toda propiedad, conforme a la base bíblica que
tenemos que el Espíritu Santo ES UNA PERSONA, no es un mero poder, no es una
energía y no es una expresión de la divinidad, no es otro modo de manifestación del padre
como tampoco es otra forma de manifestación de Jesús. Es Espíritu Santo es el dador de
la vida que procede del Padre, es quien habló por medio de los profetas la Palabra del
Padre y es quien dio inspiración a los hombres para traer la Palabra de Dios
2Ped 1:21 (RVA) porque jamás fue traída la profecía por voluntad humana; al
contrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados por el
Espíritu Santo.
Juan 4:24 (RVA) Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, le
adoren en espíritu y en verdad.
Lucas 16:22 (RVA) “Aconteció que murió el pobre y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico, y fue sepultado.
23 Y en el Hades, estando en tormentos, alzó sus ojos y vio de lejos a
Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Entonces él, dando voces, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí y
envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi
lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Por los versículos anteriores, es un error entonces alegar que porque el Espíritu Santo no
tenga cuerpo y sea Espíritu no puede ser persona. Podemos añadir que los Ángeles, que
son espíritus como afirma la Biblia, innegablemente son personas.
Ante lo señalado anteriormente, podemos preguntarnos ¿Si la existencia física o
materialno no es, lo que define la existencia personal, entonces que es lo que hace que
alguien sea persona? ¿Cómo se aplica esto al Espíritu Santo?
Amados, lo que hace que alguien sea persona repito no es su presencia física corporal,
sino las partes componentes de su manifestación MORAL alguien es persona
sencillamente si es un ser moral, el hombre es persona no por su cuerpo sino por su
moralidad, los Ángeles son persona de igual manera por su moralidad, Dios es persona
porque es un ser moral, de igual manera el Hijo y también por supuesto el Espíritu Santo.
¿cómo podemos definir a alguien como ser moral? El ser moral se caracteriza por las
caracteristicas siguientes:
—–Inteligencia, de la cual se desprende obviamente la conciencia (estar conciente de la
propia existencia, por ejemplo usted como ser viviente sabe que existe y que esta vivo.
Esto no se puede decir de los animales ni de las plantas, que existen pero no tienen
conciencia de que están vivo) El Espíritu Santo, como miraremos mas adelante esta
conciente de su propia existencia, esto claramente lo caracteriza como persona, lo que
obviamente no existiera si sencillamente fuera una fuerza o mera presencia impersonal
——Sensibilidad, obviamente esto esta relacionado con la inteligencia, todo ser moral es
sensible, sensibilidad es la facultad que tiene un ser de experimentar impresiones y en el
caso de los seres morales, dichas impresiones son entendidas, observables y analizadas
en una forma inteligente.
——-Voluntad, todo ser moral tiene voluntad, que se define como la facultad de escoger
ciertos actos en una forma conciente, inteligente y determinante.
Hebr 9:14 (RVA) ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias
de las obras muertas para servir al Dios vivo!
—–El es omnipotente, al igual que el Padre es Todopoderoso
Lucas 1:35 (RVA) Respondió el ángel y le dijo:
–El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra, por lo cual también el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.
—–El es omnipresente, esta en todas partes al mismo tiempo
Salmos 139:7 (RVA) ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
—–El es omnisciente, conoce y entiende todas las cosas
1Cor 2:10 (RVA) Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el
Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios.
11 Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino
el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las
cosas profundas de Dios,
sino el Espíritu de Dios.
—–El Espíritu Santo puede Hablar, el hablar es una facultad que denota personalidad
1Tim 4:1 (RVA) Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos
algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a
doctrinas de demonios.
Hechos 8:29 (RVA) El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro.”
—–El Espíritu Santo puede Enseñar y el enseñar es facultad de una persona
Juan 14:26 (RVA) Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará
en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que
yo os he dicho.
—–El Espíritu Santo Intercede, interceder denota personalidad
1Cor 12:11 (RVA) Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él desea.
—–El Espíritu Santo se entristece, se le puede blasfemar y se le puede injuriar, estas
son atribuciones personales.
Efesios 4:30 (RVA) Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios en quien
fuisteis sellados para el día de la redención.
Mateo 12:31 (RVA) »Por esto os digo que todo pecado y blasfemia será
perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será
perdonada.
32 Y a cualquiera que diga palabra contra el Hijo del Hombre le será
perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le será
perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero.
Hebreos 10:29 (RVA) ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha
pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la sangre
del pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu de gracia?
La Biblia nos presenta la persona de Dios como un Dios único que se manifiesta en tres
personas donde el Padre, El Hijo y El Espíritu Santo es un solo Dios pero con distinción
personal distinta y distinguible. Padre, Hijo y Espíritu Santo, son co-iguales y co-eternos.
Mateo 3:16 (RVA) Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y
he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía
como paloma y venía sobre él.
17 Y he aquí, una voz de los cielos decía: “Este es mi Hijo amado, en quien
tengo complacencia.”
Si usted nota en los versículos anteriores aparece la trinidad de Dios en acción, en
diferentes formas y al mismo tiempo. El Hijo siendo bautizado, El Espíritu Santo
descendiendo sobre el y El Padre desde el cielo dando testimonio de que Jesús era su hijo
amado.
Juan 14:16 (RVA) Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre.
Note que Jesús (2da persona) señalando que oraría al Padre (1ra persona) para que envíe
otro consolador distinto a El, el Espíritu Santo (3ra persona)
Juan 14:26 (RVA) Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará
en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo
que yo os he dicho.
Juan 15:26 (RVA) “Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad
que yo (Jesús) os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él
dará testimonio de mí.
Isai 42:8 (RVA) Yo, Jehová; éste es mi nombre. No daré mi gloria a otros, ni mi
alabanza a los ídolos.
Isai 45:5 (RVA) Yo soy Jehová, y no hay otro. Aparte de mí no hay Dios. Yo te
ciño, aunque tú no me conoces.
Note usted que estos dos versículos nos hace notar que el nombre Jehová solo se aplicara
al único Dios ( Esto nos habla de Unidad) no obstante si usted nota en los siguiente s
versículos se dará cuenta que este nombre también se aplica en una forma mesiánica a
Jesucristo, he aquí donde muchos unitarios se basan para decir que Jehová es Jesús y
Jesús es Jehová, y que no hay pluralidad de personalidades en la Deidad. No obstante
recuerde que usted no puede formalizar un dogma doctrinal de un solo versículo o de
varios versículos obviando las demás revelaciones que sobre el mismo tópico aparece en
otras partes de la Biblia, es por ello que los versículos subsiguientes no niegan sino que al
contrario afirman el hecho de que simplemente Jesús es esencia y sustancia del mismo
Dios, pero no necesariamente que el es en si el mismo Padre, porque afirmar tal cosa,
repito estaría negando una gran cantidad de versículos bíblicos que afirman la
personalidad del hijo diferente a la personalidad el Padre.
Note ahora las afirmaciones en los siguientes versículos:
Zacarías 2:8 (RVA) Porque así ha dicho Jehová de los Ejércitos, después que
la Gloria me enviara a las naciones que os despojaron (porque el que os toca,
toca la niña de su ojo):
9 “Porque he aquí, alzo mi mano sobre ellos, y serán botín para los que fueron
sus esclavos.” Así sabréis que Jehová de los Ejércitos me ha enviado.
Si usted compara las porciones dadas anteriormente, notara en primer lugar que Dios se
identifica así mismo como alguien único (una unidad), Jesucristo de igual manera se
identifica como el Dios eterno, sin embargo en Isa 48:12-16 y Zac 2:8-9 claramente se
describe que Jesucristo es enviado por otra persona. Obviamente esto no es bajo ninguna
circunstancia una contradicción, sino que Dios en su gran poder y majestad es un ser sin
igual que tiene la facultad de ser uno solo y al mismo tiempo manifestarse en tres
personas. Muchas personas tratan de sencillamente de conciliar y analizar tal revelación
tan grande queriendo buscar la lógica de ello en su propia mente y no pueden.
Sencillamente porque el hombre con su mente finita no puede entender la grandeza de tal
revelación infinita. Lo que usted y yo debemos hacer en vez de ponernos a discutir y
alegar es con toda humildad aceptar lo que Dios ha revelado sobre esto en su palabra..
Podemos decir con toda propiedad que la Pluralidad de la Deidad (Elohim) esta en una
unidad YO SOY (Jehová o YHWH).
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Luego de que Jesús resucitó y justo antes de subir al cielo, le dijo a sus discípulos:
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder
y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y
Samaria, y hasta los confines de la tierra.
(Hechos 1:8)
Aunque Jesús no estaría más sobre la tierra en forma de hombre, gracias al Espíritu
Santo la presencia de Dios sí estaría sobre cada uno de sus hijos. Los capacitaría para
ser sus testigos por todo el mundo. Hoy todavía sigue siendo así. Cada uno de los
que hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador tenemos el Espíritu Santo en
nosotros. Nos ayuda a vivir en su voluntad para llevar la presencia de Dios y su
mensaje dondequiera que vamos.
Veamos algunas de sus funciones. Demos gracias a Dios por la obra del Espíritu
Santo en nosotros y pidamos su ayuda para que podamos reflejar más de él en
nuestras vidas.
Gracias porque tengo la claridad de tu verdad pues el Espíritu Santo vive conmigo y
está en mí. Quiero permanecer firme en el conocimiento de que soy tuyo por siempre
y nada ni nadie me podrá separar de tu amor (Romanos 8:35-39). Ayúdame a
sumergirme en tu Palabra, que es la verdad, para escuchar tus palabras de
afirmación sobre quién soy yo en ti. Enséñame a compartir tu verdad con todos los
que me rodean. Amén.
Gracias, Padre, por el poder de tu Espíritu Santo que mora en mí. Gracias porque me
capacita para dar testimonio de tu amor en mi vida. Ayúdame a llevar tu mensaje y
tu presencia dondequiera que voy. Ayúdame a estar dispuesto a ir donde tú me
llames para que tu nombre sea exaltado y glorificado en todas las naciones. En el
nombre de Jesús, amén.
Gracias, Señor, por tu manifestación específica en mi vida y los dones que me has
dado. Quiero usarlos para que tu nombre sea exaltado y para que tu iglesia se
fortalezca. Dame mucha sabiduría al usar los dones y talentos que me has
concedido. Quiero bendecir a tu pueblo y que tú seas glorificado a través de mí. Te
amo, Señor, amén.
Gracias, Padre, por la libertad que me concedes. Gracias porque tus hijos no somos
más esclavos del pecado o de la muerte. En ti tenemos vida abundante, gozo
verdadero y la esperanza de la vida eterna. Gracias por tantas bondades
inmerecidas. Quiero vivir para ti por la eternidad. Amén.
Gracias, Papá, porque la presencia de tu Espíritu Santo no me deja igual. Gracias por
todas las cosas buenas que siento en mi corazón y que puedo manifestar para
bendecir a los demás y transformar este mundo que tanto te necesita. Ayúdame a
mostrar más amor, gozo, paz, paciencia... más de tu fruto ante cualquier
circunstancia. Que todo lo haga en tu nombre y guiado por ti. Amén.
¡Vivamos vidas que bendicen e inspiran! ¡Vivamos llenos del Espíritu Santo!
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espiritu-santo/
31.08.2018
Clase esencial
Teología Sistemática
Clase 15: La persona del Espíritu Santo
1. Introducción
Los cristianos adoran a un solo Dios; somos monoteístas. Adoramos a un solo Dios, sin
embargo, las Escrituras claramente retratan a tres personas de la divinidad. Pensar en
Dios el Padre y Dios el Hijo tiene un sentido más inmediato para nosotros en vista de que
hay un componente relacional con el que estamos inmediatamente familiarizados: el de un
padre o un hijo. Pero, ¿qué vamos a hacer con Dios el Espíritu? Es tentador pensar en la
tercera persona de la Trinidad como fría o distante. No obstante, cuando escuchamos la
Biblia, vemos algo diferente.
¿Qué queremos decir cuando hablamos del Espíritu Santo como persona? No queremos
decir que el Espíritu Santo es una persona humana que simplemente no podemos ver. La
única persona de la Deidad que toma a la humanidad en sí mismo es Cristo. Lo que sí
queremos afirmar es que el Espíritu Santo tiene subsistencia personal. Es un ser viviente
inteligente, voluntario, con entendimiento y voluntad.
Al ser uno con el Padre y el Hijo, existe una distinción entre los tres. Por ejemplo, las
Escrituras nos dicen que el Espíritu Santo intercede por nosotros en oración (Romanos
8:27), y esto naturalmente indica una distinción entre el Espíritu Santo y Dios el Padre a
quien se hace la intercesión.
Esto es diferente de una falsa visión de Dios llamada el «modalismo». El modalismo afirma
que Dios no es realmente tres personas distintas, sino una sola persona que aparece ante
las personas en tres modos diferentes en diferentes momentos. Entonces, por ejemplo, en
el Antiguo Testamento, Dios apareció como el Padre, en los Evangelios, Dios apareció
como el Hijo, y después del día de Pentecostés, Dios apareció como el Espíritu. Esta
visión hace lo que tantos otros puntos de vista falsos hacen tratando de hacer el misterio
de la Trinidad completamente comprensible. No obstante, esta visión se queda corta
debido a todos los ejemplos en los que vemos a los miembros de la Trinidad interactuando
entre sí. ¿Estaba Jesús orando al Padre simplemente como una farsa? ¿Cómo podría el
Espíritu descender sobre el Hijo cuando fue bautizado?
En la iglesia primitiva, algunos negaban que el Espíritu fuera una entidad personal
separada. En cambio, dijeron que el Espíritu era más como una «esencia» o una influencia
o energía de Dios el Padre. Su lugar en la Trinidad ha sido cuestionado a la luz de estas
ideas, por lo que es importante establecer la «personalidad» del Espíritu: su identidad
separada definida.
Hay tres razones bíblicas para concluir que el Espíritu Santo es una persona, así como
Dios el Padre es una persona, y así como el Señor Jesucristo es una persona:
A. Pronombres personales
La primera razón para concluir que el Espíritu Santo es una persona es el uso de los
pronombres personales referidos a él, y las declaraciones que éste hace en primera
persona. Considera Hechos 10:19-20: «Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo
el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no
dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado».
Cuando Jesús y los apóstoles hablan del Espíritu Santo, siempre usan el pronombre
personal: él. Esto también testifica la personalidad del Espíritu Santo.
B. Propiedades personales
La segunda razón para concluir que el Espíritu Santo es una persona se deriva de las
propiedades personales que se le atribuyen, como la comprensión o la sabiduría, la
voluntad y el poder. La operación de su voluntad, por ejemplo, se ve en 1 Corintios
12:11: «Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada
uno en particular como él quiere». En Juan 14, Jesús llama al Espíritu Santo el
Consolador. No solo consuelo sino el Consolador. El Espíritu Santo tiene estas
características personales y está involucrado en actividades personales. El Espíritu Santo
revela, enseña, consuela, aconseja, ayuda y ama. Puede entristecerse, se le puede mentir,
blasfemar.
En todas estas cosas, vemos la clara personalidad o identidad distintiva del Espíritu Santo
en las Escrituras. La exégesis sonora requiere que el Espíritu Santo sea considerado como
una persona y no como un poder o una fuerza.
¿Por qué importa esto? Porque lejos de ser frío o distante; lejos de ser una simple fuerza
o energía, el hecho de que el Espíritu Santo sea una persona significa que podemos tener
una relación con él. Hablaremos más acerca de esto en las próximas semanas cuando
analicemos la obra del Espíritu Santo, pero a medida que somos guiados por él, amados,
purificados, habitados por él, todo eso sucede en el contexto de una relación.
Hechos 5:1-4 dice: «Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió
una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo
una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó
Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de
la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu
poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a
Dios».
Aquí vemos que, según Pedro, cuando Ananías «mintió al Espíritu Santo», en realidad
estaba «mintiendo a Dios». Si mentirle al Espíritu es sinónimo de mentirle a Dios, entonces
el Espíritu debe ser Dios.
Al igual que Dios, el Espíritu Santo es trascendente. En parte esa es la razón por la que se
llama Espíritu Santo: ser santo significa estar apartado. Sin embargo, este Dios es
personal y, por tanto, tiene el potencial de relacionarse. A veces es fácil pasar por alto
cosas como esta y perder su significado, así que medita en ello. Porque él es divino, tiene
recursos divinos, conocimiento divino, presencia divina; conocerlo es conocer al Dios que
satisface y que suple todas nuestras necesidades. ¿Necesitas sabiduría? Puedes conocer
al que es omnisciente. ¿Te sientes perdido o solo? Hay uno que no importa a donde
vayas, está ahí. ¿Te sientes débil? Puedes conocer a aquel cuyo poder no tiene límites;
quien renueva nuestras fuerzas.
Que el Espíritu Santo es tanto una persona como Dios es esencial aquí. En las próximas
semanas, exploraremos la obra del Espíritu juntos, pero sin esta base de lo que él es, esas
cosas importarían muy poco.
C. Aunque se distingue del Padre y del Hijo, el Espíritu Santo es presentado como
igual al Padre y al Hijo en los grandes pasajes trinitarios del Nuevo Testamento.
«Trinidad» es un término que la iglesia desarrolló para resumir una doctrina que se nos da
en fragmentos. Es una palabra útil que busca combinar y transmitir todo lo que las
Escrituras hablan acerca de la relación de la Deidad. La doctrina de la Trinidad es un
resumen de varios conceptos bíblicos que son indiscutibles del texto de las Escrituras. Es
decir, que hay un solo Dios, que el Padre y el Hijo y el Espíritu son personas distintas, y
que el Padre y el Hijo y el Espíritu son cada uno de ellos completamente Dios.
«No», sin embargo, porque «la doctrina de la Trinidad es indistinguible por la razón, por lo
que es incapaz de ser demostrada por la razón. No hay analogías en la naturaleza, ni
siquiera en la naturaleza espiritual del hombre, quien está hecho a imagen de Dios»[1].
Mateo 3:16-17: «Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y
he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía
como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz desde los cielos, que decía:
Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia».
En este pasaje se ve claramente que las tres personas de la Deidad actúan en sus
distintos roles. Dios el Padre está hablando desde el cielo, Dios el Hijo está siendo
bautizado para cumplir la voluntad del Padre, y se ve a Dios el Espíritu descendiendo del
cielo sobre el Hijo para darle poder a su ministerio. Vemos que, haga lo que haga el Padre
al tratar con el hombre, generalmente lo hace a través del Hijo por el Espíritu (Efesios
2:18).
Observa que Jesús no ordena a sus discípulos a que bauticen a los nuevos creyentes en
los «nombres» del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, como si estuviéramos tratando con
tres seres diferentes, sino en el «nombre», que es singular. Jesús, como lo hizo tantas
otras veces en su ministerio, enseña que él y el Padre son uno, y aquí él incluye al Espíritu
Santo en esa unidad de esencia. La declaración afirma la «unidad de las tres Personas de
la Trinidad al combinarlas todas dentro de los límites del nombre en singular; y luego
[enfatiza] la distinción de cada uno al introducirlos a su vez con el artículo repetido: «en el
nombre d[el] Padre, y d[el] Hijo, y d[el] Espíritu»[2].
«El Espíritu Santo, entonces es completamente Dios. No es una tercera parte de Dios, sino
completamente Dios. Sin embargo, el Espíritu no es solo completamente Dios, también
existe eternamente junto con el Padre y el Hijo, cada uno de los cuales también posee
plenamente la misma naturaleza indivisa y divina… Lo que distingue al Espíritu del Padre y
del Hijo no es la naturaleza divina… lo que distingue al Espíritu es su papel particular como
el Espíritu Santo en relación con el Padre y el Hijo y las relaciones que tiene con cada uno
de ellos»[3].
Conclusión
La noche antes de su crucifixión, ¿qué enseña Jesús a sus discípulos? ¿Qué es lo que él
considera importante que ellos conozcan? En Juan 14-16, les enseña quién es el Espíritu
Santo. Y fíjate en lo que les dice en Juan 16:7: «Pero yo os digo la verdad: Os conviene
que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si
me fuere, os lo enviaré».
Ponte en los zapatos de los discípulos por un momento. Has comido, caminado,
ministrado, escuchado, conocido a Jesús en los últimos años. Le han entregado sus vidas,
ese tiempo debe haber sido increíble. Sin embargo, Jesús dice que es mejor («os
conviene») que se vaya para que el Espíritu Santo venga a ellos. No sé tú, pero no sería
inmediatamente obvio por qué eso sería mejor. ¿De qué manera?
Mira de nuevo a Juan 15:26-27. Una vez más, Jesús habla del Consolador, el Espíritu
Santo: «Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y
vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el
principio».
Aquí hay un doble sentido o doble significado entre los discípulos y el Espíritu. Así como
los discípulos darán testimonio de Jesús, también lo hará el Consolador, el Espíritu Santo.
¿Cuál es el requisito para que los discípulos sean testigos? V. 27: «porque habéis estado
conmigo desde el principio». Si eso es cierto para los discípulos, cuánto más del Espíritu
Santo. Como dijo el padre de la iglesia primitiva, Basilio de Cesarea, el Espíritu Santo era
el «compañero inseparable de Cristo… toda la actividad de Cristo se desarrollaba en la
presencia del Espíritu Santo».
Este es el punto. Como aquel que ha sido el compañero constante de Jesús, también es el
candidato perfecto para dar testimonio y para dar a conocer a Cristo. Esa es precisamente
su labor, y eso es parte del por qué Jesús puede decir que es mejor que se vaya para que
el Espíritu Santo pueda venir. Tener el Espíritu es tener el Espíritu de Cristo; tener el
Espíritu es tener a Cristo Ya no está limitado por el espacio y el tiempo, el Espíritu Santo
manifiesta la presencia de Jesús[4] a nosotros.
En la oración sacerdotal de Jesús de Juan 17, Jesús dice en el v. 24: «Padre, aquellos
que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que
vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación
del mundo». Entonces, Jesús nos da un adelanto del pasado de la eternidad en la
relación amorosa perfecta, duradera y llena de gozo del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Sorprendentemente, en el versículo anterior, Jesús había testificado que Dios amaría a los
seguidores de Jesús «como también» ¡el Padre lo amaba! ¡Increíble!
¿Lo encuentras difícil de entender? ¿Difícil de creer y vivir según esa verdad? Creo que
hasta cierto punto, todos lo hacemos.
Pero este es uno de los preciosos ministerios del Espíritu. En Romanos 8:15-16, Pablo
dice esto del creyente: «Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar
otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios». El Espíritu Santo es el Espíritu de adopción. Lo que significa que
uno de sus trabajos es hacernos conscientes de que somos hijos e hijas. Para ayudarnos
a conocer mejor el amor con el que Dios nos ama.
Que podamos llegar a conocerlo mejor hoy y en las próximas semanas cuando
consideremos juntos la persona y la obra del Espíritu Santo.
Oremos.
https://www.gotquestions.org/Espanol/Espiritu-Santo-persona.html
Mateo 28:19 nos enseña a bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Esta es una referencia colectiva a un Dios trino. Además,
estamos llamados a no contristar al Espíritu Santo (Efesios 4:30). Se puede
pecar en contra del Espíritu Santo (Isaías 63:10) y mentirle (Hechos 5:3).
Estamos llamados a obedecerle (Hechos 10:19-21) y a honrarle (Salmo
51:11).
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/3-razones-biblicas-
creer-espiritu-santo-una-persona/
3 razones
bíblicas para
creer que el
Espíritu Santo
es una persona
29 ENERO, 2019 | JOSUÉ BARRIOS
¿Por qué no ver al Espíritu como una fuerza mística impersonal? Eso
es atractivo para mucha gente, como podemos ver en la actualidad
en diversas sectas y religiones. No obstante, la Biblia revela que el
Espíritu Santo, al igual que el Padre y el Hijo, es una Persona. Esto
debe informar nuestro entendimiento de quién es Dios y cuán grande
es su amor.
Veamos tres razones bíblicas para creer que el Espíritu Santo es una
Persona.
Si Jesús, el eterno Hijo de Dios, habló del Espíritu Santo como una
Persona, ¿por qué nosotros deberíamos hablar de Él como si fuera
algo impersonal? Él no es una especie de esencia sobrenatural
flotando en el aire. Él es Alguien.
Por lo tanto, cuando leas en tu Biblia que Dios te dio su Espíritu Santo,
asómbrate: Él te ha dado a una Persona que estará siempre a tu lado
para guiarte en la vida cristiana, y formarte a imagen de Cristo. Dios
está contigo de la manera más íntima, profunda, y cercana posible.
Su Espíritu Santo en ti es evidencia de eso.
https://www.iglesia.net/estudios-biblicos/doctrina/por-que-decimos-que-el-espiritu-santo-es-
una-persona
Intelecto.
En 1 Corintios 2:10-11 dice: "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu";
cuando Pablo está hablando de "nos las reveló" se refiere a principios, palabras,
conocimiento; y una fuerza no revela conocimiento. En el versículo 6 dice: "Sin
embargo, hablamos sabiduría"; y ¿esta sabiduría de dónde?, la sabiduría que
Dios da, y ¿quien nos da esa sabiduría?, versículo 10: "Pero Dios nos las reveló
a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo más
profundo de Dios", y miremos el versículo 11, precisamente hablando del
Espíritu de Dios, luego habla del espíritu del hombre, entonces mire la
comparación: Espíritu de Dios -espíritu de hombre. Nadie duda que usted es
una persona, ¿cómo pudiéramos dudar que el Espíritu Santo es una persona? si
hasta lo compara con usted mismo; versículo 11: "Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?
Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios". Aquí hay
una directa comparación del Espíritu Santo con el del hombre, en el sentido de
que hay esa habilidad de conocimiento. ¿El hombre puede adquirir
conocimiento? -Sí; exactamente así el Espíritu Santo, y está comparándolo
directamente con usted; usted no es una fuerza, no es un ente etéreo, -NO!, es
una persona, y aquí se compara al Espíritu Santo con nosotros las personas, por
lo tanto, el Espíritu Santo es una persona porque tiene intelecto. (ver Romanos
8:27; 1 Corintios 2:13).
Emociones.
En Efesios 4:30 dice: "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención", otra versión dice: "no
entristezcan", ¿se puede entristecer a una fuerza? -No, no se puede entristecer
a una fuerza. Una fuerza desaparece, una fuerza actúa, empuja, pero no se
entristece. Además una fuerza cesa, pero jamás se entristece. Una fuerza se
apaga, no se entristece.
En Romanos 15:30 habla del gozo del Espíritu; y en Santiago 4:5 habla de que
el Espíritu Santo es celoso, es celoso cuando te ve a tí compartiendo con el
mundo.
Voluntad.
rro dice: "Ahh!, éste no es mi dueño el que está manejando, así que no arranco,
por más que éste trate no me muevo", -NO!, esto no es cierto, la fuerza no
puede tomar decisiones, arranca hasta con un ladrón. En cambio, el Espíritu
Santo puede usar su intelecto, emoción y su voluntad para decidir lo que él
quiere hacer.
El Espíritu Santo guía, en Romanos 8:14 dice: "Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios".
También la Palabra habla que el Espíritu indica qué hacer, el Espíritu da órdenes
específicas, una fuerza no haría eso; en Hechos 8:29 dice: "Y el Espíritu dijo a
Felipe: Acércate y júntate a ese carro". Esto indica cosas que hacer. También en
Hechos 13:2,4 y 20:28.
El Espíritu Santo ayuda, nos ayuda como una persona no como una fuerza, no
se habla de que nos ayuda como un abre latas eléctrico o algo parecido, es algo
más que una fuerza potencial, es una ayuda de consejo, de consolación. La
ayuda del Espíritu no es impersonal, de una cosa, es personal. En Romanos 8:26
dice: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles". Estamos hablando de una
persona no de una fuerza impersonal.
El Espíritu Santo consuela, en Juan 14:16 dice: "Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre".
El Espíritu Santo es una persona porque se le puede tratar como a una persona.
Se le puede mentir y probar. No creo que exista una fuerza a la que uno le
pueda mentir. En Hechos 5:3,4,9, el versículo 3 dice: "Y dijo Pedro: Ananías,
¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y
sustrajeses del precio de la heredad?".
Se le puede blasfemar. En Mateo 12:31 dice: "Por tanto os digo: Todo pecado y
blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no
les será perdonada". Al final de cuentas es también resistir la obra que él quiere
hacer, que yo reconozca que Jesús es el Señor y que solamente en él hay
salvación.
El Espíritu Santo es una persona porque se relaciona al mismo nivel con otras
personas.
Así que si el Padre y el Hijo son personas, y el Espíritu Santo se relaciona con
ellos, entonces él es también una persona.
En Juan 14:16 dice: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador", al decir
Jesús "otro Consolador" está hablando de una persona no de una cosa. Puesto
que él (Jesús) es el primer Consolador, estaba hablando de quien lo iba a
sustituir para continuar con su labor, tal como él lo había hecho con sus
discípulos, como una persona. ¿Cree usted que en la mente de los discípulos
estaban pensando que era una fuerza? -No, estaban pensando en una persona.
El Espíritu Santo es una persona porque se distingue de ser simplemente una
fuerza.
Es tan real de que el Espíritu Santo es una persona que ahora vamos a la
prueba vivencial, a la prueba de la experiencia. La Biblia dice en 2 Corintios
13:14 "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros". Notemos que dice "la comunión del
Espíritu Santo". En la experiencia de los creyentes sabemos que el Espíritu
Santo es una persona, que habla, nos guía, nos ayuda, nos indica qué orar, nos
redarguye de pecado, nos llama a hacer la obra, etc., es una persona y
deberíamos practicar más esta relación. Usted puede tener comunión, hay que
hacer una diferencia, usted ora al Padre, en el nombre del Hijo, en la guía,
poder y sabiduría del Espíritu Santo, pero usted también puede hablar con el
Espíritu Santo, la Biblia dice que él busca adoradores en espíritu y en verdad,
seremos mejores adoradores en la medida que tengamos comunión con el
Espíritu Santo. Ministraremos mejor a las personas en la medida que tengamos
esta comunión. Algunas veces, cuando estamos orando, el Espíritu nos guía a
hacer una oración especial, dirigida por él, no es por nuestra propia fuerza, el
Espíritu nos ayuda a decir mejor las cosas. Dependemos en todo de él, para
hablar, para pensar, para actuar; y cada vez que no dependemos de él, algo
sale mal. Una de las representaciones en la Biblia del Espíritu Santo es el de
una paloma, porque es tan sensible; con razón se le puede contristar o
entristecer. Cuando usted hace cosas indebidas, usted percibe inmediatamente
que el Espíritu se entristeció, es el Espíritu Santo dentro de usted, siente como
una alarma interna, y piensa "¿Qué raro, por qué me siento como mal, como
deprimido, alejado, oprimido", ¡claro!, el
La Biblia dice que se contrista con malas palabras, con malas actitudes, con ira,
enojo, mentiras, egoísmo, desobediencia, etc., y luego usted se siente mal,
¿sabe qué pasó?, contristó al Espíritu. En la alabanza, hay gente que se cruza
de brazos, ¡¡¡ten comunión con el Espíritu Santo en la alabanza!!!, que él sea el
que te ayude a alabar a Dios como debe ser. El Espíritu te ayuda a testificar
acerca de lo que Dios hace en tí.
El Espíritu Santo está aquí desde Pentecostés, Jesús está en el trono, y vendrá
un día por segunda vez, pero mientras tanto no estamos solos; así como los
discípulos estaban con Jesús, y Jesús era el maestro para ellos, hoy nosotros los
discípulos tenemos al Espíritu Santo como maestro, porque así lo dijo el Señor.
a) Lo que ha realizado:
Todos los cristianos tienen el Espíritu Santo; pero no todos están llenos del
Espíritu Santo. Debemos desear y alcanzar esta plenitud, porque Dios nos lo
ordena: "Sed llenos del Espíritu Santo" (Efesios 5:18).