Gálatas 4, 4 Génesis 3, 15 Hechos 1, 13 – 14 Juan 19, 25 – 27
Lc 1, 48 Lc 1, 38 Isaías 7, 14
Misión de María
…en los planes de Dios
Fue elegida por Dios
Al quedar herida la naturaleza humana por el pecado de Adán y Eva. Dios preparó un proyecto de
Salvación para la humanidad y para hacer posible este plan necesitaba de la colaboración de una mujer,
quien será la madre de Dios y de todos los vivientes. (Cfr. Gen. 3, 20) y entre tantas… eligió a María.
“Dios eligió a la virgen María para ser la madre de su Hijo, por eso la preservó de toda mancha de
pecado original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida”.
Para dar inicio a este proyecto de salvación envió Dios al ángel Gabriel para que le anunciara a María
los planes que tenía para ella dentro del Plan de Salvación. (Cfr. Mt. 1, 30 – 33)
Aceptó ser parte del Plan de Salvación
María asombrada por la propuesta, le pide al Ángel que le explique con claridad “¿Cómo será esto sino conozco varón? (Cfr.
Mt. 1, 14), para dar consentimiento al misterio de la encarnación.
Desde el momento en que María responde a la propuesta de Dios: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi tu palabra”
(Cfr. Mt. 1, 38) en aquel mismo instante sucedió que el hijo de Dios se encarnó en las purísimas entrañas de la Virgen María.
María al responder “Sí” al Señor (Lc 1, 38), pasa a adquirir un papel fundamental en los planes de Dios para la salvación de
los hombres. Ella “colaboró de manera totalmente singular a la obra del Salvador por su fe, esperanza y ardiente amor para
establecer la vida sobrenatural de los hombres…”
Pero su misión no termina en su consentimiento para ser la madre del salvador; sino que tuvo que acompañar a Jesús en toda
su obra de salvación. Ella siempre estuvo a lado de su Hijo, desde su concepción hasta la venida del Espíritu Santo.
Jesús nos la dejó como Madre
María expresa el gran amor que tiene por todos los hombres desde que aceptó ser la madre de Dios. Con el
dolor de madre nos entrega a su propio Hijo para que nos salve del pecado.
Jesús también en la cruz nos dejó de manera oficial a su madre: “Mujer, ahí tiene a tu hijo. Luego le dice al
discípulo: “Hijo, he ahí a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” (Jn 19, 26 – 27).
Después de la Ascensión de su Hijo, María estuvo presente desde los comienzos de la Iglesia con sus oraciones.
Reunida con los apóstoles y algunas mujeres, María pedía con sus oraciones el don del Espíritu Santo.
Por esta razón decimos que es la madre de todos los cristianos.
Desde el cielo sigue cumpliendo con su misión
Pordesde
Hoy María está en cuerpo, alma y espíritu en el cielo, esta allí intercede por todos nosotros sus hijos. Con su asunción a los
cielos, no abandonó la misión salvadora; sino que continúa procurándonos con su múltiple intersección los dones de la
salvación eterna. “Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando
su oficio materno con respeto a los miembros de Cristo”.
Ella nos cuida y ayuda para que alcancemos la Salvación que nos trajo Jesús. Y una de los medios para alcanzar esta
salvación es el rezo fervoroso del Rosario, donde cada fiel, profundiza los misterios de la vida de su Hijo, participando así de
la gracia santificante para llegar al cielo.
San Agustín de Hipona: “María es dichosa también porque escuchó la palabra de Dios y la cumplió; llevó
en su seno el cuerpo de Cristo, pero más aún guardó en su mente la verdad de Cristo”.
¿Qué papel desempeñó María en el plan de salvación de los hombres?
