0% encontró este documento útil (0 votos)
55 vistas17 páginas

Articulo Arbitrado Raices Originarias Danny Medina

La investigación destaca la importancia de la palabra en la cultura wayuu, donde el diálogo y el palabrero son esenciales para la resolución de conflictos y la transmisión de la cosmovisión. Se aborda desde un enfoque interdisciplinario, analizando la legislación venezolana que protege a los pueblos indígenas y la oralidad como medio de enseñanza y cohesión social. A través de entrevistas, se resalta cómo la palabra es considerada sagrada y fundamental en la vida cotidiana de los wayuu.

Cargado por

dannymedina
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
55 vistas17 páginas

Articulo Arbitrado Raices Originarias Danny Medina

La investigación destaca la importancia de la palabra en la cultura wayuu, donde el diálogo y el palabrero son esenciales para la resolución de conflictos y la transmisión de la cosmovisión. Se aborda desde un enfoque interdisciplinario, analizando la legislación venezolana que protege a los pueblos indígenas y la oralidad como medio de enseñanza y cohesión social. A través de entrevistas, se resalta cómo la palabra es considerada sagrada y fundamental en la vida cotidiana de los wayuu.

Cargado por

dannymedina
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 17

Aproximación a la palabra, en la cultura Wayuu,

como valor intrínseco en la forma de trasmitir y vivir su esencia.

Pbro. Dr. Danny Johan Medina Ramírez


[email protected]
UPEL / IPC
https://orcid.org/ 0009-0008-9113-9249

RESUMEN
La presente investigación tiene como propósito exponer la extraordinaria
importancia de la palabra en la cultura wayuu y como se da la manera de
expresar, trasmitir y vivir la vida por medio del diálogo y del palabrero, pieza
clave en la negociación (Esteban Emilio Mosonyi / Frank Bracho, 2017),
asumiendo el idioma como medio para resolver conflictos en la comunidad
indígena. El artículo se desarrolla desde un abordaje interdisciplinario,
indagando en la carta magna de nuestro país Venezuela (Artículos 119 al 126)
y en la Ley Orgánica de pueblos y comunidades indígenas que dan protección
a nuestros hermanos, asumiendo estos un compromiso ontológico del mensaje
empeñado, (Polo, 2017), valor que hoy en día hemos perdido en las grandes
ciudades y metrópolis del mundo. Así nos adentramos en un trabajo
investigativo en donde utilizamos el instrumento cualitativo de la entrevista,
haciéndose protagonista fundamental Karin Herrera wayuu Aapüshana
informante clave, la cual reforzo de una manera única nuestro argumento
explorativo.
PALABRAS CLAVE: Indígena, Wayuu, Palabra, Palabrero, Raíces,
Cosmovisión.
ABTRACT: The purpose of this research is to expose the extraordinary
importance of the word in the Wayuu culture and how it is given the way of
expressing, transmitting and living life through dialogue and the palabrero, a key
piece in the negotiation (Esteban Emilio Mosonyi / Frank Bracho, 2017),
assuming the language as a means to resolve conflicts in the indigenous
community. The article is developed from an interdisciplinary approach,
investigating the Magna Carta of our country Venezuela (Articles 119 to 126)
and the Organic Law of indigenous peoples and communities that give
protection to our brothers, assuming these an ontological commitment of the
message pledged, (Polo, 2017), a value that today we have lost in the big cities
and metropolises of the world. Thus we enter into an investigative work where
we use the qualitative instrument of the interview, becoming the fundamental
protagonist Karin Herrera Wayuu Aapüshana key informant, which reinforced
our exploratory argument in a unique way.
KEYWORDS: Indigenous, Wayuu, Word, Palabrero, Roots, Worldview.

1
Índice de Contenido

Introducción ……………………………………………………………………… 4

La impronta de la palabra como valor intrínseco del wayuu………………… 5

Lenguaje mistagógico en la cultura wayuu …………………………………… 7

El diálogo como medio para resolver conflictos entre los wayuu …………… 8

El idioma wayuunaiki en la actualidad …………………………………………. 9

A manera de reflexión …………………………………………………………… 13

Agradecimientos…………………………………………………………………. 14

Anexos………………………………………………………………………………15

Citas………………………………………………………………………………… 15

Referencias Bibliográficas ………………………………………………………. 16

2
“La Gran Nación Wayuu es tierra de asombro,
territorio de lo irreal y lo maravilloso”.
Hilario Chacín (2016). Asombros del Pueblo Wayuu

Introducción
El ser humano se ve en la necesidad de formar su propia concepción del
mundo desde sus orígenes, por razones culturales. Por eso la palabra, la
oralidad, el diálogo son pilares sólidos sobre los que se sustenta la cultura de
los wayuu; tenemos la dicha de poder constatar esta grandeza lingüística en
nuestros pueblos aborígenes de Venezuela y Colombia 1 que ha conservado
viva su lengua materna, expresando su cosmogonía y su cultura, concebida en
el conjunto de rasgos inmateriales, materiales, intelectuales y afectivos de un
pueblo como instrumento de comunicación.
El pueblo wayuu, también llamado wayu, waiu, guajiro o uáira, habita en
la península de La Guajira al noroeste de Venezuela en el estado de Zulia, a la
altura del mar Caribe y al norte de Colombia. Es importante señalar que los
wayuu no se distribuyen de manera uniforme en su territorio tradicional.
La Península de La Guajira mide 21.000 kilómetros cuadrados, de los
cuales 15.380 kilómetros cuadrados son parte del territorio wayuu, y que a su
vez se distribuyen en 12.000 kilómetros cuadrados del territorio colombiano y
3.380 kilómetros cuadrados del territorio venezolano.
Este espacio geográfico de esta comunidad indígena es llamado por los
wayuu Woummainpa (nuestra tierra desde siempre). Estas regiones poseen
una significación geográfica o física bien definida y el recorte de estas se hace
de la siguiente manera:
 Wuinpumuin, (agua vía hacia), al Noreste de la Península.
 Jala’ala, (piedra dura, campo de piedras), al Occidente de
Wuinpumuin.
 Wopumuin, (hacia los caminos), al Suroccidente. Palaatu’u (cercanía
al mar), zona costera.
 Anouui, entre Uribia y Maicao: es una tierra de sabanas y de cría de
caprinos.
 Uuchumuin, (hacia montañas), zona alejada de la montaña de
Perijá.

Los wayuu viven en comunidades llamadas rancherías donde habitan


familias pertenecientes al mismo clan matrilineal, esto significa que la línea de
descendencia directa es dada por la madre. Una de las características de esta
comunidad es su organización clánica, estos se identifican con un nombre en

1
La población wayuu, es la población Indígena más numerosa tanto en Venezuela como en Colombia, representando
cerca del 11% de la población de Estado Zulia en Venezuela y el 45% del Departamento de la Guajira en Colombia.

3
común que generalmente es representado por un animal, ejemplo Uriana (tigre),
Jayariyuu (perro), entre otros.

En las tradiciones culturales de los wayuu, se encuentra la transmisión


del saber de manera oral a través de refranes, cuentos, cantos, mitos, entre
otros. Los niños de los cero años hasta los siete (7) años, reciben este estímulo
de oralidad por la participación activa de la comunidad adulta, donde cada
miembro desempeña el rol que le corresponde: los abuelos, integran su
conocimiento, experiencia con su hábitat y son protagonistas de una sucesión
memorística de elementos orales; los padres, retoman lo aprendido de los
abuelos, recrean, organizan y basados en el respeto complementan desde sus
vivencias la armonía de su cultura; los niños vivencian la oralidad, el respeto por
su cultura e interactúan en estas prácticas que son consideradas como parte de
su existencia. Son estas acciones las que utilizan la oralidad como mediador de
aprendizajes y enseñanzas para las nuevas generaciones.
De esta manera, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela en su capítulo VIII de los derechos de los pueblos indígenas, en sus
artículos 119 al 126, específicamente en su artículo 119 nos dice lo siguiente:
El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades
indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos
y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos
originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que
son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida.
Corresponderá al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos
indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de
sus tierras, las cuales serán inalienables imprescriptibles, inembargables e
intransferibles de acuerdo con lo establecido en esta Constitución y en la
ley. (1999:24)

Por eso, nos adentramos en un viaje académico e investigativo, que fue


superando mis expectativas y así nos fuimos involucrando de manera
renovadora en el acontecer de la cultura indígena estudiada y toda su
cosmogonía, percibiendo la necesidad de utilizar el instrumento de la entrevista
como instrumento hermenéutico para dicho artículo, de allí, nos encontramos
con una informante clave, la profesora Karin Herrera wayuu del clan
Aapüshana2, la cual con su experiencia y luchadora abnegada de esta
comunidad, da autoridad a nuestro articulo científico
La impronta de la palabra como valor intrínseco del wayuu
El poder de comunicarse con las personas de manera efectiva permite
expandir y enriquecer los modelos del mundo que se tienen según las
experiencias personales vividas. Lograrlo tiene un solo objetivo: Buscar que la
vida sea más rica, satisfactoria y provechosa.
En este sentido, recuerda Montes (1996), “el Idioma es transversal a
todas las materias”, ya que es un medio eficaz de trasmisión de conocimiento
de apertura a nuevos enfoques, los cuales, invitan no sólo a entender la lengua
originaria, en nuestro caso el castellano, o en el tema de los wayuu: el
wayuunaiki, sino también a desarrollar la potencialidad de aprender otros
idiomas, comprender los logaritmos matemáticos o reflexionar sobre la
2

4
metafísica. Sin duda alguna, el Idioma es como los ladrillos base de una gran
construcción, su estimulación es importante en todas las edades, pero adquiere
especial relevancia en la adolescencia por cuanto el paso al mundo adulto
requiere de destrezas que implican un manejo lingüístico.
Constituye uno de los valores más preciados e invaluables en la cultura
wayuu, incluso los actos más mundanos de la vida pública cotidiana están
imbuidos en su encanto y simbolismo, por esta razón: La palabra se ve como
tejido libre del pensamiento y magia sobre la Guajira. Las historias orales y los
mitos, las interpretaciones de los sueños, los sonidos en conjunto a las
canciones y como los colores se reproducen a través de palabras. Sin
embargo, este valor se deriva de manera práctica y no meramente lingüística
del simbolismo del sonido discutido por Navarro (2014) en su descripción léxica
del indígena. De esta manera Vallejo (2018), nos argumenta lo siguiente:
“Desde la oralidad de las mujeres wayuu, emergen trechos de expresión que
llevan a entender los procesos educativos ancestrales por los que debe pasar
la majayut, para asumir con entereza, sus responsabilidades espirituales y
familiares”. (p. 32)
En este mismo sentido, se puede enfatizar que cualquier acción en la
vida de los wayuu se basa en palabras. Como hemos dicho, la definición de un
ser humano se basa en cumplir su mensaje, a diferencia de un individuo
indígena que no la guarda. Esta afirmación depende de las perlocuciones del
carácter de la oralidad. Entre los wayuu tradicionales no existen comprobantes,
ni letras de cambio ni contratos. Todos los negocios entre ellos se hacen de
mensaje; esta es el efecto que respalda el ofrecimiento de un alaü'layuu
cuando se compromete a pagar las deudas contraídas en los casos de
indemnizaciones por agravios de un miembro de su familia al de otra. Por eso,
quien recibe y quien da su palabra debe cumplir con los términos de los
acuerdos, es el pütchipala, la persona más digna de la familia; es decir, para
recibir la señal hay que ser digno de ella. En este contexto, no es una
exageración hablar de la sacralidad del lenguaje. Este es sagrado y se vuelve
aún más transcendental cuando, a instancias del pütchipü'üi, las partes en
conflicto "dan su palabra" de ser fieles a los términos del acuerdo, según nos
recuerda Polo (2017).
De esta manera, la palabra constituye uno de los más altos e
inestimables valores de la cultura de los wayuu; incluso, los actos más
comunes de la cotidianidad de las comunidades están impregnados de su
magia y simbolismo. Los relatos orales del mito, las interpretaciones de los
sueños, los sones de los cantos, los colores de las leyendas son recreados por
la palabra. Ahora bien, este valor es concebido de manera intercultural no,
simplemente, lingüística con fundamento en el simbolismo sonoro del que se
matiza las resonancias de la Madre Tierra.
En este mismo sentido, es posible afirmar que cualquier acto de la vida
de los wayuu está sustentado en el respeto a la palabra. Es todo su territorio,
siendo el instrumento de transmisión de la cultura de generación en
generación, la cual se vive como algo sagrado, como lo afirma la entrevistada
Karin Herrera por esa razón, al dar la palabra se da por hecho lo dicho; si
pones una cita se da por sentado que la cumplirás. También es importante
resaltar como la palabra sirve como mediación y así como afirma la

5
entrevistada: de como el pueblo wayuu tiene la capacidad de solucionar una
muerte, un conflicto interno a través de la palabra y por eso afirma ella “es uno
de los mejores sistemas del mundo en aspecto sociales”
Por esa razón, en todas las culturas ha existido gran estima por quienes
son dueños de la palabra; un rasgo que no podía faltar en esta cultura, por eso,
los pütchipü'üi gozan de prestigio entre los wayuu, los cuales son: “una
autoridad tradicional, una autoridad institucional, que viene a ser la figura que
representa a la familia en la sociedad en cuanto a los términos jurídicos se
refiere”, afirma Karin Herrera. En ese mismo orden de ideas, el palabrero
implica para la experiencia social de dicha comunidad y la permanencia de la
cultura el hombre justo del cual su comunidad depende, de manera
significativa, por eso el diálogo de la figura del pütchipü'üi, asume en el pueblo
un perfil de un personaje con sumo respeto, serio, honesto, sincero y lleno de
virtudes.
Ahora bien, en la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas,
específicamente en su título IV: De la educación y la cultura, capítulo I: de la
educación propia y el régimen de educación intercultural bilingüe del derecho a
la educación de los pueblos y comunidades indígenas, nos muestra en su
artículo 74, lo siguiente:
El Estado garantiza a los pueblos y comunidades indígenas el derecho a
su educación propia como proceso de socialización y a un régimen
educativo de carácter intercultural bilingüe, atendiendo a sus
particularidades socioculturales, valores, tradiciones y necesidades.
(2005:17)

Asimismo, es necesario señalar que convendría en un nivel preeminente


que la mayoría de los seres humanos, tengan más presente el valor de la
palabra y su ontología, rescatando como horizonte ese invaluable lugar que los
wayuu le conceden al mensaje; para que ese poder del vocablo estuviese al
servicio de la armonía de los pueblos y sirviera a modo de medio para la
solución de los conflictos en dicha comunidad indígena estudiada.
Lenguaje mistagógico en la cultura wayuu.
Sin duda alguna, la mitología es colmada de un lenguaje metafórico en
comunión con la armonía y el orden de la naturaleza como una figuración de la
justicia que regiría entre ellos. Así vemos que Juyá (Lluvia) representa sobre
todo lo masculino, el semen que fecunda la tierra, la virilidad, en muchas
oportunidades lo ven como un dios iracundo. “Entonces, Lluvia, Juyá, montó en
cólera, porque Candela había seducido a sus cuñadas, e incluso a su suegra.
Juyá comenzó a llover, y la lluvia no paró” (Perrin, 1979). En su representación
para el pueblo wayuu el dios Juyá cumple el rol de salvador y centro principal
en este pensamiento donde se le rinde fidelidad a su rol de creador.
Entonces, Juyá, despreciando las joyas las dejó en el suelo, le hizo
sobrevenir un viento que les esparció por los cielos. Desde entonces
aquellos formaron las hermosas constelaciones y el reguero de estrellas
que simulan figuras en el cielo durante las noches clara.

El sentido metafórico esgrimido en el lenguaje simbólico, es muy


significativo en el pensamiento wayuu, pues descubre toda su dimensionalidad

6
filosófica en lo sagrado, enlazando con la historia del origen, que no es otra que
la explicación ¿De dónde venimos? y ¿Quiénes somos?
Pero todos estos mitos tienen una significación más profunda, más
fundamental: expresan el modo guajiro de ver y de comprender el mundo.
Contienen lo esencial de la filosofía guajira expresada a través de los dos
“principios personificados” que son Juyá y Pulowi, su esposa. Traducen
una concepción originalísima de la enfermedad, de las relaciones del
hombre con su medio. Plantean y resuelven el problema de la muerte y del
más allá. (Perrin, 1979, p. 12)

El mito y la poesía se dan la mano para dar cuenta de una expresión


oral que prevalece en el tiempo y en el espacio como fuentes inquebrantables
de la palabra del origen. Según nos lo recuerda Paz Ipuana
La palabra, el gesto, el lenguaje fueron los primeros instrumentos
encantatorios que guiaron el pensamiento. El gozne en que descansa toda la
estructura cultural Wayuu, está en tres principios básicos fundamentales e
intransferibles: El fabuloso mundo de los sueños. El mundo irreversible de
las creencias mágico-religiosas piaches, alanías, espíritus, duendes, etc. y la
cosmovisión poética de su mundo mítico, fantástico, que aflora en sus
cantos, relatos y narraciones” (1987, p. 71).

La palabra hecha símbolo es la manifestación del pensamiento wayuu


en el mito, que no sólo contempla la historia sagrada, sino que también es el
reflejo de su realidad cultural, de aquí lo constitutivo de la palabra como
sagrada, la cual compone el fundamento de un conjunto de procederes,
normas y concepciones. Así, el concepto de todo ser humano integral, está
basado en el cumplimiento de éste, con la palabra empeñada. También nos
hemos encontrado con esta manera de relacionarse y de cómo se resuelven
los conflictos mediante el diálogo.
La literatura oral indígena, la oralidad en todas sus expresiones, si se
quiere, se instala en el canto de lo maravilloso, de lo extraordinario, de lo
inverosímil. Por eso dio prioridad al cultivo de la memoria, comenzando por
los ancestros que relatan orígenes primordiales; su espíritu se refleja en los
espejos del tiempo para retroceder en el pasado, fluirlo en el presente y
proyectarlo al futuro. (Paz, 1987, p. 71).

Asimismo, la cultura wayuu tiene notable reconocimiento del rol de la


madre en la apropiación de la cultura y es que, es ella, quien inicia el estímulo
de oralidad con el cuidado a los niños, esto mediado por el ámbito en el que
viven y sus actividades diarias; a su vez, otros familiares como los tíos y
abuelos velan por la transmisión de elementos culturales mediante cantos y
relatos que los niños y niñas adquieren desde el momento de su gestación.
Aspectos relevantes que nos muestran la forma de pensar, de ver y entender
de la comunidad, porque es así, a través de lo cual las infancias aprenden
normas, valores, labores cotidianas. Y donde asumen actitudes y
comportamientos de acuerdo con los preceptos culturales en la formación
integral de los niños y niñas.
El diálogo como medio para resolver conflictos entre los wayuu.
En todo entorno social, por consiguientes también en las comunidades
Indígenas, se dan situaciones conflictivas, las cuales son parte esencial de su
cotidianidad y de su diario vivir en el hermano wayuu, sin duda alguna, todo es
posible solucionarlo mediante el diálogo amplio y sincero en el que brille

7
siempre la verdad. La premisa básica de ese diálogo es mantenerse y
proseguir conversando, no importa cuán lejanas estén las posiciones, por lo
general, logran llegar a un acuerdo económico.
Así lo vemos en nuestra investigación en la entrevista cualitativa que se
le hizo a Karin Herrera de la comunidad wayuu, perteneciente al clan
Yo pienso que la capacidad que tiene el pueblo indígena wayuu de
solucionar una muerte, un conflicto interno a través de la palabra es uno
de los mejores sistemas del mundo en aspecto sociales porque fíjese que
en el mundo wayuu no existen las cárceles todo absolutamente todo lo
más grave de todo que hasta una muerte a través de la palabra se
soluciona, llegan a acuerdo de indemnización y se soluciona y la persona
que ha ocasionado la muerte no va preso, es sancionado, a través de
procesos indemnizatorios por decirlo así.

Desde la perspectiva de la entrevistada, podemos ver, desde la palabra


y una metodología basada en buscar soluciones a sus conflictos por medio del
diálogo, crea acuerdos entre las partes, hace respetar las alianzas y los
intereses entre ambas partes, se negocia y se dan los argumentos de las
diferentes partes involucradas en la situación conflictiva, con el pütchipü'üi,
como mediador se logra llegar a un punto medio y tranquilizar las posiciones de
las familias enfrentadas. Se puede afirmar también que el palabrero cumple en
la comunidad, la función de un ente de paz. De esta manera, nuestra
entrevistada, nos inicia en un tema sensible y de suma importante en la
comunidad indígena, específicamente en el pueblo wayuu, “los palabreros son
personas de reconocida autoridad moral que tienen como oficio resolver
conflictos, peleas y disputas entre clanes y grupos familiares”. Así su tarea
consiste en oír a las dos partes en conflicto, y luego utilizar su experiencia,
criterio y sabiduría para convencerlas de llegar a un acuerdo pacífico que sea
conveniente para todos. El palabrero busca siempre soluciones pacíficas
porque su misión es preservar la vida, y tiene la palabra como único
instrumento para hacer su trabajo. Todos, en el pueblo wayuu, respetan la
palabra del consejero. Los arreglos que se hagan a través de él se consideran
sagrados, y quienes lo han llamado se comprometen a cumplirlos, aunque vale
la pena señalar que los dos involucrados en dicha disputa, nunca se
encuentran cara a cara; la relación es a través del intermediario, quien lleva la
palabra mediadora y el “pütchipala”, la voz cantante del linaje que recibe el
mensaje.
Para la realización de ese diálogo, según nos afirma el autor Polo, N.
(2017), cada una de las partes reúne a sus familiares y allegados en la
enramada de su ranchería. El “alaü'la” o tío materno de la familia agredida, es
la persona que lleva la voz de la comunidad; expone cuál es la situación y las
exigencias que la familia ha acordado. Las peticiones del alaü'la son
reafirmadas por otros miembros del clan. Por su parte, la familia agresora, una
vez notificada de la visita del pütchipü'üi, lo espera en la enramada de su
ranchería. La palabra la recibe el pütchipala, tío materno y autoridad del clan. A
él se dirige el pütchipü'üi: le explica el motivo de su visita, precedida de una
introducción en que predomina la función fática del lenguaje. En este diálogo,
pueden intervenir los demás miembros de las familias para corroborar los
argumentos de sus respectivos pütchipalas. Allí, las partes únicamente se
expresan en idioma wayuunaiki.

8
Otra de las ocasiones en que opera el diálogo fluido es en los "círculos
de la palabra". Estos son verdaderos certámenes del dominio de la palabra en
que, con el horizonte abierto de las enramadas, conversan en idioma
wayuunaiki sobre los múltiples aspectos y aristas de su sabiduría y de los
avatares que sufren al contacto de la esencia judeocristiana dominante. El
propósito de estos festines de la palabra es lograr el consenso y "el acuerdo
intercultural desde la autonomía y el fortalecimiento de la cultura" propia. Ojeda
(2013)
Estos eventos, buscan la participación de todas las autoridades, en
especial, los ancianos, portadores del saber ancestral de todas las regiones de
la Guajira. La disposición de las partes es circular, símbolo de cómo el
conocimiento se origina en los integrantes de la comunidad y se cierra en la
misma; una disposición que se encuentra en la gran mayoría de las
manifestaciones culturales de los wayuu.
En el artículo: “El rescate de la sabiduría indígena ancestral como aporte
a un mundo nuevo Una recomprensión y actualización del tema indígena” de
Esteban Emilio Mosonyi / Frank Bracho, nos regala esta sintética cita:
Las asambleas indígenas se caracterizan por el buen uso del lenguaje.
Todos hablan con mucha fluidez y seguridad, casi nunca titubean ni
demuestran indecisión, aunque pueden cambiar su punto de vista al ser
convencidos por argumentos mejores. La elocuencia sobria es un valor
importantísimo. Los insultos y recriminaciones son inaceptables y una
persona de carácter nervioso o histérico es visto como un demente, como
alguien que perdió el control sobre sus palabras y actos (2017: pp.22)

El idioma wayuunaiki en la actualidad.


En la Guajira Venezolana, existe desde hace unos años, un creciente
interés en rescatar y promover el uso de este idioma; como por ejemplo, se
está publicando un periódico bilingüe en idioma wayuu e vocablo español
publicado en Venezuela y distribuido en los países que tienen en su población
a estos hermanos indígenas, utilizando el idioma wayuunaiki como herramienta
ancestral/educativa para trasmitir sus orígenes de generación en generación,
además nuestros allegados de Colombia luchan por impartir una educación
bilingüe español-wayuunaiki en un modelo educativo diseñado por el Centro
Etnoeducativo Kamüsüchiwo'u, el cual se está encargando de compilar una
traducción al habla wayuu de una de las obras más representativas del escritor
colombiano Gabriel García Márquez, Cien años de soledad.
La Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades indígenas del pueblo
venezolano afirma, en su capítulo III: en sus artículos: 94-95-96 y su vez, estos
enunciados están amparados en la carta magna de esta patria grande
afirmando que los idiomas indígenas son de uso oficial para los pueblos nativos
y constituyen patrimonio cultural de la nación y de la humanidad, de
conformidad con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la
presente Ley. (Art, 95), se lee:
El Estado garantizará el uso de los idiomas indígenas en:
1. La traducción de los principales textos legislativos y cualquier otro
documento oficial que afecte a los pueblos y comunidades indígenas,

9
especialmente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las
constituciones de los estados con presencia indígena y la presente Ley (…)
5. La publicación de textos escolares y otros materiales didácticos para
fortalecer los diferentes niveles del régimen de educación intercultural
bilingüe. (2005, p. 20)

Por ejemplo en la comunidad del Clan Uriana de la cultura wayuu,


encuentra en su oralidad la manera más apropiada para transmitir su
cosmovisión a las infancias y esto lo realiza a través de mitos, narraciones,
cantos y leyendas, una mediación entre mística y realidad, que lo particulariza
con relación al sistema educativo tradicional en educación preescolar, que
representa las decisiones tomadas por el Estado a través del Ministerio del
Poder Popular para la Educación, como resultado de una política educativa que
regula el desarrollo de programas curriculares en la educación infantil y juvenil
para las instituciones en el país. En la actualidad, se cuenta con lineamientos
para programas, pero se hace necesario un mayor conocimiento sobre la
implementación del mismo dirigido con acciones encaminadas a la oralidad,
tomado como referente las infancias, pues se asume que se trata de dar una
mirada a otras formas de enseñar y aprender, formas que por lo general
trascienden los límites de la formalidad e institucionalidad, acogiéndose a
espacios indígena-populares que deben ser reconocidos cultural y socialmente
porque determinan desde la acción participativa de una comunidad a la
construcción de su propio conocimiento. Si bien, las comunidades indígenas
han ganado derechos desde la constitución de 1999, la cual les reconoce su
autonomía y libertad para determinarse como pueblo según sus lineamientos
culturales propios, aún sus formas de educación no han sido exploradas y
tenidas en cuenta en los sistemas de educación nacional, por eso, nos
enfocaremos hacia esos elementos orales de la cultura wayuu que de algún
modo evidencia la necesidad de ser interpretados y escuchar su propia voz.
Otro ejemplo, de la lucha para no perder el Idioma del wayuu se da en
diciembre de 2011, la Fundación wayuu Taya en alianza con Microsoft,
presentaron el primer diccionario de tecnología en wayuunaiki, luego de tres
años de trabajo en conjunto con lingüistas y profesionales de las tecnologías de
la información.
El 26 de enero del 2017 se presentó oficialmente la traducción del libro
El Principito al wayuunaiki "Pürinsipechonkai" en la ciudad de Maracaibo,
Estado Zulia, Venezuela, gracias al apoyo de Fundación Jean Marc Probst
Pour Le Petit Prince de Suiza en alianza con editorial Milagros Rosales-Ebdm
Group en Maracaibo con su equipo de traductores en Venezuela: José Álvarez,
Edixa Montiel, José Fernández y traductor en Colombia: Alicia Dorado, en la
primera edición la impresión fue de 2200 ejemplares, distribuidos en calidad de
donación a 401 colegios de la división indígena del Estado Zulia, programa
araguaney del Estado Zulia, todas las bibliotecas públicas del estado Zulia,
bibliotecas de las universidades: Universidad Católica Maracaibo (UNICA),
Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Rafael Belloso (URBE), Universidad
Rafael Urdaneta (URU) y Universidad Pedagógica Experimental Libertador
(UPEL), y el Consulado Colombiano en la Ciudad de Maracaibo para la
distribución en sus escuelas y bibliotecas de la Guajira, así como también a
diferentes autoridades de Venezuela y Colombia.

10
De esta manera, nuestra investigación ahondo en otras indagaciones y
nos mostró desde la perspectiva sistemática y académica, que son pocos los
autores que se han abocado a tal fin, especialmente en el contexto venezolano,
no así en las referencias de autores colombianos sobre dicha temática, de esta
manera, hemos encontrados varios artículos que trabajan la cultura del pueblo
wayuu, pero son pocos los que tratan el tema en su relación intrínseca
palabra/cultura, solo nos hemos encontrado con el mismo cometido, los
siguientes trabajos investigativos: “La palabra en la cultura wayuu” (2017) de
Nicolás Polo Figueroa, el cual hace un artículo haciendo un recorrido de “la
palabra como tejido del pensamiento libre y mágico de la Guajira”, el cual se
fundamenta en el Plan de Salvaguarda del Sistema Normativo Wayuu. Por otra
parte, también hemos indagado en la visión de “Asombros del Pueblo Wayuu”
(2016) y ‘Lírica y Narrativa desde una Visión Wayuu” (2003), del Venezolano
Hilario Chacín el cual es Mgs. en Educación Intercultural Bilingüe y Especialista
en Educación Intercultural Bilingüe de la Universidad Mayor San Simón de
Bolivia.
Grosso modo, nos gustaría ir escrutando nuestra experiencia, aludiendo
nuevamente a nuestra informante clave, citando una bella respuesta reflexiva
sobres los sueños y luchas de una mujer wayuu para con su cultura y que le
pide a la humanidad para que sus ancestros sean respetados.
Guao es tremendo esta pregunta padre (risas y suspiro) son tantas cosas
que uno sueña y uno desea desde lo más profundo de su alma como
indígena, en virtud de que cuando nos hemos formado y nos hemos
preparado nos hemos dado cuenta de todas las atrocidades que hemos
sufrido desde la invasión sobre nuestros territorios, la imposición, el
genocidio, el etnocidio, el lenguicidio, tantas cosas…

Interesante está primera visión de nuestra entrevistada, en su respuesta


desde el corazón y su quehacer como mujer wayuu, sin duda alguna, nos
unimos a su comentario y compartimos nuestra perspectiva, los indígenas de
América continúan sujetos a una relación colonial de dominio que tuvo su
origen en el momento de la conquista y que no se ha roto en el seno de las
sociedades nacionales. Esta estructura colonial se manifiesta en el hecho de
que los territorios ocupados por indígenas se consideran y utilizan como tierras
de nadie abiertas a la conquista y a la colonización (aunque las leyes, digan lo
contrario). El dominio colonial sobre las poblaciones aborígenes forma parte de
la situación de dependencia externa que guarda la generalidad de los países
latinoamericanos frente a las metrópolis imperialistas. La estructura interna de
nuestros países dependientes los lleva a actuar en forma colonialista en su
relación con las poblaciones indígenas, lo que coloca a las sociedades
nacionales en la doble calidad de explotados y explotadores. Esto genera una
falsa imagen de las sociedades indígenas y de su perspectiva histórica, así
como una autoconciencia deformada de la sociedad nacional.
…y a medida que uno crece, aprende más, conoce más y uno se da cuenta
de que ser indígena es ser inentendido padre y lamentablemente los
estados, las repúblicas nacionales que se instauraron sobre nuestros
territorios, son incapaces de entender los mundos indígenas y son los
primeros en vulnerarlos, en violentarlos, en perseguirlos, en desplazarlos de
sus territorios…

11
Esta situación se refleja en los frecuentes ataques a las comunidades y
culturas indígenas, a través de supuestas intervenciones preventivas y casos
de masacre y desplazamiento forzado de personas sin hogar, a los que las
fuerzas armadas y otras instancias gubernamentales no son ajenas. Las
políticas indígenas de los gobiernos latinoamericanos están dirigidas al
exterminio de las culturas indígenas y se utilizan para manipular y controlar a
los grupos indígenas a favor de la integración de las estructuras existentes. La
posición niega la capacidad de los pueblos indígenas para liberarse del
dominio colonial y determinar su propio destino.
Ante esta situación, los Estados, las delegaciones religiosas, los
sociólogos y especialmente los antropólogos, deben asumir la inevitable
responsabilidad de tomar acciones inmediatas para poner fin a esta agresión, y
así contribuir a promover la liberación de los pueblos indígenas.
…Entonces mi sueño sería que los pueblos indígenas nos gobernáramos
nosotros mismos, porque tenemos nuestras propias autoridades tenemos
nuestras propias cosmovisiones nuestra propia religiosidad y
espiritualidad. Asimismo, tenemos nuestras propias instituciones nuestra
propia medicina nuestros sabios-sabias mayoras-mayores, tenemos
nuestras propias médicas y médicos, lo tenemos todo padre nosotros
también somos naciones, pero no nos reconocen he allí mi sueño en que
algún día seamos realmente autónomos en nuestro propio territorio para
poder garantizar la permanencia de nuestra cultura en el tiempo, de resto
pues se irán desapareciendo…

Desde la cosmovisión particular de las comunidades wayuu, hay que


afirmar según lo investigado que poseen grandes y antiguos patrimonios
culturales y que hay una profunda interdependencia entre sus sistemas
sociales, económicos ambientales y espirituales. Por eso, sus conocimientos
tradicionales y su comprensión del manejo de los ecosistemas son
contribuciones valiosas para el acervo mundial. A pesar de ello, los pueblos
indígenas figuran al mismo tiempo entre los grupos más vulnerables,
marginados y desfavorecidos del mundo. Es nuestro deber lograr que se
escuchen sus voces, se respeten sus derechos y se mejore su bienestar, para
que, en un futuro no muy lejano, lleguen a ser autónomos en su territorialidad.
Así lo afirma Rafael Epieyuu “Para nosotros la cosmovisión es una metodología
de investigación del saber wayuu, porque antes que ser un organismo físico
complejo el hombre es un constante flujo de pensamientos y conocimientos”
(2016), concluyó el lingüista.
Ahora bien, me gustaría resaltar, otro valor innato en nuestros hermanos
indígenas, el respeto a la naturaleza, la cual no la perciben como un “recurso”,
sino como una totalidad espiritual y material. Mientras que la cultura occidental,
antropocéntrica, sitúa al ser humano como centro de la naturaleza, los pueblos
indígenas tienen una cosmovisión en la que el hombre es un ser más, e igual al
resto de los que conviven en el planeta. Ellos no se creen dueños de la tierra,
son parte de ella. No quieren explotarla, quieren convivir, y trabajar
manteniendo un desarrollo equilibrado para el malestar común. Por eso el
Papa Francisco en su carta encíclica “Laudato Si” (del cuidado de la casa
común), nos recuerda:
Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo
ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la

12
justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el
clamor de la tierra como el clamor de los pobres. (2015. p. 39)

Por eso en un mundo que avanza frenéticamente, es importante que nos


paremos a pensar el rumbo que hemos tomado. Nunca es tarde para seguir
aprendiendo, y el respeto que muestran las comunidades indígenas por el
medio ambiente puede darnos, una nueva manera de ver la vida y su
ecosistema asumiéndola como un todo y no como partes que podemos
manipular y destruir.
De esta manera la persistencia y la resistencia de los wayuu frente a las
culturas que invaden su espacio se observa aquí:
Por la fuerza de estar vivos
Los frutos del cactus siguen
Alimentando la paz de los pájaros blancos
Mis ojos siguen Encontrando liwa y juyou
Los sueños siguen
Vinculándonos con nuestros muertos perdidos… …
y las mujeres siguen entretejiendo la vida.
(Apshana, 1998, p. 11). (Traducción de la autora)

Ahora bien, en última instancia la entrevistada nos motiva y exhorta a:

…Un sueño chiquito, es que los wayuu tuvieran más conciencia del valor de
la identidad, la y la cosmovisión de nuestro pueblo para valorarlo y tener
una actitud de valor y promoción de la cultura wayuu básicamente esos son
mis sueños y mi trabajo pues va en función de esa promoción de crear
conciencia de hacer un llamado a la conciencia a la reflexión de actitudes
de mis hermanos indígenas wayuu de mis paisanos que a veces también
por ignorancia caemos en ese desconocimiento de no valorar la cultura no
enseñar el idioma a nuestros hijos desde pequeño no enseñarlo a vestirse
cómo wayuu, a pensar como wayuu a sentir y actuar como wayuu como
maestra, pues humildemente le hablo desde el corazón como decía usted
en una de sus de sus notas de voz y bueno básicamente es mi sueño en mi
trabajo.

En el mundo indígena wayuu se tejen muchas cosas incomprensibles


para la mente humana o muy difícil de entender o interpretar por otras culturas,
sobre todo la cultura dominante. Sin embargo, los wayuu se adaptan a
realidades que cambian y así su cultura asimiló valores occidentales; aunque
sigue siendo una sociedad en transformación, sin dejar de luchar por no perder
sus costumbres y tradiciones. De esta manera el wayuu, en donde esté, sentirá
siempre la nostalgia de su tierra y de su modo de vida, así como una gran
necesidad de libertad; deseará regresar a su libertad en el interior de la madre
naturaleza, su verdadero hogar, y dentro de la cual se siente verdaderamente
sí mismo, en donde se encuentran con sus amores originarios y en lucha por
ver un mundo mejor, luchan por volver a sus raíces, sin olvidar lo aprendido en
las grandes ciudades, siendo instrumentos de pedagogías transformadoras, sin
perder su esencia y riquezas materiales y espirituales.

A manera de reflexión

13
Después de este recorrido documentario sobre una aproximación a la
palabra en la cultura wayuu, podemos afirmar que la cosmovisión del mensaje
sólo es comprensible cuando logramos traspasar el abismo del lenguaje
racional y simbólico, el cual conforman verdaderos sistemas de arraigamiento
en los valores de la comunidad, que permanecen en el tiempo. Sin embargo, al
llegar a ser interpretado se puede percibir la lógica de la recomendación mítica
en su propia idiosincrasia. Pues, el mensaje a simple vista no aparece ante
nuestros ojos, en virtud de que él está escondido en su propia naturaleza. Ésta
encierra avisos espirituales, religiosos, éticos, normas y leyes consuetudinarias
y, por supuesto allí se resguarda la dimensión naturalista del pensamiento de
nuestros ancestros.
Así, se interpreta el lenguaje simbólico para conocer el mensaje de la
palabra wayuu es cuando nos damos cuenta de que la misma se expresa en un
orden diferente. Entonces, logramos penetrar este pensamiento y llegamos a
traspasar las diversas barreras que históricamente se han erigido para
determinar los parámetros de la filosofía, pues es otra dimensión del pensar y
una visión de considerar el ser.
La simbolización está en la palabra quedando muy bien interrelacionada
en la oralidad, cuyo mensaje no se pierde, sino que perdura de generación en
generación para explicar lo inexplicable, como una muestra de la fortaleza que
cobra la conciencia espiritual y social.
Por eso podemos afirmar, que, desde el enfoque wayuu, sus relatos, sus
ritos, su configuración histórica, su entorno y geografía, así como el
acercamiento a las diversas interpretaciones simbólicas de su realidad, se logra
entender la riqueza de su forma de ser, ver, sentir, vivir e interpretar la vida
desde nociones distintas a la propia, pero que tienen por fin último la capacidad
de proveer una lectura de la dimensión humana más completa. Así sería muy
meritorio que apreciáramos más a las personas por su capacidad de dialogar y
honrar su palabra, que por sus cosas materiales o superfluas.
El pueblo wayuu, ha luchado para que el wayuunaiki sea reconocido
como idioma de tradición oral dentro del ámbito social y cultural de toda la
población y comunidad ancestral, de allí que, a partir de las narraciones, que
son las historias, los relatos que realizan las abuelas o personas mayores y
encierran reglas, normas de comportamiento que operan como lecciones de
vida. Al niño y a la niña wayuu se le orienta para que poco a poco aprenda a
ejecutar las labores que van a ocupar su vida.
Es sabido que los wayuu son muy ricos en capital de memoria, pero
paradójicamente son muy pobres en capital histórico escrito, debido a que no
es mucho lo que se ha escrito de primera mano, su historia se ha basado en
los testimonios de la oralidad. La historia oral es una oportunidad para aquellas
personas o grupos sociales que se han excluido de la historia tradicional, en
ese sentido, se han caracterizado por hacer uso de la palabra y no de la
escritura, tienen en la tradición oral una herramienta que les permite poder
expresar su manera de ver y entender el mundo, desde su cosmovisión.
Sin duda alguna, esta investigación, ha sido una experiencia llena de un
gran aprendizaje, pero en especial. ha creado en mí un especial respeto y
admiración por esta maravillosa cultura, que me invitan a comprometerme un

14
poco más por mis hermanos indígenas y antepasados, como se lo dije a la
entrevistada Karin Herrera, me hubiese gustado tener este aprendizaje y este
sentir por la comunidades y pueblos indígenas en el tiempo que estuve de
misión por sus maravillosas tierras. Dios guarde todos los sueños y proyectos
de nuestros indígenas.
Agradecimientos.

Desde esta fabulosa experiencia hermenéutica, investigación que ha


restructurado mi manera de ver la cultura indígena, desde la comunidad de los
hermanos wayuu, quiero dar gracias al Dios de la humanidad y de la
fraternidad, que por medio de su palabra, nos invita a coincidir en el
compromiso que conlleva la palabra amor, agradecer a mi Profesor Henry
Vallejo Infante, el cual ilumino e impulso este trabajo investigativo y a la
Profesora Karin Herrera Wayuu del clan Aapüshana, por su valioso tiempo y
pedagogía en el quehacer de la entrevista, llevando a mi imaginario al lugar
comunitario indígena y desde sus respuestas marcadas con autoridad, amor y
esencia apasionada, cohesionada por la cultura wayuu y por el idioma
wayuunaiki, el cual lo lleva en su sangre, en su trabajo y en su familia.
Anexos:

1. Mapa de la Guajira con las distintas castas y su ubicación geográfica.

Tomado de indios y blancos en la Guajira. (Burgl, 1963: 100).

Citas

1. La población wayuu, es la población Indígena más numerosa tanto en Venezuela como en Colombia,
representando cerca del 11% de la población de Estado Zulia en Venezuela y el 45% del Departamento de
la Guajira en Colombia.
2. Karin Herrera wayuu del clan Aapüshana. Prof. de EIB/UPEL. Politóloga/Uru. Especialista en Derechos de
los Pueblos Indígenas de la Escuela de la Magistratura del TSJ/Caracas. Ex coordinadora Municipal de EIB.
Maracaibo. Ex viceministra de Educación Intercultural y el saber ancestral de los Pueblos Indígenas del
Minpi. Caracas. Ex directora nacional de EIB del MPPE en Caracas. Ex presidenta del Instituto Nacional de
Idiomas Indígenas, Caracas. Escritora de la Obra: Luusüchon Narración sobre la educación propia del

15
Pueblo Wayuu x la Editorial de la UNERMB Publicado septiembre 2020. Actualmente: 1era. Combatiente
del Municipio. Antonio Díaz del estado Delta Amacuro. Programa Radial: Pueblos Indígenas en revolución
por Fe y Alegría Delta Amacuro. Estudiante de Periodismo en la UBV Delta Amacuro. Estudiante de Artes
Escénicas en la Une arte Delta Amacuro.

Referencias Bibliográficas

Apshana V. (1998). En: Harker, S. Wayúu peuple du désert colombien. Bogotá:


Villegas Editores.
Ardila, G. (1990). Acercamiento a la historia prehispánica de la Guajira, en
Ardila, G, varios autores. Colombia.
Ballesteros, G. (1998). Métodos y técnicas cualitativas en investigación en
geografía social. Oikos- Tau. Barcelona.
Bello, Luis Jesús. (2005). Derechos de los pueblos indígenas en el nuevo
ordenamiento jurídico venezolano, Caracas, Grupo Internacional de
Trabajo sobre Pueblos Indígenas (IWGIA).
Burgl, Hans. (1963). Indios y blancos en La Guajira. (Copilado De Autores).
Tercer Mundo. Bogotá. Colombia.
CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (2014). Los
pueblos indígenas en América Latina. Avances en el último decenio y retos
pendientes para la garantía de sus derechos (LC/L.3902), Santiago.
Chacín, H. (2003). Lírica y Narrativa desde una Visión Wayuu. Editorial Antillas,
Barranquilla, Atlántico,
Chacín, H. (2016). Asombros del Pueblo Wayuu. Fondo Editorial UNERMB.
Colección Poderes Creadores del Pueblo no. 2
Eliade, M. (1983). Mito y Realidad. Punto y Omega. España.
Epieyu, R. (2010). Lingüística: Herramienta fundamental para hacer algunas
reflexiones sobre el cambio de significado de palabras en wayuunaiki y de
la creencia del Wayuu. Universidad Nacional.
Gaceta Oficial Extraordinaria No. 36860 (1999). Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
16
Guerra, W. (2002). La disputa y la palabra. La ley en la sociedad wayúu.
Bogotá: Mincultura. [ Links ]
Guerra, W. (2006). Los conflictos interfamiliares wayúu. Fronest, 13(1), 40-56.
Ley de Idiomas Indígenas (2008). Extraordinario, Gaceta Oficial n° 38.981,
Caracas. [ Links ]
Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2005).
Extraordinario, Gaceta Oficial n° 38.344, Caracas. [ Links ]
Martínez, M. (1994). La Investigación Cualitativa Etnográfica en Educación:
Manual Teórico Práctico. México: Trillas.
Monistrol, O. (2007). Ciencia en la Metodología Cualitativa. México. Trillas.
Montes, Z. (1996). Más allá de la educación. Caracas. Galac.
Mora, F. (1991). Las Palabras y los hombres. Barcelona. Península.
Ojeda, G. (2013). Plan especial de salvaguardia del sistema normativo wayúu,
aplicado por el palabrero. Maicao: Junta Mayor de palabreros.
Papa Francisco. (2015). Laudato SI. Roma. Tipografía Vaticana.
Paz, I. (1976). Mitos, Leyendas y Cuentos Guajiros, Edic. IAN, Caracas,
Paz, I. (1987). La Literatura Wayuu en el Contexto de su Cultura, en Revista de
Literatura Hispanoamericana, Universidad del Zulia, Nos. 28-29. Enero-
Junio y Julio-Diciembre
Perrin, M. (1979). La Palabra y el Vivir, La Salle, Caracas.
Perrin, M. (1980). El Camino de los Indios Muertos, Monte Ávila, Caracas,
Polo, N. (2017). La palabra en la cultura wayúu. Cuadernos de Lingüística
Hispánica n°. 30 ISSN 0121-053X • ISSN en línea 2346-1829. Julio -
Diciembre 2017, pp. 43-54
Polo, N. (2017). Sistema normativo Wayuú: módulo intercultural (línea de
investigación indigenista) / Nicolás Polo Figueroa. Santa Marta; Bogotá:
Universidad Sergio Arboleda.
Sandín y Paz. (2003). Investigación Cualitativa en Educación. Madrid. Editorial
Mc Graw Hill.
Vallejo, H. (2018). La invasión religiosa en los pueblos indígenas: Realidad
wayuu. Ara Macao, Vol. 1, N.º 1, Diciembre. Depósito legal: DC2018002377
ISSN.

17

También podría gustarte