0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas12 páginas

01014-2019-AA Interlocutoria

El Tribunal Constitucional declaró improcedente el recurso de agravio constitucional interpuesto por José Enrique Guzmán García, debido a que la controversia planteada ya había sido resuelta en un caso similar, y se consideró que existía una vía procesal adecuada para proteger sus derechos laborales. La sentencia destaca que el derecho al trabajo no implica un régimen de estabilidad laboral absoluto y que la reposición no está garantizada por la Constitución. Además, se incluyen fundamentos de voto de magistrados que expresan discrepancias sobre la interpretación de la normativa laboral y la aplicación de precedentes.

Cargado por

natit
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas12 páginas

01014-2019-AA Interlocutoria

El Tribunal Constitucional declaró improcedente el recurso de agravio constitucional interpuesto por José Enrique Guzmán García, debido a que la controversia planteada ya había sido resuelta en un caso similar, y se consideró que existía una vía procesal adecuada para proteger sus derechos laborales. La sentencia destaca que el derecho al trabajo no implica un régimen de estabilidad laboral absoluto y que la reposición no está garantizada por la Constitución. Además, se incluyen fundamentos de voto de magistrados que expresan discrepancias sobre la interpretación de la normativa laboral y la aplicación de precedentes.

Cargado por

natit
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 12

11111111111111111111111111111111!

11111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

SENTENCIA INTERLOCUTORIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Lima, 30 de abril de 2019

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don José Enrique Guzmán


García contra la resolución de fojas 412, de fecha 19 de noviembre de 2018, expedida
por la Segunda Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao que
declaró fundada la excepción de incompetencia por razón de la materia, nulo todo lo
actuado e improcedente la demanda.

FUNDAMENTOS

1. En la sentencia emitida en el Expediente 00987-2014-PA/TC, publicada en el diario


oficial El Peruano el 29 de agosto de 2014, este Tribunal estableció, en el
fundamento 49, con carácter de precedente, que se expedirá sentencia interlocutoria
denegat · , dictada sin más trámite, cuando se presente alguno de los siguientes
esto , que igualmente están contenidos en el artículo 11 del Reglamento
iv del Tribunal Constitucional:

Carezca de fundamentación la supuesta vulneración que se invoque.


La cuestión de Derecho contenida en el recurso no sea de especial
trascendencia constitucional.
e) La cuestión de Derecho invocada contradiga un precedente del Tribunal
Constitucional.
d) Se haya decidido de manera desestimatoria en casos sustancialmente iguales.

2. En la sentencia emitida en el Expediente 04533-2013-PA/TC, publicada el 27 de


enero de 2015 en el portal web institucional, el Tribunal Constitucional declaró
improcedente la demanda de amparo. Allí se deja establecido que la vía procesal
idónea e igualmente satisfactoria para resolver las pretensiones individuales por
conflictos jurídicos derivados de la aplicación de la legislación laboral pública es el
proceso contencioso-administrativo. Este proceso, desde la perspectiva objetiva,
posee una estructura idónea para tutelar los derechos relativos al trabajo. Además,
cuenta con medidas cautelares orientadas a suspender los efectos del acto reclamado
mientras se resuelvan las controversias pendientes de absolución.

3. El presente caso es sustancialmente igual al resuelto, de manera desestimatoria, en


el Expediente 04533-2013-PA/TC. En mérito a que, para resolver la controversia
consistente principalmente en que se declare inaplicable (i) la Resolución Directora!
Regional 6864, de fecha 16 de noviembre de 2016, mediante la cual se le instaura
.,

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
l llllllllllllllllllllllllllllilillllllll
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

proceso administrativo disciplinario; (ii) la Resolución Directora! Regional 7435, de


fecha 20 de diciembre de 2016, a través de la cual se resuelve sancionarlo con
destitución de la carrera pública magisterial como docente de la Institución
Educativa 50 I 9 "Augusto Cazorla", de acuerdo a lo establecido en el literal f) del
artículo 49 de la Ley de Reforma Magisterial, Ley 29944; y (iii) la Resolución
Gerencial Regional 111-2017-Gobierno Regional del Callao-GRECYD, de fecha 2 7
de enero de 2017, con la cual se declaró improcedente su recurso de apelación, y
que en consecuencia, se le reincorpore a su puesto de trabajo, pues se habrían
vulnerado sus derechos a la pluralidad de instancia, debido proceso y de defensa,
existe una vía procesal igualmente satisfactoria para proteger el derecho amenazado
o vulnerado. Dicha vía es pertinente porque el demandante se encuentra sujeto al
régimen laboral público (f. 2) y no se acreditó que exista riesgo de que se produzca
irreparabilidad o la necesidad de tutela urgente derivada de la relevancia del
derecho o de la gravedad de las consecuencias.

4. En consecuencia, y de lo expuesto en los fundamentos 2 y 3 supra, se verifica que


el presente recurso de agravio ha incurrido en la causal de rechazo prevista en el
acápite d) del fundamento 49 de la sentencia emitida en el Expediente 00987-2014-
PA/TC y en el inciso d) del artículo 11 del Reglamento Normativo del Tribunal
Constitucional. Por esta razón, corresponde declarar, sin más trámite, improcedente
el recurso de agravio constitucional.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú, y la participación del magistrado Espinosa-
Saldaña Barrera, convocado para dirimir la discordia suscitada por el voto singular del
magistrado Ferrero Costa.
Además, se incluyen el fundamento de voto del magistrado Sardón de Taboada,
y el fundamento de voto del magistrado Espinosa-Saldaña Barrera.

RESUELVE

Declarar IMPROCEDENTE el recurso de agravio constitucional.

Publíquese y notifíquese.

SS.

MIRANDA CANALES
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARR

1 PONENTE MIRANDA CANALES 1


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 111111111111rn1111111111m 111111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRJQUE GUZMÁN GARCÍA

FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO SARDÓN DE TABOADA

Si bien estoy de acuerdo con el fallo de la sentencia interlocutoria expedida en autos,


discrepo de su fundamentación.

En el acápite b) del fundamento 49 de la sentencia emitida en el Expediente 00987-


2014-PA/TC -precedente Vásquez Romero- este Tribunal Constitucional señaló que
debe rechazarse el recurso de agravio constitucional cuando la cuestión de Derecho que
contiene no sea de especial trascendencia constitucional.

En este caso, la parte demandante solicita su reposición en el puesto de trabajo, por


considerar que fue despedida arbitrariamente. Sin embargo, como he señalado
repetidamente en mis votos emitidos como magistrado de este Tribunal Constitucional,
considero que nuestra Constitución no establece un régimen de estabilidad laboral
absoluta.

A mi entender, el derecho al trabajo consagrado por el artículo 22 de la Constitución no


incluye la reposición. Como señalé en el voto singular que emití en el Expediente
05057-2013-PA/TC, Precedente Huatuco Huatuco, el derecho al trabajo

debe ser entendido como la posibilidad de acceder libremente al mercado laboral o a


desarrollar la actividad económica que uno quiera, dentro de los límites que la ley
establece por razones de orden público. Solo esta interpretación es consistente con las
libertades de contratación y trabajo consagradas en el artículo 2°, incisos 14 y 15; la libertad
de empresa establecida en el artículo 59º; y, la visión dinámica del proceso económico
contenida en el artículo 61 ° de la Constitución.

Así, cuando el artículo 27 de la Constitución de 1993 establece que "la ley otorga al
trabajador protección adecuada contra el despido arbitrario", se refiere solo a obtener
una indemnización determinada por la ley.

A mi criterio, cuando la Constitución utilizó el adjetivo arbitrario, englobó tanto al


despido nulo como al injustificado de los que hablaba el Decreto Legislativo 728, Ley
de Fomento del Empleo, de 12 de noviembre de 1991.

Esto es así porque, según el Diccionario de la Lengua Española, arbitrario es:

Sujeto a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley o a la razón.

Indebidamente, la Ley 26513 -promulgada cuando ya se encontraba vigente la actual


Constitución- pretendió equiparar el despido que la Constitución denominó arbitrario
solo a lo que la versión original del Decreto Legislativo 728 llamó injustificado.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 1111111111111111111111111m 111111~
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

Semejante operación normativa implicaba afirmar que el despido nulo no puede ser
descrito como "sujeto a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley o a la razón", lo
que es evidentemente inaceptable.

Más allá de su deficiente lógica, la Ley 26513 tuvo como consecuencia resucitar la
reposición como medida de protección frente a un tipo de despido, entregándoles a los
jueces poder para forzar la continuidad de una relación de trabajo.

Esta nueva clasificación ---que se mantiene en el Texto Único Ordenado del Decreto
Legislativo 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral, aprobado mediante
Decreto Supremo 003-97-TR- es inconstitucional.

Lamentablemente, este error fue ampliado por el Tribunal Constitucional mediante los
casos Sindicato Telefónica (2002) y Llanos Huasco (2003), en los que dispuso que
correspondía la reposición incluso frente al despido arbitrario.

Al tiempo que extrajo la reposición de la existencia del amparo laboral, Llanos Huasco
pretendió que se distinguiera entre el despido nulo, el incausado y el fraudulento. Así,
si no convencía, al menos confundiría.

A mi criterio, la proscripción constitucional de la reposición incluye, ciertamente, a los


trabajadores del Estado sujetos al Decreto Legislativo 276 o a cualquier otro régimen
laboral público.

La Constitución de 1993 evitó cuidadosamente utilizar el término "estabilidad laboral",


con el que tanto su predecesora de 1979 como el Decreto Legislativo 276, de 24 de
marzo de 1984, se referían a la reposición.

El derecho a la reposición del régimen de la carrera administrativa no sobrevivió, pues,


a la promulgación de la Constitución el 29 de diciembre de 1993. No cambia las cosas
que hayan transcurrido casi veinticinco años sin que algunos se percaten de ello.

Por tanto, considero que el recurso de agravio constitucional debe rechazarse porque no
está relacionado con el contenido constitucionalmente protegido del derecho invocado.

s.
SARDÓN DE TABOADA
1111111111111111111111111111111111111111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO ESPINOSA-SALDAÑA


BARRERA
Coincido con el sentido de lo resuelto por mis colegas, pero debo hacer algunas
precisiones sobre la aplicación de las causales del precedente "Vásquez Romero" y su
interacción con las causales de improcedencia del Código Procesal Constitucional, y, en
especial con lo dispuesto en el precedente "Elgo Ríos":

1. Uno de los temas que corresponde a este Tribunal ir precisando en su


jurisprudencia es el de la aplicación de la causal d) de la sentencia interlocutoria
denegatoria donde se recoge el supuesto de "casos sustancialmente iguales".
Como he venido señalando en más de un fundamento de voto, esta causal de
rechazo implica una fuerte vinculación entre los hechos y las razones del caso que
se utiliza como referente y aquel al que se pretende aplicar las mismas
consecuencias jurídicas que al primero.

2. Ahora bien, en los casos de Derecho laboral público que ha venido resolviendo el
Tribunal Constitucional, se ha instalado la práctica de utilizar como caso referente
la sentencia recaída en el expediente 04533-2013-PA/TC, caso "Marcapura
Aragón". Sin embargo, debo hacer notar que encuentro dos problemas si se insiste
en una aplicación sistemática de este criterio, ambos problemas de orden procesal.

3. El primer problema viene por lo que se entiende por "sustancialmente igual". La


sentencia "Marcapura Aragón" da cuenta de una demanda de amparo interpuesta
por un trabajador (almacenero) de la Municipalidad Provincial de Cusco que
busca ser reincorporado. Bastan estos datos para condicionar el universo de casos
a los que se puede asimilar este referente. Y es que si nos encontramos ante
situaciones diferentes, el caso utilizado como referencia también debe cambiar.
No se puede utilizar "Marcapura Aragón" para cualquier caso laboral público.
Con ello, se corre el riesgo de que se deslegitime la decisión tomada; y no
solamente en este caso pues se estaría asumiendo que con una mínima similitud
es suficiente para que el Tribunal declare la improcedencia.

4. El segundo problema está referido a la propia solución de "Marcapura Aragón".


Y es que si se analiza dicha sentencia, se podrá rápidamente evidenciar que se está
ante una invocación de la perspectiva objetiva de lo que luego vendría a ser el
precedente "Elgo Ríos". Es decir, se verifica que existe un proceso con estructura
idónea que sería el proceso contencioso administrativo, con lo cual se resuelve
que dicha vía es igualmente satisfactoria al amparo.
!1111111111111111111111111111111!11111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

5. Sin embargo, se olvida que los criterios del precedente "Elgo Ríos" han sido
pensados para aplicarse caso a caso y no de forma estática. En otras palabras,
cuando en "Marcapura Aragón" se dice que existe una vía igualmente
satisfactoria, ello es válido para ese caso en concreto, y no para todos los casos.
Al aplicarse la causal d) a "Marcapura Aragón", se genera un efecto petrificador
en la jurisprudencia que liberaría al juez del análisis caso a caso y lo obligaría a
aplicar una regla fija, referida a que el proceso contencioso administrativo
siempre, y para todos los casos, sería una vía igualmente satisfactoria. Eso es
desnaturalizar un precedente del Tribunal Constitucional, alternativa
absolutamente inadmisible. Un Tribunal como el nuestro no puede acordar algo,
sobre todo con carácter de precedente, para de inmediato desconocerlo.
Evidentemente, no puedo estar de acuerdo con ese erróneo razonamiento.

6. Frente a este escenario, considero que la mejor forma de tratar los casos de
Derecho laboral público en una sentencia interlocutoria es la de la propia causal
e), que permite al Tribunal hacer una aplicación directa del precedente "Elgo
Ríos" para atender las particularidades de la controversia que se presenta, en lugar
de la aplicación indirecta por medio de "Marcapura Aragón". Ello sin perjuicio de
utilizar la causal d) cuando se trate verdaderamente de casos sustancialmente
iguales, los cuales no impliquen el análisis de la vía igualmente satisfactoria, o la
causal b) cuando se haga referencia a alguna de las otras causales de
improcedencia previstas en el Código Procesal Constitucional.

7. Ahora bien, considero que en este caso en específico, corresponde la emisión de


una sentencia interlocutoria en aplicación de la causal e) prevista en el fundamento
49 de la sentencia "Vásquez Romero". Ello porque no se ha considerado lo
establecido por este Tribunal, con carácter de precedente, en el caso "Elgo Ríos".

8. En el presente caso, tenemos que la recurrente solicita que se declare inaplicable


(i) la Resolución Directora! Regional 6864, de fecha 16 de noviembre de 2016,
mediante la cual se le instaura proceso administrativo disciplinario; (ii) la
Resolución Directora! Regional 7435, de fecha 20 de diciembre de 2016, a través
de la cual se resuelve sancionarlo con destitución de la carrera pública magisterial
como docente de la institución Educativa 5019 "Augusto Cazorla", de acuerdo a
lo establecido en el literal f) del artículo 49 de la Ley de Reforma Magisterial, Ley
29944; y (iii) de la Resolución de Gerencia Regional 111-2017-Gobierno
Regional del Callao-GRECYD, de fecha 27 de enero de 2017, con lo cual se
declaró improcedente su recurso de apelación.

9. Ahora bien, corresponde analizar si lo planteado contraviene lo previsto en la


sentencia 02383-2013-PA/TC, la cual estableció, con carácter de precedente, que
una vía ordinaria constituye una vía igualmente satisfactoria al proceso de amparo,
si en un caso concreto se demuestra, de manera copulativa, el cumplimiento de
los siguientes elementos: i) Que la estructura del proceso es idónea para la tutela
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
illllllllll lllllllllll lllllllillllllll
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

del derecho; ii) Que la resolución que se fuera a emitir pueda brindar tutela
adecuada; iii) Que no existe riesgo de que se produzca irreparabilidad; y, iv) Que
no existe necesidad de una tutela urgente derivada de la relevancia del derecho o
de la gravedad de las consecuencias.

1 O. En este caso, desde una perspectiva objetiva, tenemos que el proceso contencioso
administrativo, regulado por el Texto Único Ordenado de la Ley 27584, cuenta
con una estructura idónea para acoger la pretensión del demandante y darle tutela
adecuada. En efecto, el presente caso consiste en que se le reincorpore a su puesto
de trabajo. Así, tenemos que el proceso contencioso administrativo ha sido
diseñado de manera que permite ventilar pretensiones como la planteada por el
demandante en el presente caso, tal como está previsto por el artículo 5.2 del Texto
único Ordenado de la citada Ley.

11. Por otro lado, atendiendo a una perspectiva subjetiva, en el caso de autos no se ha
acreditado un riesgo de irreparabilidad del derecho en caso se transite la vía
ordinaria. De igual manera, tampoco se verifica la necesidad de tutela urgente
derivada de la relevancia del derecho en cuestión o de la gravedad del daño que
podría ocurrir.

12. Por lo expuesto, corresponde que el presente recurso de agravio constitucional sea
declarado IMPROCEDENTE. Ello porque en el caso concreto existe una vía
igualmente satisfactoria, que es el proceso contencioso administrativo.

s.
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
l llllllllllllllllllillllllllllllllllllllll
EXP. N.º 01014-2 019-PA/TC
CALLAO 1

JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GA · CÍA

VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO FERRERO COSTA

Con la potestad que me otorga la Constitución, y con el mayor resp9to por la ponencia
de mi colega magistrado, emito el presente voto singular, para expresar respetuosamente
que disiento del precedente vinculante establecido en la Sentencia 00987-2014-P~/TC,
SENTENCIA INTERLOCUTORIA DENEGATORIA, por los fundamentos que a
continuación expongo:

EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL COMO CORTE DE REVISIÓN O FALLO Y NO DE


CASACIÓN

1. La Constitución de 1979 creó el Tribunal de Garantías Constitucionales como


instancia de casación y la Constitución de 1993 convirtió al Tribunal Constitucional
en instancia de fallo. La Constitución del 79, por primera vez en nuestra h~storia
constitucional, dispuso la creación de un órgano ad hoc, independiente del Peder
Judicial, con la tarea de garantizar la supremacía constitucional y la vigencia plena
de los derechos fundamentales.

2. La Ley Fundamental de 1979 estableció que el Tribunal de Gar~ntías


Constitucionales era un órgano de control de la Constitución, que tenía jurisdicción
en todo el territorio nacional para conocer, en vía de casación, de los habeas corpus
y amparos denegados por el Poder Judicial, lo que implicó que dicho Tribunal no
constituía una instancia habilitada para fallar en forma definitiva sobre la causa. Es
decir, no se pronunciaba sobre los hechos invocados como amenaza o lesión a los
derechos reconocidos en la Constitución.

3. En ese sentido, la Ley 23385, Ley Orgánica del Tribunal de Garantías


Constitucionales, vigente en ese momento, estableció, en sus artículos 42 al 46, que
dicho órgano, al encontrar una resolución denegatoria que ha violado la ley o la ha
aplicado en forma errada o ha incurrido en graves vicios procesales en la
tramitación y resolución de la demanda, procederá a casar la sentencia y, luego de
señalar la deficiencia, devolverá los actuados a la Corte Suprema de Justicia de la
República (reenvío) para que emita nuevo fallo siguiendo sus lineamientos,
procedimiento que, a todas luces, dilataba en exceso los procesos constitucionales
mencionados.

4. El modelo de tutela ante amenazas y vulneración de derechos fue seria~nente


modificado en la Constitución de 1993. En primer lugar, se amplían los
mecanismos de tutela de dos a cuatro, a saber, habeas corpus, amparo, habeas data
y acción de cumplimiento. En segundo lugar, se crea al Tribunal Constitucional
como órgano de control de la constitucionalidad, aun cuando la Constitución lo
califica erróneamente como "órgano de control de la Constitución". No obstante, en
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
lll 11111111111111111!11 1111111111111111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GARCÍA

materia de procesos constitucionales de la libertad, la Constitución establece re el


Tribunal Constitucional es instancia de revisión o fallo.

5. Cabe señalar que la Constitución Política del Perú, en su artículo 202, inc so 2,
prescribe que corresponde al Tribunal Constitucional "conocer, en últi a y
definitiva instancia, las resoluciones denegatorias dictadas en los procesf s de
habeas corpus, amparo, habeas data y acción de cumplimiento 11• Esta dispo]ición
constitucional, desde una posición de franca tutela de los derechos fundamentales,
exige que el Tribunal Constitucional escuche y evalúe los alegatos de quiel n se 1

estima amenazado o agraviado en un derecho fundamental. Una lectura dr·versa


contravendría mandatos esenciales de la Constitución, como son el principí o de
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad como fin supremo de la
sociedad y del Estado (artículo 1), y "la observancia del debido proceso y fittela
jurisdiccional. Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdi¡cción
predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los previa,rente
establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción n1 por
comisiones especiales creadas al efecto cualquiera sea su denominaeián",
consagrada en el artículo 13 9, inciso 3.

6. Como se advierte, a diferencia de lo que acontece en otros países, en los cuat1es el


acceso a la última instancia constitucional tiene lugar por la vía del cerüorari
(Suprema Corte de los Estados Unidos), en el Perú el Poder Constituyente op~ó por
un órgano supremo de interpretación de la Constitución capaz de ingresar al fondo
en los llamados procesos de la libertad cuando el agraviado no haya obtenidb una
protección de su derecho en sede del Poder Judicial. En otras palabras, si 1 que
está en discusión es la supuesta amenaza o lesión de un derecho fundament~l, se
debe abrir la vía correspondiente para que el Tribunal Constitucional pueda
pronunciarse. Pero la apertura de esta vía solo se produce si se permite al
1
peticionante colaborar con los jueces constitucionales mediante un pormeno1 izado
análisis de lo que se pretende, de lo que se invoca.

7. Lo constitucional es escuchar a la parte como concretización de su de echo


irrenunciable a la defensa; además, un Tribunal Constitucional constituye el más
efectivo medio de defensa de los derechos fundamentales frente a los pdderes
públicos y privados, lo cual evidencia el triunfo de la justicia frente a la
arbitrariedad.

EL ' '
DERECHO A SER orno COMO MANIFESTACION DE LA DEMOCRAfIZACION DE LOS
1 '

PROCESOS CONSTITUCIONALES DE LA LIBERTAD

1
8. La administración de justicia constitucional de la libertad que brinda el Tri~unal
Constitucional, desde su creación, es respetuosa, como corresponde, del derec o de
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
111111111111111111111111111111111111111111
0
EXP. N. 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GA~CÍA

defensa inherente a toda persona, cuya manifestación primaria es el derecho a ser


oído con todas las debidas garantías al interior de cualquier proceso en el e al se
determinen sus derechos, intereses y obligaciones.

9. Precisamente, mi alejamiento respecto a la emisión de una resolución constitu ional


sin realizarse audiencia de vista está relacionado con la defensa, la cual, s9lo es
efectiva cuando el justiciable y sus abogados pueden exponer, de manera esc¡ita y
oral, los argumentos pertinentes, concretándose el principio de inmediació que
debe regir en todo proceso constitucional.

1 O. Sobre la intervención de las partes, corresponde señalar que, en tanto q¡ e la


potestad de administrar justicia constituye una manifestación del poder qf.e el
Estado ostenta sobre las personas, su ejercicio resulta constitucional cuando se
brinda con estricto respeto de los derechos inherentes a todo ser humano, 1, que
incluye el derecho a ser oído con las debidas garantías.

11. Cabe añadir que la participación directa de las partes, en defensa de sus inte eses,
que se concede en la audiencia de vista, también constituye un elemento que
democratiza el proceso. De lo contrario, se decidiría sobre la esfera de intet' s de
una persona sin permitirle alegar lo correspondiente a su favor, lo que res ltaría
excluyente y antidemocrático. Además, el Tribunal Constitucional tiene ellaeber
ineludible de optimizar, en cada caso concreto, las razones, los motivos los
argumentos que justifican sus decisiones, porque el Tribunal Constitucio al se
legitima no por ser un tribunal de justicia, sino por la justicia de sus razones, por
expresar de modo suficiente las razones de derecho y de hecho relevantes e11 cada
caso que resuelve.

12. En ese sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido , ue el


derecho de defensa "obliga al Estado a tratar al individuo en todo momento como
un verdadero sujeto del proceso, en el más amplio sentido de este concepto, y no
1
simplemente como objeto del mismo " , y que "para que exista debido proceso legal
es preciso que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y de/ende sus
intereses en forma efectiva y en condiciones de igualdad procesal con otros
2
justiciables " .

1
Corte IDH. Caso Barreta Leiva vs. Venezuela, sentencia del 17 de noviembre de 009,
párrafo 29.
2
Corte IDH. Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros vs. Trinidad y T bago,
sentencia del 21 de junio de 2002, párrafo 146.

lf P(
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
1111111111111111111111111111111111111111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRJQUE GUZMÁN GA CÍA

NATURALEZA PROCESAL DEL RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL

13. El modelo de "instancia de fallo" plasmado en la Constitución no pue e ser


desvirtuado por el Tribunal Constitucional si no es con grave violación e sus
disposiciones. Dicho Tribunal es su intérprete supremo, pero no su reformado , toda
vez que como órgano constituido también está sometido a la Constitución.

14. Cuando se aplica a un proceso constitucional de la libertad la denoi inada


"sentencia interlocutoria", el recurso de agravio constitucional CRAC) pierde su
verdadera esencia jurídica, ya que el Tribunal Constitucional no tiene compe encia
para "revisar" ni mucho menos "recalificar" el recurso de agravio constitucion l.

15. De conformidad con los artículos 18 y 20 del Código Procesal Constitucio al, el
Tribunal Constitucional no "concede" el recurso. Esta es una competencia de la
Sala Superior del Poder Judicial. Al Tribunal lo que le corresponde es conoc r del
RAC y pronunciarse sobre el fondo. Por ende, no le ha sido dada la competen, ia de
rechazar dicho recurso, sino por el contrario de "conocer" lo que la parte alega
como un agravio que le causa indefensión.

16. Por otro lado, la "sentencia interlocutoria" establece como supuestos p a su


aplicación fórmulas imprecisas y amplias cuyo contenido, en el mejor de los rasos,
requiere ser aclarado, justificado y concretado en supuestos específicos, a . aber,
identificar en qué casos se aplicaría. No hacerlo, no definirlo, ni justifi arlo,
convierte el empleo de la precitada sentencia en arbitrario, toda vez que se iodría
afectar, entre otros, el derecho fundamental de defensa, en su manifestación e ser
oído con las debidas garantías, pues ello daría lugar a decisiones subjeti~ as y
carentes de predictibilidad, afectando notablemente a los justiciables, q ienes
tendrían que adivinar qué resolverá el Tribunal Constitucional antes de prese tar su
respectiva demanda.

17. Por lo demás, mutatis mutandis, el precedente vinculante contenido en la Sen encia
00987-2014-PA/TC repite lo señalado por el Tribunal Constitucional en otros
fallos, como en el caso Luis Sánchez Lagomarcino Ramírez (Sentencia O 877-
2005-PHC/TC). Del mismo modo, constituye una reafirmación de la natutaleza
procesal de los procesos constitucionales de la libertad (supletoriedad, vía p evia,
vías paralelas, litispendencia, invocación del derecho constitucional líqu do y
cierto, etc.).

18. Sin embargo, el hecho de que los procesos constitucionales de la libertad s9an de
una naturaleza procesal distinta a la de los procesos ordinarios no constitu e un
motivo para que se pueda desvirtuar la esencia principal del recurso de agravio ffi
constitucional. • v l
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
11111111111111111111111111111!11111111111
EXP. N.º 01014-2019-PA/TC
CALLAO
JOSÉ ENRIQUE GUZMÁN GA CÍA

19. Por tanto, si se tiene en cuenta que la justicia en sede constitucional represefta la
última posibilidad para proteger y reparar los derechos fundamentales df los
agraviados, voto a favor de que en el presente caso se convoque a audiencia ptra la
vista, lo que garantiza que el Tribunal Constitucional, en tanto instancia última y
definitiva, sea la adecuada para poder escuchar a las personas afectadas e sus
derechos esenciales cuando no encuentran justicia en el Poder Judicial;
especialmente si se tiene en cuenta que, agotada la vía constitucional, al justi liable
solo le queda el camino de la jurisdicción internacional de protección de de]chos
humanos.

20. Como afirmó Raúl Ferrero Rebagliati, "la defensa del derecho de uno es, al ismo
tiempo, una defensa total de la Constitución, pues si toda garantía constitudional
entraña el acceso a la prestación jurisdiccional, cada cual al defender su de~echo
está defendiendo el de los demás y el de la comunidad que resulta oprim!· da o
envilecida sin la protección judicial auténtica".

S.

FERRERO COSTA

También podría gustarte